El pensamiento intuitivo en el ser humano

Qué se define por pensamiento intuitivo?

La intución es algo natural con lo que nacemos los seres humanos.

Sin embargo muchas veces no le prestamos la atención debida y no confiamos en lo que nos
aconseja sutilmente. Nuestro pensamiento intuitivo rara vez nos traiciona. Muchas veces
confirmamos alguna noticia que ya suponíamos que sucedería pues nuestra intuición ya no los
había dicho.

La intuición y los mecanismos de defensa no se llevan bien

La intuición y nuestros mecanismos de defensa no se llevan muy bien. Nuestros mecanismos de

defensa tartan de interponerse en nuestra mente para que no le demos paso a nuestra intuición.
Uno de los grandes beneficios de la intuición es que surge antes que las realidades de los sucesos
sean enmascarados por medio de los mecanismos de defensa.

La intuición ayuda al ser humano a prevenir una situación que podría ser nociva o prejudicial.
Algunas veces bloqueamos la función de nuestra intuición por temor a que nos lleve a una
realidad que no nos gusta. La voz delicada y suave, casi inaudible de la intuición es tan sutil que
por eso muchas veces no la escuchamos. Cuando meditamos, nos volvemos mas sensibles a esa
voz que nos aconseja antes que el pensamiento lógico intervenga.

Otras definiciones que se le dan al pensamiento intuitivo

Muchas veces a la intuición se le llama corazonadas o presentimientos. Existe una controversia

entre los psicólogos y los psíquicos sobre la intuición del ser humano. Muchos relacionan la
intuición con una tendencia a ser clarividente o tener un sexto sentido o también se confunde con
poseer poderes telepáticos.

Muchos estudiosos en la materia dicen que no todos los seres humanos tenemos intuición y que
es algo extrasensorial. Algunos la definen como una percepción personal instantánea de entender
algo sin razonar en ello. Si lo vemos desde este punto de vista, cualquier persona la posee sin
necesidad de ser clarividente.

La intuición es rechazada por nuestro conciente

La intuición es rechazada por la conciencia la cual está entrenada a desechar todo lo que no
procede de la lógica o el razocinio. Un ejemplo muy claro de un pensamiento intuitivo sería
cuando que sentimos la urgente necesidad de llamar a un ser querido que se encuentra lejos de
nosotros.
No sabemos la razón de esta urgencia pero igual lo hacemos y nos damos cuenta que esa persona
necesitaba nuestra ayuda. Aquí es cuando muchas veces decimos “algo me decía que tenía que
llamarte”, “no se como lo supe, pero sabía que necesitabas mi ayuda”.

Cuatro tipos de pensamiento intuitivo

Existen cuatro tipos de pensamiento intuitivo:

1. El psíquico

Por medio del cual sospechamos que si actuamos de cierta manera o hacemos cierta
decisión sobre algo, las cosas no nos saldrán tan bien.

2. El emocional

Cuando sin explicación alguna rechazamos la personalidad de alguien o decimos que no nos cae
bien o por el contrario nos sentimos atraídos a ese individuo.

3. El mental

Cuando logramos resolver un problema de tipo intelectual en un instante, sin haber usado el
razocinio.

4. El espiritual

Toma lugar cuando supuestamente recibimos una iluminación o revelación de lo alto.

La intuición desde el punto de vista científico

El doctor Paul Mac Lean, director del programa Evolución y Conducta Cerebral del Instituto
Nacional de Salud Mental de Estados Unidos dice que los seres humanos usamos tres cerebros:

El límbico, el cual afecta nuestras emociones.

El reptiliano, el cual crea conductas intuitivas y rutinas.
El neocórtex, que incluye los dos hemisferios cerebrales, izquierdo y derecho, el cual es
responsable de las funciones superiores. Los hemisferio izquierdo nos transmite la
información del razocinio y el verbal y el derecho la información visual e intuitiva. Ambos
hemisferios se comunican constantemente atravez de millones de nervios que se encuentran en
una masa en el cuerpo calloso. Mac Lean dice que esta masa de nervios es mas densa en las
mujeres, eso explicaría la razón por la cual pareciera que hay más intuición en ellas que en los
hombres.

La intuición no es algo que se ha descubierto recientemente. Grandes filósofos, músicos,

pintores y científicos desde los tiempos de Arquímedes, Newton y Einstein atribuyen sus éxitos a
su intuición. Einstein por ejemplo dijo una vez “a la hora de trabajar en mis investigaciones
científicas, lo único que me ayuda es mi intuición”. Dalí el famoso pintor decía que siempre
esperaba que ser iluminado por su intuición antes de empezar a pintar un nuevo cuadro. Un
famoso místico hindú, Sri Aurobindo, describía la intuición como una luz que se encendía en el
silencio y todo quedaba claro frente a sus ojos sin tener necesidad de despejar obstáculos o de
elevarse espiritualmente o realizar una meditación profunda.

Cuatro métodos para desarrollar nuestra intuición.

1. Debemos reconocer que existen dos factores que nos impiden desarrollar nuestro “sexto
sentido”. El primero es la desconfianza en creer en algo que no es racional y el segundo es no
creer que algunos mensajes a nuestro conciente pueden ser procesados con nuestra intuición y no
con el razocinio

2. Preguntarle a nuestra intuición sobre cosas concretas como por ejemplo cuando llegará a mi, el
amor verdadero? Hay que tener en cuenta que la respuesta no nos podría gustar pero la intuición
siempre nos contestará nos guste o no lo que nos diga.

3. Debemos escribir o grabar las preguntas que tenemos en nuestra mente y antes que tengamos
tiempo para razonar hacer lo mismo con las respuestas inmediatas a esas preguntas. Simplemente
escribir lo que se nos viene a la mente inmediatamente pues esa es la voz intuitiva que nos dice
lo que debemos hacer. Si tenemos que pensar en esas respuestas ya no estamos dando paso a la
intuición sino a la conciencia, al razocinio y a la lógica.

4. Dibuja un cuadrado con tus ojos cerrados y con tu dedo índice recorre cada una de sus
esquinas mientras visualizas tus metas, sentimientos o deseos en cada una de ellas. Las
visualizaciones de la primera esquina del cuadrado donde empezastes tu recorrido, representa tus
metas actuales o el presente en tu vida. La segunda esquina representa metas de un futuro
próximo, o el punto al que quieres llegar en tu vida pronto. La tercera esquina es la que
representa tu pasado y como está afectando tu presente y afectará tu futuro. La cuarta esquina
representa los cambios que experimentarás pronto si te dejas llevar por tu intuición.