Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
ISSN: 2357-6030
© De la edición:
Asociación Nacional de Internos y Residentes
Regional Antioquia - ANIR
Coordinación Administrativa
Manuel Guillermo Botero Narváez
Diagramación e impresión
Editorial Artes y Letras S.A.S.
M emorias
XVII Curso de Actualización
La visión del residente
Medellín - Colombia,
enero 2017
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales
La visión del residente
Enero, 2017
ISSN: 2357-6030
© De la edición:
Asociación Nacional de Internos y Residentes
Regional Antioquia - ANIR
Coordinación Administrativa
Manuel Guillermo Botero Narváez
Diagramación e impresión
Editorial Artes y Letras S.A.S.
Ver para saber lo que pasa, oír para ser consciente de lo que
se dice, y no callarse porque es necesario [José Saramago].
Presentación
Los editores
Manejo actual
de las quemaduras
eléctricas
Carolina Hoyos Rave
Residente IV año Cirugía Plástica
Universidad de Antioquia
Generalidades
Las quemaduras son lesiones ocasionadas por
agentes físicos, químicos o biológicos, que producen
daños locales en la piel, tejidos vecinos y trastornos
sistémicos variables. De acuerdo con su gravedad se
clasifican en varios grados, de los cuales dependerá
su evolución, pronóstico, y por tanto manejo.
• I Grado. Quemaduras superficiales, sólo com-
prometen la epidermis, producen eritema,
edema y son muy dolorosas. Sanan en cuatro
a ocho días sin dejar cicatriz.
• II Superficial. Comprometen toda la epider-
mis y la dermis papilar, forman ampollas o
flictenas que al romperse dejan un lecho ro-
sado húmedo. Sanan en ocho a catorce días a
partir de los anexos cutáneos profundos por
lo que la cicatriz es de excelente calidad, aun-
que tiende a hiperpigmentarse.
• II Profundo. Compromete además la dermis
reticular, es roja y desecada o puede formar
una escara dérmica blanquecina u ocre delga-
da. Sana entre dos a cuatro semanas, depen-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
14
Quemaduras eléctricas
Las quemaduras de los accidentes eléctricos pueden resultar,
ya sea de la generación de calor por el paso de la corriente a través
de los tejidos, o por explosiones, combustión de líquidos inflama-
bles, ropas y otros objetos.
Pueden dividirse en paso de corriente directo (contacto entre
ambas superficies) o indirecto, como el arco eléctrico. En eventos
de contacto directo están las lesiones por alto (más de 1000V) y
bajo voltaje (menos de 1000V) y las descargas directas por rayos.
Epidemiología
En Colombia, las quemaduras eléctricas representan el 10 al
15% de todas las quemaduras, con un predominio del sexo mas-
culino de seis a uno. En los adultos jóvenes la mayoría de los
eventos se relacionan con exposición laboral, prácticas de robo
de energía o la inadecuada disposición de las líneas eléctricas en
las construcciones. Aunque representan un bajo porcentaje de las
quemaduras totales, más del 75% son de II grado profundo o III
grado, requiriendo procedimientos quirúrgicos y llegando en un
5% de los casos a la muerte. Tienen grandes secuelas funcionales,
por presentarse la mayoría en los miembros superiores y ser de
alto voltaje, lo que frecuentemente termina en la amputación de
la extremidad o en una discapacidad considerable(2).
La corriente eléctrica, (que se mide en amperios, A) es la can-
tidad de electrones que pasan de un punto a otro en una unidad
de tiempo. Es directamente proporcional al voltaje (V) e inversa-
mente proporcional a la resistencia (R). El voltaje es la fuerza que
impulsa a los electrones, y la resistencia es la fuerza que se opone
en cada material o tejido al paso de éstos.
Para entenderlo de una forma más práctica podemos imaginar-
nos un río: la corriente o caudal depende de dos factores:
• La fuerza con la que venga el agua (voltaje) que puede ser
por el desnivel de terreno desde lo más alto a lo más bajo
Manejo actual de las quemaduras eléctricas - Carolina Hoyos Rave
17
Fisiopatología
El cuerpo humano actúa como un conductor de la corriente
eléctrica, por lo que siempre hay un sitio de entrada y un sitio
de salida, aunque pueden ser múltiples o, en el caso de la co-
rriente alternante, variar. En estos sitios está concentrada toda la
corriente y por tanto es donde se observa clínicamente más daño;
mientras que en el recorrido, la corriente se divide a través de los
diferentes órganos y tejidos, causando daño variable.
Muchos de sus efectos se relacionan con la cantidad, la dura-
ción, el “camino” de la corriente en el cuerpo y el tipo de corrien-
te. La corriente directa tiene una sola dirección, un polo positivo
y negativo, es la utilizada por las baterías (celulares, carros) y la
presente en los rayos. La corriente alterna como su nombre lo in-
dica cambia de dirección varias veces por segundo (Hertz), puede
transportarse miles de metros sin perder voltaje y mediante los
transformadores puede cambiar fácilmente a corriente directa,
ventajas que la hacen ideal para la electricidad doméstica. La co-
rriente alterna es más peligrosa por el flujo alternante de energía,
puede causar fibrilación ventricular más frecuentemente y, a ni-
veles moderados o bajos, tiende a producir contracciones mus-
culares continuas (tetanias) que hacen que la víctima no pueda
desprenderse de la fuente y lo que prolonga el contacto, causando
daños más graves; mientras que la corriente directa tiende a pro-
ducir una contracción muscular única que aleja a la víctima de la
fuente(1).
Las líneas de alta tensión (o madres) llevan más de 100.000V,
las líneas de distribución de 7000 a 8000V y las de entrada a los
hogares 110V a 220V. Un rayo generalmente tiene más de 107V.
La corriente eléctrica lesiona los tejidos, según tres mecanis-
mos mayores:
1. Daño tisular directo. Se presenta al alterar el potencial de
reposo de la membrana y provocar tetania. A mayor corrien-
te (voltaje o duración de la exposición) hay mayor daño
local, con la corriente generando un campo eléctrico local
Manejo actual de las quemaduras eléctricas - Carolina Hoyos Rave
19
Manifestaciones clínicas
Cardiovasculares
La fibrilación ventricular es la causa más común de muerte en
la escena de un accidente por quemadura eléctrica, aunque puede
aparecer cualquier arritmia cardíaca, las cuales deben ser tratadas
de la misma manera que las causadas por otras patologías(8). Entre
los pacientes que llegan vivos al servicio de urgencias, la arritmia
más común es la fibrilación auricular de novo, con muy buena
respuesta al manejo médico. También puede ocurrir lesión cardía-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
20
Lesiones cervicales
Pueden presentarse fracturas cervicales por la contracción
muscular tetánica, por caídas o traumas secundarios. Durante el
manejo inicial y estabilización siempre se debe realizar inmovi-
lización cervical. En el paciente alerta, estable y cooperativo se
puede descartar generalmente por HC (historia clínica) y examen
físico; si hay dolor cervical o déficit neurológico se deben realizar
Rx cervicales o TAC cervical si hay una alta sospecha(2,3).
Manejo actual de las quemaduras eléctricas - Carolina Hoyos Rave
21
Renales
La mioglobina y la hemoglobina liberadas por el daño muscu-
lar y celular son pigmentos que se depositan en los túbulos dista-
les, causando necrosis tubular aguda con falla renal subsecuente.
En todos los casos de lesión eléctrica habrá un grado variable de
mioglobinuria, pero es clínicamente importante cuando aumenta
el riesgo de lesión renal. Cuando el paciente presenta un daño
tisular extenso (generalmente en quemaduras de alto voltaje o de
bajo voltaje con exposición prolongada) se produce la mayor li-
beración de estos pigmentos, sin embargo, dichos pacientes ya
de por sí tienen indicación de LEV (líquidos endovenosos) con
grandes volúmenes; lo más importante es la monitorización de la
orina del paciente, con un flujo urinario de 1 a 1.5ml/kg/h MÍNI-
MO. Si la orina está ligeramente pigmentada (rosada) este manejo
es suficiente. Si se observa un color oscuro, está indicado iniciar
un protocolo con una aplicación inicial de dos ampollas de ma-
nitol (50g) IV más dos ampollas de bicarbonato IV, acompañados
de abundantes LEV, para obtener un flujo urinario adecuado y al-
calinizar la orina previniendo la precipitación de los pigmentos.
Los diuréticos de asa no son efectivos en este aspecto. Si el flujo
urinario es adecuado no es necesario repetir la dosis, se deben
monitorizar pH y electrolitos, y mantener un pH y una perfusión
orgánica adecuadas. Siempre descartar que el color de la orina sea
por hematuria (lesión renal o de vías urinarias), con citoquímico
de orina y uroanálisis(8). Se debe realizar seguimiento con CPK
(creatin fosfo kinasa) total cada 48h hasta normalizar niveles, an-
tes de suspender los LEV.
Hidroelectrolíticas y pH
Iguales a las producidas en toda gran quemadura. Inicialmente
prima la hiperkalemia por la extensa lisis celular, que raramente
requiere manejo específico más allá de la vigilancia; y los trastor-
nos del Na y Cl que están determinados por el tipo de LEV con que
se realiza la reanimación del paciente. Con SSN 0.9% a grandes
volúmenes generalmente se presenta hipernatremia, con acidosis
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
22
Vasculares
• Lesiones de espesor completo circunferenciales. En estos
casos hay una compresión externa que limita la perfusión
vascular de la extremidad, o la expansión torácica. Clínica-
mente hay pérdida de pulsos, con frialdad distal y parálisis
muscular, que puede no estar completamente instaurada.
Requieren una escarotomía urgente, que puede hacerse en
quirófano o con sedación intravenosa en la cama del pa-
ciente, con incisiones que penetren toda la profundidad de
la dermis hasta que se exponga el tejido celular subcutáneo
y se observe una descompresión efectiva. Pueden realizarse
longitudinales o cuadriculadas, las necesarias para realizar
una descompresión efectiva, y son de manejo de médico
general.
• Síndrome compartimental. Están en riesgo los pacientes
con lesiones graves o por alto voltaje, en las primeras 48
a 72 horas. El daño muscular y el edema son los respon-
sables, que llegan a un punto crítico donde interrumpen
el flujo vascular a la extremidad (primero venoso y luego
arterial). Los signos clásicos son el dolor intenso despro-
porcionado que aumenta con el estiramiento pasivo de los
músculos y no mejora con la analgesia, parestesias en el
Manejo actual de las quemaduras eléctricas - Carolina Hoyos Rave
23
Abdominales
Se debe descartar lesión de órgano intraabdominal en pacien-
tes con quemaduras por alto voltaje, quemaduras de la pared
abdominal, caídas de altura o golpes directos en el abdomen y
explosiones por arco eléctrico (que se comportan similar a otras
explosiones con posible lesión timpánica, pulmonar o abdomi-
nal). Pueden determinarse por valoración clínica si el paciente
está estable, alerta, sin quemaduras o traumas abdominales. Si no
es el caso, se recomiendan estudios imaginológicos. En las que-
maduras de la pared abdominal se ha reportado necrosis de la
vejiga, el estómago, intestino delgado y colon, las cuales tienen un
diagnóstico retardado de hasta dos semanas, en ocasiones surgen
en la autopsia, por lo que siempre en estos casos (especialmente
quemaduras profundas o de espesor total) debe tenerse un alto
índice de sospecha. El íleo intestinal es frecuente, pero se debe
descartar lesión si éste dura más de dos días. También se debe
realizar prevención con anti H2 de las úlceras por estrés tanto
gástricas (Cushing), como duodenales (Curling).
Óseas
Pueden producirse por convulsiones, por la contracción mus-
cular, por caídas o traumas directos. En el paciente alerta y coo-
perativo, sin dolor significativo, con buen rango de movimiento y
buena función no son necesarios más estudios. En los pacientes
inconscientes debe realizarse la serie de trauma, añadiendo ade-
más Rx de hombros, columna y pelvis si alguna de estas estructu-
ras estuvo en el camino de la corriente eléctrica. Las fracturas de
cuello femoral uni o bilaterales, fracturas o dislocaciones humera-
les y fracturas cervicales son las más frecuentes(10).
Manejo actual de las quemaduras eléctricas - Carolina Hoyos Rave
25
Neurológicas
El tejido nervioso es altamente susceptible a la lesión eléctrica.
Si hubo paso de la corriente por el cerebro puede haber altera-
ciones cognitivas, de memoria, emocionales o comportamentales.
También puede desarrollarse déficit nervioso medular o periférico
(por trombosis vascular, hemorragias o alteraciones del flujo tar-
días, edema crónico tisular, cicatrización, contracturas) que pue-
de aparecer de dos semanas hasta dos años después del trauma y
que usualmente es irreversible(8). Siempre deben descartarse cau-
sas orgánicas y reversibles(10).
Oculares
En el caso de lesiones eléctricas en la cabeza, cuello o tórax
superior, posteriores a lesión por arco eléctrico o por quemaduras
con flash, es frecuente la formación de cataratas semanas a años
después. Es importante documentar la presencia o ausencia de
cataratas en la atención inicial, y descartar compromiso ocular
como quemaduras, hemorragias, trombosis o desprendimiento de
retina(8).
Auditivas
La función puede lesionarse debido a ruptura timpánica o he-
morragias timpánicas, del oído medio, coclear o vestibular; el dé-
ficit puede ser inmediato o desarrollarse posteriormente por com-
plicaciones tardías, que incluyen mastoiditis, trombosis de los
senos, meningitis y hasta abscesos cerebrales(8).
Quemaduras
Pueden ser localizadas o extensas, dependiendo de la gravedad
de la lesión. Generalmente son graves cuando están involucrados
altos voltajes, siendo más extensas en la profundidad que en la
superficie. Las quemaduras cutáneas extensas son casi siempre
resultado de una lesión por arco eléctrico. Puede quemar no sólo
a la persona siendo parte del arco, sino también estando cerca de
éste(1). En las lesiones de bajo voltaje, las quemaduras son frecuen-
tes cuando se presentan contracciones tetánicas que impiden que
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
26
Situaciones especiales
Lesiones por rayo
Los casos en los cuales las personas reciben una descarga di-
recta tienen una alta mortalidad. Normalmente ocurren cuando
están firmemente posicionados sobre el suelo y son el objeto más
alto alrededor. La mayoría son lesiones por arco cuando el rayo
cae cerca o, en algunas ocasiones, por la rapidez del paso de la
corriente y la formación de una película húmeda en la superfi-
cie (como en una tormenta) no hay paso directo de la electrici-
dad a través del cuerpo sino sobre la piel (en cuyo caso tienen
quemaduras extensas superficiales de baja gravedad, sin daño in-
terno). El espectro de quemadura puede ser muy variado, desde
quemaduras cutáneas mínimas a quemaduras mayores, que son
raras a menos que haya un objeto cerca que se torne incandes-
cente o se encienda. Los signos patognomónicos son el patrón de
Lichtenberg (una formación cutánea eritematosa arborescente
que aparece poco después de la lesión y desaparece a las 24 ho-
ras), necrosis aislada de las puntas de los pies sin otras lesiones,
y una pérdida punteada de todo el espesor de la piel con necrosis
central rodeada de congestión(10). La descarga generalmente cau-
sa un período de asistolia (similar a una desfibrilación), tras lo
cual el corazón retorna a su ritmo normal; sin embargo causa una
Manejo actual de las quemaduras eléctricas - Carolina Hoyos Rave
27
Embarazadas
Deben admitirse y vigilarse por al menos cuatro horas para des-
cartar inicio de actividad uterina, con monitoreo fetal y vigilancia
clínica. Posteriormente se debe hacer una vigilancia ambulatoria
estrecha durante dos semanas, por el riesgo de abruptio de pla-
centa, ya que adicional a la descarga eléctrica casi siempre tienen
trauma asociado(1).
Niños
En esta población es muy frecuente que la quemadura se pre-
sente al introducirse un cable en la boca, con formación de un
circuito pequeño de paso de corriente eléctrica a través de la co-
misura labial, la piel de la mejilla y la lengua que produce que-
maduras de tercer grado en esta zona. Normalmente se manejan
con curaciones hasta la cicatrización total, y luego requieren uso
de estiramientos gentiles e inmovilizaciones con aditamentos es-
peciales, con buenos resultados funcionales en la mayoría de los
casos; para los restantes se reserva la cirugía reconstructiva(8).
Conclusiones
Las quemaduras eléctricas son frecuentes en nuestro medio,
y tienen un espectro amplio de presentaciones clínicas: desde la
quemadura leve por bajo voltaje que no requiere manejo adicional
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
28
Referencias
Clínica
La fiebre ocurre en el 90% de los casos de los abscesos, se-
guido por los síntomas abdominales localizados en el cuadrante
superior derecho en un 50 a 75%. Otros síntomas que pueden
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
36
Diagnóstico
El absceso amebiano debe ser sospechado por clínica y antece-
dente epidemiológico. Nuestro país es endémico para amebiasis.
La Encuesta Nacional de Morbilidad de 1980 mostró que apro-
ximadamente 3.025.000 colombianos eran portadores asintomá-
ticos de E. histolytica y 1.075.000 habían sufrido algún tipo de
enfermedad amebiana intestinal o extraintestinal(13).
La mayoría de pacientes se presenta con respuesta inflamatoria
marcada, leucocitosis hasta en el 88%, fosfatasa alcalina y transa-
minasas elevadas, mayor compromiso en AHP, valores normales
no excluyen el diagnóstico(4).
En los últimos años con el advenimiento de técnicas modernas
imagenológicas, el diagnóstico es más certero, con localización
precisa del absceso(14). El advenimiento de la ecografía en 1960
y la tomografía en 1970, representan los dos principales avances
en el diagnóstico y tratamiento del absceso hepático(3); permiten
diagnóstico de absceso hepático en más del 90% de los casos, con
alta sensibilidad y especificidad para ambas, pudiendo a menudo
determinar una etiología(1).
La ecografía (figura 1) es la herramienta inicial de elección,
ideal en paciente con sospecha de patología biliar asociada, con
una sensibilidad del 80 al 90%. Es no invasiva, usualmente dispo-
nible, de menor costo y no requiere medio de contraste(4-6). Se pue-
Diagnóstico y manejo de absceso hepático - Catalina Pineda GarCés, Juliana Gómez Botero, maría adelaida Velásquez
37
Tratamiento
Absceso piógeno
Anteriormente la tasa de mortalidad era de 24 a 79% y en aque-
llos casos no tratados del 100%(2). La tasa de mortalidad ha sido
reducida a 5 a 10% con un reconocimiento pronto e inicio tem-
prano de cubrimiento antibiótico(6). Los principios del manejo son
antibióticos apropiados, drenaje percutáneo y tratamiento de los
procesos subyacentes asociados con el absceso(1-5).
Se debe iniciar terapia antibiótica lo más pronto posible, empí-
rica según la sospecha etiológica que causa el absceso y con base
en el patrón de resistencia local, una vez se obtenga un aislamien-
to microbiológico se debe dirigir la terapia(16).
La primera elección es monoterapia con un beta lactamico: am-
picilina sulbactam, piperacilina sulbactam. Se puede hacer com-
binación de cefalosporinas de tercera generación o quinolonas
con metronidazol. Si la etiología es arterial conviene cubrir frente
a Gram positivos: vancomicina es útil(2). El metronidazol se utili-
za para cubrir gérmenes anaerobios a dosis de 500mg cada ocho
horas. Si existe la sospecha de AHA, la dosis es mayor: 750mg
cada ocho horas.
No existen estudios aleatorizados que evalúen el tiempo óp-
timo de tratamiento antibiótico, típicamente determinado por
la respuesta clínica, seguimiento con curva térmica, reactantes
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
40
TRATAMIENTO
Aspirado
Antibiótico Percutáneo
Catéter
+
Drenaje Laparoscopia
Quirúrgico
Abierto
Absceso amebiano
Con un adecuado tratamiento las tasas de mortalidad son del
2,2%(6). Se indica manejo con agentes tisulares. El metronidazol
tiene acción altamente letal contra los trofozoitos, farmacocinéti-
ca favorable, excelente biodisponibilidad y amplia distribución en
la pared intestinal, siendo el agente de elección(11). La efectividad
del metronidazol se conoce desde 1964, a dosis de 750mg cada
ocho horas por siete a diez días, con tasas de curación superiores
al 90%. Alternativas son secnidazol, tinidazol(15).
Se debe dar posteriormente manejo con agente luminal, de no
hacerse se presenta recurrencia hasta en el 10% de los casos. El
agente luminal ataca los quistes, se utiliza paromomicina 500mg/
kg cada ocho horas por siete días, aminoglucósido que no se ab-
sorbe en el intestino, permaneciendo intra luminal(4). Las alterna-
tivas son teclozan y tiliquinol.
El drenaje percutáneo no es requerido de rutina. Se indica en
pacientes que no mejoran con el tratamiento antibiótico luego de
Diagnóstico y manejo de absceso hepático - Catalina Pineda Garcés, Juliana Gómez Botero, María Adelaida Velásquez
43
Absceso fúngico
Se aplican principios similares al AHP con tratamiento anti
fúngico y drenaje. La anfotericina B ha sido históricamente la pri-
mera línea de tratamiento; la caspofungina está surgiendo como
opción terapéutica(2). El fluconazol se puede dar si se aísla Candi-
da sensible.
Complicaciones
La ruptura de un absceso hepático es una rara complicación,
con incidencia aproximada de 6%. La ruptura del absceso es hacia
los órganos adyacentes, con extensión directa al espacio pleural,
pericardio o peritoneo(2-11).
La ruptura al espacio pleural ocurre entre un 7 a 20%, al peri-
toneo entre un 2 a 7%.
La extensión al pericardio por contigüidad es una complica-
ción que amenaza la vida, llevando a taponamiento cardiaco, pe-
ricarditis purulenta, siendo invariablemente letal(11). Al peritoneo
el absceso puede filtrar de manera contenida, subfrénico o libre
causando peritonitis(11).
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
44
Referencias
Fisiopatología
La obstrucción causa acumulación de gas y lí-
quido, produciendo distensión del intestino. El
gas acumulado proximal a la distensión es princi-
palmente aire deglutido (70 a 80%), mientras que
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
48
Etiología
La obstrucción intestinal se puede clasificar según la etiolo-
gía (intraluminal, extraluminal, intrínseca); según la porción de
intestino comprometido (intestino delgado-proximal, o colon-
distal); también puede clasificarse según el tiempo de evolución
(agudo, subagudo, crónico).
La obstrucción del intestino delgado corresponde al 80% del
total de las obstrucciones intestinales. Las principales causas de
obstrucción de intestino delgado son las adherencias en un 70%,
hernias y neoplasias, mientras que la principal causa de obstruc-
ción del colon corresponde a los tumores en un 75%, diverticuli-
tis y vólvulos. Tabla 1.
Obstrucción intestinal - Manuela Méndez Giraldo
49
TABLA
1 Causas de obstrucción intestinal
Lesiones extrínsicas Lesiones intrínsicas
- Adherencias - Diverticulitis
- Hernias - Apendicitis
- Vólvulo - Enfermedad inflamatoria intestinal
- Carcinomatosis - Intususcepción
- Abscesos - Isquemia
- Endometriosis - Radiación
- Neoplasias polipoides
- Cálculos
- Cuerpos extraños
- Bezoar
Tomado de: Gore R, Silvers R, Thakrar KH, et al. Bowel obstruction. 2015 Radiol Clin
N Am. 53, p. 1226
Adherencias
Son la principal causa de obstrucción de intestino delgado. Se
presentan en el 90% de los pacientes que son llevados a laparoto-
mías; éstas se pueden formar incluso a las pocas horas de pasada
la cirugía. Hasta el 10 a 15% de las adherencias son atribuidas a
inflamación previa, sólo un pequeño porcentaje se debe a bridas
congénitas. En el postoperatorio inmediato sólo el 1% de los pa-
cientes desarrollan obstrucción de intestino delgado; sin embargo,
el 90% de estas obstrucciones son secundarias a adherencias.
Hernias
Son las causantes del 25% de las obstrucciones de intestino
delgado. La mayoría de las hernias de la pared abdominal ocurren
en lugares donde sólo hay fascia y peritoneo entre la piel y la
víscera, mientras que las hernias internas ocurren en defectos o
porciones débiles del meso o por orificios naturales del peritoneo.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
50
Neoplasias
Corresponden al 10% de las causas de obstrucción de intestino
delgado.
• Tumores extrínsecos del meso y omento: comprimen el lu-
men y pueden generar una reacción desmoplásica compro-
metiendo el meso y el peritoneo que envuelve el intestino.
• Tumores primarios del intestino delgado: comprometen
más que todo la segunda a cuarta porción del duodeno y
yeyuno proximal. Cuando causan obstrucción por lo gene-
ral se encuentran en estadíos avanzados.
Diverticulitis
Se presenta hasta en el 12% de los pacientes con esta enferme-
dad, y es secundaria a la inflamación que lleva fibrosis marcada
y posterior formación de estenosis. Se presenta más comúnmente
en el sigmoides, seguido del transverso y colon derecho.
Vólvulos
Responsable del 10% de las obstrucciones del colon; puede
afectar el sigmoides más frecuentemente, pero también el ciego,
transverso.
Hernias y adherencias
La obstrucción del colon secundaria a adherencias es rara,
pues el colon tiene paredes más gruesas, tiene mayor diámetro
Obstrucción intestinal - Manuela Méndez Giraldo
51
Presentación clínica
Los síntomas varían de acuerdo con el de la obstrucción, es-
tadio y tipo. Sin embargo es común que se presente con dolor
abdominal, náuseas, vómito, distensión abdominal, disminución
en las deposiciones y paso de flatos.
El dolor abdominal es tipo cólico, reflejando el aumento en
la actividad peristáltica; luego se torna constante cuando el in-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
52
Diagnóstico
Durante la elaboración de la historia clínica, es importante in-
terrogar acerca de antecedentes como cirugías abdominales, her-
nias, neoplasias, enfermedad inflamatoria intestinal, entre otros,
ya que pueden orientar acerca de la causa de la obstrucción. En
el examen físico es importante ser cuidadoso en la búsqueda de
hernias.
Evaluación inicial
Con el laboratorio, la presencia de leucocitosis, PCR elevada o
acidosis láctica pueden orientar al médico hacia la presencia de
una isquemia o infección sistémica. También se debe vigilar la
función renal, estos pacientes tienden a estar deshidratados, pues
se acumulan líquidos dentro de las asas y disminuye la capacidad
de absorción del intestino.
Obstrucción intestinal - Manuela Méndez Giraldo
53
Evaluación radiológica
Los signos radiológicos varían dependiendo del nivel de obs-
trucción. Inicialmente el asa puede no estar distendida, luego se
va llenando de líquido y no hay presencia de gas a nivel intralu-
minal.
• Radiografía de abdomen de pie: Es la primera imagen a rea-
lizar cuando se sospecha un dolor abdominal secundario a
obstrucción intestinal. Tienen una sensibilidad de un 40 a
80% para el diagnóstico, pueden dar idea de la localización
del sitio de la obstrucción, y en algunos casos revelar la
causa de la misma. No son muy útiles cuando hay asa ce-
rrada, isquemia o estrangulación. En la tabla 2 se describen
los hallazgos en los rayos x.
• Radiografía con medio de contraste hidrosoluble: Tiene un
valor diagnóstico y a su vez terapéutico, ya que aumentan
la actividad contráctil del intestino y disminuyen el edema
de la pared. Puede predecir la necesidad de cirugía y reso-
lución de la obstrucción.
La presencia de medio de contraste en colon, a las 24 ho-
ras, predice la resolución de la obstrucción. La ausencia del
mismo luego de 24 horas es indicación de cirugía. Las guías
actuales recomiendan solicitar rayos x de abdomen de con-
trol a las 12 y 24 horas de suministrado el medio de contras-
te; sin embargo, apenas se está empezando a implementar
su uso.
• Tomografía de abdomen: útil para el diagnóstico de esta pa-
tología, sin embargo, se debe reservar para pacientes con
clínica y rayos x inconclusos, cuando no haya signos de
irritación peritoneal o isquemia, pues en este caso el pa-
ciente debe ser llevado a cirugía sin demoras. Se debe soli-
citar con medio de contraste venoso, sin embargo, si se está
sospechando una patología diferente, solicitar la tomografía
además con medio de contraste oral.
Confirma la presencia de una obstrucción completa, la
causa en un 70 a 95% de los casos y la localización más
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
54
Tratamiento
El manejo conservador se hace en los pacientes sin signos o
marcadores de obstrucción complicada, sin irritación peritoneal
y con antecedentes quirúrgicos abdominales. Los pacientes con
abdómenes vírgenes, es decir sin antecedentes de cirugías abdo-
minales, deben de ser llevados a cirugía sin demoras.
Se debe dejar al paciente sin vía oral, realizar una descompre-
sión intestinal colocando una sonda nasogástrica a libre drena-
je, suministrar líquidos endovenosos (cristaloides), reposición de
electrolitos en caso de ser necesario. Los pacientes sometidos a
manejo conservador no deben recibir analgésicos ni antieméticos
durante el período de observación. Los artículos y guías actuales
no recomiendan el uso de antibióticos de forma rutinaria.
Obstrucción intestinal - Manuela Méndez Giraldo
55
TABLA
2 Hallazgos de la radiografía simple de abdomen de pie
en obstrucción intestinal
Tomado de Gore R, Silvers R, Thakrar KH, et al. Bowel obstruction.2015 Radiol Clin N
Am. 53.p 1227
Período de observación
Pacientes sin signos de irritación peritoneal o perforación in-
testinal pueden ser manejados de manera conservadora hasta 72
horas.
En caso de no mejoría luego de tres días, la cirugía está indi-
cada. Se debe hacer revisión cada seis a ocho horas con control
de rayos x de abdomen cada doce horas de iniciado el manejo. Se
debe evaluar la persistencia y características del dolor abdomi-
nal, peristaltismo, distensión abdominal, vigilar estado de hidra-
tación, presencia de fiebre o taquicardia. Preguntar por paso de
flatos o presencia de deposiciones y cuantificar las pérdidas por
sonda nasogástrica.
En el paciente que presenta mejoría clínica y radiológica, se le
debe reiniciar la vía oral y en caso de tolerarla se retira la sonda
nasogástrica.
En caso de reaparición de los síntomas, se debe abandonar el
manejo conservador y programar cirugía. Cuando se presente me-
joría completa sin reaparición de síntomas y signos, el paciente
puede darse de alta.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
56
Manejo quirúrgico
La presencia de dolor abdominal constante, fiebre, leucocito-
sis, taquicardia o acidosis metabólica persistente (después de rea-
nimar) son predictores de obstrucción intestinal complicada; por
tanto los pacientes que se presenten con estos síntomas deben ser
programados para manejo quirúrgico desde el ingreso, al igual que
los pacientes que se presenten con signos de irritación peritoneal.
Los pacientes sin antecedentes de cirugía abdominal también de-
ben ser programados para manejo quirúrgico al ingreso ya que la
obstrucción intestinal de causa diferente a las adherencias perito-
neales tiene menor probabilidad de resolverse espontáneamente,
y la gran mayoría de las veces la patología de base persiste provo-
cando nuevos episodios de obstrucción u otras complicaciones.
En la tabla 3 se describen las indicaciones de cirugía.
TABLA
3 Indicaciones de cirugía
Tomado de: Di Saveiro S, et al. Bologna guidelines for diagnosis and management of
adhesive small bowel obstruction (ASBO): 2013 update of the evidence-based guidelines
from the world society of emergency surgery ASBO working group. World J Emerg
Surg.2013.8(1):42 p 4
Obstrucción intestinal - Manuela Méndez Giraldo
57
Conclusión
La obstrucción intestinal es una entidad frecuente que requiere
un juicio clínico adecuado para un diagnóstico temprano y certe-
ro, identificando los pacientes que requieren cirugía de una forma
temprana. En caso de no cirugía, el paciente no debe abandonarse
durante el seguimiento hasta la resolución completa de su cuadro.
Bibliografía
Introducción
La enfermedad diverticular es una causa común
de consulta relacionada con dolor abdominal en los
servicios de urgencias. Si bien es cierto que apro-
ximadamente el 65% de la población mayor de 60
años presenta divertículos, sólo el 5% presentaran
diverticulitis aguda. Es importante que el médico
general esté familiarizado con los conceptos de esta
entidad teniendo herramientas básicas para su diag-
nóstico y manejo.
Generalidades y epidemiología
Los divertículos son el resultado de la herniación
de la pared mucosa y submucosa del colon a través
de la muscular propia, justo donde penetran los va-
sos rectos. Se ha descrito que es el hallazgo más fre-
cuente en Estados Unidos mediante colonoscopia.
Los divertículos tienen un amplio espectro de
complicaciones, algunos de ellos incluso pueden
cursar con mortalidad; este grupo heterogéneo es lo
que se conoce como enfermedad diverticular.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
60
Diverticulitis aguda
La incidencia de diverticulitis aguda ha aumentado un 50%
desde el año 2000. Hay una ligera tendencia a que las mujeres
sean más afectadas al igual que la raza blanca. Existe un estudio
de 3.222 pacientes donde se encontró que sólo el 12% de éstos
presentaban complicaciones asociadas a la diverticulitis aguda
las cuales se dividen en: 69% absceso pericólico, 27% peritonitis,
15% obstrucción, 14% fístulas y 2% estenosis.
Después de un episodio de diverticulitis hay un riesgo sig-
nificativo de recurrencia, encontrando que es de 8% al primer
año, 17% a 5 años y 22% a 10 años. Los pacientes más jóvenes
y las mujeres están en mayor riesgo de recurrencia. Sin embar-
go, los pacientes ancianos están en mayor riesgo de complicacio-
nes como: obstrucción, fístulas, estenosis o peritonitis. Algunos
estudios han descrito que las complicaciones están asociadas al
primer episodio de diverticulitis aguda, siendo así los episodios
subsecuentes menos mórbidos.
Múltiples factores de riesgo se han visto asociados a la apari-
ción de diverticulitis. Tener una dieta vegetariana o alta en fibra se
Diverticulitis aguda - Carlos Andrés Serna Arbeláez, Natalia Flórez Arango, Harry Américo Abadía Guzmán
61
Diagnóstico
En un paciente que ingrese al servicio de urgencias con ante-
cedente de diverticulosis, dolor localizado en cuadrante inferior
izquierdo, PCR mayor a 5mg/dl y ausencia de vómito puede ha-
cerse diagnóstico de diverticulitis aguda con una exactitud cerca-
na al 95%; esto ayudará a enfocar el paciente y dirigir la terapia
sólo con la clínica. Es de resaltar que todo paciente con sospecha
de diverticulitis aguda debe tener una tomografía computariza-
da con el fin de clasificar el episodio de diverticulitis y planifi-
car las opciones terapéuticas con una sensibilidad y especifici-
dad superiores al 95%. En algunos artículos se recomienda el uso
de la ultrasonografía como herramienta inicial pero es conocido
ampliamente su pobre rendimiento diagnóstico (operador depen-
diente) y no permite una adecuada clasificación de la patología.
Del mismo modo se puede realizar resonancia magnética, lo cual
no está muy indicado por la poca disponibilidad y alto costo en
nuestro medio.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
62
Clasificación
Existen múltiples artículos que describen la clasificación de
diverticulitis aguda, el método más ampliamente utilizado fue pu-
blicado por Hinchey y colaboradores en 1978. Dicha clasificación
ha sido objeto de diferentes modificaciones a través de los años,
pero ha sido una herramienta útil para la unificación de concep-
tos en la práctica clínica con el fin de planificar tratamiento y con-
ducta (tabla 1). Recientemente con el advenimiento de las imá-
genes diagnósticas más sofisticadas se ha creado la clasificación
tomográfica de la diverticulitis aguda (tabla 2) con lo cual se han
definido algoritmos de tratamiento mucho más claros y rápidos.
Tratamiento
Diverticulitis no complicada
Es un proceso inflamatorio confinado, usualmente tiene un
curso indolente con baja incidencia de complicaciones, su recu-
rrencia es poco frecuente y menos mórbida (menos del 5%) inde-
pendientemente de la edad o el número de episodios presentados
previamente.
El uso de antibiótico en este grupo es punto de controversia en
la comunidad médica. Recientes estudios aleatorios muestran que
el tratamiento antibiótico no es superior al placebo en diverticu-
litis no perforada cuando se evalúan desenlaces como tiempo de
resolución de los síntomas, complicaciones o prevención de recu-
rrencias. Del mismo modo estos pacientes se pueden manejar de
manera ambulatoria teniendo en cuenta grupos especiales como
inmunosuprimidos, múltiples comorbilidades, intolerancia a la
vía oral o signos clínicos de sepsis, los cuales requerirán obser-
vación estrecha y por ende hospitalización. Etzioni encontró que
el manejo ambulatorio es eficaz en el 94% de los pacientes; datos
similares a los encontrados en revisiones sistemáticas recientes.
Cabe resaltar que en nuestro medio, con las barreras sociales que
presentamos, debe individualizarse cada caso pues el acceso a los
servicios de salud y la posibilidad reconsultar es limitada.
Diverticulitis aguda - Carlos Andrés Serna Arbeláez, Natalia Flórez Arango, Harry Américo Abadía Guzmán
63
Diverticulitis complicada
Hinchey Ia. Este tipo de complicación incluye microperfora-
ción (contenida) sin evidencia de abscesos o peritonitis. Los pa-
cientes tienen riesgo de progresar a estadios más complicados si
no se tratan de manera oportuna. Por esto se indica el inicio de
antibióticos de amplio espectro (cobertura para Gram negativos,
Gram positivos y anaerobios). Los regímenes más comúnmente
publicados en la literatura son amoxicilina/clavulanato o cipro-
floxacina más metronidazol, pero se debe ajustar según la resis-
tencia antimicrobiana en cada región. En grupos especiales como
los inmunosuprimidos o pacientes con riesgo de infecciones mul-
tirresistentes, se debe ampliar el espectro antibiótico con el fin de
tener mejores desenlaces.
No existe ninguna contraindicación para iniciar manejo oral
desde el ingreso del paciente, los estudios no han mostrado peo-
res desenlaces con esta práctica, siempre y cuando se tengan en
cuenta los grupos especiales. Igualmente no hay diferencia en tra-
tamientos cortos (cinco días) versus prolongados (siete días) con
una efectividad cercana al 91%.
Pacientes con múltiples comorbilidades o quienes ingresan en
sepsis requieren manejo adicional con reposo intestinal, hidrata-
ción agresiva intravenosa e inicio de antibiótico empírico (según
protocolo de sepsis de cada institución).
Hinchey Ib. La presentación clínica de este grupo se encuen-
tra con abscesos menores de 4 cm y las estrategias terapéuticas
se debaten entre el manejo médico y el drenaje percutáneo. Los
abscesos diverticulares pueden ser manejados en una fase inicial
con antibiótico venoso, evaluando respuesta clínica a las 72 horas
y según esto definir necesidad de drenaje percutáneo (si hay de-
terioro clínico), la mayoría de los estudios muestran que el punto
de corte para el manejo medico está cercano a los 4 cm indepen-
diente de la ubicación del absceso, encontrando una excelente
respuesta a dicho tratamiento, sin necesidad de intervenciones
adicionales.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
64
Secuelas
Después de un episodio de diverticulitis los pacientes pueden
experimentar síntomas gastrointestinales crónicos, como dolor
abdominal, distensión, cólicos, diarrea, plenitud gástrica y cons-
tipación. Frecuentemente se hace diagnóstico de colon irritable,
pues tener un episodio de diverticulitis aumenta cinco veces el
riesgo de presentar esta patología.
Otra secuela importante es la ansiedad, estos pacientes fre-
cuentemente viven temerosos por presentar recurrencias, perfora-
Diverticulitis aguda - Carlos Andrés Serna Arbeláez, Natalia Flórez Arango, Harry Américo Abadía Guzmán
65
Prevención
Los pacientes deben ser informados sobre la importancia de
cambiar el estilo de vida y la dieta para reducir el riesgo de recu-
rrencia. Desafortunadamente no existe evidencia clara acerca de
estos cambios, pero es una forma de prevención poco costosa así
no tenga un impacto grande en la enfermedad.
Diferentes publicaciones recomiendan evitar el uso de AINES,
aspirina, consumir dieta rica en fibra y realizar actividad física
vigorosa, todo esto con base en niveles pobres de evidencia. Por
el contrario en los últimos estudios se ha visto que el consumir
nueces, maíz o almendras no son factores desencadenantes de la
enfermedad.
El uso de medicamentos profilácticos no está recomendado.
Estudios con mesalazina no muestran gran beneficio en prevenir
recurrencias. Igualmente pasa con el uso de rifaximab (antibiótico
luminal) o probióticos, no existen estudios con buen peso esta-
dístico que indique su beneficio y generen una recomendación
importante para las guías.
Seguimiento
La Asociación Americana de Gastroenterología y la Sociedad
Americana de Colon y Recto recomiendan realizar colonoscopia
a todos los paciente en seis a ocho semanas después del episo-
dio agudo en todo paciente que no tenga una colonoscopia previa
(menor a un año) con el fin de descartar patología neoplásica pues
el cáncer de colon y recto puede debutar como proceso inflama-
torio.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
66
TABLA
1
TABLA
2
Lecturas recomendadas
Tipos de cálculos
Hay cinco tipos de cálculos urinarios: compuestos por calcio
(oxalato-hidroxiapatita), estruvita (magnesio-amonio-fosfato), áci-
do úrico, cistina y aquellos derivados de medicamentos y sus me-
tabolitos. En la tabla 1 se resumen las características de cada uno
de éstos y se describe su comportamiento en imágenes.
Aspectos clínicos
El síntoma más común de la urolitiasis es el dolor, típicamente
es tipo cólico y la localización se correlaciona con el sitio de la
obstrucción. El dolor en flanco generalmente se asocia con una
obstrucción del uréter proximal, el dolor en hipogastrio con irra-
diación al testículo o la región perineal en las mujeres, se asocia
a un cálculo del uréter distal. El dolor supra púbico, la urgencia
urinaria y disuria usualmente se asocian con cálculos en la unión
ureterovesical o uretra. La hematuria se puede presentar en uro-
litiasis aún si ésta no se asocia a un proceso obstructivo. Otros
síntomas como náuseas y vómito son frecuentes; se deben buscar
signos que sugieran algún proceso infeccioso asociado al fenó-
meno obstructivo ya que se considera una condición que amerita
tratamiento temprano.
TABLA
1 Tipos de cálculos
Tomografía computarizada
La tomografía abdominal simple es el método de elección (es-
tándar de oro) para el estudio de la urolitiasis, con un alto rendi-
miento diagnóstico (sensibilidad 95 a 98%; especificidad del 96
al 100%).
Tiene muchas ventajas sobre las demás técnicas radiológicas:
se puede obtener rápidamente, hay amplia disponibilidad, no
requiere el uso de medio de contraste intravenoso, es altamente
sensible para el diagnóstico de cálculos sin importar el tamaño y
además ayuda a determinar complicaciones u otros diagnósticos
diferenciales en el contexto de dolor abdominal (apendicitis, di-
verticulitis, lesiones ginecológicas, pancreatitis, entre otras).
Urolitiasis: enfoque del diagnóstico por imágenes, lo que el médico debe conocer - Mauricio Franco Cano
73
TABLA
2 Modalidades diagnósticas diferentes a la tomografía
para la evaluación de la urolitiasis
TABLA
2 Modalidades diagnósticas diferentes a la tomografía
para la evaluación de la urolitiasis (continuación)
A B
Signos primarios
Visualización directa de los cálculos: hay que tener en cuenta
que en el trayecto ureteral hay tres sitios donde el calibre de la vía
urinaria disminuye (fisiológicamente) y es allí donde se encuen-
tran la mayoría de los cálculos en el paciente con dolor litiásico
agudo.
A B
Signos secundarios
Los signos secundarios pueden ser debidos al proceso obstruc-
tivo o posible sobreinfección, uno de ellos es la disminución en
la densidad de la pirámide renal que sugiere edema, incremento
en el tamaño del riñón del lado afectado por el proceso obstructi-
vo e inflamatorio, la dilatación de los sistemas colectores por un
cálculo obstructivo. La hidronefrosis se presenta en un 69% de
los procesos litiásicos obstructivos, edema peri renal en el 65%,
edema periureteral en 65% de los casos (figura 6).
FIGURA Urotac (A/B), (C) y (D), tres pacientes diferentes demostrando los sig-
6 nos secundarios. En (A/B) tomografía del mismo paciente se demuestra
la dilatación ureteral y el edema periureteral (flecha en A); en (B) un
corte más inferior donde se identifica el cálculo obstructivo localizado
en el uréter distal. (C) hidronefrosis derecha (flecha) por un cálculo
obstructivo distal (no incluido en la ilustración). (D) El aumento en el
tamaño del riñón izquierdo con el edema peri renal (flecha) e hidrone-
frosis (cabeza de flecha).
Urolitiasis: enfoque del diagnóstico por imágenes, lo que el médico debe conocer - Mauricio Franco Cano
81
Tratamiento
Describir el tratamiento no hace parte de los objetivos del pre-
sente escrito, sin embargo, hay que hacer algunas apreciaciones
que son importantes y tienen que ver con las imágenes diagnós-
ticas. El tamaño es relevante, ya que cálculos menores de 5mm
pueden ser expulsados espontáneamente en el 68% de los casos,
entre 5 y 10mm en el 47% de los casos, los de mayor tamaño
usualmente requieren algún abordaje urológico. Hay otros fac-
tores a tener en cuenta como la densidad, el segmento ureteral
donde se localizan y la distancia a la que se encuentran respecto
a la pared abdominal posterior, que son tenidos en cuenta por el
especialista Radiólogo y el Urólogo para sugerir o llevar a cabo
algún tratamiento(8).
Conclusión
La urolitiasis es una condición clínica frecuente; la mayoría
de los médicos se encuentran familiarizados con esta entidad en
cuanto a su abordaje clínico, sin embargo el poco conocimiento o
falta de experiencia en la evaluación de las imágenes diagnósticas
hacen que, en ocasiones, su determinación en el tratamiento y de-
finir la evaluación complementaria por el urólogo sea limitado. El
objetivo del presente escrito es ofrecer al médico una herramienta
más para generar independencia en su criterio y a la misma vez
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
82
Referencias
Introducción
Enfrentar una neoplasia maligna, tan frecuente
como el carcinoma de mama, es cosa de todos los
días en la consulta médica. Desde hace varios años,
en los medios de comunicación se implementan
campañas masivas de detección precoz de cáncer de
mama. Se supone se ha creado conciencia en las pa-
cientes para que consulten a tiempo y, de esta mane-
ra, impactar en la disminución de la mortalidad. Sin
embargo, más allá de saber identificar los factores
de riesgo, los signos clínicos e imagenológicos y su
incidencia, es una enfermedad que, podemos decir,
es poco conocida por los médicos. La intención de
este capítulo es abrir un panorama que ayude a en-
tender la biología de una enfermedad tan frecuente
como compleja: el carcinoma de mama.
En el mundo, el carcinoma de mama es la neo-
plasia maligna más frecuente en mujeres. De acuerdo
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
86
Entrando en materia
La cadena de participación médica en relación con el carcino-
ma de mama, es cuando una paciente consulta con el médico ge-
neral para que sus mamas sean examinadas, ya sea de forma pre-
ventiva tras identificar los factores de riesgo, como seguimiento
de una patología mamaria benigna, o por un síntoma nuevo como
dolor, sensación de masa, entre otros. El examen físico inicial y el
contexto clínico son determinantes para establecer la necesidad
de un estudio de imagen complementario. El siguiente actor mé-
dico entonces es el radiólogo quien caracterizará la lesión según
sus peculiaridades imagenológicas, valiéndose de una herramien-
ta que intenta unificar y hacer universalmente reproducibles sus
interpretaciones como es el BI-RADS (Breast Imaging Report and
Database System) por medio del cual se puede indicar cuándo
una lesión mamaria es benigna, sospechosa o altamente probable
de malignidad. Es allí donde el siguiente actor clínico, el cirujano
general, el ginecólogo o el mastólogo, entraría a pedir el concurso
del patólogo por medio de una biopsia, que según los más recien-
tes consensos, en una lesión mamaria localizada y con sospecha
clínica de malignidad, se recomienda tomarla con aguja gruesa (o
biopsia por tru-cut).
No todos los carcinomas de mama son iguales: salen a relucir los subtipos intrínsecos del
carcinoma de mama
Como ya vimos, por clínica y estudios de histopatología se pue-
de establecer si una lesión es maligna y se da una luz sobre su po-
tencial agresividad, no obstante, por medio de otras herramientas
es posible entender su biología y predecir su comportamiento, al
tiempo que se pueden dar pautas para decidir sobre eventuales
tratamientos dirigidos; estos son los subtipos intrínsecos del car-
cinoma de mama, una subdivisión basada en la identificación de
componentes moleculares y variaciones inmunofenotípicas del
tejido maligno por medio de estudios de inmunohistoquímica y
biología molecular.
Carcinoma de mama: lo que hay que saber sobre la nueva clasificación molecular ... - Saúl Andrés Rivero Monterrosa
89
TABLA
1 Escala de Nottingham, método semicuantitativo
para evaluar grado histológico del carcinoma de mama
TABLA
2 Clasificación de los subtipos intrínsecos del carcinoma de mama
Subtipo RE RP HER2 Ki 67
Luminal A + + - Bajo
Luminal B + + -/+ Alto
HER2 enriquecido - - +++ Alto
Triple Negativo - - - Alto
Estrógenos
Receptores de
estrógenos
Activación
factores de
transcripción
Conclusiones
El carcinoma de mama es una enfermedad heterogénea desde
el punto de vista biológico y molecular. Los datos identificados a
la fecha convergen en cuatro subtipos intrínsecos: “Luminal A”,
“Luminal B”, “Her2 enriquecido” y “Triple Negativo”.
Entre los dos subtipos Luminal, el Luminal B se pueden reque-
rir terapias adicionales a las hormonales.
El carcinoma Triple Negativo o de Tipo Basal debería ser con-
siderado como un tipo de carcinoma por sí mismo por ser el más
variopinto de los subtipos descritos.
La clasificación molecular basada en plataformas de expresión
génica es el futuro, puesto que ofrecen datos más concretos en
términos de predicción de beneficio al tratamiento, riesgo de re-
cidiva y sobrevida. Quedan interrogantes acerca de cómo aplicar
estas tecnologías en un ambiente clínico diario. El reto se antoja
ventajoso.
Carcinoma de mama: lo que hay que saber sobre la nueva clasificación molecular ... - Saúl Andrés Rivero Monterrosa
95
Bibliografía
Introducción
El cáncer de seno es una enfermedad prevalente
con grandes implicaciones en la vida de una mujer.
Hace parte de los tipos de cáncer más frecuentes en
las mujeres, tanto en los países desarrollados como
en los países en desarrollo.
Los programas de tamización y los avances en el
tratamiento de esta enfermedad han conseguido, en
las últimas décadas, un aumento sustancial de la
supervivencia, hasta del 88% a diez años; aunque
en el mundo el papel del tamizaje poblacional es
aún motivo de gran polémica(1).
Epidemiología
Según las cifras estimadas de incidencia, morta-
lidad y prevalencia de cáncer en Colombia, repor-
tadas por el Instituto Nacional de Cancerología, el
cáncer de mama es catalogado como el tumor más
frecuente en la población femenina, en departamen-
tos como Antioquia, Arauca, Atlántico, Bolívar y Va-
lle, lo que genera hasta el 22,3% de las muertes por
cáncer(2) .
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
98
Mamografía
El tamizaje mamográfico es la modalidad de imagen primaria
para la detección precoz del cáncer de mama. Es el único método
de imagen que consistentemente se ha encontrado para disminuir
la mortalidad relacionada con el cáncer de seno(7).
El objetivo principal de la mamografía es disminuir la morta-
lidad y a su vez identificar el cáncer de seno en estadios clínicos
tempranos, para así aumentar el tiempo libre de la enfermedad y
mejorar el pronóstico de las pacientes(7).
Una mujer asintomática con un examen clínico negativo, y ma-
mografía negativa tiene una probabilidad superior al 99% de no
tener cáncer de mama(6).
Otra de las ventajas de la mamografía, es que ofrece la posibi-
lidad de detectar el cáncer uno a cuatro años antes que se haga
clínicamente evidente(8).
Muchos de los avances tecnológicos han sido realizados para
mejorar la calidad de la imagen, así como para reducir la dosis de
radiación a la paciente. Estos avances, a su vez, permiten desarro-
llar otras modalidades de imagen del seno, tratando de proporcio-
nar un diagnóstico más precoz con una evaluación más precisa
de la extensión de la enfermedad y la respuesta al tratamiento(9).
La evaluación de rutina incluye la toma de dos proyecciones,
craneocaudal y medio lateral oblicua de cada seno. Imagen A y
B(10).
Papel de la mamografía en el diagnóstico de cáncer de seno - Verónica García Bedoya
101
Interpretación BI-RADS
CATEGORÍA RECOMENDACIÓN MALIGNIDAD
0 Evaluación incompleta Requiere imágenes No aplica
adicionales
1 Negativo Seguimiento de rutina 0%
anual
2 Hallazgos benignos Seguimiento de rutina 0%
anual
3 Hallazgos probablemente Seguimiento cada 6 2%
benignos meses
4 Hallazgos sospechosos Requiere biopsia a. Del 2 al 10%
a. Baja sospecha malignidad b. Del 10 al 50%
b. Moderada sospecha c. Del 50 al 95%
malignidad
c. Alta sospecha malignidad
5 Hallazgos altamente Requiere biopsia >95%
sugestivos de malignidad
6 Malignidad conocida Continuar tratamiento No aplica
establecido
Rendimiento de la mamografía
Para hablar acerca del rendimiento de la mamografía, se debe
conocer su sensibilidad y especificidad, los cuales son del 84%
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
104
Conclusión
Respecto al uso de la mamografía para el diagnóstico y preven-
ción del cáncer de seno, la gran incógnita no sólo es decidir hacer
o no mamografia de tamizaje. La cuestión también es responder si
vale la pena someterse a riesgos que se pueden evitar.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
108
Referencias
ahcd/namcs_summary/ 2009_namcs_web_tables.pdf
Accessed February 4, 2013
8. García EM, Storm ES, Atkinson L, Kenny E, Mitchell
LS. Current breast imaging modalities, advances, and
impact on breast care. Obstet Gynecol Clin North Am.
septiembre de 2013;40(3):429-57.
9. Digital vs. analog mammography technology spotlight.
Medcompare. Available at: http://www.medcompare.
com/spotlight.asp?spotlightid532 Accessed January 4,
2013.
10. D’Orsi CJ, Newell MS. BI-RADS Decoded: Detailed Gui-
dance on Potentially Confusing Issues. Radiol Clin Nor-
th Am. septiembre de 2007;45(5):751-63.
11. Kornguth PJ, Rimer BK, Conaway MR, Sullivan DC,
Catoe KE, Stout AL, et al. Impact of patient-controlled
compression on the mammography experience. Radio-
logy. enero de 1993;186(1):99-102.
