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Autor:
Enrique José Mundo Casas
Dirigido por:
María Jesús Fernández Leborans
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ÍNDICE
1. Introducción 4
2. Estado de la cuestión: características fundamentales de ambas estructuras 5
3. El concepto de impersonalidad 7
4. El argumento interno 10
5. Medio pasivas y medio impersonales 18
6. Breve origen de la pasiva refleja e impersonal 24
7. Conclusiones 27
8. Referencias bibliográficas 28
3
1. Introducción
4
Finalmente, el apartado quinto describirá un subtipo de oración pasiva cuyo
origen, en común con las oraciones que vendremos a analizar, se verá bosquejado
diacrónicamente en el capítulo sexto.
1
Es polémico el estatuto del elemento se. Sánchez López (2002: 138-140), en su estado de la cuestión,
recoge varias perspectivas de diferentes autores que no han logrado unificar la naturaleza del clítico en las
construcciones medias, pasivas e impersonales: aparece relacionado con las categorías de concordancia,
tiempo y aspecto, bien como afijo verbal, bien valiéndose de la teoría de prototipos (Vera Luján) o
manteniéndolo como pronombre de referencia indefinida. La RAE (2009) lo trata como pronombre,
distinguiéndolo del se paradigmático. Bosque y Gutiérrez Rexach (2011: 415) advierten que es «no
pronominal o ―más exactamente― característico de la "no persona", en tanto que no hay variación o
alternancia posible en la especificación del rasgo de persona que manifiesta». Gómez Torrego (2007), por
su parte, lo sitúa como mera partícula que vela el agente.
2
Mendikoetxea (1999b) apunta a una confusión entre el significado y la paráfrasis de construcciones
reflejas pasivas o impersonales con verbo transitivo. Por tanto, la interpretación activa o pasiva,
posibilitada por la indeterminación del agente, es debida a factores externos a la propia estructura formal.
Más específicamente, no se ha determinado el grado de implicación de este agente que las diferencie,
pues lo que interesa es la acción verbal y no el sujeto nocional. El Esbozo (RAE 1973: §3.5.6c) ya
propuso como único elemento desambiguador el contexto, ya que, desde la forma, ambas interpretaciones
son posibles.
5
este aspecto. Mendikoetxea (1992) y, fundamentalmente, Sánchez López (2002)
recogen los predicados verbales que pueden formar estructuras pasivo-reflejas y no, en
cambio, perifrásticas: los verbos ditransitivos (4), intransitivos con objetos cognados
(5), de movimiento con objetos locativos (6), verbos livianos (7) y de entendimiento,
lengua o sentido cuyo complemento es una oración (8).
Su origen común, las estructuras reflexivas, nos abre el camino de estudio hacia
un proceso en que el pronombre reflexivo se ha dado origen a estructuras sucesivas de
cada vez menor restricción gramatical en cuanto a la naturaleza de predicados,
iniciándose con las estructuras medias existentes en el latín (Sánchez López 2002: 123-
125).
Otra diferencia crucial entre ambas es la intencionalidad del agente: mientras
que en la pasiva refleja el agente es difuminado, la perifrástica necesita la explicitación
de los agentes determinados. No obstante, existe la pasiva perifrástica sin explicitación
del agente, casos como Fue hallada una niña de dos años, tratada más adelante.
Por último, la bibliografía escogida3 corrobora la naturaleza remática de la
pasiva refleja, lo que posibilita su validez para expresar juicios de valor general (9) o
para expresar instrucciones (10), en oposición al carácter temático de la pasiva
perifrástica con el sujeto en posición de tópico y su especialización para acciones de
carácter puntual.
(9) Las novelas se escriben combinando recuerdos
(10) El rebozado se hace con huevo y pan rallado
3
Básicamente, los textos escogidos: Mendikoetxea (1999b), Sánchez López (2002) y RAE (2009).
6
3. El concepto de impersonalidad
4
En español antiguo, era más laxo el uso de estos adjuntos agentivos de carácter definido, pero
predominaba, como en español moderno, cuando se trataba de complementos de entidades genéricas,
típicas o de grupo: La Sangre Preciosa del Divino Jesús que todos los días se ofrece por misioneros; este
código parece que se adoptó primero por los venecianos establecidos en Constantinopla, en RAE (1992).
7
Mendikoetxea (1999b) y la RAE. (2009), pues estos SSPP hacen referencia a colectivos
o instituciones:
(13) Se sostiene por el gobierno que el narcotráfico representa una amenaza para
el sistema
5
Ejemplo extraído de Garaño y Pertot (2007: 293).
