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PARTIR DE CERO
GUION CINEMATOGRAFICO

Escrito por
ROBERTO TREJO OJEDA

(Inscripción Registro de Derechos Intelectuales y de Autor


N° A-292881)
1

EXT. – TERMINAL BUSES - DIA

Abre con plano general de Santiago. Terminal de Buses


Santiago. Un bus llega y comienza a bajar la gente. De su
interior desciende ABEL (26 años, moreno, contextura delgada,
ojos tristes) con un rostro serio y una mochila en la espalda.
Mira a ambos lados. Camina por el andén destino a la calle.

Mucha gente en el terminal de buses. En su recorrido comienza


fijarse en la gente. Todos caminan raudos; unos hablan por
celular; distintas clases sociales, distintas nacionalidades,
distintas historias.

Pasa por unos comercios donde se vende artesanía peruana. Los


dependientes lo miran con cara de interrogación y sospecha.

EXT. – ALAMEDA / BARRIO ESTACION - DIA

Cámara sigue a Abel cuando camina desde el Terminal de Buses


por la Alameda. Cruza la Estación Central y se dirige a las
viejas casonas del sector Poniente de Santiago.

Le pregunta a una señora de un kiosco por una dirección. Le


muestra un papel que saca de su mochila. Ella gesticula y le
indica que camine por la enorme avenida hacia el oriente.

Comienza a mirar la Alameda llena de autos y semáforos. Mucha


gente que camina rápido y no se fija en quien tiene al lado.
Ve pasar chilenos y chilenas, estudiantes, trabajadores,
oficinistas, haitianos, colombianos, chinos, hindúes,
ecuatorianos. Mucho comercio en las calles. Mucho movimiento.

Llega a una esquina y mira la señalización. Sonríe y entra por


la calle. Plano de la señalética “Alameda Bernardo O´Higgins
con Esperanza”. TITULOS DE LA PELICULA

EXT. /INT. – CASONA PENSION SEÑORA GLADYS – DIA

Abel camina por calles con casas de fachada continua y árboles


en las veredas. Casas antiguas, personas de tercera edad,
inmigrantes. Llega a una vieja casona en el Barrio Yungay de
Santiago, donde conviven hacinados más de 20 familias de
diversas nacionalidades y en condiciones de pobreza.

Toca el timbre y lo recibe la administradora del cité, la


señora GLADYS (chilena, unos 60 años, pelo teñido, hablar
suave). Abel tiene una carta en las manos que le muestra a la
mujer.
2

ABEL
Buenos días. ¿Está el señor
Carlos Moreno?

GLADYS
Acá no hay nadie de ese
nombre. ¿Qué busca joven?

ABEL
En realidad busco
información.

GLADYS
¿Y de qué se trata?

ABEL
Mi padre escribió una carta
desde esta dirección. Acá
se alojó cuando llegó del
Perú.

GLADYS
¿Y cómo se llama su padre?

ABEL
Se llama Antonio Quispe
Fernández. No lo veo hace
veinte años. Falleció acá
en Santiago….

GLADYS
(Cambiando el tono)
Lo siento mucho, hijo. Pero
pase, pase. ¿Busca
alojamiento?

ABEL
Sí, gracias. Mi padre se
alojó en este lugar.
3

GLADYS
Seguimos dando alojamiento.
Pero pase, pase. Insisto.

ABEL
Gracias

Caminan por un pasillo, con puertas a los costados. Ella sigue


hablando con el joven peruano que camina tras ella.

GLADYS
Yo llevo sólo ocho años en
este lugar. Aquí pasa mucha
gente. ¿Le interesa alojar
acá? Esto es muy cómo y
limpio. Y justo tengo una
pieza individual. Con baño
compartido, eso sí.

ABEL
Gracias. Me interesa. ¿Y
cuánto cuesta?

GLADYS
(Dándose vuelta)
Agradezca que estemos en
temporada baja. Son solo
ciento cincuenta mil pesos
al mes. Eso sí. Se paga por
adelantado y con un mes de
garantía. Son trescientos
mil pesos. Unos mil
quinientos soles ahora y
750 al mes.

ABEL
Me interesa. Lo tomo.

Ambos ingresan a una habitación estrecha, con juros altos y


sin decoración alguna. Una cama de una plaza y un velador es
lo único que llena el espacio. Abel deja su mochila y procede
a pagar a Gladys.
4

Mientras paga, ve pasar a una joven morena y voluptuosa,


acompañada de un hombre joven vestido de reggetonero (es ROSA
y su hermano MARTIN). Los queda mirando y Gladys cierra la
puerta.

Se acuesta, cansado, le cuesta conciliar el sueño. Se mueve en


su cama, pues se escucha una estridente música desde el fondo
del conventillo. De su mochila saca un paquete de fotografías.
Las observa. Las deja a un costado y comienza a recordar.

CORTE

EXT. – CEMENTERIO PUEBLO DE ABEL – DIA

FLASHBACK A:

Plano general de un funeral. Varias personas escuchan al cura


que lee palabras desde una Biblia en sus manos. Abel, vestido
de chaqueta negra, camisa blanca y corbata, junto sus dos
hermanas y su abuela.

SACERDOTE
(Mirando el sepulcro y la
mano derecha en alto)
….Y recibe el cuerpo de
nuestra hermana y devota
madre. Se encontrará en el
misterio de nuestro señor
Jesucristo, por cuya Gracia
la Divina Providencia la
hizo una santa mujer….

Lápida muestra el texto: “Laura Gonzales Pachas 1965 – 2017”.

SACERDOTE (Cont.)
En el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo.

Cura termina y trabajadores comienzan a echar tierra. Las


mujeres lloran y Abel se mantiene impávido, mientras la gente
se comienza retirar. El joven mira la tumba de su madre, con
evidente signos de dolor, pero no llora.
5

EXT. – CASONA PENSION SEÑORA GLADYS - DIA

Abel, con nueva vestimenta y un gorro para el frío, entra a la


sala principal de la residencial y pregunta a Gladys.

ABEL
Buenos días señora Gladys.
¿Puedo hacerle una
pregunta?

GLADYS
Por supuesto, hijo. Dígame.

ABEL
(Tono humilde)
Quiero buscar un trabajo.

GLADYS
(Mirándolo por encima de
sus gafas) Bien me parece.
Porque esa es la forma de
progresar. No cómo otros
que buscan el camino fácil.

ABEL
¿Usted podría orientarme?
¿Dónde podría ir?

GLADYS
Vaya a la Plaza de Armas.
Ahí parten todos los que
llegan como usted. Ahí
llegan tipos en camionetas
y ofrecen trabajos a los
extranjeros.

ABEL
¿Y dónde queda esa Plaza de
Armas? Yo no conozco esta
ciudad.
6

GLADYS
Es fácil. Siga derecho
cinco cuadras hacia allá y
llega a San Pablo. Toma un
Transantiago y se baja en
el centro. Y pregunta.

Indica hacia un lugar a su derecha y él la observa.

GLADYS (Cont.,)
Pero… ¡usted no tiene
tarjeta BIP! Tiene que puro
sacarla. Es una pena, va a
tener que caminar. Pero es
cerca, no se preocupe. Creo
que son como 25 cuadras. Si
se pierde, no se preocupe.
Siga a los haitianos o a
otros peruanos. Todos en
este sector van para allá.

Sin entender mucho, el joven sale de la pensión y se dirige a


su destino.

EXT. – CALLES DE SANTIAGO / PLAZA DE ARMAS – DÍA

El joven peruano camina por calles del sector poniente de


Santiago. Ve gente de pueblo salir a trabajar. Inmigrantes
como él. Peruano, haitianos, colombianos y otros chilenos que
se movilizan para ganarse la vida.

Llega a la Plaza de Armas y se instala a un costado de la


Catedral de Santiago. Observa que decenas de otros inmigrantes
como él están parados, esperando.

Entonces aparece una camioneta y un hombre los queda mirando.


Y comienza apuntar con su dedo y a señalizar a los que se
paran a su alrededor.

CHOFER 1
¡A ver! Tú, y tú, y tú, y
ustedes dos.

Llama a cinco hombres. Abel no logra ser escogido, pero al


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rato llega otra camioneta. Esta vez se instala adelante del


grupo. El nuevo chofer del vehículo hace el mimo gesto e
indica a los hombres que se acercan.

CHOFER 2
Necesito cinco peonetas.
Tú, tú, tú, tú y tú.

Abel es escogido y logra subirse a la camioneta. PG de la


camioneta alejándose con los peones en su parte posterior.

EXT. /INT. – MERCADO LO VALLEDOR – DIA

Vemos a Abel trabajando como peón en el Mercado Lo Valledor o


La Vega. Descarga sacos de papas de los camiones, junto a
otros hombres de diversas nacionalidades.

Cámara los sigue llevando saco de patatas al hombro y cargando


cajones en camiones. Se siente la vorágine del mercado y los
gritos de los comerciantes vendiendo sus productos.

El solo acarrea esos sacos y guarda silencio. Observa a su


alrededor cuando se detiene, pero sigue trabajando.
Finalizando la jornada, el Chofer que los llevó se le acerca.

CHOFER 2
Acá está lo tuyo. Son
treinta mil por jornada,
menos mi comisión por
conseguirte este trabajo y
por la bencina. Toma. Acá
tienes veinte lucas.

El joven le mira. Agacha la cabeza, asiente y estira la mano


para recibir el dinero.

CHOFER 2 (Cont.)
Si te animas, mañana vienes
directo y sigues
trabajando. Ahí no se te
cobra comisión.

ABEL
8

Gracias, señor. Lo pensaré.

Pregunta a unas personas por donde irse. Ellos indican una


dirección y él se vuelve caminando.

EXT. – CALLES DE SANTIAGO – ATARDECER/NOCHE

Abel camina por las calles de Santiago de vuelta a su


habitación. La gente pasa y lo ignora. Calles con poca
iluminación, casi desiertas, con hombres y mujeres que caminan
rápido de regreso a sus hogares. Comercio abierto. Muchas
botillerías y locales de comida al paso. Sonido de autobuses y
coches en las calles.

Llega a su casa de noche, donde en el exterior unos


colombianos preparan un asado. Ingresa a su habitación y cae
rendido.

CORTE

EXT./ INT. - PLAZA DE ARMAS – DIA

Abel nuevamente llega a la Plaza de Armas. Mira con más


atención a los inmigrantes que fuman y se paran al costado de
la Catedral de Santiago. Rostros morenos, casi todos peruanos,
aunque se ven colombianos y haitianos que lo miran con
sospecha.

Llega otra camioneta, un hombre que gesticula y hace señas,


mientras Abel se sube.

EXT. – EDIFICIO BARRIO RESIDENCIAL – DIA

Abel sudando, con polera sucia, ayuda a descargar muebles de


una pequeña camioneta de mudanzas. Descarga un sillón. Se echa
al hombro unos muebles y los ingresa al edificio. Se detiene y
mira el elegante edificio y sus verdes jardines. Mira al
cielo, se seca el sudor y se queda mirando la piscina vacía
que tiene el condominio. Sonríe de forma irónica. El capataz
le grita airado.

CAPATAZ
¡No te pago para que te
pongas a mirar el paisaje!
¡Arriba con estas webadas
que queda mucho por hacer!
9

Abel carga una silla y la comienza a mover hacia el interior


del edificio.

CAPATAZ (Cont.)
Agradezcan que a esta gente
no le gustan los morenos….
¡Pero los haitianos
trabajan mejores que
ustedes!... ¡Arriba con las
cuestiones, mierda!

Abel avanza y el CONSERJE del edificio lo mira con cara de


sospecha.

CORTE

EXT. – BAÑO PÚBLICO DE MALL – DIA

Abel con un overol plomo limpia el piso de un baño público


lleno de azulejos. Con la mopa trapea el suelo y coloca unos
íconos que dicen “No Pasar Suelo Mojado”. De pronto entran dos
hombres jóvenes, vestidos con traje y corbata, elegantes y con
celulares en las manos. Lo miran extrañados y después observan
el letrero en el suelo. Uno de ellos, con acento venezolano lo
increpa.

HOMBRE JOVEN
¡Pero qué te pasa, chico,
tienes todo mojado! ¡No ves
que alguien puede sufrir un
accidente!...

Abel los mira sorprendido y se dispone a salir del baño.

HOMBRE JOVEN (Cont.)


(A su acompañante)
¡No sé por qué no contratan
a gente que sepa hacer bien
su trabajo!

Abel se retira dejando a los hombres enojados que se acercan


al urinario y comienza a orinar.

