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Ì1 Javier Arce
Los fenicios
Del Monte Líbano a las columnas
de Hércules
Fernando Prados
1 Javier Arce
El peligro infinito
Diosas, mujeres poderosas y héroes
en cinco grandes épicas
Fernando Wulff Alonso
I
En el final de Roma (ca. 455-480)
La solución intelectual
Santiago Castellanos
El Antiguo Egipto
José Miguel Parra Ortiz
MARCIAL PONS HISTORIA LA CIVILIZACIÓN DEL EGIPTO FARAÓNICO
CONSEJO EDITORIAL
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Borja de Riquer
Pedro Ruiz Torres
Ramón Villares
JESÚS J. URRUELA QUESADA
Y
•B u to
JUAN CORTÉS MARTÍN
Pelusio
— Camino de Horus
Bubastis
BAJO Lagos A m argos
Lago M oeris __
ALTO
Akhmin
EGIPTO
.Thinis
DESIERTO LIBICO Abydos
Coptos
I Wadi Hammamat
Oasis de Valle de los Reyes
Dakhla
Tebas (Waset)
Erman mr-
N ekhen
Oasis de Edfu
El-Kharga
MINISTERIO SECRETARIA
ÍNDICE
D E E D U C A C IO N . CU LTUR A DE ESTADO
Y DEPORTE D E CU LTUR A
Esta obra ha recibido una ayuda a la edición del Ministerio de Educación, Cul
tura y Deporte.
Pdg
PRÓLOGO.................................................................................................. ii
Pdg- Pdg.
CAPÍTULO III. EL ESTADO, LAS INSTITUCIONES Y LA CAPÍTULO VI. EN TORNO A LO FUNERARIO....................... 193
ECONOMÍA................................................................................... 87
Muerte o transfiguración..................................................................... 193
La organización del poder.............................................................. 87 La m uerte para los egip cios ............................................................ 193
Familia real y poder......................................................................... 89 La creencia en la otra vida .............................................................. 196
La Administración central del Estado........................................... 90
Osiris, rey del inframundo, y Horus, rey de las Dos Tierras........ 199
El faraón y la Casa R eal............................................................. 91 Creencias y costumbres funerarias.................................................... 203
El visir......................................................................................... 94
La Casa d el Tesoro y otros departam entos centrales d el La preservación de la momia y los rituales .................................. 204
Estado......................................................................................... 96 Los textos funerarios y el viaje al Más Allá................................. 210
La Administración provincial......................................................... 99 Los TEXTOS FUNERARIOS............................................................ 210
El Derecho y los tribunales de justicia........................................... 103 Las dificultades del difunto................................................ 216
La organización del proceso económico....................................... 108 Las instituciones funerarias o fundaciones piadosas..................... 218
La propiedad de la tierra................................................................ 114
El intercambio entre las dependencias del Estado..................... 117
CAPÍTULO VIL CREENCIAS POPULARES Y MAGIA........... 223
CAPÍTULO IV. LO SAGRADO Y LOS DIOSES........................ 121 El pensamiento religioso y la idea de la m agia............................... 223
El hombre y «su dios». La piedad personal..................................... 225
El pensamiento religioso de los egipcios....................................... 121 La figura del mago o sacerdote-mago............................................... 229
Fuentes para el estudio de la religión egipcia............................... 123 La magia y sus métodos en las prácticas cotidianas....................... 232
La religión primitiva........................................................................ 127 Amuletos, fetiches y objetos de culto popular................................ 242
Lo divino y sus formas. Politeísmo, monoteísmo, sincretismo y
henoteísmo................................................................................. 130
Los dioses y los mitos...................................................................... 134 CAPÍTULO VIII. TEMPLO Y SACERDOCIO............................. 249
La concepción egipcia del mundo y las cosmogonías.................. 139 El templo................................................................................................. 249
La cosmogonía heliopolitana...................................................... 143 Su concepto y características ........................................................... 249
La cosmogonía de H erm ópolis................................................... 146
El ciclo solar................................................................................ 149 La fundación de un templo.................................................. 251
La cosmogonía tebana................................................................. 153 Animales venerados en los templos.................................... 253
La teología m enfita..................................................................... 157 Origen y evolución del templo egip cio ......................................... 254
Los INDICIOS DE TEMPLOS ENEL NEOLÍTICO ANTIGUO......... 255
CAPÍTULO V. DIOSES Y POLÍTICA........................................... 161 El templo desde el Predinástico al Reino Antiguo...... 256
El Reino M edio y la construcción de templos.............. 260
Los dioses y el desarrollo histórico-político.................................. 161 La plenitud del templo egipcio: el Reino Nuevo........... 262
Del Reino Antiguo al Reino Medio. De la supremacía de Ra al El templo durante la Baja Época....................................... 265
ascenso de Amón....................................................................... 162
Del Reino Medio al Reino Nuevo. De Amón, dios local, a Atón, El templo y su función en la economía estatal................................ 267
dios solar renovado.................................................................... 164 El sacerdocio.......................................................................................... 270
La dinastía XIX. Amón se estabiliza.............................................. 179
El final de la dinastía XX. ¿Enfrentamiento templo-realeza?..... 183 El clero de los dioses nacionales .................................................... 274
La guerra de Panehesi............ ;...................................................... 184 El personal del culto ........................................................................ 274
Desde la dinastía XX hasta la Epoca Baja.................................... 190 Los grandes profetas de Amón y el clero llano ............................ 278
índice
Pdg.
Aspectos generales
Mención aparte merecen los documentos legales que se refieren Gasta otros diez años ganando y acumulando posesiones de las
a la vejez en el Antiguo Egipto. Dos son los escritos que han sobre que vivir.
vivido hasta hoy (lo cual no es mucho en casi tres mil años, obvia Pasa otros diez años hasta alcanzar la vejez, en la cual su corazón
mente) y que ilustran sobre lo ideal y lo real de envejecer en el va se convierte en su mejor consejero.
lle del Nilo. Quedan sesenta años de vida que han sido asignados por Djehuty
El primero de ellos es un escrito realizado por el trabajador de un [Thot] al hombre del dios».
templo, M ery Kebi, a favor de su hijo I n te f lu sen eb datado en el año (Véase Lichteim, 2006.)
treinta y nueve de Amenemhat III (dinastía XII). El padre busca ga
rantizar el nombramiento de su hijo para desempeñar su cargo den Desde los cuarenta hasta los deseados cien años de edad, un
tro de la administración del templo (caso constatado de herencia del hombre podría por fin recoger los frutos de toda una vida de trabajo
puesto de trabajo, documentado en casi toda la historia de Egipto y y sufrimiento. Es innecesario decir aquí que la inmensa mayoría de
la población egipcia no alcanzaba esa edad ni remotamente, dado
reflejado en la literatura). A cambio, el vástago debe convertirse en
que se trata de un topos literario; sin embargo, cuando de forma ex
un miembro del «personal de la vejez» como asistente de su padre.
traordinaria así sucedía, se consideraba un auténtico regalo de los
Dicho término es recogido solo durante el Reino Medio y su apari
dioses como recompensa por una conducta intachable (aunque las
ción en documentos oficiales, del género compra-venta, parece indi
dudas sobre la edad real persisten).
car que era una designación que comportaba obligaciones. Es pro
En otros documentos la edad ideal reflejada es de ciento diez
bable que, dada la «insuficiente asistencia social a la tercera edad» años, tal como aparece en algunos escritos fechados desde el Reino
por parte del Estado, ser un trabajador perteneciente al «personal Antiguo hasta el Período Tardío, aunque la mayoría datan de las di
de la vejez» aseguraba una vejez tranquila para aquel a quien servía. nastías XIX y XX. Así, en el Papiro Westcar, el príncipe H o rd jed ef
Su existencia no está documentada para mujeres, siendo solo pa (o D jedefhor) informa a su padre, el rey Khufu, sobre el mago D jedi:
tente para los casos de oficiales de la Administración, que en general
eran hombres, aunque se conocen casos de mujeres visires (muy es «El es un hombre de ciento diez años
casos) y en otros cargos de confianza en templos y palacios. Quien come 500 hogazas de pan
Otro documento es el que refleja el caso de un tal Nutnakht, con Medio buey para la carne,
servado en el Ashmolean Museum de Oxford. Se trata de una madre Cien jarras de cerveza,
que deshereda a sus hijos (se constata la herencia del usufructo, ver Todo ello cada día».
más adelante), a los cuales acusa de abandono durante sus años de Cuentos del Papiro Westcar (véase Lalouette, 1987, vol. II).
viudedad. En el escrito se aprecia una sensación generalizada con un
gran componente moral, en el cual se espera que los hijos cuiden de Es obvio que se trata de nuevo de una exageración con fines litera
sus padres una vez llegados estos a una edad avanzada. Sin embargo, rios. Otros casos, de un total de veintisiete, son los que mencionan los
el escrito también deja claro que esta obligación moral no era cum ciento diez años como los ideales para una vida satisfactoria. A men-
plida en algunas ocasiones por los hijos. Se trata de un documento de hotep} hijo de Hapu, expresa su deseo de llegar a los ciento diez años
gran importancia, que, aunque tardío, refleja que la casa en la que se una vez que ha alcanzado ya los ochenta, sin duda un longevo para la
vive «es aconsejable» que la puedan «seguir utilizando» los hijos. época. Del mismo modo, Bakenkhonsu manda escribir en su estatua,
La idea que los antiguos egipcios tenían de la duración de su vida conservada en el Museo de Munich: «Quiera [el dios] proporcio
y de sus expectativas en ella podría quedar reflejada en un texto con narme una hermosa vida después de los 110 años». Se refiere, desde
tenido en el Papiro Insinger: luego, a la «otra vida», la importante, la definitiva para un egipcio.
No hay ninguna duda de que las personas que alcanzaban una
«Un hombre gasta diez años de su vida como un niño antes de edad muy avanzada eran vistas casi como algo sobrenatural en el An
entender la vida y la muerte. tiguo Egipto. Siempre se debe tener en cuenta que en la Antigüedad
Gasta otros diez adquiriendo las habilidades necesarias que le la convivencia con la muerte era algo mucho más habitual de lo que
permitirán ganarse la vida. es deseable pensar en el mundo moderno. Hoy en día, la muerte se
28 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín La sociedad egipcia 29
aleja cada vez más en la edad y además se relega no solo en el tiempo, profeta de Amón N ekhtefm ut, de la dinastía XXII, quien transmitió
sino también en el espacio, alejándola lo más posible del entorno de aún en vida todas sus posesiones a su hija en reconocimiento por el
la terrenal experiencia. Sin embargo, hace tres mil años, en lugar de cuidado que ella había tenido con sus progenitores ya ancianos. No
preocuparse por la vejez, la sociedad más bien se preparaba para la obstante, no siempre la situación era tan idílica, como en el caso de
muerte. Tanto de algún familiar cercano (esposo, mujer, hijos, etc.) Naunakhte, quien se quejaba con amargura de la decisión que toma
como de aquellas personas próximas en vecindad o trabajo, proba al desheredar a sus nueve hijos, a quienes había suministrado todo lo
ble herencia del sentir comunal-tribal de épocas mucho más alejadas necesario para llevar una buena vida pero quienes no han cuidado de
en el tiempo. Y se preocupaban sobre cómo salir adelante en unas su madre ya de edad avanzada. Así, ella desheredó a un hijo y tres hi
condiciones económicas en su inmensa mayoría muy lamentables. jas, limitando su herencia a otra de sus hijas. Del inventario de bienes
De ahí que la vejez no sea un tema agradable a los artistas, siendo de Naunakhte se deduce que no estaba en una situación económica
muy contadas las ocasiones en que los que se podían costear una es desfavorable, pero es digno de resaltar cómo la madre esperaría un
tatua elegían su apariencia de edad avanzada para ser retratados. Es cuidado filial basado en atenciones, cariño y compañía por parte de
en el Reino Nuevo cuando se comienzan a representar figuras encor sus hijos, lo cual, en algunos casos, nunca se produjo.
vadas, con las carnes flácidas o con arrugas en la cara, todo ello por Está claro, por lo tanto, que la mayor fortuna de una pareja es
lo general mientras se apoyan en bastones. En la tumba del alcalde tribaba en tener hijos, los cuales procurarían a sus progenitores una
de El-Kab y Esna, Paheri’ hay una pintura mural en la que se repre vejez en compañía, y con sus necesidades básicas cubiertas. Sin em
senta a un hombre bastante mayor mientras carda lino, el cual, por bargo, en el caso de que el matrimonio no tuviera descendencia, va
otro lado, recibe un trato muy irrespetuoso por parte del joven que rias son las formas en las que la sociedad egipcia encontraba so
aparece en la misma escena. lución para tamaño problema, a saber, la adopción, el divorcio y
Otra cuestión que sale a relucir a la hora de estudiar la vejez en el contraer nuevas nupcias. Incluso la poligamia podía ser una medida
valle del Nilo es la consideración sobre si los padres ancianos perma vista como necesaria.
necían con los hijos cuando aquellos ya no podían valerse por sí mis La adopción parece que estaba, o podía estar, legalizada, pues iba
mos. Parece que la familia egipcia solía incluir también a los abuelos, acompañada de la emisión de documentos y testigos que daban fe
como así parece atestiguarlo el testimonio de uno de los trabajadores del proceso, tal y como queda reflejado en el denominado Papiro de
de la ciudad de Kahun a la hora de mencionar a los miembros que la Adopción, fechado a finales del Reino Nuevo (reinado de Rames-
componen su unidad familiar: ses XI) y hoy en el Asmolean Museum de Oxford. No obstante, tam
bién parece que algunos testimonios escritos apuntan a una adop
«El soldado, Hori, hijo de Dhuti, ción menos formal, sobre todo en casos de orfandad. En ese sentido
Su esposa, Shepset, hija de Satsopdu, debe interpretarse el texto escrito sobre un ostracon (fragmento de
Su hijo Snefru, cerámica o piedra) de Deir el-Medina, datado en el período ramés-
La madre de Hori, Harekni, sida y que hoy se encuentra en el Museo de Berlín:
Sus hijas, Qatsennut, Mekten, Ese, Rudet y Satsneferu».
(Véase Jansen y Jansen, 1996, pp. 38 y ss.) «Aquel que no tenga descendencia debe tomar para él un huér
En general, se esperaba del hijo mayor que velara por sus progeni fano a quien criar. Entonces este será aquel que derrame agua sobre
sus manos como si fuera un hijo de sangre».
tores, tanto en vida como a la hora de proporcionar todo lo necesario
para un buen enterramiento cubriendo todas las necesidades funera (Véase López, 1978-1982).
rias. A cambio, los hijos (tanto varones como hembras) heredaban las El caso más conocido de adopción institucional era el protago
posesiones de sus padres, por lo menos en ciertos casos conocidos de nizado por las «divinas adoratrices» del dios Amón, institución muy
familias de la clase dirigente, pero también entre las clases trabajado poderosa durante el Tercer Período Intermedio, las cuales, dada su
ras podía ocurrir algo análogo, dado que los hijos recibían del padre obligación de permanecer vírgenes, recurrían a la adopción para es
la enseñanza de su oficio, tal vez el mejor legado que les podían dejar coger a sus sucesoras entre las hijas o hermanas de los monarcas.
en las circunstancias de aquel tiempo. Así, se conoce el testimonio del
30 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
ha sociedad egipcia 31
Pero no hay que dejar de lado que en este caso se trataba de adop Es fácil suponer que la mayor parte de la sociedad no esperaba
ciones políticamente dirigidas. grandes servicios por parte del Estado una vez alcanzada la senec
También se daban otras situaciones: como el del matrimonio que tud. No obstante, algunos trabajadores sí recibían una compensa
se disolvía por infertilidad de alguno de los cónyuges, atribuida por ción por sus trabajos, en especial, para la institución monárquica.
lo regular a la mujer. El divorcio era muy sencillo de llevar a cabo, En concreto, una vez más la información más detallada en este sen
dado que no existía ceremonia de enlace, con lo cual los lazos po tido viene de los testimonios dejados por los trabajadores de Deir
dían ser rotos sin ningún tipo de acto formal. Sin embargo, la exis el-Medina. En un ostracon se describen las cantidades de grano que
tencia de la posibilidad no implica la práctica de la costumbre. Se son suministradas como salario básico a los trabajadores de las tum
conocen algunos casos en los que la pareja permaneció unida a pe bas. En la lista de los receptores de estos pagos se menciona a cuatro
sar de carecer de descendencia. Los ejemplos mejor estudiados son mujeres que no pueden ser consideradas esclavas, ya que estas son
los correspondientes a la ciudad de trabajadores de Deir el-Medina, nombradas en una categoría aparte. Se ha sugerido que podrían ser
donde se conoce el testimonio del escriba R am osse, en tiempos de viudas de trabajadores, lo cual implicaría que recibían una compen
Ramesses II, quien, a pesar de su alto estatus social (se le conocen sación (pensión) por parte del Estado en concepto de los servicios
tres tumbas), no tomó una segunda esposa ante la incapacidad de prestados por sus difuntos maridos. Sin embargo, aunque fuera este
engendrar descendencia, sino que optó por adoptar a un joven es el caso, tampoco es seguro que fueran ancianas. Por el contrario, los
criba llamado Q enhik hopshef, quien desempeñó su papel como hijo hombres de la aldea que aparecen con el calificativo de «viejo» sí re
y sucesor. Otro caso conocido es el del matrimonio formado por el cibían una ración de grano mensual, si bien la suya era inferior a la
capataz N eferhotep y su esposa Webekht, quienes, ante la ausencia de los trabajadores en activo.
de vástagos, adoptaron en primer lugar al hijo de uno de los trabaja El Estado también cuidaba del estamento militar, en especial
dores, un tal Paneb, quien resultó ser una mala opción, pues su com de los oficiales de alto rango, proporcionándoles lotes de tierra en
portamiento y actitud llevaron a la pareja a optar por una segunda usufructo y sus trabajadores correspondientes. También hay evi
adopción, esta vez mucho más afortunada, en la figura de un niño es dencias de que algunos soldados de edad avanzada eran recom
clavo llamado H esysunebef. pensados con puestos honoríficos en templos, tal y como es el
En su inmensa mayoría, los egipcios eran monógamos, y tal vez caso de Maya, quien sirvió en el ejército bajo Djehuty III (Tutmo-
no tanto por convicción sino por capacidad económica, ya que la sis III) y al que se le había otorgado el «oro del honor» (en otros
manutención de varias esposas generaba unos costes muy altos. Así textos aparece como «oro del valor» en relación con actos heroi
pues, los casos atestiguados de poligamia proceden de los niveles cos en la batalla) en recompensa por su valía. En su vejez disfrutó
más altos de la sociedad. El caso más claro es el de la monarquía, del título de «gobernador y jefe de los profetas». Asimismo se co
donde incluso las esposas (y concubinas) reales llegan a formar una noce el caso de A m en em on e, quien, habiendo servido en el ejér
institución grande y poderosa dentro de la corte: el harén real. En es cito como general durante la dinastía XVIII, recibió el título de
tratos sociales más inferiores, hay casos como el de M ery-aa, que en «mayordomo» en el templo funerario del citado Tutmosis III. Más
su tumba de El-Hagarseh, fechada en la dinastía IX, se describen ni tarde, durante el reinado de Ramesses III, ya en la dinastía XIX,
más ni menos que seis esposas, refiriéndose a todas ellas como «su se encuentran los testimonios de dos exmilitares de alta gradua
esposa». No obstante, da la impresión de que la primera esposa, y la ción reflejados en el Gran Papiro Harris, hoy en el Museo Britá
más valorada, fue Isis, ya que aparece representada en varios luga nico. En él se recogen las donaciones otorgadas por el rey a va
res en la tumba. Precisamente esta fue de entre todas sus mujeres la rios templos. En la última parte del documento, dedicada a los
que no tuvo hijos. En algún caso se constata la presencia de una con templos más pequeños, se menciona a un tal Im u shefn u , a quien,
cubina más joven junto a la esposa de más edad, como demuestra la «habiendo sido general», se le pone a cargo de una capilla de
lectura de las conocidas cartas de Hekanakhte, a principios de la di Ramesses III en el templo de Min, en Akhmim. También se men
nastía XII, lo que parece que ocasionaba ciertos conflictos domésti ciona al ex «general» D hutem hab, al que se le recompensa con
cos, lo que, contemplado bajo una óptica sociológica o psicológica, el control de una capilla en el templo de la diosa Wepwawet, en
no resulta extraño. Asyut. En ambos casos quedan pocas dudas sobre el hecho de que
32 Jesús]. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
La sociedad egipcia 33
ranza, los griegos sufrirían un hambre terrible. Este dicho quiere de Después de una jornada laboral agotadora, que se extendía de sol a
cir que si la divinidad no quisiera hacer llover sino que persistiese la
sequía, los griegos serían presa del hambre, ya que no tienen otro me sol, al campesino le queda como alojamiento una morada que con
dio de conseguir agua como no sea de Zeus. Y lo que los egipcios de sistiría en una cabaña de adobe, con un techo de paja, en cuyo inte
cían de los griegos es exacto». rior no se encontrarían más que unas esteras sobre el suelo y algunos
utensilios de cerámica.
(Heródoto, Historias, II, 13, trad. de J. Berenguer Amenos, Ma
drid, CSIC, 1971.) Así pues se debe huir de la visión idílica que transmitieron los
viajeros griegos cuando visitaron Egipto durante la Epoca Baja so
Durante toda la historia del Egipto faraónico, lo mismo que hoy bre la vida fácil y poco esforzada del agricultor del valle del Nilo. Di
en día, la riqueza obtenida del país del Nilo procede en su inmensa cha impresión les vendría dada a los helenos por la comparación con
mayoría de la tierra. Era el Nilo el que, a través de sus inundaciones su país natal, donde la tierra es menos fértil y el esfuerzo dedicado a
periódicas, marcaba el ritmo de la sociedad y era el verdadero reloj obtener fruto es aún mayor:
que regía el paso de las estaciones y de la vida cotidiana en sus ori
llas. El río es el origen de la riqueza por excelencia, el motor econó «Bien está: razón tienen los egipcios para hablar así de los grie
mico del país y el que regula en gran medida las relaciones sociales gos; pero atiendan un instante a lo que pudiera a ellos mismos suce-
comúnmente aceptadas, y los encargados de extraer esta riqueza en derles. Si llegara, pues, el caso en que el país de que hablaba, situado
un primer nivel de producción son los agricultores. más debajo de Menfis, fuese creciendo y levantándose de manera
gradual como hasta aquí se levantó, ¿qué les quedará ya a los egip
cios de aquella comarca sino afinar bien los dientes sin tener dónde
hincarlos? Y con tanta mayor razón, por cuanto ni la lluvia cae en su
C am pesinos y artesanos país, ni su río pudiera entonces salir de madre para el rico de los cam
pos. Mas por ahora no existe gente, no ya entre los extranjeros, sino
La parte más numerosa de la población egipcia estaba compuesta entre los egipcios mismos, que recoja con menor fatiga su anual cose
por campesinos y no debe cuestionarse nunca su carácter agrope cha que los de aquel distrito. No tienen ellos el trabajo de abrir y sur
cuario, ni siquiera en tiempos de gran desarrollo e internacionali car la tierra con el arado, ni de escardar sus sembrados, ni de prestar
zación de algunas actividades económicas, en especial el comercio ninguna labor de las que suelen los demás labradores en el cultivo de
sus cosechas, sino que, saliendo el río de madre sin obra humana y
y la producción de manufacturas durante el Reino Nuevo. Paradó retirado otra vez de los campos después de regarlos, se reduce el tra
jicamente, y como ocurre en todas las sociedades preindustriales, el bajo a arrojar cada cual su sementera, y meter en las tierras rebaños
campesinado es el nivel social que más se desconoce dada la ausen para que cubran la semilla con sus pisadas. Concluido lo cual, aguar
cia casi absoluta de ajuares funerarios. Esta escasez de datos está en dan descansadamente el tiempo de la siega, y trillada su parva por las
relación directa con los escasísimos restos materiales que han lle mismas bestias, recogen y concluyen su cosecha».
gado hasta nuestros días, lo cual es un claro reflejo de los exiguos lu (Heródoto, Historia, op. cit., II, XIV.)
jos o posesiones de los que podía disfrutar el agricultor. Despojado
de sus medios de producción desde el momento en que la socie La vida del campesino egipcio queda mejor reflejada por las pro
dad se hace más compleja y se produce la división entre producto pias fuentes egipcias, entre las cuales destaca la «Sátira de los Ofi
res y no productores, el campesino trabaja una tierra que es propie cios» (también conocida como las «Enseñanzas para Duaf, hijo de
dad o usufructo de una institución más elevada, bien de un templo, Khety»), texto que ha llegado hasta la actualidad a través de nume
de un alto dignatario o de una Fundación Funeraria, en todos los rosas copias fragmentadas del Reino Nuevo, pero cuya redacción
casos propiedades delegadas por el auténtico dueño teórico de to original data con toda probabilidad de los comienzos de la dinas
das las tierras del país: el rey. El agricultor es el encargado de obte tía XII, en el Reino Medio:
ner el máximo rendimiento de una tierra que no es suya, debe tener
a punto los canales en el momento de la inundación, debe sembrar «El agricultor debe llevar el yugo; sus dos hombros se doblan
de forma correcta y vigilar sus campos para evitar que los pájaros o bajo el corvejón y porta en la nuca una dureza que se infecta. Pasa la
el ganado del vecino acaben con la cosecha esperada para ese año. mañana regando legumbres, la tarde regando las plantas “shaut”, y
36 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin
La sociedad egipcia 37
ber estado tras el ganadero varios días, consigue su yunta y vuelve deriva hacia una, a veces ingenua, crítica social o parodia de algún
con ella. Hace sitio para ella en el campo. Baja, va a hacer un surco personaje célebre en concreto.
pero no encuentra su yunta. Gasta tres días buscándola; la encuen Ello no significa que el artista/artesano no sea consciente de su
tra en el pantano. No encuentra ni siquiera el pellejo, los chacales gran valía y de su gran importancia en el circuito productivo egip
lo han devorado. Sube, con su vestido en las manos, para conseguir cio. De hecho, muchos de ellos muestran con orgullo su profesión:
una yunta para él.
Cuando llega al campo, lo encuentra abandonado, gasta tiempo
cultivando y la serpiente está detrás de él. Su mujer se ha ido ha «El jefe de los artesanos, el dibujante Irtysen dice:
cia los mercaderes pero no encuentra nada con lo que intercambiar. Yo conozco los secretos de los jeroglíficos, la forma de juntar las
Ahora el escriba está sobre la orilla. Supervisa la cosecha. Vigilan ofrendas de las festividades. He preparado todo tipo de magia. Nada
tes están detrás de él con látigos, nubios con garrotes. Uno dice “da me es desconocido pues yo soy un artesano excelente en mi labor
nos el grano”. “No hay nada”. Es golpeado brutalmente. Es herido, que han llegado a ser el primero en lo que he aprendido. Conozco las
arrojado a un pozo, sumergido cabeza abajo. Su mujer es herida en cantidades de líquido, el peso total, hago los cálculos y fijo las distin
su presencia. Sus hijos son encadenados. Sus vecinos los abandonan tas partes para que todo esté en su sitio.
y se alejan. Cuando todo ha acabado ya no hay grano. Sé cómo ejecutar la postura de la estatua de un hombre, el paso
Si tienes algo de sentido, sé un escriba. Si has aprendido algo de la estatua de una mujer, la fuerza en las alas de los pájaros en
sobre el campesino, no querrás ser uno de ellos. ¡Toma buena nota vuelo, el porte de aquel que golpea a un prisionero, la mirada que un
de ello!». gato deposita en alguien y también cómo conseguir la mirada de pá
nico de alguna víctima, el brazo de aquel que golpea al hipopótamo,
Papiro Lansing (véase Lichteim, 1976). la postura del corredor.
Por lo que respecta a los artesanos, no siempre, ni en todos los Sé cómo realizar pigmentos e incrustaciones sin llegar a que el
fuego los abrase y sin dejar que el agua los borre.
momentos de la historia del hombre, se ha hecho la diferencia tan
Nadie sabrá esto nada más que yo y mi hijo mayor. El dios [rey]
comúnmente aceptada hoy en día como la existente entre artesa ha ordenado que él practique porque ha sido en esta habilidad en la
nos y artistas. El concepto de arte como expresión libre de la genia que ha sido iniciado.
lidad del individuo y reflejo del pensamiento contemporáneo del Yo he visto con mis propios ojos lo que sus manos han producido
artista debe ser circunscrito a tiempos mucho más recientes y en cuando ha dirigido su trabajo en todas y más variadas piedras precio
ningún momento se puede extrapolar la concepción del ars gratia sas, y desde la plata y el oro hasta el marfil y el ébano.
artis a los tiempos de los faraones. Los artesanos no realizan nin Una ofrenda funeraria de un millar de hogazas de pan, cerveza,
gún trabajo por el mero hecho de dar rienda libre a su ingenio ni aves, bueyes, ropa, todas las cosas buenas y puras para el bendito
capacidades, sino que su actividad está del todo dirigida a satisfa Irtysen, justo de voz, traído al mundo por Idet, justo de voz».
cer las demandas de los grupos más o menos pudientes de la socie Estela mortuoria de Irtysen, hacia el 2000 a. C. (véase Lichteim,
dad en la que están inmersos. Por tanto, la mayor calidad en sus 1976).
trabajos se deberá a una demanda más exigente de los niveles so
Igual que en otras muchas actividades, los artesanos también se
ciales más acomodados, los cuales demandan productos fuera de
organizaban por una jerarquía en lo más alto de la cual se encon
lo común y que sirvan como bienes de prestigio para una fuerte di
traba los «supervisores reales», como P aren n efer; quien sirvió du
ferenciación de estos individuos frente a los menos afortunados.
rante el reinado de Amenofis IV, Akhenaton, siendo enterrado en
Es por ello que el artesano/artista solo crea productos exigidos por
el cementerio sur de El-Amarna. P aren n efer llegó a acumular los si
las necesidades, sobre todo funerarias y explícitamente canónicas,
guientes títulos: «Artesano real de manos puras», «supervisor de
que no dejan margen a la creatividad individual. Solo en muy con
todos los artesanos del rey», «supervisor de todos los trabajos del
tadas ocasiones, y siempre fuera del circuito de las necesidades re
rey en la Casa de Atón», «primero de los ciudadanos», «aquel que
ligiosas, se encuentran ejemplos donde el artista deja volar su ima
acompaña al señor de las Dos Tierras a todas partes», «supervisor
ginación y se aparta de los cánones oficiales. Sin embargo, estos
de los profetas de todos los dioses». Un ejemplo extraordinario por
momentos no deben interpretarse como el reflejo de la creatividad
lo poco documentado.
artística del individuo, sino más bien como una vía de escape que
40 Jesús ]. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín La sociedad egipcia 41
lización más elevada y, en suma, se hacía propaganda política y cultu los himnos, plegarias y oraciones dirigidas a los dioses, las hazañas
ral. Así, los impuestos y tributos sirios corrían a cargo de la Adminis y proezas de los reyes; él es quien redacta todos los acontecimientos
tración de las ciudades-estado, suministrando estas las aportaciones dignos de resaltar, desde las expediciones al Sinaí hasta la llegada a
exigidas por la metrópolis. En Nubia, por el contrario, se aplica una Egipto de animales exóticos de Africa; desde el advenimiento hasta
Administración calcada de la egipcia, estando la representación del la defunción de su señor, concediendo a todos estos hechos un va
rey egipcio en la persona del «virrey de Kush», llamado también, lo lor eterno, imperecedero, solo por el mero hecho de escribirlo, de
que informa del valor que se le daba, «hijo real de Kush», aunque forma que la pronunciación de dicho nombre lo hiciera presente du
no fuera de la familia real. Aquí, como en el resto del país, los escri rante todas las generaciones futuras.
bas serán los eslabones de una cadena administrativa que permitirá la El lugar de aprendizaje del escriba es la «Casa de Vida», siempre
puesta en explotación de los nuevos territorios conquistados: al abrigo de un templo, donde el aprendiz de funcionario era ini
ciado en los dos tipos de escritura necesarios para desempeñar su ta
«Barco de Ashaphejeu [hijo de] Bakenkhonsu, de la Casa de rea, fuera cual fuera el destino final, desde una propiedad adscrita a
Amón, bajo su autoridad: le han sido entregados en la Isla de Amón un templo o a un cargo, hasta los mismos dominios reales. De ahí su
Toda-Tierra-Vive-por causa de-[su]-Amor [en] la era del obrero jefe tremenda importancia para el correcto funcionamiento del Estado,
Phamute, siendo grano del dominio de la casa de Amón Ashaphe, la cual se hizo aún más patente con la internacionalización de la Ad
100 sacos. Le han sido entregados en este lugar en esta era, siendo ministración faraónica, en especial en tiempos del Reino Nuevo. La
grano del dominio de la Casas de... En el Granero de la Casa de necesidad de control y gestión de nuevos territorios conllevó una
Amón, bajo su autoridad, 50 sacos». gran demanda de escribas, ya desde la dinastía XII. Para promocio-
Papiro Amiens (véase trad. en Gardiner, 1941, pp. 37-38). nar el oficio se procede a la reedición y elaboración de todo un con
junto de escritos encaminados a animar a los jóvenes a desempañar
De algunos escribas solo se conocen sus obras, con frecuencia tal función. Para hacer la llamada aún más atractiva, incluso las re
copiadas cientos o miles de veces, gracias a las cuales los conoci laciones sociales se hacen más flexibles. Así se conoce una cantidad
mientos sobre la economía y la administración egipcias avanzaron, apreciable de escribas procedentes de los estratos medios y bajos de
si bien de forma muy lenta. De otros escribas se conocen no solo sus la élite social, que se incorporan de manera paulatina a niveles más
nombres, sino también algunos datos biográficos, pero son casos ex elevados. Un ejemplo lo tenemos en Any, el escriba que mandó ela
cepcionales. Existía la costumbre de firmar cada obra que llevaban a borar el célebre papiro que tiene su nombre, hoy en el British Mu-
cabo, aunque en la inmensa mayoría de los casos se han perdido. No seum, y cuyo valor solo puede concebirse en el seno de una familia
es el caso de D hutm ose, autor del Papiro Turín 1895 +2006: acomodada:
«Documento de los recibos de grano de la úevm-khato de Faraón «Ven [déjame contar]te las penas del soldado, y cuán numerosos
de mano de los profetas [de los templos del Alto Egipto, el cual] el son sus superiores; el general, el comandante de las tropas, el oficial
portador del Flabelo a la derecha del Rey, el Escriba Real, el Gene que guía, el portador del estandarte, el lugarteniente, el escriba, el
ral, el Supervisor de los Graneros de [Faraón, el Hijo Real de] Kush, comandante de los cincuenta y el capitán de la guarnición. Está can
el Comandante de las tierras del sur, el guía de las tropas [de Faraón] sado a cualquier hora... El trabaja incluso cuando Atón se ha puesto
Panehsi [ordenó-suminstrar?]. Hecho por Dhutmose, el escriba de en la oscuridad de la noche. Está hambriento, su estómago le duele;
la gran y noble necrópolis de Millones [de años del Faraón]». está muerto mientras aún vive... Es llamado a Siria. No puede des
Papiro Turín (véase trad. en Gardiner, 1941, p. 23). cansar. No hay vestidos ni sandalias. Las armas de guerra están al
macenadas en la fortaleza de Silsileh... Bebe agua cada tres días...
El escriba es el auténtico funcionario del Estado (y todo funcio Su cuerpo es maltratado por la enfermedad. El enemigo llega, le ro
nario es y ha sido escriba), el verdadero artífice y motor de la Admi dea y hiere con armas arrojadizas y la vida renuncia a él. Se le dice:
nistración faraónica. Aparte de esta crucial misión, el escriba tam ¡¡rápido, en guardia, valiente soldado, gánate un buen nombre!!
bién desempeña un destacado papel en el ámbito ideológico. Es él Su cuerpo es débil y las piernas le fallan. Cuando la victoria llega,
quien copia los textos sagrados, las tradiciones y literatura milenaria, los cautivos son apresados por Su Majestad para ser conducidos a
44 Jesús J. Urruela Quesada y Juan C ortés Martin
ha sociedad egipcia 45
Egipto. Su mujer y sus hijos están en su pueblo. Muere y no consigue
llegar allí y cuando lo hace vuelve a ser llamado a filas. Esté en mar Los puestos más importantes son otorgados por el faraón,
cha o parado siempre sufre. Si huye y se une a los desertores, toda su transmitiéndose con frecuencia de padres a hijos. El cargo más im
gente es arrestada. Muere en el desierto y no hay nadie para perpe portante, cabeza de la Administración, es el de visir (término to
tuar su nombre. Sufre en muerte como en vida ¡ ¡Sé un escriba y huye mado prestado del Imperio Otomano). En muchos casos fue he
de la soldadesca!! Llamas y uno dice ¡ ¡Aquí estoy. Estás a salvo de reditario durante dos o tres generaciones, incluso más en algunos
las tormentas. Cada hombre busca ascender posiciones. Toma buena momentos. Algunos visires fueron verdaderos estadistas, que man
nota de ello!!». tuvieron el poder y el control del Estado bajo una realeza débil o
Papiro Lansing (véase Blackman y Peet, 1925). efímera.
La transmisión hereditaria de los cargos, a veces documentada
Se pueden extraer claras consecuencias de la opinión que tiene el
con permiso real y otras veces convertida en costumbre generali
autor del texto anterior sobre las penurias del resto de oficios que no zada, creó familias influyentes. Sin embargo, y en ciertas ocasiones,
sean el de escriba. Dicha impresión goza de un alto grado de vero el rey no permanece impasible ante el poder acumulado por algu
similitud dado que el trabajo de escriba debía de ser un oficio poco nas familias y una nueva aristocracia designada por el rey desplaza
sacrificado físicamente en comparación con la situación laboral de la a la anterior. Un claro ejemplo se encuentra en el entorno más cer
inmensa mayoría de profesiones en el Antiguo Egipto. En la misma cano de Hatshepsut, dado que a la muerte de esta, en el año veinti
línea de opinión se encuentra otro fragmento de la conocida «Sátira dós del reinado de Tutmosis III, el rey desplazó a los más allegados
de los Oficios»: a la reina, su tía y corregente. El caso más famoso fue, con seguri
dad, la formación de un sacerdocio del dios Atón, llevada a cabo por
«Le habló así: Amenhotep IV, Eknaton, aunque fue algo efímero. A veces las lis
He visto a los que reciben golpes. ¡Tú debes dedicarte a la es tas de cargos de las que hacen gala algunos dignatarios en sus auto
critura! He visto a los que han llevado al trabajo forzado. Mira:
biografías funerarias pueden llegar a confundir al investigador sobre
nada es equiparable al arte de la escritura: ¡es como un barco so
bre el agua! la naturaleza del verdadero poder de estos personajes, ya que la in
Lee, pues, al final del libro de Kemet, esta afirmación: “El escriba, fluencia ejercida por algunos no iba en correlación con la acumula
sea cual sea su labor en la Residencia, no carecerá de nada”. El cum ción de títulos, algunos meramente honoríficos.
ple los deseos de otro que hasta entonces nunca se había marchado El cargo de visir significaba lo que en el mundo moderno sería
satisfecho. Yo no veo otra profesión que pueda compararse con esa y un primer ministro, es decir, un desdoblamiento de las funciones del
hacer válida esta máxima. Voy a hacerte amar los libros más que a tu rey como señor y dueño de todas las cosas del país. En distintas épo
madre y a desplegar ante ti su excelencia. Es el mejor de los oficios. cas, pero en especial durante el Reino Nuevo, hubo dos visires, uno
Nada en la tierra es comparable con él. Apenas el escriba empieza a para el Alto y otro para el Bajo Egipto, con frontera de influencia en
ser experto, ya se le saluda, aunque sea aún niño, y lo envían a ejecu Asyut. Supeditada a este importante personaje se encontraba toda
tar una tarea; ¡no volverá ya a ponerse un delantal [de artesano]! [...] la Administración egipcia, tanto central como local, aspectos que se
Mira, además no hay oficio sin patrono, excepto el del escriba, ¡pues ampliarán en el apartado de instituciones.
él es el amo! Si sabes escribir, esto será mejor para ti que todos los ofi Dentro del palacio, «la Residencia», existían personajes no vincu
cios que te he presentado. Mira, el funcionario es un dependiente, lo
lados a la Administración del Estado, entre los que destacaba la fi
mismo que el administrado. El arrendatario no puede decirle al pro
pietario: “¡No te quedes vigilándome! ” Lo que he hecho [al empren gura del «mayordomo» (en traducción aproximada). Su carácter ya
der] este viaje desde el sur hasta la Residencia, lo he hecho por amor tiene algo de especial como administrador del vasto dominio perso
a ti. [Hasta] un solo día en la escuela es ventajoso para ti, ya que el nal del rey y de su familia. El «mayordomo jefe del rey» y otros ma
trabajo que allí se hace dura toda la eternidad, como las montañas. yordomos subordinados a este ocuparon posiciones muy próximas
Busca con agrado el trabajo de la escuela, mientras que los trabajado a la persona real. Es el cargo desempeñado por el célebre S enenm ut.
res que te he dado a conocer tienen que desvivirse y obligan a obrar El poder de este cargo sería tal que Amenhotep II y Amenhotep III
rápidos a los recalcitrantes». no dudaron en dividirlo en dos, a saber, un «mayordomo jefe» en
Fragmento de la «Sátira de los Oficios» (véase Lichteim, 1976). Tebas y otro en Menfis.
46 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín La sociedad egipcia 47
Además del «mayordomo» destaca como personaje ilustre el mar medidas disciplinarias (Decreto de Horemhed). El incremento
«canciller del rey», el cual se encargaba de la administración y apro de la influencia de estos grupos en la máquina del Estado fue sobre
visionamiento del palacio real. Además, no solo desempeñaba esta todo significativo en el Reino Nuevo.
tarea en el ámbito de la hacienda y graneros reales, sino que también En suma, legiones de cargos relacionados tanto con el Estado, el
ejercía la tutoría de los príncipes y princesas, así como la organiza palacio, la Administración local, el ejército, así como los profetas y
ción de expediciones mineras y comerciales, necesarias para enri sacerdotes menores de los numerosos templos, que estaban servidos
quecer los tesoros del Estado. Este cargo fue muy importante a co por innumerables escribas, formaban la parte alta de la pirámide so
mienzos de la dinastía XVIII, pero a lo largo de esta fue superado cial y de la Administración del Estado, en distintos grados de esca
por el de «mayordomo jefe», y en el período raméssida se convirtió lafón y privilegios.
en «supervisor del harén».
Dentro de la administración de palacio había una pléyade de
personajes que ostentaban títulos importantes como el «primer he Mujer y matrilinealidad
raldo» y el «chambelán» (traducción aproximada). El primero era
ostentando a menudo por un militar retirado cuya misión consistía Mucho se ha escrito y discutido sobre la mujer en el Antiguo
en la supervisión del ceremonial y ritual palaciego, vigilando tam Egipto. Algunas de las opiniones vertidas en las obras de divulga
bién los ingresos de impuestos. El segundo lo ejercía un personaje ción tienen evidentes contradicciones, propias de un desconoci
adjunto a la corte (-hrd.n.kap-), recayendo en él la administración de miento de la forma de entender la vida de las sociedades africanas,
los lugares de habitación del palacio (cámaras y harén del rey), así y en especial de los egipcios. Pero ya los antiguos griegos mostraban
como los lugares donde se preparaban la comida y bebida para con su asombro por lo que creían era una situación igualitaria de la mu
sumo de la corte. Es evidente que este grupo era una élite dentro de jer en el seno de la sociedad. Y nada es más falso, no había igualdad,
la élite. pero sí una situación diferente que la vivida por griegos y romanos,
Por debajo de estos altos dignatarios directamente relacionados y también diferente de la que se daba entre las poblaciones semitas,
con el círculo cortesano y más cercano al monarca, son numerosos aunque en algunos aspectos eran más parecidas que al resto de los
los pequeños sirvientes encargados de tareas menores y cuya fun grupos étnicos o nacionales del Oriente Mediterráneo. En los últi
ción específica unas veces se escapa a la comprensión del investiga mos años, la bibliografía sobre la mujer ha crecido enormemente,
dor aunque en otros casos es indicada por el significado de su propio también es cierto que la revisión de las traducciones de ciertas este
título. Así, se encuentran un «escriba de la mesa», un «mayordomo las y documentos realizadas en el siglo pasado han demostrado que
del vino» o «portador de la copa», un «portavoz del rey» y un «escri la presencia de mujeres en ciertos cargos fue un hecho mucho más
tor de las cartas del rey». En algunos casos aparecen personajes con frecuente de lo que se había creído hasta hace poco.
nombres de procedencia semita que ocuparon posiciones privilegia Pero no hay que confundirse: la situación de la mujer dependía
das y, aunque aparecen mencionados en especial durante el Reino también del grupo social al que pertenecía. Mujeres de cierta im
Nuevo, su presencia se remonta a la dinastía XIII, como atestigua el portancia desempeñaron cargos de notable contenido, y puede ci
Papiro Brooklyn, desempeñando cargos tales como «portador del tarse el caso de la madre del muy conocido funcionario de nombre
flabelo del rey». Evidentemente fueron casos excepcionales. M etjen , que murió bajo el reinado del faraón Snefru, primer rey de
Hubo ciertos momentos de la historia faraónica, al incremen la dinastía IV. Su madre lega al hijo unas tierras de las cuales M etjen
tarse la actividad bélica, en los que se produjo un aumento notable dispone, en apariencia, a su antojo, trocándolas por otras tierras de
de la aristocracia militar, portadora de unos valores y objetivos di colonos reales, en el contexto de su cargo como funcionario de alto
ferentes. De hecho, este nuevo grupo social destaca por su carácter rango del rey. Si la madre legaba tierras es porque se le habían con
meramente guerrero, por recibir alimentación institucionalizada y cedido como usufructo heredable en función de un cargo de cierta
por ser frecuentes entre ellos los casos de apropiación de bienes de importancia. Y de la importancia del hijo se deduce inmediatamente
templos y productos del campesinado, lo que llegó a convertirse en la de la madre. La existencia de una mujer visir bajo el reinado de
un problema endémico; tanto que el faraón Horemhed hubo de to Pepy II, de la dinastía VI, sería otro buen ejemplo a destacar.
48 Jesús}. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín ha sociedad egipcia 49
Se conocen, a partir del Reino Medio, cargos de gran importan la «gran esposa real». Y cuando un rey no tiene descendencia mas
cia ejercidos por mujeres y relacionados con la Administración, el culina con la mujer principal y sí con una concubina, se desposaba
harén real y ciertos talleres en templos y palacios. Caso notable es a tal hijo con una hija, si la había, de la «gran esposa real». Es decir
el de las sacerdotisas de Amón, el de la «divina adoratriz» y los car el derecho de descendencia pasaba por la mujer, aunque lo ejerciera
gos religiosos de muchas mujeres de importancia dentro de la fami por lo regular un hombre. La frecuencia de estos hechos ha llamado
lia real, pero esto no significa un trato igual en todos los grupos so la atención de los investigadores.
ciales (véase el capítulo sobre el sacerdocio). Todo el mundo sabe quién es su madre, pero el padre solo será
También se sabe de la presencia de mujeres en otras muchas de quien la madre designe, y esto está presente hasta en el Derecho ci
pendencias oficiales, lo que no significa, por supuesto, que tuvie vil contemporáneo. En Egipto, y también en ciertas sociedades del
ran un estatuto de igualdad, social o jurídicamente hablando, con el Asia Anterior, el matiz es aún más importante, el hijo será, en prin
hombre. Una mujer podía repudiar al marido si este era pillado en cipio, de la madre, de su entorno, de su grupo y de sus creencias. En
adulterio flagrante, pero si la adúltera era ella podía ser lapidada. Lo el mundo hebreo, por ejemplo, esta circunstancia es aún más deter
que no parece muy igualitario, precisamente. Una mujer podía es minante. Es en relación con los hijos, a los que el padre podía legar
tablecer un pleito contra persona o personas determinadas sin que su casa y su condición y, sobre todo, su profesión y sus conocimien
el marido tuviera que conceder permiso u opinar para nada en el tos, por lo que el adulterio con mujeres casadas se rechazaba social
asunto. Pero hay que tener en cuenta que ciertos de estos datos pro mente, aunque no de manera penal, para el hombre. Dado que la
ceden de documentación de la Epoca Baja, y no tienen que ser for maternidad no puede ser negada, sí puede serlo la paternidad y ahí
zosamente la continuidad de algo común a lo largo de los períodos estaba la razón de la mala prensa del adulterio, la dificultad de que
anteriores. el padre asumiera a un hijo que no era suyo.
Tal vez la clave para entender la situación de la mujer en el Anti Por otra parte, el matrimonio era una cuestión social no sujeta al
guo Egipto es contemplar los datos procedentes de algunas fuentes control del Estado. Y, aunque se desconocen las costumbres al res
arqueológicas. Por las representaciones de pequeñas estatuas proce pecto, parece deducirse que el hombre solicitaba el permiso al padre
dentes de las ciudades de los trabajadores de las pirámides de Guiza de la novia, tal vez mediante una contrapartida material o simbólica,
o de la ciudad de los trabajadores de las necrópolis tebanas, como lo que constituía el hecho cívico de la unión de la pareja, sin mediar
Deir el-Medina, se sabe que las mujeres trabajaban en el seno de las ningún acto jurídico ni religioso.
comunidades de aldea, bien fabricando cerveza para la comunidad, Al contrario que otras civilizaciones coetáneas, la mujer egipcia
moliendo cereal o realizando trabajos de índole artesanal. Una esta gozó siempre de ciertos derechos y privilegios, herencia de una ma-
tua funeraria de la ciudad de los trabajadores de Guiza representa a trilinealidad tribal africana, sin que por ello pueda decirse, en con
una mujer moliendo pigmentos para las pinturas de las tumbas rea tra de lo que recogió Diodoro Sículo, que estaba socialmente por en
les y de los altos dignatarios de la necrópolis. Preparaban materia cima del hombre. De hecho, en muchos aspectos estaba supeditada
les y los transportaban, integrando las cuadrillas de obreros. Esta no al hombre, y ciertos castigos previstos en la práctica del Derecho
limitación a labores de hogar más típicas de las sociedades medite consuetudinario lo demuestran. La prueba de su igualdad en otros
rráneas llamó la atención de griegos y romanos, y explica que su si ámbitos la proporciona el poder de que gozaron ciertas reinas, algu
tuación en el contexto social no fuera la misma. La mujer era un tra nas de las cuales gobernaron el valle del Nilo con mano firme y pro
bajador más y como tal sus derechos se asemejaban a los del hombre, porcionando en ocasiones largas etapas de estabilidad y prosperidad
aunque no del todo. a sus súbditos. En suma: verdaderos faraones.
Pero el tema es aún más complejo. Egipto es una sociedad afri
cana, y en África la mujer es, sobre todo, madre, y en ciertos grupos
tribales su importancia ha sido aún mayor; por otra parte, la filiación El ejército y la guerra
por la madre se mantuvo en toda la historia de Egipto, tanto para los
simples mortales como para los reyes y los nobles. Los reyes reciben Otro aspecto de la sociedad egipcia que está determinado por un
la realeza a través de su madre; si esta es la mujer del faraón, es decir: grupo social que de manera paulatina fue aumentando es la profe
50 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
La sociedad egipcia 51
nastía XII llevó a cabo la construcción de grandes fortalezas en la re de una estructura muy compleja que abarca la cría, la doma y el man
gión de la Baja Nubia que sirvieron como plataforma y experiencia tenimiento del animal. En especial por la necesidad de alimentos, lo
para las incursiones llevadas a cabo con posterioridad. que llevó a la creación de pastos específicos. En algunos casos tam
Más adelante, a partir de la dinastía XIX, el acceso de una nueva bién se llegaron a emplear onagros, con toda probabilidad por la
familia al poder, los raméssidas, de origen beduino, no hizo más que mayor adaptabilidad de este «caballo del desierto», tal y como apa
incrementar la importancia del papel del ejército. Bajo esta dinastía, recen en la decoración de algunas tumbas del Reino Nuevo —ta
y desde el punto de vista militar, el resultado inmediato fue la crea les son los casos de las tumbas de K h a em h et (TT 57) y de N ebamón
ción de nuevos cuerpos, así como la remodelación del propio ejér (TT 90)—, además de pollinos y bueyes como animales de carga.
cito tras la incorporación de extranjeros como mercenarios proce Durante la dinastía XVIII, bajo la dirección de Tutmosis III, la
dentes del entorno regional (libios, nubios y semitas). Otro factor presencia de la caballería en la batalla de Meggido implicó el empleo
determinante son los consiguientes cambios tecnológicos y la varie masivo de una plataforma móvil de ataque, mientras que en la toma
dad de armamento incorporado tras la expulsión de los hicsos en de la ciudad fortificada de Joppa participaron los carristas m aryanus
torno a 1500 a. C. y una especie de comandos que se introducían en cestas en el inte
Un elemento de gran importancia, eje sobre el que gira el poten rior de la ciudad y la obligaban a rendirse. En el caso de la batalla de
cial bélico, por la aportación de velocidad a la maquinaria militar, es Kadesh (reinado de Ramesses II), los carros como unidad de cho
la adopción del carro de guerra, en egipcio -mrkbt-, que se convierte que estaban integrados en los diversos cuerpos del ejército a razón
en imprescindible. Si bien es cierto que el primer carro de estas ca de quinientos vehículos por cada una de las cuatro divisiones, arro
racterísticas conocido en la antigüedad procede de la «Cultura Sin- jando un total de dos mil carros de guerra.
tashta-Petrovka», en Sintashta (norte de Kazastán), arrojando una La presencia de arsenales está documentada en el entorno del
cronología entre los años 2000 y 1800 a. C., en Egipto aparecerá qui delta egipcio en Peru-Nefer. En concreto, el Papiro Bolonia men
nientos años más tarde de la mano de los invasores hicsos, aunque ciona a un oficial llamado Huy, como «jefe de los arsenales del fa
las primeras referencias en Oriente se remontan a Sumer en torno al raón» y es probable que hubiera otro en la región tebana y otro en
cuarto milenio, de forma que antes de llegar a Egipto ya se utilizaba el entorno de Edfú.
en Anatolia y el entorno asiático, del que se sirvieron los hicsos y de Curiosamente se conoce un documento relacionado con los pro
quienes lo adoptaron los egipcios. blemas de mantenimiento que acarreaba su uso. El conocido como
La existencia de un cuerpo de carros organizado como arma de Papiro Anastasi I narra los problemas que sufrían debido al desgaste
choque no aparece hasta la dinastía XIX, aunque ya durante la dinas y tensiones a que se veían sometidos los diversos componentes de su
tía anterior se emplea de forma esporádica como privilegio del faraón. estructura en las incursiones realizadas. De la misma forma, el Pa
Al no existir suficientes evidencias de cargos especializados, vincu piro Koller (dinastía XIX) detalla el cuidado y las revisiones a que se
lados a esta nueva arma, hay que pensar que todavía no eran tenidos sometían los carros de guerra antes de entrar en combate por parte
en cuenta como un cuerpo perfectamente estructurado. Pero ya apa de los escribas y técnicos especialistas del ejército.
rece el cargo de «jefe de carros» a finales de la dinastía XVIII. El empleo de los barcos como elemento de transporte tanto en
épocas de paz como en operaciones militares también aparece docu
El carro y su tiro, -Htr-, se considera un producto de lujo, difícil
mentado en las fuentes egipcias. Un detalle curioso en la tumba de
mente alcanzable para la tropa común. El Papiro Anastasi III hace
K haem h et (TT 57) es la presencia de carros con sus tiros de caballos
referencia al precio de las piezas que lo componen, siendo en rea
embarcados en naves. Tutmosis III desembarcó tropas en la costa si
lidad quienes lo poseen un cuerpo de élite encabezado por el rey y
ria frente a Kadesh en el año treinta de su reinado. Tropas que ha
sus hijos, como se verá más adelante. La aparición de los maryanus,
brían sido embarcadas en el delta egipcio, con toda probabilidad
-mryn-, consecuencia de esta especialidad militar, se vincula a una desde el puerto de Peru-Nefer, situado en el entorno de la antigua
«aristocracia» que combate junto al monarca. Los m aryanus fueron capital de los hicsos, Avaris (o tal vez desde Menfis). También se co
en principio originarios del entorno de Mitanni. nocen los pertrechos y armas que se destinaban a la tripulación, así
Por otro lado, el empleo de un animal como el caballo, -zzmt-, como las armas que portaba cada miembro en combate.
que requiere unos cuidados muy especializados, supone la creación
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La sociedad egipcia 55
la esposa principal o «gran esposa real»; tal vez por el hecho de que Pero la obra más importante para la historiografía es el «Canon
la mujer trasmitía la realeza, aunque normalmente no la ejercía. En Real de Turín», llamado también Papiro de la Realeza. Realizado por
cualquier caso, la importancia de la obra es inmensa dado que mu un escriba para su uso personal en tiempos de Ramesses III, está es
chos de los datos de archivo que Manetón recogió tenían más de crito en hierático, y recoge una lista de reyes copiada de algún ar
dos mil quinientos años. chivo que hasta hoy día ha permanecido desconocido. Algunos de
Los «Anales de la Realeza» conocidos son escasos, teniendo en los nombres de reyes en él recogidos no se conocen por ningún otro
cuenta el lapso cronológico que abarcan. La pieza más antigua con documento. Por otra parte, es la mejor prueba de la existencia de ar
servada es la Piedra de Palermo, esculpida en el Reino Antiguo du chivos, que contenían datos tan precisos como los años, los meses y
rante el reinado de Neferirkara Kakay, en la dinastía V (aunque es los días de reinado, el nombre o los nombres del rey y en algunos
posible que la pieza de Palermo sea una copia del Reino Nuevo). casos su filiación paterna o materna. Algunos reyes tienen la indi
Existen otros fragmentos de otra estela análoga en el Museo de El cación expresa de que su padre no fue rey, lo que indicaría un cam
Cairo y en el Museo Petrie del University College de Londres. Es bio de casa dinástica, cuestión de gran trascendencia para explicar
muy probable que el ejemplar de Palermo se encontrase en Menfis, las luchas y estrategias de grupo en el seno de la clase que dirigía los
en el templo del dios Ptah, aunque es una conjetura, dado que llegó asuntos del Estado.
a Italia sin conocerse su procedencia. Además de ser un documento
historiográfico de primera mano es un ejemplo de culto a los antepa
sados que reinaron antes incluso de la supuesta unificación del mí El faraón y su vinculación con los dioses
tico Menes. Recoge los nombres de reyes anteriores a Menes, fun
dador legendario de la dinastía I, a los que denomina «Seguidores Lejos de la impresión transmitida por otros medios ajenos a la
de Horus», sen su -h or (snsw-hr). Los pormenores de cada año de rei ciencia egiptológica, llama la atención cómo la institución monár
nado concluyen con la indicación de la subida de la crecida del Nilo quica egipcia recurre muy a menudo a su justificación y legitimación
en codos y dedos, expresando la preocupación de las autoridades como el estamento político y religioso más alto de la sociedad. Di
por la necesaria cosecha y sus impuestos subsiguientes. Está rota en cha justificación ha sido explicada a través del ritual, del mito o de
parte. Otro ejemplo del mismo tipo de documento es el conocido la exaltación de la eficacia en el gobierno o, la más comúnmente alu
como «Anales de Sakkarah Norte», pero debido a su deterioro, pues dida, a su carácter hereditario (por otra parte no siempre con inten
fue reutilizada como tapa de un sarcófago, apenas pueden leerse los ción de respetar). Pero una institución que se mantiene a lo largo
nombres de Teti y Pepy I, reyes ambos de la dinastía VI. de tres milenios sufre de forma inevitable una evolución en la per
Hay que remontarse a la dinastía XVIII para encontrar otro do cepción que de ella misma tienen tanto sus protagonistas, es decir,
cumento que aporte un listado de reyes. La «Cámara de los Ante la élite de donde surge, como el resto de la población, aunque esta
pasados», del reinado de Tutmosis III. Procedente del templo de última en menor medida. Una fuente muy interesante son los testi
Amón en Karnak, contiene una lista de sesenta y dos reyes represen monios que, ajenos a la monarquía, transmiten la impresión que de
tados en sus estatuas. Hoy se encuentra en el Louvre. ella tiene la población más lejana al círculo dirigente del país, la cual
Ya en la dinastía XIX, la «Lista de Abydos», mandada realizar por pasa, en el último milenio antes de Cristo, a un progresivo debili
Sethy I en el templo de dicha localidad, recoge los jeroglíficos con los tamiento de la concepción de la realeza en Egipto. Así, en el Reino
nombres de setenta y seis reyes, desde Menes hasta el propio Sethy I, Nuevo, y tras el punto álgido en la glorificación y adoración del rey
como dios alcanzado bajo el reinado de Amenhotep III (se establece
pero omitiendo a los que no se consideraban legítimos, como es el
caso de Amenhotep IV Akhenaton. Está todavía en su emplazamiento un culto hacia el monarca como dios e incluso aparece llevando la
barca solar en lugar del dios sol) y su hijo Akhenaton, no proliferan
original. Una segunda lista fue mandada esculpir por Ramesses II en
precisamente los templos de culto real independiente, pero sí tum
su templo de la misma localidad, hoy en el Museo Británico.
bas con capillas anexas, así como estatuas de culto dentro de tem
En la tumba de un escriba llamado Tunroy se encontró una ta
plos a dioses. Durante los primeros decenios de la dinastía XIX se
blilla que contiene cincuenta y siete nombres de faraones, se conoce
amplifica la deificación en vida, Ramesses II es el mejor caso, y tras
con el nombre de Tablilla de Sakkarah.
