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TRANSFORMACIONES CULTURALES EN LOS TEXTOS

RIOPLATENSES: FABULACIONES EN EL RÍO DE LA PLATA

Enriqueta Morillas

Observaba Julio César González, a propósito interés las formaciones discursivas y genéricas
de la primera edición española de Descripción e que originan las primeras textualizaciones sobre
historia del Paraguay y del Río de la Plata 0I , de el i n m e n s o Sur d e s c o n o c i d o y, claro está,
Félix de Azara, la trascendencia de este texto para innominado.
el estudio científico e histórico de la región. Escrita En este sentido, el texto que analizamos
hacia 1790 para el Cabildo de la Asunción y nos sorprende gratamente: Félix de Azara no
reelaborada más tarde, vio la luz en Madrid en 1847 solamente elabora mapas trabajosamente, dada
y fue distribuida por don Agustín de Azara, la complejidad de los innumerables ríos y sus
Marqués de Nibbiano, heredero y «sobrino de don ramificaciones, con tributarios que atraviesan las
Félix, con el sólo o b j e t o de regalarla a las llanuras y bosques inmensos y múltiples. También
bibliotecas y literatos» (2). p r o c u r a o b s e r v a r y c l a s i f i c a r las especies,
La biblioteca de Mitre, una de las más nutridas fundamentalmente las aves y cuadrúpedos que
del continente en textos de tema americanista, hallaba en profusión:
pudo contar luego de infructuosas búsquedas con
No se limitó mi atención a dicho mapa, porque
un ejemplar de la Descripción... de Azara, que don hallándome en un país vastísimo, sin libros ni
Bartolomé anotó cuidadosamente. Hacia 1863 cosas capaces de distraer la ociosidad, me
e s t i m a b a e s p e c i a l m e n t e la parte histórica dediqué los veinte años de mi demora por allá
contenida en el segundo tomo: a observar los obgetos que se ofrecían a
mis ojos en aquellos ratos que lo permitían
[...] excelente historia crítica de la conquista, las comisiones del gobierno, los asuntos
población y descubrimiento del Río de la Plata. geográficos y la fatiga de viajar por despo-
Basado en los cronistas, con juicio y con blados y muchas veces sin camino. Pero como
conocimiento del país, es lo único serio y para esto estaba yo solo, y los obgetos que
digno de consultarse que hasta el presente veía eran muchos más de los que podía
se haya escrito sobre la materia, no obstante examinar, me vi precisado a preferir, después
algunos juicios ligeros o apasionados y varios de lo dicho, la descripción de los pájaros y
errores a que ha sido inducido por las cuadrúpedos quedándome pocos momentos
autoridades que ha seguido. para reflexionar sobre las tierras, piedras,
vegetales, pescados, insectos y reptiles.(51
Sospecho que esta parte del trabajo de Azara,
ha tenido entre nosotros la misma suerte que Esos objetos «que eran muchos más de los
la 1a. ed. de sus Viages, es decir, que nadie la
que podía examinar» y que constantemente «se
ha leído... Parece que el destino de este autor
fuera el decir la verdad para no ser leído de ofrecían a mis ojos», no son solamente las
nadie. Es la luz bajo el celemín (31. especies que con rigor de naturalista ha de estudiar.
Tienen interés para nosotros la compulsa de los
Este juicio no ha de variar: ha de ponderar «papeles antiguos de los archivos de las ciudades
las excelencias del texto de Azara en materia de la Asunción, Corrientes, Santa Fe, Buenos Aires
geográfica, etnológica, histórica; sus aptitudes y de los pueblos y parroquias», como también el
para el estudio de la zoología y de las razas hecho de que Azara consultase «la tradición de los
a b o r í g e n e s , l l e g a n d o a revelar un m u n d o ancianos» y el que leyese «algunas historias del
desconocido y orientando a los que continuaron país, que en bastantes cosas no estaban acordes
más tarde su tarea Ml. Juicio que posteriormente con dichos papeles originales (6i.
