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4.

2 BREVE DESCRIPCION DE LAS PROPIEDADES TERMICAS DEL

SUELO.

La temperatura del suelo es una función de la densidad de flujo de

la energía radiante, absorbida por la superficie y de sus

propiedades térmicas. Estas propiedades son la conductividad, el

calor específico y la difusividad térmica.

Estas propiedades térmicas están a su vez afectadas principalmente

por el contenido de humedad, y por propiedades físicas del suelo,

como textura, porosidad, estructura.

La temperatura edáfica en un punto dado es muy variable debido a

diversos factores y fenómenos, entre ellos: Los cambios de calor

en el medio ambiente (radiación solar), el flujo de calor dentro

del suelo (conducción) y los procesos químicos, físicos y

biológicos (disponibilidad de nutrimentos, mineralización de

materiales orgánicos, evaporación, humedecimiento y actividad

microbiana).

4.2.1 Temperatura. T Corresponde a la intensidad de calor en el

suelo y se expresa en C, F, y K.


4.2.2 Calor específico ch. o cantidad de calor necesario para

calentar la unidad de masa del suelo en 1C. La unidad

de medida es J/kgk (3).

Para la determinación del calor específico del suelo se utilizan

calorímetros que se fundamenta en un medio adiabático donde se

quema la muestra y esta transmite el calor al agua que la rodea

cuantificando el cambio de temperatura. En el suelo su promedio

varía desde 0.18 a 0.2 j/kgk.

El calor específico del suelo también puede ser determinado si se

conocen los calores específicos de los diferentes componentes del

suelo y sus respectivas fracciones volumétricas.

De Vries (1963), luego de analizar las determinaciones de calor

específico hechas por Lang (1968), Alrich (1894), Bracht (1949),

Kersten (1949) citados por De Vries (1963), concluyó que la

ecuación

ch = 0.46 Xm + 0.50 Xo + Xw cal/cm3C.

proporciona una buena estimación del calor específico medio del

suelo, donde Xm, Ko y Kw son las fracciones volumétricas de la

materia mineral, orgánica y agua respectivamente.


A igual flujo de calor entregado o extraído de un suelo seco, este

se calienta o enfría más rápidamente que uno húmedo.

4.2.3 Conductividad Térmica del Suelo.

Es la capacidad que tiene una sustancia de transferir calor de una

molécula a otra. Se define como la cantidad de calor transmitida

a través de la unidad de longitud de una sustancia por unidad de

área y de gradiente de temperatura por unidad de tiempo. Se

expresa en J/m segk y en el suelo puede variar entre 0.16 y 1.50

J/m segk. (w/m k).

VALORES DEL CALOR ESPECIFICO PARA ALGUNAS SUSTANCIAS O

MATERIALES (KOHNKE, 1972)

Material Calor Específico Calor Específico


J/kgk J/m3k
Humus 1674.80 2344720
Agua 4187.01 4187000
Aire 1046.7 12561
Arcilla 912.1 2093500
Cuarzo 795.5 2093500
Micas 879.2 2470330
Granito 795.5 2093500
CaCO3 837.4 2260980
Fe2O3 628.0 3140250
Yeso 879.2 1926020
Madera 1758.5 1591060

La conductividad térmica del suelo se puede determinar

a partir de la ecuación de definición.  = Dh ch

 = Conductividad térmica

Dh = Difusividad térmica

ch = Capacidad calórica del suelo

CONDUCTIVIDAD TERMICA DE CONSTITUYENTES


DEL SUELO
a 10C.
Const. J/m segk
Cuarzo 8.8
Otros Minerales 2.9
(Promedios)
Materia Orgánica 0.25
Agua 0.57
Aire 0.025
Fuente: Fundaments Of Soil Physics.
1992. Hillel Daniel

Valores de algunas propiedades térmicas del suelo para diferentes

grados de humedad (Hurtado, 1985).

Grado de ch (Capacidad  Conductividad Dh Difusividad


Humedad calórica) térmica. térmica
J/m3 oK J/m. Seg.k m2/seg.

Seco 1339840 0.2140 1.6 x 10-7

Poco húmedo 1591060 0.4606 2.9 x 10-7

Húmedo 1926020 0.8268 4.3 x 10-7

Muy Húmedo 2428460 1.2122 5.0 x 10-7

Modificado por Abaunza G. C.A.