12. Boyer B, Canale S, Arfi-Rouche J, Monzani Q, Khaled
W, Balleyguier C. Variability and errors when applying
the BIRADS mammography classification. Eur J Radiol.
marzo de 2013;82(3):388-97.
13. García EM, Storm ES, Atkinson L, Kenny E, Mitchell
LS. Current breast imaging modalities, advances, and
impact on breast care. Obstet Gynecol Clin North Am.
septiembre de 2013;40(3):429-57.
14. U.S. Preventive Services Task Force. Screening for breast
cancer: U.S. Preventive Services Task Force recommen-
dation statement. Ann Intern Med 2009; 151:716–726,
W-236.
15. Kerlikowske K. Screening mammography in women less
than age 50 years. Curr Opin Obstet Gynecol. febrero de
2012;24(1):38-43.
16. Álvarez Gardiol Emir, Tejerina Gómez Armando. Masto-
logía dinámica,1995 Capítulo: Tasa de crecimiento natu-
ral del cáncer de mama primario y sus metástasis.
17. Vich P, Brusint B, Álvarez-Hernández C, Cuadrado-Rou-
co C, Díaz-García N, Redondo-Margüello E. Actualiza-
ción del cáncer de mama en Atención Primaria (I/V). SE-
MERGEN - Med Fam. septiembre de 2014;40(6):326-33.
Papel de la mamografía en el diagnóstico de cáncer de seno - Verónica García Bedoya
111
Introducción
La adecuada atención del parto requiere, indefec-
tiblemente, conocimientos sobre la biología y fisio-
logía del embarazo y parto. Las contracciones uteri-
nas ocurren desde muy temprano en el embarazo y
se prolongan hasta el nacimiento del recién nacido
y la expulsión completa de la placenta; aunque, ini-
cialmente, son irregulares en intensidad, duración
y frecuencia. Lo más importante, sin embargo, es
que la gran mayoría de estas contracciones en rea-
lidad no son dolorosas, aún cuando puedan llegar
a ser molestas. La dilatación y el acortamiento (bo-
rramiento) del cuello uterino se pueden empezar a
evidenciar al finalizar el tercer trimestre de la ges-
tación, razón por la cual no es infrecuente encon-
trar pacientes con embarazos a término (más de 37
semanas), sin actividad uterina y dilataciones avan-
zadas (tres o cuatro centímetros), en quienes equi-
vocadamente se deduce que ya iniciaron el trabajo
de parto (en adelante T de P).
Lo anteriormente expuesto permite demostrar
por qué definir el inicio exacto del T de P es ver-
daderamente difícil. Para caracterizar a las mujeres
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
114
Conclusiones
El nacimiento indiscriminado por cesárea es hoy en día un pro-
blema de salud pública global, que incrementa la morbi-mortali-
dad materna e impacta negativamente en el futuro obstétrico (y
médico) de la mujer, sin necesariamente mejorar los resultados
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
126
Bibliografía
Ayudas de imagen
Las radiografías simples, anteroposterior y lateral son la técni-
ca de imagen más utilizada en la evaluación de las lesiones de la
rodilla en el servicio de urgencias, otras proyecciones se pueden
Lesiones traumáticas en la rodilla - Gustavo Vela Castillo
131
TABLA
1 Reglas de Ottawa
Se debe realizar una radiografía ante una lesión traumática de rodilla, con uno
de los siguientes indicadores:
1. Edad 55 años o más
2. Sensibilidad en la cabeza del peroné
3. Sensibilidad aislada de la rótula
4. Incapacidad para flexionar la rodilla a más de 90º
5. Incapacidad para soportar el peso (cuatro pasos)
Luxación de la rodilla
Las luxaciones de la rodilla son producidas por un trauma de
alta energía, principalmente en accidentes de tránsito, traumas
deportivos y caídas de altura. Esta lesión potencialmente amenaza
la extremidad, por la frecuencia de lesión vascular concomitante,
reportada en la literatura en un rango entre 7% y 64%, sin un ma-
nejo adecuado y oportuno, se puede llegar a la amputación de la
extremidad. Una rodilla con una inestabilidad en varios planos,
puede haberse luxado y reducido espontáneamente, por lo cual
no considerar el diagnóstico puede ser nefasto para el paciente.
En el contexto de una luxación de la rodilla, el daño de los liga-
mentos es extenso, al menos tres de los ligamentos principales de
la rodilla estarán completamente rotos; por lo general se presenta
la combinación de una lesión del LCA, LCP y LCM, conduciendo
a una rodilla extremadamente inestable. Al examen físico una lu-
xación no reducida de la rodilla suele ser un diagnóstico obvio,
debido a la deformidad inherente de la lesión. Sin embargo, la
reducción espontánea por carecer de una hemartrosis tensa, ya
que ésta se drena por la rotura capsular, dificulta mucho más el
diagnóstico de estas lesiones. Siempre se deben descartar frac-
turas con una radiografía anteroposterior y lateral que a su vez
confirma el diagnóstico. Las luxaciones de la rodilla se clasifican
por la posición de la tibia en relación con el fémur, la cual puede
estar desplazada anterior, posterior, medial o lateral; la luxación
anterior es la más frecuente con el 40%, seguida por la posterior
con el 33% de los casos.
El examen vascular y neurológico es fundamental, la lesión del
nervio peroneo ocurre aproximadamente en un tercio de las lu-
xaciones y se asocia con una imposibilidad para la dorsi-flexión
del pie. La realización del índice tobillo brazo (ITB) es útil para
descartar una lesión de la arteria poplítea, un valor menor de 0.9
ayuda a sospechar un trauma vascular. El uso rutinario de una ar-
teriografía o un angiotac es controvertido, la literatura sugiere que
es innecesario en pacientes con pulsos distales fuertes y un ITB
mayor de 0.9. La reducción cerrada de la luxación con tracción
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
134
Fracturas de la patela
Las fracturas de la patela constituyen un porcentaje bajo de las
fracturas del miembro inferior; típicamente ocurren por un trau-
ma directo en la rodilla, secundario a una caída o a un accidente
de tránsito. Los pacientes se presentan al servicio de urgencias
con dolor que se incrementa con la movilización; ocasionalmen-
te son capaces de caminar. Al examen físico tienen equimosis y
edema en la bursa prepatelar, es importante evaluar muy bien la
piel y los tejidos superficiales para descartar una fractura abierta.
Ante la sospecha de una fractura de la patela, se deben tomar ra-
diografías anteroposterior, lateral de la rodilla y tangencial de la
patela. El trazo transverso es el patrón más común, se puede clasi-
ficar como una fractura desplazada y no desplazada, las fracturas
conminutas son menos comunes presentándose en mecanismos
de alta energía.
En el manejo inicial se debe procurar una analgesia adecuada
al paciente y posteriormente inmovilizar en extensión con una fé-
rula inguino-pédica. Generalmente las fracturas desplazadas con
daño en la integridad del mecanismo extensor se consideran de
manejo quirúrgico.
Luxación patelar
Las luxaciones de la patela son lesiones relativamente comu-
nes en deportistas jóvenes, el mecanismo habitual se da cuando se
Lesiones traumáticas en la rodilla - Gustavo Vela Castillo
135
TABLA
2 Grados de inestabilidad del ligamento cruzado anterior
TABLA
3 Grados de inestabilidad del ligamento colateral medial o lateral
I Menos de 5 mm (esguince)
II De 5 a 10 mm (rotura parcial)
Lesiones meniscales
En los pacientes jóvenes, las lesiones meniscales son causadas
por una rápida aceleración/desaceleración o por la rotación de la
rodilla sobre un pie fijo y se asocian a lesiones de los ligamentos
colaterales. Con el envejecimiento, el menisco puede delaminarse
haciéndolo más susceptible a roturas por cargas cizallantes.
Lesiones traumáticas en la rodilla - Gustavo Vela Castillo
139
Bibliografía
Referencias
Introducción
Las enfermedades alérgicas afectan a una frac-
ción importante de la población general, se consi-
dera que surge de una compleja interacción entre la
predisposición genética de un individuo –denomi-
nada atopía– y determinadas condiciones ambienta-
les a las que éste se expone. Por consiguiente puede
afectar a cualquier grupo poblacional con frecuen-
cia y gravedad cambiantes. Se manifiesta de formas
muy variadas, y puede afectar uno o varios sistemas
de órganos (respiratorio, digestivo, piel, cardiovas-
cular).
Diferentes estudios han observado, en las últimas
décadas, una tendencia al aumento de las enferme-
dades alérgicas en general. Varias son las hipótesis
que intentan explicar el fenómeno, como la hipóte-
sis de la higiene, cambios climáticos, el incremento
de la polución, la urbanización etc., sin que hasta
el momento haya una que suficientemente explique
este fenómeno(1).
La alergia alimentaria al igual que otras enfer-
medades alérgicas, ha mostrado una tendencia al
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
150
Definiciones
Intolerancia alimentaria. Reacción no inmunológica que in-
cluye mecanismos metabólicos, tóxicos, farmacológicos y no de-
finidos(4).
Alergia alimentaria. Un efecto adverso para la salud que resul-
ta de una respuesta inmunológica específica a un alimento dado y
que es reproducible(2).
Alimento. Cualquier sustancia (procesada, semi procesada o
cruda) que es destinada al consumo humano(2).
Alérgenos alimentarios. Son aquellos componentes especí-
ficos de los alimentos, generalmente proteínas, que son recono-
cidos por el sistema inmune y en consecuencia desencadenan
una respuesta inmunológica(2). La forma para denotarlos toma en
cuenta el nombre científico de la fuente del alérgeno seguido de
un numero ejemplo caseína de leche de vaca se denomina (Bos
d8) por Bos taurus etc.
Sensibilización. Presencia de IgE específica para un alérgeno
alimentario (medido en suero o pruebas cutáneas) sin tener sín-
tomas clínicos cuando se expone al alimento. La sola sensibiliza-
ción no constituye alergia alimentaria(2).
Tolerancia. Estado libre de síntomas posterior al consumo del
alimento, ya sea porque ha superado naturalmente su alergia ali-
mentaria o por que fue desensibilizado(2). (No tiene nada que ver
con el término intolerancia descrito arriba)
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
152
Alergia al trigo
Es definida como una reacción IgE mediada a las proteínas del
trigo y según la ruta de exposición se clasifica en: 1. alergia ali-
mentaria clásica, afectando piel, sistema gastrointestinal y respi-
ratorio; 2. anafilaxia inducida por ejercicio dependiente de trigo;
3. asma del panadero inducida por harina de trigo cruda inhalada;
y 4. urticaria de contacto.
Epidemiología. La alergia al trigo en algunos países europeos
es una de las alergias alimentarias más comunes en niños y poco
vista en adolescentes y adultos. Es la segunda alergia alimentaria
en auto reportes con un estimado general de prevalencia a lo largo
de la vida de 3.6% pero sólo se confirma con exposición controla-
da en el 0.1%.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
162
Alergia a mariscos
Epidemiología. Los datos son limitados, pero las diferentes re-
visiones informan prevalencias entre 0.5% a 5%, más frecuentes
Enfoque general de la alergia alimentaria - Jaime Ocampo Gómez
167
Conclusiones
1. Las reacciones adversas a los alimentos son frecuentes,
pero sólo aquellas que son mediadas inmunológicamente y
reproducibles son consideradas alergia alimentaria.
2. La alergia alimentaria en general tiene una prevalencia, que
está entre 1 y 10%, con importantes diferencias entre regio-
nes y alimentos.
Las manifestaciones clínicas son variadas con un amplio
rango que va desde síntomas subjetivos como el prurito y
las náuseas, pasando por síntomas y signos objetivos como
rash, eritema, urticaria, angioedema, rinitis, conjuntivitis,
síntomas respiratorios inferiores, síntomas digestivos, car-
diovasculares e incluso el choque anafiláctico.
3. Para el diagnóstico se requieren las manifestaciones clíni-
cas al contacto con el alérgeno, conocido como relevancia
clínica; la medición de IgE específica para el alérgeno, ya
sea mediante skin prick test (prueba cutánea) o medición
sérica, conocido como sensibilización y en algunos casos
confirmación con prueba de exposición controlada.
4. El tratamiento de la alergia alimentaria se fundamenta prin-
cipalmente en un correcto diagnóstico clínico para guiar la
evitación del alérgeno implicado para no caer en restriccio-
nes alimentarias innecesarias. Lo siguiente es el tratamien-
to sintomático (antihistamínicos, adrenalina) y en casos se-
leccionados con inmunoterapia oral; todo enmarcado en un
completo plan de manejo educativo para el paciente y su
familia.
5. El pronóstico en general es bueno para alimentos como le-
che, huevo, soya, trigo y menos optimista para maní, frutos
secos y mariscos.
Enfoque general de la alergia alimentaria - Jaime Ocampo Gómez
175
Referencias
Resumen
El síndrome metabólico (SM) es una enfermedad
de reconocimiento reciente en pediatría, estrecha-
mente ligada con la obesidad; ambas se encuentran
relacionadas en su fisiopatología, pues el principio
básico en ellas es la resistencia a la insulina, que,
tras una serie de eventos, terminará produciendo
el conjunto de enfermedades que conforman el sín-
drome metabólico (hipertensión arterial, dislipide-
mia, intolerancia a glucosa y obesidad). El principal
efecto deletéreo del síndrome metabólico en la edad
pediátrica, es el gran riesgo cardiovascular que aca-
rrea para la adultez, pudiendo llevar a muerte pre-
matura si no es tratado a tiempo. El eje principal del
tratamiento de esta enfermedad, lo constituyen las
medidas no farmacológicas (dieta y ejercicio), y ésta
es la razón de su difícil manejo; para que sea exito-
so, se requiere de un gran compromiso de la familia,
pues sin ellos no habrá una adherencia adecuada por parte del pa-
ciente para cumplir los objetivos terapéuticos. La última escala en
el tratamiento, es el manejo farmacológico y quirúrgico, el cual es
escogido por el grupo tratante, en aquellos pacientes que cumplen
indicaciones precisas.
El síndrome metabólico, requiere que todo el personal que esté
en contacto con niños, haga un diagnóstico y manejo precoz, el
cual se realiza fácilmente por medio de una encuesta nutricional
y toma de medidas antropométricas en cada consulta con su res-
pectiva verificación en las tablas de crecimiento y desarrollo.
Introducción
En las últimas décadas, la obesidad infantil ha ido creciendo
de manera desproporcionada. El problema de esta enfermedad,
radica en el poco conocimiento que tiene el personal de salud
sobre ella y la detección tardía de la misma; además, del imagi-
nario de la población, en donde se piensa que “el niño gordo es
sano”. La falta de diagnóstico pone en grave riesgo a los niños de
padecer enfermedades aún más complejas como el síndrome me-
tabólico (SM) y sus consecuencias a mediano y largo plazo [Dia-
betes mellitus (DM), dislipidemia, hipertensión arterial (HTA) y
enfermedades cardiovasculares](1). Aún falta mucho por conocer
sobre estas entidades, pero hasta el momento el conocimiento que
se tiene sobre ellas permite que el personal de salud se alarme y
que estos propongan hábitos de vida saludables, los cuales permi-
tirán erradicar el común denominador de la obesidad y del SM: la
resistencia a insulina(2).
Definiciones
• Síndrome metabólico. Agrupación de factores de riesgo
que se asocian a un aumento del riesgo de enfermedad ar-
terioesclerótica cardiovascular en la vida adulta. Dentro
de los factores de riesgo enumerados se tiene: resistencia a
insulina, hipertensión arterial, dislipidemia, intolerancia a
glucosa, entre otras alteraciones metabólicas(2).
Síndrome metabólico en pediatría - Juliana Castillo Orozco, Carolina Jaramillo Arango
179
Epidemiología
El SM tiene como punto de origen, en la mayoría de los casos,
la obesidad, la cual en los últimos 40 años ha venido incrementa-
do su prevalencia en más de un 300% en Estados Unidos(6).
Pero nuestro país no se queda atrás. Comparando las Encuestas
de la Situación Nutricional de los años 2005 y 2010, se observa un
franco incremento en los índices de sobrepeso, pasado de un 4,3%
a un 13,4%, respectivamente, lo que equivale a un aumento de la
prevalencia del más del 10% en los últimos años(7). En cuanto a
Medellín, un estudio realizado por Agudelo et al(1) en el año 2008,
mostró una prevalencia de obesidad del 4,9% en el grupo de 0 a
10 años y del 16,8% de sobrepeso en adolescentes(1). Con lo ante-
rior, la literatura reciente, demuestra que el promedio de la preva-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
180
Síndrome metabólico
La definición y criterios del SM han ido cambiando en los últi-
mos años. Actualmente se utilizan los descritos por la Federación
Internacional de Diabetes (IDF):
• Intolerancia a la glucosa (resistencia a la insulina)
• Obesidad abdominal
• Hipertensión arterial
• Dislipidemia(9)
Fisiopatología
Aún la fisiopatología no es clara. Se conoce que el punto de
partida, tanto de la obesidad como del SM, es la resistencia a la in-
sulina (RI) y la hiperinsulinemia, dado que las consecuencias de
la RI podrían explicar las diferentes enfermedades que conforman
el síndrome, pero la RI es un factor necesario, mas no suficiente
para el desarrollo de la enfermedad, pues no todos los niños con
RI tendrán un SM.
Otros factores de riesgo que se asocian al desarrollo del SM
son:
• Cortisol elevado
• Obesidad central (aumento de grasa visceral)
• Estrés oxidativo
Síndrome metabólico en pediatría - Juliana Castillo Orozco, Carolina Jaramillo Arango
181
• Inflamación crónica
• Predisposición genética (raza y antecedentes familiares)
Diferentes estudios han mostrado que, si se convive con
algún pariente que presente SM, se aumenta el riesgo de
desarrollar SM. Los niños con al menos un familiar con SM,
tienen, además, mayor riesgo de presentar obesidad central
y RI. Este riesgo se aumenta más, si el paciente es de raza
hispánica o negra(2)..
• Estilos de vida (dieta y ejercicio)
El ejercicio realizado de manera regular y adherente tiene
un efecto antiinflamatorio, además, es benéfico para: con-
trolar el peso, mejorar el riesgo cardiovascular, disminuir
las lipoproteínas de baja densidad (LDL), triglicéridos y au-
mentar el HDL, mejorar la sensibilidad a la insulina, mejo-
rar la función endotelial, disminuir la PA, el endurecimien-
to arterial y la remodelación de las paredes arteriales(2,8).
Se ha descrito que el SM es un estado proinflamatorio, pues la
RI y los demás componentes del síndrome, promueven la libera-
ción de citoquinas proinflamatorias; aunque, hasta el momento
no es claro si los aumentos de estas citoquinas inducen la RI o
viceversa. Algunos estudios muestran, que los niveles de proteína
C reactiva (PCR) se presentan elevados en niños con obesidad,
aunque los datos no son concluyentes, por lo cual se encuentran
en estudio otras moléculas proinflamatorias como el factor de ne-
crosis tumoral alfa (TNF α) y la interleucina 6 (IL-6)(8).
Concomitante al aumento de las citoquinas proinflamatorias
en el tejido adiposo de estos niños, se disminuye la producción de
la adiponectina, proteína únicamente producida en este tejido y
que tiene función antiinflamatoria, antidiabetogénica y antiatero-
génica(10), aumentando aún más el riesgo cardiovascular en estos
pacientes y empeorando la RI.
Durante la pubertad, las hormonas contra-reguladoras libera-
das (hormona del crecimiento y factor del crecimiento similar a
la insulina 1 (IGF 1)), producirán una RI, que es normal en este
contexto y lo más importante, es transitoria.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
182
Criterios diagnósticos
Los más utilizados y aceptados actualmente son los criterios
de la IDF(9) (tabla 1). Según éstos, el diagnóstico de SM sólo puede
realizarse en niños mayores de diez años, pero si se encuentra
algún componente clínico del SM en niños más pequeños, se po-
dría entrar a determinar si es posible su diagnóstico e iniciar de
manera precoz cambios en el estilo de vida.
Síndrome metabólico en pediatría - Juliana Castillo Orozco, Carolina Jaramillo Arango
183
TABLA
1 Criterios diagnósticos para síndrome metabólico según IDF(9)
Triglicéri- Presión
Obesidad Hdl Glucosa
dos arterial
Edad (perímetro (mg/dl) (mg/dl)
(mg/dl) Mmhg
abdominal)
Características clínicas
Obesidad
Es una enfermedad multifactorial y se dice que es el punto ga-
tillo del SM. El tipo de obesidad más relacionado con SM es la
central, pues es un factor de riesgo cardiovascular mayor e in-
dependiente. Además, se relaciona con: RI, DM2 y enfermedad
ateroesclerótica cardiovascular(2).
Dentro de los factores determinantes para obesidad están:
• Programación intrauterina (bajo peso para la edad gestacional,
restricción del crecimiento intrauterino, diabetes mellitus ges-
tacional, síndrome de ovario poliquístico en la madre).
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
184
• Genética.
• Ingesta calórica elevada (90% de las veces).
• Trastornos psiquiátricos como ansiedad y compulsión.
Dislipidemia
De acuerdo con lo descrito en fisiopatología, el perfil lipídico
más frecuentemente encontrado en los niños con SM es el llama-
do “perfil aterogénico”: TG y LDL elevados con HDL bajo (tabla
3). El HDL bajo se debe a un aumento en la depuración sérica de
esta molécula ya que se produce una activación de la lipasa intra-
hepática(2,8,18).
Síndrome metabólico en pediatría - Juliana Castillo Orozco, Carolina Jaramillo Arango
185
TABLA
2 Valores de la circunferencia de cintura para Colombia,
según sexo y edad (5 – 18 años)(17)
6 50,1 52,4 55,2 59,0 64,4 50,1 51,8 55,0 59,1 64,4
7 51,8 54,3 57,2 61,5 67,8 51,6 53,5 56,9 61,5 67,5
8 53,5 56,1 59,3 64,1 71,2 53,2 55,2 58,9 63,9 70,5
9 55,3 58,0 61,3 66,6 74,6 54,8 56,9 60,8 66,3 73,6
10 57,0 59,8 63,3 69,2 78,0 56,3 58,6 62,8 68,7 76,6
11 58,7 61,7 65,4 71,7 81,4 57,9 60,3 64,8 71,1 79,7
12 60,5 63,5 67,4 74,3 84,8 59,5 62,0 66,7 73,5 82,7
13 62,2 65,4 69,5 76,8 88,2 61,0 63,7 68,7 75,9 85,8
14 63,9 67,2 71,5 79,4 91,6 62,6 65,4 70,6 78,3 88,8
15 65,6 69,1 73,5 81,9 95,0 64,2 67,1 72,6 80,7 91,9
16 67,4 70,9 75,6 84,5 98,4 65,7 68,8 74,6 83,1 94,9
17 69,1 72,8 77,6 87,0 101,8 67,3 70,5 76,5 85,5 98,0
18 70,8 74,6 79,6 89,6 105,2 68,9 72,2 78,5 87,9 101,0
Adaptado de: Fernández JR, Redden DT, Pietrobelli A, Allison DB. Waist circumference
percentiles in nationally representative samples of African-American, European-American,
and Mexican-American children and adolescents. J Pediatr. 2004 Oct;145(4):439–44(17).
TABLA
3 Valores diagnósticos de dislipidemia en pediatría(19)
Límite
Categoría Aceptable Alto Bajo
superior
Colesterol < 170 mg/dl 170 – 199 mg/dl ≥ 200 mg/dl
total (CT)
Hipertensión
Fuera de las causas descritas en la fisiopatología de la relación
entre RI e HTA, la insulina también ejerce efectos vasodilatadores
en el endotelio, pues induce la formación de óxido nítrico. Mucho
antes de que existan alteraciones en la glicemia, los pacientes con
Síndrome metabólico en pediatría - Juliana Castillo Orozco, Carolina Jaramillo Arango
187
TABLA
4 Valores de glicemia para diagnosticar IGT/DM2 según ADA(21)
Tamizaje y evaluación
Como se mencionó antes, todo el personal médico que traba-
je con niños debe realizar, en cada consulta, una evaluación nu-
tricional. Siempre se deben tomar las medidas antropométricas
básicas: peso, talla y perímetro cefálico de acuerdo con la edad
y graficar en las tablas establecidas por la OMS y adaptadas para
Colombia. Si se identifica un niño con un P/T > + 1 DE, siempre
se debe calcular el IMC.
Según el NHLBI Expert Panel on Integrated Guidelines for Car-
diovascular Health and Risk Reduction in Children and Adoles-
cents, todos los niños con diagnóstico de obesidad deben tener
evaluación para otros factores de riesgo cardiovascular(2,22).
Además, al interrogatorio se debe evaluar:
• Historia perinatal: edad gestacional al nacimiento, peso y ta-
lla al nacer, peso de la madre y diabetes mellitus gestacional.
• Patrón del sueño: ronquidos, hora de irse a dormir, calidad
del sueño.
• Sedentarismo: horas en pantalla (lo recomendado según la
Sociedad Americana de Pediatría es máximo 90 minutos de
Síndrome metabólico en pediatría - Juliana Castillo Orozco, Carolina Jaramillo Arango
189
Tratamiento
En niños, el principal objetivo terapéutico, no es la disminución
del peso. Lo que se busca es que, de acuerdo con el crecimiento
del niño, éste se posicione en una DE de IMC y P/T adecuada para
su edad. De esta manera, se trata de lograr un control de la grasa
corporal, preservando la masa magra, para así conseguir un ade-
cuado crecimiento y desarrollo del niño.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
190
Alimentación
El plan nutricional de cada paciente es individual y se basa
en sus necesidades diarias. Se intenta reducir el 25% del aporte
calórico necesario para la edad (dieta hipocalórica), pero sin ser
una dieta restrictiva. La alimentación debe ser balanceada, dismi-
nuyendo grasas trans y azúcares simples, logrando un equilibrio
entre carbohidratos, proteínas y grasas. Se busca una pérdida de
peso de entre el 5% y 10% en un año que, sumado a la ganancia de
talla del niño, lo ubicará en una mejor DE para su edad. La meta
es una pérdida progresiva y lenta, aunque si se logra mantener el
peso del paciente, ésta sería una buena opción de tratamiento.
En cuanto a la dieta, hay estudios que han demostrado que es
mejor reducir los carbohidratos, en vez de las grasas, pues es más
fácil lograr adherencia en el paciente, y así lograr mayor pérdida
de peso(23).
Como ya se mencionó, es muy importante el compromiso fami-
liar. Si el plan de alimentación se realiza únicamente para el niño,
es muy posible que no haya adherencia al manejo, y, por tanto, no
se logren con éxito las metas.
Actividad física
Es otro componente fundamental en el manejo del SM. Se debe
aumentar la actividad física y disminuir el sedentarismo, esto
Síndrome metabólico en pediatría - Juliana Castillo Orozco, Carolina Jaramillo Arango
191
Terapia psicológica
Siempre que se inicie el manejo de la obesidad infantil y el SM,
se debe buscar evaluación y tratamiento por psicología, pues se
debería realizar una evaluación emocional del niño y de su entor-
no familiar y social. De acuerdo con esto, se determinará cuáles
aspectos están alterados y cuáles perpetúan la enfermedad. Ade-
más, se buscará la manera adecuada de reeducar al niño y su fami-
lia y la forma de instaurar hábitos saludables que permanezcan en
el tiempo. Una de las terapias más útiles en niños para calmar la
ansiedad, es la terapia cognitivo-conductual, pero es poco usada
en nuestro medio(23).
