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vos esta su propia naturaleza, será en tal relación,


llamado espíritu actuo.
Siguiendo esto análisis elemental encontraremos
todavía, que el agento ó actor puedo aplicar su acti-
vidad para la obra, de un modo irregular, difícil é
imperfecto: 6 viceversa, de un modo fácil, ordenado
y cumplido; si á este último modo de producirse la
actividad lo llamamos por ahora arte, podremos decir
que la Literatura es un arte.
El término arte, envuelve el de ciencia, obligán-
donos por tanto á interrumpir nuestro análisis para
fijar bien el valor de ambos.

III.

Caracteres comunes y diferenciales del arte y de la


ciencia.

H e m o s dicho, que la actividad general compren-


de otras subactividades, (pensar, sentir, querer) sin
que entendamos, según lo dicho, que el espíritu se di-
vide en cada una de ellas, sino antes bien, compene-
trando cada una de estas actividades particulares to-
do lo que el espíritu es.
Pues bien; siendo una de estas actividades el pen-
sar, necesitará el pensar, como toda actividad, un
objeto á qué aplicarse y un actor que la aplique.
E l objeto del pensar es el conocer, y el actor el
espíritu, en esta relación, ó sea el que conoce. '
A h o r a bien; si el pensar compenetra y se aplica
á todo el espíritu, siendo una de sus propiedades la
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misma actividad, será susceptible esta propiedad de


ser conocida; y de hecho, todos reconocemos y aun
exigimos que así sea para reglarla y dirigirla.
Pero este conocimiento que do la actividad for-
mamos, puede ser oscuro, desordenado é irreflexivo;
ó por el contrario, verdadero, ordenado y reflexivo,
que es lo que constituye la ciencia.
Si pues, según lo dicho, la actividad reglada cons-
tituyo el arte y el conocimiento también reglado la
ciencia, tendremos, que el arte c o m o la ciencia deben
sujetarse á ciertas reglas, leyes ó exigencias para des-
arrollar su propia actividad, siendo por tanto la cien-
cia, en primer término, un arte y arte tan ineludible
y capital como el que más.
Fijos en esta nota común del arte y de la ciencia
podremos ahora añadir, recordando lo dicho anterior-
mente, primero, que la actividad se dirige al hacer,
y que lo hecho de cierto modo constituye el arte: se-
gundo, que el pensar, como actividad particular, se
refiere también al hacer y es en tal sentido un arte,
pasando solo á denominarse ciencia, en cuanto se sabe
el que obra de su propia actividad y del fin á que la
aplica, ó sea al conocer ( 1 ) .

(1) N o empieza la ciencia y el arte, la teoría y la práctica desde


u n a insoluble dualidad y c o m o hallándose de un l a d o el c o n o c e r y
de o t r o el h a c e r , y q u e d a n d o c o m o en un allende inasequible el paso
d e la una á la otra, sino que ambas esferas están del t o d o c o m p e n e -
t r a d a s , no dándose tal separación en la vida y siendo solo una abs-
t r a c c i ó n q u e nuestra limitada i n t e l i g e n c i a h a c e para su estudio, p e r o
que i m p o r t a r e c o n s t r u i r , afirmando q u e n o hay arte sin ciencia, n i
ciencia sin a r t e , y p o r t a n t o q u e 'es el c o n o c i m i e n t o , c o n o c i m i e n t o
a r t í s t i c o , c o m o el arte es, arte científico, ó en supuesto de tal. P o r
eso, aun los m i s m o s que miran c o n indiferencia, c u a n d o n o con d e s -
p r e c i o , la ciencia, creyéndola innecesaria para la vida, caen en la-
m e n t a b l e c o n t r a d i c c i ó n , t o m a n d o la vida m i s m a p o r ciencia; q u e no
o t r a cosa es erigir en ley y n o r m a de su c o n d u c t a y vida, su propia
esperiencia y sus propios desengaños.
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Según esto y reanudando nuestro análisis en el


punto que lo dejamos, tendremos; primero, que toda
actividad, por el mero hecho de tal, no es artística, y
así la llamada vulgar ó común, que obra á impulsos
do un conocimiento vago, desordenado é irreflexivOj
no merece el nombre de tal: segundo, que la activi-
dad reflexiva y sistemática, hija, no de la esperiencia
y de las circunstancias que nos rodean, sino de la ra-
zón y de la realidad de las cosas, es la única que se de-
nomina artística y la que exige todo arte; y tercero,
que no pudiendo la actividad ser artística sino á con-
dición de conocer su propia naturaleza y fin, lo cual,
según lo dicho, es obra de la ciencia; será todo arte
eminentemente científico, y recíprocamente toda cien-
cia eminentemente artística.
Resumiendo la doctrina espuesta, y como natural
consecuencia de la misma, vamos á fijar el valor de
algunos términos que son necesarios para precisar el
concepto del arte.