confirmarán Juan María Gutiérrez y Luis María Como antes había o c u r r i d o con los
Torres, considerando el iluminismo cientista que historiadores de Indias, Azara se siente compelido
orienta al texto de Azara. a dar noticias de las naciones y los indios, de su
situación y costumbres y a corregir «los yerros
LOS PAPELES ANTIGUOS, LA TRADICIÓN DE LOS y equivocaciones que han c o m e t i d o dichos
ANCIANOS, LAS HISTORIAS DEL PAÍS escritores, algunas veces por ignorancia y otras
Como nuestro propósito es examinar la con malicia».
literatura del período y, más específicamente, las Como se sabe, el Viaje al Río de la Plata, del
primeras manifestaciones literarias de y sobre la soldado raso Ulrico Schmidel, integrante de la
región del Plata, nuestra lectura está dirigida a tripulación de don Pedro de Mendoza, fue escrito
establecer no su rigor histórico, sino su aptitud originariamente en alemán. Los sucesos que
imaginística y fabuladora. También son de nuestro narran la primera fundación de Buenos Aires en
168

1540 y su posterior despoblamiento y abandono Azara refiere también las exageraciones del
por los sobrevivientes y su traslado a Asunción, bávaro: amplía el número de los enemigos y de
tienen en Schmidel a su primer relator. Los las bajas y alude a supuestas defensas indígenas
episodios que nos cuentan del hambre padecida -«[...] f o s o s , estacadas y f o r t a l e z a s » - para
por los habitantes de la casa-fuerte sitiada por los engrandecer los méritos propios:
indígenas, las luchas, expediciones por el Paraná
y los diferentes encuentros con los indios canos, Alguna vez para dar variedad a su historia,
añade que algunos indios tenían vigotes y que
constituyen la materia del primer texto conocido criaban aves y animales domésticos, faltando
sobre los orígenes históricos de la región del Plata. así en esto a la verdad que usa en lo demás
Cuando su autor regresa a su tierra natal, veinte generalmente. <11)
años después, produce la primera versión en
alemán. Con posterioridad fue traducida primero Este juicio ha de variar completamente al
al latín y luego al castellano (7). considerar los textos de otros historiadores. Los
Comentarios a los Naufragios de Alvar Núñez para
[...] historia de los hechos que había él no es sino obra «a veces tan confusa, que no se
presenciado, estropeando, corrompiendo y entiende, y otras altera y cambia los nombres».
trocando tanto los nombres de las personas, En realidad, sabemos que sólo en los primeros
ríos y lugares, que sólo las puede entender
capítulos de la redacción del libro intervino el
quien los conozca por otra parte. Su obra se
tradujo al latín y de éste al castellano sin Adelantado. El resto pertenece a la pluma de Pero
corregir la nomenclatura. Hernández, su e s c r i b i e n t e andaluz y es un
Quitado este defecto es la más esacta que panegírico y también un alegato en defensa de la
tenemos, la más puntual en las situaciones y actuación de Alvar Núñez. Influyó favorablemente
distancias de los lugares y naciones y la más en el extenso proceso que se le sustanciara.
ingenua e imparcial ,sl . Sin embargo, la sensualidad del texto no nos
deja indiferentes c o m o lectores. Frente a la
Estropear y corromper los nombres -Woonnaz
parquedad del alemán, éste ostenta imágenes
Eiresz, reiz, etc.- y también cambiarlos por otros,
f r o n d o s a s , descripciones abundantes y una
clara enunciación del proceso lingüístico del
imaginería visual que estimula las apetencias del
trasplante cultural, proceso de traducción que
lector: plumas y otros atavíos, canoas, ríos, etc.
