Sei sulla pagina 1di 11

Sangre, Ganado y Dinero.

La Mercantilización de los valores


Nuer1

Sin importar cuán generalizadas puedan haber sido las incertidumbres de esta naturaleza a
comienzos de 1980, de ninguna manera impidieron que los Nuer apreciaran y
usaran el dinero como un medio de intercambio cotidiano.
No era el misterio del poder generador del dinero lo que coloreaba el dar y recibir de la
vida diaria en esos tiempos sino, como veremos, la “esterilidad” del dinero en
comparación con la capacidad autogeneradora del ganado El “dinero”, como la gente
lo veía, “no tiene sangre” ), siendo la sangre, a sus ojos, la sustancia procreadora tanto del
ganado como de las personas. La gente hacía una marcada distinción, por ejemplo, entre
yiou lat, o “el dinero del trabajo”, y el dinero conseguido con la venta de ganado, yiou γ
k, o “el dinero del ganado”.
Esta dicotomía era equilibrada por una distinción paralela entre dos tipos de
ganado: el ganado comprado, γ k yiouni, o “el ganado del dinero”, y el ganado
recibido como medio de pago por la noviai o “el ganado de las jóvenes/hijas

. Aunque las generaciones pasadas y presentes de las mujeres y los


hombres Nuer “resistieron” concientemente la idea de que ganado y dinero eran
completamente intercambiables, simultáneamente ellos buscaron y usaron el dinero
como un medio para atemperar las inestabilidades y desigualdades percibidas al interior
de la economía del ganado

Este capítulo también refleja más generalmente cómo la creciente aceptación de


la moneda por parte de los Nuer contribuyó, con el pasar de los años, a una profunda
reevaluación del lugar del ganado en sus vidas

Mi acercamiento analítico está guiado en parte por los aportes teóricos ofrecidos
por Simmel y Marx. Para Simmel (1978 [1900]: 297-303), la originalidad del dinero
reside en su capacidad de extender y diversificar la interdependencia humana, mientras
que excluye todo lo personal y específico. La “íntima relación […] entre una economía
monetaria, la individualización y la ampliación del círculo de relaciones sociales”
capacita al individuo para comprar no sólo su salida de los lazos con otros específicos,
la de los lazos anclados en sus posesiones

Por contraste, para Marx el dinero es una “mercancía privilegiada”, en tanto el


trabajo cristalizado e incorporado a todas las otras mercancías viene a expresar sus
valores en él
Aún cuando hace posible la venta de trabajo humano como una mercancía
general, “la ‘forma monetaria’ del intercambio de mercancías” también facilita las
relaciones de explotación y alienación dentro del proceso productivo

Sobre la unidad de ganado y gente: 1930

De acuerdo con Evans-Pritchard (1940a, 1951b, 1956), los Nuer de 1930 estaban
casi totalmente absorbidos por el cuidado, intercambio y sacrificio de su amado ganado

Pocos Nuer de ese tiempo entendían el concepto de moneda; aún menos


comprendían
los principios impersonales del intercambio de mercado; y literalmente ninguno,
por su voluntad, entregaría una vaca a cambio de dinero2. Las oportunidades de trabajo
asalariado eran despreciadas por todos como equivalentes a la esclavitud.
Sin embargo, el ganado se valoraba mucho más allá de su contribución material a
la supervivencia humana: el ganado era el principal medio por el cual los Nuer creaban y
afirmaban los lazos duraderos entre ellos y con la divinidad. el ganado era considerado
como extensión directa de la persona humana.

Consideremos, por ejemplo, la sensibilidad de las descripciones de Evans-


Pritchard sobre los lazos de “identificación” que unen a un hombre joven con el buey de
su iniciación

Como fuera, esta ecuación le daba a la vida (tëk) una segunda oportunidad. Por
ejemplo, si un hombre moría sin herederos, sus parientes podían –de hecho debían–
reunir ganado y casar al hombre con una “esposa fantasma” (ciek jokä) para que tuviera
hijos para él.

