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Profesora:
Fabiola Gutiérrez
Economía Política
Participantes:
Anardis Segovia CI. 12.731.716
Juan Flores CI: 15.367.499
Maritza Franquiz CI: 6.855.677
Luis Lucena CI: 9.433.804
Williams Apolinar CI: 5.960.290
Yanira Magallanes CI: 11.231.516
Yuraima Rengifo CI: 19.304.830
BIEN DE CAPITAL:
Un bien de capital, bien de equipo, o bien de producción, es aquel bien que
será utilizado como parte del proceso de producción de otro bien y pasará a
formar parte del capital de una empresa.
Los bienes de capital no van destinados directamente al consumo directo por
parte del cliente (como es el caso de los bienes de consumo). También se conoce
como bien de equipo, bien de producción o bien de inversión. Por ejemplo, la
máquina de una fábrica, ya que durante un periodo de tiempo prolongado formaría
parte del capital de la empresa y además su función sería la producción de bienes
manufacturados.
Es importante no confundir los bienes de capital con los bienes intermedios,
ya que ambos forman parte de un proceso de producción, pero su duración y
consumo es diferente.
Los bienes de capital tienen una duración más larga y más dependiente de
su propia vida útil que de los ciclos de producción, mientras que los bienes
intermedios serán transformados durante el proceso para ser convertidos en
bienes de consumo. Continuando con el ejemplo anterior, un alto horno sería un
bien de capital mientras que las planchas de hierro destinadas a convertirse en
acero se clasificarían como bienes intermedios.
Función de los Bienes de Capital
Los bienes de equipo forman una parte esencial de la acumulación de capital
que en un sistema capitalista permite la producción de bienes, es decir, del
proceso por el cual las empresas invierten sus ahorros o beneficios en contar con
los medios adecuados para desarrollar sus actividades. Este tipo de bienes
pertenecería a lo que comúnmente denominamos “capital físico”, que a su vez se
distingue del humano y entre ambos ponen en marcha el proceso de acumulación
de capital.
La producción de bienes de equipo en un país ha sido tradicionalmente (y
sobre todo a partir de la Segunda Revolución Industrial) una señal inequívoca de
desarrollo económico, ya que señala la capacidad de contar con una tecnología
propia para producir bienes manufacturados (con mayor valor añadido que las
materias primas). Esta actividad, además de generar grandes volúmenes de
empleo y de inversión, suele ir acompañado del desarrollo de un sector financiero
fuerte para apoyar sus actividades, además de otros servicios auxiliares. Suele
considerarse por tanto un pilar del sistema productivo en la mayor parte de los
países desarrollados.
KARL MARK
Marx fue un filósofo, un teórico político y un crítico de la economía política,
cuyos escritos aspiraban a alterar el curso de las disciplinas económicas, sociales
y científicas ya existentes en su época. Su vida como pensador tuvo una gran
influencia en el curso de la historia.
Nacido en Tréveris (Alemania) el 5 de mayo de 1818, su investigación se
centró en el campo de la filosofía, la historia, la ciencia política, la sociología y la
economía. Sus teorías, conocidas masivamente como marxismo, representan
también al comunismo moderno, al materialismo histórico y al socialismo científico
junto con Friedrich Engels.
Sus libros más destacados son: el Manifiesto del Partido Comunista
(publicado el 21 de febrero de 1848), El Capital (publicado en 1867) y El dieciocho
Brumario de Luis Bonaparte (publicado en 1852), cuyo documento comienza con
la siguiente frase: "La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran
tragedia y la segunda como una miserable farsa".
Conocido por sus obras anticapitalistas que forman la base del marxismo, ha
sido uno de los escritores políticos más influyentes de la historia.
Entre los hechos interesantes acerca de Karl Marx que te sorprenderán, se
expone que en la última mitad del siglo XX, casi la mitad de las personas de todo
el mundo vivían en países gobernados por principios basados en el trabajo de
Marx. Echemos un vistazo a algunos de los datos más interesantes sobre Marx.
