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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD METROPOLITANA

FACULTAD DE CIENCIAS Y ARTES

ESCUELA DE PSICOLOGÍA

Monografía: Niños con enfermedades médicas


crónicas. Abordaje psicológico

Integrantes:
Daniela Bello
Valentina Cova
Caren Omaña

Caracas, 19 de junio de 2018.


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN……………………………………………………………3

CAPÍTULO 1. ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL ABORDAJE


PSICOLÓGICO EN NIÑOS CON ENFERMEDADES
CRÓNICAS……………………………………………………………………….....5

CAPÍTULO 2. ENFOQUE TEÓRICOS SOBRE LAS ENFERMEDADES


CRÓNICAS Y LA PSICOLOGÍA DE LA
SALUD…………………………………………………………………….………..8

2.1 Psicología de la
Salud……………………………………………………….…………………….……..8

2.2. Enfermedades
crónicas……………………………………………....………………………………10

2.3 Enfermedades crónicas en


niños………………………………………………………………………….……….11

2.3.1.1 Diabetes mellitus en


niños…………………………………………………………………………………..13

2.4.
Intervenciones……………………………………………………………………....14

2.4.1 Intervenciones en
niños…………………………………………………………………………………..15

CAPÍTULO 3. ANTECEDENTES DE INVESTIGACIONES SOBRE


ENFERMEDADES CRÓNICAS EN NIÑOS Y SU ABORDAJE
PSICOLÓGICO………………………………………………………………..…17-23

3.1. Investigaciones internacionales…………………………………....17

1
CONCLUSIONES………………………………………………………..24-25

REFERENCIAS…………………………………………………………..26-27

No se coloca el intervalo de páginas sino la página donde se inicia


cada apartado o subapartado

2
INTRODUCCIÓN

La psicología de la salud es “el desarrollo y aplicación de la teoría y la

competencia psicológica a las acciones del sistema de salud” (Stone, 1988, p.

20) Más tarde se ve definida por Rubio (2004) como el estudio científico de los

factores psicológicos relacionados con la promoción de la salud y la

prevención, tratamiento y rehabilitación de la enfermedad. Lo cierto es que

brinda estrategias en el manejo de las enfermedades y facilita el proceso de

adaptación a la misma.

Las enfermedades crónicas son un tema de interés para esta rama de la

psicología puesto que son condiciones físicas que van completamente de la

mano con la salud mental de la persona. Estas enfermedades traen

consecuencias que afectan la vida cotidiana de la persona y que de por sí, son

de difícil adaptación para un adulto con todos sus procesos cognitivos

desarrollados. Para un niño, el padecimiento de estas condiciones implica un

proceso de entendimiento y adaptación que debe llevarse con el mayor

acompañamiento posible por parte de un profesional de la salud.

Es un tema de gran importancia dentro del campo de la psicología

puesto que intenta abordar unos temas de gran complejidad que son de

impacto significativo dentro de la sociedad que se vive actualmente, se intenta

dar una respuesta a la relación que existe entre el bienestar físico y el bienestar

emocional. Asimismo, se plantea la influencia de los caracteres psicológicos del

3
individuo dentro de sus capacidades para adaptarse al padecimiento de

enfermedades crónicas.

En el presente trabajo se pretende recopilar información sobre las

enfermedades crónicas en la niñez y el abordaje psicológico pertinente en cada

uno de los casos. En el primer capítulo se establece sobre los antecedentes

históricos y este tema tratado en años anteriores, informando sobre el

surgimiento del interés en la psicología de la salud y en las enfermedades

crónicas. En el segundo capítulo se definen los conceptos que se consideran

relevantes para la investigación como: psicología de la salud, enfermedad

crónicas, intervenciones, entre otros. Con la finalidad de asegurar un mayor

entendimiento del tema. Por último, en el capítulo tres, se presentan las

investigaciones y análisis de investigaciones que puedan aportar sobre el tema

y corroborar su importancia dentro de la sociedad.

4
CAPÍTULO 1: ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL ABORDAJE PSICOLÓGICO EN
NIÑOS CON ENFERMEDADES CRÓNICOS

Simón (1995, citado en Vinaccia y Orozco, 2008) plantea que la salud de

un sujeto está directamente relacionada con su comportamiento, que se

encuentra condicionado por las características psicológicas del mismo. A pesar

de que en los principios de la humanidad no existían conceptos ni definiciones

para establecer con respecto a la salud mental en relación a la salud física y

que no existiera ningún experto capaz de explicar las enfermedades

psicosomáticas ni la influencia de las emociones sobre el ser humano.

Díaz (2010) expone que la relación entre la psicología y la medicina se

viene dando alrededor de los años 60 en donde se orientaba hacia el

tratamiento de la salud y las enfermedades mentales, de aquí nace la

psicología de la salud que poco a poco se fue abriendo su espacio propio de

estudio.

Calatayud (1998, p.88 citado en Díaz 2010) se conceptualiza como, la

psicología de la salud se dedica al estudio de los componentes subjetivos y de

comportamiento del proceso salud-enfermedad, interesado en aquellos

procesos psicológicos que participan en la determinación de un estado de

salud, proceso de la enfermedad, durante la enfermedad y las secuelas de las

mismas, también el estudio de aspectos interpersonales que tiene que ver, con

la atención médica, acciones útiles para promover la salud, prevención de

enfermedades, atención de secuelas en caso de que las haya y la adecuación

de los servicios.

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Las enfermedades han existido desde que existe el ser humano y sin

embargo el factor de cronicidad no se considera hasta más tarde cuando

gracias a los avances en la medicina, según establece Viniegra-Velázquez

(2005) con el incremento de la esperanza de vida promedio surgen estas

enfermedades como acompañantes cada vez más habituales en los seres

humanos desde la niñez hasta los últimos momentos de su vida.

Por otra parte, autores como Gómez y Sabeh (2001) plantean que el

interés por la calidad de vida ha existido desde tiempos inmemorables pero que

el concepto de la misma y la preocupación por su evaluación sistemática no fue

objeto de interés hasta las décadas de los 50 y 60. Mismas décadas en la que

emerge la relación entre la psicología y la medicina postuladas anteriormente

por Díaz.

Al pasar los años, el interés por estudiar la relación de la salud mental

con la salud física ha aumentado significativamente. Por otra parte, ha surgido

un interés particular dentro de esta área de salud en lo que refiere a las

enfermedades crónicas específicamente en la niñez.

Autores como Pérez (1997) se interesan por la manera en la que los

niños lidian con las enfermedades crónicas. En dichas investigaciones pudo

concluir la importancia de la terapia en niños que padecen estas

enfermedades. Así mismo, estableció la de que el niño conozca de qué se trata

su enfermedad y en hacerlo entender que ésta enfermedad no es su culpa. De

la misma manera, señaló la necesidad de trabajar con el niño mecanismos para

enfrentar el padecimiento de dichas afecciones.

6
A partir de este interés que han tomado autores como Johnson (1998)

se ha podido llegar a conclusiones relevantes con respecto a este tema, como

los procesos de adaptación necesarios en el niño y los procesos de

acompañamiento por parte de una persona especializada así como las teorías

sobre un shock emocional primario relacionado con la amenaza a la salud del

niño, por parte de los integrantes cercanos a la familia y un posterior proceso

de adaptación en el que se aprende a manejar la situación de una manera

óptima.

Así mismo, observaciones interesantes son hechas por parte de esta

autora, que plantea una relación con respecto a la capacidad de adaptarse

tanto de los niños como de los familiares: “Mientras más deteriorada se

encuentra la salud puede que el proceso de adaptación sea peor. Sin embargo,

es igualmente posible que al tener un proceso de adaptación malo, peor sea la

salud” (p. 33)

Johnson (1998) habla sobre la importancia de una terapia medida con

sensibilidad a las necesidades y capacidades del paciente y sobre cómo

requiere de nuestra atención. Por otra parte, plantea las distintas variables de

interés dentro del abordaje psicológico a niños con enfermedades crónicas,

como lo son: problemas de adaptación, reacciones dañinas por parte de

familiares, dolor e incomodidad por el tratamiento que se recibe, entre otros.

