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OBSERVATORIO DEL DESARROLLO

VOLUMEN 6 · NÚMERO 18 · SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2017

Universidad Autónoma de Zacatecas


«Francisco García Salinas»

Antonio Guzmán Fernández


Contenido
Rector

Raúl Delgado Wise


Director UAED EDITORIAL Capitalismo, presencia duplicada 3

Capitalismo y violencia. A 150 años del libro I de El capital 5


Luis Arizmendi

Das Kapital: siglo y medio de una síntesis revolucionaria 16


Oscar Mañán
Humberto Márquez Covarrubias
Dirección general Capital y desarrollo: exposición de una relación íntima 32
Henry Veltmeyer
Darcy Tetreault
Dirección editorial
Teoría del valor y ciencia en el capitalismo contemporáneo 42
Guadalupe Margarita González Hernández Guillermo Foladori
Coordinación editorial

James Cypher, Raúl Delgado Wise, El capital en la era de los monopolios generalizados: 48
José Déniz Espinós, Rodolfo García apuntes sobre el capital monopolista
Zamora, Guadalupe Margarita González Raúl Delgado Wise
Hernández, Víctor López Villafañe, Carlos
Mallorquín, Gerardo Otero, Roberto Mercancía humana: mistificación del proletariado 59
Soto Esquivel, Darcy Tetreault, Henry y centralidad de la cuestión laboral
Veltmeyer, Édgar Záyago Humberto Márquez Covarrubias
Consejo editorial

Georgia Aralú González Pérez Das Kapital 72


Humberto Márquez Covarrubias Gustavo Melazzi
Cuidado de la edición
Notas para la comprensión del valor de uso 76
Selene Carrillo Carlos
Erika Isabel Varela Rodríguez
en la concepción de Bolívar Echeverría
Corrección de estilo José Ramón Carmona Motolinía

Jonatán Aarón Piña García


Israel David Piña García
Diseño

Observatorio del Desarrollo. Investigación, reflexión y análisis, volumen 6, número 18, septiembre-diciembre 2017, es una publicación
cuatrimestral editada por la Universidad Autónoma de Zacatecas «Francisco García Salinas», a través de la Unidad Académica
de Estudios del Desarrollo, Jardín Juárez 147, colonia Centro, 98000 Zacatecas, Zacatecas. Teléfono: (01 492) 922 91 09, www.uaz.edu.
mx, www.estudiosdeldesarrollo.mx, observatorio@estudiosdeldesarrollo.net. Editor responsable: Humberto Márquez Covarrubias.
Reserva de derechos al uso exclusivo número 04-2014-041111285000-102, iSSN : 2448-5039, otorgados ambos por el Instituto Nacional
del Derecho de Autor. Impresión: editorial Los Reyes, s.a. de c.v., Plazuela de los Reyes 45, int. b-102, Coyoacán, 04330 Ciudad
de México. Tiraje: 500 ejemplares. Todos los textos aquí incluidos © y ® por Observatorio del Desarrollo. Investigación, reflexión
y análisis. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura de los editores de la publicación.
Impreso en México / Printed in Mexico.
Editorial

Capitalismo, presencia duplicada


HUMBERTO MÁRQUEZ COVARRUBIAS

En su existencia material, el capitalismo moderno asu- rácter particular, concreto, cotidiano, nuestro cuerpo, es
me una presencia duplicada. La forma desdoblada ad- decir, el valor de uso, es la concreción, la especificidad
quiere mayor significación en la mercancía, la «célula que nunca se repite, en la medida en que cada persona
económica de la sociedad burguesa»,1 que posee tan- es diferente, una de la otra. Nunca en la historia, como
to valor de uso como valor de cambio. Pero la mercan- ocurre en el capitalismo contemporáneo, ha habido tan-
cía más importante para el despliegue del proceso de ta generalización expresada en el fetichismo de la mer-
valorización no se encuentra disponible en el merca- cancía3 y en la cosificación del otro.4
do ni deambula en el ciberespacio, puesto que se trata Entonces, la contradicción objetiva de la moderna
de la fuerza de trabajo, valga decir, de la capacidad de sociedad capitalista es que somos, en tanto seres huma-
trabajo de los seres humanos. La peculiaridad de di- nos sujetos a la lógica del valor, las dos cosas a la vez.
cha mercancía radica en que es la única capaz de crear Por tal razón, en ese contexto discordante, algunos mo-
plusvalía —la sustancia vital que alimenta al sistema vimientos sociales luchan por la emancipación y las di-
capitalista, de la cual viven las clases sociales propie- ferencias, mientras que otros luchan por defender la
tarias que acumulan inconmensurables riquezas— y igualdad. En este mundo sumido en la desazón se avie-
de reproducir el valor de la fuerza de trabajo por el cual ne un desafío mayúsculo, de raigambre dialéctica, que
subsisten las clases trabajadoras que sólo acumulan consiste en romper el dualismo entre el hombre abs-
miserias. Razón de más para que la burguesía la ape- tracto y el hombre concreto.
tezca y la consuma de forma depredadora, sin impor- No obstante, las dos concepciones son falaces: no
tar los costos humanos y ambientales, pues lo único existe un tal hombre abstracto, esa formulación ema-
que importa aquí son los negocios. na de la ideología burguesa abocada a defender los in-
El capitalismo miente con la realidad porque ésta es tereses materiales de los capitalistas sin preocuparse
contradictoria. Los humanos sujetos a los designios de que sus preceptos se alejen de la realidad. Para el cris-
la sociedad mercantil somos al mismo tiempo seres pú- tianismo y el capitalismo, que han refrendado el espí-
blicos y privados. Por una parte, el componente social o ritu de la sociedad moderna, el ser humano abstracto
abstracto, que es el valor, el «alma de las mercancías»,2 se representa mediante la díada cuerpo-alma. Tampoco
redunda en la generalización del hombre abstracto, una es verídica la ideología burguesa postulante del indivi-
representación del hombre que sin embargo no es hu- dualismo que arguye el mantra de que todos somos di-
mano, pero aparece expresado en los derechos huma- ferentes. Sólo en la sociedad dividida en clases, como
nos, a la sazón los derechos universales del hombre, en ocurre en el capitalismo con las clases propietarias (bur-
tal sentido son el alma, el valor. Por otra parte, el ca- guesía y rentistas) y las clases trabajadoras (proletaria-
do y campesinos), es posible admitir una división entre
1
Karl Marx, El capital. Crítica de la economía política, México, Siglo
3
xxi, 1988. Idem.
2 4
Idem. Jean Paul Sartre, El ser y la nada, Buenos Aires, Losada, 2008.

3
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
universal y particular, entre alma y cuerpo, entre goce y despliegue del capital global y las tecnociencias, así co-
felicidad momentáneos. De tal suerte que puede enun- mo degradación de la condición humana y ecocidio.
ciarse una división entre el goce inmediato, particular, La emancipación humana impone un gran desa-
y la parte intelectual, abstracta. Esta bifurcación de la fío civilizatorio que no consiste en salvar o mejorar el
racionalidad en el seno de la sociedad burguesa es de lo capitalismo en cualquiera de sus polos subyacentes
más irracional. La racionalidad instrumental medio-fin —puesto que en el fondo ambos aluden a una misma
imperante en el capitalismo resulta una racionalidad concepción, responden al mismo juego de intereses—,
irracional.5 sino en abolir la división de la sociedad en clases, entre
Otro desencaje fundamental del capitalismo es la se- explotadores y explotados, opresores y oprimidos. Es
paración entre sujeto y objeto, entre sujeto y sustancia. decir, la condición social subyacente a todas las formas
De hecho, para Marx el proletariado es un «sujeto sin de representación bifurcadas de la vida material y sub-
sustancia».6 En lugar de suponer que el proletariado jetiva. Por tanto, también es menester desmantelar la
se ha difuminado en el capitalismo tardío, hay que ad- división que está internalizada en cada uno de nosotros
vertir que su presencia se ha radicalizado. Como nunca, y en nuestras relaciones sociales. Ante un mundo escin-
aflora un sujeto colectivo despojado de las condiciones dido, bipolar, resulta apremiante indagar, buscar, hasta
materiales de existencia, necesitado de venderse, como encontrar la unidad perdida del ser social. Y en ese ca-
mercancía, para intercambiar su capacidad de trabajo mino pergeñar una gramática existencial que anule la
por medios de subsistencia, empobrecido en la medida diferencia entre el sujeto y el objeto.8 Una tarea política
en que el salario es insuficiente para cubrir las necesi- fundamental consiste en regenerar la unidad del sujeto
dades básicas y que proliferan formas de precariedad colectivo.
y pauperización, cuyo colofón es la agudización extre- A 150 años de la publicación de El capital. Crítica de
ma de las desigualdades sociales, entre «acumulación la economía política de Karl Marx, se constata una vez
de riqueza» y «acumulación de miseria».7 De esa ma- más la pertinencia de esta magna obra para descifrar
nera el trabajo muerto, representado por los medios de los fundamentos de la moderna sociedad capitalista, a
producción bajo la propiedad del capitalista, devora al condición de que se haga con sentido crítico y autocríti-
trabajo vivo, a la corporalidad viviente. El despojo no co, para advertir zonas, conceptos e ideas que en verdad
se detiene en la relación íntima entre capital y traba- ya han perdido pertinencia, y al mismo tiempo actuali-
jo, sino que abarca todas las esferas de la reproducción zar los contenidos básicos para emprender una suerte
social. Como un despliegue de la violencia primigenia de segunda crítica de la económica política y del pen-
del capitalismo se renuevan las formas de despojo de samiento conservador contemporáneo, que abrevan de
los medios de producción en manos de los trabajado- las corrientes neoliberal, neoclásica y posmoderna, las
res, como la tierra y sus recursos naturales subyacentes: cuales niegan, de distintas formas, la necesidad de cam-
agua, minerales, petróleo, biodiversidad. Ello repercute biar el entramado social.
en una doble cuestión: un despojo terminal y residual
de las últimas posesiones de los sectores pobres y una
devastación del medio ambiente por la voracidad con
que se destruyen territorios y ecosistemas. De tal suerte
que la dinámica global del capitalismo asume la forma
contrastada de progreso y barbarie, al mismo tiempo

5
Max Horkheimer, Crítica de la razón instrumental, Buenos Aires, Sur,
1973.
6
Karl Marx, Elementos fundamentales para la crítica de la economía
política (Grundrisse) 1857-1858, México, Siglo xxi, 1971.
7 8
Karl Marx, op. cit. György Luckás, Historia y conciencia de clase, México, Grijalbo, 1969.

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OBSERVATORIO DEL DESARROLLO
··· DEBATE

Capitalismo y violencia.
A 150 años del libro i de El capital
LUIS ARIZMENDI*

Debido a que atravesamos por una crisis epocal, la más grave en la historia
del capitalismo, la pregunta por la pertinencia de la obra cimera de Karl Marx,
El capital, a 150 años de publicado el libro primero, concita a reconocer el influjo
del poder planetario donde la subsunción formal y real del trabajo por el capital
conforma la plataforma estructural de la guerra civil moderna. De tal suerte
que el siglo puede ser representado como el siglo de la barbarie y en el primer
tramo del siglo que transcurre es posible advertir el horror y la catástrofe precedentes.
El capital es un libro fundacional que abre un horizonte original de comprensión crítica
y cobra vigencia para descifrar la dialéctica entre capitalismo y violencia en la crisis
epocal, además entraña un horizonte libertario ineludible para el siglo i.

La vigencia de El capital entre del siglo xx (1929-1944) conllevaron los peli-


las crisis cíclicas y la crisis gros y las amenazas de la crisis de las civili-
epocal del capitalismo zaciones que, a su vez, trae consigo la crisis
epocal del capitalismo del siglo xxi.1
A 150 años de la publicación del libro i, hablar 1
Por caminos diferentes pero con coincidencias relevantes
hoy de El capital no puede hacerse consis- sobre la convergencia entre la crisis económica y la crisis
tentemente al margen de la historia del po- ecológica, John Bellamy Foster, en 2013, también empezó
a usar el concepto epochal crisis. Partió del modo en que
der planetario: sería improcedente pretender Jason Moore emplea el concepto en 2011 para definir un
hacerlo guardando silencio sobre Auschwitz largo periodo de transición del feudalismo al capitalismo,
e Hiroshima. Indagar la vigencia de El capital una época con complejas manifestaciones económicas,
ambientales y sociales, que va de fines del medioevo hasta
convoca a reconocer al siglo xx como el Siglo el siglo xvii. Bellamy Foster actualiza el concepto para ca-
de la Barbarie. Más aún, convoca a reconocer racterizar la gran crisis en la que estamos insertos sin que
signifique el tránsito ineludible a un sistema histórico me-
que el siglo xxi ha comenzado sin aprender
jor. Desde mi contribución a la crítica de la mundialización
del horror y la catástrofe del siglo anterior. capitalista en clave de valor de uso, inicié un desarrollo
* Profesor por cuenta propia, que comencé a publicar en 2009, con el
Cruzamos por la crisis más grave en la his-
investigador del concepto de crisis epocal del capitalismo. Véase John Be-
Instituto Politécnico toria del capitalismo. Ni la Larga Depresión
llamy Foster, «The epochal crisis», Monthly Review, vol.
Nacional, México del siglo xix (1873-1896) ni la Gran Depresión 65, núm. 5, 2013, en https://monthlyreview.org/2013/10/01/

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volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
Al conformar la primera crisis de sobre- riodización precisa de las grandes crisis en la
producción propiamente planetaria —la cri- historia del capitalismo), resulta una caracte-
sis de sobreproducción de la Larga Depresión rización conceptualmente insuficiente para
fue europea y la de la Gran Depresión fue in- descifrar la magnitud histórica de los inéditos
tercontinental y afectó en particular a Estados peligros en curso.
Unidos, Europa y Japón—, la gran crisis de so- Si ya del entrecruzamiento de la crisis ali-
breacumulación del nuevo siglo comenzó su mentaria global con la crisis ambiental mun-
explosión de modo simultáneo con el estallido dializada surge el peligro de la potencial transi-
de una profunda crisis financiera global.2 Sin ción de una escasez espuria o artificial (basada
embargo, ni siquiera juntas, la crisis de sobre- en el monopolio especulativo de la economía
producción y la crisis de sobrefinanciamiento alimentaria internacional) hacia una escasez
globales, abarcan los peligros de la crisis con- absoluta de alimentos (derivado de la devas-
temporánea en todos sus alcances. Si se le escu- tación creciente de cultivos agrícolas confor-
driña en clave de valor de uso, es decir, desde la me avanza la marcha del sobrecalentamiento
vida humana como fundamento para la crítica planetario a lo largo del siglo), y si al revisar los
de la modernidad capitalista, emergen la mun- modelos estadísticos con desenlaces antinómi-
dialización de la pobreza (que no era planeta- cos se indaga la secular trend de la crisis am-
ria, pero el «neoliberalismo» volvió la pobreza biental mundializada para descubrir que des-
una desestabilización global en la vuelta de si- pliega una dinámica sumamente destructiva
glo), la crisis alimentaria mundial (resultado de que apunta hacia una devastación equivalen-
la radicalización de los impactos de la pobre- te a una guerra atómica planetaria (posible a
za extrema) y la crisis ambiental mundializada partir de la liberación de las grandes reservas
(que se apuntala sobremanera con la salida de de metano contenidas no sólo en el permafrost
Estados Unidos de los Acuerdos de París) como siberiano, sino en el fondo de los océanos),4 en-
los tres peligros seculares más radicales conte- tonces el panorama de lo que significa la crisis
nidos en la crisis epocal del capitalismo del si- epocal se redondea cuando se incorpora, junto
glo xxi. a los dos peligros mayores anteriores, la geopo-
Cuando Bradford DeLong 3 califica la cri- lítica nuclear del nuevo siglo.
sis global contemporánea como Segunda Gran Aunque la Gran Depresión del siglo xx es
Depresión, si bien positivamente se aproxima incomprensible sin la Segunda Guerra Mun-
a identificarla como una gran crisis (olvida la dial —porque la devastación opera como una
Larga Depresión del siglo xix y obstruye la pe- necesidad estructural profunda de la acumu-
lación capitalista en tanto se relanza a sí mis-
epochal-crisis/; Jason Moore, «Transforming the metabolic ma a partir de aprovechar económicamente el
rift: a theory of crises in the capitalist world ecology», Jour-
nal of Peasant Studies, vol. 38, núm. 1, 2011, en http://www.
carácter imperioso de la enorme reconstruc-
tandfonline.com/doi/full/10.1080/03066150.2010.538579; Luis ción ulterior—, el peligro del estallido de un
Arizmendi, «La especificidad histórica de la crisis mundial conflicto bélico a gran escala o incluso de una
contemporánea», Mundo Siglo xxi, núm. 17, 2011, en http://
www.mundosigloxxi.ipn.mx/pdf/v05/17/03.pdf Tercera Guerra Mundial como posible desenla-
2
Elmar Altvater, «Un análisis crítico de la crisis financie- ce de la actual crisis de sobreproducción plane-
ra global. ¿Marx tenía razón después de todo?», Mundo
taria representa una amenaza superior al doble
Siglo xxi, núm. 20, 2010, en http://www.mundosigloxxi.
ipn.mx/pdf/v05/20/01.pdf de Auschwitz e Hiroshima.
3
Bradford DeLong, «The Second Great Depression», Foreign
4
Affairs, julio-agosto, 2013, en http://www.foreignaffairs. Luis Arizmendi, El capital ante la crisis epocal del capi-
com/articles/139464/j-bradford-delong/the-second-great talismo, México, Instituto Politécnico Nacional, 2016, pp.
-depression 141-147.

6
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
El capitalismo constituye un sistema
histórico permanentemente violento.
Bolívar Echeverría

Sin duda, la frontera de probabilidades La vigencia mutilada de El capital


históricas para el estallido de una gran gue- en el discurso del poder del siglo xxi
rra a escala regional o global se estrecha cada
vez más en el marco de la geopolítica nuclear Son tan graves los peligros de la crisis epo-
con mayor poder destructivo y la aguda ten- cal que el discurso del poder, desde las más
sión creciente en la disputa por la hegemonía diversas esferas, ha tenido que reconocer y
mundial entre Estados Unidos, China y Ru- enfrentar el relanzamiento de la vigencia de
sia.5 Las tendencias seculares de la crisis ali- El capital.
mentaria global, la crisis ambiental mundiali- Cuando Thomas Piketty titula su obra El
zada y el riesgo de la Tercera Guerra Mundial capital en el siglo xxi, expresa el reconoci-
son los peligros más radicales que, más que miento, necesariamente ambivalente, del dis-
una Segunda Gran Depresión, se encuentran curso liberal contemporáneo a la inapelable
contenidos en la crisis epocal del capitalismo. vigencia de la magnum opus de Karl Marx.
Una crisis que, al contener y desbordar den- No obstante, éste es un reconocimiento que
tro de sí a la crisis cíclica de sobreproducción, se abre paso ante la explosión de la crisis más
constituye en sí misma una era. grave en la historia del capitalismo, pero sólo
en la medida en que se desliza el desconoci-
5
Luis Arizmendi, «Geopolítica nuclear y peligro de Ter-
miento de los mayores peligros que acarrea la
cera Guerra Mundial en el siglo xxi», Cuadernos SepLA,
núm. 3, 2017. crisis epocal para el nuevo siglo.

7
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
A pesar de que la perspectiva de Piketty fin de dotar de un mayor marco de acción a la
choca duramente con las ilusiones meritocrá- administración estratégica de la lucha de cla-
ticas del «neoliberalismo» (según lo cual el ses mundializada.6 En ese sentido, el libro de
laissez faire, laissez passer abre camino a cada Thomas Piketty representa la negación desde
individuo en tanto desarrolla sus capacidades), el liberalismo contemporáneo de una crítica
su intervención está construida para otorgarle de la economía política del siglo xxi.
una nueva versión al mito del progreso. Cuan- Desde una óptica neoautoritaria, diferente
do el enriquecimiento del 1 por ciento más a la de Piketty, incluso la British Broadcasting
rico de la población mundial es escandalosa- Corporation (bbc) de Londres, como fuerza
mente inocultable, la versión de Piketty acerca estratégica del cuarto poder mundializado, ha
de la historia de la desigualdad a escala mun- hablado de la vigencia de Karl Marx «a pesar
dial —junto con información estadística que del fracaso del comunismo»; no obstante, es
demuestra cómo la brecha abierta en el siglo sumamente notorio que su reconocimiento
xix se fue cerrando en el curso del siglo xx pa- del carácter cíclico o invariablemente recu-
ra volverse a abrir con mayor magnitud, pero rrente de las crisis económicas del capitalis-
ahora a escala mundial en la transición al si- mo, en el contexto de lo que califica como un
glo xxi— insiste en la ilusión de que la mo- «colapso financiero nunca antes visto»,7 está
dernidad capitalista representa la viabilidad inserto en el intento por invisibilizar lo ino-
del progreso económico universalizable y del cultable. El discurso unidimensional —para
progreso político democrático si se aplican y construir una expresión que evoque El hom-
desarrollan las políticas correctas. Su perspec- bre unidimensional de Herbert Marcuse como
tiva acerca del diseño de políticas económicas 6
Thomas Piketty, El capital en el siglo xxi, México, Fon-
y públicas capaces de aprovechar las oportuni- do de Cultura Económica, 2014.
7
dades de la revolución informática en el nue- British Broadcasting Corporation (bbc), «4 ideas de
Carlos Marx, el ideólogo de la Revolución rusa, que si-
vo siglo intenta hacer manejables los impactos guen vigentes a pesar del fracaso del comunismo», 2017,
destructivos de esta revolución tecnológica a en http://www.bbc.com/mundo/noticias-40611669

Cruzamos por la crisis más grave en la historia


del capitalismo, en la que emergen tres
peligros seculares: la mundialización
de la pobreza, la crisis alimentaria
global y la crisis ambiental.

8
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
crítica a la modernidad atómica— 8 insiste en Leer El capital hoy para integrarlo a nuevas
reducir la crisis epocal a crisis financiera y des- versiones del mito del progreso o, peor aún, a
igualdad social globalizadas porque apunta a in- lecturas unidimensionales dirigidas a justificar
visibilizar mediáticamente la secular trend de el binomio capitalismo/barbarie, obstruye el re-
la crisis ambiental mundializada y de la crisis lanzamiento del marxismo crítico ante el desafío
alimentaria global. No sólo porque responde a que significa descifrar la crisis epocal del capi-
su posición al insertarse y propulsar la geopolí- talismo en todos sus alcances. Como se aprecia,
tica bélica y nuclear del siglo xxi, para la bbc los El capital de Marx está de regreso en el debate
riesgos de guerra a gran escala provienen no de internacional.
la disputa por la hegemonía global, sino de las
«amenazas a la democracia», externas a la mo- La reconceptualización de la «guerra
dernidad capitalista, que representan regíme- civil» y su tendencia epocal
nes como los de Corea del Norte o Venezuela. En
otras palabras, lee la vigencia de El capital pero En un agudo ensayo de título irónico, «El sen-
mutilándola unidimensionalmente en función tido del siglo xx», que da cuenta del sinsentido
de sus profundos servicios para la «máquina radical del Siglo de la Barbarie o el Siglo de las
de la desimaginación» planetaria,9 es decir, pa- Tinieblas, como le gustaba decir, Bolívar Eche-
ra el ocultamiento mediático de los fundamen- verría introdujo una insólita redefinición del
tos de la disputa por la hegemonía mundial y la concepto «guerra civil», a partir de desarro-
marcha del binomio capitalismo/barbarie en el llar el complejo significado que Marx le adjudi-
siglo xxi. Se desconoce el binomio inextricable có en El 18 brumario de Luis Bonaparte.10
capitalismo/barbarie en el momento en que se Al ampliarlo para rebasar el significado re-
le propulsa históricamente. En la actual ofensiva gular del término «guerra civil» —que nom-
geopolítica de la ultraderecha contra Venezuela, bra el enfrentamiento violento de dos proyec-
la bbc ha cumplido un papel clave. tos de nación al interior de un mismo Estado o
Resulta revelador que no sólo la tendencia de dos proyectos de Estado al interior de una
liberal sino también la tendencia neoautori- misma nación—, Bolívar Echeverría puso én-
taria están impelidas a reconocer la vigencia fasis en que el capitalismo constituye un siste-
de la magnum opus de Marx en nuestra era. ma histórico permanentemente violento y que
La disputa entre la tendencia que aboga por de ninguna manera la guerra civil conforma
un capitalismo propiamente liberal (con el dentro de él una desestabilización puramente
sistema de Estados como contrapeso ante la temporal o pasajera. Lo anterior porque de mo-
destructividad del capitalismo contemporá- do singular en la historia de las sociedades de
neo) y la tendencia neoautoritaria (que agre- clase ha hecho del estado de pax, es decir, de
ga la violencia político-destructiva del Estado un simulacro de paz o de falso alto al fuego, una
a la violencia económico-anónima del «libre situación estructural de la economía moderna.
juego de las fuerzas del mercado» del capita- Parafraseando a Clausewitz, podríamos de-
lismo de la vuelta de siglo), se decanta a favor cir que la modernidad capitalista ha hecho de
de la segunda. la economía la continuación de la guerra por
otros medios. En ese proceso histórico, preci-
8
Herbert Marcuse, El hombre unidimensional, México, Joa- samente, la subsunción formal y la subsun-
quín Mortiz, 1984. ción real del trabajo por el capital constituyen
9
Henry Giroux, «Más allá de la máquina de la desimagi-
nación», Mundo Siglo xxi, núm. 31, 2013, en http://www.
10
mundosigloxxi.ipn.mx/pdf/v09/31/04.pdf Bolívar Echeverría, Vuelta de siglo, México, Era, 2006.

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volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
la plataforma estructural de la guerra civil establecido. Cuando se logra la sedimentación
moderna. histórica de esa estrategia, conformándose co-
La subsunción formal del trabajo por el ca- mo costumbre, esto es, como comportamiento
pital —que, luego de que constituye la primera cotidiano, automático e irreflexivo se consti-
gran fase del desarrollo capitalista, se integra tuye, bajo una u otra forma histórica, lo que
como la base permanente de la relación glo- profundamente Bolívar Echeverría denominó
bal del capitalismo— funda un estado de vio- ethos moderno.12
lencia histórica sumamente singular. Una con- Cuando se transita a la subsunción real del
figuración única de la violencia en la historia trabajo por el capital como segunda gran fase
de las sociedades de clase: integra la violencia del desarrollo capitalista —sin que jamás des-
económico-anónima como fundamento per- aparezca la subsunción formal como base per-
manente del capitalismo. manente de la dominación moderna—, la vio-
En profundo contraste con la violencia visi- lencia económico-anónima se vuelve aún más
ble propia de la esclavitud antigua o del despo- ofensiva. Trayendo al mundo la modernidad
tismo asiático, la subsunción formal plasma en pero bajo su dominio, el capitalismo codifica o
la estructura inercial de la economía moderna plasma la legalidad de su poder en la estructura
una violencia «invisible» pero efectiva y radi- material de la tecnología automatizada. Hace
cal. La expropiación de medios de vida —lo que de la revolución tecnológica y del general inte-
significa que la expropiación de medios de pro- llect un arma integrada a la legalidad opresiva
ducción impone invariablemente una segunda de la subsunción real.
expropiación, es decir, que sobre ella genera la Siendo enteramente viables y factibles otras
expropiación de medios de consumo— instala trayectorias de automatización e innovación
una crisis de orden estructural, una auténti- tecnológica, que podrían dirigirse hacia la afir-
ca situación límite contra el proceso de repro- mación del mundo humano de la vida, el capital
ducción vital de los dominados modernos. Co- sabotea y bloquea, una y otra vez, esas poten-
locados en un ineludible estado de peligro, sin cialidades para imponer en su lugar trayectorias
medios de vida para los dominados modernos, cada vez más violentas de modernización tec-
el riesgo de muerte, la certidumbre sobre la in- nológica funcionales al apuntalamiento crecien-
certidumbre vital, se torna el fundamento de la te de su poder económico y su poder planetario.
violencia económico-anónima en el capitalis- En ese sentido, la expresión ejército indus-
mo. Un simulacro de paz se vuelve la regla.11 trial de reserva de ningún modo debe leer-
Al pretender volver vivible lo invivible, lo se como una simple alegoría. No se trata del
que comenzó siendo una violencia exterior es traslado puramente metafórico por Marx de
interiorizada por los dominados modernos. un término proveniente del argot militar al
En el momento en que admiten como normal pensamiento económico moderno. Repre-
la anormal mercantificación de su fuerza la- senta un concepto duro dirigido en específico
boral, un peculiar entrecruzamiento se pone
en acto: la estrategia espontánea de sobrevi- 12
Al desarrollar de manera muy original la caracterización
vencia, respondiendo a la búsqueda por abrir- de las diversas formas de complicidad e integración con el
dominio establecido a partir de las estrategias de sobrevi-
se acceso a los medios de consumo, se vuelve
vencia contemporáneas, Echeverría edificó su conceptua-
la vía inocultable de integración al dominio lización del cuádruple ethe de la modernidad capitalista
(como ethos realista, romántico, clásico y barroco). Véase
11
Bolívar Echeverría, Las ilusiones de la modernidad, Bolívar Echeverría, Modernidad, mestizaje cultural, ethos
México, Universidad Nacional Autónoma de México/El barroco, México, Universidad Nacional Autónoma de Méxi-
Equilibrista, 1995. co/El Equilibrista, 1994.

