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WALTER KASPER

MISERICORDIA – EL NOMBRE DE NUESTRO DIOS

En el Jubileo de la Misericordia, el presente artículo aboga a favor de


un reencuentro de la teología con la misericordia como su motor. Se
trata pues de la renovación de nuestra comprensión de Dios y de la
espiritualidad. Se empieza con el testimonio bíblico de que misericor-
dia es el nombre de Dios, para seguir recordando que en el Nuevo
Testamento se precisa que “Dios es caridad”. Con estas palabras se
resume el hecho de que la auto-revelación de Dios Padre en su Hijo
culmina cuando el Hijo se entrega por nosotros y por nuestra salva-
ción. La reflexión sistemática conduce al aspecto kenótico de Dios en
dos niveles: en la encarnación y en la cruz. La noción de kénosis cons-
tituye una auténtica revolución de la forma como concebimos a Dios;
se vincula con la misericordia como expresión de la soberanía y liber-
tad de Dios: si la omnipotencia de Dios se comprende en términos de
caridad y de misericordia, pone al descubierto una omnipotencia que
no es arbitraria o violenta que oprimiría a la libertad humana sino que
se muestra en el amor. La relación de la misericordia con la verdad y
la justicia conduce a la conclusión de que la misericordia es la culmi-
nación de la justicia cristiana. La consecuencia espiritual de esto ra-
dica en que se nos permite reconocer a Jesús en nuestros hermanos
y hermanas que están en la miseria. Así se da respuesta a la princi-
pal cuestión de nuestra época: ¿cómo se puede hablar de Dios y de
su misericordia en el mundo actual?