62 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
La monarquía, cabeza del sistema 63
él da la impresión de que estas manifestaciones decaen aunque no toda la Tierra Negra. El rey es siempre inferior a los dioses, a él se
del todo. hace referencia en los textos religiosos como «hijo» o «amado», y de
Uno de los aspectos en los que queda más patente la legitimi ellos recibe el poder, en quienes puede influir mediante el engrande
dad del poder del rey es a través de su vinculación con los dioses, cimiento de su culto.
idea bien reflejada en su nomenclatura. Cinco epítetos precedían Es significativo cómo, en muchos casos, los protagonistas de los
a los cinco nombres de cada rey. Así, su primer nombre, el de Ho- textos procedentes del Reino Antiguo y Medio conocidos como «en
rus, -H r lo entronca de manera directa con el dios principal de los señanzas para la vida», sebayt, son los mismos monarcas. A veces, in
primeros tiempos protodinásticos; su nombre n eb ty («las Dos Da cluso, se les atribuye su redacción, cuestión puramente propagan
mas»), le relaciona con las diosas protectoras del Alto y Bajo Egipto dística. Son ellos los que aparecen como figuras centrales de estas
(Nekhbet y Wadjet, respectivamente); el nombre de Horus de Oro composiciones, en las cuales se narran situaciones en las que los re
asocia al rey con Horus y el material del que se pensaba estaban he yes son aconsejados o, sencillamente, reclaman el ejercicio de virtudes
chos los dioses; el título nsw t-bity («el que pertenece al junco y a la o poderes que ellos mismos no tienen [caso del mago D jedi frente al
abeja») alude al carácter territorial dual y transcendente de la mo faraón Kheops (Khufu)]. En ninguna de estas «enseñanzas» aparece
narquía egipcia, y, por último, el epíteto sa Ra, o «hijo de Ra», afirma una divinidad como protagonista, ya que sería contraproducente asis
que el monarca es el hijo del dios solar Ra, divinidad principal de la tir al hecho de que un dios, el mismo Djehuty (conocido como Thoth
monarquía durante el Reino Antiguo. en época ptolemaica), por poner un ejemplo, pida consejo a un sabio,
A diferencia de lo que pudo ocurrir en otras culturas, la monar cuando él mismo es el dios de la sabiduría. Sí, en cambio, aparecen las
quía egipcia no es solo una mera intermediaria entre los dioses y los figuras reales, las cuales son incluso asesoradas por sus teólogos.
mortales. El rey es el ostentador de una función sagrada, en vida no El hecho de considerar al rey como alguien de rango inferior a
es un dios, pero se manifiesta con frecuencia como tal. El adjetivo una divinidad y distinto a ella no es poco frecuente en la literatura
utilizado en ciertos documentos de n etjer n efer (ntjr nfr), o «dios egipcia («Cuento de los dos hermanos» y «Cuento del príncipe pre
perfecto», nunca fue utilizado, sin embargo, para referirse a las di destinado»). En otro plano deben situarse las actitudes divinas en
vinidades del panteón egipcio. Pero como intermediario actúa en textos como «Las disputas entre Horus y Seth» o «La destrucción
nombre de los difuntos ante los dioses, lo que refuerza su conside de la humanidad», donde la caracterización y atribución de con
ración de proximidad a estos. Pero es obvio que a su muerte se divi ductas o actitudes de los hombres sobrepasan el ámbito de lo hu
niza, y pasa a engrosar el conjunto de los seres «numinosos» que dis mano, siendo este tipo de composiciones más habituales en el Reino
frutan de la presencia de Ra, «por el que todo brilla». En la práctica, Nuevo. Es en las «Enseñanzas para Merika-ra» donde se puede
los templos funerarios parecen decir que, ya en vida, algunos reyes comprobar la apreciación que tienen los egipcios del oficio real y de
se rodearon de un aura de divinización, lo que ha suscitado la con su distinción frente al resto de la sociedad y de las divinidades:
troversia entre los investigadores.
El rey no es un rey-dios que domine el mundo junto a sus igua «El gobernante de las dos orillas es inteligente;
les divinos. De hecho, él mismo depende de los dioses, como se de el rey, señor de los cortesanos, no actuará alocadamente.
muestra en ciertos textos procedentes de muy diversas épocas de la El era sabio incluso en el momento de su salida del útero,
historia de la institución. Más aún, en un documento del Reino Me y el dios le ha hecho preeminente en la tierra sobre otros muchos
[incontables.
dio referido al culto solar se divide a las criaturas del cosmos en cua La realeza es una función excelente;
tro categorías: los humanos, los espíritus de los muertos, el rey y los no tiene hijo, no tiene hermano quien pueda hacer perdurar sus
dioses. Su papel parece venir determinado como depositario de la [monumentos,
confianza divina para mantener el orden universal así como a los aunque cada hombre ennoblece a su sucesor,
propios dioses. Es más, debe cuidarse de no enojarlos ni de ser causa y cada hombre actúa de parte de aquel que le precedió
de sus actos caprichosos, pues su carácter divino los hace imprede en la esperanza de que sus acciones puedan ser reafirmadas por
cibles y es, por tanto, la figura real quien debe neutralizar o encau [aquel que viene tras él».
zar mediante su mediación y justa labor los favores de los dioses para (Véase Simpson, 2003, p. 163.)
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Da la impresión, por tanto, de que una cosa es la tradición ofi El intento de centralizar el culto divino en Atón y en su imagen di
cial sobre la percepción de la monarquía y otra distinta es la sen vina en la tierra, el rey Akhenaton, no obtendrá el calado suficiente en
tida por el resto de la sociedad, la cual se aleja en muchas ocasio la sociedad egipcia, dado que fue un fenómeno efímero, que además
nes del halo divino que la rodea en textos e inscripciones oficiales. perjudicó los intereses económicos de otros grupos sociales vincu
Baste recordar el grafiti con alto contenido sexual alusivo al com lados a la estructura ancestral de diversos templos a otros dioses. Por
portamiento de la reina Hatshepsut encontrado no muy lejos de otra parte, un aspecto conceptual relacionado con el culto funerario
su templo funerario. En este mismo plano deben situarse los con impidió que prosperaran las ideas nuevas en materia religiosa: el im
tinuos saqueos y robos en las tumbas de los faraones, más aún pedimento de la relación directa de los sujetos con las divinidades sin
cuando en ellos se ven implicados altos cargos políticos (caso de la intermediación única y exclusiva del rey no tuvo mucho éxito, ni si
P aw ero). Estos saqueos se han prolongado durante toda la exis quiera en vida del monarca. Las excavaciones de El-Amarna han de
tencia de la monarquía egipcia, buscando los tesoros y, en muchas mostrado que el resto de la población mantuvo las creencias tradicio
ocasiones, destrozando las momias de reyes y familiares reales. No nales. Tras su muerte, la ortodoxia religiosa oficial tradicional vuelve
obstante, la institución como tal perduró durante tres milenios. a su anterior estado y se restaura el culto al ka del rey.
Así pues, podría deducirse, por tanto, que un rey egipcio no ac
cede a su condición como ser divino olvidando sus orígenes huma
nos, sino que más bien es la función de su cargo la que le otorgará El faraón como Horus viviente: la justificación religiosa del poder
su carácter sagrado.
Sin embargo, será Amenhotep IV Akhenaton quien dará un La interpretación que de la monarquía egipcia han hecho los di
paso adelante en su relación con el dios Atón. Es patente en El- ferentes investigadores a lo largo de la historia de la egiptología ha
Amarna, en donde se percibe (en especial a través de los textos e variado mucho. Así, a comienzos del siglo xx, Moret ve la figura
iconografía religiosa relacionada con la representación del ka real) del faraón como una especie de dios imperfecto, mientras que Bai-
cómo los cambios teológicos introducidos por el rey van dirigi llet, ya en la segunda década del siglo xx, lanza una visión idealizada
dos a trascender la naturaleza humana del mismo hasta entrar en del rey egipcio. Jacobson, a finales de los años treinta, ve en el mo
el dominio de los dioses, donde el faraón se identifica con la divi narca la personalización del poder divino, y Frankfort lo contempla
nidad. La ausencia de representación tradicional del ka real parece como la pieza clave en el orden cósmico, ya a mediados de siglo. En
ir dirigida a despojar de su carácter humano, en la mayor medida los años sesenta destaca el estudio más pormenorizado de G. Pose-
posible, la figura del faraón. De hecho, las escenas en las tumbas ner, aunque aún hoy se sigue debatiendo sobre el carácter de la mo
privadas son referidas a la relación del difunto con el rey-dios, que narquía egipcia.
dando abandonadas las representaciones clásicas sobre la vida de Las distintas percepciones que sobre la institución faraónica han
ultratumba por otras en las que lo de verdad importante es la co tenido y tienen los historiadores se debe a las diferentes impresio
nexión del desaparecido con la figura del faraón. En el lugar del nes que pueden transmitir el estudio y el análisis de algunas fuentes
panteón egipcio tradicional es el rey, su familia y el dios solar quie al referirse a la figura del monarca egipcio. Así, lejos de la creencia
nes ahora ocupan un lugar destacado, en tanto y en cuanto son generalizada en un personaje ajeno a la realidad mundana, en per
ellos los que en realidad garantizan una vida terrenal próspera, así manente contacto con los dioses e inmune a las conjuras y debilida
como una eternidad satisfactoria en el otro mundo. Es el rey, por des de otras instituciones, el faraón es descrito como objeto de tra
tanto, quien se convierte en una divinidad cosmogónica y se iden mas y complots, provisto con las debilidades propias de cualquier
tifica con Atón y el Universo. Sin embargo, la forma física de la di mortal e incluso llega a ser asesinado por los miembros de su círculo
vinidad, el rey como ente físicamente tangible, lo hace cercano y más próximo. Es en este contexto en el que se sitúa, por ejemplo, la
accesible a la humanidad, pero al mismo tiempo su parte divina muerte de Amenemhat I, descrita en el Papiro Millingen, fechado
le permite figurar como el divino ka viviente del poder supremo, en la dinastía XVIII, pero al que se le supone copia de un original
Atón. En este sentido iría la designación del rey como «ka n esw t quizá del reinado de Senusert I, y cuyo texto es más conocido como
ankh em M aat» («el ka del rey que vive en Maat»). las «Enseñanzas de Amenemhat I»:
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La monarquía, cabeza del sistema
«Mantente vigilante contra aquellos que deberían ser en los diferentes relatos cosmogónicos elaborados como explicación
tus subordinados, del origen de la vida misma. De esta forma, el rey es el hijo de Ra, sa
pero resulta que no lo son, Ra, e hijo de Isis, sa asi, siendo la encarnación de Horus en la tierra.
hombres en los que nadie puede depositar su
confianza. Es por esta razón por la que el rey, así como la institución que repre
No te quedes solo con ellos. senta, es el depositario y garante máximo de la Maat y el principal
no deposites tu confianza en un hermano, instrumento para que esta impere en el mundo. Por tanto, sus accio
no reconozcas a nadie como tu amigo, nes no pueden ser arbitrarias, siendo limitadas por los propios prin
no te hagas amigos íntimos, cipios que vienen derivados de la concepción misma de la diosa. Va
pues no se obtiene nada bueno de ellos. rias fuentes literarias que se han conservado inciden en el hecho de
Cuando te tumbes por la noche, deja a tu corazón que el rey es y debe ser el principal valedor de la Maat en la tierra,
pues ningún hombre tiene nadie que lo defienda en destacando entre ellas las «Enseñanzas para Merika-ra».
ser tu propio guardián, el día del dolor». La institución monárquica es tan antigua como la misma civili
(Véase Simpson, 2003, p. 168.) zación egipcia, remontándose su origen hasta los tiempos míticos
de la Creación, cuando el demiurgo Atum-Ra se convirtió en el pri
También llegan ecos de la conspiración palaciega en el «Cuento mer gobernante-rey del Universo, estableciéndose de esta forma una
de Sinuhé», cuando la reacción del protagonista del relato ante el fuerte conexión entre creación y monarquía, lo cual proporcionará
asesinato del rey pone de manifiesto la inquietud suscitada por tal una legitimidad y justificación ideológica del poder a los faraones
acontecimiento: que se prolongará sin mayores alteraciones durante tres milenios.
De hecho, el Universo en sí viene ordenado desde su origen a través
«Cuando fue leída a uno de ellos, yo estaba al lado y oí su voz de una sucesión monárquica, cuyo peldaño más evidente y palpable
conforme hablaba pues estaba muy cerca. Mis sentidos se perturba para un antiguo egipcio era el rey:
ron, mis brazos cayeron y se me estremecieron todos y cada uno de
mis miembros. Me alejé en busca de un escondrijo. Me coloqué en
Atum-Ra
tre dos matas para separarme del camino. Me dirigí hacia el sur, pero
no me atreví a regresar a la capital puesto que imaginé que podrían 1
Geb
estallar disturbios y podría perder la vida en ellos».
1
(Véase Simpson, 2003, p. 56.) Osiris
La reacción de S inuhé (en realidad se debería escribir Senehet, es I
Horus
decir, «hijo del Sicomoro») responde quizás a una situación no dema i
siado ajena a la historia egipcia. Sus temores ante los posibles acon Rey del Alto y del Bajo Egipto
tecimientos generados tras el asesinato del monarca podrían ser muy
similares a otros vividos con anterioridad en el valle del Nilo y de ahí De esta forma, la monarquía egipcia encuentra su razón de ser no
precisamente las medidas que toma el protagonista del relato para solo como sistema de gobierno de un Estado determinado cuya rela
proteger su propia vida. Pero, además, la conspiración parece ser que ción entre súbdito y rey está basada en la desigual concentración de
ha surgido en el harén del palacio real y Sinuhé\ como alto cargo de poder político, económico y religioso en manos de este último, sino
la corte, o bien ha participado, o bien no se ha enterado de nada; dos que el mismo sistema acaba siendo relacionado con el orden cós
opciones que pueden ser castigadas como un delito penal. mico en el cual el faraón está sentado en el trono de Horus, del cual
La función esencial de la monarquía egipcia estaba basada en dos es su sucesor en este mundo. Así, la organización propia del Estado
pilares fundamentales: el rey es el «buen dios» n etjer n efer y es en egipcio deviene un reflejo del orden cósmico establecido en tiempos
virtud de esta condición el depositario de la Maat. Además, el rey de la Creación y de cuya preservación, equilibrio y perpetuación el
gobierna por derecho divino, pues la propia institución de la monar rey es el máximo responsable. Dioses-reyes que se suceden en los al
quía se remontaba al origen de la Creación, como queda plasmado bores de la Creación; reyes-dioses que deben dignificar la institución
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La monarquía, cabeza del sistema 69
5. La coronación, en la cual intervienen los estandartes, cono rrido este intervalo de tiempo, sino alguno mucho menor e incluso
cidos como los «Buscadores de espíritu». Durante la ceremonia se en varias ocasiones en vida del mismo monarca.
presentan al rey dos cetros y dos plumas, que sirven de tocado real, Se han hecho diversas interpretaciones sobre el significado de
y sobre todo la banda dorada, que se ciñe a su cabeza. Es entonces este festival. A finales del siglo xix y comienzos del xx, W. F. Petrie
cuando se realiza el sacrificio de «las Dos Tierras», se ordena a los (influido por la lectura de la obra de J. G. Frazer, The golden Bough)
grandes dignatarios del país que se acerquen y, en su presencia, el apuntaba la posibilidad de que el festival sd fuera un rito sustitutivo
«Guardián de la Gran Pluma» pone la doble corona en la cabeza al sacrificio del rey de tiempos prehistóricos, el cual se produciría
del monarca, la cual ha sido protegida durante todo el ritual con el cuando este dejaba de tener vigor físico y, por tanto, debiera ser sa
humo procedente de la quema de s-ntjr, el incienso purificados Por crificado para dejar paso a un sucesor lleno de vitalidad y fortaleza
último, el rey ofrece a los grandes del Alto y Bajo Egipto panes como física. Así, el festival sed estaría concebido como una serie de cere
símbolo de la prosperidad, de la cual gozarán todos los súbditos del monias encaminadas a renovar las fuerzas vitales del monarca en su
país bajo su reinado. labor de rey-sacerdote y evitar su muerte ritual. Durante la ceremo
6. Transfiguración del predecesor del rey. El nuevo rey es Ho- nia, el rey se convertía en Osiris y de la misma forma que este moría
rus, el cual debe abrazar a Osiris, su antecesor. Dicho abrazo se pro y volvía a la vida, así el rey retomaba su función sagrada con ener
duce cuando el nuevo rey se ajusta la prenda qni, la cual cubre pecho gía del todo renovada mediante la celebración de un conjunto de ri
y espalda y que parece encarnar las partes inmortales de Osiris. De tuales. Esta visión del egiptólogo británico influyó en autores poste
esta forma, el poder de la realeza es transferido al nuevo gobernante, riores como M. Murrey, A. Moret, W. Helck, M. Mathie, W. Barta,
mientras que el monarca vivo transfiere su energía vital al rey finado E. Uphill, E. Hornung, E. Staehelin y otros.
en su transición a su nueva vida en el Más Allá. Más tarde tiene lugar No obstante, esta visión del festival sed no ha sido compartida
una última comida (nuevo indicativo de la prosperidad que prevale por gran parte de los egiptólogos. Por ejemplo, un grupo desta
cerá durante el nuevo reinado) y se pone fin a los rituales. cado, entre los que se encuentran K. Sethe, W. Kees, Cerny y B. Pio-
trovsky, proponía una interpretación más política, según la cual las
Es muy significativo que todo el ceremonial concluya con una ceremonias tendrían más que ver con la confirmación de la unidad
comida simbólica en la cual participan los grandes dignatarios de del país, una vez el Bajo Egipto fue anexado (proceso que tuvo lu
Egipto, pero que pretende simbolizar la prosperidad que alcanzará a gar a finales del Predinástico) y se origina el Estado unificado, es de
todos los habitantes. No obstante, no debe pasarse por alto el signi cir «El Doble País».
ficado de que dicha prosperidad también está íntimamente relacio Otra interpretación, más apartada de las tendencias mayoritarias,
nada con el momento en que el rey anterior ha sido identificado de es la propuesta por C. J. Bleeker. Según el enfoque del investigador
forma definitiva con Osiris, y, como tal, él se encargará también de holandés, el término sd podría significar prenda o parte de una indu
asegurar las buenas cosechas y el mantenimiento del orden cósmico mentaria (lo cual es posible, dado que el determinativo que lo acom
en el mundo donde su sucesor reina desde ese momento. paña es el de ropa o vestimenta) y, por tanto, la ceremonia tendría más
que ver con la renovación de la función sacerdotal del rey que con la
de demostrar su valía física y su capacidad de gobierno. El científico
El ritual heb sed holandés propone una traducción de hb sd como el «festival de la in
dumentaria», pudiendo indicar que, por el hecho de ponerse determi
El festival heb sed (hb sd) es el ritual más conocido relacionado nada prenda, se renovarían los poderes sacerdotales del monarca.
con la realeza faraónica. La celebración tenía lugar en principio a los A pesar de los diferentes puntos de vista, hay un sentimiento
treinta años del reinado de un monarca (de ahí que se mencione di general sobre el significado; el festival tiene que ver con la necesi
cho acontecimiento como «el festival del año treinta», denomina dad del faraón de justificar y renovar el ejercicio de su poder (que
ción procedente del epíteto real kyrios triakontaetiridon del período es tanto sacerdotal como político). No obstante, no se han con
ptolemaico) y después se solía celebrar cada tres, aunque se sabe que servado testimonios escritos que proporcionen datos precisos so
en muchos casos dicha celebración no tenía lugar una vez transcu bre la ceremonia, su sentido profundo y contenido ritual, teniendo
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que acudir a representaciones en bajorrelieves, de las cuales, sin diosa Bastet en Bubastis o los relieves en los que se representa al rey
embargo, tampoco puede deducirse con exactitud la secuencia de Ptolomeo VIII recibiendo los símbolos hb sd por parte del dios Ho-
la liturgia. No se conocen con exactitud los orígenes de la ceremo rus en el templo de Kom Ombo. Los descendientes del general de
nia, cuestión sobre la cual también disienten los investigadores. Al Alejandro encontraron muy útil la concepción faraónica de la mo
gunos remontan sus inicios a tiempos predinásticos, mientras que narquía, también imitada por Octaviano Augusto y sus sucesores.
otros se inclinan por situarlos ya en tiempos del Estado unificado. Sin embargo, es más que probable que tanto el sentido como el
A pesar de que algunos egiptólogos ven en la maza ritual de Nar- ceremonial que acompañaba al festival sed cambiaran a lo largo del
mer los primeros trazos del festival, hay que avanzar hasta el rei tiempo. Algunas características permanecerán, sin embargo, invaria
nado del rey Den, cuarto rey de la dinastía I, para observar con bles y serán los rasgos más definitorios del festival: así, el atavío del
claridad meridiana una representación de lo que parece ser el fes rey es siempre una prenda corta que le llega hasta las rodillas y deja
tival sed. En ella, el rey aparece avanzando a la carrera sobre un te los hombros casi al aire. El monarca aparece siempre sentado so
rreno claramente delimitado y portando los jeroglíficos hb sd. A la bre un estrado donde hay dos tronos, correspondientes al Bajo y al
izquierda de esta escena hay una especie de plataforma a la que se Alto Egipto. En general estos aparecen dándose la espalda, aunque
accede mediante unos escalones y sobre la cual hay un baldaquino, es más que probable que esto fuera un recurso estilístico propio del
bajo el mismo el rey está sentado portando la doble corona. Más sistema de representación egipcio.
claras, por su mejor conservación, son las escenas encontradas en Por lo poco que se sabe parece que el festival duraba cinco días y
el templo del rey Niuse-ra en Abu Ghurab, en la actualidad disper comenzaba el primer día del primer mes de la estación de peret, prt.
sas en diversas colecciones. El lugar donde se celebraba el acontecimiento por lo general tenía
Cualesquiera que fueran los primeros rituales celebrados, el que ver con un templo de fundación nueva o en el «Patio sed» cons
festival s ed siguió oficiándose a lo largo de toda la historia del truido dentro de un recinto sagrado ya existente, por lo regular el
Egipto faraónico. Son dignos de destacar los relieves de la reina consagrado a un dios hacia el cual el monarca estaba más inclinado.
Hatshepsut conservados en su Capilla Roja (hoy en el patio del También se acondicionaba o construía una «Sala de los Grandes»,
templo de Karnak), en los cuales es representada como rey y co la cual albergaba las estatuas de los dioses traídos a propósito desde
rriendo junto al toro sagrado Apis. Cabe destacar dos representa otros santuarios. Asimismo tenían un lugar destacado otros dos es
ciones del festival que podrían estar relacionadas y que proporcio pacios, el «Palacio», recinto en donde el rey residía durante el festi
narían otro enfoque sobre alguna parte de los rituales, a saber: un val, que también se utilizaba para cambiarse de atuendo, y la «Sala
relieve de caliza, hoy en el Museo Petrie de Londres, donde apa del Festival», donde era situado el trono del faraón. Todo este recinto
rece el rey Senusert I celebrando su festival s e d portando un remo, se iluminaba al inicio del festival con el «Encendido de la llama», sin
duda para purificar todo el entramado arquitectónico, que se apa
y las descripciones que se han conservado de los tres festivales que
gaba en la víspera del festival, justo cinco días después.
celebró Amenhotep III en su lago artificial de Malkata. Quizás am
Una aproximación al desarrollo de los rituales podría ser el si
bos podrían describir una parte del ritual en la que el rey realiza un
guiente:
viaje ficticio simulando el trayecto del dios sol en su barca (de ahí
el remo) por el inframundo. Primer día: gran procesión del rey, grandes dignatarios y sacer
El festival sed continuó teniendo lugar durante el Reino Nuevo dotes (encabezados por el príncipe heredero y el h ri w djb o «maes
y en épocas posteriores. Amenhotep IV Akhenaton, de la dinas tro de la generosidad») y las estatuas de los dioses. Presentación de
tía XVIII, lo documentó en las escenas del patio de columnas del ofrendas a las divinidades.
templo de Atón en Karnak. Otro caso muy significativo está en los Segundo día y siguientes: visitas del rey a los santuarios erigidos
muros interiores de la sala hipóstila de Karnak, en donde se repre para los dioses participantes en la ceremonia en la «Sala de los Gran
senta a Ramesses II, ya en la dinastía XIX, en uno de los muchos que des». Actos que quieren simbolizar la lealtad de grandes personajes
celebró durante su reinado. de la vida política del país.
Muy posteriores son los testimonios que sobre esta celebra Consagración del campo: durante los días centrales del ritual, se
ción dejó el rey Osorkon II de la dinastía XXII en el templo de la produce el acto más importante. En él, el rey recorre el patio central
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del recinto en una carrera con tintes de danza para simbolizar los ín la verdad y la justicia, conceptos todos ellos contenidos en la apli
timos nexos que unen a la monarquía con cada rincón del Estado, cación del supremo y divino ser de la Maat (maat) frente al desor
con las divinidades del país y legitimando de esta forma su perma den o caos, Isifet (isft). De ello es prueba palpable el que en la tra
nencia en el trono como garante del orden social. dición posterior de algunos reyes considerados de manera negativa,
Rituales de clausura: traslado del rey en litera portada por los se les acuse de no haber mantenido la Maat. En este punto, la mo
«Grandes del Alto y del Bajo Egipto» hacia la capilla de Horus, narquía desempeñaría un papel muy importante como garante del
donde recibe el cetro ivas, el cayado y el mayal, simbolizando la en equilibrio, al cual contribuyen también la humanidad, los dioses y,
trega de la prosperidad que le acompañará durante el resto de su en cierta medida, los muertos. El rey mantiene el caos fuera del Do
reinado. El poder del rey es proclamado hacia todas las fronteras, ble País, teniendo a raya a los enemigos tradicionales (los Nueve Ar
entronizado cuatro veces y, simbolizando su universal poder, lan cos) y contribuyendo a propiciar a los dioses con sus construcciones
zándose una flecha a cada uno de los cuatro puntos cardinales. El (no hay que olvidar que una de las principales metas de cualquier
festival se cierra con el regreso a la «Sala de los Grandes», donde monarca al llegar al trono es la localización y explotación de cante
se rinde homenaje a los antepasados reales, representados a tra ras con fines edificios, pues fundar o ampliar templos y lugares de
vés de deidades que no han participado en la celebración hasta ese culto era una función primordial); en suma venerando a los dioses y
momento. dando poder económico a sus templos.
A este acto solemne asisten los príncipes reales, produciéndose El concepto de Maat puede ser tratado desde diversos puntos
así una continuidad entre los antecesores en el trono sagrado, el mo de vista bajo la concepción egipcia. En primer lugar era una diosa,
pero también un concepto, esencia misma de la diosa. Maat tenía un
narca presente y el futuro encarnado en los sucesores del actual rey.
sentido muy amplio: verdad, justicia, orden y equilibrio, una noción
Por tanto, la unión entre el monarca y su tierra no solo es presente,
simbólica de perfección político-social. Sin embargo, la aplicación
sino también pasada y lo será futura, subrayando el carácter eterno
de este concepto, adjetivando a la actuación del monarca, se revestía
de la institución monárquica, tan atemporal como el mismo carác
de una trascendencia enorme. Era asignado a la monarquía como va
ter sagrado de su función. La «Cámara de los Antepasados», situada
ledora y garante de su cumplimiento; asimismo garantizaba su per
en un recinto del templo de Amón en Karnak, subraya este carácter
petuación en el país como el principio establecido desde el mismo
antes descrito, puesto que en ella se rinde culto a las estatuas de los
momento de creación del Universo que, al mismo tiempo, permitía
reyes del pasado que favorecieron, o estuvieron relacionados, con el por sí mismo la mera existencia del cosmos en un equilibrio perfecto
templo en el pasado. de orden y armonía.
Estas representaciones estaban asimismo vinculadas al culto fu Maat era eterna e inmutable y siempre acompañada de un carác
nerario de los faraones difuntos, a los que se divinizaba tras su óbito. ter positivo y benefactor. Puede ser entendida como una fuerza cós
Ahí se fundamentaba su carácter sagrado, el sustento del sistema mica que proporciona armonía a toda la Creación y que garantiza
para el adoctrinamiento de la gran masa de población que estaba su una estabilidad imperecedera, segura y bienhechora tanto a todos
peditada a la clase dirigente. Los templos funerarios o «castillos de los seres vivos que forman parte de la Creación, como al mismo cos
millones de años» realizaban una labor que estaba más allá de la pu mos en el que se enmarca. Esta percepción del Universo como algo
ramente cultural, dado que eran escenario de actuaciones políticas, estático y saludable proporciona a la visión egipcia del mundo una
y lo fueron tanto para el faraón reinante como para otros posteriores concepción muy positiva, casi optimista, en tanto en cuanto el es
a aquel para el cual había sido edificado el recinto. tado de Maat es la situación natural del cosmos, desde tiempos pri
migenios, y a él tiende siempre a retornar cuando por determinadas
razones se ve alterado.
El faraón como garante de Maat en la Tierra Al mismo tiempo, Maat es un principio esencial, presente en
la misma creación del Universo, como se aprecia de manera clara
Uno de los cometidos fundamentales desempeñado por la mo en la identificación que de ella se hace con la hija de Atum, Tefnut,
narquía, y por necesidad obligatorio, es el mantenimiento del orden, dentro de la cosmogonía heliopolitana:
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«Tefnut es mi hija en vida; Será el hijo de una mujer de Ta-Sety [parte sur del Alto Egipto]
ella estará con su hermano Shu. y primogénito de la casa real de Nekhen.
Ankh es su nombre [de Shu]; Él recibyrá [sic] la Corona blanca,
Maat es su nombre [de Tefnut]. [...] él portará la Corona roja;
Besa a tu hija Maat, él unirá a las Dos Poderosas [las dos coronas]
situándola cerca de tu nariz. él satisfará a los Dos Señores [Horus y Seth] con lo que deseen [...]
Tu corazón vivirá, La gente de este tiempo se regocijará
pues ella no está muy lejos de ti. pues este hijo de un hombre establecerá su nombre
Maat es tu hija. para siempre en la eternidad.
Con tu hijo Shu cuyo nombre es Ankh. Pero aquellos que cayeron en el mal,
Tú comerás de tu hija Maat». aquellos que elevaron el grito de la rebelión,
«Textos de los Sarcófagos», conjuro 80 (véase Barguet, 1986). ellos han acallado sus voces por temor a él.
Los asiáticos caerán ante su espada,
Tefnut es la diosa de la humedad y Shu el dios aire. El hecho de los libyos [sic] caerán ante su fuego. [...]
que Atum bese a Maat colocándola cerca de su nariz implica que el Entonces la Maat volverá a su trono,
e Isifet [el caos] será expulsado.
mismo dios se beneficia del aliento de vida (aire) procedente de la Gozoso estará aquel que vea [todo esto]
diosa, cuestión aún más reforzada en el hecho de que Atum come aquel que sirva al rey».
de ella, lo cual viene a expresar que es el mismo dios quien debe su
(Véanse Goedicke, 1977, y Lichtheim, 1974, pp. 139 y ss.)
mera existencia a Maat. Es esta el principio mediante el cual incluso
la vida de los dioses es renovada y sin el cual ni siquiera el demiurgo Hay una clara asociación entre un gobierno justo y próspero para
habría llegado a la existencia. el país con «la vuelta al trono» de Maat. La monarquía en la tierra
El poder de Maat se remonta, por tanto, al mismo origen de la queda asociada claramente con el reinado del orden, del equilibrio
Creación y no solo afecta al equilibrio y orden de todo el Universo, cósmico y de la justicia, en definitiva, con el gobierno personificado
sino también a todo aquel que lo habita. Así, tanto el hombre como por la diosa. Y, por lo tanto, con la guerra contra cualquier enemigo
sus actos están sometidos a la voluntad de Maat, y el responsable de posible, que el propio rey debe dirigir en persona.
que su influencia gobernase los designios de su pueblo era el faraón. La existencia del rey como garante de la Maat en la tierra hizo,
El rey ostenta a veces el título de ntjr nfr; «buen dios», donde el ca por lo que parece, innecesaria la existencia de un código de leyes
lificativo de n efer (bondad, belleza y perfección) debe ser interpre (posible explicación dado que no se conoce ninguno) hasta época
tado como la herramienta mediante la cual el equilibrio cósmico y helenística. El mismo monarca era la personificación del equilibrio
la bondad eterna de Maat se materializaban en la tierra. El pensa cósmico, y por ello de la misma justicia. Por tanto, su figura era la
miento filosófico de los egipcios es profundamente complejo y su fuente misma de la que emanaba toda la sabiduría necesaria, y por
sincretismo religioso lo hace aún más complicado. ende la Ley, para mantener el orden en el reino. La propia existen
Como se ha mencionado antes, el estado contrario a la Maat cia de un código legal podría haber sido interpretada incluso como
es Isifet, el caos, y es el monarca el encargado de mantener este irreverente, como un intento de sustitución del impulso vital y de la
desorden y desequilibrio fuera de los límites de su reino, tal y como personificación de la justicia que supone la figura del rey. Idea que
se aprecia en la «Profecía de Neferty». En dicho texto, en reali ha sido mantenida por algunos investigadores.
dad una falsa profecía, el sacerdote-lector N eferty anuncia al faraón
Snefru que en un lejano futuro sobrevendrá una época de caos, tras
la cual llegará un salvador. Así se justificaba la subida al trono de La realeza femenina y algunas reinas singulares
Amenemhat I, personaje que no era de sangre real:
La figura representativa del poder del faraón estaba estereoti
«Pero entonces llegará un rey desde el sur. pada en la clásica posición mayestática, tanto machacando con su
Su nombre será Ameny, justificado [Amenemhat I]. maza la cabeza de un enemigo, como en algún acto ritual relacio
80 Jesús J. {Jrruela Quesada y Juan Cortés Martín 81
La monarquía, cabeza del sistema
nándose con los dioses. En efecto, tanto la seguridad del país como gunos investigadores le otorgan el papel de gobernante de facto o,
la celebración de los rituales diarios y las más altas labores adminis como mínimo, corregente, teoría reforzada por el prestigio de que
trativas eran llevadas a cabo por el rey. Quizás sea por esta razón por gozó y por el hecho de que cada una de sus tumbas estaba rodeada
la que se asocia a la idea de la sucesión al trono al hijo primogénito por enterramientos de destacados sirvientes y personajes cercanos
y no a las hijas (salvo en los casos de no existir hijo varón), pues to relacionados con la corte.
das estas funciones, en especial la militar, recaían directamente so El caso de Nitocris es del todo opuesto al de Mery-Neith. Mien
bre el aspecto masculino de la monarquía egipcia. Sin embargo, no tras que sobre el reinado de esta última hay evidencia arqueológica
se conoce ningún documento que niegue que las hijas reales no pue pero ninguna testimonial, en el de Nitocris sucede todo lo contrario.
dan heredar el trono de Horus. De hecho, Manetón menciona a una Tanto Manetón como Heródoto la reconocen como reina y la tradi
reina llamada Binothris, en la dinastía II, a partir de la cual, al de ción egipcia la sitúa como la primera mujer gobernante del valle del
cir de los epitomistas manetonianos, quedaba establecida la posibi Nilo. Más aún, el nombre de la reina aparece en el Papiro Real de
lidad de que las mujeres pudieran heredar de la corona. Es muy po Turín, en donde se le asigna un reinado de dos años, un mes y un
sible que Manetón o sus copistas confundiesen nombres y fechas, día, tras el largo reinado de Pepy II y su sucesor Meren-ra II, todo
pero hay que recordar que en su tiempo los archivos de la realeza re ello a finales de la dinastía VI. Se la describe como «la más valiente
cogían información de más de dos mil quinientos años y dichas con que todos los hombres de su época, la más bella entre todas las mu
fusiones también es posible que procedieran de los mismos archivos jeres, de piel suave con las mejillas sonrosadas». No obstante, el his
utilizados, que, como es notorio, recogían tradiciones diferentes en toriador confunde a M enkaurra-N itocris con la propia reina Nito
función de intereses locales. cris, asignándole la pirámide del rey Menkaurra de la dinastía IV y
Se conoce el nombre de tres reinas que ejercieron desde su toma situando en esta pirámide su lugar de enterramiento. Una confusión
de posesión del trono un dominio solitario de facto, aunque breve, tremenda pero explicable dada la distancia temporal existente entre
sobre el país (Nitocris, Sobeknefreru y Tausret). Otras tres parecen el historiador y los hechos.
haber regido los destinos del Estado en su calidad de reinas regentes Por su parte, Heródoto escribe sobre Nitocris:
o corregentes (Mery-Neith, Hatshepsut y Nefertiti). En cualquier
caso, solo se disponen de pruebas arqueológicas muy limitadas de la «Después de Menes [...] los sacerdotes enumeraron los nombres
mayoría de ellas, con la excepción de Hatshepsut. escritos en un papiro, trescientos treinta reyes. En el curso de tantas
generaciones humanas había dieciocho reyes etíopes y una mujer na
Aunque Mery-Neith no figura en ninguna lista de reyes, su nom tiva; el resto eran todos hombres egipcios. [...] El nombre de la reina
bre salió a luz en una estela descubierta por Flinders Petrie en 1900 era el mismo que el de la princesa babilonia Nitocris».
en el cementerio real de Abydos. Su nombre fue aceptado como el (Heródoto, Historias, op. dt., II, 100.)
del tercer rey de la dinastía I, si bien carecía del nombre de Horus
(siempre presente entre los cinco nombres de un faraón). Más Heródoto considera que cada rey se correspondía con una gene
tarde, cuando se hizo evidente que el nombre correspondía a una ración, lo que, es indudable, le restaba varios milenios a la cultura
mujer, se la «recalificó» como una poderosa reina consorte. Más egipcia. Sitúa a Nitocris a finales de la dinastía VI, lo que es correcto,
tarde se descubrió otra tumba en Sakkarah que le fue atribuida (la y la convierte en protagonista de una historia de muerte y venganza
idea de que los reyes y reinas pudieran hacerse construir dos monu por el asesinato de su marido y hermano a manos de unos cortesa
mentos funerarios ha sido contestada en los últimos años de la in nos. Proyecta y ejecuta una terrible acción vengativa que acaba aho
vestigación). Es posible que la tumba de Sakkarah fuera de algún gándolos tras invitarles a un banquete. Temiendo las represalias pro
alto funcionario, pero es mucho más probable que perteneciera a la vocadas por su terrible acto, se acaba arrojando también a las aguas.
misma reina, dado que en ella figura a bordo de una barca solar, en Tradición que se convirtió en una leyenda en época helenística.
compañía del dios sol Ra, privilegio reservado en general a los re La siguiente reina que parece interesante destacar se ubica en
yes. El hecho de haber disfrutado de dos lugares de enterramiento los oscuros finales de la dinastía XII. En ese momento, tras un pe
(con la problemática ya indicada) también podría expresar el cam ríodo de esplendor en las artes y las letras, la política centralista se
bio de situación social de Meryt-Neith. Es por ello por lo que al desdibujará en una época de general desconocimiento, en la que, sin
82 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín 83
La monarquía, cabeza del sistema
embargo, la luz de la historia empieza a apuntar con reiterada in trario. Precisamente esta necesidad de justificación de su gobierno
sistencia. Se trata de Sobeknefreru, «La Belleza de Sobek», quien ac marcará la práctica totalidad del reinado de Hatshepsut.
cedería al trono tras la muerte prematura de Amenemhat IV, alrede Como esposa del nuevo rey, Hatshepsut añade a sus títulos de
dor de 1789 a. C., primero como regente y más tarde como reina de «esposa del dios», referido a Amón, e «hija real», el de «gran esposa
pleno derecho. Sobek es el dios cocodrilo de la región de El-Fayum. real», al subir al trono su medio hermano y esposo Tutmosis II. Sus
Se ha sugerido que dos pirámides situadas en Mazghuna, a cinco ki representaciones estatuarias de esta época son más bien modestas e
lómetros al sur de Meidum, podrían pertenecer a ella y a su antece incluso comenzó a construirse una tumba discreta como reina con
sor Amenemhat IV. La suposición está basada en el hecho de que sorte en una zona apartada al sur de Deir el-Bahari. De la pareja real
estas dos pirámides son más complicadas, arquitectónicamente ha nació solo una hija, Neferu-ra, y no dos como se ha sostenido con
blando, que la de Hawara, atribuida a Amenemhat III, lo que parece frecuencia. Al morir Tutmosis II en edad temprana, se tuvo que acu
una posibilidad real. Se conocen dos estatuas de la reina. dir al hijo que había concebido de su concubina, y es posible que
El Papiro Real de Turín le asigna un reinado de tres años, diez desposara a la hija de Hatshepsut. La hija de la pareja real murió an
meses y veinticuatro días. Manetón dice que Sobeknefreru era her tes de la mayoría de edad de Tutmosis III, por lo que este tomó otra
mana de Amenemhat III, lo cual viene corroborado por una ins esposa, y luego cuatro más.
cripción hallada en un bloque de piedra de la pirámide de Hawara, Parece ser que la autoridad de Hatshepsut no fue discutida en
donde se hace mención explícita de este hecho. Las razones para el ningún momento. En muchas de las construcciones en las que figura
acceso de Sobeknefreru al trono parecen estar ligadas a la no exis el nombre de Tutmosis II se observa, debajo, el nombre borrado de
tencia de ningún heredero masculino y el deseo de perpetuar en el Hatshepsut, lo que hace pensar que fue ella la verdadera inspiradora
trono el linaje de la familia, ya de por sí una de las más duraderas o, por lo menos, copartícipe. No se conoce tumba ni templo funera
de la historia de Egipto. Su reinado nunca fue cuestionado ni por rio de este monarca y de su temprana muerte no se indica la causa en
sus contemporáneos ni por sus sucesores, siendo representada en testimonio alguno. La momia que se le atribuye presenta una edad
las estatuas encontradas en Tell el-Daba con los atavíos propios de de unos treinta años, pero con toda seguridad no le pertenece, como
una mujer, sin la más mínima intención de figurar como un gober ya se ha señalado en relación con las momias reales del período. En
nante masculino. Todos los indicios parecen indicar que Sobekne la tumba de Ineni, personaje importante durante el reinado de Tut
freru murió de muerte natural cuando estaba ejerciendo, como una mosis I, figura una frase de un valor inapreciable que sirve de aclara
auténtica soberana, el gobierno del país del Nilo. ción y colofón al tema de la autoridad de Hatshepsut:
El caso de Hatshepsut es el más conocido y está mucho mejor do
cumentado. Era la hija del faraón Tutmosis I y de la reina Ahmose. «... él [Tutmosis II] partió para el cielo y se unió a los dioses. Su
Su padre no era de sangre real, y se ha especulado que había sido ele hijo [Tutmosis III] ocupó su puesto como rey del Doble País y reinó
gido por el rey Amenhotep I como heredero, ante la falta de uno va sobre el trono de aquel que le había engendrado. Su hermana [de
rón, debido a sus grandes cualidades militares. Sin embargo, los hijos Tutmosis II] la «esposa del dios», Hatshepsut, dirigía los asuntos del
varones de Tutmosis y Ahmose murieron de manera prematura, por país según su voluntad. Las Dos Tierras estaban bajo su gobierno. Se
aceptaba su autoridad, el valle estaba sumiso...».
lo que asciende al trono el hijo habido por Tutmosis I con una con
cubina llamada M utnofret. Al igual que en otras ocasiones de la his (Véase Sethe, 1932-1961 (en adelante Urk.), IV, 59, 13-17; Breas
ted, 1988, y Dziobek, 1992.)
toria egipcia, al hijo que no es de la mujer principal se le desposa con
una princesa hija de la «gran esposa real»; una forma de entender la Tras la muerte del marido y hermano de Hatshepsut, el hijo de
filiación real por la madre, posible recuerdo de la institución matrili- la concubina Isis, Tutmosis III, sube al trono, siendo aún un niño
neal. Pero Hatshepsut no se conformará con ser «gran esposa real» y de corta edad, por lo que su tía, la «gran esposa real», actuará como
como hija predilecta de Tutmosis I pretenderá hacer valer su derecho reina regente. El reconocimiento del pequeño como monarca es in
al trono fingiendo una corregencia con su padre, en contra del hecho discutido, y los documentos se fechan por su subida al trono, y la
de que tras los primeros años posteriores a la muerte de su padre si reina actúa durante su primer año de reinado de una forma discreta,
guiera ostentando títulos menores, lo que parece indicar todo lo con reflejada en sus títulos de «esposa del dios» y «gran esposa real» sin
84 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín La monarquía, cabeza del sistema 85
más añadidos. Sin embargo, desde finales del segundo año los da Por lo que respecta a otra reina de indiscutible fama, su caso es di
tos apuntan a un acaparamiento mayor del poder real por parte ferente, aunque no menos llamativo: los orígenes de Nefertiti han sido
de Hatshepsut, y hacia el séptimo año ella misma se denomina co objeto de serias discusiones científicas, si bien es probable que fuera
rregente, adoptando el protocolo real: Horus Weser-kau Maatka-ra hija de Tuya y Yuya. Algunos historiadores han sugerido, con base en
Hatshepsut. A partir de ese momento en las representaciones apa una lectura imaginativa de su nombre, que fuera de origen extran
rece como un auténtico faraón, incluyendo la barba real de varón. jero, aunque hoy día dicha hipótesis está descartada. La traducción de
También de este momento parecen datar los inicios de la construc su nombre, «La bella ha venido», es una referencia a la diosa Hathor,
ción de su templo de Deir el-Bahari, así como de su nueva tumba, protectora de la realeza femenina, como pareja de Horus, por lo que el
algo más acorde con su condición real que la que se había iniciado nombre de Nefertiti es indudablemente un nombre de coronación. El
años antes como princesa. motivo de incluirla en esta lista de reinas destacadas, cuando no es po
Mucho se ha especulado sobre la relación entre Hatshepsut y sible afirmar que ejerciera en solitario el gobierno del país, es la asun
Tutmosis III y cómo este último permitió durante tanto tiempo que ción y ejecución por su parte de funciones típicamente hasta ahora
su tía y madrastra ocupara también el trono sobre el cual él tenía le desempeñadas por el faraón, lo que se produjo durante el reinado de
gítimo derecho. No es caso de entrar aquí en tan amplia discusión, su esposo Amenhotep IV, más conocido como Akhenaton.
aunque sí interesa destacar la constante propaganda de la reina para Durante los primeros años de reinado del sucesor del gran
justificar su posición preeminente. Entre todos estos testimonios des Amenhotep III, nada hacía vaticinar un cambio drástico en la forma
tacan los relieves del templo de Deir el-Bahari, conocidos como los de gobernar el valle del Nilo. La reina era representada como mero
del «Nacimiento divino». Las escenas comienzan con una represen testigo de los rituales y acciones del rey, el cual seguía cargando con
tación de Amón-Ra y una versión non-nata de Hatshepsut. A conti todo el peso de la representación. Sin embargo, conforme el reinado
nuación, los dioses toman la decisión de que la madre de Hatshepsut, y su «reforma» fue consolidándose, Nefertiti pasa a tener un papel
la reina Ahmose, sería la perfecta portadora del heredero al trono, a mucho más destacado, ya que no solo llega a ser representada con la
saber, la misma Hatshepsut. Entonces, Amón-Ra, bajo la forma de corona azul y desempeñando funciones hasta ese momento protago
Tutmosis I, baja a la tierra y se introduce en la habitación de la reina nizadas por el rey, sino que incluso llega a ser contemplada como fi
Ahmose, la despierta y, utilizando su aliento divino, la fecunda. An gura central en el acto ritual de masacrar a los enemigos de Egipto,
tes de abandonar la estancia, Amón-Ra revela su verdadera identi algo totalmente inusual fuera de la figura del rey. Por desgracia, la
dad a la reina, a la cual le anuncia que dará luz a una hija que gober escasez de información no permite saber a día de hoy si la reina es
nará el país. A continuación, Amón-Ra dirige sus pasos hacia el dios taba en realidad realizando labores de corregencia. Si Nefertiti llegó
Khnum para que moldee un cuerpo para Hatshepsut. Seguidamente, a ser poderosa en verdad gracias a su fuerte personalidad, llegando
Ahmose es conducida por la diosa Heket y el dios alfarero Khnum a oscurecer la figura de su esposo, o gracias a una nueva interpreta
a la habitación de los alumbramientos, donde otros dioses asisten al ción de sus funciones debido a los principios de la religión atoniana,
nacimiento, incluyendo a Meskhent, diosa comadrona. Tras el naci no se puede afirmar de manera categórica. De hecho, el final de la
miento, la diosa Hathor amamanta a la recién nacida, mientras que la reina es más bien confuso.
diosa Sefkhet anota el importante acontecimiento. La última imagen conocida de Nefertiti la representa llorando
Hatshepsut desaparece de los documentos en el año veintidós de sobre el cadáver de su hija de trece años, M eketaten. Luego, silen
su reinado conjunto con Tutmosis III. No hay ningún indicio que in cio en las fuentes. Su momia no ha sido identificada con seguridad
cline a pensar en alguna conspiración o abandono prematuro de sus y las teorías sobre su destino varían desde la caída en desgracia ante
funciones. Más bien todo lo contrario, pues, en general, es admitido el faraón, hasta la retirada de la vida activa en la corte, en un estado
que la reina murió de muerte natural a una edad entre los cincuenta de semi-reclusión. Algunos autores sostienen que cambió su nom
y dos y setenta y dos años. La damnatio m em oriae de la que fue ob bre por el de Smenkha-ra, que caso de ser cierto significaría un he
jeto en años posteriores, tal vez por el propio Tutmosis III, pero más cho análogo al de Hatshepsut, actuando así como corregente y/o su-
probablemente en la época de Ramesses II, sigue causando gran cesora del rey su marido; todas estas hipótesis, aunque sugerentes,
controversia hoy en día. no han podido ser demostradas.
86 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
Las situaciones conocidas presentan datos muy diferentes, en al dicte el texto correspondiente. Fuera un alto dignatario o el hijo de
gunos casos contradictorios, lo que significa, es evidente, ausencia un rey, ser representados como escribas debía considerarse un ho
de información. Por lo que respecta al Reino Antiguo, se detecta una nor durante el Reino Antiguo e incluso después.
evolución en el desempeño de cargos por parte de los familiares rea
les: mientras que en la dinastía IV los hijos del rey están en los pues
tos más importantes, en las dinastías V y VI esta situación cambia El faraón y la Casa R eal
de forma drástica. Lo que no quiere decir que una gran parte de los
cargos conocidos y demostrados que no eran familia directa del fa El rey, por definición, es el propietario de la tierra, lo que servirá
raón reinante no fueran descendientes de otros reyes anteriores, hi como punto de partida para intentar abordar cualquier análisis de
jos, nietos o biznietos de otros hijos o hijas, incluso de concubinas de las instituciones económicas. Su nombre deriva de la palabra egip
dichos reyes; todo este bloque de familiares secundarios formaron cia per-aa, -pr-aa-, «Gran Casa o Casa Alta», alusión al palacio en
una élite especial dentro de la élite del poder, a los que había que su donde residía, que en griego se pronunciará far-aa} lo que por evo
mar los grandes cargos locales, como «gobernadores de dominios», lución se convirtió en el nombre con que se le conoce en las lenguas
«nomarcas» o «príncipes de nomo» del Bajo Egipto. occidentales.
Por lo que se sabe, estos cargos, en esta época, vivían en Men- Como «rey de la teocracia hidráulica» es un déspota de estilo
fis, en donde se han encontrado sus mastabas, aunque los territorios oriental; de él emana la ley y en su nombre se imparte la justicia, todo
que controlaban estaban más al norte; es obvio pensar, y el cono ello al menos en teoría. En realidad se puede decir que el rey es el Es
cimiento de sus nombre así parece demostrarlo, que estaban em tado por su propio derecho. A pesar de ello, la perspectiva con que
parentados con familiares reales y que desempeñaban, además, los la realeza se veía a sí misma se vio modificada con el tiempo y cier
puestos de primeros profetas de los templos más importantes. Este tas de estas concepciones han quedado plasmadas en la literatura,
«grupo de poder» llegó a especializarse durante generaciones en de como es el caso de las «Enseñanzas para Merika-ra», o del «Cuento
terminados cometidos que se convirtieron en algunos casos en car del campesino elocuente», o la propia «Historia de Sinuhé CSene-
gos hereditarios. Sus descendientes ya no pueden ser considerados h et)», en donde la magnanimidad de Senusert I adquiere ciertos tin
familiares reales, pero sus orígenes estaban vinculados con alguna tes humanos con intención propagandística. La situación real pudo
dinastía anterior. La información conocida para esta evolución de ser diferente y depender de la estabilidad de una determinada casa
los cargos y competencias de la familia real puede extrapolarse a reinante, y es importante comprender que sufrió vaivenes políticos y
otros momentos de la historia de Egipto, pero la diversidad de los luchas por el poder que en algún momento marcaron de manera ne
grupos de poder hace más complejo el problema por ser más exten gativa el prestigio de las instituciones. Pero el funcionamiento a ni
sos y ramificados los grupos familiares descendientes. vel administrativo y el férreo control de la población no se vio afec
tado y el sistema sobrevivió casi tres milenios, con un prestigio tal
que los reyes macedonios, los Ptolomeos, encontraron sumamente
La Administración central del Estado útil reencarnar la idea faraónica del poder.