4.2.4 Difusividad térmica

La difusividad térmica es la expresión de la velocidad de cambio

de temperatura con el tiempo, o la velocidad con que una sustancia

se calienta, bajo con gradiente de calor dado (15). Se expresa en

m²/seg.
La determinación de la difusividad térmica del suelo tanto en

condiciones de laboratorio como de campo, por lo regular utiliza

soluciones a la ecuación de conducción de calor en un medio

homogéneo e infinito, sujetos a condiciones circundantes iniciales

adecuadas. (7).

Jackson y Kirkman (1968), citados por Shnerder (1979) propusieron

una solución a la ecuación de conducción de calor en la cual se

asumió que una onda senosoidal periódica de calor es aplicada a la

superficie del suelo, la cual está a una temperatura inicial

uniforme; con los registros de la temperatura a las profundidades

de interés, se puede calcular la difusividad térmica.

4.3 FACTORES QUE AFECTAN LA TEMPERATURA DEL SUELO

Siempre que se pretenda determinar la influencia de la temperatura

del suelo en los procesos físicos. químicos y biológicos, que en

él tienen lugar, es necesario conocer su magnitud a diferentes

profundidades para obtener los perfiles térmicos, que son esquemas

en los que se sitúa como abcisas la temperatura y como coordenada

la profundidad a las cuales han sido realizadas las mediciones.

Estos perfiles sirven por una parte, para establecer el

comportamiento de la temperatura con la profundidad y por otra,

determinar su influencia en los procesos pedogenéticos a través

del perfil (19).


4.3.1 Condiciones climáticas

4.3.1.1 Temperatura del aire. La temperatura del aire influye

en la temperatura del suelo por transmisión de su efecto al suelo.

A partir de la temperatura del aire se puede hacer estimativos

generales para determinar la temperatura del suelo. Algunos

estudios generaran formulaciones específicas para calcular la

temperatura del suelo a una profundidad dada basada en la

temperatura del aire.

La ecuación Y = 0.7532X + 6.9766 permite calcular la temperatura

media anual del suelo a 50 cm de profundidad para la Estación

Tanguavita, Paipa (Boyacá), a partir de la temperatura media anual

del aire, con un porcentaje de confiabilidad del 96.45; donde Y es

la temperatura del suelo y X es la temperatura del aire. (13).

La ecuación Y = 0.963X + 3.3050 permite calcular la temperatura

media anual del suelo a 50 cm de profundidad para la estación de

las Gaviotas, (San José de Ocuñe Vichada) a partir de la

temperatura media anual del aire, con un porcentaje de

confiabilidad del 95.97 (13).

La ecuación TS50 = 0.9182 TMAA + 4.6062; (TS50 es la temperatura

media anual del suelo a 50 cm de profundidad y TMAA es la


temperatura media anual del aire) expresa la relación existente

entre la temperatura del aire y la del suelo, es la primera

aproximación general para las condiciones climáticas del país.

(13).

La temperatura del suelo puede ser calculada con base en datos

climatológicos con alguna precisión, la cual puede ser adecuada

para reconocimiento de suelos. En gran parte del territorio de

Estados Unidos, se puede estimar la temperatura media anual del

suelo sumándole 1C a la temperatura media anual del aire.

Meikle et al (1979, 1982, 1982 a) con base en informaciones

meteorológicas han establecido relaciones matemáticas que permiten

conocer la temperatura del suelo a 10 cm de profundidad para

cualquier día del año, para Estados Unidos, Francia y Canadá.

Jaramillo y Gómez (1964) utilizando registros meteorológicos de

temperaturas del suelo durante cinco años establecieron ecuaciones

para un suelo del municipio de Chinchiná, Colombia.

"Relación entre la temperatura media del aire a 2 mt de altura y

del suelo a diferentes profundidades. CENICAFE 1965 - 1969".


Profundidad Coeficiente de Ecuación
(cms) correlación
2 0.98 Y = 1.40X - 6.20
5 0.97 Y = 1.13X - 1.13
10 0.89 Y = 0.70X + 1.05
20 0.41 Y = 1.15X + 20.65
25 0.03
Y = Temperatura del Suelo X = Temperatura del Aire

4.3.1.2 Precipitación. La precipitación al aumentar la humedad

del suelo, hace que éste se caliente más lentamente, pero a su vez

la conductividad térmica del agua es mayor que la del aire, lo que

genera que el perfil del suelo se caliente más homogéneamente.