Mercy - the Name of our God, Louvain Studies 39 (2015-16): 205‑217

El título del último libro del Pa- pregunta a Dios qué les va a decir
pa es “El Nombre de Dios es Mi- a los suyos cuando le pregunten
sericordia”. Reflexionar sobre el cuál es el nombre de quién le en-
nombre de Dios no es lo mismo vía y obtiene como respuesta las
que reflexionar sobre qué es Dios. famosas palabras misteriosas que
De ahí que el título nos haga ver venimos traduciendo por “Yo soy
que no vamos a tratar de qué es el que soy” (Ex 3,13-14). Esta res-
Dios, sino de quién es Dios y de su puesta es una explicación de
singularidad. El nombre nos sirve Yahvé, el nombre de Dios. Con to-
para identificarnos y para presen- do, la expresión original hebrea
viene a decir que el nombre de
tarnos a otras personas.
Dios es más bien “yo estaré allí”,
Ante la zarza ardiente Moisés “estaré con vosotros y para voso-
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tros”; “os liberaré de la esclavitud cualquier circunstancia que nos en-
y os acompañaré en vuestro cami- contremos. Esta fórmula podría
nar por el desierto, yo soy fiel”, decirse que casi define la esencia
“vosotros seréis mi pueblo y yo se- misma de Dios. La tenemos de mo-
ré vuestro Dios” (Ex 6,7) Dios se do específico en los Salmos (Dt
presenta como un Dios que ve, es- 4,31; Sl 86,15; 103,8; 116,5)
cucha y se interesa por nuestra es-
Se puede decir por tanto que la
pecie humana (Ex 3,6-7).
misericordia materializa el nom-
La primera revelación que Dios bre de Dios. Dios se nos muestra
hace de su nombre es también la misericordioso, y es de esta forma
revelación de su misericordia. Dios como tenemos que invocarlo, ado-
tiene un corazón para los pobres o, rarlo y glorificarlo, en su indivi-
de forma más precisa y enfática, dualidad, santidad y trascendencia
expresada con la palabra hebrea y, al mismo tiempo, Dios también
rahamîm (el seno de la madre), se nos manifiesta cercano y da
Dios, en su ser más íntimo, tiene muestras de su presencia salvífica
una relación visceral con la huma- entre nosotros y en nuestra mise-
nidad. Sus sentimientos a favor de ria humana.
los pobres y su íntima relación con
Esta revelación culmina en las
la especie humana son el corolario
enseñanzas que ofrece el profeta
de esto.
Oseas. En el primer capítulo de su
libro el profeta declara que su pue-
blo se ha hecho infiel, como una
El testimonio bíblico
prostituta deshonrada. La alianza
entre Dios y su pueblo ha sido ro-
Empezando con las enseñanzas ta. Dios no quiere seguir siendo el
que se encuentran en la Biblia, ca- Dios de su pueblo. Pero en el capí-
be recordar que Dios dice a Moi- tulo 11 se da un cambio dramáti-
sés: “Hago gracia a quien hago gra- co. Dios deja de lado su justicia y
cia y muestro misericordia con su misericordia prevalece. Su co-
quien tengo misericordia” (Ex razón se ablanda. Dios explica su
33,19). La misericordia, por tanto conducta misericordiosa con estas
no es una auto-satisfacción sino palabras: “Porque soy Dios, no
que pasa a ser expresión de sobe- hombre” (Os 11,8). O sea que la
ranía y libertad, independencia y misericordia de Dios es una de las
señorío. Y aún, revela Dios a Moi- manifestaciones de su condición
sés: “Yahveh, Dios misericordioso de Dios, de su individualidad, y de
y clemente, tardo a la cólera y rico su trascendencia absoluta. Dicha
en amor y fidelidad” (Ex 34,6). En transcendencia no debe interpre-
este texto, la fidelidad se añade a tarse como ausencia o distancia-
las características vistas anterior- miento frente a los acontecimien-
mente sobre la misericordia divi- tos de la humanidad; más bien
na. Podemos confiar en Dios en significa su presencia en medio de
Misericordia - El nombre de nuestro Dios   75
la miseria humana. Su trascenden- de Dios con su misericordia (Ef
cia se manifiesta en su misericor- 2,4).
dia. Su omnipotencia no se mani- La frase “Dios es caritas” en
fiesta en el castigo y en la condena la primera epístola de Juan (4,9)
del pueblo infiel sino en el perdón sintetiza todo el mensaje del Nue-
y en la misericordia. vo Testamento. Siendo Dios cari-
Dicho esto, no hay que trivia- tas, únicamente puede mostrarse
lizar y considerar la misericordia misericordioso, no puede negarse