Como personaje que asume y representa el Estado, el rey es de
La cúpula del poder del Estado estaba formada por altos digna quien emana la ley, hecho que se manifiesta a través de los llamados
tarios, personajes con un largo currículum de cargos en la Adminis Decretos Reales. Por otra parte, el rey tenía asignado un conjunto
tración que habían hecho su «carrera» en las escuelas de escribas. de funciones que poseían tanto un significado práctico como simbó
Ser escriba era, por lo tanto, la condición fundamental de todos los lico, en la medida que asumía el control o la representación del Es
que formaban parte de la élite del poder. De hecho, el orgullo de tado. Durante el Reino Antiguo la capital era Menfis, y allí se encon
ser escriba se plasmaba de tal manera en todas las manifestaciones traba el palacio real así como la sede del gobierno del Estado, por
de la cultura que ciertas tumbas de personajes que habían llegado a lo común denominada «la Residencia», -xnw-. El uso de este tér
desempeñar altos cargos se hacían representar en su estatua funera mino también se extendía a los centros de administración locales y,
ria como simples escribas, sentados al estilo sastre, esperando se les en todo caso, a las residencias de las administraciones provinciales,
92 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín is/ Estado, las instituciones y la economía 93
sobre todo del Alto Egipto. Pero también en Menfis y en otras pro ción honorífica o de proximidad al soberano, como es el caso de tí
vincias, -spawt- (con frecuencia se denominan «nomos», término de tulo «amigo único», -smr w a ty-, del que se ha dicho que se concedía
época helenística), se situaban «dominios reales», conocidos como a compañeros de la infancia del rey, aunque esta condición no pudo
-pr-nsivt-. Se trata de fincas en explotación cuyos productos iban ser única dada la proliferación del título. Todos los cargos de cierto
destinados a la Casa Real; otras explotaciones eran los «dominios nivel solían llevar este título con anterioridad, lo que hace pensar en
funerarios», -Hut ka-, que alimentaban tanto al personal de las fun una forma de definir un círculo próximo al rey.
daciones funerarias como al -ka- del rey. Y esto ocurría tanto en el Las fincas y posesiones reales, así como los talleres de las diver
caso de los reyes difuntos como de otros familiares reales o persona sas manufacturas, mantenían al personal de las instituciones civi
jes privilegiados. les, religiosas y funerarias con las recaudaciones en especie, tanto
En el Reino Nuevo, los «castillos de millones de años», o templos provinciales como nacionales. Los intercambios entre institucio
funerarios, funcionaban también como palacios reales o residencias nes eran constantes. Durante la dinastía VI se documenta en los
de la familia en sus desplazamientos, y también como residencias ha Papiros de Abusir el intercambio de bienes entre diferentes tem
bituales fijas. Prueba de ello es la existencia en dichos edificios de plos funerarios de diversos reyes de la dinastía V. Dichos inter
la llamada «ventana de las apariciones», pórtico en donde el rey se cambios eran imprescindibles debido a la especialización de los
mostraba a su corte. En otras capitales y a lo largo de los siglos exis terrenos agropecuarios adscritos a las fundaciones funerarias, a
tieron también palacios reales con fines específicos propios, pero el menudo de monocultivos. El número de los trabajadores de domi
caso más significativo fue el palacio que se construyó en El-Amarna nios, fundaciones y tierras ligadas a la Administración y a los car
para Amenofis IV Akhenaton, que, aunque destruido por completo, gos provinciales era en la práctica la totalidad de la población. En
ha sido reconstruido de manera virtual gracias a la disposición de los época de Ramesses III y según el Papiro Harris, en las dependen
cimientos. cias reales trabajaban 60.000 personas solo en Tebas y cerca de
El rey estaba asistido por un «Consejo de los Diez», nombre que 87.000 en todo Egipto. Esto ocurría en plena dinastía XIX, entre
se deduce de los cargos de algunos personajes de la corte, que porta los años 1194 y 1160 a. C. aproximadamente. El número de campe
ban títulos como «intendente de los Diez de Palacio» o «grande de sinos por completo autónomos era escaso, aunque aumentó desde
los Diez del Gran Hut» (-Hwt-), llamado también «consejo de Ho- el Reino Nuevo en adelante.
rus», en alusión al rey, siempre un nuevo Horus. Es posible que el Además de los dominios funerarios, los reyes poseían a título
consejo tuviera atribuciones internas sobre el funcionamiento de la personal, como propiedades asociadas al cargo, otros dominios
propia Administración y la vigilancia de los mismos funcionarios. territoriales que consistían sobre todo en fincas agropecuarias,
En el palacio real había cometidos y funciones muy diversos con car -pr-nsw-, que eran dirigidas por funcionarios de alto nivel, caso del
gos como el «mayordomo de palacio», -hry-pr-n-pr-nsw-, conocido famoso M etjen de la época de Snefru. Estos dominios siguieron
desde la dinastía IV, o el «amigo de palacio», -smr-pr-aa-, junto con existiendo durante el Reino Nuevo, y su control y sus funcionarios
otros cargos de no menor importancia en el centro de poder, como no estaban sometidos al visir. Tenían un personal que dependía de
el «director de palacio», -jmy-r-pr-aa-, que tenía un adjunto o subdi manera directa del rey, como es el caso del «director de dominio»,
rector, jm y-h t; junto con el nombre de instituciones o secciones del -jmy-r pr-nstv-, o del «inspector del dominio», -shdj-, del que depen
palacio, como es el caso del harén real, -jpt-nsiv- o de ciertos talleres día un funcionario con el cargo de -jmy-ht-, algo parecido a un sub
específicos adscritos al mismo. director. Dichos cargos controlaban la producción, los talleres y
Tanto en el palacio, literalmente «casa del rey», -pr-nstv-, como en ciertas construcciones destinadas a cometidos propios de la realeza,
la residencia, en donde se situaba la Administración central del Es aunque se ignora si dichas competencias tenían relación con el «d i
tado, tenían su cometido otros muchos altos dignatarios, que tam rector de todos los directores de los trabajos del rey», título adscrito
bién estaban vinculados a la oficina del visir, aunque su cargos y al visir en época del Reino Antiguo, aunque con posterioridad lo lle
competencias variaron con los siglos. Algunos personajes próximos vaba otro personaje subordinado al primero. La persistencia de es
al rey portaban títulos que hacían referencia a cometidos o funcio tas posesiones reales hasta la Epoca Baja prueba una vez más la esta
nes determinadas, pero otros títulos parecían tener una especificá bilidad de la monarquía y su sistema de explotación.
94 Jesús ]. Urruela Quesada y ]uan Cortés Martín El Estado, las instituciones y la economía 95
los Nobles.
La administración del Tesoro implicaba una multitud de cargos,
aunque aquí es imposible entrar en el detalle de todos ellos, mu
chos estaban jerarquizados con claridad, mientras que otros tenían
competencias que afectaban por partida doble tanto al palacio real
como a la residencia del gobierno. El «director de la Doble Casa de
2. P escad o r tejiendo una nasa, tum b a
de Ipuy, 1 2 9 5 -1 2 2 3 a. C.
Página anterior.
3. D am a de la nob leza, tum b a
de Tausret, ca. 1 5 5 0 - 1 5 0 4 a. C.
Izquierda.
4. E statua de un m iem b ro de la élite,
Ihy, ca. 2 2 0 0 -2 1 0 0 a. C.
Derecha.
ir \
M aq ueta de b arco con fines fu n erario s, R eino M edio, ca. 1 4 0 0 - 1 3 9 0 a. C.
la Plata», -jm y-r prw y-hdj-, y el «director de la Doble Casa del Oro»,
-jm y-r prw y-nbw -, son títulos que siempre fueron asociados al mismo
individuo, lo que se mantuvo desde el Reino Antiguo hasta finales
del Reino Medio e indica la importancia de unir estas dos compe
tencias a las que los egipcios debían dar una alta consideración. Lo
extraordinario del caso es que el primer cargo tenía su sede en la re
sidencia pero el segundo pertenecía a palacio, aunque estuvieran
vinculados, esto por lo que se refiere al Reino Antiguo.
Existió un «Departamento de las cosas excelentes», con su fun
cionario correspondiente, que llevaba el brillante título de «d i
rector de las cosas excelentes», -jm y-r htm t-, y que junto con sus
subordinados formaban con toda probabilidad una sección inde
pendiente. Esta «oficina ministerial» se conoce en especial durante
el Reino Medio, aunque se sospecha que ya se había formado a fina
les del Reino Antiguo. Todos estos funcionarios parece que depen
dían del «director de la Doble Casa de la Plata», por lo menos por
lo que respecta a los Reinos Antiguo y Medio, dado que el mismo
individuo ocupaba los dos cargos.
Todos estos cargos y sus funcionarios dependientes tenían sobre
todo competencias contables, pero a un nivel muy elevado, dado
que dicho trabajo afectaba a las extracciones mineras, tanto den
tro como fuera de Egipto, así como a los productos de trueque o de
fabricación de los artesanos ubicados en templos y palacios, y a las
adjudicaciones de joyas y otros elementos de prestigio a personajes
reales, dioses, tumbas y otras dependencias difíciles de clasificar, al
gunas conocidas, otras supuestas. En general, todos los cargos de
pendientes o relacionados con la «Casa del Tesoro», es decir, tanto
el «director de la Doble Casa de la Plata», -jmy -r prw y-hdj-; el «d i
rector de la Doble Casa del Oro», -jm y-r prw y-n h w -; como el «direc
tor de las cosas excelentes», -jm y-r htmt-, tenían competencias finan
cieras y contables en los temas de construcción de palacios, templos,
y fundaciones funerarias reales o de miembros de las familias reales,
que eran los grandes gastos del Estado. Sus atribuciones afectaban
también al control artesanal de las ciudades de trabajadores, como
la de las pirámides del Reino Antiguo en Guiza o la de Kahun, activa
durante el Reino Medio, en donde convivían trabajadores manua
les cualificados con sacerdotes funerarios y obreros diversos. La ciu
dad estaba divida en barrios separados por muros, lo que indica una
estratificación social en materia laboral difícil de observar en otros
conjuntos urbanos, dada la escasez de hallazgos.
No se conocen las construcciones dedicadas a estas competen
cias en las capitales como Menfis o Tebas, pero existen dos ejemplos
98 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
El Estado, las instituciones y la economía 99
que dan una aproximación al conocimiento de estas estructuras cen Otra institución de enorme importancia era «El Doble Gra
trales. Por una parte, se trata del edificio para el Tesoro que Tutmo- nero». Se documenta desde la dinastía IV del Reino Antiguo. Exis
sis I mandó construir al norte del templo de Amón en Karnak y, por tía un «director del Doble Granero», -jmy-r Snwty-, y se conocen
otra, de la oficina conocida como del Tesoro que Senusert I (Sesos- treinta y siete personajes que portaron este título durante dicho pe
tris I) mandó erigir en la fortaleza de Buhen, en la Baja Nubia. Por ríodo. Curiosamente de ellos veintidós eran visires, lo que indica
comparación de los escasos restos de estas dos edificaciones se tiene que las competencias siempre fueran del visir aunque otro subor
una idea aproximada de cómo debía de ser la estructura del edificio dinado llevara el título del cargo. Esta institución siguió existiendo
destinado a las oficinas centrales del Tesoro en las capitales sucesi durante toda la historia del Egipto faraónico, siempre supeditada al
vas. Como era habitual en Egipto en los grandes edificios, tenía dos visir. En el Reino Medio y también en el Nuevo, los funcionarios re
puertas, tal vez orientadas de forma opuesta a dos puntos cardina presentativos se ubicarán en las diferentes oficinas del visir, bajo la
les. Una superestructura de almacenes que solo se abrían al interior supervisión de numerosos «directores», -jmy-r-, en sus numerosos
y que estaban destinados a materiales muy diferentes. Es decir exis cometidos.
tía una distribución meticulosa de los materiales almacenados. Un conjunto de funcionarios de la Administración central ad
De un departamento relacionado con el anterior dependían los quirió con los siglos un notable desarrollo, los «Mensajeros reales,
-jaw- y los -najt-jrw-, que estaban encargados de medir la producción -w p w ty w nsiv-, conocidos desde el Reino Antiguo pero que toma
de grano de cereal de todo el país. Se les conoce por las represen ron gran relieve durante el Reino Medio y más todavía en el Reino
taciones pictográficas alegóricas de las tumbas del Reino Antiguo y Nuevo. Su cometido era comunicar y portar las órdenes reales tanto
también por alguna inscripción autobiográfica, siempre procedente dentro como fuera de Egipto. Siempre fueron personajes de la
de las tumbas, de algunos funcionarios encargados de la dirección máxima confianza real, y muchos de ellos alcanzaron cargos impor
de estos «inspectores». tantes, como «directores» de territorios, dominios o provincias. Con
Durante el Reino Medio y el Reino Nuevo surgen muchos car el tiempo el cargo alcanzó gran prestigio y se convirtió además en un
gos nuevos, todos ellos reflejo de la complejidad que adquiere la título honorífico que se otorgaba a ciertos personajes, tanto a visires
Administración faraónica, que se enfrenta al reto de gobernar nue como al mismo «virrey de Kush», literalmente «hijo real de Kush»,
vos territorios de los cuales pretende obtener el máximo beneficio. que no tenía que ser hijo de un rey pero que le representaba en el
Su estudio se nutre esencialmente de las fuentes que constituyen los reino de Kush, por lo menos hasta la pérdida del control de dicho te
textos de las capillas de las tumbas de los visires del Alto Egipto. rritorio, en la Alta Nubia, a finales de la dinastía XX.
Destacan sobre todas las de A menwosra, Rekhmi-ra, A m en em op et y
Hapu. En ellas puede apreciarse cómo casi toda actividad realizada
en su jurisdicción atañe a su control. Es el visir quien se encarga de La Administración provincial
los informes de sus administradores locales; convoca o anula reu
niones con los jueces, oficiales subordinados y sacerdotes; supervisa Egipto estaba dividido en provincias, y dichas provincias reci
impuestos y peticiones, y administra casos civiles en el «Gran Con bían en egipcio el nombre de espat, -spat- (en plural -spaw t-), aunque
sejo», en su calidad de juez supremo. Además se ocupa de la aper en época ptolemaica recibieron el nombre de nomo, término que se
tura y clausura del día laboral junto con el «canciller real», de la re utiliza de forma habitual. Su número varió con el tiempo, pero siem
cepción de embajadas y tributos foráneos, de la leva e inspección pre oscilaron en torno a veintidós para el Alto Egipto y dieciséis o
de tropas, de tareas relacionadas con la nueva delimitación de las diecisiete para el Bajo Egipto. Estas demarcaciones tenían unas in
tierras tras cada inundación del Nilo, de las corveas, de la inspec signias propias que representaban animales o plantas, y que en al
ción del censo del ganado, del estado de las fortificaciones de pa gunos casos se remontaban a la protohistoria. Eran frecuentes los
lacio, e, incluso, y como mero hecho anecdótico pero significativo cambios en las demarcaciones provinciales debido al importante fe
de la amplitud de sus funciones, recibe informes de la lluvia caída nómeno de la inundación, que al anegar totalmente las tierras bajas
en cualquier parte de Egipto (importante por ser un hecho poco eliminaba los mojones que indicaban las particiones de territorio.
frecuente). Este hecho debió de suponer constantes diatribas y peleas entre los
100 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin El Estado, las instituciones y la economía 101
jefes locales, gobernadores y otras instancias, por la debida preocu Egipto actuaran a «maneras de reyes», arrojándose un poder abso
pación sobre el territorio y su producción agrícola, sobre la que se luto en sus demarcaciones, como prueba la inscripción de Ankhtifi,
impondrían los impuestos en especie. en Mo’alla, en el sur de Egipto. Pero siempre respetando el teórico
Un nomarca de época de Senusert II alaba la labor como sobe poder del rey, que en este caso residía a muchos kilómetros de dis
rano justo de Amenemhat I, al que denomina «apaciguador de las tancia, en Heracleópolis, localidad al sur de Menfis.
querellas». He aquí un fragmento de la inscripción del citado no- En cierto fragmento del texto á e Ankhtifi puede apreciarse su in
marca, de nombre K hn u m hotep II: tención de ser considerado como «representante» del poder central:
«El soberano estableció la frontera meridional y perpetuó el «El Noble Hereditario, Príncipe, Canciller del Rey del Bajo
norte como el cielo. Dividió el Gran Río longitudinalmente, asig Egipto, Compañero Unico, Sacerdote Lector, Jefe del Ejército, Jefe
nando la mitad oriental al Horizonte de Horus hasta el desierto de los Interpretes, Superior de los Países Extranjeros, Gran Jefe de
oriental, cuando su Majestad vino a eliminar la iniquidad brillando los nomos de Edfú y de Hieracómpolis, Ankhtifi, dice:
como el mismo Atum, y a restaurar lo que estaba ruinoso, y a resti “Horus [el rey] me llevó al nomo de Edfú, por causa de vida
tuir lo que una ciudad había tomado a la otra, y a establecer que cada prosperidad salud, para restablecerlo, y yo [lo] hice, ya que el Horus
ciudad conociese sus propios límites con la ciudad vecina, quedando deseaba restablecerlo, y porque él me llevó hasta allí para restable
sus fronteras firmes como el cielo y distinguiendo las aguas según lo cerlo. Encontré la Casa de Khuu inundada como una marisma, des
que estaba escrito, con arreglo a lo establecido en los tiempos anti cuidada por el que la tenía a su cargo, en manos de un agitador, bajo
guos, así lo hizo por su gran amor a la justicia...». la dirección de un miserable. Yo hice que el hombre abrazara al que
De la inscripción de Khnumhotep II (véase Breasted. Texto egip había matado a [su] padre, al que había matado a su hermano, para
cio en Urk., VII, 27, 13). restablecer el nomo de Edfú. ¡Qué hermoso fue el día en que yo] en
contré la prosperidad en este nomo! No será aceptado [ningún] po
Se conocen «nomarcas» desde comienzos de la dinastía II, pero der en el que esté el calor de [la discordia], ahora que ha sido des
las variantes son muy diversas. Algunos utilizaban la simple titula truida toda la maldad que los hombres detestan cometer.
ción de -Hqa-, traducible por «gobernador» o «jefe», pero pronto, Yo soy la vanguardia de los hombres; yo soy la retaguardia de los
en la misma dinastía, y en sucesivas, surge el título -Hqa s p a a t de hombres, uno que encuentra la determinación cuando [es] necesa
forma literal «jefe de la provincia». Otros nomarcas o jefes de nomo rio, un principal de la tierra, gracias a una conducta [bien] dirigida,
llevaban un título diferente, -s-sm-ta-, cuya traducción sería «guía uno poderoso de palabra, que controla su corazón, en el día en que
del país», y se aplicaba a ciertos jefes provinciales del Alto Egipto. se unen los tres nomos. ¡Yo soy un bravo que no tiene igual!, que
supo hablar con libertad cuando las gentes callaban el día de infun
Es evidente que existían tradiciones según las regiones, pero además
dir temor, cuando el Alto Egipto estaba en silencio”. [...] El Noble
es un hecho que ciertos de estos títulos eran una mera descripción Hereditario, Príncipe, Canciller del Rey del Bajo Egipto, Compañero
de cometidos o situaciones familiares, como el título de «príncipe de Unico, Superior de los Sacerdotes, Jefe de los Países Extranjeros,
nomo», que indicaba con toda probabilidad una herencia del cargo. Jefe de los Intérpretes, Gran Jefe de los Nomos de Edfú y de Hiera
Otros cargos hacen referencia a destinos muy concretos, como el de cómpolis, Ankhtifi El Bravo, dice: “[...] Yo hice que el consejo del
«director de misiones», -jm y-r wpivt-, o «gobernador de gran domi gobernador del Alto Egipto, que estaba en Tinis, viniera para cele
nio», -hqa H tvt aat-, cargos que un célebre funcionario de la época brar conferencia con el Príncipe, Superior de los Sacerdotes, Gran
de Snefru, M etjen, desempeñó junto con otros del mismo tipo, tales Jefe del Nomo de Hieracómpolis, Hetep. Esto es algo que cierta
como «administrador» en diversos territorios del Bajo Egipto, -adj- mente no encontré que hubiera sido hecho por ninguno de los otros
mr-, término que se incluía en otros muchos cargos relacionados con jefes que estuvieron en este nomo. [Lo hice] con mi consejo exce
la Administración local y central. lente, mi palabra duradera, y mi cuidado, [tanto de día] como de no
Los «jefes de ciudad» suplieron a los nomarcas en muchas de sus che”. [...] El Jefe del Ejército de Armant vino diciendo: “¡Oh, tú,
Bravo! [Desciéndela corriente hasta] las fortalezas de [Armant] [...].
competencias, aunque en muchos casos el nomarca era alcalde de
Cuando fui río abajo en las regiones occidentales de Armant, encon
la capital del nomo. Se produjeron cambios durante el Primer Pe tré que los nomos de Tebas y de Coptos, en pleno, [habían tomado]
ríodo Intermedio, porque muchos nomarcas del Medio y del Alto las fortalezas de Armant en la Colina de Semekhesen. Por ello se acu-
102 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín El Estado, las instituciones y la economía 103
dio a mí. Se hicieron fuertes mis dos brazos allí contra ellos, como apoyarán al nuevo monarca, lo que significará la concesión de dere
el arpón en el hocico del hipopótamo que huye. Después remonté el chos hereditarios a esas familias. Pero la reestructuración en waret,
río para demoler sus fortalezas, con el valiente ejército de Hefat”». -wrt-, «Waret del Norte», «Waret del Sur» y «Waret de la Cabeza del
Fragmentos de la inscripción dzAnkhtifi (véase Serrano, 1993, y Sur», que se inicia con la dinastía XII cambiará el sistema de Admi
Lichteim, 1976). nistración provincial, permitiendo un mayor control del territorio
por la corona. El golpe de gracia a los nomarcas hereditarios lo ases
Los períodos de debilidad del poder central asistieron a este tará Senusert III (Sesostris III), quien los sustituye por simples fun
tipo de procesos históricos en los cuales el gobierno se balanceaba cionarios enviados desde la corte.
entre unos y otros. Cuando los nomarcas de la próspera región te- Cuatro siglos después, la debilidad de la monarquía de las dinas
bana alcanzaron un poder suficiente arrebataron la capitalidad de tías XIII y XVI y la presencia de los hicsos en el Bajo Egipto ocasio
la región a la ciudad de Armant, situada algo al sur de Tebas. El no- narán gobiernos locales hereditarios. Esto produce una respuesta
marca A nkhtifi acude en ayuda de la ciudad, pero los tebanos dejan autoritaria y con la dinastía XVIII se alcanza un control más férreo
libre el campo. Es un hecho que a la muerte del este último los te del territorio. Durante el Tercer Período Intermedio y la Epoca Baja
banos llegarán a conquistar la totalidad del territorio al sur de Te la desunión será la nota dominante y surgirán nuevas formas de con
bas y avanzando hacia el norte entablarán batalla contra los reyes trolar el valle, en este caso el doble gobierno. El primer profeta del
de la dinastía IX/X heracleopolitana. Se trata ya de una guerra civil,
templo de Amón, normalmente visir del Alto Egipto, controla de he
en la cual una dinastía emergente desplaza a otra en declive. Este es
cho el sur, por lo que los reyes, residentes en el norte, potencian la
el significado del alcance del poder de los «jefes de nomo» en algu
figura de la «adoratriz divina de Amón» y de su «mayordomo». Es
nos casos. Estos fragmentos del texto autobiográfico del «goberna
tos personajes defienden los intereses de la corona, con la que están
dor del nomo de Edfú» encontrados en su tumba de Mo’alla son un
vinculados por lazos de parentesco, frente al poder del «primer pro
buen testimonio de esta situación. Mientras un nomarca defiende
feta de Amón». Nuevos tiempos y nuevos modos de control. El pres
teóricos principios de la realeza, otros jefes locales, y a través de va
tigio de la corona seguirá siendo el eje central del sistema, un sistema
rias generaciones, les hacen frente. Pero hay más, si se analizan los
nunca cuestionado.
títulos que ostenta el personaje puede apreciarse que algunos de
ellos reflejan perfectamente su carácter de gobernador de dos no
mos, pero en uno de ellos lo es por herencia, mientras que en el otro
lo es por conquista. A estos títulos añade otros que, estando a tanta El Derecho y los tribunales de justicia
distancia de la corte, resultan del todo honoríficos, pero implican
un tácito reconocimiento del rey heracleopolitano. En función de Diógenes Laercio, que vivió en el siglo m d. C., reflejó en sus es
dicha adhesión se comprende la mención de «H orus» y su interven critos el elevado sentido de la justicia de los antiguos egipcios. Pero
ción en ayuda de Armant, ante la alianza del nomo de Coptos con esta justicia no era otra cosa que el concepto egipcio de Maat, ya se
los nomarcas tebanos. ñalado. En realidad nada que ver con la práctica de la justicia, arbi
La constatación de los enfrentamientos indica hasta qué punto traria y corrupta, aunque no siempre.
cualquier referencia a un rey del norte era, con toda probabilidad, El sistema jurídico egipcio no parece apoyarse en código alguno,
un simple formalismo que daba vistosidad a los títulos cortesanos se conoce a través de una masa de documentos muy diversos a los
del jefe provincial. Sin embargo, conviene aclarar que Waset (Tebas) que podría denominarse con cierta libertad «jurisprudencia», pero
todavía no representa un enemigo temible, y la única monarquía de que no lo es en sentido estricto, como se deduce de sentencias arbi
referencia es la heracleopolitana. El principio monárquico subsiste trarias y a veces contradictorias entre sí.
por encima de las luchas por el poder. Y cuando Mentuhotep II con El primer código conocido es del período ptolemaico, de clara
quiste el norte tendrá que lidiar con los nomarcas del Egipto Medio, influencia griega, aunque algunos autores han señalado que ciertos
fieles a los reyes de Heracleópolis. aspectos del Derecho consuetudinario egipcio pudieran haberse re
Décadas más adelante, en el tiempo del fundador de la dinas cogido en dicho texto. Pero en época faraónica nada indica que exis
tía XII, Amenemhat I, se aprecia cómo determinadas provincias tiera alguno, aunque sí se constata la existencia de bibliotecas, tanto
104 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín El Estado, las instituciones y la economía 105
en los archivos centrales como en los templos; bibliotecas que de Para los Decretos Reales se utilizaba el concepto -w dj nsw-, lite
bían contener miles de papiros que recogerían tanto los decretos ralmente «estela real» (estela = grabado en piedra = wdj), dado que
reales como las sentencias de los tribunales centrales o locales. se esculpían en bloques de piedra. También se han conservado de
Ante la ausencia de un código escrito parece explicable que las cretos reales en papiro, lógico dado que se escribían siempre en pa
sentencias y decretos parezcan arbitrarios, pero tal vez existía un piro antes de ser mandados al taller de los artesanos de la piedra.
conjunto de jurisprudencia para litigar, como en el caso de las adju Es el caso de un tal R eneferet, procedente del templo funerario en
dicaciones de tierras. Sobre este aspecto se conocen decisiones ju Abusir, cuyo papiro se conserva, pero no así la inscripción en piedra
diciales en las que parece darse una ausencia de derechos o razona en la que se supone que se haría público el decreto.
mientos fuera de la lógica. En otras sentencias se rechaza la denuncia El Decreto de Pepy II (Neferka-ra), de la dinastía VI, eximiendo
por «ausencia de pruebas», o porque el reclamante no pertenece al de corveas e impuestos a la fundación funeraria del rey Snefru, y los
organismo o dependencia palacial correspondiente al que la finca o llamados «Decretos de Coptos» son otros tantos ejemplos de decre
el territorio está adscrito. tos reales inscritos en piedra.
La administración de la justicia parece por principio competen Es también el caso de la Estela de Horemheb, que recoge un de
cia del visir y de aquellos cargos subordinados a tan importante per creto de dicho rey sobre diversos aspectos de la corrupción y el com
sonaje. Sin embargo, en los primeros tiempos del Reino Antiguo, y portamiento de los destacamentos militares y de funcionarios. Se ha
en algunos datos conservados de épocas posteriores, estos cometi bía depositado en un templo, y es posible que se hicieran copias por
dos, aunque en teoría subordinados al visir, parece que eran ejerci todo el país.
dos por funcionarios que en algunos casos eran nombrados de ma Existían tribunales en el estricto sentido del término, pero su
nera directa por el faraón para un hecho o delito específico. Tal es el conocimiento se deduce de la aparición de personajes que asumen
caso de Weni, destacado funcionario que vivió bajo los reyes Tety y competencias atribuibles a dicha función o institución. Casos como
Pepy I de la dinastía VI y que informa en su autobiografía funeraria el «director del Gran Tribunal», -jmy-r H w t-wrt-, así como el de
de su pertenencia al tribunal que juzgó a la esposa de este último rey «director de los Seis Grandes Tribunales», que no recaían siempre
por un delito que no se cita en el texto. En su tumba, el funciona en el mismo individuo, indican instancias o competencias diferen
rio Weni indica con claridad que formó parte del «tribunal» sin que tes. En general, la información sobre la existencia de dichos tribuna
estuviera presente el visir. Hoy se sabe que Weni llegó a visir, pero les se deduce de los títulos de estos personajes incluidos en sus bio
nada indica que lo fuera ya en el momento en que ocurrió el mencio grafías funerarias o en las estatuas para el culto de su ka en la tumba.
nado acontecimiento. No siempre se conoce con exactitud si de ellos dependían otros tri
Esta posible jurisprudencia, como es el caso de ciertas senten bunales de categoría inferior y cuál era su nivel de dependencia del
cias, permite asegurar la existencia de un Derecho consuetudinario visir, pero sí se sabe que dichos tribunales existían. Incluso existía
vigente, aunque con grandes desviaciones según los casos, las épo un cargo que al parecer vinculaba los tribunales al mismo rey, aun
cas y las personas implicadas. que el visir en teoría parecía ser el responsable directo, tal es el caso,
Existía un término para ley, -hp-, o -hpw- en plural. Designa, no para el Reino Antiguo, del «señor de los secretos del rey en el Gran
una ley cualquiera, sino una suerte de reglamento de naturaleza Tribunal del Dominio Real», -Hry-ssts en nsw m Hwt ntpr-nsw-, cu
compleja, ritual, reglada, confirmación de una costumbre o pro rioso título del alto funcionario A khethotep y de existencia quizá an
ducto de una decisión real, contrato, juicio, etc. La voluntad real es terior a la formación de los Grandes Tribunales, cuyos cargos no se
la fuente suprema del Derecho, pero esta prerrogativa es manipula- conocen antes de la dinastía V.
ble por las élites, de lo que se deduce en ciertos casos y documentos Ciertos cargos, como el «encargado en Nekhen», ya estaban in
concretos, o a través de hechos deducibles, una posible contradic dicando un cierto escalafón bajo la tutela del visir, como nos relata
ción con quien tiene de hecho el poder en un momento determi la citada autobiografía de Weni, pero otros muchos cargos, y/o tí
nado. El término hpw aparece en todas las inscripciones relativas a tulos, expresaban la pertenencia a grupos de funcionarios al servi
la acción legislativa del rey, aunque fueran emitidas y/o redactadas cio de una institución que se puede considerar con cierta precisión
por la oficina del visir, como administrador de la justicia. como tribunal de justicia. Estos tribunales existían en la corte y tam
106 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín El Estado, las instituciones y la economía 107
bién en ciertos departamentos de la Administración, tanto central ces en los pórticos de los templos, aunque en muchas ciudades había
como provincial y local. En muchos casos se comportaban como un sedes específicas, que tenían una forma determinada que daba nom
«Departamento de Asuntos Internos», dada la enorme cantidad de bre al tribunal. En Elefantina, por ejemplo.
funcionarios que existían en todas las administraciones y la corrup Las residencias del monarca, khenu, -khnw-, eran a menudo sede
ción imperante en toda su historia, y numerosos papiros de Epoca de la Administración del país, aunque esta denominación era muy
Baja lo demuestran. Los decretos de Horemhed y el de Sethy I en la amplia. También tenían sus propios tribunales que juzgaban casos
inscripción de Naury relatan las medidas de los reyes para atajar la de corrupción de funcionarios, algo así como un «departamento de
apropiación de vienes en contra de lo previsto por las autoridades. asuntos internos», con cargos específicos que dirigían oficinas de
En las dependencias departamentales existían cargos meramente ju escribas.
rídicos, muy a menudo nombrados ex profeso y no a perpetuidad, Se sabe que hubo residencias en Menfis, en Tebas, en El-Lisht, en
y otros muy numerosos puramente administrativos, como los jefes El-Amarna y es posible que también en Pi-Ramsés y en Tanis, pero
de escribas de dichas dependencias jurídicas, algunos de los cuales en estas dos últimas ciudades no se han encontrado. En El-Amarna
son conocidos por sus títulos. Es obvio que no parece que existie estaba cerca del templo de Atón y en Tebas pegada al templo de
ran carreras especializadas, pero sí aparece información sobre indi Amón. Palacios reales había en diversas ciudades y en algunos casos
viduos que iban asumiendo de manera progresiva competencias en incluidas en los templos funerarios, caso del Ramesseum o del tem
un cierto cometido. plo de Medinet Habu. En dichos lugares había tribunales relaciona
A partir de una determinada documentación resulta evidente dos con las instancias superiores de la Administración del Estado.
que se pueden identificar algunos tribunales de justicia, aunque con Sin embargo se desconoce si los tribunales estaban organizados
dudas sobre su ubicación y competencias. También subsiste cierta de forma jerárquica, pero es posible que no porque las apelaciones
confusión en los nombres y se da el caso de cambios en la denomi sobre causas juzgadas se hacían al mismo tribunal que dictaba la sen
nación, lo que lleva a pensar a los estudiosos que o bien el tribu tencia. De ningún documento se puede deducir la existencia de un
nal había cambiado de nombre o existían nombres distintos para la tribunal de apelación, pero sí se confirma que, ante la presencia de
misma instancia. A veces parece que se han duplicado las jurisdic nuevos datos o argumentos nuevos, el mismo tribunal que sentenció
ciones. Pero esta tal vez sea una imagen distorsionada por la escasa puede volver a hacerlo ante la reclamación correspondiente.
documentación. En El-Fayum, en el Reino Nuevo, y fundado por Djehutymes III
El más conocido por su multiplicidad era el llamado djadjat, (Tutmosis III), estuvo el harén de Mir-Wer; sede de educación para
-djdjd.t-, término que puede traducirse por «gentes del círculo». Al príncipes y nobles extranjeros. Funcionó hasta finales de la dinas
gunos autores lo consideran simplemente como un «consejo de fun tía XIX, y al igual que otros departamentos de la Administración
cionarios», pero hay datos que prueban que funcionaba como un central también incorporaba un tribunal de justicia. En la residen
tribunal de justicia. Se documenta en numerosas instituciones, e in cia, como en el dominio real, trabajaban personajes que tenían títu
cluso podía crearse de forma momentánea ante una situación nece los civiles y sacerdotales, al mismo tiempo que ejercían cargos rela
saria en cualquier instante, centro o lugar. También se menciona con cionados con instancias judiciales.
frecuencia a «La Gran Corte», que aparece en numerosos textos, Las fundaciones funerarias reales y los dominios reales ejercían
pero con competencias tanto jurídicas como meramente adminis funciones relacionadas con la Casa Real de los faraones y explotaban
trativas, lo que produce confusión y discrepancias entre los investi dominios territoriales que a veces abarcaban tierras en varios nomos
gadores. También se encuentran referencias en algunos textos al lla o provincias, lo cual sucedía tanto en el Reino Antiguo como en el
mado «Tribunal de Horus», -ssw Hr-. A veces se identifica con «La Reino Medio y el Reino Nuevo. Hacia finales de este último, el tem
Gran Corte», tal vez dos denominaciones para la misma institución, plo de Amón suplanta muchas de las funciones de gobierno para la
o producto de un cambio de nombre según la época. región tebana. Templos funerarios como el Ramesseum y el de Me
En los palacios reales, las residencias y el patrimonio real, dinet Habu realizaban funciones peculiares relacionadas con cometi
-pr-nsw-, existían locales en donde se administraba justicia, y había dos de la Casa Real, de la que dependían los trabajadores de las tum
sedes centrales, provinciales y locales; estas últimas se reunían a ve bas, por ejemplo. De la huelga de dichos trabajadores se deduce que
108 Jesús]. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín El Estado, las instituciones y la economía 109
dependían para sus emolumentos en especie del complejo funera El cereal y el lino eran elementos de la producción de una im
rio de Ramesses III; y como al mismo tiempo eran sedes de tribunales portancia considerable, pues incluso se utilizaban como moneda de
de justicia, eso explicaría la razón de presentarse a reclamar en dicho cambio en una sociedad sin moneda. Debido a ello, el trueque era
templo funerario. Las huelgas se documentan durante los reinados el procedimiento básico de adquisición de bienes. El cereal, por sus
de Ramesses III y Ramesses IX, a finales del Reino Nuevo. Demanda características de perdurabilidad, era muy apreciado, y en los tem
ban por la ausencia de distribución de los alimentos necesarios. plos funerarios del Reino Nuevo, como el Ramesseum, por ejemplo,
los almacenes de cereal tenían unas dimensiones impresionantes.
Con cereal se pagaba a los trabajadores y las mujeres de las ciuda
La organización del proceso económico des de artesanos de las tumbas fabricaban cerveza con su grano, no
para su familia, sino para toda la comunidad, puesto que ellas tenían
La economía egipcia se basaba en la producción agrícola y gana una función determinada en el seno de la ciudad y sus necesidades
dera sobre la base de un valle irrigable por la inundación periódica. productivas.
Pero la inundación anual no siempre respondía a lo esperado por El lino era el producto textil por excelencia, había talleres en los
que las aguas del Nilo y su crecida dependían de factores climato palacios, en concreto en los harenes reales, también en los templos y
lógicos muy diferentes. Las lluvias del monzón de primavera sobre es posible que también los hubiera en ciertos dominios muy exten
Etiopía no siempre alcanzaban la cota prevista, lo que hacía, junto sos, bien de la corona o bien explotados por funcionarios importan
con otros factores, que la inundación fuese incierta. La base funda tes en razón de su cargo. En cualquier caso, las piezas de tela de lino
mental de la alimentación eran los cereales, trigo y cebada, de los se utilizaban en el trueque de bienes de alto precio, como una vaca
que se obtenían los productos básicos de la alimentación, el pan y o una casa, por citar casos conocidos. Dado que junto a los grandes
la cerveza, muy bien documentados en los textos y en las pinturas dominios territoriales de fincas agropecuarias existían pequeñas ex
murales de las tumbas. Tenían árboles frutales, pero su explotación plotaciones de campesinos adscritos a templos y a aldeas, o a cual
era un lujo de la clase dirigente. También se producían artículos de quier otra dependencia, el intercambio y trueque de productos ali
huerta que procedían de pequeñas explotaciones de tierras y todo menticios estaba a la orden del día, por lo que no puede excluirse un
ello junto con la caza y la pesca formaban la totalidad de la base ali mercado interno de no muy numeroso montante, pero sí continuo
menticia. Aunque casi nunca citado, el cerdo estaba muy explotado, y tal vez dentro de las aldeas y dentro de los propios dominios, que
como demuestran las enormes cantidades de osamentas de este ani a veces estaban constituidos por numerosas aldeas, como cita la ins
mal encontradas en algunas excavaciones recientes. cripción de M etjen. Esta inscripción constituye una fuente de infor
Se ha dicho por algunos investigadores que no todo el mundo mación de gran importancia para comprender el funcionamiento de
tenía acceso a la caza y tal vez a la pesca, pero parece una asevera los dominios de la corona y también de los dominios de las funda
ción precipitada. El control sería muy difícil, aunque no imposible, ciones funerarias particulares:
y en materia de castigos los egipcios eran extremadamente crueles.
En la época faraónica, la fauna era muy abundante y variada, hasta «Gobernador del dominio de Sílex, constituido por numerosas
el punto que se cita la caza de leones en la región de Menfis en el aldeas. Gobernador del dominio de Wersah, constituido por muchas
Reino Nuevo. Hoy día se preguntan los especialistas cómo podía aldeas. Gobernador del dominio del faraón Huni, constituido por
haber leones en los bordes del desierto. La explicación es muy sen muchas aldeas, en tanto que funcionario adj-mer del nomo del Ar
cilla, el desierto no estaba tan avanzado como hoy día y debían exis pón. Gobernador del gran dominio de Sékhemu, en tanto que fun
tir zonas pobladas de matorral espeso y pastos en los que se encon cionario del nomo del Toro Salvaje. Gobernador del gran dominio
traban gacelas y, por lo tanto, su depredador más famoso, el león. de Buto, en tanto que funcionario de Buto. [...]
Al Gobernador del nomo, guía del país, director de cometidos
La pesca era también muy apreciada, aunque había especies in
del nomo del Cocodrilo, parte oriental, responsable del Estado hery-
comibles, como el pez oxirrinco, por otra parte reverenciado. De seqer, gobernador del gran dominio de los nomos de Occidente y de
cualquier manera, el campesino egipcio, muy probablemente, no Neith, comandante de las tropas en la frontera libya: él ha adquirido
veía la carne en el plato. un terreno de 200 aruras de numerosos colonos reales y lo ha trocado
110 Jesús]. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín El Estado, las instituciones y la economía 111
por un terreno de 50 aruras de la madre Nebesneith cuando ella hizo dad que siendo de un tiempo tan remoto no permite comprender
un escrito para este fin para los hijos y la parte de cada uno de ellos los cambios que la evolución de la sociedad egipcia presentará en el
fue establecida sobre un acta real de la oficina única. Reino Nuevo y sobre todo en la Epoca Baja. El egipcio M etjen, era
Al gobernador del dominio del faraón Huni, en el nomo del de una familia importante que ostentaba cargos de relieve. Además
Muslo: un terreno de 12 aruras con su hijo le es dado, además del es la primera inscripción en la que se cita un documento al que se
personal y el ganado. [...] le podría llamar «testamento», aunque con ciertas salvedades. Pero
Al director de misiones de los nomos de Neith y de Occidente
[Bajo Egipto]: Se fundan para él doce “fundaciones de M etjen” en lo que es digno de señalar tiene que ver con cuestiones muy diver
los nomos de Neith, del Toro Salvaje y del Muslo y su renta para él, sas: el citado personaje ha sido «gobernador de dominios reales», en
relativa al comedor, puesto que ha adquirido como contrapartida un los que se incluían diversas aldeas, con su campesinos, sus animales
terreno de doscientas aruras de numerosos colonos reales y se libran y sus aperos de labranza. La importancia de las transacciones agro
en el patio del pórtico de la tumba cien comidas diarias procedentes pecuarias que M etjen realiza por orden real reside en que incluyen
del dominio funerario de la madre del rey, Nimaathapi, y, además, un bienes que proceden de tierras explotadas por su madre, que de
dominio de doscientos codos de largo por doscientos de ancho ro bía de tener un cargo que no se cita. También se le permite here
deado de una cerca y equipado con una cierta cantidad de agua así dar, con permiso del monarca, bienes procedentes de su padre, que
como plantaciones de higueras y vides. era o había sido «escriba real», pero en ese caso se excluye el cereal,
Hay un rollo escrito sobre este asunto para las actas del rey, y su que siempre era destinado a la Casa del Doble Granero, organismo
nombre es recordado por esta razón para las actas reales. Las higue
ras y viñas han sido plantadas en gran número, de forma que pro del Estado. Se citan productos de huerta y árboles frutales, y todo
duzcan vino en gran cantidad. Se le ha hecho un jardín de viñedos ello se menciona porque era algo de indudable categoría, solo posi
en un terreno de un “kha” y dos “ta” en el interior del recinto plan ble para alguien cuyo cargo se situaba entre la élite de la Adminis
tado de árboles. Imeres es una “Fundación de M etjen ’, Iatsebek es tración territorial.
una “Fundación de M etjen’. Hay otro aspecto interesante a destacar de este texto, de entre
Se le han donado los bienes de su padre, el escriba del Estado otros muchos: el intercambio que se aprecia entre diferentes depar
Inepuemankh, sin cereales ni ninguna cosa del dominio, pero con tamentos del Estado y con las fundaciones funerarias reales. Pero
el personal y los asnos y cerdos atendiendo que: se le nombra pri esta cuestión se analizará más adelante.
mer escriba del “negociado de los alimentos” en tanto que “direc El control de la producción y la preocupación por su conoci
tor de géneros del negociado de los alimentos” [...] y es nombrado
gobernador del dominio de Sílex (constituido por numeras aldeas) miento están documentados desde los tiempos más remotos, legio
en tanto que autorizado a llevar el bastón, y es nombrado funciona nes de escribas anotaban la crecida anual en codos, palmos y dedos,
rio de personal de Buto, gobernador de la gran residencia del do preparando por ello los cálculos sobre la producción de grano de las
minio de Sedjaut y del dominio de Sepa en tanto que funcionario extensiones agrarias. Se ha supuesto que el cálculo de la producción
del nomo de Neith, gobernador del dominio de Senet, compren estaba relacionado con un sistema económico de tipo redistributivo,
diendo los poblados y los campos que están supeditados al bastón, pero esta es una cuestión delicada. En la Piedra de Palermo se in
gobernador de los poblados del gran dominio del Lago septentrio dica la medida de la crecida cada año de reinado, lo que suponía una
nal (El-Fayum). La “Fundación de M etjen” ha sido instaurada con atención constante de los responsables de la «redistribución», que
parte de lo que le ha sido donado por su padre Inepuemankh». en nombre del faraón se apropiaban del excedente de producción, y
Fragmentos del texto de la inscripción de Metjen, en las paredes acaso de mucho más que del propio excedente.
de la capilla funeraria de su tumba en la parte norte de la necrópolis El hecho de entrecomillar «redistribución» quiere indicar que el
de Sakkarak, hoy en el Museo de Berlín (véase, sobre la traducción,
Serrano, 1993, y Roccati, 1982, pp. 83 y ss.). gobierno egipcio no funcionaba de forma altruista para con sus súb
ditos, y aunque existía una preocupación por mantener el nivel de
Este texto de época del faraón Snefru, y, por lo tanto, una de las mano de obra campesina, e incluso, en algunos momentos de su his
primeras autobiografías funerarias que se conocen, menciona diver toria, una cierta propaganda política «benefactora» del hombre hu
sos aspectos, cargos, títulos, cometidos, bienes y transacciones que milde, es un hecho que la cuantía en la apropiación de la produc
son toda una lección de economía y derecho egipcios. Bien es ver ción debía de ser salvaje. Existen testimonios, aunque muy dispersos
112 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin El Estado, las instituciones y la economía 113
y escasos, ya desde el Reino Medio y en el Reino Nuevo, de campesi en cultivo cerca de 30.000 hectáreas. Pero el nivel de organización
nos (por lo general denominados -ihw tiw -) que huían de las tierras, permitió el crecimiento de la población, y aunque se ignoran las ci
bien de las aldeas o bien de los dominios reales, porque no podían fras exactas, se ha calculado, con una cierta verosimilitud, que la po
rendir el tributo que se les exigía, y los testimonios alcanzan hasta blación pasó de medio millón de habitantes durante el Reino Anti
la época greco-romana; precisamente en esa época se utilizó un tér guo a cuatro millones en la Epoca Baja y el período greco-romano.
mino griego para designar a estas deserciones: -a n a j o r e s i s Se ha El concepto de «redistribución desigual», a pesar de lo dicho,
bían convertido en un tópico de las relaciones laborales, cuyo proce se sigue utilizando para comprender el proceso económico del An
der era ya una costumbre; y debió serlo durante dos mil años, lo que tiguo Egipto, un proceso organizado a nivel nacional en el cual las
da un indicio de las condiciones laborales del campesinado egipcio, comunidades de aldea ven por encima suyo a los recaudadores de
que, es evidente, no «trabajaba alegremente de sol a sol» como ha es materia prima y de bienes de consumo de primera mano, que luego
crito algún egiptólogo entusiasta pero ingenuo. El término -ihw tiiv- se repartían en función de la pertenencia a grupos, departamentos,
aparece utilizado en contextos funerarios para referirse a labradores templos, palacios y personal adscrito a dependencia oficiales, reli
de tierras en explotación por el propietario de la tumba, y no se está giosas o palaciales.
seguro del significado del término para referirse a todos los campesi Cabe preguntarse si el sistema de explotación no cambió en tres
nos egipcios dependientes. Según algunos autores, el término se em mil años. Es evidente que la densidad de los datos varía mucho de
pleaba preferentemente para designar a labradores que explotaban un período a otro. El proceso económico en su conjunto, produc
una tierra a ellos asignada o heredada, lo que implicaría una pose ción, distribución y consumo, no permanece idéntico en todo mo
sión o semi-propiedad. Si es así no se podría utilizar dicho concepto mento, pero sí muy similar atendiendo al sistema político extraor
para designar a los campesinos dependientes, que pertenecerían a dinariamente estable que se vivió en el país del Nilo. Los cambios
una clase inferior. habidos en la fuerza coercitiva del poder central sugieren que el ex
Los recaudadores de impuestos en especie realizaban su función cedente a veces llegaba y a veces no a dicho poder central, pero, en
en nombre del faraón y recaudaban por encima de los intereses de cualquier caso, el campesino era siempre despojado por los poderes
las demarcaciones provinciales, aunque en ciertos momentos de la inmediatos, y por los no tan inmediatos, de dicho excedente. Si el
historia de Egipto, en momentos de debilidad del poder central, los poder central no era fuerte, el campesino veía su producción arreba
gobernadores locales, nomarcas o «príncipes de nomo» recaudaban tada por el poder local.
de manera directa en sus propias demarcaciones sin rendir tributo Pero la cuestión no es tan fácil de analizar, dado que en el seno
a la corte central. Poder central fuerte pudo llegar a significar debi de la sociedad productiva egipcia convivían distintos estatutos de
lidad del poder local y viceversa. La cuestión es compleja en teoría, dependencia que implicaban diferentes formas de producción, así
y en la realidad del momento debió ser todavía más compleja. Des como diferentes modos de explotación, usufructo o adscripción de
pués del paso de los recaudadores de impuestos en especie, al cam las tierras agrícolas. Coexistían tierras pertenecientes a dominios fu
pesino solo le quedaba un mínimo de lo que la pequeña explotación nerarios, privados o reales, con otras adscritas a diferentes reyes, es
territorial a la que estaba adscrito había producido, bien fuera cam posas, príncipes y princesas. Tierras arrendadas a campesinos, tie
pesino en el territorio de una aldea competencia de un nomarca o rras de la corona trabajadas por personal adscrito a ellas de por vida
la finca agropecuaria o parte del territorio de un dominio funerario y tierras pertenecientes a demarcaciones de dioses, es decir de tem
o terreno adscrito a una determinada instancia de palacio, de forma plos, trabajadas por campesinos mediante contrato o adscripción
análoga o parecida a la de un siervo de la gleba medieval. Teniendo a la misma finca agropecuaria. También tierras entregadas en usu
en cuenta que las técnicas agrícolas eran elementales, el desarrollo fructo a un determinado cargo, que en ocasiones eran heredadas por
de la productividad dependía casi de forma exclusiva de una mano varias generaciones de familias que ostentaron dicho cargo. De es
de obra numerosa y, sobre todo, dependiente, que estaba adscrita a tas mismas tierras se poseen testimonios que indican la capacidad de
los dominios de la corona, a las tierras de los templos y a los territo arriendo de ciertos usufructuarios, lo que las asemejaba a una pro
rios de las organizaciones institucionales locales. Aunque lo tecno piedad privada, dado que tenían, por lo que parece, dicha capacidad
lógico se mantuvo estancado a través de los siglos, llegaron a poner de arriendo y herencia.
114 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín El Estado, las instituciones y la economía 11 5
Un caso conocido es el del sacerdote funerario Hekanakhte, cro tación necesitó de un enorme aparato burocrático, que se convirtió
nológicamente a caballo entre la dinastía XI y la XII, que en cartas en un variado abanico de instituciones al frente de las cuales esta
a su hijo, encargado de la explotación de sus bienes, hace referen ban los dirigentes de la clase superior. Los períodos de descentrali
cia tanto a tierras arrendadas a terceros como a fincas explotadas de zación disminuyeron la disponibilidad de mano de obra cualificada
forma directa. Incluso menciona trueques con bienes procedentes y los posibles conflictos políticos dificultaron la herencia y el apren
de la Residencia. En suma, un sistema complejo pero eficaz para el dizaje del puesto de trabajo, pero los cambios no fueron más fuertes
gobierno y control por el Estado. que el sistema. Los resultados, visibles por el historiador y el arqueó
logo, varían, por ejemplo desde las grandes y poderosas pirámides
de la dinastía IV a las endebles edificaciones del mismo tipo de las
La propiedad de la tierra dinastías XII o XIII.
La cuestión sobre la que gira gran parte del problema sobre el es
La base de la economía era la producción agropecuaria, y en la tudio de la economía egipcia está relacionada con la consideración
incautación del excedente estaba el soporte de la clase dirigente. Es de si existía o no la propiedad privada de la tierra. En tan largo pe
en función de esta premisa que puede abordarse cualquier estudio ríodo se suscitan múltiples conjeturas a la aceptación de cambios o a
de la realidad económica egipcia. En esta sociedad es verdad que se la reflexión sobre la evolución de las relaciones estructurales del sis
cumplía aquel viejo dicho según el cual en los imperios agrarios an tema, pero parece que nadie duda de la inmovilidad de los elemen
tiguos se organizó el Estado en tres ministerios: «el del «Saqueo del tos básicos que permitieron la continuidad fundamental del tipo de
interior (Hacienda)», el del «Saqueo del exterior (Guerra)» y el de Estado así constituido. Bernardette Menú asegura que la propiedad
«Obras Públicas», o infraestructura necesaria para poder efectuar el eminente (es decir estatal) de las tierras pertenece al faraón durante
saqueo del interior. Aunque se trata de una posición extrema y cier toda la historia del valle del Nilo. En todas las épocas, la utilización
tamente un «topos literario» refleja muy bien los principios del sis del suelo procedió de delegaciones en cadena; estas delegaciones en
tema. A partir del hecho de que la tierra es del rey, la explotación cadena permitieron la aparición, cada vez más compleja, de diferen
del territorio se basa, al menos en teoría, en delegaciones en cadena. tes formas de explotación.
Pero es necesario matizar la cuestión. Durante el Reino Nuevo, y como consecuencia de las guerras de
El control del excedente por un reducido grupo de personas, he conquista, se asignarían lotes de tierra bajo Sethy I. Es discutible,
redero de las jerarquías tribales de las sociedades de jefatura, desarro en cualquier caso, que esto se pueda considerar propiedad en sen
lló un sistema organizativo que hizo crecer, al lado de la nobleza he tido jurídico moderno. Las reformas posteriores de Ramesses II y
reditaria que, en origen, se había encargado de estas tareas, un vasto Ramesses III permitieron la aparición de un cierto «régimen de be
cuerpo de servidores del Estado. Su reclutamiento, que en principio neficio» y la existencia de pequeños posesores parece evidente. Pero
debía efectuarse por la selección de talentos, tendió después a circuns ya antes, desde el Reino Antiguo, la «herencia» de tierras, es decir,
cribirse al mismo círculo social, en función de la necesidad imperativa del usufructo heredable, aparece como un hecho ligado al desem
de capacitación de los cuerpos técnico-burocráticos por medio de la peño de ciertos cargos, constatado a través del estudio de las inscrip
educación formal. Por ello la burocracia se fue haciendo una casta, y ciones autobiográficas de altos funcionarios.
la sucesión de los hijos a los padres en los mismos puestos, mediante Los diferentes autores quieren advertir sobre la posible existen
el adiestramiento selectivo, la convirtió en una clase social muy esta cia de un Derecho codificado que puede suponerse que estaba de
ble. Surgió, de esta manera, un antagonismo de clases que se mantuvo trás de ciertos comportamientos jurídicos. Parece casi innecesario
en equilibrio por el surgimiento de una ideología producto de la mani asegurar que esta posible codificación del Derecho consuetudina
pulación desde los aparatos del poder del conjunto de la masa trabaja rio puede resultar muy lógica para los historiadores del Derecho,
dora. Los sucesivos períodos de ascenso y descenso del poder centra empapados del romano proceder, pero nada se conoce en este sen
lizado modificaron la configuración de este estado de cosas. tido. Nada parece reglamentado de antemano y en egipcio antiguo
La herencia de la propiedad comunal de las sociedades pre-esta- no existía una palabra que pudiera designar el concepto de «propie
tales desembocó en la propiedad estatal de hecho. Pero esta explo dad» aplicable al uso de la tierra.
116 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín El Estado, las instituciones y la economía 117
Es por ello que uso del término «usufructo» resulta extremada munidad superior, que a su vez, en nombre del faraón, utilizaba el
mente útil para calificar la adscripción de tierras a un cargo o título beneficio del excedente en interés de la «comunidad». ¿Cómo con
con el desempeño de una función necesaria para el Estado. Como templaba el campesino la situación jurídica de la tierra en que tra
equivalente en Derecho civil moderno, la palabra resulta adecuada bajaba y residía? Es obvio que esta pregunta es absurda; el campe
y, por otra parte, no excluye el concepto de «tenencia» o «pose sino era dependiente de un poder superior, fuera este producto de
sión», más corrientes en otros contextos. Cuando el hijo heredaba una donación, de unas tierras «propiedad» de un dios, es decir de
el puesto del padre seguía disfrutando de la finca o fincas adscritas un templo, o del rey. Y aunque el usufructo fuera en ocasiones here
al cargo. ditario, estaba sujeto al arbitrio del déspota ocasional. El control del
En este ámbito es buen ejemplo la mencionada inscripción de excedente, central o local, dependió de la relación de fuerzas. Para
M etjen. Si este gran personaje del reinado de Snefru «intercambia» el campesino quizá el resultado fuera el mismo.
tierras, o las «adquiere», o las «enajena», lo está haciendo en fun
ción de sus atribuciones. Su cometido como funcionario se hace evi
dente: explotar tierras para producir excedente. Si se le permite «he El intercam bio entre las dependencias d el Estado
redar» de sus padres y recibir para su culto funerario «fundaciones
de M etjen », lo hace expresamente por privilegio y decretos reales, in Los diferentes dominios territoriales intercambiaban bienes en
sertos en la biografía. Resulta, cuando menos, razonable aceptar la tre sí. Un aspecto de este intercambio lo demuestran los Papiros de
afirmación de que en el Reino Antiguo «la disponibilidad de las tie Abusir y también la misma inscripción de M etjen. En el caso del
rras parece haber estado limitada a la generosidad real y a la transmi templo funerario del rey Neferirkara Kakay, de mediados de la di
sión hereditaria (autorizada por la autoridad real), no produciéndose nastía V, los datos de dichos papiros son significativos: fechados du
transacciones entre los particulares» (aunque hubo excepciones no rante la dinastía VI, informan sobre el movimiento de bienes de con
tables). Esta situación es más bien el resultado de aplicar una prác sumo, personas, bueyes y carros que entraban o salían del templo
tica política, matizada por las circunstancias y los grupos de poder, con procedencias y destinos diversos. Todo está contabilizado per
que una cuestión de Derecho consuetudinario. En cualquier caso pa fectamente y, así, es posible conocer que ciertos bienes se intercam
rece algo alejada de la posibilidad de un Derecho codificado. biaban entre diferentes templos funerarios para proveer a la corte o
No hay que olvidar, sirva de ejemplo, que la mayor parte de las a fundaciones funerarias de reyes y personajes de la familia real. En
donaciones conocidas, aparte de la de M etjen, coinciden con el au una sociedad agropecuaria sin neveras, el consumo de los productos
mento de títulos y cargos mencionados en inscripciones funerarias de la tierra, excepto el cereal, menos perecedero, era, por fuerza, in
de personajes que vivieron durante las dinastías V y VI. Resulta ra mediato y su intercambio resultaba imprescindible antes de que se
zonable asegurar, o por lo menos posible, que es difícil que la ex echaran a perder.
plotación o la adscripción de tierras en explotación a personajes de La recaudación del excedente de producción y de la mano de
terminados pudiera ser objeto de regulación alguna, dado que se obra obligada por las corveas era algo normal e imprescindible para
trataba de la base del sistema y era controlada desde las instancias el sistema. Los testimonios son abrumadores tanto en las represen
más altas del gobierno central. taciones artísticas de las tumbas como en el espíritu de la literatura
El uso de la tierra agrícola era contemplado de forma evidente a lo largo de los siglos. Sin embargo, existían excepciones que me
mente diferente por los dos grandes grupos sociales interesados en diante decretos reales se pretendía aplicar a ciertos templos y fun
el problema: los explotadores, es decir, el Estado y su élite gerencial, daciones funerarias; decretos y normas que no siempre se cumplían
y los explotados, es decir, los campesinos adscritos a la tierra de la por los propios funcionarios de la Casa del Doble Tesoro o de otras
misma forma que los animales, las plantas o los utensilios; estos cam dependencias oficiales centrales o locales. La corrupción imperaba
pesinos heredaban la carga, el trabajo, la choza familiar incluso, ya tanto en las instancias civiles como en las militares, por lo menos se
que, como la gleba medieval, estaban, de generación en generación, gún los datos conocidos para el Reino Nuevo. Los casos más anti
ligados al territorio. El campesino, por lo tanto, no se planteaba la guos conocidos se remontan a la dinastía VI, y son los decretos de
noción de propiedad y aceptaba la explotación en nombre de la co Pepy II que pretendían impedir a los recaudadores el recabar el ex
118 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
El Estado, las instituciones y la economía 119
El elevado número de dioses y la existencia de varias cosmogo que sentían los egipcios cuando rendían culto a sus innumerables
nías, elaboradas por distintos templos dedicados a diferentes dio dioses y realizar este intento de comprensión a través de unos textos
ses, en épocas también diferentes, han hecho pensar a más de un y unos documentos arqueológicos que no son fuentes intencionada
especialista que al analizar el fenómeno religioso egipcio debería ha mente informativas sobre el fenómeno religioso.
blarse de «religiones», en plural, en vez de «religión» en singular. La dificultad no reside solo en un problema de comprensión,
Sin embargo, nada más alejado de la realidad. La sociedad egipcia existe de hecho en la enorme dificultad propiciada por la ausencia
creía en un mundo poblado de dioses, de espíritus positivos y nega de un texto que los egipcios pudieran considerar canónico. Más que
tivos; de fuerzas que podían controlarse mediante los mismos dio de una religión de Libro, habría que hablar de una religión de Li
ses, ante los cuales el faraón debía no solo interceder, sino también bros; y hay que añadir que fue la tradición oral la base de difusión de
rendir cuentas. los innumerables aspectos rituales y teológicos. Se ha llegado a suge
Las creencias egipcias responden al patrón de una cultura unifor rir por parte de la investigación que la ausencia de textos canónicos
mada en el seno de un vasto territorio desde antes del nacimiento de fue un hecho intencionado, dada la gran reelaboración que sufrían
los protoestados, e incluso desde antes del período Gerzeense. Los de forma constante los sistemas teológicos. Es indudable que, en el
rituales y las leyendas mitológicas reflejadas en los textos funerarios seno de un amplio politeísmo, el panteón no podía estar cerrado y,
fueron plasmados por escrito cuando su sistema jeroglífico estuvo en efecto, en la época de su expansión asiática ciertas influencias aje
preparado para expresar los conceptos con la sintaxis adecuada, no nas se filtraron en el contexto religioso.
antes de Snefru, pero llevaban cientos de años trasmitidas de manera Los egipcios trasladaron a sus mitos los aspectos de su mundo y
oral. De tal manera que encontrar diferencias en sus textos no puede de su paisaje plasmando en sus concepciones elementos de la fauna
sorprender al investigador. Las variantes se vieron afectadas incluso y flora reinantes en la zona. Y prueba de que fueron asimilando es
por las intenciones propagandísticas de cada templo. Asimismo, se tos conceptos desde épocas muy remotas es que en sus jeroglíficos
realizaron esfuerzos sincréticos entre uno y otro dios en el seno de representaron animales, como el elefante o la jirafa, que en época es
ese mismo complejo cultural, en el cual el pensamiento politeísta na tatal ya se habían trasladado a regiones mucho más al sur del conti
daba con absoluta tranquilidad. A través de todas las hierofanías y nente africano. De las prácticas ancestrales quedaron recuerdos en
de sus diferentes evaluaciones temporales existía un sustrato común, sus ritos cultuales, como el canibalismo ritual, del que se documen
en el cual todas las teologías, todos los mitos y todos los ritos adqui tan restos arqueológicos en la dinastía I, y del que quedará una alu
rían su sentido profundo. Al margen de las concepciones y los cultos sión un tanto mística y simbólica en un conjuro de los «Textos de las
locales que nunca intentaron suprimir, o más allá de las cosmogonías Pirámides». En concreto, en el «Himno Caníbal» inscrito en la pirá
y de las relaciones de lo Uno con lo Múltiple, existía un vasto con mide del rey Unas (W enis), último de la dinastía V, en cuya pirámide
junto de creencias ancestrales, aparentemente incompatibles desde se grabaron por primera vez los citados textos.
la subjetividad de las religiones monoteístas. La religión está íntimamente ligada al estilo de vida, y las concep
Para el estudioso, o el lector occidental interesado, la religión de ciones personales sobre el mundo que rodea al ser humano afloran
los egipcios presenta rasgos tan diferentes de la imperante cultura en su pensamiento, bien como elementos del pasado cultural o bien
judeocristiana que cualquier intento de penetración y comprensión como aspectos de la preocupación sobre el futuro o sobre el destino
choca contra un sólido muro de dificultades epistemológicas. Puede de la existencia. La creatividad intelectual de los egipcios, inmersa
servir de ejemplo una anécdota sobre la opinión que un prestigioso en los parámetros de una cultura de varios milenios anterior al ori
egiptólogo inglés, uno de los «padres» de la egiptología, formuló so gen del Estado, les permitió concebir una variada plétora de dioses
bre la religión egipcia: «vasto conjunto de estupideces mitológicas». de una extremada complejidad. La propia concepción del ser hu
Era nada menos que sir Alan Gardiner, cuya gramática de la lengua mano respondía también a esa complejidad ancestral.
egipcia ha sido la más estudiada en la historia de la egiptología mo Para definir el ser humano utilizaban seis conceptos como ele
derna. Existe, sin duda, una dificultad a priori, debida a los prejui mentos complementarios: el nom bre, la som bra, el ka, el ba} el akh
cios inherentes al investigador en el seno de su propia cultura, pero, (el sonido -kh- pronúnciese como una -h- aspirada fuerte) y el cu erp o
salvada esa subjetividad, surge un nuevo problema, comprender lo físico .
124 Jesús J. Urruela Qucsada y Juan Cortés Martín Lo sagrado y los dioses 125
El n om b re es el primer elemento diferenciador dentro de la física la probabilidad de dejar de existir no se excluía, aunque de ningún
de la vida y de la humanidad. En la concepción egipcia todo lo que dios, salvo de este último, se documente en las leyendas populares
existe tiene nombre, y de quien se borra el nombre deja de existir, tal acontecimiento, aunque sí su posibilidad.
por lo cual pronunciar el nombre de alguien, o de algo, equivale a
llevarlo a la existencia. Es el papel evocador de la palabra, el mismo
concepto asimilado al Verbo en la tradición judeocristiana. Fuentes para el estudio de la religión egipcia
La som bra tenía para ellos un significado doble, místico y físico
a la vez. En un país de sol radiante, en donde casi nunca hay nubes, Las fuentes para el estudio de la religión egipcia, aparte de los
la sombra es un elemento tranquilizador, fresco y potenciador del grandes templos dedicados a los dioses, son, de manera mayoritaria
bienestar. Pero la sombra, sorprendentemente, no contiene una fun y a grandes rasgos, de procedencia e intenciones funerarias, tanto
ción trascendente hasta el momento de la muerte. en lo que se refiere al material arqueológico como a los textos escri
En cuanto al ka, original concepto egipcio depositario de la per tos. Documentos que fueron plasmados sobre soportes arquitectó
sonalidad física, es un doble del ser humano, pero un doble con fi nicos, muros, paredes y estelas de piedra, piezas de madera y objetos
nalidad funeraria, porque es al ka del difunto a quien se le presentan de uso, y también en papiros confeccionados con intención prác
las ofrendas, y el que está destinado a recibirlas. El ser humano po tica para lo cotidiano o con fines mágicos de ayuda para el tránsito
see un ka y los dioses catorce, aunque se ignora la razón de esta pro a la otra vida. Los textos funerarios se clasifican en tres grupos fun
porción. Con frecuencia, pero sobre todo en época tardía, el ka y el damentales: «Textos de las Pirámides», «Textos de los Sarcófagos»
n om b re asumen en las tumbas el mismo papel de receptores de las y «Libro de los Muertos», y los tres son evolución de una misma tra
ofrendas al difunto. Cuando un hombre muere se dice de él «que se dición. Pero hay otros textos complementarios, escritos sobre los te
ha reunido con su ka», porque para mantenerlo «vivo» el ka debe chos y paredes de las tumbas reales del Reino Nuevo: como el «L i
depositarse en su estatua o en su imagen física grabada en la piedra bro de los Dos Caminos» o el «Libro de las Puertas», el «Libro de
o, incluso, en su propio nombre inscrito. las Horas» o las «Letanías de Ra». Algunos de los grandes templos
El ba es un elemento que a menudo ha sido identificado con el de Epoca Tardía, como los de Esna y Edfú, han conservado inscri
alma cristiana, pero los griegos lo tradujeron por psique. El ba aban tas en sus paredes alusiones a supuestos textos de sus hoy perdidas
dona el cuerpo en el momento de la muerte, y en las tumbas se repre bibliotecas.
sentaba como un pájaro con la cabeza del difunto que se separaba Muchos textos proceden de papiros que contienen relatos mí
del cuerpo físico. En la época paleocristiana, los egipcios coptos ticos y literarios, preces, himnos o fórmulas mágicas muy concre
adoptaron la idea del ba como símbolo del alma, igual que adopta tas para curar enfermedades o contrarrestar la picadura de una
ron el símil del pájaro volando hacia el cielo en las representaciones serpiente. Papiros como el Berlín 3008, que contiene las «Lamenta
iconográficas. A menudo se traduce por «espíritu», con cierta pre ciones de Isis y Neftis»; el Papiro Bremner-Rhind, fuente de la cos
caución. De hecho existen menciones de «entes» divinos definidos mología heliopolitana; el Papiro Boulaq 17, en donde puede leerse
como los bato (plural de ba) de X, siendo X un lugar, ciudad o locali el «Himno de Amón-Ra»; el Papiro Chester Beatty I, con el relato
dad importante desde el punto de vista del prestigio religioso. de la «Contienda de Horus y Seth», son algunos de los más impor
El otro elemento del compuesto humano es el akh, para cuyo sig tantes al respecto.
nificado se ha propuesto la idea de «transfigurado» o «luminoso». La información también puede extraerse de inscripciones voti
Dado que nunca se menciona para alguien vivo y parece coexistir vas, estelas funerarias, textos breves realizados sobre estatuas o en
con los difuntos es aceptable pensar que aparecía en el momento del frisos arquitectónicos, en objetos de uso litúrgico o cotidiano, en pa
tránsito o muerte física, trasladándose eternamente al mundo subte redes de templos, en obras de literatura, poéticas o narrativas, algu
rráneo, el duat, el Más Allá egipcio. De esta forma, el ser humano, al nas realizadas con fines políticos, pero nunca como una obra didác
morir, se hacía presente en la Tierra, en el cielo y en el duat, al igual tica. El problema en relación con la documentación religiosa es su
que los dioses lo estaban en vida. Y, aunque paradójico, los dioses aparente incoherencia, pues la reelaboración constante hace muy di
también podían morir, es decir transfigurarse, como Osiris; incluso fícil encontrar los rasgos genuinos de un dios o un mito.
12 6 Jesús ]. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Lo sagrado y los dioses 127
tesanal al servicio de las creencias de ultratumba, creencias que se circundante. Determinados conceptos religiosos pudieron asociarse
van mostrando más complejas en tanto en cuanto los yacimientos a ciertas características de algunos animales y plantas, sin que por
se muestran más explícitos. Poco a poco esta sofisticación se va ha ello se pueda hablar de panteísmo en sentido estricto. Estas asocia
ciendo más palpable como elemento diferenciador del grupo que ciones, fraguadas en la prehistoria de la cultura egipcia, darían como
rodea al jefe o gobernante local, hasta llegar a esas increíbles y com fruto, en época histórica, la simbiosis figurativa de dioses con cabe
plejas mastabas de ladrillo del período tinita. zas de animal y la asociación de ciertos de estos animales al signifi
Pero antes de que este proceso permitiera concebir tan majestuo cado de algunos dioses, como el halcón al dios Horus, el buey Apis
sas tumbas, la cultura egipcia pasó por una larga etapa prehistórica al dios Ptah, el carnero al tebano Amón o el babuino vinculado al
y predinástica, siglos durante los que se fraguaron los complejos ci Ra heliopolitano.
clos de creencias procedentes de los diversos grupos étnicos de los En los últimos tiempos se ha afirmado que en ciertos templos se
aledaños del valle y de las zonas colindantes, no tan desérticas en veneraba a un animal con características físicas determinadas, que se
tonces. Se ha dicho que las primitivas demarcaciones territoriales asociaba al dios, pero no se adoraba a la especie a la que el animal per
no solo significaban los límites de un grupo étnico o tribal, que dio tenecía. ¿Distinguían la diferencia entre estos matices los egipcios?
origen después a una delimitación administrativa, sino que tenían Solo puede afirmarse que ciertos animales gozaban de gran presti
también un significado sagrado como zonas de la influencia de una gio y popularidad, que se reservaban espacios para cementerios de
determinada divinidad. La razón de esta afirmación encuentra su determinadas especies, al igual que hoy día existen cementerios para
justificación en el lento proceso mediante el cual los grupos tribales mascotas. ¿Significa esto que en la actualidad se rinda culto a los ani
se volvieron sedentarios, lo que les llevó a la necesidad de proteger males? Evidentemente no, pero no parece que pueda afirmarse de
el poblado y su territorio mediante la sacralización del espacio. For manera fehaciente lo mismo sobre las creencias egipcias, o por lo me
malizaban estas creencias en la idea de un dios o en la de varios dio nos no con absoluta seguridad.
ses considerados como propios del grupo y pertenecientes o iden Los ejemplares venerados en los templos debían tener ciertas
tificados con el territorio. La vicisitudes históricas hicieron que los características propias, como un color determinado del plumaje, o
dioses de todos y cada uno de esos enclaves se vieran lanzados al co manchas en la piel, como en el caso del buey Apis, y eran embalsa
nocimiento de otros grupos humanos, y en sus contactos, pacíficos mados cuando morían. Muerte que no era siempre natural, pues se
o violentos, fueran adoptados o rechazados, asimilados o sincretiza- ha podido comprobar que en muchos casos la muerte del animal, so
dos. Razón, quizá, del origen de un panteón que en la esfera territo bre todo en el caso de las gatas advocación de Bastet, era intencio
rial llevaría a una concepción muy local de algunos dioses, y a una nada. Por esta costumbre, tan popular en Egipto, se ha dicho desde
aceptación cultural más extensa que conformaría un politeísmo di la Antigüedad, en una interpretación no muy precisa, que los egip
versificador de ideas y concepciones muy dispares. cios adoraban a los animales. Las estatuas de bronce de las gatas es
Uno de los aspectos más llamativos de la religión egipcia tiene re taban adornadas con pendientes y collares de oro, y se fabricaron
lación con las figuras animales que proliferan en su iconografía reli en gran cantidad en época greco-romana. También reservaron ce
giosa. Se ha dicho que primero adoraron a esos animales en un pe menterios para el pájaro ibis, asociado al dios Djehuty, símbolo de
ríodo muy temprano de su desarrollo cultural. Que tras la etapa del sabiduría. Sin embargo, el caso más famoso lo constituye el ente
animismo primitivo vino otra de contemplación y admiración hacia rramiento de los bueyes Apis, en el Serapeum de Menfis, cuyo des
las aptitudes de ciertos animales, aptitudes o cualidades que podían cubrimiento fue debido a la precisa información que dejó escrita Es-
considerarse fuera del alcance humano, y que por ello mismo el ani trabón en su G eographica.
mal podía asimilarse a lo divino, o simplemente ser considerado de En la progresiva maduración de las creencias, y en su represen
positario de valores sagrados. Es difícil tomar partido por un con tación plástica, que se correspondía con la idea o conjunto de ideas
junto de hipótesis como las que se han emitido en relación con este que se atribuían a una divinidad, incidieron otros elementos de la
fenómeno. Modernamente se ha asegurado que en la formación de naturaleza perceptible, cuyos fenómenos dinámicos o estáticos pu
las concepciones sagradas tendrían un papel primordial, desde los dieron contemplar a lo largo de milenios. De tal manera, los as
tiempos prehistóricos, la fauna y la flora presentes en la naturaleza tros, las rocas, las plantas y otros aspectos de la naturaleza como el
130 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Lo sagrado y los dioses 131
agua, el cielo o el aire fueron conformando y dando significado a sus estrictamente, en la práctica de la religiosidad personal, en la que un
creencias. Y al igual que había pasado con las representaciones de individuo concreto difícilmente puede encomendarse a esa plurali
animales, los elementos vegetales conformaron ideas como el árbol dad de dioses. Surge así una suerte de elección sobre el dios que se
que da leche, el sicomoro sagrado, que se vinculará a la diosa Hathor elige como interlocutor de las plegarias, hecho que se ha denomi
o a la diosa Isis según los casos. nado henoteísmo.
De la misma forma, otros aspectos de la realidad cotidiana sir Algunos dioses responden al mundo de lo numinoso en abs
vieron para estos fines asociativos y dieron vida a ideas como el dios tracto, como la diosa Maat, o los Bau de Nekhen, grupo indefinido
Shu, el aire, o la diosa-cielo, Nut, en principio vaca sagrada, o el dios de espíritus divinos de difícil caracterización. Otros dioses reflejan
tierra, Geb. El mundo de los fenómenos naturales tal vez hizo su en potencias o energías de la naturaleza, como Geb, dios Tierra por ex
trada en el pensamiento religioso en épocas muy remotas, y es ob celencia, procreador de otros dioses en las construcciones cosmogó
vio que caló muy hondo en la mentalidad egipcia y durante mile nicas. Es el mismo caso de Shu, «el aire», o de Tatenem, el dios telú
nios hizo de ella el primer exponente histórico de la creencia en la rico por excelencia.
otra vida. Caso aparte es el de Ra, unido a la realeza desde la dinastía IV,
potenciado en la dinastía V, y que ya no abandonará el entramado
ideológico de la monarquía, hasta el punto que su influencia se tras
Lo divino y sus formas. Politeísmo, monoteísmo, ladó con el tiempo a la misma Roma. A pesar de su antigüedad es
sincretismo y henoteísmo probable que desplazara al dios Atum en popularidad y en la misma
Heliópolis (la antigua lu n u ), que como dios creador era venerado
El término netjer,; -ntjr-, puede designar de manera genérica tanto en ese «centro del mundo», convertido en santuario solar. En rea
a lo divino en general como a un dios en particular. Se ha polemi lidad, y haciendo presente la paradoja, Ra es el mismo dios solar
zado mucho sobre el alcance de dicho concepto, pero no puede afir Atum, pero cuando se levanta en el cielo. Como es contemplado du
marse, como se ha hecho en un determinado sector de la egiptolo rante el día, el uso del término Ra se convirtió en algo fundamental,
gía, que designe una forma monoteísta de lo divino. Su utilización permaneciendo Atum como una acepción en el seno de la construc
en los textos de «enseñanzas» por autores que pretendían dar «ins ción teológica. Pero también Ra se verá de algún modo «utilizado»;
trucciones para la vida» no implica, con toda probabilidad, a nin el sincretismo con Amón será un episodio más de su andadura en
gún dios supremo, solo alude a lo divino en general. En determina este sentido, pero la importancia de Ra estriba en las reiteradas in
dos textos personales está claro que el autor utiliza el término n etjer tenciones de sincretismo con otros dioses y en su papel de guardián
para referirse a un dios elegido como interlocutor, que puede ser su de la realeza. Uno de los nombres del faraón es «hijo de Ra», es de
dios local o una divinidad determinada a la que profesa especial de cir, Ra se encarna en la figura real para darle la consistencia teoló
voción, aunque en algunos casos no parece posible tal explicación gica necesaria.
y solo puede aceptarse que se refiere a la categoría de dichos seres. Estas asociaciones entre uno y otro dios presentaban aspectos
La cuestión no es fácil de explicar porque la aparición del artículo sofisticados de intenciones teológicas complejas, pero en las que se
determinado en la escritura no tiene lugar hasta finales de la dinas pretendía manifestar un conjunto de potencialidades, o bien perse
tía XVIII, lo que dificulta comprender con exactitud la intención de guían una idea de transcendencia. Algunas destacaban por su apa
los textos. Es obvio, sin embargo, que, salvo el episodio amarniense rente contradicción, tal es el caso de la asociación de Osiris y Ra, en
(e incluso en este persisten ciertas dudas), no existe ningún atisbo de principio dos dioses que operaban en ámbitos diferentes, y precisa
intención monoteísta en la historia de la religión egipcia. mente por ello su sincretismo tenía mucho sentido. El difunto, como
La polémica sobre el monoteísmo soterrado está, por lo tanto, un nuevo Osiris, debía «Salir a la Luz del Día» (el verdadero y me
falta de substancia, la intención monoteísta está en la mente de algu tafórico nombre del «Libro de los Muertos»), es decir, encontrarse
nos analistas, pero no en los documentos egipcios; y la mayoría de con Ra.
los investigadores aceptan que, en el pensamiento de los egipcios, la Los dioses tenían figura, atributos, personificaciones, género y
pluralidad de lo divino es un hecho demostrado. La cuestión deriva, significado, entre otras cosas. Pero estas variables diferenciadoras
132 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Lo sagrado y los dioses 133
se confundían de forma intencionada, haciendo que un dios apare desde las primeras dinastías y manifestada de forma reiterada como
ciera con las cualidades o los atributos, la personalidad o la figura de una realidad imperecedera (como muy bien ha sido analizada por
otro dios, en una simbiosis sincretizante. Podría pensarse que la ne B. J. Kemp). Por citar un ejemplo, Horus y Seth representarían du
cesidad de unir atributos y virtudes eran las razones de tales mani rante todas las épocas al sur y al norte, respectivamente, pero Seth
festaciones, pero el evidente resultado para los no iniciados resultó era en origen un dios del Alto Egipto y el halcón Horus fue un dios
ser una cierta confusión, tal y como les ocurrió a los griegos y a otros venerado desde antiguo en todo el valle.
vecinos de la Antigüedad. Para los egipcios, los dioses tenían un nombre metafórico, el que
Además de tales «cualidades», un mismo dios podía tener con- se conoce, y un nombre secreto que nadie podía conocer y seguir
ceptualizaciones diferentes, como el intelectual dios Ptah y su habi vivo, por lo cual se explica que no esté documentado. Muchas veces
tual variante: Ptah-al-sur-de-su-m uro, que no es una descripción sino el apelativo o nombre metafórico es obvio, como en el caso de Amón
más bien una acepción diferente desde el punto de vista cultual. El (que debería transcribirse Im n), cuyo significado, «el oculto», es su
mismo caso para «Horus del Horizonte» o las diferentes formas de mamente explícito; pero en numerosas ocasiones el nombre cono
Ra en las posiciones en el cielo a lo largo del día. Se produjeron a cido no contiene un significante reconocible. En algunas construc
lo largo de la historia muchas variantes de los mismos dioses, sobre ciones míticas se juega con tales particularidades, como la trampa
todo en época tardía. El mismo Amón, sospechosamente relacio urdida por «Isis la maga» para conocer el nombre secreto de Ra y po
nado con Min, dios itifálico de la región tebana muy anterior. der dominarle. La ya citada diosa Nekhbet significa «La de Nekheb»,
En su acepción más corriente asociado a Ra a partir de la dinas es decir es una diosa local en un principio, que después pasará a re
tía XII como dios de la monarquía, el caso del dios Shu, dios «aire» presentar a todo el Alto Egipto. Otro nombre de dios, Herishef, es en
por excelencia, se vinculaba, por ejemplo, con Inher, luego llamado realidad una descripción: «el que está sobre el lago».
Onuris, cuyo nombre en egipcio significaba «el que trae de vuelta En cada dios, o en algunos de ellos, se sintetizaban dos o más de
al alejado», porque el viento (otra forma de entender el aire con la orígenes diferentes con el mismo nombre, como es el caso del mismo
misma capacidad y fuerza que cuando Shu separó a Geb y a Nut Horus, que por una parte representaba al Horus tradicional, un dios
para formar el Mundo) podía ser llamado a ejercer un poder salva halcón de orígenes tribales remotos, reconocible en cualquier con
dor en un determinado momento. fín de Egipto, y el Horus hijo de Osiris e Isis, de elaboración poste
Un gran número de dioses y diosas habían sido en un princi rior al incluirlo en el ciclo osiriano. Otra acepción del halcón divino
pio divinidades protectoras, representativas de lugares o territorios, era la de «Horus el Antiguo».
como es el caso de «Las Dos Damas», pareja formada por la diosa Un dios determinado podía ser representado mediante imágenes
buitre del sur, el Alto Egipto, Nekhbet, y la diosa cobra Wadjet, diferentes, humanas, zoomorfas o híbridas. Las figuras antropomor
del norte, o Bajo Egipto. Caso aparte es la diosa Hathor, «morada fas aparecen desde la segunda dinastía en la iconografía tradicional.
(hat) de Horus (Hr)»> antigua diosa vaca, convertida en paredro o En tales casos, los egipcios explicaban que el dios era «rico en khe-
pareja de Horus, y cuya devoción popular, y también oficial, la asi p eru (khprw)», es decir, rico en «transformaciones», en capacidad
miló a Isis en la iconografía tardía. En realidad era una diosa-madre, para cambiar su apariencia, lo que para los egipcios venía a signifi
pero que implicaba conceptos tanto amables como terribles, como car potencia y energía vital.
puede apreciarse en el ciclo mítico de «La destrucción de la huma Esta peculiaridad de los dioses, esta ambigüedad en las actitudes
nidad por la vaca celeste». Muchos dioses tenían un lugar de origen, de los teólogos y, en suma, esta asociación entre diferentes dioses,
es probable que en razón de creaciones que se perdían en los oríge dependía tanto de situaciones políticas como de intenciones econó
nes tribales o en los comienzos del proceso de sedentarización. Es el micas, pero en cualquier caso significaban algo muy sencillo: el fe
caso del dios Ptah, telúrico y momiforme, elevado a la categoría de nómeno del sincretismo explica la imposibilidad de un pensamiento
dios creador por los sacerdotes de su templo en el Reino Nuevo, un monoteísta. En el monoteísmo el dios es único y diferenciado, en el
dios de significado oscuro, intelectual y misterioso. politeísmo los dioses pueden asociarse, parecerse, sincretizarse unos
Pero muchas veces la territorialidad original era trastocada en en otros, pero están del todo diferenciados, pues no son elementos
beneficio de la «geografía mítica» de la «Dos Tierras», elaborada ya de un único ser, ni tienen la misma naturaleza.
Lo sagrado y los dioses 135
134 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
Apis: Manifestación animal del dios Ptah en el cuerpo de Min (Mnw): Dios itifálico, representativo de la fertilidad mascu
un buey. lina de la región de Coptos y Akhmin. Es posible
Apofis: Serpiente del caos, relacionada en un mito con Isis y que esté en el origen de Amón.
Seth. Mut: Diosa que se presenta en algunos textos como pareja
Atón: Abstracción del dios solar en su papel de generador de Amón en la tríada tebana.
de energía pura (atón significa círculo en el lenguaje Nefertum: Divinidad asociada a Ra, que surge del loto en la co
común). lina que emerge del agua primordial, el Nun.
Atum: Dios creador en lu n u (Heliópolis), asimilado a Ra. Neftis: Esposa de Seth. Hermana del mismo Seth, de Isis y
Bastet: Diosa gata, versión bondadosa de Sekhmet, diosa Osiris.
leona. Se dice que era hija de Ra. Nekhbet: Divinidad buitre protectora del Alto Egipto y de la
Bes: Genio protector de las parturientas y del hogar. monarquía. Su nombre significa «La de Nekheb».
Geb: Padre de Osiris, personifica la tierra, y esposo y her Neith: Divinidad de carácter muy diverso según los luga
mano de Nut, diosa cielo. res y la épocas. En principio era exclusivamente una
Hapy: Divinidad de la Crecida del Nilo. diosa de la ciudad de Sais, en el Delta. En época
Harmakhis: «Horus del Horizonte», acepción solar de Horus. tardía se convierte en diosa cosmogónica, también
Representado por la esfinge de Guiza. creadora de los dioses.
Haroeris: Antigua acepción de un dios halcón, «Horus el Nun: Concepto acuoso, no divino en sí mismo, agua pri
Grande», también llamado «Horus el Viejo». mordial, pero sede de lo divino, del cual surge el de
Harpócrates: Nombre dado en época ptolemaica a Horus niño, miurgo por autogeneración en cada teogonia.
hijo de Isis y Osiris. Nut: Diosa de la bóveda celeste, sobre su cuerpo se repre
Hathor: Diosa vaca celeste, asociada con Ra en el «Mito de la sentan las estrellas. Pareja de Geb, del cual la separó
destrucción de la humanidad». Diosa muy antigua y Shu, el dios aire, para crear el Mundo.
popular. Ogdoada: Grupo de ocho dioses, personificaciones del caos en
Harakhty: Horus-Ra en su cénit, un Horus solarizado. la Creación.
Horus: Divinidad antigua, esposo de Hathor, luego aso Osiris: La más popular de las deidades egipcias, que so
ciado al Horus hijo de Isis y Osiris. brevivió junto con Isis a la propia cultura egipcia.
Isis: Esposa y hermana de Osiris, maga y madre de Ho Muere y renace, señor del otro mundo, señor de la
rus. Su culto estaba muy difundido, incluso durante vegetación, del alimento y de la resurrección. Hijo
el Imperio Romano y el cristianismo primitivo. Su de Geb y Nut.
representación con el Horus niño fue el origen de la Ptah: El dios más «intelectual», si se exceptúa a Djehuty-
figura de la Virgen con el niño Jesús Thot. Su personalidad es de difícil clasificación. Pa
Khepri: Ra en la mañana, «el que viene a la existencia», as trono de Menfis y de sus necrópolis, de aspecto
pecto del dios sol como creador. momiforme y con posterioridad dios creador del
Khnum: Dios de Elefantina, en origen regulador de las aguas, mundo, de los dioses y de todo lo que existe. Su
convertido tardíamente en creador del Universo, de culto dio origen al del toro Apis, que le represen
los dioses y de los hombres. taba, y rivalizó con Amón en cuanto a importancia,
Khonsu: Divinidad lunar asociada al dios Amón y a la diosa por su papel como patrono de la más antigua capital
Mut como dios niño, formando tríada. del Egipto unificado.
Maat: Concepto abstracto convertido en diosa. Representa Ra: El sol en el cielo. Su importancia y veneración tradi
la verdad, la justicia y orden universal. cional como dios de la monarquía le hizo asociarse
Mentu: Dios guerrero de Tebas. Su nombre inspiró el de los con otros muchos dioses en un proceso de sincreti-
reyes de la dinastía XI. zación.
138 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Lo sagrado y los dioses 13 9
ción antropológica al pensamiento religioso, a la forma de vida de su totalidad el significado de algunos textos realmente oscuros, tal y
un pueblo. como parecen indicar las abundantes aclaraciones que se producían
La búsqueda de una explicación al orden existente se remonta al a menudo. Es el caso del conjuro 17 del «Libro de los Muertos», que
principio de los tiempos, al «tiempo de los orígenes», y proyecta en primitivamente consistía en una declaración sobre la doctrina del
ellos su concepción del entorno, de «su mundo», de su «orden con dios solar, aunque con el devenir de los tiempos se convirtió en un
trario al caos externo». Para llegar a ese punto de la especulación conjuro para uso del difunto. Este es interrumpido de forma cons
se necesita de una serie de conceptos estructurales, entre los cuales tante por una serie de aclaraciones sobre lo que se acaba de narrar
destaca el principio fundamental de sacralización del espacio; lo que (a veces incluso estas puntualizaciones son aún más oscuras que los
por lo general se denomina «eje del mundo». En Egipto se significa conceptos o personajes cuyo significado se intenta explicar):
en la «colina primigenia» que emerge de las aguas del Nun. Esta idea
está presente asimismo en Génesis I, 1-6. «Oh tú que estás en mi presencia, dame tus manos, pues en
Todos los sistemas cosmogónicos, menos tal vez el del ciclo solar, efecto soy yo aquel que creció entre ti.
partían de la idea del océano primordial, el Nun, -Nwn-, el caos lí ¿Qué significa? Significa la sangre que cayó del falo de Ra cuando
quido o fluido primordial sin forma ni límite, ni espacial ni temporal, él se cortó. Entonces surgieron los dioses que están en presencia de
en donde el demiurgo (entidad autocreadora surgida del Nun) toma Ra, que son la Autoridad y la Inteligencia, mientras yo seguía día a
la forma de la divinidad más importante de cada templo. La exis día a mi padre Atum...».
tencia de estas diversas concepciones parece que no suponía ningún «Libro de los Muertos», conjuro 17 (véase Barguet, 1967b).
problema para los egipcios, que podían aceptar varias explicaciones Las fuentes para el conocimiento de las cosmogonías vuelven
sobre el origen del mundo. No obstante, es preciso recordar que el a ser los ya conocidos «Textos de las Pirámides», los «Textos de
pueblo egipcio permanecía por completo ajeno a toda especulación los Sarcófagos» y el «Libro de los Muertos». Hay que añadir ade
teológica y la organización de las ideas sobre el origen del Universo más la Piedra de Shabaka, el Papiro Bremner-Rhind, el Papiro Lei-
estaba en manos de los sacerdotes expertos. Hay que suponer que den —que contiene el himno a Amón—, el Papiro Berlín 1303, así
era solo la clase dirigente la que se planteaba el establecimiento de como los tardíos textos de los templos de Dendera y Edfú, sin con
una jerarquía de dioses y la sucesión de acontecimientos divinos que tar otras referencias sueltas en ciertos himnos y preces. A través de
pudieran reflejar y explicar, en el terreno de la ideología, los funda dichos textos se encuentra un conjunto de elementos comunes, o di-
mentos de un sistema de vida más allá de toda especulación. ferenciadores, que conforman los diferentes aspectos de la idea de la
Tras la unificación del país se produjo una detallada labor de or Creación, tanto de los dioses como del mundo y, muy escasamente,
denar en una norma aparentemente coherente los mitos locales, es de los hombres.
tableciendo una jerarquía y clasificación familiar entre los dioses. Para el pensamiento egipcio, el Nun es anterior a la Creación,
Así, debido a esta reinterpretación, es posible que se perdiera el ori eterno, preexistente, indefinido, intemporal e inerte. En él reside la
gen de muchos mitos, dado que se manipularon las creencias de los potencia de lo divino, pero no lo divino en sentido estricto. El Nun no
diferentes ámbitos del valle en aras de una política unificadora. Y contiene la esencia del ser, no es el principio generador de nada, es una
lo mismo que se creó una geografía mítica, se dio nueva forma a un simple imagen convertida en esencia del Principio, captada del valle
panteón ya existente; surgen, de este modo, diversas explicaciones inundado como reflejo del estado primitivo y original del cosmos,
sobre los orígenes, en las cuales el papel de demiurgo, o dios crea pero no el principio de la vida. Resulta sorprendente que no quede
dor, va a ser desempeñado siempre por la divinidad principal del rastro en ningún texto sobre la causa de que existiese el Nun.
centro religioso que destaca en ese momento: Atum-Ra en la cosmo El dios creador, el demiurgo, surge de este inerte Nun por su pro
gonía heliopolitana, Djehuty en Hermópolis, Amón en la tebana o pia voluntad, es un dios autogenerado, que se manifiesta al mundo
Ptah en la cosmogonía menfita. al mismo tiempo que crea el espacio y el tiempo. No tiene padre ni
Los textos elaborados en épocas tardías de la civilización egipcia madre y, en consecuencia, es el padre de los padres y la madre de las
han permitido comprender mejor sus concepciones más antiguas. madres, de él derivan los demás dioses. En el Papiro Bemner-Rhind,
Pero en ocasiones ni los mismos egipcios llegaban a comprender en el dios solar, Ra por excelencia, proclama su credo:
142 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin Lo sagrado y los dioses 143
«Cuando me manifesté a la existencia, la existencia existió. Vino a estatus socialmente favorable a determinadas clases, es para lo que
la existencia bajo la forma del Existente que vino a la existencia en la los egipcios concibieron sus cosmogonías, logrando así quizás, aún
Primera Vez. Y es así que la existencia vino a la existencia, pues yo era incluso sin percatarse de ello, la expresión de la última y más perma
anterior a los dioses anteriores, puesto que mi nombre fue anterior al
nente contradicción que ha vivido el ser humano, la justificación de
suyo, pues yo hice la era anterior así como los dioses anteriores».
lo material a través del mundo de las ideas.
(Véase Sauneron y Yoyotte, 1959.)
Pero la idea primordial parece recalcar cómo el demiurgo llega a
la existencia en el origen del tiempo: La cosm ogon ía heliopolitan a
«Antes de que el cielo existiera, antes de que la Tierra exis El origen de esta cosmogonía se sitúa en la ciudad egipcia de lu n u
tiera, antes de que existieran los hombres, antes de que existiera la (la On bíblica), la Heliópolis de los griegos, en el nomo XIII del Bajo
muerte». Egipto. Hoy está cubierta por los barrios periféricos cairotas de El-
«Textos de las Pirámides», conjuro 571. Hay variantes, pero en Matariya y Tell Hisn. Poco aflora en el lugar de esta antigua ciudad a
esencia ofrecen la misma idea aunque cambia el sujeto, Atum, Atum- excepción de un obelisco de granito rosa que data del reinado de Se-
Ra, etc. (véase Carrier, 2009-2010). nusert I (a menudo escrito Sesostris, dinastía XII), o los dos obeliscos
de Thutmosis III (dinastía XVIII) que hoy se yerguen en Londres y
Esta llegada a la existencia tiene lugar en un punto determinado Nueva York. Sin embargo, su poblamiento se remonta a mucho antes
del Nun, que, aunque inerte, permite el surgimiento de una colina del nacimiento del Estado, como lo atestigua la existencia de un ce
primigenia en un punto específico de su superficie. Una imagen del menterio de época predinástica. Esta localidad alcanzó períodos de
descenso de las aguas del valle inundado. Se trata, evidentemente, esplendor durante los momentos finales del Reino Antiguo, y de esta
de un «centro o eje del mundo», que cada templo identificaba para época se han conservado las tumbas de algunos sacerdotes que datan
sí. A veces el lugar tomaba un nombre que tenía relación fonética de la dinastía VI. Durante el Reino Nuevo hubo actividad edilicia por
con el templo o tal vez con el dios, dada la facilidad egipcia para rea parte de los faraones Amenhotep III y Ramesses II, y en los últimos
lizar metáforas con el lenguaje. tiempos se ha recuperado una estatua de Psamético I.
Hay otros aspectos o elementos comunes en las diversas versiones Durante el Reino Antiguo, Heliópolis fue un centro astronó
de la Creación. Tal vez el más significativo, aunque no lo suficiente, mico muy reputado, lo cual queda reflejado en el título ostentado
sea la dualidad, en su más amplio sentido, el del equilibrio y la sime por el «primer profeta del templo de Ra», el «grande de los viden
tría, a la cual se llega justo a través de esta dualidad perfecta: Nun y tes de Ra». El mismo Im hotep, arquitecto del rey Djeser Netjerikhet
Ben-ben (agua y piedra radiante). En la cosmogonía heliopolitana, el (dinastía III), fue portador de dicho título, aunque su origen se re
dios Atum, en su versión de demiurgo, generador de la Creación, se monta a tiempos de la dinastía II, bajo el reinado de Khasekhemuy.
encuentra en el Nun inerte, y de él surgen divinidades en una duali En ella estaba situado el templo de Ra, cuna de una de las cosmo
dad complementaria basada en lo masculino y femenino (Isis y Osi- gonías, que en síntesis puede resumirse como sigue: antes del ori
ris, Seth y Neftis en Heliópolis, o Kak y Kaket, Amón y Amaunet, gen de los tiempos, no había nada. Solo existía el Nun primitivo, el
Heh y Hehet en el sistema hermopolitano), en la vida y la muerte (Isis agua primordial y ningún ser animado, ni los dioses ni el Universo
y Osiris), en la ira y el orden (Seth y Horus) o en la concepción y la habían sido creados. El Nun no tenía ni forma ni fin, y de él surgirá
creación (el corazón y la palabra en la teología menfita). Atum, quien, mediante un proceso de sincretismo con Ra, dio lugar
El equilibrio cósmico surgido del caos original ha de preservarse a Atum-Ra en las elucubraciones posteriores. Su nombre se inter
para que la dualidad última, la existente entre cielo y tierra, entre la preta de manera habitual como «El Todo», pues de él parte todo lo
vida terrenal y la eterna, entre el ser y el no ser, adquiera su pleno sig que existe. Atum posee en sí mismo el poder creador y hace emerger
nificado. Para ello, para intentar dar una explicación y un sentido al del Nun la colina primigenia, la primera tierra sólida del Universo.
origen de todas estas inquietudes, pero al mismo tiempo para satisfa De Atum-Ra surgen Shu (aire) y Tefnut (humedad), sobre cuya con
cer la justificación ideológica requerida para el mantenimiento de un cepción hay todavía un animado debate. Según algunas versiones de
144 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Lo sagrado y los dioses 145
la cosmogonía, Atum concibe a Shu y Tefnut tras masturbarse, aun minarse m ut (madre). Su representación durante el Reino Nuevo en
que también encontramos su origen tras vomitarlos o incluso estor la parte interior del sarcófago es muy común, simbolizando el eterno
nudarlos. En los «Textos de las Pirámides» se afirma: renacimiento a la vida del difunto, quien acompaña al sol a través del
cuerpo de Nut en su viaje diario.
«[1248] Atum es el que [una vez] vino a la existencia, quien se Geb es representado, por lo general, tumbado de lado con un
masturbó en lunu. El tomó su falo en su puño para conseguir el or brazo doblado. Es un dios asociado con frecuencia a la fertilidad (en
gasmo por medio de él, y así nacieron los gemelos Shu y Tefnut. ocasiones se le representa con el falo erecto apuntado hacia su es
[1249] ¡Ojalá ellos pongan al rey entre ellos y lo sitúen entre los dio posa en el cielo) y a veces se le otorga un color verdoso debido a su
ses delante del campo de las ofrendas! Recitad cuatro veces: ojalá el carácter de dios de la vegetación. En otras representaciones la vege
rey ascienda al cielo, ojalá el rey descienda a la tierra». tación brota de su cuerpo como si fuera tierra fértil. En cierto modo
«Textos de las Pirámides», conjuro 527, La creación de Shu y se asimila a Osiris como dios de la renovación de la vida, aunque esta
Tefnut (pirámides de Pepy I, Meren-ra y Pepy II) (véase Sauneron y es una interpretación posiblemente posterior. También puede ser
Yoyotte, 1959, y Carrier, 2009-2010). represando como el ganso de frente blanca con la corona del Bajo
Sin embargo, el acto de concepción más documentado, el de la Egipto, aunque en épocas tardías también se le encuentra con la do
masturbación [sic] , puede no ser entendido como tal sino como una ble corona. Se suele concebir como divinidad protectora y justa (in
terviene como juez en la disputa entre Horus y Seth, sentenciando
cópula entre Atum y su mano, lo cual parece tener sentido según
a favor del primero), asociándose muchas veces al monarca como si
las representaciones que se encuentran en los sarcófagos del Primer
este fuera el heredero del trono que en el principio del tiempo ocu
Período Intermedio, en donde Atum aparece a menudo junto a su
para el dios Geb:
principio femenino, la mano. El título de «mano del dios» adjudi
cado a las reinas en época posterior parece también ir en esta línea.
«Oración de Nut la grande que vive en la mansión inferior. El rey
Hatshepsut tenía dicho título, entre otros, como el «divina esposa es mi amado hijo, mi primer nacido sobre el trono de Geb, con quien
del dios (Amón)». él está muy complacido y a quien ha dado su herencia en presencia
De la unión de Shu y Tefnut nacen Nut (el Cielo o bóveda ce de la Gran Enéada. Todos los dioses están contentos y dicen: ¡Qué
leste) y Geb (la Tierra). Nut es en general representada como mujer, bueno es el rey! Su padre Geb está complacido con él».
que arqueada, simbolizando la bóveda celeste, soporta en su cuerpo «Textos de las Pirámides», conjuro 3 (véase Carrier, 2009-2010).
las estrellas del firmamento. También se la puede representar bajo
forma de vaca. Es común encontrarla en las tumbas reales del Valle Con la pareja Geb-Nut se inicia un principio creador en donde
de los Reyes y en los techos de los templos como una figura femenina pasan a tener cabida todos los seres vivos, simbolizando el germen
curvada sobre la Tierra, que traga al sol poniente cada noche para vital y la fertilidad a través de la cual todo lo que existe procede del
después emerger cada día de su útero. También figura como protec espacio creado entre estas dos divinidades. Tanto Geb como Nut
tora del monarca difunto en el Más Allá, como queda reflejado en los personifican el marco en el que se desarrolla la Creación, y su des
«Textos de las Pirámides»: cendencia entronca de forma directa con el orden terrenal a tra
vés de la asociación del monarca con Horus, cuya principal función
«Oh Osiris Rey, tu madre Nut se ha extendido sobre ti en su nom como sucesor en el trono de Geb seguirá siendo intentar conseguir
bre de St-pt; ella ha hecho que seas como un dios para tu enemigo en en la tierra el fiel reflejo del orden cósmico.
tu nombre de dios; [1608] ella te ha protegido de todo mal en su nom Ra, sintiendo celos de Nut, pide a Shu que impida su matrimo
bre de gran protectora porque eres el mayor entre sus hijos». nio con Geb, separándoles mediante un fuerte soplo de aire, impi
Conjuro 588, Nut asiste al rey (pirámide de Meren-ra) (véase diendo su unión. Se crea así el espacio necesario entre el cielo y la
Carrier, 2009-2010). tierra para la llegada de la luz, que conlleva, asimismo, la existen
cia de los seres vivos. Según el historiador Plutarco, Ra lanzó una
Esta última acepción dio paso a la identificación de Nut con la maldición sobre Nut, condenándola a no poder parir en trescien
tapa del sarcófago durante el Reino Antiguo, y el cofre pasa a deno tos sesenta días del calendario. Gracias a Djehuty-Thoth, que pro
146 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Lo sagrado y los dioses 147
porcionó cinco días más de luz, pudieron nacer los cinco dioses que lis. Sorprende, sin embargo, que precisamente Djehuty-Thoth, divi
componen la descendencia de Geb y Nut, a saber, Osiris (en el pri nidad principal del nomo XV, dios relacionado con la escritura, el
mer día), Horus (en el segundo día), Seth (en el tercero), Isis (en el conocimiento, la sabiduría y la Luna, no tenga un papel destacado
cuarto día) y Neftis (en el quinto). Sin embargo, la versión tradicio en todo este sistema de creencias y ni siquiera se le otorgue siempre
nal de lunu limita dicha progenie a las dos parejas compuestas por el papel creador.
Isis-Osiris y Neftis-Seth, configurando así, junto con Geb-Nut, Shu- El mito está basado en una ogdóada compuesta por cuatro pares
Tefnut y Atum-Ra, la Enéada de la cosmogonía heliopolitana. de divinidades masculinas y femeninas denominadas Hehu, cuya na
Pero la descendencia de Geb y Nut será protagonista de otro ci turaleza como dioses primigenios se cita en el conjuro 301 (Petición
clo mitológico, la muerte y resurrección de Osiris y la pugna entre su a los dioses primigenios) de los «Textos de las Pirámides»:
hijo Horus con su tío Seth.
«[446] Tenéis vuestro pan de ofrenda, oh Niut [Nun] y Nenet
[Naunet], ambos protectores de los dioses, que protegéis a los dioses
La cosm ogonía de H erm ópolis con vuestra sombra. [...] Tenéis vuestro pan de ofrenda, oh Amón y
Amonet, ambos protectores de los dioses, que protegéis a los dioses
Su origen hay que situarlo en la ciudad de K hem enu («la ciudad con vuestra sombra».
de los ocho»), Hermópolis para los griegos, donde se halla la actual La ogdóada al completo es mencionada en los «Textos de los Sar
El-Ashmunein, no muy lejos de Mallawi. En época faraónica era la cófagos», en el conjuro 76:
capital del nomo XV y el centro principal de culto del dios Djehuty-
Thoth. Poco queda de aquel pasado salvo restos de algunos templos
«Oh vosotros ocho dioses Hehu, guardianes de las salas del cielo,
de los Reinos Medio y Nuevo, en especial un pilono construido por a los cuales Shu hizo a partir del flujo de sus labios. [...] El fénix
Ramesses II con bloques del templo de Akhenaton, extraídos de la [Benben] de Ra era aquel del cual Atum llegó a ser como Heh, Nun,
cercana El-Amarna. Kek, Tenem. Yo soy Shu, padre de los dioses [...] Yo soy Shu, quien
En la localidad próxima de Tuna el-Gebel se conservan restos creó a los dioses...».
arqueológicos de gran importancia, parte del templo de Djehuty;
dos de las estelas de Akhenaton que, talladas en la roca, establecían Los cuatro pares que componían la ogdóada eran Nun y Nau
los límites de la nueva capital política y religiosa; así como también net, que simbolizaban las aguas primordiales en el caos inicial;
la tumba de Petosiris , sacerdote de Djehuty-Thoth de finales del si Amón y Amonet, las fuerzas de lo oculto; Heh y Hehet, lo amorfo,
glo iv a. C. Descubierta esta última en 1919 y excavada ese mismo sin límites precisos, y Kek y Keket, la oscuridad en su cualidad dual.
año por Gustave Lefebvre, el lugar, que conservó hasta época tardía Su significado es bastante difícil de entender, pues además carecen
los restos del sacerdote y los su padre y hermano, fue incluso centro de cualquier contexto mitológico o personificación, representando
de peregrinaje. Su forma es la de un pequeño templo rectangular de más las fuerzas físicas primigenias de la existencia que el mundo or
estilo ptolemaico temprano y a él se accede a través de un pórtico gánico. De todas estas deidades solo Amón alcanzará un rango im
con cuatro columnas compuestas, y en cuyas paredes se inscriben los portante de culto, pasando a ser la divinidad más importante del
títulos de Petosiris y se informa sobre Seshu y Djedthutefankh , padre nomo tebano ya desde el Reino Medio. La pareja de dioses masculi
y hermano del propietario de la tumba. En el lado sur se encuentra nos suele representarse como figuras humanas con cabeza de rana,
el pozo que conduce a las cámaras de enterramiento, situadas a más mientras que las femeninas son personificaciones de mujer con ca
de siete metros de profundidad. beza de serpiente.
Petosiris era el descendiente de una casta sacerdotal que había De estos cuatro pares de deidades unidas, o más bien reunidas,
elaborado una cosmogonía, principal «rival» de la heliopolitana. surgió el huevo que contenía a la divinidad que creará, a su vez,
Solo a través de textos dispersos y de algunos pasajes de los «Textos plantas, animales, seres humanos, dioses, etc. Sobre qué dios ac
de las Pirámides», así como también del Papiro Harris, pueden es túa como demiurgo se conocen varias versiones. Es probable que
tablecerse los rasgos fundamentales de la cosmogonía de Hermópo- en un principio el papel de fuerza creadora fuera desempeñado por
148 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Lo sagrado y los dioses 149
ciado a su animal representativo, el ganso o «El que da el gran también en un dios sanador, como queda patente en la Estela de
graznido», quien, al producir ese gran sonido, provoca que el Uni Bentresh, fechada en el siglo iv a. C., pero cuyos hechos tienen lugar
verso inerte se ponga en acción. Es lo que en el Antiguo Egipto se bajo Ramesses II. En ella se relata cómo el rey, de regreso de inspec
conocía como «El Gran Graznador» (o «Cacaraedor»), que sim ción en Siria, se enamora de la hija del príncipe de Bakhtan. La prin
boliza la energía creativa al ser portador del huevo cósmico del cesa va a Egipto como su gran esposa real, Neferu-ra, pero pronto
cual surge toda la vida. La asociación con el ganso refleja la acti le llega un mensaje procedente de su tierra natal informándola de
tud de Amón como dios creador, el demiurgo autogenerado, aun que su hermana menor, Bentresh, está enferma. El escriba real egip
que a menudo se le encuentra también representado a través de la cio Djehutymheb viaja a Bakhtan, donde diagnostica que la princesa
figura de un carnero, aludiendo a la energía creadora relacionada está poseída por un espíritu hostil. Ante esto, Ramesses consulta a
con la fertilidad. Khonsu, quien se manifiesta en su carácter de sanador y ahuyenta
Junto con Amón, aparece su esposa Mut, quien, asimismo, será dor de espíritus malignos. Así, la estatua del dios viaja a Bakhtan,
(incongruentemente para cualquier consideración lógica) una de donde para regocijo de todos sana a Bentresh.
las madres del dios tebano en fragmentos de otros mitos. Este ca Khonsu también dispone de su propio recinto en Karnak, al sur
rácter materno se ve reforzado por su propio nombre, el cual es del primer patio del gran templo, donde, junto a su madre, se con
la principal raíz para designar a una madre en egipcio (mut). Es vertirá en uno de los tres insignes habitantes del dominio de Amón,
la contrapartida tebana a Hathor o a Isis, con las cuales compar la tríada que de manera más fiel refleja la asociación entre el au
tirá algunos rasgos, como su caracterización como diosa del hogar, mento de la importancia del culto a una divinidad y el poder polí
protectora de las mujeres parturientas, diosa de las embarazadas o tico que lo sostiene.
representante de la fertilidad femenina. La diosa desplazará a la an
tigua esposa del dios, Amonet, para convertirse en la principal con
sorte del dios, al cual acompañará a partir de ahora en gran número La teología m enfita
de representaciones.
Sus animales simbólicos son el buitre, el león y el gato. El pri El nombre de Menfis parece derivar de M en -n efer; que era el
mero constituye el jeroglífico de su nombre, mientras que el segundo nombre dado al complejo piramidal de Pepy I (dinastía VI). No
es la principal manifestación de la diosa, siendo precisamente en obstante, también se conoce un nombre más antiguo para la ciudad,
su recinto donde Amenhotep III erigirá las numerosas estatuas de Ineb-H edj, que significa «Muro Blanco» o «Fortaleza Blanca».
Sekhmet. Su asimilación con Bastet, dando lugar a Mut-Bastet, no No queda mucho del glorioso pasado de Menfis, salvo parte de
por su carácter felino entre el león de Mut y la gata Bastet, sino más un coloso de trece metros de Ramesses II, que yace derribado en el
bien a su similar función como diosas protectoras del hogar. suelo, una esfinge de alabastro de unos ocho metros que se atribuye
Khonsu, el hijo de Mut y Amón, es un dios lunar, como se aprecia a Amenhotep II, ambos en lo que se supone que fue el recinto del
en su símbolo más característico, el creciente del astro sobre el que templo de Ptah. Se han localizado, asimismo, los restos de tres tem
descansa el círculo de la luna llena. También nos remite al mismo plos construidos por Ramesses II, un palacio de Merenptah y el re
principio las resonancias procedentes de su propio nombre, «El cinto de embalsamamiento de los bueyes Apis. Era la ciudad más
Errante», quizá simbolizando su paso por el cielo durante la noche. importante del Antiguo Egipto y su puerto el más animado. Debido
Su animal sagrado es el babuino, el cual también tiene unas grandes a lo prolongado de su ocupación a lo largo de todas las etapas de la
connotaciones lunares. Su representación se solía realizar de dos for historia antigua egipcia, la necrópolis menfita se extiende a lo largo
mas: por un lado, con cabeza de halcón coronado por el creciente o de más de cincuenta kilómetros al oeste de la ciudad, compren
disco lunar y, por otro, como hijo de Amón y Mut, es decir, con ves diendo lugares tan destacados arqueológicamente como Dashur,
timenta infantil y con el mechón de pelo en el lado derecho, símbolo Abusir, Sakkarah, Guiza y Abu Ghurab, entre otros. Sin embargo,
de la niñez. la fundación de Alejandría en el norte y la posterior ciudad de Fus-
Khonsu es el protector de la noche y el que ilumina en la oscuri tat (más tarde parte de lo que será El Cairo) sumergirán a la gran ca
dad. En su capacidad como ahuyentador de demonios se convierte pital del norte en una lenta decadencia que traerá consigo la destruc
158 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Lo sagrado y los dioses 159
ción o reutilización de los materiales que una vez formaron parte de Ptah-Nun, el padre que engendró a Atum.
las grandes construcciones de la gran ciudad menfita. Ptah-Naunet, la madre de la que nació Atum.
