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Astrología Básica
Una herramienta para el auto conocimiento
Parte I
Principios generales de la astrología
Porque estudiar astrología
Astrología humanista
¿Qué es y como levantar una carta natal?
El lenguaje simbólico de la astrología.
El Significado general de Planetas, Signos y Casas.
El Significado de los planetas
El significado de los Signos
El significado de las Casas
Las Energías Básicas de la Astrología y los 4 elementos
Los signos y los elementos
Las casas y los elementos
Los planetas en los elementos
Las cualidades de los Signos: Cardinal, Fijo y Mutable.
Los Aspectos Astrológicos y su Significado
Parte II
Patrón planetario.
Preponderancia en hemisferios.
Preponderancia en Elementos y Cualidades
Sol, Luna, Ascendente y sus interrelaciones.
Ascendente y regente natal.
Regente natal y planetas en casa
Planeta más elevado y otros planetas angulares
Porque estudiar Astrología?
Microcosmos y macrocosmos
El ser humano es un microcosmos en el macrocosmos, esto es, una pequeña imagen
de la gran realidad cósmica.
Cada persona es una diminuta parte de la inmensa totalidad universal. Las energías
vitales que se mueven a
través nuestro y a través de toda la naturaleza son las energías de un gran Ser dentro
del que vivimos y nos
desarrollamos.
El establecimiento de relaciones entre lo pequeño y lo grande, o sea, entre el ser
humano y el cosmos, y la consideración de todos los problemas humanos desde el
punto de vista de la Vida Una nos permite ver las cosas con la orientación y la
proporción adecuadas, valorarlas en su justa medida y obtener una comprensión
profunda de las interconexiones.
Se piensa que cada ser humano tiene una meta evolutiva y que ésta es imposible de
alcanzar en una sola vida. Por esto son necesarias muchas reencarnaciones. Cada
nueva vida es una nueva oportunidad de acercarse a esta meta evolutiva. La
doctrina de la reencarnación o del renacimiento de las religiones orientales sostiene
que el desarrollo se produce en una secuencia cíclica de vidas hasta que el ser
humano alcanza la perfección y es capaz de manifestarse como hijo de Dios en la
Tierra.
Las preguntas ¿De dónde vengo? ¿Para qué he nacido? ¿Cuál es el objeto de mi
vida? ¿Por qué debo sufrir este
destino? ¿Por qué otros lo tienen más fácil que yo? Se explican con la ley del
karma. Esta ley, que también se
conoce como ley de causa y efecto, es la responsable de restablecer continuamente
el equilibrio en el proceso de
desarrollo. Todo lo que pensamos, deseamos o hacemos queda registrado en un
gran almacén de energía del cosmos y algún día recae sobre nosotros. Según la
sabiduría oriental, la ley del karma tiene un doble efecto. En primer lugar, la
persona se ve obligada a pagar las deudas de sus vidas anteriores. En segundo lugar,
continúa
desarrollándose bajo la ley de causa y efecto, y en el proceso aprende a no volver a
hacer determinadas cosas
pues hacerlas tiene consecuencias no deseadas. Los elementos que actúan de forma
liberadora son la inteligencia, la capacidad de diferenciación y decisión voluntaria.
A través del conflicto y de la fricción, el ser humano se ve obligado a emplear y
desarrollar las capacidades que antes no sabía que tenía a disposición porque
estaban dormidas o latentes en su inconsciente. A partir de las experiencias
aprendemos a establecer un intercambio positivo con nuestro ser interior y con el
entorno. Al tomar conciencia de nuestro ser interior, conseguimos liberarnos cada
vez más del «inevitable destino» que resulta de nuestros propios impulsos
inconscientes, comportamientos psíquicos erróneos, temores y tendencias de
protección inútiles, sentimientos de culpabilidad y obsesiones... en otras palabras,
de nuestro karma.