Mucho más tarde, Afanador (2007) habla sobre las emociones y los

comportamientos que ocurren en un niño que sufre una enfermedad crónica,

planteando que

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El niño que padece una enfermedad crónica corre el
riesgo de desarrollar problemas emocionales relacionados con
su enfermedad. A diferencia de los niños que sufren
enfermedades temporales, el niño con una enfermedad
crónica tiene que enfrentarse a la realidad de que la
enfermedad no va a quitársele y que hasta puede ponerse
peor.En algunos casos —y lo muestra la experiencia—, al
principio se niegan a creer que están enfermos y después
sienten culpa e ira. (p. 21)
Brindando una perspectiva sobre lo que es el pensamiento de un niño que

padece una enfermedad crónica, dando las razones por las cuales debe

tratarse con tanta delicadeza.

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CAPÍTULO 2: ENFOQUES TEÓRICOS SOBRE LAS ENFERMEDADES
CRÓNICAS Y LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD

2.1 Psicología de la Salud

La Psicología, conceptualizada por Morrison y Bennet (2008) es “una

ciencia que se puede definir como el estudio del comportamiento humano y

animal, que posteriormente pasó a aceptarse como el estudio científico del

funcionamiento mental y del comportamiento” (p. 28). El objetivo es

comprender, describir y explicar distintos aspectos de la mente humana y cómo

ésta funciona y en caso de que sea necesario y se encuentre dentro de las

facultades del psicólogo intervenir para controlar y cambiar dicho

comportamiento. Por otra parte, Stone (1998) establece que la psicología de la

salud pretende el desarrollo y aplicación de teorías y de competencias

psicológicas a las acciones del sistema de salud. Esta misma puede abordar

preguntas tales como por qué algunas personas se comportan de manera

saludable y otras no. (Morrison y Bennet, 2008).

Por lo tanto, una definición dada por los autores antes mencionados

respecto a esta, puede establecerse de la siguiente manera.

La psicología de la salud es el estudio de la salud, la

enfermedad y las prácticas sanitarias (profesionales y

personales) e intenta comprender, explicar y, a ser posible,

predecir, la conducta de salud y enfermedad para desarrollar

intervenciones eficaces a fin de reducir los costes físicos y

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emocionales de los comportamientos de riesgo y de la

enfermedad. (p. 35)

Matarazzo establece (citado en Morrison y Bennet, 2008) que los

objetivos de la psicología de la salud se pueden resumir en los siguientes:

- Promoción y mantenimiento de la salud.

- Mejora del sistema de salud.

- Prevención y tratamientos de enfermedades.

- Causas de las enfermedades, es decir, factores de riesgo,

vulnerabilidad, entre otros.

Matarazzo, Miller y Weiss (citado en Guadalupe y Becoña, 2000)

plantean que la salud está profundamente influenciada por nuestra conducta,

pensamientos y relaciones sociales. Este puede ser considerado el objeto de

estudio de la psicología de la salud. Además Wallston, Alagna, DeVellis y

DeVellis (citado en Guadalupe y Becoña, 2000) postulan que nuestros

sentimientos y emociones pueden tener efectos positivos o negativos en

nuestro bienestar físico.

2.2. Enfermedades Crónicas

Un área de particular interés en la psicología de la salud, son las

enfermedades crónicas, que son definidas por la Organización Mundial de la

Salud (citada en Vinaccia y Orozco, 2005) como “un trastorno orgánico de la

salud que obliga a una modificación de estilos de vida de la persona y que

tiende a persistir a lo largo de su vida”. Barquin (citado en Vinaccia y Orozco,

10
2005, p. 2) establece además, que estas enfermedades varían desde una

pérdida parcial de la vista o audición, hasta enfermedades cardiovasculares,

cáncer, enfermedades músculo-esqueléticas, diabetes, entre otras.

Estos padecimientos traen consigo distintas consecuencias para quienes

lo padecen. En muchas ocasiones provoca un deterioro emocional en el

individuo que la posee por el proceso de adaptación que esta conlleva y la

cantidad de emociones negativas que éste suscita. (Vinaccia y Orozco, 2005)

Existen evidencias de que las intervenciones psicológicas mejoran los

síntomas de los pacientes. Además, hoy día, se presentan teorías clínicas

útiles en la atención integral de personas con enfermedad crónica (Arrivillaga,

Correa y Salazar, 2007).

2.3 Enfermedades Crónicas en niños

Eiser (1996), Garralda (1994), Perrin y Shonkoff (2000) (citados en De

Castro y Moreno, 2007) plantean que Las enfermedades crónicas en niños son

un conjunto de dolencias que son, en su mayor parte progresivas y causan un

deterioro físico importante. Además, perjudican el desarrollo del niño y

requieren tratamientos dolorosos y largas hospitalizaciones.

Midence (citado en De Castro y Moreno, 2007) establece que para los

niños enfermos, enfrentar las tareas evolutivas necesarias para su desarrollo

es más complicado que las de un niño sano, por las propias limitaciones

fisiológicas que le impone su enfermedad. Es por esto que el trabajo de los

profesionales de la salud, según Aley (citado en De Castro y Moreno, 2007) el

11
trabajo de los profesionales de la salud es ayudar al niño enfermo a

desarrollarse de una manera óptima dentro de su situación y dentro de estas

limitaciones impuestas por su condición y no simplemente a atender su

enfermedad.

Dussan (2007) afirma que “la comprensión que el niño pueda lograr

sobre su enfermedad está determinada en gran parte por su desarrollo

cognitivo” (p. 182).

Palomo del Blanco (1995; citado en Dussan, 2007) plantea las diferentes

asociaciones del niño a la enfermedad crónica. Un niño en edad de preescolar

asocia la enfermedad con magia, en edad escolar ya pretenden explicarla

mediante la descripción de síntomas y no es hasta los 10 y 11 años que el niño

comprende la enfermedad y su repercusión interna, y posteriormente entre los

11 y los 12 comprende su papel en el enfrentamiento de esta enfermedad.

La condición de cronicidad de la enfermedad genera en el niño

respuestas de oposición a las limitaciones que esta le impone, manifestadas en

alteraciones de la conducta como inquietud, irritabilidad y negación a

someterse a los procesos médicos. Asimismo, se presentan un sentimiento de

pérdida de autonomía y de integridad corporal (Dussan, 2007). Ajuriaguerra y

Marcelli (1987) hablan de la enfermedad crónica en el adolescente y la pérdida

de independencia y de control que estos presentan, acompañados de un

sentimiento de vulnerabilidad que inhibe el proceso de establecimiento de

relaciones con iguales. (citado en Dussan, 2007)

12
“Las actividades sociales y escolares se ven interrumpidas con

frecuencia por las demandas de la enfermedad y el tratamiento” (Dussan, 2007,

p. 183).

El diagnóstico de una enfermedad crónica en el niño tiene un impacto

tanto en él como en su grupo familiar. Es un evento amenazante, que lo

expone a numerosas pérdidas físicas y emocionales. La comprensión que este

pueda tener de su enfermedad está determinada por su edad, desarrollo

cognitivo, dinámica familiar, entre otros aspectos (Dussan, 2007).

2.3.3 Diabetes mellitus en niños.

Arrivillaga et al. (2007) expone que “la diabetes mellitus es una

enfermedad sistémica, crónica, cuya característica bioquímica principal es la

hiperglicemia” (p. 85).

Vélez et al. (citado de Arrivillaga et al., 2007) establece que la diabetes

tipo I es mucho más frecuente en adolescentes de 15 años de edad. Dicha

enfermedad se manifiesta cuando el páncreas produce poca o no produce

insulina, esto no permite que la glucosa entre en las células, como

consecuencia la misma se acumula en la sangre.

La hiperglicemia causa daños en vasos sanguíneos, nervios y pueden

ocasionar otras patologías. Al no producir insulina los pacientes deben aplicarla

ellos mismos de manera exógena y seguir unos patrones de cuidado para

mantener la glicemia lo más cerca de lo normal y así prevenir mayores

complicaciones. El camino más apropiado para niños y adolescentes es que

13
tanto como el paciente como los padres cuenten con un equipo de

profesionales que los guíen, el grupo está conformado por un médico pediatra

endocrinológico, enferma, nutricionista, educador físico y el psicólogo.

2.4 Intervenciones

Ledón (2011) afirma que la intervención psicológica es aquella que se

lleva a cabo a través de técnicas pre -seleccionadas por parte de un profesional

acreditado con múltiples fines, algunos de ellos son: ayudar a otras personas a

comprender lo que les ocurre, mejorar sus capacidades interpersonales,

prevenir futuras complicaciones y/o enfermedades y ayudar, promover y

motivar a la superación del problema presentado.

Arrivillaga et al. (2007) afirma que “el psicólogo de la salud trabaja en la

educación de la vida y el paciente y la familia, con el objetivo de promover en él

una vida de mayor calidad” (p. 17).

Existen niveles de intervención: Individual, parejas, comunidades,

familias, grupos, etc. Estos no son excluyentes lo cual significa que podemos

combinar, por ejemplo, un tratamiento de pareja con asistencia individual.

Los tipos de intervenciones pueden ser muy variados por ejemplo está el

más común (paciente - doctor), pero existen muchísimos más que intervienen

tanto social, emocional y físicamente sobre el paciente. Las ocupaciones, la

14
familia, la pareja y sexualidad, son aspectos claves para el individuo, sobretodo

en situaciones graves ya sea en casos de enfermedad o momentos difíciles de

cualquier índole. Por ahora nos enfocaremos solo en las enfermedades

crónicas. (Ledón, 2011)

Es importante, abordar los impactos generados por las

enfermedades crónicas sobre las diferentes áreas de vida y

reflexionar sobre los ejes de significación subyacentes, partiendo

de reconocer la amplitud, variedad y heterogeneidad de las

experiencias de salud como experiencias sociales, y por tanto, sin

pretender generalizar, aún menos absolutizar. (Llanes, 2011)

2.4.1 Intervenciones en niños.

La intervención psicológica en niños, como lo plantean

Robles de Fabre, Jenkins y Fernández de Cerruti (1987; citado en

Dussan, 2007) depende de diversos factores, como lo son:

- El tipo de enfermedad que padece.

- Su edad.

- Su lugar en la familia.

- Posibilidad de acompañarle en su proceso por la

enfermedad.

La intervención psicológica en el niño debe estar orientada a

brindar apoyo emocional al niño, escucharle siempre que este lo necesite

y ayudarle en la elaboración de los duelos a causa de las pérdidas

15
permanentes asociadas a la enfermedad. Asimismo, la intervención

requiere que el niño resignifique su enfermedad y adquiera una mayor

comprensión de su diagnóstico y tratamiento, a través de información

clara que se encuentre en coherencia con su desarrollo cognitivo (Dussan,

2007).

Dussan (2007) establece que “un punto importante es lograr que el

niño se vea a sí mismo como un niño y no como un niño enfermo” (p.

184). De aquí la importancia en el acompañamiento del niño para el

retorno del mismo a sus actividades cotidianas. Se trata de pensar la

enfermedad como un elemento incorporado a la vida cotidiana del niño,

sobre el cual éste todavía tiene cierto grado de control.

El mismo autor expone que el manejo de la información resulta de

gran importancia, puesto que un manejo adecuado de la información

disminuye la angustia y proporciona sentimientos de competencia y

control frente a la enfermedad.

16
CAPÍTULO 3: ANTECEDENTES DE INVESTIGACIONES SOBRE

ENFERMEDADES CRÓNICAS EN NIÑOS Y SU ABORDAJE

PSICOLÓGICO

3.1. Investigaciones internacionales

Eccleston, Palermo, Fisher y Law (2012) en su investigación

exponen que el proceso de crianza de un niño con una enfermedad

crónica y potencialmente mortal puede traer consecuencias negativas,

sobre todo para los padres, la atención que requiere el niño es mayor, por

lo tanto algunas responsabilidades se vuelven mayores y el equilibro entre

el cuidado del niño, el trabajo y otras actividades se puede ver afectado,

todo esto puede traer como consecuencia, tristeza, más estrés, problemas

familiares y hasta un mal comportamiento por parte del niño, esto sin

contar el proceso de adaptación por el que tiene que pasar el niño ya que

vivir con la enfermedad crónica es un reto para él. En dicha investigación

se tomaron en cuenta 26 estudios con 6 enfermedades en las cuales

tenemos: trastornos dolorosos, cáncer, diabetes, asma, lesión cerebral

traumática y eccema y 4 tipos de terapias psicológicas, las cuales son:

terapia cognitivo-conductual, terapia familiar, terapia de solución en

problemas y terapia multisistémica. En temas a considerar están los

efectos que tiene sobre el paciente el tratamiento y cómo influye esto en

los padres, la crianza, la enfermedad, los síntomas del niño, antes y

después del tratamiento.

17
Las terapias psicológicas presentadas tuvieron distintos resultados,

la terapia cognitivo-conductual puede mejor síntomas físicos en el

pacientes, como la terapia de solución de problemas puede mejorar la

transición de los padres y la capacidad ante cualquier problema

presentado durante el tratamiento. Aunque se necesitan más estudios

para dar respuesta a cómo harían los padres para niños con

enfermedades prolongadas.

Las conclusiones en dicha investigación arrojaron que a pesar de

que en alguno casos estas terapias funcionan no hay pruebas sobre la

efectividad de las mismas en el seguimiento de la enfermedad. cada

terapia ha funcionado o para padres o para los pacientes. En el caso de

los padres las terapias ayudaron a la transición y al apoyo a sus hijos

atravesando el dolor de la enfermedad, y la inclusión de los padres en las

terapias de los niños también resultaron efectivas en donde los padres

toman nota de los datos importantes de la enfermedad así ellos saben por

las etapas por las que pasarán sus hijos y tendrán las herramientas para

afrontarlo de la mejor manera. Las terapias que se utilicen son las que

marcarán la pauta del desenvolvimiento del caso, también la actitud que

los participantes muestren ante la misma, una mejor recepción dará

mejores resultados, también hay que tomar en cuenta que dichas terapias

no van a resolver el problema, sólo darán herramientas para llevar la

enfermedad de una mejor manera y mantener la relación de la familia más

sólida, en donde los padres sean más comprensibles y pacientes y el niño

18
en cuestión no tenga sobre sus hombros más estrés y presión que el

necesario.

Por otro lado, la investigación de De Castro y Moreno (2007)

titulada Resiliencia en niños enfermos crónicos plantea la relación entre la

enfermedad crónica, el desarrollo infantil y la resiliencia, esta última

variable expuesta como una capacidad que se va desarrollando a lo largo

de los años de vida y que se convierte en una forma de confrontar

circunstancias adversas, como las enfermedades crónicas pediátricas, y

creando la capacidad de valorizar los aspectos positivos de la adaptación.

En este sentido, expresan que “la resiliencia es un concepto evolutivo y de

la salud que caracteriza los procesos dinámicos que facilitan la

organización e integración de la experiencia en modos de funcionamiento

adaptativos” (p. 82).