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OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
a desocultar el profundo carácter de guerra En la medida en que el capitalismo hace
civil inmanente a la subsunción real capita- uso y abuso de la revolución tecnológica co-
lista de la modernización tecnológica. Es un mo arma, instala un doble impacto sobre los
concepto que denuncia cómo en la medida dominados modernos: impone tasas interna-
en que el poder productivo de la técnica pla- cionales de explotación cada vez más altas,
netaria subsumido realmente por el capital pero además de traicionar las potencialida-
es llevado cada vez más lejos. La modernidad des positivas de la modernidad, conduce el
capitalista devasta en una escala mayor el progreso tecnológico por trayectorias esqui-
proceso de reproducción social y produce as- zoides que despliegan una devastación cada
cendentemente heridos y muertos. La eco- vez más destructiva desde la violencia econó-
nomía moderna, así, se vuelve el campo de mico-anónima inmanente a la acumulación
una guerra civil clasista, anónima o imper- planetaria.
sonal, pero tendencialmente cada vez más Al ser esta la ley que rige la marcha de la
peligrosa. mundialización capitalista, cada Estado y ca-
La Ley General de la Acumulación Capi- da fase de la historia contemporánea poseen
talista —más allá de ser una ley enclaustrada un marco de acción, delimitado pero efectivo,
en el siglo xix, como tanto insiste desfigurán- para concederle una u otra configuración his-
dola el reduccionismo del marxismo progre- tórica a la modernidad. El capitalismo no es En profundo
contraste
sista—, constituye una ley, justo y ante todo, homogéneo ni a lo ancho del orbe ni a lo lar-
con la violencia
porque da cuenta de una tendencia epocal. go de su devenir. Adquiere una de las diversas visible propia
Demuestra que la mundialización capitalista configuraciones posibles para hacer más ad- de la esclavitud
es una modernidad esquizoide, precisamen- ministrable o más radical la dialéctica perma- antigua,
la subsunción
te, porque para apuntalar su poder planeta- nente entre violencia y capitalismo.
formal plasma
rio el capitalismo entrecruza, cada vez más Al observar panorámicamente el abanico en la estructura
profunda y amenazadoramente, progreso y de configuraciones factibles de la modernidad inercial
devastación. y la mundialización capitalistas basadas en la de la economía
moderna una
violencia «invisible»
pero efectiva
y radical.

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volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
subsunción real —después de siglo y medio valer para garantizar el traslado del centro de
de historia del poder planetario a partir de la mando hacia el capital privado, ante todo hacia
publicación del libro i de El capital— podría el capital privado transnacional. Laissez fai-
afirmarse que, según los requerimientos de re, laissez passer o «libre juego de las fuerzas
los ciclos y las fases de la acumulación, así co- del mercado» no significa otra cosa que libre
mo de la disputa por la hegemonía mundial, ejercicio y despliegue irrestricto de la violencia
que se concretan de acuerdo con la rapport económico-anónima como arma de los capi-
de forces de la lucha nacional, internacional tales privados. Por la ineludible inestabilidad
y mundializada de clases, el capitalismo y sus que introduce en la administración estratégica
Estados despliegan una de tres configuracio- de la acumulación y la lucha nacional y mun-
nes históricas posibles . dializada de clases, esta configuración incuba
Capitalismo liberal es el nombre que —si- la promoción del tránsito hacia otra modalidad
guiendo el uso regular que las ciencias histó- invariablemente más violenta del capitalismo.
ricas le asignan al término liberalismo— cabe Capitalismo autoritario —siguiendo el
asignar a aquella configuración que se con- concepto de Estado autoritario formulado por
forma cuando se hace efectivo que el Estado Horkheimer—13 es la configuración histórica
intervenga como contrapeso ante la violencia que no se detiene en imponer el entrecruza-
económico-anónima inmanente a la acumu- miento creciente, cada vez más amenazador,
lación. En el siglo xx, las políticas para elevar de violencia económico-anónima y violencia
el estándar de vida social, el ejercicio regular político-destructiva como medio imperioso
de procesos electorales y la promoción de la para contrarrestar las inestabilidades eco-
soberanía nacional fueron los ejes que carac- nómico-políticas del capitalismo y apunta-
terizaron a la modernidad liberal. En el siglo lar su poder. Esta es la configuración a la que
xxi se busca revertir la ofensiva del mal de- tiende el capitalismo histórico en tiempos de
La lucha contra el nominado «neoliberalismo», el capitalismo crisis y que rebasa a la configuración cínica.
entrecruzamiento genuinamente liberal, además ha lanzado Cuando aparte del Estado los capitales pri-
de progreso propuestas sobre reducción de la pobreza, vados despliegan una violencia político-des-
y devastación
del hambre global y la transición a un patrón tructiva, la configuración de la propulsión
en la crisis epocal
del capitalismo energético pospetrolero. a la barbarie en la modernidad capitalista se
hace imperioso Capitalismo cínico —parecido a lo que Ar- redondea en el momento en que es interiori-
y urgente el reto de mando Bartra denomina «capitalismo cana- zada por los dominados modernos. Si esa tra-
forjar movimientos
lla»— es el nombre que procede atribuirle a gedia se abre paso entre ellos, nunca es sólo
ecologistas,
nacionales una configuración que sin anular jamás la in-
13
Max Horkheimer, Estado autoritario, México, Ítaca,
e internacionales. tervención del Estado en la economía, la hace 2006.

12
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
porque estén engañados y actúen contra sus tualidad para descifrar la tendencia epocal de
necesidades históricas. la dialéctica permanente entre capitalismo y
Asumir que la promesa del progreso econó- violencia.
mico para todos es cosa del pasado, pero que el
confort y la opulencia únicamente podrán exis- El horizonte libertario
tir para unos cuantos, más que la exclusión, se de El capital en el siglo xxi
admite e incluso se propulsa la destrucción de
muchos más. De esa forma se puede garantizar En el marco de la crisis epocal del capitalis-
el acceso a una riqueza que jamás será univer- mo, insistir en leer El capital desde la pers-
salizable: es la elección histórica que condu- pectiva del marxismo progresista (ya fuera en
ce a la complicidad de los dominados moder- su versión de marxismo socialdemócrata o en
nos con el binomio inextricable capitalismo/ su versión de «marxismo soviético»), repre-
barbarie. sentaría un gran obstáculo. El tiempo de pe-
En el siglo xx, el nazismo y el fascismo le ligro que el siglo xxi trae consigo con la crisis
dieron forma al capitalismo autoritario y es- de mayores amenazas en la historia del capi-
ta complicidad proviene de la radicalización talismo planetario invita a releer El capital a
decadente del ethos realista moderno. En el partir de asumir propiamente como principio
siglo xxi, una tendencia neoautoritaria (con heurístico redescubrir a Marx, para expresarlo
un alcance transcontinental, desde Estados evocando el título de la obra más reciente de
Unidos y Europa) se ha estado imponiendo Elmar Altvater.15
históricamente. No sólo la crisis epocal convoca al desarrollo
Al revisar, desde la Ley General de la Acu- de frontera de la crítica al capitalismo del siglo
mulación Capitalista como fundamento de la xxi en clave de la contradicción valor/valor de
guerra civil moderna, una formulación tan agu- uso, es decir, desde el complejo choque del pro-
da e iconoclasta como la planteada por Walter ceso de reproducción de la vida de la sociedad
Benjamin, cuando afirmó que el Estado de ex- planetaria y la acumulación mundial del capi-
cepción se había vuelto la regla,14 se revela que tal, además convoca a redescubrir El capital re-
su horizonte crítico sobre la historia política de leyéndolo en clave de valor de uso.
nuestra era debe ser leído ante todo como una Las luchas contrahegemónicas y transcapi-
advertencia para el porvenir. Si la tendencia talistas contra la mundialización de la pobreza,
epocal de la acumulación planetaria, desde la la crisis alimentaria global, la crisis ambiental
revolución tecnológica como arma, propulsa mundializada, la geopolítica nuclear y el peli-
una guerra civil clasista cada vez más radical, gro de una Tercera Guerra Mundial, como con-
la tendencia epocal de la mundialización ca- figuración extremadamente amenazante de la
pitalista propulsa la propagación del Estado fuerza de la Ley General de la Acumulación Ca-
de excepción como medio ineluctable para el pitalista en el siglo xxi, requieren complejos
manejo de una guerra civil capitalistamente desarrollos de la crítica de la economía políti-
cada vez más violenta. ca en clave de valor de uso. Nunca como ahora
Leído así el libro i de El capital es identifica- la «forma social-natural» de la reproducción
ble como el texto fundacional de un horizonte humana ha mostrado tanta actualidad en su
insólito de intelección crítica de inapelable ac- vigencia como fundamento de la racionalidad
crítica.
14
Walter Benjamin, Tesis de filosofía de la historia, Mé-
15
xico, Ítaca, 2008; Giorgio Agamben, Estado de excepción: Elmar Altvater, Redescubrir a Marx, México, Fundación
homo sader ii, España, Pre-Textos, 2004. Rosa Luxemburgo,2017.

13
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
De ningún modo el reconocimiento de la paso —para decirlo en léxico luxemburguia-
Ley General de la Acumulación como tendencia no— hacia el «autogobierno del país». En este
epocal de la mundialización capitalista es sinó- sentido, la lucha por la autogestión y la sobe-
nimo de reducción del porvenir a una especie de ranía nacional requerirían superar su antino-
destino ineluctable. Desde Rosa Luxemburgo, el mia histórica regular para ser reinventadas co-
marxismo crítico dejó claro que la crítica irre- mo dimensiones imprescindibles y vitales en la
nunciable a la encrucijada socialismo o barbarie edificación de una modernidad alternativa.
impugna contundentemente asumir al socialis- 2) La lucha contra la mundialización de la po-
mo como destino, pero también a la barbarie. breza y la crisis alimentaria global —la peor cri-
Si la autogestión o la autodeterminación sis alimentaria en la historia de la humanidad—
política es identificada como el principio es- reclama avanzar hacia la conquista de derechos
tratégico general, imprescindible para avanzar inéditos de desmercantificación del pro-
en la edificación de una modernidad alterna- ceso de reproducción social. Si
tiva frente y contra la legalidad esquizoide de la economía mundial ali-
la modernidad capitalista —y, sin duda, en eso mentaria cuenta con
reside el horizonte libertario global de El capi- la capacidad pro-
tal—, emergen cuatro retos históricos de pri- ductiva para pro-
mer orden en el siglo xxi. veer de víveres al
1) Impulsar la liberación del proceso de re- doble de la socie-
producción social-nacional de la subsunción dad planetaria, es
real bajo la Ley General de la Acumulación política y moral-
Capitalista conlleva el complejo y alto desafío mente inadmisi-
de integrar la autogestión como fundamento ble el hambre y su
creciente de la organización económico-polí- propagación. Por-
tica en espacios locales delimitados, fomentar que la potenciali-
su multiplicación y explorar el mayor abanico dad de la abundancia
posible de alianzas plurales que permitan abrir proyecta la viabilidad de

14
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
una modernidad de antimercado hic et nunc, brecalentamiento planetario y su secular trend.
reto esencial de nuestra era es conquistar dere- Otra técnica planetaria precisa de inmediato ser
chos utópicos para el siglo xxi que garanticen y estructurada ecológicamente.
realicen la reproducción alimentaria de la socie- 4) En el marco de la crisis de la hegemonía
dad internacional como germen de nuevas for- estadounidense dentro de la crisis epocal del ca-
mas alternativas de reproducción sin mercanti- pitalismo, ante el peligroso avance de la geopo-
ficación de la fuerza de trabajo.16 lítica nuclear y el estrechamiento del margen de
3) La lucha contra el entrecruzamiento de probabilidades para el estallido de una Tercera
progreso y devastación en la crisis epocal del Guerra Mundial, las alianzas contrahegemó-
capitalismo hace imperioso y urgente el reto de nicas y anticapitalistas tienen ante sí el reto de
forjar movimientos ecologistas, nacionales e in- desarrollar complejas alianzas Norte/Sur y Sur/
ternacionales, autoconscientes del enorme Sur desde abajo que pugnen por la desnucleari-
tamaño del peligro de nuestra era, zación del sistema mundial en el siglo xxi. Hoy
que presionen desde abajo la geopolítica nuclear representa riesgos para
por la edificación de todas las naciones.
una modernidad La necesidad inexcusable de la lucha con-
posfosilista, an- tra la amenaza de la barbarie en nuestra era
te todo de una integra el fundamento del relanzamiento de
modernidad la vigencia del socialismo como modernidad
solar, como alternativa ante la crisis epocal del capitalis-
alternativa mo. En el actual tiempo de peligro, el debate
frente al so- internacional sobre El capital está de regreso y
16
Luis Arizmendi,
convoca a polémicas creativas y múltiples pro-
«Crisis epocal y des- pulsoras del marxismo crítico del siglo xxi.
mercantificación en el si-
glo xxi», Horizontes de la
vuelta de siglo, México, Insti-
tuto Politécnico Nacional, 2011.

15
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
··· DEBATE

Das Kapital:
siglo y medio de una síntesis revolucionaria
OSCAR MAÑÁN

La crítica de la economía política clásica plasmada en El capital de Marx refundó


la economía y creó una nueva filosofía opuesta al idealismo alemán, lo cual significa
la gestación de una ciencia social crítica identificada con los explotados dentro del sistema
capitalista. El capitalismo ha logrado generar una descomunal riqueza sin precedentes
en otra forma de organización del trabajo; sin embargo, dicha riqueza se alimenta
de la carne humana. Las relaciones sociales de producción capitalista están alcanzando
los límites sociales y físicos del mundo contemporáneo y en conjunto amenazan
la persistencia de la civilización humana. La necesidad de transformar el orden vigente es
más apremiante aún que en tiempos de Marx. El capital constituye un andamiaje conceptual
complejo y crítico para entender a profundidad la sociedad capitalista, las formas
de producción y reproducción. Además, elabora una teoría de la historia capaz
de hacer una historia de la teoría.

Cómo voy a creer, dijo el fulano los cambios que esa revolución productiva
que el mundo se quedó sin utopías. que se abría paso generaba en las organiza-
Mario Benedetti, Utopías ciones sociales y políticas de la época. Pero,
en específico, puesta a prueba en la discu-
El libro primero de Das Kapital vio la luz el 14 sión con los obreros, quienes más que nadie
de septiembre de 1867, hace 150 años. Consi- conocían (hasta entonces intuitivamente) y
derada por el mismo Karl Marx como su obra sufrían el proceso de producción de capital,
cumbre, la publicación fue un parteaguas a costa de sus vidas.
para las ciencias sociales modernas, y desde Estas reflexiones tienen un carácter con-
entonces ha sido uno de los libros más leídos memorativo e intentan aportar algunos ele-
de la historia. Entre sus múltiples obras, sin mentos, tal vez no originales, pero interesan-
duda ésta es la más cuidada y sometida a la tes a la hora de valorar el trabajo de Marx. Se
crítica de los principales amigos y también de espera alentar el estudio de este autor y no
* Profesor
los detractores del momento. Graduada en la sólo el interés literario, ya que El capital, co-
de la Universidad
de la República, lucha teórica más feroz del siglo xix, siglo fer- mo pocos textos, describe y explica la esencia
Uruguay mental para las ideas que buscaban entender de las relaciones sociales contemporáneas. El

16
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO
esfuerzo teórico del autor se plasma de mane- mordiales contribuciones. Luego, se analiza la
ra genial para captar una radiografía del ca- potencialidad de su obra para el estudio de la
pitalismo central del siglo xix que hoy resulta sociedad capitalista. También se discute la ne-
una herramienta insoslayable en un afán por cesidad de confrontar las teorías a fin de eva-
comprender las formas modernas del desa- luar su relativa fortaleza o debilidad, dejando
rrollo capitalista y la dominación que conlle- de lado las elecciones apriorísticas sobre las
va. Asimismo, sigue siendo imperioso trans- verdades dominantes. A su vez, se cuestiona El capital constituye
formar el orden vigente, ahora las urgencias si realmente Marx ha sido refutado por tantos una ingeniería
conceptual muy
apremian aún más que en tiempos de Marx, intentos expuestos en este trabajo. Se intenta
completa y particular
la persistencia de la civilización humana está abordar la influencia de Marx dentro del pen- para entender
amenazada por la dialéctica perversa de las samiento latinoamericano y lo que todavía tie- la sociedad capitalista,
actuales relaciones sociales de producción en ne que decir para la región. Por último, se efec- la forma en que se
organiza
sus límites sociales y físicos. túa una reflexión sobre cuál sería el derrotero
la producción
Primero se enuncian algunos ejemplos dig- de los estudios marxistas que pretenden seguir y cómo el hombre
nos de emular, en especial, su ética y sus pri- las enseñanzas del autor. se produce a sí mismo.

17
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
El autor de El capital, producida como ninguna otra forma de organi-
contribuciones y legados zación del trabajo anterior. En contraposición,
esa riqueza se alimenta de la carne humana, lo
La desvalorización del mundo humano que lleva a Marx a plantearse la necesidad im-
crece en razón directa de la valorización periosa de su superación. Engels expuso de for-
del mundo de las cosas. ma magistral:
Karl Marx
Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de
Marx fue uno de esos raros especímenes de la la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del de-
historia universal que se sacrificó a sí mismo, sarrollo de la historia humana: el hecho, tan senci-
como a su familia, en un sentido solidario con llo, pero oculto bajo la maleza ideológica, de que el
el sufrimiento ajeno. Vivió en la extrema mi- hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, te-
seria, alentado por dar cuenta de las contra- ner un techo y vestirse antes de poder hacer políti-
dicciones sociales de su tiempo y por crear un ca, ciencia, arte, religión, etcétera; que, por tanto, la
método científico de análisis social que permi- producción de los medios de vida inmediatos, ma-
tiera entender el desarrollo de las fuerzas pro- teriales, y por consiguiente, la correspondiente fase
ductivas sociales. También se identificó con los económica de desarrollo de un pueblo o una época
desposeídos, con los que sólo contaban con sus es la base a partir de la cual se han desarrollado las
brazos y que eran los responsables de generar instituciones políticas, las concepciones jurídicas,
la riqueza de un país, para que los menos, ba- las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de
sados en un régimen de propiedad despótico, los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto,
dispusieran de los frutos. Prueba de su pensa- explicarse, y no al revés, como hasta entonces se ha-
miento solidario es la carta a Engels del 30 de bía venido haciendo. Pero no es esto sólo. Marx des-
abril de 1867,1 donde rescata las penurias de su cubrió también la ley específica que mueve el actual
vida familiar en la pobreza abrumadora: modo de producción capitalista y la sociedad bur-
guesa creada por él. El descubrimiento de la plus-
Todo el tiempo que podía consagrar al trabajo debí valía iluminó de pronto estos problemas, mientras
reservarlo a mi obra, a la cual he sacrificado mi sa- que todas las investigaciones anteriores, tanto las de
lud, mi alegría de vivir y mi familia (...) Si fuéramos los economistas burgueses como las de los críticos
animales, podríamos naturalmente dar la espalda a socialistas, habían vagado en las tinieblas.2
los sufrimientos de la humanidad para ocuparnos
de nuestro propio pellejo. Pero me hubiera consi- El capital es un libro fervorosamente refe-
derado poco práctico de haber muerto sin al menos renciado, muchas veces citado, pero no siem-
haber terminado el manuscrito de mi libro. pre igualmente estudiado. En la mayoría de las
universidades de América Latina fue por mucho
Su crítica de la economía política clásica no tiempo una referencia obligada de estudio y pro-
sólo refundó la economía, sino que creó una fundización en las clases de filosofía, economía,
nueva filosofía que opuso al idealismo alemán antropología, sociología, entre otras disciplinas.
y propició el nacimiento de una ciencia social Al sur de América, las dictaduras militares lo
crítica, que desde sus propias bases se identifica volvieron un libro indecente, en las democra-
con los perdedores de este sistema económico. cias emergentes tímidamente se recuperaron
Éstos explican a la vez la descomunal riqueza
2
Friedrich Engels, Discurso ante la tumba de Marx, 1883, en
1
Karl Marx, Friedrich Engels: werke (mew), Band 30, Alema- https://www.marxists.org/espanol/m-e/1880 s/83 -tumba.
nia, Dietz Berlin, [1860] (1990), p. 542. htm

18
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
espacios de reflexión y estudio. Luego de la laciones sociales. Se cuidó de forma obsesi-
caída del llamado «socialismo real», como va el método de exposición (que no coincide
la derrota ideológica que sufrieron los grupos sensu stricto con el método de investigación y
revolucionarios y la clase obrera más movi- la historia del proceso social en que se presen-
lizada con el triunfo del proyecto «neolibe- tan los hechos). Después se aboca a las condi-
ral», desplazaron estos estudios por las teo- ciones de circulación y distribución, al análisis
rías neoclásicas. del capitalismo en movimiento. La pretensión
La cruda y terca realidad se impuso para era terminar con una historia de las teorías de
rescatar los conceptos fundamentales de este la plusvalía (esfuerzo que hicieron sus suceso-
libro. Las crisis de «nueva generación» co- res con los apuntes de sus estudios para tener Marx fue producto
menzada en México (1994-1995), seguida por un panorama del trabajo inconcluso). de las circunstancias,
en un mundo
Brasil (1998) y el sudeste asiático (1997-1998) y La concepción de ciencia con que traba-
que le permitió
Río de la Plata (2001-2002) (nombradas en la ja Marx no embona siempre con la corres- ser un gran
región como «efectos Tequila, Samba, Tango pondiente al sentido popperiano dominante. revolucionario.
y Candombe») trajeron consigo un
sistema financiero desregulado po-
líticamente y aperturas irrestrictas
de las economías emergentes, pro-
movieron de nueva cuenta las lectu-
ras de Marx para entender las crisis
capitalistas.
No es un libro difícil (decía su
autor), salvo el capítulo referente a
las formas de valor.3 No obstante,
constituye una ingeniería concep-
tual muy completa y particular para
entender la sociedad capitalista, la
forma en que se organiza la produc-
ción y cómo el hombre se produce a
sí mismo a partir de la producción
de sus medios de vida. Busca realizar
una teoría de la historia capaz de
hacer una historia de la teoría.
De esa manera se pensó El ca-
pital, primero se desarrollaron los
conceptos que pudieran aprehen-
der la sustancia de las relaciones so-
ciales de producción, las categorías
y dimensiones analíticas que me-
dian para dotar de contenido a tales
conceptos, lo que significaba una
crítica sobre su influencia en las re-
3
Karl Marx, El capital (prólogo a la primera
edición alemana), Moscú, Progreso, 1980.

19
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
Cuando se refiere en concreto a la ciencia apli- en una sociedad de esclavitud asalariada, sería
cada, aquella que es subsumida a los intereses la misma absurda ingenuidad que esperar im-
del capital, que permite mejorar las condicio- parcialidad por parte de los fabricantes en lo que
nes de los medios de producción y por ende la se refiere al problema de si deben aumentarse los
productividad del trabajo y del sistema econó- salarios de los obreros disminuyendo los benefi-
mico en general, Marx utiliza el sentido de la cios del capital.6
ciencia «normal». Sin embargo, como lo prue-
ba Dussel4 en su estudio sobre los Manuscritos Marx, como él mismo manifestara, fue pro-
del 61-63, la que practica Marx es una ciencia ducto de las circunstancias, en un mundo que
«crítica», cuyo sentido es «crítica de la apa- le permitió ser un gran revolucionario. Logró
riencia». Conocida es la frase donde sostiene una síntesis muy influyente de todas los hitos
que «toda ciencia sería superflua si la forma históricos del siglo xix, la lógica implacable de
fenoménica (Erscheinungsform) y la esencia de la especulación filosófica alemana, las luchas
la cosa coincidieran inmediatamente».5 burguesas por la construcción política institu-
Entonces, la ciencia no es necesariamente cional que perpetuara su dominio en Francia y
la actividad que hacen «los científicos», sino la «magia» de los avances científico-técnicos
que bajo tal comprensión es una actividad teó- de la industria inglesa que le daría al capitalis-
rico-práctica que tiene la intención de explicar mo su misión histórica: revolucionar las fuer-
la esencia de los fenómenos. En tanto que mu- zas productivas materiales.
chos conocimientos que «la ciencia normal» El legado de esta obra es de gran trascen-
podría atribuirle a la ciencia no serían cientí- dencia, ya sea porque plantea conceptos y ca-
ficos, otras formas de conocimiento que apor- tegorías analíticas útiles para entender la mé-
tan hombres vulgares que no son de ciencia dula del sistema capitalista, o porque implica
sí podrían considerarse científicas. En el caso un método de trabajo minucioso que no sosla-
de que tales conocimientos contribuyan a la ya ninguna perspectiva. Marx valoró, analizó,
descripción conceptual, categorial, de un fe- tomó o desechó cualquier idea proveniente de
nómeno y lo vuelven inteligible, entonces sería la entonces considerada ciencia del establish-
ciencia. En ocasiones, Marx tilda de «seudo- ment o aquellas que venían de fuentes menos
ciencia» a algunos conceptos de los hoy consi- sacralizadas. Todas las alternativas eran vá-
derados clásicos de la ciencia económica (como lidas si contenían una explicación racional,
Smith y Ricardo) cuando carecen de categorías congruente para el desarrollo de categorías
y mediaciones necesarias para vincular la apa- analíticas que permitieran «quitar el velo» al
riencia fenoménica de la realidad con la esen- movimiento de lo real. En adición, se opuso a
cia que explica el movimiento real. Lenin lo ad- la «seudociencia» que se quedaba en la des-
vierte en el mismo sentido: cripción pura y llana de «la apariencia» de los
fenómenos económicos y sociales.
De uno u otro modo, toda la ciencia oficial y liberal Es apabullante la responsabilidad que con-
defiende la esclavitud asalariada, mientras que el lleva el compromiso de su labor con los secto-
marxismo ha declarado una guerra implacable a res explotados por la forma social dominante
esa esclavitud. Esperar que la ciencia sea imparcial en que se organiza el trabajo. El que los profe-
sionales que se desempeñan como formadores
4
Enrique Dussel, Hacia un Marx desconocido. Un comenta-
rio de los Manuscritos 61- 63, México, Siglo xxi/Universidad
6
Autónoma Metropolitana, 1988. Vladimir Ilich Lenin, Marx, Engels, marxismo, Pekín, Edi-
5
Ibid, p. 289. ciones Lenguas Extrajeras, [1913] 1998, p. 73.