Diferencia entre signos y casas
¿Qué es más importante en el horóscopo: los signos o las casas? Esta pregunta es
uno de los clásicos temas de litigio entre astrólogos y no puede responderse de una
forma que resulte válida para todos los casos. Es una cuestión que debe
determinarse en cada caso individual, conversando con la persona cuyo horóscopo
se está interpretando. La clarificación de este asunto es un tema de gran importancia
puesto que indica si la persona está más determinada por la educación que ha
recibido o si, en cambio, lo está más por su propia disposición hereditaria.
La interpretación del horóscopo no será igual en un caso que en el otro. Por lo
general, los individuos que están más determinados por la educación (es decir, por
el sistema de casas) están mejor “adaptados” o, en todo caso, se esfuerzan por
estarlo. En una de mis últimas investigaciones descubrí cómo deducir esta
información del horóscopo, por lo menos, en cierta medida.
Los planetas
La estructura de aspectos nos muestra la combinación de los efectos de los planetas.
Los aspectos son los que hacen que la distribución de los planetas en los signos y en
las casas tenga sentido. Los aspectos son relaciones entre planetas.
Muestran la actuación conjunta de principios con
el objeto de construir una función concreta, que en la
vida corresponde a una tarea. Un planeta en un signo
todavía no es una tarea sino sólo un punto de vista y, a la
vez, la elección de determinadas posibilidades (selección).
Los cinco niveles del Horóscopo
En el horóscopo diferenciamos cinco niveles básicos:
Este centro recibe muchos nombres. Unos lo llaman alma, psique o Atman; otros lo
llaman espíritu, yo superior o mónada. En la filosofía hindú, este centro del que
mana la vida recibe el nombre de chispa divina o fohat. En las culturas griega y
cristiana se conoce como entelequia. En realidad, este núcleo del ser no puede
definirse con conceptos humanos.
2. La figura de aspectos
En su proceso de irradiación, lo primero que se encuentran las energías
provenientes del centro son las líneas de la figura de aspectos. La figura de aspectos
tiene un significado de gran importancia. Actúa como “esquema de conexiones de
la conciencia” o como patrón de reacción de las fuerzas vitales del individuo. Desde
el punto de vista psicológico, representa la imagen de la conciencia de la persona.
3. Los planetas
A través de las líneas de la figura de aspectos, las energías que irradian del centro
son conducidas y distribuidas hacia los planetas, que se encuentran situados
alrededor del horóscopo. Los planetas son las verdaderas herramientas del ser
interior: son capacidades o características de tipo básico.
Los planetas son los órganos vitales o los instrumentos con los que la persona
establece contacto con su entorno, con los que percibe y experimenta el mundo, y
con los que establece un intercambio vital y funcional con él.
Así como la figura de aspectos se encuentra oculta en las profundidades del ser y
resulta difícil de reconocer como estructura de la conciencia, las influencias de los
planetas son mucho más evidentes: sus efectos pueden constatarse claramente.
De todos los niveles del horóscopo, el de los planetas es el nivel más móvil. Los
planetas tienen velocidades orbitales diferentes y en cada horóscopo están en signos
distintos y tienen interrelaciones diferentes. De ahí la gran heterogeneidad del
carácter humano y la singularidad del individuo.
Las posiciones de los planetas en los signos indican las cualidades especiales que
tienen los órganos que ejercen las diferentes funciones en el ser humano (los
planetas).
Los planetas están alimentados o nutridos por los signos. Los signos son nuestras
fuentes de energía en la vida. Los planetas que se encuentran al principio o al final
de un signo reciben poca energía del mismo. En cambio, si se encuentran hacia la
mitad del signo reciben mucha energía. En cada signo, los 12º son el punto de
máxima energía (exactamente los 11º33’).
5. Las casas
Las casas representan las situaciones reales y formales de la vida, con sus diferentes
tipos de experiencias y actividades. A diferencia de los aspectos, los planetas y los
signos, que simbolizan la constitución interior de la persona, las casas son una
configuración formal ajena a la persona que actúa sobre ella desde el exterior. El
efecto de las casas empieza en el momento del nacimiento y constituye algo de lo
que la persona debe ocuparse durante toda su vida.