pone al descubierto las funciones del lenguaje y
C o n s i g u e , a d e m á s , i n t e n s i f i c a r el relato al
las arbitrariedades del significante. Los signifi-
multiplicar las acciones, como en los de aventuras
cados aparecen detrás de los enigmas, resueltos
(de hecho, el relato de aventuras es uno de los
o n o . Su c o n o c i m i e n t o i m p l i c a una d i f í c i l
modelos que conforman el libro). El capítulo XIV
aproximación, otro descubrimiento. El español
merece señalarse en este sentido, pues, como lo
mechado de vocablos procedentes del alemán y
dice el narrador, el lector recibe la impresión de
de la jerga de los landsquenetes y de la marinería
que «[...] en todo este tiempo las balsas no dejaban
tiene una a p t i t u d que Azara, en efecto, no
de caminar por el río abajo, así de día como de
pondera. Es capaz de enfatizar la diferencia, pues
noche»; y como las balsas, todas las acciones se
pone en relieve precisamente la mirada que recae
repiten vertiginosamente:
sobre la alteridad americana, diseño que habrá
de seguir una buena cantidad de textos hasta [...] de ellos supo el gobernador y fue
nuestros días. certificado que los indios naturales del río
La ingenuidad e imparcialidad del autor tienen habían hecho gran junta y llamamiento por
toda la tierra, y por el río en canoas, y por la
como límite su lealtad a Irala, pues ya en el ribera del río habían salido a ellos, yendo por
tramo correspondiente a la Asunción, una vez el río abajo en sus balsas muy gran número y
despoblada, incendiada y abandonada la plaza cantidad de los indios, y con grande grita y
fuerte que fue en rigor la primitiva Buenos Aires, toque de tambores los habían acometido,
S c h m i d e l t o m a partido por el bando de los tirándoles muchas flechas y muy espesas,
comuneros. Significativamente, en el texto no se juntándose a ellos con más de doscientas
describen los acontecimientos correspondientes a canoas por los entrar y tornar las balsas, para
los matar, y que catorce días con sus noches
los dos años que mediaron entre su llegada y el no habían cesado ni poco ni mucho de los dar
arribo Alvar Núñez: el combate...!...] era tan grande la vocería y
alaridos que daban los indios, que parescía
Entonces elegimos por capitán al referido Irala, que se juntaba el cielo con la tierra [...].
hasta que el Rey mandase otra cosa; porque
siempre se había mostrado justo y benévolo, Los comentarios siguientes de Félix de Azara
especialmente con los soldados.,91
enjuician las dos Argentinas. Trata despectiva-
mente al texto de Martín del Barco Centenera:
Juntos todos en Buenos Aires, mandó el
General despachar los bergantines, y en ellos [...] Los profesores juzgarán su mérito poético;
todos los soldados: hizo quemar las demás yo en cuanto a historia considero esta obra
naves, y guardar el hierro. Navegamos otra tan escasa de conocimientos locales, y
vez el río Paraná arriba, y llegamos a la ciudad tan llena de tormentas y batallas, de cir-
de la Asunción, donde esperamos dos años cunstancias increíbles, á los que conocen a
las órdenes del Rey. M0) aquellos naturales, y de nombres y personas
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i n v e n t a d o s por é l , que creo no se debe de por q u é los t o m a en c u e n t a e n t o n c e s , Félix de


consultar cuando pueda evitarse. Pero su Azara a d m i t e su c o n d i c i ó n d o c u m e n t a l única, pero
e m p e ñ o m a y o r es d e s a c r e d i t a r á los n o d u d a e n d e n u n c i a r s u s f a l s e d a d e s ni en
principales y a los naturales, siguiendo en esto
corregirlos:
el genio característico de todo aventurero y
nuevo poblador como él lo era.<121 Aunque yo conozca los defectos de los citados
autores he tenido que valerme de ellos, porque
Se n o s h a c e d i f í c i l n o r e p r o d u c i r e s t o s creo que no hay otros originales; pero los he
párrafos y g l o s a r l o s : las apreciaciones t i e n e n una corregido cuando he podido por los papeles
precisión e n v i d i a b l e y nos llevan d i r e c t a m e n t e al auténticos que he visto en los archivos, y por
d e s l i n d e d e lo f i c t i c i o q u e a t a ñ e a l o s d a t o s los conocimientos del país y de las costumbres
h i s t ó r i c o s c o n lo f i c c i o n a l . Los d a t o s h i s t ó r i c o s de sus naturales. En efecto, sabiendo que estas
f a l s e a d o s p u e d e n recaer en las personas o en el son en aquellos indios tan fijas e inalterables
según deduzco del cortejo de relaciones
a m b i e n t e ; en a m b o s c a s o s , s o n m a g n í f i c o s
antiguas con las del día, y no hallándose rastro
d e l a t o r e s d e la p o s i c i ó n d e l n a r r a d o r y de la ni tradición de idolatría, de comer carne
i n t e n c i ó n de escritura. Pero p o r otra parte están humana, de flechas envenenadas, ni de
esas « t o r m e n t a s y batallas», esas «circunstancias conservar en la guerra cautivos a los varones
increíbles» y los « n o m b r e s y p e r s o n a s i n v e n t a d a s adultos, quedan destruidas todas estas fábulas
por él», que parecen indicar representaciones con que algunos escritores adornan sus
historias.<151
f i c c i o n a l e s , e l a b o r a c i o n e s p r o p i a s de las
narraciones fictas.
Félix de Azara ha de c o n f i r m a r la matriz del
Este es el p u n t o en el cual la v e r d a d histórica relato de a v e n t u r a c o m o una de las i n t e g r a n t e s en
cede el paso a la f a b u l a c i ó n , y el p r o p i o Azara, la f o r m a c i ó n genérica de las c r ó n i c a s .
naturalista y a m a n t e del r i g o r del d a t o histórico
p r e c i s o , n o s i n d i c a las p u e r t a s de e n t r a d a a la
INDÍGENAS, PARDOS, CAMPESINOS, GAUDERIOS
ficción en el análisis de nuestras crónicas. Corrobora
La descripción de las t r i b u s i n d í g e n a s del Río
de este m o d o el i m p a c t o que e x p e r i m e n t a el lector
de la P l a t a e s f r a n c a m e n t e a m p l i a y rica. Son t r i b u s
de n u e s t r o s días f r e n t e a la lectura de estos relatos
cuyas c o s t u m b r e s p o d e m o s c o n o c e r en sus
de n u e s t r o s orígenes y explica en buena m e d i d a
p o r m e n o r e s . C o n s t a n t e m e n t e Azara c o n f r o n t a sus
la incitación a su n o v e l a c i ó n .
i n d a g a c i o n e s o t r a b a j o s de c a m p o c o n los datos
A l referirse a la Argentina manuscrita invalida
de los c r o n i s t a s . A s í c o n f i r m a los j u i c i o s a n t e s
el t e s t i m o n i o de Ruy Díaz de G u z m á n , al cual
sintetizados:
considera poco e s c r u p u l o s o :
De modo que me he propuesto hacer saber el
Lo dicho basta para que no lo tengamos por
número y la situación de casi todas las
escrupuloso y para que no nos cause novedad
naciones que hay y ha habido en aquel país,
si vemos que en vez de verdades cuenta
para que se puedan entender y corregir las
novelas, como son: la leona que defendió a la
relaciones antiguas. Estas, como hechas por
muger: la transmigración de los chiriguanos:
los conquistadores, multiplican el número de
el viage de Alejo García, el haber conocido a
naciones y de indios, con la ¡dea de dar
su hijo, y cuanto refiere de las alhajas de plata
esplendor a sus hazañas. Los historiadores
llevadas del Perú al Paraguay. " 3 I
que han copiado dichas relaciones, no las han
Este t e x t o , sin p a r a n g ó n para a c o m e t e r el corregido ni se han propuesto describir
aquellas naciones. La mayor parte de las
análisis m i n u c i o s o de los p r o c e d i m i e n t o s
relaciones convienen en asegurar que casi
escritúrales f i c t o s en el t e x t o de Ruy Díaz, será todas las naciones eran antropófagas y que
m a t e r i a de u n a n á l i s i s m á s d e t a l l a d o . Por el en la guerra usaban flechas envenenadas; pero
m o m e n t o , b á s t e n o s a d v e r t i r la lista de m e n t i r a s o uno y otro lo creo falso, puesto que nadie de
n o v e l a s q u e A z a r a d e n u n c i a , a m á s de o t r a s , las mismas naciones come hoy carne humana,
c o n s i s t e n t e s en a l t e r a r f e c h a s y t a m b i é n en ni conoce tal veneno, ni conserva tradición de
«[...] i n t e r c a l a r e x p e d i c i o n e s f i n g i d a s . Forja uno ni otro, no obstante estaren el pie de que
g r a n d e s batallas, ejércitos n u m e r o s o s , fortalezas, cuando se descubrió la América, y de que en
nada han alterado sus otras costumbres
f l e c h a s e n v e n e n a d a s y o t r a s cosas q u e i n v e n t a
antiguas. " 6 I
para h o n r a r a su p a d r e , a b u e l o y t í o » . I U I
Félix de Azara ha de ir aún más lejos en su En todas estas páginas investiga las creencias,
d e n u n c i a de los d a t o s falsos y las f a b u l a c i o n e s de m o d o s de a l i m e n t a c i ó n , del v e s t i d o , los rituales y
los c r o n i s t a s , i n t e r e s a d o s en p r o p o r c i o n a r a veces da i n f o r m a c i o n e s v a l i o s í s i m a s acerca del
v e r s i o n e s a su a n t o j o casi s i e m p r e en defensa de s e n t i d o de los m i s m o s . Considera n a c i ó n al g r u p o
i n t e r e s e s m a t e r i a l e s : así, ve a A l v a r Núñez é t n i c o u n i d o por i d e n t i d a d de « e s p í r i t u , f o r m a s y
«...achacándoles / a sus c o n t r a r i o s / la avaricia y costumbres, con idioma propio».
