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LITERATURA ESPAÑOLA DEL RENACIMIENTO

CURSO 2017-18
PRIMERA ACTIVIDAD OBLIGATORIA
Fecha de entrega: hasta el 28 noviembre en la plataforma aLF
Para la entrega se debe subir a la plataforma aLF un archivo Word cuyo
nombre corresponda al apellido/s del estudiante.
No responda con archivo pdf que dificulta introducir correcciones.

Conteste las siguientes cuestiones:

1. La historia de la literatura se construye a partir de una selección de las obras


que se escribieron en un cierto período de tiempo y en ningún caso puede abarcar
la totalidad de la producción literaria. Esa selección incluye las obras que se
consideran más importantes de ese período, pero para decidir su importancia o
valor se emplean criterios diversos. Usted se está convirtiendo en n experto en el
tema, así que debe hacer sus propias reflexiones:
- ¿Cree que el éxito entre los lectores de la propia época debería ser tenido en
cuenta para decidir qué obras deben incluidas en la historia literaria?
- Si se aplica ese criterio y el éxito se mide por el número de ediciones, ¿qué es
más importante en el siglo XVI el Lazarillo o El Amadís de Gaula de Garci
Rodríguez de Montalvo? Busque en las fuentes bibliográficas pertinentes ediciones
de uno y otro libro hasta 1600, exponga los datos encontrados y reflexiones sobre
la cuestión planteada1.
A partir de los datos encontrados, ¿cuál cree que fue el éxito del lazarillo y
durante cuánto tiempo? Los libros de caballerías fueron un género de gran éxito
literario y de público en el momento, muy diferente a la percepción que tiene el
lector actual de él. ¿Qué reflexiones le sugiere este distinto horizonte de
expectativa? ¿Puede añadir algún caso similar?

Algunas ediciones del Amadís.

Debido a la ingente cantidad de publicaciones de esta obra hemos recogido apenas


unas cuantas ediciones.

1. Rodríguez de Montalvo, Garci, Amadís de Gaula (I-IV), imp. Jorge Coci,


Zaragoza, 1508.

2. Rodríguez de Montalvo, Garci, Amadís de Gaula (I-IV), imp. [¿Jacobo


Cromberger?], Sevilla, 1511.

3. Rodríguez de Montalvo, Garci, Los quatro libros del esforçado [et] muy
virtuoso cauallero Amadis de Gaula, imp. Antonio Salamanca, Roma,
1519.

4. Rodríguez de Montalvo, Garci, Amadís de Gaula (I-IV), imp. Jorge Coci


Zaragoza, 1521.

1
Recuerde siempre que existen bibliografías, repertorios y bases de datos especializadas, como
Clarisel (http://155.210.12.154/clarisel/index.htm) donde se sugiere buscar para responder
esta pregunta. Para la literatura picaresca contamos con el libro Joseph L. Laurenti, Catálogo
bibliográfico de la literatura picaresca. Siglos XVI-XX, Kassel: Reichenberger, 2000, muy
presente en bibliotecas, pero también parcialmente accesible a través de Google books.

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5. Rodríguez de Montalvo, Garci, Amadís de Gaula (I-IV), Toledo, 1524.

6. Rodríguez de Montalvo, Garci, Amadís de Gaula (I-IV), imp. Jacobo y


Juan Cromberger, Sevilla, 1526.

7. Rodríguez de Montalvo, Garci, Los qtro libros


de Amadis de gaula nueuamete imprsos [et] historiados, imp. Juan
Cromberger, Seuilla, 1531.

8. Rodríguez de Montalvo, Garci, Amadis de Gaula: los quatro libros de


Amadis d' gaula nuevamente impressos [et] hystoriados, imp. Giovanni
Antonio Nicolini da Sabio; ed. Giovanni Battista Pederzano, Venecia,
1533

9. Rodríguez de Montalvo, Garci, Amadís de Gaula (I-IV), imp. Jacome


Cromberger, Sevilla, 1535

10. Rodríguez de Montalvo, Garci, Amadís de Gaula (I-IV), imp. Jacome


Cromberger, Sevilla, 1539.

11. Rodríguez de Montalvo, Garci, Amadís de Gaula (I-IV), imp. Juan de


Villaquirán y Pedro de Castro, Medina del Campo, 1545.

12. Rodríguez de Montalvo, Garci, Los quatro libros


de Amadis de gaula nueuamete imprsos [et] historiados, imp. Jacome
Cromberger, Seuilla, 1547

13. Los quatro libros del invencible cavallero Amadis de Gavla en que se
tratan sus muy altos hechos de armas y apazibles cauallerias : agora
nueuamente impressos, imp. En casa de Seruacio Sasseno, Lovaina,
1551

14. Rodríguez de Montalvo, Garci, Amadís de Gaula (I-IV), Jácome


Cromberger, Sevilla. 1552.

15. Rodríguez de Montalvo, Garci, Aqui comiençã los quatro libros d'
Amadis de Gaula, nueuamente impressos..., imp. Pedro de Santillana,
Burgos, 1563.

16. I quattro libri di Amadis di Gavla : oue si racconta à pieno l¨ Historia de


´suoi strenui, e valorosi gesti ... tradotti di lingua Spagnuola in la
nostra italiana ; Nuouamente da molti errori corretti & ristampati 1572

17. Rodríguez de Montalvo, Garci, Aqui comi~eçan los quatro libros


primeros del inuencible cauallero Amadis de Gaula en los quales se
tratan sus altos hechos de armas y cauallerias : nueuamente impressos
[corregido y emendado por ... Garci Ordoñez de Montaluo ...], imp.
Lucas de Iunta (en casa de Pedr Lasso), Salamanca, 1575

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18. Rodríguez de Montalvo, Garci, Amadís de Gaula (libros I-IV), imp. En
casa de Querino Gerardo (a costa de Juan Gutiérrez), Alcalá de
Henares, 1580.

19. Rodríguez de Montalvo, Garci, Amadis de Gaula los quatro libros de


Amadis de Gaula nuevamente corregidos e impresos, imp. Fernando
Díaz, Sevilla, 1586.

Ediciones del Lazarillo

1. La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y aduersidades, Anvers, en


casa de Martin Nucio, 1554.

2. La vida del Lazarillo de Tormes y de sus adversidades, Medina del Campo, en


la Imprenta de Mattheo y Francisco del Canto..., 1554.

3. La Vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas: y aduersidades.


Nueuamente impressa, corregida, y de nueuo añadida en esta segũda
impression ff. xlvi. en casa ð Salzedo Librero: Alcala de Henares, 26 Feb. 1554.

4. La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades. imp. Juan de


Junta, Burgos 1554.

5. La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades. imp.


Guillermo de Simón, Anvers, 1555.