Todo esto influye en la formación del carácter del niño. A través de la educación,
las configuraciones formales de su entorno personal (visibles en el sistema de casas)
quedan impresas en su psique, en forma de características de comportamiento.
Todas estas interacciones que tiene lugar entre el núcleo central del ser (el círculo
central), las fuerzas esenciales u órganos de función (los planetas) en su
combinación específica (los aspectos), las energías cósmicas que estimulan
y modifican las cualidades planetarias (los signos zodiacales) y los distintos
sectores de la vida (el sistema de casas) conforman al ser humano en su globalidad.
El horóscopo en cinco niveles
La figura de la página anterior muestra de forma separada los diferentes niveles del
horóscopo. Cada nivel es una unidad completa que ejerce una determinada
influencia sobre el todo. Cada uno de estos niveles de la psique del ser humano
reflejados en el horóscopo tiene un significado concreto y, para su interpretación,
existen fundamentos interpretativos diferentes.
2. La figura de aspectos
Alrededor del centro tenemos un espacio relativamente amplio en el que dibujamos
los aspectos. El conjunto de todos los aspectos forma lo que denominamos figura de
aspectos o estructura de aspectos y representa la estructura de la conciencia
individual. La figura de aspectos simboliza la motivación de la persona en la vida y
es el equivalente de lo que, en la psicología esotérica de Alice A. Bailey, se conoce
como cuerpo causal.
Es el nivel más profundo del ser humano y las personas que viven de forma
inconsciente tienen muy poco o casi ningún acceso al mismo. No obstante, todo el
desarrollo de la vida depende de esta energía vital motivadora.
3. Los planetas
En el siguiente nivel encontramos los planetas, que con su posición en el zodíaco
forman los aspectos y que pueden definirse como los verdaderos órganos esenciales
del ser humano. Los planetas son los órganos con los que actuamos y reaccionamos:
los instrumentos con los que percibimos el entorno y producimos efectos en el
mismo. El círculo de los planetas es un nivel muy importante puesto que con ellos
entramos en contacto con el entorno. Cada persona tiene diez planetas, es decir,
dispone de diez instrumentos; pero en cada persona se encuentran en una situación
distinta: en un determinado signo, en una determinada casa y con diferentes
aspectos.
Cuando un planeta se encuentra en una posición poco propicia, por lo general hay
dificultades para garantizar el buen funcionamiento de la función vital
correspondiente. Por consiguiente, las posiciones de los planetas nos dan una
información esencial. En la interpretación, los planetas deben considerarse como el
conjunto de instrumentos de la personalidad.
5. Las casas
Las casas representan el entorno. Todas las influencias del medio ambiente en el
que se encuentra el individuo están reflejadas en las doce casas. A través de la
educación, el entorno nos enseña un determinado comportamiento, es decir, nos
estimula a utilizar los instrumentos representados por los planetas de la mejor forma
posible.
Estas influencias, también conocidas como sensibilización por parte del entorno
(educación y efecto del medio ambiente), están indicadas por las posiciones de los
planetas en el sistema de casas. Las casas representan, sobre todo en los adultos, las
formas de reacción y las estructuras de comportamiento con las que el individuo
actúa en el entorno, fomentadas mediante el estímulo del entorno o impuestas por el
mismo (16).
Para obtener más detalles referentes al efecto del entorno puede recurrirse a un
horóscopo especial que recibe el nombre de horóscopo de las casas. De forma
resumida, éste es el modelo conceptual subyacente en la representación del
horóscopo en cinco niveles.
Esta visión global de los diferentes niveles debe tenerse constantemente presente al
realizar la interpretación. Aunque, en un determinado momento, se aborde la
definición de un aspecto individual, siempre debe recordarse que no es más que una
parte del todo.