Así mismo el calor específico del agua es, en términos generales,

cuatro veces mayor que el de un horizonte superficial seco, y el

calor específico de un horizonte superficial de textura media, a

capacidad de campo, es aproximadamente un 50% mayor que el mismo

horizonte con humedad en el punto de marchitamiento. El agua

aumenta la conductividad térmica del suelo y también puede

absorber o liberar calor mediante congelaciones, deshielo,

evaporación y condensación. Todos estos efectos reducen las

fluctuaciones de la temperatura en la superficie del suelo. (5).

4.3.1.3 Viento. Las temperaturas del suelo por convección

pueden ascender o descender, según el tipo de viento que

prevalezca, un viento seco aumenta la evaporación, que ocasiona

pérdida de calor. Así mismo vientos cálidos o fríos lo

transfieren al suelo.
Las corrientes y los vientos oceánicos son particularmente

importantes en la transferencia de calor de las áreas tropicales

hacia las templadas; en las primeras el ingreso de energía solar

excede a la gastada (11).

En la noche, las capas inferiores de la atmósfera son más frías

que las superiores; un viento moderado que mezcle estas capas

entre sí, haciendo descender las superiores (más calientes) y

elevando las inferiores (más frías) tiene consigo una defensa

contra las heladas, fenómeno que se presenta en los altiplanos de

Cundinamarca, Boyacá y Nariño. (18).

4.3.1.4 Radiación solar. La principal fuente de energía en los

procesos que se operan en el planeta es la del sol; siguen en

importancia el calor interno de la tierra, y la energía de los

rayos cósmicos. La energía solar es responsable del calentamiento

zonal y latitudinal de la superficie de la tierra, de la

circulación de la atmósfera de la evaporación, de la fotosíntesis

y de otra serie de procesos; sin ella no es posible la vida y cada

medio biológico la recibe y utiliza a su manera, entre ellos el

suelo (14).

Del 100% de la radiación solar que llega al límite externo de la

atmósfera el 30-32% es reflejado por las nubes; el 20-22% es


absorbido por la capa de ozono y el resto de la atmósfera y 40-50%

llegan a la superficie terrestre y constituye la base energética

del ecosistema. (3).

La Figura muestra el balance térmico diurno.

4.3.1.5 Nubosidad. Una nubosidad y una humedad alta, absorben

radiación y reduce la cantidad de la misma que llega al suelo. El

aire seco y transparente facilita la radiación de calor del suelo

hacia el espacio y facilita el fenómeno de heladas en los

altiplanos de Cundinamarca y Nariño; en cambio las nubes

disminuyen el riesgo porque hacen regresar a la tierra parte de la

radiación (18).

La superficie de la tierra al recibir la radiación solar refleja

una parte a la atmósfera (reflexión de onda corta) y otra parte la

absorbe, la transforma en calor y la transmite. Del total de la

radiación absorbida por el suelo una parte se irradia en forma de

ondas térmicas a la capa inferior de la atmósfera (Tropósfera).

Constituye la radiación terrestre de onda larga, calentándola

lo que determina en gran medida la temperatura del aire; otra

parte se consume en la evaporación del agua (calor latente de

evaporación) y una tercera porción se destina al intercambio

energético entre la superficie y el aire próximo a ella (calor

sensible) (21).
FIGURA
Balance Termico Diurno

(Tomado de Baver et al 1973).(Cuadro )


La Figura muestra el balance térmico nocturno.

El total de radiación de onda corta que llega al suelo se denomina

"radiación global", esta se divide en "radiación reflejada" y

"radiación absorbida"; la diferencia entre estas últimas

constituye la "radiación neta" que es una medida de la radiación

aprovechable en la superficie del suelo. El suelo de día y noche

emite irradiaciones caloríficas de onda larga, denominándose el

proceso como "radiación terrestre"; esta radiación es absorbida

por la atmósfera y una pequeña parte regresa al suelo lo cual se

denomina "contra radiación". La diferencia entre la radiación

terrestre y la contrarradiación es la "radiación saliente

efectiva" la porción de radiación que forma el flujo de calor

entre el suelo y el aire se denomina "calor sensible" (Baver et al

1973).

Balance térmico diurno

La radiación neta se puede expresar mediante la ecuación.