Y si no fuera por los ritos de sacrificio del ganado, las personas habrían estado
condenadas a tolerar pasivamente las enfermedades graves, las crisis ambientales y otras
incontables dificultades

Finalmente, la siempre presente posibilidad de traducir los valores humanos a valores


del ganado mejoraba la habilidad de las personas de lograr duraderos períodos de paz
entre ellos mismos. Aunque el ganado era un tema frecuente de disputa entre parientes
y no parientes, hay un dicho muy conocido que dice Thilε duer me bääl yaη
(“Ningún error humano excede a la vaca.”). En otras palabras, el ganado era –y
en buena medida sigue siendo– el
‘resolutor’ por excelencia deconflicto.
enla práctica las mujeres, los niños y
en la práctica las mujeres, los niños y
los hombres sin ganado quedaban
excluidos de la plena participación en
invocaciones sacrificiales y en la
negociación de grandes transferencias
de ganado, el sentido agregado de
control sobre el mundo, hecho posible
por la ecuación ganado/humano

En otras palabras, esta ecuación


reforzaba y extendía el rol de los
hombres como los protectores de las
mujeres y los niños, y como los
defensores de la vida y del orden social
social –y por esta razón, fortalecía los
reclamos de los hombres de
superioridad moral y física tanto sobre
las mujeres como sobre los niños.

. Más aún, es esencial notar que, sin


acceso al ganado, un hombre no podía
adquirir herederos legalmente
la maternidad física y la maternidad
social eran inseparables a los ojos de
los Nuer. La fertilidad individual, no la
riqueza de ganado, era el principal
camino a la realización personal,
seguridad e independencia para la
mujer.

Los poderes procreativos del hombre,


en contraste, eran esencialmente
colectivos: el potencial reproductivo de
un hombre se combinaba con el de su
parentela agnaticia a través del “rebaño
ancestral”, del cual él y sus parientes
patrilineales extraían ganado para
casarse, criar hijos y de esa forma
extender su patrilinaje. Sin embargo,
ganado y gente nunca estuvieron
valuados por igual

Sin embargo, lo que encuentro


sorprendente en la cultura y en la
vida social Nuer de comienzos de
1930, es la forma en que
minimizaban continuamente la
diferencia entre el ganado y la gente. .
En la danza, las canciones, en los
nombres y el discurso, las personas
constantemente celebraban la
“similitud” entre ganado y gente.
Entonces, lo que queda por verse es si
acaso –y hasta qué punto– esta
“verdad” sobrevivió la posterior
emergencia de una ecuación
radicalmente diferente en la vida social
Nuer –aquella entre ganado y dinero

La creación de mercados de ganado y de trabajo en el territorio Nuer: 1930-1983

El mejoramiento de la seguridad pública y del transporte facilitó notablemente la


penetración de mercaderes estacionales, mientras que las epidemias del ganado y la
escasez de alimentos aseguraron el rápido desarrollo del comercio de exportación de
cueros e importación de granos.
Los mercados de ganado, granos y
trabajo que se difundieron en el
territorio Nuer, de ninguna manera eran
“libres”. Los controles de precios, que
se fijaban intermitentemente en el
mercado colonial y poscolonial,
intentaban poner coto a la
especulación, así como minimizar los
gastos gubernamentales en granos y
trabajo local.
Hacia 1933, los mercaderes estacionales habían tomado el control, estableciendo
dos modos –ambos indirectos– de extracción de ganado. El primero, una especie de
“triquiñuela de conversión vaca/buey”, se aprovechaba de los ciclos de comercio
interétnico que existían en ese momento entre los Nuer occidentales y sus vecinos, los
Twic Dinka y los Árabes Baggara:
Los Nuer […] no quieren vender toros (bueyes) por dinero, pero sí los
intercambian por terneras. Los árabes [Baggara] [que lindan en el Oeste con los
Nuer Leek y Bul] y los Dinka Twij [Twic] están dispuestos a vender terneras. Por
eso […] los mercaderes les compran terneras a ellos, con dinero, y luego las
intercambian con los Nuer y (otros) Dinka por toros grandes
A estas estrategias extractivas debemos agregar la confiscación de miles de animales a
través de los tributos anuales y por multas judiciales, por lo que no es sorprendente que
el negocio de exportación de ganado creciera rápidamente durante los años ’30 y ’40.