Así mismo, se describen factores de riesgo y de protección

implicados en la resiliencia para su uso terapéutico, donde dichos factores

protectores, se refieren a la alta autoestima y autoconcepto positivo,

capacidad de pensar y actuar independiente, habilidad de autoreflexión,

adaptación social, acompañada del apoyo del otro, es decir, una buena

calidad en sus relaciones sociales. Estos facilitan el proceso de percibir y

afrontar la situación de riesgo. Y, por otro lado, los factores de riesgos

pueden ser considerados como tal por la situación adversa que sea

percibida como tal desde la subjetividad de cada individuo. Sin embargo,

en términos generales, se consideran los obstáculos que puedan

19
aumentar la vulnerabilidad en el desarrollo del niño. Alguno de estos

factores son considerados por los autores desde su interacción y proceso

de desarrollo, y se describen como la prematuridad al nacer, la pobreza,

violencia, maltratos, pérdidas, entre otras.

Finalmente, se encontró como conclusión de dicha investigación

que a pesar de que los recursos personales, familiares y sociales que

dispone cada individuo resulte de gran influencia en el desarrollo de niños

que sufren enfermedades crónicas, no podría ser concluyente a la

resiliencia pues constituye todavía actualmente un desafío para una

aplicación práctica de los conocimientos ya adquiridos. Y así, plantean

que “el abordaje de la resiliencia empieza ahora a tomar forma, pero hay

mucho todavía por conocer” (pp. 85-86).

Por último, la investigación realizada por Alba (2012) titulada

Abordaje del niño con enfermedad crónica, la cual aborda la enfermedad

crónica, el proceso de adaptación del niño, las fases por las cuales pasará

la enfermedad, el cambio de la vida familiar, la importancia que tiene cada

uno de los integrantes de la familia al momento de enfrentar la

enfermedad, también toca aspectos negativos por los cuales pueden

pasar tanto el paciente como el núcleo familiar. Hay que tener en cuenta

que hay enfermedades crónicas que gracias a la tecnología se pueden

prevenir y un diagnóstico a tiempo puede cambiar el curso de la

enfermedad, también es muy importante el nivel de fusión que haya en la

familia, ya que existe un intercambio importante entre el paciente y su

20
familia, hay factores que pueden alterar esto como, las relaciones

disfuncionales, el modo de crianza de los padres si son muy

sobreprotectores o muy permisivos, la falta de conocimiento y el bajo nivel

socioeconómico pueden ser factores bandera para saber que dicho

entorno necesita una intervención psicológica para poder llevar el proceso

de la enfermedad de la mejor manera posible. Así mismo, la enfermedad

crónica pasa por tres fases importantes, la primera de crisis y de

adaptación de la enfermedad en la cual los roles de la familia cambian,

hay que adaptarse y aprender a vivir con la enfermedad, se debe

encontrar el equilibrio entre el niño enfermo su comportamiento y su

relación con el entorno, la segunda fase la fase crónica puede ser corta o

larga según el desarrollo de la enfermedad, aquí la familia vive un periodo

de reajuste y de asimilación de lo que puede ser la fase tres o fase

terminan en donde la familia tiene que vislumbrar un resultado fatal (que el

niño muera) o en caso de que la enfermedad no sea mortal el aprendizaje

para vivir con ella. El ciclo de la vida familiar va a cambiar al momento de

dar del diagnóstico de una enfermedad crónica, la familia va a pasar por

un proceso de negación en el cual se vive mucha tristeza y tratar de

buscar un culpable dentro del núcleo o fuera de él; principalmente se

culpa a un profesional médico, a quién te da el diagnóstico o a quien te

dice que dicha enfermedad no tiene una cura, al no encontrar un culpable

externo comienza el proceso de auto culpa, como en todo proceso de

adaptación pueden haber reacciones negativas, en las cuales se acepta la

enfermedad pero se bloquea todo lo que tenga que ver con ella,

21
emociones, problemas, procesos, con el desarrollo de la enfermedad la

familia va asumiendo lo que va pasando y cómo afrontarlo cada uno sabe

y cumple su rol dentro del ciclo familiar haciendo más fácil y más pacífica

la relación del enfermo con su entorno. El médico también juega un papel

muy importante en todo el proceso, el hecho de que no vea el niño sólo

como un cuerpo enfermo es muy importante, esto ayuda al proceso de

adaptación y hasta en aumentar la confianza entre el niño y su tratante, es

importante para el paciente que tomen en cuenta su dolor y que sea

tomado en cuenta por cada uno de los cambios que se han estado

manifestando en su vida desde el diagnóstico de la enfermedad.

