La afirmación de la vida ha sido una constante, a lo largo de la historia de la humanidad, a
través de las distintas maneras de preservación y búsqueda de medios para su mejoramiento, lo cual ha convertido a todo este trasegar en una “aventura existencial e intelectual” (Maldonado, 2016, p. 89) ya que la vida misma se ha traducido, desde los inicios, en todo un programa de investigación, a modo de preguntas por el Ser, pero que en últimas, eran por la vida como tal. Así lo afirma Hans Jonas (2000): “En los comienzos de la interpretación humana del ser, había vida por todas partes, y ser era lo mismo que tener vida” (p. 21)
Seguidamente, con la aparición del fenómeno de la técnica y su naturalización en la
sociedad occidental de la era moderna, se llegó a un punto álgido en la historia, dando unos leves vestigios de lo que sería el auge de la segunda mitad del siglo XX en adelante, cuando convergen todas las tecnologías como nanotecnología, biotecnologías, tecnologías de la información, las cuales plantean nuevas preguntas sobre “lo humano” (Maldonado, 2016, p.90) -en palabras de Hottois (1991) “Tecnociencias”(p.26)- pero siempre centradas, todas ellas, en La afirmación de la existencia, de la vida, y su mejoramiento, tal como sucedió desde los inicios marcados anteriormente. Esto último creo un sin número de vínculos entre los humanos y la tecnología, instaurando paradigmas de hombres, lo cuales, en palabras de Maldonado (2016), se enlistan así: “Humanos transgénicos, transgenómicos, transexuales, biónicos, e híbridos” (p. 90) no buscando una discusión de aceptabilidad o inevitabilidad de estos fenómenos, sino el cubrimiento social de las tecnologías y experiencias humano- tecnológicas, algo que crea, sin lugar a dudas, una complejidad de la experiencia humana no poco superlativa, donde existen utopías genéticas y del mundo de la robótica unido a la A.I como un reto que se espera en los años próximos.
Finalmente, y por la misma línea del cambio de dinámicas de lo humano y no siendo
menos importante, está el concepto de Realidad la cual viene en un gran cambio dromológico, sobre todo, ante los nuevos tipos de realidad que se experimentan a través de las tecnologías desarrolladas por la mente humana. Sin lugar a dudas, realidad es todo ese conjunto de elementos verdaderos y certeros en el contexto de quién lo experimenta y de quién lo transmite. Ahora bien, con las nuevas tecnologías se han creado nuevos tipos de realidades abstractas, virtuales, de fantasía, que si bien, al pasarlas por el cedazo de la verificación puede no tener verdad en las categorías espacio-temporal, pues son en tanto el sujeto que las crea.
Referencias
Maldonado, C.E. (2016) La Complejidad de la experiencia humana, en Hernández, Estética
de los mundos posibles, Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, pp. 89-100.
Jonas, H. (2000) El principio vida. Hacia una biología filosófica. Trotta.
Hottois, G. (1991). El paradigma bioético: una ética para la tecnociencia. Barcelona: