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1.1 La Competencia.
Cuando surge un litigio hay que saber por ante cual tribunal debe llevarse la acción en
justicia. En primer lugar, se debe determinar si el asunto es de la competencia de un
tribunal ordinario o de excepción. También hay que saber cuál es el tribunal competente
territorialmente.
El tribunal de Primera Instancia es competente para conocer de todos los asuntos con la
única excepción de aquellos que de manera especial se han atribuido a otro tribunal. Las
cámaras civiles Ej. Comerciales del D.N., se denominaran respectivamente de la primera,
de la Segunda y de la Tercera Circunscripción y sus límites jurisdiccionales serán
determinados para cada circunscripción por la Ley, conocen en materia de declaraciones
tardías de nacimientos y de rectificaciones de actas del estado civil y de los asuntos que le
están atribuidos por el código civil.
El Tribunal de Primera Instancia: es el tribunal de derecho común. Esto quiere decir que
es competente para conocer de todos los asuntos con la única excepción de aquellos que de
manera especial se han atribuido a otro tribunal.
Los Tribunales de Primera Instancia con plenitud de jurisdicción o las cámaras de lo civil y
comercial, conocen de los asuntos de comercios que les atribuyen los códigos; pero no
obstante a la plenitud de jurisdicción se ha de aplicar el procedimiento correspondiente en
cada caso; es decir, el procedimiento civil cuando es un asunto civil y el comercial cuando
es comercial.
Los Juzgados de Primera Instancia conocen en instancia única, de todas las acciones reales,
personales y mixtas que no sean de la competencia de los Jueces de Paz hasta la cuantía de
mil pesos y a cargo de apelación de demanda de cualquier cuantía o de cuantía
indeterminada.
Todas las acciones inmobiliarias son de la competencia del Juzgado de Primera Instancia,
con excepción de las acciones que sonde la competencia exclusiva del Tribunal de Tierras.
Los Juzgados de Primera Instancia y los Juzgados de Paz, son competentes para conocer de
las acciones reales, personales y mobiliarias, siendo la cuantía de la demanda lo que en
definitiva determinará la competencia de uno u otro juzgado y teniendo en cuenta que
cuando se trata de acciones reales inmobiliarias siempre lo será el Juzgado de Primera
Instancia o el Tribunal de Tierras, sin tener en cuenta la cuantía.
1.- Derecho Familiar: toda demanda en materia de estado de las personas, como son los
casos de divorcio, separación, matrimonio, filiación, adopción, nacionalidad y los casos de
ausencia.
2.- Acciones Inmobiliarias: como son los casos de litigios relativos a las acciones
inmobiliarias, sean petitorias o personales inmobiliarias, como también las relativas a la
copropiedad de condominios.
3.- Acciones de los abogados y oficiales ministeriales: las acciones intentadas por los
abogados y oficiales ministeriales en pago de los honorarios que se hayan causado en un
Juzgado de Primera Instancia, se discutirán por ante dicho juzgado.
4.- Títulos Ejecutorios: se exceptúan los Certificados de Títulos duplicados del dueño, los
cuales son títulos ejecutorios, pero su competencia es exclusiva del Tribunal de Tierras.
Son competencia de los Tribunales de Primera Instancia las dificultades relativas a la
ejecución de hipotecas.
5.- Sociedades de Comercio: Las contestaciones entre asociados, en razón de una compañía
de comercio y las demandas de un asociado contra otro, así como las acciones en
responsabilidad contra los administradores y las acciones en nulidad o disolución de
sociedades comerciales.
6.- Quiebra.
9.- Prueba: Las dificultades que surgen en relación a la administración de algunos medios
de prueba, como ocurre en caso de verificación de escritura, inscripción en falsedad.
Un asunto fallado en primer grado, por el Juzgado de Paz, es apelable ante el Juzgado de
Primera Instancia.
Las sentencias dictadas en única instancia, por cualquier tribunal, son susceptibles de
impugnarse por medio del recurso de casación y por el de revisión civil, según los casos,
excepto cuando la ley declara que no son susceptibles de ningún recurso.
Cuando se trata de incompetencia, no se toma en cuenta el valor del litigio, porque siempre
procede la impugnación o la apelación..