Pero los Nuer individuales aún no compraban ni vendían ganado


con dinero. Para ellos, la mutua convertibilidad de estos dos medios
simplemente todavía no existía
Sin embargo, la situación cambió dramáticamente tras la
introducción, durante los años ’40, de remates de ganado
organizados por el gobierno, en los que se subastaban los
animales adquiridos por medio de multas judiciales
. Así, se volvió posible por primera vez para los Nuer adquirir del
gobierno lo que más deseaban: jóvenes y fértiles terneras para
aumentar sus rebaños. Y fue esta oportunidad lo que los motivó a
entrar en el mercado de ganado como compradores –y como
pagadores en dinero de aquello que querían. . Como estos remates se
realizaban exclusivamente en efectivo, los individuos que deseaban
participar en general se veían forzados a vender un buey a un
mercader privado antes de las subastas, para tener el dinero
necesario16. . Sin estos remates, hubiera sido extremadamente difícil
para los empleados gubernamentales y otros asalariados transformar
sus sueldos en recursos universalmente valuados y socialmente
esenciales
Hasta mediados de 1960, los Nuer se rehusaban a recibir papel
moneda por su ganado. De hecho, el término Nuer para “moneda”,
yiou (sg., yieth), significa cualquier clase de pieza de metal, incluidas
las puntas de lanza
Si se espera que el comercio florezca en el territorio Nuer, es necesario proveer un
amplio suministro de (monedas de) plata… A los Nuer no les gustan los billetes
porque no los pueden guardar de modo seguro –se queman, se vuelan con el viento
Algunos de estos problemas ambientales fueron, luego, superados con la importación,
durante los ’60 y los ’70, de pequeños baúles de metal, equipados con cerradura y llave,
que desde entonces se convirtieron en un objeto corriente de los hogares. Sin embargo,
hasta
avanzados los años ’60, el ganado llevado al mercado
frecuentemente quedaba sin vender, o bien era vendido a precios muy
reducidos, debido simplemente a la escasez de moneda.
El hambre seguía activando el comercio de importación de
granos y exportación de ganado, aunque, en alguna medida, el
trueque había sido reemplazado por moneda, hacia mediados de 1940.
En lo que concernía a los Nuer, el dinero se usaba en esos contextos sólo para
cambiar ganado con el gobierno. En otras palabras, el ganado sólo se volvía dinero, para
volverse nuevamente ganado: G D G.

Otro punto de inflexión en la gradual forja de la ecuación


ganado/dinero sucedió a mediados de los ’50, cuando miles de varones
Nuer fueron reclutados activamente por el gobierno para trabajar en
plantaciones privadas de algodón.
Hacia 1959, estos emprendimientos requerían una cifra estimada en
15.000 cosechadores estacionales
. Hacia1960, grupos de jóvenes Nuer habían llegado a Khartoum, en donde
generalmente obtenían trabajo como jornaleros en la industria de la construcción.