Tratamiento farmacológico
Inicialmente, se hacen los cambios en el estilo de vida ya men-
cionados y se evalúa el paciente en tres a seis meses, evaluando la
consecución de las metas definidas al inicio del tratamiento. Así
mismo, se realiza control de paraclínicos para determinar objeti-
vamente la mejoría. En caso de no haber mejoría o empeoramien-
to, se decidirá si se requiere inicio de manejo farmacológico para:
HTA, DM2, IGT o dislipidemia.
Algunos medicamentos ayudan en la disminución de peso. En
el mercado se tienen:
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
192
Tratamiento quirúrgico
En pediatría, hasta el momento, los estudios que demuestran
su efectividad son escasos, a pesar de ser un tratamiento altamen-
te efectivo en los adultos y que reduce las complicaciones a largo
plazo. Por el momento, este tratamiento es exclusivo para adoles-
centes, pues es el único grupo etario en el cual se han realizado
estudios que lo avalen, aunque son pequeños. Este tratamiento
sólo debe darse bajo circunstancias excepcionales y luego de una
evaluación exhaustiva por un grupo multidisciplinario con expe-
riencia en este grupo de edad(23,26-28).
Son indicaciones para cirugía bariátrica:
Síndrome metabólico en pediatría - Juliana Castillo Orozco, Carolina Jaramillo Arango
193
Conclusión
El SM es una consecuencia devastadora de la epidemia mun-
dial de obesidad. A pesar de su alta incidencia, los datos cono-
cidos epidemiológicamente son pocos, pues falta entrenamien-
to en el personal médico para su diagnóstico y, además, en los
centros médicos no se cuenta con los insumos necesarios para
toma de peso, talla y presión arterial del grupo etario que estamos
tratando.
La importancia del diagnóstico y tratamiento precoz del sín-
drome metabólico radica en la reducción de la incidencia de en-
fermedad cardiovascular en el adulto joven, al disminuir el núme-
ro de factores de riesgo para ella.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
194
Referencias
Definición
La desnutrición es el estado patológico resultante
de la respuesta del organismo al desequilibrio en-
tre el aporte y los requerimientos de energía y nu-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
200
Etiología
La desnutrición aguda es el resultado de múltiples causas de
tipo socioambientales, familiares e individuales que finalmente
se integran para dar como desenlace enfermedad, discapacidad y
muerte. La figura 1 resume un marco conceptual para el análisis
causal de la desnutrición. Un niño desnutrido amerita el análisis
de cada uno de los factores allí mencionados.
Desde el punto de vista individual, las causas de la desnutri-
ción aguda se agrupan en primarias y secundarias. La desnutri-
ción de causa primaria es dada por ingesta insuficiente, mientras
que la de causa secundaria corresponde a alteraciones orgánicas
que impiden el correcto uso de los nutrientes recibidos, como por
ejemplo la fibrosis quística, las cardiopatías congénitas, las infec-
ciones crónicas, la insuficiencia renal, los síndromes de mala ab-
sorción y las neuropatías que comprometan el proceso de alimen-
tación. Estos dos grupos causales no son excluyentes el uno del
otro. Por ejemplo, un niño con cardiopatía congénita, en un am-
biente social, económico y familiar desfavorable para estar bien
alimentado es la prueba de la multicausalidad que puede tener la
enfermedad en muchos de los casos. La causa primaria es la más
frecuente en nuestro medio y su presentación aguda será el enfo-
que en este capítulo.
Abordaje diagnóstico y terapéutico de la desnutrición aguda en pediatría - Giovanny Rúa Suárez
201
DESNUTRICIÓN INFANTIL,
MUERTE Y DISCAPACIDAD
Resultados
Ingesta
insuficiente Enfermedad
de alimentos
Causas inmediatas
Ambiente
Acceso Cuidado y servicios
Causas subyacentes insuficiente infantil de salud
en el hogar a alimentos inadecuado inadecuados
Cantidad y calidad de
la utilización de los
recursos.
Mecanismos fisiopatológicos
La desnutrición afecta todos los sistemas de la economía cor-
poral. Estos cambios se dan por efecto de los mecanismos adap-
tativos al bajo aporte energético con el fin de utilizar la menor
cantidad de energía posible, garantizando el funcionamiento de
los órganos vitales. Si bien dichos eventos fisiopatológicos varían
de acuerdo con la presentación (marasmo o kwashiorkor) hay ca-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
202
En Marasmo En Kwashiorkor
- Hay estrés oxidativo por alteración
de los sistemas antioxidantes.
- Mayor riesgo de hipoglicemia.
albúmina sérica.
- Tasa metabólica está disminuida,
restricción del gasto energético.
- Generación y pérdida de calor
alterados, menor respuesta al calor
y al frío.
Adaptado de: Lineamiento para el manejo integrado de la desnutrición aguda moderada y severa en niños y niñas de 0 a 59 meses
de edad. Ministerio de Salud y Protección Social. 2015.
205
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
206
Adaptado de: Lineamiento para el manejo integrado de la desnutrición aguda moderada y severa en niños y niñas de 0 a 59 meses de
edad. Ministerio de Salud y Protección Social. 2015.
207
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
208
Enfoque terapéutico
En el primer semestre del 2016 el Ministerio de Salud y la
Protección Social y la UNICEF lanzaron los lineamientos para el
manejo integrado de la desnutrición aguda en Colombia. Su pro-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
210
Escenario de manejo
• Convulsiona.
• Letárgico o inconsciente.
TABLA
3 Criterios para definir el lugar donde se maneje al paciente con desnutrición aguda (continuación)
Escenario de manejo
De 6 a 59 meses
y cumplen con los criterios de egreso, adicional al retorno del apetito y control y
superación de las complicaciones médicas.
- Delgadez visible.
TABLA
3 Criterios para definir el lugar donde se maneje al paciente con desnutrición aguda (continuación)
Escenario de manejo
De 6 a 59 meses
- Hemoglobina <6 g/dl con signos de dificultad respiratoria.
Abordaje diagnóstico y terapéutico de la desnutrición aguda en pediatría - Giovanny Rúa Suárez
Adaptado de: Lineamiento para el manejo integrado de la desnutrición aguda moderada y severa en niños y niñas de 0 a 59 meses de
edad. Ministerio de Salud y Protección Social. 2015.
213
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
214
TABLA
4 Criterios de evaluación de la prueba del apetito, durante 15
minutos a niños de 6 a 59 meses con desnutrición aguda
Positiva Negativa
Peso Consumo Consumo
(kg) mínimo Observa- mínimo Obser-
Conducta Conducta
de FTLC ción de FTLC vación
(sobre) (sobre)
4 – 6.9 1/4 1/4 Come
El niño
muy Remisión
7 – 9.9 1/3 recibe Puede ma- 1/3
poco o a manejo
con nejarse en
se niega intrahospi-
agrado el hogar
10 –14.9 1/2 1/2 a consu- talario
la FTLC
mir
Requerimientos de
energía para cubrir Líquidos Otros alimentos Observaciones
con FTLC
Día Moderada Grave Moderada Grave Moderada Grave Moderada Grave
1a7 150 kcal/ 100 kcal/ 5–7 3–5 Leche Lactancia Incentivar Incentivar
kg/día kg/día oz/kg/día oz/kg/día materna, materna, la LM, LM,
Si hay dieta SIN otros consumo consumo
edema: familiar en alimentos de agua de agua
restar 5% pequeñas segura y segura y
del peso cantidades lavado de lavado de
manos manos
8 a 15 200 kcal/ 135 – 150 7 – 10 4–5 Leche Leche Aumentar Verificar
kg/día kcal/kg/día oz/kg/día oz/kg/día materna, materna, a 200 kcal/ la dismi-
dieta inicio kg/día si nución
familiar. de otros el niño del edema
alimentos continúa y hacer
en pequeñas con ham- ajustes al
cantidades. bre. De lo nuevo peso.
contrario, Aumentar
continuar el aporte
con 150 según la
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
kcal/kg/día respuesta
por una del niño.
TABLA
5 Manejo de la desnutrición aguda en el hogar, comparativo entre moderada y grave (continuación)
Requerimientos de
energía para cubrir Líquidos Otros alimentos Observaciones
con FTLC
Día Moderada Grave Moderada Grave Moderada Grave Moderada Grave
semana Identificar
más. las prácti-
Identificar cas de ali-
las prácti- mentación
cas de ali- familiar.
mentación
familiar.
15 a 30 200 kcal/ 150 – 200 7 – 10 5–7 Leche Vincular a Ajustar
kg/día kcal/kg/día oz/kg/día oz/kg/día materna, la familia el aporte
continuar a estra- calórico
con otros tegias de según la
alimentos. AC. progresión
Abordaje diagnóstico y terapéutico de la desnutrición aguda en pediatría - Giovanny Rúa Suárez
de peso.
> 30 200 kcal/ 200 kcal/ 7 – 10 7 – 10 Leche Leche Suspen- Suspender
kg/día kg/día oz/kg/día oz/kg/día materna, materna, der FTLC FTLC cuan-
dieta aumentar cuando do el P/T
familiar de forma el P/T sea sea mayor
más AC. gradual la mayor de de -2DE.
cantidad -2DE.
219
220
TABLA
5 Manejo de la desnutrición aguda en el hogar, comparativo entre moderada y grave (continuación)
Requerimientos de
energía para cubrir Líquidos Otros alimentos Observaciones
con FTLC
Día Moderada Grave Moderada Grave Moderada Grave Moderada Grave
de otros Garantizar Garantizar
alimentos. la pres- la pres-
Luego dieta tación de tación de
familiar más servicios servicios
AC. de salud. de salud.
Vincular a Vincular a
la fami- la familia a
lia a un un progra-
programa ma de AC.
de AC.
FASE
Pasos:
Estabilización Transición Rehabilitación
Días 1–2 Días 3–7 Semanas 2–6
1. Hipoglucemia
2. Hipotermia
3. Deshidratación
4. Electrolitos
5. Infección
6. Micronutrientes
7. Alimentación prudente
8. Crecimiento
9. Estimulación sensorial
10. Preparar el seguimiento
TABLA
6 Esquema de suministro de fórmula F–75
en la fase de estabilización
Condiciones especiales
Menores de seis meses. Se considera una urgencia vital, por
lo que todo niño menor de seis meses o de 4 kg con desnutrición
aguda grave requiere manejo intrahospitalario. En la mayoría de
los casos, esta desnutrición está ligada a dificultades para la lac-
tancia. Se deben buscar además las condiciones médicas de base
Abordaje diagnóstico y terapéutico de la desnutrición aguda en pediatría - Giovanny Rúa Suárez
227
Conclusiones
La desnutrición aguda continúa siendo la punta del iceberg de
una situación donde fallan los servicios de salud, de educación y
los servicios públicos, acentuados sobre una familia pobre, víc-
tima de la inequidad social y de múltiples factores que perpe-
túan estas condiciones carenciales. Por lo tanto, el manejo de esta
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
228
Lecturas recomendadas
Introducción
Este capítulo aborda patologías quirúrgicas ge-
nerales y urológicas pediátricas a las que se ve en-
frentado el médico general y el pediatra durante la
evaluación de los niños en la consulta externa y
las cuales requieren de la colaboración del ciruja-
no pediátrico. Temas de importancia que pretendo
abordar de manera clara y práctica en la valoración
y diagnóstico, de modo que sirva para guiar el trata-
miento de nuestros niños.
Fimosis
Definición y etiología
Se define como la estrechez del prepucio con la
posterior incapacidad para retraerlo en forma cómo-
da y sin molestias. Puede ser primaria (fisiológica) o
secundario (patológica) a cicatrices por episodios de
balanitis a repetición. Esta condición se considera
normal hasta los tres a cuatro años. Al nacimiento
sólo el cuatro por ciento logran retracción total, en
el 54% se logra ver el meato y en el 42% no se lo-
gra ninguna de las dos. A los tres años el 89% y a
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
230
los cuatro años el 98% logran la retracción total y sólo uno a dos
por ciento llegan a la edad adulta fimóticos. El proceso de retrac-
ción se inicia cerca del parto con la queratinización del glande,
lo que lleva a descamación y producción de esmegma neonatal
después del nacimiento, situación que se extiende hasta los tres
años cuando ocurre un segundo pico hormonal que estimula el
adelgazamiento y aumento de elasticidad del prepucio.
Diagnóstico
Es clínico; con historia de abombamiento prepucial al orinar e
irritación del prepucio distal o en ocasiones de balanitis que signi-
fica infección del prepucio. Se debe diferenciar de la parafimosis
que es una emergencia y se debe a la retracción del anillo fimótico
por debajo del glande lo que constriñe.
Tratamiento
El tratamiento es la circuncisión que consiste en resecar la par-
te estrecha del prepucio. Puede ser radical (glande completamente
expuesto) o conservadora (resección del anillo estrecho y la piel
residual).
Las indicaciones de circuncisión primaria son:
• Fimosis después de los tres a cuatro años
• Balanitis a repetición
• Parafimosis
• Infección urinaria a repetición con anormalidades del trac-
to urinario
Contraindicaciones
Incluyen discrasias sanguíneas, infecciones activas, hipospa-
dias o pene sumergido.
Controversia
La circuncisión neonatal de rutina, para prevenir el carcinoma
de pene, no está indicada. Un meta-análisis reciente no encontró
diferencias.
Patología quirúrgica en consulta externa de pediatría - Walter romero espitia
231
Hidrocele
Definición y etiología
Es una acumulación de líquido entre la túnica vaginal parietal
y visceral generalmente alrededor del testículo y es debido a una
obliteración incompleta del conducto peritoneo vaginal. Si no hay
conexión a la cavidad abdominal a través del proceso vaginal se
llama hidrocele no comunicante o simple: mientras que si hay
un proceso vaginal abierto, se denomina hidrocele comunicante.
Si se produce un cierre segmentario del proceso vaginal que deja
un hidrocele ubicado en la cuerda espermática se conoce como
quiste del cordón en los niños y quiste de Nuck en las niñas. Los
hidroceles, como las hernias, son más comunes en el lado derecho
(figura 1).
Cavidad peritoneal
Proceso vaginal
obliterado
Deferente
Tunica vaginalis
A B C D E
Diagnóstico
Es clínico; encontrándose una masa escrotal renitente que ro-
dea el testículo y puede hacer difícil su palpación. El hidrocele
no comunicante y el quiste del cordón no presentan cambios de
tamaño al examen físico ni con las maniobras de valsalva. Debe
diferenciarse de la hernia inguinal en la cual ocurre una protru-
sión de un órgano o tejido a través de la pared abdominal. En la
historia clínica se relata aumento del tamaño escrotal durante el
día, con la posición de pie. Se puede llegar al diagnóstico por me-
dio de transiluminación, pero se debe tener cuidado pues también
es posible transiluminar el intestino herniado. En el examen físico
se debe palpar suavemente el escroto y el testículo, no debe existir
reducción de ninguna estructura, edema, ni dolor. Si aún existe la
duda de lesiones intraescrotales se puede ordenar una ecografía
testicular con sensibilidad cercana al 100%. El diagnóstico dife-
rencial debe incluir la hernia inguinal y tumor testicular.
Tratamiento
La mayoría resuelven antes de los dos años, de persistir des-
pués de esta edad se considera quirúrgico. El procedimiento con-
siste en un abordaje inguinal en el cual se realiza ligadura alta del
proceso peritoneo vaginal, apertura del saco distal y drenaje.
Hipospadias
Definición y etiología
Se define como una hipoplasia de los tejidos que forman la
superficie ventral del pene. Se caracteriza por tres anormalidades
anatómicas: ubicación ventral anormal del meato ureteral, prepu-
cio palmeado o alado con ausencia de la unión ventral y curvatura
peneana ventral (cuerda).
Patología quirúrgica en consulta externa de pediatría - Walter Romero Espitia
233
Diagnóstico
Es clínico durante el examen físico genital al nacer, con un
chorro miccional hacia abajo. En ocasiones cuando el prepucio
es completo pueden pasar desapercibidas. Se debe realizar una
descripción de los hallazgos:
• Posición, forma y anchura del orificio
• Presencia de uretra atrésica y división del cuerpo esponjoso
• Aspecto del capuchón prepucial y el escroto
• Tamaño del pene
• Curvatura del pene en erección
Tratamiento
Es quirúrgico en todas sus formas, buscando como principios:
crear un meato normotópico, corregir la curvatura peneana, lograr
un adecuado flujo urinario y una buena apariencia cosmética. La
recomendación de la Sociedad Americana de Pediatría y de la So-
ciedad Europea de Urología Pediátrica es realizar la corrección
entre los seis a dieciocho meses.
Testículo no descendido
Definición y etiología
La criptorquidia es un testículo que no está en el escroto y que
no ha descendido espontáneamente antes de los cuatro meses de
edad, o de la edad corregida para prematuros. Es la malformación
genital más frecuente en niños con una incidencia del treinta por
ciento en prematuros, del dos a cuatro por ciento en los recién
nacidos a término y disminuye al uno por ciento durante el pri-
mer año. El descenso se completa entre los tres a cuatro meses,
después de los seis meses posiblemente no descienden. Se debe
diferenciar los términos de ausencia testicular o no descenso tes-
ticular. En el primer caso la causa es agenesia o atrofia (compro-
miso vascular) o torsión fetal (testículo evanescente). En el caso
del no descenso, la detención puede ser unilateral o bilateral en
cualquiera de los siguientes puntos: intrabdominal, intracanalicu-
lar o supraescrotal.
La importancia del diagnóstico temprano radica en que los
testículos no descendidos experimentan cambios estructurales
condicionados por la producción de células germinales y por la
generación de espermatogonias inmaduras, lo cual lleva a focos
de displasia, con un aumento del riesgo de cáncer testicular tres a
diez veces mayor en la edad adulta.
Patología quirúrgica en consulta externa de pediatría - Walter Romero Espitia
235
Diagnóstico
La exploración física es el único método para diferenciar entre
testículos palpables e impalpables; la realización de una ecogra-
fía, tomografía computarizada o resonancia magnética carece de
ventajas adicionales. El examen físico debe incluir una descrip-
ción visual del escroto y una valoración del niño mientras está
acostado. El examinador debe inhibir el reflejo cremastérico con
la mano no dominante justo por encima de la sínfisis del pubis
en la zona de la ingle antes de tocar el escroto. La región inguinal
puede “ordeñarse” hacia el escroto en un intento de desplazar el
testículo e introducirlo en éste. Esta maniobra también permite
diferenciar entre un testículo inguinal y adenopatías que podrían
dar la impresión de un testículo criptorquídico. Un testículo re-
tráctil puede llevarse generalmente hacia el escroto, donde per-
manecerá hasta que el reflejo cremastérico lo retraiga de nuevo
hacia la ingle. Un testículo impalpable unilateral y un testículo
contralateral agrandado pueden indicar ausencia o atrofia testicu-
lar. Hay que prestar atención visual específicamente a las regiones
femoral, peneana y perineal en el caso de un testículo impalpable
inguinal para descartar un testículo ectópico.
No existen pruebas diagnósticas para confirmar o descartar un
testículo intraabdominal, inguinal o ausente, excepto la laparos-
copia diagnóstica. Antes de recomendar la evaluación laparoscó-
pica, se aconseja una exploración bajo anestesia general porque
algunos testículos, inicialmente impalpables, son palpables en
condiciones de anestesia.
El no descenso bilateral, con hipospadias y/o signos de am-
bigüedad sexual, requiere evaluación genética y endocrinológica
para descartar desórdenes del desarrollo sexual.
Tratamiento
Se recomienda el tratamiento quirúrgico entre los seis a die-
ciocho meses, para evitar el daño estructural y los riesgos antes
descritos. El tratamiento hormonal con gonadotropina corionica
humana (HCG) y hormona liberadora de gonadotropina (GnRH)
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
236
Hernia inguinal
Definición y etiología
Es una persistencia del conducto peritoneo vaginal en la cual
ocurre una protrusión de un órgano o tejido a través de canal in-
guinal (figura 1. B–C). Se presenta en el uno al cinco por ciento
de todos los recién nacidos y en el nueve al once por ciento de los
recién nacidos pretérmino en quienes hay un mayor número de
complicaciones. Recién nacidos con bajo peso y peso muy bajo
para la edad también tienen mayor incidencia de hernia ingui-
nal y la frecuencia aumenta mientras menor sea el peso. La in-
cidencia es mayor en los hombres y en el lado derecho. Presenta
como complicación encarcelación (quince por ciento) o estrangu-
lación (catorce a treinta y uno por ciento), lesión por isquemia del
testículo.
Diagnóstico
Con frecuencia ocurre que en el momento de la consulta no se
encuentra una masa en el canal inguinal; para confirmar el diag-
nóstico es necesario un adecuado examen de esta región. Se pue-
de palpar una crepitación en el canal inguinal, que se facilita con
maniobras de valsalva o con presión abdominal. La encarcelación
se evidencia como una masa en la región inguinal no reducible.
La estrangulación ocurre cuando una hernia encarcelada presenta
compromiso vascular de su contenido, produciéndose signos de
obstrucción intestinal y en cirugía se encuentran signos de isque-
mia o necrosis. En estos casos es una urgencia. No se requieren
paraclínicos para el diagnóstico.
Tratamiento
El tratamiento de la hernia inguinal siempre será quirúrgico.
Para determinar el momento del tratamiento se deben tener en
cuenta varios aspectos, entre ellos: si la hernia es complicada o no
Patología quirúrgica en consulta externa de pediatría - Walter Romero Espitia
237
Hernia umbilical
Definición y etiología
Es un defecto del cierre de la fascia abdominal, que permite la
protrusión del contenido
intestinal, a través del anillo umbilical. Es la patología umbi-
lical más frecuente en lactantes, se observa en el diez por ciento
de todos los recién nacidos normales y con mayor frecuencia en
pretérminos, síndrome de Down, hipotiroidismo, etc. Es la segun-
da causa de consulta pediátrica quirúrgica después de la fimosis.
Con el tiempo, el anillo umbilical se contrae espontáneamente
y se cierra el defecto; ocho de cada diez hernias umbilicales las
que cierran solas, durante los cuatro primeros años de vida. Para
predecir este cierre espontáneo tiene importancia el diámetro del
defecto del anillo umbilical.
Tratamiento
En los niños mayores de dos años con defectos umbilicales de
más de 1,5 a 2 cm existe poca probabilidad de que cierre espontá-
neamente o en defectos tipo probóscide (figura 2).
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
238
Bibliografía
Introducción
Los tumores cerebrales son un grupo diverso de
neoplasias que emergen a partir de diferentes tipos
celulares y pueden ser, bien sea primarios del siste-
ma nervioso central – SNC (donde se incluyen los
derivados de las meninges y las glándulas pineal e
hipófisis) o metástasis. Los tumores primarios (ta-
bla 1) dan cuenta del 1.4% de todos los tumores y
del 2.3% de las muertes por cáncer. La incidencia
de neoplasias cerebrales primarias varía entre 4 a
10/100.000 habitantes y tiende a aumentar con la
edad (4/100.000 hasta los 12 años; 6/100.000 hasta
los 35 años; 18/100.000 hasta los 55 años; 70/100.000
hasta los 75 años)(1). La tasa de mortalidad anual es
de 13.000/año(2).
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
240
TABLA
1 Tumores primarios del SNC(3)
Clasificación de los tumores primarios del SNC según la OMS*
Tumores astrocíticos difusos y Tumores de los nervios craneales y
oligodendrogliales paraespinales
Otros tumores astrocíticos Meningiomas
Tumores mesenquimales no
Tumores ependimarios
meningoteliales
Otros gliomas Tumores melanocíticos
Tumores del plexo coroideo Linfomas
Tumores neuronales y
Tumores histiocíticos
combinaciones glio-neurales
Tumores de la región pineal Tumores de células germinales
Tumores embrionarios Tumores de la región selar
Metástasis
Son las lesiones neoplásicas intracerebrales más frecuentes en
adultos. Están presentes en un 15 a 40% de los pacientes con neo-
plasias sistémicas. En los Estados Unidos entre 80.000 y 170.000
de los pacientes desarrollan metástasis cerebrales cada año.
Dos tercios de los pacientes presentan múltiples metástasis ce-
rebrales de los cuales un 80 a 85% tienen localización supraten-
torial(1).
Las metástasis por melanoma, coriocarcinoma y carcinoma
broncogénico de células pequeñas tienden a ser múltiples, mien-
tras que las de adenocarcinoma de pulmón, tiroides, mama, riñón
y colorrectal tienden a ser únicas(1).
El melanoma tiene la propensión más alta para hacer metásta-
sis al cerebro, aunque no es la metástasis más frecuente dada su
incidencia.
En niños la causa más frecuente de metástasis son los sarco-
mas, neuroblastoma y tumores de células germinales(5).
Enfoque del paciente con tumores del sistema nervioso central - Manuel Alejandro Patiño, Jonathan de la Cruz Pabón
241
TABLA
2 Metástasis cerebrales más frecuentes(4)
Histología metastásica Frecuencia (%)
Carcinoma de pulmón 40 – 60
Carcinoma de seno 15 – 20
Melanoma 10 – 20
Carcinoma de células renales 5 – 10
Carcinoma colorrectal 5 – 10
TABLA
3 Predilección por localización cerebral
Histología metastásica Localización
Carcinoma broncogénico de células no pequeñas Occipital
Carcinoma broncogénico escamocelular Cerebelo
Carcinoma de mama Cerebelo y ganglios basales
TABLA
4 Clasificación de tumores astrocíticos según la OMS, 2016(3)
Grado Grado Grado Grado
Histología I II III IV
Astrocitoma pilocítico *
Astrocitoma subependimario de células gigantes *
Xantoastrocitoma pleomorfo *
Astrocitoma difuso *
Astrocitoma anaplásico *
Glioblastoma *
TABLA
5 Características de las neoplasias cerebelares más frecuentes
en la edad pediátrica (fosa posterior)
Manifestaciones clínicas
Los pacientes con tumores metastásicos o primarios del sistema
nervioso pueden debutar con una variedad de signos y síntomas,
bien sea focales o generalizados. Muchos de estos síntomas están
dados por el aumento de la presión intracraneana (efecto de masa,
edema, hidrocefalia), compresión de estructuras (focalizaciones),
convulsiones y unas especificas según el tipo tumoral (trastornos
hidroelectrolíticos, hormonales, etc.).
Generalizados
Cefalea. Síntoma común de los tumores cerebrales y es el peor
de los síntomas en un 50% de pacientes(8). Usualmente sordo y
constante, pero puede ser pulsátil. La cefalea severa es infrecuen-
te excepto en el caso de hidrocefalia o irritación meníngea. La
clásica cefalea “temprano en la mañana” es inusual.
Características sugestivas de neoplasia del SNC incluyen náu-
sea y vómito (40%), cambios en el patrón previo de la cefalea y
un examen físico anormal(8). Muchos pacientes reportan empeora-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
244
TABLA
6 Signos de alarma o banderas rojas en cefalea(10)
Imágenes diagnósticas
Fundamentales para el diagnóstico, la planeación quirúrgica y
el seguimiento.
Aunque no pueden definir los tipos histológicos tumorales, las
características típicas de ciertas lesiones pueden llevar a diagnós-
ticos sobre los cuales se desarrollarán tratamientos ante lesiones
de difícil acceso como es el caso de algunos meningiomas.