o t r o s v i c i o s q u e eran s u y o s » ; a M a r t í n del Barco D e s c r i b e a m p l i a m e n t e las d e los c h a r r ú a s ,
C e n t e n e r a , s e n c i l l a m e n t e lo ve «[...] s i g u i e n d o en p a m p a s , g u a r a n i s , g u a n a s , albaias, p a y a g u a s . Y
esto el g e n i o característico de t o d o a v e n t u r e r o y da noticias breves de o t r a s t r i b u s (yarús, b o a n e s ,
n u e v o p o b l a d o r c o m o él lo e r a » . Ruiz Díaz de chañas, minuanes, aucas, balchitas, uhiliches,
G u z m á n n o le m e r e c e o t r o j u i c i o q u e el de un telmechís, tupís, guayanas, nalicubgas, guasarapós,
m e n t i r o s o y a g r e s i v o o p o r t u n i s t a . A la p r e g u n t a g u a t o s , o r e j o n e s , etc.).
170

Los capítulos X y XI describen y también en tanto en el Río de la Plata el arribo de nuevos


narran ritos, usos y costumbres. No solamente contingentes europeos trae hombres y mujeres
se preocupa de su localización g e o g r á f i c a , que se unen, a los mestizos h i j o s de los
denominación y singularidades aspectuales, sino conquistadores. Su opinión es favorable a este
que incorpora el relato de hechos históricos mestizaje en el cual la raza europea tiende a
protagonizados por estas naciones. La admiración prevalecer, «es más inalterable que la india, pues
de Azara es advertible: los indígenas tienen buena a la larga desaparece ésta y prevalece con ventajas
contextura física, estatura y vigor. Casi siempre aquella». Pero el mestizo conserva el elemento
destaca su «estatura, armas, fuerzas y talento», lo añadido en algunas cualidades que lo mejoran. En
cual no le impide criticarlos. Sus lenguas, hábitos cambio, en Buenos Aires, no ocurre lo mismo con
guerreros, ceremonias, aparecen puntualmente la nueva raza:
considerados junto a la narración de tramos de su (...] se ha ido haciendo más europea, no se ha
historia. Guerras, alianzas, fusiones, invasiones conservado tan pura ni conseguido las
diversas son localizadas con fecha precisa. Pero ventajas dichas de ios paraguayos; los cuales,
estas observaciones históricas conviven con las en mi juicio, por esto aventajan a los de
valoraciones abundantes y con los episodios Buenos Aires en sagacidad, actividad, estatura
particulares que, como sucede con muchos de y proporciones(1βι.
nuestros cronistas, f o r m a n cuadros y hasta Se advierte claramente que Azara cree en la
adquieren tensión narrativa, generando pequeños diferencia racial, pues vincula la noción de raza con
cuentos. Véase esta comparación con los hombres la fisonomía moral de los pueblos con los cuales
europeos: convive y hacia los cuales no es indiferente. Vimos
Entre las muchas cosas comunes a todas o casi cómo al tratar de las poblaciones indígenas se
todas mis naciones hay algunas que pueden refiere a ellas como a «mis naciones de indios».
considerarse como peculiares suyas, y otras
Los conquistadores llevaron pocas o ninguna
como tomadas del hombre europeo. Las
mujer al Paraguay, y uniéndose con ellas,
primeras son las crueldades estravagantes en
resultó una multitud de mestizos a quienes la
sus grandes fiestas, en sus duelos, en poner
corte declaró por entonces españoles.