8
sujeto inespecífico, donde el hablante y oyente se excluyen: Llaman a la puerta (R.A.E.,
2009,§41.9). De cualquier manera, construcciones pasivas como Se agradecen tus
comentarios o Se le perdona todo con esa carita también ocultan al hablante con el
mecanismo de impersonalización.
6
Se añaden aquellos usos en los que se incluyen entidades no humanas a las que se personifica o dota de
conciencia (un pato dijo a la vaca: “se nace, se vive y se muere sufriendo en esta granja”), y los que
animalizan (En esta casa, no se ladra) o cosifican (no se brilla demasiado en el panorama cultural con
esos trabajos) por metáfora respecto a los sujetos de los que se predica.
9
construcciones con tiempos perfectivos y el agente está en la mente del que habla, es
decir, un alguien al que puede desconocer o al que no puede identificar el hablante:
4. El argumento interno
10
construyeron los edificios del ala sur), a no ser que se anteponga, por razones
discursivas, al SV, para lo cual debe acompañarle una determinación fuerte8 (Los
edificios se construyeron en abril), pues se concibe como tópico o foco. Algo parecido
ocurre en el siguiente par de ejemplos:
7
Observado en la lectura de los textos recogidos en las referencias bibliográficas, fundamentalmente de
Mendikoetxea (1999) y RAE (2002).
8
Como afirma Mendikoetxea (1999), «En las oraciones pasivas con se es posible encontrar ejemplos de
sujetos antepuestos que carecen de determinante: ¡Cangrejos así de grandes se cogían en este río! ¡Pisos,
y no chalets, se vendieron! En ambos ejemplos el sintagma nominal antepuesto es un elemento
focalizado». Vemos que la anteposición se debe a razones discursivas.
9
La R.A.E. (1973: §3.5.6) explica el origen de la impersonal a partir de la construcción pasiva refleja. El
resultado es «una oración activa de sujeto indeterminado» con un CD preposicional y humano. El número
del verbo se hace invariable en tercera persona, ya que se rompe la concordancia.
11
si tienen una interpretación genérica o referencia débil, virtual (Solo se admitirán los
estudiantes que hayan aprobado el primer ciclo completo) o, asimilados a estos, puestos
o cargos (Todavía se tiene que nombrar el nuevo embajador del Perú), otorgando
importancia a la interpretación y no a la forma. Pese a ello, no es difícil encontrar
construcciones con el CD preposicional en tales casos:
12
(27) a) Trajeron una maleta
b) *Trajeron a una maleta
(28) *La ópera conoce a muchos aficionados
(29) a) Este abogado escondió a muchos prisioneros
b) Esta montaña escondió (*a) muchos prisioneros
(30) a) Golpearon a un extranjero
b) *Golpearon un extranjero
(31) a) Perder algo
b) Perder a alquien
(32) a) Perseguía el guardia el ladrón)10
b) *Marta insultó un compañero)11
10
Carmen Pensado (1995) señala que el español tiene un orden marcado (sujeto –vbo–CD) a pesar de no
tener un orden fijo de palabras (Lo mismo hicieron las masas de Roma / Las masas de Roma hicieron lo
mismo) que favorece una primera interpretación de este tipo de oraciones ambiguas. En lo referente al
ejemplo, donde los posibles sujeto y objeto son internos al SV, entra en juego nuestro conocimiento del
mundo (es más común que un policía persiga a un ladrón y no a la inversa). Sin embargo, en estos casos
en los que la posición del sujeto y el CD no es mínimamente habitual, aumenta el uso de la preposición:
perseguía el guardia al ladrón / Perseguía el ladrón al guardia).
11
Torrego Salcedo (1999: §28.2.3) señala que los verbos télicos imponen la preposición, y por extensión,
los predicados terminativos, frente a los atélicos (las llamadas realizaciones). Estos, ejemplificado con el
verbo besar, participan en una alternancia aspectual según aparezca la preposición (besaron un niño /
besaron a un niño), caso en que individualizarían al objeto. La alternancia Conocer un músico y Conocer
13
Las características que se acaban de enumerar no se manifiestan individualmente
en las oraciones, sino que interactúan en la sintaxis oracional. Así pues, en la oración
(37), es obligatoria la preposición a pesar de que el objeto directo es indefinido, lo cual
determinaría una impersonal (Se encarceló a un narcotraficante) y no pasiva (#Se
encarceló un narcotraficante12), pues el objeto del verbo encarcelar debe ser humano;
en lo que respecta a (38), la lectura inespecífica, que tradicionalmente se vincula con un
complemento directo no preposicional, pesa menos que el rasgo humano que conlleva la
preposición a. Recuérdese, como recoge Fernández Leborans (2005), que la
especificidad y la individualización o definitud referencial solicitan un CD
preposicional; en cambio, la inespecificidad o no-individualiación del CD no impide la
presencia de la preposición.
a un músico también se ve explicada por la interpretación del predicado con CD preposicional como
télico (Conocieron a un músico de Jazz en media hora).
