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Universidad Abierta para Adulto

UAPA
NOMBRE:
Amín Abel Díaz

MATRICULA:
13-2924

FACILITADOR:
Licenciada: Rosanna Salas Aquino

MATERIA:
Derecho Civil-V

TAREA:
4
(Resumen)
TAREA 4
Responsabilidad por el Hecho de los Animales y por los
Daños Causados por las Cosas Inanimadas.
Cosa inanimada
Lo que tiene vida o movimiento, o todas las cosas con exclusión de personas y
animales.

La apropiación y los derechos sobre las cosas inanimadas no ofrecen particularidad


con respecto a la teoría general de las cosas o de los bienes. En cuanto a daños o
perjuicios que causen, ya por indirecta influencia humana, ya por combinación con
otros factores, la responsabilidad incumbe al dueño de las mismas cuando de ellas
se sirve o las tiene a su cuidado.

Presunción de falta y prueba de la ausencia de la falta


Sin falta imputable al demandado, en principio no puede existir responsabilidad.
Pero, si existe una falta y la misma no resulta ser la causa inmediata, directa, cierta,
previsible, legítima y determinada del perjuicio material o moral sufrido por el
demandante, tampoco está puede servir de fundamento a la acción de
responsabilidad. He aquí una corrección y aplicación de los principios de la teoría
de la casualidad adecuada, que requiere que para que exista responsabilidad, la
víctima prueba la relación inminente entre la falta y el perjuicio de forma tal que, de
no haberse incurrido en la primera, no hubiese existido el segundo.

La prueba del daño corresponde, pues a la víctima.

El perjuicio debe ser cierto y no hipotético. En materia delictuosa y cuasi delictuosa,


el perjuicio debe ser probado por la víctima. La existencia del perjuicio es una
cuestión de derecho que cae bajo el control de la Suprema Corte.
Falta personal y falta del guardián
La responsabilidad civil del guardián de las cosas inanimadas comparte con los
demás tipos de responsabilidad el principio general de responsabilidad civil que es
la reparación del daño causado, hay que destacar que la principal diferencia que la
responsabilidad del guardián de la cosa inanimada posee con respecto de los
demás tipos de responsabilidad es que no es necesario que la víctima pruebe la
falta del guardián para obtener la reparación, la responsabilidad del guardián se
presume según la jurisprudencia a diferencia por ejemplo de la responsabilidad civil
por el hecho propio en la que la víctima debe probar la falta del presunto
responsable, es indiferente también que la cosa inanimada que ha producido el
daño este manejada por una persona o no pues lo que se presume es la
responsabilidad de guarda o cuidado sobre la cosa, la cosa debe de participar
activamente en la comisión del daño aun cuando no esté manejada por la mano del
hombre para que dicho tipo de responsabilidad exista.

La causa de la demanda
Puede variarse de oficio la causa de la demanda, esto es, la regla de Derecho en
que se fundamentan las pretensiones del demandante. Conforme al principio de
inmutabilidad, el proceso debe permanecer inalterable tanto en cuanto a las partes
como al objeto y causa de la demanda.
Artagnan Pérez Méndez, en el tomo I de su conocida obra “Procedimiento Civil”,
explica que “… por su cuenta el juez no puede cambiar la causa”. Froilán Tavares
hijo es de la misma opinión: “Ambas partes tienen que limitarse a controvertir en
torno al objeto y la causa del litigio con la extensión que el demandante le dio en la
demanda. El juez tampoco puede alterar, ampliándolos o restringiéndolos, el objeto
o la causa enunciados en la demanda”.
Presunción de responsabilidad
En materia de responsabilidad civil delictual y cuasidelictual, campea la presunción
de falta, a tal punto que la jurisprudencia ha derogado el principio general de que la
prueba debe ser proporcionada por quien alega el hecho. El demandado comparece
al proceso presumido civilmente responsable, lo cual, en mi opinión, quiebra los
principios de igualdad procesal y de inocencia, previstos para toda materia en los
arts. 69.3 y 69.4 de la Constitución.

Base legal de la presunción contra el guardián


Como se sabe, la responsabilidad civil del guardián por el hecho de la cosa
inanimada, aparece en el párrafo primero del artículo 1384 del Código Civil.
Esa responsabilidad se presume. Del mismo modo se presume la condición de
guardián de todo propietario, lo que significa que la víctima está exonera de la
obligación de probar que el guardián es responsable. Para los fines del texto
indicado, todo propietario de una cosa se presume su guardián hasta prueba en
contrario.

Prohibición de llevar la acción contra el guardián por ante


la jurisdicción penal
Para la jurisprudencia, guardián es la persona que tiene el uso, control y dirección
de una cosa. Esto es así, inclusive, si la cosa inanimada es manipulada por un
empleado o preposé del guardián. ¿Cómo se desplaza la guarda de una cosa? El
guardián deja de serlo desde el momento en que la cosa pasa a ser usada por otra
persona que no sea un empleado o preposé del propietario.

Presunción contra el propietario de la cosa inanimada


En principio el legal, es decir, el propietario de la cosa, pero bajo ciertas
circunstancias ese guardián puede demostrar que al momento de producirse el daño
no tenía la guarda de la cosa y, en consecuencia, liberarse de responsabilidad
porque se trata de una presunción que admite prueba en contrario, distinto a las
presunciones de pleno derecho.
Definición de guardián
El guardián se presume responsable del daño que produce la cosa inanimada, pero
no del que se genera a través de ella, salvo que ese guardián sea, al mismo tiempo,
autor del daño, en cuyo caso responde no como guardián, sino por su hecho
personal. Esa es una segunda trascendente acotación porque prueba que la cosa
puede producir un daño por ella misma o por medio de una manipulación del ser
humano y eso tiene consecuencias jurídicas. ¿Cuál es el guardián responsable, el
legal o el de hecho?. En principio el legal, es decir, el propietario de la cosa, pero
bajo ciertas circunstancias ese guardián puede demostrar que al momento de
producirse el daño no tenía la guarda de la cosa y, en consecuencia, liberarse de
responsabilidad porque se trata de una presunción que admite prueba en contrario,
distinto a las presunciones de pleno derecho.

Prescripción de la acción contra el guardián.


El artículo 1384 del mismo texto consigna la presunción de responsabilidad contra
el guardián de la cosa y la relación de comitencia con el preposé. Si el daño lo
produjo la cosa por sí misma, sin manipulación personal (un ascensor que se
desplomó; una pared que colapsó), el guardián será responsable de reparar el daño
por este artículo y en esa calidad. Si, por el contrario, el daño se produjo a través
de la cosa, es decir, con intervención de alguien (accidente de tránsito; pistola al ser
disparada), el autor del daño no es la cosa, sino la persona que maniobró y debe
responder por su hecho personal en aplicación del citado artículo 1382. En ese
caso, el propietario puede ser demandado, pero no en su condición de guardián,
sino porque se le presume comitente del autor del daño o preposé.
Participación activa de la cosa
El daño debe ser causado por la acción de la cosa. Para que el daño se produzca,
no es necesario un contacto material, basta una intervención cualquiera, pero debe
ser activa. Este es un punto controvertido, pues se asimila al papel activo, el estado
"anormal" de la cosa. Vehículo parqueado de noche la izquierda sin luz; víctima de
pared de vidrio por agarrarse de una rama débil de una mata de aguacate.

Empleado del guardián que usando la cosa se causa un


daño

Empleado del Guardián usando la Cosa:

Se dice que el dueño sigue siendo guardián, a menos que pruebe que el accidente
se debió a una falta del encargado víctima.

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