como la expresión de un Dios bue- a sí mismo. Así es como la conduc-
nísimo que no tiene en cuenta el ta misericordiosa en la historia de
mal y el pecado. Tanto el Antiguo la salvación nos presenta a Dios,
como el Nuevo Testamento hablan permitiéndonos mirar en su cora-
también de la ira y de los juicios zón. La misericordia es el espejo
de Dios que se convierten en ele- de la Santísima Trinidad. Refleja
mentos esenciales de su caridad (y el amor del Padre entregándose al
no en negaciones de su misericor- Hijo por medio del Espíritu. A tra-
dia). Puesto que Dios es amor, su vés de su misericordia se revela su
ira reduce a cenizas todo mal que amor eterno. Es por medio de su
puede poner en peligro su crea- auto-revelación y auto-presenta-
ción: “ha hecho descender a los po- ción que Dios se nos hace accesi-
derosos de sus tronos y ha ensal- ble. Podemos acudir a Él en cual-
zado a los humildes” (Lc 1,52) quier circunstancia. Es en este
sentido que el nombre de nuestro
Jesús tira del hilo conductor del Dios es misericordia.
Antiguo Testamento y lo realiza
plenamente. En sustancia, el men-
saje de Jesús es que Dios es Abbá, Reflexiones sistemáticas
Padre. El mejor ejemplo del men-
saje de Jesús en este sentido se en-
cuentra en la parábola del hijo pró- Comenzaré también aquí con
digo (Lc 15,11-32). Mediante esta la revelación del nombre de Dios
parábola Jesús defiende su actua- en la zarza ardiente, en la que Dios
ción en favor de los pecadores: se revela como quien se abaja para
“Me porto igual que Dios. Dios es estar presente de modo activo en
un padre misericordioso”. la historia y en la miseria huma-
nas. El Nuevo Testamento va más
Pero Jesús no se limita a hablar allá del concepto de la auto-abaja-
de la misericordia, sino que la po- miento de Dios. Nos describe a
ne en práctica con sus propios ac- Dios como sarx (Juan 1:14), es de-
tos. Él es la Palabra de Dios. Quien cir, “carne débil”. En la kénosis de
lo haya visto a Él, ha visto a Dios la encarnación Dios se hace un ni-
(Juan 14,9). Es en la cruz y por su ño indefenso en un establo; en la
resurrección que se produce la re- kénosis de la cruz quien existía en
velación del misterio insondable la forma de Dios se vació a sí mis-
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mo (Fil 2,5-8). Dios se revela pa- Hoy en día, frente a la maldad,
radójicamente por medio de con- injusticias, corrupción y terribles
tradicciones. Nos revela su poder fechorías del mundo, solo la mise-
por medio de la debilidad, su om- ricordia de Dios puede garantizar
nipotencia por medio de la inde- su supervivencia. Sin la misericor-
fensión, su poder mediante la lo- dia el mundo estaría perdido y de-
cura en los ojos de este mundo (cf. jaría de existir. La misericordia
1Co 1,20ss). crea siempre espacios nuevos para
vivir y nuevas oportunidades para
El concepto de kénosis (literal- comenzar de nuevo.
mente, vaciamiento) instaura una
auténtica revolución de cómo con- Además, por medio del perdón
cebimos a Dios. Nos conduce a una de los pecados, la misericordia de
comprensión más profunda de la Dios no solo nos protege de la
expresión de Juan “Dios es cari- muerte, sino que nos ofrece un co-
tas” (1 Juan 4,8), retomada en la razón nuevo, crea un nuevo orden
encíclica del Papa Benedicto XVI y una nueva creación, ofreciéndo-
Deus caritas est (2005). Propia- nos nuevas esperanzas para vivir.
mente, pues, la revelación divina La misericordia lo cambia todo,
no es revelación de algo, ni entre- salva el mundo, sana sus heridas,
ga de algo, sino que a través suyo da vida a la nueva creación y pro-
es Dios que se revela y se comuni- porciona esperanzas nuevas.
ca a nosotros (Constitución dog- Por medio de su misericordia,
mática Dei Verbum, 2, del Vatica- Dios ejercita su omnipotencia con
no II). ternura, congregándonos en su
Por esta razón, la misericordia propio vínculo de unión. Dios nun-
como expresión del amor de Dios, ca nos constriñe. Su misericordia
nos hace partícipes del ser divino es deleitosa y endulza nuestras vi-
oculto e incomprensible. Es el fun- das. La misericordia no se ejerce
damento de las acciones salvíficas desde una posición de superiori-
de Dios. “Todos los caminos del dad, antes bien, nos proporciona