Por lo tanto, pasó a establecerse una nueva relación entre ganado y dinero: ya no era
necesario que un hombre entregara una vaca para obtener otra. El dinero podía dar de
sí, directamente, ganado: D G.19
Con la explosión de la primera guerra civil en los territorios Nuer en 1963-64, toda esta
actividad económica se detuvo bruscamente
Como parte de los acuerdos de paz de Addis Ababa de 1972, miles de rebeldes
meridionales (incluyendo una cantidad indeterminada de Nuer) fueron integrados al
ejército nacional y a las fuerzas policiales regionales. A otros cientos se les ofreció
puestos civiles en el recientemente establecido gobierno regional meridional, lo cual
duró pocos meses, por falta de fondos.
Estos nuevos puestos, inyectaron grandes cantidades de papel moneda en la región,
divisas que los Nuer estaban cada vez más dispuestos a aceptar en intercambio por su
ganado
Entre 1972 y 1983, después de la guerra civil (mejor dicho, en un intervalo), el vacío
económico dejado por la rápida partida de los mercaderes del norte durante la guerra,
comenzó a atraer a aventureros Nuer deseosos de probar su suerte con el comercio.
A medida que aumentaba el número de personas que iban apreciando los enormes
beneficios que podían obtener arreando ganado hacia Kosti o estableciendo un modesto
“almacén de monte”, les resultó más fácil a los jóvenes persuadir a sus mayores de
la venta de un par de cabezas de ganado para que se pudieran establecer como
comerciantes “part-time”.
A medida que aumentaba el número de personas que iban apreciando los enormes
beneficios que podían obtener arreando ganado hacia Kosti o estableciendo un modesto
“almacén de monte”, les resultó más fácil a los jóvenes persuadir a sus mayores de
la venta de un par de cabezas de ganado para que se pudieran establecer como
comerciantes “part-time”.
Sin embargo, estos mercaderes no eran los únicos que habían comenzado a ver el dinero
con otros ojos. Durante el mismo período entre las guerras civiles, muchas comunidades
rurales Nuer comenzaron, bajo el auspicio de sus jefes locales, a realizar proyectos de
“auto-ayuda”, que incluían la construcción de escuelas primarias, centros médicos y
veterinarios, así como la reparación y extensión de los caminos locales
Cada vez más, el ganado era visto, por lo menos en algunos contextos, como
fuente potencial de capital a ser invertido en proyectos específicos, algunos privados,
otros colectivos: G D.
, la mutua convertibilidad entre ganado y dinero había
sido tan bien aceptada el dinero se había
vuelto parte de la vida cotidiana
Los tres estadios básicos que identifiqué en la
creación gradual de la ecuación ganado/dinero
en el territorio Nuer (a saber, G D G; D
G y G D) resultan útiles, creo, para entender
la naturaleza y los límites de la mutua
convertibilidad entre ganado y dinero tal
como quedó registrado,
La circulación de sangre, ganado y dinero: 1980-83
Primera formulación: “El Dinero No Tiene Sangre.
Comienzo observando que el dinero había penetrado
algunos ámbitos de intercambio más
profundamente que otros. A cambio de
granos, anzuelos, telas, armas, y medicinas,
así como en el pago de impuestos, fianzas,
cuotas escolares y similares, la gente
gustosamente sustituía el ganado por dinero
siempre que podía.
el rol del ganado como víctima de sacrificios y
como objeto indispensable de intercambio
en tiempos de iniciación, acuerdo de
disputas y, en menor grado, matrimonio,
había sido escasamente afectado por la
masiva introducción de la moneda Es más, la
mayoría de la gente activamente resistía la
idea de que el dinero era un sustituto adecuado
del ganado en los intercambios relacionados
con el pago por la novia y la compensación
por la sangre derramada. “el ganado, al igual
que la gente, tiene sangre”, pero “el dinero no
tiene sangre”.
Para poder entender por qué esto era así, debemos
profundizar brevemente en el simbolismo de la
sangre en la cultura y vida social Nuer
Aunque no se equipara con la vida (tëk) misma, la
sangre, o riεm, es la sustancia a partir de la
cual toda y cada vida humana empieza
Sin la participación directa y el continuo apoyo de la
Divinidad, ningún niño habría nacido o
sobrevivido el tiempo suficiente para dar a luz
a otra generación
Además, la procreación era la principal meta de
vida para todo Nuer y la única forma de
inmortalidad valorizada por ellos.
Para los hombres, la búsqueda de inmortalidad estaba
motivada en parte por fuertes intereses
colectivos: sin herederos, un hombre no
adquiría una posición permanente dentro de la
cadena patrilineal de descendientes de la que
él procedía.
Para las mujeres el parto era el umbral de la adultez.
Desde esta perspectiva, la sangre puede ser entendida como aquello que unía los
más grandes deseos humanos con aquel profundo sentido de humildad con el que los
Nuer contemplaban los trascendentes poderes de la Divinidad.
La sangre, sin embargo, se distinguía entre estos principios cardinales de la vida
por ser eminentemente social. La sangre pasaba de persona a persona y de generación
en generación, dotando a las relaciones sociales de cierta sustancia y fluidez. , evidencia
considerable sugiere que la riεm era considerada el punto más débil en la constitución
humana
Nuer sostenían que “la gente con relativamente poca sangre es más fuerte, ya
que su sangre se secará pronto con el sol [como la transpiración] y sus cuerpos se
endurecerán”.
Los actos de venganza de sangre y los ritos de iniciación también podían ser
vistos como motivados en parte por el deseo de estimular flujos de sangre específicos.