Cuando la ley establece la instancia única, está absolutamente prohibido apelar, no importa
que la decisión sea dictada por el Juzgado de Paz o el de Primera Instancia.
Cuando se establece el doble grado de jurisdicción, este es de orden público, pero se admite
que las partes tienen la libre disposición de renunciar al segundo grado. Las partes no
pueden ni aún de común acuerdo, renunciar al primer grado y llevar su pretensión por
primera vez al Tribunal normalmente de alzada.
a) Los Tribunales de excepción son aquellos que en forma específica y limitada, la ley
les acuerda su competencia.
a) Las contestaciones que surjan entre hoteleros o fondistas y huéspedes y los concernientes
a gastos de posadas y pérdida o avería de efectos depositados en el mesón o posadas
a) Entre viajeros y los conductores de cargas por agua, tierra, por demora, gastos de camino
o pérdida o avería de defectos de los viajeros. Entre estos y los talabarteros fabricantes de
órganos y serones, por suministros, salarios y reparaciones de aperos y objetos destinados
al viaje.
Segundo: El Juzgado de Paz es competente para conocer los asuntos inapelables hasta tres
mil pesos, pero apelables por cualquier cuantía. Estos son:
a) Las demandas sobre validez o nulidad de embargo de bienes muebles que se guarnecen
en lugares alquilados.
a) De los deterioros o las pérdidas en los casos previstos por los Arts.1732 y 1735
del Código Civil. No obstante el Juez de Paz no conoce de las pérdidas causadas por
incencio o inundación, sino entre los límites que establece el período capital del artículo 1.
Cuarto: Los asuntos inapelables hasta tres mil pesos y apelables por cualquier suma a que
ascienda la demanda. Estos son:
1. Las acciones noxales o de daños causados en los campos, frutos y cosechas, ya sea por
el hombre, ya por los animales; y las relativas a la limpieza de los árboles, cerca y
entretenimiento de zanjas o canales destinados al riego de las propiedades, o al impulso de
las fábricas industriales, cuando no hubiere contradicción entre los derechos de propiedad o
de servidumbre.
2. Las acciones sobre reparaciones locativas de las casas o predios rústicos colocados por la
ley a cargo del inquilino.
4. Sobre las contestaciones relativas a criaderas, sobre las acciones civiles por difamación
verbal y por injurias públicas o no públicas, verbales o escritas, que no sean por medio de
la prensa. De las mismas acciones por riñas o vías de hecho y todo ello cuando las partes
ofendidas no hubieren intentado la vía represiva.
Quinto: Asuntos siempre apelables. Estos son:
a) De las obras emprendidas durante el año de la demanda sobre el curso de las aguas que
sirven de riego a las propiedades y al impulso de las fábricas industriales o al abrevadero de
ganados y bestias en los lugares de crianza sin perjuicio de las atribuciones de la autoridad
administrativa en los casos que determinen las leyes y reglamentos particulares.
a) De las acciones de delimitación y las relativas a la distancia prescrita por la ley, los
reglamentos y la costumbre de los lugares, para la siembra de árboles o colocación de
empalizadas, o cercas, cuando no surge contradicción alguna sobre la propiedad o los
títulos.
a) De las acciones relativas a las construcciones y trabajos enunciados en el artículo 674 del
Código Civil, siempre y cuando la propiedad o el derecho de medianería de la pared no
fueron contradichos.
Cuando en la instancia incoada una misma parte contuviere diversas demandas, el juez de
paz juzgará a cargo de apelación, si el valor total excediere de tres mil pesos, aunque alguna
de las demandas fueren inferior a dicha suma. El juez de paz será incompetente para
conocer sobre el todo, si las demandas reunidos excedieren el límite de su competencia.
La fijación de sellos.
