Sei sulla pagina 1di 3

5 Modernidad

(TV -A continuación “La hora de la verdad”. Marchas y caos. Diversas protestas de estudiantes universitarios.
Una nueva jornada de movilización, con grandes demoras en las principales avenidas, transformó la ciudad en
un verdadero calvario) Vivimos tiempos modernos ¿Pero qué es lo moderno? En primer lugar la modernidad es
una actitud frente a las cosas. (Manifestación -¡IGUALDAD! ¡IGUALDAD! ¡IGUALDAD! Alguien habla -Yo entiendo
la protesta pero estos pibes tienen que entender que…) El hombre se hace cargo de la construcción del sentido
de realidad y por eso es una actitud de ruptura frente a cualquier tipo de imposición externa. Una actitud de
siempre estar mirando para adelante, enterrando un pasado que tira para atrás, y apostando a un mundo
nuevo. Modernidad es el impulso de querer ser original, de creación de lo nuevo. Durante mucho tiempo el
hombre fue un mero espectador del destino del mundo. Con la modernidad el hombre cree que puede
transformar la realidad, pero ¿Puede?
(TV -A continuación “La hora de la verdad” con Eduardo Malman. E. Malman –Los sucesos de esta semana nos
han tomado por sorpresa a todos por eso queremos escuchar las opiniones de los protagonistas. Queremos
fomentar el espíritu crítico. Queremos mostrar la trama de voces que configuran y dan vida a eso que los medios
masivos de comunicación denominamos realidad. Para eso vamos a pedirles a los chicos aquí invitados que nos
cuenten cuales son los principales reclamos que han venido persiguiendo con las manifestaciones de los últimos
días. Chicos… Chica progre –Esta mañana la Junta Nacional de Estudiantes marchó a Plaza de Mayo porque
nosotros perseguimos los mismos objetivos que nuestros compañeros estudiantes vienen reclamando de hace
décadas y que tienen el surgimiento en los años ’70. Porque nosotros peleamos por una educación popular,
nosotros queremos una educación para el pueblo, una educación para todos, eso es lo que queremos. Otra voz
–Los grandes argumentos nunca solucionaron nada. Y estamos despertando.) Cambiar al mundo. La modernidad
comienza a partir del siglo XV con esta confianza transformadora. (-Se trata de una lista de peticiones que
consideramos mínimas e indispensables para continuar con el desarrollo normal del ciclo lectivo) Pero ha tenido
voces disonantes. (-Se puede hacer de otra manera. – ¡Por favor te pido! ¡Por favor te pido! –En un marco legal)
Por un lado los anti modernos que creen que el hombre se hizo cargo de una tarea que no le corresponde (Juan
Cruz Moreno -Yo creo que en las facultades cuando no se estudia…) y reivindican sociedades autoritarias,
tradicionales y jerárquicas. (-¿Por qué no miramos por favor sociedades más evolucionadas que nosotros? Eso es
lo que sugiero) Y por otro lado los posmodernos (Laura González Acuña -Considero que esta discusión en este
debate no nos lleva a ningún lado) que entienden que el proyecto moderno está agotado (Romina -La verdad
que a mí la política mucho no me interesa) y apuestan a profundizarlo más allá de sus propias limitaciones.
(Laura –Los grandes argumentos nunca solucionaron nada. Romina –La política es como una gran pérdida de
tiempo) Pero vayamos por parte: (E. Malman -¿Vos qué pensás? Alejandro Jeanneret –Yo sí creo en el
compromiso político. Pero evidentemente la política no se trata de grandes causas sino mas bien de cosas
pequeñas, se trata de que no se nos caiga el techo de las universidades, se trata de que no nos llueva, de que
tengamos calefacción, de cosas realmente pequeñas, de que haya viandas y becas para los chicos que
realmente lo necesitan. E. Malman –Sí, pero esto no justifica la incineración de los edificios ni el secuestro
extorsivo del secretario de educación. Natalia Peñaloza –Pero eso no es política, eso no es política, sino es
tranzar con el sistema. ¡Por favor compañeros! Por suerte compañeros los estudiantes estamos tomando cada
vez más conciencia, estamos despertando y ¿Saben qué? En este país con la educación no se jode. No se jode
más. Eso es lo que vamos a hacer, no hay otra manera de concebirlo, es así) Natalia y Alejandro representarían
en esta mesa la sensibilidad moderna, apuestan cada uno a su manera a transformar la realidad y confían que
es una tarea realizable por el hombre.