Señor son misericordia y verdad” más libertades. La misericordia da
(Ps 2,10 [Vulg.]). Esta conceptua- felicidad a Dios: “habrá más ale-
lización de la misericordia condu- gría en el cielo por un pecador que
ce a un cambio en el concepto de se arrepiente que por noventa y
la omnipotencia de Dios. Hoy, la nueve justos que no necesitan arre-
idea de omnipotencia se vincula a pentirse” (Lc 15,7).
la caridad y a la misericordia; ya S. Kierkegaard apunta, con ra-
no se trata de una omnipotencia zón, que para la misericordia es
arbitraria o violenta que oprime las precisa una cierta superioridad.
libertades humanas. La omnipo- Solo la omnipotencia hace posible
tencia se manifiesta por medio del el retirarse, renunciar a uno mis-
amor. mo y abrir un espacio al prójimo
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sin perderse o traicionarse a sí mis- misericordia. Dios no está sujeto
mo. Dice este autor que la omni- a nuestras rígidas reglas de justi-
potencia de Dios reside precisa- cia. Solo está sujeto por sí mismo
mente en su bondad, en su amor. y por su caridad. Como ya mani-
festó Santo Tomás de Aquino,
Desearía añadir dos considera-
“Deus sibi ipsi est lex”. “Dios es
ciones para realzar la importancia
la ley para sí mismo”. La miseri-
de estas reflexiones:
cordia de Dios es, por tanto, su jus-
1.- Por medio de la misericor- ticia. No hay contradicción en esta
dia se significa la fidelidad de Dios formulación. Según Sto. Tomás,
hacia sí mismo en su revelación. “la justicia sin misericordia es
La palabra hebrea para expresar fi- crueldad; la misericordia sin jus-
delidad es “e’met”, que puede tra- ticia es la madre de la vida diso-
ducirse no solo como “fidelidad”, luta”. Según él, la misericordia tie-
sino también como “verdad”. Es, ne preferencia sobre la justicia. La
por lo tanto, erróneo intentar con- misericordia abre nuestros ojos; es
trastar la fidelidad con la verdad, la lente a través de la cual vemos
como hacen algunos. La miseri- lo que es realmente justo en una
cordia no elimina de por sí las situación a menudo compleja. Fal-
verdades de la fe. Más bien, les tando la misericordia, la máxima
ofrece fundamento y las despliega justicia puede convertirse en la ma-
para iluminar a todos (véase Mt yor injusticia.
5,15).
Esta reflexión tiene validez es-
De ahí que todos los sacramen- pecialmente con respecto de la jus-
tos y la misma Iglesia nacen de la ticia cristiana. La justicia cristiana
misericordia de Dos y tienen su va mucho más allá que la justicia
origen y su clave hermenéutica en legalista y la cumple. De hecho, “la
la misericordia es decir, han de in- misericordia cristiana es la máxi-
terpretarse a la luz de la misericor- ma expresión de justicia” (Mt
dia. No son verdades abstractas 5,20). En lo que hace referencia a
que no nos afecten. Son manifes- las obras de misericordia para con
taciones de las atenciones y la mi- otros, la misericordia representa la
sericordia que tiene Dios para con summa de la religión cristiana.
nosotros. La misericordia nos con-
duce a una nueva evangelización y
abre nuestro corazón a una com- Consecuencias espirituales –
prensión más profunda, nueva y “espiritualidad de ojos
comprometida de la fe. La miseri- abiertos”
cordia nos empuja a una proclama-
ción nueva del evangelio para el
Lo dicho hasta aquí nos lleva a
mundo de hoy.
tomar en consideración la práctica
2. Dios es fiel, es decir, autén- de la misericordia. No se trata de
tico consigo mismo, a través de su investigar la práctica individual de
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la misericordia, es decir, las obras puesta a la pregunta crucial de
corporales y espirituales de la mi- nuestra época: ¿cómo es posible
sericordia. A fin de cuentas, la mi- hablar de Dios y de su misericor-
sericordia es la tarjeta de identidad dia en el mundo actual?
de la cristiandad. No tenemos otra.
La respuesta de Jesús a esta
Jesús nos explica lo que esto cuestión es sorprendente, pero es-
significa en la parábola del Buen tá consagrada en Mat 25. Es la es-
Samaritano (Lucas 10,25-37). La cena del juicio universal que con-
misericordia no es tan solo una cluye la actividad pública de Jesús
emoción pasiva; es una virtud ac- en Mt. El texto es de sobras cono-