La fuente principal para el estudio de esta cosmogonía es la de Ptah el Grande que es el corazón y la lengua de la Enéada.
nominada Piedra de Shabaka, actualmente en el Museo Británico. Es Allí tomó forma, en el corazón de Ptah, y allí vino a la existen
una piedra rectangular de granito con unas medidas de 93 x 138,5 cia en la lengua de Ptah la encarnación de Atum, porque Ptah es el
centímetros (la superficie escrita corresponde a una superficie to Grande, quien insufló la vida a todos los dioses y a sus kas mediante
su corazón y a través de su lengua en el que Horus tomó forma de
tal de 69 x 132 centímetros). Su nombre procede del faraón Sha
Ptah, en la que Thoth tomó forma de Ptah
baka de la dinastía XXV, bajo cuyo reinado se realizó la inscripción Así aconteció que el corazón y la lengua consiguieron la primacía
mediante cinceles de cobre. Sin embargo, su posterior utilización sobre los miembros del cuerpo según la doctrina por la que El está
como rueda de molino ha causado la destrucción de veinticinco lí en cada uno de los cuerpos, en la boca de todos los dioses, de todos
neas (desde la línea veinticinco a la cuarenta y cuatro), pues en ella se los hombres, de todo el ganado, de todo lo que se arrastra y de todo
practicó un agujero de forma cuadrada del que parten con orienta lo que vive, pensando todo lo que quiere y decretando todo aquello
ción radial ocho desiguales acanaladuras. Esto ha causado la división que desea.
de la piedra en dos partes: a la izquierda se justifica el derecho de Ho- Su Enéada está ante él como dientes y labios. Son el semen y las
rus al trono de su padre Osiris mientras que a la derecha se encuen manos de Atum, porque la Enéada de Atum llega a la existencia me
tra el texto propiamente dicho de la teología menfita. Por desgracia, diante su semen y sus dedos. La Enéada es, ciertamente, los dientes
y los labios de esta boca que pronunció el nombre de todas las co
el texto que unía ambas partes se ha perdido para siempre. La teolo sas, de la que Shu y Tefnut nacieron y la que hizo nacer a la Enéada.
gía menfita, la más intelectual de todas, hace al dios Ptah desempeñar La vista de los ojos, la audición de los oídos, la respiración de la
el papel más importante en el acto de la Creación. Su concepción está nariz hablan al corazón y él hace que todo conocimiento pueda llegar
más cercana al pensamiento semita y judeocristiano, dado que incor a ser. Puesto que la lengua es la que pronuncia aquello que el cora
pora elementos inmateriales como fundamentos básicos en la Crea zón concibe. Así surgieron todos los dioses y su Enéada se acabó de
ción: el poder de las palabras y la fuerza del pensamiento. completar. Porque cada palabra del dios llegó a la existencia por me
El primero en copiar a mano el texto fue James Henry Breasted, dio de lo que el corazón pensaba y la lengua mandaba.
quien en 1901 publicó un pequeño ensayo llamando la atención so Así se crearon todos los kas, y establecidos todos los hmsut, aque
bre la tremenda importancia que este documento tenía para el estu llos que proporcionan todos los alimentos y provisiones, por medio
de esta palabra. Así se hace justicia a quien actúa según lo deseable y
dio del pensamiento y la religión de los egipcios. Breasted fechó la
se castiga a quien hace lo no deseado. Así se da vida a quien tiene paz
redacción del texto a principios de la dinastía XVIII, aunque investi y muerte a quien posee el pecado. Así se crearon los trabajos y todas
gadores como Sethe, Erman, Junger o Frankfort lo situaban entre las las artes, la acción de las manos, el caminar de las piernas, el movi
dinastías I y V. Junge, no obstante, data el texto a finales del Reino miento de cada uno de los miembros del cuerpo según la orden con
Nuevo, justificando el estilo arcaizante del texto como un intento de cebida por el corazón y expresada a través de la lengua, y que causa
recalcar la importancia del documento. Van den Dungen, basándose todas las cosas.
en argumentos filológicos, está de acuerdo en situarlo en el período Y así se dice de Ptah: El, quien creó todas las cosas y provocó la
raméssida, durante la dinastía XIX. existencia de todos los dioses. En verdad él es Ta-tenen, quien hizo
En las primeras líneas de la Piedra de Shabaka se explica cómo nacer a los dioses y del que vino toda existencia: la comida, los ali
el rey del Alto y Bajo Egipto, «Neferirkara, el hijo de Ra, Shabaka», mentos, las ofrendas divinas, y todas las cosas buenas y bellas. Así
se admitió y comprendió que su poder es mayor que el de cualquier
ordenó copiar el texto sobre un soporte donde la degradación fuera otro dios. Así Ptah se quedó satisfecho después de crear todas estas
más difícil, ya que el papiro original se encontraba en estado lasti entidades y cada una de las divinas palabras».
moso, devorado por gusanos. Más adelante se alude al acto de Crea Texto de la Teología Menfita, Piedra de Shabaka (véase Saune-
ción en los siguientes términos: ron y Yoyotte, 1959).
«Los dioses que llegaron a la existencia de Ptah. El papel de demiurgo se le otorga al dios patrón de la ciudad,
Ptah quien está sobre el Gran Trono, quien creó a los dioses. Ptah. El es quien crea a los dioses y a los seres vivos; concibe con el
16 0 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés M artin
lado con el buey Apis, del cual hay constancia desde los comienzos se asemejaba fonéticamente al del pájaro Benu, la garza real, y tam
de la dinastía I. En el mismo documento, y referido a la misma bién guardaba cierta similitud fonética con el verbo w eben , «alzarse
época, se mencionan fiestas de Anubis, dios protector de las necró o brillar en el horizonte», ejercicio diario del sol). Los teólogos reco
polis, cuyo culto estará estrechamente ligado al mito de Osiris. gieron el parecido de la secuencia consonántica y la piedra Benben
Algunos autores emplazan en Epoca del Primer Dinástico (o Ti- se transformó así en el símbolo de la salida del sol. Por la misma ra
nita) la redacción de la cosmogonía del dios Ptah, pero la crítica mo zón de analogía fonética, la garza se asoció al culto de la piedra y el
derna no parece estar de acuerdo. Su fundamentación teológica es templo de Junu (Heliópolis) pasó a llamarse «la casa de Fénix». De
un producto intelectual muy elaborado y no anterior al período ra- resultas de esta asociación lingüística se formuló la siguiente plega
méssida. Esto no quiere decir, por otra parte, que no pudiera exis ria: «Oh tú, Atum-khepri, que te elevas en las alturas, que te alzas
tir ya desde esta remota época una formulación religiosa relacionada (weben,) como la piedra Benben en la casa de Fénix (Benu) en He
con Ptah, explicitada por escrito en papiros depositados en el tem liópolis» (véase, en bibliografía, Kemp, 2005).
plo de dicho dios. Este juego fonético cambió el significado original de la piedra.
A través de Manetón se conoce que en época de Raneb, «Ra es el Los teólogos re-inventaban la tradición cuando las necesidades de
señor» (dinastía II), se adoraba, además de al mencionado Apis, un templo o de una Administración central lo requerían. Khepri es
al buey Mnevis de Heliópolis y también a un carnero en Mendes, la tercera connotación solar, asociada al escarabajo pelotero (metá
en el Delta. Algunas improntas de sellos ilustran a la diosa-leona fora ya explicada también antes). Atum-Khepri-Ra es el trinomio re
Mehit, protectora de Hieracómpolis (Ciudad del Halcón Horus, en sultante. Una muestra más de la extraordinaria capacidad de abs
egipcio Nekhen), junto con la diosa buitre Nekhbet. También se do tracción imaginativa del pensamiento egipcio.
cumenta a Mefdet, diosa gato, tal vez un precedente de la Bastet po Atum, en su acepción de «sol en el horizonte», es decir, en su
pularizada en la época tardía. nombre de Ra, se hace indispensable como dios de la monarquía. Su
Pero al margen de la documentación del momento, y extrapo nombre aparece ya como elemento teóforo en los protocolos de al
lando hacia atrás el conocimiento que se extrae de los textos y del gunos reyes de la dinastía IV, pero su culto se intensificará durante
material arqueológico del Reino Antiguo, hay dos dioses que se de la dinastía V. Los reyes son «hijos de Ra» (sa-ra), y así figura a par
ben destacar de entre los citados, dado que ya gozan de un culto ex tir de ese momento en el protocolo real. La narración sobre la lle
haustivo y de una popularidad indiscutible: «Horus el Grande», el gada de los «hijos del Sol» en los cuentos del Papiro Westcar (Pa
gran dios halcón, y Hathor, su pareja, diosa vaca por excelencia y piro Berlín 3033) es un indicio claro de la manera en que una nueva
cuyo nombre expresa de manera adecuada su función femenina y su fórmula religiosa orientó la tendencia oficial del culto solar, pero en
vocación de diosa madre universal. Hathor es la gran diosa de la pri su interpretación como Ra, dejando a un lado (pero sin olvidarla ni
mera historia egipcia. anularla) la vieja concepción de Atum. Los cuentos parece que fue
ron redactados durante la dinastía XII, pero se conocen por una co
pia del período hicso realizada durante la dinastía XV. En uno de
Del Reino Antiguo al Reino Medio. De la supremacía ellos se presenta al rey Khufu (Kheops) que escucha al sabio Djedi
de Ra al ascenso de Amón sobre el porvenir. Este le vaticina un cambio de familia dinástica de
bido al alumbramiento de tres hermanos «hijos del Sol» concebi
En ese tiempo el dios más destacado fue Atum-Ra, el supremo re dos por una mujer de nombre R adjedet, embarazada por el propio
presentante de la idea solar, y un dios creador al mismo tiempo. Su Ra, y esposa de un sacerdote del culto solar. El texto hace alusión a
sede estaba en Junu, la griega Heliópolis. Su culto estuvo asociado la primera teogamia conocida, precedente interesante de la más fa
al de la piedra Benben, «la radiante», quizá un meteorito caído en mosa y muy posterior de Hatshepsut (aunque en ese caso protago
un tiempo remoto del Predinástico. En cualquier caso, su nombre nizada por Amón) y resulta un documento de extrema importancia
está asociado a la luz y al calor. Estas ideas se entremezclan a veces que hace mención indirecta de un ritual monárquico habitual y rei
en un juego de palabras, a lo que los egipcios eran muy aficionados terado, de indudable relevancia en el proceso de sucesión y entroni
(como ya hemos mencionado antes el nombre de la piedra Benben zación de cada monarca.
164 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
Dioses y política 165
Abundando en lo mismo es comprensible que la antigua concep el monarca rinde pleitesía, tal era el poder económico de la élite te
ción astral del destino de los reyes en su tránsito a la otra vida se re bana, y su relevancia entre la sociedad del Reino Nuevo.
nueve en una interpretación de carácter análogo pero orientada al A lo largo de todo este período son innumerables las donacio
momento político. El destino solar del rey es objeto de innumera nes que la Doble Corona hace al templo de Amón, lo que le con
bles alusiones dentro de los «Textos de las Pirámides», pero que vertirá en el centro de control de una poderosa red de explotación
dan soterradas otras muchas vinculaciones a una religión astral que y clientelas repartidas por todo Egipto, como confirma el P a
fijaba el destino de los reyes muertos con estrellas de la constelación piro Wilbour. No obstante, en contra de lo que se pudiera pensar,
de Orion, en concreto en las tres estrellas del «cinturón», identifi los orígenes de Amón son bastante humildes y por lo pronto casi
cada con Osiris. Esta reminiscencia de antiguas creencias queda se desconocidos ¿De dónde procede este dios cuya influencia y deseo
pultada en los «Textos de las Pirámides» por todas las aportaciones de promoción por parte de los tebanos harán de él esposo de Mut
de la religión solar, incorporadas a la realeza durante la dinastía V. y padre de Khonsu?
Sin embargo, estas antiguas concepciones astrales no fueron anula A la hora de estudiar las primeras menciones del dios tebano, son
das, sino que fueron integradas en una reflexión nueva. El rey po varias las posturas adoptadas en su interpretación. Desde que Kurt
día convertirse en una estrella de las constantes, que siempre están Sethe publicara su clásico estudio sobre los orígenes de Amón, han
a la vista, o de las que retornan, que ellos llamaban «infatigables», sido varios los caminos seguidos por otros investigadores a partir de
que estando ausentes siete décadas luego aparecen de nuevo. Pero, la mencionada obra a la hora de bucear en las primeras menciones
al mismo tiempo, y ello no parece que les produjera ninguna contra del dios tebano.
dicción, se unía al disco solar en su identificación con Ra. La polémica surge a partir de tres fuentes que permiten seguir la
La caída del Reino Antiguo y la ausencia de un poder central pista del origen de la divinidad en los primeros tiempos de la histo
fuerte permitieron el ascenso de los nomarcas tebanos de la dinas ria de Egipto. En primer lugar hay que considerar el conjuro 446 de
tía XI. Y un dios guerrero vino a figurar en los nombres de los reyes. los «Textos de las Pirámides». Y a partir de ahí surge la polémica,
Mentu, un dios local, se hará un hueco en la historia de la monarquía no resuelta aún. ¿Es Amón un dios local de Waset (Tebas), espíritu
egipcia. Pero su «reinado» duró solo lo que la dinastía, un dios de ori de las aguas, o del viento, o es un dios itifálico, relacionado con la
gen poco claro desplazará al anterior; con la subida al poder del fa fecundidad? ¿Cuándo se convierte en un dios cosmogónico y crea
raón Amenemhat I (.Im n-n-hat, «Amón está en cabeza»), fundador de dor? ¿Desde cuándo se asocia al culto solar?
la dinastía XII, comienza también el reinado del dios tebano. Su presencia en los «Textos de las Pirámides» hace pensar a
François Daumas que la tendencia a incorporar a Amón a las divini
dades hermopolitanas no sería anterior al Reino Nuevo. Gerald A.
Del Reino Medio al Reino Nuevo. De Amón, dios local, Wainwright, identifica al Amón de Karnak con el Min de Coptos, di
a Atón, dios solar renovado vinidad con seguridad mucho más antigua. Teniendo en cuenta las
consonantes de sus respectivos nombres, la identificación parece ob
Durante el Reino Nuevo, el nuevo dios (nuevo en su papel de via. Fundamentalmente porque está documentada en dos versiones
asumir la monarquía, porque su nombre es conocido desde el Reino del mismo conjuro de los «Textos de las Pirámides»; en una de ellas
Antiguo) se erige en centro de un sistema teológico e intentará im figura Min, -Mn-; en la otra, Amón, -Imn-. Ciento cincuenta años
ponerse a los restantes como estandarte de la ideología dominante. más tarde, Amón ya se concibe como una divinidad diferente, en el
Aunque conviviendo con la teología menfita y la heliopolitana, la párrafo 446 de los citados textos.
tríada tebana será el verdadero símbolo de la monarquía imperia La primera mención de Amón en los «Textos de las Pirámides»
lista. Los dioses de la ciudad de Tebas (W aset) gozarán de un favor (núm. 1540) remonta su conocimiento a la dinastía VI:
especial por parte de la monarquía egipcia que se extenderá con un
enorme prestigio hasta las dinastías nubias. Incluso la personifica «¡Tú has venido, en verdad, oh Pepy, oh hijo de Geb, sobre el
ción de la ciudad como diosa fue utilizada como elemento de cohe trono de Amón!».
sión política y colocada en ciertos relieves como divinidad a la que (Véase Barguet, 1967a.)
16 6 Jesús J. Urvuela Quesada y Juan Cortés Martín Dioses y política 167
La región de Tebas es en especial fértil, dado que el valle se ensan aguas, aspecto mucho más razonable a partir de sus representacio
cha, por lo que no hay ninguna razón lógica para pensar que, al igual nes más antiguas. No obstante, su origen podría estar en relación
que otras localidades egipcias, no haya podido ser habitada desde con el viento y la brisa; brisa que mueve las aguas y es fuerza indis
época muy antigua. La ciudad está situada en una llanura fácilmente pensable para los navegantes del Alto Egipto a la hora de despla
inundable, cerca y al sur de Coptos, desde donde se accede de ma zarse por el Nilo. Restos de este carácter como divinidad local rela
nera más rápida al mar Rojo. Se halla en la desembocadura del w adi cionada con el viento se encontrarían incluso en textos ya de finales
que por la orilla izquierda permite evitar el amplio codo del Nilo ha del Reino Nuevo, cuando es Ramesses III quien afirma: «El disco se
cia Kena, para llegar directamente a Dendera. Hay minas de oro en el eleva gracias a tu aliento».
wadi Fawakhir y la ciudad está lo bastante emplazada al sur para ser Sin embargo, todos estos posibles aspectos del dios se verán por
inaccesible a los ataques de asiáticos que asolaban de forma periódica completo relegados a un segundo plano cuando se produzca su aso
el Delta. Asimismo, permite vigilar de manera sencilla el Alto Nilo y ciación con Ra. Dicha asociación pudo tener lugar en torno a la di
tiene una excelente comunicación con la ruta de los oasis. nastía VI, pero será a partir de la XII, en consonancia con el deseo
En las cercanías se entierran sus gobernantes, como lo atestiguan de los Amenemhat, cuando su figura se exalte de forma definitiva.
la tumba del «superintendente del Sur» y «superintendente del Do En la «Capilla Blanca» de Senusert I en Karnak, el disco solar es ro
ble Granero», W ennesank, de finales de la dinastía V o principios deado por las plumas características del tocado del dios y se lee, por
de la VI, o las tumbas de los nomarcas Ihy y Senyuker; ya de la di primera vez, Imn-Ra n sw t ntjrw, es decir, «Amón-Ra, rey de los dio
nastía VI. Sin embargo, nada hace intuir la existencia de un culto a ses», llamado A m onrasonter en el período helenístico.
Amón. Las menciones son sobre todo para Hathor de Dendera y Pero Amón también se identifica con la serpiente Kamutef (in
para Montu de Armant. El culto de Amón, si existía, era de carácter terpretación difícil de compaginar por ser el símbolo del caos), bajo
muy localizado y humilde. cuya forma encarnaría la renovación de la vida mediante el cambio
Sin embargo, la prueba de su existencia, aunque temprana, viene de piel. Este carácter renovador en el ciclo vital se ve reforzado por
proporcionada por una pequeña estatua perteneciente a una colec el epíteto de Amón-Kamutef, Amón, «Toro de su Madre», apelativo
ción privada. Estudiada en 1881 por Wiedemann, cita el nombre del relacionado con la capacidad reproductora del toro, animal utili
personaje y a continuación: «Rey del Alto y del Bajo Egipto, Meri- zado para representar al mismo rey y su poder reproductor. Se hace
ra, hijo de Ra, Pepy, amado de Amón-Ra, Señor de Tebas». Esta ins hincapié, por lo tanto, en su aspecto itifálico, que, como se ha dicho,
cripción lleva a suponer que, efectivamente, Amón encuentra, como procede de su vecino el dios Min de Coptos. En muchas represen
la mayor parte de los dioses de Egipto, su carácter de dios local en taciones del dios en Luxor, una estatua antropomorfa con el pene
un momento anterior a su difusión durante el Reino Medio. Puede erecto da la clave de la posible identificación.
deducirse de ello que su presencia y culto en Tebas son más antiguos Asume, por lo tanto, el papel de promotor de la fertilidad, de la
que lo que se supone, aunque las múltiples transformaciones que la renovación de la vida, de la eternidad, de la fuerza vital escondida y
ciudad ha sufrido durante más de tres mil años han hecho desapa el alimento de todo lo que vive, emulando al propio Osiris. El dios
recer la mayor parte de los vestigios anteriores a la dinastía XI. No tebano también se quiere hacer más cercano a los hombres, pero,
hay que olvidar, a pesar de todo, su leve importancia en dichas épo fundamentalmente y a partir de este momento, dirigirá a los reyes en
cas tempranas, comparándola con la de los grandes santuarios de los sus campañas victoriosas, encaminadas a enriquecer Egipto:
dioses de Heliópolis y Menfis. Será durante el Primer Período Inter
medio cuando se pueda pensar en un cierto incremento de la rele «Año 23, primer mes del verano, día 19, despertándome en [vida]
vancia otorgada a Amón por los nomarcas en ascenso. en la tienda real en la ciudad de Aruna. Camino en dirección norte
Para algunos investigadores, su carácter como divinidad cós por mi majestad con mi padre Amó-Ra, Señor de los Tronos de las
mica viene probado tanto por la representación de su piel con una Dos Tierras [quien abre los caminos] delante de mí, Harakhti forta
tonalidad azulada como por las dos plumas de halcón que coronan leciendo [el corazón de mi valiente ejército], mi padre Amón, fortale
su tocado, lo que le relaciona con la mitología del ciclo de Osiris y ciendo el brazo [de mi majestad] y protegiendo a mi majestad».
de los dioses celestes. Para otros se trataría de una divinidad de las Anales de Tutmosis III (véase Lichteim, 1976, pp. 29 y ss.).
168 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
Dioses y política 169
Pero Amón también es capaz de ganar batallas, acudiendo en Para permitir al pobre partir libre,
ayuda de su hijo el faraón, como se refleja en el «Poema de Kadesh», Pueda el pobre aparecer como justo
en el cual llama la atención la comunicación y relación de familiari Y pueda superar la riqueza».
dad existentes entre ambos protagonistas del relato, Ramesses II y Papiro Anastasi II, 8.5-9.1 (British Museum, 10243) (véase
Amón-Ra: Gardiner, 1911).
«Ningún oficial estaba conmigo, ningún auriga, La dinastía XVIII es, con mucho, la que más glorias militares y
Ningún soldado del ejército, ningún escudero, culturales proporciona al Egipto del Reino Nuevo. Pero desde la di
Mi infantería, mis carros sometidos delante de ellos, nastía XII, de los Amenemhat y los Senuseret, Egipto entra en con
Ninguno de ellos permanecía firme para luchar contra ellos, tacto muy directo con el corredor Sirio-Palestino, estableciendo una
Su Majestad habló: ¿Qué es esto, padre Amón? zona de influencia comercial y cultural. Con un claro y definido ori
¿Es correcto para un padre abandonar a su hijo? gen tebano, es la encargada de forjar los inmensos dominios sobre
¿Acaso he hecho algo para que tú me ignores? los cuales el país basará su prosperidad durante casi medio milenio.
¿Acaso no fui y esperé tus palabras? Siglos más tarde, durante el Segundo Período Intermedio, se tendrá
No he desobedecido nunca una orden que me dieras [...] que enfrentar no solo a los hicsos, -H ek a -k h a sw tsino también a los
Te llamo a ti, mi padre Amón, habitantes nativos del Egipto Medio que han establecido alianzas
Estoy entre una nube de extranjeros, con aquellos; así pues, una nueva estirpe de reyes del sur se encar
Todos los países se han levantado contra mí, gará de fundar la nueva prosperidad del país, apoyándose para ello
Estoy solo, ¡no hay nadie conmigo! [...] en dos pilares básicos. Por una parte, en su reorganización del ejér
Entonces, aunque recé en un país lejano, cito, incorporando al equipo bélico egipcio las novedades del mo
Mi voz resonó en la meridional lunu, mento (carros de guerra, espadas y arcos más potentes, etc.) y ase
Vi cómo Amón vino a mí cuando le llamé,
gurándose las recientes adquisiciones mediante una sabia política de
Me dio su mano y me alegré,
Habló desde atrás como si estuviera a su lado, confirmación en los cargos de los jefes locales de la región de Canaán
“Adelante, aquí estoy ¡yo contigo! y Rethenu, sobre todo a partir del reinado de Ahmosis, -A h-mes-sw-
Yo, tu padre, mi mano está contigo, («La Luna ha Nacido»), primer rey de la dinastía XVIII. Y, por otro
Yo me impongo por encima de cien mil hombres lado, los nuevos monarcas justificarán sus acciones mediante la pro
¡Yo soy el Señor de la Victoria, el que ama el valor! ”». moción de su dios de Karnak, por lo que desde la época de Ahmosis
«Poema de Kadesh» (véase Lichteim, 1976, pp. 57 y ss., y las donaciones de los reyes al dios son dignas de tener en cuenta:
Gardiner, 1960).
«Su Majestad ordenó hacer monumentos para su padre Amón-Ra,
Y así ocurrirá en las grandes campañas seguidas por los monar a saber: grandes collares de oro, cadenas de lapislázuli, sellos de oro,
cas de las dinastías XVIII y XIX. Es el dios de los grandes persona grandes jarras de oro, jarros y vasos de plata, altares de oro, mesas de
jes del Imperio; sin embargo, esto no impide que también a él le sean ofrendas de oro y plata, collares menat, donde el oro y la plata se mez
dirigidas plegarias desde los estratos más humildes (relativamente) clan con el lapislázuli y las turquesas, un vaso de oro para el ka con un
soporte de plata, un vaso de plata mezclado con oro cuyo soporte es
de la sociedad, de egipcios cuyos ruegos pueden resultar más fami de plata para el ka, un plato de plata, jarros de granito llenos de un
liares: güentos, grandes platos de plata y oro con las empuñaduras de plata,
un arpa de ébano trabajada en oro y en plata, esfinges de plata [...] Mi
«Amón, presta tu oído al solitario en el patio, Majestad ordenó también la construcción de una gran barca para des
El es pobre, no es rico, plazarse por el río, cuyo nombre será Poderosa-es-la-proa-de-Amón;
Desde el patio clama por él será trabajada en madera de conifera, para que pueda cumplir su feliz
¡Plata y oro para los clérigos, navegación del primer año [...]; también hice los mástiles de conifera
Ropas para los sirvientes! así como la cabina y el suelo también del mismo material».
Aparezca el poderoso Amón como visir, Urk., IV, 14-24 (véase Lichteim, 1976).
170 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin Dioses y política 171
Los primeros reyes tebanos necesitan toda la ayuda posible para La culminación de toda esta política de promoción del dios de
llevar a cabo su objetivo. Este queda bien patente en el nombre del Karnak toma un nuevo exponente con Hatshepsut, la cual elabora la
«Horus de Oro» de Ahmosis: «Aquel que une las dos Tierras». En justificación de su ascenso al trono bajo la forma de una teogamia en
esta misión, la justificación ideológica ejerce un papel esencial, ne la cual Amón se convierte en su auténtico padre carnal:
cesario en la configuración de la monarquía egipcia. Rey y dios mar
chan conjuntamente en el fin común de luchar contra el caos que «Este noble dios Amón, Señor de los tronos del Doble País, se
llega desde los «Nueve Arcos» (habitantes de la periferia de Egipto transformó tomando la apariencia de Su Majestad, el Rey del Alto
de forma genérica) y, por tanto, de preservar la Maat. Este es solo el y del Bajo Egipto Aakheperkara, esposo de la reina. Él la encontró
fundamento propagandístico de la expansión tebana, los aspectos mientras descansaba en el esplendor de su palacio. Ella se despertó
socioeconómicos estaban detrás. al olor del dios y sonrió en presencia de Su Majestad. Enseguida, él
En el transcurso de la dinastía XVIII se aprecia con claridad la se aproximó a ella y, ardiendo de pasión, lleva su deseo hacia ella
obrando de forma que ella le vea en su forma de dios [...] Palabras
política de favoritismo hacia Karnak, fundamentalmente hasta el rei dichas por Amón, Señor de los tronos el Doble País a la reina: “En
nado de Tutmosis III. El nombre como «hijo de Ra» del sucesor de verdad, Khenemet-Imen-Hatshepsut [Aquella que se une a Amón,
Ahmosis, Amenhotep I, significa «Amón está satisfecho», propor la más noble de las Damas] será el nombre de esta niña que ya he
cionando la onomástica real, una vez más, un reflejo de los cambios puesto en tu cuerpo [...] Ella ejercerá esta función bienhechora en
tanto en lo dinástico como en la ideología religiosa. todo el país”».
El «capitán de marinos» Ahmes, hijo de la mujer Ebana, en su Urk., IV, 219-222.
biografía funeraria inscrita en su tumba de El-Kab, dice:
La reina, además, no escatima medios a la hora de agradecer a
«Su Majestad entonces descendió hacia el norte, estando todos Amón su apoyo en la justificación de su poder:
los países extranjeros bajo su puño, mientras un vil nubio estaba col
gado, cabeza abajo, de la proa real. Desembarcamos en Karnak para «Ella ha hecho un monumento para su padre Amón, Señor de los
consagrar el enemigo y las ofrendas a Amón-Ra». tronos del Doble País, que preside en Karnak; para él ha construido
Urk., IV, 8-9 (véase Lichteim, 1976). dos grandes obeliscos de granito del sur, cuya parte superior es de
oro del mejor de los desiertos y a los que se ve desde las dos orillas
La reina Hatshepsut describe la valentía de su padre Djehuty- del río; sus rayos inundan el Doble País mientras que entre ellos bri
mes I, Tutmosis I, en Deir el-Bahari, con ocasión de una cacería de lla Amón tan pronto como aparece en el Oriente del cielo».
elefantes en Nahartn (norte del corredor sirio-palestino): Urk., IV, 362 (1.10-16).
«Trajo los elefantes de ese país y los entregó al templo de su pa «He dado para esto oro sin límites; lo medí en una balanza como
dre Amón, Señor de los tronos de las Dos Tierras, una vez que volvió se hace para el trigo. Mi Majestad proclamó la cantidad a la vista
con gran poder habiendo aterrorizado a sus enemigos». de las Dos Tierras reunidas. Tanto el ignorante como el sabio saben
Urk., IV, 103-104. ahora esto».
Urk., IV, 367-368.
Tutmosis II no duda en vanagloriarse del amor profesado por
Amón hacia su persona tras describir la represión de una revuelta El clero de Amón obtiene importantes privilegios: el «primer pro
en Nubia: feta de Amón», H apuseneb, acumula en sus manos el cargo de «visir»
y el de «jefe de todos los profetas del Alto y del Bajo Egipto». Los re
«Todo esto sucedió a causa del prestigio de Su Majestad, tanto yes favorecen al dios tebano otorgando a sus ministros, es decir, a las
como porque su padre Amón no cesaba de amarle, más que a nin familias tebanas vinculadas al templo, privilegios y beneficios cuyas
gún otro rey que haya vivido desde los tiempos más remotos de la consecuencias a largo plazo socavaron un tanto su poder.
Tierra». Sin embargo, no se debe observar la política religiosa de la dinas
Urk., IV, 137-141. tía XVIII como un conjunto de medidas concebidas por los diver
172 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin Dioses y política 173
sos monarcas, en principio para colmar de honores y donaciones a favores y una demostración práctica de sus poderes ejecutivos. Así,
Amón y a su clero y, después, y como reacción, como acciones des sucesivamente Amenhotep II, Tutmosis IV y Amenhotep IV dieron
tinadas a paliar los efectos que dicha política había producido. Ha el cargo de «primer profeta de Amón» a camaradas fieles, antiguos
bían creado un dios omnipotente, casi supremo en el panteón, y un compañeros de batallas e incluso a personajes que no eran de origen
clero no menos poderoso en la tierra. tebano, sino menfita.
Según una interpretación muy extendida, esta reacción se produ Amón, como dueño y señor de la ciudad origen de los monar
ciría a partir de Tutmosis III, culminando en la herejía atoniana de cas, es beneficiado de manera continua, pero también lo son los dio
Amenhotep IV (Akhenaton). Según una extendida opinión entre los ses del norte, en especial Ra y Ptah, en Heliópolis, -lunu-, y Menfis,
especialistas, dicho rey, abrumado por las presiones de unos sacer -Mn-Nfr-, respectivamente. Con el primero sobre todo se busca in
dotes casi tan poderosos como él, se habría visto obligado a huir de mediatamente un auténtico sincretismo que permita la fusión del to
Tebas y someterse casi a un exilio voluntario en su nueva ciudad de davía local y primitivo dios tebano con el más universal dios heliopo-
Akhetaten («El horizonte de Atón», hoy El-Amarna), donde pudo litano. Si bien intentos de este tipo se venían realizando de manera
llevar a cabo sus reformas religiosas lejos de las presiones de los po reiterada, es ahora cuando adquieren un nuevo y definitivo impulso.
derosos sacerdotes de Tebas y en un entorno artificial e idílico en Y es aquí precisamente donde debe verse una de las principales cau
compañía de sus hijas y esposa, la famosa Nefertiti. Sensacionalis- sas de la unión entre ambas divinidades: la necesidad de un dios que
mos aparte, los hechos parecen haber sido bien distintos. una tanto a las diversas partes del país como a las distintas áreas de
Ya desde los primeros momentos de la dinastía, los reyes teba- influencia imperiales. Este deseo de universalización y unión de las
nos utilizarán a Amón y a su clero con una finalidad conocida: la creencias ha sido muy bien definido por algunos especialistas (en es
justificación y el apoyo ideológico en su nueva y sagrada función de pecial B. J. Kent) como el más claro reflejo de la influencia que la con
ocupantes del divino «Trono de Horus». La necesidad de esta justi secución del Imperio ejercerá sobre la ideología egipcia. Será este el
ficación es evidente y está imbricada en el seno de la teocracia tradi verdadero objetivo que perseguirá la política religiosa de toda la di
cional faraónica. Esta función sagrada solo la puede desempeñar un nastía XVIII, quedando muy lejos de la idea de un pulso sostenido
rey heredero de los dioses, a los cuales representa en la Tierra y ante entre el sacerdocio y la monarquía, que muchos autores, deseosos de
los cuales se postra como representante e intermediario en benefi acontecimientos novelescos, intentan ver donde no lo hay.
cio de los hombres. Esta política llegará a su culminación en la herejía atoniana, pero
La política religiosa de la dinastía XVIII anterior a Tutmosis III su origen se rastrea desde Amenhotep I y a través de Amenhotep II
ya presenta algunos rasgos que permiten anticipar la manera en que (Papiro Boulaq 17), hasta desembocar en Amenhotep IV (Akhena
los reyes egipcios sabían manipular (aunque no siempre con éxito) ton), cuya reforma no fracasa tanto por sus planteamientos teológi
las diversas fuerzas que en el entramado ideológico están presentes. cos elitistas, sino porque en ella se ve implicada una unidad de pro
Así, se ha hablado de la acumulación en las manos de H apuseneb, ducción-distribución vital para el funcionamiento del Estado: los
bajo el reinado de Hatshepsut, de los importantísimos cargos de vi templos en general y el de Karnak en particular.
sir y de jefe de los profetas de todos los dioses del Alto y del Bajo Pero el aspecto más destacable de la política religiosa de la dinas
Egipto. En cuanto al primer título, no hay seguridad de que esta fun tía XVIII es la fusión, el sincretismo, entre Amón y Ra. La identifi
ción fuese desempeñada durante un tiempo prolongado por este in cación del primero con el segundo debilitó sus aspectos más primi
dividuo; en lo referente al segundo, no se debe olvidar, pues en de tivos, convirtiéndose sencillamente en un dios-sol de Waset (Tebas),
masiadas ocasiones se pasa por alto, que ya Amenhotep I nombró navegando a través de las aguas en una barca sagrada, batallando
a su hijo primogénito D hehutym es como «Primero de los Artesanos con Apofis (la serpiente del caos) y siendo adorado como creador de
de Ptah», otorgándole el título de «superior de los sacerdotes de to todas las cosas. En el Papiro Boulaq 17 es adorado de una forma casi
dos los dioses del sur y del norte». idéntica al Atón del «Himno de Amenhotep IV Akhenaton», siendo
Así, los monarcas de la dinastía XVIII no premiarán solo a Amón más que dudoso que un devoto de Amón en la Tebas de Amenho
en la persona de las familias vinculadas al templo, antes bien, man tep IV encontrara algo herético en la doctrina atoniana. De hecho,
tendrían su propia posición con una más amplia distribución de sus hay evidencia de que el personal requerido para organizar los tem-
174 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin Dioses y política 175
píos de Atón, en Karnak, fue reclutado entre los trabajadores del nak, vino delante de Su Majestad en un sueño para darle poder a su
templo de Amón. Una política de este estilo no es ni puede ser en hijo Amenhotep II». Pero Amón también aconseja desde Karnak,
ningún momento conflictiva. La estrategia emprendida por Akhena- siendo en este sentido como debe ser interpretada la inscripción
ton solo se puede comprender dentro de una tendencia general de grabada sobre una roca cerca de Konossos. Tutmosis IV pide con
los monarcas de la dinastía XVIII, que queda bien patente si se com sejo a Amón en su templo de Karnak sobre la actitud a tomar ante
paran los himnos a Amón-Ra del Papiro Boulaq 17 y el «Himno de una revuelta en Nubia. Y el monarca sale del templo con la orden
Atón» del ilustrado rey solar. de reunir las tropas. Utilidad del oráculo divino.
Las similitudes son bien patentes, inscribiéndose ambos textos Sería interminable señalar aquí todas las menciones en las que
dentro de una corriente sincretista destinada a producir una divini Amón aparece en las inscripciones anteriores al período de El-
dad común al Imperio y que al mismo tiempo reforzase la posición Amarna durante la dinastía XVIII. Hasta ese momento, el dios te-
del monarca mediante la colocación en lo más alto del panteón al dios bano se ha fusionado con la divinidad solar y universal por excelen
supremo de su ciudad de origen. Así pues, se produce un auge de cia, Ra, de cuyo sincretismo se beneficiarán tanto Heliópolis como
Amón en Tebas, pero al mismo tiempo, y esto es lo importante, se ex Tebas. Una vez conseguido este carácter aglutinante, la divinidad
perimenta un esplendor del culto solar en Heliópolis -lunu-. Sus teó está «preparada» para convertirse en el apoyo divino de la política
logos desarrollarán un pensamiento sincrético, de aparente tendencia real, dando lugar al Amón-Ra, que se convierte en un tópico en los
monoteísta, basado en las antiguas tradiciones y reflejado en los nue textos de las campañas de Tutmosis III, de la dinastía XVIII, o de los
vos textos funerarios: el «Libro de lo que hay en el Amduat», la «Leta raméssidas, de la dinastía XIX. La unión entre Amón y Ra se enfatiza
nía del Sol» o el «Libro de las Puertas». En ellos Ra se convierte en el a partir de Tutmosis III, pero no, como sugiere Lalouette, por un
único dios que se ha creado a sí mismo para la eternidad. Es invocado manifiesto temor de este monarca ante un poderoso clero de Amón,
en la llamada «Letanía de Ra» bajo sus «setenta y cinco nombres que sino debido al incremento de las conquistas reales en todas las par
son sus cuerpos y estos cuerpos son otros dioses», y también como «el tes del Imperio durante su reinado.
único dios que crea miríadas de él mismo», «aquel cuyas formas acti Las «revolucionarias» ideas de Akhenaton se limitaron a hacer
vas son sus eternas transformaciones cuando asume el aspecto de su más hincapié en el disco solar, Atón, como manifestación clara del
Gran Disco». Atón es el elemento constante de estas transformacio poder divino del sol, dado el sentido del término -atn- en egipcio,
nes, y el poder inmanente en él, Ra, es el supremo poder del cual el fa que significa simplemente «círculo». Atón sería, en el propio pensa
raón es su representante. miento del rey, el interior de la circunferencia solar de Ra, es decir
Un buen ejemplo de la intencionalidad de esta política religiosa su energía. Como dice en su himno al dios, «Atón es el nombre Shu
puede estar en la penetración de deidades cananeas en Egipto. Este de Ra», siendo Shu el dios del aire, el que mantiene a Ra en el cielo.
«intercambio religioso» es bidireccional y en él, cuando conviene, Se trata, por lo tanto, de una mera abstracción de algo ya conocido
se produce un inmediato sincretismo. Así, Resheph, dios sirio de desde los «Textos de la Pirámides».
la guerra, se identifica con Montu, protector del rey en la guerra. Sin embargo, la reforma parece ir encaminada a otorgar a la di
Mientras tanto Ba’al-Sephon, dios cananeo de los marineros, goza vinidad solar el máximo puesto en la teología egipcia, pero prescin
de un templo en Per-Nefer, la base naval imperial más importante diendo tanto de Ra y Amón, como de los demás dioses del país. La
de Egipto, así como Astarté disfrutará de un lugar importante en situación la resume de forma cuestionable Cyril Aldred: «donde el
el país del Nilo. Es lógico pensar que Egipto ha de ofrecer una di Atón de Akhenaton difería de Ra era en que en vez de incorporar
vinidad suprema del país, un dios representante de todo el ámbito todas las viejas divinidades en un henoteísmo comprensivo (actitud
sobre el que ejerce su influencia el faraón, en suma, un dios impe que se había estado realizando desde Amenhotep I), las excluyó en
rial. Amón, de esta manera, adquiere un carácter guerrero y como un incomprensible monoteísmo (dado su evidente politeísmo)». Na
colaborador del rey en las batallas, lo que caracterizará ya al dios turalmente no todos los autores están de acuerdo en que se produ
durante el resto del Reino Nuevo. Así, la Estela de Menfis, man jera esta exclusión.
dada erigir por Amenhotep II, relata que en el curso de una cam Este pretendido exclusivismo implicaba, al mismo tiempo, una
paña siria «la majestad de este dios venerable, Amón, señor de Kar- modificación de las adscripciones de los territorios explotados por los
17 6 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
Dioses y política 177
templos tradicionales y afectaba, por ello, a las rentas de las familias en hombres y mujeres. Todas las [¿posesiones?] de los templos son do
poder de los cargos en el enorme complejo económico del templo de bladas, triplicadas y cuadruplicadas con plata y oro, lapislázuli, tur
Karnak. Y es aquí donde en verdad se debe encontrar la razón del fra quesa, toda piedra rara y costosa, lino real, vestidos blancos, lino
caso de la reforma atoniana, y es esta, quizá, la verdadera causa de su fino, aceite de oliva, goma, grasa [...] incienso, mirra, sin límite de to
descalabro. Muchos templos se cerraron, o por lo menos fueron des das las cosas buenas».
provistos de sus adscripciones de tierras, necesarias para el manteni Estela de la Restauración, 17-20 (véase Lichteim, 1976).
miento del personal y el culto en El-Amarna. Se rompe, por lo tanto,
la estabilidad del sistema que afecta a todo el entramado económico- De la lectura de la Estela de la Restauración se pueden despren
social y familiar de gran parte de la élite tebana. der las consecuencias del cierre y abandono de ciertos templos,
siendo Ptah y Amón destacados en cuanto a la labor que el nuevo
El templo, unidad de explotación y redistribución indispensable
monarca realiza por ellos, dada su importancia ideológica a nivel na
para el perfecto funcionamiento de la economía del país, es anulado en
cional, pero englobados en el mismo conjunto de los restantes dio
sus funciones tanto ideológicas como infraestructurales, otra posible ses, pues no se menciona ningún santuario en especial como objeto
causa del fracaso de Akhenaton. Basta analizar el texto de la denomi del faraón hereje. Pero de aquí no se desprende ninguna acción rela
nada Estela de la Restauración, mandada elaborar por Tutankhamon tiva a persecución o conjura contra el personal de dichos templos.
poco después de heredar el trono, aunque usurpada después por Ho- Así, en la misma línea de mutismo en cuanto a la posible existen
remhed, para comprender que la preocupación era fundada: cia de estas acciones que la mencionada Estela de la Restauración se
sitúa el otro gran texto del momento, el Decreto de Horemheb, en el
«Ahora Su Majestad ha llegado a ser rey, los templos de los dio cual no se hace mención alguna a posibles acciones hostiles empren
ses y de las diosas, desde Elefantina hasta los pantanos del delta [...] didas por Akhenaton contra Amón y su clero.
habían caído en abandono, sus altares habían caído en la desolación Una conclusión posible se obtiene de todo ello: en un principio
convirtiéndose en zonas cubiertas de plantas [...], sus santuarios es Akhenaton lleva a cabo la culminación de una política sincretista en
taban como si nunca hubieran existido, sus vestíbulos eran un ca tre el dios tebano, Amón, y el de Heliopolis, Ra, la cual hunde sus
mino de pisadas». raíces hasta los tiempos de Amenhotep I, en un intento de acrecen
Estela de la Restauración, 6-7 (véase Lichteim, 1976). tar el prestigio de Amón como instrumento de la justificación ideo
lógica del poder de los monarcas. Se busca la representatividad de
De esta manera, lo primero que se acomete una vez finalizado el
una divinidad sincrética (en último término identificada como Atón)
reinado de Akhenaton es la devolución de las asignaciones de tie
que aglutinara a todo el Imperio bajo su influencia, resaltándose en
rras, que con toda probabilidad habían sido trastocadas por man
todo momento la alianza entre Amón y el rey, para beneficio del po
dato del faraón «hereje», tanto a las instituciones reales (Decreto de
der del segundo, sin perder de vista los intereses económicos y socia
Horemheb) como a las religiosas (templos), como se aprecia tam les de las grandes familias que ejercen cargos y beneficios al amparo
bién a continuación en el mismo texto: del poder político del templo de Karnak.
Amenofis IV Akhenaton fracasa debido a que en su intento de
«Y Su Majestad ha hecho monumentos para los dioses [for transformación ideológica no solo perturba el politeísmo teológico
jando] sus estatuas con verdadero oro fino, el mejor de las tierras ex militante y popular, sino que trastoca el delicado sistema económico
tranjeras, construyendo de nuevo sus santuarios como monumentos del país al modificar las adjudicaciones de tierras y bienes en explo
de edad eterna [...], estableciendo para ellos regalos divinos como
tación de los templos. Sin embargo, el poder del monarca queda
un sacrificio diario duradero y abasteciéndolos con ofrendas de co
mida de la tierra. Ha añadido a lo que había en tiempos pretéritos, bien patente en la nula oposición a la que se tuvo que enfrentar y en
ha [sobrepasado lo] hecho desde el tiempo de sus ancestros, él ha el hecho de que su memoria no fue turbada hasta casi medio siglo
nombrado sacerdotes y profetas, hijos de los notables de sus ciuda después de su muerte y, además, es necesario resaltarlo, por inicia
des, cada hijo de un hombre importante y cuyo nombre se conoce; tiva real, y dado que no existe mención alguna de posibles protestas
ha multiplicado su [¿riqueza?] con oro, plata, bronce y cobre, sin lí de la élite tebana, ni en la época de los acontecimientos ni después,
mite de [¿todas las cosas?], ha llenado sus almacenes con esclavos, es necesario concluir que su «posible herejía» no fue considerada
178 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
Dioses y política 179
como tal. Es decir, no parece que fuera contestado, ni menospre guió desempeñando cargos importantes, da la impresión de que ha
ciado en su tiempo. bía preparado el camino para su ascenso colocando a su suegro en
La política económica del final de la dinastía XVIII ha llevado a el poder a la muerte del rey Tutankhamon. Una posible prueba de
Egipto a una cierta crisis institucional (y muy probablemente a un que Horemhed se consideraba con derecho al trono la proporciona
nivel de corrupción considerable) y esta será la principal preocupa su praen om en , M enkheperu-R a, siguiendo la tendencia marcada por
ción de los nuevos monarcas de la dinastía XIX, apreciándose en sus casi todos los reyes de la dinastía XVIII.
acciones un casi perfecto paralelismo con las de sus antecesores de Según cabría pensar, Horemhed tendría una larga tarea por rea
comienzos de la dinastía XVIII. Sin embargo, en materia de política lizar. La persecución (si es que tuvo lugar) de los distintos dioses y
religiosa, parece que estuvieron mucho menos preocupados que los de sus servidores en todo el país, así como el monopolio ideológico
Tutmosidas o los Amenhotep. Una vez que el reconocimiento del ejercido por el rey, habrían creado una situación caótica, o por lo
prestigio de Amón es ya incontestable, situándose como el principal menos de un cierto desorden administrativo, causa suficiente de ho
dios del Imperio junto con Ptah de Menfis y Ra de Heliópolis, la im rror para la clase dirigente, burócrata por necesidad. Sin embargo,
presión que ofrece la política religiosa de la dinastía XIX se resume de la lectura detenida de su famoso «edicto» se obtienen impresio
en una palabra: equilibrio. nes bien distintas. Así, según Kruchten, no hay nada, exceptuando
Los momentos inmediatamente posteriores a la muerte de Akhe- el preámbulo, que indique que Egipto había caído en la situación de
naton son en realidad muy confusos. El sucesor, y tal vez ya corre anarquía y corrupción que le han sido etiquetadas a la etapa amar-
gente, sería Nefer-Nefru-aton Smenkha-ra, a quien algunos autores niense. La situación a la que se refiere el preámbulo es la creada por
consideran como la propia Nefertiti, y para otros sería el esposo de el cierre de los templos, pero, como ya se ha indicado, la imagen de
M erytaton, una de las hijas de la pareja. sastrosa de un Egipto guiado por un faraón loco que persigue sobre
Con El-Amarna arrasada hasta los cimientos, el dios Atón se todo al clero de Amón está bastante alejada de la realidad. El dios te-
eclipsa y Tutankhaton cambia su nombre por Tutankhamon. En la bano volvería a recuperar su tradicional gran importancia tras el go
Estela de la Restauración se le atribuyen nueve años de reinado, fa bierno de Amenofis IV (Akhenaton), al igual que los otros grandes
lleciendo entre los diecinueve y los veinticinco por una septicemia dioses del país. Así, hacia 1339 a. C. un oráculo de Amón confirma
producida por una herida en una pierna. Le sucede Ay, ya anciano, a Horemheb el poder supremo, convirtiéndose en el «Señor del Do
y la corona pasa, en un corto lapso de tiempo, al que algunos auto ble País». Amón sanciona de nuevo a la realeza.
res consideran su yerno, Horemhed, auténtico puente entre la dinas No obstante, Horemheb sienta ya las bases de la equilibrada po
tía XVIII y la XIX. La devoción específica hacia Atón se desvanece, lítica religiosa de sus sucesores, considerando a Amón y a su clero
ha quedado restringida a una familia y a un instante histórico. como élite dentro del Estado, pero no mucho más que los demás
Horemhed se mantiene en el trono durante veintisiete años. Pa dioses y sacerdotes del país. Restauró la política de Amenhotep III,
rece que no hubo ninguna oposición a su ascensión, pues, según la consistente en hacer espléndidas donaciones a los templos de Amón,
interpretación de Faulkner, la «Inscripción de la Coronación» del pero también, como contrapeso, honró tanto a Ra (en su antigua
Museo de Turín, mandada ejecutar por Horemhed, relata sus pasos forma ortodoxa) como a Ptah en Menfis, la gran ciudad del Reino
desde los principios de su carrera hasta su condición de rey, dando la Antiguo, cuyo templo solar tenía desde el más remoto pasado una
impresión de una transferencia del poder sin altibajos desde sus pre influencia política y social notable en todo el valle.
decesores hasta él. Incluso se ha sugerido que fue corregente junto
con Ay, pero el tema de las corregencias está hoy día sometido a una
revisión crítica, y es posible que no se dieran tales actitudes en el La dinastía XIX. Amón se estabiliza
seno de la práctica monárquica.
En cualquier caso, Horemhed es coronado rey porque ya tiene Con la muerte de Horemheb ha finalizado la dinastía XVIII,
el poder de hecho, en su calidad de «militar más prestigioso desde pero antes ha designado sucesor a un militar de su confianza y de es
los tiempos de Akhenaton». En el momento de acceder al trono es tirpe beduina: Ramesses I. El es quien inicia la más importante de
«gran jefe del ejército» y, puesto que durante el gobierno de Ay si las construcciones en Karnak, pero sin olvidar la importancia de las
180 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
Dioses y política 181
creencias heliopolitanas y menfitas. El nuevo rey también puso en nado en una estela del año treinta y cinco de su reinado descubierta
marcha la ambiciosa política de «Renacimiento», desplazándose ha en Abu Simbel. En Abydos erige un templo al lado del de su padre y
cia el norte y alejándose de Tebas; tal vez atraído por el antiguo pres en Karnak completa la Gran Sala Hipóstila, mientras que en Luxor
tigio de la vieja corte de Menfis. Es probable que estableciese su re añade un pilón y un patio al templo del Gineceo de Amón. También
sidencia de verano en Tanis, de donde era originaria la familia. Todas en Tebas construye su templo funerario, el Ramesseum, y en Nu-
estas actuaciones hay que comprenderlas en su sentido más lógico: bia hace erigir el impresionante hipogeo de Abu Simbel, dedicado a
un militar que prepara una política de agresión y expansión quería Amón, Ra-Harakhtí, Ptah y, en especial, a él mismo identificándose
estar cerca del escenario de guerra. Otras posibles interpretaciones con Ra. Contiguo se alzará otro templo dedicado a la diosa Hathor
podrán relacionarse con el desarrollo de la élite tebana y un intento (la gran diosa-vaca-madre de los primeros tiempos) y a la gran es
de sustraerse a su influencia, debido al gran peso que ejerció en la posa real, Nefertary.
política real de la dinastía anterior. La identificación del monarca con el dios Ra no hace pensar de
Por sus títulos, Ramesses I era un nuevo Ahmosis, como si inten masiado en una política pro-amoniana. Aunque mantiene el pro
tara fundar de nuevo la dinastía XVIII. Por otro lado, sus descen yecto religioso de la dinastía anterior, lo hace de manera atempe
dientes buscaron continuar, incluso superar, las grandes glorias de la rada. Esta característica parece también extenderse a su actuación
dinastía XVIII, tanto en la guerra como en la paz. Sethy I, desde co en el exterior. Así, mientras el faraón recurre de manera reiterada a
mienzos de su primer año de reinado, luchó con gran vigor en Ca- Amón en sus campañas en Asia, como bien queda de manifiesto en
naán y tal vez en Siria (Naharin). En beneficio de Amón llevó a cabo el «Poema de Kadesh», también hace de Ptah la principal divinidad
obras de ampliación, tanto en Karnak (Gran Sala Hipóstila, templo tutora de su unión con la princesa hitita, según figura en la inscrip
funerario de la orilla occidental,) como en Abydos, centro tradicio ción del templo de Mut en Karnak. Aquí el dios menfita es descrito
nal del culto a Osiris. como «padre del rey», y es él quien toma la decisión del matrimonio.
Sethy I deja claro desde un principio en su «Nombre de Horus» También se pone en boca de Ptah el texto del año concerniente a la
que bajo su reinado Egipto gozará de una nueva prosperidad: «El decisión matrimonial tomada por el dios.
que renueva los Nacimientos», nombre que siempre implica la in Esta importancia del dios menfita vuelve a aparecer en el diálogo
tención de inaugurar una nueva era. Pero añadió el epíteto Merenp- entre Ptah y Ramesses II esculpido sobre los muros de los templos
tah, es decir, «Amado de Ptah», dejando testimonio así de su incli de Karnak (muro sur del patio interior), en Aksha y en Abu Simbel,
nación por Menfis y su dios principal, como contraste o intento de siendo más tarde recogido por Ramesses III en Medinet Habu:
equilibrio con la capital de la tebaida y su poderoso dios Amón.
Esta política de equilibrio religioso será continuada por su hijo y «Cuando yo te veo mi corazón se exalta. Yo te tomo en un abrazo
sucesor Ramesses II. Con una clara intención de recobrar las glorias de oro... Yo me uno a ti en la prosperidad y la gloria del corazón; me
de la dinastía precedente, el segundo Ramesses se representa junto ligo a ti en la exaltación, la alegría, el placer y las delicias. Yo hago
a Menes, Mentuhotep y Ahmosis en la llamada «Procesión del Ra- que tu pensamiento sea divino como el mío. Yo te elijo, te peso, te
messeum», es decir, junto al legendario Menes y los restauradores de preparo a fin de que tu corazón esté alegre y las palabras sean efi
la unión del país tras los períodos de descentralización. Lo primero caces. No hay nada que debas ignorar, nada en absoluto. Yo te en
que hace el joven rey cuando es proclamado faraón es dirigirse a Te vuelvo de consejos de vida, para que hagas vivir a los demás según tu
bas, aunque la familia real residía en el norte. En la capital imperial deseo. Yo te he colocado como rey del tiempo eterno, regente de la
asiste al Festival Opet y luego regresa al Bajo Egipto, no sin hacer duración por un tiempo infinito. Yo he forjado tus miembros en oro
fino y tus huesos en cobre».
una escala en Abydos, en cuya famosa inscripción promete finalizar
el templo que comenzara su padre. En este mismo texto se observa cómo son otorgadas a Ptah atri
La actividad constructora de Ramesses II superó la de todos sus buciones típicas de Amón:
antecesores del Reino Nuevo. Pero tampoco aquí sus esfuerzos van
encaminados únicamente hacía Amón. Erige un gran templo a Ptah «Yo te doy la valentía y la fuerza, el poder de tu brazo está en
en Menfis, del que solo quedan unas estatuas, pero que es mencio cada país; yo he unido los deseos de todas las tierras, poniéndolas
182 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
Dioses y política 183
profeta, Tjanofer ; concederá a la familia el casi exclusivo monopo El testimonio en el juicio de un esclavo es también significativo:
lio del clero tebano.
Los hijos de Ramessesnakhte, Nesamun y A m enhotep , sucederán «Cuando Panehesi destruyó Hardai, un joven nubio, Buteha-
a su padre en el cargo, de tal forma que en el año diez del reinado de mun, me compró y un extranjero, Pentsekhen, me compró a él dando
Ramesses IX el título de «primer profeta de Amón» recaía en el úl por mí dos deben de plata. Y cuando fue asesinado, el jardinero Karo
timo de ellos. me compró por mi precio».
Las intenciones del nuevo sacerdote quedan claras desde un pri (Véase Peet, 1977, y Vernus, 1993, passim).
mer momento: A m enhotep hace esculpir en un muro de Karnak una
escena en la cual el rey le otorga numerosas donaciones en forma de Del primer texto se desprende que antes del año diecinueve del
oro, plata, joyas, etc., en su calidad de representante de Amón. En reinado de Ramesses XI hubo una conjura dirigida contra el primer
la escena le acompañan cortesanos, pero mientras estos últimos es profeta, A m enhotep , para conseguir su expulsión del cargo. Grupos
tán representados en un tamaño de la mitad del primer profeta, este extranjeros atacaron Tebas y la guerra continuó durante un tiempo
tiene el mismo tamaño del rey, quien solo destaca debido al gran incierto. En el segundo texto se identifica a los nubios y al extran
casco que porta y al elevado pedestal sobre el que permanece. Se ha jero con el ejército de P anehesi , el cual destruyó la ciudad de Har
producido un engrandecimiento del dios Amón y de su represen dai y siguió atacando otras ciudades del nomo tebano. Panehesi es
tante. Este dato no es aislado, a lo largo de la dinastía XVIII y du «hijo real de Kush», es decir, «virrey de Nubia», pero sin parentesco
rante la XIX se había presenciado el emparejamiento de la figura real, como era norma desde hacía siglos. Los poderes que este cargo
del dios con la del rey o, dicho de otra manera, a los ojos del Alto otorga a su titular son enormes. Sin embargo, su influencia se ve in
Egipto, Amón es el verdadero rey de Egipto. crementada por otros títulos. Así, Panehesi e s también «portador del
flabelo a la derecha del rey», «escriba del rey», «general, supervisor
de los graneros del rey», «hijo real del Kush», «comandante de las
La guerra de Panehesi tierras del sur» y «jefe de las tropas [del faraón]». Es un cursus hono-
rum imponente, propio de las más altas dignidades del Estado.