20
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
en las universidades (en particular las públi- Tal determinación objetiva acompaña a la
cas de la región) tomen su ejemplo es el mayor organización del trabajo; en consecuencia, el
tributo que podría hacérsele y que redundaría valor es una expresión del trabajo y cuantita-
en futuras generaciones. tivamente se determina por su productividad
social media. El trabajo socialmente necesario,
Potencialidad de su obra en la expresión de Marx, es el trabajo vivo, el
capital variable en su condición de agregar va-
Necesitamos otra educación lor, por la «peregrina cualidad de la mercancía
para otra sociedad y otra sociedad fuerza de trabajo de crear más valor del que ella
para otra educación. gasta en el proceso de su producción». El tra-
Karl Marx bajo ya objetivado (trabajo muerto) no agrega
valor nuevo sino que transfiere valor cuando se
Sin duda, su obra constituye una unidad inte- amortiza con el uso.
grada, seguramente unidad inacabada, por lo Ésta es una diferencia de la conceptuali-
que no es posible presentarla como un cúmulo zación del valor en Marx y los clásicos: para
de verdades. En efecto, resulta una teoría viva él, valor y plusvalor son producto del trabajo
y como cualquier expresión de la vida social no socialmente necesario cuyo elemento dinámico
está exenta de contradicciones y posibles solu- de la contradicción es el trabajo vivo (capital
ciones (síntesis transitorias, históricas); siem- variable), mientras que los clásicos ven al valor
pre múltiples en la medida en que devienen determinado por el capital total. En Marx, la
de hipótesis más o menos dominantes en cada creación de valor y plusvalor supone la lucha
época (Engels en la Dialéctica de la naturaleza de clases; en los clásicos y seguidores, no nece-
muestra cómo un mismo fenómeno es pensa- sariamente, ya que implica una «externalidad
do y conceptualizado de modo diferente si se positiva» del proceso productivo. Las corrien-
observa bajo presupuestos diversos). tes derivadas de los clásicos reducen las expre-
Marx representa a la vez continuidad y rup- siones de valor a la idea de trabajo, por lo cual
tura con los clásicos. Continuidad en la iden- expresan el capital total reducido a cantidades
tificación del trabajo como fuente de valor y físicas de capital y salario, lo que hace superf-
ruptura en lo que hace al enfoque teórico-epis- lua la distinción de clase.
temo-metodológico en el que el valor se con- En este punto aparecen conflictos, por
ceptualiza y cualifica como una forma histórica ejemplo: ¿qué es el capital? Como unidad cua-
de organización del trabajo. A diferencia de los litativa es un cúmulo de mercancías, definido
clásicos, cuya preocupación era la determina- como «dinero que genera más dinero»; en es-
ción cuantitativa de los valores (como forma te caso al utilizar la expresión dineraria (dinero
dada y preexistente), en Marx ésta aparece de- como otra mercancía con varias características:
terminada por la organización social y su in- unidad de cuenta, permite el intercambio, ex-
terés es explicarla. De ahí que en vez de tomar presa valor y hace posible reservar y acumular
el camino de los clásicos, quienes hurgan en la valor, etcétera). Existe otro debate acerca del
utilidad de las mercancías, Marx reconoce la punto de partida: «si el huevo o la gallina». En
utilidad intrínseca de la mercancías (valor de Marx el proceso de producción de plusvalía se
uso) y se aboca al valor de cambio, que no sólo encuentra en el centro del andamiaje social ca-
expresa utilidades subjetivas recíprocas de los pitalista; no obstante, la circulación de dinero
agentes sino una determinación objetiva de la es el presupuesto lógico del capital (la fórmula
misma organización social. es d-m-d’). Ello provoca numerosos problemas

21
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
respecto a las características que en cada eta- Necesidad de confrontación
pa adquiere el dinero. El proceso de produc- de las teorías
ción se enfoca en la creación de valor, por lo
tanto el eje más preciado para la formación y Debemos ser pesimistas en la razón
acumulación de capital; pero este capital que y optimistas en la práctica.
comienza el ciclo con afán de incrementarse Antonio Gramsci
supone un proceso de circulación anterior.
Efectivamente, necesita dinero inicial con No sólo es deseable sino que se convierte en
pretensiones de convertirse en capital, que en necesario el discernir cuáles herramientas
dicho momento inicial no es de suyo capital, teóricas actuales se ajustan más a la dinámi-
sólo lo será cuando «se enloda las manos» en ca social y, por ende, cuáles serán más bene-
el proceso productivo. ficiosas para la práctica cotidiana. La teoría
Un punto de partida clave, emprendido económica neoclásica es la teoría del capi-
por Marx, es el trabajo humano, en su doble talismo, la que normalmente políticos, aca-
carácter: como productor de medios de vida démicos y profesionales del establishment
y como productor de vida misma. Este último reivindican como el «saber sabio» que se ha
aspecto de la esencia del trabajo casi no se vuelto dominante en las universidades de la
referencia en las ciencias sociales modernas región. Sin embargo, la teoría marxista y sus
y quizá es el gran elemento a resaltar para variantes no aparecen representadas en los
apuntar una organización social diferente. En programas de ciencias sociales con la impor-
particular, Marx hizo hincapié en el «trabajo tancia que deberían.
vivo», como sustento para mostrar su críti- Cuando se comparan las teorías dominan-
ca de la economía política del capitalismo; si tes en la actualidad y sus bases teóricas, se
bien se había vinculado el trabajo con la ri- aprecia que la vertiente walrasiana es la más
queza, no se lograba todavía el nexo con la or- referenciada en la perspectiva neoclásica. En
ganización social en conjunto. este caso, la teoría de Marx sigue presentando
Tal crítica, en su sentido profundo, im- aspectos por demás valiosos y particularmen-
plica la negación de lo existente (como ne- te más trascendentes. En William S. Jevons y
gatividad, sostendría Adorno) y a la vez co- también en León Walras hay un intento de
mo inicio para la superación indispensable ahistorizar las categorías de la ciencia eco-
de la forma de organización social llamada nómica. Jevons advierte que si bien le otorga
capitalismo. Esto exige, como lo hizo Marx, importancia a la ciencia histórica, su interés
ponerse en la piel de los «jodidos» del siste- está en compartimentar las disciplinas para
ma capitalista («las víctimas», como propo- lograr eficiencia, por lo que propone extraer
ne Dussel), fundamentalmente trabajadores, «lo social» hacia una nueva rama científica.
aspirantes a trabajadores, campesinos em- Dicha ciencia es denominada por Spencer so-
pobrecidos y acosados por la colonización ciología, entendida como ciencia de la evolu-
del mundo de las mercancías; marginados ción de las relaciones sociales.7 Jevons afirma
en todos los sentidos del sistema económico que la búsqueda de una «mecánica general»
pero que forman parte del ejército industrial debe hacerse con el método que John Stuart
de reserva, o simplemente, de la imagen de Mill llamó método deductivo físico concreto
un futuro poco alentador.
7
William S. Jevons, The theory of political economy (ter-
cera edición), London, Macmillan, 1888, en http://oll.
libertyfund.org/titles/625

22
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
y, con ello, investigar la ley psicológica obvia tar su certeza en el mundo real.10 Por su parte,
de que el mayor beneficio es preferido al me- Hegel alertaba:
nor y, luego, analizar el impacto de esa ley en
la sociedad.8 Pensar el mundo empírico (...), esencialmente,
En ese sentido, Walras separa intercambio, transformar su forma empírica y cambiarla en algo
producción y distribución. Sólo el intercambio universal (...) la materia percibida, cuando es deter-
es susceptible de estudiarse en los dominios de minada mediante la universalidad, no subsiste en
la ciencia pura, dejando la producción y la dis- su primera forma empírica (...) Decir que este salto
tribución a los ámbitos del arte y la ética, res- no debe darse, es decir que no se debe pensar.11
pectivamente.9 De este razonamiento se des-
prende su incapacidad para el análisis de las Por ende, el nivel de abstracción de la teoría
cuestiones dinámicas de la economía, escasez económica que se analiza determinará el tipo
y apropiación, dos claves para entenderlas que de validez que debe exigírsele. Según el crite-
no forman parte de una disciplina científica. rio friedmaniano, el resultado científico de una
Es obvio que, la vertiente walrasiana sosla- teoría es independiente de cuán reales sean sus
ya muchos aspectos que hoy son problemas en supuestos. Es decir, no importa que tan creíbles
la explicación económica de las relaciones so- son los supuestos, si conducen a resultados o
ciales. El tratamiento que Blaug hace en Teo- predicciones coherentes con la experiencia. En
ría económica en retrospectiva de la economía resonancia con este criterio la formalización de
marxista es también una castración literal de la ciencia económica, en el entendido de que si
lo que a su juicio pertenece a la filosofía, la so- se extiende al infinitum los ceteris paribus, la
ciología u otros ámbitos de las ciencias socia- verdad tendrá un carácter menos discutible. A
les. Además, el punto de partida es dar cuenta lo anterior se podría contestar con una máxima
del comportamiento individual, la compren- de la misma estadística, a medida que se dis-
sión del todo vendrá por añadidura; léase, una minuye la posibilidad de error, se termina en
simple agregación de las conductas individua- juicios menos relevantes.
les. En cambio, el eje central del pensamiento Entonces, es posible reducir las abstraccio-
de Marx es explicar la totalidad de la dinámica nes de la realidad, o modelarla de la forma más
social; en consecuencia, las explicaciones de los simplificada, hasta caer en un juicio del tipo si
fenómenos individuales son determinadas por a se da, y todas las demás condiciones se man-
la articulación de grupos sociales que permiten tienen invariantes, es probable que ocurra b.
la comprensión de la totalidad. El ejemplo muestra, a modo de caricatura, los
El empirismo y el individualismo metodoló- cambios dominantes en la teoría económica y el
gico no son ajenos a la ciencia económica con- supuesto «grado de eficiencia». Cabría pregun-
temporánea, ya estaban presentes en Jevons y tarse, ¿es posible tildar a un enunciado de este
Walras en su persecución de la eficiencia. Tal tipo como teoría económica? Según Steindl,12
forma de «empirismo abstracto» es tan poco Kalecki había prevenido que la matemática
útil como la «gran teoría» que trata a sus hipó- y la computación «estaban equipadas como
tesis como inviolables y nunca se atreve a tes- para cubrir con un manto científico la falta de
10
Charles Wright Mills, La imaginación sociológica, Buenos
Aires, Amorrortu, 1982.
8 11
Idem. Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Enciclopedia de las cien-
9
Bolívar Echeverría, «Marxismo y teoría económica con- cias filosóficas, México, Porrúa, 1977, p. 33.
12
temporánea. Confrontación de puntos de partida», Críticas Josef Steindl, «Reflexiones sobre el estado actual de la
de la Economía Política, núms. 18/19, 1981. economía», Investigación Económica, núm. 171, 1985.

23
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
sustancia económica». Si los juicios anteriores cos cercanos a la sociología, las ciencias políti-
obtienen el estatus de teoría económica, enton- cas y otras ramas de las ciencias sociales.
ces se deberían usar elementos evaluativos del En cambio, para la vertiente walrasiana, el
campo de la lógica formal, no podría pedirse tema distributivo no pertenece al análisis eco-
que predigan el movimiento económico. nómico y su nivel se acepta como un dato a
La teoría marxista, en contraste, deberá ser priori, determinado por «arte de magia» fuera
exigida desde su coherencia lógica y podrá ser del proceso productivo. La lógica analítica de la
evaluada en su capacidad de interpretar los fe- teoría neoclásica —la cual es básicamente es-
nómenos sociales más comunes. Entre ellos, su tática— analizará por separado «momentos
teoría de la tasa de ganancia podrá ser interro- distintos» de desarrollos tecnológicos, pero no
gada acerca de las condiciones que enmarcan explicará el tránsito de unos a otros. Incluso, la
la competencia capitalista, como limitantes y teoría «moderna» del crecimiento endógeno,
estrategias que los organizadores de la produc- si bien ha endogeneizado las variables tecnoló-
ción disponen para conseguir el fin de su acti- gicas, aún no ha aportado una explicación co-
vidad productiva: la ganancia. Aquí no se alude herente de cómo se relacionan específicamen-
a un simple hecho de optimización matemáti- te con la dinámica del crecimiento —el avance
ca, sino de relaciones sociales entre grupos eco- técnico sigue siendo un residuo que se explica
nómicos obligados por niveles diferenciales de por una o muchas variables endógenas.13
intereses o necesidades. En tanto, la teoría de
los ciclos económicos indica en qué niveles de ¿Marx refutado?
la tasa de retorno se producirán innovaciones
tecnológicas, con lo que se apuntala una res- Igual que en la religión el hombre es dominado
tauración de la misma. Si se aborda la teoría del por el producto de su propia cabeza,
crecimiento económico, el marxismo evidencia en la producción capitalista lo es
los impactos del datum tecnológico en las va- por el producto de su propia mano.
riables distributivas y de su necesariedad para Karl Marx
el incremento de la tasa de retorno del capital.
La teoría de la distribución se explica en Es muy común que al análisis marxista se le
dicho esquema teórico como una variable su- atribuya la idea de «cosmovisión» porque in-
bordinada a las necesidades de la acumulación tenta dilucidar todos los ámbitos del devenir
de capital y se relaciona —a través de la teo- social. Se le acusa de no ser una teoría cientí-
ría de la plusvalía— con la dinámica de la tasa fica, debido a que toma partido por una de las
de ganancia. El vínculo acumulación-distri- clases sociales en pugna, el proletariado. No
bución implica una asociación contradictoria obstante, la teoría walrasiana del equilibrio no
entre los dueños de los medios de producción es una mera descripción exenta de valoracio-
y los vendedores de la fuerza de trabajo; asi- nes. Una economía se precia de estar en equi-
mismo, permite determinar el nivel y la den- librio, que se reconoce como el estado ideal,
sidad de la absorción de fuerza de trabajo que cuando no existen fuerzas internas que cam-
requiere la reproducción económica. Como bien dicho estado. Si a esa definición se le agre-
contrapartida se detectan los límites de la re- ga la noción de óptimo paretiano, se tendrá
producción, ya sean provenientes de la oferta una idea de bienestar sui generis que engloba,
de capital o de mano de obra. Y, en específico, a su vez, una particular concepción de justicia.
los efectos que tales relaciones sociales tienen 13
Robert M. Solow, «Perspectives on growth theory», Jour-
en las tensiones y la estabilidad política, tópi- nal of Economic Perspectives, vol. 8, núm. 1, 1994.

24
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
Cuando se llega a una transacción económica tas», éste no es más que una «construcción
bajo los supuestos anteriores es porque hubo teórica»; en tanto, el desempleo abierto en
por lo menos un ganador y ningún perdedor Estados Unidos en ese periodo fue de 6.4 mi-
en el acto de transacción. Si hubo por lo me- llones de personas.14
nos un ganador, entonces se lograría un estado Es notorio que la teoría neoclásica esgri-
de equilibrio de mayor bienestar, por lo que la me un grado de parcialidad asombroso, ade-
teoría respalda a «los ganadores» del proceso, más su evaluación lógica —después de los
es decir, es «solidaria» con los triunfadores. trabajos de Sraffa y Garagnani— deja mucho
Tan cierto es lo anterior que para algún leal que desear. Por ejemplo, desempleo, distri-
seguidor de esta teoría la concepción de des- bución, origen de las ganancias, estabilidad
empleo no existe como producto de las rela- del equilibrio, cambios de estados, son todos
ciones económicas, sino debido a la decisión enunciados que se descartan del análisis, se
libre, «de elección racional» del trabajador. suponen dados o simplemente no se abordan
Robert Lucas, economista distinguido con la con seriedad.
buenaventura de un premio Nobel, incluso en
14
una oportunidad comentó que «el desempleo Robert Lucas (1978), citado por José Carlos Valenzuela,
Crítica del modelo neoliberal: el fmi y el cambio estructu-
involuntario no es un hecho o un fenómeno ral, México, Facultad de Economía-Universidad Nacional
que haya de ser explicado por los economis- Autónoma de México, 1991.

El desempleo involuntario no
es un hecho o un fenómeno
que haya de ser explicado
por los economistas.
Robert Lucas

25
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
La teoría marxista no está exenta de dificul- dad de sustituir las concepciones «fosilizadas»,
tades. Son ya muchos los intentos por refutarla; «dogmáticas» y «mecanicistas» al inscribirse
pero, parafraseando a Galileo, eppur si muove. en la tradición poskeynesiana o neoricardia-
Más allá de los ataques de las teorías competi- na. Adoptan una postura ecléctica —«anti-
doras, la de Marx resiste los intentos de nega- teórica» según Boyer— para no desperdiciar
ción o refundación surgidos de sus propias en- los aportes de la teoría subjetivista ni aque-
trañas.15 De ahí que no se pueda afirmar, en el llos emanados de la escuela objetiva. Por eso
sentido kuhniano, que no genera nuevas ramas introducen «categorías intermedias», «con-
de interés y soluciones. En ese sentido, el mar- ceptos concretos» que superarían las «genera-
xismo puede tildarse de paradigma, cuestión lidades» marxistas. En realidad confunden lo
que no se ajustaría a la teoría económica neo- «concreto» con lo superficial, y sus «catego-
clásica como tal. rías intermedias» no hacen más que reprodu-
Es práctica común de este siglo que la teoría cir las apariencias con que el sistema capitalista
burguesa aparezca «metamorfoseada» en au- seduce a sus admiradores. Ejemplo de lo ante-
tores que han tenido algún pasaje por el mar- rior son las elucubraciones de Gérard de Ber-
xismo. El resurgir del neoricardianismo con los nis 17 cuando reflexiona en un modelo de desa-
aportes de Piero Sraffa parte de un cuestiona- rrollo alternativo.
miento a la solución lógica del problema de la Luego, se sucedieron varios enfoques que
transformación de valores a precios —basa- buscan refuncionalizar al marxismo. La ver-
do en Ladislao von Bortkiewicz— que lleva a tiente conocida como «marxismo analítico»
los autores a plantear un sistema de precios de se empeñó en «darle sentido a Marx»,18 en
producción que haría obsoletos los fundamen- un contexto más contemporáneo. Sin embar-
tos de la teoría del valor marxista. No es inten- go, ¿cómo se pretende dar sentido a Marx?
ción de este trabajo hacer una crítica a la críti- Por supuesto, en el sentido de la teoría domi-
ca, empero esta postura se basa en un proble- nante, hegemónica. En opinión de Moseley,
ma totalmente heterogéneo al formulado por incluso Roemer no reprime sino que enfatiza
Marx, las confusiones pueden rastrearse en un su propio deseo de reinterpretar la teoría de
mal entendimiento de El capital —en especial Marx en los términos de la «teoría del equili-
las formas del valor— desde su comienzo.16 brio general».
La teoría de la regulación es otra vertiente Dicha corriente retoma algunas de las crí-
relevante en el análisis social que intentó resig- ticas del neoricardianismo, en particular el
nificar el marxismo. Sus representantes clásicos individualismo metodológico al mejor estilo
son Alain Lipietz, Robert Boyer, Michel Aglietta neoclásico, con el que tratará de dotar al aná-
y Gérard de Bernis, quienes sugieren la necesi- lisis marxista de los microfundamentos «tan
necesarios» que brindan coherencia a su en-
15
Fred Moseley, Money and totality. A macro-monetary foque metodológico. El caso típico es Roemer,
interpretation of Marx’s logic in capital and the end of the quien parte de individuos atomísticos onto-
«Transformation problem», Leiden/Boston, Brill, 2016; Fred
Moseley, «Marx´s theory: true or false? A marxian response lógicamente anteriores a la sociedad —algu-
to blaug’s appraisal», en Fred Moseley (ed.), Heterodox eco- nos Robinson Crusoe ideales, recuérdese que
nomic theories. True or false?, Aldershot, Edward Elgar, 1993;
el personaje literario tenía una historia, un
Oscar Mañán, «Teoría marxista y transformación de valores
en precios, 117 años de controversias», Estudios Críticos del
17
Desarrollo, vol. 2, núm. 3, 2012. Gérard de Bernis, «Un mundo de trabajo para todos», Eco-
16
Fred Moseley, «Explanatory progress or retrogression in nomía Informal, septiembre, 1993, pp. 301-331.
18
economics? A Marxian response to Hausman», paper pre- Jon Elster, Making sense of Marx, Nueva York, Cambridge
sented at Mt. Holyoke College, june, 1993. University Press, 1985.

26
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
pasado como cualquier hombre— y en un para su tema y ha concentrado nuestra aten-
determinado momento irrumpen en el pro- ción correctamente».20 Cualquier semejanza
Esperar que la ciencia
ceso de intercambio con dotaciones diferen- con Friedman es pura casualidad. sea imparcial en una
ciales: «El proceso histórico que origina las No es difícil concordar en que los intentos sociedad de esclavitud
dotaciones iniciales donde comienza mi mo- de refutación del marxismo han sido una ma- asalariada, sería
la misma absurda
delo no es un tema de mi análisis. Es un tema raña de confusiones y que en realidad en la
ingenuidad
para el historiador».19 Como ejercicio intelec- mayoría de los casos fueron anticipados por que esperar
tual podrían buscarse «las siete semejanzas» Marx en las discusiones con los apologistas imparcialidad
con Jevons. Si el modelo logra los objetivos, del statu quo de su época. En síntesis, el avan- por parte
de los fabricantes
«el modelo ha hecho las abstracciones ade- ce en el planteamiento de los temas económi-
en lo que se refiere
cuadas: ha omitido cosas que no son básicas cos en los desarrollos neoclásicos contempo- al problema de si
ráneos es muy sospechoso; si se es riguroso, deben aumentarse
19
John E. Roemer, «Exploitation and labour theory of va-
los salarios
lue», Economic and Political Weekly, vol. 21, núm. 3, 1986,
20
de los obreros
p. 138. Idem.
disminuyendo
los beneficios
del capital.

27
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
quizá se encuentren ciertas reminiscencias an- construir una síntesis con sentido teórico y es-
teriores a los clásicos. tratégico para mejorar las condiciones de vida
en América Latina.
Marx en América Latina Las teorías de la dependencia rescatan en
tiene aún mucho que decir cierta medida algunos conceptos y categorías
presentados por El capital, en muchos casos de
No consigo parar de creer que estos tiempos manera parcial o deficitaria, casi siempre sin
de resignación, desprestigio de la pasión humana respetar el marco teórico donde tales categorías
y arrepentimiento del humano compromiso, cobran sentido. Marini es, tal vez, el exponente
son nuestro desafío pero no son nuestro destino. más original, al intentar teorizar ciertos aspec-
Eduardo Galeano, Mea Culpa tos de la competencia capitalista que enfrentan
a los ciclos de capital industrial del centro con
Marx influyó de modo importante en la re- mayor composición orgánica que los de la peri-
gión, si bien no directamente y, a menudo, no feria, mediante el análisis de sus consecuencias
se lo reconoce. No obstante, el proceso eco- para la organización social dependiente. Sus
nómico del capital sigue avanzando y subsu- resultados son debatibles en cuanto a la esencia
miendo a la región a los designios del merca- y la apariencia de tales procesos sociales.
do mundial. Una parte inconclusa del plan de En particular, el marxismo latinoameri-
Marx fue el análisis del mercado mundial y cano fue más eficaz al describir e interpretar
las categorías que podían llevar a la subsun- las relaciones capital-trabajo en cada uno de
ción de unas economías por otras. Numero- los países, aunque abundó menos en la rela-
sos estudiosos se concentran en el funcio- ción entre capitales nacionales heterogéneos
namiento de la ley del valor a escala local y y escasamente sobre la «competencia trans-
pocos en el estudio de la acumulación en el nacionalizada» entre los capitales nacionales
nivel global y lo que implica para los pueblos dependientes transnacionalizados y los capi-
latinoamericanos. tales de mayor composición de valor de los
Todavía queda bastante trabajo por realizar, países centrales. Tampoco se abordaron las
desde el punto de vista teórico es preciso ge- diferencias salariales como forma crucial en
nerar las categorías adecuadas para el análisis la explicación del intercambio desigual den-
de la acumulación en el mercado mundial, en tro del mercado mundial. Si bien no genera
especial, las transferencias de valor. Asimismo, valor sí lo distribuye cuando extrae, expropia
falta vincular las condiciones de acumulación a riqueza desde el mundo dependiente e incre-
escala nacional y el nexo entre los capitales na- menta las grandes brechas mediante la nive-
cionales que se transnacionalizan con otros de lación de precios que ocurre en la competen-
mayor desarrollo relativo. cia. Brechas que no son sólo económicas, sino
No cabe duda que el estudio en profundi- políticas, militares, sociales, culturales, tec-
dad de El capital y el desarrollo de categorías nológicas, entre el mundo pobre, dependien-
que ayuden a comprender la especificidad de te, colonizado y el mundo rico, colonizador y
la acumulación de capital en la región entra- esclavizante.
ñarían una revolución teórica indispensable Tanto de una lectura atenta de Marx co-
en esa coyuntura. Esto no implica desestimar mo de sus divulgadores es posible identifi-
los avances en siete décadas de pensamiento car varios mecanismos en los que se ejerce la
latinoamericano o en casi dos siglos de pensa- dependencia. De ellos se destacan las siguien-
miento marxista, sino subrayar la necesidad de tes formas:

28
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
a) Cuando hay competencia entre capitales en categorías que vinculen la función que tie-
transnacionales de diferente composición de nen los Estados nacionales en permitir/trabar
valor y opera una transferencia de valor des- la apropiación de valor o las transferencias que
de los capitales transnacionalizados de me- ocurren desde el capital nacional transnacio-
nos desarrollo (la esencia de esta dependencia nalizado de países periféricos y los capitales
marxista). transnacionalizados más desarrollados.
b) Cuando no existe competencia y las mer- Otros tópicos pendientes de resolución en
cancías son producidas por capitales transna- cuanto al aspecto teórico, abstracto y en sus
cionales de países periféricos, pero la demanda especificidades teóricas más concretas son
mundial se concentra en países cuyos capitales las formas actuales de los imperialismos, las
pueden ejercer «precios de monopolio». En tal guerras económicas o políticas y su relación
caso los precios se fijan por debajo del valor de con la acumulación de capital; ello con la in-
la mercancía y permiten una transferencia de tención de examinar el devenir histórico de
valor hacia capitales de países que ejercen el las etapas más actuales del capitalismo mun-
poder de monopolio comprador. dial y sus efectos en las formaciones sociales
c) Lo mismo ocurre si las mercancías son nacionales.
producidas únicamente por capitales trans- Enzo Faletto, en sintonía con los plantea-
nacionales nacionales de los países donde la mientos de Paul Singer para la región latinoa-
composición de valor es mayor; tampoco hay mericana, identifica tres periodos de depen-
competencia, pero se generan precios de mo- dencia: «dependencia consentida», que abarca
nopolios vendedores y las mercancías adquie- desde el siglo xix hasta 1914; «dependencia tole-
ren costos por encima de su valor al transferir rada», de 1918 a 1980; y «dependencia deseada»,
plusvalor hacia los productores en forma de ga- después de 1980.22 En la última fase, los Estados
nancia extraordinaria. nacionales, bajo la presión explícita de sus ca-
d) Los créditos internacionales constituyen pitales transnacionalizados, se subsumen a la
otro mecanismo de transferencia de plusvalor institucionalidad de la burguesía transnacional
por intereses fijados por los países dominantes; para incluso articular sus sistemas jurídicos y su
los efectos inmediatos son las célebres deudas organización política con el modelo anglosajón
externas que fungen como espada de Damocles u otras formas nuevas que permitan los flujos
en las economías dependientes. de plusvalor hacia el núcleo de la acumulación
e) La inversión extranjera de las corporacio- mundial.
nes transnacionalizadas es otra forma de suc- Es innegable la pertinencia de las ideas
ción de plusvalor hacia los países de origen, ya marxistas en estos temas, las formas actuales
que tales capitales pueden producir por debajo de la dominación capitalista no son el destino
del valor de los capitales nacionales, pagar a la inevitable de América Latina, sino el desafío
fuerza de trabajo por debajo del valor y embol- inminente para emprender un trabajo teórico
sarse ganancias extraordinarias.21 serio y una organización política imprescindi-
El papel del Estado es un pendiente más en ble hacia una liberación que no admite ya la
el proyecto de investigación de Marx (al igual menor demora.
que el mercado mundial). Engels y Lenin, se-
guidores de su obra, desarrollaron algunos as-
pectos. No obstante, parece necesario avanzar
22
Beatriz Stolowicz, El misterio del posneoliberalismo, Co-
21
Enrique Dussel, op. cit. lombia, Espacio Crítico Ediciones, 2016.

29
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
Consideraciones finales: conservador».23 Es esta la historia de una teoría
la ciencia como práctica social revolucionaria que, enmarcada en una práctica
conservadora, se convierte en un simple testigo
Nadie combate la libertad; del pensamiento económico.
a lo sumo combate la libertad de los demás. Las tareas para los marxistas, propuestas
La libertad ha existido siempre, por Héctor Guillén24 para avanzar en el de-
pero unas veces como privilegio de algunos, sarrollo de un método de análisis y transfor-
otras veces como derecho de todos. mación con importantes ventajas son tres: a)
Karl Marx conocer a detalle los planteamientos críticos;
b) avanzar en la crítica interna de la economía
La ciencia en tanto práctica social no está burguesa; c) tratar de discernir entre los «eco-
exenta de los designios de la clase dominante, nomistas vulgares» y los «economistas bur-
y, en particular, las universidades públicas, en gueses», entre un Friedman y un Minsky, en-
tanto aparatos ideológicos del Estado, tampo- tre un Roemer y un Keynes.
co se apartan demasiado de la práctica políti- Si se mejora en el sentido indicado, con se-
co-ideológica indispensable para sostener la guridad se podrían definir las formas de com-
dominación. Por supuesto, los controles que la paración que merecen los diferentes esquemas
«práctica política» dominante impone al de- teóricos de la economía. Probablemente resul-
sarrollo de la ciencia son conocidos y no cons- te inútil —por lo menos para el marxismo—
tituyen un monopolio de los países capitalis- aminorarlo y refuncionalizarlo de tal manera
tas, menos aún, de la teoría económica. que sólo se digne a responder las preguntas
En varios países de América Latina las uni- apologéticas que los economistas burgueses le
versidades —y también los centros privados obligan a realizar.
de investigación— mantienen líneas de tra- En opinión de Göran Therborn,25 «con el
bajo muy estrictas, de manera que los docentes regreso del socialismo desde la ciencia a la uto-
o investigadores que no se ajustan a las «mo- pía» la teoría social crítica deberá tomar nue-
das» dominantes no tienen cabida en ellas. En vamente un lugar preponderante. Los proble-
México, quizá la realidad sea diferente, pero en mas que estuvieron en la base del nacimiento
otros casos los intelectuales «críticos» se en- de la teoría de Marx, los cuales intentó escla-
cuentran reducidos a determinados lugares del recer al apuntar los caminos de la transfor-
ámbito académico, aislados de otros, por lo que mación necesaria, siguen vigentes. Aunque el
el debate nunca sucede. Ninguna de esas prác- «concreto pensado» de Marx ha cambiado de
ticas contradice la organización político-ideo- modo considerable, los nuevos problemas de
lógica de la clase hegemónica, si bien la prime- la actual «globalización» conllevan «interde-
ra crea un impacto —o reacción— negativo en pendencia global» y «miseria global», de ahí
lo académico, la segunda propicia una práctica que un «entendimiento dialéctico de la unidad
teórica «acomodada a las instituciones» que 23
José Valenzuela Feijóo, Cuadernos de trabajo de economía
representa, desconectada de cualquier otra. En política, serie Teoría del valor, núm. 2, México, Facultad de
numerosos casos «los marxistas» aparecen co- Economía-Universidad Nacional Autónoma de México, 1989,
p. 24.
mo meros propagadores de algo distinto, curio- 24
Héctor Guillén Romo, «Algunos problemas de interpreta-
so y muerto, tan lejano del mundo de los vivos ción en la teoría de precios de producción de Piero Sraffa»,
que «se pudre en una escolástica pseudo dia- Problemas del Desarrollo, vol. 10, núm. 39, 1988.
25
Göran Therborn, «Dialectics of modernity: on critical
léctica de corte profundamente burocrático y
theory and legacy of twentieth-century marxism», New
Left Review, núm. 215, enero-febrero, 1996.

30
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
de contrarios es el llamado de hoy, no menos sociales en el capitalismo y «las relaciones de
acuciante que en tiempos de Karl Marx». Co- producción a escala global y sus efectos sobre
mo rescata Therborn,26 «el más obvio» de las relaciones sociales (...) El marxismo puede
los futuros para la «teorización» inspirada no tener soluciones prontas, pero su año crí-
por Marx se halla en dilucidar el estado ac- tico no necesariamente ha pasado». He aquí
tual de la confrontación básica de las fuerzas nuestro desafío.

26
Idem.

Las formas actuales de la dominación


capitalista no son el destino inevitable
de América Latina, sino el desafío
inminente para emprender una
organización política imprescindible
hacia una liberación que no admite
ya la menor demora.

31
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
··· DEBATE

Capital y desarrollo:
exposición de una relación íntima
HENRY E ME ER*

El concepto de «capital» es la clave y la piedra angular de la economía política del desarrollo


y de los estudios críticos, de su discurso teórico y político. En el ensayo se exploran tres dimensiones
del concepto que permiten comprender el proceso de desarrollo capitalista actual en América Latina.
En el primer apartado se analiza el concepto de capital en el trabajo científico de Marx, en El capital
para ser preciso; en el segundo, se expone la relación del concepto con el proceso de desarrollo
en el nivel de la teoría; en el tercero se aborda tal vínculo en el contexto de la transición
en el desarrollo de las fuerzas productivas en América Latina, y con respecto a las relaciones sociales
y la lucha de clase correspondiente. A ese proceso se le denomina la nueva geoeconomía del capital.