el barbote y en agrandartan enormemente sus
orejas. Ellos no dan razón ni saben el objeto Observándolos yo encuentro en general que
niel motivo de tales cosas, y yo estoy lejos de son muy astutos, sagaces, activos, de luces
adivinarlo, como que si no las hubiese visto más claras, de mayor estatura, de formas más
practicar, me parecería imposible pudiera elegantes, y aún más blancos, no sólo que los
ocurrir a nadie tales barbaridades ni aun un criollos o hijos de español y española en
motivo para hacerlas. La facilidad con que América, sino también que los españoles de
paren las indias sin mala resulta, sin que les Europa, sin que se les note indicio alguno
falte la leche y sin dejar de hacer el mismo día de que descienden de india tanto como de
lo que les corresponde: los dientes siempre español.m)
blancos y bien puestos, la plena libertad para
todo, sin conocer autoridad ni amistad Puede apreciarse aquí que la observación
particular, el dirigirse sin saber por qué por científica del ilustrado no impide el unir a ella
unas prácticas como si les fuesen innatas; el
ideología, pues ¿qué otra cosa es esta mitología
no conocer ambición, juegos, bailes, cantares,
instrumentos , músicos, la apatía con que del mestizaje sino apreciación valorativa y por lo
soportan sin quejarse la intemperie, la escasez, tanto ideología? Como sabemos, el mito de la
las enfermedades, dolores, duelos y fiestas; diferencia racial como instancia generadora de la
la igualdad de clases y no servir unos a otros; índole de los pueblos resulta, en el mejor de los
el no saber la edad que tienen ni cuidar de casos, falaz y se halla plagado de confusiones. En
lo porvenir aun para hacer provisiones; este caso, Azara aprecia la raza mestiza como
limitándose a tener para el día; el comer mucho regeneradora. Tal vez su pasión americana se
de una vez, sin avisar ni convidar a nadie,
sustente en esto, es decir en la muy española
bebiendo antes o después y nunca a media
comida, el no tener hora fija para nada...<171 esperanza de regeneración.
Campesinos: Pero es al abordar el tema del
Mestizos, pardos, mulatos: Azara denomina campesinado español d o n d e la descripción
«pardos» a los individuos resultantes de la mezcla adquiere mayor espesor y los rasgos ficcionales
racial inclusiva de blancos, indios y negros. se liberan de la observación más estrictamente
Distingue a continuación a los «mestizos», hijos científica. Resulta i m p o s i b l e glosar aquí las
de blancos e indios, y «mulatos», de negro y múltiples, sagaces y minuciosas apreciaciones
blanco. de Félix de Azara. Pero el lector actual recibe el
recuento de un rosario de costumbres y de ritos
Considera que la mezcla es la constante de la
y de comportamientos singulares narrados de
primera generación rioplatense, por la ausencia de
manera atractiva e impactante. Voy a citar a título
mujeres españolas. Pero, además, opina que hasta
de ejemplo:
el momento en que escribe su libro no han ¡do al
Paraguay h o m b r e s ni mujeres europeos, de Aunque son inclinados al juego fuerte, la
manera que los descendientes de la mezcla se embriaguez sólo se nota entre los más
unieron a su vez en las generaciones sucesivas. despreciables, a mi ver tienen mucho despejo.
171

e ingenio tan claro y sutil, que si se dedicasen en degollar reses, no ponen el reparo que en
con la aplicación y proporciones que los Europa en hacer lo mismo con los hombres, y
europeos, creo sobresaldrían mucho en las esto con frialdad y sin enfadarse. Son en
artes, ciencias y literatura. (20 ' general muy robustos, se quejan poco o nada
en los mayores dolores. Aprecian poco la vida
[...] los españoles campestres, diciendo que y se embarazan menos por la muerte. Nadie
me parecen más sencillos y dóciles que los se mezcla en disputas agenas ni pendencias,
ciudadanos y que no alimentan aquel odio ni arrestan a ningún delincuente. Miran estas
terrible que dije contra la Europa. Sus casas, cosas fríamente, y aun tienen por maldad
por lo general, son unos ranchos o chozas descubrir a los reos, y el no ocultarlos y
desparramadas por los c a m p o s , bajas y favorecerlos. l25 '
cubiertas de paja, con las paredes de palos
verticales juntos clavados en tierra, y tapados Para j u g a r a los naipes a que son m u y
sus clavos con barro. (2 " aficionados, se sientan sobre los talones,
pisando las riendas del caballo para que no
Da cuenta de las parroquias rurales, cada una se lo roben, y a veces con el cuchillo o puñal
con un maestro que enseña a leer y a escribir, las clavado a su lado o en la tierra; (...) Las
misas oídas desde lejos y sin apearse de las pulperías o tabernas que hay por los campos
cabalgaduras, la medicina librada a las recetas de son los parajes de reunión de esta gente.