6. Propaladia / de Bartolome Torres Naharro, y Lazarillo de Tormes (anónimo);


todo corregido y emendado, por mandado del consejo de la santa y general
Inquisición. imp. Cosin, Pierres, 1573

7. [[Part I.] The Pleasaunt Historie of Lazarillo de Tormes a Spaniarde, wherein


is conteined his marueilous deedes and life ... Drawen out of Spanish by Dauid
Rouland. B.L.] (Uk)MP1.0002226001.1 Printed by Abell Ieffes: London, 1586

8. La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y aduersidades, Milan, Ad


instanza de Antoño de Antoni, imp., Iacobo Maria Meda 1587

9. La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y aduersidades, Leyden, en la


oficina Plantiniana, 1595.

10. La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y aduersidades, Bergemo,


imp. Antoni, Giovanni Antonio Degli, 1597.

11. Lazarillo de Tormes castigado: agora nueuamente impresso y emendado,


Madrid, imp., Luis Sánchez, 1599.

12. La vida de Lázaro de Tormes y de sus fortunas, Roma, imp., Antonio Facchetto,
1600.

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13. La vida de Lázaro de Tormes y de sus fortunas, Roma, imp., Juan Baptista
Bidelo, 1615.

El éxito de una obra nos da un buen indicio acerca de los gustos lectores de un
determinado periodo y por tanto nos ayuda también a comprender mejor la época
en la que vivían, su sociedad, hábitos, etc., pues todos esos aspectos suelen quedar
reflejados en los libros. Dicho esto, no se pretende exponer que el hecho de que la
popularidad sea un factor a tener en cuenta deba ser el único, ni siquiera el más
importante, pues existen otros muchos factores que subyacen a la mera y efímera
popularidad de un periodo de tiempo, y este fenómeno se arrastra y se extrapola a
cualquier época y disciplina artística.
La popularidad puede ser producto de muchos factores: calidad, innovación,
publicidad, temática etc., pero entre estos factores es muy frecuente el de seguir
una moda, un estilo que triunfa entre los lectores y que por tanto puede asegurar
réditos económicos al autor. Pensemos por un momento en las novelas de
caballerías, este fue un género que se venía arrastrando desde tiempos del
Medievo, pero fue gracias a El Amadís y a la reedición, corrección, de los tres
primeros libros que ya existían más la creación de un cuarto totalmente inédito por
parte de Garci Rodríguez de Montalvo, lo que supuso el auge de este fenómeno
durante el siglo XVI. A raíz de este éxito fue normal que muchos autores se
apuntaran a la moda y escribieran libros de caballerías para el consumo masivo de
una sociedad que demandaba este tipo de literatura, libros que a la postre
mantenían todos unos patrones similares: un caballero de gran valor que defiende
la justicia y la virtud, generalmente dotado con poderes sobrenaturales y adornado
por una serie de elementos fantásticos, siendo sus hazañas conocidas y narradas
por todo el mundo. El amor de una hermosa doncella por la que lucha también es
tópico recurrente de estas novelas, por lo que en general podemos considerar que
se ajustan todas a un mismo orden, pero que, como resulta igualmente previsible,
dentro de los esquemas habituales de cualquier género siempre habrá autores que
lo desarrollen con más pericia y cuyo éxito sea mayor, como sucedió durante el
periodo de expansión de las novelas de caballerías. Sin embargo, es conveniente
recordar siempre las dificultades que pueden representar las novedades para una
sociedad, especialmente la renacentista en la que el acceso a la cultura y a los
libros estaba bastante limitado y no era accesible a cualquier ciudadano, pues una
gran mayoría eran analfabetos, y solo las clases más altas podían acceder a tales
privilegios. Así pues, pensemos de nuevo en un libro que se publicase en el cual se
criticase el estamento social establecido, que se atacase a muchos nobles por un
exceso de avaricia, que nos alejase de los mundos de ensueño y los grandes
palacios, ¿cómo debería ser recogida entre la gente una obra así?, seguramente los
más afectados por la desigualdad de dicha sociedad la acogerían de buenos ojos,
pero como ya hemos comentado, resulta que precisamente esa parte de la sociedad
apenas tendría acceso a dicha obra, al menos si la consideramos desde un punto de
vista escrito, pues la oralidad también fue un medio de transmisión cultural muy a
tener en cuenta aunque mucho más difícil de medir, por lo que podríamos deducir
que entre las clases más favorecidas no sería una obra muy de sus agrado, lo que

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podría provocar que quedase relegada y no entrase dentro de los círculos de las
imprentas y del comercio de libros. Pero aparte de esta aparente distancia entre lo
que cuenta el libro del Lazarillo y las costumbres cortesanas, no podemos olvidar
que se trata de un libro de lectura fácil, más o menos divertida pero muy lejos de
los grandes clásicos griegos, lo que pudo suponer un lastre para su publicación
impresa, pues esa fácil lectura no requería ningún esfuerzo intelectual y por tanto
podía pasar a ser una obra menor, quizá conocida, sí, pero menor, irrelevante
incluso, por lo que no era tomada en serio, y ¿cómo pretendemos encontrar reflejo
de algo que no era tomado en serio?, pues lo cierto es que hay que admitir que
resulta complicado.
El aspecto de las novedades no es más que un ejemplo simbólico, si bien podría
tener matices reales en la del Lazarillo, pero de eso ya nos ocuparemos en otra
pregunta. Esas novedades podrían ser estructurales, presentar una forma nueva de
narrar, quizá saltos temporales, por decir algo un poco al azar, cualquier cosa nunca
antes vista; lo nuevo suele generar rechazo, miedo, porque se trata de algo
desconocido, y el mercadeo de libros era uno de los grandes negocios incipientes
durante el Renacimiento, por lo que puede resultar comprensible que muchos no
quisieran arriesgar su dinero n algo que no saben si les va a dar beneficios, o si
incluso les puede reportar problemas en caso de que sean obras políticamente
incorrectas, en nuestro caso, con un claro corte erasmista que pudiera ir en contra
del dogma católico. Por supuesto que es frecuente que esas obras circulen en una
especie de mercado negro, fuera de los cauces habituales, y es muy posible que
existan mentes más abiertas o adelantadas a su tiempo que sepan apreciar las
novedades que ofrece una publicación y por ende apreciar su calidad, esto queda
demostrado cuando la historia nos permite acceder a sus bibliotecas personales
varios siglos después, o cuando citan dicha obra en alguna novela que logra
alcanzar fama, y en este punto podemos pensar en la última edición encontrada en
Medina del Campo, en 1992, cuando tras el derribo una pared de una casa en obras
apareció toda una biblioteca humanista, ¿de quién era?, y sobre todo ¿por qué
había emparedado su biblioteca?, en estas respuestas podemos encontrar otro
argumento a favor de la obra; porque volvamos a usar la imaginación, pensemos en
algún gran autor de la época, Fray Luis de León, Diego Hurtado de Mendoza,
Cervantes, Lope, pensamos que dichos autores, hoy tan reputados, pudieran
albergar o reivindicar libros de una calidad mediocre o podemos imaginarlos
encorsetados a unos dogmas inamovibles, pues seguramente no, por eso muchos
humanistas e intelectuales de la época mantenían escondidas muchas de las obras
que ofrecían novedades, libros considerados muchas veces heréticos, y por
extensión, su posesión podía acarrear condenas por herejía; el hecho de
encontrarse ciertas obras en bibliotecas, o bibliografías, ilustres, hace suscitar el
interés de los investigadores, lo que puede acarrear el cambio de opinión que se
tiene acerca de una obra. Solamente con un cambio en la mentalidad social, la
evolución desde la distancia respecto a un periodo, es posible comprender en su
totalidad algo que tiempo atrás no se comprendía, poder apreciar la novedad, el
hecho diferente, y entonces volver a reivindicarla, e incluso imitarla, para colocarla
en un lugar más justo dentro de la historiografía literaria. Este hecho se viene
produciendo desde siempre, el Medievo abrazó a Aristóteles en detrimento de