IV.

Explicación de los términos que el arte envuelve


y concepto de la Literatura.

F á c i l nos será por lo dicho, comprender que hay


una esfera en la vida en que todo se mueve, cambia
y modifica, cual es la de los actos que todos los dias
ejecutamos; y otra que queda siempre la misma, per-
manente, innagotablc; la cual constituye nuestra pro-
pia naturaleza.
También es fácil comprender, pues así lo declara
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el sentido común, que n o está en nuestra mano alte-


rar ni variar dicha naturaleza de las cosas; como t a m -
bién que, por muchos que sean los actos que en la
vida efectuemos, ni acaba la posibilidad de otros y
otros mas, ni deja por eso de ser nuestra naturaleza
innagotablo é invariable en medio de tan prodigioso
y succesivo obrar.
Dando los nombres establecidos para señalar las
diferentes relaciones en' que nuestra naturaleza per-
manente se dá con los actos ú hechos de la vida ten-
dremos:
Que lo invariable y permanente en cuanto mira y
preside nuestros movibles y variados actos, se llama
en esta relación ley (1).
Quo lo invariable y permanente en cuanto aparece
reflejado en un estado ú obra humana constituye su
propia belleza. Así la actividad artística es bella por
cuanto obrando conforme á las leyes del objeto,
muestra de algun modo el orden é interior orgaoi m o
del mismo objeto (2).
Que lo mismo invariable y permanente, ó sea nues-
tra propia naturaleza en cuanto conforma con los ac-
tos, se llama bien.
Y que el bien en cuanto es propuesto por la acti-
vidad para hacerle efectivo ó realizarle, so llama fin.

(1) C o n sola esta indicación, cabe apreciar el error de t o m a r


las leyes del hacer y del c o n o c e r y j u n t a m e n t e las leyes ó reglas
literarias c o m o creadas, y por lo m i s m o impuestas por este ó aquel
científico ó literato, c u a n d o por el contrario, es la ley la que se i m -
p o n e al sabio c o m o al i g n o r a n t e , al débil, c o m o al poderoso; por l o
m i s m o q u e su f u n d a m e n t o está por cima de esta ó aquella i n d i -
vidualidad.
( 2 ) N o t a r e m o s de paso que la actividad artística á q u e n o s
r e f e r i m o s es bella, siendo por t a n t o , t o d o arte en sí bello; p e r o es-
t a b e l l e z a -formal de la actividad, no hay que confundirla c o n la
belleza p r o p i a y Eustantiva que es u n o de los fines del arte literario.
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Esplicados los términos anteriores, podremos ya


definir el arte, diciendo que es la bella y sistemática
actividad del espíritu, determinada según ley y dirigida
á un fin; y artista, aquel quo posee actitud y facilidad
para desarrollar su actividad conforme á dichas exi-
gencias.
Cual sea el fin ó fines del arte corresponde á la
division del mismo, ó sea al plan.
Teniendo ya el concepto general del arte, podemos
ahora decir que la Literatura es un arte; mas hallán-
dose limitado.este arte por su medio de espresion, ó sea
la palabra, diremos, que la Literatura es el Arte li-
terario.
Mas la palabra, como medio de espre.sion de un
arte, debe conformarse con la propia naturaleza del
arto, no siendo por lo mismo, palabra vulgar y c o -
mún, sino adecuada al fondo, y por lo tanto, palabra
artistica.
Aplicando esta última nota al concepto de la L i -
teratura, diremos; que es la habilidad que el espíritu
alcanza para desarrollar su bella y sistemática activi-
dad, conforme á la ley y fin del objeto, y mediante ar-
tística palabra.
Y pues el primer término de esta definición c o m -
prende lo que se llama arte, podremos formular mas
brevemente el coacepto de la Literatura, diciendo que
es el arte cuyo medio de espresion es la palabra: con es-
to, queda fijado el concepto de nuestra asignatura (1).

(1) P o r si a l g u n o mirase c o m o cosa de p o c o interés la dife-


rencia de este c o n c e p t o c o m p a r a d o con el que se desprende del d e
la e t i m o l o g í a de la palabra R e t ó r i c a , ó sea el de arte de hablar; d i -
r e m o s solo, que en este ú l t i m o c o n c e p t o , el fin del arte es hablar
bien, y en el c o n c e p t o por nosotros apuntado, la palabra es solo el
m e d i o d e que el artista se vale para espresar t o d o lo q u e h e m o s
d i c h o y diremos c o n s t i t u y e el í o n d o de la o b r a literaria.
CAPITULO I I

PLAN DE LA LITERATURA.