Imaginémonos un escenario teatral giratorio con doce sectores, cada uno de ellos
decorado de una forma distinta. Cada sector representa una de las doce casas y
cada decorado uno de los doce signos zodiacales. Los actores son los planetas, el
guión es la figura de aspectos y el director de la obra es el centro. Se va a
representar una obra y el mobiliario necesario debe estar disponible.
Vemos un sólo sector del escenario giratorio en el que los actores interpretan la
obra según el guión (figura de aspectos). Hay sectores del escenario en el que no
aparecen actores, lo cual, traducido al horóscopo significa que hay casas y signos
sin planetas. En un sector del escenario sin actores no hay representación y en un
área de la vida sin planetas no podemos actuar ni reaccionar con determinación.
Como sólo hay decorado, lo único que podemos hacer es imaginarnos cómo podría
ser la representación. En una casa y un signo vacíos, los espectadores (el entorno)
sólo pueden constatar reacciones mínimas según clichés. Para el director de la obra,
un escenario sin actores es un área de la vida sin mayor interés.
Para actuar se necesitan actores (planetas); los decorados (signos) no los pueden
sustituir puesto que sólo ofrecen un marco para la acción. En conclusión: para hacer
una buena representación teatral, los cinco niveles del horóscopo deben trabajar de
forma conjunta.
Los planetas
Conceptos clave para los planetas
1. Principios
SOL: Vitalidad; sentido de la individualidad; energía creativa; yo interior
radiante (armonía del alma); valores esenciales.
LUNA: Reacción; predisposición subconsciente; sentimientos sobre el yo
(autoimagen); respuestas condicionadas.
MERCURIO: Comunicación; mente consciente (es decir, mente lógica o racional).
VENUS: Gustos matizados por las emociones; valores; intercambio de energía
con los demás entregándose y recibiendo; tendencia a compartir.
MARTE: Deseo; voluntad encaminada hacia la acción; energía física; empuje.
JÚPITER: Expansión; encanto.
SATURNO: Contracción; esfuerzo.
URANO: Libertad individualista; afirmación del ego.
NEPTUNO: Libertad trascendente; superación del ego.
PLUTÓN: Transformación; transmutación; eliminación.
1. Expresión positiva
SOL: Irradiación del espíritu; expresión creativa y amorosa del yo.
LUNA: Comprensión; contento interior; un sentido del yo fluido y adaptable.
MERCURIO: Utilización creativa de la destreza o la inteligencia; razón y
capacidad de discernimiento utilizados para servir a altos ideales; habilidad para
llegar a acuerdos mediante la comprensión objetiva y una clara expresión verbal.
VENUS: Amor; tendencia a dar y recibir, y a compartir; generosidad de espíritu.
MARTE: Iniciativa; coraje; fuerza de voluntad dirigida conscientemente hacia un
objetivo válido.
JÚPITER: Fe; confianza en un poder superior o en un plan más vasto; apertura a
la gracia; optimismo; necesidad de mejorar.
SATURNO: Esfuerzo disciplinado; aceptación de los deberes y las
responsabilidades; paciencia; organización; seguridad.
URANO: Afinidad con la verdad, originalidad; inventiva; experimentación
directa, respeto por la libertad.
NEPTUNO: Afinidad con la totalidad; comprensión de las dimensiones
espirituales de la experiencia; compasión por todo el entorno; ideales.
PLUTÓN: Aceptación de la necesidad de centrar la mente y la fuerza de voluntad
en la propia transformación; posesión del coraje necesario para enfrentarse a los
deseos y compulsiones más profundos y para transmutarlos mediante el esfuerzo
y la intensidad de la experiencia.
2. Expresión negativa
SOL: Orgullo; arrogancia; un deseo excesivo de ser especial.
LUNA: Hipersensibilidad; inseguridad; inhibición del yo.
MERCURIO: Mala utilización de la destreza o la inteligencia; amoralidad debida
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a una excesiva racionalización de todo; comunicación unilateral y terca.
VENUS: Auto indulgencia; codicia; exigencias emocionales; inhibición de los
afectos.