Marx murió el 14 de marzo de 1883 a los 75 años a causa de una bronquitis
y una pleuritis. Su sorprendente respuesta ante qué últimas palabras querría decir
al mundo fueron: "Las últimas palabras son para tontos que no han dicho lo
suficiente".
Las raíces del Marxismo
En el Siglo XIX, los nuevos modos de producción, comunicación y
distribución también habían creado una enorme riqueza. Pero había un problema.
La riqueza no se distribuyó por igual. El 10% de la población poseía prácticamente
toda la propiedad; el otro 90% no poseía nada. A medida que las ciudades y
pueblos se industrializaban, a medida que la riqueza se concentraba más y los
ricos se enriquecían, la clase media comenzó a hundirse al nivel de la clase
trabajadora. A medida que desaparecían las ideologías que habían hecho que la
desigualdad pareciera natural y ordenada, era inevitable que los trabajadores de
todo el mundo vieran el sistema como lo que era, y que se levantara y lo
derrocara. El escritor que hizo esta predicción fue, por supuesto, Karl Marx en su
Manifiesto Comunista.
EL CAPITAL SEGÚN MARX
El capital es la potencia económica, que lo domina todo, de la sociedad
burguesa. Debe constituir el punto de partida y el punto de llegada (Marx, 1984b,
p. 28).
El capital es considerado tanto un concepto simple, el producto lógico de El
capital como un todo, como la totalidad de las categorías desarrolladas allí.
El capital es la teoría de la circulación mercantil simple, se debe señalar, en
primer lugar, que ésta supone una sociedad en la que sus productos son el
resultado de los trabajos propios de productores privados y autónomos llevados a
cabo independientemente unos de otros. Esto implica que la relación social de los
productores y de sus trabajos sólo puede establecerse indirectamente por
mediación del intercambio de sus productos en el mercado, intercambio que
presupone la apropiación del trabajo de otros por medio del trabajo propio. De esta
manera, en cuanto que son producidos con el objetivo de su intercambio en el
mercado, los productos del trabajo adquieren la forma de mercancías. Es
precisamente por el análisis de los fundamentos de la mercancía en cuanto la
forma concreta más elemental en que aparece la riqueza capitalista por donde
empieza Marx la sección primera del tomo i de El capital. Como resultado de esta
forma de la producción, los productos, en cuanto mercancías, adquieren una doble
determinación: ser valor de uso y valor de cambio. A partir de esto, Marx presenta
su teoría del valor en dos movimientos.
El primer movimiento corresponde al pasaje del valor de cambio al valor. Los
valores de cambio de las mercancías aparecen, en primera instancia, como una
simple relación cuantitativa entre ellas en su carácter de valores de uso distintos.
Como estos valores de cambio parecen ser algo accidental y puramente relativo,
deben ser la expresión de algo común que se encuentra incorporado en las
mercancías. Es por medio del proceso en que los valores de uso de las
mercancías y los trabajos útiles distintos que las producen son abstraídos, que el
trabajo humano indiferenciado, es decir, el trabajo-en-general, emerge como la
sustancia común que se encuentra incorporada en las mercancías.
Esta sustancia común es lo que permite a las mercancías identificarse como
iguales, a pesar de sus diferencias en cuanto valores de uso; y la cantidad de esta
sustancia contenida en cada una de ellas es lo que les permite intercambiarse
entre sí en cierta proporción. Esta sustancia común es lo que Marx denomina
trabajo abstracto.
Las mercancías son determinadas como valores. Los valores de las
mercancías resultan ser así el fundamento de su valor de cambio. De aquí que las
determinaciones de la mercancía sean realmente valor de uso y valor de cambio.
A esta dualidad de forma de las mercancías corresponden dos aspectos de
naturaleza distinta del trabajo que las produce: el trabajo-en-general, en cuanto
trabajo abstracto, y el trabajo útil, en cuanto trabajo específico, respectivamente.