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Platón y los grandes clásicos, que volvieron a resurgir con el humanismo quedando
entonces Aristóteles parcialmente relegado, con el Barroco se rechaza el
Renacimiento y se buscan nuevas vías de creación volviendo la vista incluso más
atrás, para después retornar al clasicismo, y así sucesivamente; esto es una
pequeña síntesis esbozada de manera un tanto gruesa acerca de cómo evoluciona
la literatura y sobre cómo cambian los gustos, lo que hace que algo válido en un
siglo no lo sea un siglo después y viceversa, por lo que ante semejante panorama,
cómo podríamos confiar la importancia de algo a la popularidad que ejerció en su
momento, sin lugar a dudas, plantear tal cosa sería una temeridad, como ya hemos
expuesto, la popularidad, tan solo debe ser un factor más a la hora de elaborar una
historia literaria, ni debemos convertirla en algo dogmático, ni muchísimos menos
renegar de ella y no tenerla en cuenta.
Ateniéndonos exclusivamente al número de ediciones, sin lugar a dudas El Amadís
de Gaula fue un libro mucho más importante que el Lazarillo. Esta mayor cantidad
de publicaciones por parte de El Amadís viene justificada en buena medida por lo
expuesto en la respuesta anterior, y es que se trata de una obra muy del gusto de la
sociedad cortesana renacentista, en la cual los valores de las letras y las armas iban
de la mano, por lo que un caballero de gran valor, ilustrado, galante, fuerte, y con
un amplio sentido de la justicia y del honor que se enfrentaba a mil peligros y salía
siempre victorioso, era un personaje que despertaba mucha admiración en la época.
Si ampliásemos la búsqueda un poco más, veríamos como El Amadís se convirtió en
toda una saga literaria superando la decena de libros relacionados con su figura, o
con la de algún hijo suyo, como sucede en el quinto libro: Las Sergas del muy
esforçado [et] inuencible cauallero Esplandian hijo de Amadis de Gaula, escrito
también por Garci Rodríguez de Montalvo. Si seguimos un poco más allá de las
ediciones españolas, vemos que la obra se tradujo a idiomas como el italiano, el
francés, el alemán, o incluso al hebreo, y no solo traducciones, sino que en algún
país como Francia se llegó a seguir expandiendo la saga creando numerosas
continuaciones hasta superar la veintena de libros relacionados el personaje.
De los cuatro primeros libros vieron la luz unas 14 ediciones italianas, 67 francesas,
17 alemanas, 8 holandesas, sin contar con las numerosas antologías de textos
empleados como manuales de cortesanía 2 (etas cifras se toman en cuenta
excediendo ligeramente el periodo de tiempo que se indica en el enunciado, pero
aún así es significativo y las posibles diferencias no son relevantes para la
comparativa, para una mayor información se insta a consultar el artículo). Si estas
cifras se ampliasen contando todas las ediciones posteriores, el número sería
considerablemente mayor.
Respecto al Lazarillo las cifras son mucho menores, en parte porque cuando
apareció la primera edición, en 1554, El Amadís llevaba casi cincuenta años
existiendo; a esto le añadimos que fue una obra que estuvo censurada durante
veinte años por la inquisición, con lo que durante el periodo entre 1555 y 1573 no
se publica ninguna nueva impresión del Lazarillo; y por si no fuera suficiente, su
temática era radicalmente opuesta a los intereses cortesanos, desprendía cierto
2
Cacho Blecua, Juan Manuel, Los cuatro libros de Amadís de Gaula y las Sergas de
Esplandián: los textos de Garci Rodríguez de Montalvo, Universidad de Zaragoza, Biblioteca
Virtual Miguel de Cervantes, url: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/los-cuatro-
libros-de-amadis-de-gaula-y-las-sergas-de-esplandian-los-textos-de-garci-rodriguez-de-
montalvo/html/6c657fca-a0f6-11e1-b1fb-00163ebf5e63_11.html

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anticlericalismo, lo cual pudo resultar en un detrimento para su publicación. Por otra
parte, podemos pensar igualmente por qué no se imprimieron más copias en España
a partir de 1573, pues las existentes desde 1573 a 1599 son ediciones extranjeras,
lo cual también nos puede llevar a pensar que ciertamente el Lazarillo en España no
fue del todo popular pero si logró convencer en el extranjero, y quizá su fama actual
se la debamos a aquellos impresores foráneos que si confiaron en la obra, con todo,
una vez más, las publicaciones extranjeras tampoco fueron demasiado cuantiosas
como para lanzar afirmaciones como esta, pero sí parece que fueron más populares
que en nuestro país. En cualquier caso, conviene señalar que todo lo concerniente a
la obra del Lazarillo de Tormes continúa siendo un misterio para muchos de los
historiadores actuales, de ahí que podamos encontrar numerosos debates acerca del
contenido, autoría y la trascendencia de su publicación en pleno periodo
renacentista.
Por tanto, para concluir esta comparativa, afirmaremos que no caben dudas acerca
de la popularidad de El Amadís si nos fijamos en el número de publicaciones, y que
en este campo no puede realizarse una comparación con el Lazarillo, pues este
último no tuvo una difusión impresa especialmente relevante.
Anteriormente ya hemos señalado alguna de las peculiaridades del Lazarillo, desde
su autoría, hasta su contenido anticlericalista, o su forma de distribución, las cuales
ya nos pueden hacer reflexionar sobre el tema, hacen que resolver esta cuestión
acerca de la popularidad de dicha obra en su tiempo sea una tarea harto compleja,
irresoluble, podríamos decir, pero con todo vamos a tratar de exponer algún punto
de vista que pueda aportar luz para al menos reflexionar sobre el tema.
El Lazarillo apareció en 1554 en cuatro ediciones conocidas hasta la fecha: Amberes,
Burgos, Alcalá de Henares, y Medina del Campo, pero rápidamente sufrió los efectos
de la inquisición que la censuró hasta 1573, fecha en la que se publicó otra nueva
edición, aunque esta vez iba unida a una reedición de la Propalladia de Bartolomé de
Torres Naharro, una colección de novelas que también alcanzó popularidad durante
el siglo XVI y que se consideran el antecedente de las comedias de capa y espada
del Siglo de Oro3. Tras esa fecha nos encontramos con una nueva publicación en
1587, en Milán, y un año antes se edita una traducción inglesa, pero entre medio de
esos quince años, 1573-1586 no parecen existir más publicaciones, y debemos
volver a saltar a 1595 hasta la publicación realizada por la oficina plantiniana en
Leiden, Holanda, y del 1595 al 1600, nos encontramos con otras tres ediciones más,
pero desde 1573 solo una española, lo que nos hace pensar que conforme se va
alejando el periodo renacentista y se acerca el Barroco, el Lazarillo va cobrando más
importancia, al menos en Europa, pues los gustos literarios van evolucionando,
existe cierta saturación de libros de caballerías y muchos autores, como Quevedo,
se responsabilizarán de reeditar obras del pasado que a su juicio no fueron
justamente tratadas y que por tanto merecen una mayor atención. Igualmente, la
temática del Lazarillo se ajusta mucho mejor al periodo Barroco que a su propia
época, pues el Barroco supone a grandes rasgos un desencanto social, un
desengaño frente al esplendor del Renacimiento, pues es descubrir que a realidad es