Marx y el capital base científica para la política del movimien-


to obrero moderno. El objetivo era «llevar
El capital es la potencia económica, que lo domina una ciencia, mediante la crítica, al punto en
todo, de la sociedad burguesa. Debe constituir el que pueda representarse dialécticamente»
punto de partida y el punto de llegada (...) Es ne- y, por lo tanto, «revelar la ley del movimien-
cesario desarrollar con exactitud el concepto de to de la sociedad moderna» e identificar las
capital, ya que él mismo es el concepto básico de fuerzas generadas por el modo de producción
la economía moderna, tal como el capital mismo capitalista, una combinación particular de
—cuya contrafigura abstracta es su concepto— las fuerzas productivas y las relaciones socia-
es la base de la sociedad burguesa. De la concep- les correspondientes, que en algún momento
ción certera del supuesto fundamental de la rela- se unirían para producir una forma moderna
ción, tienen que derivar todas las contradicciones de sociedad socialista.
de la producción burguesa, así como el límite ante El capital es una crítica de la «economía
el cual ella misma tiende a superarse.1 política», la economía clásica de Adam Smith,
* Docente
investigador en la David Ricardo y John Stuart Mill. Basado en la
Unidad Académica El proyecto de Marx consistía en estudiar el relación capital-trabajo, una relación de ex-
de Estudios capital en cuatro libros a fin de generar una plotación económica, el argumento es que el
del Desarrollo,
capitalismo está dividido por contradicciones
Universidad 1
Karl Marx, Elementos fundamentales para la crítica de
Autónoma y fuerzas de cambio que inevitablemente lle-
la economía política (Grundrisse), vol. i, México, Siglo xxi,
de Zacatecas 1984b [1857-1858], p. 273. varán a su derrocamiento, como resultado de

32
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO
acciones colectivas tomadas por la clase traba- proceso político del cual resulta un aumento
jadora una vez que ha desarrollado la concien- de la riqueza de la sociedad. La riqueza creada
cia de clase, es decir, que ha cobrado conciencia por el capital está formada por trabajo acumu-
de su situación y de la misión histórica de crear lado. Materias primas, instrumentos de trabajo
una sociedad superior sin clases: el socialismo. y medios de vida que se emplean para producir
En El capital, Marx no analiza el proceso de nuevas materias primas, nuevos instrumentos
la transformación del capitalismo en socialis- de trabajo y nuevos medios de vida. Sin embar-
mo. Eso implica condiciones y fuerzas que no go, tales elementos sólo en determinadas con-
pueden examinarse científicamente, una lucha diciones se convierten en capital, bajo ciertas
de clases enraizada en un sistema basado en las relaciones sociales de producción.
relaciones de producción social capitalistas. El
capital es un tratado científico de las fuerzas li- El proceso de producción capitalista
beradas en el proceso de desarrollo capitalista y
las condiciones objetivas creadas por el funcio- A partir de la sección tercera del libro I, Marx
namiento de dichas fuerzas, condiciones que se aboca a estudiar el proceso de producción
son independientes de la voluntad humana y capitalista. Anteriormente, había estudiado en
objetivas por sus efectos en los individuos (y en abstracto a la sociedad mercantil, donde sólo
los países, de acuerdo con la teoría neomarxis- existían productores de mercancías. Ahora es-
ta de la dependencia) según su ubicación en el tudia en abstracto a la sociedad burguesa, don-
sistema. de existen capitalistas y asalariados. El proceso
El primer libro es una exposición general de producción en la sociedad mercantil simple
del modo de producción capitalista, sus ele- tiene un carácter dual: la producción de bie-
mentos básicos y su articulación, vistos de ma- nes y la producción de valor. En la sociedad
nera general y analítica sin considerar ciertas capitalista el proceso de producción también
variables (especialmente de la circulación), si- ostenta un carácter dual, pero distinto al de
no centrándose en la fase de producción que la sociedad mercantil: es un proceso de pro-
Marx considera el fundamento de todo el siste- ducción de bienes y un proceso de producción
ma capitalista y de todo modo de producción. de capital, de valor que se valoriza a sí mismo.
El primer tomo analiza la dinámica de la pro- Lo que distingue a la sociedad capitalista es la
ducción capitalista —el proceso de producción organización de la producción con base en el
de capital— que depende de la conversión o trabajo asalariado: el alquiler de la fuerza de
transformación del dinero en capital y el pro- trabajo.
ducto social, así como de los medios de produc- La fuerza de trabajo, productora de las mer-
ción en mercancías; la producción de plusva- cancías, se cambia, se compra y se vende como
lor, es decir, la conversión del valor de la fuerza otra mercancía cualquiera; obedece a las mis-
de trabajo en salarios y ganancias; y la dinámi- mas leyes del mercado, sin importar que detrás
ca involucrada en la acumulación de capital. de ellas hay un hombre y su familia: el proleta-
En sentido clásico, el término de acumula- rio. Este proletario es libre, dice Marx, parodian-
ción se refiere al aumento disponible no sólo de do el lema de la Revolución francesa, pero ad-
los bienes de capital propiamente dichos (ma- vierte que en realidad lo es en un doble sentido:
quinarias, plantas, etcétera) también de capital libre (o sea carente) de medios de existencia y
financiero y de capital humano (educación, ca- de medios de producción (si no vende su trabajo
pacitación, etcétera). Este aumento de capital no sobrevive), pero libre de venderle su fuerza
se basa en el ahorro y la inversión productiva, de trabajo al capitalista que él elija de entre los

33
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
interesados en comprarla. El trabajador asala- bajo, por lo que dispone o hace uso de ella to-
riado vende su capacidad para trabajar, pero do el tiempo que le sea posible, cada día. Como
ésta es inseparable de la persona y no se puede premisa, la jornada laboral se prolongará por
vender aisladamente; una vez hecho el contrato un tiempo mayor que el necesario para produ-
entre capitalista y trabajador, éste, su personali- cir, en las condiciones normales de trabajo, los
dad completa, su cuerpo entero, pasa a manos medios de existencia y reproducción (víveres,
de aquel. vivienda, educación, hijos, etcétera) del obre-
En los capítulos siguientes, Marx analiza las ro. A cambio, el capitalista paga al asalariado
distintas formas del capital según su función en un precio por su fuerza de trabajo como lo hace
el proceso de valorización (capital constante y por cualquier otra mercancía, es decir, paga un
capital variable); el plusvalor relativo y absolu- precio equivalente a lo que costó producirla. El
to; la jornada laboral (extensión e intensidad) y capitalista no paga un precio por el trabajo que
la división en trabajo necesario y plustrabajo; la hace el asalariado, porque el precio de las mer-
tasa y la masa de plusvalor; el papel de la coo- cancías no está determinado por el uso que se
peración en el taller o la fábrica (que gracias a hace de ellas, sino por lo que costó producirlas,
la optimización de la división técnica del traba- su valor: la cantidad de trabajo socialmente ne-
jo por la manufactura resulta en una fuerza de cesario invertida en producirlas.
trabajo social superior a la suma de las fuerzas La distinción entre fuerza de trabajo y tra-
de trabajo individuales); las condiciones tecno- bajo es clave. El capitalista paga el valor de la
lógicas en las que se realiza la producción ca- fuerza de trabajo y a cambio recibe el valor
pitalista (desde la manufactura hasta la gran creado por el trabajador durante la jornada la-
industria mecanizada); la descripción —y de- boral. De manera que en una parte de la jorna-
nuncia— de las condiciones de vida de la clase da el asalariado trabaja para reproducir el valor
obrera inglesa; las diversas formas de salario; de su fuerza de trabajo y en otra parte trabaja
por último, la acumulación del capital. «gratis» para el capitalista. La diferencia entre
El proceso de trabajo capitalista es un pro- el valor de la fuerza de trabajo y el valor acre-
ceso de valorización y de producción de plus- centado no pagado al obrero es lo que Marx de-
valor. Lo que comienza con una inversión de nomina plusvalía, que será la base de la ganan-
cierta cantidad de dinero hecha por el capita- cia capitalista.
lista termina, después del ciclo, en un aumen- De lo anterior la premisa histórica básica es
to de esa cantidad. En apariencia es como si el el intercambio de mercancías, pues el capitalis-
dinero se hubiese multiplicado por sí mismo. ta compra la fuerza de trabajo como una mer-
Marx analiza y critica las diferentes maneras cancía. Ello implica la otra premisa histórica
en que los economistas clásicos han intentado básica: que las condiciones sociales son tales
explicar este aumento, y cómo han fracasado, que el trabajador tiene que vender su fuerza de
pero al profundizar en la teoría del valor de Da- trabajo como mercancía. Marx demostró que
vid Ricardo, descubre el secreto de la plusvalía eso es posible si el trabajador carece de me-
mientras expone el funcionamiento del modo dios de existencia y de medios de producción
de producción capitalista. para trabajar, entonces como poseedor de sólo
En el sistema capitalista la formación de la su fuerza de trabajo se ve obligado a venderla
plusvalía se efectúa, de acuerdo con Marx, de la al capitalista para subsistir. La sociedad bur-
siguiente manera: el trabajador vende su fuer- guesa necesita de trabajadores libres en un do-
za de trabajo al capitalista; el capitalista se con- ble sentido: como propietarios privados de su
vierte en dueño de la mercancía fuerza de tra- fuerza de trabajo y como carentes de medios de

34
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
producción propios. El proletario está forzado capitalista) y la reducción del salario (parte del
a vender su capacidad de trabajo al capitalista valor que el capitalista paga al trabajador). Pe-
para sobrevivir; y sólo es libre de decidir a qué ro, tal como explica Marx, existen límites «na-
capitalista se la venderá o de no venderla so turales» y «morales».
pena de vivir en la marginalidad y la extrema El capitalista procura elevar relativamente
pobreza. Los trabajadores asalariados son libres la plusvalía al modificar el proceso técnico de
en tanto no son esclavos ni siervos: ningún po- trabajo y las condiciones laborales, al introdu-
der personal los obliga a trabajar, quien lo hace cir medios de producción más eficientes y al
es el poder impersonal de la economía. subir la intensidad del trabajo. Esto disminuye
En los siguientes capítulos, Marx expone el tiempo necesario para producir las mercan-
cómo los capitalistas intentan mantener y au- cías en general (donde se incluyen los medios
mentar la plusvalía. Una forma es el incremen- de existencia del obrero, pues así consigue dis-
to de plusvalía absoluta mediante la extensión minuir el valor de la fuerza de trabajo). Así, sin
de la jornada laboral (incremento del tiempo modificar la extensión de la jornada laboral, el
en que el obrero trabaja exclusivamente para el tiempo de trabajo remunerado decrece en favor

Lo que distingue a la sociedad capitalista


es la organización de la producción
con base en el trabajo
asalariado, esto es,
el alquiler de la fuerza
de trabajo.

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volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
del tiempo de trabajo no remunerado, lo que capital mediante la extracción de plusvalía se
Marx denomina plusvalía relativa. denomina acumulación de capital.
Sostiene Marx que esta última considera- La ley general de la acumulación capitalista
ción evidencia que, en cierto momento del de- de Marx enuncia que a medida que se acumu-
sarrollo capitalista, el aumento de la plusvalía la el capital se produce y consolida un número
se convierte en un problema técnico. Ante los creciente de obreros sobrantes para el sistema,
daños físicos y morales ocasionados por la larga denominado ejército industrial de reserva. La
y extenuante jornada de trabajo, la clase obrera población supernumeraria subsiste en condi-
eventualmente se organiza y consigue imponer ciones precarias y presiona indirectamente a la
una disminución y reglamentación de la jorna- formación de condiciones de explotación ma-
da de trabajo. Si los capitalistas ya no pueden yores para los demás obreros y a la propagación
extender tal jornada, entonces el problema de la miseria de los obreros en general. A me-
del incremento de la plusvalía sólo es posible dida que se acumula capital y por consiguiente
de manera relativa y se torna en un problema riqueza, se produce a la par una creciente mi-
técnico: mejorar los medios de producción. La seria en la mayoría de la población: la acumu-
apropiación de los inventos mecánicos ha sido lación de capital en un polo es equivalente a la
el gran recurso de los capitalistas. No obstante, acumulación de miseria en el otro.
como argumenta Marx, eso no significa que la En el capítulo «La llamada acumulación ori-
clase capitalista no intente quebrar la oposi- ginaria», Marx analiza cómo en Inglaterra se
ción de la clase obrera para extender de forma crearon trabajadores libres para satisfacer la de-
permanente la jornada de trabajo o cada vez manda de fuerza de trabajo por la industria: ex-
que la plusvalía disminuya. pulsión masiva a «sangre y fuego» de los cam-
Marx demuestra cómo la gran industria, con pesinos de sus tierras y una severa represión del
la aplicación de las ciencias naturales al servi- «vagabundeo». Mediante esos métodos extrae-
cio de la mecanización del proceso de trabajo, conómicos se logró de forma acelerada una con-
en lugar de favorecer a la clase obrera al reducir centración de las tierras y un proletariado disci-
la jornada laboral (pues lo que antes se producía plinado para ser explotado en la industria. «Si
en un día de trabajo artesanal ahora se efectuaba el dinero, como afirma Augier, ‹viene al mundo
en una hora de trabajo industrial) la perjudicó con manchas de sangre en una mejilla›, el capi-
de diversos modos: hacinamiento, extenuantes tal lo hace chorreando sangre y lodo, por todos
jornadas, trabajo infantil, insalubridad, etcéte- los poros, desde la cabeza hasta los pies».2
ra. Esto no se debe a la industrialización, sino a «Tendencia histórica de la acumulación ca-
su empleo capitalista. pitalista» es el apartado 7 del capítulo citado,
desde un análisis científico e histórico retoma
El proceso de acumulación de capital el programa revolucionario expuesto en el Ma-
nifiesto comunista: la expropiación de capita-
En la última sección del libro, que sintetiza los listas por el pueblo y el establecimiento de una
aportes de las secciones anteriores, Marx ex- asociación de prooductores libres mediante la
plica la reproducción del capital. La plusvalía propiedad colectiva de la tierra y los medios so-
extraída en la producción se convierte en ga- ciales de producción.
nancia, una parte de la cual es consumida por
el capitalista, mientras que la otra es reinver-
tida en medios de producción y salarios, lo que 2
Karl Marx, El capital, tomo i, vol. iii, México, Siglo xxi, 1975,
constituye el pluscapital. El crecimiento del p. 950.

36
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
Capital y desarrollo mo lo concibieron los pioneros de la teoría del
en el contexto actual desarrollo económico (crecimiento anual del
producto interno bruto), el capital relevante
El capital, en el discurso de la economía po- es distinto a aquel que se relaciona con el de-
lítica del desarrollo, es toda forma de riqueza sarrollo comprendido como expansión plena
o recurso productivo que funciona como pa- de las capacidades de cada miembro de la so-
lanca para generar más riqueza. Así, es el fac- ciedad, de su potencialidad humana. En ese
tor determinante en el proceso de desarrollo caso, el desarrollo implica la acumulación de
de las fuerzas productivas y en el desarrollo capital humano —conocimientos y habilida-
visto como proyecto para mejorar la condi- des como recurso productivo— mientras que
ción social de una población determinada. en el caso anterior el capital aparece en forma
Aunque existe un consenso sobre ello, per- de dinero y el desarrollo entraña la acumula-
siste una gran confusión, incluso un debate, ción de capital en forma de capital financiero,
en torno a la relación entre capital y desarro- acumulado en los mercados de capital o en el
llo. La confusión se genera porque en los he- valor agregado por el trabajo como ganancias
chos el capital y el desarrollo adoptan distin- o utilidades, se retorna al dinero invertido.
tas modalidades, pero en diversos discursos Para descifrar la función del capital en el
teóricos y políticos se omiten las diferencias, proceso de desarrollo, es necesario especifi-
esto es, no se distingue el sentido en que se car las diversas formas que adoptan el capital
utiliza el concepto de capital. y el desarrollo, y relacionarlas al marco teóri-
Si entendemos el desarrollo de la forma co y al mundo práctico en el contexto actual.
en que Marx lo entendía, como la expansión Al respecto, es pertinente el proyecto del Pro-
de las fuerzas productivas del sistema, o co- grama de las Naciones Unidas para el Medio

El trabajador
asalariado vende
su capacidad
para trabajar
pero ésta es
inseparable
de la persona
y no se puede
vender
aisladamente.

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volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
Ambiente (unep por sus siglas en inglés) y la quinaria y equipo) y el capital natural (la tierra
Universidad de las Naciones Unidas/Programa y sus recursos: combustibles fósiles, minerales
Internacional de las Dimensiones Humanas del y metales, productos agrocomestibles y foresta-
Cambio Ambiental Global (unu-ihdp por sus les, pesca).
siglas en inglés), publicado en 2012. Tradicio- En este marco teórico y conceptual, el capi-
nalmente, el desarrollo o el crecimiento eco- tal y la riqueza nacional asumen cuatro formas
nómico se mide en términos del ingreso total principales: financiera, física, natural y huma-
de la población de acuerdo con sus actividades na. Para establecer la estructura de capital acu-
económicas o de la producción total de bienes mulado se calcula la proporción de tales formas
y servicios, es decir, del cúmulo de mercancías en la riqueza nacional, lo que permite cons-
(con referencia a la tendencia del capitalismo truir no sólo un ranking relativo a la riqueza
de convertir en mercancías los productos socia- total de todas las naciones en el sistema mun-
les y los medios de producción). En tal proceso dial (el nivel de desarrollo medido en términos
el concepto de desarrollo se define en función de riqueza, no por los incrementos anuales en
del ingreso nacional: los cambios anuales en el el ingreso nacional), sino la proporcionalidad
valor total de la producción social, o el valor de y función de estas formas de capital o recursos
los salarios totales más el valor total de la masa productivos.
de capital invertido en los mercados. Un análisis comparativo de la riqueza de las
Otra forma de medir el desarrollo es me- naciones elaborado por los autores del Informe
diante la distribución social del ingreso nacio- de riqueza inclusiva 2012, descubrió que en las
nal, en particular la participación del trabajo naciones más desarrolladas el capital humano
y el capital, o la relación entre los ingresos del configura una alta proporción de la riqueza na-
trabajo dirigidos al consumo (salarios) y los cional: 90 por ciento en Reino Unido y 78 por
ingresos del capital destinados a la inversión ciento en Estados Unidos. Mientras que en los
(capital). Pero en aquella publicación de las países relativamente menos desarrollados, co-
Naciones Unidas, por primera vez se define mo los de América Latina, destaca el capital na-
y mide el desarrollo nacional a partir de la ri- tural -30 por ciento en el caso de Chile y 46-47
queza total —la riqueza de las naciones, como por ciento en Colombia y Venezuela.3
sostenía Adam Smith—, no desde el ingreso Naciones como Japón, un país «desarro-
nacional. llado» o avanzado debido a su riqueza y desa-
Conforme a este concepto de desarrollo, los rrollo, poseen un capital natural (valor de los
economistas que suscriben la publicación de recursos naturales extraídos y convertidos en
las Naciones Unidas construyeron un nuevo mercancías) con una participación menor, só-
índice para medir la riqueza de un país —ri- lo 1 por ciento.4 En la estructura de la riqueza
queza inclusiva, en su concepción— que con- de estos países, destaca la acumulación de ca-
sidera, a parte del capital financiero (capital pital humano (73 por ciento en Japón) y el capi-
invertido en la expansión de la producción o tal físico (26 por ciento en Japón). Los datos del
en los mercados de capital), el capital humano informe refuerzan la teoría de la maldición de
(conocimientos, habilidades y sistemas de in-
novación, educación, potencial de percibir in- 3
United Nations University-International Human Dimen-
gresos, expectativa de vida), el capital físico o sions Programme on Global Environmental Change and
productivo (infraestructura económica, carre- United Nations Environment Programme (unu-ihdp/unep),
Inclusive Wealth Report 2012. Measuring progress toward
teras y ferrocarriles, sistema de comunicación,
sustainability, Cambridge, Cambridge University Press, 2012.
vehículos y transporte, planta industrial y ma- 4
unu-ihdp/unep, op cit.

38
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
recursos 5 —la idea de que los países más ricos pectivamente. Esto implica que, si bien fueron
en recursos naturales suelen ser relativamente testigos de los mayores incrementos en el ca-
pobres en cuanto a su riqueza nacional. pital producido, la contribución al índice de ri-
Al efectuar la contabilidad de la riqueza na- queza inclusiva es el más bajo en los países de
cional por país y un análisis comparativo de la referencia.7
base productiva de la economía por la compo- Pero éstos son sólo ejemplos circunscritos
sición del capital, se obtuvieron los siguientes a la esfera nacional. Hace falta analizar las di-
datos. El factor predominante en el proceso de námicas de la acumulación, las formas en que
acumulación y desarrollo en las naciones ricas se ha movilizado y acumulado el capital en la
es el capital humano. En Estados Unidos has- producción de la riqueza nacional a escala del
ta 78 por ciento del stock de capital acumulado sistema mundial. Es evidente que en la mayoría
en el periodo de 1990 a 2008 era capital huma- de los casos el principal motor del crecimiento
no versus 16 por ciento para capital productivo económico y la expansión de la riqueza nacio-
y 7 por ciento de capital natural.6 Referente a nal han sido los capitales humano y productivo.
otros países desarrollados (Japón, Reino Unido, Sin embargo, debe considerarse el contexto. Por
Alemania, Francia), el peso de capital huma- ejemplo, en las condiciones actuales de la nue-
no en la riqueza nacional total varía de 67 a 90 va geoeconomía del capital en América Latina
por ciento. En comparación, el peso del capi- (véase el siguente apartado) es posible detectar
tal producido oscila entre 9 (Reino Unido) y 26 una expansión relativa de capital extractivo (a
por ciento (Japón). Respecto al peso del capital partir de la acumulación de capital en su for-
natural en la riqueza nacional, fluctúan entre ma natural) y, por lo tanto, una expansión de
1 por ciento (Japón, Reino Unido, Francia) y 8 su función en el proceso de desarrollo. El Infor-
por ciento (Alemania). me de riqueza inclusiva 2012 establece que el
Para los países que experimentaron un pro- capital humano, el conocimiento como recurso
ceso de industrialización rápido en décadas re- productivo, es el mecanismo principal de acu-
cientes —China, India—; el capital humano mulación, factor determinante en el proceso de
fue un factor importante, pero lo que destaca es desarrollo económico.
la acumulación de capital producido o físico. En
estas naciones el capital manufacturado o pro- La nueva geoeconomía
ducido en el periodo 1990-2008 experimentó una del capital en América Latina
expansión desproporcionada —168 por ciento
en caso de India—; por su parte, el capital hu- Con la promoción del Consenso de Washing-
mano aumentó a una tasa más baja, mientras ton en los 1980 que estipulaba un capitalismo
que el capital natural disminuyó. Sin embargo, de libre mercado y destrabar las «fuerzas de li-
aun en estos países el capital humano fue el fac- bertad económica» (capital, mercado, empresa
tor principal en el proceso de desarrollo. privada) de la regulación restrictiva del Estado
En la riqueza nacional de los tres países ci- de desarrollo y de bienestar, el proceso de desa-
tados, el peso del capital producido fue aproxi- rrollo capitalista experimentó una involución y
madamente de 17 por ciento en comparación una transformación de gran alcance en la peri-
con la participación de los capitales humano y feria del sistema mundial de capital. En Amé-
natural, un promedio de 37 y 46 por ciento, res- rica Latina hubo una gran afluencia de capi-
tal en forma de multinacionales e inversión
5
Richard M. Auty, Sustaining development in mineral eco-
nomies: the resource curse thesis, London, Routledge, 1993.
6 7
unu-ihdp/unep, op. cit. Idem.

39
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
Cuadro 1. Distribución porcentual de ied por sector en América Latina

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008


Recursos 10 12 12 11 12 13 12 15 30
Fabricación 25 26 38 35 38 37 36 35 22
Servicios 60 61 51 48 46 48 51 49 47

Fuente: Adaptado de J.M. Arellano, «Canadian Foreign Direct Investment in Latin America»,
Background Paper, North–South Institute, Ottawa, 2010, tabla 2.

extranjera directa (ied). Para 1990, la región minerales, agroalimentos, productos forestales,
se convirtió en destino y receptáculo de una biocombustibles— a gran escala.9 Los proyec-
oleada de capitales que buscaban mercados y tos extractivos generalmente implican inver-
sectores rentables para la inversión producti- siones a gran escala (a menudo extranjeras) en
va o fuentes de trabajo barato, oportunidades el acaparamiento de tierras: 10 concesiones para
económicas y ganancias extraordinarias vin- explorar y extraer minerales y metales, infraes-
culadas con la extracción, mercantilización y tructura para proyectos de desarrollo emprendi-
exportación de recursos naturales. dos por empresas transnacionales y actividades
El cuadro 1 expone una panorámica general de capital intensivo que generan poco empleo
de los flujos de capital y las dinámicas de acu- más allá de la etapa de construcción. El extracti-
mulación, lo cual puede denominarse como «la vismo en ese contexto también requiere una ex-
nueva geoeconomía del capital» en la región. pansión territorial constante —la extensión de
En este marco, se advierte el predominio del ca- la frontera extractiva a áreas remotas donde aún
pital en la búsqueda de recursos y un flujo cre- quedan grandes reservas de minerales, fuentes
ciente a la periferia sudamericana, donde una de energía y productos agroalimentarios sin ex-
variedad de condiciones conspiró para favore- plotar—, que conduce al desplazamiento o la
cer el resurgimiento del capital extractivo, entre destrucción de formas alternativas de produc-
ellas el auge de los productos básicos y una serie ción local y formas de vida. Para Svampa y otros
de gobiernos obedientes y ansiosos por apro- académicos latinoamericanos centrados en el
vechar su ventaja comparativa en recursos na- extractivismo,11 el resultado es la proliferación
turales. Varios cambios en la economía global, 9
Maristella Svampa, «Resource extractivism and alternati-
especialmente el ascenso de China como poten- ves: Latin American perspectives on development», Journal
cia económica y la expansión de la demanda de für Entwicklungspolitik (jep), vol. 28, núm. 3, 2012, pp. 43-73;
Maristella Svampa y Enrique Viale, Maldesarrollo. La Argen-
recursos naturales, incitaron ese proceso, lo que
tina del extractivismo y el despojo, Buenos Aires, Katz, 2014.
resultó en una «nueva dependencia».8 10
Saturnino Borras, Jennifer Franco, Sergio Gómez, Cristo-
En el contexto latinoamericano, la nueva de- bal Kay y Max Spoor, «Land grabbing in Latin America and
the Caribbean», Journal of Peasant Studies, vol. 39, núms.
pendencia se ha conformado como la explota- 3-4, 2012, pp. 845-872.
ción de los recursos naturales y la exportación 11
Eduardo Gudynas, «The new extractivism in South Ameri-
de bienes primarios —hidrocarburos, metales y ca: ten urgent theses about extractivism in relation to current
South American progressivism», Bank Information Center,
2010, in http://www.bicusa.org/en/Article.11769.aspx; Eduar-
8
Atilio Borón, «Teorías de la dependencia», Realidad Eco- do Gudynas, «La izquierda de los límites al nuevo extractivis-
nómica, núm. 238, agosto-septiembre 2008; Carlos Eduardo mo», La Primera, 2011, en http://www.diariolaprimeraperu.
Martins, Globalizacao, dependencia e neoliberalismo na com/online/columnistas/la-izquierda-de-los-limites-al-
América Latina, Sao Paulo, Boitempo, 2011; Adrián Sotelo, nuevo-extractivismo_85841.html; Eduardo Gudynas, «Ex-
«Neoimperialismo, dependencia e novas periferias», en A tractivisms: concepts, local impacts and spill-effects», in
América Latina e os desafíos da globalizaca, Rio de Janeiro, Ronaldo Munck and Henry Veltmeyer (eds.), Alternative de-
Boitempo, 2009. velopment models: Latin American results and prospects?,

40
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
de economías de enclave y la fragmentación colectados en el proceso de exportaciones de
de los territorios indígenas y campesinos a productos primarios para financiar progra-
través del despojo: «acumulación por despo- mas de reducción de la pobreza). Tal desarro-
sesión» en el discurso marxista.12 llo se reflejó en la discusión teórica sobre el
Las condiciones cambiantes, en el nuevo «neoextractivismo».13
milenio, originaron una dinámica completa- Bajo las condiciones del boom de las ma-
mente diferente basada en la nueva geopolí- terias primas en el mercado mundial, el re-
tica y geoeconomía del capital extractivo. En chazo generalizado del neoliberalismo en los
el nivel político, la resistencia de los movi- círculos políticos y el sector popular, y el ale-
mientos campesinos contra la agenda neoli- jamiento de ciertos gobiernos del neolibera-
beral propició un desencanto generalizado y lismo hacia el activismo estatal incluyente, el
el rechazo del neoliberalismo como doctrina extractivismo (junto con la reprimarización
económica y modelo de desarrollo. A finales de las exportaciones) se convirtió en la for-
de la década, el neoliberalismo estaba a la de- ma dominante de acumulación de capital y
fensiva, lo que propició la sucesión de regí- desarrollo nacional en la región. El extractivismo
menes «progresistas» (anti o posneolibera- en este contexto
también requiere
les) orientados hacia un «activismo estatal
una expansión
incluyente» (el uso de rentas de recursos re- territorial constante
que conduce
London, Routledge, 2017; Eduardo Gudynas y Alberto Acos- al desplazamiento
ta, «El Buen Vivir más allá del desarrollo», Quehacer, núm. 13
Eduardo Gudynas, «The new extractivism...»; Eduardo o la destrucción
181, 2011, pp. 70 -81. Gudynas, «La izquierda de los límites...»; Henry Veltme- de formas
12
David Harvey, The New Imperialism, Oxford, Oxford Uni- yer y James Petras, El neoextractivismo, México, Paidós, alternativas
versity Press, 2003. 2015. de producción
local y formas
de vida.