Imágenes de resonancia magnética (IRM). Las IRM contrasta-
da son el estudio de elección. Pueden brindar información acerca
de un tipo tumoral específico:
• Los gliomas de alto grado son típicamente hipointensos en
T1 y realzan de manera heterogénea tras la administración de
contraste. Se puede diferenciar áreas de edema y captación.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
248
Manejo
El pilar del tratamiento es el manejo de la neoplasia en cues-
tión. Hasta que esto suceda, se deben implementar una serie de
tratamientos encaminados al alivio de los síntomas. A veces,
cuando las lesiones son irresecables o de manejo quirúrgico par-
cial, pueden realizarse manejos paliativos o, al final de la vida,
dejando que la neoplasia siga su curso natural.
Edema vasogénico, aumento de la PIC, cefalea. Dexametaso-
na: carga 10mg; luego 4mg cada 6 h (dosis total de 16mg día).
Máximo efecto a las 24 a 72 h.
Pueden usarse dosis mayores según los síntomas, pero se debe
prestar atención a las posibles complicaciones (miopatía por es-
teroides, neumonía por pneumocistis, sangrado gastrointestinal o
síndrome de abstinencia a esteroides)(47).
Convulsiones. Como tratamiento o profiláctico ante tumores
de la corteza, áreas epileptógenas o pos operatoria a criterio del
médico tratante. No hay estudios que evidencien la preferencia de
un antiepiléptico respecto a otro. Iniciar el manejo en monotera-
pia (siempre aumentar la dosis y verificar niveles ante no mejoría,
incluso antes de pensar en cambiar el medicamento o adicionar
otro).
Fenitoina: Estatus epiléptico
• Carga 20mg/kg, pueden requerirse dosis adicionales de 5 a
10mg/kg luego de la carga inicial. Su infusión no debe ex-
ceder los 50mg/min y 1 a 3mg/kg/min en niños por el riesgo
de hipotensión y arritmias.
• Mantenimiento: 100mg cada 6 a 8 h (hasta 400 a 600mg día
en caso de necesidad).
Suspensión 125mg 3 veces al día (hasta 625mg día en caso
de necesidad).
En niños 5mg/kg día dividido en 3 dosis iguales.
Hidrocefalia. Usualmente de carácter no comunicante u obs-
tructiva tumoral por lo que los pacientes pueden beneficiarse de
intervenciones quirúrgicas como la derivación ventrículo perito-
neal o la tercer ventriculostomía endoscópica (TVE) que consiste
Enfoque del paciente con tumores del sistema nervioso central - Manuel alejandro Patiño, jonathan de la Cruz Pabón
251
FIGURA Ependimoma
1 Tomado de: https://neuroqx.wordpress.com/category/hidrocefalia/
Referencias
46. Vertosick FT Jr, Selker RG, Grossman SJ, Joyce JM. Co-
rrelation of thallium-201 single photon emission com-
puted tomography and survival after treatment failure
in patients with glioblastoma multiforme. Neurosurgery
1994; 34:396.
47. Drappatz J. Management of vasogenic edema in patients
with primary and metastatic brain tumors. UpToDate.
This topic last updated: May 24, 2016.
48. Cutrer FM, Hockberger RS, Swanson JW. Evaluation of
the adult with headache in the emergency department.
UpToDate. This topic last updated: May 11, 2015.
Neurocisticercosis
Diana Marcela Díaz Marín
Residente de III año de Neurología
Universidad de Antioquia
Introducción
La neurocisticercosis es la enfermedad parasita-
ria más común del sistema nervioso central causan-
te de morbilidad importante e incluso mortalidad
en áreas endémicas; nuestro país no es ajeno a esta
realidad. Esta entidad parasitaria tiene variedad de
manifestaciones clínicas neurológicas que pueden
confundirse con otras entidades infecciosas y no in-
fecciosas, por lo que es importante tenerla en cuen-
ta en la búsqueda etiológica de una focalización
neurológica, en epilepsia de inicio en el adulto, en
síndrome de hipertensión endocraneana, entre otros.
El objetivo de revisar este tema es tener una mirada
general acerca de la neurocisticercosis y sensibilizar
al personal médico de la importancia de sospecharla
y buscarla, ya que potencialmente tiene tratamiento.
Ciclo vital
El humano es el único huésped para ambas etapas del céstodo
(tanto cisticerco como tenia) y el cerdo es el huésped sólo para los
cisticercos. La ingestión de carne de cerdo mal cocida e infestada
con cisticercos produce la tenia y la cisticercosis se desarrolla a
partir de la ingestión de los huevos que excreta quien porta la
tenia.
Cuando los seres humanos ingieren carne de cerdo mal cocida
infestada con cisticercos, el metacéstodo evagina del quiste y se
ancla en los primeros segmentos de la pared intestinal. La larva
entonces crece rápido y evoluciona al céstodo adulto que es la
Taenia solium; dentro de tres meses el gusano alcanza un gran
tamaño de dos a tres metros de longitud compuesta por abundan-
tes proglótides, cada uno de los cuales contiene varios miles de
huevos fertilizados. Los proglótides distales se separan todos los
días de la tenia y son expulsados dentro de las heces del huésped.
Estos huevos fertilizados pueden a su vez contaminar el suelo,
vegetales y alimentos preparados en condiciones sanitarias defi-
cientes. Cuando los seres humanos o los cerdos comen esta comi-
da contaminada, los huevos de Taenia son absorbidos en el tracto
digestivo del nuevo huésped y de allí pasan al cerebro, al músculo
o al ojo, donde eclosionan y crecen como embriones o cisticercos
Neurocisticercosis - Diana Marcela Díaz Marín
261
Ingesta de huevos
embrionados por
hospedero humano Cisticercosis
Ingesta de huevos
y/o proglótidos
grávidos por cerdos
Escólex se adhiere
a intestino
Respuesta inmune
Las personas con neurocisticercosis asintomática tienen un
perfil autoinmune en el cual predomina la respuesta Th2, con au-
mento de los niveles de IgG4, IL3, IL4, IL5 e IL10. La memoria in-
munológica Th2 es compatible con la destrucción clínica silente
del cisticerco establecido, lo que hace posible que los contactos
recurrentes con el parásito puedan promover una respuesta inmu-
ne efectiva impidiendo el anidamiento del parásito e incluso su
eventual destrucción.
En la neurocisticercosis sintomática, la ubicación del parásito
en el sistema nervioso central es un factor importante en la gra-
vedad de la enfermedad (parénquima, en ventrículos o espacio
subaracnoideo: racemosa, que consiste en un conglomerado de
vesículas sin escólex) porque de ello depende la respuesta infla-
matoria que se instaure pues puede llevar a hidrocefalia y/o vas-
culitis. El número de parásitos y el estadio de desarrollo (vesi-
cular, coloidal o calcificado) también están relacionados con la
gravedad.
En cuanto a la inmunidad innata, la T. solium exhibe en su su-
perficie glicanos que pueden ser reconocidos por TLR4 y aumen-
tan los niveles de citokinas proinflamatorias IFN γ, TNFα, IL-17,
IL-23 y los ICAM.
En estudios post mórtem, se ha encontrado que alrededor del
parásito intacto hay proliferación astrocítica; los parásitos calci-
ficados son rodeados por células inflamatorias y una cápsula de
tejido conectivo. Alrededor del parásito muerto se forma un gra-
nuloma que contiene células plasmáticas, linfocitos B y T, macró-
fagos y células mastoides. Las citokinas Th1 (IFN γ, IL-18 y TGF β)
fueron las más prevalentes aunque las citokinas Th2 (IL-4, IL-3 e
IL-10) también estuvieron presentes en una menor cantidad.
Formas de presentación
• El huevo pasa del intestino a la sangre, llega a los vasos
pequeños hasta las uniones de sustancia gris y blanca y en
dos a tres meses se forma el quiste vesicular. Puede durar
Neurocisticercosis - Diana Marcela Díaz Marín
263
Epidemiología
Esta infección es endémica en los países en vía de desarrollo de
América Latina, África y Asia. Es rara en Estados Unidos, Canadá,
Europa y Australia; en estos países parece relacionarse más con
inmigrantes.
La neurocisticercosis es una causa importante de epilep-
sia y ocurre en 1.7 a 3 millones de personas, principalmente en
áreas rurales, donde llega a ocupar el 20 a 30% de las causas de
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
264
TABLA
1 Estadios del cisticerco
Manifestaciones clínicas
Dependen de la ubicación, cantidad, tamaño y características
histológicas de los quistes y de la respuesta inmune que se ins-
Neurocisticercosis - Diana Marcela Díaz Marín
265
taure. Esta enfermedad puede ser una gran simuladora, pues tiene
variedad de manifestaciones en el sistema nervioso central y ex-
traparenquimatoso.
La epilepsia es la manifestación más frecuente de la forma pa-
renquimatosa (70 a 80%) y la hipertensión endocraneana es la
forma de presentación más común en la forma ventricular y cis-
ternal basal.
Con respecto a la epilepsia, pueden ser crisis focales o con ge-
neralización secundaria, el electroencefalograma es anormal en el
30 a 50% de los casos y una vez presentan la primera crisis, existe
un riesgo de recurrencia del 20% a dos años. La mayoría responde
al primer fármaco antiepiléptico iniciado y la recurrencia de crisis
depende de la persistencia o no del cisticerco degenerado porque
produce inflamación local y cicatrices glióticas reactivas. Si el
quiste ya está degenerado o calcificado puede ser causa de resis-
tencia a fármacos antiepilépticos y aproximadamente el 1% de los
pacientes que se someten a cirugía de epilepsia tienen cisticerco
calcificado.
La focalización neurológica ocurre en el 16% de los casos y
depende de la localización de la lesión, del efecto de masa que
ejerza, del curso subagudo o crónico y de la respuesta inflamato-
ria que se desarrolle frente al parásito, pues el edema, la inflama-
ción y la vasculitis son causales de síntomas focales, en los cuales
predominan los signos piramidales, déficit sensitivos, del lengua-
je, movimientos involuntarios, rigidez parkinsoniana, signos de
disfunción de tallo (atrapamiento de nervios craneales). Pueden
ocurrir además síndromes vasculares (por vasculitis de vaso de
pequeño y mediano calibre), compromiso medular y producir do-
lor radicular, debilidad y déficit sensitivo.
El síndrome de hipertensión endocraneana se ha descrito en
el 11.7%, puede ser agudo o subagudo y asociarse o no con con-
vulsiones, signos focales o demencia. La forma racemosa se llama
así porque los quistes se agrupan en el espacio subaracnoideo for-
mando una imagen de racimo, la cual es visible en la neuroima-
gen y en las necropsias. Esta forma de presentación puede causar
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
266
TABLA
2 Manifestaciones clínicas de la neurocisticercosis
según la localización del parásito
Sistema ventricular
Quistes ventriculares Signos focales, HIC
Ependimitis Crisis, HIC
Viables
Parenquimatosa Degenerados
Miliar
Neurocisticercosis
Calcificados
Convexidad
Subaracnoidea Silviana
Cisternal
Intraventricular Basal
Leptomeníngea
Extraparenquimatosa Espinal
Intramedular
Meníngea
Ojos, TCS,
Extracraneana
músculo,
hígado, corazón
FIGURA Cisticerco intraventricular. Estudio de TAC sin contraste (A), que mues-
4 tra una lesión quística en el IV ventrículo. Imagen de RM potenciada
en T1 con gadolinio (B) en el plano axial así como secuencia en T2 de
alta resolución (D) en el plano sagital, que muestran una lesión quística
intraventricular obstruyendo el IV ventrículo, con un nódulo mural in-
ferior que realza con el gadolinio.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
270
Criterios diagnósticos
Fueron publicados en 2001 y revisados en 2012 por Del Brutto
y colaboradores. Se presentan a continuación:
Criterios absolutos:
• Demostración histológica del parásito en material de biopsia de lesión
cerebral o espinal
• Presencia de lesiones quísticas con escólex en TAC o resonancia
magnética
• Visualización directa del parásito por oftalmoscopia
Criterios mayores:
• Lesiones altamente sugestivas de neurocisticercosis estudios de
neuroimagen
• Inmunoblot positivo para detección de anticuerpos anticisticerco en
sangre
• Resolución de lesiones quísticas con albendazol o praziquantel
• Resolución espontánea de lesiones anulares hipercaptantes únicas y
pequeñas
Criterios epidemiológicos:
• Historia de viajes frecuentes hacia áreas endémicas
• Individuos que residan o provengan de áreas endémicas
• Existencia de un contacto doméstico infectado con Taenia solium
Definitiva:
• Un criterio absoluto
• Dos criterios mayores más uno menor y uno epidemiológico
Probable:
• Un criterio mayor más dos menores
• Un criterio mayor más uno menor y uno epidemiológico
• Tres criterios menores más uno epidemiológico
Diagnóstico diferencial
• Estadio vesicular-coloidal: tuberculomas, abscesos pióge-
nos, toxoplasmosis, neurosífilis, hidatidosis y neoplasias
primarias o secundarias.
Neurocisticercosis - Diana Marcela Díaz Marín
273
Tratamiento
Al igual que las manifestaciones clínicas, el tratamiento depen-
de de la viabilidad del quiste, el grado de respuesta inmune contra
el parásito, la localización y el número de lesiones.
El tratamiento de las crisis epilépticas depende de la semiolo-
gía de la crisis y de las características individuales del paciente
así como de las potenciales interacciones con otros tratamientos
como los antiparasitarios. Usualmente hay buena respuesta con
monoterapia de primera línea, pero 50% recaen al suspender el
tratamiento, principalmente aquellos que tienen calcificaciones,
crisis recurrentes o múltiples crisis antes de iniciar la terapia. Se
recomienda no suspender la terapia antiepiléptica en enfermedad
multiquística o con calcificaciones.
Los esteroides se emplean en encefalitis por cisticerco, angeí-
tis, aracnoiditis que causa hidrocefalia y atrapamiento progresivo
de nervios craneales, en cisticerco subaracnoideo gigante, quistes
ventriculares, quistes espinales, múltiples quistes parenquimato-
sos, también para evitar el riesgo de infarto cerebral, hidrocefalia
aguda, edema de médula espinal y edema cerebral masivo. Redu-
cen la tasa de recurrencia de las convulsiones y la persistencia
de las lesiones en neuroimagen en el seguimiento a seis a doce
meses, pero con evidencia débil. Se utiliza dexametasona 0.1 mg/
kg/día o 4.5-12 mg/día o prednisolona 1 mg/kg/día, iniciar un día
antes de la terapia antiparasitaria y se mantiene por una a dos se-
manas, con desmonte gradual. En caso de requerir terapia a largo
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
274
Bibliografía
Fase REM
Sueño ligero
1 fase
Sueño 2 fase
lento
3 fase
4 fase
Definición
El insomnio es la dificultad para iniciar el sueño a pesar de un
ambiente adecuado y un momento apropiado para dormir; para
mantenerlo o despertar más temprano del horario usual con inca-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
280
Epidemiología
Los datos varían según los estudios y los criterios utilizados
para definir el insomnio. La prevalencia de síntomas de insomnio
en la población general se estima entre 10% a 48%; si se tienen en
cuenta los criterios DSM-IV (Diagnostic and Statistical Manual,
4th Edition) fue 4% a 6%(9).
Un estudio de población general en Europa, con jóvenes entre
los 15 y 18 años, reportó una prevalencia de 4% de acuerdo con
los criterios DSM IV. Por el contrario, un estudio de población
general en América, reportó una prevalencia a través de la vida de
10,7% de acuerdo a los criterios DSM IV. Previo a la pubertad no
hay diferencias de género, pero las niñas luego de la menarquia,
tienen un riesgo dos veces mayor comparado al de los niños(10).
Los trastornos psiquiátricos se asocian frecuentemente con
alteraciones de sueño y del ritmo circadiano. La relación entre
ellos es bidireccional. Según algunos estudios, entre aquellos con
quejas de insomnio el 40% cumplían criterios para enfermedad
mental, en comparación con el 16% quienes no reportaron que-
jas de sueño. En la mayoría de los casos de trastornos del estado
de ánimo, el insomnio apareció antes (40%) o simultáneamente
(22%); en trastornos de ansiedad el insomnio se presentó conco-
mitantemente en (38%) o después (34%)(11).
Diagnóstico
1. La historia clínica es importante para el diagnóstico de
insomnio, se recomienda la evaluación inicial con las si-
guientes preguntas(2):
Insomnio y trastornos psiquiátricos: Enfoque práctico para el médico general- Sujey Gómez Cano
281
3. ¿En qué medida consideras que tu problema de sueño interfiere con tu funcio-
namiento diario (Ej.: fatiga durante el día, capacidad para las tareas cotidianas/
trabajo, concentración, memoria, estado de ánimo, etc?
Nada Un poco Algo Mucho Muchísimo
0 1 2 3 4
4. ¿En qué medida crees que los demás se dan cueta de tu problema de sueño por lo
que afecta tu calidad de vida?
Nada Un poco Algo Mucho Muchísimo
0 1 2 3 4
No consecuencias diurnas y
Poca necesidad de sueño deterioro clínicamente significativo
Sí
No Sí
Ver insomnio Consecuencia de Enfermedad Trastorno del
2rio un estresor médica sueño por
enfermedad
Sí No médica
Sí
Efectos de Trastorno del
una sustancia sueño inducido
por sustancias
Sí
Trastorno Cumple criterios para T adaptativo
adaptativo No No
TABLA
1 Trastorno de insomnio(14)
Trastornos de ansiedad
El trastorno del sueño más común asociado con trastornos de
ansiedad es el insomnio inicial o de mantenimiento; se reporta
un sueño “intranquilo” o no reparador. Además, algunas personas
desarrollan abuso de sedantes o hipnóticos, lo que complica aún
más su trastorno del sueño(11).
En trastorno de ansiedad generalizada, la polisomnografía
muestra hallazgos de aumento de la latencia y disminución de
la eficiencia del sueño, aumento de la cantidad de las fases 1 y
2 del sueño No MOR, aumento en la frecuencia y duración de
despertares, una latencia del sueño MOR normal o aumentada y
disminución de su porcentaje(11).
Los pacientes con episodios de pánico nocturno presentan des-
pertares súbitos con el inicio de los síntomas y dificultad para
dormirse de nuevo(11).
Trastorno bipolar
La prevalencia de problemas de sueño en trastorno bipolar de
inicio temprano es de aproximadamente el 97%. Los problemas
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
286
Esquizofrenia
La psicosis aguda se asocia frecuentemente con una alteración
significativa del sueño y dificultad para conciliarlo. Puede presen-
tarse inversión parcial o total del ciclo sueño-vigilia o patrón de
sueño polifásico; y disminución en la eficiencia del sueño previo
a la descompensación psicótica(11).
Los hallazgos polisomnográficos dependerán de si el paciente
está experimentando su primer episodio y no ha recibido trata-
miento previo con neurolépticos; o si tiene antecedente de la en-
fermedad. En aquellos con un primer episodio y sin antecedente
de tratamiento farmacológico, se reporta una latencia de sueño
prolongada, disminución de la fase 4, reducción en la latencia del
sueño MOR, lo que indica una dificultad para conciliar el sueño;
otros estudios también han reportado dificultad en el manteni-
miento(11).
Con el tratamiento neuroléptico y la respuesta clínica durante
tres semanas y media, se demostró mejoría en la continuidad del
sueño (la latencia disminuyó y la eficiencia mejoró)(11).
Abuso de sustancias
El sueño también se ve afectado en sujetos con abuso de sus-
tancias. Los problemas del sueño durante la infancia (tres a cinco
años) parecen ser marcadores de mayor riesgo de abuso de alco-
hol, marihuana, y otras sustancias ilícitas más tarde en la vida(11).
Insomnio y trastornos psiquiátricos: Enfoque práctico para el médico general- Sujey Gómez Cano
287
Tratamiento
El tratamiento del insomnio debe ser individualizado con base
en la naturaleza y gravedad de los síntomas, y luego de diagnosti-
car y tratar otras posibles causas(18).
Tratamiento no farmacológico
Se considera efectivo si disminuye la latencia de inicio de sue-
ño o aumenta el tiempo total de sueño en treinta minutos. La ma-
yoría de los estudios de tratamiento utilizan el diario de sueño
reportado por el paciente para medir el resultado. Los criterios
utilizados incluyen tiempo total de sueño, latencia de sueño, y el
número de despertares nocturnos(18).
Terapia de control de estímulos. Se basa en la premisa de que
el insomnio es una respuesta a estímulos ambientales y tempo-
rales asociados con el sueño, asocia la cama con el sueño, y es
eficaz en el insomnio de conciliación. El paciente debe abandonar
el cuarto si no se duerme en veinte minutos, debe regresar a la
cama sólo cuando esté somnoliento, repitiendo el ciclo en la no-
che cuando sea necesario. Evitar leer o ver televisión en cama(18).
Terapia de intención paradójica. El paciente confronta su mie-
do a la falta de sueño y permanecer despierto. Esto disminuye la
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
288
TABLA
2 Principios básicos de higiene del sueño en niños(4)
- Tener una hora fija y una rutina para acostarse; en noches de escuela y no
escolares (no más de una hora diferencia)
- Propiciar momento tranquilo antes de acostarse; evitar actividades de alta
energía
- Evitar pantallas en el cuarto
- Evitar acostarse con hambre
- Evitar productos con cafeína (después de mediodía)
- Hacer ejercicio regularmente. Evitarlo dos a tres horas antes de acostarse
- Habitación confortable, tranquila, T° (menos de 75° F)
- No utilizar el dormitorio para el castigo o “el tiempo fuera”
TABLA
3 Principios básicos de higiene del sueño en adolescentes(4)
- Tener una hora fija y una rutina para acostarse; en noches de escuela y no
escolares (no más de una hora diferencia)
- Evitar dormir fines de semana para “ponerse al día” en el sueño
- Si toma siestas, deben ser cortas (no más de una hora)
- Pasar tiempo al aire libre todos los días
- Hacer ejercicio regularmente
- Usar la cama sólo para dormir
- Propiciar ambiente tranquilo y disminuir actividad treinta a sesenta mi-
nutos antes de acostarse
- Consumir comidas regularmente y no acostarse con hambre
- Evitar bebidas con cafeína, después de las tres de la tarde
- Evitar consumir alcohol, fumar y auto medicarse
Insomnio y trastornos psiquiátricos: Enfoque práctico para el médico general- Sujey Gómez Cano
289
Tratamiento farmacológico
La indicación para iniciar medicamentos, algunos la plantean
para el insomnio en general, mientras que otros la recomiendan
sólo para el insomnio de conciliación, de mantenimiento o de des-
pertares nocturnos con dificultad para volver a quedarse dormido.
Tienen aprobación por la FDA (Food and Drug Administration)
tres clases de medicamentos: agonistas del receptor de benzo-
diacepinas, agonistas del receptor de melatonina y antagonistas
del receptor de histamina H1. Tabla 4. Mientras que cada medi-
camento tiene consideraciones de seguridad exclusivas, FDA en
2007 emitió advertencias generales para todos los medicamentos
para el insomnio, en dos aspectos:
• La primera es la posibilidad, aunque rara, de reacciones
anafilácticas graves o reacciones anafilactoides; recomen-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
290
TABLA
4 Medicamentos aprobados por FDA para el tratamiento del insomnio(19)
del sueño.
TABLA
4 Medicamentos aprobados por FDA para el tratamiento del insomnio(19) (continuación)
(antagonista náuseas
selectivo del
receptor H1)
293
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
294
TABLA
5 Medicamentos no aprobados
para el tratamiento del Insomnio(2,15,19-24)
Conclusión
Los trastornos del sueño, y particularmente el insomnio, ocu-
rren frecuentemente en pacientes con trastornos psiquiátricos y
hay pruebas convincentes para apoyar una relación bidireccional
entre ellos. El reconocimiento temprano de ambas condiciones
favorece el inicio de un tratamiento oportuno, que debe ser indi-
vidualizado, reconociendo la importancia y eficacia de las medi-
das no farmacológicas en la mayoría de los casos, entre ellas, la
higiene del sueño; y las indicaciones de la terapia farmacológica,
teniendo en cuenta la edad del paciente y sus comorbilidades.
Insomnio y trastornos psiquiátricos: Enfoque práctico para el médico general- Sujey Gómez Cano
295
Referencias
Reseña histórica
Desde el siglo I a.C., Lucrecio describe en su obra
Rerum natura el delirio como el estado de locura;
contemporáneo de la época, Cicerón relaciona la
pérdida de la memoria en el anciano con la enfer-
medad. En el siglo XVII, sir Thomas Willis hablaba
de la demencia apopléjica en personas con pérdida
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
300
Definición(2)
La palabra demencia procede los vocablos de– (ausencia) –ment
(mente) –ia (estado o condición) para referirse a aquellos trastor-
nos progresivos con compromiso de los dominios cognitivos en
sujetos previamente sanos. Los dominios cognitivos constituyen
las funciones mentales superiores: atención compleja, función
ejecutiva, aprendizaje/memoria, lenguaje, habilidad perceptual y
motora y cognición social. Actualmente, el DSM-V clasifica los
trastornos cognitivos como mayor y leve.
a. Trastorno cognitivo mayor: Declive cognitivo significati-
vo comparado con el nivel previo de rendimiento en uno o
Aproximación en el diagnóstico y terapéutica de las demencias - Edwing Franco Dáger
301
TABLA
1 Causas de trastornos cognitivos de acuerdo al DSM-V
Enfermedad de Alzheimer
Degeneración del lóbulo frontotemporal
Enfermedad por cuerpos de Lewy
Enfermedad vascular
Traumatismo cerebral
Consumo de sustancia o medicamento
Infección por VIH
Enfermedad por priones
Enfermedad de Parkinson
Enfermedad de Huntington
Otra afección médica
Etiologías múltiples
No especificado
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
302
Epidemiología
De acuerdo con el estudio Global Burden of Disease (2010),
la demencia ocupa la tercera causa de años vividos con discapa-
cidad. Después de los sesenta y cinco años la incidencia de de-
mencia se duplica cada cinco años: 1 a 2% en menores de sesenta
y cinco años, 10 a 15% entre los sesenta y cinco y setenta años,
más del 40% en mayores de ochenta años. La prevalencia en Es-
tados Unidos es del 11% y en Latinoamérica se ha estimado en
7.3%. Las mujeres tienen más riesgo de padecer demencia tipo
Alzheimer con un RR de 1.3%, mientras los hombres de demencia
vascular(3-5).
En sujetos mayores de sesenta y cinco años la principal causa
de demencia es la enfermedad de Alzheimer con un 54%, seguido
de otros tipos de demencia con un 30% (entre los que se destaca
la demencia por cuerpos de Lewy, demencias asociadas a parkin-
sonismos) y la demencia vascular con un 16%; en menores de
sesenta y cinco años la enfermedad de Alzheimer sigue ocupando
el primer lugar, pero en menor proporción (34%), seguido por la
demencia vascular (18%), otras demencias (14%), demencia fron-
totemporal (12%), demencia asociada al abuso del alcohol (10%),
demencia con cuerpos de Lewy (7%) y demencia por enfermedad
de Huntington (5%)(4). En Colombia, el estudio EPINEURO pu-
blicado en 2003, ha estimado una prevalencia de 13,1% (IC95%
8.5-19.3) por detrás de la migraña, los trastornos del desarrollo
neurológico y enfermedad cerebrovascular(6).
Los principales factores de riesgo encontrados para el desarro-
llo de demencia (especialmente Alzheimer y vascular) son: edad,
raza, género, nivel educativo, historia familiar, factores genéticos
y factores de riesgo cardiovascular(4,5).