CORTE
10

EXT. – ENTRADA FABRICA – DIA

Abel pinta una gran fachada de concreto llena de grafitis. Es


la pared lateral de una fábrica o recinto comercial. Junto a
él hay otros tres trabajadores que hablan y fuman mientras
pintan.

Abel los observa en silencio y sólo mira la extensa pared.


Mira al cielo y ve un sol que los abrasa.

De pronto, sale un vehículo de alta gama, con un hombre de


edad mediana edad y bien parecido que lo conduce (ALDO, 55
años, alto, delgado, ojos claros, elegante), que comienza
tocar repetidamente la bocina para que Abel se mueva.

Al pasar a su lado, le lanza un improperio por estar


entorpeciendo el paso. Tiene un marcado acento brasilero.

ALDO
¡Ei, filho da puta, deixa a
frente!... ¡Les pago para
que pinten, no para que
miren el cielo!

Dobla su coche y comienza a marcharse, con una cámara que se


abre y se visualiza el nombre de la empresa: “PORTO -
CONSTRUÇÕES INDUSTRIAIS - CHILE”. Los hombres se ríen y siguen
pintando la fachada.

INT. – CONVENTILLO PENSION SEÑORA GLADYS – ATARDECER

Volviendo Abel a la casona de la señora Gladys, se topa en la


entrada con la joven mujer que vio el primer día cuando llegó
a Chile. Es ROSA (25 años, chilena, baja, morena, pelo negro,
rasgos como Mon Lafferte) quien sonríe cuando le habla.

ROSA
Buenas noches.

ABEL
Buenas noches.

ROSA
11

Hola. Me presento. Soy


Rosa, su vecina.

ABEL
Yo me llamo Abel.

ROSA
(Sonriendo y siguiendo su
camino)Mucho gusto. Nos
vemos.

Ella ingresa a una vivienda contigua y desde donde sale la


música de reggaetón. Abel se queda mirando, sonríe, baja la
vista e ingresa al lugar donde pernocta.

EXT. - CONVENTILLO PENSION SEÑORA GLADYS - DIA

Saliendo a trabajar en la mañana, Abel se encuentra con una


joven pareja. JUAN (peruano, 30 años, delgado, pelo oscuro,
tez morena) se siente enfermo y MARIA (25 años, peruana,
delgada, pelo oscuro y largo. Él está sentado y se toca el
abdomen. Ella le habla tiernamente.

MARIA
Mi amor, quédate acá y
cuídate. Voy yo sola.

JUAN
Espérame un rato. Ya me
mejoro y te acompaño.

MARIA
Pero yo puedo ir sola.
Conozco como se hace.

JUAN
Pero la calle está mala. No
me perdonaría si te pasa
algo.

MARIA
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(Dándose vuelta)
¿Y si le pedimos a este
joven que nos ayude?

Abel sorprendido, los mira con extrañeza.

MARIA (Cont.)
¿Usted es peruano, como
nosotros, señor?

ABEL
Si, efectivamente

MARÍA
Mi marido está enfermo y
tenemos que ir a trabajar a
la calle. ¿Le gustaría
ganar algo de dinero
ayudándonos?

JUAN
Pero si no lo conocemos,
María.

MARIA
La señora Gladys me habló
muy bien de él. Es
trabajador, callado y
limpio.

JUAN
¿Sabe hacer jugos de fruta?

ABEL
(Sorprendido)
Pues…creo que sí…. Aunque
aprendo rápido.

MARIA
¿Viste? Él nos puede
ayudar. Yo le puedo
enseñar...
MARIA (Cont.)
13

Además, este trabajo no


requiere haber ido a la
universidad para hacerlo.

En ese momento, ella arrastra un carro de supermercado con


sacos de naranja y vasos en su interior. Junto a ello, tiene
un exprimidor metálico.

MARIA
Usted sólo tiene que
exprimir las naranjas y yo
vendo el producto.

ABEL
Está bien, acepto. ¿Y
cuando empezamos?

MARIA
Ahora mismo nos vamos. Y tú
Juan, anda a acostarte y
toma de esas hierbas que
tenemos en el velador.

EXT – CALLE DE SANTIAGO/ SALIDA DE METRO – DIA

Instalados a las afueras de una estación de Metro, María y


Abel preparan y venden jugos a los transeúntes. Vemos que pasa
Rosa y su hermano MARTIN (20 años, joven, tez clara,
vestimenta de reggetonero).

ROSA
¡Pero Rosa, cambiaste al
Juan por el vecino!

MARIA
Amaneció malito. Le dije
que se quedara para
mejorarse y estar bien el
resto de la semana.

ROSA
14

Anoche estaba muy contento


en la fiesta. Dame un par
de jugos para mi hermano y
para mí, por favor.

Entonces se da vuela y mira a Abel.

ROSA (Cont.)
Le pido disculpas por el
ruido de anoche. Pero
estábamos de celebración
con vecinos y amigos.

ABEL
No se preocupe. Estaba muy
cansado y me quedé dormido
temprano. No escuché nada.

MARTIN
¡Cumplió 27 años y
trabajando!

ABEL
La felicito, Rosa.

ROSA
Gracias. Veo que no ha
olvidado mi nombre. A
propósito, este es mi
hermano Martín.

ABEL
Tanto gusto. Me llamo Abel.

Ambos se saludan. Después la pareja de hermanos bebe su jugo y


comienzan su marcha. Rosa se da vuelta y le dice:

ROSA
A ver si conversamos en la
noche donde la Gladys.
¡Chao!
15

Abel se queda mirando a la hermosa mujer que se marcha junto a


su hermano.

EXT - CONVENTILLO PENSION SEÑORA GLADYS – NOCHE

Abel, con un morral cruzando su abrigadora chaqueta, fuma un


cigarrillo en la vereda frente a su residencia, cuando ve
llegar a Rosa.

ABEL
Buenas noches, Rosa.

ROSA
Buenas noches, Abel. ¿No me
dirá que me estaba
esperando?

ABEL
(Complicado)
Eh… Estaba fumándome un
cigarrillo. La señora
Gladys no deja fumar
dentro. ¿No le apetece uno?

ROSA
¡Claro que sí! Necesito
relajarme. He tenido un día
atroz.

ABEL
¿Y en qué trabaja usted?

ROSA
Soy garzona en un local del
centro. Atiendo mesas,
sirvo comidas, todas esas
cosas. Usted sabe… ¿Y usted
que hace?

ABEL
16

Trabajo en lo que venga.


Limpio baños, pinto casas,
traslado muebles, barro en
edificios... Y también
trabajé acarreando sacos de
papas.

ROSA
¡Vaya si la ha tenido
pesado! Yo igual trabajé
antes en varias cosas...
Por lo menos en esta pega
me hacen contrato. Con
previsión y salud. ¡Y me
pagan una miseria!

ABEL
Por lo menos tiene trabajo
estable.

ROSA
Eso compensa. Sobre todo en
estos tiempos en que
siempre hay alguien que
está dispuesto a trabajar
por la mitad de uno.

Abel guarda silencio. Rosa se percata que dijo algo


inapropiado y cambia de tema.

ROSA (Cont.)
¿Y por qué vino a Chile?
Acá la gente se mata
trabajando y pagan sueldos
de hambre.

ABEL
Vine a trabajar y a juntar
dinero para tener una buena
situación. De donde yo
vengo, la cosa está mala. A
pesar que digan que el Perú
crece económicamente.
17

ROSA
(Comentando)
Eso he escuchado….

ABEL (Cont.)
Mi familia siempre trabajó
en el algodón. Pero desde
hace año han desaparecido
hectáreas de plantaciones y
la gente que trabajaba en
eso ha debido emigrar a las
ciudades o fuera del país.

ROSA
No sabía eso.

ABEL (Cont.)
(Mirando al vacío)
Además ya no tenía muchas
cosas que me ataran allá.
Mis hermanas se fueron a
Lima, mi madre falleció, a
mi abuela la cuidan unos
tíos. Decidí probar suerte
en otra parte.

ROSA
(Insistente)
¿Y por qué Chile?

ABEL
Tengo un pariente que se
vino para acá para probar
suerte.

ROSA
¿Y qué le pasó?

ABEL
(Incómodo)
Falleció. Nunca supimos
cómo. Espero averiguarlo
también.
18

ROSA
(Apagando el cigarrillo)
Fuerte lo suyo, Abel….
Pero….¿sabe una cosa? Tengo
una conocida que administra
un restaurant de comida
peruana por acá cerca. Me
dijo que la persona que
hacía el aseo se fue y que
estaban buscando a alguien
estable. Déjame llamarla.

Rosa saca el celular de su bolsillo y marca un número. Se


retira a un costado y comienza a hablar con la otra persona.
Abel no escucha, pero ve como ella gesticula y mueve los
brazos hasta que corta la conversación. Vuelve sonriente.

ROSA
Listo. Le daré la dirección
y vaya de mi parte. ¿Se la
puedo mandar por Whattsapp?

ABEL
(Confundido)
Es que no tengo celular.

ROSA
(Sorprendida)
¡No tiene celular! ¿Y cómo
se comunica con el mundo?

ABEL
(Tartamudeando)
Lo-lo extravié en el viaje.
Y hasta ahora no había
tenido necesidad de uno.

ROSA
Por lo visto no se llama
mucho con su familia.

Abel guarda silencio, mientras Rosa escribe en un papel. Le


sonríe y le pasa el papel.
19

ROSA (Cont.)
Acá tiene la dirección y
vaya de mi parte. Pregunte
a la gente en la calle y le
ayudarán. ¡Y yo lo
acompañaré a comprar un
celular el fin de semana!

Abel ve a Rosa alejarse, sorprendido por ese encuentro. Apaga


su cigarrillo e ingresa a su pieza.

INT./EXT. – RESTAURANTE COMIDA PERUANA – DIA

Abel toma un bus y se dirige a buscar la dirección que le pasó


Rosa. En el transporte hay gentes de distintas nacionalidades
y con vestimentas de distintos colores. Una señora le toca el
hombre y le dice que debe bajarse.

Abel llega a un local donde en un gran letrero dice


“Gastronomía Peruana e Internacional”. Ingresa y vea a una
mujer en la caja del local. Es MARTA (50 años, piel morena,
pelo teñido, vestido ajustado y muchos collares y pulseras).

ABEL
Disculpe señora, busca a
Marta.

MARTA
Soy yo. ¿Qué desea?

ABEL
Soy el amigo de Rosa. Me
dijo que viniera a verla.

MARTA
¡Así que tú eres ese amigo!
Pasa por acá y te mostraré
tu trabajo.

Caminan por un pasillo y llegan a la parte trasera del local.


20

MARTA
El trabajo consiste en
llevar las labores de aseo.
Hay que mantener limpios
los baños y los pisos. Los
clientes lo exigen.

Lo lleva hasta la cocina

MARTA(Cont.)
Cuando termines con los
baños, debes seguir con la
cocina. También debes
apoyar con sacar la basura
y mantener limpio. Cuando
no tengas trabajo, debes
ayudar a lavar la vajilla,
los sartenes y las ollas.

ABEL
Ya he hecho eso antes en
otros lugares

MARTA
Bien por ti. A propósito,
¿tienes tus papales al día?
Porque nosotros no
contratamos a ilegales o a
gente que esté irregular.
Nosotros hacemos contratos
legales. No queremos
problemas con la policía o
con extranjería.

Se detiene y lo mira a los ojos.

MARTA
Está prohibido fumar y
consumir drogas acá. Este
es un lugar respetable.

Sigue caminando.
21

MARTA (Cont.)
¿Y bueno estás de acuerdo
con los términos?

ABEL
¿Y cuánto es el salario,
señora?

MARTA
(Mirándolo fijo)
Es por el sueldo mínimo acá
en Chile. Tómalo o déjalo.

ABEL
Está bien. No tengo
problemas.

MARTA
Bien. Te contrataré por
tres meses a prueba.
Después tendrás derecho a
contrato indefinido.

ABEL
¿Y cuándo comienzo?

MARTA
Partes el lunes. Se ingresa
a las ocho de la mañana y
se sale a las diez de la
noche. Tráeme tus papeles
para hacerte el contrato…

ABEL
(Contento)
Muchas gracias. Acá estaré
a primera hora

Abel sale sonriendo del local. Se le ve feliz. Tiene un


trabajo estable y un contrato de trabajo.
22

ABEL
(Suspirando)
Gracias Rosa.

EXT. - BARRIO ESTACION – DIA

Abel y Rosa se encaminan al barrio Estación Central. Ingresan


a una tienda y salen con un teléfono móvil.

De regreso, comienzan a pasear y a conversar de ellos.