los curanderos y otros practicantes improvisados No beben vino sino aguardiente; y es su
del arte de curar, problema de mayor envergadura costumbre llenar un vaso grande y convidar a
en el Paraguay. los presentes pasando de mano en mano...[...]
En cada pulpería hay una guitarra y el que la
Divide al campesinado en agricultores y
toca bebe a costa agena. Cantan yarabis o
estancieros. Los primeros en opinión de Azara «son tristes que son cantares inventados en el Perú,
mentecatos» en estos países donde los estancieros los más monótonos y siempre tristes, tratando
o pastores pueden vivir una vida holgada. Los de ingratitudes de amor y de gentes que lloran
campesinos no son únicamente de origen español, desdichas por los desiertos. l26 '
sino «de todas las castas de hombres». Describe
Azara se detiene en la importancia del caballo
sus viviendas, enseres y alimentación. Los hábitos
en la vida del campesino, puntualizando que «cuasi
campestres muestran una cultura sumamente
todo lo hacen a caballo». Elogia su portentosa
rústica y ruda. La elementalidad de sus costumbres habilidad para montar a cualquier potro y su
no carece de pintoresquismo. conocimiento de estos animales como así también
Llama nuestra atención el hecho de que los la mención de los vaquéanos, quienes son capaces
estudiosos de la literatura gauchesca no tomen de conducir al viajero al lugar que solicite «por
en cuenta los cuadros de Azara, que agregan terrenos horizontales, sin caminos, sin árboles, sin
información a los comúnmente conocidos de señales ni aguja marítima, aunque disten cincuenta
Sarmiento y de Alonso Carrió de la Vandera. y más leguas».<27)
El capítulo XV, que comentamos, lleva el título
Finalmente, nos da noticias acerca de los
«De los españoles» y merecería su reproducción
gauchoso gauderios, desclasados y malhechores,
íntegra dada su escasa o nula difusión y el hecho
fugitivos de las cárceles de España y del Brasil y
de que no se lo examine ni en las historias de la habitantes de los desiertos:
literatura ni en los estudios dedicados a la
expresión de la vida rural en el Río de la Plata. Cito Su desnudez, su barba larga, su cabello nunca
algunos párrafos: p e i n a d o y la o s c u r i d a d y p o r q u e r í a de
semblante, les hacen espantosos a la vista. Por
En las casas pastoriles es general no haber ningún motivo quieren servir a nadie, y sobre
más muebles que un barril para llevar agua, ser ladrones, roban también mujeres. Las
un cuerno para bebería, asadores de palo para llevan a los bosques y viven con ellas en una
la carne y una chocolatera para calentar el choza, alimentándose con vacas silvestres.
agua del mate. ' " ' Cuando tiene alguna necesidad o capricho el
gaucho, roba algunos caballos o vacas, las
No comen sino carne asada en un palo, y para
lleva y vende en el Brasil, de donde trae lo
esto no suelen esperar hora, ni unos a otros,
que le hace falta. I28 '
ni beben hasta haber comido. Entonces no
t e n i e n d o mesa, m a n t e l ni servilleta, se
Volvamos a nuestro punto de partida. Julio
limpiana la boca con el mango del cuchillo, y
enseguida a éste y los dedos en las botas.(23' César González anota cuidadosamente que si bien
la Descripción e Historia del Paraguay y del Río de
[...] los jornaleros y criados suelen no tener la Plata se publica por vez primera en Madrid en
camisas ni calzones, aunque no les falta nunca 1847, en edición postuma, se considera el año de
el poncho, sombreros, calzoncillos blancos y
1790 como fecha de su elaboración por el autor
el chiripá, que es un pedazo de jerga atado a
los ríñones que les llega a la rodilla. Llevan «[...] que originariamente escribió Azara para el
también botas de medio pie, sacadas de una Cabildo de la Asunción, en 1790, y luego reelaboró
pieza de la piel de las piernas de potros o a su regreso a España» (29).