12
Cabe la posibilidad de una interpretación marcada como reflexiva.
14
explicitan en la relativa (lectura específica) o que denote una clase en general (lectura
inespecífica). La especificidad, consiguientemente, establece una pauta para la aparición
del CD preposicional, lo cual posibilita una u otra.
Compárense los ejemplos (26) y (38). Como hemos apuntado, (38) señala una
extensión del régimen preposicional del verbo con respecto al rasgo [+humano], forma
marcada, ya que la débil referencialidad no implica un CD preposicional. En el caso de
(26), el CD preposicional no entraría en conflicto con el contexto de baja referencia que
se plantea. Conllevaría, igualmente, una extensión del régimen preposicional del rasgo
[+humano], que se añadiría al carácter referencial no individuado que pueden asumir los
SSNN definidos en contextos de opacidad (inducida por el futuro), como bien explica
Pérez Saldanya (1999) con SSNN definidos con relativas en subjuntivo: Me compraré
la chaqueta de lana que más me guste, si es que hay alguna que me guste. Así pues, la
oración (26) vendría a denotar el conjunto de individuos que responden a una
descripción.
Para finalizar, debemos tener en cuenta las peculiaridades léxicas de los verbos.
Carmen Pensado, en su estado de la cuestión, esboza de manera sencilla la restricción
del complemento en la rección verbal. Saludar, frente a comer, tienen CD de persona, y
extienden el empleo de la preposición en usos marcados con complementos inanimados
(39). Sin embargo, los verbos que suelen regir CD inanimados pueden o no tener un CD
preposicional con rasgo humano (40). Torrego Salcedo (1999: 1800) analiza este último
ejemplo de acuerdo con la agentividad del sujeto, es decir, el acero del enemigo «es el
causante de la acción, pero no es semánticamente el que ejecuta la acción de segar».
13
Ejemplo extraído de Anónimo. “Claves de éxito para contratar un trabajador”, [en línea]. No indicado,
10/ 03/2014, [25/06/2014]. Disponible en la web: http://www.infoautonomos.com/informacion-al-
dia/gestion-empleados/claves-de-exito-para-contratar-un-trabajador/
15
(1999), por su parte, recoge estos mismos verbos (nombrar, elegir, reclutar,
sobornar…) como transitivos cuyo objeto siempre es de persona, pero con la
característica notable de que no requieren la preposición cuando el CD no tiene
determinante. De esta manera, obtenemos dos estructuras con estos verbos (41). No
obstante, la autora acepta la secuencia Se reclutó soldados, debido a esta no
obligatoriedad de la preposición.
Esta autora añade que son más usuales las no concordadas con SSNN plurales
sin determinante Se necesita aprendices; Se alquila cuartos), posiblemente por su
posposición (*Aprendices se necesita aquí). Asimismo, el aspecto imperfectivo facilita
la ausencia de concordancia (Se vende libros/*Se vendió libros), al igual que la
introducción de elementos entre el verbo y el sujeto (Se veía a un lado y al otro del
camino las mansiones señoriales de familias venidas a menos). Reconoce, por último,
una relajación en la concordancia en los verbos modales y en las perífrasis aspectuales
(Se puede pagar los envíos por medio de un cheque y Se ha empezado a construir las
vías férreas para llevar el AVE a la frontera).
14
Si bien la RAE (2009: §41.13) opta por la concordada como forma preferible para los SSNN definidos
humanos, admite ambas (Se {firmarán~firmará} los acuerdos en los próximos días) para los SSNN
16
Los SSNN nominales indefinidos y humanos no son el único motivo de
discusión. La pronominalización del argumento interno conllevaría una doble
interpretación de oraciones como (43), ejemplo de Vera Luján (1990). Gómez Torrego
(2007), aunque de un modo normativo, señala el uso de «oraciones impersonales en
ciertos contextos donde en España usamos pasivas reflejas. Ejemplo: Los resultados se
los conoció mucho antes (en España decimos: los resultados se conocieron)». La RAE
(2009: §41.12) también recoge este uso de los clíticos correferentes con SSNN no
animados en alternancia con la correspondiente pasiva (44), un uso que no queda
limitado al área hispanohablante: Las cosas difíciles parecen posibles en cuanto se las
piensa un poco, pero se hacen imposibles si se las piensa de más15.
definidos inanimados. También reconoce que la falta de concordancia se produce con el verbo en presente
y en determinados ámbitos textuales (prensa, publicidad).