Rn = Rg - Rse -A

donde Rn es la radiación neta

Rg es la radiación global

Rse es la radiación saliente efectiva

A es el Albedo
FIGURA
Intercambio Nocturno de Calor en el Suelo

(Tomado de Baver et al. 1973) (Cuadro)


también:

Rse = rT - cR

Rt = radiación terrestre

Cr = contrarradiación

Según Chang (1968), citado por Baver et al (1973), la radiación

terrestre se expresa como:

Rt = 6 T4

Rt = radiación terrestre

6 = Constante de Stefan - Boltzman

T = Temperatura absoluta de la superifice

Si reemplazamos

Rn = Rg + Cr - 6 T4 - A

La radiación global y el albedo son cero en la noche y la

radiación neta se vuelve negativa (Baver et al 1973).

La Figura muestra el balance.


FIGURA

BALANCE DE ENERGIA EN LA SUPERIFICE DEL SUELO

(Decico et al., 1974). (Cuadro )


4.2.2. Condiciones Edáficas

4.2.2.1 Contenido de humedad. El contenido de humedad del

suelo constituye el parámetro más importante en la regulación de

los diferentes procesos que ocurren en el regimen térmico del

suelo. La humedad influye en la variación de temperatura; ya que

modifica la capacidad calorífica ó calor específico y la

conductividad térmica del suelo. Además consume energía calórica

mediante el proceso de evaporación.

Los suelos húmedos se calientan con mayor lentitud debido a la

cantidad considerablemente mayor de calor requerido para elevar

su temperatura, parte de este calor se emplea en la evaporación.

En

consecuencia los suelos saturados nunca alcanzan la misma

temperatura máxima que aquellos secos. De manera similar, los

suelos saturados se enfrían con más lentitud debido a que para

efectuar un cambio en la temperatura necesitan perder más calor

(11).
El calor específico del agua es de 4.187 J/kok (aproximadamente

cinco veces más elevado que la media de los constituyentes del

suelo) lo cual hace que el agua se caliente más lentamente que el

suelo, por lo tanto mientras más húmedo esté, más lentamente se

calentará el suelo. Por otra parte la conductividad térmica del

agua es mayor que la del aire, es decir que mayor cantidad de

humedad del suelo, este aumenta su conductividad térmica

consecuentemente la penetración de la onda de calor será mas

profunda en un suelo húmedo que en un suelo seco.

Todo cambio en el estado del agua del suelo (condensación,

vaporización, solidificación y fusión) repercute sobre su

temperatura; por ejemplo, la condensación del vapor de agua en

forma de rocío retorna al suelo la energía gastada en la

evaporación (13).

El tipo de suelo, el contenido de humedad y el color determinan el

albedo de la superficie desnuda; este valor es menor en el suelo

húmedo (Riabchikov 1976).

4.2.2.2 Contenido de materia orgánica y color. La materia

orgánica por un lado, reduce la capacidad de calor y la

conductividad térmica del suelo, y por otra parte, la aumenta al

incrementar la capacidad de almacenamiento de agua; además su


color negro le permite una mayor absorción de la radiación. En

suelos orgánicos secos, los horizontes superiores son generalmente

más calientes que los de los suelos minerales durante el día y más

fríos en la noche.

Si los suelos orgánicos están húmedos son más fríos que los suelos

minerales durante el día, pero más calientes en la noche. En la

noche la baja conductividad térmica de los suelos orgánicos, evita

un flujo rápido de calor desde el subsuelo que vaya a reemplazar

el calor perdido en la superficie a causa de la radiación

(Tambane, Horiramano y Yup 1979).

Los suelos oscuros pueden absorber hasta el 80% de la radiación

solar recibida, los suelos claros pueden descender hasta el 30%,

los suelos rojos tienen un gran poder absorvente y es superior al

de suelos amarillos (14).

Trabajos experimentales han mostrado diferencias apreciables de

temperatura entre un suelo negro y un suelo blanco; Hall y Venet

(1970), citados por Gaucher (1971), encontraron diferencias de 2 y

3C a 15 y 40 cm de profundidad respectivamente.

Los suelos de color oscuro absorben mayor cantidd de calor y

pueden tener una temperatura más elevada que la de los suelos

cercanos de color más claro; como una consecuencia de ello, los


suelos oscuros pierden más húmedad por evaporación, pero ganan más

por condensación en la noche (11).

Debido a que los objetos oscuros emiten más calor que los de color

claro, se enfría más en la noche, lo cual origina una mayor

condensación. Los suelos negros absorven alrededor del 92% de la

energía solar, mientras que la nieve absorbe solo del 10 al

15%, siendo reflejada a la atmósfera el resto de la radiación

(11).