Clasificación
Existen diversas formas de clasificar las demencias (tabla 2);
anteriormente se clasificaba de acuerdo con la edad en preseni-
Aproximación en el diagnóstico y terapéutica de las demencias - Edwing Franco Dáger
303
TABLA
2 Diferentes formas de clasificación de las demencias
Unidad
Tipo de demencia
taxonómica
Edad Seniles y preseniles
Corticales, subcorticales; temporomesiales, frontotem-
Anatómica
porales, corticales posteriores
Alfasinucleinopatías, Taupatías, amiloide, ubiquitina,
Neuropatológica
priones
Degenerativas (1° y 2°), vasculares, infecciones, hidroce-
falia, desmielinizantes, priónicas, epilepsia, carenciales,
Nosológica
metabólico-tóxicas, sistémicas, procesos expansivos,
post-traumáticas, post-anóxica, mixtas
Perfil Amnesia progresiva, trastornos conductuales, afasia pro-
neuropsicológico gresiva
Lentamente progresivas, demencias rápidamente progre-
Evolutiva
sivas
Demencias
potencialmente
reversibles
TABLA
3 Causas potencialmente reversibles de las demencias
Categoría Ejemplos
Medicamentos Anticolinérgicas
Hipnóticos y sedantes
Antidepresivos
Antipsicóticos
Anticonvulsivantes
Tóxico-metabólicas Alteraciones electrolíticas
Encefalopatía hepática
Encefalopatía urémica
Encefalopatía de diálisis
Enfermedades de la tiroides
Asociados al consumo de alcohol
Lesiones ocupantes de espacio Hematoma subdural
Tumores
Infecciones Sífilis
HIV
Neurocisticercosis
Enfermedad de Whipple
Enfermedad de Lyme
Déficit de vitamina B12
Nutricionales
Déficit de ácido fólico
Esclerosis múltiple
Lupus eritematoso sistémico
Causas inflamatorias
Vasculitis
Enfermedad celíaca
Historia clínica(3,4)
Previo al comienzo de una entrevista en un paciente con sos-
pecha de demencia se debe asegurar un ambiente calmado sin
fomentar disgustos entre el paciente y sus familiares, e incluso
con el mismo personal médico; muchas veces es recomendable
entrevistar primero al familiar y luego al paciente para evitar dis-
crepancias en el relato de cada uno ellos. Es menester mencionar
que muchos pacientes con demencia no reconocen sus déficits,
o justifican sus déficits con argumentos poco convincentes o sin
una idea concreta.
El pilar fundamental para establecer el diagnóstico de una cau-
sa de demencia son los síntomas de inicio de la enfermedad: si
el comienzo fue con compromiso de la memoria (posible EA, DV
o mixta, encefalopatía de Wernicke), con alteraciones comporta-
mentales (DFT, EA o DV), síntomas alucinatorios (DCL), parkin-
sonismo (EP, síndromes Parkinson plus), alteraciones del lenguaje
(DFT, DV), trastorno de la marcha (parkinsonismos, HPN) o sínto-
mas anímicos (trastornos de ansiedad o depresión). En este punto
es bueno aclarar que “no todo es pérdida de la memoria”. Como ya
hemos visto, hay síndromes demenciales que no comprometen la
memoria en el inicio; es un grave error por parte de los médicos de
atención primaria desechar el diagnóstico de una demencia por la
ausencia de síntomas mnésicos.
En cuanto a la memoria se debe indagar olvido de los nom-
bres de sus familiares, efectuar la misma pregunta varias veces,
extravío frecuente de los objetos, inculpar a los demás por la pér-
dida de las pertenencias, olvido de hechos recientes y pérdida de
orientación en la calle o en la casa. Las actividades de la vida dia-
ria permiten establecer el grado de funcionabilidad del paciente
(nos ayuda a discernir si el trastorno cognitivo es leve o mayor): el
autocuidado, la continencia de esfínteres, el aprendizaje de nue-
Aproximación en el diagnóstico y terapéutica de las demencias - Edwing Franco Dáger
309
Examen cognitivo
El minimental test (figura 1) y el MoCA test (figura 2) son los
exámenes clínicos más usados en la consulta externa. Es im-
portante mencionar algunos aspectos antes de la utilización de
estas pruebas: 1) Estas pruebas son de tamización para detectar
pacientes con deterioro cognitivo pero el diagnóstico definitivo
de cualquier trastorno cognitivo, independiente de la causa, es la
evaluación neuropsicológica. 2) Estas pruebas están influenciadas
por el grado de escolaridad del paciente (pacientes con más de
once años de escolaridad pueden tener pruebas de tamización en
rangos normales y no se descarta deterioro cognitivo; pacientes
con menos de cinco años de escolaridad van a tener puntajes más
bajos sin presentar deterioro cognitivo); si existe la duda se deben
aplicar pruebas neuropsicológicas. 3) No se deben aplicar si los
pacientes tienen delirium sobre-agregado, bajo efectos de seda-
ción, enfermedad aguda, o bajo efectos de sustancias psicoactivas
o alcohol.
El minimental de Folstein tiene buen rendimiento para detec-
tar pacientes en estadio de demencia; no obstante, su sensibilidad
es tan baja (18%) para deterioro cognitivo leve, instrumento no
útil en pacientes con pocas quejas cognitivas; puede ser más útil
en el seguimiento de pacientes con demencia cortical (no así para
Aproximación en el diagnóstico y terapéutica de las demencias - Edwing Franco Dáger
311
TABLA
4 Rendimiento del Minimental test para trastorno cognitivo mayor
TABLA
5 Rendimiento del MoCA test para trastorno cognitivo mayor
Escalas en demencia(14)
1. Funcionales:
a. Índice de Barthel: Permite evaluar la respuesta al tra-
tamiento, riesgo de caídas, predictor de mortalidad y
necesidad de hospitalización. No sensible para cambios
extremos.
b. Índice de Lawton y Brody: Detecta cambios tempranos
de deterioro antes de perder las actividades básicas de
la vida cotidiana, evalúa respuesta al tratamiento. El
puntaje no es confiable en pacientes afásicos o con el
uso de objetos facilitadores; los hombres puntúan más
bajo.
2. De deterioro: Escala que evalúa la gravedad de la demencia
(tabla 6)
TABLA
6 Escala de deterioro global (GDS) para las demencias
Laboratorio en demencia
Los laboratorios se solicitan con la finalidad de buscar comor-
bilidades asociadas al cuadro cognitivo; nunca sustituyen el cri-
terio clínico. Los exámenes básicos que se deben solicitar son:
hemograma, VSG, electrolitos, glucosa o hemoglobina glicada,
función renal y hepática, TSH, VDRL, vitamina B12, ELISA HIV;
exámenes como screening toxicológico, niveles de cobre, panel
autoinmune o paraneoplásico dependerán de los factores de ries-
go y la presentación clínica. La punción lumbar sólo está indicada
si hay sospecha de neuroinfección (subaguda-crónica), HPN o en-
fermedad por priones(3,4).
Neuroimágenes (14,15)
Las indicaciones para solicitar neuroimagen son:
• Edad menor de sesenta años
• Demencia rápidamente progresiva
• Trauma craneoencefálico reciente
• Focalización neurológica
• Historia de cáncer o tumor cerebral
• Trastorno de la marcha
• Historia familiar
Se debe hacer énfasis en buscar: lesiones ocupantes de espacio,
edema cerebral, infartos o hemorragias cerebrales, microangiopa-
tía, cambios de señal en subcorteza o atrofia difusa o focal.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
316
Otros exámenes
El electroencefalograma no se ordena de rutina; únicamente si
existe sospecha de epilepsia asociada o por enfermedad de prio-
nes. La biopsia cerebral es una alternativa especialmente en caso
de demencia rápidamente progresivas sin un claro diagnóstico
con la clínica y paraclínicos, o fracaso al tratamiento médico(3).
La detección de beta-amiloide en líquido cefalorraquídeo o por
tomografía de emisión de positrones, y tau en líquido cefalorra-
quídeo son estudios empleados para fines investigativos y no es-
tán al alcance de nuestro medio(16).
TABLA
7 Manejo sintomático de alteraciones conductuales y
comportamentales en pacientes con deterioro cognitivo
Síntoma Manejo
Sintomas psicóticos Risperidona 1-2mg día
Conclusiones
1. El diagnóstico de los trastornos cognitivo-conductuales es
CLÍNICO.
2. La clave diagnóstica en el enfoque de la demencia es el ini-
cio del cuadro.
3. Siempre pensar en causas POTENCIALMENTE REVERSIBLES
y en CURSO RÁPIDAMENTE PROGRESIVO.
4. No todos los deterioros cognitivos son con pérdida de la
memoria.
5. No toda pérdida de la memoria es Alzheimer.
6. Los paraclínicos son para excluir otras causas o búsqueda
de comorbilidades.
7. Las demencias degenerativas son de manejo sintomático.
las demencias potencialmente reversibles, una vez identifi-
cada la causa, son tratables y pueden llegar a ser curadas o
con buen pronóstico.
Referencias
Introducción
El carcinoma papilar de tiroides es, a la fecha,
una epidemia en crecimiento. Es el primer cáncer
endocrino y corresponde a 2.1% de todo el cáncer
en el mundo(1). Para el año 2020 se considera que
será el tercer cáncer en frecuencia en mujeres en
edad fértil, dado que 77% de todo el cáncer de tiroi-
des ocurre en mujeres. Sólo para el año 2015 se esti-
ma que en Estados Unidos se diagnosticaron 62.000
nuevos casos de carcinoma de tiroides. A pesar de
que la mayoría de los casos tienen un desenlace exi-
toso, con unas tasas elevadas de curación sólo con
el manejo quirúrgico, un porcentaje de estos casos
tendrá recurrencias loco-regionales y entre el 1-5%
de ellos tendrán enfermedad metastásica. Afortuna-
damente, el 90% de los casos de cáncer de tiroides
son diferenciados, se originan en las células folicu-
lares y son relativamente fáciles de tratar.
El cáncer de tiroides se clasifica en carcinoma
papilar de tiroides y carcinoma folicular de tiroides.
Estos dos son los tipos más comunes y se originan
en las células foliculares. El carcinoma medular de
tiroides es un tumor neuroendocrino derivado de
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
322
Diagnóstico
El diagnóstico se hace mediante biopsia en pacientes con nódu-
lo tiroideo. En la tabla 1 se presentan las indicaciones para biopsia
en nódulo tiroideo acorde a las guías ATA 2015(3)
Tratamiento
El inicio de la atención parte con el diagnóstico histológico
de cáncer de tiroides. Luego de esto los objetivos del tratamiento
son(3):
TABLA
1 Indicaciones de biopsia en nódulo tiroideo
TABLA
2 Clasificación del TNM
Tamaño tumoral
TX: no puede ser determinado
T0: no hay evidencia de tumor primario
T1: Tumor menor a 2 cm limitado a glándula tiroides
- T1a: Tumor menor a un cm limitado a glándula tiroides
- T1b: Tumor de 1 a 2 cm limitado a glándula tiroides
T2: Tumor mayor de 2 cm pero menor de 4 cm de diámetro mayor, limitado
a la tiroides
T3: Tumor mayor de 4 cm limitado a la glándula tiroides o cualquier tumor
con extensión extra tiroidea mínima (músculo esternocleidomastoideo o
tejidos blandos peri-tiroideos)
T4a: Tumor de cualquier tamaño que invada el tejido celular subcutáneo,
laringe, tráquea, esófago o nervio laríngeo recurrente
T4b = Tumor que invade la fascia pre-vertebral, arteria carótida o vasos
mediastinales
Metástasis a distancia
- Mx = No puede ser determinado
- M0 = No hay evidencia de metástasis
- M1 = Metástasis a distancia
Carcinoma de tiroides: una epidemia para el futuro - Alejandro Román-González
327
TABLA
3 Riesgo ATA de estratificación
TABLA
4 Estratificación dinámica del riesgo
Criterio
Respuesta Criterio Bioquímico
Estructural
Excelente Imágenes nsTg menos de 0,2 ng/mL
negativas sTg menos de 1,0 ng/mL
Bioquímica Imágenes nsTg igual o superior a 1,0 ng/mL
incompleta negativas sTg igual o superior a 10 ng/mL
Elevación AntiTg
Indeterminada Hallazgos nsTg menos de 1 ng/L y mayor de 0.2
inespecíficos ng/mL
en las imágenes sTg detectable pero menor que 10 ng/mL
AntiTg estables o en descenso
Estructural Evidencia Cualquier nivel de Tg
incompleta funcional o Con o sin AntiTg
estructural de
enfermedad
Seguimiento
Los exámenes básicos de seguimiento son tiroglobulina con
medición concomitante de anticuerpos anti-tiroglobulina. La fre-
cuencia de medición de tiroglobulina depende del riesgo del pa-
ciente y la respuesta a la terapia. En términos generales se debe
medir cada seis a doce meses, pero en pacientes de alto riesgo
puede ser necesario realizar mediciones más frecuentes.
Los pacientes de riesgo ATA bajo e intermedio con buena res-
puesta se puede medir tiroglobulina cada 12 a 24 meses. Los pa-
cientes de alto riesgo o aquellos con respuesta indeterminada,
respuesta bioquímica incompleta o estructural incompleta, re-
quieren tiroglobulina cada seis a doce meses.
Con respecto a la ecografía se debe hacer seis a doce meses lue-
go de la cirugía y en adelante, periódicamente dependiendo del
riesgo y el estado de la tiroglobulina. Se debe hacer biopsia de los
ganglios sospechosos de metástasis si son mayores de 8 a 10 mm.
• Sorafenib
Evidencia 1++
Síntesis de la evidencia
Título del estudio: Sorafenib in radioactive iodine-refrac-
tory, locally advanced or metastatic differentiated thyroid
cancer: a randomised, double-blind, phase 3 trial. Lancet.
2014;384(9940):319-28(1)
Autores: Marcia Brose y colaboradores. Investigadores estu-
dio DECISIÓN.
Ensayo multicéntrico internacional, 77 centros, 18 países
Diseño: Ensayo clínico aleatorizado
Fuentes de financiación: Bayer HealthCare Pharmaceuticals
y Onyx Pharmaceuticals Asignación: Oculta.
Pacientes: 419 pacientes mayores de 18 años con cáncer de
tiroides localmente avanzado o cáncer de tiroides diferen-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
332
• Lenvatinib
Evidencia 1++
Síntesis de la evidencia
Título del estudio: Lenvatinib versus Placebo in Radioiodi-
ne Refractory Thyroid Cáncer. N Engl J Med 2015;372:621-
30. SELECT Trial.
Autores: Martin Schlumberger y colaboradores
Diseño: Ensayo clínico aleatorizado, doble ciego, aleatoriza-
do, controlado con placebo, estudio multicéntrico
Fuentes de financiación: Eisai
Asignación: Oculta
Pacientes: Pacientes mayores de 18 años de edad con cán-
cer diferenciado de tiroides confirmado con patología, con
lesiones medibles, evidencia de enfermedad refractaria al
yodo (definidas como al menos uno de los siguientes crite-
rios: una lesión medible sin captación en cualquier rastreo
con 131yodo, al menos una lesión medible que ha progresado
acorde al RECIST versión 1.1, dentro de los 12 meses des-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
334
Referencias
Introducción
La hipoglucemia, la cetoacidosis diabética (CAD)
y el estado hiperglucémico hiperosmolar (EHH),
son complicaciones serias que se presentan en pa-
cientes con diabetes mellitus (DM). Según estadís-
ticas norteamericanas, en los últimos treinta años
se ha presentado un aumento cercano al 40% en la
incidencia de CAD como diagnóstico de admisión,
presentándose cerca de 145.000 casos cada año, con
una incidencia anual de 4 a 8 episodios por cada
1000 pacientes ingresados por diabetes. En el caso
del EHH, éste corresponde al 1% de todos los in-
gresos hospitalarios en diabéticos. La hipoglucemia
constituye un problema habitual, ya sea como mo-
tivo de ingreso hospitalario, donde su frecuencia es
similar al número de crisis hiperglucémicas o como
complicación en pacientes hospitalizados tratados
por hiperglucemia (entre 5 a 28% en unidad de cui-
dados intensivos y hasta en un tercio de hospitaliza-
dos manejados con insulinas subcutáneas).
Aunque la mortalidad global por CAD en países
desarrollados ha disminuido en los últimos veinte
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
342
Causas precipitantes
Los factores más comúnmente asociados al desarrollo de crisis
hiperglucémica son la infección y la mala adherencia a la terapia
farmacológica, ya sea por factores psicosociales, económicos y/o
comportamentales. La tabla 1 resume las causas precipitantes más
frecuentemente descritas en la literatura.
TABLA
1 Causas de cetoacidosis diabética
Pancreatitis
No adherencia farmacológica
Isquemia arterial
Embarazo
Diabetes de novo Medicamentos (esteroides, antipsicóticos,
simpaticomiméticos, otros)
Diagnóstico
Los síntomas en CAD suelen evolucionar rápidamente (menos
de 24 horas). Por el contrario, el EHH puede desarrollarse insi-
diosamente a lo largo de días a semanas. Son comunes en ambas
entidades los síntomas de hiperglucemia que incluyen poliuria,
polidipsia, polifagia, debilidad y pérdida de peso. Al examen físi-
co se puede encontrar taquicardia, hipotensión y alteración en la
turgencia de la piel como signos de deshidratación. Los pacientes
con CAD pueden presentar náuseas o vómito hasta en el 80% de
los casos y dolor abdominal hasta en el 30% de casos, este último
se ha correlacionado con el grado de acidosis (edema e hipoperfu-
sión gastrointetinal) y puede ser suficientemente fuerte para con-
fundirse con un abdomen agudo quirúrgico, por lo que en casos
de duda se recomienda profundizar en el estudio del dolor. El pa-
ciente cursa con eutermia o incluso leve hipotermia a pesar de la
presencia de infección debido a la vasodilatación periférica. Hasta
el 30% de los pacientes con CAD presentan hiperosmolaridad sé-
rica y ésta se correlaciona con el estado de conciencia, llegando a
presentar obnubilación o coma, aunque parámetros como el pH y
el bicarbonato también se correlacionan con alteración del estado
de conciencia. La encefalopatía en EHH ocurre usualmente cuan-
do los niveles de sodio sérico exceden los 160 mmol/l o cuando
la osmolaridad efectiva es mayor de 320 mOsm/kg. La presencia
de convulsiones u otros signos de focalización son infrecuentes y
obligan a descartar afección primaria del sistema nervioso central.
Los estudios de laboratorio iniciales que deberían solicitarse en
todo paciente con crisis hiperglucémica son: glicemia, cetonas en
suero, gases arteriales, ionograma, cálculo de anión gap, osmolari-
dad en plasma o calculada, nitrógeno ureico en sangre, creatinina,
uroanálisis y hemoleucograma. Otras ayudas diagnósticas como
el electrocardiograma, radiografía de tórax o cultivos se solicita-
rán de acuerdo con la sospecha clínica.
La leucocitosis es común tanto en la CAD como en el EHH y
está relacionada con aumento del cortisol y catecolaminas secun-
Emergencias en el paciente diabético: hipoglucemia, cetoacidosis ... - Elsy Cristina Sierra Vargas, Óscar A. Muñoz Mejía
345
Diagnóstico diferencial
Las causas metabólicas de acidosis y coma se muestran en la
tabla 3. Deben considerarse además otras causas de acidosis me-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
346
TABLA
2 Criterios diagnósticos de la CAD y EHH
Adaptado y modificado de: Kitabchi AE, Umpierrez GE, Murphy MB, Barrett EJ, Kreisberg
RA, Malone JI, et al. Hyperglycemic crises in diabetes. Diabetes Care 2004;27 (suppl 1):S95.
* Reacción de nitroprusiato
** Cálculo anión gap: [(Na+)–(Cl–+ HCO3– (mEq/l)]
*** Cálculo osmolaridad sérica efectiva: 2[Na+ medido (mEq/l)] + glucosa (mg/dl)/18
TABLA
3 Evaluación del laboratorio de causas metabólicas de acidosis y coma
Coma
Ayuno Cetosis Intoxi- Intoxi- Alcohol
Acidosis Acidosis hipo- Rabdomi-
pro- CAD alco- cación cación EHH isopro-
láctica urémica glucémi- olisis
longado hólica salicilato metanol pril
co
pH N ↓ ↓ ↓ leve ↓↑ ↓↑ ↓ N N ↓leve o ↓↓ N
Glucosa N ↑ N N ↓oN No↓ N ↑↑↑ ↓↓ N ↓
No↑ No↑
Cetonas ↑ leve ↑↑ N N ↑ leve N N ↑↑ ↑↑
leve leve
Anión No↑
↑ leve ↑ ↑ ↑ leve ↑ ↑ ↑ N ↑↑ N
GAP leve
Osmola-
N ↑ N ↑ N N ↑↑ ↑↑↑ N N o ↑ leve ↑
ridad
Ácido
↑ leve ↑ N N ↑ N N N N ↑ N
úrico
Gluco-
(-) (++) (-) (-) (-) (-) (-) (++) (-) (-) (-)
suria
BUN
Miscelá- Lactato Salicila- Mioglobi-
>200mg/
neos >7mmol/L to sérico nuria
dl
Adaptado y modificado de: Morris LR, Kitabchi AE. Coma in the Diabetic. In (Schnatz JD, ed), Diabetes Mellitus: Problems in Management.
Menlo Park CA, Addison-Wesley Pub. Co, 234–251, 1982.
Emergencias en el paciente diabético: hipoglucemia, cetoacidosis ... - Elsy Cristina Sierra Vargas, Óscar A. Muñoz Mejía
347
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
348
Tratamiento
El tratamiento de las crisis hiperglucémicas se fundamenta en
los siguientes objetivos: (a) restauración del volumen circulato-
rio y la perfusión tisular; (b) reducción continua y gradual de la
glucosa sérica y la osmolaridad plasmática; (c) corrección de los
trastornos hidroelectrolíticos; (d) resolución de la cetosis en CAD;
y (e) reconocer y tratar a cualquier precipitante y condición co-
mórbida. Muchos pacientes con CAD podrán ser manejados en
unidad de cuidados intermedios a menos que se presenten con al-
teración grave del estado mental o con comorbilidadades críticas
que requieran manejo en unidad de cuidados intensivos (ejem-
plo: síndrome coronario agudo, sepsis). Debido al alto riesgo de
mortalidad y a las comorbilidades asociadas, el paciente con EHH
generalmente requerirá manejo en cuidados intensivos.
Monitorización: Se debe realizar glucometría cada una a dos
horas durante el tratamiento, y los electrolitos, fosfato y pH veno-
so cada dos a seis horas. Las muestras venosas de gases pueden
sustituir la muestra arterial evitando el dolor y las potenciales
complicaciones de la punción arterial.
Reposición hídrica: La fluidoterapia es el primer paso en el
manejo; debe iniciarse lo más pronto posible. Es fundamental
para la restauración del volumen intravascular y la perfusión ti-
sular, la excreción renal de cuerpos cetónicos, la disminución de
la osmolaridad plasmática y la reducción en el nivel de hormonas
contra-reguladoras. La glucosa disminuirá considerablemente con
la terapia hídrica únicamente, debido a la hemodilución y al au-
mento de la glucosuria cuando mejore la perfusión renal.
Se estima un déficit aproximado de 100ml/kg en CAD y entre
100 a 200ml/kg en el EHH, correspondiente a seis a nueve litros
de agua corporal total. El déficit de agua puede estimarse con la
siguiente fórmula:
Evaluar sodio
corregido
K+=3.3–5.3 mEq/l
TABLA
4 Factores de riesgo para hipoglucemia en diabetes
Fisiopatología
La hipoglucemia desencadena una secuencia de respuestas
contra-reguladoras más o menos definidas. El primer mecanis-
mo de defensa frente a la caída de la glucosa plasmática, inclu-
so, cuando aún está en rango fisiológico (72 a 108 mg/dl), es la
disminución en la producción de insulina por la célula beta del
páncreas y la menor utilización de glucosa por tejidos insulino-
sensibles como el músculo. Cuando la glucemia está por debajo
de 70 mg/dl, aumenta la actividad del sistema nervioso autónomo,
lo que resulta en la liberación de adrenalina y noradrenalina, así
como de acetilcolina por las neuronas simpáticas posglangliona-
res. Además, mediante la interacción hipotálamo–hipófisis, se ac-
tivan mecanismos neuroendocrinos que llevan a la liberación de
hormona del crecimiento y de ACTH, que estimulan la gluconeo-
génesis hepática (a través del IGF-1) y la producción de cortisol
por la corteza suprarrenal, respectivamente.
Emergencias en el paciente diabético: hipoglucemia, cetoacidosis ... - Elsy Cristina Sierra Vargas, Óscar A. Muñoz Mejía
355
Manifestaciones clínicas
Las manifestaciones autonómicas (adrenérgicas y colinérgicas)
son las primeras en aparecer e incluyen palpitaciones, ansiedad,
temblor, palidez, sudoración, parestesias y sensación de hambre.
Los síntomas neuroglucopénicos se producen por la deprivación
cerebral de glucosa y generalmente se presentan con niveles de
glucemia menores de 50 a 55 mg/dl. La neuroglucopenia se pue-
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
356
Enfoque diagnóstico
A todo paciente diabético que se presente con síntomas compa-
tibles con hipoglucemia se le debe realizar una glucometría para
confirmarla. La primera posibilidad a considerar es que se trate
de una hipoglucemia inducida por medicamentos antidiabéticos,
de ellos la insulina y las sulfonilúreas son los más importantes.
En este escenario se espera que el trastorno resuelva con el ajuste
de la terapia (disminuir dosis de insulina o suspensión de sulfo-
nilúrea), por tanto, de entrada, no se requieren estudios adiciona-
les. La hemoglobina glicada (HbA1C) puede ser de utilidad para
evaluar qué tan estricto se lleva el control glucémico y definir la
posibilidad de una meta más flexible de HbA1C.
Emergencias en el paciente diabético: hipoglucemia, cetoacidosis ... - Elsy Cristina Sierra Vargas, Óscar A. Muñoz Mejía
357
TABLA
5 Diagnóstico diferencial de la hipoglucemia
no atribuible a antidiabéticos
- Ayuno prolongado
- Abuso de alcohol
- Insuficiencia adrenal
- Medicamentos (tabla 6)
- Insulinoma
- Síndrome de hipoglucemia pancreática no insulinoma
- Síndrome de hipoglucemia autoinmune
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
358
TABLA
6 Medicamentos no antidiabéticos reportados
como causantes de hipoglucemia
Mayor evidencia
Quinolonas
Quinina
Indometacina
Menor evidencia
Artersunato/artemisina/artemeter
Litio
IECA o ARA 2
Betabloqueadores
Trimetoprim-sulfametoxazol
6-mercaptopurina
Heparina
Sí ¿Sintomático? No
Dar 15–20 gr de
¿Consciente? carbohidrato oral*
Sí No Glucometría en 15 min
¿>70 mg/dl? No
Dar 15–20 gr de DAD 10% IV
carbohidrato oral*
Sí
Dar merienda
Glucometría en 15 min (prevenir recurrencia)
Considere glucagón
* Alternativas: vaso de agua con una cucharada sopera de azúcar u otro carbohidrato que
contenga glucosa.
Lecturas recomendadas
Introducción
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC), es una enfermedad frecuente, prevenible
y tratable, caracterizada por limitación persistente
del flujo aéreo, usualmente progresiva y asociada
con una respuesta inflamatoria aumentada en las
vías respiratorias a partículas y gases nocivos(1-3).
Es llamativo que conociendo los factores de ries-
go, pudiendo intervenirlos de una manera pronta,
e impactar en los desenlaces adversos sea una en-
fermedad tan frecuente; más llamativo aún es que,
según los indicadores y estimativos, aumente en
frecuencia, costos y mortalidad con el paso de los
años, como se expondrá más adelante.