ABEL
Parece que las cosas se
están arreglando

ROSA
(Riéndose)
Ahora puede comunicarse con
el mundo, ja,ja,ja

Caminan lentamente y pasan frente a un pequeño local que vende


helados.

ABEL
¿Quieres comer un helado?

ROSA
¿Cómo supiste que me
encantan los helados?

ABEL
Lo supuse

Camina en silencio, cruzando la Plaza Yungay. Familias, niños,


jóvenes, ancianos, se sientan en los bancos para conversar o
para leer el diario. Otros jóvenes están absortos con sus
celulares chateando.

ABEL
No logro entender eso de
estar chateando todo el
día.
23

ROSA
Es porque tienen tiempo y
no tienen que trabajar como
nosotros

ABEL
Por lo menos tienen amigos
o gente con quien conversar

ROSA
¿Y tú no tienes a nadie en
Perú?

ABEL
Tengo dos hermanas mayores.
Una está casada y vive en
Arequipa y la otra está
estudiando enfermería. Una
se llama Laura y la otra se
llama Antonia.

Saca una foto de su morral y se la muestra. Se ven a tres


mujeres. Una mayor y dos jóvenes.

ROSA
¿Es tu madre?

ABEL
Sí, pero falleció hace unos
meses. Le dio cáncer en la
columna. Se lo detectaron
tarde.

ROSA
Lo siento mucho.

ABEL
Trabajó mucho. Sobre todo
después de la muerte de mi
padre... Antes se encargaba
de la casa y de nosotros.
24

Saca una fotografía de su morral y le muestra a un hombre


joven, delgado, vestido de terno y sonriente.

ABEL (Cont.)
Este es él. Del día de su
matrimonio. Mi madre la
guardaba entre sus cosas.

ROSA
¿Y qué le pasó a tu padre?

ABEL
Había una crisis económica
y la violencia política….
Vino a buscar trabajo a
Chile para poder
mantenernos.

ROSA
¿Cuándo fue eso?

ABEL
Fue hace veinte años más o
menos. Durante tres años
mandó dinero regularmente.
Pero un día dejó de
hacerlo.

ROSA
¿Supieron que sucedió?

ABEL
Mi madre averiguó que
falleció. Nunca supo cómo.

ROSA
Chuta
25

ABEL
Les prometí a mi abuela y a
mis hermanas que iba a
averiguar cómo murió... Y
sobre todo, dónde está
enterrado.

Continúan caminando en silencio, pero observando su entorno.


En el trayecto se cruzan con otros inmigrantes que se caminan
lentamente, paseando con sus parejas o con sus hijos. Rosa lo
mira de reojo y ve una sonrisa en su cara.

ROSA
Te ayudaré en la medida de
mis posibilidades a
averiguar lo que buscas.
Pero ahora vamos de
regreso...

Rosa se detiene y lo mira a los ojos

ROSA (Cont.)
...Tú pregunta a otros
peruanos. Tal vez alguno lo
haya conocido o sepa lo que
le pasó.

Siguen caminando. En silencio. Observan a la gente de la


calle. No se hablan. Regresan y se despiden de beso en la
mejilla a la entrada del conventillo donde viven ambos.

ROSA
(Desde lejos)
Insiste con Gladys. Ella
conoce a muchos peruanos
que han pasado por la casa.

Se aleja. Abel la mira en silencio. Se enfunda las manos en


los bolsillos e ingresa a la casa.

INT. – RESTAURANTE COMIDA PERUANA – DIA/NOCHE

Abel trabaja en el restaurante haciendo el aseo. Lo vemos


aseando los baños, con un trapero húmedo y después limpiando
los inodoros.
26

Después, lo vemos sacando la basura en unos grandes


contendores en el patio trasero del local. Acto seguido, lo
observamos limpiando la cocina. Siempre en silencio, mientras
meseros y cocineros trabajan concentrados en sus tareas.

Ya de noche, tras limpiar el piso, se acerca a la


administradora del local.

ABEL
Disculpe, señora Marta.
¿Podría hacerle una
pregunta?

MARTA
Por supuesto, hijo. ¿Qué
sucede?

ABEL
(Mostrando la foto de su padre)
Quisiera preguntarle si
alguna vez conoció a esta
persona. Se llamada Antonio
Quispe.

MARTA
No recuerdo ni el nombre y
ni la cara.

ABEL
(Insistente)
Mire bien la foto, por
favor. Es importante...Debe
tener como su edad...

MARTA
¡No seas impertinente! Te
he dicho que no sé quién
es. Córtala.

Marta sale de cuadro y se va de su lugar. Abel queda sólo y


observa la fotografía de su padre.
27

EXT. – PARQUE DE LOS REYES – DIA

Abel y Rosa pasean en Parque y ven a comunidad peruana


reunida. Hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y niños que
juegan por los pastos. Pequeñas cocinerías de comida peruana.
Compran comida tradicional y se les ve conversar. Se ven
felices.

Caminan al costado del Rio Mapocho. Gente en bicicletas. Ellos


conversan y ríen. Abel le saca fotos con su celular.

ROSA
Creo que debemos conversar
con Gladys hoy

ABEL
Dijo que nada sabía

ROSA
Vamos ahora. Yo mañana
tengo que ir a ver a una
tía junto al Martín. Ya
sabes, son las obligaciones
cuando uno tiene parientes
cerca.

Comienza el regreso a casa.

INT - CONVENTILLO PENSION SEÑORA GLADYS – DIA

En el living del lugar, con sillones de felpa y sillas


antiguas, cuadros de vírgenes y santos que cuelgan de los
muros, interrogan a Gladys.

ROSA
Gladys, quiero pedirle un
favor

GLADYS
Dígame hija, la escucho.
28

ROSA
Usted conoce a muchos
peruanos que han pasado por
acá…

GLADYS
Mucha gente de paso

ROSA
Abel está buscando a
alguien que le diga qué
sucedió con su padre.

GLADYS
Ya le dije que no lo conocí

ROSA
Le queremos pedir que
pregunte entre sus
conocidos. Sólo quiere
saber cómo falleció y donde
está enterrado.

Mira y se dirige al joven callado sentado en una silla.

GLADYS
¡Pobre niño! No sabía eso.
No se preocupe joven. Veré
que puedo averiguar.

ROSA
Se lo agradeceremos. De
verdad.

Se despiden y cada marcha a sus habitaciones.

Abel y Rosa se miran en silencio.

Él tiene una mirada triste.


29

INT. – HABITACION DE ABEL/ CASA DE ABEL EN PERU – DIA

Abel se retira a su lugar donde duerme y se acuesta encima de


la cama. Saca de su velador unas fotografías. Se da vuelta y
observa el techo y recuerda su última conversación con su
madre.

FLASHBACK A:

En una habitación humilde, sentada sobra la cama está una


mujer delgada y vestida con un buzo de trabajo. Es LAURA, la
madre de Abel (55 años, delgada, canosa). Abel sentado en una
silla frente a ella se le acerca y le toma la mano con los
ojos llorosos.

LAURA
Son muchos años, mi niño.
Todavía duele

ABEL
Mamá….

Guardan silencio. Elle revisa unas fotos.

LAURA
Tu padre tuvo que marchar.
Estábamos mal. No había
trabajo. No había dinero. Y
unos amigos le recomendaron
irse a España. Pero no
quería irse tan lejos. Por
eso fue a Chile.

Su madre lo mira y saca unas cartas de la mesa de noche.

LAURA (Cont.)
Me escribió cartas todos
los meses durante dos años.
Mandaba dinero siempre. Sé
que trabajaba duro por
nosotros.

Saca la foto de Antonio el día de su matrimonio.


30

LAURA (Cont.)
Era muy buen hombre. Un día
dejó de escribir y de
mandar dinero. No sabía que
pasaba.

ABEL
¿Y qué pasó?

LAURA
Supe que los habían matado
en extrañas circunstancias.
Un señor llamado Carlos
Moreno me mandó su última
carta.

Ve a su madre llorando pasándole el sobre con la dirección de


remitente y que traía cuando llegó a Santiago.

LAURA (Cont.)
(Sollozando)
Era un muy buen hombre….

Se abrazan y ella rompe en llanto.

CORTE

INT. – RESTAURANTE COMIDA PERUANA – NOCHE

Abel hace el aseo de baños y cocina en el restaurante donde


trabaja. Ingresa a la cocina. Tras él, lo sigue JORGE (30
años, alto, apuesto, con buen corte de pelo y vestimenta de
garzón, acompañado de otro mesero que observa la situación.

JORGE
Me contaron que molestaste
a Martita.

Abel lo mira y no dice nada.


31

JORGE (Cont.)
Ten cuidado con lo que
haces. Recuerda que tú no
eres nadie.

Abel se hace el desentendido.

JORGE (Cont.)
¡Apuesto que te quieres
comer a la vieja!

Abel sigue haciendo sus labores de aseo.

JORGE (Cont.)
¡Mírame cuando te hablo,
peruano y la concha de tu
madre.

Lo toma por el cuello.

JORGE (Cont.)
Recuerda: tú eres nadie. Un
pobre y triste huevón. El
que hace el aseo y punto.
Acá el que manda, pide y
decide soy yo. ¡No lo
olvides!

Le da un golpe en el estómago, mientras el mesero que observa


se ríe. Abel cae al suelo, adolorido, mientras los otros dos
personajes salen de la cocina. Siempre guarda silencio y se
mantiene callado.

EXT/INT. – CONVENTILLO PENSION SEÑORA GLADYS – NOCHE

Abel sale de su trabajo y camina de regreso a sus


habitaciones. Camina sólo, en una ciudad deteriorada por el
paso del tiempo. Es el periplo del inmigrante solitario en la
ciudad de Santiago. Soledad y desarraigo se ven en la mirada y
la actitud de Abel.

Ingresa a la residencia y se encuentra con Rosa.


32

ROSA
¿Cómo estuvo tu día?

ABEL
(Casi susurrando)
Normal. Como siempre.

ROSA
¡Llegaste justo! Una amiga
de Gladys vino a ver a unos
parientes. Creo que sabe
algo sobre tu padre.

Ingresan al recibidor de la pensión. Ahí está sirviéndose té


Gladys y ANA (60 años, peruana, baja y contextura gruesa), que
es la mujer amiga de Gladys.

GLADYS
¡Qué bueno que llegó! Le
presento a Ana. Ella vivió
un tiempo acá hace muchos
años. Todos sus parientes y
amigos llegan a esta
pensión.

Se saludan de mano

GLADYS(Cont.)
Creo que ella sabe algo de
un tipo de su país con el
mismo nombre de su padre.

ANA
Es cierto, Hace años cuando
trabajaba en una casa de
Ñuñoa conocí a un hombre
que trabajaba de jardinero.
Se llamaba Antonio Quispe.
Vivía con su esposa e hijos
en el Barrio de Peñalolén.

Abel la mira asombrada y le muestra la fotografía.


33

ABEL
(Ansioso)
¿Es esta persona?

ANA
No sabría decirle. Era
mayor. No era como el de la
foto. Pero podría ser….Mi
memoria no es muy buena.

Abel queda paralizado. Después sale de la habitación a tomar


aire. Lo sigue Rosa.

ROSA
¿No te parece una buena
noticia?

ABEL
No sé qué pensar. No quiero
hacerme ilusiones.

ROSA
Vayamos mañana mismo. Pido
permiso en el trabajo y te
acompaño.

ABEL
¿Y si lo encuentro vivo?
¿Sabes lo que eso
significaría?

ROSA
Lo primero es lo primero.
Tal vez es alcance de
nombre. ¿Es Quispe un
apellido raro en Perú?

ABEL
No, no. Es muy común.
34

ROSA
Además ocurrió hace muchos
años que lo vio la señora
Ana. Puede que encuentres
pistas de cómo murió.

ABEL
Tienes razón. Mejor vamos
mañana a averiguar.

Se despiden de besos en la mejilla. Se miran a los ojos y se


alejan el uno del otro.

EXT. – BARRIOS PEÑALOLÉN / BUS TRANSANTIAGO – DIA

Rosa conduce a Abel por Santiago. Toman un transporte público


que los lleva hasta el barrio de Peñalolén. Desde el bus miran
transeúntes en diversas avenidas y calles de Chile.

Cuando llegan, Abel queda impresionado al ver Santiago desde


lo alto.

Hacen preguntas a gente en la calle, almacenes, quioscos de


diarios, panaderías, pero no logran nada.

EXT. INTERIOR – BARRIO PEÑALOLEN / BUS TRANSANTIAGO –


ATARDECER

De regreso al centro de la ciudad, sentado en la ventana al


lado de Rosa, observa por la ventana las avenidas, la gente,
los autos, los niños jugando, los edificios, los comercios
distintos de donde él habita, las paredes limpias. Mira una
ciudad diferente a la que conocía.