41
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
··· DEBATE

Teoría del valor y ciencia


en el capitalismo contemporáneo

GUILLERMO

Suele decirse que la teoría del valor de Marx carece de utilidad porque en el capitalismo
contemporáneo muchas corporaciones transnacionales obtienen mayores ganancias derivadas
de activos intangibles que de procesos productivos. Como los activos intangibles se vinculan
a los derechos de propiedad intelectual, se considera que su relevancia no está relacionada
con la producción, el valor y el plusvalor. Sin embargo, la teoría del valor de Marx no sólo
sigue siendo apropiada para estudiar el capitalismo contemporáneo, sino que es la única
apta para explicar las crisis. Este artículo explora la relación entre teoría del valor y ciencia
contemporánea en un contexto en el que es explícita la importancia del conocimiento
intangible en el desarrollo en términos como «economía del conocimiento» o «teorías
-
dicha teoría con el interés de analizar el papel de la ciencia en el desarrollo contemporáneo.

Introducción de las ganancias derivado de los activos in-


tangibles ha superado en muchas corpora-
Es común la idea de que la teoría del valor ciones transnacionales a las ganancias de los
de Marx no tiene utilidad en el capitalismo procesos productivos.2 Como los activos in-
contemporáneo. No es una idea nueva. Ha- tangibles están en gran medida sometidos a
ce más de un siglo, el economista estadouni- los derechos de propiedad intelectual, surge
dense Veblen argumentaba que la ganancia la idea de que su valor es ajeno a la produc-
de las empresas se debía al monopolio que ción, al valor y plusvalor de la teoría de Marx.
ejercía en el mercado, y no al plusvalor de la Cuando se desencadena una crisis, las teorías
teoría de Marx.1 En las últimas décadas, es- basadas en el mercado como fuente de valor
ta idea se ha reforzado y expandido a causa se derrumban sin explicación, como ocurrió
* Profesor
investigador de la del hecho, comprobado por la contabilidad en la última crisis mundial de 2007-2008 que
Unidad Académica capitalista, de que el crecimiento de la parte incentivó la compra de El capital en un inten-
de Estudios to por encontrar explicaciones allí donde la
del Desarrollo, 1
Thorstein Veblen, «On the nature of capital: investment,
Universidad intangible assets and the pecuniary magnate», The Quar- 2
Ocean Tomo, citado por Claude Serfati, «La lógica finan-
Autónoma de terly Journal of Economics, vol. 23, núm. 1, 1908, p. 104, en ciero-rentista de las sociedades transnacionales», Mundo
Zacatecas https://doi.org/10.2307/1883967 Siglo xxi, núm. 29, 2013.

42
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO
Aunque un
economía neoclásica, el keynesianismo y la Claves de la teoría del valor conocimiento
economía heterodoxa no ofrecían ninguna. para entender la ciencia haya demorado un
A continuación se argumentará que la teo- siglo en cristalizar,
ría del valor de Marx no sólo es apropiada para Marx explica que la mercancía comprende su reproducción
implica un tiempo
estudiar el capitalismo contemporáneo, sino la clave para entender el funcionamiento de
insignificante;
que es, a la fecha, la única apta para explicar la economía de mercado. Una mercancía es de ahí que la
las crisis. Por el momento, la discusión se res- una cosa útil (en la medida en que algo que reproducción
tringirá al vínculo entre esa teoría y la ciencia se vende con regularidad en el mercado pa- del conocimiento
científico tienda
contemporánea. Esta última cristaliza la im- sa a ser socialmente útil, más allá de a quién
a un costo cero.
portancia del conocimiento intangible en el le sirva y para qué se destine) y también un
desarrollo, lo cual es explícito en frases como producto del trabajo humano. Existen mu-
«economía del conocimiento» o «teorías de chas cosas útiles que no son producto del
la innovación», tan comunes en las últimas trabajo humano y, por tanto, no son mercan-
décadas. Tampoco se criticarán otras posturas; cías; son los casos de la naturaleza no traba-
simplemente se expondrán los pasos teóri- jada y del conocimiento general que una so-
co-metodológicos que encierra la teoría del va- ciedad posee en un momento determinado,
lor de Marx para permitir el análisis del papel resultado del saber histórico acumulado de
de la ciencia en el desarrollo contemporáneo. la sociedad humana. Escribe Marx: «Con la

43
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
ciencia ocurre como con las fuerzas de la na- tividad del trabajo—, el valor que espontá-
turaleza. Una vez descubiertas (...) no cuestan neamente se atribuye a una mercancía no es el
un centavo».3 tiempo de trabajo invertido en la producción de
Al respecto, Marx también advierte que lo esos ejemplares, sino el tiempo necesario para
que no es mercancía, por no ser producto del reproducirlos. Si determinadas mercancías fue-
trabajo humano, puede ser apropiado de mane- ron acumuladas durante un año sin vender, el
ra privada y convertirse en una mercancía por valor de ellas se ajustará a las nuevas capacida-
virtud de la propiedad y de la circulación mer- des productivas.4
cantil. Basta que el derecho de propiedad cer- Dada la peculiaridad de que las mercancías
que el acceso público. El agua, que es un valor «cuestan» según el tiempo de reproducción,
de uso accesible en la naturaleza, puede prove- Marx se refiere al conocimiento y a la ciencia
nir de una laguna cercada como propiedad pri- como trabajo inmaterial que no posee valor.
vada, y entonces el propietario puede venderla.
Esa agua —si desconsideramos la inversión en El tiempo de trabajo que se necesita para reprodu-
bombearla, filtrarla, canalizarla y embotellar- cirlo [el conocimiento, la ciencia] no tiene ninguna
la— carece de valor, porque no es producto relación con el tiempo de trabajo que es necesario
del trabajo humano, pero al apropiarla adquie- para su producción original. Por ejemplo, el prin-
re un precio. En el análisis de Marx, los fenó- cipio del binomio puede ser aprendido en una hora
menos tienen un contenido y una forma, una de estudio en la escuela primaria.5
esencia y una apariencia. Sucede que la forma
puede modificar el contenido. Así, el precio del Aunque un determinado conocimiento ha-
agua permite atraer hacia sí valor que no tiene ya demorado un siglo en cristalizar, su repro-
de modo intrínseco, pero que captura al entrar ducción implica un tiempo insignificante; de
en el intercambio mercantil. En su forma bási- ahí que la reproducción del conocimiento cien-
ca, la ciencia es conocimiento acumulado por tífico tienda a un costo cero.6 Esta idea colisiona
la sociedad humana a través de los siglos. Nin- contra cualquier imagen que el lector pueda te-
guna novedad científica comienza de cero, si- ner sobre el papel de la ciencia en el desarrollo.
no que da un paso sobre caminos ampliamente Todas las teorías contemporáneas del desarrollo
transitados. se basan en la necesidad de invertir en ciencia
El valor que obtienen las mercancías es re- y tecnología, a fin de conseguir innovaciones
sultado del proceso espontáneo de confronta- que aumenten la competitividad e impulsen el
ción en el mercado de mercancías con diferen-
tes valores de uso, pero con la cualidad de ser 4
«El valor de las mercancías está determinado no por el
todos resultado de trabajo humano. Pero, como tiempo de trabajo que insume originalmente su producción,
sino por el tiempo de trabajo que insume su reproducción, y
el trabajo humano no sólo es diferente en cada porque a causa de la fuerza productiva social del trabajo ese
productor, sino que cambia con el tiempo —ya último tiempo de trabajo disminuye continuamente», Karl
que de manera tendencial aumenta la produc- Marx, El capital, libro iii, vol. 7, México, Siglo xxi, 1977.
5
Cuaderno xx de los Manuscritos de 1861-1863, citado por En-
rique Dussel, Hacia un Marx desconocido. Un comentario de
3
Karl Marx, El capital: crítica de la economía política, to- los Manuscritos de 1861-1863, México, Siglo xxi, 1988, p. 286.
6
mo i, vol. 2, México: Siglo xxi, 1975, p. 470; Michael Perelman, Jakob Rigi, «Foundations of a marxist theory of the polit-
«Intellectual property rights and the commodity form: new ical economy of information: trade secrets and intellectual
dimensions in the legislated transfer of surplus value», Re- property, and the production of relative surplus value and
view of Radical Political Economics, vol. 35, núm. 3, 2003, pp. the extraction of rent-tribute», Triple C: Communication,
304-311, en https://doi.org/10.1177/0486613403255570; Moishe Capitalism & Critique. Open Access Journal for a Global
Postone, Tiempo, trabajo y dominación social, Madrid, Mar- Sustainable Information Society, 12(2), 2014, en http://www.
cial Pons, 2006. triple-c.at/index.php/tripleC/article/view/487

44
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
desarrollo. Este planteamiento surge porque el no sirven de nada y pierden su «valor». Tal
discurso hegemónico confunde dos cosas to- peculiaridad del capitalismo contemporáneo
talmente diferentes. Una es el conocimiento que negocia a futuro lo que no tiene hoy es
propiamente dicho, que es la esencia de la cien- parte de lo que se conoce como financiariza-
cia. Otra son las diversas formas de propiedad ción de la economía, y las múltiples, variadas
intelectual en que dicho saber se comercializa y muchas veces complicadas, formas de arre-
en la actualidad (patentes, secretos comercia- batar valor de otros sectores constituye una
les, marcas y derechos de autor). La ciencia se modalidad de acumulación por desposesión.9
vuelve un negocio.7 Al intentar apropiarse del plusvalor de otros
sectores, no hay acumulación sino centraliza-
La ciencia y los derechos de propiedad ción del capital, algo que se basa en la distri-
en el capitalismo contemporáneo bución y no en la producción.
El capítulo xxii del tomo iii de El capital ex-
Es conocido que desde fines del siglo xx las pa- plica que en el proceso histórico de la división
tentes y otras formas de propiedad intelectual social del trabajo, el capital se divide en función
(pi) han aumentado exponencialmente en can- y propiedad.10 La función permite que ponga
tidad y valor a escala mundial. Estas formas de en movimiento medios de producción y traba-
pi son títulos de propiedad, pero en cuanto a su jo vivo para crear nuevas mercancías. La pro-
materialidad, como papeles registrados, chips piedad permite que obtenga un interés por el
o información en la nube, su valor es insignifi- dinero adelantado al proceso de producción. Es
cante. Lo que vale es la representación del tra- tan clara la distinción que la propia contabili-
bajo inmaterial invertido. Sin embargo, y como dad empresarial separa el interés del funciona-
se expuso previamente, la reproducción del tra- miento del capital. Si el capitalista invierte 100
bajo invertido también tiende a costo cero. Por pesos en comprar medios de producción y con-
tanto, los títulos de pi lo capturan el valor de tratar fuerza de trabajo y obtiene un producto
los sectores productivos: adquieren precio en el que vende seis meses después, el costo será el
mercado y así arrebatan plusvalor proveniente interés de los 100 pesos—tal como si los hubie-
del capital productivo.8 se tomado prestado del banco—, y la ganancia
Sucede algo semejante con bonos y títu- la diferencia de la venta respecto de los costos.
los financieros que se negocian a futuro, pues Aquel interés, que proviene del capital como
capturan en el presente lo que supuestamen- propiedad se basa en el potencial a futuro de
te sería un valor efectivo para la posteridad. producir. De igual modo, todas las modalidades
Cuando la previsión del porvenir cambia, o no de pi son títulos acerca de lo que se espera que
se realiza como se había previsto, los títulos ese conocimiento científico se incorpore a un
proceso de producción material; es virtual, es
7
«Invention then becomes a business, and the application of capital ficticio. La pi acelera la financiarización
science to direct production itself becomes a prospect which de la ciencia. Como la economía hegemónica
determines and solicits it», Karl Marx, Grundrisse. Foun-
dations of the critique of political economy (rough draft), no hace mayor distingo entre las variadas for-
Penguin Books/New Left Review [1857]1973, en https://www. mas de ganancia, cuando suceden crisis y los
marxists.org/archive/marx/works/1857/grundrisse/ch 14.
htm
8 9
Diego Andreucci, Melissa García-Lamarca, Jonah Wede- David Harvey, «The ‹new› imperialism: accumulation
kind and Erik Swyngedouw, «‹Value grabbing›: a political by dispossession», Socialist Register, vol. 40, núm. 40,
ecology of rent», Capitalism Nature Socialism, vol. 28, núm. 2009, en http://socialistregister.com/index.php/srv/article/
3, 2017, pp. 28-47, en https://doi.org/10.1080/10455752.2016.1278 download/5811
10
027; Jakob Rigi, op. cit. Claude Serfati, op. cit.

45
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
títulos de propiedad sobre ganancias a futuro La ciencia es, en su esencia, conocimiento
se derrumban, estas teorías no logran expli- que enuncia leyes para explicar el funciona-
car sus causas. miento de la naturaleza y la sociedad. El fin
último de las ciencias físico-naturales es su
La ciencia en el capitalismo aplicación a la transformación de la naturale-
y su papel en el desarrollo za y al aumento de la capacidad productiva de
la sociedad humana.12 Esta es la característica
Aunque las teorías contemporáneas en tor- histórico-universal de la ciencia, manifestada
no al desarrollo hacen énfasis en el papel desde la Grecia Antigua hasta el capitalismo
de la ciencia e incentivan la innovación y la contemporáneo. Pero la ciencia es también
competitividad, esto es sólo individualmen- forma, es decir, es un conocimiento institu-
te cierto y socialmente falso. Con el propósi- cionalizado y sujeto al contexto sociohistórico
to de entender esa contradicción es necesa- de su desarrollo. En el capitalismo la ciencia
rio considerar la función de la ciencia en la adquiere, por razón de la subsunción al capi-
sociedad capitalista.11 tal, una particularidad que no detentaba en
los modos de producción anteriores.
11
Para un sucinto desarrollo histórico de cómo la ciencia
12
deja de ser un servicio a la comunidad y se convierte en Adolfo Sánchez Vázquez, «La ideología de la ‹neutrali-
una institución completamente subordinada al capital, dad ideológica› en ciencias sociales», en Ensayos marxis-
véase Guillermo Foladori, «Ciencia ficticia», Estudios Crí- tas sobre filosofía e ideología, México, Océano, 1984, pp.
ticos del Desarrollo, vol. 4, núm. 7, 2014, pp. 41-66. 139 -164.

La ciencia pasa de ser un servicio


a la comunidad a convertirse
en una institución completamente
subordinada al capital.

46
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
Al colaborar de manera esencial en el desarro- nal, corporativa y empresarial, el crecimiento
llo de las fuerzas productivas, el primer resultado de la productividad del trabajo, que se logra
de la ciencia es incrementar la composición or- indiscutiblemente como resultado de la apli-
gánica del capital. Todo aumento de la producti- cación de la ciencia a los procesos producti-
vidad del trabajo significa que la unidad produc- vos, y la comercialización de los derechos de
tiva puede producir más o lo mismo en menor propiedad intelectual, permiten extraer valor
tiempo de trabajo vivo y más empleo de medios de los sectores que lo producen. Aunque tal
de producción e insumos. Tan pronto se eleva acción sea nociva para la sociedad, en especí-
la composición orgánica del capital, la masa de fico para las clases trabajadoras, los estudios
trabajo vivo (capital variable-salario) mueve una del desarrollo sólo reparan en esa apariencia y
masa cada vez mayor de trabajo pasado (capital no ven la tendencia general, que sólo se mani-
constante). Ello significa que a cada avance de fiesta en las crisis periódicas; mientras que las
la composición orgánica de capital la tasa de ex- ciencias sociales hegemónicas la encuentran
plotación del trabajo se incrementa (aumenta el incomprensible.
plusvalor relativo), siempre y cuando se conside- Pese a que fue postulada hace más de 150
ren otros factores constantes. No sólo aumenta años, la teoría del valor de Marx es sorprenden-
su explotación, sino que se emplea menos tra- temente útil para entender el funcionamiento
bajo vivo y, en consecuencia, también hay más de la economía capitalista actual, de las moder-
desempleo. Dos razones clave que evidencian nas formas de financiarización de la economía y
que la aplicación de la ciencia a la producción de la función de la ciencia en el desarrollo.
perjudica a la clase trabajadora en el capitalis-
mo. Las teorías del desarrollo que sostienen la
importancia de la ciencia para la sociedad hu-
mana engañan a la mayoría de la población y se
engañan a sí mismas.
Desde el punto de vista de la sociedad en
su conjunto, como economía globalizada, el
incremento de la composición orgánica de ca-
pital conduce a la caída de la tasa de ganancia
debido a tres factores. Por un lado, cada vez se
invierte menos en trabajo vivo, que es el úni-
co creador de valor. Por otro, el aumento del
plusvalor relativo nunca puede crecer más que
la caída de la ganancia, porque tiene un límite
natural ligado al tiempo de trabajo. Por último,
las formas de pi y los mecanismos de adelanto
de valor a costa del porvenir, algo que cristali-
za en las formas de pi y que reflejan el «avan-
ce» científico, significan un constante drenaje
de plusvalor del capital-función hacia el capi-
tal-propiedad, con lo cual se enlentece la acu-
mulación de capital.
A partir de la visión individual, que rige el
movimiento de los capitales, la política nacio-

47
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
··· DEBATE

El capital en la era de los monopolios generalizados:

apuntes sobre el capital monopolista


RAÚL DE AD I E*

Transcurridos 150 años de la publicación del libro primero de El capital de Marx se constata
su vigencia para desentrañar la naturaleza del capitalismo contemporáneo. Aun cuando
los postulados de esa obra se refieren al «capital en general», es decir, al capital en el más alto
-
en las contradicciones que caracterizan al capitalismo en su fase actual, la crisis civilizatoria.
Como en ninguna otra época de su larga historia, uno de los rasgos más conspicuos
de la sociedad burguesa, ahora en crisis, es la presencia avasalladora del capital
monopolista. Con este artículo se pretende contribuir a la caracterización conceptual
y al análisis de la metamorfosis del capital monopolista de la actual crisis del capitalismo.

A 150 años de la publicación de la primera mía política internacional, que Samir Amin 1
edición en alemán del volumen primero de se refiere a esta etapa como la «era de los mo-
El capital de Karl Marx, resulta fundamen- nopolios generalizados». Es preciso observar
tal constatar su extraordinaria vigencia pa- que mediante megafusiones y alianzas estra-
ra desentrañar la naturaleza del capitalismo tégicas, dicha fracción del capital ha alcanza-
contemporáneo. Aun cuando los postulados do niveles de concentración y centralización
planteados por Marx en esta trascendental hasta hace relativamente poco inimaginables:
obra se refieren al «capital en general», es
decir, al capital en su más alto nivel de abs- Las mayores compañías del mundo (aquellas con
tracción, constituyen un insoslayable cimien- más de $1000 millones [de dólares estadouniden-
to teórico/conceptual para penetrar en las ses] en ventas anuales)(...) dan cuenta de aproxi-
complejas, profundas y peligrosas contradic- madamente el 60 por ciento del ingreso, 65 por
ciones que caracterizan al capitalismo en su ciento de la capitalización de mercado y 75 por
* Director
de la Unidad fase actual. Uno de los rasgos más conspicuos ciento de las ganancias [mundiales].2
Académica es la profusa presencia, como en ninguna otra 1
Samir Amin, The implosion of capitalism, London, Pluto
de Estudios época de la larga historia de la sociedad bur- Press, 2013.
del Desarrollo, 2
McKinsey Global Institute, The world at work: jobs, pay,
guesa, del capital monopolista. A tal grado se
Universidad and skills for 3.5 billion People, McKinsey & Co., 2012, p.
Autónoma ha erigido en el agente dominante de la econo-
21, en http://www.mckinsey.com/insights/employment
de Zacatecas _and_growth/the_world_at_work/19/03/2015

48
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO
No se trata, empero, de un simple cambio pectiva, vislumbra un tipo de configuración
cuantitativo, sino de una profunda transforma- monopólica, específica del modo capitalista de
ción cualitativa en las formas de organización producción, que por ende rompe radicalmente
y dominio del capital monopolista basadas en con herencias de modos de producción anterio-
la financiarización, las ventajas comparativas res, tal como lo plantea en el siguiente pasaje de
derivadas del arbitraje laboral global, dicho los Grundrisse:
de otro modo, la persistencia de significativos
diferenciales salariales entre países y regiones,3 El señor Proudhon no habla más que del monopo-
sin ignorar las nuevas y brutales modalidades lio moderno engendrado por la competencia. Pero
de saqueo de recursos naturales y devastación todos sabemos que la competencia ha sido engen-
ambiental implantadas a lo largo y ancho del drada por el monopolio feudal. Así pues, primiti-
planeta. vamente la competencia ha sido lo contrario del
El objetivo primordial es reflexionar acerca monopolio, y no el monopolio lo contrario de la
de una las figuras más emblemáticas y domi- competencia. Por tanto, el monopolio moderno no
nantes de nuestro tiempo: el capital monopo- es una simple antítesis, sino que, por el contrario,
lista. Interesa en principio contribuir a su ca- es la verdadera síntesis.
racterización conceptual a partir de una serie Tesis: El monopolio feudal anterior a la
de postulados planteados por Marx en El capi- competencia.
tal, así como algunos textos relacionados con Antítesis: La competencia.
su obra cumbre, particularmente los Grundris- Síntesis: El monopolio moderno, que es la ne-
se. Posteriormente, con base en esta concep- gación del monopolio feudal por cuanto presupone
tualización —que ha sido objeto de una vasta y el régimen de la competencia, y la negación de la
acalorada polémica en el marxismo contempo- competencia por cuanto es monopolio.4
ráneo— se pretende contribuir a dilucidar as-
pectos nodales de la metamorfosis experimen- Lo anterior significa que con el adveni-
tada por el capital monopolista en la actualidad miento del régimen capitalista de producción
y que se encuentran en la base de la crisis civi- se inaugura una peculiar unidad contradicto-
lizatoria imperante. ria entre monopolio y competencia, donde el
primero no implica la negación de la segunda
Para desentrañar la naturaleza y viceversa. Es crucial, en este sentido, observar
del capital monopolista que la construcción de la noción de monopolio
en Marx se encuentra firmemente anclada en
Marx no elaboró como tal una teoría del capital las relaciones sociales de producción y en las le-
monopolista; sin embargo, en su análisis de la yes tendenciales de la acumulación capitalista
acumulación capitalista, como aspecto inma- desarrolladas por él en el primer volumen de El
nente al desarrollo de la relación capital-traba- capital. Ello implica que, a contracorriente de la
jo asalariado, previó el desencadenamiento de concepción burguesa de monopolio, cuyo con-
una creciente tendencia hacia la concentración tenido parte de, y se circunscribe a, la esfera de
y centralización del capital, es decir, hacia la la circulación, en el caso de la noción marxis-
formación del capital monopolista. En esa pers- ta, el punto de partida se ubica en la esfera de
la producción de plusvalor y, por consiguiente,
3
Raúl Delgado Wise y David Martin, «The political economy
4
of global labour arbitrage», in Kees van der Pijl (ed.), The In- Karl Marx, Grundrisse: elementos fundamentales para la
ternational Political Economy of Production, Cheltenham, crítica de economía política, tomo 2, México, Siglo xxi, 1976
Edward Elgar, 2015. [1858], pp. 124-125.

49
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
Incorporar el
en la contradicción capital-trabajo asalariado. esa unidad contradictoria? El punto más obvio
análisis del capital
monopolista En otras palabras: para empezar es afirmar que ambos aspectos
a la esfera son indistinguibles, o para ser más exactos, que
de la circulación Aunque acumulación y competencia están ínti- ambos se fusionan dejando la contradicción en
posibilita establecer
mamente relacionadas, la primera puede conce- estado latente más que antagónico. Ese punto es
un puente analítico
con la esfera birse y comprenderse antes que la segunda. Esto la naturaleza de la propiedad privada que confie-
de la distribución es así porque la acumulación es la expansión pro- re a su dueño el monopolio sobre el uso de una
del capital, gresiva del circuito del capital, y éste se analiza en mercancía. El poder monopolístico inherente a
abordada por Marx.
primer lugar para el capital en su conjunto, sin re- la propiedad privada constituye la base para el
ferirse a la interacción entre los diferentes capita- intercambio, y por extensión para la competen-
les. Aquí debemos enfatizar que nos estamos re- cia. Esto puede parecer elemental, e incluso tri-
firiendo a la competencia entre capitales pues, ya vial, pero no lo es tanto cuando se reconoce que el
que la base del capital es la separación del trabajo poder de clase del capital descansa enteramente
respecto de los medios de producción, el circuito sobre el ensamblaje de todos esos derechos mo-
del capital no puede abstraerse de la competencia nopolísticos de propiedad individual en un orden
entre capital y trabajo, es decir, de la propia lucha social en el que la clase capitalista se puede definir
de clases.5 frente al trabajo por su monopolio colectivo so-
bre los medios de producción (o en una versión
En contigua tesis, David Harvey plantea: más reciente, sobre los medios de financiación).
Lo que está ausente en las acostumbradas discu-
La idea que yo pretendo defender aquí (...) es que siones sobre el monopolio es el concepto y la rea-
el poder de los monopolios es básico y no una lidad del poder monopolístico de clase (el poder
aberración en el funcionamiento del capital, y colectivo del capital), incluidas las rentas mono-
que existe en unidad contradictoria con la com- polísticas de clase, cuando se aplica a los procesos
petencia (...) ¿Cómo debemos entonces entender económicos y políticos.6

5 6
John Weeks, «Competencia y monopolio», Marxismo Crí- David Harvey, Diecisiete contradicciones y el fin del capi-
tico, 2011, p. 11, en https://marxismocritico.com/2011/11/04/ talismo, Quito, Instituto de Altos Estudios Nacionales del
competencia-y-monopolio/ Ecuador (iaen), 2014, p. 139.

50
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
La esfera de la circulación —desde donde la imprescindible considerar que en el tomo iii se
economía burguesa plantea su análisis del mo- aborda la transformación de los valores en pre-
nopolio— es relevante, mas no determinante cios de producción, donde la competencia in-
para la discusión del capital monopolista. En ter e intrasectorial desempeña un papel crucial
su análisis, a través del cual se devela la unidad en el proceso de formación de la tasa media de
contradictoria entre producción y realización ganancia y de los precios. Referente a ello y con
(tomo ii de El capital) Marx hace abstracción de las dinámicas contradictorias de la acumula-
la cuestión del capital monopolista. Es aquí don- ción de capital —expresadas en la ley tenden-
de Paul Baran y Paul Sweezy, en El capital mo- cial a la caída de la tasa media de ganancia—,
nopolista,7 intentan completar su estudio agre- Marx examina temas vitales para la compren-
gando a los sectores i (bienes de producción) y ii sión del capital monopolista: las ganancias ex-
(bienes de consumo), un tercer sector en el que traordinarias derivadas de la productividad del
incorporan rubros crecientemente importantes trabajo (y el desarrollo capitalista de las fuerzas
para la reproducción y en concreto la realiza- productivas), el interés y la renta del suelo.
ción del capital, como la propaganda asociada No obstante, lo más importante es que en
a las ventas, difusión y diferenciación de nue- esta esfera se puede identificar aquello que fi-
vas mercancías, así como los gastos militares gura como la razón de ser y el objetivo produc-
y financieros. Más allá de la acuciosa polémica tivo básico del capital monopolista: la obten-
desencadenada por esta obra con relación a las ción de ganancias superiores a la media, esto
categorías analíticas postuladas por Marx (véase es, ganancias extraordinarias o rentas mono-
al respecto, Paul Mattick),8 lo cierto es que la au- pólicas.12 De ahí que el precio de monopolio se
dacia de algunos de sus planteamientos —sin defina —siguiendo a Marx— como un precio
que los compartamos del todo— abren signi- superior al precio de producción, un precio que
ficativas vetas analíticas para el entendimiento se ubica por encima del costo de producción
del capitalismo contemporáneo. Las contribu- más la ganancia media y por tanto posibilita al
ciones de John Bellamy Foster 9 y Samir Amin,10 capital monopolista apropiarse de una tajada
tanto a la precisión conceptual como al desarro- relativamente mayor de la plusvalía social de
llo ulterior de los aportes de Baran y Sweezy, aquella que le correspondería en condiciones
son fundamentales en esta última perspectiva. de «competencia perfecta» (supuesto cardi-
Incorporar el análisis del capital monopolis- nal de la economía burguesa en su expresión
ta a la esfera de la circulación posibilita estable- neoclásica).
cer un puente analítico con la esfera de la dis- Cabe advertir que si bien el precio de mo-
tribución del capital, abordada por Marx.11 Es nopolio implica una interferencia en el proceso
de formación de los precios que permite trans-
7
Paul Baran y Paul Sweezy, Monopoly capital: an essay on
ferencias de plusvalor de los trabajadores y ca-
the american economic and social order, New York, Monthly pitalistas a los dueños de este tipo de capital, lo
Review Press, 1966. cierto es que en su acepción marxista no implica
8
Paul Mattick, Crítica de la teoría económica contemporá-
nea, México, Era, 1980. el establecimiento de un precio totalmente arbi-
9
John Bellamy Foster, The theory of monopoly capitalism: trario, sino un precio que guarda relación con
an elaboration of marxian political economy, New York,
la ley del valor y, por ende, con el principio de
Monthly Review Press, 2014.
10
Samir Amin, op. cit. que la ganancia agregada no puede distanciarse
11
Cabe destacar que los tomos ii y iii de El capital no son tex-
12
tos terminados y editados por Marx, son obras editadas y en Raúl Delgado Wise, «Progreso tecnológico y capital mo-
algunos aspectos completadas por Friedrich Engels en 1885 y nopolista», Investigación Económica, núm. 216, 1996, pp.
1894, respectivamente. 85-101.