Apartándonos un poco de la definición dada por
las múltiples guías, nos damos cuenta de que los
mismos factores que llevan a deterioro de la arqui-
tectura pulmonar y la respuesta inflamatoria mar-
cada pueden llevar a consecuencias sistémicas. Es
ampliamente conocido que la inflamación es un
factor de riesgo cardiovascular importante, que la
hipoxemia lleva a deterioro de múltiples órganos y
acorta la expectativa de vida, que el sedentarismo,
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
364
TABLA
1 EPOC, comorbilidades y efectos sistémicos(4-11)
Insuficiencia cardíaca
El riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca en pacientes con
EPOC es 4,5 veces superior al de los controles sanos, aún lue-
go de ajustar por edad y factores de riesgo cardiovascular, se ha
visto que, de los pacientes que ingresan al servicio de urgencias
por alguna exacerbación y en el seguimiento ecocardiográfico a
tres meses, el 64% de ellos tienen alteraciones significativas(27),
siendo 48% compromiso del ventrículo derecho y 27% del lado
izquierdo, la auriculomegalia se vio en 29% de los pacientes y
la hipertensión pulmonar en 19%. La insuficiencia cardiaca es
un diagnóstico diferencial de las exacerbaciones a la cual todos
debemos enfrentarnos, y no sólo pensar en el uso de inhaladores,
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
368
Arritmias cardíacas
El riesgo de aparición de arritmias cardíacas está incrementado
en la EPOC en comparación con la población general. Se ha vis-
to que de los pacientes que ingresan a urgencias por la EPOC el
6.3% de ellos tienen una arritmia como causante, siento las más
frecuentes la fibrilación auricular, la taquicardia atrial multifocal,
ectopias ventriculares y la taquicardia ventricular(9). Entre los fac-
tores que influyen en su desarrollo se encuentran la hipoxemia,
la acidosis y la reducción del FEV1, que llevan al miocardio a
trabajar bajo estrés y en condiciones que favorecen las arritmias.
Adicional a esto los medicamentos para tratar el broncoespasmo
pueden inducir arritmias que llevarán a una descompensación
adicional a estos pacientes. Siempre tener en cuenta aquella frase
que dice “Todo es veneno, nada es veneno, depende de la dosis”.
Realice densitometría de control y luego cada 2 años para evaluar salud ósea
Reevalue Densitometría:
Osteoporosis: Denosumab o Teriparatide.
Si no es así considere vacaciones óseas
Conclusiones
La EPOC es una enfermedad que afecta predominantemente el
pulmón, causando devastadoras consecuencias en la salud, cali-
dad de vida y pronóstico de los pacientes que la sufren. El mayor
costo en salud en la atención de estos pacientes está dado por las
exacerbaciones, el manejo hospitalario y las consecuencias car-
diovasculares; sin embargo, la mortalidad se ve más afectada por
las manifestaciones extrapulmonares de esta enfermedad, dada
la irreversibilidad de la patología pulmonar, intervenir las demás
manifestaciones ha mostrado mejorar la cantidad de hospitaliza-
ciones, visitas al servicio de urgencias, calidad de vida e impacto
significativo en la mortalidad.
Referencias
16. Feary JR, Rodrigues LC, Smith CJ, Hubbard RB, Gib-
son JE. Prevalence of major comorbidities in subjects
with COPD and incidence of myocardial infarction and
stroke: a comprehensive analysis using data from pri-
mary care. Thorax. 2010 Nov;65(11):956–62.
17. Nilsson U, Johansson B, Eriksson B, Blomberg A, Lun-
dbäck B, Lindberg A. Ischemic heart disease among sub-
jects with and without chronic obstructive pulmonary
disease--ECG-findings in a population-based cohort stu-
dy. BMC Pulm Med. 2015 Dec 4;15:156.
18. Donaldson GC, Hurst JR, Smith CJ, Hubbard RB, We-
dzicha JA. Increased risk of myocardial infarction and
stroke following exacerbation of COPD. Chest. 2010
May;137(5):1091–7.
19. Lange P, Mogelvang R, Marott JL, Vestbo J, Jensen JS.
Cardiovascular morbidity in COPD: A study of the gene-
ral population. COPD. 2010 Feb;7(1):5–10.
20. Sidney S, Sorel M, Quesenberry CP, DeLuise C, Lanes S,
Eisner MD. COPD and incident cardiovascular disease
hospitalizations and mortality: Kaiser Permanente Me-
dical Care Program. Chest. 2005 Oct;128(4):2068–75.
21. Rabinovich RA, MacNee W. Should we treat chronic
obstructive pulmonary disease as a cardiovascular di-
sease? Expert Rev Respir Med. 2015 Aug;9(4):459–72.
22. Criner GJ, Connett JE, Aaron SD, Albert RK, Bailey WC,
Casaburi R, et al. Simvastatin for the prevention of exa-
cerbations in moderate-to-severe COPD. N Engl J Med.
2014 Jun 5;370(23):2201–10.
23. Mortensen EM, Copeland LA, Pugh MJV, Restrepo MI,
de Molina RM, Nakashima B, et al. Impact of statins and
ACE inhibitors on mortality after COPD exacerbations.
Respir Res. 2009 Jun 3;10:45.
24. Mancini GBJ, Etminan M, Zhang B, Levesque LE, Fitz-
Gerald JM, Brophy JM. Reduction of morbidity and mor-
tality by statins, angiotensin-converting enzyme inhibi-
tors, and angiotensin receptor blockers in patients with
chronic obstructive pulmonary disease. J Am Coll Car-
diol. 2006 Jun 20;47(12):2554–60.
25. de Miguel-Díez J, Carrasco-Garrido P, Rejas-Gutierrez
J, Martín-Centeno A, Gobartt-Vázquez E, Hernandez-
EPOC: una enfermedad sistémica - William Darío McEwen Tamayo
381
Generalidades
La infección por el virus de la hepatitis B (VHB)
tiene una amplia distribución mundial. Según cálcu-
los de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
más de 2000 millones de personas se han infectado
con este virus y cerca de 350 millones padecen la
infección crónica con riesgo de hepatocarcinoma y
cirrosis; esto implica un problema importante de sa-
lud pública.
Epidemiológicamente, Colombia representa una
endemia moderada para la infección por VHB, sien-
do los departamentos de alta endemia: Guaviare,
Vaupés y Guainía; endemia intermedia: Arauca,
Bolívar, Caldas y Norte de Santander, y el resto co-
rrespondería a baja endemia. Algunos factores que
contribuyen a la diseminación mundial son: la in-
migración no controlada, los viajes aéreos de bajo
coste y la globalización.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
386
TABLA
1 Tasas mundiales de seroprevalencia y modos de
transmisión del VHB
TABLA
2 Modos de transmisión según casos reportados
de infección por VHB
Manifestaciones clínicas
El espectro de las manifestaciones clínicas de la infección por
VHB varía de acuerdo a si la infección es aguda o crónica y, en
ambas fases, pueden aparecer manifestaciones extrahepáticas.
Hepatitis B aguda
Inicialmente existe un período de incubación que varía entre
seis semanas y seis meses, luego se desarrolla la enfermedad pro-
piamente dicha, la cual puede ser en forma de hepatitis anictérica
o subclínica, hepatitis ictérica y en algunos casos, hepatitis fulmi-
nante (1%). La hepatitis sintomática no suele aparecer en niños
menores de un año, se observa en el 10% de los menores de cinco
años y en el 30 al 80% de los adultos; en este último grupo hasta el
95% evolucionan hacia una resolución espontánea. En los casos
asociados a inmunodeficiencia (quimioterapia, inmunodepresión
por corticoides), el VHB adquiere características citopatogénicas
y replicativas que conllevan una evolución más rápida y mortal.
Las manifestaciones clínicas en su forma sintomática son simi-
lares a otras formas de hepatitis virales agudas: síntomas iniciales
inespecíficos parecidos a un cuadro seudogripal (malestar gene-
ral, náuseas, anorexia) y dolor en hipocondrio derecho. Del 10 al
20% de los pacientes presentan pródromos de la enfermedad en
una duración de dos días a cuatro semanas, caracterizados por fie-
bre, artralgias y/o artritis, mialgias, exantema cutáneo y cansancio
(último síntoma en desaparecer y puede persistir varios meses).
Estos síntomas resuelven cuando hay lesión hepática que se de-
tecta con aumento de aminotransferasas (ALT y AST). Al examen
físico se puede encontrar hepatomegalia dolorosa, y en algunos
casos esplenomegalia o adenopatías.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
388
Hepatitis B crónica
La hepatitis B crónica se define por la persistencia del HBsAg
por un período de al menos seis meses; siendo ésta más probable
en grupos de pacientes de alto riesgo (adictos a drogas por vía
parenteral, homosexuales y personas infectadas por el VIH). En
la mayor parte de los pacientes no se identifican antecedentes de
una hepatitis aguda o síntomas que señalen una infección viral
previa.
Las manifestaciones clínicas durante la fase crónica van desde
el estado de portador asintomático hasta los signos y síntomas
de cirrosis y CHC. La mayoría se diagnostica no por síntomas,
sino por observación de elevaciones de aminotransferasas o por
la pertenencia del paciente a una categoría específica de riesgo.
El síntoma más frecuente es la astenia asociada en ocasiones con
anorexia o malestar general, siendo mucho menos frecuentes las
náuseas, la sensibilidad dolorosa a la palpación en el hipocondrio
derecho, las mialgias y las artralgias. La exploración física puede
Manifestaciones clínicas y diagnóstico de infección por el virus de la hepatitis B - Edwin J. Ariza Parra, Marco A. Luján Ramos
389
Hepatitis fulminante
La hepatitis fulminante se presenta en aproximadamente 0,1
a 0,5% de los pacientes; suele presentarse en el contexto de una
hepatitis aguda y rápidamente progresiva con una evolución me-
nor a 28 días desde el inicio de los síntomas, que va acompañada
de coagulopatía, encefalopatía y edema cerebral (signos de insu-
ficiencia hepática).
Aunque desconocemos mucho sobre la patogenia de la hepati-
tis fulminante, ésta se ha asociado con una respuesta inmunitaria
masiva contra el virus y diferentes mutaciones virales, las cuales
son más frecuentes en coinfecciones con el virus de la hepatitis
D y con el uso concomitante de inmunosupresores. Se describen
como factores de mal pronóstico una presión arterial media dis-
minuida y un recuento de plaquetas bajo al ingreso.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
390
Fase Transmisión
inmune tolerante perinatal
90% - 100%
Transmisión HBeAg+Fase
horizontal inmune activa
Anti-HBe
Seroconversión
80% - 90%
10% - 20%
HBV inactivo
0.5% - 1.0%/yr
Manifestaciones extrahepáticas
Existen múltiples manifestaciones extrahepáticas asociadas a
la infección por el VHB, las cuales pueden producirse hasta en
el 20% de los pacientes que cursan con hepatitis B aguda/cróni-
ca, con un impacto en la morbimortalidad. Se han descrito los
siguientes mecanismos implicados: 1. Auto anticuerpos contra el
tejido afectado, 2. Daño por depósito de inmunocomplejos, 3. Le-
sión tisular directa por el virus.
Las manifestaciones más frecuentes de la hepatitis B aguda son
de tipo cutáneas, articulares y renales; mientras que en la hepati-
Manifestaciones clínicas y diagnóstico de infección por el virus de la hepatitis B - Edwin J. Ariza Parra, Marco A. Luján Ramos
391
Manifestaciones cutáneas
• Exantema maculopapular, urticaria (hepatitis aguda)
• Exantema purpúrico
• Acrodermatitis papular de la infancia (Gianotti-Crosti)
Manifestaciones articulares
• Poliartrialgia, poliartritis, tenosivitis
• Poliarteritis nudosa
Manifestaciones renales
• Glomerulonefritis membranosa y membranoproliferativa
Diagnóstico
Marcadores serológicos para la infección por VHB
La identificación de los marcadores serológicos permite identi-
ficar pacientes con infección por el VHB, dilucidar el curso natu-
ral de la hepatitis B crónica, evaluar las fases clínicas de la infec-
ción y monitorizar la terapia antiviral. Consisten en:
• HBsAg (antígeno de superficie para el virus de hepatitis B)
• Anti-HBs (anticuerpo contra el antígeno se superficie)
• HBeAg (antígeno e para el virus de la hepatitis B)
• Anti-HBe (anticuerpos contra en antígeno e)
• Anti-HBc IgG e IgM (anticuerpos IgM e IgG contra el core
del virus de la hepatitis B)
El HBsAg es el marcador serológico principal de la infección
por el VHB. El HBsAg aparece en suero dentro de una a diez se-
manas luego de una exposición aguda al VHB, su persistencia por
más de seis meses implica infección crónica por el VHB.
El anti-HBs es reconocido como un anticuerpo neutralizante,
y confiere inmunidad a largo plazo. En pacientes con inmunidad
adquirida por la vacunación, el anti-HBs es el único marcador
serológico detectado en suero, a diferencia de una infección pre-
via, en donde se presenta conjuntamente con el anti-HBc IgG.
Ocasionalmente se ha reportado la presencia simultánea de HB-
sAg y anti-HBs en pacientes con HBsAg positivo; en la mayoría de
los casos, se debe a que los anti-HBs son incapaces de neutralizar
los virus circulantes, por lo tanto, estos pacientes deben ser con-
siderados portadores del VHB.
En el pasado, el HBeAg y anti-HBe habían sido usados para
conocer el estado de replicación viral, pero su uso para este pro-
pósito ha sido reemplazado por la medición sérica del ADN viral
(HBV DNA). La seroconversión de HBeAg a anti-HBe se correla-
ciona con la remisión de la enfermedad hepática, sin embargo, la
replicación viral activa se sostiene en algunos pacientes con sero-
conversión del HBe debido a mutaciones en región del pre-core y
core, que inhiben o disminuyen la producción de HBeAg.
Manifestaciones clínicas y diagnóstico de infección por el virus de la hepatitis B - Edwin J. Ariza Parra, Marco A. Luján Ramos
395
HBsAg + - + + -
Anti-HBs - + - - -/+
Anti-HBc + + + + -/+
HBeAg + - +/- - -/+
Anti-HBe - + - + -/+
HBV + - +;>2000 +;<2000 +;<200
DNA IU/ml IU/ml IU/ml
Manifestaciones clínicas y diagnóstico de infección por el virus de la hepatitis B - Edwin J. Ariza Parra, Marco A. Luján Ramos
397
Hepatitis B oculta
Se define por la detección del genoma viral en tejido hepáti-
co, suero y/o células mononucleares de sangre periférica, gene-
ralmente con carga viral disminuida como consecuencia de una
replicación viral limitada, en ausencia del marcador serológico
HBsAg; además, en un 20% de los casos es indetectable el marca-
dor anti-HBc u otro marcador serológico por el VHB. La infección
oculta por el VHB presenta múltiples implicaciones clínicas. Pri-
mero, puede ser trasmitida por transfusiones, trasplante de órgano
sólido o hemodiálisis. Segundo, se puede producir reactivación
de la infección del VHB en pacientes que reciben quimioterapia
o en estado de inmunosupresión. Tercero, puede acelerar el daño
hepático y llevar a fibrosis hepática en pacientes con hepatopatía
crónica, incluyendo infección crónica por el virus de hepatitis C.
Cuarto, parece ser un factor de riesgo para hepatocarcinoma, por
su efecto carcinogénico y por el proceso de inflamación hepática
continua y fibrosis.
La búsqueda de la infección por el VHB oculta se debe consi-
derar en las siguientes condiciones: enfermedad hepática cripto-
génica, especialmente con anti-HBc sérico positivo; pacientes en
quienes se les considere tratamiento inmunosupresor o quimio-
terapia; y en donantes para trasplante de órgano sólido, dada las
posibilidades de trasmisión.
Lecturas recomendadas
Introducción
Las urgencias hematológicas son complicaciones
con alta morbilidad y mortalidad que pueden pre-
sentarse en los pacientes con leucemias y linfomas.
Tienen el potencial de amenazar la vida del pacien-
te, razón por la cual, el clínico, debe estar instruido
en la aproximación inicial de cada una de ellas. Se
expondrán entonces a través de casos clínicos las
urgencias hematológicas de mayor significado en la
práctica clínica.
TABLA
1 Definiciones del síndrome de lisis tumoral clínico
y de laboratorio(a)
Criterios para
Anormalidad Criterios para clasificación
clasificación del SLT
Metabólica del SLT de clínico
de laboratorio
Hiperuricemia Áido úrico > 8mg/
dl
Hiperfosfatemia Fósforo > 4.5mg/dl
Hiperkalemia Potasio > 6meq/L Arritmias o muerte súbita
probable o definitivamente
causada por hiperkalemia
Hipocalcemia Calcio corregido < Arritmias, muerte súbita,
7mg/dl o ionizado convulsiones, irritabilidad
<1.12 (b) neuromuscular (tetania,
parestesias, calambres espasmo
carpopedal signo de Trousseau,
signo de Chevosteck, laringoes-
pasmo, broncoespasmo),
hipotensión, falla cardíaca
probable o definitivamente
causada por hiperkalemia
Insuficiencia No aplica Incremento de 0.3mg/dl en la
renal aguda creatinina sérica o un valor
>1.5 veces sobre el límite de la
normalidad para la edad, o la
presencia de oliguria, definida
como un gasto urinario < 0.5ml/
kg/h por 6 horas
(a)
En el SLT de laboratorio, deben estar presentes dos o más anormalidades metabólicas
al mismo tiempo en un período de 24 horas dentro de los tres días previos al inicio de
la terapia o hasta siete días después de iniciada. El SLT clínico requiere la presencia de
SLT de labora-torio más un aumento en la creatinina, convulsiones, arritmias o muerte
(b)
Calcio corregido = calcio medido mg/dl + 0.8 x (4 - albúmina g/dl).
Tomado y modificado de: S. Howard et al. The Tumor Lysis Syndrome, NEJM 2011.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
406
Hiperleucocitosis
Hombre de sesenta años con diagnóstico de leucemia mieloide
aguda (LMA) que consultó por astenia, adinamia y fatiga. Posterior
a la transfusión de hemoderivados desarrolló disnea. La satura-
Enfoque de las urgencias hematológicas - Paola Eugenia Pizano O., Edwin Uriel Suárez M.
407
TABLA
2 Signos y síntomas de leucostasis
Oídos Tinitus
• NO INFECCIOSA
Primaria Secundaria
- Pseudoleucocitosis
- Inflamación crónica
HL(>100.000/uL) • INFECCIOSA: usualmente <30.000 - Medicamentos
Reacción “leucemoide” (>50.000): - Tabaquismo
C. difficile, TB, B. pertussis - Estimulación
CID SLT* Leucostasis • NO INFECCIOSA central: anemia
hemolítica,
recuperación
Terapia transfusional. Somnolencia/Estupor medular, etc
- Post-esplenectomía
LPM: ATRA y/o Disnea
LEUCOFÉRESIS
Sí No
• INDICACIONES:
- HL+leucostasis
HU o QMT y/o Leucoféresis o
HU o QMT • CONTRA
flebotomía en LMA no PML
INDICACIONES:
- Inestabilidad
Sin respuesta o deterioro
hemodinámica
- Falla cardíaca
- Coagulopatía
Enfoque de las urgencias hematológicas - Paola Eugenia Pizano O., Edwin Uriel Suárez M.
Ab(¿Neumonía?) +/-
Esteroides(¿TRALI?)
Síndrome de diferenciación
Al paciente descrito en la viñeta anterior, se le inició tratamiento
emergente con ATRA y quimioterapia con antraciclina. En el día
quince desarrolló fiebre, tos, infiltrados pulmonares y derrame
pleural derecho. Por signos de falla ventilatoria se trasladó a la
UCI donde se presumió diagnóstico de neumonía y derrame para-
neumónico.
LPM
Sí No
• COAGULOPATÍA: la heparina, áci-
Metas: do tranexámico, otros anticoagulan-
tes o antifibrinolíticos permaneces
- Plaquetas >30-50 mil ATRA +/- ATO cuestionables y no se deben usar de
- Fibrinógeno >150 mg/dL rutina
PFC, fibrinógeno,
crioprecipitado y/o ATRA +/- ATO
plaquetas
Enfoque de las urgencias hematológicas - Paola Eugenia Pizano O., Edwin Uriel Suárez M.
HIC: evaluación
neuroquirúrgica
A. Sospecha de LPM
B. Sospecha de SD
Dexametasona
(10 mg/m2/12h) CGB >5x109/L o
Cr >1.4 mg/dl
Dexametasona
Ausencia de respuesta Respuesta
(2.5 mg/m2/12h x 15 días)
o complicación que
amenaza la vida
Suspender Continuar
ATRA/ATO ATRA/ATO
Continuar dexametasona
hasta completo alivio de
signos y síntomas
Reiniciar
ATRA/ATO
Meningitis leucémica
Mujer de veintiocho años, diagnóstico de LMA con análisis citoge-
nético que demostró inv(16)(p13q22). Recibió tratamiento con tres
ciclos de HiDAC logrando remisión hematológica y molecular. Dos
años más tarde presentó recaída en SNC.
Enfoque de las urgencias hematológicas - Paola Eugenia Pizano O., Edwin Uriel Suárez M.
417
Fiebre neutropénica
Mujer de treinta y cinco años con LMA en quimioterapia de induc-
ción. En el día +17 presentó fiebre, el conteo de neutrófilos es de
200 cel/mcl.
Enterocolitis neutropénica
Hombre de cuarenta años con LMA bajo terapia de inducción.
En el día quince desarrolló fiebre, diarrea sanguinolenta y dolor
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
420
• QUIMIOTERAPIA:
¿Sangrado no controlado, isquemia
intestinal, perforación? - Reiniciar posterior
a recuperación
completa de
Sí No neutropenia y
colitis, o
Conclusión
Se describieron entonces algunas de las urgencias hematoló-
gicas más frecuentes, que al ser complicaciones potencialmente
fatales, es imperativo que sean conocidas por el clínico, pues ante
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
424
Lecturas recomendadas
Introducción
La falla cardiaca es un síndrome clínico caracter-
izado por síntomas típicos (ej. disnea, edema, fatiga)
que puede estar acompañado por signos (ej. disten-
sión yugular, hepatomegalia, crépitos pulmonares)
causada por una anomalía estructural o funcional
cardiaca que lleva a un gasto cardiaco reducido y
aumento de las presiones intracavitarias, en reposo
o ejercicio (Voors et al., 2016). Esta definición toma
los elementos más importantes de la enfermedad,
partiendo de la historia clínica como punto funda-
mental para el enfoque, diagnóstico y tratamiento de
los pacientes; sumado a la necesidad de demostrar
una anomalía en la estructura o función cardiaca
(por medio de la ecocardiografía principalmente)
que se acompaña de gasto cardiaco reducido o au-
mento de las presiones de llenado.
Clasificación y epidemiología
La American Heart Association (AHA) clasifica
la falla cardiaca en estadíos reconociendo el carac-
ter progresivo de la enfermedad, desde sus factores
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
426
Etiología
Se deben evaluar las causas subyacentes de la falla cardiaca
y la causa desencadenante del episodio agudo; la enfermedad
coronaria continúa representado la principal etiología de la falla
cardiaca en Colombia y el mundo; es responsable del 38,7%, se-
guida de la etiología idiopática en el 21,6%, cardiopatía hiperten-
siva 12,2%, enfermedad valvular 10,2% y enfermedad de Chagas
en el 10,3% (Gómez, 2016). Los grandes registros de falla cardiaca
nos han enseñado que las causas desencadenantes difieren según
la presentación clínica. Así, para los pacientes con falla cardiaca
crónica agudamente descompensada son las arritmias, la no ad-
herencia a la terapia médica, la enfermedad valvular y los sín-
dromes coronarios agudos las causas más frecuentes de descom-
pensación. Por el contrario, en los pacientes con falla cardiaca
aguda de novo la lista la encabezan los síndromes coronarios
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
428
Diagnóstico
Manifestaciones clínicas
Los síntomas de falla cardiaca aguda se pueden instaurar en
horas, días o semanas; la disnea con la actividad física y con
carácter gravativo es el síntoma cardinal de la enfermedad, los
pacientes pueden referir intolerancia al decúbito supino, episo-
dios de disnea paroxística nocturna y edema caudal progresivo;
otras quejas frecuentes son el aumento del perímetro abdominal,
hiporexia y sensación de plenitud temprana relacionados con
congestión abdominal y ascitis; algunos pacientes pueden experi-
mentar disnea con la inclinación adelante del tronco (por ej. al
amarrar los cordones de los zapatos) este síntoma conocido como
bendopnea se correlaciona fuertemente con aumento de las pre-
siones de llenado intracavitarias (Thibodeau et al., 2014)
Los signos de falla cardiaca son, en general, de baja sensibi-
lidad pero de muy buena especificidad, tal es el caso del tercer
ruido o S3, la distensión venosa yugular y el reflujo hepatoyugu-
lar (especificidad superior al 92%); otros signos como los crépitos
pulmonares o el edema periférico son menos específicos (Wang,
2005).
Ayudas diagnósticas
Se debe solicitar e interpretar, de forma sistemática, un electro-
cardiograma de superficie a todos los pacientes con sospecha de
falla cardiaca aguda, cualquier anormalidad apoya el diagnóstico
de la misma; además el electrocardiograma puede definir pautas
terapéuticas específicas en el caso de infarto agudo al miocardio
con elevación del segmento ST, bradiarritmias o taquiarritmias.
Todos los pacientes deben ser evaluados por medio de una ra-
diografía convencional de tórax; su principal utilidad está en el
Falla cardiaca aguda - Jairo Alfonso Gándara Ricardo
429
Tratamiento
La falla cardiaca aguda es una entidad potencialmente fatal.
Frente a su presentación se debe buscar atención hospitalaria
emergente en centros que cuenten con especialistas en Medicina
Interna y Cardiología Clínica. El abordaje inicial está encaminado
al rápido reconocimiento de choque cardiogénico o la falla respi-
ratoria, condiciones graves que ponen en riesgo la vida del paci-
ente de forma temprana y que ameritan un tratamiento agresivo,
en busca de la pronta estabilidad clínica; de forma simultánea se
descartará la presencia de causas desencadenantes que requieran
tratamiento médico específico (la guía europea de falla cardiaca
propone la nemotecnia CHAMP: síndrome Coronario agudo, crisis
Hipertensiva, Arritmias, complicaciones Mecánicas, embolismo
Pulmonar).
Luego de esto, los pacientes deben ser clasificados según su
estado clínico-hemodinámico en los denominados cuadrantes
de Stevenson; esta clasificación se basa en la exploración clínica
realizada al lado de la cama de paciente, indagando síntomas y
signos de sobrecarga hídrica y de baja perfusión tisular (tabla 1)
(Nohria, Stevenson, & Page, 2014); la evaluación rápida de ambos
grupos de hallazgos (en un tiempo aproximado de cinco minutos)
le permite al médico de urgencias tener una mirada global del es-
tado clínico-hemodinámico del paciente, para clasificarlo en uno
de cuatro diferentes cuadrantes o perfiles, según la presencia o
ausencia de los marcadores clínicos de congestión hídrica y baja
perfusión tisular así: “calientes y secos”, “calientes y húmedos”,
“fríos y húmedos” o “fríos y secos” (figura 1) (Voors et al., 2016).
