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.-Existes, patria, sobre los temores/_y arde tu corazén de fuego y fragua/ hoy, fentre carceleror y trxidores,/ ayer, entre lot muros de Rancagua. Pero saldrés al aire a la alegria,/ saldrés del duclo de estas agonias,/ y de esta su ‘mergida primavera,...” Pablo Neruda (1947)* “Trabajadores de cai patria: tengo fe en Chile y su destino, Superarin otros home bres este momento gris y amargo, donde Ia traicién pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho mis temprano que tarde, se abririn las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir tuna sociedad mejor...” Salvador Allende (11 de septiembre de 1973" EL FASCISMO CHILENO, LECCION PARA LATINOAMERICA Fernando CARMONA Fascismo 0 socialismo “,..¥ precisamente, para enfrentar esta presencia combativa del Pueblo que cuestiona, no ya a los hombres que la oligarquia pone en el gobierno, sino a la oligarquia misma, los duefios del pais apelan + El soneto clisico al que corresponden los versos del epfgrafe —forma oética raramente utilizada por este giganie de Je lirica univertal— fue tne reso originalmente en [a publicacién periédica Unidad, de Santiago de Chile, en diciembre de 1947, El texto fue copiado de Excelsior, Suplemento Cultural Diorama de la Cultuya, México, domingo 30 de septiembre de 1973, p. 15, fdicién de homenaje a Panto Nexvpa, fallecido en una clinica de Santiago diay después del golpe fascista contra el gobierno de Salvador Allende, no sin sufrie la dltima de Jas persecuciones que afaden tanto brillo a su vida, ## Del texto del sltimo mensaje radiado por Salvador Allende desde of palacio de la Moneda 2 la poblaciin chifena, horas antes de caer bajo las alat del ejército golpista. Tomado del discurso del primer ministro de Guba, comandante Frmmt Castro Ruz, en el acto de solidaridad con el pueblo chileno y de homenaje péstumo al presidente Allende, celebrado en, La Habana el 26 de septiembre de 1973. Cf. “La conducta ejemplar del pre- 70 PRODLEMAS DEL DESARROLLO al fascismo, habilitando los estadios deportivos como cérceles, ame- trallando manifestaciones, asesinando en las calles. Por eso es que el fascismo es una nueva forma de violencia contra el pueblo”? Lo anterior, que pudiera perfectamente corresponder a una de las cente- nares de denuncias publicadas en todas partes desde el 11 de sep- tiembre de 1973, sobre la significacién de los hechos trégicos que pro- yectan su sombra ominosa sobre América Latina, los paises del ‘“Ter- cer Mundo” —y, en verdad, sobre el planeta entero— a partir del golpe fascista que cancelé la via CHILENA AL SOCIALISMO, no esté re- ferido a Chile sino al Uruguay, otra nacién latinoamericana que du- rante décadas ostenté, y no sin fundamento, una aureola democratic —la “Suiza de América” — que el 27 de junio anterior, con el auto- golpe del gobierno de Bordaberry cayé en la dictadura fascista, ya sin tapujos, bajo el embate coaligado de la burguesia criolla y el impe- rialismo extranjero, con el ejército y Ia policia neocoloniales como instrumento principal y con el apoyo de masas de amplios sectores de la pequefia burguesia, y otras “capas medias” de la poblacién, asi como sectores amplios del proletariado lumpen. En un lapso de dos afios, desde agosto de 1971, el fascismo ha impuesto su férula en tres paises sudamericanos: Bolivia, Uruguay y Chile, Antes, en Brasil, convertido en bastién “subimperialista” por obra y gracia de su moderna “clase empresarial” y las empresas “mul- tinacionales” —como es obvio, principalmente las estadunidenses— ridente Allende destroys moralmente al fascisme en Chile”, Granma, Resi men Semanal, La Habana, aio 1, No. 40, 7 de octubre de 1973, p. 3. 1 Véase la transcripcién de El Correo “Tupamaro, en “Uruguay, vuelven os Tupamaros”, Chile Hoy, Santiago de Chile, aiio’u, No. 61, semanz del 10 al 16 de agosto de 1973, p. 19. Entre otros trabajos, el libro’de Eovakno Gatzano, Lar venar abiertas de América Latina, Siglo Veintixno Editores, ‘México, 1971, 1a. ed., permite entender las tendencias fascistizantes no sblo en ‘Uruguay sino en Chile y Latinoamérica toda. 7 Panto Nenupa dejé para la posteridad su denuncia péstuma contra: el sgolpe militar en los siguientes versos: “Nixon, Frei y Pinochet/ hasta hoy, hhasta este amargo/ mes de septiembre/ del aflo 1973/ con Bordaberry,/ Garrastazs y Binaer/ hienas voraces/ de nuestra historia, roedores/ de Jas banderas conquistadas/ con tanta sangre y tanto fuego,/ encharcados en sus haciendas,/ depredadores infernales,/ sftrapas mil veces vendidos/ y vende- ores, aztzados/ por los lobos de ‘Nueva York./ Méquinas hambrientas