I.
Modo de conocimiento aplicado á, la Literatura y límite
de su o b j e t o .

Indagado ya el objeto de nuestra asignatura, si-


gue, según la exigencia señalada en la Introducción,
conocer el interior contenido de este mismo objeto, ó
sea desarrollar el plan.
Antes de esto, y pues tratamos de conocer todo el
contenido de esta asignatura, necesitamos ver qué
clase de conocimiento es el que nos proponemos al-
canzar; si el ordinario y común de la vida, ineficaz
casi siempre para la misma, ó el mas completo y el
único capaz de dirigirnos, ó sea el conocimiento cien-
tífico.
Fácilmente puede comprenderse por lo diebo al
hacer la distinción de ciencia y arte, que solo éste ú l -
timo puede servirnos; así que espóndremos sumaria-
mente sus caracteres distintivos conforme hicimos al
tratar de la actividad común y de la artística.
Los caracteres que distinguen el conocimiento
científico son los siguientes. Primero, que los dos tér-
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minos que componen el conocimiento (objeto y sujeto)


concuerden entre sí, á cuya cualidad se dá el n o m -
bre de verdad. Segundo, que el que conoce (sujeto)
encuentre de algun modo en su conciencia, ó en sí
mismo, el objeto que intenta conocer, á lo que llama-
mos reflexion. Tercero, que el conocimiento adquirido
no se pruebe en otro ú otros conocimientos en serie,
lo cual es esquivar la prueba, sino en la unidad del
objeto mismo que es lo que constituye la evidencia. Y
cuarto y último, que los conocimientos científicos se
ordenen en razón de la unidad del objeto (1) en la
que únicamente pueden sostenerse y explicarse las
partes, propiedades y relaciones que orgánicamente
componen dicho objeto, en lo cual consiste el sistema,
que es la forma de la ciencia.
En resumen; verdad, en la conformidad de los tér-
minos del conocimiento; reflexion, de parte dol que c o -
noce; evidencia, en la relación misma del conocimien-
to, y sistema, como forma del conocimiento análoga á
la del objeto; talos son las condiciones de la ciencia
que podremos ahora definir, sistema de verdades evi-
dentes formado en propia reflexion.
N o siendo el conocimiento común sino el científi-
co el que hay que aplicar al estudio del arle literario,

(1) Es o p i n i o n muy arraigada la de afirmar que n o nos es


posible c o n o c e r los objetos en su totalidad, c o n c r e t á n d o s e nuestra
inteligencia al c o n o c i m i e n t o de las partes y á la inducción que s o -
bre ellas opera el r a c i o c i n i o . D e j a n d o a r g u m e n t o s que n o s aparta-
rían de nuestro o b j e t o , y corresponden á o t r o linaje d e estudios,
séanos l í c i t o c o n d e n s a r esta cuestión en el siguiente e j e m p l o . D e s -
c o m p ó n g a s e una mesa en c i e n t o ó mas piezas, y dése p a r a ser c o -
nocida á q u i e n nunca haya v i s t o una mesa; ¿el estudio de esas p a r -
tes le dará j a m á s idea de la mesa?
P o r o t r o lado, si las partes reciben su valor del t o d o del q u e
tales partes s o n ; siendo h i p o t é t i c o el c o n o c i m i e n t o de este t o d o , á
qué q u e d a reducida la ciencia? cuando mas, á uu m e r o j u e g o i n t e -
lectual que no valdria el trabajo que c u e s t a .
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y pudiéndose referir dicho conocimiento lo mismo en


la Literatura que en todo objeto, ya á lo que tiene de
permanente, (Filosofía) ya á lo .que-^presenta como
variable, (Historia) ya por íln á la relación en que lo
variable se dá con lo permanente; (Filosofía de la
Historia) importa señalar el límite de nuestra inves-
tigación que solo se refiere á la primera clase de c o -
nocimiento, (Literatura filosófica) dejando fuera de
nuestro estudio, así la parte Histórica, como la F i l o -
sófico-Histórica de la Literatura.
Pasemos á desarrollar el plan conforme á las exi-
gencias científicas señaladas.

II.
Modo de desarrollar el plan de toda obra científica
ó artística, y puntos capitales que comprende el de nuestro
estudio.