INT. – CONVENTILLO PENSION SEÑORA GLADYS - NOCHE

Llegan al conventillo. En sus caras se les nota la decepción y


el cansancio por un día perdido.

GLADYS
¿Cómo les fue, chico?

ROSA
Mal, señora Gladys…
35

GLADYS
Uy, qué pena. Pero no se
preocupen. Tengo una
comadre en Peñalolén.
Conoce a gente de la
municipalidad. Le diré que
haga unas preguntas. No
creo que haya muchos
jardineros peruanos, digo
yo…

Ambas miran a Abel, que sólo guarda silencio.

ROSA
Llámela no más. Yo me pido
otro día y volvemos mañana.

Entre ellos se despiden y abandonan el salón.

EXT. – BARRIO PEÑALOLÉN ALTO – DIA

Parten nuevamente. Cruzan la ciudad y Abel –desde la ventana


del bus- comienza darse cuenta que se acerca a la Cordillera.
Se bajan del transporte y caminan hacia una casa. Sale una
señora y les señala una dirección con los brazos.

Los jóvenes caminan hacia el lugar señalado. Tras preguntar a


varias personas, encuentran una modesta casa, pero rodeada de
un extenso terreno donde hay variadas plantas, flores y
árboles frutales.

EXT. – CASA DE ANTONIO – DIA

Al tocar el timbre de la reja, les abre una mujer con delantal


y limpiándose las manos con un paño de cocina. Luce el pelo
desordenado. Es CARMEN (55 años, morena, delgada, chilena).

CARMEN
¿Diga?

ROSA
¿Vive acá el señor Antonio
Quispe?
36

CARMEN
Si, efectivamente. Pero en
este momento no está. Está
trabajando. ¿Quién lo
busca?

Se produce un silencio

ROSA
(Enérgica)
Este es Abel, su hijo.
Viene de Perú.

Para sorpresa de ambos, CARMEN sonríe, abre la reja y los hace


pasar. Lo abraza y besa en la mejilla, un poco nerviosa.

CARMEN
¡Pero qué alegría
conocerte! Ven, pasa por
favor.

La cara de asombro de Rosa y Abel los hace guardar silencio.


Abren sus ojos, sin entender nada.

CARMEN
(Gritando)
¡Niños, vengan! Les quiero
presentar a su hermano
Abel. Viene llegando de
Perú….Pero pasen, pasen.

La casa se alborota. Dos niñas y un pequeño llegan corriendo.


Se los presenta a los recién llegados.

CARMEN (Cont.)
Niños este es su hermano
Abel. Abel: estos son
Laura, Antonia y el
Abelito, el más chico.
Pasen, pasen. Tomen
asiento.
37

La cara de Abel es de gran sorpresa. No emite palabras, al


igual que Rosa. Frente a ellos están LAURA (17 años, morena,
pelo azul, delgada y alta; ANTONIA (14 años, morena, con gafas
y vestida de escolar)y que el pequeño ABELITO (11 años, mirada
vivaz, fornido), que corre a abrazarlo.

Rosa y Abel se miran.

CORTE

INT. – CASA DE ANTONIO – DIA

Todos se encuentran sentados en el living de la modesta


vivienda. Abel guarda silencio, se frota las manos entre las
piernas. No atina a decir nada. Las niñas los miran y Abelito
hace preguntas.

ABELITO
¿Tienes fotos de nuestras
hermanas peruanas?

Abel sólo mira y no atina a nada. Mira la cara del chico y no


logra comprender que sucede. Rosa saca las fotos del morral de
Abel y se las muestra.

ROSA
(Incómoda)
Esta es Laura y esta otra
es Antonia. Ella está
terminando sus estudios de
enfermería.

ABELITO
¡Mamá, tengo una hermana
enfermera!

Carmen se muestra inquieta. Les sirve un vaso de refresco.


Todo se mueve en un extraño ambiente de normalidad. Abel y
Rosa se miran intrigados.

Se siente el ruido de un vehículo que se estaciona en la


entrada de la casa. Abelito sale corriendo. Se abre la puerta
y entra ANTONIO (60 años, fornido, alto, rasgos duros, moreno.
38

ABELITO
¡Papá, papá, llego el Abel
desde Perú!

Antonio se detiene. Impactado. En silencio. Deja las llaves en


la mesa de entrada y camina hacia Abel. Le estira la mano.

ANTONIO
Mucho gusto.

Abel le estrecha la mano. Antonio la suelta y marcha hacia la


cocina. Carmen va tras de él. Desde el living se ve como
discuten brevemente entre ellos. Antonio regresa en silencio.
Mira a Abel y sube a su cuarto.

CARMEN
Se quedan a almorzar, ¿no
es cierto?

ROSA
(Turbada)
No-no- no sé…

CARMEN
Por favor. Esto es muy
fuerte para el Antonio.
Denle tiempo.

Abel y Rosa se miran. No entienden nada.

EXT. – CASA DE ANTONIO / COMEDOR – DIA

Antonio baja. Se ha cambiado camisa. El hombre no deja


entrever ninguna emoción. Se hace el desentendido. Pasa por el
lado a sentarse en la mesa del comedor.

ANTONIO
Tengo poco tiempo para
almorzar. Debo trabajar en
la tarde. Me comprometí con
una clienta a podar unas
enredaderas.
39

ROSA
(Confundida)
Creo que deberían conversar

CARMEN
Es hora de almorzar. Las
conversaciones personales
para el postre.

Comienzan a servir los platos de cazuela chilena. Abel y Rosa


siguen en silencio, impactados por la situación.

CARMEN
(Inquieta)
Tu padre trabaja de
jardinero. Tiene clientes
desde hace años. Es
importante mantenerlos para
esta labor.

ABELITO
(Hablando hacia Abel)
¿Te gusta el fútbol?

Abel asiente.

ABELITO (Cont.)
Yo estoy en la selección de
mi colegio. Y estamos en la
final de campeonato escolar
de la comuna.

LAURA
(Hastiada)
Ya, dale otra vez con el
fútbol. Falta que le digas
que cuando grande quieres
ser como Alexis.
40

ABELITO
¿Y por qué no? Tendría
plata, viajaría por el
mundo y me compraría dos
perros.

ANTONIA
No nos dejan tener perros.

CARMEN
Ustedes saben que eso no es
bueno para el jardín de tu
papá.

ROSA
Y tú, Antonia. ¿Qué quieres
ser cuando grande?

CARMEN
Es la mejor alumna de su
curso. Dice que quiere
estudiar medicina.

ABELITO
¡Y la Laura quiere ser
bailarina de pop coreano ¡Y
ganar un concurso en la
tele!

LAURA
¡Ya cállate, mejor! Y
cómete toda la comida.

Mientras todos conversan, Antonio guarda silencio y cena


calmadamente. Todos se miran nerviosamente. Abel y Rosa no
entienden lo que está sucediendo y se miran mutuamente, como
buscando alguna respuesta.

Los niños comen rápido y se levantan de la mesa. Antonio sigue


en silencio. Abel lo mira.

ABEL
Creo que deberíamos hablar.
41

ANTONIO
Lamento lo de tu madre. Me
enteré.

Abel abre los ojos sorprendido. Entonces Antonio, terminando


su plato, se levanta en silencio y se va.

ANTONIO
Estoy despierto desde la
cuatro de la mañana y
todavía tengo trabajo que
hacer. Conversemos otro
día.

Abel está impactado y mudo. Se sienta desorientado en el


sillón.

CARMEN
¿Se sirven más? Hay
repetición.

ROSA
No gracias, señora.

Se producen un gran silencio.

ROSA
¿Qué pasa acá? No entiendo
nada.

CARMEN
Lo siento, Abel. Pero hay
cosas que debes conversar
con tu padre y no conmigo.
El sale temprano en la
mañana y llega tarde.
Puedes esperarlo…

Abel se levanta violentamente y sale tras Antonio. Pero él se


ha marchado en su vehículo.

CORTE
42

EXT. INTERIOR – BUS TRANSANTIAGO – ATARDECER

Nuevamente de regreso al centro de la ciudad, Abel y Rosa van


en silencio.

Observan cómo va cambiando el paisaje urbano. Gente que


camina, gente serie, parejas, familias, padres con sus hijos
de la mano.

Abel va compungido.

INT. – HABITACION DE ABEL/ CASA DE ABEL EN PERU – DIA

Ingresa en silencio a su habitación. Se recuesta. Mira el


techo y recuerda a su abuela.

FLASHBACK A:

En un modesto living-comedor se sientan a almorzar Abel y su


ABUELA (75 años, pelo canoso, delgada, vestida de negro). Tras
un silencio tenso, comienzan a conversar.

ABEL
Creo que me voy a tener que
ir…

La Abuela lo mira con los ojos tristes

ABEL (Cont.)
La situación está mala con
las cosechas. En la
empacadora de están
reduciendo personal.

ABUELA
Otra vez la economía…

ABEL
No veo futuro en el pueblo.

ABUELA
¿Te marchas a Lima?
43

ABEL
(Comiendo lentamente)
Creo que mejor me voy a
Chile.

Un silencio se produce entre ambos. Siguen comiendo y mirando


sus platos.

ABUELA
Esto es culpa de los chinos
y su algodón…

ABEL
Laurita y Antonia están
haciendo su vida. Yo debo
hacer algo con la mía.

ABUELA
¿Por qué irse tan lejos,
Abelito?

ABEL
Debo hacerlo. Usted sabe…

Su Abuela lo mira compasivo y pasa su mano por su pelo. Se


produce un largo silencio.

ABUELA
Anda y encuentra tu destino
en esa tierra. Tal vez
encuentres respuestas sobre
lo que pasó con tu padre.

CORTE

EXT. – RESTAURANTE COMIDA PERUANA – NOCHE

Abel vuelva a su trabajo en el restaurante. Hace aseo en el


baño. Limpia las cacerolas en la cocina, que quedan
brillantes. Saca la basura. Y se retira a su residencia. Al
finalizar, Marta le paga su salario. Él lo cuenta y sale.
44

En la esquina del local, tras salir de su trabajo, se


encuentra con un grupo de hombres quienes lo hostigan. Un
hombre alto, fornido, chileno, con casaca negra y gorro, lo
increpa.

HOMBRE 1
¡Oye, peruanito, nos
dijeron que te andas
haciendo el lindo!

Los acompañantes se ríen. Abel se hace el desentendido y sigue


caminando. El grupo cambia de su tono y se ponen violentos. Lo
acorralan y lo comienzan a empujar.

HOMBRE 1
¡Apuesto que te crees muy
hombre porque tienes plata!
¡Salta con la plata y
celular será mejor!

Y se les abalanzan encima. Lo comienzan a golpear. Él se


defiende y logra darle un certero golpe en el rostro a uno de
sus atracadores. Logran quitarle el dinero. Es resguarda el
celular y no logran quitárselo, pues tiene la como fondo de
pantalla una foto de Rosa. Los ve alejarse riéndose, mientras
él se levanta a duras penas. Mira en el celular la cara de
Rosa.

INT. – CONVENTILLO PENSION SEÑORA GLADYS / CASA ABEL EN PERU –


NOCHE

Llega todo magullado y a duras penas a su habitación. Llega


Abel mira el techo y recuerda la última conversación con su
madre. En la cama hay nuevamente fotografías dispersas.

FLASHBACK A:

Una mujer canosa se encuentra acostada en una cama de una casa


humilde. Es su madre Laura que está enferma. Abel la mira
entristecido, sentado en el borde. Ella levanta la cara y le
sonríe.

LAURA
No hay que negar lo
inevitable, Abelito.
45

Él la toma de la mano y llora.

LAURA (Cont.)
… Creciste sin padre y
ahora se marcha tu madre.
Tendrás que vivir y hacer
tu vida.

Abel la mira con dolor.

LAURA(Cont.)
… Hay cosas en la vida que
son difíciles de explicar o
de perdonar….

ABEL
(Sollozando)
Tranquila mamá. Estaré bien

LAURA
(Tierna)
Lo sé hijo mío. Eres tan
parecido a tu padre.

CORTE

INT. RESTAURANTE COMIDA PERUANA – DIA

Abel llega a su trabajo. Tiene un ojo amoratado y rastros de


los golpes recibidos. Lo espera Marta en la puerta.

MARTA
¡Te dije que no me gustaban
los que se andan metiendo
en problemas! Creo que no
podrás seguir trabajando
acá.

ABEL
Pero…señora Marta
46

MARTA
(Extendiéndole un sobre)
Acá está tu finiquito. Acá
se hace todo legal.