MARTE: Impaciencia; obstinación; violencia; uso inadecuado de la fuerza o
amenazas.
JÚPITER: Excesiva confianza; pereza; dispersión de la energía; tendencia a dejar
el trabajo a los demás; irresponsabilidad; engreimiento; tendencia a hacer
demasiadas promesas.
SATURNO: Autolimitación por confiar demasiado en las propias fuerza y por falta
de fe; rigidez; frialdad; actitud defensiva; inhibición incapacitadora; timidez y
negatividad.
URANO: Testarudez; inquieta impaciencia; necesidad constante de excitación que
lleva a realizar cambios sin ningún propósito definido; rebelión; extremismo.
NEPTUNO: Escapismo autodestructivo; tendencia a eludir las responsabilidades y
a pasar por alto las necesidades del yo; rechazo a enfrentarse a las propias
motivaciones y a comprometerse con nada.
PLUTÓN: Expresión compulsiva de los deseos subconscientes; manipulación
intencionada de los demás para conseguir los propios fines; utilización
despiadada de cualquier medio para evitar el dolor de enfrentarse con el propio
yo; ambición de poder.
Los cuatro elementos y los doce signos
Los «cuatro elementos» de la tradición astrológica hacen referencia a las fuerzas
(o energías) vitales que componen toda la creación que perciben los seres
humanos.
En una carta natal, los cuatro elementos revelan la habilidad para participar en
ciertas esferas del ser y para sintonizar con campos específicos de la experiencia.
Estos elementos no tienen nada que ver con los elementos químicos, y en
realidad, los trascienden por completo.
La carta natal se levanta para el momento de la primera respiración, ese instante
en el que establecemos para toda la vida nuestra sintonía con las fuentes de
energía cósmica.
La carta natal revela, por lo tanto, la pauta individual de energía o de sintonía
cósmica con los cuatro elementos.
En otras palabras, es un símbolo de las diversas manifestaciones vibratorias que
forman la expresión individual en este plano de creación.
Los cuatro elementos (fuego, tierra, aire y agua) representan los cuatro tipos de
energía y de conciencia que pueden operar dentro de cada uno de nosotros.
Conscientemente, cada persona se siente más en armonía con algunos tipos de
energía que con otros.
Cada uno de los cuatro elementos se manifiesta bajo tres modos de vibración:
cardinal, fijo y mutable.
Al combinar los cuatro elementos con los tres modos de vibración se producen
las doce pautas primarias de energía llamadas «signos del Zodíaco».
Una manera de comprender estas distintas pautas de energía consiste en
analizarlas en relación con su modo de vibración.
Los signos cardinales se relacionan con el principio de acción y significan
movimientos iniciadores de la energía en una dirección definida.
Los signos fijos representan una energía concentrada, acumulada en el interior
en dirección a un centro o que irradia hacia afuera desde un centro.
Los signos mutables están relacionados con la flexibilidad y el cambio constante y
pueden concebirse como pautas de energía en espiral.
El elemento de un signo que esté acentuado en una carta (por un importante
emplazamiento planetario en dicho signo) muestra un tipo específico de
conciencia y un método de percepción con los que el individuo está fuertemente
sintonizado.
Los signos de aire se relacionan con la mente, la percepción y la expresión,
especialmente asociadas a la interacción personal, las formas de pensamiento
geométricas y las ideas abstractas.
Los signos de fuego muestran el principio vital cálido, radiante y activo que
puede manifestarse como entusiasmo, fe, estímulo, y un fuerte impulso a la
expresión del yo.
Los signos de agua simbolizan el principio refrescante y curativo de la
sensibilidad, que responde a los sentimientos y siente empatía hacia los demás.
Los signos de tierra revelan una afinidad con el mundo de las formas físicas y una
habilidad práctica para utilizar y mejorar el mundo material.
Los elementos han sido tradicionalmente divididos en dos grupos: el fuego y el
aire se consideran activos y auto expresivos, y el agua y la tierra, pasivas,
receptivas y auto contenidas.