Si lo moderno se juega en el terreno de la construcción de lo nuevo, la vanguardia se constituye en su emblema.
¿Qué es la vanguardia? Es ir siempre para adelante, es la avanzada de la época, la que visualiza hacia donde se
producirá el cambio. Por eso la vanguardia es incomprendida en su tiempo. Porque está viviendo ya en el futuro
por venir. Con su trabajo por un hombre nuevo la vanguardia se convierte en una gran crítica del presente. Hay
vanguardias políticas y vanguardias en el arte, son fuertes críticas de los valores e instituciones establecidas, son
profundamente modernas tanto por su apuesta a lo nuevo como por su confianza en el poder del hombre para
cambiar el mundo.
(E. Malman –Ahora esta decisión de la toma y destrucción de las universidades, de los azotes públicos a los
funcionarios educativos y toda esta serie de actos vandálicos que se han venido produciendo estos últimos días,
evidentemente genera una cierta polémica digamos, en la sociedad. ¿Habrá voces disidentes dentro de los
estudiantes o será solamente un bloqueo?) Por sobre todas las cosas la modernidad es una racionalización del
mundo. Nuestra razón se convierte en el fundamento último de todas las cosas, desplazando así a dios o a
cualquier fundamento que exceda lo humano. (Alejandro -Por favor, chicos, seamos razonables, ni manía
persecutoria ni negación de la realidad. Creo que tenemos que buscar un equilibrio un término medio y antes
que nada buscar una solución. Es evidente que eso es lo que nos hace falta.) Es una tarea difícil ¿No? Cuando
todo dependía de dios la cosa parecía más fácil. Pero si ahora no dependemos de nadie, el hombre se vuelve
autónomo, libre y es responsable de sus actos. Sin embargo en los últimos años posturas como las de Natalia o
Alejandro vienen siendo cuestionadas marcando el carácter de utopía irrealizable de la modernidad. Es como si
pensasemos que al hombre le quedó demasiado grande la tarea de hacerse cargo del mundo. Se conoce a este
estado de ánimo con el nombre de posmodernidad. ¡Qué termino raro! ¿No? Lo posterior a lo moderno ¿Lo
posterior a lo actual? Pero ¿Por qué seguir tomando a lo modernidad como centro?
Hay por un lado una sensación de agotamiento de las energías utópicas, una resignación colectiva, una crisis de
la utopía debido a sus constantes frustraciones. Lo que Lyotard llama la crisis de los grandes relatos, esto es, la
crisis de la idea de que el mundo pueda avanzar hacia un lugar mejor. Como si pensáramos que si después de
tantos intentos la modernidad no cambio al mundo entonces nada me importa. Y como sentenció el punk de los
Sex Pistols “no hay futuro para ti”.
¿Pero por qué tomar a la modernidad como centro? Pero sin llegar al extremo se puede pensar que de lo que se
trata es de una transformación más localizada, que pueda dar respuestas a problemas concretos como la lucha
de las minorías, el respeto por la diversidad o la ausencia de dogmas. El posmodernismo vendría a darle un
cause posible a las grandes luchas por lo imposible, en especial porque entiende que detrás de las grandes
causas se esconden siempre intereses o dogmas que traicionan el espíritu mismo de la utopía. ¿Pero por qué
posmodernismo y no una condición nueva de la existencia? Si la modernidad es la búsqueda de novedad y la
posmodernidad su agotamiento, entonces la posmodernidad no puede proponer sentidos nuevos ya que si no
quedaría atrapada en la lógica de lo moderno. Por eso Habermas sostiene que la modernidad es un proyecto
inagotable ya que cualquier propuesta nueva por ser nueva ya es moderna. Postular el fin de la novedad
también es una novedad. La clave de todo esto es repensar el post. ¿O tal vez se trate de volver para atrás?