Marta se dirige hacia el interior. Vemos que se acerca y


acaricia a Jorge, quien tiene un gran parche en la cara
producto de un golpe en nariz. Le da un gran beso en la boca.

Ve un hombre con su trapero limpiando, quien se detiene y le


sonríe. Es el mismo hombre que lo asaltó en la noche.

CORTE

EXT. CALLES DE SANTIAGO/ CAFÉ TRABAJO ROSA – DIA

Resignado, Abel comienza a caminar. Ingresa a locales donde lo


vemos ofreciéndose para trabajar, pero sin éxito. En su
deambular.

En su caminar llega a un céntrico local. Es un café-


restaurante donde empleados públicos, oficinistas y
profesionales van a almorzar o tomar café.

Las meseras visten diminutas y apretadas faldas que no dejan


casi nada a la imaginación.

Divisa a Rosa atendiendo clientes. Atiende a unos hombres de


terno y corbata. Al volver al mesón, los jóvenes se quedan
mirando su trasero y se ríen. Desazonado vuelve tras de sí.

INT. CONVENTILLO PENSION SEÑORA GLADYS – DIA

GLADYS
¿Y qué hace tan temprano de
vuelta?

ABEL
(Cabizbajo)
Me echaron del trabajo...
47

GLADYS
¡Qué mala suerte! Pero
tengo una solución para tí…
Si es que tienes algunos
ahorros…

Le pasa un pequeño volante

GLADYS (Cont.)
Un amigo acaba de pasar y
me dejó eso. Vende
accesorios para mujer al
por mayor. Compra un lote y
te pones en la calle. Es
mejor que andar deambulando
como alma en pena.

Abel lee el pequeño volante y la mira extrañado.

GLADYS
Es lo que hacen muchos para
subsistir y es un buen
negocio ¡Activa tu espíritu
emprendedor!

Ella se ríe y él guarda silencio, triste.

EXT. BARRIO ESTACION – DIA

Vemos a Abel caminando con una gran bolsa plástica negra.


Trata de instalarse en la acera, pero otros tipos lo corren.

VENDEDOR CALLEJERO
¡Este espacio está
reservado! ¡Váyase a otro
lugar!.

Tras intentar instalarse en dos lugares distintos, logra


colocar un paño en el suelo. Desde la bolsa saca pañuelos y
los apila en el piso.
48

Desde su posición comienza a observar a las personas que pasan


y que le compran su mercadería. Mujeres y hombres que
preguntan el precio y no regatean.

Entonces recibe una llamada en su celular. Mira el teléfono y


se percata que es una llamada de Rosa.

ABEL
Aló

ROSA
¿Dónde te has metido?
Gladys me contó….

En ese momento una mano se posa en su hombro y corta la


comunicación. Es la policía. Distraído, no se percata que
todos los comerciantes ambulantes levantan sus cosas y salen
corriendo.

Lo toman detenido y le requisan la mercadería.

INT./EXT. COMISARIA CARABINEROS – NOCHE

Abel está sentado en la recepción de detenidos de una


Comisaría de Carabineros. El policía de guardia lo llama por
su nombre.

CARABINERO
¡Abel Quispe!

Este se levanta y se dirige al mesón.

CARABINERO
Pagaron su fianza. Queda en
libertad. Pero su
mercadería queda requisaba
como comercio ilegal.

Abel firma la hoja que le extiende el policía.


49

CARABINERO (Cont.)
… Tenga cuidado. Por su
condición de inmigrante,
una nueva falta de este
tipo y será deportado. Es
la nueva política del
gobierno y debemos
acatarlo.

Se miran ambos y el Carabinero le guiña un ojo.

CARABINERO (Cont.)
(Tono paternal)
…le sugiero encontrar un
empleo estable y salir de
la venta ilegal en las
calles. Ustedes tienen fama
de trabajadores y no creo
que le cueste…

Al salir, se encuentra con Rosa, Carmen y con su padre


Antonio. Las mujeres se le abalanzan y lo abrazan. Su padre,
sin embargo, se mantiene en silencio, mirándolo fijamente y
con el ceño adusto.

Ambos se saludan fríamente y luego suben al vehículo de


Antonio.

INT. CAMIONETA DE ANTONIO – NOCHE

Los cuatro pasajeros avanzan por las calles de Santiago. En


párate delantero, Carmen y Antonio. EN la parte posterior van
sentados Rosa y Abel. Avanzan en silencio, cada uno mirando
hacia adelante. Nadie habla de lo sucedido.

CARMEN
(Rompiendo el hielo)
Sin trabajo, sin
mercadería, sin ahorros.
Vas tener que partir de
cero.

Todos siguen en silencio.


50

CARMEN
(A Antonio)
¿Por qué no lo ayudas
contratándolo como
ayudante?

Antonio, inexpresivo, le lanza una mirada de reproche. Ella


suspira.

CARMEN
(Volteándose a Rosa)
Antes tenía un medio
pollo. Pero se aburrió de
levantarse temprano,
parece. Se fue hace dos
años.

Sigue el silencio

CARMEN
Como trabajas sólo, te
demoras el doble de tiempo.
Y por eso sólo atiende la
mitad de los trabajos que
podrías hacer.

ANTONIO
(Pensativo)
No creo que le interese.

Sigue el silencio. Arriban a su destino.

INT. CASONA SEÑORA GLADYS – NOCHE

Llegan a la residencia donde viven. Sólo se despide Rosa. Abel


avanza rápido hacia el interior.

ROSA
No debes ser maleducado.
Ellos pagaron tu fianza.
Vinieron en cuanto los
llamé.
51

ABEL
¡Y por qué los llamaste!

ROSA
¿Y a quien querías que le
pidiera plata para sacarte
de la cana? ¿O querías que
la pusiera yo o la
Gladys?... Aunque no te
guste es tu único familiar
acá en Chile.

Abel se pasea molesto dando vueltas en círculo. Desesperado.

ABEL
¿Es que no te das cuenta?
¡El me abandonó! Le hizo
creer a mi madre que estaba
muerta, mientras acá se
casaba y tenía hijos.

Rosa lo mira comprensiva. Le acaricia el cabello. Se miran a


los ojos. Se acercan. En ese momento, sale Gladys y ellos se
separan.

GLADYS
Hijo, por Dios. ¡Qué susto
nos has dado! Entren, por
favor. Tomen algo caliente.

Antes de entrar, Rosa lo mira y le habla.

ROSA
Tal vez debes aceptar lo
que dijo Carmen. Te
permitirá hablar con él y
decirle unas cuantas
verdades...

Comienzan a ingresar juntos.


52

ROSA (Cont.)
Y además tendrás un trabajo
y plata para el
bolsillo...Piénsalo bien.

CORTE

EXT./INT CASA DE ANTONIO – DIA

Abel llega nuevamente a la casa de Antonio. Toca el timbre, le


abre Antonio.

ABEL
Buenos días. Vengo a hablar
con usted.

Antonio no contesta nada. Lo recibe en silencio.

ABEL (Cont.)
… ¿Podemos conversar o no?

ANTONIO
Pasa. Estoy preparándome
para salir.

Ingresan por el costado a un jardín interior de la casa. Está


llena de macetas, flores, plantas y herramientas de
jardinería. Abel mira el desorden que existe, todo adornado
por hermosas flores. Antonio comienza apodar y arreglar una
planta en la maceta.

ABEL
¿No crees que al menos
merezco una explicación?

Antonio da vuelta su cara lentamente y lo mira fijamente.


Guarda silencio. Entonces, apunta a otra colorida planta.
53

ANTONIO
Mira. Esta es una
buganvilias. En Perú se da
muy bien. Pero en Chile el
clima no ayuda a que
crezcan. Es muy fácil que
se sequen y mueran.

La toca suavemente, como acariciándola.

ANTONIO (Cont.)
…Hay que saber cuidarlas.
Sólo con cariño, con afecto
y con cuidados es posible
plantarlas en este país”.

Entonces, toma la maceta, se dirige hacia la puerta y sube a


su vieja camioneta, donde también tienes las herramientas de
jardinero. Parte dejando a Abel con la boca abierta e
impotente.

CORTE A:

Ingresa a la casa y se encuentra con Carmen, quien se prepara


para salir.

CARMEN
¡Que gusto que hayas
aceptado, Abelito!

ABEL
En realidad vine a hablar
con él.

CARMEN
(Comprensiva)
Muchacho. Debes tener
paciencia. Él es como tú.
Callado, terco, pero de
buen corazón.

ABEL
¡Pero, por qué…!
54

CARMEN
Hay muchos por qué en esta
familia. Debes darle un
poco de tiempo. Para que se
acostumbre. Para que
procese esto…

ABEL
Son veinte años, Carmen…

CARMEN
Lo sé. Pero hazme caso. Es
mejor para ambos...
Conócelo primero. De buenas
a primeras no lo
entenderás... A mí me costó
mucho tiempo entenderlo.

ABEL
Pero yo no tengo tiempo.

CARMEN
¿No tienes tiempo? ¿Tienes
trabajo? ¿Tienes
inversiones? ¿Tiene alguien
que te espera en Perú?

ABEL
No es eso.

CARMEN
Mira cabrito. El tiempo es
relativo. Tu padre me ha
enseñado que mire las
plantas... Se demoran un
tiempo en asentarse...; un
tiempo en germinar; un
tiempo en florecer; y un
tiempo para lucirse ante el
mundo...
55

ABEL
(Enojado)
¡Ya no quiero oír hablar
más de flores o plantas!
¡Sólo quiero que me hable
de frente!

CARMEN
Ya lo hará. No te
desesperes.

Entonces toma su bolso, se coloca una chaqueta y se dispone a


salir.

CARMEN (Cont.)
A propósito. ¿Te dijo algo
sobre el trabajo?

ABEL
(Confundido)
No, no. En realidad no
hablamos de eso.

CARMEN
Déjamelo a mí. Yo soy la
gerente de esta empresa que
se llama familia.

Toma el teléfono de su bolsillo y llama.

CARMEN
(Con firmeza)
¿Aló, Antonio? ¿Cuándo
comienza a trabajar Abel?…
¿Cómo?…. No, no Antonio. No
es lo que conversamos…OK…
OK…Para tu información
parte mañana…Y ganará lo
mismo que ese ayudante tuyo
que recogiste de la calle…
El pelotudo ese…

Corta y se da vuela hacia Abel.


56

CARMEN (Cont.)
Listo ¿Viste que fácil?
Partes mañana. Ganarás el
sueldo mínimo por mientras.

Abel la mira asombrado.

CARMEN (Cont.)
Yo también trabajo. Hago
aseo en las casas pirulas
del sector. Son las mismas
donde Antonio les cuida el
jardín….

Comienza a salir, mientras termina de abrigarse. Le indica a


Abel qué hacer.

CARMEN (Cont.)
...Puedes tomar un té, pero
después deja bien cerrado.
Los niños vuelven de
colegio como a las cuatro
de la tarde. Chao.

Abel queda en silencio y asombrado. Se sienta en el sillón y


se lleva las manos a la cabeza.

EXT. CASA ANTONIO / CALLES BARRIO ALTO DE SANTIAGO – DIA

Abel llega temprano a casa de Antonio, quien ya está listo y


subiendo sus utensilios a la vieja furgoneta. Ambos se suben y
parten en silencio.

Abel mira desde el coche las calles. Ve hombres y mujeres


camino al trabajo, gente en los paraderos, haitianos y
colombianos caminando, gente en bicicleta.

Las calles centrales dan paso a pequeñas calles con arboledas,


casas grandes y pequeños jardines. Se detienen frente a una
ellas.
57

EXT. JARDIN CASA DON SIMÓN – DIA

Tocan el timbre y un anciano sale a recibirlos, es don SIMON


(75 años, semicalvo, pelo blanco, de anteojos, delgado y con
porte elegante) quien saluda alegra a Antonio. Se ve que está
sólo en esa casa.

DON SIMON
Buenos días, Antonio. Lo
estaba esperando.

ANTONIO
Buenos días.

DON SIMÓN
Veo que hoy viene con
ayudante.

ANTONIO
Es Abel. Es de mi familia.
Viene llegando del Perú.

DON SIMÓN
Mucho gusto, chiquillo.
Hágale caso a este hombre.
Sabe mucho…

ANTONIO
Y bien, ¿compró lo que le
encargué?

DON SIMÓN
Acá tengo la tierra de
hojas

ANTONIO
Debe tener cuidado. Porque
hay tierras que secan estas
plantas de jardín.

DON SIMÓN
Yo le hago caso en todo a
usted. Yo no entiendo nada.
58

Se vuelva hacia Abel

DON SIMON (Cont.)