El Papiro 10052 del Museo Británico, referente a un juicio cele En cualquier caso, su presencia en tierras tan al norte de su juris
brado en el año diecinueve de Ramesses XI, proporciona unos pre dicción parece demostrar su enfrentamiento con A menhotep. El mo
ciosos datos sobre un conflicto que se parece más a una guerra ci tivo de la guerra se desconoce. Quizás el «primer profeta», envalen
vil. Según el testimonio de A hautinofer ; acusado de hacer pillaje en tonado por el enorme crecimiento de su poder en Egipto, pidió más
el templo de Medinet Habu durante unos disturbios acontecidos en autoridad sobre Etiopía y sus riquezas de las que Panehesi estaba
Tebas, dispuesto a conceder. El rey, sin importar si la intervención de Pane
hesi era de su agrado o no, tuvo que aceptar; también es igualmente
«los extranjeros llegaron y tomaron la casas mientras yo estaba a posible que el mismo Ramesses XI recurriera a Panehesi como el
cargo de algunos asnos que pertenecían a mi padre. Peheti, un ex único capaz de atajar o expulsar &A menhotep.
tranjero, me prendió y me llevó a Epep cuando Amenhotep, quien Se desconoce si el primer profeta sobrevivió al levantamiento,
era entonces Primer Profeta de Amón, había sido derrocado desde pero lo que sí está claro es que no se conoce ningún documento pos
hacía seis meses. Entonces sucedió que volví [solo] después de nueve terior en el que se le mencione. Panehesi permanecerá en Tebas una
meses enteros de la falta de Amenhotep, quien era Primer Profeta de temporada, cuya exacta limitación no ha podido ser establecida,
Amón, cuando ese cofre portátil fue destrozado y quemado. Ahora, para retirarse después a Nubia, sin que se sepa nada más de él.
cuando el orden fue restaurado, el Alcalde del Oeste de Tebas y el
Escriba del Tesoro Amennkhte y el Escriba del Ejército Kashuty dijo: Varias conclusiones se pueden extraer: un «primer profeta de
“dejadnos recoger la madera y así los encargados del almacén no la Amón», A menhotep, se enfrenta en un cruel enfrentamiento con
quemarán”. Así le metieron dentro y pusieron un sello en él, y está tra un virrey de Nubia, Panehesi. Es la lucha entre el más impor
intacta hasta este día». tante cargo religioso del momento y uno de los de mayor peso es
(Véase Kitchen, 1975-1990, vol. VI, p. 815.) pecífico en el ámbito civil. A m enhotep posee una gran influencia en
18 6 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
Dioses y política 187
narca, H erihor recurre a la asunción del prestigioso título para apo de cargos religiosos, civiles y militares, como en otros muchos casos
yar ideológicamente su cargo. conocidos a lo largo de la historia egipcia. Pero la teoría no impide
Pero, además, H erihor no quiso seguir los pasos de Amenhotep y la práctica y aunque institucionalmente H erihor no fuera rey por de
así, en el año diecisiete del reinado de Ramesses XI, asume los títu recho, ejerció en la práctica todas las funciones reales de hecho. Na
los de Panehesi ’ es decir, «hijo real de Kush y supervisor de las Tie turaleza sacerdotal y competencia real coexistieron, pues, en la per
rras del Sur». Con estos cargos H erihor se convierte de manera au sona de Herihor, como más tarde en la de las «divinas adoratrices»
tomática en «portador del flabelo a la derecha del rey», «escriba del etíopes y saítas. El fue su precedente.
rey» y «supervisor de los Dos Graneros del faraón». La actuación También cabe otra postura más radical: es significativo que en
del nuevo gobernante del sur es clara: el poder religioso no propor ninguno de los tres documentos hieráticos que mencionan a Heri
ciona capacidad para ejercer un poder de hecho, debiendo ser re hor esté su nombre rodeado por un cartucho, lo que excluye su po
forzado con dignidades civiles que sí permiten disponer de elemen sible «consideración» real. Esto confirmaría la postura de que su
tos persuasores capaces de soportar al mandatario que los ostenta. «reinado» fue una ficción y que estuvo restringido a las inscripcio
Sin embargo, y a pesar de todo, H erihor nunca depuso a Rames nes del templo de Khonsu, restaurado o construido y decorado por
ses XI. Teniendo en cuenta la inscripción del «oráculo de Amón del él mismo, aunque con fondos suministrados por el «Dominio del
año siete de la Repetición del Nacimiento de Karnak» y la inscrip dios». Fuera del área del templo tebano, y en particular a los ojos de
ción del «oráculo de Khonsu» en el templo del mismo dios, se de la Administración central egipcia, H erihor era solo el «primer pro
duce que H erihor no solo no depuso al rey, sino que además falle feta de Amón».
ció antes que él. Entonces ¿se consideró Herihor ; verdaderamente En el relato del «Viaje de Wenamon» se menciona al «primer
igual al rey? profeta de Amón» bajo este título, sin ninguna otra alusión a su su
Cabe la duda, ya que se hace representar cumpliendo con todos puesto gran poder, pero, por el contrario, no se menciona de forma
los ritos del culto, como un verdadero rey: «recibe la Maat», cons explícita al rey legalmente reconocido, Ramesses XI, hecho inusi
truye bajo su nombre monumentos en Karnak, conduce la proce tado en cualquier otro texto, literario o no, de cualquier otra época:
sión de la «Fiesta Opet», tiene el privilegio del «Festival Sed» y re
cibe la realeza de las «Dos Tierras» al mismo tiempo que la «Sanción «Año 5, cuarto mes de la tercera estación, día 16 [¿del reinado
de Atón», el «Trono de Geb» y la protección de las «Dos Señoras» Ramesses XI?], día en el que el “Mayordomo del Portal del Templo
de Amón” [Señor de los Tronos] de las Dos Tierras, Wenamon, par
o «Dos Damas». tió para obtener madera para la gran y noble barca fluvial de Amón-
Pero deben matizarse las consecuencias. Estas manifestaciones Ra, Rey de Dioses [...]
tan ostensibles y estereotipadas del poder regio que se arroja Heri Me levanté temprano y fui donde el príncipe [Beder] [de la ciu
hor no deben oscurecer los datos que señalan los límites de sus car dad de Dor] estaba y le dije: “Me han robado en tu puerto [...] Busca
gos. En efecto, se impone una evaluación moderada. Herihor ; quien, mi dinero, pues este dinero pertenece a Amón-Ra, Rey de Dioses,
es evidente, no fue elegido por los dioses, aunque así lo citen los tex señor de las tierras; pertenece a Smendes; pertenece a Herihor; mi se
tos, se instaló en Tebas por obra y gracia del propio rey Ramesses XI. ñor, y al resto de los grandes de Egipto”. [...]
Como mercenario de origen libio se le concedió el poder militar en Y así marcharon y yo celebré mi triunfo en una tienda en una ori
el Alto Egipto, poder que fue sancionado con el título de «visir del lla del puerto de Biblos. [...] El príncipe de Biblos me enviaba a de
cir: “¡¡Márchate de mi puerto!!” [...] Pasé veintinueve días en su
Alto Egipto». Después se le nombró, o se nombró él mismo, «p ri puerto, mientras él empleaba su tiempo en mandarme decir a diario:
mer profeta de Amón», con lo cual se colmó acaso su ambición. “¡ ¡Márchate de mi puerto!! ”».
Dotado de un protocolo casi real más pretencioso que convin (Véase Bresciani, 1969.)
cente, ausente de las listas reales, puesto que la tradición maneto-
niana no lo incluyó, no parece que fuera reconocido, ni aclamado, Parece que tampoco H erihor consiguió acceder al puesto que an
ni considerado por funcionario alguno otra cosa que jefe del ejér taño desempeñaran los Tutmósidas y Raméssidas. El primer profeta
cito, visir y primer profeta de Amón, lo que en realidad no era poco, de Amón accedió a este cargo gracias a su condición de caudillo mi
pero, en cualquier caso, normal en el desempeño al mismo tiempo litar, lo cual le permitió agrandar su ámbito de influencia. Sin em
190 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Dioses y política 191
bargo, el monarca, aunque alejado de Tebas, seguía siendo el dueño el caso de la obra de Plutarco, y de su magnífico «Tratado sobre Isis
y señor del país, Ramesses XI llevó a cabo actuaciones de relevancia y Oriris» (De Iside et O siride), pero en todo caso se trata de una ver
y es posible que todavía inspirase respeto en el sur. sión tardía del mito osiriano. Y este es el problema que se repetirá
La fragmentación política del Estado egipcio hizo de los prime hasta donde los testimonios, escasos pero significativos, permiten
ros profetas de Amón verdaderos gobernantes del Alto Egipto, con extrapolar. En los últimos siglos de la cultura egipcia, las escuelas sa
frecuencia porque además ostentaban el cargo de «visir del Alto cerdotales reelaboraron los dogmas, retorcieron la teología e hicie
Egipto». A pesar de ello, el cargo de las «divinas adoratrices» y su ron todo lo posible para mantener vivos a sus dioses y a sus templos,
«mayordomo» disminuyeron de alguna manera su poder efectivo, potenciando los intereses de una élite de la que dependían familias
gracias a la habilidad de la realeza asentada en el Bajo Egipto, que enteras, con sus respectivas clientelas en todos los puntos del valle,
procuraba dar el cargo de «divina adoratriz» a mujeres de la familia en un momento en que la situación política del Estado egipcio no
real, por lo menos en muchos casos conocidos. permitía suponer un futuro de paz y seguridad duraderas, sino más
bien un «sálvese quien pueda».
Cuando el Estado Kushita (capital del país de los nubios) invadió
Desde la dinastía XX hasta la Época Baja Egipto y levantó una dinastía, la XXV, lo hizo para «restaurar el anti
guo tiempo de Amón», para vergüenza de los tebanos. Los reyes de
Los dioses de la religión egipcia tuvieron existencia más allá de la Kush se consideraron más legitimados por Amón, cuyo culto había
muerte de la nación faraónica. Sobre todo Osiris e Isis, que se vincu llegado a Kush siglos antes, que los propios reyes de Egipto, aleja
laron con la nueva religión cristiana. Y también el dios sol Ra, mo dos en el espacio y en el tiempo en sus dominios del norte; y aunque
delo del culto imperial romano. En general, sus dioses fueron temi Tebas vivía bajo el mandato de los profetas de Amón, la invasión nu-
dos, envidiados, alabados, acogidos, difundidos y venerados más bia «solo intentaba restablecer el imperio del poderoso dios de otro
lejos aún de lo que en una primera impresión puede creerse. Los tiempo», dando por hecho que el centro de su antiguo poder había
dioses egipcios traspasaron el Helenismo y llegaron hasta la Edad degenerado políticamente. Lo que era cierto en parte. La paradoja
Media y el Renacimiento. El curioso y no menos famoso libro de Bal- debió de resonar como una carcajada «histórica» entre las viejas pie
trusaitis sobre la diosa Isis recoge admirable, divulgativa, pero insu dras del antiguo y poderoso templo de Amón.
ficientemente, esa tradición que desbordó los límites naturales de La creación de Serapis es otro ejemplo del proceso de transfor
Egipto y del período faraónico. mación de las creencias que vino de la mano de las vicisitudes polí
ticas; y en especial por la presencia de una dinastía de origen mace-
Pero ese es un hecho, o más bien un conjunto de hechos, pro
donio y cultura griega. En la obra citada de Plutarco se identifica a
pio de otra disciplina. Ateniéndose a la Edad Antigua y en los lími
Serapis con el Plutón griego, pero esto solo refleja una asimilación o
tes de las fronteras de Egipto, el dominio extranjero no solo aceptó
traducción poco precisa, no da la clave de su proceso formativo. La
a los dioses egipcios, sino que el propio sistema cultural en el que es
mayor parte de los investigadores recogen la opinión de los sacer
taban engarzados sirvió de forma admirable a los fines de dominio
dotes egipcios sobre que el origen del nombre Serapis era la fusión
de los asirios, persas, macedonios y, subyugadoramente, a los roma
de los nombres del dios Osiris y Apis, el buey sagrado asociado al
nos, supersticiosos, poco piadosos pero muy prácticos. Pervivieron culto de Ptah. Y dicha asociación resultó paradójicamente útil en su
los dioses en otras culturas de su tiempo, pero no sin haber sufrido tiempo y en las circunstancias bajo las que se encontraba Egipto en
antes cierta evolución conceptual cuyo conocimiento proviene, so los reinados de Ptolomeo I y Ptolomeo II. Los siguientes reyes po
bre todo, de autores griegos, admiradores profundos de la religión tenciaron su culto, que se asoció al de la monarquía macedónica. Su
de los egipcios. El testimonio de estos autores adolece de una cierta creación constituyó un acto político de prestigio para esta nueva mo
interpretatio y su contenido puede haber sido solo lo que dichos narquía, y fue de la mano de los sacerdotes de los cultos tradiciona
autores «entendieron» de lo que les contaron, y no puede precisarse les, que asumieron un nuevo cambio teológico por motivos obvios
quiénes fueron los informadores, si fueron sacerdotes de un cierto de conveniencia política.
nivel dentro de los templos o simples servidores «imaginativos», no
demasiado iniciados en las profundidades teológicas. Tal vez no sea
r
C a p ít u l o VI
EN TORNO A LO FUNERARIO
Muerte o transfiguración
Con frecuencia, la mayoría de las momias de nobles y príncipes fue ñas» y «descuartizadores de niños», «antropófagos de sus propios
robada, saqueada y, a menudo, descuartizada para extraer y comer padres y madres», así se describen, entre otras terribles alusiones, a
ciar con sus joyas y ajuares funerarios y para proporcionar a las bo ciertas criaturas del mundo de Osiris. Esta presencia se seres mons
ticas de Occidente, durante las Edades Media y Moderna, los frag truosos en el incierto Más Allá, dificultaba no solo la posibilidad,
mentos necesarios cuyas propiedades salutíferas se suponían. En el sino también la esperanza de llegar al Tribunal de Osiris, y cernía
Edad Contemporánea, cuando los ingleses construyeron el ferroca sobre el difunto y sobre las creencias populares serias dudas sobre
rril en Egipto, se buscaban momias para alimentar la caldera de las las probabilidades reales de una agradable vida en ese lugar desco
locomotoras (noticia del Times londinense). nocido para los vivos y cuya ubicación era incierta. Había que co
El campesino, sin embargo, no estaba excluido, en el contexto de nocer los sortilegios imprescindibles para evitar los monstruosos
sus creencias, de ciertas posibilidades; pequeños objetos de clara sa seres compañeros de Osiris y poder llegar a reunirse con Ra en su
cralidad, cuando no de evidente fuerza mágica, heka, acompañaban barca solar, es decir, salir al mundo de la luz y de la energía, a través
las pobres fosas de los que no tenían otros recursos. La diversidad de su ba, verdadero espíritu viajero del individuo. Pero antes de lle
del material arqueológico evidencia la comunidad de creencias, en gar a este punto y conocer sus pormenores es necesario adentrarse
las que solo la magnificencia de los poderosos hacía diferencia en lo en las aventuras de la «Primera Momia», el primer dios que conoce
suntuario. Pero como paradoja hay que señalar que muchos difuntos la muerte y se convierte en el «Primero de los Occidentales»: Osi
ris, dios de los muertos.
enterrados en la arena del desierto se momificaron por un proceso
natural, y aunque la mayoría de los cuerpos depositados en la arena
hayan sido despedazados por hienas y otros carnívoros, las momias
enjoyadas de muchos nobles no han tenido un final mejor. Osiris, rey del inframundo, y Horus, rey de las Dos Tierras
El «Más Allá» era un mundo ideal en el mejor sentido de la pala
bra, pero estaba ocupado por seres terribles; el dios de los muertos La creencia en Osiris, rey del Más Allá, es la base de toda la reli
y del renacer de la vegetación tenía, por otra parte, un lado oscuro. gión funeraria. La necesaria conservación del cuerpo (o de sus po
Osiris era señor de un mundo «falto de luz» para cuya entrada era sibles sustitutos) y la creencia en la otra vida estaban sustentadas y
necesario superar la prueba del peso del corazón en el «Tribunal de reafirmadas, y tal vez reorganizadas si es que existían antes de la con
los Muertos». En las representaciones de las tumbas de reyes, prín ciencia del mito osiriano, desde la perspectiva de la firme convicción
cipes y nobles, ciertas escenas hacían referencia, no solo al manteni de que Osiris, en otro tiempo dios-rey de Egipto, se había convertido
miento del ka del difunto, mediante las ofrendas funerarias, sino tam en el «Primero de los Occidentales, es decir, en rey de los difuntos.
bién, e imprescindiblemente, a las necesarias escenas que invocan un Las afirmaciones de los diferentes textos religiosos egipcios sobre Osi
Más Allá idílico y deseado, pero en absoluto garantizado. Dichas es ris son a menudo prolijas e incluso contradictorias. A través de dichos
cenas se convierten por necesidad en un tópico imprescindible. Pero textos su leyenda parece ser muy antigua, pero sobre esa leyenda la li
antes de llegar hasta el tribunal de Osiris, el difunto debe vencer los teratura acrecentó los pormenores, se escribieron narraciones, cuen
peligros del tortuoso viaje y, a continuación, el «Peso del corazón» tos e himnos, como el «Gran Himno a Osiris», y el arte y la vida en
del cual puede que salga «justificado», término que se utiliza siempre todos sus aspectos cotidianos hablaban de Osiris, Isis, Neftis y Seth,
para un rey muerto y para todo difunto «venerado». Pero, en caso hermanos y enemigos, hijos de Geb y personajes míticos por excelen
contrario el difunto será aniquilado por la «Gran Devoradora», ser cia, fantásticos en sus aventuras, recreadas y contadas de padres a hi
de monstruoso cuerpo que engulle al difunto si su corazón no supera jos millones de veces, hasta que la versión primigenia quedó enmasca
el examen de la balanza. Y para salir triunfante de tales coyunturas el rada por las variantes desarrolladas con el correr de los siglos.
vivo debe aprender los caminos y las fórmulas necesarias y, al mismo Los mitos se entremezclaron y el muy antiguo dios Horus, cuya
tiempo, preservar su cuerpo en la tierra. Pero, pasada la prueba del personificación se incorporó al protocolo de la realeza, se convirtió
peso del corazón, el difunto se enfrentaba todavía a más peligros. en el Horus hijo de Osiris, mágicamente «procreado» por un Osiris
El reino de Osiris era un mundo plagado de seres terribles, que muerto en su esposa y hermana Isis. Pero para llegar a este punto de
llegaban a la antropofagia si era necesario. «Tragadores de entra la «historia» es necesario comprender los antecedentes.
200 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín En torno a lo funerario 201
Geb, el dios-tierra, y su esposa Nub, diosa-cielo, habían tenido todo Egipto, por lo que Isis debe recorrer el valle para recuperar los
cuatro hijos, Isis-Osiris y Neftis-Seth, hermanos y parejas respec fragmentos del divino cuerpo. Pide ayuda a Neftis, en su calidad de
tivamente. El dios-rey de la creación Atum-Ra había ordenado el hermana, aunque depende de la versión que se aprecie la ayuda de
mundo entregando el poder a Geb y este gobernó con justicia y otros dioses, consternados por el asesinato de Osiris. Isis recupera
equidad hasta convertirse en sinónimo de lo perfecto. Según una todos los fragmentos del cuerpo de Osiris, menos el miembro viril,
versión del mito, Osiris se reveló contra él y el padre tuvo que ma que se lo ha comido el pez oxirrinco, lo que explicaría el sabor inco
tarlo. Pero, asustado, lo volvió a la vida (parece que Osiris hizo del mestible de dicho pez según la tradición egipcia. Isis, ayudada por
hecho, costumbre) y decidió abandonar el mundo de la Tierra. Por otros dioses, pero sobre todo por su poder de maga, resucita a Osiris
ello repartió el reino entre los dos hijos varones, a Seth la «tierra y realiza los conjuros necesarios para ser fecundada por el dios, que
roja», es decir el desierto, y a Osiris la «tierra negra», es decir el valle se convierte en el «Primero de los Occidentales» (en referencia a la
irrigable. En otras versiones la división fue el Bajo y el Alto Egipto, procreación de Horus, Isis es representada en forma de milano so
en el mismo orden, pero esta última versión es producto de una ma bre la pelvis de Osiris, que reposa boca arriba como un difunto).
nipulación de acuerdo con la «geografía mítica», realizada con fines El esposo y hermano de Isis ya no es rey de Egipto, cargo y poder
políticos en tiempos muy antiguos, pero posteriores a la concepción que le ha arrebatado Seth, y contra el cual el hijo postumo de Osi
primitiva de la cosmogonía original. ris, Horus, deberá enfrentarse para vengar a su padre y recuperar el
De cierta manera Osiris y Seth representan el Bien y el Mal, pero trono. Según otra versión, el sarcófago de madera en el que Seth en
la maldad de Seth no puede ser entendida desde la perspectiva oc cierra a Osiris es conducido por las aguas del Nilo hasta el mar Me
cidental y moderna. Seth es una creación muy original de la menta diterráneo y navega hasta Biblos, donde es engullido por las raíces
lidad egipcia. Como significa «algo fuera de toda norma» fue repre de un frondoso árbol. Isis tiene que recuperar el tronco del árbol,
sentado como un ser que no se parecía a ningún ser vivo conocido. que ha sido convertido en una columna del salón del rey de la re
Su cola tiene una punta bífida, como la lengua de las serpientes; su gión, y liberar el sarcófago y, después, a Osiris. Lo lleva a Egipto y,
hocico curvado recuerda remotamente a una mezcla de hiena y oso ayudada por otros dioses, celebra los ritos necesarios para volverlo a
hormiguero, y sus orejas son largas y terminan en línea recta, una la vida y que recupere, incluso, el potencial sexual fecundador, cues
forma estilizada de chacal. Con frecuencia tiene cuerpo de hombre tión a la que los egipcios daban un enorme y significativo valor como
con cabeza de lo que se ha llamado «animal sethiano». Su represen síntoma evidente de vitalidad.
tación más antigua se remonta a los orígenes del tercer milenio pre El motivo referido al descuartizamiento del cuerpo del dios fue la
cristiano. Y, debido a su supuesta fiereza, es el defensor de Ra en su causa de que numerosos santuarios de todo el valle reivindicaran en
barca solar. Por lo tanto, el sentido del «m al», aplicado a Seth, es di época tardía poseer fragmentos del divino cuerpo, lo que tal vez sig
fícil de explicar en el contexto moderno. Su maldad es tan necesaria nifique que dicha fragmentación del cuerpo de Osiris fue una reela
como el mismo hecho de convertirse en un asesino fratricida. boración posterior a la época de expansión del mito original.
Seth es ambicioso y además tiene celos de Osiris, por lo que Convertido en «Señor de los Occidentales» o, lo que es lo mismo,
planea una conjura para eliminarlo y convertirse en señor de todo rey del Más Allá, Osiris desaparece de la narración y del mundo de
Egipto. Tras un ardid, cuyo relato se encuentra fundamentalmente los vivos, y el mito se centra, a partir de ahora, en las aventuras del
en Plutarco, Osiris cae en la trampa urdida por Seth y sus conjura joven Horus. Al nacer, Isis lo esconde entre los marjales del delta,
dos y es asesinado (hay que recordar que los dioses pueden morir). para que Seth no pueda encontrarlo. Tras vivir una infancia oculto,
El autor griego aúna dos versiones del asesinato de Osiris, pero para Horus, sucesor de su padre en el trono del Alto Egipto, tendrá que
la mentalidad egipcia la existencia de dos versiones de un mismo luchar y vencer a Seth, y tras serias dificultades convertirse en «Se
episodio mítico no era por fuerza algo contradictorio, mientras que ñor de todo Egipto. En su ajetreada batalla, Horus deberá obtener el
la racionalidad griega las podría considerar incompatibles. Así pues, beneplácito de los dioses para apartar a Seth del poder terrenal del
en el relato herodoteo se mencionan dos asesinatos sucesivos con la valle. Al final, y tras largos debates en la asamblea de los dioses, le es
intervención mágica de Isis en las dos ocasiones. Para mayor seguri concedido el trono de las Dos Tierras. Será este cometido el que asu
dad, Seth despedaza el cuerpo de Osiris y reparte sus miembros por mirán los reyes históricos como herederos del dios. Horus y Seth son
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202 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin
personajes divinos con mucha más antigüedad que el mismo Osiris, Otro aspecto de la leyenda osiriana, el último episodio, el de la
incorporándose a la leyenda en algún momento del Reino Antiguo. lucha de Horus contra Seth, se remite a creencias más antiguas que
Es, por lo tanto, es comprensible que el apogeo de Osiris no comen se asocian posteriormente a la de Isis y Osiris. El dios halcón tenía
zara hasta el comienzo del Reino Medio, aunque hay testimonios de múltiples referencias muy antiguas, incluso con otros nombres, es el
su culto en Abydos en el Reino Antiguo. Hasta finales del Reino Me caso de Anty; también propició otros apelativos posteriores, como
dio se creía que su tumba estaba en dicha localidad y se identificaba Horus-Ra-Haracty, «Horus del Horizonte», en su identificación con
con la del rey Djer, cuya tumba había sido objeto de culto desde ha Ra. Sus diversas acepciones y los capítulos de la lucha contra Seth,
cía cientos de años. en la cual Horus pierde un ojo y Seth los testículos, dieron lugar a
Pero Osiris no es el primer dios asociado al Más Allá. Su figura diversos episodios legendarios y literarios que tuvieron como fruto
y su leyenda son también posteriores a la creencia en el dios Khen- la proliferación de amuletos y los muy conocidos elementos icono
tamentyu, considerado en los remotos tiempos anteriores al Reino gráficos representativos a los referidos órganos que proliferaron en
Antiguo como el «Primero de los Occidentales», a quien Osiris des todas las épocas.
plaza de su culto funerario en Abydos. La figura de Osiris «muerto» En suma, puede decirse que el ciclo mítico de Osiris gozó de un
y resucitado mágicamente es, para la literatura religiosa, más impor prestigio y una trascendencia que iban más allá de su significado
tante que la del Osiris vivo, cuando era rey de Egipto. Sobre su fi como «historia familiar divina» al unificar a dioses y diosas proce
gura se tejerá el entramado de los textos funerarios, ya antes aludi dentes de estratos muy diferentes del pasado legendario del pueblo
dos, y sobre los que pesa la responsabilidad de los conocimientos, egipcio. Unían en esa «historia y drama familiar» tanto la alusión al
renacer tras la muerte —renacer no solo de los hombres, sino tam
a menudo contradictorios, sobre las creencias egipcias sobre la
bién de la vegetación imprescindible para el consumo humano—,
muerte, el mundo osiriano y el sueño de todo mortal: renacer a la luz
como los poderes curativos de Isis, su extraordinaria magia contra
de Ra, el dios que da la vida.
los peligros de la vida cotidiana, y, en un tercer episodio o fase de la
Tras el definitivo traslado de Osiris al mundo de los muertos, su
leyenda, se sustentaba el propio sistema político basado en la reen
figura se adorna de otras atribuciones, tanto en su asociación con
carnación de un nuevo Horus cada vez que un rey moría y ascendía
Hapy, como deidad benefactora, como en su identificación con el
a la luz de Ra. Al mismo tiempo, la eterna lucha del Bien y el Mal,
renacer de la vegetación tras la inundación. Uno de los ritos más di
Horus versu s Seth, que es un tema universal de la cultura, quedaba
fundidos consistía en rellenar de tierra vegetal con semillas una fi
reflejada igualmente. La identificación de estos dos dioses, es evi
gura hueca de Osiris hecha en madera. Al germinar los tallos salían
dente que manipulada, con los dos escenarios de lucha en la historia
por los orificios practicados en la madera. También se conocen falsas
de las unificaciones del valle, es decir, el Alto contra el Bajo Egipto,
momias de Osiris con el pene erecto, indicadoras de su asociación
fue también un sistema de control ideológico y político utilizado con
al concepto de fertilidad, no solo vegetal. No es de extrañar, dada la
habilidad cuando fue necesario.
procreación de Horus después de muerto y sin órgano sexual, lo que
de forma asombrosa no resultaba ilógico para el pensamiento egip
cio, porque el poder de la heka, la magia de su esposa y hermana Isis,
Creencias y costumbres funerarias
la maga por excelencia, estaba por encima de toda duda. En reali
dad, la figura de Isis era la de la «Sanadora» y su culto y advocación
A imitación, y como repetición del mito osiriano, cada difunto
eran frecuentemente tenidos en cuenta ante las mordeduras de ser
será un nuevo Osiris. Para ello su cuerpo era tratado con las técnicas
piente o de escorpión. Parte de este poder se trasladó a la idea de
necesarias para evitar la putrefacción, fenómeno al cual los egipcios
«Horus niño» y así es representado en algunas estelas tardías.
tenían verdadera aversión. Además era necesario, en función del
La figura de Isis con el niño Horus gozó de un enorme prestigio
prestigio y de la posición social del individuo, preservar la momia de
como protectora de las madres; siguió representándose durante toda
los posibles robos (que no solo fueron posibles, sino que resultaron
la Antigüedad tardía, convirtiéndose, por un proceso de trasferen-
inevitables), y para ello se desarrolló una arquitectura funeraria me
cia iconográfica, en la imagen de la Virgen con el niño Jesús, incluso
diante un despliegue constructivo impresionante, aunque por com
muy avanzada ya la difusión del cristianismo.
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pleto inútil. Toda la arqueología funeraria egipcia no es más que el ris. En los tiempos más antiguos, antes del Reino Nuevo, los cuerpos
resultado de esta idea fundamental: hay que preservar el cuerpo para de los difuntos «importantes» eran tratados con natrón, una mezcla
la otra vida. El estudio de ese desarrollo arquitectónico es precisa de sales que se encontraba en yacimientos del Wadi Natrón, al no
mente el mayor desencadenante del interés y asombro ante la cul roeste del delta. En el Reino Nuevo importaron betún del mar Ne
tura egipcia evidenciados en todas las épocas. gro, de ahí que las momias aparezcan ennegrecidas en algunos casos.
Es justo reconocer que adquirieron una técnica admirable en todo La palabra para betún en árabe era mummia, y de ahí el término uti
lo necesario para mover y elevar, sin poleas (aunque desarrollaron un lizado modernamente para referirse a la técnica que se adoptó para
artefacto compuesto por tres palos que sujetaban un bloque de pie conservar lo más posible los restos mortales de los egipcios: la mo
dra con una hendidura curva en el centro), los grandes bloques de mificación.
piedra que utilizaron por lo común en sus construcciones. Si lo pri Se conservan dos ejemplares del ritual de momificación, aunque
mero y más importante fue evitar la putrefacción mediante la momi se trata de textos de Epoca Tardía. En el caso de los reyes, los ritua
ficación, lo segundo era disponer de la tumba y de sus ajuares, y lo les duraban setenta días y eran presididos por su sucesor al trono.
tercero garantizar el culto funerario al ka del difunto. Como conse En muchos casos en que se ha dudado de cuál era el siguiente rey en
cuencia de estas necesarias disposiciones el muerto era enterrado en la lista dinástica, la alusión o representación en la tumba de quien
una pirámide, mastaba o hipogeo, cuya complejidad dependía de la preside las exequias fúnebres ha desvelado al sucesor. Caso del sa
importancia del individuo. La tumba es en sí misma todo un mundo cerdote Ay, representado en la tumba de Tutankhamon como sacer
en el que el difunto es acompañado de objetos mágicos de variada ín dote setem , que efectúa el ritual de revivificación o «apertura de la
dole, además de los utilitarios ushebtis ya mencionados. La tumba, en boca» (véase Reeves, 1990).
función del destinatario, podía contener o no textos funerarios. La preservación de la momia necesitaba de un lugar cerrado y de
A partir de la dinastía V, en la pirámide de su último rey, Unas (We- difícil acceso, de ahí la imaginativa suerte de trampas arquitectóni
nis), aparecen esculpidos en el interior de las cámaras de piedra los cas, que resultaron inútiles incluso en su propio tiempo, dado que
«Textos de las Pirámides», luego difundidos a particulares que pu los que las construían sabían cómo burlarlas. La evolución arquitec
dieron gozar de este privilegio, aunque de forma más modesta. En las tónica hacia la forma de la pirámide fue además una búsqueda de un
mastabas o hipogeos de personajes de la élite se han encontrado ins símbolo solar, dado que la luz se reflejaba en sus caras pulidas de pie
critas biografías que relatan los cargos e importancia del difunto, di dra calcárea, pero solo fue utilizada para la realeza, incluyendo al
chas biografías han sido de un valor inestimable para conocer las ins gunas mucho más reducidas para las esposas reales y, en algún caso,
tituciones egipcias y a sus funcionarios, pero también han servido para para princesas. El viaje del rey difunto hacia Ra estaba de cierta ma
valorar la evolución de la lengua y su complejo sistema de escritura je nera garantizado, al mismo tiempo que el propio monumento fune
roglífica. En las tumbas era necesario instalar una estatua, o varias, del rario se convertía en un símbolo solar. Se tienen noticias de que al
difunto, para rendirle el culto necesario para su ka, que se suponía in gunos cultos de faraones todavía se realizaban dos mil años después
merso en la estatua. En el caso de los reyes, las estatuas se depositaban de su muerte, aunque con períodos sin información y es posible que
en los templos funerarios, que a partir de la dinastía XVIII fueron lla con interrupciones, pero se trataba de reyes que gozaron de gran
mados literalmente «castillos de millones de años». popularidad, como fue el caso de Djeser o Snefru, ambos del Reino
Antiguo.
Fuera en una tumba o pirámide real o en la de un individuo de la
La preservación de la mom ia y los rituales élite, el culto al difunto se dirigía a su ka. El soporte del ka era la es
tatua o estatuas, la cabeza sustitutiva, el nombre inscrito en la pared
La transformación del cadáver en momia implica un hecho o cualquier otro recurso material que permitiera, al menos en teo
cruento, la evisceración o extracción de las visceras, cerebro in ría, la presentación de las ofrendas funerarias. Si el culto funerario
cluido, que de alguna manera rememora el descuartizamiento de se interrumpía pasado un tiempo, las representaciones de ofrendas
Osiris por Seth; se trata, por lo tanto, de un hecho violento, porque grabadas en la tumba permitirían que el difunto siguiera gozando
la violencia de Seth es tan necesaria como el oscuro mundo de Osi- de dichos presentes de igual manera. No es fácil determinar cuánto
206 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin En torno a lo funerario 207
tiempo gozaron de un culto organizado las tumbas de los particu no es posible determinar. Algunos de los rituales están íntimamente
lares. En algún caso el propio difunto dejó constancia, inscrito en las ligados al proceso de momificación, como el «Ritual del Embalsama
paredes de su tumba, de una relación contractual para su culto fune miento», pero no puede excluirse que se repitieran de forma simbó
rario, como es el caso de H apidjefa (importante personaje del Reino lica una vez cerrada la tumba. Tampoco es posible asegurar que to
Medio), pero se ignora en general la duración de los cultos. Es evi dos los conjuros o preces conocidos por los textos se recitaran en los
dente que existía la costumbre, entre los personajes de la élite, de funerales, fueran estos de reyes o simples particulares. El mero he
contratar en vida al personal especializado (sacerdotes funerarios cho de estar presentes en los textos o simbolizados por las escenas
y servidores varios) para el culto funerario, y es posible que se esta podría activar su efectividad. Es obvio que los egipcios distinguían
bleciera un tipo de contrato escrito en papiro, dado que es la única con claridad entre los rituales funerarios dos tipos esenciales: aque
forma de explicar el caso de H apidjefa, solo que él lo mandó escul llos que se debían ejecutar en los funerales, como la preparación
pir en su tumba, por lo que la egiptología le debe un eterno agrade del cuerpo, el embalsamamiento, el ritual de apertura de la boca,
cimiento. el acondicionamiento de la momia en su pozo y el proceso material
La experiencia arqueológica ha podido conocer la destrucción del cierre de la tumba, y otros que estaban destinados a ser ejerci
sistemática de tumbas y capillas funerarias y el uso de sus materiales tados con posterioridad, en la ejecución del culto funerario propia
para construir otras. Lo mismo ha ocurrido con los sarcófagos reu mente dicho. Se constatan cultos funerarios de reyes durante cientos
tilizados y los ajuares funerarios, con cientos de pequeños templos y de años, en algunos casos con notable fama, pero esta constatación
con miles de estelas en piedra. Los decretos de exención de impues no es más que una mera casualidad arqueológica, ya que pudo haber
tos de capillas funerarias, como los de Pepy II, por citar un ejemplo, más casos, muchos más de los conocidos.
no fueron respetados durante mucho tiempo, pues sus inscripciones En las tumbas se representan escenas que están relacionadas con
se han encontrado reutilizadas en los cimientos de otras construc todos los aspectos antes enumerados, pero se encuentran de forma
ciones posteriores. Los robos de joyas de las momias, a veces con la aleatoria, dado que todas las escenas no se repiten en todas las tum
consecuente destrucción de las mismas o como en el caso de los es bas. Embalsamamiento, ritual de apertura de la boca, presentación
condrijos reales del Oeste de Tebas en los que se apilaban momias de de ofrendas al difunto, representaciones de los reyes que interce
reyes desprovistos de sus joyas y ajuares, pero con sus nombres es den por el difunto ante los dioses y un nutrido etcétera. Es necesario
critos sobre las vendas, son solo un ejemplo. En algunos casos se ha puntualizar, además, que en todos los períodos de la historia egipcia
demostrado que los encargados del traslado se confundieron en la el tratamiento de las tumbas, la representación de los rituales y sus
asignación de los nombres, como ocurre con ciertas momias de so alusiones en los textos funerarios diferían notablemente según estu
beranos de las dinastías XVIII y XIX, dado que los nombres escritos vieran destinados a los reyes o a personajes de cierta importancia del
sobre los vendajes no se corresponden con la edad atribuida a dicho entorno real o las instituciones.
rey por los historiadores y la que los patólogos forenses han dedu Las escenas de las tumbas representan hechos que van a tener
cido del estudio de la momia. Los testimonios de los robos de tum lugar en los funerales del difunto, pero también se reproduce todo
bas de las dinastías XIX y XX solo son la punta del iceberg de algo aquello que se da por supuesto que tendrá un efecto mágico en la
más profundo y constante en la historia de las necrópolis egipcias: el protección del difunto, puesto que de todas las representaciones se
pillaje sistemático y la corrupción generalizada. suponía que emanaba heka, magia imprescindible para el beneficio
En los textos funerarios se agrupan tanto descripciones como del ocupante de la tumba. Muchas escenas o preces de los textos
preces correspondientes a rituales, así como conjuros necesarios aluden a rituales cuyo contenido exacto no se conoce, pero parece
para salir airoso del tránsito y de las pruebas ante el Tribunal de Osi- obvio que cada escena ejercía una poderosa protección porque era
ris. Los rituales responden a momentos diferentes dentro de lo que la simplificación o alusión a un ritual determinado. Se representaba
se podrían llamar funerales por el difunto, pero también incluyen el traslado del ataúd a la casa de momificación, y los temas icono
textos que se refieren más en concreto al culto funerario posterior de gráficos incluían el uso de barcas tanto para el sarcófago como para
la tumba. No puede excluirse que dichos rituales no se repitieran en los vasos cánopos, en donde se guardaban las visceras, y en las bar
fechas concretas, bien en fiestas religiosas o en fechas señaladas que cas viajaban plañideras que a veces tomaban la apariencia de Isis y
208 Jesú s]. Urruela Q uesada y Juan C ortes M artin En torn o a lo fu n era rio 209
Neftis, en recuerdo del óbito de Osiris. Las escenas del traslado a neraria del occidente tebano: Valle de los Reyes, Valle de las Reinas
la tumba y las correspondientes a las ofrendas completaban las re y Valle de los Nobles en sus nombres modernos. Los reyes y nobles
presentaciones más esquemáticas de las tumbas de tipo medio. Las eran momificados mediante un proceso de desecación doble con na
tumbas de altos dignatarios solían incluir la inscripción biográfica trón y betún, se añadían las joyas más preciadas, a veces de una cali
del personaje, pero este detalle nunca se utilizó para las tumbas de dad extraordinaria, lo que fue motivo de expolio y pillaje durante to
los reyes. Las habituales representaciones de lo que se ha venido en das las épocas. La cantidad de piezas de orfebrería en oro y piedras
llamar «escenas de la vida cotidiana» sirven a la perfección para co preciosas que se han perdido irremediablemente es difícil de calcu
nocer modos y costumbres, y también aspectos económicos y agro lar, pero a partir del ajuar recuperado de la tumba de Tutankhamon
pecuarios, trabajos en el campo y en la actividad de la vida coti el estudioso puede apreciar que debió ser inmenso. Existe, sin em
diana, pero obviamente de manera idealizada debido a su carácter bargo, un buen número de joyas reales en diversos museos de Eu
apotropaico. ropa y América, pero el conjunto de la tumba de Tutankhamon, en
En las tumbas egipcias nada es gratuito ni tiene intención artís el Museo de El Cairo, excede con mucho todo lo conocido antes.
tica ni decorativa, todo responde a necesidades basándose en ciertas La tumba de hipogeo real tiene unas características determina
creencias muy concretas. El ritual de las ofrendas, H tp-njt-nsw t, tal das, aunque no es posible asegurarlo en todas las conocidas. En la
vez el más antiguo, ofrece la imagen del rey que presenta las ofren de Tutankhamon surge la duda. Según Reeves (1990), fue enterrado
das al difunto, en función de la idea, reconocida desde los prime en una tumba que estaba preparada para un personaje de la fami
ros tiempos, de que solo el rey o los dioses podían presentar dichas lia real, quizá el ya anciano Ay, que luego le sucedió en el trono.
ofrendas al difunto. Se tiene información de la presencia de alimen Esa hipótesis es posible que se pueda ver modificada en un futuro
tos en las tumbas desde el Predinástico, y durante el Reino Antiguo próximo. En la tumba del desafortunado y joven rey se encontró una
se conservó la costumbre en parte, aunque nunca se abandonó del representación de su propio entierro, lo que es un hecho que no se
todo. En las tumbas, tanto reales como de particulares, las ofrendas repite en ninguna otra. Ni de sus predecesores ni de sus sucesores en
tenían lugar en días determinados, como la fiesta de primeros de año el trono. En las tumbas de los reyes no era normal incluir represen
en honor de Djehuty, o la fiesta Wag, que incluso en algunas tumbas taciones de los funerales, pero sí de los libros funerarios; pero en las
se cita de forma específica, como es el caso de los «contratos» de la de los nobles, como en las mastabas de Menfis de la misma época,
tumba de H apidjefa. los funerales y algunos ritos, como el de apertura de la boca, siguie
No hay testimonios contundentes que permitan pensar que los ron siendo los temas más utilizados. Un buen ejemplo de las pecu
rituales funerarios se modificaran sensiblemente durante los siglos liaridades y diferencias entre los diferentes tipos de tumba podría
posteriores al Reino Medio. Los «Textos de los Sarcófagos» no dan ser la comparación entre las dos de Horemheb, la de su mastaba en
Sakkarah, preparada cuando solo era un militar al servicio de la co
apenas información respecto a rituales funerarios y las escasas repre
rona, y la que se utilizó para su enterramiento definitivo en el Valle
sentaciones abundan en una continuidad de las ideas plasmadas du
de los Reyes, una vez que accedió a la realeza.
rante el Reino Antiguo. Hay algún testimonio que permite pensar en
En el período final del Reino Nuevo y en el Tercer Período Inter
una modificación conceptual del ritual de ofrendas: los textos indi
medio siguieron utilizándose textos funerarios en ataúdes antropo-
can que se solicita del rey que haga ofrendas a los dioses para que
mórficos. Hay indicios de que los funerales se fueron haciendo más
sean ellos los que las presenten al difunto. Puede ser una prueba de
complejos, aunque no se conoce al detalle la sucesión de los ritos. A
la evolución de la figura real como intermediario ante los dioses en partir de finales del Tercer Período Intermedio escasean las repre
la línea de las ideas sobre la monarquía difundidas por la literatura sentaciones de funerales, pero los conjuros rituales siguieron utili
del período. zándose, incluso con una cierta vuelta atrás en el uso de texto del
Pero en el Reino Nuevo los rituales de enterramiento de los reyes tipo de los «Textos de las Pirámides», siguiendo una moda que hizo
se hicieron más complejos, la tumba se convirtió en un hipogeo bajo que lo antiguo se intentara recuperar en los ritos religiosos y en la
la montaña tebana. La pirámide natural debió ejercer un poderoso cultura en general.
atractivo simbólico, dada la densidad de enterramientos. Así, el co
nocido conjunto de pequeños valles que conforman la geografía fu-
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El orden de los capítulos de algunas ediciones puede no coincidir gia, heka, puede emanar incluso de las figuras jeroglíficas inscritas
con el orden en que tal vez pudieran recitarse los conjuros. La razón en la piedra.
de este problema está relacionada con el hecho de que los prime Al producirse la crisis política que sucedió a la dinastía VI, los
ros egiptólogos que recogieron los textos desconocían que habían talleres menfitas entraron en una fase de decadencia, aunque no
sido inscritos en función del orden del ritual y se limitaron a copiar desaparecieron. De los reyes que se sucedieron durante la dinas
los textos de las paredes una tras otra. Es necesario deducir el orden tía VIII solo se conoce la pirámide del rey Iby (o Aba), que también
en que se utilizaban a partir de su contenido intrínseco, y no hay un contiene los «Textos de las Pirámides» en sus paredes interiores; de
acuerdo absoluto sobre esta cuestión. los demás reyes se ignora su lugar de enterramiento. Los textos, que
En época reciente se han recuperado algunos fragmentos de los en principio solo se habían destinado para las pirámides de los reyes,
«Textos de las Pirámides» debido a trabajos de restauración y lim fueron también incluidos en algunas pequeñas pirámides de reinas
pieza, y se hace necesaria una publicación que reintegre, complete de la dinastía VI, como Neit, Ipw t y W adjebten, y este hecho marcó
y organice los textos y, sobre todo, que establezca el orden de utili una nueva tendencia. Se inició así un proceso de divulgación de di
zación de las preces correspondientes a cada momento del ritual y a chos textos, pero con variantes locales. Numerosos personajes que
cada estancia de la pirámide. Se han emitido algunas hipótesis y se ostentaron cargos importantes en la Administración pudieron te
conocen aproximadamente ciertas vinculaciones entre el texto de ner acceso a los textos atesorados por los sacerdotes funerarios. Es
alguna pared y el ritual correspondiente, pero todavía quedan mu tos textos empezaron a divulgarse a través de las «Casas de Regene
chos aspectos por aclarar. Esto por lo que respecta a pirámide de ración» (pr-nfr) de los templos y necrópolis provinciales, al mismo
Unas (W enis) y también para las de aquellos reyes y reinas de la di tiempo que, en función de la importancia relativa de unos u otros
nastía VI en cuyas paredes se repiten, con variantes, y en edición au dioses de las tradiciones locales, se crearon nuevas variantes de las
mentada. Dichas variantes no son escasas, y se tiene la impresión, fórmulas funerarias, que fueron utilizadas en sarcófagos de persona
ante este hecho, de que los textos correspondían a un corpus muy jes de provincias. Este hecho ha sido calificado como «democratiza
voluminoso del que los sacerdotes funerarios dispusieron de manera ción de los textos funerarios», pero el término resulta exagerado por
aleatoria en cada pirámide. La edición más actualizada es, por el mo cuanto los usuarios de dichos textos no eran otra cosa que los per
mento, la de Carrier (2009-2010), que recoge el texto jeroglífico, y su sonajes de la Administración local. Y estos personajes ostentaron un
traducción, para cada pirámide. poder de sustitución de la monarquía lejana o débil, por cuanto el
En los «Textos de las Pirámides», la alusión y referencia a Osiris tipo de monarquía absoluta, centralista y despótica del Reino Anti
cobra una inusitada fuerza, y esto llama la atención porque no hay guo había desaparecido momentáneamente.
ningún testimonio consistente y directo sobre el dios de los muertos La restauración del poder central en la dinastía XI, su clara con
anterior a la dinastía V. La identificación del faraón con Osiris redi tinuidad durante la XII y, sobre todo, la situación inestable desde
vivo permite pensar que el culto osiriano está empezando y los inves la XIII hasta la XVII permitieron el mantenimiento de unas costum
tigadores deducen que dichas alusiones no podían ser muy antiguas. bres ya muy divulgadas, y los «Textos de los Sarcófagos siguieron
En los «Textos de las Pirámides» se encuentran por lo menos tres ri empleándose con profusión. Se conocen al menos cuatro escuelas de
tuales fundamentales correspondientes tanto al enterramiento como redactores, pero en ellas no se incluyen normalmente conjuros má
a los momentos inmediatamente posteriores. Por lo demás, los con gicos, conteniendo en especial las preces necesarias para el traslado
juros mágicos forman el grueso de los textos. del difunto a la tumba.
Un rasgo curioso de los jeroglíficos empleados en los textos ins De cualquier forma, la nueva monarquía tenía un tinte más hu
critos sobre las paredes de las pirámides es la mutilación de aque mano y la ascendencia no real de los monarcas de la dinastía XII no
llos signos que representan animales potencialmente peligrosos. permite pensar que pudiera influir en la modificación de los cultos
Para evitar un perjuicio al difunto, estos signos son cortados por un funerarios y en los textos imprescindibles para tal fin.
trazo, o dibujados con un cuchillo que les apunta, esperando que La dinastía XVIII dio paso a un nuevo tipo de soporte, con mu
el efecto mágico de su «trazado» impida el posible daño. Es evi chas más variantes y, en muchos casos, profusamente decorado. La
dente que el pensamiento egipcio considera que la fuerza de la ma- creación de este formato nuevo, el llamado «Libro para salir a la
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En torno a lo funerario
luz del día», por lo general conocido como «Libro de los Muertos» aunque a cierta distancia, con el «Libro de los Dos Caminos». En
(nombre que le dio Champollion), tuvo su nacimiento en esta dinas él se contemplan los nombres de las divinidades que protegen las
tía. Su material, facilidad de uso y tamaño permitieron una mayor doce puertas, sin cuyo conocimiento el rey difunto no podría pa
difusión de los textos funerarios; difusión que abarcó a casi todas sar la prueba. En el «Libro de los Muertos» también se hace refe
las capas sociales, a excepción del pobre y desheredado campesino, rencia a las susodichas puertas, pero en un contexto más breve y si
cuyo estatuto personal de semidependencia no le permitía un nivel nóptico, dado que solo hace referencia a siete puertas. El «Libro de
más allá del sustento. las Cavernas» aparece en algunas de las tumbas de reyes de la dinas
Por lo que respecta a la realeza de la dinastía XVIII, y sus suce- tía XX y su contenido hace mención de los horrores que esperan a
soras, la XIX y XX, la capacidad de los artesanos y las necesidades los difuntos en el mundo de ultratumba. En realidad su significado
del real difunto crearon un mundo nuevo de ilustraciones impresio es una demostración del pesimismo creciente sobre la realidad que
nantes. Se incluyeron textos copiosamente ilustrados en los cuales espera al difunto.
escritura y figura son inseparables; estas representaciones están in La conceptualización de estos textos, más relacionados directa
mersas en una teología más profunda, aunque con idénticas inten mente con la situación no tan optimista del Más Allá, responde a una
ciones apotropaicas. Se trata de lo que hoy día se conoce como «L i evolución de las creencias en la necesidad de neutralizar los horrores
bros del Mundo Inferior». del mundo osiriano. Son verdaderas exposiciones de las dificultades
El «Libro de lo que hay en el Amduat», junto con el «Libro de las que el mismo dios Ra se encontrará durante las doce horas nocturnas
Puertas» debían proceder de fondos religiosos y documentales de en su identificación con Osiris, en el paso por el mundo nocturno, y
acceso más restringido, y recogen las doce horas de la noche. En el de los conjuros para salir triunfante para día siguiente. Los textos, en
«Libro de las Cavernas» las horas se agrupan en seis diseños, mien sus sofisticadas representaciones y figuras, son de una gran compleji
tras que en el «Libro de la Tierra» la disposición es diferente y de di dad teológica, y encierran una construcción sumamente elaborada de
fícil interpretación. las relaciones entre los dioses y sus poderes, potencias y manifestacio
Los primeros capítulos conocidos del «Libro de los Dos Caminos» nes. Si estos textos son anteriores a la época de su representación en
están ya recogidos de forma temprana en parte de los «Textos de los las tumbas reales, el hecho de que se reservaran solo para la persona
Sarcófagos». Junto con el «Libro de la Vaca Celeste» (en el que se na del monarca y de que no fueran empleados para las reinas ni los no
rra el mito de la destrucción de la humanidad), el «Libro de las Puer bles indica una necesidad de elevar la cota de conocimiento de los re
tas» y el «Libro de las Cavernas», forman un conjunto que se aparta yes sobre las dificultades para unirse a Ra en su barca solar.
de lo hasta ahora conocido. Entre estos dos últimos se dan interesan Progresando en la misma línea de acercamiento a Ra hay aún
tes paralelismos (lo que parece indicar que proceden de algún con otro texto de indudable valor para comprender la importancia que
tenido teológico común más antiguo) y solo se conocen en su totali para los egipcios tenía el concepto de «unirse a Ra». En la tumba
dad por las representaciones de las tumbas del Valle de los Reyes. El de Tutmosis III, y en las tumbas reales desde Sethy I, se encuentra
«Libro del Amduat» (tumbas de Tutmosis III y Amenofis II) y el «L i un relato relacionado de forma estrecha con el dios solar. Se le co
bro de los Dos Caminos» se conocen por los hipogeos de la dinas noce en general como «Letanías de Ra», pero su nombre original se
tía XVIII, pero por su contenido están relacionados íntimamente con puede traducir como «Libro de adoración de Ra en el este y del Uni
los «Textos de los Sarcófagos», como ya se ha indicado, en donde apa ficado en el oeste»; y es obvio que se trata de un texto que ensalza al
recen capítulos que se presentarán más desarrollados en el «Libro de dios a quien el faraón difunto dirige sus plegarias. Se plasma la capa
los Muertos». Hay autores que remontan su origen a textos, no cono cidad energética del dios y sus relaciones con el mundo de los prin
cidos por el momento, del Reino Antiguo. La tumba de Tutmosis III cipios vitales representados por la serpiente y el cocodrilo. El hecho
muestra el primer ejemplar del «Libro de los Dos Caminos» cuya teo de aparecer en las tumbas reales (aunque también se hizo represen
logía está relacionada con Ra y su viaje nocturno, tema que aborda las tar en la del visir de Tutmosis III, W eserim en), y a partir de la dinas
inquietudes más escatológicas del mundo de las esperanzas vitales. tía XVIII, indica con claridad que los sacerdotes han puesto al servi
El «Libro de las Puertas» solo es conocido por tumbas reales ra- cio de la realeza un conjunto de preces de construcción temática más
méssidas de la dinastía XIX y su contenido puede estar relacionado, profunda y elevada, pero íntimamente ligado a la idea, por otra parte
216 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín 217
En torno a lo funerario
ya vigente en el Reino Antiguo, de la identificación del faraón con Ra depositada la pluma, símbolo de Maat, diosa de la verdad y la jus
tras su muerte. Puede decirse que las «Letanías de Ra» están a un ni ticia. Cuarenta y dos dioses acompañan a Osiris en dicho tribu
vel superior, teológicamente hablando, que las intenciones apotro- nal, además del dios Djehuty, con cabeza de ibys (llamado Thot en
paicas de los textos propiamente funerarios. Pero sin olvidar que el época ptolemaica, no hay que olvidarlo), que asiste e informa del re
hecho de que todos estos textos se encuentren inscritos en las tum sultado de la prueba, y Anubis, que recibe al difunto en su calidad
bas es ya, desde el punto de vista del historiador, un hecho definito- de «Señor de la Balanza». Al mismo tiempo, el interesado debe ex
rio de su intención y calidad dentro de las creencias funerarias, so presar lo que se vino en llamar la «declaración negativa», o más pro
porte y arquitectura de su religión. piamente «declaración de inocencia», en donde relata todo lo malo
que no hizo. Curiosa relación de conceptos que en la mentalidad y
cultura egipcias eran tenidos por aberraciones o que generaban un
Las dificultades del difunto profundo horror o malestar social. Algunas de estas ideas son de di
fusión universal, como el asesinato, el adulterio, la mentira, el jura
Los conjuros más elementales, desde los «Textos de las Pirámi mento en nombre de los dioses, la blasfemia y muchas otras ideas de
des» hasta el «Libro de los Muertos», pasando por los «Textos de los la ética de todos los tiempos, pero en otras acciones que el difunto
Sarcófagos», el «Libro de los Dos Caminos» y los textos de las tum niega haber hecho sorprende su carácter inofensivo para el hombre
bas reales del Reino Nuevo, todos ellos con notables coincidencias de hoy, pero que tendrían un significado que escapa a su compren
y repeticiones, son prolijos en la descripción de las dificultades que sión, propio de un cultura tan refinada. En cualquier caso se trata
se encontrará el difunto. La enumeración de los horrores y peligros de una lista que afecta a una cuestión de valores propios de la socie
van siempre acompañada de los remedios mediante series de conju dad egipcia. Con esta lista de sus buenas acciones, o malas acciones
ros, muy reiterativos, ante cada peligro concreto. no cometidas, todavía no ha terminado la prueba. El difunto es in
Los textos funerarios tratan de ilustrar, informar y complemen terrogado por los cuarenta y dos dioses, de los que debe conocer el
tar las medidas necesarias para sobrevivir, no solo de la muerte, sino nombre, también deberá contestar a las preguntas de Djehuty y res
del tránsito o viaje al otro mundo. Además, y en un orden superior, ponder de forma adecuada. En caso de no pasar la prueba, será des
propician que en un último término el ha (no hay que olvidar que el truido por la Gran Devoradora, animal fantástico que se agazapa
ha es un elemento psicológico, personal y móvil) del difunto pueda tras la balanza a la espera del resultado. Esta escena es una viñeta tí
acompañar al dios solar Ra en su viaje diario, a través de la incorpo pica del «Libro de los Muertos», pero también fue representada en
ración a la barca solar en el viaje nocturno, es decir, en su «osiriza- algunas tumbas del Reino Nuevo.
ción» durante las doce horas de la noche. Pero, además, en los tex Pero el resultado de la escena antes descrita no excluye otras po
tos se incorporan invocaciones para permitir al difunto sustraerse de sibilidades. En ocasiones las descripciones de los posibles efectos ne
cualquier tipo de trabajo en el Duat y enseñarle a adoptar la nece gativos del juicio pueden significar el encadenamiento del difunto en
saria seguridad para comportarse como un dios ante los dioses peli lugares sórdidos llenos de horrores, o pasar a la «Sala del Descuarti
grosos o porteros custodios del Más Allá. zamiento» o de la «Matanza», y a otros posibles lugares en donde in
Los seres peligrosos que dificultarán el camino deben ser neutra cluso dioses terribles practican un canibalismo ritual. La variedad de
lizados, porque se producirán emboscadas, engaños y trampas vi situaciones descritas no es posible resumirla en este espacio, pero los
les protagonizadas por el dios Seth y sus seguidores, dioses menores textos enumeran tal cantidad de fantásticas posibilidades que, aun en
que no siempre son mencionados por sus nombres. Las trampas y el seno de sus creencias, es difícil imaginar que fueran patrimonio co
muros de fuego, los guardianes que lanzan llamas por sus bocas, los mún de una tradición oral. Los textos relacionados con el viaje subte
porteros de las siete puertas que deben ser engañados por el difunto rráneo de Ra abren otras posibilidades de interpretación. Y es así por
haciéndose pasar por un dios aliado de Osiris son algunos ejemplos que fueron representados sobre las tumbas reales del Reino Nuevo, y
de los peligros y sus posibilidades de ser contrarrestados. en ninguna otra tumba, ni de reinas ni de altos dignatarios. El rey di
En el Tribunal de los Muertos el difunto deberá superar la prueba funto, al unirse con Ra, recorre el camino de la noche, el reino de Osi
del peso de su corazón, cuando en el otro platillo de la balanza está ris, al igual que Ra en su viaje nocturno. La aspiración máxima de un
218 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
En torno a lo funerario 219
en el contexto de templos no dedicados a divinidades del panteón, dad de los trabajadores de la pirámide de Senusert II, bajo cuyas rui
que poseían una estructura económica independiente de los domi nas se encontró un buen surtido de papiros.
nios y fundaciones funerarias. Con la dinastía XVIII los complejos funerarios y la construcción
Durante el Primer Período Intermedio, el norte de Egipto ve la de las tumbas sufren modificaciones sustanciales. El emplazamiento
progresiva debilidad de la monarquía y esto afectó al desarrollo de del Valle de los Reyes y los templos funerarios conocen un desarro
las necrópolis, hecho que el arqueólogo constata. De casi todos los llo nuevo. El templo ya no está unido a la tumba, y los «castillos de
reyes de las dinastías VIII y IX/X se ignora el paradero de sus ente millones de años» asumirán nuevas funciones que hacen aumentar
rramientos, pero en cambio se conocen tumbas de los nomarcas del su importancia y papel como residencias reales, templos de jubileo y
Medio y del Alto Egipto. Caso de los príncipes de Beni Hassan o almacenes de grano, todo ello en vida del monarca y durante siglos
de las tumbas de los nomarcas de Assyut, al igual que la de A nkhtifi después. Es el caso de los templos de Ramesses II, el llamado Rames-
de Mo’alla, en el Alto Egipto. Por la misma época, los nomarcas del seum, o del templo de Ramesses III en Medinet Habu. Las fundacio
nomo tebano, que habían desplazado su capital desde Armant (o Er- nes funerarias han asumido un papel que excede lo funerario pro
mant) a Waset (Tebas), construyen también sus tumbas en hipogeos. piamente dicho y así su estructura parece que se mantendrá hasta
por lo menos el Tercer Período Intermedio.