(Manifestación - ¡IGUALDAD, IGUALDAD, IGUALDAD! Juan Cruz moreno en auto toca bocina -Correte flaco ¿Me
dejás pasar por favor? Correte, tengo que ir a estudiar, hermano. Yo me tengo que recibir. Correte ¿No tenés
nada que hacer? Deciles a tus compañeros que me dejen pasar.) El conservadurismo todavía lamenta el fin de
un orden donde todo funcionaba armónicamente. Armónicamente para pocos, es verdad, pero de cualquier
manera el mundo estaba bastante más ordenado y previsible. Modernidad y posmodernidad para un
conservador son la misma cosa. De lo que se trata es que el hombre dejó de vivir en un mundo ordenado y
creyó que podía construir el orden por sí mismo. Por eso para un conservador la solución es más que clara: hay
que restaurar los viejos valores. (Juan –¿No entendés? ¿No escuchás? Correte por favor. Me quiero recibir,
correte. ¡CORRETE! Correte ¿Querés? Manifestación - ¡IGUALDAD, IGUALDAD, IGUALDAD!) No, no hay que
confundir posmodernidad con anti modernidad, no se trata de volver a un mundo cuando el hombre no era libre
si no que se trata de profundizar esa libertad. Por eso el problema no está en que el hombre se haya hecho
cargo de darle sentido a las cosas si no de imponer su sentido único que solo responde al interés de algunos. Si
lo moderno se equipara con el progreso sería interesante vislumbrar que así como la ciencia y la tecnología
avanzan a una mejora en la calidad de vida, hace rato que no se discute a qué llamamos calidad de vida. A
cuantos incluye. Y cuales son sus efectos colaterales. Pero a partir del siglo XX con la irrupción de las industrias
culturales y la mercantilización de la sociedad de consumo, se vuelve cada vez más difícil encontrar un afuera del
sistema. (Natalia –No van a lograr amedrentarnos ni con las listas negras ni con la persecución organizada. E.
Malman –¡Natalia, por favor!) Si lo moderno está asociado al rupturismo con lo establecido, hay que tener en
cuenta que hay ruptura tanto en el progreso tecno económico como en la trasgresión cultural. La modernización
capitalista arrasa con todo. (Juan -Por favor con lo de las listas negras, ya nos tienen podrido con ese discursito
paranoico setentista) Posmodernidad podría querer significar que una manera de darse la modernidad que no
fue por buen camino. Entonces ¿Por dónde ir? (Alejandro -Creo que tenemos que buscar un equilibrio, un
termino medio y antes que nada buscar una solución. Es evidente que eso es lo que nos hace falta. Laura -¿Un
termino medio, un acuerdo? Todos sabemos que en un acuerdo siempre hay uno que se lleva la mejor parte.
Perdonen chicos tenemos que hacer una brevísima pausa, los tiempos de la tele son así. Pero antes…Publicidad
–¡SLIDEMASTER! Slidemaster es la solución que usted estaba buscando. Sí, un nuevo y ultramoderno y
revolucionario sistema que hará que su vida sea más fácil práctica y divertida. Porque Slidemaster te ayudará a
realizar tus tareas cotidianas en solo segundos. Renueve su vida ahora mismo.)
Vivimos tiempos modernos o posmodernos da igual, lo importante es que el hombre pueda seguir profundizando
su proyecto de emancipación de toda atadura, de todo dogma, de toda imposición. ¿Qué es lo moderno? Darnos
cuenta que no hay nada más preciado que el convivir con nuestras diferencias. Y que nada vale si el resultado es
la negación del otro. La modernidad inauguró tiempos de libertad y de construcción de un mundo mejor, tal vez
pecó por haber subestimado su más grande valor, el cambio y pretendió institucionalizarse a sí misma, hacer del
cambio un valor que no cambie. Marx la definió como la época en la que “todo lo sólido se desvanece en el
aire”. ¿Nos da vértigo? o ¿Nos obliga a seguir probando?
Bibliografía: Capítulo 5 - La Modernidad
Bell, Daniel; “Las contradicciones culturales del capitalismo”. Habermas, Jurgen; “La modernidad, un proyecto
incompleto”. Lyotard, Jean F; “La condición posmoderna”. Marx, Karl; “El manifiesto comunista”. Vattimo,
Gionni; “El fin de la modernidad”

Potrebbero piacerti anche