3
MÉNDEZ PÉREZ, FÉLIX JESÚS Bartolomé de Torres Naharro y 'Propalladia' (500 años
después), Diario Hoy, 2007, url: http://www.hoy.es/culturas/201705/03/bartolome-torres-
naharro-propalladia-20170503002010-v.html

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muy diferente al ideal reflejado en los libros, por lo que ahora los héroes valerosos
ya no tienen cabida y resurgen personajes como el propio Lázaro que se podría
equiparar en simbolismo con la figura valiente del caballero, convirtiéndose un
personaje que cuenta cómo vivió con sus respectivos amos, bien mendigando,
engañando, robando para comer, etc., en un antihéroe, en una de las máximas
representaciones del Barroco, en algo muy alejado de una estética honorable y
virtuosa.
Respecto a las ediciones impresas, autores como Francisco Rico, no le otorgan una
mayor importancia, pues la obra se pudo transmitir igualmente de forma manuscrita
o en pliegos sueltos, incluso en forma oral, pues la obra del Lazarillo representa
como base buena parte del acervo popular español de aquellos años, refranes y
cuentos procedentes el folclore tradicional aparecen de continuo en las diferentes
vicisitudes por las que va atravesando el protagonista.
Maxime Chevalier, tomando como base otro artículo del profesor Rumeau, afronta el
tema de la popularidad del Lazarillo en su época, y aun sin pronunciarse
formalmente por ninguna postura, si parece inclinarse hacia la teoría de que en
realidad no fue una obra tan importante en su época como muchas veces se
pretende mostrar, lo cual, en caso de ser cierto, no le restaría ni un ápice de la
importancia que tiene desde una perspectiva historiográfica.
Entre los argumentos, la mayoría ya os hemos ido viendo a lo largo de estas
respuestas: ajeno a los gustos de la época; anticlericalista; censurado y con aureola
de herético; ausente en numerosas bibliografías importantes de la época, como por
ejemplo la de Covarruvias ni siquiera mencionado en catálogos referidos a la
picaresca, en los que si aparece Guzmán de Alfarache, ni siquiera cuando se alude a
alguno de los breves cuentos de los que bebe el Lazarillo aparece mencionado, lo
cual, sin duda, genera un punto negro en la historia y da qué pensar; sin embargo sí
que sabemos que el libro era conocido por otros humanistas o personajes
importantes, pues en algunas de sus obras puede aparecer aludida la figura de
Lazaro.
Como ya hemos apuntado, los gustos varían de una época a otra, incluso en pocos
años vemos como cosas que estaban presentes en nuestras vidas de diario, de
repente pasan al ostracismo más absoluto sin necesidad de que medien décadas de
por medio, la sociedad cambia y evoluciona, y nosotros con ella, por lo que ante
este panorama, no tenemos por qué pensar que el Siglo de Oro fue algo diferente,
la única diferencia respecto a nuestros días es que los gustos evolucionaban un poco
más lentamente de lo que lo hacen hoy, que somos bombardeados continuamente
por nuevos estímulos. Así, un ejemplo similar al de los libros de caballerías podría
ser el de las novelas de capa y espada, un estilo literario fuertemente marcado por
unos estereotipos sociales y que representaban un entretenimiento para que el
pueblo olvidara por un tiempo sus miserias y viera acciones ejemplarizantes como la
defensa de la honra de la dama y el castigo al villano, eran obras destinadas
también a demostrar que la justicia existía y que era firme. Uno de los grandes
maestros del género fue Lope de Vega, a quien se le atribuyen más de doscientas
comedias (aunque no todas de capa y espada) , lo cual nos da pistas, más allá de la
genialidad del autor, de cómo en realidad era más una forma de ganar dinero rápido

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que de literatura propiamente dicha, pues todas las obras mantenían un patrón muy
cercano con escasas variaciones.
Si Cervantes en su don Quijote pretendió mostrar una sátira hacia ese mundo
caballeresco de las novelas y al humanismo decante de finales de siglo XVI, un par
de siglos después, y por establecer otro paralelismo entre épocas y estilos, Clarín,
en 1884, creó a un personaje adicto a las novelas de capa y espada, sobre todo a
las de Calderón, un hombre anacrónico que vivía en un mundo irreal, fuera de su
tiempo, hecho a imagen y semejanza de los libros que leía, una sátira mediante la
cual quedaba caricaturizado convirtiéndose en un personaje de cierto patetismo
entrañable, hecho similar al de nuestro famoso hidalgo. Ambos géneros sufrieron un
gran auge y luego cayeron al olvido, de ahí que podamos realizar ciertos
paralelismos entre Amadís de Gaula, Alonso Quijano y don Víctor Quintanar; entre
los libros de caballerías y las novelas de capa y espada.

2. Un filólogo es ante todo un lector reflexivo, capaz de explorar el texto desde


dentro, analizar su constitución y características. Se trata de una habilidad que se
entrena por medio de la práctica, unas veces desde la lectura del texto hacia la
crítica y otras a la inversa, desde la crítica hacia los textos. Este ejercicio propone
tomar unas páginas sobre la epístola del libro de Álvaro Alonso, titulado La poesía
italianista (Madrid, Laberinto, 2002) para:
a) Hacer un pequeño esquema donde se establezcan los rasgos de la epístola.
b) Encontrar en la antología lírica de lectura obligatoria algún poema que tenga
todos o muchos de esos rasgos y explicarlo en relación al modelo teórico
propuesto.
Encontrarán esas páginas sobre la epístola en la carpeta de documentos y además
también algunas páginas más de un artículo de Pedro Ruiz Pérez [“La epístola
entre dos modelos poéticos”, en B. López Bueno (ed.), La epístola, Sevilla:
Universidad, 2000, pp. 311-372] que quien lo desee puede utilizar para ampliar la
información.

