Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
El abeto, acebo, aliso, almendro, boj, castaño, cerezo, ciprés, ciruelo, fresno, haya, chopo,
lentisco, manzano, olivo, peral y tejo.
Otras, que son pesadas, fuertes y de grano fino, que admiten un buen pulimento, como
el nogal y el roble.
Las exóticas, de gran finura y compactibilidad, que se pulimentan perfectamente y
presentan colores vivos y un veteado especial, como el amaranto, la caoba, el palo de
Cayena, el itaibo, ébano, arce de América, granadillo, limonero, palo santo, palo de
rosa, guayaco, tuya de Argelia y sándalo.
Las herramientas que emplea el ebanista son las mismas de que hace uso el carpintero, pero
más finas, ya porque así lo exige el grano de la madera, ya porque no debe perder de ésta sino
la menor cantidad posible. Además, utiliza cuchillas de alisar, piedra pómez, esmeril y papel de
lija.
El ebanista debe saber chapear, barnizar, embutir y teñir las maderas, así como utilizar las
vetaduras y lobanillos de aquéllas por el bello aspecto que ofrecen, y hasta debe conocer algo
de las artes del tornero y del tallista. Las sierras del ebanista son de dientes finos. Los cepillos,
de boca estrecha, y cuando se tiene gran interés en que no se levante astilla alguna,
los hierros de cepillar o corroer deben estar estriados en sentido de la longitud del hierro, con lo
que su canto se halla erizado de una dentadura sumamente fina y de dientes triangulares cuya
punta rae sin levantar astillas.
Historia
La ebanistería tuvo sus inicios en el trabajo con madera de ébano —de ahí su nombre—, que
antiguamente era muy rara y costosa, proveniente sobre todo de Córcega y del norte de África.
Por ello, la confección de muebles con esta madera se convirtió en un oficio de calidad artesanal,
donde junto a la técnica se valoraba la habilidad del ebanista, así como la artisticidad
de la decoración elaborada en ellos. A partir del siglo XVII, el ébano comenzó a ser sustituido
por maderas teñidas. Desde entonces se entiende la ebanistería como la confección de
muebles con maderas valiosas, que pueden estar recubiertas de diversos elementos como
paneles lacados, planchas de cerámica, apliques metálicos o piedras preciosas
Las intenciones comunicativas del canto.
Martenot, nos dice que las melodías y las obras musicales serán nuestra base, ya
que por medio de cantos conocidos, tomaremos conciencia de los movimientos
sonoros y del ritmo.
Kodaly, nos indica, que todo niño que haya oído canciones folklóricas de sus
padres o de sus abuelos, mucho antes de ir a la escuela o al jardín de infancia, al
comenzar a aprender música, sentirá, con seguridad, la música folklórica como una
materia natural de la enseñanza. Por lo que nos indica que a través del canto llegan
a conocerla.
El niño inseguro se sabrá apoyado por el grupo. Por el contrario, el más dotado
vocalmente ejercitará su voluntad y capacidad de adaptación a las posibilidades y
limitaciones de los demás.
Signos básicos en la escritura musical.
En esta entrada veremos aquellos signos musicales más importantes, los que más veces te vas a
encontrar en una partitura. Hay muchísimos signos musicales que no están aquí pero he querido
reunir aquellos que para mi son los más importantes ya que salen en muchas ocasiones. La
explicación de estos signos musicales será breve, es decir, haremos una especie de glosario para
que puedas consultarlo de vez en cuando:
El pentagrama:
Sobre sus espacios y sus líneas se colocan las notas musicales y los demás signos. Es como el
lienzo del pintor.
La clave de sol:
Se coloca al principio del pentagrama. Con su espiral apuntando a la segunda línea del
pentagrama, contando desde abajo, nos indica que dicha línea es la nota sol, por eso se llama así.
Gracias a ella podemos saber el nombre de las demás notas musicales.
la clave de sol
La clave de fa:
Al igual que la clave de sol, esta nos dice que la nota sobre la cuarta línea del pentagrama es un
FA. Se suele utilizar para instrumentos cuyos sonidos son más graves que la guitarra. Por ejemplo
el bajo eléctrico o el contrabajo entre muchos otros.
El compás:
Son dos números, uno sobre otro, que nos indican la unidad de
tiempo y la unidad de compás. Los más comunes son los de 4/4,
3/4, 2/4 y 6/8. Hay otros menos comunes como los compases
amalgama.
Los silencios:
Aquí tienes los silencios de negra, de blanca y de redonda sobre un
compás de 4/4. Si tuviéramos otro tipo de compás, necesitaríamos
otras unidades de compás para completarlo. Por ejemplo en el de 3/4,
un silencio de blanca con puntillo.
El picado:
El picado lo que hace es acortar las notas, es un punto que se
coloca encima de la misma para hacer más corto su valor al menos
a la mitad de lo que dura.