15
Ejemplo extraído de RAE (2009), perteneciente a su vez de Javier Marías (1999).
16
La ruptura de la concordancia del sujeto posverbal respecto con respecto al verbo en oraciones activas
no aparece registrada en la NGLE, salvo la producida en contextos de concordancia de sintagmas u
oraciones que reciben la función sintáctica de sujeto.
17
5. Medio pasivas y medio impersonales
(45) a) Se engañó a Juan para que no sufriera [y no entiendo cómo. ¡Si es muy
listo!]
b) A Juan se le engaña fácilmente
18
b) El pesquero se hundió
c) Telesforo se enfurece por cualquier cosa
d) Se queja siempre cuando va en coche
Ahora bien, la diferencia entre las tres es la siguiente. Las oraciones pasivas
(49c) expresan una acción en la que un sujeto agente no manifestado puede aún
rastrearse (véase §3). Las oraciones medio-pasivas no son eventos, como las anteriores,
17
Nombre elegido por Mendikoetxea. A pesar del sentido laxo de la voz media en la tradición
(Mendikoetxea 1999b: 1654) y Sánchez López (2002. 75), Sánchez López se decanta por el término voz
media.
19
sino que la acción expresada se predica del sujeto para caracterizarlo; por consiguiente,
el sujeto nocional no aparece ni puede ser implícito (49b). Finalmente, las
construcciones medias, como acabamos de ver, son procesos derivados de verbos de
cambio y no tienen una naturaleza estativa como la segunda, pues son procesos que se
desarrollan en el objeto nocional, coincidente con el sujeto gramatical (49a).
De igual manera, el concepto de propiedad vincula este tipo de estructuras. De
acuerdo con Sánchez López (2002: 132), en la oración anticausativa o de voz media, las
propiedades intrínsecas del sujeto provocan un cambio en él mismo, mientras que, en la
medio-pasiva, el predicado verbal denota las propiedades de clase a la que pertenece el
sujeto. Por consiguiente, «en ambos casos, el sujeto está a caballo entre una
interpretación semi-agentiva o de causa interna (características de las construcciones
medias) y una interpretación de paciente (propia de las pasivas)».
A continuación, haremos una breve descripción de las peculiaridades de las
medio-pasivas con se y las medio impersonales. Como se puede observar en (45a) y
(45b), las medio-impersonales (y también medio-pasivas) no son compatibles con
tiempos perfectivos, ya que estos tiempos rechazan la interpretación genérica o
atemporal.
Siguiendo a Sánchez López (2002), aunque esta autora se centra en las medio-
pasivas, podemos señalar que la interpretación de propiedad en ambas construcciones
no es compatible con estos tiempos a los que acabamos de aludir (50a), con perífrasis
progresivas (50b), con imperativos (50c) ni oraciones de infinitivo con función de
predicativos orientados al CD (50d).
20
Según Mendikoetxea (1999b: 1658), una oración medio-pasiva del tipo (51), con
sujeto sin determinación, resultará anómala, es decir, no podrá tener tal interpretación, si
subordina a una oración causal que refuerce su valor de propiedad. Por consiguiente, la
determinación está estrechamente vinculada con la posición preverbal del sujeto.
(51) #En esta tintorería, se lavan camisas fácilmente porque son de algodón
21
lo que hemos dicho, (54a) y (54b) se diferencian de acuerdo con la interpretación
estativa y eventiva respectivamente.
(55) Esa casa siempre se vende con mucha facilidad y no entiendo cómo
(56) Esa casa se vende fácilmente, dicen, (y no entiendo cómo /y eso me
sorprende /y todavía no lo puedo creer
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denota que, de entre ese conjunto o clase, una entidad tiene la propiedad expresada por
el adverbio para cumplir con la propiedad del conjunto o clase:
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¿presentan solamente una interpretación eventiva como pasivas reflejas o hay en ellos
una lectura de propiedad?
Finalmente, compárense (60 y (63). Es unánime, como hemos dicho, que los
estados no pueden construir oraciones medio pasivas, pero ¿por qué resulta gramatical
(63)? La respuesta nos la ofrece Sánchez López (2002: 118): «la existencia de un estado
final en el objeto que de alguna manera depende de la responsabilidad del agente y que
también implica un cambio en el estado de éste. Saberse la lección [...] implica un
proceso cuya culminación es tener la lección aprendida». El verbo saber en Saber
matemáticas y Saberse la historia de España es el mismo, solo que en el segundo caso
es coaccionado aspectualmente por el llamado se aspectual, convirtiéndolo en una
realización.