terneras, sirviéndoles la corva para talón. I24> De ser esto verdad, nos preguntamos qué
Por supuesto no tienen otra instrucción que ocurrió con el texto de Azara en todos estos años
la de montar a caballo, ni sujeción ni amor anteriores a la primera edición de 1847. Pensamos
patriótico; y como se ocupan desde la infancia en el Lazarillo de ciegos caminantes de Carrió de
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la Vandera y en el Facundo de Sarmiento. Por y las primeras noticias acerca de los gauchos o
ahora, dejamos de lado el problema de la primacía gauderios admiten una lectura no solamente desde
en el tiempo de sus observaciones sobre la vida la serie histórica, sino desde la literaria. Las
rural. En cambio, vemos la correspondencia y imágenes y los hechos reconocen la matriz del
corroboración de las noticias y la intención de relato. Se trata, pues, de narración e interpretación
escritura que los tres textos comparten: fueron de las noticias sobre el Río de la Plata que superan
producidos para impactar al lector comunicándole el dato escueto y consiguen mantener en vilo la
hábitos y costumbres casi extraordinarias. Ningún atención del lector. Podemos observar en ellas no
lector europeo interesado en el Nuevo Mundo solamente la intención de verdad comprobable de
puede o m i t i r la rareza y singularidad de las ios hechos históricos, sino también advertir los
«naciones» de Azara. ficticios y hasta los ficcionales. Las noticias de
Nos parece f r a n c a m e n t e de interés la Azara resultan, como dijimos, de su cuidadosa
incorporación de los cuadros vividos de Félix de investigación de campo, de los textos precedentes
Azara al capítulo correspondiente de la historia de y de los escuchados de viva voz en su larga estancia
nuestra literatura. La semblanza del campesinado entre las poblaciones del Río de la Plata.

Universidad Nacional del Comahue. Neuquén


(Argentina)

NOTAS
1. Félix de Azara: Descripción e historia del Paraguay y del Río de la Plata. Obra postuma de don... ¡a publica su sobrino y
heredero del señor don Agustín de Azara bajo la dirección de de D. Basilio Sebastián Castellanos de Losada, 2 tomos,
Madrid, 1847.
2. Cf. «Nota preliminar sobre Mitre y Azara», por Julio César González, Editorial Bajel, Buenos Aires, 1943.
3. Nota de Mitre incorporada al texto. Carta de Mitre al historiador chileno Diego Barcos Arana, del 20-11-1875, en Archivo
del General Mitre, t. XX, Correspondencia literaria. Cf. J.C. González, op. cit., pp. IX-XIV.
4. Ib.
5. Ib., p. 5.
6. lb.
7. Cf. Julio Caillet-Bois: «La literatura colonial» en Rafael Alberto Arrieta (dir.): Historia de la literatura argentina, Buenos
Aires, Peuser, 1958,1, núm. 16, pp. 22-24.
8. Azara, op. cit., p. 6.
9. Schmidel, Ulderico: Viaje al Rio de la Plata y Paraguay, Buenos Aires, Imprenta del Estado, 1936, cap. XXVI, p. 290.
10. Ib., cap. XXX, p. 296.
11. lb.
12. Azara, op. cit., p. 7.
13. Ib., p. 8.
14. Ib., p. 8.
15. Ib., p. 9.
16. Félix de Azara: Descripción e historia del Paraguay y del Río de la Plata, Buenos Aires, Bajel, 1943.
17. Ib., pp. 162-163.
18. Ib., pp. 192-193.
19. Ib., p. 192.
20. Ib., p. 197.
21. Ib., p. 197.
22. Ib., p. 199.
23. Ib., p. 200.
24. Ib.
25. Ib., p. 201.
26. Ib., pp. 201-202.
27. Ib.
28. Ib., p. 203.
29. Cf. la «Nota preliminar sobre Mitre y Azara», ed.cit., pp. IX-XIII.

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