En mi experiencia, la vasta mayoría del ganado sacrificado era ofrecido con la


intención de obtener el apoyo divino en la confirmación, facilitación, extensión, o
negación de estados y pasajes específicos de sangre humana. , la vasta mayoría del
ganado sacrificado era ofrecido con la intención de obtener el apoyo divino en la
confirmación, facilitación, extensión, o negación de estados y pasajes específicos de
sangre humana.” .”, los Nuer estaban llamándome la atención hacia el hecho de que el
ganado y la gente pueden producir una prolongación paralela de la vitalidad a través
de las generaciones.
El
dinero, por supuesto, no aumenta de esta manera
–, el dinero resultaba menos un desafío que un apoyo para la vitalizada y
vitalizante “verdad” de que el ganado y la gente son ‘uno’. Como Nyaruol Gaai, una
anciana mujer Leek, una vez comentó, “el dinero protege al ganado” (Gaηkε γ k piny;
literalmente, “[el dinero] lo demora en la tierra”). En otras palabras, la gente con dinero
podía conservar su ganado por más tiempo.
En este sentido, el dinero es un medio completamente despersonalizado.
El abismo que los dividía era tan amplio y profundo como las imágenes Nuer de
la “sangre” en la generación de la vida y la continuidad de su orden social. Enfatizando
el particular vínculo sanguíneo entre el ganado y la gente, en un intento por excluir a
este medio intruso que es el dinero,
los hombres y mujeres Nuer habían cruzado exitosamente los conceptos de
dinero y ganado, desarrollando una generación de categorías híbridas que
posteriormente probaron ser excepcionalmente adaptables a un medio social y
económico cada vez más inestable.
Y en ningún lado estas categorías híbridas prosperaron tan bien como en la vasta
esfera de intercambio del pago por la novia
Cambios en las tasas del valor del pago por la novia: 1930-83. El número de
ganado usualmente ofrecido como pago por la novia en los casamientos Nuer varió
significativamente a lo largo de los años en respuesta tanto a las recurrentes guerras,
epidemias del ganado, inundaciones, y hambrunas. . Como resultado de los masivos
desbarajustes y privaciones experimentados durante la primera guerra civil, muchos
hombres y mujeres habían empezado a considerar a la riqueza del ganado como
demasiado fugaz para ser digna de confianza.
La deteriorada confianza en la fiabilidad a largo plazo de la riqueza del
ganado era también evidente en las crecientes expectativas, particularmente entre
los habitantes del este, de que los acuerdos del pago por la novia se pagarían
completamente el día de la boda.

Segunda formulación: el ganado del dinero y el ganado de las jóvenes

: no todo el dinero era igualmente bueno, me explicaron, para comprar


ganado. Había algo llamado yiou ciεth (el “dinero de mierda”) que
decididamente no podía ser invertido fructíferamente en ganado el yiou
ciεth era, literalmente, el dinero que la gente ganaba en las ciudades
locales recolectando y vaciando el contenido de las letrinas de cubo de
los hogares domésticos.
Así, el dinero obtenido de esa forma debía ser invertido en cosas
distintas del ganado.
Además del dinero de mierda, había cinco categorías básicas de
riqueza monetaria y en ganado prevalecientes durante los ’80.
La primera de ellas, γ k nyiët, el ganado de las jóvenes/hijas, se refería al
ganado del pago por la novia recibido por parientes específicos de la novia, sobre la
base de un sistema de “derechos hereditarios”, cuη (sing. cu η) y “obligaciones”,
laad (sing. lat) (cf. Evans-Pritchard, 1951: 74-89; Howell 1954a: 97-122).37 Aunque
pertenecían nominalmente al tenedor oficial, estas vacas formaban parte del rebaño
ancestral (cf. Evans-Pritchard 1951b: 83; 1956: 285).