Esta diferenciación es de gran importancia si queremos hacer una lectura holista
de las cartas natales.
Los calificativos utilizados hacen referencia al modo operativo de esas energías y
al método que utiliza el individuo para expresarse más que a una pauta
generalizada —que puede ser fortuita— y rígidamente aplicada a todas las
personas de una misma categoría.
Por ejemplo, los signos de agua y de tierra son mucho más auto contenidos que
los signos de fuego y de aire porque viven más dentro de sí mismos y no
permiten que su energía se proyecte hacia afuera sin una gran precaución y sin
haberlo meditado antes.
Esto, sin embargo, les permite construir unos sólidos cimientos para la acción.
Los signos de fuego y de aire son más auto expresivos, suelen «sacarlo todo
fuera», derrochando sus energías y su sustancia vital sin reservas (a veces
ignorando los límites); los signos de fuego mediante la acción directa, y los de
aire mediante la interacción social y la expresión verbal.
Esta clasificación de los cuatro elementos y el hecho de que los signos que
comparten el mismo elemento (por ejemplo, Aries, Leo y Sagitario, todos de
fuego) o que pertenecen a elementos del mismo grupo (por ejemplo, Tauro y
Piscis = tierra y agua) se consideren de gran compatibilidad tienen mucha
importancia no sólo en la interpretación de cartas individuales sino también en el
arte de la comparación de cartas o Sinastría.
Cada signo de un elemento específico es un modo de expresión distinto de la
misma energía elemental y representa un nivel de desarrollo diferente y una
pauta de energía distinta.
Los signos del Zodíaco y sus conceptos clave
Signos de fuego
ARIES (cardinal)
Concepto clave: Liberación unidireccional de energía hacia una nueva
experiencia.
Un planeta en este signo se verá teñido por las siguientes cualidades:
Voluntariosa necesidad de acción y autoafirmación.
LEO (fijo)
Concepto clave: Mantenimiento de una cálida lealtad y una radiante vitalidad.
Un planeta en este signo se verá teñido por las siguientes cualidades: Orgullo y
deseo de reconocimiento, actitud teatral.
SAGITARIO (mudable)
Concepto clave: Inquieta aspiración que impulsa hacia un ideal.
Un planeta en este signo se verá teñido por las siguientes cualidades: Creencias,
generalizaciones, ideales.
Los signos de fuego:
Concepto clave:
Energía radiante, confianza e iniciativa.
CAPRICORNIO (cardinal)
Concepto clave: Determinación impersonal para conseguir terminar las cosas.
Un planeta en este signo se verá teñido por las siguientes cualidades:
Autocontrol, cautela, reserva y ambición.
TAURO (fijo)
Concepto clave: Profundidad de apreciación relacionada con las sensaciones
físicas inmediatas.
Un planeta en este signo se verá teñido por las siguientes cualidades:
Posesividad, poder de retención, firmeza
VIRGO (mudable)
Concepto clave: Deseo espontáneo de ser útil, humildad y necesidad de servir.
Un planeta en este signo se verá teñido por las siguientes cualidades:
Perfeccionismo, análisis, agudo discernimiento.
Los signos de aire:
Concepto clave:
Percepción mental, discernimiento y expresión.
LIBRA (cardinal)
Concepto clave: Armonización de todas las polaridades para la autorrealización.
Un planeta en este signo se verá teñido por las siguientes cualidades:
Equilibrio, imparcialidad, tacto.
ACUARIO (fijo)
Concepto clave: Coordinación desapegada de las personas y los conceptos.
Un planeta en este signo se verá teñido por las siguientes cualidades: Libertad
individualista, extremismo.
GÉMINIS (mudable)
Concepto clave: Perfección inmediata y verbalización de todas las conexiones.
Un planeta en este signo se verá teñido por las siguientes cualidades:
Curiosidad variable, locuacidad, amigabilidad.