Finalmente la investigación arrojó que siempre el proceso de una

enfermedad crónica será difícil de manejar, además al tratarse de niños el

cuidado es mayor, hay aspectos que por más que intenten no van a poder

entender, el niño pasa por un proceso de tener que madurar más rápido

para poder canalizar ciertas cosas que le está sucediendo. Por otra parte

la familia siempre jugará un papel fundamental en el diagnóstico, proceso

de adaptación, tratamiento y vislumbrar qué pasará con la enfermedad

crónica a dónde llevará al niño y cuál será el desenvolvimiento de la

misma; si esto funciona será más fácil detectar cualquier complicación en

su fase temprana de cualquier etapa de la enfermedad, también como ya

se dijo la relación con el médico, si la familia y el niño se consiguen con un

médico que los guíe, los entienda y por lo mismo el núcleo familiar confíe

en él, el desenvolvimiento será óptimo y los resultados más positivos.

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CONCLUSIONES

Finalmente la psicología de la salud y la enfermedad crónica van de la

mano, desde el siglo XX la psicología de la salud se ha ido abriendo paso en el

campo médico, siendo muy importante su intervención en ciertos casos. El

psicólogo se ha vuelto fundamental en el abordaje de ciertas situaciones

médicas ya que ayuda a la adaptación de la familia y del enfermo, el psicólogo

más que dar herramientas también escucha y brinda apoyo a lo largo de toda la

enfermedad.

Las enfermedades crónicas en niños son muy delicadas, al niño le

cuesta entender el por qué de lo que le está pasando y cómo superarlo, las

enfermedades más frecuentes son la diabetes, pero hay muchas otras que

afectan a los niños, es tado de cronicidad es muy importante ya que traerá

impedimentos de índole físicos o emocionales, que el niño debe aceptar e

incluir en su nueva vida. Por lo tanto la intervención psicológica es fundamental

en estos casos. Para la familia y para el niño es muy importante que alguien los

guíe en este proceso, porque es un momento de muchos cambios para todos,

cambian los roles, las responsabilidades y hasta la manera de ver a ese

miembro de la familia que ahora está pasando por un momento difícil y además

que no se sabe cuál será el resultado de ese proceso.

Como se expuso en las investigaciones internacionales es fundamental

la buena interacción de la familia, una familia más unida y sólida el proceso de

23
adaptación no será tan traumático y se podrá salir adelante y afrontar los

problemas de una manera más efectiva. Aunque hay que tener siempre en

cuenta que ningún tratamiento y ningún abordaje psicológico será 100%

efectivo, todo dependerá del caso y de la familia teniendo como punto

fundamental el entender los cambios que vendrán y que se podrá hacer muy

poco para cambiar la situación. En las intervenciones pudimos notar el papel

fundamental que juega la familia y el profesional médico que acompañe durante

el proceso, más allá de que el paciente deba aceptar su condición y vivir con

ella, el fuerte se encuentra en la familia, debido a que muchas terapias

brindadas a padres y familiares explican cómo ayudar al dolor del enfermo, a

controlarlo y minimizarlo, para finalizar como la familia acepte y reciba el

diagnóstico es lo que dará pie a cómo se desenvolverá las terapias y la

evolución del caso.

Por último es importante acotar que la prevención y el estar bien

informados siempre será fundamental en estos casos, una familia informada

siempre ayudará y sabrá afrontar de mejor manera las dificultades que pueda

encontrar en el camino, teniendo como norte mantener la tranquilidad del niño

ya que el final de una enfermedad crónica jamás será certera.

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REFERENCIAS

Alba, L (2012). Abordaje del niño con enfermedad crónica. [Visitado el 18 de


junio de 2018]. Recuperado de:
https://preventiva.wordpress.com/2012/11/11/abordaje-del-nino-con-
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Universitario de Integración en la Comunidad, Facultad de Psicología,
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