51
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
banalmente de la masa agregada de plusvalor.13 el capital monopolista más que una barrera o
A la recurrente presencia de desajustes en este freno al cambio tecnológico, tiende a acelerarlo
plano, en tanto desencadenantes de crisis pe- en su insaciable apetito de plusganancias.
riódicas, y a la necesidad de corregirlos o con- Cabe acotar, sin embargo, que en la concep-
trarrestarlos mediante la intervención estatal u ción marxista del cambio tecnológico no hay
otras vías es a lo que alude la ley tendencial de la una identificación mecánica o directa de esta
caída de la tasa media de ganancia. última con una visión positiva del progreso.
Otro rasgo básico del capital monopolista, en Por el contrario, al estar regido por la ley del
tanto condición sine qua non para la obtención valor-trabajo, el cambio tecnológico tiende a
de plusganancias, es la necesidad de mantener apartarse de la lógica del valor de uso. En con-
ventajas duraderas sobre otros posibles parti- creto, el capital monopolista, como agente ace-
cipantes en la rama o ramas particulares en las lerador de la innovación y el cambio tecnológi-
que opera. Tales ventajas pueden ser naturales co, no escapa a las contradicciones que entraña
o artificiales y a cada una de ellas corresponde la modernidad capitalista y que deviene en un
una forma o combinación de formas de plusga- tipo de modernidad que, como lo subraya Bolí-
nancia, las que a su vez configuran formas par- var Echeverría:17
ticulares de organización monopólica. Una de
estas formas guarda relación con el mecanismo Conduce ella misma, estructuralmente, por el mo-
previsto por Marx que hace revolucionario al ca- do como se organiza el proceso de reproducción de
pitalismo en cuanto al desarrollo de las fuerzas la riqueza social (...) a la destrucción del sujeto so-
productivas: el cambio tecnológico. Al respec- cial y a la destrucción de la naturaleza dentro de la
to, Joseph A. Shumpeter 14 —sin pretender, ni cual este sujeto social se afirma a sí mismo.
mucho menos, identificar su visión del cambio
tecnológico con la planteada por Marx en El ca- Pero el capital monopolista no sólo se nu-
pital— propone la existencia de una relación tre de ganancias extraordinarias asociadas a la
positiva entre innovación y poder monopóli- innovación y el cambio tecnológico, sino que
co, al postular que la competencia mediante la a la par o en conjunción con ellas, se alimenta
primera es el medio más eficaz para adquirir de otras formas de plusganancia o rentas mo-
ventajas sobre posibles competidores. El propio nopólicas analizadas por Marx en el tomo iii de
Schumpeter llega a sostener que la innovación El capital, como es el caso del interés y la ren-
es tanto un medio para alcanzar ganancias mo- ta del suelo. Unas y otras interfieren en el pro-
nopólicas, como un método para mantenerlas. ceso de formación de los precios y la distribu-
Ello implica, a contra sensu de lo que postulan ción del plusvalor: a) Acelerando en mayor
—aun sea en términos relativos— algunos teó- o menor grado la productividad del trabajo y
ricos contemporáneos del capital monopolista profundizando con ello la tendencia a la caí-
como Baran y Sweezy 15 y Ernest Mandel,16 que da de la tasa de ganancia. b) Sustrayendo cre-
cientes porciones de plusvalor de los trabaja-
13
Alfred Evenitsky, «Monopoly capitalism and Marx’s eco- dores u otros capitalistas. c) Agudizando, en
nomic doctrines», Science & Society, vol. 24, núm. 2, 1960, niveles históricos, las dinámicas de desarrollo
pp. 134-149.
14
desigual y la transferencia de excedentes entre
Joseph Shumpeter, Business cycles: a theoretical, histori-
cal and statistical analysis of the capitalist process, London,
17
McGraw-Hill, 1939; Joseph Shumpeter, Capitalism, socialism Bolívar Echeverría, Antología. Crítica de la modernidad
and democracy, New York, Harper & Brothers, 1942. capitalista, La Paz, Oxfam/Vicepresidencia del Estado Plu-
15
Paul Baran y Paul Sweezy, op. cit. rinacional de Bolivia, 2011; Guillermo Foladori, Estudios Crí-
16
Ernest Mandel, El capitalismo tardío, México, Era, 1980. ticos del Desarrollo, vol. 4, núm. 7, 2014, p. 173.

52
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
diferentes demarcaciones político-territoria- Mattick, Harry Magdoff, Ernest Mandel, Ha-
les como medidas contratendenciales fren- rry Braverman, John Bellamy Foster y Samir
te a los crecientes problemas de realización. Amin. Lo significativo de las contribuciones
d) Distorsionando los mecanismos que posi- de estos y otros autores es que vinculan la
bilitan el crecimiento económico y la repro- cuestión del capital monopolista con la evo-
ducción ampliada de capital. e) Exacerban- lución del imperialismo y las dinámicas de
do, a grados extremos e incluso peligrosos, desarrollo desigual que lo acompañan. Asi-
las contradicciones del sistema y la profundi- mismo, son significativos los aportes de los
dad de sus crisis. teóricos de la dependencia: Theotonio Dos
Por su propia naturaleza, el ámbito en el Santos y Ruy Mauro Marini.
que se desenvuelve el capital monopolista es
el correspondiente a la acumulación de capi- Metamorfosis del capital monopolista
tal a escala mundial. Aunque se trata de un bajo la égida neoliberal
ámbito analítico que no fue abordado en El
capital, se trata de una asignatura pendien- Según se indicó al principio, el capital mono-
te prevista por el propio Marx en los diversos polista figura hoy como el agente dominan-
planes para el desarrollo de su obra esboza- te de la economía política internacional. A
dos en los Grundrisse.18 Esta tarea, vital para su abrumadora supremacía en términos de
la comprensión del contenido y las metamor- acervos de capital fijo, ingresos, ventas y ga-
fosis emprendidas por el capital monopolista, nancias sobre otras fracciones del capital, se
ha sido retomada y profusamente acometida agrega el advenimiento de profundas trans-
El capital
en el marxismo contemporáneo a través, en- formaciones cualitativas en sus formas de monopolista más
tre otros, de los aportes de Rudolf Hil- organización y dominio planetario, entre las que una barrera
ferding, Paul Sweezy, Paul Baran, Paul que sobresale: o freno al cambio
tecnológico, tiende
a) Recurso a la financiarización, referida
18
Roman Rosdolsky, Génesis y estructura de El a acerlerarlo en su
capital de Marx (estudios sobre los Grundris- al ascenso y prerrogativa del capi- insaciable apetito
se), México, Siglo xxi, 1978. tal financiero sobre otras de plusganancias.

53
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
fracciones del capital monopolista.19 Ante la ran como economías de enclave en los países
falta de inversiones redituables en la esfera periféricos.
productiva por la crisis de sobreproducción Este giro hacia lo que algunos autores co-
desencadenada a fines de la década de 1970, el mo Gary Gereffi y Timothy Sturgeon23 carac-
capital inicia un fuerte viraje hacia la especu- terizan como cadenas globales de valor ha sido
lación financiera posibilitado por las nuevas espectacular:
Tecnologías de la Información y la Comunica-
ción (tic).20 De igual modo, con la presión a la Las 100 mayores corporaciones globales han des-
baja que se ejerce sobre los salarios reales me- plazado su producción hacia sus filiales extranjeras
diante el arbitraje laboral global, se desencade- [principalmente en el Sur], donde ahora se locali-
na una explosión de deudas encabezada por el zan cerca de 60 por ciento del total de sus bienes y
sector financiero, la cual permite que la pro- empleados y más de 60 por ciento de sus ventas a
ducción encuentre canales, aun sean endebles nivel global.24
e insustentables, de «realización». Se produ-
ce así una financiarización de la clase capita- Se trata, en el fondo, de un «nuevo ‹noma-
lista, del capital industrial y de las ganancias dismo› surgido al interior del sistema de pro-
corporativas, ello da lugar a una explosión de ducción global, en el que la selección de loca-
capital ficticio, es decir, de títulos financieros lidades se determina en buena parte a partir
sin contraparte en la producción material.21 Se de dónde es más barata la mano de obra».25 En
trata claramente, como lo subraya Sergio Ro- esta perspectiva, cabe destacar lo siguiente: 1)
dríguez Lascano,22 de una mutación del ciclo Al menos 40 por ciento del comercio mundial
básico del capital d-m-d’ en d-d’. se asocia a operaciones de outsourcing, inclu-
b) La configuración de redes globales de yendo subcontrataciones y comercio intrafirma
capital monopolista generadas a partir de entre filiales de una misma compañía.26 2) Se es-
una estrategia de reestructuración liderada tima que en la periferia capitalista hay 85 millo-
por las grandes corporaciones multinacio- nes de trabajadores directamente empleados en
nales que, mediante operaciones de outsour- más de 3 mil 500 zonas de procesamiento para la
cing y cadenas de subcontratación, extienden exportación ubicadas en 130 países.27
partes de sus procesos productivos, comer- La estrategia de reestructuración en cuestión
ciales, financieros y de servicios a los países ha modificado la geografía global de la produc-
periféricos en busca de mano de obra flexible ción a grado tal que actualmente poco más de 70
y barata. Un claro ejemplo de esa estrategia
son las plataformas de exportación que ope- 23
Gary Gereffi y Timothy Sturgeon, «Global value chain-
oriented industrial policy: the role of emerging economies»,
19
Walden Bello, Dilemmas of domination: the unmaking of en Deborah K. Elms y Patrick Low (eds.), Global value chains
the american empire, Nueva York: Metropolitan Books, 2005. in a changing world, Geneva, World Trade Organization,
20
Robert Brenner, The boom and the bubble: the U.S. in the 2013, pp. 329 -360.
24
world economy, New York, Verso, 2002. United Nations Conference on Trade and Liberaliza-
21
John Bellamy Foster, «The financialization of the capitalist tion (unctad), World Investment Report 2010, Nueva York,
class: monopoly finance capital and the new contradictory unctad, 2010.
25
relations of ruling class power», en Henry Veltmeyer (ed.), John Bellamy Foster, Robert W. McChesney y Jamil Jonna,
Imperialism, crisis and class struggle: the enduring verities «The internationalization of monopoly capital», Monthly
and contemporary face of capitalism, Leiden/Boston, Brill Review, vol. 63, núm. 2, 2011a, p. 18.
26
Publishers, 2010. Wladimir Andreff, «Outsourcing in the new strategy of
22
Sergio Rodríguez Lascano, «Apuntes sobre el pensamien- multinational companies: foreign investment, international
to crítico versus las mutaciones de la hidra», en El pensa- subcontracting and production relocation», Papeles de Eu-
miento crítico frente a la hidra capitalista ii, México, ezln, ropa, núm. 18, 2009, pp. 534.
27
2015, pp. 434 -455. McKinsey Global Institute, op. cit.

54
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
por ciento del empleo industrial se localiza en favor de una vasta transferencia de plusvalor
países periféricos.28 Lo sobresaliente de esta en dirección periferia-centro, sustentada en
estrategia es que descansa en el aprovecha- las posibilidades de reestructuración produc-
miento y profundización de las brechas sala- tiva que abren las tic, pero que nada tiene que
riales entre países y regiones, es decir, el arbi- ver con el avance hacia una ruta progresista
traje laboral global que para algunos autores de desarrollo de las fuerzas productivas.
como Intan Suwandi y John Bellamy Foster 29 c) El extractivismo y el nuevo extractivis-
constituye el sello distintivo del imperialismo mo,31 en alusión a la creciente apropiación y
contemporáneo. Bajo este nuevo andamia- exportación de minerales, petróleo y gas de
je, las grandes corporaciones multinaciona- los países periféricos por las grandes corpora-
les logran obtener ganancias extraordinarias ciones extractivas nacionales y multinaciona-
mediante el establecimiento de límites a la li- les, a través de la sobreexplotación de recursos
bre movilidad de la más importante mercan- naturales y la consecuente expropiación de
El caso del interés
cía para la acumulación de capital: la fuerza bienes comunes para la obtención de jugosas y la renta del suelo:
de trabajo.30 Con ello se interfiere el proceso plusganancias bajo la forma de renta del sue- unas y otras interfieren
de formación de los precios de producción a lo, sea en su modalidad absoluta o diferencial en el proceso
de formación
(incluyendo sus variantes i y ii). Este fenóme-
28
de los precios
John Bellamy Foster, Robert W. McChesney y Jamil Jon- no se asocia también a la presencia de pro- y la distribución
na, «The global reserve army of labour and the new impe-
cesos de financiarización y acumulación por del plusvalor
rialism», Monthly Review, vol. 63, núm. 6, 2011b, p. 115.
29
Intan Suwandi y John Bellamy Foster, «Multinational agudizando,
corporations and the globalization of monopoly capital. 31
Eduardo Gudynas, Extractivismos. Ecología, economía a niveles históricos,
From the 1960’s to the present», Monthly Review, vol. 68, y política de un modo de entender el desarrollo y la Natu- las dinámicas
núm. 3, 2016. raleza, Bolivia, Centro de Documentación e Información de desarrollo desigual.
30
Raúl Delgado Wise y David Martin op. cit. Bolivia (cedib), 2015.

55
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
desposesión, que han traído consigo la exacer- bre territorios y aguas. En el trasfondo de dicha
bación de conflictos sobre territorios y aguas,32 compleja e intrincada trama subyace una quin-
así como afectaciones cada vez más severas al ta dimensión de la metamorfosis experimenta-
medio ambiente a través de la minería a tajo o da por el capital monopolista.
cielo abierto, el fracking, el gas lutitas, etcétera. e) La profunda reestructuración acometi-
Dado que los ingresos de algunas de las da por los sistemas de innovación a partir de
corporaciones multinacionales más poderosas la década de 1990, la cual es básica para com-
del mundo dependen de la extracción, pro- prender aspectos nodales de las contradiccio-
ducción y consumo de combustibles fósiles, nes que caracterizan al capitalismo contem-
lo más probable es que este patrón persista, poráneo y se encuentran en la base de la etapa
ahondando aún más la crisis ecológica y sus actual de dominación imperialista. Semejan-
efectos sobre el calentamiento global y el cam- te reestructuración cuyo epicentro es Silicon
bio climático. La nueva ola extractivista des- Valley, ha posibilitado al capital monopolista
encadenada por la reestructuración neoliberal poner a su servicio las capacidades humanas
ha empeorado la degradación ambiental, no para producir conocimiento —o el general
sólo al expandir la geografía de la destrucción, intellect utilizando el concepto acuñado por
también mediante la estrategia del arbitra- Marx— del centro y la periferia, hecho que
je ambiental regulatorio por parte del capital reduce costos laborales, transfiere riesgos y
extractivista.33 responsabilidades y capitaliza los beneficios
d) El acaparamiento o control de la tierra mediante la apropiación y concentración de
y recursos naturales por los agronegocios (land patentes.35
grabbing). Este fenómeno se asocia a cambios Lo anterior ha provocado la configuración
en los regímenes alimentarios acompañados de de lo que podría concebirse como un sistema
dinámicas de financiarización, procesos de acu- imperial de innovación caracterizado por di-
mulación por desposesión (que han implica- versos aspectos: a) Creciente internacionaliza-
do un brutal despojo de campesinos y pueblos ción y fragmentación de las actividades de in-
originarios), cambios en los patrones de culti- novación.36 b) Creación de ciudades científicas,
vo (monocultivo, uso de transgénicos, entre como Silicon Valley en Estados Unidos y sus sa-
otros) y daños severos e irreversibles al entor- télites en países periféricos o emergentes, que
no natural (pérdida de biodiversidad, destruc- operan como una suerte de maquiladoras cien-
ción de suelos, quebranto de la soberanía ali- tíficas.37 c) Desarrollo de nuevos métodos para
mentaria).34 Así, se produce de igual modo una
significativa expropiación de bienes comunes 35
Raúl Delgado Wise, op. cit.; Raúl Delgado Wise y Mónica
Chávez Elorza, «Patentad, patentad: apuntes sobre la apro-
y apropiación de rentas monopólicas, con la
piación del trabajo científico por las grandes corporaciones
consecuente exacerbación de los conflictos so- multinacionales», Observatorio del Desarrollo, vol. 4, núm.
15, 2016; Pablo Míguez, «Del General Intellect a las tesis del
32
Henry Veltmeyer, «The political economy of natural re- ‹capitalismo cognitivo›: aportes para el estudio del capita-
source extraction: a new model or extractive imperialism?», lismo del siglo xxi», Bajo el Volcán, vol. 13, núm. 21, 2013, pp.
Canadian Journal of Development Studies, vol. 34, núm. 1, 27-57.
36
2013, pp. 79 -95. Henry Chesbrough, «Open innovation: a new paradigm
33
Yuquing Xing y Kolstad Charles, «Do lax environmental for understanding industrial innovation», en Henry Ches-
regulations attract foreign investment?», Environmental brough, Wim Vanhaverbeke y Joel West (eds.), Open inno-
and Resource Economics, vol. 21, núm. 1, 2002, pp. 1-22. vation: researching a new paradigm, Oxford, Oxford Uni-
34
Saturnino M. Jr. Borras, Jennifer C. Franco, Sergio Gómez, versity Press, 2008.
37
Cristóbal Kay y Max Spoor, «Land grabbing in Latin Amer- AnnaLee Saxenian, Local and global networks of immi-
ica and the Caribbean», The Journal of Peasant Studies, vol. grant professionals in Silicon Valley, San Francisco, Public
39, núms. 3-4, 2012, pp. 845-872. Policy Institute of California, 2002; AnnaLee Saxenian, The

56
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
controlar agendas de investigación por las gran- tal monopolista en mancuerna con el Estado
des corporaciones multinacionales con base en imperial es la brutal embestida desencadena-
capital de riesgo, asociaciones empresariales y da en contra de la clase trabajadora y los sec-
subcontrataciones en el ámbito de empresas tores populares en prácticamente todos los
emergentes o startups. d) Creciente participa- rincones del planeta. Así, una pieza más del
ción de fuerza laboral altamente calificada pro- imperialismo contemporáneo es una reconfi-
veniente de países periféricos o emergentes en guración de la división internacional del tra-
las dinámicas de innovación en Silicon Valley bajo, donde la fuerza de trabajo pasa a figurar
y en sus apéndices periféricos.38 e) Creación de de manera abierta, a tono con la perspectiva
un marco institucional ad hoc para la concen- marxista planteada por Arghiri Emmanuel40
tración y apropiación de los productos genera- para analizar el intercambio desigual, como
dos por el trabajo científico a través de patentes, la principal mercancía de intercambio entre
conformado por la Organización Mundial de la países centrales y periféricos, lo cual ha da-
Propiedad Intelectual (ompi) y la Organización do lugar a la aparición de nuevas y extremas
Mundial de Comercio (omc).39 formas de intercambio desigual.41 La dinámi-
Todo esto ha desencadenado una apropia- ca de creciente internacionalización de las fi-
ción sin precedentes del conocimiento, en tan- nanzas, la producción, el comercio y los ser-
to bien común intangible, lo que ha propicia- vicios propios del capitalismo neoliberal, ha
do, en principio, una desbordante expansión y tenido como correlato una creciente fragmen-
privatización de los productos del general inte- tación y polarización de la geografía mundial
llect, expresada en un crecimiento exponencial acompañada de un desbordante crecimiento
de las patentes acompañado de una concentra- de las desigualdades sociales a niveles hasta
ción de ellas en un puñado de grandes corpo- hace poco inimaginables:
raciones multinacionales, según lo constatan
las estadísticas de la ompi. Posteriormente, esa Tan sólo 8 personas (8 hombres en realidad) poseen
reestructuración arrastra consigo las contra- ya la misma riqueza que 3.600 millones de perso-
dicciones que encierra la modernidad capi- nas, la mitad más pobre de la humanidad. La súper
talista en virtud de que, más allá de favorecer concentración de riqueza sigue imparable. El creci-
una ruta progresista de desarrollo de las fuerzas miento económico tan sólo está beneficiando a los
productivas, inaugura, como se ha consignado, que más tienen. El resto, la gran mayoría de ciuda-
una fase regresiva y oscurantista en el avance y danos de todo el mundo y especialmente los secto-
aplicación del conocimiento. res más pobres, se están quedando al margen de la
reactivación de la economía. El modelo económico
Epílogo: el capital monopolista y los principios que rigen su funcionamiento nos
en el espejo de la crisis civilizatoria han llevado a esta situación que se ha vuelto extre-
ma, insostenible e injusta. Es hora de plantear una
La otra vertiente de la profunda reestruc- alternativa.42
turación y la espectacular concentración y
40
centralización del capital en manos del capi- Emmanuel Arghiri, El intercambio desigual: ensayo sobre
los antagonismos en las relaciones económicas internacio-
new argonauts: regional advantage in a global economy, nales, México, Siglo xxi, 1972.
41
Boston, Harvard University Press, 2006. Humberto Márquez y Raúl Delgado Wise, «Signos vitales
38
Battelle, «Global r&d funding forecast», Battelle-r&d, del capitalismo neoliberal: imperialismo, crisis y transfor-
2014, en http://www.battelle.org/docs/tpp/2014_global_rd_ mación social», en Estudios Críticos del Desarrollo, vol. 1,
funding_forecast.pdf núm. 1, 2011, pp. 11-50.
39 42
Raúl Delgado Wise y Mónica Chávez, op. cit. Informe de oxfam, 2017, p. 1.

57
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
Este «orden» o desorden planetario encie- todo a sus centros financieros e industriales más
rra profundas y peligrosas contradicciones 43 dinámicos, y que se ha transmitido con pronti-
que desde la década de 1970 han sumergido al tud hacia todos los sectores, circuitos y rincones
capitalismo mundial en una profunda crisis del capitalismo. Sin embargo, no podemos per-
que abrió la puerta a la implantación del neo- der de vista que la estrategia de reestructuración
liberalismo y que persiste hasta nuestros días. y expansión ha cumplido con creces su cometido
En efecto, la Hidra capitalista con sus nuevos principal: concentrar capital, poder y riqueza en
rostros —en alusión a la extraordinaria metá- manos de una delgada elite de capitalistas trans-
fora del movimiento zapatista para referirse al nacionalizados y, en contrapartida, ha deteriora-
régimen del capital— sólo ha encontrado fal- do de manera drástica las condiciones de vida y
sas y limitadas salidas a la crisis que le dio ori- trabajo de la mayoría de la población.44
gen y peor aún, lejos de abrir caminos hacia
una fase sostenida de crecimiento de la eco- Asistimos, por consiguiente, a una profun-
nomía mundial, a cada paso ha contribuido da crisis multidimensional: financiera, eco-
La dinámica a repensar dicha crisis y desatar la tormenta. nómica, social, cultural y ecológica, que no
de creciente En opinión de Humberto Márquez: únicamente ha puesto en jaque al sistema ca-
internacionalización
pitalista, sino que al cuestionar las bases ma-
de las finanzas, la
producción, La crisis que afronta el capitalismo contempo- teriales de la vida, el trabajo y la naturaleza,
el comercio ráneo representa una ruptura en el proceso de ha adquirido dimensiones civilizatorias. Y es
y los servicios propios expansión capitalista promovido por los países justo en el espejo de esta crisis donde se refle-
del capitalismo
centrales, encabezados por Estados Unidos, des- ja, sin ambages, el curso seguido por el capital
neoliberal, ha tenido
como correlato de la década de los setenta. Se trata de una rees- monopolista.
un desbordante tructuración fallida que ha hecho colapsar al cen-
crecimiento tro mismo del sistema capitalista mundial, sobre
de las desigualdades
44
sociales a niveles Humberto Márquez, «La gran crisis del capitalismo neo-
43
hasta hace poco David Harvey, op cit. liberal», Andamios, núm. 13, 2010, p. 67.
inimaginables.

58
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
··· DEBATE

Mercancía humana:
mistificación del proletariado
y centralidad de la cuestión laboral
HUMBERTO MÁRQUEZ COVARRUBIAS

La fuerza de trabajo no es una mercancía pero es tratada como si lo fuera. De hecho


es la mercancía más importante para el desarrollo del capitalismo, pues es la única capaz
de producir plusvalor, la sustancia vital del sistema. El capitalismo tiene como premisa
despojar a las clases populares de medios de producción y de sustento para obligarlos
a vender su corporalidad y capacidad de trabajo, el trabajo vivo, por un salario, y someterse
a los designios patronales que sólo tienen como premisa extraer el máximo beneficio.
Tendencialmente, se imponen políticas de constricción salarial, lo cual entra en conflicto
con la necesidad de realización del capital, el neoliberalismo impulsa entonces
un sometimiento por deudas para hacer posible que consuman los pobres. Producción
y reproducción se articulan con la intención de cerrar la pinza de un proletariado desbordante,
sin fronteras, cada vez más sometido. En ese sentido, la emancipación humana significa
un proyecto utópico, transformador, de cambio social, que reposa en el sueño proletario.

Una palabra proscrita lo que se ve compelido a venderle al burgués


su fuerza de trabajo para sobrevivir. b) Está
Dos características refieren las coordenadas en constante transformación en virtud de los
del concepto de clases sociales: a) Es rela- cambios en los mecanismos de generación
cional, unas clases se definen con relación a y apropiación de plusvalor donde confluyen
otras, por ejemplo, las trabajadoras frente a formas de movilidad y expansión del capital,
*Docente
investigador de la las propietarias, de tal suerte que en la mo- políticas estatales y renovadas formas de re-
Unidad Académica derna sociedad capitalista el burgués vive de sistencias de las clases explotadas, por lo cual
de Estudios la propiedad de los medios de producción y existe contradicción, conflicto, lucha entre la
del Desarrollo,
de la explotación de la fuerza de trabajo; en clases relacionadas.
Universidad
Autónoma de tanto que el proletariado ha sido despojado La ideología burguesa considera que el do-
Zacatecas de medios de producción y subsistencia por minio social de la propia burguesía es legítimo

59
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
por razones de tradición, herencia, riqueza, co- te de vender su fuerza de trabajo al mejor pos-
nocimiento y poder. Pese a que una ínfima mi- tor, aceptando la servidumbre ante el patrón,
noría de la sociedad pertenece a la clase bur- si no quiere perecer; c) con la proliferación del
guesa, la gran mayoría comparte la ideología mundo de las mercancías, además se suma la
dominante, por ello se facilita la servidumbre, libertad de poseer objetos, vía el consumo, que
el consentimiento de los dominados. también se traduce en una servidumbre por
Siempre ha sido aquilatada por las elites go- deudas, dada la insuficiencia del salario. La tri-
bernantes la tentativa de desaparecer el poten- ple libertad del proletariado no es más que mera
cial político del proletariado. En la actualidad, servidumbre.
desde la academia, los medios de comunicación
y la clase política han proscrito la palabra prole- Moderno trabajo esclavo
tariado, como si no existiera más en un mundo
conformista con el devenir del capital global. No Desde la Antigüedad, el trabajador era consi-
obstante, el proletariado tiene una historia inhe- derado como «esclavo a tiempo parcial»,3 pe-
rente al desarrollo del capitalismo hasta nuestros ro con el advenimiento de la moderna sociedad
días. El término proletariado habría sido acuña- capitalista, Marx actualiza los términos para
do en periodos previos a la consolidación del ca- referirse de modo más específico al trabajo asa-
pitalismo industrial. Una de las acepciones más lariado como «moderno trabajo esclavo».4 A
antiguas de la palabra proviene del argot jurídico diferencia de la esclavitud del mundo antiguo,
del Imperio romano. La palabra proletarius sig- donde el sujeto del trabajo se vendía de manera
nifica «perteneciente a los hijos» y proviene del permanente y definitiva, en el capitalismo la
latín proles que significa linaje o descendencia, venta aparece como si fuese de común acuerdo
es decir, proletario es el que sólo posee hijos. —los tratadistas liberales arguyen que ningu-
Pero es en el capitalismo cuando se aplica na esclavitud es de mutuo acuerdo, lo que no
con toda precisión a una de las clases sociales parece coincidir con la realidad—,5 un contra-
fundamentales.1 Una peculiaridad del proleta- to «libre», sin que medie el látigo flamígero de
riado es que se trata de un sujeto sin objeto, una algún capataz o amo. Entonces se presenta una
«subjetividad sin sustancia», esto es, un suje- esclavitud perfeccionada, inserta en la socie-
to despojado de las condiciones de existencia y dad moderna capitalista a grado tal que el es-
que por ello carece de objeto para reproducir su clavo moderno ya no sabe que lo es.
vida.2 En esas condiciones, el proletario deviene Más allá de la ilusión de que el esclavismo
en asalariado porque sólo posee su corporalidad ha sido abolido —aunque se reconoce que fue
viviente y la de sus descendientes, ni siquiera uno de los puntales del despliegue inicial del
se reconoce como dueño del suelo donde vive y capitalismo en las colonias— para dar paso a
donde habrá de morir. una sociedad de hombres libres dentro de un
La condición «libre» del proletario se ma- mercado libre donde los agentes concurren por
nifiesta en tres niveles sucesivos: a) la libera- voluntad propia, en el capitalismo tardío aún
ción de los medios de producción mediada por persiste en forma relativa, sutil; pero el salario
el despojo y la violencia; b) la libertad aparen- mistifica la dominación sobre el proletariado al

1 3
Karl Marx y Friedrich Engels, Manifiesto del partido comu- Aristóteles, Política, Madrid, Gredos, 1999, p. 84.
4
nista, México, Siglo xxi, 2017. Karl Marx, El capital. Crítica de la economía política, tomo
2
Karl Marx, Elementos fundamentales para la crítica de la i, vol. 1, México, Siglo xxi, 1988.
5
economía política (Grundrisse) 1857-1858, México, Siglo xxi, John Locke, El ensayo sobre el gobierno civil, México, Po-
1971. rrúa, 2005.