Según Marx, el trabajo abstracto tiene determinaciones que corresponden a la
cualidad y a la cantidad: los trabajos simple, homogéneo y social son definidos
como las determinaciones que corresponden a la calidad; y el tiempo de trabajo
socialmente necesario como su determinación cuantitativa. La magnitud
inmanente del valor de las mercancías es así determinada por la objetivación del
tiempo de trabajo socialmente necesario, es decir, la cantidad promedio de tiempo
de trabajo abstracto requerido para su producción.
El segundo movimiento corresponde al pasaje del valor a la forma de valor o
el valor de cambio. Como, para Marx, el valor constituye una esencia que no
puede aparecer como tal, sino que permanece como una abstracción, éste debe
aparecer en una cosa que sea distinta de sí mismo. Esa cosa es la mercancía-
dinero. El dinero constituye así la forma social de existencia inmediata del valor de
las mercancías y, por tanto, la forma social de existencia inmediata de la
abstracción del trabajo. De esta manera, el dinero es considerado como la forma
fenoménica que el valor adquiere en el intercambio y, de ese modo, la forma-
precio que allí asumen las mercancías. Esto implica que el valor de las
mercancías sólo puede adquirir una medida externa definitiva en el dinero y que,
por tanto, la cantidad de trabajo contenido en las mercancías sólo es resuelta
como el quantum de trabajo abstracto socialmente medido por medio de sus
relaciones de intercambio en el mercado. El dinero, como la forma y medida del
valor de las mercancías, aparece así como el mediador del proceso de
intercambio de las mercancías que Marx simboliza como M-D-M.
Marx sintetiza este proceso por medio del ciclo D-M-D, cuyas fases están
constituidas por D-M y M-D. Fases en las cuales el valor cambia de forma de
existencia y en las cuales permanece siempre, sea como dinero o como
mercancía. Como es evidente, estos cambios de forma del valor implican el reflujo
a su forma dineraria original, lo que le permite así la continua renovación de su
proceso. Desde luego que esto supone que el valor puede recorrer sus propias
determinaciones formales sin que desaparezca en ellas. Sólo de esta manera el
valor puede ser considerado como un movimiento formal en el cual y por medio
del cual se relaciona consigo mismo y se autodetermina. Este proceso aparece así
como el dinero que circula para llegar a ser dinero: “El dinero que en su
movimiento se ajusta a ese último tipo de circulación –plantea Marx (1978a, p.
180)– se transforma en capital, deviene capital y es ya, conforme a su
determinación, capital
Según Marx, el valor en el capitalismo no es sólo valor como una mera
incorporación del trabajo abstracto y, por tanto, como un determinante (o
predicado) de las mercancías y del dinero, sino valor en cuanto objetivación de la
abstracción del trabajo que adquiere el carácter de sujeto, es decir, como valor
que se valoriza a sí mismo y, por tanto, como una sustancia que no es inerte sino
que tiene movimiento propio. El valor como sujeto es lo que Marx denomina
capital. Esta noción de valor como capital implica, a su vez, que el objetivo de la
producción capitalista no sea el valor de uso de las mercancías sino la valorización
del valor, y que, en consecuencia, la apropiación de las mercancías no sea el
resultado del trabajo propio sino de la apropiación del trabajo de otros sin pago
alguno.
Para la perspectiva clásica del capitalismo, el marxismo representó una seria
recusación, aunque no dejaba de ser, en algunos aspectos, una variante de la
temática clásica. Por ejemplo, Marx adoptó la teoría del valor trabajo de Ricardo.
Con algunas matizaciones, Ricardo explicó que los precios eran la consecuencia
de la cantidad de trabajo que se necesitaba para producir un bien. Ricardo formuló
esta teoría del valor para facilitar el análisis, de forma que se pudiera entender la
diversidad de precios. Para Marx, la teoría del valor trabajo representaba la clave
del modo de proceder del capitalismo, la causa de todos los abusos y de toda la
explotación generada por un sistema injusto.