Son los príncipes Antef, que pronto se autoproclamarán reyes del
El cambio de la Residencia real a Tanis, tras el hiato del Tercer
Alto y Bajo Egipto, aunque su poder no pasa de Thinis, al norte de
Período Intermedio, suscitará un nuevo tipo de estructura funera
Dendera. Con Mentuhotep II, ya rey de todo Egipto, la monumen-
ria, es el caso de las tumbas reales de Tanis, colocadas bajo el suelo
talidad vuelve a lo funerario, y el complejo de Deir el-Bahari, medio
del templo de Amón en dicha localidad. Las razones de este cam
destruido después por las obras del templo funerario de Hatshep-
bio, sorprendente para los descubridores, no se conocen en su tota
sut, indica un diseño a imitación de las tumbas menfitas de los reyes lidad, pero apuntan a unas razones tanto religiosas como prácticas,
de la dinastía VI, pero con una visión nueva. A la idea del templete en la medida en que Sheshonk I concibió un conjunto de capillas y
con terminación piramidal se añade la idea del hipogeo que se aden estructuras envolventes del recinto que respondería a un nuevo con
tra en la montaña, desarrollada en el período anterior. De tal ma cepto del culto funerario, cuyos detalles dependen de futuras inves
nera, la cámara funeraria se excava en la pared rocosa del circo de tigaciones.
Deir el-Bahari, quedando delante el templo funerario. Una legión de A través de toda su historia faraónica, la fundación funeraria fue,
funcionarios se hace enterrar en la explanada central, y la necrópolis en cierto sentido, una parte del sistema de explotación de la tierra,
se mantiene vigente hasta el final de la dinastía e incluso después. De los animales y los hombres. La concepción política y religiosa partía
nuevo un enorme complejo funerario, de gran extensión, pese a las de la base de que la tierra y sus habitantes, incluidos los seres huma
destrucciones de la dinastía XVIII, implica la existencia de una fun nos y, como dirían los egipcios, «todo lo que se mueve y todo lo que
dación funeraria de la que no se tienen indicios. repta», pertenecían al monarca. Sobre esta base ideológica se orga
Solo la fundación de una nueva capital por Amenemhat I en las nizó, en torno al culto funerario, un sistema complejo cuyo aspecto
cercanías de El-Lisht cambiará momentáneamente el lugar de en arquitectónico, es decir, la tumba con todas sus variantes y compo
terramiento. La mirada y las costumbres funerarias se vuelcan ha nentes, ha sido la razón fundamental de la perpetuidad de la cultura
cía el Reino Antiguo y las pirámides renacen de nuevo. Las regiones egipcia y su aspecto más sobresaliente ante los ojos de Occidente.
próximas a las necrópolis antiguas ven levantarse nuevas pirámides,
de alturas solo algo menores, pero que en su momento fueron tan
impresionantes como las antiguas. Revestidas de piedra calcárea, te
nían el mismo aspecto que el de sus predecesoras, pero, rellenadas
con adobe y cascotes, no soportaron el tiempo cuando la piedra del
revestimiento exterior fue sustraída durante las Edades Media y Mo
derna. Es obvio que se repitieron los complejos funerarios y sus do
minios dependientes, que incluso se mantuvieron activos durante
C a p ít u l o VII
CREENCIAS POPULARES Y MAGIA
Al hablar del «hombre sencillo» hay que entender por tal a todo
creyente, perteneciera a la clase social que perteneciera. Ahora bien,
mientras que los miembros de la clase dirigente participaban en ce
remonias y ritos en numerosas ocasiones, ritos que implicaban un
comportamiento de índole tanto política como religiosa, los que
quedaban excluidos de dichas ceremonias (la gran masa de pobla
ción) tenían con seguridad sus propias tradiciones familiares y po
pulares, en el seno de las cuales no puede excluirse una práctica de
la religión más intimista y personal. Las creencias populares y la ma
gia estaban inmersas en todas las clases sociales, pero no afectaban a
todos los egipcios de la misma manera.
A través de los textos se postula que los dioses aman a los hom
bres, y que dicho amor se traduce en la protección que los dioses de
ben dar al hombre; al mismo tiempo, el ser humano venera a los dio
ses como creadores del mundo y mantenedores de su estabilidad.
Pero en esta biunívoca relación es muy importante la labor del rey,
quien, haciendo cumplir la Maat, intercede ante los dioses, en su ca
lidad de «persona sagrada», para el buen mantenimiento de dicha
estabilidad. Así pues, no es posible excluir al faraón como posible
intermediario, es más, en los textos religiosos es considerado como
un obligado intermediario.
Pero los textos religiosos, bien sean funerarios, filosóficos, pre
ces, rituales o himnos de alabanza a un dios, han sido objeto, histó
ricamente hablando, de una consideración muy contradictoria por
parte de «ciertos estudiosos». Para la mayor parte de los investiga
dores, en dichos textos se contienen alusiones a los mitos funda
mentales, a las cosmogonías y a los ritos que se celebraban en de
terminadas ocasiones. Los textos específicos que hacen alusiones a 22. R ep resen tación del dios
ciertas prácticas rituales pueden considerarse «elementos de inten A nu bis, « e l que realiza
los em balsam am ientos»,
cionalidad mágica», pero es obvio que para los egipcios estas prácti ca. 2 3 -3 0 a. C.
cas rituales eran un aspecto más de sus creencias. El problema surge
cuando se contempla la obra de aquellos que consideran que todos
los textos religiosos egipcios son mágicos y que la magia lo es todo
para el egipcio. Ahí está el origen de un problema metodológico
en el que no debe caer el lector. Por suerte, este género propio del
pseudo-egiptólogo está en franca decadencia y ha pasado a consti
tuirse en miembro preferente del esoterismo no científico.
Aparte de los dioses que intervienen en las grandes construccio
nes cosmogónicas, los egipcios adoraron y respetaron a otros seres y
elementos de su entorno. Animales de diversas especies que poblaban
la región eran depositarios de «virtudes» o «poderes»; como la diosa
de las parturientas, la hipopótama Thueris la Grande. Contradictoria-
23. El dios del aire, Shu, separa a la diosa cielo, N ut, del dios tierra, G e b , ca. 9 5 0 a.
en donde nacen los dioses». Después de esta constatación de los ve de atención, un dios determinado puede ser el sujeto de sus plega
cinos, y al mismo tiempo alumnos devotos, que fueron los griegos, rias, de sus ritos mediante los amuletos adecuados o mediante las
pocas palabras pueden añadirse. El hombre egipcio era piadoso, y exclamaciones propiciatorias correspondientes. A partir del Reino
vivía «rodeado de dioses», pero ¿cuál era su dios preferido, si es que Medio se constata, arqueológicamente, el crecimiento y la difusión
tenía un dios preferido?, ¿cuál era su interlocutor entre la multitud del culto a Osiris. La existencia de multitud de estelas dedicadas al
de sus dioses?, ¿rezaba a todos sus dioses?, ¿en quién o en quiénes dios en su templo de Abydos por fieles de diferentes capas sociales
tenía depositada su esperanza?, ¿utilizaba intermediarios? (excluyendo naturalmente al campesinado, que no poseía los medios
Ante la existencia de un religión sin apenas «iglesia», en sentido para hacer ese tipo de ofrendas) así lo demuestra. Sin embargo, mu
estricto, y por comparación con otras religiones, de unos templos chos egiptólogos sostienen que la presencia de pequeños objetos vo
sin fieles (salvo en raras ocasiones y sobre todo a partir del Reino tivos en las necrópolis cercanas a Menfis demuestra la difusión del
Nuevo), de unos dioses en gran parte incomprensibles para la masa culto a Osiris desde los comienzos del Reino Antiguo. Esta devo
de la población, debido a la manipulación teológica de las élites sa ción se incrementó con el tiempo, y en la Epoca Baja y en el período
cerdotales, es posible pensar que el hombre creyente (el hombre en greco-romano aumentó de manera considerable. Un dios como Osi
general ya fuera campesino o miembro de la nobleza dirigente) es ris, que resucita y se convierte en «Señor de Ultratumba», es el pri
taría irremediablemente falto de consuelo ante la adversidad, la en mer y más antiguo representante de la religión de salvación. Por ello
fermedad y la muerte. su culto estaba asegurado, aunque haya discrepancias sobre cuándo
Pero el hombre egipcio estaba preparado, o creía estar prepa surge y cuándo se intensifica.
rado, ante la desgracia. Tenía un intermediario «autorizado» por En los relativamente escasos textos, literarios con frecuencia,
la tradición, tenía a mano sus múltiples fetiches y, en especial, tenía que dejaron para la posteridad, las «enseñanzas para la vida», aun
la opción de una elección personal de un dios afín, local o univer que están dirigidas a personajes de la nobleza, a reyes o a hijos de es
sal, «su dios», cualquiera que fuese su «forma de comunicación». tos, contienen suficientes alusiones a «tu dios», al dios que el hom
Y la forma de comunicación más antigua de todas, aquella a la que bre elige, como para no ser tenidas en cuenta. Estas referencias a un
los hombres han llamado de muchas maneras, pero que en su sen dios, sin nombrarle, han sido utilizadas por algunos investigadores,
tido más amplio es el método para conectar las fuerzas de lo espiri tal vez con cierta vehemencia, como expresión de un monoteísmo
tual con la materia de lo humano, a esa forma de comunicación hay subyacente al politeísmo manifiesto. Pero la realidad del pensa
que identificarla con el concepto de heka, la magia de los egipcios. miento egipcio es tan ampliamente politeísta que a veces se ha con
Dada la extensión del panteón egipcio, y las diferentes atribucio fundido con un panteísmo generalizado. El hombre egipcio tenía
nes y competencias de sus dioses, el hombre egipcio tenía ante sí un definidos, muy bien definidos, sus objetos de sacralización, sus va
repertorio de deidades muy amplio para elegir, incluso en su propio riadas acepciones de lo divino; pero esta cuestión ya ha sido tratada
lugar de residencia, dada la internacionalización de sus dioses rea antes y no es necesario abordarla de nuevo. Lo importante es saber
lizada por los especialistas en teología a lo largo de los siglos de ci si se puede alcanzar una comprensión, por elemental que parezca,
vilización egipcia. Es por ello que incluso la piedad personal sufrió de los rasgos más significativos de su piedad personal.
avatares y cambios a lo largo del tiempo. La arqueología constata el Los textos, bien sean literarios o propiamente religiosos, como
crecimiento de la devoción solar para el Reino Antiguo, pero este los funerarios y los himnos a los dioses, permiten una aproximación
no parece un culto ni popular ni personal, a pesar de la intensa pro al problema. La existencia de miles de amuletos y figuras-fetiche
paganda política que se hizo en su favor y que refleja no muy hábil desperdigadas por los museos viene también en ayuda del estudioso.
mente la literatura. El sol es un dios tremendo, sus rayos dan vida El egipcio es, en algún sentido, como el hombre primitivo de las so
pero también enferman. Su culto aparece unido al de la realeza, se le ciedades pre-estatales, está rodeado de lo sagrado. En ninguna otra
respeta y se le teme, aunque existen cientos de alusiones a su poder cultura de la Antigüedad se produce este fenómeno con tanta inten
como objeto de devoción en general. sidad. La actividad política está inmersa en lo sagrado como justi
La devoción más íntima parece desviarse, además, a dioses más ficación inmediata. La redistribución económica está basada en un
familiares y locales, y según qué aspecto de la existencia sea objeto sistema de posesión de tierras centrado en el principio sagrado de la
228 Jesús j. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin Creencias populares y magia 229
propiedad real, es decir, del monarca: el «Gran Intermediario». Los ridas a zonas y ciudades concretas que se encomendaban a un dios o
templos administran un porcentaje elevado de tierras del valle y los a un personaje divinizado, en algunos casos reyes y reinas que eran
dioses, en su número y en sus fiestas, que cubren todos o casi todos objeto de una devoción particular, caso de la advocación a la reina
los días a lo largo del año, sumergen al individuo en un universo de madre y regente Ahmés-Nefertari en la ciudad de los trabajadores
sacralidad. de Deir el-Medina, cuya fundación se le atribuía.
Pero dado que la vida cotidiana del individuo está condicionada En las manifestaciones de piedad personal existían otros elemen
por necesidades y penalidades primarias, el hombre egipcio se ro tos más próximos, o más propios, de lo que podrían llamarse creen
dea de talismanes y amuletos, rezos y ritos que le vinculan de forma cias populares. Ante los acontecimientos cotidianos, positivos o ne
emocional a un conjunto de divinidades más próximas a su cultura gativos, el egipcio recurría a los amuletos; vinculados a principios
«local»; ligadas ancestralmente a sus costumbres familiares, aunque «mágicos» o divinidades menores cumplían una labor imprescindi
mantiene el respeto y el temor ante los grandes dioses de los cultos ble en el sistema de creencias. Para el egipcio no existía diferencia
oficiales. Aunque el individuo en sus plegarias se dirigiera a un de entre lo divino y lo mágico: la heka (entiéndase como magia propi
terminado dios, elegido por motivos familiares o de tradición, res ciatoria, no como brujería) era un elemento más del sistema religioso
peto, miedo o por la misma concepción del mundo que le rodeaba, y su importancia requería el conocimiento de ciertas prácticas y, mu
estaba regido en sus principios básicos por esos «grandes dioses» del chas veces, la presencia de un especialista.
panteón nacional.
Sin embargo, estos «grandes dioses» estaban lejos de su queha
cer cotidiano; esto no quiere decir que no participara o fuera espec La figura del mago o sacerdote-mago
tador de las ritualizadas procesiones y representaciones estableci
das por ciertos templos, tampoco quiere decir que con ocasión de la La figura del mago en el Antiguo Egipto no responde a un arque
muerte de personas próximas no acudiera al consuelo y recuerdo del tipo determinado de personaje que debía pasar por un período de
mito osiriano, con todos sus complejos ritos, aunque conocidos so formación determinado, responder a un perfil concreto de persona
bre todo por las exequias de los reyes. No dejaría de invocar a Isis, la o desarrollar en exclusividad su actividad. De hecho, ante la pre
maga por excelencia, esposa y hermana de Osiris y artífice de su re gunta de cómo llegar a ser mago en el valle del Nilo no se puede res
surrección. Es obvio que el hombre egipcio no podía sustraerse de ponder utilizando el sistema de lógica occidental contemporáneo. El
su entorno cultural en lo que respecta a los dioses de los ciclos míti tipo de actividad a la que hoy día se denomina magia no se conce
cos, pero sus preocupaciones inmediatas solían tener un cauce muy bía de la misma manera ni en Egipto ni en otras regiones del Mundo
diferente. Antiguo. Tampoco era un tipo de actividad social en un marco for-
El nacimiento, la enfermedad, la necesidad de lo vital o la misma mativo, que pudiera estar estructurado en una serie de pasos y eta
muerte estaban también relacionadas con divinidades protectoras pas sucesivas. No se trataba de la asunción de la capacitación oficial
a las que el egipcio acudía según sus necesidades del momento. La para realizar una función social determinada, en exclusividad o sin
ya citada diosa de las parturientas, Thueris la Grande, embarazada ella. Aquellos que practicaban los ritos que hoy día se llaman magia
diosa hipopótama, es un buen ejemplo. También, y en su acepción no eran otra cosa que sacerdotes, médicos y escribas, es decir, gentes
más popular, la diosa vaca Hathor gozaba de gran prestigio. No me cultas, que practicaban ciertos rituales en el seno de las creencias ge
nor era la devoción a los enanos benéficos, personificados por el g o neralizadas con una determinada intención, y los practicaban para
m ecillo Bes, feo y grotesco en sus representaciones estatuarias, pero lelamente y en el seno de sus actividades cotidianas.
no por ello menos reverenciado. El dios de la fertilidad, el Min de la Según determinadas fuentes que informan sobre la adquisición
región tebana, dios itifálico, probablemente gozaba de mucho pres de la condición de mago, tales como el capítulo 261 de los «Textos
tigio en la búsqueda del embarazo; los amuletos con forma de falo de los Sarcófagos» o el Papiro Mágico 55 de Leiden, parece que di
así parecen confirmarlo. A las divinidades protectoras también se cha capacitación se obtenía tras un intercambio de impresiones de
acudía para sacralizar el hogar o el entorno mismo, aunque los testi carácter teórico sobre temas esotéricos con magos-sacerdotes expe
monios son escasos. Se sabe que había tradiciones específicas, refe rimentados, los cuales juzgaban con posterioridad al candidato. Si
230 Jesú s J. Urruela Quesada y Juan C ortés Martín C reencias popu lares y m agia 231
dicho pronunciamiento era positivo, se procedía a la colocación de La asimilación con los dioses va aún más lejos, identificándose
los «Amuletos de lu n u » (Heliópolis) en un reconocimiento de la ca cada parte de su cuerpo con una divinidad. Así pues, sus fosas nasa
pacitación del candidato. Estos amuletos tenían un gran valor sim les son asociadas a Djehuty (Thot) y Nut; sus labios son Isis y Neftis,
bólico y venían a confirmar su valía en el ejercicio de su nueva fun sus vértebras son los huesos del dios Geb, identificado con la Tierra,
ción. Son denominados de Heliópolis porque la antigua lu n u era sus pies quedan ligados con Shu, y así sucesivamente. Cada parte de
considerada como la capital espiritual del conocimiento mágico su cuerpo será identificada con un dios en el momento en que sobre
y ciudad de Ra, el dios-luz, hacia quien el mago dirigía su mirada él se apliquen los amuletos de la antigua lunu.
cuando alzaba esta al cielo. Los magos son depositarios de secretos y ritos desconocidos para
En la ejecución de sus funciones, el mago parte de una premisa la práctica totalidad de la población egipcia. Para hacerse dignos de
básica y asumida desde el mismo momento de su reconocimiento ellos, deben pasar toda una serie de exigencias que prueben su valía
oficial: toda coyuntura o situación con la que debe tratar el mago para albergar tal sabiduría. Así, en orden a demostrar su propio va
tiene su equivalente en el mundo de lo divino, en el cual se produce lor ante la muerte, han de enfrentarse a una víbora cornuda, ante la
con antelación. Es por este motivo por el cual el mago debe conocer cual tienen que aplicar sus conocimientos para calmarla y poder lle
perfectamente el ámbito de lo sagrado, el mundo de los dioses, pues gar a capturarla con sus propias manos. Pero no solo basta con de
en él se encuentran, por tanto, todas las soluciones a los problemas mostrar la capacidad de mirar a la muerte cara a cara, también tienen
planteados en el mundo de los mortales. De hecho, no es el mismo que probar que su condición les mantiene en una esfera diferente a
mago quien habla al recitar las fórmulas o conjuros necesarios en un la del resto de egipcios. Sus actos, sus palabras, han de ser ejecuta
momento dado, sino que es la propia divinidad la que se deja oír a dos desde la más absoluta pureza, tanto interna como externa. La
través de él. Reminiscencia del brujo o chamán primitivo. pronunciación de las palabras mágicas y conjuros adecuados exige
En el momento en que el candidato pasa a ser reconocido como la purificación de la boca; asimismo, debe acompañarse tal acto con
«portador de heka», el universo en sí pasa a formar parte de él el lavado de manos y pies, ya que todo lo que toquen y el terreno que
mismo, dado que la fuerza o energía del universo pasa al portador. pisen a partir de ese momento deja de pertenecer al mundo terrenal.
Dicho momento queda reflejado en el instante en que el mago se Estos actos encaminados a conseguir la depuración absoluta son tan
identifica con los cuatro puntos cardinales. Entra en un plano di importantes que deben ser realizados en el templo, espacio ya de por
ferente al del resto de los mortales, pues a partir de ahora es capaz sí suficientemente cargado de simbolismo y espiritualidad.
de convertirse en el vehículo utilizado por la divinidad para comu En la práctica de ceremonias más oficiales, en aquellos momen
nicarse o manifestarse cuando sea necesario. Y dado que el mundo tos donde la recitación de conjuros y ejecución de rituales es más
mágico no es terrenal, y por tanto el combate se produce entre dis elaborada, el sacerdote-mago porta la vestimenta wab, de un blanco
tintas fuerzas ajenas al ámbito de lo cotidiano, le es necesario asumir inmaculado, que simboliza su nuevo cuerpo ajeno a todas las im
poderes sobrenaturales que debe aprender a manejar. purezas mundanas. Su identificación con los dioses pasa por la ce
Debe vencer a las fuerzas negativas que en ese momento están ac lebración de un ritual en el cual se acuesta sobre un lecho de rosas,
tuando en un ámbito determinado. De hecho, el mago asocia al «en convirtiéndose así en una momia viviente, un nuevo Osiris que ha
fermo o necesitado» con la mismísima divinidad, confiriendo así a triunfado sobre la muerte y regresa del Más Allá para aplicar su pre
la lucha un carácter mucho más igualitario entre ambos poderes; y ciosa sabiduría en el mundo terrenal, símbolo de la cual es la cinta
dado que el dios se une al paciente, es más difícil para las fuerzas ne del conocimiento que ciñe sobre su frente.
gativas actuar sobre él. Dicha lucha está guiada por el mago, el cual Los poderes del mago egipcio abarcan una gama de ámbitos de
es asimismo identificado con las divinidades: actuación, Así, en la época tardía de la cultura egipcia, los historia
dores greco-latinos les atribuyen poderes capaces de provocar preci
pitaciones, o algunos más terrenales, como su capacidad para influir
«Tú te mezclas con los dioses del cielo y no podemos hacer en los matrimonios, conseguir la desgracia para alguien determinado
diferencia entre tú y uno de ellos. Tu cuerpo es un Atum para la
eternidad». o ser capaces de adivinar el futuro. En este sentido, son muy popula
res los oráculos durante el Reino Nuevo y la Epoca Baja, tanto a ni
(Véase Goyon, 1998, p. 178.)
232 Jesú s J. Urruela Q uesada y Juan C ortés M artin C reencias popu lares y m agia 233
vel del gobierno del Estado como en casos de particulares en busca o del príncipe y arqueólogo (tal vez el primero) K haem w aset, hijo
de consejo. de Ramesses II.
El mago-sacerdote es también responsable de procurar el paso Poco se sabe sobre el tipo de personas que practicaban la magia
del difunto al Más Allá, tanto al proporcionar al finado los cono en los albores de la civilización egipcia, aunque parece que esta ac
cimientos necesarios para sortear las dificultades en el viaje por el tividad ya formaba parte de la cultura del Nilo a juzgar por los pri
inframundo, como en su deber para mantener a este con vida, ca meros amuletos encontrados, los cuales datan de la segunda mitad
pacitándole para que sus funciones vitales tengan continuidad y pu- del tercer milenio. Desde los tiempos más antiguos, incluso desde el
diendo disfrutar de esa forma de la energía necesaria para ello, la mismo momento de la unificación del país, se atribuyen al rey po
cual procede de los alimentos y bebidas de las ofrendas. Es aquí deres mágicos; en los «Textos de las Pirámides» se menciona al mo
donde, quizá, la magia desempeñe su papel más importante, ya que narca como H ekaw (literalmente poseedor de magias, en plural).
debe ser entendida en este contexto como una práctica necesaria Pero en estos remotos tiempos el uso de la escritura estaba restrin
tanto para la conservación, como para la prolongación de la vida gido a un reducido grupo de especialistas que, habiendo recogido
misma. una tradición oral de cientos de años, pusieron por escrito, con las
debidas manipulaciones, omisiones y nuevas creaciones, un acervo
cultual muy remoto, propio de los antiguos chamanes de los que
La magia y sus métodos en las prácticas cotidianas procedían. Se estandarizaron así un conjunto de preces y ritos que,
celebrados a través de unas pautas fijas y predeterminadas, se con
La heka era considerada por los antiguos habitantes del valle del virtieron en uno de los atributos característicos de una parte del
Nilo como una de las fuerzas usadas por la «potencia primigenia» clero conocida como «sacerdotes lectores».
para crear el mundo, la cual otorga efectos prácticos a los actos sim Es probable que estos sacerdotes no oficiaran en el culto diario
bólicos. Sin embargo, lejos de lo que pudiera parecer, se consideraba del templo, aunque sí participarían en algunos rituales mágicos ce
que tanto las divinidades como las personas poseían también una lebrados en los santuarios o destinados a la protección del rey. De
cierta heka, en mayor o menor medida, sobre el uso de la cual exis hecho, los «sacerdotes lectores» significaban una conexión impor
tía toda una serie de reglas. tante con el mundo exterior más allá de los altos muros de los tem
Los principales especialistas eran los llamados «sacerdotes lec plos egipcios, ya que también practicaban sus oficios en funerales
tores», que eran vistos como los depositarios y guardianes de los privados y en contextos donde se requerían sus conocimientos má
antiguos escritos entregados por los dioses a la humanidad para gicos, aunque estas situaciones están muy mal documentadas. Tam
preservarla del Mal. A su gran consideración contribuía el hecho bién son asociados con prácticas mágicas los «jefes de los sacer
de que ellos eran capaces de leer estos antiguos documentos, los dotes lectores», así como los «escribas de la Casa de Vida», tal y
cuales (se supone) eran guardados en las bibliotecas de templos o como aparece en el relato del cocodrilo de cera referido en el Pa
palacios y cuya principal función era otorgar protección al rey me piro Westcar, donde W eba-iner porta el título de «jefe de los sacer
diante rituales específicos, así como ayudar a los muertos en su ca dotes lectores».
mino hacia la Vida, la Otra, la Verdadera. Sin embargo, no debe Otro grupo de sacerdotes relacionados con las prácticas religio
olvidarse que en el Antiguo Egipto no había individuos que dedi sas son los denominados «sacerdotes de heka», algunos de los cua
casen exclusivamente su tiempo a la práctica de la magia, sino que les eran considerados como médicos. Se conocen los llamados « h e
más bien esta labor era realizada por sacerdotes cuyas atribucio kaw de la Casa de Vida», los cuales parecen haber sido especialistas
nes eran mucho más amplias que la aplicación de rituales relacio en rituales mágicos. Aunque sus primeras menciones datan del ter
nados con actividades mágicas. De hecho, los relatos egipcios que cer milenio, su papel tendrá más relevancia hacia principios del pri
hablan de estas prácticas casi siempre tienen que ver con persona mer milenio antes de Cristo, momento en el cual su consideración es
jes históricos relevantes, a los cuales se les atribuyen poderes mági más elevada. Así se ve reflejado en la «Sala del Festival» construida
cos o conocimientos elevados de este tipo de sabiduría, siendo ta por Osorkon II en Bubastis, en donde aparecen tres magos en pro
les los casos del arquitecto Im hotep, del hijo de Khufu, H ordjedef, cesión sujetando rollos que seguramente contendrían conjuros de
234 Jesú s ]. Urruela Q uesada y Juan C ortés M artín C reen das popu lares y m agia 233
protección hacia el rey para ser recitados durante las celebraciones los capataces recitan conjuros para proteger a sus trabajadores en el
de su jubileo. campo o para procurar el buen parto de una vaca.
Cabe también llamar la atención sobre los sacerdotes de la diosa Pocos son los testimonios que informan sobre las condiciones
leona Sekhmet, de los cuales se consideraba que poseían conoci que envolvían el pronunciamiento de las fórmulas mágicas, aun
mientos de medicina. La diosa era famosa por ser la portadora de que parece que uno de los requisitos más necesarios era el de la
enfermedades y plagas y debía ser aplacada (para convertirse en la «lim pieza» interior y exterior. Dicha necesidad es aún más impe
dócil gata Bastet) a través de rituales que, con toda probabilidad, in riosa en tanto en cuanto se conocen relatos en los cuales el mago
cluirían ceremonias cargadas de connotaciones mágicas. Silenciosos enjuaga su boca con natrón (sales de sodio y potasio que se utili
testigos de estos rituales serían las numerosas estatuas de Sekhmet zaban también para desecar los cadáveres y que se encuentran en
encontradas en el recinto de Mut en Karnak yacimientos naturales, como el del Wadi Natrom, al noroeste del
Otro título cuya práctica implicaba la celebración de ciertas acti valle), dado que la boca actúa como un importante elemento en
vidades médicas, así como otras relacionadas con la magia era el de cuanto punto de origen de las palabras a recitar. Sin embargo, solo
k herep serket, «aquel que tiene poder sobre la diosa escorpión Ser- en casos excepcionales se conocen sacrificios acompañando algún
ket (srkt)», y los poseedores del mismo solían ser ciertos «médicos» ritual mágico.
y sacerdotes lectores que, a través de sus conocimientos y conjuros, Por lo que se refiere a la manera de practicar alguna forma de ce
sanaban a las personas afectadas por las picaduras de serpientes y es remonia, o procedimiento mágico, se conocen algunas variantes: la
corpiones, muy frecuentes en especial en tiempos de cosecha. recitación de una fórmula, la ejecución de un rito paralelo, o con
En el Antiguo Egipto, la práctica de la medicina estaba ligada de sagración de un amuleto, y la animación de un objeto, al cual se le
manera indisoluble a la magia, ya que los remedios medicinales iban otorga una vida provisional.
acompañados de series de conjuros destinados a alejar el mal del en A la hora de pronunciar una fórmula mágica, lo más usual era
fermo. Estos se convertían en el último recurso para el necesitado recurrir a la analogía, de tal forma que se asocie la situación terre
cuando los demás medios habían resultado inútiles. De ahí que los nal con otra en el dominio de lo divino, donde el mago, o quien ne
términos egipcios sivn w y saw se utilizasen para designar a personas cesite la intervención mágica, desempeña el papel de deidad. Di
que practicaban tanto la medicina como remedios mágicos, así como cha deidad rechazará la fuerza maléfica que está interviniendo en la
encantamientos protectores destinados a una persona necesitada. persona afectada en la medida en que esta se reconozca derrotada
No se conoce lo suficiente el papel de las sacerdotisas, ni de las por una fuerza benigna, más poderosa, presente en ese individuo o
mujeres en general, en las prácticas mágicas, pues los textos no dan en el mago, y que sea capaz de rechazar el mal. Para ello incluso se
testimonio de su participación en las ceremonias de este tipo. Es fuerza a los dioses a intervenir, haciéndoles ver mediante determina
probable que por razones de pureza (no olvidar que la menstrua das fórmulas mágicas que ellos mismos no pueden permanecer im
ción era considerada un signo de gran impureza) y porque la mayo pasibles ante la suerte del afectado por el genio o fuerza maligna. Así
ría de los textos tenían como protagonistas personajes masculinos. pues, se trata de forzar al mal a abandonar el cuerpo del individuo,
No obstante, sí que se menciona un tipo de «hechicera», denomi con la ayuda de los dioses.
nada rekhet, «la que sabe», que casi siempre corresponde a una mu Una forma de engañar al espíritu maligno que supuestamente
jer de avanzada edad y que, al parecer, era capaz de ponerse en con está causando el mal es mediante la introducción del nombre del en
tacto con los difuntos. fermo en una fórmula mágica que tenga como base una leyenda di
En cualquier caso, parece que la práctica de la magia en su ver vina. De tal suerte que la fuerza maligna no distinguirá entre dios y
tiente más cotidiana no es algo exclusivo de los sacerdotes-magos mortal, sucumbiendo engañado ante el poder de la divinidad:
egipcios, sino que también está presente en actos mucho más mun
danos. Muchos de los gobernantes locales se atribuyen capacidad «i Ven! ¡Sal! Así habla Wep-sepu, mujer de Horus.
para curar a los habitantes de la población que dirigen, de la misma ¡Mira, yo soy Horus, el médico que cura al dios!
forma que algunos de los jefes de expedición dicen tener la misma ¡Aléjate de su cuerpo!».
capacidad de sanar al enfermo mediante poderes mágicos. Incluso Papiro Chester Beatty VII, 2,2.
236 Jesú s J. Urruela Q uesada y Juan C ortés M artín C reencias popu lares y m agia 237
Si la presión contra el enemigo no da los resultados deseados, el moderno, sino bajo la óptica y las creencias de un antiguo egipcio,
mago apunta más alto, solicitando la intervención directa de los dio para quien el verbo, y su eficacia, como principio de vida, está fuera
ses en forma de ayuda al necesitado: de toda duda. Para quien el sonido de la palabra lleva implícito un
poder creador, tan real que no debe ser subestimado ni por los pro
«¡Ven a mí, o señor de los dioses! pios dioses.
¡Arroja por tierra por mí todo el mal, En otras ocasiones, además de la recitación de la fórmula má
Y todo monstruo que está sobre el río! gica, debe llevarse a cabo un rito paralelo para reforzar la eficacia de
¡Transfórmalos por mí en guijarros del desierto, la misma. En la mayoría de ellas se trata de recitar el conjuro sobre
Parecidos a los trozos de tiestos a lo largo del camino!». algún objeto, otorgando de esta forma un mayor poder, dado que
Papiro Mágico Harris IV, 6-7. el objeto (entre los que se deben contar los innumerables amuletos
egipcios) atrae para sí el mal. Se convierte en el símbolo material de
En caso de que la intervención divina no se produzca, una serie de
la fuerza del Bien, que puede alejar los elementos malignos anidados
documentos muestra cómo el mago puede incluso forzarla, llegando
en el sujeto; o también forzar el destino en interés de la persona que
a atemorizar a los propios dioses. El método consiste en asociar el fu
recurre a los hechizos (es este el caso de los numerosos relatos que
turo del afectado por el mal con el del universo, el cual se puede ver
reflejan el interés por conseguir el amor de otra persona).
seriamente afectado de no llevarse a cabo la actuación de los dioses:
Por último, en algunas situaciones el mago recurre también a la
animación de un cuerpo dado, un objeto determinado. Así, para ale
«El cielo ya no existirá, la tierra ya no existirá, jar el peligro de los cocodrilos en el río, se otorga poderes a un huevo
Los cinco días que completan el año ya no existirán, de arcilla que simboliza el huevo inicial surgido de las aguas primi
Las ofrendas ya no llegarán a los dioses señores de lunu,
La debilidad llegará del cielo del sur, genias:
Los combates nacerán en el cielo del norte,
Y las lamentaciones nacerán en la casa de los dioses, «Esta fórmula debe ser recitada sobre un huevo de arcilla que ha
El sol ya no lucirá, brá sido colocado en la mano del hombre que se sitúe en la parte de
La inundación que llega a su tiempo no ascenderá». lantera del barco; si el cocodrilo va a salir, que se lance el huevo al
agua».
Papiro Leiden I, 348, II, 3-8.
Papiro Mágico Harris VI, 14-VIII.
Pero aún es posible un paso más, en esta especie de «chantaje re
ligioso»; es el momento en el que el mago recita fórmulas mágicas No obstante, no debe entenderse como hechizo o encanta
que no se refieren a una suerte de caos cósmico, sino que son los mis miento, pues el objeto animado no es la imagen del causante del
mos dioses por sí mismos los que experimentan los males causados mal, sino solo el transmisor de las órdenes del mago a quien sirve.
El hechizo o maleficio se da cuando los objetos utilizados por el
debido a su negligencia en la intervención a favor del afectado. Así,
mago no son solo simples instrumentos para reforzar el poder de las
las divinidades sufrirán el mal en sus propias carnes, a través de sus
fórmulas utilizadas, sino que se convierten en el propio enemigo a
animales sagrados, en sus ciudades sagradas:
derrotar. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que cuando
la magia egipcia implica encantamiento o hechizo está casi siempre
«¡Si tú no escuchas mis palabras, adscrita a la esfera oficial, bien del Estado o de los templos, y se uti
Cortaré la cabeza de una vaca en el recinto de Hathor!
¡Decapitaré un hipopótamo en el recinto de Seth! liza para mantener el orden cósmico ante cualquier amenaza que
¡Haré que Anubis se sienta envuelto en la piel de un perro pueda provocar el derrumbe del equilibrio universal tanto en el ám
Y que Sobek se sienta envuelto en la piel de un cocodrilo!». bito divino como en el terrenal. Así, cualquier incursión de los pue
Papiro Chester Beatty V, 5,4-6, 4. blos de fuera del valle en la tierra sagrada egipcia se considera un
grave factor de riesgo que afecta de forma directa al equilibro cós
Todas estas situaciones y posibles remedios a las mismas de mico, siendo por tanto estos pueblos objetivo directo de los malefi
ben ser contextualizadas, pero no siguiendo un criterio occidental- cios y hechizos egipcios.
238 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Creencias populares y magia 239
Un procedimiento habitual de lanzar hechizos contra estos habi vos han sido siempre sustituidas, cuando ha sido posible, por sus
tantes de «Los Nueve Arcos» (alusión a los vecinos y enemigos tradi equivalentes no animados, siendo mutilados cuando su sustitución
cionales) consiste en escribir sus nombres en vasijas que a continua era imposible. Así, el toro, el perro o el león son representados par
ción son destrozadas y enterradas. También se escriben sus nombres tidos en dos, mientras que los peces, considerados animales impu
con tinta roja sobre figurillas de arcilla o cera con la apariencia de un ros, son dejados de lado por completo en las representaciones. En
prisionero extranjero, con los brazos atados por detrás, siendo objeto cuanto a las figuras humanas, solo son representadas en parte, de tal
después de múltiples agresiones (desde realizar incisiones con cuchi forma que no puedan constituir ningún peligro para el difunto rey
llos o lanzas, o arrojarlas al fuego, hasta sumergirlas en orina). en su viaje por el Más Allá.
Quizás resulten más familiares, aunque con el mismo trasfondo, En la misma línea se deben situar las actuaciones a nivel oficial
las imágenes de cautivos representados en las paredes de los tem o particular referidas a la «aniquilación del nombre» y la destruc
plos, los cuales llevan el nombre de su ciudad o pueblo inscrito en ción de imágenes. Como se ha mencionado un poco más arriba, el
una figura en la misma actitud que las descritas antes, siendo some nombre y su representación son en el Antiguo Egipto algo mucho
tidas, por tanto, a la cautividad perpetua delante del faraón victo más que una mera designación de un individuo concreto destinada
rioso que ha conseguido alejar el peligro del caos de las fronteras de a su diferenciación del grupo al que pertenece, más bien se trata de
Egipto. un elemento constitutivo de su personalidad, tanto como puede ser
De la misma forma, también se utilizan representaciones de los cualquier miembro físico de su cuerpo. El hecho de destruir el nom
enemigos del pueblo egipcio en objetos cargados de un especial sim bre de alguien no significa borrar su existencia, condenarlo al ol
bolismo debido a su función. Así, se encuentran imágenes de libios, vido, sino algo aún más terrible para el pensamiento de un habitante
nubios o asiáticos en las suelas de las sandalias de los faraones o en del valle de hace tres mil años, a saber, la negación de la misma exis
sus reposapiés, significando así su supremacía al estar aplastando tencia, el borrado de todo recuerdo de su paso por la vida, la más
constantemente estas imágenes de los enemigos tradicionales y con absoluta aniquilación de cualquier eco vital que pudiera haber per
denándolos a una sumisión perpetua. durado en este mundo.
Para un egipcio de hace cinco o tres mil años, los enemigos de De esa misma forma debe interpretarse la destrucción de imá
su país son igual de peligrosos que los enemigos de sus dioses, pues genes y relieves de algún personaje en concreto. Son bien conoci
ambos atenían contra el orden establecido. Así, las fuentes egipcias das las agresiones sufridas por las representaciones de Hatshepsut
también hablan de hechizos destinados a beneficiar a los dioses, rea en su templo de Deir el-Bahari y las de Amenhotep IV Akhena-
lizados entre las paredes de los templos. Un ejemplo bastante ilus ton, perseguida su memoria hasta el hecho mismo de destruir su
trativo puede ser el siguiente: ciudad, ambas llevadas a cabo en un intento de condenar a la no-
existencia a quienes por alguna razón no fueron aceptados por la
«Dibujarás al enemigo de Ra y al del faraón, vivo o muerto, y todo posteridad.
aquel proscrito en el que pueda pensar; los nombres de su padre, de En cualquier caso, el hecho verdaderamente destacable de
su madre y de sus hijos, siendo escritos sus nombres con tinta fresca este acto es que detrás de él había una fuerte creencia y convenci
sobre una hoja de papiro que no haya sido utilizada nunca y sobre
sus pechos, habiendo sido ellos mismos hechos en cera y atados con miento en que mediante ese procedimiento la memoria y el eco de
hilo negro; debe escupirse sobre ellos, se les pisoteará con el pie iz su existencia quedarían aniquilados de forma definitiva, borrados
quierdo, se les golpeará con un cuchillo y una lanza y se les lanzará al de la conciencia y de la historia. Estas acciones no deben interpre
fuego en el horno de un herrero». tarse como ataques indiscriminados contra todo lo que mandaron
Papiro Brenner Rhind, 26, 12-4. construir y elaborar ambos soberanos, sino que son más bien ac
tos directamente dirigidos contra sus nombres y representaciones,
Un testimonio más del poder mágico que se otorgaba en el An dejando intactos bajorrelieves y otros testimonios mandados rea
tiguo Egipto a las representaciones, tanto de figuras humanas como lizar por ambos faraones, que han sobrevivido en un estado mag
de animales, viene dado desde los primeros textos religiosos cono nífico al lado de las representaciones o nombres martilleados de
cidos. Ahí queda constancia de que las representaciones de seres vi los monarcas.
240 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Creencias populares y magia 241
En cuanto al uso privado de los encantamientos y hechizos, po «Yo recito para ti las fórmulas para rechazar el mal de ojo al ama
cas son las fuentes que han llegado hasta nuestros días. No obstante, necer, y su poder no cesará de hacer maravillas con él».
es lógico pensar que también fueran utilizados en la vida cotidiana, (Véase Chassinat, 1984-1987, vols. III, 351, 9, y VI, 263, 5, y
tanto en las altas como en las bajas esferas sociales. Es entre las pri 300,6-7.)
meras donde se encuentra uno de los pocos testimonios del uso de
los hechizos para fines particulares que han perdurado hasta nues Existe una pieza arqueológica de notable interés para compren
tros tiempos. Se trata de la conspiración palaciega ocurrida durante der la concepción egipcia de la heka y su papel en el sistema religioso
el reinado de Ramesses III que acabó con su vida, como ha demos egipcio: la Estela de Meternich. Las vicisitudes históricas de la pieza
trado un reciente estudio de su momia. En los relatos que se han son, como las de otras muchas piezas arqueológicas, anécdotas en sí
conservado se recoge el testimonio de algunos de los conjurados, mismas. En lu n u (Heliópolis) se encontraba la tumba de los toros
quienes narran cómo se utilizaron figurillas de cera sobre las que se Mnevis, consagrados o asociados al dios creador Atum, allí se con
habían recitado conjuros mágicos para paralizar a los guardias de servaban ciertas inscripciones relacionadas con aspectos del culto.
palacio. Los conjurados consiguieron introducirlas en palacio y gra El sacerdote Nesu-Atum visitó el lugar en tiempos del faraón Necta-
cias a ellas se pudo mantener un correo fluido entre los distintos gru nebo II, quedándose interesado por las inscripciones que allí se con
pos participantes en la conspiración. servaban, se fijó en unas de carácter mágico y las mandó copiar en
Pero ¿existía la posibilidad de luchar contra estos hechizos me un monumento único, dedicado al faraón reinante. La estela perma
diante otros encantamientos mágicos? Algunos testimonios así pa neció un tiempo en Heliópolis, pero fue trasladada a Alejandría en
recen transmitirlo: el período grecorromano. Y allí estuvo sepultada hasta 1828 en que
fue descubierta, bajo el gobierno de Muhammad Alí. Este, debido a
«Oh [nombre del personaje] yo te he salvado y protegido de to sus intereses políticos, se la regaló al príncipe Clemens Metternich-
das las cosas malas y perniciosas y de toda magia funesta que ellos Winneberg, que la instaló en su castillo de Kónigswart, en Bohe
han pronunciado contra ti. No se realizarán contra ti; no se aproxi mia. En 1950 la compró el Museo Metropolitano de Nueva York, en
marán a ti; no tendrán poder sobre tu cuerpo; no penetrarán en tus donde está en la actualidad.
miembros. La estela se atiene a un patrón estético típicamente tardío. Su
Porque yo te he purificado. Yo soy Dhehuty [Thot], quien actúa texto expresa intenciones claramente mágicas. Se trata de los con
según el designio de su corazón; yo te doy tus brazos para acompa juros necesarios para contrarrestar las picaduras de serpientes y es
ñarte porque tus brazos son los brazos que Horus pone sobre el remo corpiones. En ella aparece, además, un Horus niño que con sus ges
de la barca sagrada. Ningún poder que provenga de los hombres, de tos trata de neutralizar a un grupo de animales peligrosos. La técnica
dioses o de genios malévolos puede ejercerse sobre tus brazos.
Ningún poder será ejercido contra tu espalda por hombres, dio se cifra en verter agua sobre la estela, agua que, habiéndose «apro
ses o genios maléficos. Allí no encontrará acceso ningún maleficio piado» del poder de la estela, se convertirá en curativa. Una parte
pronunciado por encantadores, hombres o mujeres. Lo que hayan del texto permite apreciar el significado de su pretendido poder:
hecho no se producirá; lo que hayan dicho no será escuchado. Sus
encantamientos serán aniquilados rotundamente y expulsados de sus «¡Sal veneno [...] es Horus quien te exorciza; él [es] quien te
bocas por el mismo Ra, puesto que [nombre del personaje] está puri corta en pedazos; él quien te escupe, levántate tú, atormentado.
ficado, como Ra es puro, cada día». Horus te ha vuelto a la vida; él ha vuelto a nacer y ha venido para
Papiro Chester Beatty VIII 9, 6-9. derrotar a sus enemigos [...] Vete serpiente, llévate tu veneno [...]
¡Sal, enemigo!, ¡retrocede, veneno!».
También hay conjuros que hablan de una «magia defensiva», Lexikon der Aegyptologie, vol. IV, cois. 122-124.
destinada tanto a prevenir los posibles ataques de otros maleficios
como a expulsar los efectos negativos que sobre algún individuo ha El interés de la estela se cifra sobre todo, aparte de su aventura ar
yan podido tener las palabras de algún encantador. Es en este sen queológica y el valor intrínseco de la pieza, en ser expresión clarivi
tido donde deben situarse los hechizos destinados a curar el mal de dente de que la magia para los egipcios es una fuerza que emana de los
ojo, del cual ni siquiera los dioses o el rey estaban a salvo: mismos dioses. Si se ha conservado un documento de estas caracterís
24 2 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Creencias populares y magia 243
ticas, realizado en un soporte de indudable factura material, con las función en la otra. La mayor parte se fabricaba con la única inten
mismas características técnicas de piezas realizadas para loar a dioses y ción de ser colocada entre los vendajes de la momia a fin de propor
a reyes, hay que pensar que otras obras análogas, no conocidas, pudie cionar tanto protección durante el peligroso viaje al Más Allá, como
ron confeccionarse con la misma intención y técnica escultórica, de consuelo y desahogo en el otro mundo.
jando patente el alcance del poder de las creencias egipcias. Pero este Los primeros testimonios de amuletos en el valle del Nilo datan
es un caso poco corriente, la mayor parte de los testimonios arqueoló del Predinástico Badariense, algo antes del 4000 a. C. Los objetos
gicos sobre la concepción de la heka está confeccionada con materia hallados se encontraron en tumbas, aunque es fácilmente deducible
les mucho más modestos, pero no menos reveladores de sus connota que su función protectora habría sido demandada en vida del sujeto.
ciones mágico-religiosas: se trata de los amuletos. Aunque muy toscos, ya dan testimonio de las creencias que el egip
cio atesoraba desde épocas muy tempranas. Asimismo anuncian al
gunas de las formas e iconografías que se mantendrán a lo largo de
Amuletos, fetiches y objetos de culto popular los siglos, tales como la representación del hipopótamo como sím
bolo de lo impredecible y negativo (su ataque ciertamente es impre
Dos son las fuentes principales que transmiten información so decible y terrible), mediante cuya representación se pretende pro
bre la forma y uso de los amuletos en el Antiguo Egipto, por un lado, porcionar mágica protección al portador. Otros ejemplos tempranos
se encuentra la descripción de una serie de amuletos inscritos en una de amuletos con forma de animal (o parte de estos) son las cabezas
puerta del complejo de habitaciones de Osiris dentro del templo de de gacela o antílope, como símbolo del mal al cual se quiere mante
Dendera, dedicado a la diosa Hathor; por otro, la principal fuente ner alejado, aunque tampoco debe pasarse por alto que en tiempos
de conocimiento para el universo de los amuletos egipcios procede tan tempranos es posible que haya primado más la magia simpática,
del conocido como Papiro MacGregor, en el cual se encuentra el quizás pretendiendo adoptar la agilidad y velocidad de la que estos
nombre del amuleto junto a su representación. Por último, no de animales hacen gala en su hábitat natural, entonces no tan desér
bemos dejar de resaltar también una tablilla de madera datada en el tico. También destacan las cabezas de felinos (panteras y leonas en
Reino Nuevo y conservada en Berlín donde se describen los materia especial), perros o toros, las cuales deberían otorgar protección me
les de los que estaban hechos. diante aversión. No obstante, el verdadero significado de los amu
La función básica del amuleto egipcio es proporcionar protec letos, así como su función en una época tan temprana, se escapa en
ción, tanto a los vivos como a los muertos. Es esta la primera dis gran medida, dejando un amplio margen a la especulación.
tinción que puede hacerse a la hora de profundizar en el estudio de Otros amuletos registrados en los primeros tiempos de la histo
este grupo de objetos, los cuales acompañan al poseedor tanto en ria egipcia son el chacal recostado y el halcón, los cuales serán aso
esta vida como en la otra. Sin embargo, los amuletos deben cumplir ciados con las capacidades protectoras de Anubis y Horus respec
una premisa, a saber, estar en contacto con el portador, bien entre las tivamente, ya en tiempos históricos. Son conocidas, asimismo, las
cintas de la momia o atado al cuello o a otra parte de un ser vivo. representaciones de conchas, pájaros de todo tipo, garras y amule
Un amuleto es un objeto que, por su forma, material, color o pro tos hechos de conchas de cauri, estos últimos ya atestiguados en épo
cedencia, está dotado de un significado especial que por medios má cas muy tempranas en Próximo Oriente (Jericó), en donde se han
gicos otorga a su portador cierta capacidad de influir en el destino encontrado cráneos humanos con conchas de cauri para indicar los
propio o en el de los demás. Esta capacidad suele estar orientada ha ojos y, quizá, para buscar la protección del difunto.
cia una vertiente protectora del objeto sobre el poseedor, lo cual pa Poco ha sobrevivido de los amuletos datados en el Dinástico
rece corroborar el hecho de que las palabras egipcias para amuleto Temprano, aunque los testimonios que han sobrevivido presen
(sa, nht, mkt, tuda) proceden de verbos cuya etimología está relacio tan una gran calidad. Asimismo, se amplían los materiales utiliza
nada con el concepto de «proteger» o «dar bienestar». Dicha pro dos, añadiéndose a los minerales, conchas o marfil, el oro. Así apa
tección puede reclamarse tanto en el ámbito terrenal como en el Más rece en el brazalete encontrado en Abydos, perteneciente al rey Djer
Allá, aunque también hay amuletos que se utilizan en esta vida para de la dinastía I. Compuesto de veintisiete cuentas de oro y turquesa
después acompañar al difunto en su camino y seguir cumpliendo su que se suceden alternativamente, cada una de ellas representa un se-
244 Jesús ]. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín 245
Creencias populares y magia
rekh, indicativo de la protección a la institución real por parte del siendo estos más característicos de la última parte del Reino Nuevo
dios halcón. y del Tercer Período Intermedio, momento a partir del cual prolife-
De la misma época son los amuletos de oro encontrados como rarán los de la gata Bastet.
ajuar en la tumba de una mujer en Naq’ed Deir, uno de ellos con la Durante el período saíta hacen su presencia los referidos a la
forma de escarabajo, con un dibujo referido a la diosa Neith, bajo tríada compuesta por Isis, Neftis y «Horus el Joven», producién
cuya protección se supone se colocaría la difunta. Los dos restantes dose también en este momento un gran incremento en la produc
corresponden a un óryx, con un cinto alrededor del cuello alusivo a ción y uso de los amuletos funerarios, entre los cuales destacan los
la diosa Isis, y a un toro o vaca sin cuernos, probablemente represen que tienen forma de reposacabezas, pues son accesibles ahora para
tativo de la diosa Hathor. una gran parte de la población. El «renacimiento cultural» del pe
Durante el Reino Antiguo aparecen amuletos que son concebi ríodo fomenta que se rescaten iconografías que habían quedado en
dos como nuevas representaciones de animales, tales como la rana y desuso durante cientos de años, tales como el doble león, o se inven
la hipopótama, ambas asociadas con la fertilidad y la protección en ten algunos nuevos como el «doble dedo».
partos. Es seguro que este último tipo de amuletos está relacionado Una de las fuentes más importantes para conocer la forma y uso
con la diosa Thueris. de ciertos amuletos se encuentra en el «Libro de los Muertos». De
Algunos de los más conocidos aparecen muy pronto, como el hecho, el mismo libro puede ser interpretado como un amuleto en sí
ankh —símbolo de la vida—, el ojo w edjet, el pilar d jet o el más fa mismo, ya que era depositado en el sarcófago, junto con la momia,
moso y conocido, el escarabeo kheper, al que se le reforzará su poder para otorgar protección al difunto en su recorrido hacia los Campos
mediante los textos grabados en su base plana. También se intensi de Osiris. Es ahí donde se encuentran las máximas con las que se
fica la producción de amuletos con forma humana, masculina y fe pretende alejar los peligros que acechan al finado y cuyo uso es pri
menina, y de niños de ambos sexos, estos últimos claramente distin mordial para realizar el trayecto sin contratiempos. He aquí algunos
guibles como tales ya que aparecen con un dedo metido en la boca, ejemplos de capítulos grabados en amuletos para reclamar la pro
forma de representación infantil que perdurará a lo largo de toda la tección de Ra:
historia de la iconografía egipcia.