L a primera exigencia y la mas capital, es que el


plan debe formarse y desarrollarse en vista solo del
objeto ( 1 ) : por tanto, conocido ya este, y vistos los
términos que entran en su formación podemos inten-
tar su desarrollo.
E l objeto de la Literatura, es el conocimiento del
arte literario. Ahora bien, sabido lo que éste es, se
tiene trazado el plan.

( 1 ) N o es el plan c o m o ordinariamente se e n t i e n d e , o b r a d e l
científico, de tal m o d o que p u e d a éste l i b r e m e n t e y por mera o p i -
nion individual dividir, relacionar y clasificar: p o r tal c a m i n o se
i n t r o d u c e en la ciencia la mas c o m p l e t a anarquía. B u e n a p r u e b a
es de ello la n i n g u n a analogía q u e g u a r d a n entre sí los índices d e
obras científicas que versan sobre el m i s m o o b j e t o .
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Los términos encontrados al estudiar el arte lian


sido, en primer lugar y como el mas comprensivo, la
actividad, y en ellg. la actividad artística cuyo fácil
ejercicio constituye el arte.
A su vez, y como término capital que la actividad
recorre, hemos hallado; de un lado lo factible ó la ma-
teria á que la actividad se aplica, y de otro, la obra
como resultado de su aplicación.
Mas también hemos visto que el actor no puede
alterar ni variar la naturaleza de lo factible sino que '
por el contrario, esta se 'erige en ley, regla ó precepto
para el mismo, basta tal punto que la obra es mas
perfecta, á medida que conviene y se ajusta mas á la
naturaleza de lo factible.
L o factible, como el fondo ó asunto de toda obra
literaria, y la obra como espresion mas ó menos per-
fecta de la naturaleza de lo factible, serán las dos
partes en que dividiremos nuestro trabajo.
Con esto habremos cumplido nuestra exigencia de
•estudiar el objeto en su unidad, en su interior varie-
dad, y en su armónica composición.
La 1. parte, ó la que se refiere ala unidad, estu-
a

dia el objeto en su totalidad, y presenta con esto á la


consideración del científico los términos totales que
comprende. L a 2 . , que se refiere á la variedad, estu-
a

dia el interior contenido de dicho objeto analizando


cada uno de los términos totales señalados en la pri-
mera parte, Y en la 3. , que se refiere á la armónica
a

composición, el artista, con propio conocimiento de


lo uno y vario del objeto, forma la obra, que solo será
artística, en cuanto conforme con lo estudiado y pres-
crito en la primera y segunda parte.
L a primera parte, estudia el arte en general como
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precedente necesario para la formación del concepto


del arte literario, concepto que á su vez impone el
plan, y señala las relaciones, fuentes de conocimiento
y método que hemos de seguir en su estudio. Esta
parte se titulará Parte General.
L a segunda que denominaremos Especial y que
estudia los elementos que constituyen toda obra lite-
raria, comprenderá las tres secciones siguientes: 1. a

L o factible ó lo espresado en toda obra literaria: 2 . a


El
medio de espresion ó la forma literaria de l o factible
ó sea el lenguaje, y 3. a
L a union y composición de lo-
factible y la forma, ó sea la espresion.
L a 3. a
que llamaremos Parte constructiva, com-
prenderá también tres secciones íntimamente relacio-
nadas con las tres de la 2 . a
parte. L a 1. , trata del
a

poder ó actividad del artista literario para entresacar


de lo factible el ideal de su obra y se titulará el ar-
tista. L a 2 . , de la forma con que el artista reviste
a

ó espresa su ideal, ó sea el material artístico literario.


Y la 3. , de los géneros literarios que en conformidad
a

con los fines reales y formales de la vida cultiva la


Literatura, ó sea la obra literaria.
Sirva el siguiente cuadro para facilitar la inteli-
gencia del plan de la Literatura.
¡ 1." L o f a c t i b l e ó l o E x p r e s a -
do.—Fondo.

i Elementos que
2.° L a f o r m a d e E x p r e s i ó n .
PAUTE ESPECIAL. < c o n s t i t u y e n la o -
-Lenguaje.
( b r a literaria.

3. U n i o n d e F o n d o y f o r m a .
Concepto. - E x p r e s i ó n ó Estilo.

Plan.

Relaciones.

Fuente.

l . ° E l q u e p r o d u c e la o b r a .
Método.
-Artista.

La composición ! 2.° E l m a t e r i a l artístico.—


PAUTE CONSTRUCTIVA.
literaria. 1 Ejecución.

3.° E l r e s u l t a d o . — Obra li-


teraria.

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