En caso de las persona morales la competencia se fija por el domicilio social de la sociedad,
compañía o asociación, por el cual no se debe entender solamente el lugar del principal
establecimiento, sino además cualquier sitio donde la sociedad tenga abierta una sucursal o
tenga un representante.
a) En cuanto a las acciones reales inmobiliarias: estas se llevan por ante el tribunal de la
ubicación del inmueble.
a) Cuando en un acto se ha hecho elección de domicilio por parte de uno de los interesados
, para la ejecución del acto en otro lugar diferente al domicilio real, las notificaciones,
demandas y demás diligencias podrán hacerse en el domicilio elegido.
a) En caso de que haya varios demandados, el demandante a su libre elección puede incoar
la demanda por ante el tribunal de uno cualquiera de ellos.
a) En asuntos mixtos inmobiliarios, por ante el tribunal donde radica el inmueble litigioso,
pero también podría serlo el del domicilio de la parte demandada.
a) En caso de extranjero sin domicilio conocido, el tribunal competente es del domicilio del
demandante.
Cortes de Apelación: Conocen de todas las apelaciones de la sentencias dictadas por los
Juzgados de Primera Instancia de su departamento judicial.
1.11 La incompetencia.
La característica fundamental del nuevo sistema previsto por los art. 3 a 27 de la L. 834
copiados de los art. 75 a 99 del Nuevo Código de Pr. Civil Francés consiste en someter las
declinatorias por incompetencia a reglas estrictas, mediante un procedimiento especial
encaminado a obtener rápidamente una sentencia sobre la competencia.
La aplicación de las reformas operadas durante el período 1958-1960 demostró que éstas
resultaron rigurosas, o poco flexibles, dando lugar a que los tribunales aceptaran
excepciones numerosas en la aplicación del contred.it. Es así como se producen las
reformas contenidas en el Decreto del 20 de julio de 1972, que, con algunas modificaciones
vino a formar parte del Nuevo Código, puesto en vigor el lo. de enero de 1976.
La incompetencia puede ser propuesta por una de las partes o pronunciada de oficio por el
juez. Cuando la incompetencia es promovida por una de las partes sea porque se pretenda
que el tribunal es incompetente en razón de la materia o sea en razón del lugardel tribunal
la excepción debe reunir, para ser admisible las siguientes-condiciones: 1) debe ser
motivada e indicar la jurisdicción que se pretende es la competente 2) debe proponerse
simultáneamente con las demás excepciones que se pretenden hacer valer y antes que toda
defensa al fondo o fines de inadmisión, aún se trate de reglas de orden público. 3) debe
proponerse en un plazo muy corto, bajo pena de ser excluido.
Estos casos están previstos en los arts. 20 a 22 y 24. La incompetencia puede ser promovida
de oficio por el juez únicamente cuando se trate de la violación de una regla de
competencia de atribución, cuando esta regla es de orden público (art. 20). No puede serlo
sino en este caso. La regla es pues imperativa. Pero, ante la Corte de Apelación y la Corte
de Casación esta incompetencia sólo podría ser pronunciada de oficio si el asunto fuere de
la competencia de un tribunal represivo; de un tribunal contencioso administrativo, o
escapare a la competencia de los tribunales dominicanos. Sus poderes son pues más
limitados.
Los artículos 1ro. al 59 de la L. 834 organizaron un nuevo sistema procesal para las
excepciones y los medios de inadmisibilidad. Sus textos, como se ha indicado en otras
oportunidades, constituyen una traducción aveces desafortunada, de los arts. 73 a 107 y 122
a 126 del Nuevo Código de Procedimiento* Civil Francés, promulgados en Francia
mediante el Decreto No. 75-1123. De acuerdo con las señaladas reformas, las excepciones
han sido sometidas a un régimen riguroso, encaminado primordialmente a evitar la chicana,
y en general, las dilaciones a que se prestaba el antiguo sistema.
De conformidad con el Art. 2 de la Ley 834, las excepciones deben ser presentadas
simultáneamente, a pena de inadmisibilidad antes de toda defensa al fondo o fin de
inadmisión, esto es, in limitie litis aún en el caso en que las reglas invocadas en apoyo de la
excepción, sean de orden público.
Régimen del C. de Pr. Civil. Siendo de orden público las reglas de la competencia de
atribución sancionada con la incompetencia absoluta del tribunal apoderado, esta
incompetencia tenía especialmente, por aplicación del art. 170 las siguientes consecuencias:
la. Como las partes no podían derogar por sus convenciones las reglas de la competencia de
atribución (Art. 6 del C. Civil), ellas no podían tampoco, ni expresa ni implícitamente,
borrar el vicio de incompetencia absoluta.
