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Nombre: Analia Caballero Fecha: 9/05/2018

DNI: 95.435.281 Comisión: 4

A partir del orgullo y la humildad, desarrolle el mecanismo de las pasiones en Descartes y


Hume. ¿Por qué Descartes diferencia el orgullo y la humidad vituosas y viciosas y Hume, no?

Para Descartes las pasiones son todas percepciones del alma que se originan en el cuerpo por el
movimiento de la glándula, no son buenas ni malas, a excepción de sus excesos, ellas forman
parte de nuestros pensamientos según lo expresa en el artículo 17 de “Tratados de las pasiones
del Alma”. Pues para tener pasión se precisa de tener un cuerpo, una res extensa y un alma de
la cual proceda res cogitans.

Las percepciones van al alma por medio de los nervios que se conocen como espíritus animales,
y hacen que ésta las sienta, se los puede llamar también dice Descartes en el artículo 28
“Emociones del alma” porque nada agita y conmueve más al alma que éstas pasiones. El
principal efecto de las pasiones en los seres humanos es que incitan al alma a querer las cosas
para lo cual el cuerpo insiste. Y el único remedio de regular éstas pasiones y no caer en los
excesos negativos es controlarlas mediante la voluntad que es la razón o la verdad de lo correcto
según el alma lo cual provendría de Dios que para Descartes es la suprema verdad, un Dios de
la razón absoluta. Cuando la pasión se exacerba hacer una pausa, una espera, las almas fuertes
pueden soportar las pasiones del cuerpo, las almas débiles se ahogan en los excesos y no pueden
ejercer su voluntad.

Para Descartes existen sólo seis pasiones primarias, las demás son una combinación o un
desprendimiento de una de éstas que serían: la admiración, el amor, el odio, el deseo, la alegría,
y la tristeza.

La humidad es una de las pasiones particulares, puede ser vituosa o viciosa, tiene que ver con la
generosidad cuando es virtuosa, un hombre generoso siempre tiene presente hacer buen uso
de su voluntad o podría llamarse en el lenguaje actual, es consciente y responsable de su libertad
de elección ya que se estima lo suficiente para elegir lo que es mejor según la razón, es humilde
porque no se siente superior que los otros con las mismas libertades que él. Se vuelve viciosa
cuando se cae en el victimismo, la debilidad, o el no hacerse responsable de su libre albedrio, en
palabras de Descartes

“No poder menos de hacer cosas sabiendo que luego pesarán; consiste también en creer que
no se puede subsistir por si mismo ni pasar sin algunas cosas cuya adquisición depende de
otros” Tratado de las pasiones (Descartes, 1649)
Por otro lado está el orgullo, también considerada una de las pasiones particulares que tiene
que ver con la generosidad. Cuando es vicioso trata de una especie de falso mérito o exagerada
estima de algo que no es real o justo, significa darse glorias y poseer aún mucho más de lo que
es, sintiéndose superior a otros, lo cual es una carencia total de generosidad, algunos lo son por
la riqueza, por la belleza, por los logros, y otras razones por las que deberían cultivar más
generosidad en lugar de orgullo vicioso. Su opuesto y su misma cura aunque sea redundante
vale remarcar que es la generosidad, que en palabras simples sería agachar la cabeza y poner
los dones al servicio de otros que lo necesitan, apreciándose a sí mismo tanto como para
compartir los dones y servicio de lo correcto por la razón, como por ejemplo el conocimiento.

Hume señala que las pasiones son percepciones de la mente, está opuesto a Descartes en cuanto
a las ideas innatas y cree que todo lo que hay en la mente ha ingresado por los sentidos, es decir
la percepción, la percepción se divide para el en impresiones que nos penetran con más violencia
y fuerza quedando así grabadas como una huella, y las ideas, que son más débiles, lo que podría
ser lo que pienso sobre algo respecto a la experiencia o huella que tuve anteriormente, el
razonamiento. Por todo esto podemos concluir que para Hume la pasión es la asociación de
ideas e impresiones, a diferencia de Descartes, la pasión no la origina el cuerpo si no las
cualidades de los objetos. Para descartes las pasiones son engañosas y para Hume son
experiencias que sirven para construir el conocimiento.

La pasión para Hume es una impresión secundaria o reflexiva, que a su vez puede ser tranquila
o violenta, la humildad y el orgullo están dentro de las violentas e indirectas, pues en oposición
a las directas no nacen directamente del bien o el mal, sino que están combinadas con otras
cualidades. En oposición a Descartes, quien hace una exhaustiva identificación de estas
pasiones, Hume dice que es imposible dar una definición precisa de ellas como de cualquier otra
pasión, sin embargo hace una minuciosa explicación en el tratado de la naturaleza humana,
haciendo donde estas dos pasiones serán las protagonistas.

Ambas pasiones tienen el mismo objeto que somos nosotros mismos, El Yo, cualquier causante
de ellas tiene que estar identificado con nosotros mismos, mis logros, mi destreza en física, mis
propiedades, mi familia, etc. El orgullo se halla identificado con el placer, y la humildad con el
displacer o el dolor a diferencia de Descartes que lo asocia con la generosidad. Nos exaltamos
por el orgullo o nos deprimimos por la humildad. Un hombre no puede ser humilde y orgulloso
al mismo tiempo incluso cuando se tratan de diferentes razones, una pasión anulará a la otra
según su intensidad. Si suprimimos el dolor y el placer no existirían para Hume la humildad y el
orgullo, pues el ser humano se encuentra en la búsqueda del placer y la evitación del dolor. En
principio considera que la moralidad es quien establece que el orgullo es un vicio y la humildad
una virtud, quizás por los compromisos de la educación y quizás también prejuicios de que el
orgullo nos mortifica y la humildad nos eleva, con esta exposición podría decir que es la
experiencia subjetiva y la libre elección de cada persona según su experiencia la que debe juzgar
la dosis de cada una de estas pasiones.

Sin embargo, existen también vicios y virtudes, y no hay nada que caiga peor que una persona
orgullosa llena de arrogancia y vanidad, un orgulloso excesivo es universalmente odiado, cuando
produce dolor en los otros se considera vicioso, por lo cual considera Hume que el orgullo posee
virtud si cuida las buenas maneras y el respeto a los demás. En cuanto al humilde también define
al final en una medida de virtud de la siguiente manera:

“No creo que nadie que tenga práctica del mundo y pueda penetrar en los sentimientos de los
hombres afirmo que la humildad, la buena crianza y la decencia requieran de nosotros ir más
allá del aspecto externo o que una absoluta sinceridad en este respecto sea estimada como un
elemento de nuestro deber. Por el contrario, podemos observar que un orgullo o estima de s’
mismo genuino y cordial, si se halla bien oculto y fundado, es esencial para el carácter de un
hombre de honor y que no hay cualidad del espíritu que sea más indispensable requisito para
procurar la estima y la aprobación del género humano”
Tratado de la Naturaleza Humana (Hume, 2001)
En este último punto, la humildad virtuosa para Descartes tiene bastante en común con el
concepto de humildad con Hume expresada al final. Aunque la humidad que despierta
admiración por este motivo en los demás terminaría al mismo tiempo provocando algo
placentero lo cual es más compatible con el orgullo en su sentido virtuoso por lo cual nos
encontramos aquí en una contradicción.

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