El color del suelo afecta también la misma reflexión de energía,

valor cuantificado por el albedo o sea el resultado de la energía

reflejada dividido por el de la energía incidente (Kohnke 1972).

En otras palabras, el albedo define la radiación que es devuelta

al espacio, al no ser absorbida por la tierra (atmósfera y/o

suelo). El agua refleja poco la radiación (23).

4.2.2.3 Textura. El tamaño de las partículas de suelo hace que

aquellas más pequeñas (arcillas) presentan un mayor contacto entre

ellas, que las particular grandes (arenas). La superficie de los

suelos arenosos se calienta más rápidamente que la de los suelos

arcillosos, porque los suelos arenosos tienen menor capacidad

de calor, baja conductividad térmica y menor enfriamiento por


evaporación. Durante la noche por el contrario, el enfriamiento es

más rápido en suelos arenosos que en arcillosos.

De acuerdo con Baver y colaboradores (1973), la conductividad

térmica de diferentes suelos sigue este orden de menor a mayor:

arenosos, margosos, arcillosos y turbosos.

4.2.2.4. Estructura. El tipo de agregación en cuanto determina

la porosidad y por ende el grado de contacto entre agregados,

incide en la conductividad térmica y difusividad térmica. Esta

propagación de calor desde la superficie a los horizontes más

profundos será mayor cuando éste contacto sea mayor.

La estructura afecta directamente muchas de las propiedades del

suelo, entre ellas vale la pena destacar la retención y la

conducción del agua que están ligados íntimamente a la capacidad

calorífica y la difusividad térmica del suelo.

La conjugación de fenómenos de enfriamiento - calentamiento y

humedecimiento - secado, determinan una evolución característica

de la estructura al influir en el comportamiento físico-químico de

los coloides minerales y húmicos. Si dichas variaciones son

progresivas se favorece la agregación, si por el contrario, son

bruscas y fuertes pueden causar concrecionamiento (8).


El aumento de la densidad en masa de los suelos reduce la

porosidad y hace mayor el número de contactos térmicos entre las

particulas sólidas. Todo esto influye en la propagación de calor

desde la superficie a las capas profundas y, por lo tanto, en la

regulación de la temperatura de los horizontes subsuperficiales

(13).

4.2.2.5 Profundidad. La temperatura del suelo disminuye con la

profundidad en época de verano. Las capas superficiales

disminuyen su temperatura, ya que tienen bastante energía para

cederla a los horizontes inferiores; por el contrario en época

de invierno se observa un aumento en los horizontes superficiales

y un decrecimiento en los horizontes profundos (27).

Sin embargo, la temperatura del suelo por debajo de una

profundidad determinada, es poco afectada por los cambios diarios

y permanece constante (29).

La variación de la temperatura del suelo con la profundidad está

en función de la disponibilidad de energía en la superficie del

suelo, de la posición del horizonte del suelo en relación con la

profundidad, de la capacidad calorífica y de la conductividad

térmica del mismo y en el contenido de humedad del suelo.(Tobón,

C. 1993).
4.2.3. Condiciones Geográficas

Los factores tanto geográficos como ambientales afectan y

modifican la temperatura del suelo. Los que tienen más incidencia

son:

4.2.3.1 Latitud y exposición. Las tierras cuya exposición es

perpendicular a los rayos del sol, son más calientes que

aquellas en que el ángulo es menor; este fenómeno es más marcado

en zonas tropicales, donde los rayos del sol recorren menor

distancia en la atmósfera. A medida que aumenta la distancia al

Ecuador, la temperatura anual va disminuyendo constantemente

debido a la mayor distancia que tienen que recorrer los rayos del

sol, incrementada por la curvatura de la tierra (11).

El albedo varía también con la latitud, es elevado en las

latitudes medias y altas y bajo en los trópicos por la mayor

elevación del sol (3). En el trópico la exposición de los suelos

a los rayos del sol durante el día, incide directamente sobre la

temperatura de los mismos, sin tener en cuenta la acción de los

vientos los cuales refrescan la superficie terrestre. Los suelos

expuestos con dirección al oriente reciben en general un grado

menor de radiación directa, por la incidencia del sol en horas de


la mañana; caso contrario sucede con aquellos suelos expuestos en

dirección occidente, los cuales reciben los rayos del sol durante

la tarde. (Tobón, C 1993). A medida que se asciende en una montaña

el calor va disminuyendo hasta que en el límite inferior de la

kionósfera la temperatura media del aire baja a más de

cero; este límite climático corresponde al nivel inferior de las

nieves perpetuas de la tierra. (25).