(Melancólico)
Mi Julita era la que se
encargaba de esto. Pero ya
no está…

ANTONIO
Nos encargaremos que esto
esté igual que cuando
estaba la señora Julia.

Don Simón se alegra y vuelve a la carga.

DON SIMON
¿Me asegura que los
crisantemos estarán
florecidos esta temporada?

ANTONIO
Por supuesto. Podaremos el
césped. Removeremos la
tierra y sacaremos las
malezas.

DON SIMON
No se olvide de colocar el
desinfectante de plantas.

ANTONIO
Insecticida, quiere decir.

DON SIMON
Eso mismo. Estaré por acá
por si me necesita.

ANTONIO
No se preocupe. Acá
estaremos.
59

ANTONIO(Cont.)
(A Abel)
Saca la cortadora del
pasto. Te enseñaré como se
usa.

Antonio le enseña a Abel a cortar el pasto, mientras él se


dedica a las plantas que están en los bordes.

Abel se tropieza. Se le apaga el motor. Pero finalmente logra


dominar la máquina.

ANTONIO
¡Recuerda, siempre en la
misma dirección! O el pasto
se comienza secar.

Mientras ellos trabajan, don Simón le habla a las plantas. De


vez en cuando se da vuelta y mira a los hombres trabajar.

DON SIMON
(A Abel)
Mi Julita se encargaba de
las plantas. Ahora cuido su
jardín. Me recuerda cuando
estábamos juntos.

Acaricia un Manto de Eva.

DON SIMON Cont.


Mi esposa le dijo a Antonio
que trabajara de jardinero
particular...Después del
accidente, sabe...Ella lo
conoció cuando trabajaba en
la plaza de acá cerca…

Abel lo mira y se emociona. Simón sigue hablando con las


plantas, mientras los hombres trabajan el jardín.

CORTE A:
60

Terminan el trabajo. Comienzan a subir las herramientas al


coche.

ANTONIO
(Reflexionando en voz alta)
La señora Julia me ayudó
mucho... Era como esas
varas que permiten que las
plantas crezcan erguidas y
alancen el sol...Es una
lástima su pérdida...

Cámara se aleja mostrando a los hombres subiendo utensilios a


la camioneta.

EXT. CALLES DE LA CIUDAD – DIA

Antonio y Abel avanzan en silencio en el furgón de trabajo.


Abel mira desde su ventanilla el paisaje urbano. Avenidas
arboleadas con casas y edificios.

Mujeres corriendo, hombres paseando perros, gente comprando,


mucha gente viendo sus teléfonos móviles o con audífonos. Vida
de barrio alto de Santiago.

EXT. CASA DE ALDO – DIA

Antonio detiene la camioneta ante una gran casa, de


arquitectura moderna. Una amplia entrada, con jardines de
hermosas rosas y otras flores coloridas.

Tocan el timbre y los sale a recibir ALDO (55 años, vestido


elegantemente, barba cuidada, alto, ojos claros, contextura
delgada). Saluda afablemente a Antonio en un claro acento
portugués. Abel lo reconoce como el tipo de la empresa que
casi lo arrolló.

ALDO
Buen día, Antonio.

ANTONIO
Buen día, don Aldo.
¿Todavía no sale para su
trabajo?
61

ALDO
Tuve un problema doméstico,
así que decidí quedarme en
mi casa.

Ingresan al jardín de la mansión.

ALDO (Cont.)
Mi esposa hoy no se siente
muy bien. Me quedé para
acompañarla. Y aprovecho
para hacerle consultas
sobre el jardín… ¿Y él
quién es? (apuntando a
Abel)

Apunta a Abel y lo mira con cara de extrañeza

ANTONIO
Es Abel. Mi nuevo ayudante.

ALDO
¿No nos hemos visto antes?

ABEL
No, no lo creo.

Comienzan a bajar sus implementos desde la camioneta. Abel


comienza a podar el césped, mientras los otros dos hombres
conversan.

ALDO
Ahora que comienza la
primavera creo que es
posible probar lo que le
dije. Estuve estudiando…

ANTONIO
Yo creo que es posible. ¿Y
qué tiene pensado plantar?
62

ALDO
He pensado en lirios, en
petunias, en astromelias…

ANTONIO
Y por supuesto rosas

ALDO
(Eufórico)
¡Por supuesto! Y rosas…

ANTONIO
Deberemos decidir en qué
lugar del jardín irán cada
una de ellas.

Entonces Aldo saca un papel del bolsillo trasero de su


pantalón.

ALDO
Tengo este plano de cómo
sería el jardín. Y este
otro de cómo hacerlo en el
ante jardín.

ANTONIO
Será un poco caro hacerlo.
Este jardín es grande.

ALDO
(A Abel)
El me enseñó el gusto por
las flores y por las
plantas. Yo viví toda mi
vida en apartamentos en
Brasil. Nunca supe lo que
era tener un jardín.
Plantar, abonar, cuidar...

Comienza a caminar por el jardín y con una gran expresión de


felicidad.
63

ALDO (Cont.)
Además es relajante...A
propósito, ¿cómo se verían
las margaritas?

Sin escuchar la respuesta, ingresa a su casa.

Los jardineros comienzan a laborar cada uno en lo suyo. Abel


poda el césped y Antonio revisa los rosales. El sol le da duro
y sudan.

Mientras poda el inmenso césped, mira hacia la casa. Observa


en la venta a una hermosa mujer rubia y con un buzo muy
ajustado que hace lucir su figura. Tiene un vaso en la mano.
Lo mira indiferente y da media vuelta.

ANTONIO
A veces hay cosas de las
cuales es mejor no
enterarse…

Abel se da vuelta y lo mira extrañado. Su padre mira las


bellas rosas que comienzan a florecer.

ANTONIO
(Comentando)
Las rosas requieren cuidado
y preocupación, pues en
caso contrario se
marchitan, se secan y
pierden su hermosura...

Plano de las rosas del jardín bellamente cuidado por Antonio.

CORTE

EXT CALLES DE LA CIUDAD – DIA

Antonio y Abel avanzan en silencio en el furgón de trabajo.


Abel mira desde su ventanilla el paisaje urbano. Calles de
sectores industriales y comerciales.
64

ANTONIO
Don Aldo ha descubierto el
placer de meter las manos
en la tierra...De plantar,
cuidar y ver crecer flores
hermosas...

Abel lo mira y guarda silencio. Ambos siguen en silencio.

Vemos desde la camioneta a gente que camina, paradas y


portones con rayados, suciedad en las calles, mujeres
comprando, inmigrantes caminando.

La vida en sectores urbano industriales y comerciales de


Santiago.

EXT. CALLES DE SANTIAGO PONIENTE/ QUINTA NORMAL / LOS REYES –


DIA

Rosa y Abel salen de la pensión de señora Gladys. Caminan en


las arboleadas calles del barrio Brasil.

Recorren la Quinta Normal. Atraviesan Avenida Portales. Se


sacan fotos con sus celulares.

En parque de Los Reyes comen helados, mientras otros peruanos


se juntan en los prados y departen entre ellos comiendo comida
criolla.

La pareja ríe y conversan. Se están enamorando.

EXT. JARDIN CASA DE SEÑORA SILVIA – DIA

Antonio y Abel se bajan frente a enorme antejardín. Les abre


una mujer que trabaja de empleada doméstica que los mira
desconfiada. Sale de la casa la señora SILVIA (70 años, pelo
canoso, bien arreglada, tez clara).

SEÑORA SILVIA
Lo esperaba más temprano.

ANTONIO
Lo siento señora. Hay mucho atasco en las calles.
65

SEÑORA SYLVIA
Bueno, bueno. Quiero que
corte el pasto, pero no tan
corto como la otra vez. Con
los fríos de la mañana se
secan.

ANTONIO
De eso se encargará Abel.

La mujer lo mira de pies a cabeza. Sigue caminando.

SEÑORA SILVIA
Quiero que también poden
las ligustrinas. Y corte
esas enredaderas. Y no se
le olvide airear la tierra
de las plantas. Tengo
jacintos y tulipanes.
Quiero tener este año el
mejor jardín de este
barrio.

Se percibe que está acostumbrada a mandar. Antonio sólo guarda


silencia y asiente. La señora ingresa a su casa y se dirige a
la empleada doméstica.

SEÑORA SYLVIA
¡Hay que saber dar órdenes!
O sino después se mueren
los jardines por falta de
atención adecuada.

Abel y Antonio siguen trabajando en silencio. El primero corta


las enredaderas y poda el pasto. El segundo, arregla las
pantas, escarba la tierra y corta una hilera de ligustrinas.
Abel lo queda mirando, observando la dedicación y suavidad con
que mueve la tierra de los bordes.

ANTONIO
Las flores de papa tienen
un buen soporte, pero son
delicadas de mantener…
66

ANTONIO (Cont.)
…Parecen fuertes, pero son
las más delicadas de todo.
Florecen sólo unas cuantas
semanas al año, pero
requieren mucha atención.

Plano general de los hombres trabajando en el jardín.

50 EXT CALLES DE LA CIUDAD – DIA

Antonio y Abel avanzan en silencio en el furgón de trabajo.


Abel mira desde su ventanilla el paisaje urbano. Calles
amplias y frondosos árboles.

Hermosas casas, hermosas jardines, pero solitarias. Y avanzan


hasta una esquina, donde vemos cruzar a un grupo de haitianos
que miran a la cámara.

INT. KARAOKE DE ROSA - NOCHE

Rosa lleva de la mano a Abel y lo introduce en un gran local


donde no hay mucha gente. Al fondo un gran telón con un
proyector que presenta canciones y letras de las mismas. Un
asiento y una pequeña pantalla para que los parroquianos
toquen los temas que quieran. Es un centro de karaoke.

Se sientan en una mesa y piden unas cervezas.

ROSA
Me encanta tanto este
local...

ABEL
¿Por qué, pues?

ROSA
Acá puedo escuchar y cantar
las canciones que me
cantaba mi mamá.

ABEL
(Sorprendido)
¿Tú cantas?
67

ROSA
(Ruborizada)
No muy bien, pero me relaja
y me hace feliz.

ABEL
Ahora que me doy cuenta, tú
sabes todo de mi vida y yo
no sé casi nada de la tuya.

ROSA
Ya te dije. Soy del sur de
Chile. Venimos de un pueblo
llamado Cabrero. Que está
cerca de la Concepción.

ABEL
Ya lo sé. Y que se vinieron
a la casa de una tía, pero
que no los quiso recibir. Y
tu madre, ¿también murió?

ROSA
(Bajando la vista)
En realidad está viva. No
quiso venir con nosotros.
Vive con mi padre…

Desvía la vista hacia un punto en ninguna parte

ROSA(Cont.)
Hay cosas que quiero
olvidar. Mi padre es
alcohólico. Nos pegaba y
otras cosas... Le pegué con
un jarrón en la cabeza...

Comienza a correr una lágrima por su mejilla

ROSA(cont.)
¡Nunca le había contado
esto a nadie!
68

Abel le toma maro y la anima con la mirada.

Entonces ella se limpia las lágrimas que comenzaron a brotar


de sus ojos y sonríe.

ROSA
Tomé mis cosas, a mi
hermano y me vine a la
capital...Ahora estoy mucho
mejor... Ya llevo seis años
en Santiago.

Se limpia las lágrimas y vuele a sonreír.

ROSA (Cont.)
¡Pero no venimos a
deprimirnos! Venimos a
pasar un rato bien.

Se levanta y se dirige al escenario. Toma el micrófono

ROSA
(Al público)
Para un amigo peruano muy
especial. Un tema de una
mujer chilena que se
enamoró del Perú.

Y comienza a cantar con voz melodiosa.

ROSA
“Hoy, después de nuestro
adiós / Hoy vuelvo a verte
cariño malo / Y se ve por
tu reír / que aún no sabes
cuánto he llorado…”

El público comienza a aplaudir y Abel la mira extasiado.


69

ROSA (Cont.)
Soy, sincera al confesar,/
que aún te quiero cariño
malo./ Sin embargo por tu
error,/ todo lo nuestro se
ha terminado./

Aplausos

ROSA (Cont.)
Si, tú nunca fuiste fiel/ y
me fingiste aquel, amor
perverso./ Ten, respeto por
favor,/ por mi cariño que
aún… no ha muerto

Los parroquianos del lugar aplauden a Rosa. Ella baja des


escenario y vuelva a la mesa. Embelesado, Abel le coge ambas
manos.

ABEL
¿Por qué escogiste esa
canción?