2a. La incompetencia absoluta podía ser invocada, para obtener el desapoderamiento del
tribunal, poruña cualquiera de las partes, aún por el demandante, que era quien había
apoderado al tribunal incompetente, puesto que su consentimiento a ser juzgado por ese
tribunal, contenido en la citación, no podía producir ningún efecto.
3a. En los casos en que el asunto era de aquellos que debían ser comunicados al ministerio
público, éste podía en su dictamen, requerir la declinatoria, aún cuando ninguna de las
partes la hubiera solicitado.
4a. La incompetencia del tribunal irregularmente apoderado podía ser propuesta en todo
estado de causa. Por consiguiente, la declinatoria podía ser pedida: en primera instancia,
aun después de las conclusiones sobre el fondo; en grado de apelación, aunque no se
hubiera pedido en primera instancia y no obstante la aquiescencia, expresa o tácita, que las
partes hubieran podido dar a la sentencia del primer juez; ante la S. C. de J. en funciones de
C. de Casación, aunque no se hubiera promovido la cuestión de competencia ante los jueces
del fondo (Casación, 11 de julio de 1927, B. J. 203-204, p. 15), excepto si se trata de un
procedimiento seguido ante efT. de Tierras (art. 135 de la L. de R. de T.).
Ira. Las partes podían por medio de una convención expresa, atribuir el conocimiento del
litigio a un juez incompetente o, lo que es lo mismo, prorrogar de un modo expreso la
competencia del juez incompetente.
3a. Esta incompetencia debía ser propuesta, en virtud de lo que disponía el art. 169, in
limine litis, esto es, antes de las defensas al fondo.
Hay una cierta analogía, que no debe exagerarse, entre la nulidad y la incompetencia:
ambas son vicios de los actos del procedimiento, que pueden tener un carácter absoluto o
relativo, según que las reglas violadas sean de orden público o de interés privado. La
nulidad puede afectar a uno o a varios de los actos del procedimiento, o a la sentencia
misma, según el momento en que se cometa. La incompetencia produce la ineficacia de los
actos del procedimiento incoado ante el juez incompetente y de la sentencia dictada por él.
Sin embargo la interrupción de la prescripción, como efecto de la demanda en justicia,
queda en pie (art. 2246 del C. Civil). La diferencia entre la nulidad y la incompetencia se
manifiesta claramente cuando una sentencia es casada por la S. C. de J.: si lo es por vicio de
forma contenido en la sentencia misma, los actos del proceso anteriores a la sentencia
pueden servir de base para la obtención de una nueva sentencia ante el tribunal de envío;
por el contrario, si la sentencia es casada por incompetencia, cae no solamente la sentencia
impugnada, sino también el procedimiento anterior a la sentencia. Por otra parte, la nulidad,
aun absoluta, de los actos del procedimiento, tiene que ser propuesta in limite litis, en
conclusiones, previas al fondo y no puede ser suplida, en general, de oficio; por el
contrario, la incompetencia absoluta puede ser propuesta en todo estado de causa, antes o
después de las conclusiones al fondo, por primera vez en apelación, y ser suplida de oficio
por el juez.
3. EXTENSION DE LA COMPETENCIA.
La razón y el buen sentido imponen unidad en el proceso: sometida una cuestión al juez,
éste debe tener jurisdicción suficiente para instruir completamente la causa, y para decidir
tanto sobre el mérito de las pretensiones del demandante, dadas a conocer en la demanda,
como sobre el mérito de los medios que, en la forma y en el fondo, pueda invocar el
demandado para eludir o combatir la demanda. Es elemental que, en la instrucción del
proceso, el juez tiene que pronunciarse, antes de decidir sobre el fondo, y como cuestión
preliminar, acerca de los medios de pura forma opuestos por el demandado.
El tribunal competente para conocer de una demanda tiene competencia implícita, salvo
disposición contraria de la ley, para conocer de las defensas al fondo, de las excepciones y
de los medios de inadmisibilidad opuestos por el demandado, aun cuando para decidir
acerca de estos medios el tribunal se salga de la esfera de su propia competencia. Este
principio, no consagrado expresamente en la ley, se enuncia tradicionalmente di ciendo: El
juez de la acción es el juez de la excepción, dándose aquí al término excepción, no el
sentido estricto que tiene en el C. de Pr. Civil sino un sentido lato, que abarca según
algunos, los tres medios indicados, y según otros solamente las defensas y los medios de
inadmisibilidad.