Los signos de agua:
Cáncer, Escorpio y Piscis
Los signos de agua están en contacto con los sentimientos, en armonía con matices y
sutilezas que los demás signos ni tan siquiera notan. El elemento agua representa el
reino de las emociones profundas y las respuestas a los sentimientos, que van de las
pasiones compulsivas y los temores abrumadores a una aceptación de todo lo que nos
rodea y un verdadero amor por la creación. Los signos de agua saben de manera
instintiva que para poder convertir en realidad sus anhelos más profundos han de
protegerse de las influencias externas con el fin de asegurarse la calma interior
necesaria para lograr una reflexión profunda y una percepción de lo sutil.
Concepto clave:
Emoción profunda, empatía y respuesta a los sentimientos.
CÁNCER (cardinal)
Concepto clave: Nutrición instintiva y empática protectora.
Un planeta en este signo se verá teñido por las siguientes cualidades:
Sentimiento, reserva, cambios de humor, sensibilidad, autoprotección.
ESCORPIO (fijo)
Concepto clave: Penetración a través de un intenso poder emocional.
Un planeta en este signo se verá teñido por las siguientes cualidades: Deseos
compulsivos, profundidad, pasión descontrolada, reserva.
PISCIS (mudable)
Concepto clave: Compasión curativa hacia todo aquel que sufre.
Un planeta en este signo se verá teñido por las siguientes cualidades: Anhelos
del alma, idealismo, unidad, inspiración, vulnerabilidad
Los signos de tierra:
Tauro, Virgo y Capricornio
Los signos de tierra confían extremadamente en sus sentidos y en la razón práctica.
Su innata comprensión de cómo funciona el mundo material les otorga una paciencia
y una autodisciplina de cuya falta adolecen los otros signos. El elemento tierra tiende
a ser cauto, a actuar con premeditación, a ser más bien convencional. Como saben
que su rincón en el mundo es especialmente importante para ellos, la búsqueda de la
seguridad es, en los signos de tierra, un objetivo constante durante toda su vida.
Concepto clave:
Habilidad práctica para utilizar el mundo material.
Las casas
muestran dónde centramos nuestra atención.
Cuantos más planetas haya en una casa, más atención prestaremos a ese campo de
experiencia en nuestra vida.
Las casas muestran dónde concentramos de manera más natural nuestra energía.
La energía de un planeta se expresa en las actividades y experiencias relacionadas
con la casa en que está situado.
Ejemplo: Venus en la casa IV. La persona con este emplazamiento expresará de
manera más natural la energía emocional y amorosa de Venus en su entorno íntimo
y en las experiencias relacionadas con las cuestiones domésticas y familiares.
Manifestará su deseo de placer y bienestar social con mayor facilidad en la vida
privada y en el hogar.
El emplazamiento de un planeta en una casa muestra dónde nos enfrentamos de
manera más inmediata a la dimensión de la experiencia simbolizada por ese planeta.
Ejemplo: Venus en la casa IV. La persona con este emplazamiento se enfrenta de
manera más inmediata a la experiencia del amor y la entrega emocional mediante
sus actividades privadas, formando una familia o dedicándose al desarrollo de su
alma.
El emplazamiento de un planeta en una casa muestra dónde buscamos satisfacer de
manera más natural las necesidades que simboliza ese planeta.
Ejemplo: Mercurio en la casa VII. La persona con este emplazamiento intenta
satisfacer sus necesidades intelectuales y de comunicación en sus relaciones íntimas
y mediante asociaciones diversas.
Conceptos y definiciones clave para la comprensión de la
carta natal
Los elementos son la sustancia energética de la experiencia.
Los signos son las pautas de energía primaria e indican cualidades específicas de
la experiencia.
Los planetas regulan el flujo de la energía y representan las dimensiones de la
experiencia.
Las casas representan los campos de la experiencia donde las energías concretas
se expresan más fácilmente y donde el individuo se enfrenta a ellas de la manera
más directa.
Los aspectos revelan el dinamismo y la intensidad de la experiencia y también
cómo interactúan las energías dentro del individuo.