Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
En comunión con Jesús, nos enteramos de que su yugo no es duro y opresivo, pero
razonable. La dulce compañía de Jesús es la que nos trae la paz y la comodidad y
Él nos permite seguir adelante. Es por eso que el apóstol Pablo podría
decir: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó la buena obra en ustedes
la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús” – Filipenses 1:6
¿Cómo podemos aprender a experimentar la presencia de Cristo en una manera
que traiga paz y consuelo? ¿Cómo podemos realmente compartir nuestras cargas
con Él? Nuestra parte es mantener una relación de momento a momento de
comunión con Él. Esto requerirá un esfuerzo decidido y consciente de nuestra parte
al buscar “trabajar por nuestra salvación con temor y temblor” – 2:12 Filipenses.
Después de aceptar a Jesús en nuestros corazones y vidas, nos invita a venir a Él
y descansar (Mateo 11:28), el siguiente paso es aceptar su yugo de la obediencia y
dejar que Él nos ayude (vs 29). A medida que aprendemos de Jesús, se nos enseña
a permanecer en Él.
“Permaneced en Mí, y Yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí
mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.”
– Juan 15:4