4.2.3.2. Altitud. La intensidad de la radiación solar incidente

aumenta con la altura y en las latitudes medias se presenta un

aumento del 5 al 150 por cada 100 metros de incremento en altura.

Una característica de las áreas montañosas se asocia con el aire

frío que al ser más denso que el caliente, fluye de las partes

altas a los valles, en donde puede causar heladas. La altitud

define y distingue los diferentes pisos térmicos de acuerdo con la

altura y la posición latitudinal (13).

Según Smith et al (1942), citados por McDole y colaboradores (1974

a), la temperatura media anual del aire decrece alrededor de 0.5C

por cada 100 metros de incremento en la elevación por tierra y

0.65C por cada 100 metros de incremento en la elevación a través

de la atmósfera libre, en forma directa la temperatura del suelo

se ve afectada.
La radiación solar aumenta aproximadamente en un 10% por cada 100

metros de altura; en este caso (se intensifica aún más la

radiación saliente efectiva a causa de la menor cantidad de vapor

de agua en la atmósfera), disminuye el balance de radiación lo

cual provoca el descenso de la temperatura del aire con la altura

y sus bruscas amplitudes al pasar de la luz a la sombra y del día

a la noche; se aumenta además, ka temperatura del suelo y la del

aire próximo a él (6).

A medida que se asciende en una montaña al calor va disminuyendo

hasta que en el límite inferior de la kionosfera la temperatura

media del aire baja a más de cero; este límite climático

corresponde al nivel inferior de las nieves perpetuas de la

tierra. (25).

4.2.3.3 El relieve. El relieve influye en la temperatura del

suelo al modificar la cantidad de energía solar que llega al suelo

a través del grado y orientación de la pendiente. Mayor cantidad

de calor llega si este es perpendicular a la radiación solar

(zonas planas) y menor cantidad de energía llega cuando el ángulo

existente entre radiación y la superficie solar se hace más

agudo (14).

El ángulo en que los rayos solares inciden en una pendiente que

mira al sur es diferente al de aquella que mira al norte; en el


hemisferio norte la temperatura del suelos es mayor en pendientes

que miran al sur, porque estas reciben mayor cantidad de

energía solar que las que miran al norte. En el hemisferio sur

ocurre todo lo contario (3).

4.2.4. Condiciones Antrópicas

4.2.4.1 Uso y manejo del suelo. Con el arado se mezcla la capa

superficial del suelo y se crea una especie de colcha sobre el

mismo; por lo tanto se reduce el flujo de calor entre la

superficie y el subsuelo. Los suelos arados se secan más

rápidamente debido a la alta evaporación. La onda de temperatura

diurna en un suelo cultivado o arado, tiene una amplitud mucho

mayor que en uno no cultivado, sin embargo durante la noche este

último es más susceptible a un rápido enfriamiento y por lo tanto

a las heladas (20).

Los suelos arados los primeros centímetros del suelo, están muy

sueltos por lo tanto su densidad aparente es menor, lo que hace

que se reduzca el flujo de calor de la superficie a los horizontes

subsuperficiales y la amplitud de la oscilación diaria se hace

mayor.

El riego aumenta también la capacidad calorífica del suelo, y la

humedad del aire próxima a él; como consecuencia al aumentar la


humedad del suelo su conductividad térmica igualmente aumenta

reduciéndose en esta forma la variación diaria de la temperatura

en el medio edáfico.

4.2.4.2 Cobertura Vegetal. Actúa como un obstáculo entre la

radiación solar y el suelo, por lo tanto, modifica la cantidad

de calor que llega a él, reduciendo la posibilidad de

calentamiento del suelo.

La cubierta vegetal reduce la amplitud de las oscilaciones diarias

anuales de la temperatura (10).

La temperatura por encima del dosel superior en un bosque con

relación a la superficie del suelo, es menor creándose un

microclima en la atmósfera próxima a la superficie (15).

La onda de calor tiene un desplazamiento vertical menor en un

suelo cubierto, que en uno desnudo, si el suelo no tiene

vegetación se calienta bastante, pero se enfría también

rápidamente, durante las horas frías (27) (3). Así mismo la

cobertura vegetal modifica el porcentaje de albedo, disminuye la

profundidad de penetración de la radiación, aumenta el calor

latente de evaporación y transpiración y actúa como reguladora de

la temperatura al evitar pérdidas de calor por su acción aislante

(14).

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