A veces el juez, competente para conocer de una demanda, no tiene competencia implícita
para decidir acerca de ciertos medios o incidentes promovidos por el demandado o por el
demandante, debido a que la solución de estas cuestiones debe ser obtenida previamente de
otro tribunal o de otra autoridad, qué son los únicos competentes para resolver acerca de la
contestación planteada con ese medio o incidente.
3.5 Cuestiones prejudiciales generales.
La competencia implícita de los tribunales ordinarios, para conocer de los medios relativos
a derechos reales inmobiliarios, cesa a partir del comienzo de la mensura catastral en el
terreno a que se refieran esos derechos. Por otra parte, el j. de paz es siempre incompetente
para conocer de acciones reales inmobiliarias petitorias. Por consiguiente hay dos clases de
cuestiones prejudiciales ante los tribunales ordinarios y el j. de paz.
Son en primer lugar, las relativas al Estado Personal de las partes: nacionalidad,
matrimonio, filiación, y por consiguiente la calidad de heredero o la calidad de mujer
casada. Eñ efecto, de acuerdo con lo que dispone en términos generales el art. 326 del C.
Civil confirmado por el art. 426 del C. de Pr. Civil, estas cuestiones tienen un carácter
exclusivamente civil, y entran en la competencia privativa del j. de p. i.
Como ha venido repitiéndose, cuando se presenta una cuestión prejudicial el tribunal está
obligado solamente a sobreseer, reteniendo el proceso para decidirlo después que la
cuestión prejudicial haya sido resuelta. Esta regla sufre algunas excepciones ante elj. de
paz: éste debe, conforme lo dispone el art. lo. 5o., declararse incompetente respecto de todo
el proceso cuando la cuestión prejudicial de propiedad inmobiliaria es promovida como
medio de defensa contra las demandas en limitación, las relativas a la siembra de árboles o
colocación de empalizadas o cercas, y las relativas a los trabajos enumerados en el art. 674
del C. Civil. Estas soluciones deben ser generalizadas/3 8 ' y aplicarse a todos los demás
casos análogos en que se presente ante elj. de paz una cuestión prejudicial de propiedad,
por ej. en las acciones relativas al contrato de locación (art. lo. 2o.), pero no en materia de
acciones posesorias, en que debe limitarse a descartar la cuestión prejuidical de propiedad y
retener el conocimiento de la cuestión posesoria.
3.10 Competencia territorial de los Tribunales de Excepción:
De manera excepcional, el juzgado de paz abandona esta regla general y recurre al lugar
donde radica el inmueble litigioso, por ejemplo en caso de reparaciones locativas, o a los
daños noxales.
Todas estas acciones tienen que ver, de modo directo o indirecto con inmuebles, no
obstante se ha concedido competencia al Juez de Paz del lugar de ubicación del objeto
litigioso. Cuando se trata de terrenos registrados o sobre los cuales se ha dado comienzo a
la mensura catastral, el único tribunal competente es el de tierras.
Al igual que en materia penal, en las materias civil y comercial se aplica la prorrogación de
competencia, siempre y cuando exista conexidad o indivisibilidad.
3.12 Indivisibilidad.
Cuando vamos a introducir una demanda para llevar la acción en justicia lo primero que
tenemos que determinar es cuál es el tribunal ante el cual la ley establece el litigio y cuando
somos demandados. Lo primero que tenemos que verificar si hemos sido citados y
emplazadas ante el tribunal que la ley establece llevar un litigio. Porque de no llevar la
demanda ante el tribunal que la ley establece nuestro medio de defensa para sancionar dicha
demanda es la excepción de procedimiento, correspondiente a las excepciones de
incompetencia del tribunal en razón de la materia o del territorio.En segundo lugar va a
precisar cuál es de entre los diversos tribunales de la misma categoría repartidos en el
territorio, el que particularmente tiene competencia para conocer el proceso (competencia
territorial) porque se ha tomado en cuenta el domicilio.