En contraste, el ganado comprado Su adquisidor, en otras palabras, tenía mayor libertad


de disponer de ellos a su gusto – especialmente si los había adquirido después de haber
establecido su propio hogar. el ganado del dinero podía transformarse ritualmente en
esas regiones en ganado de las jóvenes. , el concepto de γ k yiouni puede decirse
que agregó un nuevo giro a lo que de otro modo era una permanente “zona de disputa”
entre parientes patrilineales, al darles a los hermanos e hijos más jóvenes que trabajaban
intensamente, una pequeña ventaja desde donde negociar una participación y autonomía
mayor en el status familiar.40
Mientras que el primer tipo de dinero (“el dinero del trabajo”) era
poseído individualmente, el segundo tipo (“el dinero del ganado”)
llevaba consigo todos los derechos colectivos que se encontraban en el
ganado vendido. Siendo una posesión individual, el “dinero del trabajo”
podía ser “requerido” (thieiε) o “pedido” (liimε) a su dueño por
parientes
La quinta y última categoría de riqueza también fue mencionada
como γ k yiouni, “ganado del dinero.” Sin embargo, éstas no eran
vacas reales del todo, sino sumas de dinero que sustituían una
pequeña porción del ganado exigido como pago por la novia. la mayor
parte de la gente consideraba que la compra de un arma era una
inversión económicamente provechosa tanto como segura. Por todos
estos motivos, la relación entre armas y ganado era estrecha

En relación a los lazos familiares y de la parentela extensa, este sistema de distinciones


de la riqueza aumentó las posibilidades individuales de autonomía, debilitando los
sentimientos de mutua dependencia entre parientes agnaticios y cognaticios.
la economía del dinero era valorada por muchos por haber proporcionado a individuos
laboriosos oportunidades adicionales para superar la pobreza y la desdicha.
En cambio, las mujeres casadas no se beneficiaban de la misma manera con las
oportunidades procedentes del mercado, porque los maridos Nuer mantenían los
derechos formales de propiedad sobre casi toda la riqueza ganadera y monetaria adquirida
por sus esposas durante el matrimonio
En lo que se refiere a los lazos de afinidad, estas categorías de riqueza tenían una ventaja
adicional, porque proporcionaban a los individuos previsores una oportunidad de reducir
el riesgo de que sus propios matrimonios fuesen algún día negativamente afectados por el
divorcio de una pariente cercana
”. De esta forma, al contrario de lo que uno podría haber esperado, el crecimiento
de los mercados de ganado y trabajo en el territorio Nuer, en realidad contribuyó en cierta
forma a la estabilidad de las alianzas matrimoniales: cuanto más rápidamente el “ganado
de las jóvenes” se transformase a través del intercambio en el mercado en “ganado del
dinero”, menos posibilidades había de que la ruptura de un matrimonio afectase
adversamente a otros
Desde una perspectiva ligeramente diferente, uno podría argumentar que hombres y
mujeres habían fusionado los conceptos de ganado y dinero como para permitir que
ciertos valores del mercado permearan los intercambios del pago por la novia, sin
amenazar la singularidad de la ecuación ganado/gente tan fundamental para su vida
social.
Sin embargo, como observé, el dinero había empezado a hacer algunas incursiones en el
campo de los intercambios del pago por la novia, a través del concepto de “ganado del
dinero”. Aunque los efectos de la guerra, la hambruna, y la enfermedad eran aún
limitados a principios de los ’80, existen suficientes motivos para creer que las tremendas
penurias que los Nuer han venido sufriendo desde de la reanudación de la guerra civil en
1983, diezmarán de tal manera sus rebaños, que en el futuro cada vez más gente se verá
rebajada a casarse con “ganado del dinero