ROSA
Porque le gustaba a mi
madre... Y porque creo que
sientes que has encontrado
un cariño malo

Él la mira fijamente. Sus miradas se cruzan. Él se le acerca y


se besan suavemente.

Salen del local y el pórtico de abrazan y se besan nuevamente.

ABEL
Te quiero mucho. Estoy
enamorándome locamente de
ti, mi chilenita.

Se vuelven a besar.
70

ABEL (Cont.)
(Atormentado)
Pero a él lo odio. Por lo
que nos hizo a mi madre, a
mis hermanas y a mí. ¡Nos
abandonó!

Ella lo abraza y sus labios se encuentran. Se besan


apasionadamente.

CORTE

INT. – HABITACION DE ABEL - DIA

Rosa y Abel se besan apasionadamente. El la desviste


lentamente y ella se deja llevar. Se recuestan en la cama de
él y comienza a hacer el amor.

En el piso están las viejas fotografías desparramadas.

EXT. JARDINES CASA DEL BARRIO ALTO - DÍA

Vemos a Abel y a Antonio trabajando en diversos jardines. En


uno, Abel corta el pasto; en otro está podando ligustrinas; y
en un tercero pica la tierra de unas rosas. Todo eso lo
observa Antonio.

En uno de esos jardines, Abel trata de ironizar con las


conductas de su padre hacia las plantas.

ABEL
¿Tú también le hablas a las
plantas y a las flores?

ANTONIO
Por supuesto. Requieren oír
una voz amiga, que las
entienda, que les dé
cariño.

ABEL
¿Y tú qué sabes de eso?
71

ANTONIO
(Como si no escuchara)
Las flores se sienten
abandonadas si no les
hablas. Requieren sonidos.
Requieren frases hermosas.
Son delicadas.

ABEL
(Repitiendo)
¿Y tú qué sabes de eso?

ANTONIO
(Sin escuchar)
Los árboles crecen solos.
Necesitan una raíz fuerte y
se forjan solos. Nadie les
habla. Se hacen fuertes
solos. No son delicados
como las flores.

Mira fijamente a Abel y vuelve a guardar silencio. Sigue


realizando su trabajo en el jardín.

Abel lo observa con una mirada de rencor y odio.

EXT CALLES DE LA CIUDAD – DIA

Antonio y Abel avanzan en silencio en el furgón de trabajo.


Abel mira desde su ventanilla el paisaje urbano. Calles de
sectores industriales y comerciales. Gente que camina, paradas
y portones con rayados, suciedad en las calles, mujeres
comprando, inmigrantes caminando. La vida en sectores urbano
industriales y comerciales de Santiago.

Abel no aguanta más y explota.

ABEL
¡Por qué! ¡Dime por qué…!

Antonio no responde. Guarda silencio.

Gira lentamente su cabeza y lo mira fijamente a los ojos. Hace


el gesto de responder, pero calla y sigue conduciendo el
automóvil.
72

Vemos alejarse la camioneta entre el tráfico de la ciudad.


Unos inmigrantes a pie cruzan la calle.

CORTE

52 INT. CASA ALDO – DIA

Desde el interior de la casa, LETICIA (28 años, rubia, ojos


claros, cuerpo tonificado y muy hermoso) observa a Antonio y
Abel mientras trabajan en el jardín. Viste un pijama de satín
y una bata, mientras toma una elegante copa de vino blanco.
Observa a los jardineros que plantan coloridas flores.

ALDO
Pero Leticia. Estamos
atrasados. Sabes que es un
almuerzo importante.

LETICIA
¿Por qué están esos hombres
afuera? ¿Acaso no saben que
vamos a salir?

ALDO
Están finalizando el
jardín.

LETICIA
Pero no quedará nadie en
esta casa.

ALDO
Yo confío en Antonio. Es un
buen hombre.

LETICIA
¿Y el otro joven?

ALDO
Es su ayudante. Un familiar
73

LETICIA
No me fío de ellos.

Leticia camino a una mesa y se sirve otra copa de vino blanco.

ALDO
(Exasperado)
Mejor apúrate. Sabes que a
esta gente no le gusta que
sus empleados en Chile
lleguen atrasados a sus
eventos.

LETICIA
¡Pero tú no eres un
empleado en Chile! ¡Tú eres
el gerente! ¡Y eres
brasilero!

ALDO
Ya lo sé. Pero como están
las cosas en Brasil es
mejor estar bien con el
Presidente de la
compañía... Además, estoy
bien evaluado por los jefes
en Río.

LETICIA
(Disgustada)
Si estás tan bien evaluado,
¿por qué seguimos anclados
en este asqueroso país?

ALDO
No es asqueroso, querida.

LETICIA
(Bebiendo)
Es sucio. Es frío. La gente
es fea. Es aburrido. No hay
dónde divertirse... ¡Es tan
provinciano!
74

ALDO
Tenemos una gran casa,
sirvientes, piscina...

LETICIA
(Acongojada)
Pero no tenemos amigos. Ni
vida social. Ni nada

ALDO
Pero, querida...

LETICIA
Nadie habla nuestro idioma.
Estamos como encerrados.
Afuera hay delincuencia.

ALDO
No es para tanto, mi
amor...

Se sirve una nueva copa de vino, mientras Aldo observa sin


saber qué hacer. En el fondo del ventanal se divisan a los
jardineros trabajando.

LETICIA
Estoy harta de este lugar.

ALDO
Haz como yo. Construyamos
nuestro pequeño refugio.
Construyamos nuestro jardín
personal. Con colores y con
olores que nos recuerden
nuestro Brasil...

LETICIA
¡Me importa un bledo tu
jardín! ¡Quiero irme a mi
país, con mi gente y con
mis amigos!
75

ALDO
(Suave)
Pero no haces ningún
esfuerzo por hacerte de
amigos.

LETICIA
(Sin escucharlo)
Vivíamos tan bien en
Lisboa. Íbamos de
vacaciones a Francia o a
Italia.

Se bebe su tercera copa de vino y se sirve otra.

LETICIA
(Histérica)
¡Esto es tu culpa!...

ALDO
Por favor, Leticia.

LETICIA
¡Estoy cansada de este país
de mierda! Un día hace
frío. Al otro día hace
calor. Todo el mundo corre.
Nadie quiere ser amigable
con nadie.

ALDO
Te equivocas, mi amor. Eso
no es así...

LETICIA
¡Claro! Tú que tienes tanto
a amigos. Como ese
indecente del jardín. O los
obreros de tu fábrica. ¡Yo
quiero a gente decente y no
a pelafustanes!
76

Tropieza con una silla y cae a un sillón. Se le abre la bata y


deja ver su ropa interior justo frente al ventanal donde en
ese momento Abel poda el césped. Este lo mira asombrado, da
media vuelta y se retira.

Aldo ayuda a levantarse a su esposa y la lleva fuera del


salón.

CORTE A:

Desde el jardín, Antonio y Abel levantan la vista al escuchar


los gritos que llegan desde el interior.

ANTONIO
(Comentando)
Si quieres tener rosas en
el jardín, hay que
cuidarlas... Y no olvidar
nunca que tienen espinas...

Siguen trabajando.

EXT. CALLES DE LA CIUDAD – DIA

Antonio y Abel avanzan en silencio en el furgón de trabajo.


Abel mira desde su ventanilla el paisaje urbano. No se hablan.
Guardan silencio,

Desde la ventanilla vemos las paredes rayadas con grafitis,


tiendas cerradas, gente caminando apresurada. Comercios
chinos, comida china, comida peruana, puestos de arepas.

EXT. JARDIN SEÑORA EMILIA – DÍA

Antonio trabaja en el jardín de una hermosa y añosa casa del


barrio oriente de Santiago. De la casa sale una señora de edad
llamada EMILIA (75 años, canosa, bien vestida, tez clara,
elegante) con una bandeja con vasos de limonada.

SEÑORA EMILIA
Disculpe, señor Antonio.
Pero aparecieron unas
plantas bien feas en el
jardín. Son como malezas.
SE reproducen.
77

Apunta a unas plantas de formas puntiagudas en un rincón del


jardín.

ANTONIO
Esas son bastantes buenas
para espantar moscas,
parásitos y bichos de las
otras plantas del jardín.

SEÑORA EMILIA
¡Pero son muy feas, señor
Antonio! No tienen nada que
ver con las otras que tengo
en el jardín.

ANTONIO
Se les llama “mala madre”.
Y como ustedes dicen en
Chile, son plantas “carne
de perro”.

ABEL
(Interrumpiendo)
¿Y por qué se llamarán así?

ANTONIO
La gente la llama así
porque se multiplica una y
otra vez; libera a sus
hijas y las dejan para que
sobrevivan solas...

La señora Emilia y Abel se inclinan a ver la extraña planta.

ANTONIO(Cont.)
...Y así cada una de esas
plantas pequeñas harán que
nazcan otras.

Abel mira a Antonio fijamente.

ABEL
Las dejan a su suerte...
78

ANTONIO
(Desentendido)
...Pero, no se equivoquen,
Parecen frágiles, pero son
duras de matar. Resisten
todo tipo de climas,
incluso sequías...

Cámara enfoca la fea planta de la que están hablando.

ANTONIO(Cont.)
Y si tienen suficiente agua
dan unas flores color
violeta muy hermosas.

SEÑORA EMILIA
(A Abel)
Siempre me ha gustado el
señor Antonio. Sabe todo
sobre la tierra y sobre los
jardines.

Abel observa a su padre y la forma didáctica de explicarse las


cosas a esos solitarios ancianos. Tiene una nueva mirada en
sus ojos.

SEÑORA EMILIA (V.O.)


Mis hijos ya no vienen a
verme. Así que hablo con el
señor Antonio. ¡Tiene tanta
paciencia conmigo!

Señora Emilia se aleja, mientras Abel la observa. En el fondo,


vemos a Antonio trabajando en el jardín. Concentrado,
fatigado.

EXT. CAMIONETA DE ANTONIO/ TARDE

Los hombres vuelven en la vieja camioneta a su hogar. Desde la


ventanilla del co-piloto, Abel observa las calles con gente
presurosa, que camina hacia algún lugar. Murallas pintadas,
comercios, almacenes, gente esperando a otra gente.
79

ABEL
¿Por qué atiendes los
jardines de gente mayor? No
hemos estado en ninguna
casa de gente más joven.

ANTONIO
Los jóvenes de acá parece
que prefieren los
departamentos... Tener
jardín es mucha
responsabilidad...

ABEL
¿Cómo los hijos?

Justo pasa una pareja con un par de perros mascotas. Antonio


no despega la vista del camino.

ANTONIO
Los jóvenes de hoy
prefieren tener más
libertad. Prefieren tener
perros antes que tener
hijos...

ABEL
¿Y los jóvenes de antes
acaso no preferían su
libertad a sus hijos?

ANTONIO
Los jóvenes de antes
querían casas con jardín,
para jugar con sus hijos.
Ver crecer sus platas y sus
árboles, al mismo tiempo
que sus hijos...

ABEL
¿Tú querías eso?
80

ANTONIO
(Pensativo)
Todos queremos eso...

ABEL
(Irónico)
¿La casa o los hijos?

Antonio lo mira. Sus ojos quieren decir algo. Guarda silencio.


Fija su vista al frente. Sigue conduciendo por las calles con
tránsito de Santiago.

EXT. JARDÍN CASA DE ALDO - DIA

Abel corta el pasto, mientras Antonio poda las enredaderas. El


jardín luce luminoso. Con flores de diversos colores plantadas
por doquier.

Aldo camina por el jardín mirando las plantaciones. Se nota


feliz. En su mano, una regadera para echar agua a las flores.

De la casa sale Leticia, con una copa de vino en la mano. Se


dirige a Abel.

LETICIA
Necesito ayuda para correr
unas cajas. Ven acá.

ABEL
Por supuesto. Dígame cómo
la ayudo.

LETICIA
Ve al cuarto de baño.
Rápido.

Antonio ve la situación e interviene.

ANTONIO
Yo la ayudo señora. A él lo
necesito en el jardín para
terminar a tiempo.
81

Aldo se acerca a ella e interrumpe

ALDO
Yo te ayudo, mi amor.

LETICIA
(Ebria)
¡Ellos están para hacer
estos trabajos!

ALDO
Por favor, Leticia.

LETICIA
¡Por favor, qué!

ALDO
Yo te ayudo con las cajas.

LETICIA
¡Quiero que lo haga él!
Nosotros somos los que
pagamos...

ALDO
Ellos están para hacer el
jardín, no las cosas de
nuestra casa...

LETICIA
¡El jardín, el jardín! ¡Me
cago en tu mierda de
jardín!

Los hombres se miran entre sí, incrédulos.