Falla cardiaca aguda - Jairo alfonso Gándara ricardo
431
TABLA
1 Hallazgos clínicos y paraclínicos de congestión venosa
y baja perfusión
Congestión (+)
- Ortopnea, disnea paroxística nocturna
- Tercer ruido o S3, Crépitos
- Reflujo abdominoyugular o hepatoyugular
- Hepatomegalia
Congestión (-) - Distensión venosa yugular
- P2 audible claramente en el foco pulmonar
- Ascitis, edema periférico
Hipoperfusión (-)
Hipoperfusión (+)
- Somnolencia, obnubilación
- Presión proporcional del pulso disminuida < de 25%
- Presión del pulso estrecha < 25 mmHg
- Extremidades frías
- Intolerancia a los IECA
- Empeoramiento de la función renal
- Disminución del sodio sérico
Alta y seguimiento
Para el egreso se debe garantizar estabilidad hemodinámica
con estado euvolémico, inicio y titulación de los medicamentos
orales recomendados por guías, estabilidad de la función renal
por 24 horas antes del alta, educación y signos de alarma para
consulta precoz con vinculación a programa de rehabilitación car-
diaca y seguimiento por clínica de falla cardiaca, garantizando
seguimiento clínico una semana luego del egreso hospitalario e,
idealmente, seguimiento por cardiología clínica en las primeras
dos semanas.
Conclusiones
La falla cardiaca aguda es un síndrome clínico frecuente y
muy grave. La evaluación clínica inicial es fundamental para la
aproximación diagnóstica y, al mismo tiempo, permite aclarar la
presencia de escenarios graves, factores desencadenantes y reali-
zar la clasificación en perfiles clínico- hemodinámicos, que son
el punto de partida para una terapia médica racional individual-
izada. Los objetivos del tratamiento buscan: alcanzar el control
Falla cardiaca aguda - Jairo Alfonso Gándara Ricardo
435
Lecturas recomendadas
TABLA
1 Causas del derrame pleural
Trasudados Exudados
Falla cardiaca Infecciones pulmonares
Hidrotórax hepático Tuberculosis
Síndrome nefrótico Enfermedades malignas primarias o
Diálisis peritoneal metastásicas
Hipoalbuminemia Embolismo pulmonar
Atelectasias Síndrome de post-injuria cardiaca
Urinotórax Pancreatitis aguda o crónica
Fuga de líquido cefalorraquídeo Enfermedades del tejido conectivo
(DVP) (principalmente lupus y artritis
reumatoide)
Abscesos hepáticos rotos
Abscesos esplénicos
Ruptura esofágica
Medicamentos (nitrofurantoina,
metotrexate, amiodarona,
betabloqueadores, fenitoina)
Sarcoidosis
Radiación
Hipotiroidismo
Quilotórax
Lesión de estructuras
intra-torácicas
Ruptura esofágica
Cavidad Ruptura del conducto torácico
Pleura parietal pleural Pleura viceral Lesión vascular mayor
Patología bronquio-pulmonar
Disminución del drenaje linfático: que cause incremento de la
Neoplasias presión intrapleural negativa:
Lesión conducto torácico Atelectasia
Síndrome de uñas amarillas Procedimientos en tórax:
Post-RT Sd. Post-pericardiectomía
Migración de CVC
Aumento de la presión intravascular pleural –
Elevación de la presión vascular sistémica: Separación de las superficies pleurales:
Falla cardiaca derecha Derrame tabicado – Pulmón atrapado
Síndrome de vena cava superior Mesotelioma maligno
Embolia pulmonar
Paso a través del diafragma – Alteraciones
de la cavidad abdominal:
Ascitis
Diálisis peritoneal
Urinotórax
Síndrome de Meigs
Abscesos hepáticos, esplénicos, subfrénicos,
Aumento de la permeabilidad Aumento de la presión pancreatitis
(inflamación): hidrostática:
Procesos infecciosos: Neumonía, TB Falla cardiaca (múltiples Disminución de la Qr: Movimiento de líquido
Neoplasias etiologías) Lp: Coeficiente de filtración
presión oncótica:
A: Área de superficie
Enfermedad del tejido conectivo Síndrome nefrótico P: Presión hidrostática, Cap: capilar, Pl: Líquido pleural
Pancreatitis Cirrosis π: Presión oncótica, Cap: capilar, Pl: Líquido pleural
Embolia pulmonar Desnutrición -σ: coeficiente de reflección (capacidad de la membrana de
Sd. de Dressler restringir el paso de macromoléculas)
Enteropatía perdedora
de proteínas
Enfoque diagnóstico del derrame pleural - José Albeiro rAmírez Arce, HuxlHey brAulio cAbrerA GArcíA
1
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
440
Imágenes
La radiografía es el examen diagnóstico inicial mediante el cual
se puede confirmar un derrame pleural. Con volúmenes de 50ml
se observa obliteración del ángulo costofrénico posterior en la
placa lateral; en la proyección postero-anterior se puede identi-
ficar borramiento del ángulo costofrénico lateral con 250ml. Con
500ml se oblitera la totalidad del hemidiafragma y con 1000ml
hasta la cuarta costilla en su porción anterior. En algunos casos
el líquido puede acumularse entre las cisuras dando el aspecto de
masa, lo que se ha denominado pseudotumor, hallazgo que suele
mejorar con la terapia dirigida (por ejemplo, diuréticos en caso de
falla cardiaca). En caso de que los derrames sean subpulmonares
se produce una aparente elevación del hemidiafragma con lateral-
ización de la curvatura de la base del pulmón y una descendiente
abrupta hacia el ángulo costofrénico (signo del Peñón de Gibral-
tar) y en el lado izquierdo hay una separación de más de dos cm
de pulmón y la burbuja de gas gástrico.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
442
Toracentesis
Está indicada en todo paciente con derrame pleural de causa
desconocida y con cuantía que lo haga susceptible de punción
(más de 10mm de diámetro en la radiografía en decúbito lateral
que suele corresponder a 200ml). No se requiere realizar toracen-
tesis diagnóstica cuando el derrame es bilateral y hay una causa
clara que lo explica (como en casos de falla cardiaca, enferme-
dad renal o hepatopatía crónica), a menos que se sospeche otra
condición sobrepuesta como una infección o neoplasia, la respu-
esta al diurético no sea adecuada o lleve un curso clínico atípico
(fiebre, pérdida de peso, tos con expectoración purulenta o he-
moptoica).
Enfoque diagnóstico del derrame pleural - José Albeiro Ramírez Arce, Huxlhey Braulio Cabrera García
443
Derrame Pleural
Imagen radiológica
Diagnóstico
Toracocentesis diagnóstica
TC torácica
(ecografía torácica)
Diagnóstico
Broncoscopia
Trasudado
Otras pruebas según
Quilotórax Biopsia pleural transparietal sospecha diagnóstica
Empiema y/o toracoscópica
Hemotórax (ecografía torácica)
Diagnóstico
Toracotomía Observación
Contraindicaciones
• Inestabilidad hemodinámica o disnea grave: primero se de-
ben resolver estas situaciones dado el riesgo de deterioro
durante el procedimiento.
• Coagulopatía: no existe un nivel exacto para determinar
cuándo es seguro realizar una toracentesis, en general se
prefiere un recuento de plaquetas mayor a 50000/mm3 y se
acepta un límite de hasta 1.5 veces el control para los tiem-
pos de coagulación.
Las complicaciones son infrecuentes con una adecuada téc-
nica, sin embargo aproximadamente 6% desarrollan neumotórax,
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
444
TABLA
2 Aspecto del derrame pleural
TABLA
3 Exámenes requeridos según la causa
• Proteínas:
- La tuberculosis pleural casi siempre se asocia a proteí-
nas mayores a 4g/dl
- Cuando se encuentra con niveles muy altos de proteí-
nas de 7 a 8g/dl se debe pensar en mieloma múltiple y
macroglobulinemia de Waldenstrom
• Deshidrogenasa láctica
- Niveles mayores a 1000U/l se encuentran en derrames
paraneumónicos complicados, artritis reumatoide, pa-
ragonimiasis y ocasionalmente en malignidad
• Glucosa
- Niveles menores a 60mg/dl se encuentran en derrames
paraneumónicos complicados y empiemas, tuberculo-
sis pleural, artritis reumatoide, malignidad, lupus erite-
matoso sistémico, ruptura esofágica
Enfoque diagnóstico del derrame pleural - José Albeiro Ramírez Arce, Huxlhey Braulio Cabrera García
447
• pH
- Siempre se debe medir en máquina de gases arteriales (a
menos que el líquido sea claramente purulento ya po-
dría obstaculizar la funcionalidad de la máquina), su
valor normal oscila entre 7.3 y 7.6. Un pH menor de
7.3 cataloga un derrame pleural paraneumónico como
complicado.
• Amilasa
- Niveles mayores en líquido pleural al límite superior nor-
mal en sangre orientan a pancreatitis aguda o crónica,
ruptura esofágica o malignidad
• ADA
- Ver tuberculosis pleural
• Células
- Predominio de linfocitos especialmente con niveles ma-
yores a 80% se puede observar en tuberculosis pleural,
linfomas, cáncer, quilotórax, derrame pleural en artritis
reumatoide, sarcoidosis.
- Eosinofília pleural (más del 10% de las células) usual-
mente indica irritación pleural por presenciad e aire,
sangre o procedimientos en la cavidad; pero puede en-
contrarse más raramente en otras condiciones como
infartos pulmonares, asbestosis pleural, parásitos, en-
fermedades micóticas (histoplasmosis, coccidoidomico-
sis, criptococosis), neoplasias malignas, medicamentos,
neumonía eosinofílica aguda o crónica, granulomatosis
eosinofílica con poliangeítis (previamente llamada en-
fermedad de Churg Strauss).
Biopsia pleural
La biopsia pleural se realiza en los pacientes que después de
imágenes del tórax y análisis del líquido pleural no se encuentra
un diagnóstico.
Se puede realizar de forma percutánea, a ciegas, guiada por
ecografía o por TAC si se encuentra una masa o engrosamiento
anormal de la pleura y que técnicamente sea posible.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
448
Analítica+radiografía de tórax
Ecografía torácica
Toracocentesis
Fase exudativa
Daño pleural pH > 7,20 No
• Inflamación inicial Derrame pleural Glucosa > 60 mg/dL microorganismos
• Quimiotaxis neutrófilos simple LDH < 1000 Ul/L presentes
• Permeabilidad vascular y pleural (por citoquinas)
Líquido libre
TABLA
4 Esquema de clasificación y tratamiento de los derrames
paraneumónicos y del empiema
Comunidad Hospital
Otros
Enterococo 4%
1%
Otros Enterococo Streptococcus spp
7% 12% 18%
Anaerobios Anaerobios
20% 8%
Streptococcus spp
52% MRSA
Gram negativos 25%
9% Gram negativos
23%
Staph aureus
10%
Staph aureus
met sens
10%
ADA pleural
Considerar TBP
(Muy probable TBP: >95%)
Diagnóstico TBP:
Presencia de micobacterias
y/o granulomas necrotizantes
Sospecha de DPM
Citología + en LP Citología - en LP
Toracocentesis
Tratamiento conservador
Tratamiento nutricional
Si drenaje >1 L/24h durante 5-7 días
Tratamiento
o
farmacológico
Péridas continuas > 2 semanas
Toracentesis evacuadora
o
Drenaje torácico
Compromiso nutricional o metabólico
intercostal
Pleurodesis química
Hemotórax
Drenaje*
Inestable Estable
> 1.500 ml/24h < 1.500 ml/24h
> 200 ml/h/3h < 200 ml/h/3h
Cirugía TAC
Persistencia
Resolución lóculos o coágulos
>500 ml o > 1/3 hemitórax
Toracoscopia / Toracotomía
Derrame pleural
de inicio <30 días Asintomático Desaparece Derrame
postcirugía y pequeño Sí postquirúrgico
Derrame pleural
de inicio >30 días Requiere estudio Toracocentesis
para descartar + analítica Diagnóstico de
postcirugía
otras causas sanguínea exclusión derrame
+/- TAC postquirúrgico
+/- eco de
abdomen
Bibliografía
Introducción
En los últimos años hemos presenciado un au-
mento vertiginoso en el uso de suplementos depor-
tivos, no únicamente en el campo del deporte y el
fitness sino en múltiples esferas, incluidas la salud
y la estética. Se venden y consumen con la idea de
que sin dichas sustancias es imposible alcanzar un
objetivo definido, o lo que es peor, que únicamente
ingiriendo “x” producto, se lograrán diferentes me-
tas con resultados casi milagrosos. Hay infinidad de
lugares y personas que, sin tener el conocimiento
ni la capacitación necesaria para hacerlo, dan re-
comendaciones a la población sobre la ingesta de
suplementos. Esto sucede en parte porque las regu-
laciones con estos productos en el mundo, inclu-
yendo nuestro país, son bastante laxas, y se alejan
de la rigurosidad aplicada para comercializar medi-
camentos. El resultado es un uso inapropiado de los
suplementos deportivos, generando una industria
que mueve millonarias sumas de dinero sin que se
impacte adecuadamente la salud de la población ge-
neral ni el rendimiento de los deportistas.
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
464
TABLA
1 Categoría A
(Su uso está aprobado en situaciones específicas de la práctica deportiva)
CATEGORÍA A
Descripción Subcategorías Ejemplos
Alimentos Bebidas, geles y
especializados para el confitería diseñados
deporte: para el deporte.
Productos
Comidas líquidas
especializados usados
para proveer mediante Proteína del suero de
una fuente práctica, leche (whey protein).
nutrientes que en Barras diseñadas para
la dieta diaria del el deporte
deportista sean poco
prácticos de consumir. Reemplazo de
electrolitos
Nivel de evidencia:
Uso aprobado en Suplementos médicos: Suplementos de hierro
situaciones específicas Usados para tratar
Suplementos de calcio
del deporte, usando problemas médicos,
protocolos basados en incluyendo los Multivitamínicos/
evidencia. diagnósticos multiminerales
de deficiencias Vitamina D
nutricionales.
Requiere una Probióticos
Uso dentro de
programas de adecuada prescripción
suplementación: individualizada y
Aprobados o supervisada por médico
prohibidos para el general o especialista
uso de algunos atletas en medicina deportiva.
basados en la mejor Suplementos para Cafeína
práctica de protocolos. mejorar el rendimiento Beta-alanina
deportivo: Usados Bicarbonato
para contribuir Jugo de remolacha
directamente con un Creatina
óptimo desempeño. Se
deben usar protocolos
individualizados,
bajo la dirección de
un especialista en
medicina deportiva o
nutrición deportiva.
Suplementos médicos
En esta categoría se encuentran el hierro, calcio, multivitamí-
nicos, multiminerales y la vitamina D. Es común que en los depor-
tistas se presenten deficiencias de alguno de estos micronutrien-
tes, sobre todo en los deportes donde la imagen corporal juega
un papel crucial y los deportistas son sometidos frecuentemente
a dietas restrictivas, como la gimnasia olímpica o el ballet, o en
deportes que tienen categorías por peso corporal, como en el le-
vantamiento de pesas o en el boxeo. Estos suplementos se consi-
deran de manejo exclusivamente médico ya que ninguna de estas
sustancias ha mostrado valor como ayuda ergogénica sino como
tratamiento a una enfermedad específica. Al tratar la condición
médica puntual corrigiendo cierta deficiencia nutricional se po-
dría mejorar el rendimiento deportivo, no por la cualidad ergogé-
nica del compuesto administrado, sino por la respuesta fisiológica
esperada al realizar el tratamiento de una condición médica como
tal. Éste es el caso de la anemia ferropénica por ejemplo, en donde
al suplementar con hierro, la mejoría del rendimiento se observa
gracias a la corrección de la condición subyacente pues se optimi-
za el transporte de oxígeno por los glóbulos rojos (Erdman et al.
2016; Kreider et al. 2010).
La creatina
Es, quizás, el suplemento que posee la mayor cantidad de estu-
dios. Es un ácido orgánico nitrogenado, sintetizado en el hígado
y riñones a partir de arginina, metionina y glicina; también se
puede obtener de fuentes exógenas como la carne de origen ani-
mal o suplementos (Erdman et al. 2016). Se ha estudiado en dosis
de carga de 20 g.día-1 por 5 días y luego dosis de mantenimiento
de 2 a 3 g.día-1 por 30 días. Su utilidad radica en diferentes me-
canismos: 1. Una optimización metabólica al aumentar la fosfo-
creatina y el glucógeno intramuscular pre-ejercicio. 2. Aumenta la
expresión génica de factores de crecimiento y 3. Reduce el daño
muscular. Sin embargo, debe quedar claro que los suplementos de
creatina no aumentan la síntesis proteica muscular (Poortmans et
al. 2010).
Debido a que la creatina hace parte de la vía metabólica de
los fosfatos de alta energía, al darla como suplemento, mejora el
desempeño de ejercicios que involucren gestos repetitivos de alta
intensidad con períodos cortos de recuperación. El aumento en la
masa muscular también está dado por el desplazamiento de agua
al espacio intracelular de las fibras musculares, debido a la ósmo-
sis que ejerce la creatina intramuscular, siendo así, al haber una
ganancia en el tamaño muscular, se podrá realizar por ende, una
mayor fuerza muscular (Palacios et al. 2012).
Uso de suplementos en el deporte - Esperanza Montoya Jurado
473
El bicarbonato (HCO3-)
Actúa como buffer al conservar estable el pH intra y extrace-
lular, por lo que mejora el desempeño, que normalmente estaría
limitado por el desequilibrio ácido-base asociado con altas tasas
de activación de la glicólisis. Retrasa la fatiga en deportes de alta
intensidad y corta duración (de 1 a 7 min), por ejemplo aquellos
con sprints como el fútbol o la natación, tomando una dosis que
oscila entre 0,3 y 0,5 g.kg-1 (21 a 35 g para un peso medio de 70
kg), 60 a 90 min antes del esfuerzo. En deportes de resistencia o
“largo aliento”, permite la posibilidad de realizar sprints (Erdman
et al. 2016). Como efectos adversos, se pueden presentar moles-
tias gastrointestinales como diarrea o vómito, lo que se debe tener
muy presente, pues podría causar paradójicamente un deterioro
en el desempeño deportivo (Palacios et al. 2012).
La Beta-alanina
Hace parte del compuesto carnosina (ß-alanil-L-histidina).
La histidina posee un pKa de 6.83 lo que la hace un buen buffer
intracelular. La carnosina es abundante en el músculo humano:
cerca de 20 a 25 mmol.kg-1 de peso seco muscular, siendo mucho
mayor su concentración en las fibras musculares tipo II (1.5 a 2
veces) que en las tipo I. Cuando la beta-alanina se ingiere como
suplemento dentro de un protocolo a largo plazo se incrementan
los niveles de carnosina intramuscular, comportándose como bu-
ffer y limitando la acidosis que se produciría por ejercicios de alta
intensidad y corta duración (60 a 240 segundos) en donde predo-
mine la glicólisis, lo cual explicaría su efecto ergogénico (Erdman
et al. 2016).
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
474
TABLA
2 Categoría B
(Requieren más investigaciones y mayor evidencia para recomendar su uso)
CATEGORÍA B
Descripción Subcategorías Ejemplos
Nivel de evidencia: Polifenoles de los Quercetina
Requieren mayor alimentos:
Cereza australiana
investigación y podría Químicos presentes
(Montomorency cherry).
ser considerada en los alimentos
su prescripción a que implican Bayas exóticas (acai,
deportistas bajo “bioactividad”, goji, etc.).
protocolos de incluyendo actividad Cúrcuma
investigación o antioxidante y anti-
en ciertos casos inflamatoria. Pueden
bajo situaciones ser consumidos en
monitorizadas. forma de alimentos
o como químicos
Uso dentro de aislados.
programas de
Otros: Antioxidantes y
suplementación:
vitaminas C y E.
Suministro a
atletas dentro de Carnitina
investigaciones o Hidroximetil butirato
situaciones con (HMB).
monitoreo clínico.
Glutamina
Aceites de pescado
Glucosamina
TABLA
3 Categoría C
(Poca evidencia significativa de efectos benéficos)
CATEGORÍA C
Descripción Subcategorías
Nivel de evidencia: Tienen poca evidencia Productos pertenecientes a las ca-
significativa de efectos benéficos. tegorías A y B usados fuera de los
protocolos aprobados.
Uso dentro de programas de suplemen- Si no logra ubicar un suplemen-
tación: No son suministrados a los atletas to, ingrediente o producto dentro
dentro de programas de suplementación. de los grupos A, B o D, probable-
Pueden ser permitidos para uso individua- mente amerita estar en esta cate-
lizado por un atleta donde haya aproba- goría.
ción específica de un panel de expertos en
suplementación deportiva.
TABLA
4 Categoría D
(Sustancias cuyo uso se desaconseja)
CATEGORÍA D
Descripción Subcategorías Ejemplos
Nivel de evidencia: Estimulantes Efedrina
prohibidas o con
Estricnina
alto riesgo de
contaminación con Sibutramina
sustancias que pueden Metilhexanamina (DMAA)
marcar positivo una
prueba de dopaje. Otros estimulantes herbales
Pro-Hormonas y Dehidroepiandrosterona
Uso dentro de potenciadores de (DHEA)
programas de hormonas
Androstenediona
suplementación: No
deben ser usados por 19-Norandrosteniona
atletas. Otras pro-Hormonas
Tribulus terrestris y
otros potenciadores de
testosterona.
Polvo de raíz de Maca
Liberadores de Estos productos
hormona de son vendidos como
crecimiento (GH, suplementos, o han sido
Growth Hormone) descritos como tales
o y sus “péptidos” pero son usualmente
productos farmacéuticos no
aprobados.
Otros: Glicerol para uso como
Reportados en estrategia de re/hiper
la lista de la hidratación (expansor del
Agencia Mundial plasma).
Antidopaje
Calostro (no recomendado
(WADA, por sus
por la inclusión de factores
siglas en inglés,
de crecimiento en su
World Antidoping
composición).
Agency)
Conclusiones
1. El uso de suplementos ha ido en aumento por parte de atle-
tas y población general, frecuentemente prescritos por per-
sonas sin la formación académica adecuada.
2. Se debe tener una mirada crítica al uso de suplementos en
el deporte. Esto implica no caer en los extremos de descali-
ficarlos a todos o de considerar que son una panacea.
3. Con base en la definición de “suplemento”, se debe garan-
tizar primero que el deportista tenga una dieta balanceada
y adecuada según sus requerimientos antes de iniciar cual-
quier tipo de suplementación.
4. Ante la consulta por parte de un paciente, se debe hacer
una prescripción informada y basada en la mejor evidencia
disponible sobre qué y cómo suplementar y, en caso de no
poseer el conocimiento necesario, lo mejor es remitir al es-
pecialista en medicina deportiva o nutrición deportiva.
5. En la clasificación del Instituto Australiano del Deporte, su-
plementos como las bebidas hidratantes y geles con carbo-
hidratos y electrolitos, la proteína del suero de leche, el hie-
rro y el calcio (cuando se deban corregir deficiencias), los
Uso de suplementos en el deporte - Esperanza Montoya Jurado
479
Bibliografía
2. Atropina
La atropina es un alcaloide tropano con una estructura de ami-
na terciaria, que le permite su penetración al sistema nervioso
central (SNC).
Es un antagonista competitivo de los receptores muscarínicos
tanto centrales como periféricos, utilizado para el tratamiento de
los pacientes con ingesta de tóxicos agonistas muscarínicos, prin-
cipalmente inhibidores de colinesterasa (organofosforados y car-
bamatos)(8).
Dentro de la intoxicación por organofosforados, el uso de la
atropina está indicado en bradicardia e hipotensión que generen
inestabilidad clínica del paciente, y ante la presencia de bron-
correa que interfiera con la adecuada oxigenación(8). La adminis-
tración debe iniciarse con dosis de 1 a 2 mg IV directo, cada tres
a cinco minutos, pudiéndose duplicar las dosis, hasta lograr fre-
cuencia cardiaca mayor de 80 latidos por minuto, presión arterial
sistólica mayor de 80 mmHg, y ausencia de ruidos respiratorios
sobreagregados(8,9).
Los efectos adversos de la atropina están relacionados con su
antagonismo sobre los receptores muscarínicos, produciendo
boca seca, piel seca y caliente, taquicardia, hipertensión(8,9).
Categoría en el embarazo: C
3. Etanol
El etanol, como antídoto, es utilizado como un sustrato compe-
titivo de xenobióticos metabolizados por la alcohol deshidrogena-
sa, por lo tanto limitando la bioactivación de dichos xenobióticos
a metabolitos tóxicos, como son el metanol y etilenglicol(10). Den-
tro de la intoxicación por monofluoracetato de sodio, el etanol
se comporta como un donador de precursores de Acetil-Co, blo-
queando la síntesis letal de Peters(11).
Uso de antídotos en toxicología - María Gabriela García Orjuela
487
4. Naloxona
Es un antagonista opioide competitivo en los receptores mu,
kappa, y delta, previniendo el efecto de los agonistas opioides(12).
La principal indicación clínica para el uso de la naloxona, es la
depresión respiratoria en pacientes con toxicidad por opioides(12).
La naloxona puede administrarse por vía parenteral (intramus-
cular, intravenosa, subcutánea), oral, sublingual, endotraqueal,
intranasal, y por vía inhalada (nebulizada). Por vía oral, la naloxo-
na tiene muy mala biodisponibilidad, por lo se utiliza principal-
mente para el manejo de constipación secundario al uso de opioi-
des. La administración intravenosa de naloxona debe titularse
hasta obtener mejoría de los reflejos de la vía aérea y respiración,
iniciando con una dosis de 0.04 mg, con un aumento gradual de
la dosis a 0.4 mg, 2 mg, y finalmente a 10 mg. Si al llegar a esta úl-
tima dosis, el paciente aún no tiene respuesta, se debe considerar
otra causa de la depresión respiratoria diferente a los opioides(6,12).
XVII Curso de Actualización para Médicos Generales — La Visión del Residente
488
5. Emulsiones lipídicas
Las emulsiones lipídicas han sido utilizadas desde hace varias
décadas para la nutrición parenteral, indicadas en la suplementa-
ción calóricas y deficiencia de ácidos grasos esenciales(13). Actual-
mente se están utilizando como antídoto en pacientes con colapso
circulatorio inducido por medicamentos, inicialmente bupivacaí-
na, pero ya extendiéndose su uso a medicamentos con alta lipo-
solubilidad como son los calcio antagonistas, betabloqueadores, y
antidepresivos tricíclicos(6,14).
Los mecanismos propuestos por los cuales las emulsiones lipí-
dicas son útiles en los pacientes con colapso cardiovascular indu-
cido por medicamentos son dos principalmente: el primero, es la
teoría de “sifón de lípidos”, en el que se afirma que la administra-
ción de lípidos atrapa el xenobiótico en una fase lipídica, evitando
su interacción con su blanco molecular; y el segundo mecanismo,
está relacionado con el aumento del metabolismo cardiaco a partir
de ácidos grasos(13).
Se recomienda el uso de emulsiones lipídicas al 20%, con una
dosis inicial de 1.5 ml/kg IV en un minuto, seguido por una infu-
sión de 0.25 a 15 ml/kg/min por 30 a 60 minutos(13,14).
Dentro de los efectos adversos reportados se encuentran suero
lipémico, pancreatitis aguda, toxicidad pulmonar, reacciones de
hipersensibilidad(13,14).
Categoría en el embarazo: C
Uso de antídotos en toxicología - María Gabriela García Orjuela
489
Referencias
Obstrucción intestinal
Manuela Méndez Giraldo .................................................... 47
Diverticulitis aguda
Carlos Andrés Serna Arbeláez, Natalia Flórez Arango,
Harry Américo Abadía Guzmán .......................................... 59
Urolitiasis: enfoque del diagnóstico por imágenes, lo que el médico debe conocer
Mauricio Franco Cano ........................................................... 69
Neurocisticercosis
Diana Marcela Díaz Marín .................................................. 259