¿Cuál es la respuesta al problema o tarea matemática?

Pienso que exponer a los niños a las matemáticas a través de las experiencias cotidianas.
Los niños aprenden sobre el mundo y la vida a través de sus interacciones diarias con la
gente y los objetos (usando su mundo social y físico), debemos permitirles colaborar,
discutir, consultar, defender, preguntar, explicar, proponer frente a sus pares usando
ideas matemáticas así construirán su comprensión matemática a través de la interacción
social. De esta manera el niño/a tendrá la capacidad, destreza o habilidad de resolver una
tarea con éxito.

¿Cuáles son los conocimientos matemáticos en juego en la situación o tarea matemática?

El conocimiento matemático es una herramienta básica para la comprensión y manejo de

la realidad en que vivimos. El conocimiento del educando debe durar toda la vida por lo
que debemos permitir el desarrollo del pensamiento lógico en el o ella a través de
distintos medios de aplicaciones de las matemáticas aplicadas a la vida cotidiana
utilizando herramientas lúdicas o concretas pero que sean atractivas y motivadoras frente
a los ojos de nuestros estudiantes.

¿Cuáles son los conocimientos adquiridos que necesitan los niños y niñas para resolver la tarea matemática?

Conocimientos previos adquiridos a través de vivencias personales y de su entorno social

y cultural, a través de experiencias de aprendizaje significativas y lúdicas, contribuyendo
al desarrollo del pensamiento crítico y autónomo, Ayudar a las niñas y niños a modificar
sus puntos de vista sin dejar de lado el tiempo de enseñanza-aprendizaje de cada niño/a.

¿Cuáles son las posibles estrategias de los niños o niñas que podrían realizar?

Las matemáticas requieren habilidades para formular estrategias desde el comienzo Los
problemas matemáticos de lógica requieren de una estrategia para hacer que las palabras
clave coincidan con las operaciones, Las estrategias también son necesarias para la
organización de la información en diagramas, tablas y gráficos, y para saber qué parte de
un problema hay que resolver primero, teniendo siempre en cuenta que todos los niños
tienen su propio tiempo de aprendizaje. Capacidad para llevar a cabo una correcta
representación del problema y capacidad de planificación para dar solución al problema;
requisitos meta cognitivos, como la conciencia del propio proceso de solución, así como
las estrategias para controlar y supervisar su actuación; y condiciones afectivas como la
actitud favorable hacia las matemáticas, percepción de la importancia de la solución de
problemas o confianza en la propia habilidad.

¿Cuáles son las posibles dificultades que los niños y niñas pueden manifestar al realizar la situación o tarea
matemática?

Las posibles dificultades que se pueden presentar es la ofuscación al fracaso de parte de

alguno de ellos/as(Tendencia a la irritación o a manifestar excitación con facilidad), visto
generalmente en la resolución de problemas y es ahí como educadora que debemos
estar presentes en todo momento inspirándole confianza en su decisión y haciéndole ver
las posibles causas a través de diferentes tipos de aprendizaje algunos son más lentos
otros más avanzados, conocimientos matemáticos previos que sean débiles, si no
mantenemos el interés y la motivación en los niños a través de recursos de diferente
índole: manipulativos, juegos de mesa, digitales, etc. y trabajar de forma grupal, en
parejas, individualmente, será una posible dificultad para el niño o niña.

¿Cuáles son los posibles errores que podrían realizar los niños y niñas al resolver la situación o tarea

matemática?

A los niños les encanta aprender. Para ellos, aprender es tan natural como el respirar,

absorben todo que sucede a su alrededor. Aprenden a través del juego, a través del

comportamiento de otros y a través de experimentar ellos mismos. Cuando ellos/as se

sienten inseguros de su capacidades no se pueden concentrar para aprender y eso

provoca un posible error en la hora de resolver situaciones, pero siempre hay que tener

en cuenta que Los niños necesitan la libertad de cometer errores y hacer preguntas sin

temor a ser avergonzados o humillados. Las “fallas” y los errores enseñan tan bien

como los éxitos, siempre y cuando se respete al niño/a.