de Aélares,/ manchadas en el sactficio/ de sus pueblos martirizados,/ prosti- tuidos mercaderes/ del pan y el aire americanos,/ eenegales verdugos, piara/ de prostibularios caciques,/ sin otta ley que la tortura/ y el hambre azotada del pueblo” Este poema, “Las Satrapias”, divulgado el 15 de septiembre de 1973, fue reproducide por el diario vespertino EI Mundo, de Caracas el 20 de septiembre; Excelsior, México, 21 de septiembre de 1973, EL PASCISMO CHILENO n de la “dictablanda” que, en varios aspectos, siguié al golpe militar ‘mas 0 menos tradicional contra el gobierno de Goulart en 1964, qui- 74 hasta 1968, en los tltimos afios se habia pasado a una mis franca dictadura, en un proceso en el que son patentes los elementos de una reciente fascistizacién: proscripcién de partidos y organizaciones po- Iiticas marxistas y aun liberales; eliminacién de reglas de la democra- ‘cia burguesa para el cotejo politico de fuerzas sociales; corporativiza- cidn creciente de los diversos sectores econémicos y sociales; fortaleci- miento totalitario del capitalismo de estado y de los monopolios na- cionales e internacionales; chovinismo, anticomunismo y militarismo ¥ por supuesto, el control de universidades, la persecucién de inte- lectuales y la delacién, el terror y la tortura de sospechosos y de opo- sitores como método politico permanente, generalizado y “normal”. Por lo demés, en mayor o menor medida tales ingredientes se en- cuentran en los otros paises de Latinoamérica, con la consabida ex- cepcién de Cuba, lo mismo en los pocos que atin tienen gobiernos ci- vviles que en los muchos con gobiernos militares,* como también se encuentran en casi todo el mundo capitalista, en tanto que son ele- mentos engendrados por el propio sistema, sobre todo en su etapa ‘monopélica, en la cual ademés de la incontenible concentracién del poder econémico y politico,* las burguesias —la metropolitana he- geménica y la nacional dominada— se ven obligadas a enfrentarse a Ta alternativa socialista que en nuestra América dejé de ser una mera hipétesis o un simple ideal, para convertirse en un hecho his- térico concreto desde el triunfo de la Revolucién Cubana, plenamen- te consolidado ahora, quince afios después, Més atin, como una in- mediata reaccién al golpe contra el gobierno constitucional de la Unidad Popular en Chile, los jefes de los gobiernos de Argentina y Peri se apresuraron a ratificar su “antimarxismo”,? avaldndolo con De hecho, en estos momentos (principios de noviembre de 1973) sélo restan en América Latina cuatro gobiernos —Costa Rica, Colombia, México y Venesuela— no jefaturados directamente por militares (coroneles, generales 0 “‘enientes generales"), 0 en que éstos no jueyan un papel sui generis, como se le denomina en un articulo publicado en Argentina antes del golpe contra tl gobierno de la ur en Chile, a la situacién de la Dominicana, Bl Salvador, ‘Guatemala, Haiti, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Uruguay: “De dieciocho fe quedé con s6lo diez”, reproducido en Excelsior, México, seccién “Pensa- micnto Tberoamericano”,'23 de septiembre de 1973. {Entre ottos estudios sobre las bases monopolistas del fascismo europeo véase Maxine Y, Sweezy, La economia nacionaliocialista, Fondo de Cultura conbmica, México, 1944, Véase también el excelente estudio de R. Pause Durr, Fascism and social revolution, Martin Lawrence Ltd., Londres, 1954. T Como se sabe, en Argentina se desaté una verdadera caceria de brujas 72 PROBLEMAS DEL DESARROLLO actos bien concretos. Estos hechos dan base @ la siguiente del sociélogo brasilefio Theotonio Dos Santos: “la posibilidad de supervivencia del capitalismo latinoamericano s6lo podré ser efectiva a través de gobiernos de fuerza con apoyo en un sector importante de las clases medias, .. cimentados por el gran capital internacional incrustado en su interior”, ‘De ahf la dimensién latinoamericana de la dramética experien- cia chilena, Mayor ain que cuando Chile empesé a lamar la aten- cién mundial con el triunfo electoral el 4 de septiembre de 1970, reconocido entonces por Ia burguesia chilena transitoriamente di dida, y la instalacién del gobierno presidido por Salvador Allende el 4 de noviembre siguiente, por supuesto no sin que durante esos “se- senta dias més largos” se hicieran presentes las evidencias cruentas y crudas de la conspiracién imperialista y capitalista para impedir el Acceso institucional, a un segmento del Estado, de las fuerzas socialis- tas de Ia up," hechos que dan comienzo, por primera vez.en la histo- ia universal, a un intento de trénsito constitucional y pacifico al so- ialismo (relativamente