Conclusiones

Este capítulo ha mostrado cómo los hombres y mujeres Nuer, consciente y activamente,
intervinieron en las cada vez más extensas fuerzas económicas, moldeando sus vidas
cotidianas. Hacia 1983, el dinero no se había generalizado como medio de intercambio
entre los Nuer.
El elaborado sistema de categorías híbridas de riqueza monetaria y de ganado que los
Nuer delinearon, les proveyó un sentido de estabilidad en medio del cambio. Ganado y
dinero podían moverse libremente entre las esferas de intercambio del “mercado” y el
“parentesco”, sin amenazar la ecuación ganado/humanos, tan fundamental para los
conceptos culturales de persona y alianza transgeneracional.
Esto no es lo mismo que decir que los hombres y mujeres Nuer hayan alcanzado, para
comienzos de los años ’80, un estado de consenso sobre las “verdaderas”
diferencias entre ganado y dinero, como medios del intercambio social cotidiano. Todo lo
contrario. Fuera cual fuera el sentido del axiológico “equilibrio” que mantenían por medio
de un exitoso entrecruzamiento de los conceptos de ganado y dinero, éste estaba basado
en la perpetua alternancia entre –más que en una definitiva resolución de– los conflictivos
valores y prácticas sociales, separando las formas de intercambio mercantiles de
las no mercantiles
Aunque la emergencia de la ecuación ganado/dinero no destruyó los fuertes lazos de
identificación con el ganado, contribuyó a una significativa contracción de los conceptos
Nuer de individualidad y sociabilidad
Mientras que el sistema de riqueza que los Nuer desarrollaron podría parecer, desde esta
perspectiva, como un ingenioso compromiso entre formas mercantiles y no mercantiles
de conciencia y sociabilidad, también refleja, como he mostrado, importantes
transformaciones socioeconómicas en la relativa autonomía y dependencia de hombres
mayores versus hombres jóvenes. cómo este sistema de categorías contribuyóamarcado
decrecimiento de la habilidad de los hombres más viejos de concentrar poder bajo la
forma de riqueza en ganado.
Desde esta perspectiva, el dinero fue definitivamente una fuerza “liberadora” – en el
sentido propuesto por Simmel
Además, encuentro particularmente significativo el hecho de que ninguno de mis
conocidos Nuer durante los años ’80, explícitamente notó o desarrolló los potenciales
vínculos entre sangre humana y sudor, por un lado, y entre sudor humano y dinero,
por el otro
En los años que siguieron, muchas comunidades Nuer fueron azotadas por milicias
árabes apoyadas por el gobierno
Aunque sea imposible predecir el impacto final que esta guerra tendrá en las actitudes
Nuer hacia la riqueza monetaria y en ganado, ofrezco algunas tentativas
observaciones sobre las disparidades en las prácticas de matrimonio emergentes
Aquellos Nuer que escaparon hacia el norte estaban siendo forzados a adaptarse a un
mundo reseco, hostil, sin ganado, en el cual el acceso al dinero –a través de la generosidad
de los parientes, de oportunidades de trabajo asalariado temporario, del escasísimo
comercio, de pedir limosnas, de la prostitución, de la fabricación de cerveza, o del
robo– era la necesidad central de la vida.
En contraste, las comunidades Nuer orientales que visité en el sur durante 1992 estaban
lidiando con privaciones y penurias que el dinero, aún siendo fácil de conseguir, podría
apenas resolver.
Y aquellos matrimonios que continuaban teniendo lugar en esa región giraban casi
exclusivamente en torno al ganado y a las armas.
A pesar de que en el este, la persistente inseguridad había incrementado la
importancia de las armas como elemento para el pago por la novia, los valores de cambio
en ganado para la mayoría de los modelos de rifles estaban descendiendo rápidamente a
principios de los ’90, debido a mayores suministros locales y a la declinación de la
población de ganado. Es más, ningún matrimonio de los Nuer orientales fue considerado
válido durante los primeros años de los ’90 sin el pasaje de algunas vacas como mínimo
En contraste, los Nuer desplazados que fueron a Khartoum a vivir habían respondido a la
inaccesibilidad del ganado que había permanecido con sus familias extensas en el sur,
mediante la duplicación nominal del valor de pago por la novia, yendo éste de
veinticinco a cincuenta cabezas de ganado. Aunque la finalización de esta transferencia
monetaria permitía efectivizar la unión, no liberaba a la familia del novio de la obligación
de proveer las veinticinco cabezas de ganado real en algún momento del futuro
Indudablemente, las evaluaciones Nuer sobre la fuerza vinculante de ganado y dinero
continuarán desarrollándose por nuevos caminos en los años venideros
. Sin embargo, si hay una conclusión de mi análisis que merece especial énfasis,
es esta: uno no puede predecir a priori cómo el dinero será conceptualizado e
incorporado por otros pueblos. Por consiguiente, asumir que procesos “globales” de
“monetización” o “mercantilización” siguen alguna lógica universal es, no sólo
distorsionar realidades históricas, sino también negar el creativo potencial de otros
pueblos y culturas.

Potrebbero piacerti anche