60
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
presentarla como una relación de «libertad», Mercantificación del cuerpo
cuando el proletariado continúa encadenado
a una «nueva forma de esclavitud». En la irracionalidad de la moderna sociedad
En la medida en que el sujeto sometido a capitalista, los seres humanos son tratados
una relación salarial no puede eludir la necesi- como si fuesen mercancías, sin serlo y bajo
dad de venderse para sobrevivir se encuentra el predominio de la forma salario, los sujetos
supeditado a una esclavitud relativa. Al acu- terminan por ser cosificados. Devienen una
dir al mercado por voluntad propia con objeto especie de cosa a merced de los caprichos del
de venderse cree que en ese acto busca trabajo mercado, puesta a la deriva, donde campean
sin ser consciente de que él es la personifica- las abstractas leyes de la oferta y la demanda,
ción del trabajo.6 La venta es un acto temporal que actúan como si fuesen leyes objetivas e
que dura 8, 10 o 12 horas al día, incluso más; implacables, pautas normativas de la sociali-
pero también menos, cuatro o cinco horas, y dad burguesa. La vida humana es subsumida
Desde la Antigüedad
esto último puede considerarse una desgracia. por la forma salario y tasada por un precio,
el trabajador era
Por tanto es una venta relativa. En determi- en términos formales y reales. Entonces, co- considerado como
nadas circunstancias puede elegir a qué pa- mo lo advirtiera Marx, el sujeto es animaliza- «esclavo a tiempo
trón habrá de venderse; sin embargo, lo que do, reducido a una simple humanité.7 parcial», pero con
el advenimiento
en definitiva no puede elegir es no hacerlo, El proletario se convierte en asalariado por-
de la moderna
no venderse, pues la vida se le esfuma. Para el que está obligado a vender su fuerza de trabajo sociedad capitalista,
proletariado, la libertad de elección significa para sobrevivir, a ofrecerse y cosificarse como Marx actualiza
la posibilidad de reactualizar la condición de una mercancía más en el mercado laboral. Pe- los términos para
referirse al trabajo
dependencia como sujeto vivo sin objeto. ro es una falsa mercancía, pues nadie produce
asalariado como
6
Enrique Dussel, 16 tesis de economía política. Interpreta- 7
Karl Marx, Manuscritos económicos y filosóficos de 1844, «moderno trabajo
ción filosófica, México, Siglo xxi, 2014. Buenos Aires, Colihue, 2006. esclavo».

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fuerza de trabajo para venderla, inserta en un do por exmarxistas y posmodernos conversos,11
mercado laboral que técnicamente no existe. hasta los teóricos conservadores de la derecha.12
Al vender su fuerza de trabajo el sujeto está El punto de inflexión fue el advenimiento
mercantificando su cuerpo y sus capacidades de la «sociedad postindustrial» derivada de la
individuales. La fuerza de trabajo que porta con- superación del modelo de producción fordista
sigo el proletariado, su única posesión real que propio de la producción industrial en línea y el
ofrenda al mercado, no es abstracta sino con- consecuente cambio estructural en la sociedad
creta, está adherida a la corporalidad viviente. moderna.13 Entonces se decreta el término del
Pero no vende su trabajo, que es consustancial paradigma productivo, que denotaba la extin-
al cuerpo, sino que vende la fuerza de trabajo, es ción del marxismo, y a cuyo mentor se le atri-
decir, la capacidad de desplegar una actividad buía una suerte de idolatría por la producción,
praxiológica dentro de un modo sociotécnico para suplirlo con el paradigma de la comunica-
de producción, por esa razón no puede ofrecer- ción. La cuestión del trabajo cae en el olvido y
la en el mercado sin también ofrecerse él mis- se entroniza el análisis del discurso.14
mo. Es un acto ajeno a su propia voluntad. En En dicho veredicto, el proletariado se habría
síntesis: cuando el sujeto acude al mercado pa- reducido a su mínima expresión y confinado
ra vender su fuerza de trabajo significa que va a en los reductos de las supervivientes fábricas
venderse a sí mismo, así sea de forma relativa, comparado a una desbordante masa de traba-
como «esclavo a tiempo parcial». jadores ocupados en los servicios donde no se
reconocen como proletarios, sino como «clases
Posmodernismo desbocado medias», pues el salario se metamorfosea en
un simple ingreso y se entregan a las proclamas
Desde distintas opciones ideológicas, el con- seductoras de la «sociedad de consumo». Con
cepto axial de clases sociales ha sido objetado la «desmaterialización de la economía», la so-
bajo la idea de que la clase trabajadora, si acaso ciedad se basa en los «servicios» y el proleta-
habría existido, se ha difuminado una vez que riado industrial ya no tiene cabida.
se ha desmoronado la base constitutiva indus-
trial y la pulsión de la productividad fordista. 8 Relativismo cultural
La sentencia de que el proletariado industrial
había dejado de existir o estaba en vías de extin- Con el advenimiento de la sociedad del cono-
ción es convalidada desde diferentes posiciones cimiento y la sociedad del consumo, ya no la
e intencionalidades políticas.9 A este veredicto
Cambiar el mundo sin tomar el poder. El significado de la
se han sumado filósofos procedentes de diversas revolución hoy, Buenos Aires, Herramienta Ediciones/Uni-
posturas del espectro político, desde los críticos versidad Autónoma de Puebla, 2002.
11
Jean Baudrillard, La sociedad de consumo. Sus mitos, sus
izquierdistas de la ortodoxia marxista,10 pasan-
estructuras, Madrid, Siglo xxi, 2009; Jean-François Lyotard,
La condición posmoderna. Informe sobre el saber, Madrid,
8
Zygmunt Bauman, Modernidad líquida, México, Fondo de Cátedra, 1987; Cornelius Castoriadis, La institución imagina-
Cultura Económica, 2004; Ulrich Beck, La sociedad del ries- ria de la sociedad, Buenos Aires, Tusquets, 2010; Agnes He-
go. Hacia una nueva modernidad, Barcelona, Paidós, 1998; ller, Políticas de la posmodernidad, Barcelona, Península,
Richard Sennett, La cultura del nuevo capitalismo, Barcelo- 1989.
12
na, Anagrama, 2006. Daniel Bell, El advenimiento de la sociedad post-indus-
9
Enrique de la Garza, Hacia un concepto ampliado del tra- trial: un intento de prognosis social, Madrid, Alianza, 1976;
bajo. Del concepto clásico al no clásico, México, Anthropos, Francis Fukuyama, El fin de la historia y el último hombre,
2010. Madrid, Alianza, 2015.
10 13
André Gorz, Adiós al proletariado. Más allá del socialis- Daniel Bell, op. cit.
14
mo, Barcelona, El Viejo Topo, 1981; Antonio Negri y Michael Jürgen Habermas, Teoría de la acción comunicativa, Ma-
Hardt, Imperio, Buenos Aires, Paidós, 2002; John Holloway, drid, Taurus, 1981.

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OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
sociedad mercantil ni la sociedad de la explo- Con la exaltación de los estudios cultura-
tación, se arribaba al «fin de las ideologías»,15 les posmodernos se pretende borrar la crítica
el «fin de las grandes narrativas»16 y el «fin de de la economía política y resaltar como rasgos
la historia».17 Algunos autores que otrora cues- distintivos de la sociedad la diversidad de len-
tionaban acerbamente al capitalismo ahora guas, las identidades, las diferencias de género
proponen nociones imprecisas, como la «mul- y los orígenes étnicos, el hecho de que algunos
titud»,18 que pretenden ejercer un papel susti- segmentos estén inmersos en actividades pro-
tuto de categorías con mayor potencial crítico. ductivas o excluidos de ellas se considera un
El ambiente posmoderno desbocado renie- aspecto secundario o irrelevante. En descargo
ga de las clases sociales y sus luchas de trans- de una clase obrera homogénea, en la actuali-
formación social, para entronizar el relativismo dad existe —quizá siempre lo ha habido— una
cultural que concede mayor reconocimiento a masa de singularidades irreductible al «esque-
la diversidad de las singularidades y reivindi- ma reduccionista» del proletariado.
ca las identidades, diferencias y especificidades
culturales. Con el dictamen sumario acerca de Estereotipos de clase
la supuesta pérdida de centralidad de la clase
trabajadora, en el capitalismo tardío se adujo Las principales clases sociales antagónicas de
que no había más clase obrera sino en todo caso la sociedad moderna, la burguesía y el prole-
una suerte de «no clase de los no trabajadores», tariado, a menudo suelen ser caricaturizadas
lo cual en definitiva implicaba decir «adiós al por los caricaturistas de la prensa y la opinión
proletariado».19 Fin de la historia. pública. En la cúspide de la pirámide social,
En ese sentido, el profuso relativismo cul- la burguesía suele ser dibujada con un cuerpo
tural deniega las clases trabajadoras explota- adiposo en forma de cerdo que asoma la cola
das y en su lugar se solaza desmenuzando a enroscada, ataviado con traje de frac negro,
una masa informe de conjuntos humanos, la sombrero de bombín, ostentando joyas y bille-
«multitud», en variopintas representaciones tes desbordantes, puro en la mano y una copa
fragmentarias, según referentes étnicos (ma- de whisky o coñac en la otra.
yas, quichés, aymaras, afros, mapuches, mi- El proletariado también ha sido caricaturi-
jes, tojolabales), preferencias sexuales (lesbia- zado. En ocasiones se le rinde pleitesía cuando
nas, transexuales, heterosexuales, bisexuales, el obrero aparece representado con un cuerpo
homosexuales), condición de género (muje- robusto forjado por la extenuante jornada
res, madres solteras), tribus urbanas (cholos, laboral, enfundado en su overol, botas y casco,
emos, punks, sanjuditas, urbanitas, chairos), impregnado de aceite y sudor, que contempla
grupos lingüísticos (latinos, mixes, huicho- el horizonte con mirada adusta. Además, la
les), grupos etarios (niños, jóvenes, adultos ondeante bandera roja comunista retoma las
mayores, ninis, millennials), marginados (va- herramientas de trabajo, la hoz y el martillo
gabundos, criminales, locos), bohemios (artis- para simbolizar la unción entre obreros y
tas, músicos, poetas), entre otros. A lo sumo, campesinos. Aunque de igual modo se elaboran
la que era sociedad de clases se reduce a una caricaturas de un personaje famélico, pedigüe-
mezcla social de identidades fragmentarias. ño, menesteroso, que lleva a cuestas el peso de
15
Daniel Bell, El fin de las ideologías, Madrid, Tecnos, 1964.
la vida y arrastra su pobreza.
16
Jean-François Lyotard, op. cit. Ahora, las revistas frívolas, llamadas del co-
17
Francis, Fukuyama, op. cit. razón, vindican cínicamente la riqueza, que an-
18
Antonio Negri y Michael Hardt, op. cit.
19
André Gorz, op. cit. tes se ocultaba, y la muestran con descaro en

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señal de triunfo, como la viva imagen del éxito. Por lo visto, los esclavos modernos no se asu-
La revista Forbes publica cada año la lista de los men como tales, de hecho se mofan de otros a
que considera los hombres más ricos del mun- quienes estigmatizan como «prole». No se con-
do. En contraste, los movimientos de indigna- sideran, en modo alguno, explotados; eso pare-
dos han popularizado la fórmula del 1 por cien- cería ser cosa del pasado. Para justificarse ante-
to para referirse a los más ricos del mundo, una ponen su nivel educativo, el título académico, la
plutocracia acerba que no tiene límites. profesión y el hecho de no trabajar en una fá-
Además de la disolución teórica del prole- brica sino, por ejemplo, en una oficina; además
tariado a manos de posmodernos y neolibera- de poseer casa (pagada con un oneroso crédi-
les que niegan su existencia, los medios de co- to hipotecario por el resto de la vida); disponer
municación, en realidad de condicionamiento de automóvil (pagado a meses sin intereses);
de masas, se ocupan febrilmente de estigma- contar con servicio de internet y televisión por
tizar al proletariado realmente existente. Las cable en casa y usar continuamente artefactos
industrias culturales dominadas por las oligar- digitales como el teléfono celular; amén de asu-
quías utilizan sus canales de entretenimiento mir hábitos consumistas como ir de shopping a
e información, sustentados en programación los centros comerciales e ir al cine, viajar como
pueril, para denostar la imagen pública del turistas en días de «puente» o en vacaciones;
proletariado, a la vez que rinden pleitesía a la incluso vestir de traje y corbata, no usar más
ostentación de riqueza de los potentados. El que ropa de «marca» o ser fashion.21
proletariado se encuentra actualmente «de- En la denominada «sociedad del conoci-
monizado».20 La pobreza de los proletarios es miento» las apariencias engañan, de tal suerte
vapuleada y los jóvenes pobres reciben toda que quienes se presentan ataviados con traje y
suerte de epítetos: chavs, cañis, chuntaros, corbata —no con overol industrial—, no esta-
prole. A su vez, los burócratas y empleados de rían sujetos a la explotación laboral; si acaso
empresas públicas y privadas son señalados venden algo es su conocimiento y cobran se-
como los godínez, personajes hundidos en la gún su formación educativa, no valen por lo
más completa mediocridad, cuya cotidianidad que hacen —como los trabajadores manua-
gira en torno a los ciclos quincenales. les— sino por lo que saben.
Esta ideología se encuentra plagada de pre-
Clasemediero juicios, por una parte rechazan la pertenencia
a una clase social, la de los explotados, y des-
La ideología de la «clase media» ha permea- precian a quienes consideran inferiores, los tra-
do con fuerza, según la cual el nivel de ingre- bajadores; y por otra parte anhelan ascender a
sos —no el salario— y los estudios universi- las esferas de las elites potentadas, a quienes en
tarios son los factores que ubican a una gran cambio idolatran.
franja de la población en un estatus social
preferente dentro de la sociedad de consumo Desposesión
o la sociedad del conocimiento, un estatus di-
ferente al de los simples obreros, que ocupan Más allá de la multitud de singularidades que
los peldaños inferiores al recibir bajos ingre- derivaría en la presunta disolución del pro-
sos y no disponer de preparación académica letariado, como sostiene el posmodernismo
relevante.
21
Alejando González, «El silencio de los proletarios. La mis-
20
Owen Jones, Chavs. La demonización de la clase obrera, tificación del salario y la esclavitud capitalista», Memoria,
Madrid, Capitán Swing, 2013. núm. 256, 2015.

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OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
desbocado, la cuestión de fondo es el modo laboral por un salario, con el que «compran
en que viven los sujetos, la forma en que ac- cosas», en el sacrosanto mercado, que les
ceden a las condiciones materiales necesa- permitirán sobrevivir por un lapso breve, por
rias para subsistir y reactualizar su singu- ejemplo la próxima quincena.
laridad desde donde brota la pluralidad. El El proletariado es una subjetividad sin sus-
problema entonces es dilucidar si estos indi- tancia, un sujeto sin objeto, por tanto es una
viduos singulares, los conjuntos familiares, gran masa de desposeídos, un sujeto colectivo
las comunidades y los pueblos acaso son due- separado, escindido, de su objeto social, que
ños o no de los medios de producción que po- se ve obligado a vender su fuerza de trabajo
sibilitan la reproducción material y espiritual a cambio de un salario para obtener aquello
de los individuos y las colectividades. que la cultura moderna los instiga a adquirir
Con lo anterior no se pretende afirmar que compulsivamente.23
está en cuestión la propiedad privada en ge- La condición de trabajador asalariado de-
neral, como plantearía el «comunismo tos- viene de ser proletario. En tanto que para ser
co», que con la pretendida abolición de la asalariado previamente hay que ser proleta-
propiedad privada y la comunitarización de rio, lo opuesto no sucede. Existen proletarios
todo estaría generalizando la propiedad co- no asalariados, dado que no han accedido a
lectiva y pervirtiendo las relaciones sociales.22 un empleo donde recibir un salario, por lo
El punto crítico es la propiedad privada de los cual forman el «ejército industrial de reser-
medios de producción, por ejemplo una em- va», según Marx,24 aunque los economis-
presa privada que garantiza el acceso a la ri- tas convencionales se referirán a ellos como
queza social de manera plena y permanente, desempleados, sin soslayar que puede tra-
a quienes forman parte de la elite que deten- tarse de personas que no venden su fuerza de
ta la riqueza, o si por lo contrario tienen que trabajo por razones de edad o incapacidad.
verse compelidos a venderse en el mercado
23
Slavoj Zizek, Permanencia de lo negativo, Buenos Aires,
22
Adolfo Sánchez Vázquez, El joven Marx. Los manuscritos Ediciones Godot, 2016.
24
de 1844, México, Ítaca, 2003. Karl Marx, El capital...

El proletariado es
una subjetividad sin
sustancia, un sujeto
sin objeto, por tanto
es una gran masa
de desposeídos,
un sujeto colectivo
separado, escindido,
de su objeto social,
que se ve obligado
a vender su fuerza
de trabajo a cambio
de un salario para
obtener las cosas
que la cultura
moderna le
impele a adquirir
compulsivamente.

65
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
Entonces, para ser asalariado, previamente gastronomía, aviación, call center, docencia,
hay que ser proletario. La condición de prole- policía, militar, etcétera.
tario deviene de ser desposeído, estar despo- Durante la jornada laboral, el trabajador no es
jado del objeto, y se convierte en asalariado dueño de su tiempo, le pertenece al capitalista.
porque se le coacciona a vender su fuerza de No puede hacer lo que le plazca, pues ha vendido
trabajo a cambio de un salario que a la postre le su tiempo, energía y corporalidad, y está obliga-
posibilitará obtener las cosas, las mercancías, do a obedecer las órdenes de aquel que al osten-
que le permitirán sobrevivir y sentirse parte tar el poder del dinero lo ha comprado tempo-
del mundo de las mercancías. En todo caso, el ralmente. Aunque la jerga convencional dirá que
proletario es un sujeto despojado que no posee lo ha «contratado» o, mejor aún, «empleado».
los objetos para producir las condiciones ma- Después de ser explotado, de que la fuerza
teriales, objetivas y subjetivas, para reproducir de trabajo sea usada para crear plusvalor, inclu-
su vida en forma autónoma y permanente, de so en grado superlativo, es decir, superexplota-
ahí que se torne un sujeto despojado, pobre y do,25 se aviene el problema de ser subsumido en
necesitado. las formas de reproducción social, donde inter-
viene la esfera del consumo, la cultura, la ideo-
Alienación logía y la vida cotidiana.26
Apenas concluya ese tiempo, el trabajador
Para el capitalismo, no sólo es crucial la pro- podrá experimentar la sensación de ser dueño
ducción, lo es también la reproducción, razón de sí mismo de nueva cuenta, aunque sólo sea
por la cual al despojo y explotación se suma el para reponerse del desgaste sufrido durante la
consumo y la ideología. La explotación produc- jornada laboral para estar en condiciones de
tiva del trabajador, esto es, que se extraiga de- ser despellejado, exprimido, cuando el nuevo
terminada dosis de plusvalor al trabajo vivo, no día le anuncie su verdadera condición.
lo convierte de por sí en proletario o asalaria- Habitualmente, durante el «tiempo libre»
do sino que previamente es necesario que ha- el trabajador dedicará considerables bloques de
ya sido desprovisto de medios propios de pro- tiempo simplemente para trasladarse de su ca-
ducción y subsistencia, para proletarizarlos. En sa al lugar de trabajo, salvo que ese lugar sea su
adición, una vez inmerso en el mercado laboral mismo hogar, y otro tanto para el descanso, sin
tendrá que continuar ofrendando su tiempo y embargo en esos periodos no podrá escapar a la
hábitos a fin de hacer posible la reproducción lógica del capital, estará subsumido a ella co-
del sistema mediante el consumo, la cultura y mo consumidor.27 La ecuación se complementa
la ideología. con la igualdad entre descanso y consumo, en-
En el capitalismo contemporáneo la fuerza tre tiempo libre y tiempo de comprar. Incluso el
de trabajo, el valor de uso de los asalariados, se propio acto de comprar es delegado al compra-
consume de las más diversas e inauditas formas dor, quien tiene que invertir parte de su tiempo
en tanto se transforman las actividades de la 25
Ruy Mauro Marini, Dialéctica de la dependencia, México,
producción y la circulación: la producción in- Era, 1973.
dustrial es mejorada técnicamente con la au- 26
Humberto Márquez Covarrubias, «Apogeo del capitalismo
corporativo y dominación de los mundos de vida», Estudios
tomatización y la robotización, además de la
Críticos del Desarrollo, vol. 3, núm. 5, 2014.
división internacional del trabajo y la deslocali- 27
Robert Kurz, «La expropiación del tiempo», La Haine, 27
zación (maquiladoras, minería, agronegocios); de diciembre de 2012, https://www.lahaine.org/est_espanol.
php/la-expropiacion-del-tiempo; Renán Vega, «La expro-
los servicios se expanden en bancos, tiendas de
piación del tiempo en el capitalismo actual», Herramienta,
conveniencia, cafeterías, restaurantes, hoteles, núm. 51, 2012.

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OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
para hacer sus compras, en descargo de emplea- jo el capitalismo, y más dentro de su caparazón
dos despedidos. De modo que la subsunción neoliberal, estas medidas compensatorias no
del trabajo por el capital se complementa con la son concesiones de los organismos patronales
subsunción del consumo y de las actividades de ni los gobiernos de turno, si acaso pudieran lo-
reproducción social en general. grarse sería merced a la lucha organizada de los
trabajadores mediante sindicatos, movimien-
Entretelones salariales tos sociales y partidos políticos afines a los in-
tereses populares (en todo caso esa política no
En la economía mundial, el desarrollo desigual resuelve el problema de raíz).
y las relaciones de poder entre Estados nacio- La lucha sindical desplegada en huelgas, pa-
nales interfieren en la prevalencia de grandes ros o marchas reivindica mejores condiciones de
diferenciales salariales que segrega a vastas re- trabajo, en particular el salario y las prestacio-
giones del mundo y, en particular, a las clases nes; no obstante, son estrategias de lucha que a
trabajadoras. Pero la existencia de los diferen- la postre concitan formas de inclusión dentro de
ciales salariales no altera el fundamento de la la trama de la explotación en condiciones quizá
condición proletaria en el seno de una socie- algo menos oprobiosas, para lo cual tendrán que
dad mercantil. En el mundo del trabajo la exis- entablar negociaciones con el Estado y los patro-
tencia de diversos niveles salariales no disuel- nes sin pretender abolir las relaciones de domi-
ve el asunto, pero mistifica la conciencia de nación y explotación subyacentes.
clase, pues se asume que el mercado gratifica Paradójicamente, en la moderna sociedad
de manera diferenciada el «precio de la fuerza capitalista existe algo peor que ser un trabajador
de trabajo» según su preparación, calificación mal pagado: no serlo, estar «desempleado». Pa-
o prestigio. ra la mayoría de los asalariados, «tener un traba-
Más bien prevalece una desproporciona- jo» donde ser explotados, a expensas de cómo lo
lidad en la distribución social del valor que se hagan, resulta una suerte de «bendición», por
verifica por una desigualdad notoria entre el lo que en lugar de cuestionar la situación, más
esfuerzo laboral y su retribución; por ejemplo, valdría «dar las gracias al Señor». En contraste,
entre quien se vende a 2 mil pesos o más por otros segmentos laborales manifiestan regocijo
una hora y quien se vende a 7.30 pesos o menos por estar insertos en el sistema de explotación
por hora. En la práctica, algunos se llevan mu- en virtud de que su precio de asalariado está por
cho más de lo que aportan: la elite de la clase encima del promedio y se identifican como par-
política, los futbolistas encumbrados, los can- te de la «clase media alta», recreando el llama-
tantes de moda o los gerentes de grandes em- do «proletariado burgués»28 o la «aristocracia
presas se embolsan cantidades estratosféricas. obrera»,29 la cual se encuentra en vías de extin-
En contraste, los jornaleros agrícolas, los ope- ción en el capitalismo neoliberal. En el primer
rarios de maquiladoras o los despachadores de caso la consigna de los desempleados parecería
tiendas de conveniencia reciben míseros sala- ser «¡queremos ser explotados!»; la de los asa-
rios de hambre. lariados, «¡queremos ser un poco menos explo-
Entonces, la cuestión de fondo no puede so- tados!»; y la de los clasemedieros resulta patéti-
lucionarse con el alza de los salarios nominales, ca porque rememoran a ciertos esclavos negros
incluso un incremento que compensara la in-
28
flación anual de los precios de la canasta básica Friedrich Engels, «Carta de Engels a Marx del 7 de octubre
de 1858», Correspondencia, Buenos Aires, Cártago, 1987.
o uno mayor que pretenda revertir la pérdida 29
Vladimir Lenin, Imperialismo. Fase superior del capitalis-
acumulada del poder adquisitivo. Aun así, ba- mo, México, Quinto Sol, 2009.

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volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
orgullosos porque su amo pagó por ellos un tido en «remesas» que adquieren un poder
precio más alto que por los demás. de compra acrecentado por el tipo de cambio
La diferenciación salarial propicia divi- asimétrico, que genera la falsa ilusión de un
siones dentro del proletariado y redunda en salario excedente, cuando en realidad se trata
luchas intestinas acicateadas por la compe- de un pseudosobresalario.31
La burguesía suele tencia capitalista y el ethos realista.30 Quienes
ser dibujada con
se consideran «mejor pagados» (explotados) El patrimonio de los desposeídos
un cuerpo adiposo
en forma de cerdo consideran como sus principales enemigos a
que asoma la cola los «peor pagados» (superexplotados), pero Contra todo pronóstico, en la moderna socie-
enroscada, ataviado ambos segmentos consideran como sus adver- dad capitalista la noción de desposesión que
con traje de frac
sarios a los desempleados (ejército industrial define la condición violenta de separación de
negro, sombrero
de bombín, de reserva) que simplemente no han podido los medios de existencia y el hurto sobre los
ostentando realizar su fuerza de trabajo como mercancía, trabajadores en la producción, descritos por
joyas y billetes como capital variable, en el sentido de Marx, Marx como acumulación originaria y explo-
desbordantes, puro
bajo el yugo de ningún capitalista, ni siquiera tación,32 se pone a prueba en la moderna so-
en la mano y una
copa de whisky pueden ser asalariados. ciedad capitalista cuando grandes segmentos
o coñac en la otra. Un ejemplo preclaro de la mistificación es de proletarios y de asalariados precarizados
el salario de los migrantes conver- son insertados a la dinámica del capitalismo
a través del espejismo del consumismo basa-
30
Bolívar Echeverría, Modernidad, mes- do en la «servidumbre por deudas», de for-
tizaje cultural, ethos barroco, México, ma que consiguen tres grandes objetivos: a) la
Universidad Nacional Autónoma de
«inclusión de los excluidos», b) la activación
México, 1994.
de la demanda efectiva de consumidores de
bajos ingresos, c) la aparente disolvencia de
la desposesión mediante la posesión de cosas.
El sistema de consumo capitalista incenti-
va la posesión desmesurada de cosas que sa-
tisfacen necesidades básicas y suntuarias. El
poseer casa, automóvil y aparatos electróni-
cos, forma parte de la ideología dominante y
de la mistificación de la desposesión, porque
entonces parecería que se vive en la abun-
dancia. Dentro del imaginario posesivo el es-
tatus social se define no por el trabajo sino
según las cosas que se poseen. De modo que
más que para sobrevivir o para que las cosas
permitan vivir, pareciera que los proletarios
consumistas viven para tener más y más
cosas, conforme al llamado del american
way of life.

31
Humberto Márquez Covarrubias, «México en vilo: des-
mantelamiento de la soberanía laboral y dependencia de
las remesas», Papeles de población, vol. 14, núm. 58, 2008.
32
Karl Marx, El capital...