CARACTERISTICAS GENERALES

 Del “yo” al “él”: importancia del destinatario.

 Diálogo a distancia; monólogo que puede suscitar respuesta del interlocutor.

MODELOS REFERENTES

 Heroidas de Ovidio: modelo de epístola amorosa normalmente dirigidas a una


dama.

 Epístolas de Horacio: temática más filosófica o moral, existe una relación


afectiva o amistosa con el destinatario; se reflexiona sobre la vida, yendo de lo
genérico a lo concreto o íntimo.

 Epistolae de Petrarca: similares a las de Horacio, medio de erudición y vivencias


personales, suponen la muestra más próxima para el humanismo, serán el modelo
a seguir.

 Epístola a Boscán de Garcilaso: primer gran ejemplo de epístola española,


aunque paso desapercibida y está escrita en endecasílabos blancos.

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 Epístolas entre Boscán y Diego Hurtado de Mendoza: asimilación del terceto
encadenado; con este marco epistolar se consagró el género en España.

CARÁCTERÍSTICAS ESTILÍSTICAS

 Temática heterogénea.

 Tercetos encadenados y verso italiano, aunque el octosílabo clásico no


desaparece.
«Los tercetos sirven para tratar larga materia: como una epístola o una
historia o una narración, una elegía y cosas de esa calidad»
Sánchez de Lima, Miguel, El arte poética en romance castellano.

 Riesgo de confundirse con las sátiras y con las elegías.


 Horacio usa sermones para ambas.
 Ariosto y sus Sátiras son epístolas en verso.

En el libro de lectura obligatoria Poesía de la Edad de Oro, vol. I, aparecen varios


modelos de epístolas, entre ellas un fragmento de la enviada por Boscán a Diego
Hurtado de Mendoza en la que elogia su amistad y le relata cómo es su vida con su
querida esposa, Ana Girón de Rebolledo, le habla del nacimiento de su hija, y
reflexiona sobre la tranquilidad de la vida campestre a la vez que admite también
añorar la ciudad y la actividad cultural de la misma. Estos son algunos aspectos de
la epístola muy sintetizados, pero para un análisis más detallado se ha elegido otra
epístola, esta vez de otro de los autores más representativos del género como lo es
Francisco de Aldana, en concreto sus Pocos tercetos para un amigo, aunque su
epístola más conocida sea la que dedica a Arias Montano, la que contiene el famoso
verso “a ti, que eres de mí lo que más vale”, (v.438), con el que se prepara para
despedirse de su amigo y que refleja una bella exaltación de su amistad.
Antes de pasar con la epístola conviene esbozar unos cuantos apuntes biográficos
para conocer mejor a este escritor nacido en 1537 y que por tanto podría ser
encuadrado dentro de la segunda generación de poetas renacentistas, aunque su
estilo y modo de vida se asemeje más a los primeros, pues Aldana fue un hombre
de letras y de armas, como Garcilaso, entrando desde muy joven a formar parte del
ejército y luchar en numerosas batallas con un papel destacado, lo que le valió
numerosos reconocimientos por parte de la corte, aunque esa relación del poeta
guerrero de la época de Garcilaso ya no estaba tan en vigor y el intelectual se había
ido convertido paulatinamente en una figura independiente (o al menos no tan
unida), al margen del ejército, y de las guerras.
El poema escogido se presenta incompleto y tiene como destinatario un amigo, pero
no especifica cual, ni a quién va dirigida la epístola, lo que también representa una
pequeña anomalía dentro del género, pues uno de sus requisitos es la referencia a
un destinatario concreto, físico o imaginado. El poema se nos presenta en tercetos
encadenados, algo propio del género pero también de la poesía elegiaca o de la
sátira. Su temática es una contraposición entre la vida palaciega del amigo que vive
rodeado de lujo y comodidades, y al que imagina continuamente enredado en
conspiraciones, flirteando con damas, etc., frente a las duras condiciones que
soporta el autor que se halla en el campo de batalla vistiendo una pesada armadura

Israel Martínez Sánchez 1.ª PEC Página 10


combatiendo ferozmente al enemigo y manchándose con su sangre mientras mira a
la muerte de cara.

Pocos tercetos escritos a un amigo

Mientras estáis allá con tierno celo,


de oro, de seda y púrpura cubriendo
el de vuestra alma vil terrestre velo,

sayo de hierro acá yo estoy vistiendo,


cota de acero, arnés, yelmo luciente,
que un claro espejo al sol voy pareciendo.

Mientras andáis allá lascivamente


con flores de azahar, con agua clara
los pulsos refrescando, ojos y frente,

yo de honroso sudor cubro mi cara


y de sangre enemiga el brazo tiño
cuando con más furor muerte dispara.

Mientras que a cada cual con su desiño


urdiendo andáis allá mil trampantojos,
manchada el alma más que piel de armiño,

yo voy acá y allá puestos los ojos


en muerte dar al que tener se gloria
del ibero valor ricos despojos.

Mientras andáis allá con la memoria


llena de las blanduras de Cupido,
publicando de vos llorosa historia,

yo voy aca de furia combatido,


de aspereza y desdén, lleno de gana
que Ludovico al fin quede vencido.

Mientras cual nuevo sol por la mañana


todo compuesto andáis ventaneando
en haca, sin parar, lucia y galana,

yo voy sobre un jinete acá saltando


el andén, el barranco, el foso, el lodo,
al cercano enemigo amenazando.

Mientras andáis allá metido todo


en conocer la dama, o linda o fea,

Israel Martínez Sánchez 1.ª PEC Página 11


buscando introducción por diestro modo,

yo reconozco el sitio y la trinchea


deste profano a Dios vil enemigo,
sin que la muerte al ojo estorbo sea.

Otra particularidad reside en los propios tercetos, que se muestran como estrofas
conclusas, por tanto el poema va del “tú” tranquilo en palacio con una vida llena de
facilidades con el que se inicia la epístola, al siguiente terceto en el que se presenta
el “yo” en el campo batalla luchando contra el enemigo infiel, por tanto el poema es
una continua antítesis entre los tercetos, y parece ser una dura recriminación hacia
ese amigo y a su forma de vida, lo que de alguna forma también lo podría acercar
al género de la sátira, cuyos límites a veces se presentan difusos, aunque su
temática reflexiva sobre la vida en la trinchera sí que puede ajustarse al género
epistolar.
Estas particularidades que acabos de exponer, hacen que este poema no sea el
modelo ideal para ejemplificar la epístola, pero esa es la razón de haberlo
seleccionado, para poner de manifiesto cuan frágil es la frontera entre géneros.
Como modelos ideales destacan los ya mencionados de Boscán a Diego Hurtado de
Mendoza y viceversa, y sobre todo la epístola de Aldana dedicada a Arias Montano:
Epístola a Benito Arias Montano sobre la contemplación de Dios y los requisitos de
ella.