De acuerdo con Marx, el capital es una relación social de producción que
provoca de manera sistemática conflictos entre la clase capitalista y la asalariada.
Bajo el capitalismo, la propiedad de los medios de producción está a cargo de la
burguesía, mientras que el trabajo, lo desempeña el proletariado.
Según explica, los capitalistas, al emplear a la fuerza de trabajo para
producir bienes, compran el uso de su fuerza de trabajo como una mercancía. Los
obreros dirigen sus esfuerzos a la producción de mercancías cuya venta produce
ganancias al capitalista. La diferencia entre las mercancías que compran los
capitalistas y las que ellos venden es el valor excedente o plusvalía, el cual apoya
la acumulación de capital.
Dice Marx en El Capital: “el incremento del capital lleva consigo el incremento
de su parte variable, es decir, de la parte invertida en fuerza de trabajo. Una parte
de la plusvalía invertida en fuerza de trabajo. Una parte de la plusvalía invertida
necesariamente tiene que volver a convertirse en capital variable o en fondo
adicional de trabajo. Si suponemos que, sin alterar las demás circunstancias, la
composición del capital permanece invariable (...) es evidente que la demanda de
trabajo y el fondo de subsistencia de los obreros crecerán en proporción al capital
y con la misma rapidez con que este aumente (...) la acumulación del capital
supone, por tanto, un aumento del proletariado.
PLUSVALÍA
Es el beneficio o ganancia obtenida como resultado de una diferencia
positiva entre el precio al que se compró un bien y el precio de su venta en una
operación o transacción económica normalmente llamada compra-venta. Ese
incremento de valor del bien o producto por motivos extrínsecos, no es controlado
por el propietario ni tampoco éste puede influir. Debe quedar registrada
obligatoriamente en el impuesto sobre la renta de una persona o de las
sociedades dependiendo de la naturaleza del sujeto pasivo.
Según Karl Marx, “la plusvalía consiste en el valor que el obrero que percibe
un salario por su labor, genera por encima del dinero que representa su esfuerzo
laboral, dicho valor podría definirse como trabajo no pagado al obrero, queda en
poder del capitalista, quien ve en la plusvalía la base de la acumulación monetaria.
TIPOS DE PLUSVALÍA
Plusvalía Relativa:
Es la que surge a consecuencia de disminuir el tiempo de trabajo necesario y
de aumentar correspondientemente el tiempo de trabajo adicional como resultado
del crecimiento de la productividad del trabajo. Constituye uno de los métodos
para aumentar el grado de explotación de los obreros. Se obtiene a costa del
increcimiento de la productividad del trabajo de las ramas que producen medios de
subsistencia necesarios para producir la fuerza de trabajo, lo cual conduce a una
reducción del tiempo de trabajo necesario. Con esto, el obrero no gana nada, pues
la ganancia, que se eleva a consecuencia del aumento de la productividad del
trabajo, pertenece a los capitalistas. Manteniéndose invariable la duración de la
jornada de trabajo, la disminución del tiempo de trabajo necesario aumenta el
tiempo de trabajo adicional y, en consecuencia, crece el grado de explotación de
los obreros
Plusvalía Extraordinaria:
Es el excedente de plusvalía que se apropia el capitalista cuando reduce el
valor individual de la mercancía en comparación con el valor social de la misma;
es una variedad de la plusvalía relativa. A diferencia de la plusvalía relativa, que
se obtiene elevando la productividad del trabajo en toda la producción social, la
plusvalía extraordinaria tiene su fuente en la mayor productividad del trabajo de
una empresa dada en comparación con la productividad media del trabajo en la
rama tomada en su conjunto. La diferencia que en este caso se da entre el valor
social de la mercancía y su valor individual se realiza en el mercado, donde el
precio se establece en consonancia con el valor social de la mercancía. Se
encuentra en situación ventajosa el capitalista que extrae mayor plusvalía con un
mismo volumen de capital.