68
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
Para su desgracia, más allá de los bienes os- vidumbre por deuda»; esto es, un consumo a
tentosos que pudieran llegar a formar su patri- crédito que tendrá entre otras expresiones la
monio, el proletario asalariado continúa sien- sujeción a leyes hipotecarias injustas para sub-
do una subjetividad sin sustancia, un sujeto venir costes de vivienda disparatados —casas
sin objeto, en una palabra, un ser desposeído y paupérrimas a precios de oro— y en este mo-
separado de las condiciones materiales de exis- vimiento quedará bajo la férula de acreedores,
tencia que le permitan producir de forma au- gestores de dinero y banqueros privados nacio-
tónoma y continuada el cúmulo de cosas que nales y extranjeros.
adquiere en el mercado, así como vivir e inser- La inclusión en la sociedad de consumo mis-
tarse en la esfera de la cultura mercantil. tifica el régimen de explotación y la forma sa-
Atrás de la aparente prosperidad de las fa- lario debido a que el conjunto de bienes que se
milias que acumulan cosas, gran parte de esas adquieren por el crédito van conformando el
posesiones pudieran resultar superfluas; en to- patrimonio de los trabajadores que diluyen la
do caso son adquiridas compulsivamente bajo sensación de desposesión, incentivan el estí-
la pulsión del fetichismo de la mercancía que mulo propietario, pero los atrapa en sutiles re-
estimula el consumismo mediado por la merca- des de sujeción crediticia a perpetuidad. Acce-
dotecnia por encima de las necesidades y más derán a una vivienda que por más modesta que
allá de las capacidades. sea deberán pagar durante el resto de sus días,
con el riesgo de que al terminar de pagarla, si
Inclusión social por el consumo no es que antes, se habrá derrumbado; adqui-
rirán un vehículo de corta vida útil para embo-
Con la intención de rescatar a la sociedad mer- tellarse en el tráfago de la vialidad urbana; la
cantil capitalista, empantanada por la insol- compra de teléfonos celulares crea la sensación
vencia de los trabajadores mal pagados y la de integración a la tecnología y la formación de
mayoría de la población pobre —que no pue- «redes sociales» digitales; una plétora de apa-
de erigir una demanda efectiva y se encuen- ratos electrónicos (televisores, computadoras),
tra inmersa en una crisis de realización— el servicios (internet, televisión de paga) y la ex-
neoliberalismo engendró una estrategia, ni si- pectativa de viajar y gozar de entretenimientos
quiera imaginada por el keynesianismo, para diversos, además los bienes básicos como ves-
abrir canales de inclusión a los excluidos me- tido, calzado, se adquirirán a crédito.
diante la inyección de créditos onerosos para La vía del consumismo abierta mediante la
el consumo. Con ello se reactivaría la alicaída «servidumbre por deudas» significa otra forma
demanda y se lograría el doble efecto de acti- encubierta de dominación dentro de la forma
var a la «sociedad de consumo» y generar el de esclavitud moderna. En términos macroeco-
espejismo de inclusión en una sociedad que sin nómicos es una salida para la realización mer-
embargo mantiene una férrea política de com- cantil mediante la demanda efectiva artificial
prensión de los «salarios reales» y la deroga- en condiciones de desplome del salario general,
ción de los derechos sociales y laborales gana- a la vez que simula que la vía de inclusión social
dos por luchas sociales pretéritas. es consumir más.
Como efecto compensatorio del prolongado
deterioro del «salario real», es decir, el descen- Expansión del proletariado
so progresivo de la capacidad de compra de sa-
tisfactores, amén de ser explotada, la población En desmedro de la tesis que promulga apresu-
trabajadora es sometida a un régimen de «ser- radamente la desaparición del proletariado con

69
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la culminación del fordismo, el derrumbe del bre explotación. A su vez, el capital financiero
«socialismo real» y el advenimiento de una se apropia de grandes excedentes acumulados
«sociedad posindustrial», la economía mun- por el valor social bajo la modalidad de intere-
dial capitalista, lejos de decirle adiós, despliega ses de deuda pública, privada y familiar, por lo
una expansión sin precedentes del proletaria- que termina siendo uno de los grandes explo-
do sobre el conjunto de la humanidad y en to- tadores del sistema por vía indirecta.
dos los confines de la economía mundial.33 A la gran diferenciación social emanada de
La mayor parte de la población mundial en las diversas formas de explotación directa e in-
el capitalismo contemporáneo es asalariada y, directa que recalan en una multiplicidad de seg-
más aún, proletaria. En otras palabras, tiene la mentos laborales dispersos se suma la variedad
necesidad de acudir al mercado laboral y ven- de singularidades constitutivas de los sujetos
der su fuerza de trabajo por un salario, con el acordes a la mixtura multiétnica (indígena, mes-
cual podrá adquirir medios de vida en el mer- tizo, anglosajón, negro, árabe), multilingüístico
cado para sobrevivir por unos días, al menos (lenguas occidentales y de los pueblos origina-
para sobrellevarla hasta el siguiente pago quin- rios), heterogeneidad sexual (heterosexual, ho-
cenal. A sabiendas de que el capitalismo es in- mosexual). Lo anterior exhibe una compleja
discutiblemente el orden social dominante y mixtura social que tendría que ser indagada a
generalizado despliega diversas formas de ex- profundidad por la crítica de la economía po-
plotación que capturan a los trabajadores no lítica y los estudios críticos de la cultura.
asalariados, que al final de cuentas adquieren En el presente, la masa desbordante del
medios de producción y consumo en los mer- proletariado internacional se multiplica con
cados normalizados por la lógica inmanente la incorporación del exbloque soviético, China
del capital.34 e India a la trama del capitalismo internacio-
nal, razón por la que las grandes corporacio-
Sin fronteras nes tienen a su disposición un vasto ejército
laboral que sobresale por su desorganización,
En la medida en que el capital global rompe las precarización y desvalorización. En los países
fronteras de los Estados nación se configura sometidos a los programas neoliberales se han
un proletariado mundial a su disposición, que implementado severos programas de ajuste y
todavía tiene restricciones para la libre mo- reformas laborales en contra de los intereses
vilidad y observa grandes diferenciales sala- sindicales, políticos y salariales de los trabaja-
riales.35 Esto lo aprovecha a plenitud el capital dores. Como parte de la normalidad neoliberal
bajo las formas de extractivismo, maquilado- ahora emergen grupos de trabajadores comple-
ra, agroexportación, que se desplaza hacia los tamente precarizados.36
grandes reservorios de trabajo barato donde no Un dato sintomático de la expansión del
encuentra mayores restricciones para una li- proletariado, que a la par es una síntesis de la
33
actual crisis civilizatoria, es la persistencia y el
Michel Husson, «La formación de una clase obrera mun-
dial», A Través del Espejo, núm. 1, 2015. acrecentamiento de las migraciones dentro de
34
Armando Bartra, Hacia un marxismo mundano. La clave los Estados nacionales y entre ellos por causas
está en los bordes, México, Ítaca, 2016.
35
como el despojo, la violencia y la miseria. Se
Humberto Márquez Covarrubias y Raúl Delgado Wise,
«Signos vitales del capitalismo neoliberal: imperialismo, trata de una migración forzada del proletariado
crisis y transformación social», Estudios Críticos del Desa-
36
rrollo, vol. 1, núm. 1, 2011; Raúl Delgado Wise y David Martin, Guy Standing, El precariado. Una nueva clase social, Bar-
«La economía política del arbitraje laboral global», Proble- celona, Pasado & Presente, 2011; Adrián Sotelo, El precaria-
mas del Desarrollo, vol. 46, núm. 183, 2015. do: ¿nueva clase social?, México, Miguel Ángel Porrúa, 2015.

70
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
internacional, que ya había sido explorada en cualquier intento para proclamar una nueva
el capitalismo industrial clásico de Inglaterra,37 sociedad. Lo cual no quiere decir, sin embargo,
pero que en este momento cobra auge en el ca- que se hayan agotado las esperanzas populares
pitalismo neoliberal.38 El proletariado nómada del cambio social; es imprescindible que no se
es el signo más conspicuo de la crisis humanita- repitan los experimentos fracasados o contrahe-
ria que entraña la barbarie capitalista. chos. El final del siglo xx y lo que va del presen-
te ha sido escenario de grandes movilizaciones
Involución ortodoxa sociales en el planeta, sobre todo en los países
y horizonte libertario subdesarrollados que buscan formas de autono-
mía, gobiernos populares y formas de socialidad
Ha sido un aspecto controversial la formación alternativas.
del proletariado como sujeto histórico que ha- Las luchas anticapitalistas son múltiples y
brá de transformar el capitalismo para conver- variadas: movimientos, sindicatos y partidos.
tirlo en otra sociedad, socialista o comunista. Unos buscan negociar mejores formas de inclu-
El marxismo tradicional únicamente conside- sión dentro del sistema del gran dinero (sala-
raba la existencia de un solo tipo de proletaria- rios, horarios, condiciones de vida y trabajo), sin
do, el industrial, que era explotado en la línea necesariamente pretender derrocar al sistema.
de producción de la fábrica y producía plusva- Otros avizoran cambios sociales, proyectos utó-
lor. Para ciertas visiones marxistas, el proleta- picos, políticas de lo imposible. Entre las luchas
riado entraña un «orgullo de clase», un fuerte antisistémicas se encuentran etapas interme-
sentido de pertenencia, que se adhiere a la vi- dias, como la desmercantilización del trabajo,
sión progresista sobre el desarrollo de las fuer- que incluye ideas como la redistribución social
za productivas. En el marxismo prevaleció un del ingreso, por ejemplo mediante las rentas
«orgullo proletario», pues se consideraba que (Estados progresistas, renta universal). Con to-
dicha clase era la «elegida», la sepulturera del do, el ideal de emancipación humana sigue vi-
capitalismo. Esta clase producía la riqueza de gente y no puede ser ajeno a los trabajadores y
la sociedad y mantenía a la burguesía. La pre- las clases populares.
sunción revolucionaria descansaba en la idea
de que el proletariado consciente y organiza-
do en un partido obrero sería dirigido por una
vanguardia para derrocar el dominio del capi-
tal e instaurar un Estado obrero, la denomina-
da dictadura del proletariado.
Esta intención revolucionaria ha estado ani-
dada en los tratados y manifiestos políticos mar-
xistas. Sin embargo, la experiencia catastrófica
del socialismo realmente existente 39 y el triunfo
del capitalismo neoliberal, dieron al traste con

37
Karl Marx y Friedrich Engels, Imperio y Colonia. Escritos
sobre Irlanda, México, Cuadernos de Pasado y Presente, 1979.
38
Humberto Márquez Covarrubias, «Desarrollo y migra-
ción: una lectura desde la economía política crítica», Migra-
ción y Desarrollo, núm. 14, 2010.
39
Adolfo Sánchez, El valor del socialismo, México, Ítaca,
2000.

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··· DEBATE

Das Kapital
GUSTAVO ME AZZI*

El compromiso político con los trabajadores es un principio ético irrenunciable en El capital.


Pese a una vida inmersa en la pobreza familiar, el trabajo intelectual y el activismo político
de Marx le permitieron realizar una investigación a fondo del capitalismo, que culminó
en la publicación del libro primero en 1867. A la fecha, no existe mejor explicación
del funcionamiento del sistema capitalista, aunque no todo se encuentra
contenido en él. El sistema mundial capitalista está en constante cambio,
por lo que los fenómenos económicos adquieren gran complejidad y diversidad.
Sin embargo, las categorías básicas, el método de análisis y las tendencias del sistema
se mantienen, de manera que El capital continúa vigente en varios planos y niveles.

Hace 150 años, en septiembre de 1867, (urss), se hace a Marx responsable. Nada más
en Hamburgo, se publicó el primer falso, como si de la explicación de cómo fun-
tomo de la obra cumbre de Carlos Marx. ciona el capitalismo se derivaran regímenes
políticos. Pese al transitorio optimismo gene-
Feroces campañas en su contra y mentiras, rado entre los capitalistas, el ataque frontal del
miles de veces lo dieron por equivocado y anti- neoliberalismo contra el Welfare State euro-
cuado.1 Durante las últimas décadas, ante sus peo y la posterior crisis iniciada en 2007, aún
imbatibles argumentos, se opta por la «cons- sin vías de solución (y tampoco de explica-
piración del silencio». Es también la cultura ción), ponen las cosas en su lugar. Aunque los
del sometimiento, vía la soberbia, la ignoran- capitalistas no lo sepan (y tampoco sus econo-
cia y el ninguneo. Pero el segundo libro más mistas), Marx tiene un aliado clave: el propio
vendido en la historia mantiene vigencia. Es capitalismo. Frente a la falsa visión de que los
lógico. Ninguno como El capital descubre y asuntos económicos se resuelven aleatoria-
muestra los procesos sociales por los cuales el mente, según decisiones individuales en los
capitalismo funciona con base en la explota- mercados, las tendencias que Marx demues-
ción del trabajo; y allí eso queda al desnudo. tra pesan. Se aplica aquí la frase del literato
Los trabajadores del mundo tienen a su dispo- Alfred Döblin de 1918: «Impertérrito, el desti-
sición las razones y formas en que eso sucede. no aguantaba el timón».2
Cuando cae el Muro de Berlín e implosiona El propio capitalismo, con su tendencia a
* Miembro de la
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas la desigualdad, a la pobreza (pese a increíbles
Red de Economistas
de Izquierda del 2
Alfred Döblin, Burgueses y soldados, Argentina, Edhasa,
Uruguay 1
Agradezco los comentarios de Oscar Mañán. 2011, p. 284.

72
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO
Ninguno como
El capital descubre
y muestra los procesos
sociales por los cuales
el capitalismo
funciona con base
en la explotación
del trabajo.

aumentos de productividad que permitirían mo Marx), dejando cuadernos, apuntes, que


una vida decorosa a todos en el mundo), a ci- Engels ordenó en los tomos ii y iii de la obra,
clos de auge y depresión y crisis, y a expandir- años después de su muerte.
se mundialmente, verifica las conclusiones de No existe mejor explicación del funcio-
El capital. La promesa de un mundo de bien- namiento del sistema capitalista. No por ello
estar para todos a partir del libre desarrollo del debe pensarse que allí «ya está todo». La di-
capitalismo está hecha pedazos. Si agregamos versidad y complejidad de un sistema mun-
la debacle ambiental planetaria en que nos dial modifica constantemente las formas y
está sumiendo el producir para la ganancia, manifestaciones de los fenómenos econó-
queda clara la barbarie del sistema. micos, pero las categorías básicas, el méto-
El origen de El capital tiene un principio do de análisis y las tendencias del sistema se
ético: el compromiso con los trabajadores. La mantienen.
participación de Marx en movilizaciones, pu- Los siguientes temas resaltan la vigencia
blicaciones, organizaciones de trabajadores, de El capital. Es usual, incluso en la academia,
etcétera, y no obstante a una vida difícil en- acusar a la economía política de «ideológica».
marcada en la pobreza, lo llevaron a investi- ¡Por supuesto que lo es! Pero en ciencias socia-
gar a fondo el capitalismo, ello culminó en la les todas las concepciones lo son. No existe la
publicación de 1867 (supervisada por el mis- tan mentada «neutralidad»: desde la elección

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volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
del objeto de estudio, el método, las categorías, de riqueza: el trabajo. El verdadero regulador,
etcétera, la ideología ya está involucrada.3 el disciplinador, es el miedo. Miedo al hambre,
Uno de los eslóganes más comunes de la teo- miedo a no tener empleo para disponer de al-
ría económica neoclásica es la «defensa de la gún ingreso para la familia, miedo a trasponer
competencia» (incluso forma parte de ingenuas límites impuestos durante siglos y a la fuerza.
propuestas progresistas). Pero es evidente que Manuel Scorza lo expresa con crudeza: «Ani-
pocas y grandes empresas controlan los merca- mal feo es el hombre: el único que muere de
dos. La competencia conduce necesariamente a hambre mirando el alimento que por miedo no
la concentración del capital. Progresivamente, se atreve a tocar».5
este proceso trasciende fronteras («mundiali- Dos de las claves descubiertas por Marx son
zación», le llamaba Marx), y explica entonces la diferencia entre valor de cambio y valor de
las actuales empresas transnacionales. uso, y entre fuerza de trabajo (la capacidad) y
Es usual que casi todo lo que ocurre se atri- trabajo (el resultado). La fuerza de trabajo es la
buya a «la globalización», ese fenómeno en única mercancía cuyo valor de uso crea nuevo
apariencia nuevo. Pero, al analizarlo en su pro- valor. De este valor producido, una parte se le
ceso histórico (económico y político), es exacta- devuelve en forma de salario y la otra consti-
mente el proceso anterior. Acelerado, en efecto, tuye la plusvalía que se apropia el capitalista
por las innovaciones en las comunicaciones y para su disfrute, y para reproducir el sistema.
el transporte, y respaldado por los países domi- De ahí que el capital sea una relación social,
nantes. Hace veinte años un célebre economista valor que se valoriza, muy distinto a su asimi-
canadiense lo esclarecía: «La globalización no lación neoclásica a máquinas e infraestruc-
es un concepto serio. Nosotros, los norteameri- tura. He aquí las dos clases sociales básicas:
canos, lo inventamos para ocultar nuestra polí- trabajadores asalariados y capitalistas. No son
tica de penetración económica en el exterior».4 invento de nadie, el sistema capitalista las for-
Se nos adoctrina en que «el mercado regu- mó. Y el conflicto es obvio.
la» y su libre funcionamiento garantiza la paz La derecha nos habla de libertad, del desa-
social y la democracia. Pura ilusión ideológica. rrollo de la subjetividad, conculcadas por Marx
El capital nos enseña que los elementos cen- y sus sucesores. Pero la única libertad del capi-
trales ya están predeterminados por la produc- talismo es la que tiene la inmensa mayoría de
ción; por lo que se produce y con qué costos y la población mundial para vender su fuerza de
ganancias, además de los ingresos de los con- trabajo a los poseedores de los medios de pro-
sumidores, y la determinación del valor de la ducción; expuestos cotidianamente a una ma-
fuerza de trabajo. Incluso el manejo capitalista siva y formidable maquinaria de fabricación de
de la tecnología también está dirigido a despla- necesidades y ametrallados por medios dirigi-
zar trabajadores, para mantener una masa de dos a «no pensar», a consolidar el aislamiento
desocupados que presione a la baja los salarios. individual.
En realidad, más allá del mito neoclásico, el El capital, hoy... y mañana. Son 150 años,
«regulador» del sistema, el mercado, refiere al pero nos da pistas para cambiar el futuro. Al
único factor de producción, al único generador descubrir las claves del capitalismo nos señala
qué cosas, en última instancia, debemos susti-
3
Véase el trabajo del filósofo español Adolfo Sánchez Váz- tuir, y qué construir.
quez, La ideología de la neutralidad ideológica en ciencias
sociales, varias ediciones.
4 5
John Kenneth Galbraith, entrevista en Folha de S. Paulo, Manuel Scorza, El jinete insomne, Madrid, Monte Ávila,
noviembre, 1997. 1978, p. 192.

74
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
Nuestras vidas están mercantilizadas y al ceso clave. En su única referencia a la socie-
servicio del capital. Surge una pregunta pri- dad futura, el socialismo, Marx lo caracteriza
mordial: ¿podemos los seres humanos desa- como una sociedad de hombres libres, traba-
rrollar relaciones sociales diferentes a las del jando colectivamente.
mercado? La desmercantilización es un pro-

La única libertad del capitalismo es la que tiene la inmensa


mayoría de la población mundial para vender su fuerza
de trabajo a los poseedores de los medios de producción;
expuestos cotidianamente a una masiva y formidable
maquinaria de fabricación de necesidades y ametrallados
por medios dirigidos a «no pensar», a consolidar
el aislamiento individual.

75
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
··· DEBATE

Notas para la comprensión del valor de uso


en la concepción de Bolívar Echeverría

JOSÉ RAMÓN CARMONA MOTOLINÍA

En un afán por profundizar y extender la crítica sobre la modernidad capitalista, el texto analiza
la función de la categoría valor de uso. El filósofo Bolívar Echeverría caracteriza y reconstruye esta
categoría para plantear en términos teóricos los elementos involucrados en la configuración
-
desde la perspectiva de Echeverría, los mecanismos que permiten la subordinación
o subsunción del «valor de uso concreto» al «valor de cambio abstracto».

Introducción Planteamientos de Bolívar Echeverría


en torno al valor de uso
La finalidad de este ensayo es identificar ele-
mentos que componen la categoría valor de En principio, habría que cuestionar el papel
uso, desde la concepción teórica de Bolívar que desempeña en el discurso teórico de Bo-
Echeverría, para comprender su separación y lívar Echeverría la categoría de valor de uso.
subordinación en el plano objetivo-material Sobresale la discusión correspondiente a su
al valor de cambio en el modo de reproduc- significado, por lo que se alude a la intención
ción social capitalista. Aunque la idea misma de Echeverría por recuperarlo. Un primer
de valor de uso es extraída del discurso teó- planteamiento se expone en Definición de la
rico crítico de Marx, Echeverría propone una cultura, donde se identifican ciertos elemen-
reconstrucción de la misma. tos que actúan en el proceso de reproducción
El análisis parte de una revisión teóri- de la vida humana. Si bien no opera directa-
ca-conceptual de la obra de Bolívar Echeve- mente, la categoría se emplea para problema-
rría, en particular de algunos textos en los que tizar la definición actual de la cultura como
se aborda la categoría. En ese marco se plan- concepto desarrollado en diferentes discursos
*Estudiante
tea que ésta posee un carácter explicativo teóricos; incluso se intenta recuperar los as-
del doctorado
en la Unidad central dentro de su discurso teórico y cons- pectos relativos a la forma natural que se en-
Académica de tituye una herramienta clave para el pensa- cuentran en ciertas posturas, como la estruc-
Estudios del miento crítico. turalista y la existencialista.
Desarrollo,
Al respecto, se parte de una caracteriza-
Universidad
Autónoma de ción de la lógica de reproducción social co-
Zacatecas mo autoproducción, la cual se explica por el

76
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO
hecho de que el ser humano no es sólo un ser raleza), para transformarlos en «objetos prác-
natural, a pesar de pertenecer a la «naturale- ticos» al alcance del sujeto humano socialmen-
za» como animal. De ese modo, al producirse te construido. No obstante, la forma natural no
y reproducirse a sí mismo, el ser humano tie- se concibe como una «substancia» o «natura-
ne necesidad de interactuar con lo Otro (la na- leza humana» atemporal; por el contrario, se
turaleza), a partir de los objetos prácticos que refiere a la cualidad del sujeto que construye su
extrae para realizar sus acciones cotidianas, en propia forma histórica, una «deformación» en
preocupación constante por el «horizonte de el «acto de trans-naturalización»:
escasez». Estos objetos prácticos son, según
Echeverría, «productos con valor de uso» y se La «forma natural» de la vida humana —del pro-
diferencian de aquellos «objetos intermedios» ceso de reproducción de sí misma y del mundo en
que aparecen en los procesos de reproducción que se desenvuelve— es una forma social e históri-
animal. La diferencia radica en que, ca; es el modo que tiene el ser humano de auto-afir-
marse e identificarse mientras se define o se deter-
el bien producido para el disfrute humano y por el mina en referencia a lo otro, a la «naturaleza». Es
trabajo humano es un objeto muy especial: su fi- la forma «meta-física» que adoptan las funciones
gura concreta, no informe, no es la de un ejemplar «físicas» o vitales del animal humano cuando és-
más de una «figura» general (o abstracta), indefi- te comienza a ejercer una sujetidad, esto es, a ser
nidamente repetida, como es la de los «objetos» «libre».3
animales; ella es formada y, por tanto, en princi-
pio, singular (o concreta), única e irrepetible.1 Ahora bien, en un segundo planteamiento,
al analizar los procesos histórico-sociales por
Dentro de dicha conceptualización se expo- medio de los cuales se configura el proyecto
ne uno de los aspectos fundamentales acerca de la modernidad capitalista, Echeverría re-
del proceso de reproducción del sujeto social: fiere el lugar que ocupan elementos concep-
se da forma a sí mismo en un proceso de reali- tuales mencionados en la argumentación pre-
zación. En tal proceso ocurre una primera fase via. Con base en las proposiciones expuestas,
de producción y la posterior entraña el consu- el valor de uso sería una de las «dos lógicas»
mo o disfrute. La reconfiguración de esta forma o «principios estructuradores» contradicto-
del sujeto social se da en la medida en que «al rios, inherentes a la sociedad capitalista: por
abrir un horizonte de posibilidades de forma» un lado, la del valor de uso «cualitativo o so-
para los objetos de consumo, también se abre cial-natural»; y, por otro, la forma de valor
otro para la producción y la reproducción: «En que lo subordina como un fin en sí mismo y
la fase productiva, el sujeto humano proyecta se autonomiza.4
convertirse a sí mismo en alguien diferente, Lógica o principio estructurador alude a un
adquirir otra forma; después, en la fase con- comportamiento de carácter económico que
suntiva, al asumir dicha forma, lleva a cabo ese organiza las prácticas en la producción y repro-
proyecto».2 ducción material del sujeto social. Así, el desa-
Desde este enfoque se concibe el elemento de rrollo de la categoría valor de uso es un aporte a
la «forma natural», así como los valores de uso
que constituyen los objetos de la materia (natu- 3
Bolívar Echeverría, La «modernidad americana» (claves
para su comprensión), México, Universidad Nacional Autó-
1
Bolívar Echeverría, Definición de la cultura (segunda edi- noma de México, 2007, p. 23.
4
ción), México, Fondo de Cultura Económica, 2010, p. 64. Bolívar Echeverría, Valor de uso y utopía, Mexico, Siglo
2
Ibid, p. 73. xxi, 1998.

77
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
la reconstrucción de la concepción de la «forma lo que él tiene, entre otras cosas, de capacidad de
natural» de objetos o cosas como valores de uso, creación y destrucción de valor económico dentro
una contribución a la teoría del valor de Marx. del mundo de las mercancías capitalistas o, lo que
La categoría de valor de uso refiere a la uti- es lo mismo, en lo que él tiene, abstractamente, de
lidad de lo Otro (la naturaleza), que el sujeto vehículo suficiente para el proceso de autovaloriza-
social reproduce como objeto práctico en la fa- ción del valor capitalista o proceso de acumulación
se de producción y en la de consumo. Del mis- de capital.5
mo modo que en el proceso de producción de
objetos prácticos, en los de acción e interac- Aquí opera el principio estructurador de la
ción del sujeto humano con su entorno existe forma valor, dado que la vida social se organiza
una mediación, debido a la existencia de va- por un proceso en el que el ser humano sólo ac-
lores de uso. Esto significa que el valor de uso túa en calidad de fuerza de trabajo. El valor de
es una mediación por la cual el sujeto social se uso se somete a la lógica en la que todo lo que se
plantea a sí mismo su forma y durante el con- produce y consume en la sociedad moderna de-
sumo del objeto se proyecta, se transforma y be orientarse a reproducir el proceso de acumu-
autoidentifica. lación de capital. Los valores de uso funcionan
Echeverría asume la posibilidad concreta del en razón de dicho proceso. Es decir, los objetos
sujeto de elegir su forma en libertad (la forma prácticos (derivados de la «naturaleza») que se
natural), que se configura desde los valores de producen y consumen sólo tienen sentido co-
uso, de ahí su trascendencia. El valor de uso per- mo portadores de valor de cambio (abstracto);
mite la configuración de la capacidad histórica mientras que en el plano de la interacción social
del sujeto humano de darse forma, en relación únicamente se lleva a cabo mediante el proceso
con los elementos de carácter práctico que pro- de intercambio de mercancías, cada una de las
duce y consume. De esa manera, esta capacidad cuales es portadora de un valor de uso.
puede representarse y expresarse en diferentes En ese sentido se expresa el fenómeno de
formas y modos, en cuanto los valores de uso enajenación, que consiste en la producción de
son diversos, adecuados a las condiciones de mercancías consumidas en la sociedad capita-
producción, reproducción y consumo del suje- lista moderna, sin que actúe la mediación del
to social. Esta perspectiva de elegirse —la cual valor de uso por estar subordinada. En tanto
sucede con la forma natural y los valores de enajenación, la sujetidad de esa vida y su ca-
uso— establece el marco para considerar el sur- pacidad política de autoproducirse, autoiden-
gimiento de formas sociales e históricas cualita- tificarse y elegirse, es sustituida por el valor
tivamente diferentes del sujeto humano. económico que plantea sus propios requeri-
Sin embargo, dentro de la configuración mientos de autovalorización sobre los de la
histórica del modo de reproducción social ca- forma social-natural.
pitalista la forma de valor subordina a la forma
natural y el valor de uso depende del valor de La forma natural y el valor de uso:
cambio, de la forma mercancía de los objetos elementos para su comprensión
que se valorizan.
Desde esta conceptualización, Echeverría se
La vida humana en su «forma de valor» es como propone comprender la ruptura que ocurre
un «doble» o un «fantasma» de lo que es ella mis- en el proceso de producción/consumo y de
ma en su «forma natural»; es una proyección ob- 5
Bolívar Echeverría, La «modernidad americana»..., pp.
jetivada de su propio proceso de reproducción en 24-25.

78
OBSERVATORIO DEL DESARROLLO · DEBATE
reproducción de la forma social-natural. La verría, encubre estos aspectos del proceso de
existencia en ruptura es una cuestión que se realización. La comprensión del valor de uso
origina por la cultura y permite al sujeto hu- tiene una importancia fundamental para pen-
mano la adopción de diversas formas. A par- sar las posibilidades del sujeto humano de ele-
tir de la diversidad de las configuraciones his- girse, desde una forma social-natural inserta
La comprensión
tóricas, esa capacidad creadora —inscrita en en sus mismas capacidades de autoproduc-
del valor de uso
la producción de objetos prácticos con valor ción. Ello comprende la potencialidad para tiene una importancia
de uso como utilidad de lo Otro (la naturale- producir formas cualitativamente distintas, fundamental
za)— forja comportamientos que el sujeto re- en un horizonte donde la sujetidad está repro- para pensar
las posibilidades
produce en libertad al convertirse en uno de ducida en los diversos valores de uso creados
del sujeto humano
los ejes que ofrece la oportunidad de moldear por variadas formas sociales. de elegirse, desde
las diferentes maneras de existencia, las cua- -
les en determinado momento pueden confi- natural inserta
en sus mismas
gurarse como modos de vida o estrategias de
capacidades
subsistencia. de autoproducción.
La forma valor establecida con
la sociedad capitalista moderna
constituye una posibilidad abier-
ta, en ese amplio marco de formas
sociales históricas.6 Debido a que
el valor de uso depende de la ló-
gica de la forma valor, también
se limita su capacidad de brindar
una configuración distinta de la
forma del sujeto social. No obs-
tante, dicha limitación no suce-
de por la lógica misma del valor
de uso, que se sujeta a la contra-
dicción provocada por la estruc-
turación derivada del valor de
cambio, sino que su capacidad es
anulada y queda encerrada la po-
sibilidad creadora e inventora de
otras formas en la lógica del valor
de cambio.
En ese contexto, el proceso de
autovalorización inherente a la
configuración histórica del mo-
do de producción y reproducción
capitalista se construye sobre esos
elementos; en palabras de Eche-

6
Bolívar Echeverría, Las ilusiones de la
modernidad: ensayos, 1, México, El Equi-
librista, 1995.

79
volumen 6 · número 18 · septiembre-diciembre 2017
¿Quién construyó Tebas, la de las Siete Puertas? César derrotó a los galos.
En los libros aparecen los nombres de los reyes. ¿No llevaba siquiera cocinero?
¿Arrastraron los reyes los bloques de piedra? Felipe de España lloró cuando su flota
Y Babilonia, destruida tantas veces, fue hundida. ¿No lloró nadie más?
¿quién la volvió siempre a construir? ¿En qué casas de la Federico ii venció en la Guerra de los Siete Años.
dorada Lima vivían los constructores? ¿Quién
¿A dónde fueron los albañiles la noche en que fue venció además de él?
terminada la Muralla China? La gran Roma Cada página una victoria.
está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió? ¿Quién cocinó el banquete de la victoria?
¿Sobre quiénes Cada diez años un gran hombre.
triunfaron los Césares? ¿Es que Bizancio, la tan cantada, ¿Quién pagó los gastos?
sólo tenía palacios para sus habitantes? Hasta en la Tantas historias.
legendaria Atlántida, Tantas preguntas.
la noche en que el mar se la tragaba, los que se hundían
gritaban llamando a sus esclavos. Preguntas de un obrero que lee
El joven Alejandro conquistó la India. Bertolt Brecht
¿Él solo?

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