3. Maduramos nuestra forma de percibir la literatura a través de la integración de


discursos diferentes. No basta leer un manual o las obras obligatorias, sino que
debemos buscar explicaciones alternativas, discursos críticos enfrentados,
diferentes, para enriquecer nuestra perspectiva. Esta actividad le propone oír una
conferencia a cargo de un especialista y hacer un esquema, que luego podrá
servirle para completar su estudio.

Jorge García López

“El estilo de Miguel de Cervantes: contexto literario y personalidad


creadora”
https://www.march.es/videos/?p0=11006&l=1

En la misma web y como parte del mismo ciclo encontrará otras conferencias de
gran calidad y utilidad para preparar el programa.

La conferencia trata de ofrecer una visión más amplia de la obra figura de


Cervantes y de su obra, nos muestra a un autor como parte de su tiempo, que
busca ir más allá de los límites establecidos por la escolástica del siglo XVI, busca
replantearse nuevas formas narrativas y expresivas que pudieran adaptase mejor a
los tiempos en los que le había tocado vivir, esto es, finales del XVI y principios del
XVII.

Israel Martínez Sánchez 1.ª PEC Página 12


A continuación plantearemos de forma esquemática los puntos que se han
considerado como más importantes, sobre todo para entender el estilo cervantino y
el porqué de la existencia de un personaje como Alonso Quijano.

 Rechazo al humanismo del siglo XVI, al humanismo erasmista, al


ciceronismo, a todo lo impartido por la doctrina escolástica; es un rechazo
por falta de adecuación a su época, un rechazo por anacrónico.

 El escolasticismo, es decir, la aparición de la escuela como medio de


enseñanza, pone fin al autodidactismo clásico del principio del XVI, esto
desemboca en un aprendizaje más rápido pero a la vez más mecánico, y por
tanto desemboca en un estancamiento del pensamiento por la falta de una
visión más abierta a la realidad.

 Tanto él como muchos coetáneos abren sus miras más allá del clasicismo,
hurgan en las raíces del helenismo, en autores anteriores a Platón y
Aristóteles.

 Esta vuelta al helenismo supone la lectura de autores diferentes y hace que


florezcan otras corrientes de pensamiento como el neoestoicismo
(Quevedo), el escepticismo (personaje del Quijote que no sabía si lo que
veía era un castillo o una posada), o el cinismo (El coloquio de los perros).

 El prólogo del Quijote es una muestra de su visión crítica, hace burla de


aquellos que citan a los clásicos sin necesidad solo por aparentar mayor
sabiduría.

 Cervantes se caracteriza por su visión irónica de la vida, ironía que luego


volcará en sus obras parodiando aspectos de la sociedad y cuya raíz deviene
del desencanto social y literario que vive, por lo que busca nuevos estilos
narrativos.

 Desarrolla la novela corta, popular en Italia y Francia pero de escasa


distribución en España, pues las considera una gran oportunidad para
abrirse camino y hacerse destacar. En ellas explorará nuevas formas
narrativas.

 Toda su visión paródica e irónica decide volcarla en su gran personaje, un


humanista loco, un hombre completamente fuera de su tiempo, y esto lo
hace valiéndose de los libros de caballerías que suponen el catalizador de
todas esas críticas que vierte en la obra, que en el fondo van dirigidas al
humanismo decadente de final del siglo XVI.

 El Quijote, abre muchas vías de exploración literaria para el futuro, deforma


el tópico humanista para crear algo nuevo. Ej. la pastora que decide no
enamorarse de ningún hombre.

Israel Martínez Sánchez 1.ª PEC Página 13


 Cervantes busca la ejemplaridad, esto es: la exploración de las categorías
morales adaptadas a la realidad, pues para él, solo lo cotidiano es real.

 Aparece la importancia de la percepción sensible, es decir, que lo captado


por los sentidos sea real (ej. el yelmo de Mambrino).

 Descubre la novela bizantina, que en parte es similar a la de caballerías:


Persiles y Segismunda.

 Boccalini será considerado el gran escritor de sátiras y una enorme influencia


para Cervantes o Quevedo; los autores clásicos pierden toda la importancia que
tuvieron a primeros de siglo.

 Se desmonta el gran mito de que Cervantes sufrió precariedad económica; fue


comisario del rey lo que le suponía una muy buena paga.

4. En una época en que las diferencias de género, entre hombres y mujeres, son
muy marcadas, los roles sociales la mayor parte de las veces no son
intercambiables. Una mujer poeta no puede ocupar la misma posición ni
presentarse igual que un hombre. Ahora que ya conoce el género epistolar, puede
hacer un resumen del poema que figura más abajo. ¿Qué rasgos de la epístola
cumple?, ¿cuáles podría considerar ajenos al género? Busque otras voces
femeninas en la antología de poesía y compare la posición de hacia el amor de
esas voces con la que expresa esta poeta.
Para saber quién era su autora, consulte el artículo N. Baranda, “Notas para un
cancionerillo de poetas cortesanas del siglo XVI”, que encontrará en una sencilla
búsqueda web.

FRANCISCA DE ARAGÓN

Pues aquel gran amor que me tubiste


holgaste de mudar en otra parte,
yo soi contenta de lo qu’escogiste.
No sabrá ella como yo enojarte;
siempre te tractará de una manera
que no sé si será señal de amarte.
Será más estimado, que no fuera
el espíritu tuyo y alabado
más que quando de ti amada hera.
Mas no por essos bienes que ás hallado
en ella, dexará de dar espanto
de ver un coraçón anssí mudado.
No te quiero hablar en esto tanto
porque se huelga el que mal á hecho
de ver quel ofendido bive en llanto.
Tú estás a tu plaçer y satisfecho:
yo seré de amistad muy gran tu amiga,