LETICIA (Cont.)
¡Prefieres tu jardín, antes
que a tu esposa!...Yo sola
y aburrida y tú jugando con
la tierra, como un
pendejo...
82

Leticia se ríe y pierde el equilibrio, pues está borracha. Cae


al piso. Aldo y Antonio hombres se acercan a levantarla.

LETICIA
¡Déjenme, no me toquen con
sus manos inmundas!

ALDO
Querida. Son jardineros,
están haciendo nuestro
jardín. Es nuestro. Es de
los dos.

Entonces ella, fuera de sí, quita las tijeras de podar de las


manos de Antonio y comienza a cortar las flores recién
plantadas.

LETICIA
(Histérica)
¡Esto es lo que hago con tu
jardín!... ¡Quiero un
esposo, un hombre, no un
marica que cuida flores!

Entonces da vuelta y arremete contra su marido. Pero se


interpone Antonio.

Vemos la cara de Antonio. Mezcla de sorpresa y dolor, el cual


cae herido desangrándose.

Leticia suelta las tijeras de podar y se cubre la boca.


Asustada y muda.

Abel y Aldo saltan hacia el hombre herido para auxiliarlo.


Plano de Antonio tendido en el pasto, con los dos hombres
ayudándolo y la mujer llorando.

CORTE A:

Vemos como unos paramédicos sacan a Antonio en una camilla.


Una ambulancia a lo lejos con la baliza encendida.
83

Unos policías interrogan a Aldo y Leticia. Ella sentada en un


costado del jardín, Aldo dando explicaciones. Gente mirando el
suceso.

Abel sube a la camioneta y lo echa a andar. Sigue a la


ambulancia. Unos haitianos pasan por la vereda y miran este
espectáculo.

CORTE

EXT./INT. HOSPITAL DE URGENCIAS – DÍA

La ambulancia llega al hospital de urgencias. Atrás llega Abel


en la camioneta.

Camilla lleva a Antonio sangrando y con respirador; se


desangra.

CORTE

Ingresa Carmen a la sala de urgencias. La acompañan sus hijos.


Está desesperada. Se abrazan.

CARMEN
(Desesperada)
¡Qué pasó!...¡Qué pasó!

Se acerca a una enfermera en recepción, que la mira


impertérrita.

CARMEN
¡Dígame cómo está mi
esposo!...

ENFERMERA
¿Usted es la esposa?
Necesito que firme unos
papeles. También necesito
que me diga si su esposo
tiene ISAPRE o FONASA…

Avanzan por un pasillo y se pierden tras una puerta.

CORTE
84

Los minutos pasan el reloj de recepción. Entonces, se abre la


puerta y sale un médico vestido uniforme de pabellón.

MEDICO
¿Los parientes de Antonio
Quispe?

Corren donde está él.

CARMEN
Somos nosotros. Díganos
cómo está.

MEDICO
(Sin mayor emoción)
Lo hemos estabilizado y los
operaremos en un rato. La
herida involucró algunos
órganos internos, pero
creemos que estará bien.

CARMEN
(Llorando)
¡Gracias a Dios! ¡Gracias a
Dios!

MEDICO
Lo que sí necesitaremos son
donantes de sangre. Ojalá
de parientes directos.
Necesitamos ver. Su tipo de
sangre es muy rara y
escasa...

Abel salta adelante y se pone frente al facultativo.

ABEL
(Angustiado)
¡Sáqueme sangre a mí! Yo
puedo donar…

Carmen y sus hijos se miran entre sí.


85

ABEL (Cont.)
¡Ustedes también pueden
donarle!

Entonces Carmen se acerca al médico y le toma el brazo.

CARMEN
(Pausada)
Eso no podrá ser, doctor.
Ninguno de ellos son sus
hijos biológicos.

En ese momento, todos miran a Abel, que muestra que no sabe lo


que está ocurriendo.

ABEL
(Confundido)
Pero.... Pero.... ¡Qué
estás diciendo!...

CARMEN
(Al médico)
Estos no son sus hijos
biológicos. Son adoptados.

Carmen mira compasivamente a Abel. Se le acerca y lo abrazo.


Le hace un pequeño cariño en el pelo.

CARMEN
Tú tampoco puedes donar
sangre...

Abel la mira sin comprender.

CARMEN (Cont.)
... Tu padre es estéril. No
puede tener hijos.

El médico se sorprende y hace ademán de irse. Abel se sienta


en una de las sillas del pasillo y se tapa la cara con sus
manos.
86

MEDICO
(Mientras se va)
Después de la operación, lo
mantendremos en coma
inducido por un tiempo. Es
para estabilizarlo y que
evolucione mejor.

CORTE

60 INT. CAFETERIA DE HOSPITAL – DÍA

Abel y Carmen están sentados en la cafetería del hospital. Él


toma un café en silencio. Ella bebe una gaseosa.

CARMEN
No seas duro con él...

ABEL
¡Cómo no voy a ser duro!
¡Ni siquiera sé quién es
él!

CARMEN
Lo sabes. Lo has conocido
en estas semanas que has
estado a su lado...

ABEL
(Tomándose la cabeza)
¡Es que no me explico! Todo
es muy confuso...Fui
abandonado por un hombre
que ahora resulta no era mi
padre...

CARMEN (Cont.)
A veces hay que saber
perdonar para entender…

ABEL
Mi madre me decía lo
mismo...
87

Entonces Abel saca las fotos que siempre carga con él. Saca la
foto del matrimonio de sus padres.

CARMEN
(Tomando la foto)
Tu madre era hermosa y
Antonio estuvo muy
enamorado de ella.

Observa la foto y después le toma la mano a Abel.

CARMEN (Cont.)
… Hizo cosas por ella que
ningún hombre haría...

Mira el resto de las fotografías.

CARMEN (Cont.)
Conozco estas fotos. Tu
padre guardaba copias de
cada una de ellas. Me
mostró varias.

A continuación, levanta una foto de un joven Antonio marchando


con traje tradicional y un fusil en la mano.

CARMEN (Cont.)
¿Sabías que estuvo en las
Rondas Campesinas cuando lo
de Sendero Luminoso?...
Nunca me ha hablado lo que
hacían. Pero él no se
siente orgullo de esa parte
de su vida. No habla de
eso.

Mira la foto de tres niños pequeños, un hombrecito y dos


mujeres.
88

CARMEN (Cont.)
¡Acá estás tú y tus
hermanas! ¡Esta foto la
recuerdo! Tu padre siempre
me la mostraba. Le
brillaban los ojos cuando
me hablaba de ustedes.

Abel mira sorprendido.

ABEL
¿Cuándo se conocieron
ustedes?

Carmen saca su billetera y desde su interior saca una


fotografía. Es Antonio más joven acompañado de otras dos
personas. Todos visten unos overoles grises y tienen en sus
manos grandes rastrillos.

CARMEN
Yo lo conocí así.

FLASHBACK A:

Vemos a Antonio más joven, vestido con un overol gris


recogiendo hojas en una plaza pública. Barre las hojas,
mientras en el fondo la gente disfruta, niños juegan y otros
pasean sus perros.

CARMEN (V.O.)
Cuando llegó a Chile no
conocía a nadie. Le costó
mucho. Tuvo varios
trabajos, pero lo trataban
pésimo. Hasta que alguien
lo recomendó en una empresa
de aseo municipal de
parques y plazas.

Vemos a Antonio cuidando las plantas de la plaza. Después


regando.
89

CARMEN (V.O.)
Su tarea era podar las
plantas, cortar el pasto,
regar los prados y ver que
las plazas públicas
estuvieran siembre limpias.
Ahí lo conocí yo...

En la misma plaza, se le acerca una joven Carmen, vistiendo un


delantal oscuro, paseando a una señora en silla de ruedas.

CARMEN (V.O.)
...Yo trabajaba con la
señora Julia. Estaba muy
enferma, pero le encantaba
ira a la plaza a ver las
flores y los árboles. Ella
tenía un jardín, pero
estaba muy débil para
cuidarlo...

Antonio y Carmen conversan sentados en una banca del parque.


Cada uno con su uniforme de trabajo. Él le muestra unas
fotografías.

CARMEN (V.O.)
Nos hicimos amigos. Yo
venía saliendo de una
relación bastante tóxica...
Prefiero no recordar...

Se ve a Antonio trabajando al lado de un árbol. Comienza subir


una escalera. Esta se mueve y Antonio cae, golpeándose en la
entrepierna.

CARMEN (V.O.)
Un día se subió a un árbol
a podar unas ramas. Se cayó
y sufrió un golpe muy
fuerte. Lo llevaron de
urgencia a la Mutual.
90

Antonio tendido en la cama del hospital. Su rostro muestra


señas de asombro y después de rabia. Se hecha a llorar.

CARMEN (V.O.)
Le hicieron exámenes y un
espermiograma... Ahí
descubrió que siempre había
sido estéril.

CORTE A:

En la cafetería del hospital, Carmen toma la mano de Abel.

CARMEN
Se derrumbó, se enojó y
quería morirse... Pero
sobrevivió.

ABEL
Sigo sin entender por qué
mi madre nos dijo que lo
habían matado.

CARMEN
Algo de él murió en ese
accidente. Pero no todo.

Carmen se enjuga las lágrimas que corren por su mejilla.

CARMEN
No quería nada con tu
madre. Yo lo convencí que
mandara una carta. Le dijo
que sabía todo y que se
olvidara de él...

Ambos se miran en silencio.

CARMEN (Cont.)
Lo vi llorar, lo vi morir y
lo vi nacer de nuevo...
91

EXT. PLAZA SECTOR ORIENTE – DÍA

Abel sale a caminar por los alrededores del hospital. Quiere


pensar con claridad.

Se sienta en la banca de una plaza y, mientras fuma, comienza


a observar a los niños jugando, a sus madres, a los árboles,
las plantas, los prados.

Una voz resuena en su cabeza:

LAURA MADRE (V.O.)


… Hay cosas en la vida que
son difíciles de explicar o
de perdonar….

Aparece Rosa. Se le acerca. Muda. Lo abraza. El comienza a


llorar en sus brazos.

INT. SALA DE ESPERA DE HOSPITAL - NOCHE

Abel y Rosa ingresan al hospital y se dirigen a la sala de


espera. Se encuentran con Laurita y Abel.

LAURITA
¡Se despertó, se despertó!

ABELITO
¡Los estábamos buscando...!

Todos corren hacia la habitación donde se encuentra.

Vemos a Antonio postrado, con tubos de oxígeno y vestido de


paciente de hospital. A un costado está Carmen y sus hijos.

Abel avanza hacia su lado en silencio.

Antonio da vuelta su rostro y mira Abel.

ABEL
¿Cómo te sientes, papá?
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Lo mira con los ojos brillosos y responde.

ANTONIO
Ya me siento bien, hijo...

Ambos se miran, serios. Se toman las manos. Sus miradas lo


dicen todo.

Se mantienen en silencio, mientras el resto observa. No dicen


nada.

FUNDIDO A:

EXT. CASA DE ANTONIO Y CARMEN - DÍA

PG de un furgón de alta gama ingresando a la calle donde está


la casa de Antonio. Se detiene y en la puerta del coche de
visualiza un logo y la frase “Plantas y Jardines”.

Desde su interior baja Abel sonriendo. Viste camisa blanca,


pantalón negro y una delgada corbata oscura. Se ve contento y
apurado. La cámara lo sigue haca el interior donde lo esperan
para comenzar a almorzar.

Ingresa al patio de la casa de Antonio. Esta reformada.


Plantas y adornos florales rodean una gran mesa. En ella se
observa, platos como ceviche, sopaipillas, pastas de untar,
galletas, pebre y pan. Todos gritan cuando aparece.

Carmen, con un pequeño delantal floreado, se aparece con una


bandeja con empanadas chilenas. Abelito viste un simpático
gorro y la camiseta de la selección chilena.

Vemos a Laurita, con la camiseta de la selección peruana


encima de su uniforme escolar y a Antonia, con buzo deportivo
y chateando en el celular, concentrada. La señora Gladys y Ana
están sentadas en un costado.

Por último, vemos como Martín conversa con Rosa, quien luce
una prominente barriga de embarazada y un anillo anular de
matrimonio.

Todos saludan a Abel, pero corren hacia fuera de la casa. Abel


ingresa. Se saca la corbata y da un gran beso a Rosa.
93

Martín y Antonio ingresan con una gran caja, desde donde sacan
un televisor de 54 pulgadas.

Lo instalan en un mueble preparado para eso.

Cámara se aleja y vemos esa reunión familiar, con risas y


alegría.

Todos ríen. Están contentos. Son una familia.

FIN

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