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FACULTAD DE TEOLOGÍA

CURSO: Mariología
ESTUDIANTE: Pedro Velazco Berríos

PROTOCOLO DE LECTURA 02

Texto: “La doctrina mariana de la Lumen Gentium en la teología católica postconciliar.”


(C. García Llata)

El desarrollo de la mariología posconciliar ha tomado como punto de partida y como


fundamento el capítulo VIII de Lumen Gentium que expone su doctrina desde sus opciones
eclesiotípica, minimalista e histórico-salvífica. El artículo de García Llata presenta la reflexión
posconciliar mariana desarrollando cuatro ejes temáticos: (a) la historia de la salvación como nudo
integrador de la mariología, (b) la autonomía relacional como estatuto epistemológico del discurso
teológico mariano, (c) el fin del discurso mariológico cuyo principio unificador fue ontológico-
deductivo, y (d) el surgimiento de nuevas temáticas en la reflexión teológica mariana.

El primer eje temático, es la opción histórico-salvífica que hizo el Vaticano II para presentar
el discurso mariológico desde un enfoque globalizador. En ese sentido, la historia de la salvación
introduce la mariología en el misterio de Cristo y de la Iglesia (nexus mysteriorum). En efecto, el
horizonte histórico-salvífico, cimentado en la Escritura, otorga unidad y previene a la mariología
de lecturas deductivas. Esta opción conciliar recogió las contribuciones de los movimientos
renovadores de la época; en especial los aportes de los movimientos bíblico, patrístico y ecuménico.
Un segundo eje es el estatuto epistemológico de la mariología; el cual fue presentado por
el Vaticano II desde una perspectiva autónoma y relacional. En ese sentido, todo discurso
mariológico debe ser contemplado desde la interdisciplinariedad articulando el magisterio, la
reflexión teológica, la liturgia y la praxis pastoral. El estatuto epistemológico mariológico, según
el Vaticano II, debe remitirse al resto de disciplinas teológicas, y estas, deben volverse a María.
Otro eje temático es la finalización de un discurso mariológico fundado en la vía
ontológico-deductiva; el concilio invitó a contemplar la figura de María desde la revelación
manifestada en la historia de la salvación. La Theotokos es una de las vías de la autocomunicación
divina; por ello es necesaria la aproximación histórica a María de Nazaret. El fin de la mariología
de naturaleza deductiva, fue una consecuencia de la opción histórico-salvífica del Vaticano II.
Finalmente, el cuarto eje es el desarrollo de nuevas temáticas para la reflexión mariana
posconciliar: María como mujer de fe, su relación con la Trinidad y con la iglesia, y su vínculo con
la antropología y la escatología. Asimismo, se invita a reinterpretar los dogmas marianos y a seguir
elaborando una mariología de carácter dialógico (perspectiva ecuménica).

Como fortaleza en la exposición del autor puede considerarse su adecuada


contextualización donde profundiza la recepción magisterial y teológica posconciliar del “De
Beata”. Otra fortaleza es la detallada exposición de las nuevas temáticas mariológicas
posconciliares. Respecto a las debilidades, se evidencia una falta de argumentación respecto a las
resistencias frente a la mariología posconciliar, pues sólo se mencionan la subsistencia del modelo
mariológico preconciliar y el silencio producto del minimalismo posconciliar.
Finalmente, queda una interrogante que sería interesante dilucidar: Si la mariología
posconciliar parte de una opción histórico-salvífica para comprender el rol de María en el misterio
de Cristo y de la iglesia, ¿Cómo dicha reflexión afronta y responde la crítica del feminismo radical
respecto a la presentación de una imagen de María idealizada y separada de la humanidad?

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