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Facultad de Ciencias Sociales

Carrera de Sociología
Colonialidad y Construcción de la Sociedad
Profesor: Fabián García González

El gran debate entre Fray Bartolomé de las Casas (1474-1566)


y Juan Ginés de Sepúlveda (1490-1573)

Juan Ginés de Sepúlveda

Prólogo del doctor Sepúlveda a los señores de la Congregación Ilustrísimos y muy magníficos
señores: Pues que vuestras señorías y mercedes como jueces han oído al señor obispo de Chiapa cinco
o seis días mientras leía el libro en que muchos años se ha ocupado y coflegido todas las razones
inventadas por sí y por otros, para probar que la conquista de Indias es injusta, sojuzgando primero
los bárbaros y después predicándoles el Evangelio, que es la forma que nuestros reyes y nación,
conformándose con la bulla y concesión del papa Alejandro sexto han tenido hasta agora

[Los indios] no sólo carecen de cultura, sino que ni siquiera usan o conocen las letras ni conservan
monumentos de su historia …carecen de leyes escritas y tienen instituciones y costumbres bárbaras

A lo que dice que estos indios no son bárbaros para que por ello puedan ser forzados a que obedezcan
a los prudentes y humanos, pues no se pueden decir bárbaros los que tienen ciudades y policía; digo
que bárbaros se entiende (como dice Santo Tomás, I, Politicorum, lectión prima) los que no viven
conforme a la razón natural y tienen costumbres malas públicamente entre ellos aprobadas; ora esto
les venga por falta de la religión, donde los hombres se crían brutales, ora por malas costumbres y
falta de buena doctrina y castigo. Pues ser estos hombres de poca capacidad y de pravas costumbres,
pruébase por dicho de casi todos los que de allá vienen

Yo no mantengo que los Bárbaros sean reducidos a la esclavitud, sino solamente que deban ser
sometidos a nuestro mandato;no mantengo el que debamos privarles de sus bienes, sino únicamente
someterlos sin cometer contra ellos actos de injusticia alguna; no mantengo que debamos abusar de
nuestro dominio, sino más bien que éste sea noble, cortés y útil para ellos. Así, primeramente,
debemos arrancarles sus costumbres paganas y después, con afabilidad, impulsarlos a que adopten el
Derecho natural y, con esta magnífica preparación para aceptar la doctrina de Cristo, atraerlos con
mansedumbre apostólica y palabras de caridad a la religión cristiana.

el Papa tiene poder y aun mandamiento de predicar el Evangelio por sí y por otros en todo el mundo,
y esto no se puede hacer si los predicadores no son oídos; luego tiene poder de forzar a que los oyan
por comisión de Cristo

... digo yo que un rey óptimo [...] debe gobernar a los españoles con imperio paternal y a esos bárbaros
como criados, pero de condición libre, con cierto imperio templado, mezcla de heril y paternal, y
tratarlos según su condición y las exigencias de las circunstancias. Así con el correr de los tiempos,
cuando se hayan civilizado más y con nuestro imperio se haya reafirmarlo en ellos la probidad de
costumbres y la Religión Cristiana, se les ha de dar un trato de más libertad y liberalidad
Fray Bartolomé de las Casas

uy alto y muy poderoso rey e señor: yo soy de los más antiguos que a las Indias pasaron y ha muchos
años que estoy allá, en los cuales ha visto por mis ojos, no leído en historias que pudieran ser
mentirosas, sino palpado, porque así lo diga, por mis manos, cometer en aquellas gentes mansas y
pacíficas las mayores crueldades y más inhumanas que jamás nunca en generaciones por hombres
crueles ni bárbaros irracionales se cometieron, y éstas sin ninguna causa ni razón, sino solamente por
la cudicia, sed y hambre de oro insaciable de los nuestros.

Estas han cometido por dos maneras: la una, por las guerras injustas y crudelísimas que contra
aquellos indios que estaban sin perjuicio de nadie en sus casas seguros y tierras, donde no tienen
número las gentes, pueblos y naciones que han muerto; la otra, después de haber muerto a los señores
naturales y principales personas, poniéndolos en servidumbre, repartiéndolos entre sí de ciento en
ciento y de cincuenta en cincuenta, echándolos en las minas donde al cabo, con los increíbles trabajos
que en sacar el oro padecen, todos mueren.. Dejo todas aquellas gentes, dondequiera hay españoles,
pereciendo por estas dos maneras; y uno de los que a estas tiranías ayudaron ha sido mi padre mismo,
aunque ya está fuera de ello.

Queda, pues, bien claro cuanto acierta el doctor en traer para probar ser lícito hacer guerra a los indios
antes de predicalles la fe por causa de convertillos, solamente la semejanza del frenético y del
muchacho mal criado. Después de muertos, robados, angustiados, atemorizados y escandalizados,
captivos, sus mujeres y hijas violadas y deshonradas, y puestos en odio de la fe y de la religión
cristiana, que son obras todas éstas de los soldados ¿qué allanamiento del camino será éste que el
doctor ha inventado?

Si no fuere allanar y asegurar los robos y captiverios e usurpaciones violentas que hubieren hecho; y
esto es todo lo que pretendenlos tiranos. ¿Qué fruto podían hacer después de cometidas estas obras
tales los clérigos de buena vida y frailes, como dice que hacían los Apóstoles? ¿Y esta saeta no vuelve
a herir al reverendo doctor, pues dice cómo hacían los Apóstoles? ¿Enviaban los Apóstoles, como
quiere enviar el doctor, ladrones, robadores, matadores, viciosos, abominables tiranos delante

[Así] son obligados a defender su dios o sus dioses que tienen por verdadero Dios, y su religión como
nosotros los cristianos lo somos a defender el nuestro verdadero Dios y la cristiana religión y si no lo
hacen que pecan mortalmente, como nosotros pecaríamos si no lo hiciésemos ocurriendo caso de
necesidad.

Con el favor de aquel levantamiento de aquéllos, en todas las otras partes de aquel mundo no han
querido cumplir las leyes, e con color de suplicar dellas están tan alzados como los otros. Porque se
les hace de mal dejar los estados y haciendas usurpadas que tienen, e abrir mano de los indios que
tienen en perpetuo captiverio. Donde han cesado de matar con espadas de presto, mátanlos con
servicios personales e otras vejaciones injustas e intolerables su poco a poco. Y hasta agora no es
poderoso el rey para lo estorbar, porque todos, chicos y grandes, andan a robar, unos más, otros
menos; unos pública e abierta, otros secreta y paliadamente. Y con color de que sirven al Rey
deshonran a Dios y roban y destruyen al Rey

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