Israel Martínez Sánchez 1.ª PEC Página 14


dexando siempre a salvo mi derecho.
Que no quiero que nadie vea ni diga
la culpa tuya, ni que me ás dexado
de amar en verme que te só enemiga.
Para conmigo quedas disculpado,
porque siempre te tube por mudable,
aunque a veçes me avías engañado;
Para mí es el dolor muy tolerable,
ningún cuidado tengas de mi pena;
afírmate, no seas variable,
Que no puede hallarse cossa buena
con quien haze mudanças cada día,
dexando natural por cossa agena.
Aquesto que te escrivo no querría
que te aga penssar que quedo muerta,
pues más el daño a mí que a ti ofendía.
Que tú saves muy bien qu’es cossa çierta
el que va mill amigos procurando
que jamás amistad no se le açierta.
Yo te prometo que no vea llorando
jamás nadie mis hojos por aquesto,
ni el coraçón por ello sospirando
Ni la color mudada de mi gesto
el dolor que ‘ncubrir el alma suele
hará pareçer claro y manifiesto.
Está seguro que no me desvele,
cuidano de saber cómo te á ido
en este nuevo amor que aora te duele.
Que mil veçes te ás visto tan perdido,
jurando que no amaste ansí en tu bida,
y tú sabes muy bien dónde se an ido.
Mira que pues mereçe ser servida,
que lo sepas hazer sin apartarte,
como heziste de otra tan querida.
Perdóname que quiero aconsejarte
en cossa que consejo no rrequiere
ni seso ni rraçón jamás es parte.
Que conviene seguir lo que amor quiere,
digo quando el amor es verdadero,
que no el amor de quien por todas muere.
Escrivirte de mí nuevas no quiero,
que no las querrás ver de mano mía
ni tampoco de ti yo las espero.
Dios te dé con quien amas alegría,
y a tu coraçón dé contentamiento,
y te guarde de mala frenessía.
Aunque todas tus penas lleva el viento,

Israel Martínez Sánchez 1.ª PEC Página 15


pues no son más de quanto estás presente,
qu’en partiendo te apartas de tormento.
No quiero seguir más este açidente
ni quiero declarar tus condiçiones
por no dar qué dezir de ti a la gente.
Digo que ás menester mill coraçones
para sufrir el mal que te procuras
si andas de verdad en tus passiones
o te án de ser contadas por locuras.

Sin pretender realizar un exhaustivo análisis del poema, esbozaremos un resumen y


desglosaremos a continuación algunos rasgos más prominentes de este poema
epistolar.
La temática del poema es claramente amorosa, aunque es la parte negativa del
amor, la parte en la que la relación se acaba por que existe otra persona, por tanto
no es un amor idílico lo que transmite el poema, es el dolor de saberse abandonado
y de que todo lo bonito que vivías ahora desaparece. Pero este dolor se expresa de
forma contenida, la pasión del sufrimiento no desborda en ningún momento a la
autora, quien utiliza ese control de su dolor interno para en parte recriminar la
actitud de su ex amante, al que le acusa de ser un tanto veleidoso; sin embargo,
aunque la autora le reproche su comportamiento hacia ella, también le muestra su
deseo que le vaya bien en el futuro con su nueva pareja y le sugiere que la trate
mejor de lo que ha hecho con ella, que no le guarda rencor y que aunque no pueda
evitar el dolor del desengaño amoroso, podrá superarlo con facilidad, pues como le
dice en la epístola siempre te tuve por mudable, así pues le muestra su entereza, y
le asegura que no se derrumbará pues no quiere sentirse como una víctima suya y
así evitar que la gente pueda murmurar cosas sobre él. Le ofrece una amistad
franca, sin enemistades ni rencores, aunque tampoco desea mantener
correspondencia con él para contarse cómo les va la vida.
Tras este resumen temático, vemos que la epístola trata sobre las dos caras del
amor, la felicidad de un amor que ya pasó, y el dolor por ese amor que la ha
abandonado.
Por tanto podemos en parte asociarla por temática a esas epístolas amorosas, con
Virgilio, aunque en este caso no se cante a las virtudes de una dama, y por la
misma razón supongan un caso un tanto peculiar en este campo de la epístola
amorosa.
Otro rasgo evidente es el terceto encadenado, pero como ya sabemos, este puede
ser igualmente apto para la elegía o la sátira, por lo que no es un rasgo definitorio.
La cualidad que si nos puede indicar con mayor certeza que se trata de una epístola
es el uso de los verbos, la epístola es un diálogo que se produce a distancia, un
emisor, un yo en primera persona se dirige a un él que en el poema adquiere la
forma de segunda persona tú, siendo normalmente verbos pronominales, también
combinados con frecuencia de pronombres personales, para marcar aún más la
persona, persona con la cual es habitual que exista o haya existido una relación de
cercanía, ya sea amistosa, profesional o, como aquí nos atañe, amorosa, por tanto
vemos muchos verbos en primera persona que son los producidos cuando es el

Israel Martínez Sánchez 1.ª PEC Página 16


autor el que habla por su boca, cuando se dirige directamente al otro: soi, de ti
amada hera, no te quiero, seré, te tube, escrivirte, etc., aunque los que
verdaderamente abundan son los verbos en segunda persona, pues la autora apela
con mucha frecuencia al destinatario a fin de captar su atención: amor que me
tubiste, bienes que ás hallado, tú estás a tu placer, Dios te dé, lo sepas hazer, aora
te duele, te apartas de tormento.
De todos los verbos y expresiones que parecen en la epístola, destacaremos el
verbo querer que aparece sobretodo en la forma de presente y acompañado de un
adverbio de negación: no quiero. Es usado mayormente como una fórmula de
contención expresiva que permite pasar a otro tema cuando ya se han expuesto
algunos argumentos: no quiero hablar de esto.
Esta contención expresiva a la que aludimos es producto de una sociedad en la que
la mujer estaba relegada a un papel poco menos que secundario, la cultura era algo
inaccesible por considerarla innecesario, y cuando la mujer accedía a ella casi
siempre era para dar satisfacción al hombre, para ofrecer conversación interesante,
era una cultura adaptada a la sociedad cortesana donde la mujer era algo así como
un objeto a disposición del hombre, por tanto es fácil adivinar que la mujer escritora
no era algo frecuente, y las pocas que lo eran tampoco podían expresarse igual que
un hombre, pues el decoro femenino era una cualidad imprescindible en el
Renacimiento, la mujer no podía exaltar sus pasiones, de hecho, ni siquiera podía
expresar sus opiniones, así que es normal que en una epístola como esta, la autora
quiera mostrarse comedida y no expresar el sentimiento negativo que puede
albergar, pues aunque le reprocha la actitud con fina ironía, para mostrarse a su
misma altura le desea felicidad y le asegura que no tiene por qué preocuparse por
ella y que lo perdona. Si comparásemos algunos versos de esta epístola con los de
la Égloga I de Garcilaso, podremos ver ese contraste y esa contención que
mencionamos, pues lo que hace Garcilaso (Salicio) es dar rienda suelta a todos sus
sentimientos y dejar que la pasión lo desborde.