incruento, electoral-parlamentario, conservan- do précticamente intactos el aparato burocratico, el ejército, la pren- say las demés instituciones y libertades burguesas). Esta posibilidad ‘que no perdona ni a probades intelectuales, funcionarios y dirigentes pero- nistas, En Perd, entre otras cosas, se expatrié a los socidlogos Anibal Quijano ¥ Julio Cotler (véase a seocién Documentos y Reuniones de esta edicién de PROBLEMAS DEL DESARROLLO). © Titzoroxio Dos Santos, Socialiemo 0 fascismo, el nuevo cardcter de la dependencia 7 el dilema latinoamericano, Ediciones Prensa Latinoamericana, Santiago de Chile, 1972, Se trata de una segunda edicién revisada y actuali- zada de dot trabajos antes publicados separadamente. Debe sefialarie que la junta militar chilena, durante 7 semanas al momento de entregar a prensa el presente articulo, ha negado el salvoconducto a Dos Santos, asilado en Ja embajada de Panam en Santiago. ¥ Recuérdense las denuncias publicadas por la prensa norteamericanay ‘mundial sobre las manipulaciones de Ja rrr y la cia para impedir el triunfo y/o el acceso de la Unidad Popular al gobierno. Entre el triunfo electoral de] 4 de septiembre y el 24 de octubre, cuando el Congreso Pleno ratificé dicho triunfo de Allende, ex decir, durante el Iapso bautizade por la uP como el de los “‘cineuenta dias més largos”, se produjeron dos intentos de asesinar al propio presidente electo, se mulliplicaron los atentados terroristas, estuvo '8 punto de ser volado el aeropuesto internacional de Santiago, se tratd de provocar el pinico financiero desde el gobierno de Frei y desde las asocia~ ciones empresariales, y se legé al extremo del asesinato del comandante en jefe del Ejércto, el general constitucionalista René Schneider, con el propé- sito de incitar a un golpe armado que impidiera la toma del gobiemo por las fuerear populares, Véase Récis Dusnay, Conversacién con Allende, Sigho ‘Veintiuno Editores, México, 1971, Ia. ed., pp. 04-89. EL FASCISMO CHILENO 3 no era resultado de una lucha armada obrero-campesina como en las revoluciones triunfantes de Rusia, China y Cuba, ni consecuencia directa de guerras internacionales como las de Corea y Vietnam del Norte (0 bien los regimenes socialistas de Europa Oriental, 0 los mas remotos intentos de la Comuna de Paris que abre el nuevo ciclo t6rico de la humanidad y los intentos derrotados por la fuerza bruta en Finlandia, Austria, ia repiblica Weimar y Hungria en 1918- 1920),* sino fruto de las irrepetibles peculiaridades del proceso his- térico chileno, Se explica asi que Fidel Castro caracterizara este hecho singular en Santiago de Chile, ante un vasto auditorio de la Unidad Popular, con las siguientes palabras: Hiemos venido a aprender en un proceso vivo. Hemos venido a apren- der cémo se comportan las leer de Ia sociedad humana. Hemos venido 2 ver algo extrordinario: en Chile cath ocuriendo un proces ‘nico, Algo més que ‘nico: jims6uro!, im¥s6ssr0! .. Un proceso de carn bio. donde lor revolucionarios tratan de llevar adelante los cambios pacificamente. Un proceso tnico, pricticamente el primero en la ise foria de le humanidad —no'decimos en la historia de las sociedades contemporinear—, ..+ donde ttatan de levar a cabo el proceso revolie onario por los cinoses legales y consivucionales, mediante lat propias leyes establecidas por la sociedad o por el sistema reaccionari, «+ .tne- diante las propias formar que los explotadores crearon para mantener tu dominacién de clase Este proceso histéricamente inédito hasta entonces, en lo funda- mental posible a través de largas luchas populares, desde el 11 de septiembre de 1973 tomé cauces éditos: los cauces del derrocamiento por la fuerza de los gobiernos y la represin sangrienta de los movi- mientos populares cuyos avances, en un proceso de agudizacién extre- ma de la lucha de clases, habian puesto en peligro la subsistencia del régimen capitalista mismo, y la sustitucién de gobiemos socialis- tas, antimperialistas 0 democriticoburgueses por otros de corte fascis- ta o simplemente despéticos, que apuntalan a los monopolios nacio- nales e internacionales y al régimen burgués a punto del derrumbe. ©R, Pauwe Durr, World Politics 1918-1936, Victor Gollant Lid, Londres, 1936, cap. any Fascism and social revolution, of. cit. caps. 1, V, wry vi “Discurso pronunciado por el comandante Frost. Castro Ruz, primer ministro del Gobiemo Revolucionario ¥ primer secretatio del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en el acto de despedida que le brindé el pueblo de Chile en el Estadio Nacional, 2 de diciembre de 1971,

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