18
Estos valores marcados de los que estamos hablando varían en ambos autores. Para Mendikoetxea, el
clítico aportaba en latín nociones «de reflexividad, medio de interés y reciprocidad»; en cambio, Bogard
Sierra señala que el clítico podía asumir, además del valor de reciprocidad, un empleo como elemento
enfático y uno impersonal.
24
mayoritariamente a los de movimiento y a los de cambio de estado. En este segundo
tipo, el empleo del reflexivo alcanzó el sujeto no animado ―Neque herba nascetur,
neque lutamenta scident se (Dahlén 1964: 111-122)―, desde las cuales se extendió este
proceso hasta la aparición de las impersonales y de las medio-pasivas (estructuras de
valor modal cuyo predicado denota una propiedad del sujeto; por tanto, no agentivas,
sino estativas). En ello confluyen dos factores:
Uno es la naturaleza intransitiva que asume la estructura pronominal (como ya
señalamos, el uso pleonástico del pronombre, usualmente en dativo), que asumió un
valor medio debido a que en latín se asociaba la voz media con construcciones
sintácticamente intransitivas. Asimismo, los verbos deponentes poseían la misma
naturaleza intransitiva y el mismo valor medio.
Como segundo factor, la desaparición de la morfología deponencial (mecanismo
que convivía con el pronombre pleonástico y compartía su uso) trajo consigo la
especialización pasiva de la pasiva perifrástica y favoreció la herencia del contenido
medio por la reflexiva, tanto en sujetos animados (pues, en estos contextos, recae en el
sujeto parte de una acción que tiene su origen y su desarrollo en él), como inanimados
(cambio espontáneo en el sujeto —causa interna, pues es aún participante activo—
proveniente de las cualidades intrínsecas del mismo).
La estructura media con sujetos inanimados sufre un reanálisis por el cual se
reinterpreta como medio-pasiva, es decir, este cambio al que nos hemos referido se
concibe como una propiedad que se predica del sujeto (este sujeto ya no es participante,
como hemos visto) de forma permanente o atemporal, de modo que solo es compatible
con el presente o el imperfecto, que posibilitan una interpretación genérica. Cuando la
acción se entiende como perfectiva, la construcción pierde su sentido medio-pasivo.
La impersonal con se supuso un avance en la evolución del reflexivo: el sujeto,
su único argumento, pasó a ser complemento producido por la pérdida de la
concordancia, y así arrojaría luz a las pasivas reflejas con sujetos animados, pues, a
pesar de no concordar el verbo y el argumento interno, los hablantes recurrieron a la
preposición: Se cree a los mágicos (Monge 1955). Sin embargo, pese a que se
documentó por primera vez en el siglo XIII ―E si se cree los mágicos, expellen las
tempestades con el cerco de aquesta e contrastan a los relámpagos y rayos [Monge
(1955: 373)]―, aún en el siglo XVII, como supone Sánchez López, la forma sin
concordar no había calado en la lengua escrita, bien porque no fuese aceptada esta
construcción ―plenamente viva en la oralidad― en los textos literarios o bien por ser
25
poco natural a ojos de los escritores del momento. Bogard Sierra (2006: 811), en su
anαlisis del corpus de textos comprendidos entre los siglos XII y XVI, encuentra tan solo
un ejemplo datado del siglo XII (63), aunque existen otros dos más (64), estos del siglo
XVI. El autor señala que estas construcciones, aun en el siglo XVI, resultaban extrañas.
(64) Por el escudo de cristal de Pallas entiende se los cuatros saberes del
quadruuio, que enssennan al omne la razon poro aprende departir las cosas
qual es cada una (Solalinde, Kasten y Oelschläger 1957)
(65) a) Y porque entre esta Nueva España y provinçias a ella comarcanas y tierra
firme e Higueras concurren governaciones e más, que se cree que vuestra
majestad divjdira de la de aquj de Temistitan a Panuco y Guatimala y
Guaçacualco, que se puede bien hazer y divjdir estas governaciones pues ay
tierra para todas (Company 1994)
b) passauamos por las plaças do se vendia pan y otras provisiones (Madison
1987)
26
7. Conclusiones
27
8. Referencias bibliográficas
Bogard Sierra, Sergio (2006): «El clítico se. Valores y evolución», en Concepción
Company Company (dir.): Sintaxis histórica de la lengua española. I. La frase verbal,
México, Universidad Nacional Autónoma de México, vol. 2.
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Reference Grammar.
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28
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29
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Sánchez López, Cristina (2002): «Las construcciones con se. Estado de la cuestión», en
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30