Con mi llorar las piedras enternecen


su natural dureza y la quebrantan;
los árboles parece que se inclinan:
las aves que me escuchan, cuando cantan,
con diferente voz se condolecen,
y mi morir cantando me adivinan.
Las fieras, que reclinan
su cuerpo fatigado,
dejan el sosegado
sueño por escuchar mi llanto triste.
Tú sola contra mí te endureciste,
los ojos aún siquiera no volviendo
a lo que tú hiciste.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
[…]

Israel Martínez Sánchez 1.ª PEC Página 17


Vemos como Salicio no oculta el llanto y como le reprocha abiertamente a la dama
su actitud fría y distante hacia su persona, usando el verbo morir para dotar su
alegato de una mayor fuerza, cosa que Francisca no hace aunque quisiera, ella se
muestra cauta evitando usar un lenguaje hacia su receptor que pudiera resultar
demasiado agresivo como para causarle gran ofensa. Una mujer no podía expresar
de un modo tan explícito sus sentimientos hacia un hombre, de ahí que las
escritoras se vieran en la necesidad de utilizar recursos alternativos que les
permitieran ser publicadas sin atentar ni quebrantar las normas sociales de su
tiempo, y una de ellas es la que se utiliza en esta epístola, la de ocultar el nombre
del destinatario a fin de evitar que le pudiera suponer algún perjuicio público, o
como dice ella: dar qué dezir de ti a la gente.
Dentro de las escritoras del Renacimiento la más conocida seguramente sea Isabel
de Vega, y prueba de ello es que es la única mujer que aparece en la antología
lectura obligatoria, así que vamos a ver como expresaba su voz poética esta
escritora compararla con la de Francisca.

Cancioncilla de doña Ysabel de Vega, con glossa

Tanto puede la afiçión


quando con fee persevera
que donde premio no spera
de allí saca galardón.

GLOSSA

De una herida mortal


que sólo amor pudo dalla
quedó mi sentido tal
que ni bive con el mal
ni bien con el bien se halla.
Y quando más sin rremedio
más contento en su passión
entonçes de compassión
el mismo amor le dio medio.
¡Tanto puede la afiçión!
Tanto puede el afiçión
que en justo lugar se emplea
que con muy justa rrazón
palma sin contradiçión
llevará el aque assí pelea.
Mas guárdese de mudança
el que tal victoria espera;
susténtese en su esperança
que qualquiera bien se alcança
quando con fee persevera.

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[…]

En este extracto podemos ver nuevamente la temática amorosa, la glosa comienza


con un estribillo en el que se dice que cuando el amor, o sentimiento amoroso, es
constante y honesto, que su triunfo consiste precisamente en no esperar ningún
premio de ese amor o sentimiento.
Esto ya se interpreta como un consejo amoroso hacia el lector.
El inicio del poema vemos como la autora habla de una forma genérica sobre el
amor, no se dirige a nadie en concreto, y expresa que el amor la dejó en un estado
de desconcierto, y que cuando más desconcertada estaba por culpa de la pasión
amorosa el propio amor la hizo recomponerse. Ya a partir del undécimo verso, el
poema se transforma en una reflexión amorosa que aspira a dar consejo a quién lo
leyese, seguramente tratando de aportar una visión femenina sobre el tema que
pudiera servir a los hombres, pues la síntesis del poema es la que dicta su estribillo,
que en un lenguaje más actualizado viene a decir que si tu amor es verdadero y
esperas que tenga éxito la mejor manera de obtenerlo es perseverando en ello y
nunca esperar nada a cambio de lo dado, pues ese amar sin esperar será el mayor
triunfo.
Como se ve, se trata de un poema cortesano, una especie de juego propio de las
clases elitistas, la mujer aparece como consejera amorosa.
Veamos otro poema de la autora que se acerca más al de Francisca.

Glosa de la misma á este villancico

Nunca más vean mis ojos


cosas que le den placer
hasta tornaros á ver.

GLOSA

Si pudiese con la vida


recobrarse el bien perdido,
yo la doy por bien perdida,
que el morir no es a medida
del dolor que he padecido;
y pues veros apartar
fue causa de mis enojos,
pues no queda que mirar
ni lágrimas que llorar,
nunca más vean mis ojos.
¿Qué puedo ya ver, señora,
habiéndote visto en mí?
que el que te vido y te adora
no puede vivir un hora

Israel Martínez Sánchez 1.ª PEC Página 19


más que cuando vive en ti;
mas pues que con mis gemidos
no puedo ya detener,
no se acabe el padecer,
ni suenen a mis oídos
cosas que les den placer.
[…]

Aquí, al igual que en el de Francisca, se escribe sobre un amor perdido, ambos son
en cierta forma un lamento y ofrecen una mirada al pasado, Francisca en modo
epistolar a un destinatario concreto, aunque desconocido para el lector, e Isabel de
una forma más genérica y ambigua, pues tampoco tiene un destinatario concreto,
aunque sí sabemos que se dirige a un ella, y por tanto lo más plausible es que haga
ocultación de género, que escriba como si fuese un hombre el que está detrás de la
pluma y le canta a su amada. De este modo la escritora puede hacer uso de su
habilidad literaria sin arriesgarse a tener problemas con la censura o con cualquier
otro estamento social que no viese con buenos ojos sus escritos, y por extensión a
publicar y aspirar a lograr cierta repercusión con su poesía.
En estos poemas hemos visto la ausencia de destinatarios concretos e incluso a una
mujer escribiendo desde el punto de vista masculino, pero existen casos como el de
Beatriz Bernal todavía más acusados, pues en su caso la ocultación de la identidad
es absoluta, y nadie sabe quién es el autor del libro que están leyendo, nos
referimos al Cristalián de España un libro de caballerías que logró un éxito
moderado hacia la mitad del siglo XVI, logrando ser publicado en imprenta. Solo
años después, gracias a su hija, se supo la verdadera identidad de esta autora.

Israel Martínez Sánchez 1.ª PEC Página 20


Bibliografía:

BNE
http://bdh.bne.es/

Biblioteca nacional hispánica


http://www.bne.es/es/Catalogos/BibliotecaDigitalHispanica/Inicio/index.html

Libro bibliográfico de caballerías


http://www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/bibliografia-de-los-libros-de-
caballeria-castellanos/

CLARISEL
http://155.210.12.154/clarisel/index.htm

Catálogo colectivo del patrimonio bibliográfico español.


http://catalogos.mecd.es/CCPB/cgi-ccpb/abnetopac/O12344/IDeab15265?ACC=161

Biblioteca Digital Siglo de Oro (BIDISO)


https://www.bidiso.es/index.htm

USTC
http://ustc.ac.uk/index.php

The british library


https://www.bl.uk/

José Manuel Lucía Megías y Emilio José Sales Dasí, Libros de caballerías castellanos
(siglos XVI-XVII), Madrid, Laberinto, 2008.
http://www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/bibliografia-de-los-libros-de-
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Jauralde Pou, Pablo Diccionario Filológico de Literatura Española del siglo XVI,
Madrid, ed., Castalia, 2009.

Lázaro Carreter, Fernando, Lazarillo de Tormes en la picaresca, ed. Ariel, 1986.

MÉNDEZ PÉREZ, FÉLIX JESÚS Bartolomé de Torres Naharro y 'Propalladia' (500


años después), Diario Hoy, 2007, url:
http://www.hoy.es/culturas/201705/03/bartolome-torres-naharro-propalladia-
20170503002010-v.html

Boccalini en España - Dialnet


https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2127606.pdf

Israel Martínez Sánchez 1.ª PEC Página 21

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