tiva que nos lleva a dar un paso ha- cido. En síntesis, su respuesta es
cia adelante, a actuar, e incluso a “Me encontraréis en los pobres, en
abrir nuestro monedero. La mise- los hambrientos, en los sedientos,
ricordia no se contenta con identi- en los refugiados y en todos mis
ficar el mal, sino que se orienta a hermanos y hermanas necesita-
luchar contra él y a mejorar la si- dos”. Los Santos se tomaron muy
tuación de los pobres. en serio esta respuesta. Francisco
La exhortación “sed misericor- de Asís abrazó a un leproso, con-
diosos como lo es vuestro Padre” vencido de que abrazaba a Cristo.
(Lc 6,36) concierne también a la La Madre Teresa de Calcuta en-
praxis eclesial, considerando a la contró un moribundo en las calles
Iglesia como un sacramento que es de Calcuta. A pesar de que estaba
como un signo e instrumento de la sucio y maloliente, se lo llevó a su
gracia de Dios. Es, por tanto, un convento como quien lleva el San-
sacramento de misericordia, me- tísimo de la exposición porque
diante su martyria, su testimonio creía que llevaba a Cristo consigo.
(la proclamación de la misericor- El Papa Juan XXIII dijo en la
dia), su leiturgia (la celebración de inauguración del Segundo Conci-
la misericordia en los sacramentos, lio Vaticano: “Ahora la esposa de
especialmente en el sacramento de Cristo prefiere usar el medicamen-
la reconciliación, pero también to de la misericordia, en lugar del
mediante la eucaristía que fue ins- de la severidad”. Pablo VI al clau-
tituida “para la remisión de los pe- surar el Segundo Concilio Vatica-
cados”), y finalmente mediante su no se preguntaba en qué habría
diakonia (el compromiso caritati- consistido la espiritualidad del
vo y social de la Iglesia). Concilio, y respondió con la pará-
Me limitaré aquí sin embargo bola del Buen Samaritano (Lucas
a la espiritualidad de la misericor- 10,25-37). El Papa Francisco es el
dia y al tema de cómo desde una continuador de sus predecesores.
teología kenótica de la misericor- La misericordia es el tema troncal
dia surge una espiritualidad de la tanto del Concilio como después
misericordia que debería ser la res- del Concilio.
Misericordia - El nombre de nuestro Dios   79
Después del Concilio, las ca. Se trata de un concepto bien
Asambleas de los Episcopados La- elaborado. Lejos de ser una espe-
tino-Americanos fomentaron este culación teórica, representa ade-
tipo de espiritualidad post-conci- más los cimientos de una espiri-
liar, o mística. Si bien etimológi- tualidad concreta y vivida. Hay
camente mística deriva de una voz que esperar que el Año Santo de la
griega que implica “cerrar los Misericordia se convierta en la
ojos” (myein), existe una espiritua- esencia de una renovación teológi-
lidad o una mística de ojos abier- ca y del motor que la impulse. Se
tos. Este tipo de espiritualidad o trataría de un paso más hacia la re-
mística nos permite identificar a cepción de la eclesiología del Se-
los hermanos y hermanas que se gundo Concilio del Vaticano, de
encuentran en un estado de mise- modo que la Iglesia pueda reflejar
ria, reconociendo a Jesús y a Dios mejor el vultus misericodiae, la faz
en ellos. La necesitamos. de la misericordia, para convertir-
En conclusión, la misericordia se en el sacramento de la miseri-
es el nombre de nuestro Dios. Es- cordia e iluminar con esperanza,
to no es solo una expresión poéti- con luz y calidez, nuestro mundo.

Tradujo y condensó: BLANCA ITURRIAGAGOITIA

“Como bien hace notar el papa Francisco, “un cambio en las estructuras
que no genere nuevas convicciones y actitudes dará lugar a que esas mismas
estructuras, tarde o temprano, se vuelvan corruptas, pesadas e ineficaces”
(EG, n. 189). ¡Necesitamos una transformación interior! El trabajo sobre va-
lores y actitudes deviene, así, una pieza clave. Y esto nos remite al cultivo de
la espiritualidad en general, que es preciso favorecer, y a las posibles aporta-
ciones de la espiritualidad cristiana en la línea de ayudar a construir seres hu-
manos para los otros y con los otros, solidario y responsables.”

MARIA DOLORS OLLER SALA, Tejiendo vínculos para construir la casa co-
mún, Sal Terrae, 2017, p.162

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