Plusvalía Absoluta:
Es la obtenida mediante la prolongación de la jornada de trabajo, uno de los
procedimientos de que se valen los capitalistas para intensificar la explotación de
los obreros. La producción de plusvalía relativa es otro medio de aumentar el
grado de esta explotación. La creación de plusvalía absoluta constituye la base
general del sistema de explotación capitalista, dado que es condición ineludible de
dicho sistema el prolongar la jornada laboral más allá del tiempo de trabajo
necesario. El método de la plusvalía absoluta alcanzó su máxima difusión en los
estadios iniciales del capitalismo, cuando en las empresas predominaba aún el
trabajo manual. Cuando apareció y se desarrolló la gran industria maquinizada
resultó posible aumentar la plusvalía incrementando sobre todo la productividad
del trabajo.
TASA DE BENEFICIO
Aunque en un sentido general beneficio significa utilidad o provecho, en
economía la palabra adquiere un sentido más preciso: ella es equivalente a la
diferencia entre los ingresos y los egresos de una empresa, ya sea en una
operación particular o más usualmente durante el curso de un ejercicio; en este
sentido beneficio es sinónimo de ganancia.
La tasa de beneficio es igual al cociente entre los beneficios empresariales y
el stock de capital, y es una medida de los beneficios obtenidos por cada unidad
invertida por los propietarios del capital. Es la variable fundamental para medir la
rentabilidad de las posibles inversiones y por ello puede considerarse como uno
de los determinantes fundamentales de las nuevas adquisiciones de capital.
Cuanto mayor sea la tasa de beneficio, mayores serán los incentivos que tengan
los empresarios para invertir, y a la vez serán también mayores los recursos de los
que dispongan para financiar esas adquisiciones de capital, o su capacidad para
obtener créditos con que financiarlas.
DETERMINANTES DE LA TASA DE BENEFICIO
La tasa de beneficios depende fundamentalmente del margen con que las
empresas cargan los costes medios y del grado de utilización de la capacidad
productiva.
Para verlo, comencemos por establecer que la tasa de beneficios (Tb) es
igual a los beneficios totales (B) divididos por el stock de capital (K). A su vez, los
beneficios pueden expresarse como el producto de la participación de los
beneficios en la renta (Pb) por el PIB (Y):
Tb = B / K
B = Pb x Y
Por tanto:
Tb = Pb x Y/K
La relación entre la renta capital depende a su vez de dos factores que son
los siguientes:
un coeficiente técnico que mide la renta que puede obtenerse como
máximo a partir del stock de capital instalado (v)
el grado de utilización del capital (c). Si éste es menor que 1 (la situación
habitual) la renta que se obtenga con el capital instalado será menor que
la que en realidad podría obtenerse: Y/K = c x 1/v
LA TASA DE BENEFICIO Y LA DINÁMICA DE LA ECONOMÍA
Las variaciones de la tasa de beneficio juegan un papel fundamental en la
regulación dinámica de las economías capitalistas. Para que se alcance un
equilibrio dinámico, es necesario que la economía crezca a una tasa que sea igual
simultáneamente a la suma de la tasa de crecimiento de la población activa más la
tasa de crecimiento de la productividad (para que el paro no crezca o se reduzca
indefinidamente) y a la tasa de crecimiento del capital (si no fuese así, el grado de
utilización del capital crecería o decrecería continuamente).
De los beneficios brutos obtenidos por una empresa, se procede al pago de
impuestos, se efectúan las deducciones correspondientes a la depreciación de los
activos y se pagan los dividendos que corresponden a las acciones preferidas; el
resto, los beneficios netos, suelen ser subdivididos en dos partes: una de ellas es
distribuida entre los poseedores de acciones, bajo la forma de dividendos, y otra
parte no se distribuye, empleándose para la formación de reservas y/o para el
aumento del capital de la firma.
CONCLUSIÓN