ESCUELA POLITECNICA NACIONAL

ADMINISTRACIÓN GENERAL-GR3

Resumen Capitulo 5 “La Quinta Disciplina” (Peter Senge)

UN CAMBIO DE ENFOQUE

POR: GENESIS VILLA

El capítulo 5 del libro “La Quinta Disciplina” trata de describir una nueva posibilidad de ver
el mundo a través del enfoque sistémico. Nuestra sociedad en general siente interés por armar
rompecabezas solo por apreciar cómo se vería este ya en totalidad, los seres humanos estamos
acostumbrados a observar sencillas situaciones o cosas que nos rodean en el entorno, en vez
de analizar las interrelaciones existentes entre ellas, momentos instantáneos en vez de ver
patrones de cambio, por tal motivo la aplicación del pensamiento sistémico en la actualidad
es de fundamental importancia, es sorprendente que la sociedad actual sea incapaz de ver su
mundo como una totalidad, debido a que su complejidad los agobia. Hoy en día la humanidad
ha logrado producir mayor información que la que puede asimilar, manejar o ejercer,
provocando un caos en el desarrollo de esta, por tal motivo el enfoque sistémico es la clave
para lograr cambiar el mundo de hoy, ya que se basa principalmente en la reestructuración
de nuestro pensamiento, personas que en vez de reaccionar solo en el presente se proyecten
y creen su futuro. Por tal motivo el desarrollo del pensamiento sistémico ayudara al mundo
actual en la era de interdependencia que se vive, ya que tratará de ver totalidades en lugar
de partes sencillas.

Un claro ejemplo del pensamiento sistémico fue la carrera armamentista soviética y

estadounidense, esta guerra muestra un ciclo de permanente agresión. Los dos grupos
lograron su meta en corto período: respondiendo a la amenaza con más indumentaria, pero
crearon un resultado negativo con el tiempo: el aumento de la amenaza. A partir del
pensamiento sistémico se puede determinar que estas consecuencias de la guerra fría entre la
URSS y USA tal vez se desataron por solo concentrarse en la complejidad de los detalles y
no haber analizado la complejidad dinámica, situación donde la causa y efecto son casi
imperceptibles.

La práctica del pensamiento sistémico comienza con el concepto de “realimentación” que

trata de aprender a reconocer estructuras recurrentes, sin embargo nuestra realidad está
constituida por círculos pero vemos solo líneas rectas, causante que produce nuestra
limitación para el desarrollo de este enfoque, un claro ejemplo es el vaso con agua, desde el
modo lineal decimos “estoy llenando un vaso de agua”, pero en realidad hablamos de un
proceso circular en donde participan diversas causas y efectos.

En el capítulo 5, también se habla de la importancia de saber leer un diagrama sistémico,

donde lo primordial es ver el flujo en círculos y no de forma lineal, es necesario crear flechas
de un elemento a otro para demostrar la relación que estos guardan y tratar de entender la
historia que nos cuenta el diagrama analizado. Hay dos tipos de proceso de realimentación,
el de reforzado y el de equilibrio. La realimentación reforzada es la base del crecimiento de
los cambios pequeños, que pueden resultar ser consecuencias positivas o negativas, que
resultan círculos viciosos si las cosas salen mal como el ejemplo de la escases de la gasolina
en donde el rumor produjo que la gente fuera a llenar el tanque, al ver que había hileras de
autos se convencieron que la crisis era real y todo se volvió un caos pero también existen
círculos virtuosos si las cosas salen bien, como el ejercicio físico, nos sentimos mejor, y
hacemos más ejercicio que es bueno para nuestra salud. Mientras que la realimentación de
equilibrio se desarrolla cuando hay conductas orientadas hacia alcanzar metas propuestas.

Por otra parte una realimentación compensadora busca la estabilidad, si son de nuestro agrado
las metas de un sistema estaremos satisfechos y se permanecerá en ella, caso contrario habrá
presencia de frustración hasta poder redefinir una nueva meta. Las demoras entre las
situaciones humanas siempre están presentes, uno de los aspectos más importantes para
mejorar el desarrollo de un sistema es minimizar las demoras para evitar inestabilidades,
colapsos y así lograr cumplir con las metas planteadas por el sistema.