Durante el Reino Medio se asiste a una proliferación en la varie «Levántate, oh Osiris, ponte en tu sitio, que yo pueda poner agua
dad y repertorio de los amuletos. Van a ser característicos de este pe debajo de ti y que pueda traerte un pilar djed de oro para tu regocijo.
ríodo: la esfinge, el broche en forma de nudo, los cilindros o la con Para ser recitado sobre un pilar djed dorado embellecido con
cha de ostra hecha en metal precioso. Los amuletos esmaltados con corteza de sicómoro para ser colocado en la garganta del difunto en
incrustaciones de oro aparecen en enterramientos reales; asimismo, el día del entierro. Para aquel en cuya garganta se haya puesto este
los escarabeos, que adquieren su forma definitiva con diversas varia amuleto, él será un espíritu respetable quien estará en el reino de los
ciones, bien como colgante, con el nombre del propietario o del fa muertos en el Día del Año Nuevo como aquellos que forman parte
del séquito de Osiris, lo cual es cierto un millón de veces».
raón correspondiente, o bien como anillo-sello, el pectoral, o el de
corazón, que se colocan sobre el pecho de la momia, estos últimos Capítulo 155, Conjuro para el pilar djed de oro.
confeccionados en piedra. También en muchos casos son «edicio
nes» conmemorativas del jubileo de un faraón. «Djehuty [Thoth] ha ido a buscar el Ojo Sagrado, una vez pa
Con la llegada del Reino Nuevo aparecen representaciones de cificado el Ojo después de que Ra lo alejara de sí. Estaba cargado
divinidades en una amplia variedad. Hasta ese momento solo había de furia, pero Djehuty expulsó la cólera de él después que hubo es
tado muy alejado. Si yo estoy sano, él estará sano y [el difunto] es
deidades menores, tales como los ya citados Thueris o Bes, con las tará sano».
excepciones de amuletos identificados con el dios solar en forma de
halcón, Isis amamantando a Horus o la vaca Hathor. A partir de este Capítulo 167, Conjuro para traer el Ojo Sagrado por el difunto
(véase Barguet, 1967, y Carrier, 2009, entre otros).
momento, el panteón egipcio es representado en gran medida en
una amplia variedad de amuletos, desde las figuras con cabezas de También se realizaban dibujos de amuletos sobre vendas que se
leonas, identificadas con Sekhmet, hasta los cuatro hijos de Horus, aplicaban sobre las heridas de algún paciente con ánimo de aliviar su
246 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin Creencias populares y magia 247
mal. Incluso, en ocasiones se practica el dibujo directamente sobre Tabla de am uletos egipcios
la mano del paciente, el cual debe más tarde lamer dicha representa
ción para que así pase a su interior toda la fuerza mágica del trazado Símbolo Amuleto Significado
junto con el poder curativo que le han otorgado los conjuros recita E sca ra b eo S ím b o lo d el d ios K h e p er-R a , el p o d e r in v isib le de
la c rea ció n q u e im p u lsa al so l a tra v é s d el cielo.
dos sobre él. No obstante, la mayoría de los conjuros para procurar F u e rte m e n te id e n tific a d o co n la id ea d e la re su
la cura del enfermo se practicaban sobre un verdadero amuleto. r re c c ió n , se p e n sa b a q u e p ro p o rc io n a b a v id a a
El investigador y padre de la egiptología inglesa sir W. M. F. Pe- aq u el c u e rp o m u e rto so b re el q u e se alojara.
trie realizó en 1914 una clasificación de amuletos egipcios basándose N u d o o h e b illa R ea liza d o g e n e ra lm e n te en c o rn a lin a , ja sp e ro jo ,
en el estudio de un total de 275 tipos, clasificándolos en cuatro gran de Isis v id rio ro jo u o tro m a te ria l ro jizo , a u n q u e ta m b ié n
des grupos que todavía hoy son una referencia, aunque han sido re a p a re c e h e c h o d e o ro , se a ta b a al c u e llo d el d i
fu n to , s o b re el cual recaía la p ro te c c ió n d e la sa n
visados y ampliados debido a descubrimientos posteriores. Son los
g re d e Isis. T am bién p e rm itía al fin a d o el acceso a
siguientes: to d o s lo s lu g a res d el o tro m u n d o .
Homopeicos: con forma de animal vivo o parte de este, propor P ila r R e p re se n ta o la esp in a d o rsa l d e O siris o el tro n c o
cionan a su portador, por asimilación, las características más señala s o b re el q u e Isis c o lo c ó el c u e rp o in e rte d e O siris.
L as c u a tro lín eas h o riz o n ta le s sim b o liz a n lo s c u a
das de esta criatura. tro p u n to s ca rd in ale s. Se c o lo c a b a en la m an o iz
Dináticos: del mismo tipo que los anteriores, se diferencian de q u ie rd a d el d ifu n to , a q u ien p ro p o rc io n a b a el p o
ellos en que representan objetos inanimados. d e r d e re c o n stitu c ió n d el c u e rp o .
Ktemáticos: representan posesiones de los vivos u ofrendas reali C o ra z ó n M u y im p o rta n te co m o su stitu tivo d el co ra z ó n real,
zadas en los enterramientos y actúan como sustitutos de ellos en caso p ro p o rc io n a n d o la se g u rid a d al d ifu n to d e q u e su
de ser robadas o no realizadas. c o ra z ó n n o d esa p a rece rá . S e so lía re a liz a r d e la p is
i J lá zu li y c o rn a lin a y se e sp e ra b a q u e a tra je ra la p r o
Filácticos: pueden representar cosas o seres inanimados o ani tec c ió n d e O siris y Ra.
mados y proporcionan protección al que los lleva sobre las fuerzas
del mal.
Teofóricos: representan deidades o las manifestaciones propias X R ep o sa cab eza s S e c o lo c a b a b a jo el c u e llo d e la m o m ia p a ra p ro te
g er la ca b eza d el fa lle c id o .
de ellas, buscando su protección y amparo en sus diversas manifes B u itre Se p o n ía en el cu ello d el d ifu n to en el día d e su fu
n e ra l, re c ib ie n d o de esta fo rm a la p ro te c c ió n d e la
taciones.
d io sa Isis.
C o lla r de O ro A p a re c e en la E p o c a B aja y es b a sta n te in usual.
O to rg a b a al m u e rto el p o d e r d e lib e ra rs e de sus
ven d a jes.
E sca lera F re c u e n te s d u ra n te el R ein o A n tig u o y M e d io , e s
to s a m u le to s se rv ía n al d ifu n to p a ra a c c e d e r al
re in o d e lo s dio ses, cu yo su e lo sería n u e stro cielo.
E stos a m u le to s era n d e m a d e ra y o tro s m a te ria
les v a rio s.
D o s d ed o s R e p re se n ta el d e d o ín d ic e y el m e d io q u e el dios
« H o ru s u só en a yu d a d e O siris p a ra a sc e n d e r al
cielo p o r m ed io d e u n a esca lera . S u fin a lid a d era
la m ism a p a ra el d ifu n to . S e rea liza b a en h em a tin a
u o b sid ia n a .
O jo d e H o ru s M u y c o m ú n en to d a s las ép o c as, lo s m ate ria le s en
lo s q u e esta b a h e c h o ib a n d e sd e el o ro hasta la m a
i d era. R e p re se n ta el o jo d e H o ru s (b ien el S o l o la
L u n a) y co n él se p re te n d ía a tra e r la b u e n a salu d ,
fu e rz a vig or, etc.
248 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
R ana C o lo c a d o ju n to al d ifu n to , te n ía la fu n c ió n d e
tra n s fe rirle el p o d e r d e la diosa H eq t, la cu al era
re la c io n a d a con la p le n itu d d e la v id a y la re s u
_____________ 1 rre c c ió n .
El templo
Su co n cep to y características
gos más importantes del Estado, en tanto que la religión es la «ra culto en los santuarios (delegando en los sacerdotes), dado que de
zón» de dicho Estado. Dado que en Egipto la carrera sacerdotal no bía corresponder al dios mediante el enriquecimiento y engrandeci
es independiente de la civil y militar, en numerosas ocasiones gran miento de su mansión, al cual debía tanto la fertilidad del Nilo como
des personajes que representan un poder civil, ostentan, asimismo, las exitosas conquistas militares. De ahí que las donaciones a los
un cargo sacerdotal. De ahí que el templo, junto con el palacio, cen templos por parte de los reyes no deban interpretarse como un sím
tral o local, residencias de autoridad civil, religiosa o militar, que a bolo de sumisión del poder real ante el clero, sino más bien como un
veces se reunían en la misma persona, se convierta, de manera indis acto cotidiano y necesario; pero complementario de una mentalidad
cutible, en un centro de poder. que propiciaba la estabilidad y la prosperidad del país. De esa rela
La arqueología egipcia se concentra, fundamentalmente, en dos ción surgirán algunos de los monumentos más impresionantes que
conceptos: tumbas y templos. Miles de años después de haberse ha legado la cultura egipcia, como producto elaborado en el con
construido, las ruinas de los templos egipcios se levantan todavía texto de sus creencias e intereses.
en pie, aunque en algunos casos con más fortuna que en otros. Pero
¿qué es lo que hace tan especiales a estos edificios a los ojos del hom
bre de hoy después de haber sido abandonados a su suerte desde la La fundación de un templo
implantación del cristianismo en Egipto?
En primer lugar es necesario considerar que el templo egipcio En general, la elección de un lugar determinado para la edifica
no solo tenía una función religiosa. En realidad se le ha calificado ción de un templo tenía que ver con algún mito o cosmogonía rela
de las formas más diversas, intentando explicar ese carácter poliva cionada con el dios al que se dedicaría el santuario; es decir, estaba
lente: microcosmos, mansión de dioses, reductos del orden frente al dictada por principios teológicos. Por lo regular se asociaba a un lu
caos, etc. Sin embargo, los templos respondían a todas estas funcio gar significativamente señalado desde el punto de vista geográfico,
nes y a muchas otras. astronómico o mítico. Un ejemplo claro viene dado por el Osireión,
La función primordial de un templo en el Antiguo Egipto era la el templo dedicado a Osiris que Sethy I mandó construir en Abydos.
de rendir culto, bien a una divinidad, templos a los dioses, o bien a Se levantaba por encima de un manantial natural al que se asociaba
un difunto, templos funerarios, especializados en realizar las ofren con las aguas del Nun, en donde se suponía que surgió el montículo
das al ka de un rey fallecido. También desempeñaron un papel eco primigenio.
nómico, rodeados, en el caso de los grandes santuarios, de enormes En cuanto a la orientación, la mayoría de los templos construi
almacenes capaces de resguardar ingentes cantidades de grano. dos respondía a una disposición sobre un eje este-oeste tomando
Otro aspecto fundamental: los templos eran los depositarios del como punto de partida el curso del Nilo. Los templos se ubicaban
saber, en donde se ubicaban las grandes bibliotecas de papiros que siguiendo un ángulo aproximado de noventa grados sobre el río,
atesoraban los conocimientos científicos y todo el entramado teó pero, dado que el Nilo varía su eje norte-sur con frecuencia, ello lle
rico de sus complejas creencias. El templo era, por lo tanto, un cen vaba en ocasiones a una orientación que no correspondía con exac
tro de ciencia y sabiduría, donde se llevaba a cabo la redacción de titud con los puntos cardinales. También se encuentran templos
tratados y estudios científicos; asimismo, era el eje de la construcción cuyo emplazamiento fue calculado con minuciosidad, como pare
teológica, en donde la teología y la teogonia sufrían las modificacio cen indicar algunos edificios mortuorios tebanos, cuya dirección
nes necesarias para adaptarse a los intereses políticos y económicos variaba en función de intereses concretos propios del momento en
de cada centro de culto. que fueron construidos. Incluso dentro del templo, las alusiones
En su vertiente más puramente religiosa, el templo servía con es simbólicas al Alto y Bajo Egipto, o al Oriente y Occidente, se ha
pacio de vínculo y unión entre lo humano y lo divino, dentro del cual cían representar en sus lugares correspondientes dentro del santua
se realizaban actos rituales encaminados a satisfacer las necesida rio. También es el caso de los templos de la llamada colina de Dje-
des de la divinidad objeto de culto, la cual, por su parte, correspon huty (Thoth), en la orilla occidental de Tebas, donde el templo de
día proporcionando el orden cósmico necesario para la prosperidad Horus, empezado a construir durante el Reino Medio, exhibe una
del país. Así pues, la función del rey no se limitaba a protagonizar el orientación con dos grados de desviación sur en relación con los
252 Jesús ]. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin Templo y sacerdocio 253
restos del templo anterior sobre el que se levantó. Parece que di con la escritura y la agrimensura), aunque es más que probable que
cho margen se debe al cambio que experimenta la aparición de la todos los cálculos hubieran sido realizados por los escribas y arqui
estrella S opdet (en griego Sothis, hoy conocida como Sirio) por el tectos con antelación a los ritos ejecutados por el monarca, deján
oriente, lo cual indica la labor esmerada y concienzuda de los arqui dole así un papel meramente simbólico en todo el proceso.
tectos y astrónomos egipcios. Durante los ritos de fundación se procedía a la excavación de po
Sin embargo, el eje este-oeste puede ser desplazado por uno zos, y no solo en las esquinas de la futura edificación, sino en ocasio
norte-sur, lo cual viene motivado por lo común por cuestiones como nes bajo los pilónos, o también bajo la principal ruta ceremonial, o
la existencia de construcciones anteriores o por motivos meramente incluso bajo los obeliscos. Dichos pozos recibían diversos utensilios
topográficos. Tal es el caso del templo de Luxor, considerado el Gi- de construcción, así como amuletos representando la cabeza de un
neceo de Amón, cuya planimetría dependía simbólica y topográfica toro o de una oca.
mente con el templo de Amón de Karnak. Los materiales utilizados para los utensilios depositados en es
La orientación por razones astronómicas fue muy frecuente, no tos pozos no suelen ser de un gran valor, ya que la mayoría están he
en balde los egipcios tenían amplios conocimientos del tema. Un chos de arcilla, madera o piedra. En general tampoco suelen alber
ejemplo notable es el del templo de Ramesses II en Abu Simbel o gar largas inscripciones, correspondiendo la mayoría de ellas al rey
el gran templo de Atón en El-Amarna, en donde, es obvio, prima la que mandó erigir el templo y a la divinidad a la que estaba desti
disposición destinada a conseguir un mayor efecto de los rayos so nado, siguiendo la fórmula conocida de «El buen dios (nombre del
lares en los santuarios. Los templos de la isla de Elefantina son otro rey), amado de (nombre del dios), señor de (nombre de la ciudad o
ejemplo de esta preocupación; se orientaban hacia la estrella Sop- del templo)».
dep, cuya aparición en el firmamento en el orto helíaco tenía lugar
hacia el 19 de junio actual (con desplazamiento cada cuatro años por
no utilizar el año bisiesto), que coincidía con el comienzo de la inun Animales venerados en los templos
dación anual del Nilo y el primer día del año oficial.
La fundación de un templo egipcio estaba relacionada con una Una mención aparte merecen los animales venerados en los tem
serie de actos cuyo origen se remontaba a épocas muy lejanas, y mu plos. Este hecho, que ya producía un cierto asombro en la Antigüe
chos de ellos se llevaban a cabo antes de que comenzaran las labo dad, sobre todo a los viajeros griegos y romanos, es una de las pe
res de construcción. Una de las fuentes más importantes para el es culiaridades de la religión egipcia que más ha llamado la atención
tudio de todos los ritos de fundación se encuentra en los relieves del de los profanos. De la asociación de un animal a un dios, tema muy
lado sur de la sala hipóstila del templo de Horus en Edfú. En él se discutido y discutible, solo resta reseñar lo poco que se sabe de las
representan algunas de las acciones ejecutadas en relación con el ini condiciones en que estos representantes del reino animal eran im
cio del establecimiento y posterior construcción de los edificios re plantados, venerados y cuidados en un determinado templo de un
ligiosos, y en este caso los protagonistas son el rey y la divinidad co determinado dios. En primer lugar hay que matizar que ni todos los
rrespondientes. dioses estaban asociados a un animal, ni todos los animales conoci
Eran excelentes planificadores y constructores, y sus actos se re dos por los egipcios fueron reflejo o señal de una divinidad. Los ca
vestían con rituales diversos de purificación del lugar, levantamiento sos conocidos se mantuvieron constantes a lo largo de la civilización
de los ejes del edificio, instalación de los depósitos de la fundación y egipcia y la relación, en la parte conocida, se mantuvo coherente a
consagración definitiva al dios destinado. lo largo del tiempo y de la geografía. Pero al margen de estas consi
En los rituales también se incluía la cuidadosa orientación del deraciones teóricas, el hecho es que en ciertos templos el dios estaba
templo según las estrellas de una constelación circumpolar septen asociado a un animal de una especie determinada. Cómo se elegía al
trional, para la cual se servían del m erkhet, instrumento de madera animal y en qué circunstancias era asociado al culto no se sabe en la
con muescas análogo a la mira de un rifle, que proporcionaba los mayoría de los casos, pero hay suficientes ejemplos que bastan para
criterios para establecer el eje con orientación norte-sur. El rey pro concluir que dicha asociación era muy variada y se basaba en prin
tagonizaba dichos rituales asistido por la diosa Seshat (relacionada cipios diferentes.
2 54 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín 255
Templo y sacerdocio
Dos son los ejemplos más conocidos: el templo de Horus en Estos escasos restos anuncian desde el primer momento un tipo
Edfú y su halcón divino y el toro Apis del templo de Ptah en Menfis. de construcción dedicada a un culto divino. Por lo que respecta a los
En un caso el animal era elegido por el dios entre otros criados en cultos funerarios es posible pensar que se rendían a los difuntos en
el templo. Con respecto al buey Apis se conoce que, a la muerte del sus propios recintos o fosas. En los casos en que se encuentran ente
ejemplar anterior, el sucesor era buscado por todo Egipto, dado que rramientos debajo de las cabañas puede deducirse que el culto a los
debía cumplir unas características físicas determinadas, manchas de difuntos se celebraba en dichos habitáculos.
cierto color y forma, por ejemplo. En el primer caso, el animal era Sobre la estructura de los templos se poseen referencias direc
sustituido por otro de la misma especie al año justo de su entroniza tas, cuando los restos arquitectónicos han perdurado, y referen
ción, en el segundo era consagrado de por vida y enterrado y vene cias indirectas, a través de menciones y rituales en textos funera
rado como un monarca. rios. Estos datos no son suficientes por sí mismos para explicar la
Se conocen momias de otros animales asociados a dioses, pero no estructura ideológica del concepto de «espacio sagrado», pero sir
está clara su intención ni las circunstancias de su muerte, que en mu ven como ayuda para explicar ciertos emplazamientos arqueoló
chos casos se sabe que fue intencionada. Además no se puede pre gicos mal conservados o modificados en épocas posteriores. Por
cisar si eran previamente venerados en un templo y si cumplían las lo que respecta a los santuarios primitivos, en realidad recintos
funciones de la estatua del dios, como ocurría en los otros casos. Se muy pobres en materiales, de los que a veces el único vestigio es
sabe de ciertos templos que contemplaban la presencia de animales la huella de los postes sobre el terreno, puede decirse que se di
asociados a su culto y cuidados en los recintos del templo, aislados ferenciaban, como el resto de los aspectos culturales, en una di
o en rebaños, pero se ignora si un animal en concreto los represen mensión geográfica. Los correspondientes al norte, p e r nw, pre
taba para dicho culto. sentaban características diferentes de los correspondientes al sur,
p e r tur. Y el recuerdo de estas diferencias se mantuvo en época
histórica. No pueden precisarse cuáles fueron las razones de estas
O rigen y ev o lu ció n d e l tem p lo egip cio diferencias, pero en la tradición egipcia se mantuvo presente esta
sutil matización.
De los orígenes del templo no pueden existir vestigios consisten
tes dado que la remota creencia en los dioses no deja rastros materia
les antes del Neolítico Primitivo. En los orígenes de las creencias, el Los indicios de templos en el Neolítico Antiguo
hombre utiliza materiales perecederos para sacrificar y orar a sus dio
ses y los únicos restos materiales de los tiempos primitivos son los es Los primeros datos de un lugar de culto que han llegado hasta
casos grafitos del desierto oriental que pudieran relacionarse con la nuestros días los encontramos en el yacimiento arqueológico de
presencia humana en lo que indudablemente era entonces una región Nabta Playa. Descubierto a cien kilómetros al oeste de Abu Simbel,
de mucha mayor humedad y vegetación. Dicha región albergaba una los indicios sitúan las estructuras halladas entre 7000 y 5500 a. C.,
sabana y matorral que dio cobijo a los primitivos habitantes de la re aunque parece que ya fue un importante lugar de culto algunos mi
gión, vegetación que todavía se perpetuó durante largos períodos, en lenios antes.
contra de la creencia habitual de que todo era desierto. Las vincula El poblamiento humano en Nabta Playa se remonta a fechas
ciones de sus pictogramas, sobre los abrigos de roca, con ciertos ele comprendidas entre 9000 y 7300 a. C. Su forma de vida sería muy
mentos de la iconografía posterior egipcia son indudables, pero nada parecida a las de las tribus de amplias zonas de Sudán, donde el ga
puede saberse de sus relaciones étnicas en el proceso de acercamiento nado es muy importante y su dieta a base de leche y sangre de las re
a las regiones más próximas al Nilo. Será en estos últimos yacimientos ses es más importante que la carne.
neolíticos en donde se atestigüen poblados y enterramientos, y ciertos En Nabta Playa se distinguen varias estructuras, consistentes
elementos de arquitectura realizados con materiales de procedencia en cinco alineamientos megalíticos que irradian desde el centro ri
biológica, madera y pieles de animales, endebles sí, pero ciertamente tual, conocido como estructura A-E-96-1, que indican zonas ritua
relacionados con el testimonio de lo sagrado. les. Los megalitos son de cuarcita arenisca, que fue llevada al lugar
256 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Templo y sacerdocio 237
desde una distancia de 500 metros. Dicho complejo sería el centro cuentra una plataforma de ladrillo de adobe desde donde el gober
de culto compuesto por nueve bloques de arenisca de hasta tres me nante presenciaría el sacrificio ritual de animales, así como una serie
tros de alto con una alineación norte-sur. Según parece, es más que de puestos alrededor del patio donde los artesanos transformaban
probable que pudieran haber estado parcialmente sumergidos en el las materias primas en productos elaborados de la más diversa na
lago estacional durante la época de lluvias. turaleza (armas ceremoniales, cajas de marfil, etc.) Por último, es
Llama la atención en el yacimiento el descubrimiento, 300 me importante señalar la existencia de un pozo excavado en el patio,
tros al norte del círculo, de túmulos de piedra con restos de ganado donde se han hallado restos de cerámica procedente de distintos
datados entorno al 3500 a. C. En concreto, en uno de ellos se encon puntos del delta del Nilo y de Palestina.
tró el esqueleto completo de una vaca. Estaba excavado en el suelo Se trataría, por lo tanto, de los restos más antiguos que se con
y aislado por una pared de arcilla, el techo estaba hecho de ramas de servan de un templo del Antiguo Egipto. No obstante, mientras que
tamarisco y cubierto más tarde con rocas, conformando un túmulo Hieracómpolis funcionaba como gran centro de culto en el Alto
final de un metro de altura y ocho de diámetro. La presencia del es Egipto, hay importantes evidencias de que, en el delta del Nilo, la
queleto vacuno podría tener algo que ver con el gran protagonismo ciudad de Buto (Tell el-Fa’rain) desempeñaba un papel similar al de
que se otorga a la vaca y al toro durante el Predinástico y en la reli la ciudad de Horus. Las excavaciones en Buto muestran siete nive
gión egipcia en general, unos siglos después de que el lugar de Nabta les de ocupación que llevan a pensar en una fecha temprana, tal vez
Playa fuera abandonado. En cualquier caso, es Nabta Playa el com en el período Nagada II, en concreto en las fases IIC-D (los dos pri
plejo arqueológico religioso más importante del que se tiene noticia meros niveles), prolongándose sin ruptura ocupacional a través del
en fechas tan tempranas. Predinástico Tardío, y Dinástico Temprano, hasta el Reino Antiguo.
No obstante, sigue abierta la esperanza de encontrar una estructura
que pueda implicar la existencia de algún complejo de templos equi
El templo desde el Predinástico al Reino Antiguo parable al de Hieracómpolis.
De la dinastía IV queda en pie (solo en parte, aunque se recons
Hasta la dinastía III los testimonios son escasos. Se han conser truye lentamente) el impresionante complejo funerario del rey Dje-
vado tablillas de marfil en donde parecen estar representadas las ser en Sakkarah. Rodeado de un muro de piedra, el complejo está si
primeras estructuras que pueden considerarse de forma inequívoca tuado al pie del lado norte de la pirámide escalonada; el templo para
como templos, si bien son aún muy sencillas. En varios casos, los res el culto funerario del rey se eleva sobre un eje este-oeste y con la en
tos arqueológicos se limitan a la huellas de los postes de madera cla trada principal en el sector sureste. La puerta de entrada era de pie
vados en el suelo y que quizá son el precedente de los que se cono dra, imitando una construcción en madera, hecho que se reproduce
cen en época histórica. Otros restos indican una utilización limitada de forma sistemática en otros puntos del recinto.
de la piedra, sustituida aún por el ladrillo de adobe. El templo mortuorio del rey Djeser tiene una orientación norte.
El templo de Hieracómpolis (Kom el-Ahmar, la antigua Nekhen) Sin embargo, los templos posteriores pasarán a estar dirigidos hacia
puede datarse hacia el 3500 a. C. Las excavaciones de 1985-1986 re el este. Esta disposición ha sido relacionada con la creencia del su
velaron dos fases: una muy rica datada en el período predinástico puesto destino astral de los reyes tras su muerte. Dicha creencia será
Nagada IIC (3400 a. C.) y otra, más pobre y en fase de abandono, compaginada, siglos más tarde, con un destino solar, como lo refle
que data de Nagada IID y la fase inicial de Nagada III (alrededor de jan los «Textos de las Pirámides».
3200 a. C.). Contiguo al templo mortuorio y también adyacente al lado norte
El complejo está compuesto por un altar de tres salas con una fa de la pirámide se encuentra el serdab (palabra árabe que significa só
chada sustentada por cuatro enormes pilares de madera (es proba tano). Era esta una cámara cerrada de piedra caliza en la cual se si
ble que de conifera) cuyos hoyos de sujeción son visibles hoy en día. tuaba una estatua del rey. Tenía un par de agujeros en su muro norte,
La fachada se abre a un gran patio oval donde se encontraba otro a través de los cuales se esperaba que el monarca pudiera asistir a
gran poste, acaso coronado con una estatua del dios Horus, alrede través de su estatua a los rituales que tenían lugar en el recinto sep
dor del cual tendrían lugar las ceremonias de culto. También se en tentrional del complejo.
258 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Templo y sacerdocio 259
El complejo de Sakkarah es esclarecedor para el estudio de la evo taba decorado con magníficos relieves de colores. Es probable que el
lución de la concepción y estructura del templo egipcio en tanto en patio estuviese presidido por varias estatuas del rey, bien sentado en
cuanto parece que, en el caso del templo mortuorio, se sigue el for su trono o bien de pie, recibiendo las ofrendas y sacrificios deposita
mato, en sus elementos individuales, de un templo de adobe de época dos y realizados en el altar que se halla en medio del patio.
anterior encontrado en Sakkarah. También aparecen, por primera Dentro de todo el conjunto funerario de Khaef-ra, junto con
vez, elementos que serán ampliamente utilizados en construcciones el templo mortuorio y la pirámide y otras estructuras anexas, des
posteriores, tales como pórticos, columnatas o salas hipóstilas. taca el templo del valle, uno de los templos mejor conservados del
Dentro de los complejos de las grandes pirámides del Reino An Reino Antiguo. Dicho edificio tenía seguramente como función reci
tiguo aparecen dos estructuras ligadas a prácticas funerarias que son bir los restos del monarca difunto una vez transportados por el río y
consideradas por lo general como templos. Por un lado está el lla desembarcados en este complejo funerario. Allí, una vez flanqueadas
mado «templo del valle», lugar donde se recibían los restos del rey las dos entradas vigiladas por sendas esfinges, se procedería a llevar a
al lado del río o de un canal adyacente y que conectaba, a través de cabo los procesos de momificación. Dos rampas conectaban las dos
un largo corredor cubierto, con el denominado «templo mortuo entradas separadas del templo con el canal del Nilo, las cuales habría
rio» o «templo de la pirámide», donde se desarrollaban rituales y sa que flanquear a través de dos grandes puertas de una hoja, tal vez he
crificios en honor del rey fallecido. El mejor ejemplo de este tipo de cha con madera de conifera, sujetas por bisagras de cobre. La puerta
construcciones son los dos templos del rey Khaef-ra (más conocido norte estaba dedicada a la diosa Bastet y la puerta sur a Hathor.
como Khefrén) de la dinastía IV, relacionados con su pirámide. Durante la dinastía V se asiste a la implantación de un nuevo
La estructura del templo mortuorio del rey Khaef-ra está com tipo de construcción que se ha venido en llamar «templo solar»,
puesta por una sala de entrada con pilares, un patio principal, una grandes complejos dedicados al dios Ra que enmascaran un culto
serie de cinco nichos con estatuas, almacenes, sala de ofrendas y un funerario al mismo faraón en su identificación, tras su tránsito mor
santuario interior, elementos todos ellos que se van a repetir como tuorio, con el disco solar. Se conoce el nombre, a través de inscrip
estereotipo del templo mortuorio en construcciones posteriores. La ciones, de seis de estos complejos, construidos por seis de los siete
decoración, estructura y tamaño de los elementos de este templo son primeros reyes de esta dinastía. De ellos solo se han podido loca
mucho más elaborados y complicados que cualquiera de los que le lizar dos templos, el de Niuserre Ini y el de Weserkaf (Userkaf),
vantaron los reyes que construyeron sus complejos mortuorios en siendo el primero el mejor conservado.
Guiza. El complejo se compone de un templo del valle, el cual está co
El templo mortuorio de Khaef-ra está situado en el lado este de nectado a través de un pasadizo-rampa con el cuerpo principal de la
la pirámide y a él se accede por la rampa que conectaba esta estruc estructura, en la cual, tras una entrada a través de la que se accede a
tura con el templo del valle y que termina al final del lado sur de la un patio, se encuentra, en el lado norte, un conjunto de almacenes y
fachada de acceso. Está separado de la pirámide por un patio y tiene salas de sacrificio, mientras que en el lado sur se localiza una estruc
forma rectangular, con una orientación este-oeste. Los muros exte tura que se ha denominado la «Cámara de las Estaciones». En medio
riores son de piedra caliza, mientras que su interior está en su mayor del patio hay un altar, tras el cual se elevaba un enorme obelisco de
parte elaborado en granito. treinta y seis metros, que se apoyaba sobre un gran pedestal de ca
A través de una antesala se accede a un espacio que en su totali liza de veinte metros. En la cámara se representan escenas de la na
dad suma catorce pilares. En sus extremos norte y sur arrancan dos turaleza, dominio del dios Ra. Se aprecian escenas relacionadas con
pasillos estrechos, donde se piensa que se colocarían grandes esta la época de recolección (sh em u ), con la inundación (akhet) y, aunque
tuas del rey. Tras superar esta sala, se accede a otra en forma rectan desaparecidas, es de suponer que también figurarían representacio
gular con cinco pares de pilares tras la cual se abre un patio descu nes relacionadas con la estación de la siembra (peret).
bierto, situado hacia la mitad del templo. Su orientación es norte-sur Los templos citados tienen en común que corresponden a gran
y el suelo estaba pavimentado con alabastro y sus lados porticados des centros religiosos del Reino Antiguo. Sin embargo, los tem
mediante un techo plano formado de grandes planchas de caliza que plos provinciales de núcleos mucho menos importantes sufrieron
se sujetaban por anchos pilares de granito rosa. Todo el conjunto es una evolución desde el Predinástico Temprano hasta el Reino Anti
260 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin 261
Templo y sacerdocio
guo no tan sujeta a las estrictas reglas de construcción a la que esta sámente decorados con escenas guerreras del faraón, el cual estaba
ban sometidos los complejos religiosos con más peso en el país. En dividido por una rampa de acceso al segundo nivel. Dicha rampa es
tre ellos sobresale el templo de la actual Medamud, la M adu egipcia, taba compuesta de grandes bloques de piedra caliza y flanqueada
al noreste del actual Luxor, que fue en tiempos un lugar relevante posiblemente por sicómoros y tamariscos.
de adoración del dios Montu. El templo conservado pertenece a la En el segundo nivel se distinguen tres sectores: un gran pórtico
época greco-romana, pero quedan restos de un templo que estuvo doble cuadrangular, decorado con escenas de Mentuhotep II y algu
en funcionamiento quizá hasta finales del Reino Antiguo. Estaba nos dioses, que rodeaba en sus lados norte, este y sur a una gran sala
construido de ladrillos de adobe y consistía en un recinto con forma central circundada a su vez hacia el interior en sus lados norte, este y
aproximadamente poligonal, del cual sobresalen dos montículos. sur por un pórtico triple de pilares, quedando el lado occidental re
Cada uno alberga una pequeña cámara en su interior, a la que se ac ducido a una doble hilera (haciendo un total de 140 pilares de forma
cede a través de un pasadizo de trazado irregular cuyas respectivas octogonal). La iluminación del segundo nivel se conseguía a través
entradas daban a un patio. Medamud representa un culto de nivel de huecos en los muros exteriores próximos al pórtico exterior.
local, mucho más humilde y sencillo por lo que respecta a los mate No se sabe con certeza la forma original del bloque de planta
riales de construcción que el utilizado en los grandes templos, y que cuadrada que se alzaba en el centro de la estructura en terrazas. El
respondería a un patrón seguramente muy extendido por el valle. Papiro Abbott se refiere a ella como pirámide, aunque muchos espe
cialistas consideran que se trataba de una estructura lisa rectangular.
En la construcción de este extraordinario complejo se funden dos
El Reino Medio y la construcción de templos tradiciones, la del norte, típicamente menfita, como la de los com
plejos funerarios de la dinastía VI, y la tradición del sur, de hipogeo
Durante el Reino Medio se produce una gran actividad cons horadado en la roca hasta la cámara funeraria.
tructora por lo que se refiere a estructuras religiosas. Sin em Por lo que respecta a la «Capilla Blanca» de Senusert I, es, en rea
bargo, pocas son las que han llegado hasta nuestros días, debido lidad, un pequeño pabellón construido con motivo del primer festi
a la reutilización de sus materiales de construcción en épocas pos val s ed celebrado quizá en el año treinta y uno de su reinado, desti
teriores. No obstante, algunos ejemplos significativos han supe nado a albergar la barca real. Es una de las construcciones religiosas
rado tales vicisitudes, destacando entre ellos, tanto por su origi más elegantes de la arquitectura egipcia. Unas rampas a ambos la
nalidad como por su calidad constructiva, el templo mortuorio de dos del edificio llevan a una estructura rectangular sobre una plata
Mentuhotep II (Nebhepet-ra Mentuhotep) y la denominada «C a forma, la cual serviría probablemente como lugar donde Senusert I
pilla Blanca» mandada construir por Kheperka-ra Senusert, cono se recogería en algún momento del festival sed. El techo está sujeto
cido en general como Sesostris I. por un total de doce pilares en el exterior (separados por una balaus
El complejo mortuorio del primero estaba compuesto de un trada) y cuatro en el interior, todos ellos decorados con exquisitos
«templo del valle» (parte de cuyos restos tal vez están situados bajo relieves en todos sus lados. En el interior prima la representación del
el templo de Ramesses IV), una galería, un templo mortuorio esca rey con Amón-Ra en su aspecto como dios de la fertilidad, y por ello
lonado en terrazas y parcialmente excavado en la roca y una cámara asociado a Min. Así pues, el dios es representado con el falo erecto y
funeraria subterránea. El conjunto tiene una orientación este-oeste envuelto en largas cintas de lino que le dan aspecto de momia, mien
y fue levantado con toda probabilidad en tres o cuatro fases, según tras dos grandes plumas coronan su cabeza. En otras escenas, Amón
los especialistas. El templo del valle estaba unido al templo funera aparece con la vestimenta real ofreciendo el símbolo ankh de la vida
rio por una calzada, de la que no ha quedado casi nada. La galería al rey y también se representa al rey guiado por Ra-Harakhty en pre
terminaba en el complejo principal, en un gran patio rodeado de un sencia de Amón.
muro de piedra caliza. El mismo rey levantó otro de los complejos importantes, uno de
En el lado occidental del amplio patio se elevaba el gran templo los más claros ejemplos del desarrollo del templo durante el Reino
mortuorio escalonado en terrazas. El nivel inferior estaba presidido Medio: el templo de Montu en Tod. Este es otro magnífico ejemplo
por una fachada que consistía en un pórtico doble con pilares profu- de la concepción simétrica de los edificios religiosos durante este pe
262 Jesú s J. Urruela Q uesada y Juan C ortés M artin Templo y sa cerd ocio 263
ríodo, en los que se añadían varias capillas adyacentes al santuario se empleará no solo en los templos de culto a dioses, con mayor o
principal, un patrón que se repetirá en construcciones posteriores menor repetición de salas y cámaras añadidas, sino también en los
destinados al culto del monarca, ya que durante esta etapa los reyes
se entierran en el Valle de los Reyes, en hipogeos que siguen la tradi
La plenitud del templo egipcio: el Reino Nuevo ción del Alto Egipto. Esto implica la separación del templo mortuo
rio (cerca del Nilo en la orilla oeste, destinado al culto del rey) y la
El Reino Nuevo supone el momento de mayor apogeo por lo tumba (Valle de los Reyes), lo cual posibilita a los templos de culto
que respecta a la construcción de templos en el valle del Nilo. Las personal seguir el patrón de los templos de culto divino.
campañas militares de los faraones de las dinastías XVIII y XIX ha Pero no todos los templos del período sufrieron igual suerte, y la
cen fluir hacia Egipto grandes cantidades de riqueza que los monar mayor parte de los templos del culto al ka de los reyes se convirtió en
cas emplearán en gran parte en aumentar el patrimonio de los tem cantera para sucesivas construcciones, lo que indica un cierto des
plos de los grandes dioses asociados al trono de las Dos Tierras. De precio por el mantenimiento del culto funerario, tal vez relacionado
esta política se verá en especial favorecido Amón, el dios de Tebas, con lo que las fundaciones funerarias, a las que se dotaba de tierras y
cuyo santuario se convertirá «casi» en un auténtico «Estado dentro hombres, significaban acumulativamente. De tal manera, numerosos
del Estado» tanto en poder como en riqueza. El templo de Amón se templos de reyes de las dinastías XVIII y XIX perdieron sus «casti
transformará, en especial para el Alto Egipto, en eficaz brazo polí llos de millones de años». No pasó lo mismo con las casas de los dio
tico, administrativo y militar de la monarquía. La concentración en ses, que se agrandaron y complicaron de forma muy significativa.
manos de los profetas de Amón de otros cargos civiles o militares Un ejemplo de esto último puede ser el templo del dios lunar
será la razón de ese tremendo poder. Khonsu en Karnak. Situado en la esquina suroeste del recinto de
Los reyes egipcios del Reino Nuevo no solo compiten en el ta Karnak, el templo de Khonsu fue construido por Ramesses III, se
maño y el diseño de sus templos mortuorios, sino que además fina gún indica el Papiro Harris, aunque también hay trazas de construc
lizan y amplían construcciones anteriores. Destacan los reinados de ciones ejecutadas por Ramesses IV y Ramesses XI, así como de los
Amenhotep III (dinastía XVIII) y Ramesses II (dinastía XIX), aun primeros profetas de Amón, H erihor y Vinedjem.
que prácticamente todos los monarcas se embarcan en programas El templo de Khonsu también sirve como perfecto ejemplo de
constructivos destinados a dejar su impronta a través de la exalta la concepción teológica del santuario del dios como una sucesión
ción de su culto personal, levantando templos funerarios o incre de espacios en diferentes niveles atendiendo a su función y simbo
mentando grandes complejos religiosos mediante la construcción de lismo. Así pues, el templo pretende ser una representación en pie
pilónos, obeliscos o templos nuevos dentro del mismo recinto (Kar- dra del paisaje de la creación, es decir, el primer lugar donde la tie
nak es un claro ejemplo). rra surgió de las aguas del caos (Nun) y donde el orden y equilibrio
Esta es una época de auténtica proliferación de construcciones cósmico (Maat) se estableció originalmente. Los techos son decora
religiosas, no en vano puede decirse que Ramesses II es el faraón que dos con estrellas, las columnas representan los lotos y papiros de las
más templos levanta de toda la historia de Egipto, y esta fiebre cons tierras primigenias, mientras que el nivel del templo asciende repre
tructiva se extiende hasta finales del período y se prolonga durante sentando la hipotética inclinación del montículo original surgido de
la Época Baja, de cuyo momento datan los templos mejor conserva entre las aguas del Nun (en el templo de Khonsu se aprecia desde la
dos de Egipto. plataforma sobre las que se elevan las doce columnas que anteceden
Los egipcios se referían a los templos mortuorios como «casti a la sala hipóstila). A su vez, el nivel del techo desciende, lo mismo
llos de millones de años», mientras que los de culto divino eran de que la luz, hasta llegar al santuario del dios, en donde el ritual diario
nominados «casa del dios». Es en esta época cuando se fija la tipolo es llevado a cabo por los sacerdotes y por el primer profeta del dios
gía que va a marcar la impronta de los templos de ahora en adelante. en representación del faraón (al menos en teoría).
Este modelo consiste en un pilono que da entrada a un patio porti- Por lo que respecta a los templos al ka de un rey, el de Rames
cado descubierto, tras el cual se accede a una sala con columnas (sala ses III en Medinet Habu es, junto con el de Ramesses II, el mejor
hipóstila) que da paso a su vez al santuario principal. Esta estructura ejemplo de templo funerario del Reino Nuevo y, con diferencia, el
26 4 Templo y sacerdocio 265
Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin
que ha llegado hasta nuestros días en un mejor estado de conserva pío era destinado a albergar algunos de los tesoros más importan
ción. Situado en la orilla occidental, el «castillo de millones de años» tes del templo.
de Ramesses III se yergue aún cerca del templo de Amón de Djeme, Este templo destaca por su imponente primer pilono, acaso uno
construido a comienzos de la dinastía XVIII. El mismo faraón levan de los más impresionantes de la arquitectura egipcia. En él, el mo
tará una imponente muralla que encerrará a ambas construcciones narca es representado masacrando a enemigos delante de los dio
junto con el palacio anexo al gran templo funerario y la capilla de las ses, una clara referencia propagandística, probablemente siguiendo
«esposas divinas» de Amón. Todo el complejo estaba unido con el el modelo del Ramesseum. El carácter monumental y grandioso del
Nilo mediante un canal para permitir a las barcas llegar hasta el re pilono, y del primer patio, es característico de la arquitectura ramés-
cinto durante las festividades religiosas y el desembarco tenía lugar sida. Aunque en esta parte del complejo se alude a temas religiosos,
en el muelle frente a la imponente entrada principal de la muralla (el abundan en gran medida las escenas bélicas destinadas a glorificar la
m igd o l típico de la arquitectura mesopotámica). labor protectora del faraón frente a los enemigos externos del país.
Tras flanquear la entrada al recinto amurallado, se distinguen ha Pero las representaciones propagandísticas del poder del rey no
cia el oeste las capillas funerarias de las «esposas divinas» de Amón, se ven limitadas al pilono, sino que se extienden por el primer patio,
formando un templo doble, cuya estructura más meridional está de donde se aprecian escenas bélicas en las que los soldados del faraón
dicada a Amenardis, hija del rey de Nubia Kasta (dinastía XXV), cuentan las manos y falos de los enemigos derrotados, así como por
mientras que en el más septentrional se rendía culto a Sapenupet y a los muros externos del templo, lugar elegido para la representación
Nitocris, hija y esposa, respectivamente, del rey Psamético I. En los de la mayor hazaña guerrera llevada a cabo por Ramesses III, la de
dinteles de entrada a ambas capillas todavía se puede leer la denomi rrota de los denominados «pueblos del mar», con toda probabilidad
nada «Llamada a los vivos», en la que se pide a los caminantes que la última de la historia del Egipto faraónico.
reciten la fórmula de ofrenda para el sustento del ka de estas divinas
adoratrices de Amón.
Tras superar las capillas de las adoratrices de Amón y dejando a El templo durante la Baja Época
la derecha el templo del dios propiamente dicho (el cual en época
posterior crecerá hasta superar el recinto amurallado), destaca una Al contrario que algunos templos del Reino Nuevo y muchos más
de las construcciones más imponentes de toda la arquitectura te- del período greco-romano, pocos son los ejemplos que han llegado
bana: el templo funerario de Ramesses III. hasta el presente de santuarios construidos en el Tercer Período In
Siguiendo la línea constructiva del Ramesseum, el templo fune termedio y la Época Baja (dinastías XXI a XXXI). La mayoría de los
rario de Medinet Habu destaca por su unidad constructiva. Tras restos se encuentra en el Delta, zona que en esta época equipara su
flanquear el pilono principal de entrada se accede al primer gran pujanza económica con el peso político, ya que muchos de los go
patio, cuyos pilares del lado oriental son osiríacos, mientras que bernantes del país establecen su residencia en el lugar o son directa
en el lado occidental se levanta una columnata, la cual da paso a mente originarios de la zona.
la fachada del palacio real anexo a este lado del templo, y donde De entre todos los recintos de culto del Tercer Período Inter
hoy en día todavía se puede apreciar la «ventana de las aparicio medio destacan los restos encontrados en Tanis, en el noreste del
nes», espacio a través del cual el rey se mostraba (¿a la población Delta. Durante las dinastías XXI y XXII, el templo de Amón cons
o a la corte?) en contadas ocasiones. Un segundo pilono da paso truido en el lugar rivaliza con Karnak en primacía, ya que los monar
a otro gran patio porticado con pilares osiríacos en dos de ellos. cas del momento agrandan y embellecen su santuario en la ciudad,
Tras este segundo patio se suceden tres salas hipóstilas con estan utilizando para ello piezas procedentes de otros templos o ciudades
cias a ambos lados, llegando por último a los santuarios del tem de Egipto, siendo el caso más significativo los elementos reutilizados
plo, dedicados a Amón (el central), Mut y Khonsu. En la parte tra originarios de Pi-Ramesses, la ciudad que Ramesses II construyó en
sera de estos santuarios se hallaba una puerta falsa, por la cual se el norte y que se encontraba a una distancia razonable de Tanis.
suponía que el espíritu del faraón entraría y saldría de su templo. Sin embargo, a pesar de los pocos vestigios que han sobrevivido
El resto de las dependencias en esta parte más escondida del tem- del templo de Tanis, su trascendencia radica en la gran importancia
266 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin Templo y sacerdocio 267
que los faraones de las dinastías XXI y XXII otorgaron al recinto, los que los faraones nacidos en el valle del Nilo gobernaban en sin
pues, al contrario que los monarcas del Reino Nuevo, fue en dicho tonía con las tradiciones y creencias que habían alimentado las lar
complejo donde situaron sus tumbas reales, costumbre que será se gas familias de gobernantes que les precedieron.
guida en otros centros de importancia política durante este período
y siguientes, como Sais (capital del Egipto reunificado durante la di
nastía XXVI). Además de Tanis, los restos más importantes que han El templo y su función en la economía estatal
llegado hasta nuestros días en la zona del delta, datados en este pe
ríodo, corresponden al templo del dios carnero Banebdjed en Men- El templo encarna la unidad de producción más característica
des, lugar de origen de los reyes de la dinastía XXIX, y al templo del Reino Nuevo. A él le son asignadas tierras, no necesariamente
construido por Osorkon I y Osorkon II en Bubastis, patria de los re contiguas, esperando que se las explote de forma correcta a través de
yes de la dinastía XXII. trabajadores que constituyen un microcosmos de la sociedad egip
Será en la dinastía XXX, en particular bajo el gobierno de Nec- cia. El templo realizaba, además, una función estabilizadora y previ
tanebo I y Nectanebo II, cuando se podrán apreciar los rasgos que sora en relación con malas o nulas cosechas. No hay que olvidar que
van a caracterizar las construcciones del período greco-romano. Du de cada cinco crecidas solo dos eran óptimas, otras tres, o no eran
rante su reinado se utilizan grandes bloques de granito, como en suficientes o desbordaban los diques, de manera que la previsión y
el templo de Isis de Behbeit el-Hagar, cubierto de relieves de una almacenamiento de grano era fundamental. Este hecho hacía de los
gran calidad y donde también dejaron su huella Ptolomeo I y Ptolo- templos una unidad de producción básica y necesaria para una eco
meo II, convirtiéndose en el equivalente norteño del santuario meri nomía de carácter redistributivo como la egipcia. Los templos fune
dional de la misma diosa en Philae. rarios reales, llamados también «fundaciones piadosas» fueron en
Durante la dominación griega (332 a. C.-30 a. C.) y romana su mayoría más efímeros que las «casas del dios», aunque durante
(30 a. C.-394 d. C.) los reyes extranjeros intentaron legitimar su po cada reinado, y en según en qué épocas y dinastías, la fama de cier
der construyendo grandes santuarios para las divinidades egipcias tos reyes les permitió gozar de un culto al ka mantenido y recupe
según la tradición del país. Son estos los templos que mejor han lle rado. Estas «fundaciones piadosas» también se concedían a algún
vado el paso de los siglos y suponen hoy en día algunos de los pun alto dignatario por los servicios prestados al Estado; se componían
tos más visitados del valle del Nilo. de una tumba, con capilla destinada a las ofrendas funerarias a la es
Los templos de Horus en Edfú, Isis en Philae o de Sobek en Kom tatua del difunto, y unas tierras, cuyo fin consistía en suministrar los
Ombo encarnan en gran medida lo que es un templo egipcio, aunque medios necesarios para su culto, así como proporcionar el sustento
con características arquitectónicas propias que los diferencian de las a los sacerdotes funerarios y servidores encargados de su funciona
construcciones de períodos precedentes, así como las escenas que se miento. Cuánto duraron en cada caso estas concesiones es de muy
escogen para decorar los muros, muchas de ellas representando epi difícil respuesta.
sodios mitológicos que conectaban el santuario con el origen de la Las donaciones de tierras a los templos de los dioses oscilaron
creación y el orden cósmico. Sin duda, el templo mejor conservado con las épocas, siempre a costa de tierras de las diversas provincias o
de todos los existentes en Egipto es el de Horus en Edfú. de usufructos amortizados, bien de instituciones o de personajes de
Fundado en 237 a. C. por Ptolomeo II, el templo se levantó so dichas instituciones. Al igual que ocurría con las fincas entregadas a
bre otros restos anteriores, de los cuales es difícil seguir el rastro; se personajes, a veces heredables con el puesto de trabajo en el Estado
conserva de forma parcial la base de un pilono correspondiente a o cualesquiera departamento del mismo, en muchos casos se amorti
Ramesses III. zaban y eran reasignadas o entregadas a personajes nuevos, a funda
Precisamente son los templos construidos en esta época los que ciones funerarias nuevas o adscritas a otros templos de dioses. Exis
más han aportado a los conocimientos que se poseen sobre las téc tía, por lo tanto, un vaivén constante de explotaciones agropecuarias
nicas de construcción, simbolismo, materiales y aspectos rituales de con la finalidad de alcanzar el mayor rendimiento posible, que en
los templos egipcios; pero hay que tener en cuenta que se construye todo el valle nunca superó las treinta mil hectáreas. La distribución
ron bajo reyes de estirpe extranjera, quedando lejos los tiempos en de dicha explotación fue cambiando con el tiempo, manteniéndose
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Templo y sacerdocio
similar durante todo el Reino Antiguo. Durante el Reino Medio una (ingresos) eran malas, los enormes graneros del templo se encarga
nueva redistribución territorial modificó en parte la situación ante ban de equilibrar la situación aprovechando las reservas de las que
rior porque los reyes de la dinastía XII recuperaron parte del domi disponían. Para dar una idea de la inmensa concentración de riqueza
nio que se había convertido en heredable por familias de nomarcas cerealística que un templo grande podía almacenar, nada mejor que
durante el Primer Período Intermedio. utilizar los datos procedentes del Ramesseum.
Durante el Reino Nuevo algunas familias ligadas al desempeño Se ha calculado la capacidad de las cámaras del Ramesseum en un
de ciertas funciones sacerdotales van a concentrar más tierras y po total de 226.328 khar. Si la familia de un trabajador se puede man
der, dado que compaginaban, al mismo tiempo, funciones civiles de tener con un promedio de 66 khar por año, los graneros del Rames
cierta importancia. De las tierras adscritas a los templos, y siguiendo seum, al completo de su capacidad, podrían haber soportado alrede
la interpretación que hace Gardiner del Papiro Turín 1895+2006, dor de 3.400 familias durante un año, es decir, entre 17.000 y 20.000
la corona segregaba parte de este dominio y lo convertía en tierras personas. Esto supone la población de una ciudad antigua de tamaño
khato, que permitía ingresos a través de un tipo de arrendamiento, lo medio, y una población considerablemente mayor que, por ejemplo,
que explicaría en parte las continuas donaciones a estas instituciones la del palacio de Sethy I en Menfis. Se pueden extraer ciertas conclu
durante el Reino Nuevo. El templo se beneficiaba, por otra parte, de siones: es inverosímil pensar que alguna vez el granero de más de un
la actividad redistributiva del monarca mediante donaciones, sobre templo funerario estuviera por completo en uso y, al igual que los gra
todo del numeroso botín obtenido a través de las campañas milita neros de los fuertes nubios, la capacidad de almacenaje refleja mucho
res o mediante expediciones comerciales. más que las necesidades de una población residente y dependiente.
El templo, a su vez, podía arrendar las tierras, como muestra el La economía faraónica en épocas de estabilidad operaba a un nivel
Papiro Wilbour y otros documentos, entre los cuales sobresalen mucho más alto que el de la mera subsistencia. El grano era riqueza y
el Papiro Louvre E 7844 y el Papiro Louvre E 7845a. El primero, de los grandes templos, los bancos de la época, llenos de reservas, cum
época del rey Amasis, es un arrendamiento realizado en el año dieci plían así otra función primordial como institución crucial dentro del
séis de dicho monarca a nombre del «profeta de Amón» Arukhons, sistema económico egipcio: el mantener los mismos precios de los
quien a su vez concede a E sam enhotep y a T hekhe la explotación du productos de uso diario durante casi tres mil años.
rante un año de campos incultos dependientes del templo de Amón En el Reino Nuevo, la casta guerrera fue una de las principales
en Tebas. Los beneficiarios deben dar a A rukhons un tercio de la co beneficiarías de las donaciones de tierras. Y no solo en sus cargos
secha a título de alquiler destinado al servicio de la O frenda Divina. más altos, sino también en sus grados inferiores, siendo una cons
Los dos tercios sobrantes son la parte que les queda a los arrenda tante preocupación durante el Reino Nuevo la cesión de explotación
dos en recompensa por el material, la simiente y la mano de obra de tierras a las tropas licenciadas. Mientras el país es fuerte y la acti
que aportarán. vidad guerrera se mantiene, la balanza se estabiliza; cuando las gue
Según parece desprenderse del Papiro Amiens, habría incluso rras han dado paso a un período de paz, la clase militar encuentra
una jerarquía de obligaciones de unos templos con respecto a otros. rápidamente fuerte competencia frente a cierta «clase media» (clero
Así, da la sensación de que el templo de Sethy Merenptah, mencio bajo, servidores de palacios y de templos, artesanos, funcionarios
nado en dicho papiro, estaría bajo algún tipo de obligación finan de la Administración, aunque todo ello en un número muy escaso
ciera respecto del templo de Ramesses II, y que el templo de Amón para que el término de «clase media» pueda ser entendido como en
en Karnak fuera el destino de muchos tributos que a su vez redistri el mundo actual) que precisamente se desarrolla en estos períodos.
buiría entre numerosas capillas menores en la ciudad de Tebas. Solo así se podrá comprender la actuación de Horemheb, en su con
Los gastos generales de la plantilla que componía la administra dición de militar, tras el largo período de paz que se produce en el
ción del templo se pagaban en especie, proveniente de las ofrendas a país durante el reinado de Amenhotep III, y la escasa, o por lo me
las estatuas de los diversos dioses, siendo este flujo más que conside nos poco conocida, actividad bélica llevada a cabo durante la etapa
rable. Sin embargo, se desconoce lo que entregaba el templo por su de El-Amarna.
mantenimiento y engrandecimiento, siendo lógico en cualquier caso El país es capaz de generar excedente gracias a la extraordinaria
que los gastos no superaran los ingresos, y si algún año las cosechas fertilidad de sus campos a través de sus diversas unidades de expío-
270 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin Templo y sacerdocio 271
tación; otros productos escasos en el país van a aparecer en Egipto, templo y, por ende, de todo el cosmos. Pero en la práctica, en cada
fruto de sus conquistas militares en épocas de gran poder político y «casa del dios», fuera cual fuese ese dios, existía un primer profeta
militar. Sin embargo, nunca se debe exagerar esta afluencia de bie como mando supremo. En el caso del templo de Amón se conoce
nes hacia el valle del Nilo, aunque los amuletos y otros productos de hasta un sexto profeta, dada la complejidad e importancia de di
la orfebrería egipcia aparecerán por todo el Mediterráneo como ele cho templo.
mentos del comercio fenicio en épocas posteriores. Pero al margen El rey es, por lo tanto, el único capaz (teóricamente) de desarro
de estos intercambios comerciales, el auténtico pilar de la economía llar los rituales para lograr este equilibrio universal que proporcione
seguirá siendo su producción agrícola interior, en la cual los templos prosperidad y abundancia al universo egipcio. De ahí que en todas
eran una pieza fundamental. las paredes de los templos se represente al monarca como oficiante
fundamental y único delante de las divinidades, ante las cuales se
manifiesta como portador de ofrendas o ejecutor de los rituales sa
El sacerdocio grados. Al desempeñar una función institucional eterna, y en tanto
en cuanto responsable de esa misión trascendental, es el único digno
El concepto moderno occidental de sacerdote nada tiene que de establecer esa relación tan estrecha con los dioses.
ver con la noción que de su clero, w nw t, tenían los egipcios. Para No obstante, es obvio, por su propia condición humana, que el
ellos, lo que se traduce a las lenguas modernas como «sacerdote» monarca no puede oficiar todos los rituales sagrados en todos los
era en realidad un hm ntjr; es decir, un «servidor del dios». Su templos del país. Son, por tanto, los sacerdotes de los diversos tem
vinculación con el templo podía ser más o menos intensa (ni si plos los encargados de sustituir al rey en su función litúrgica coti
quiera debía dedicar, en muchos casos, todo su tiempo laboral al diana. Sin embargo, para poder llegar a realizar dicha función, los
servicio en el recinto sagrado), incluso su formación en temas reli sacerdotes oficiantes deberán ejercitarse y cumplir unas condiciones
giosos podía ser ínfima. Se podría entender como hm ntjr a aquella especiales que les permitan acceder al dominio de lo divino en lo re
persona que por medio de un proceso de purificación física accede ferente a su representatividad de la figura del soberano.
a un estado «de perfección psíquica» necesaria para penetrar en los Se conoce muy poco sobre la formación que debían tener los as
lugares sagrados o para entrar en contacto con los objetos divinos pirantes a la función sacerdotal. Es más que probable que ingresaran
o, incluso, a escalas muy superiores, con la misma estatua del dios. desde temprana edad en el seno del templo, en donde se les instrui
Las diferencias en responsabilidad y especialización de funciones ría sobre toda la dinámica del recinto sagrado, los textos religiosos,
entre los sacerdotes de los grandes templos y de los pequeños eran la mitología divina y todos los saberes necesarios para llevar a cabo
muy señaladas. Por otra parte, no falta documentación, aunque no los rituales diarios en el templo. En cambio, sí se posee cierta infor
es demasiado abundante, en la que se mencionan sacerdotes que mación sobre los requisitos necesarios para ejercer los rituales en el
desempeñan funciones diferentes en los pequeños templos provin dominio divino.
ciales, ejerciendo de escribas, de oficiantes, o incluso en otros traba La necesidad de marcar una diferenciación entre lo divino y lo
jos de menor categoría. Caso muy distinto es el de los grandes cle profano, entre lo puro e impuro, llevaba a los sacerdotes a mantener
ros nacionales, donde la especialización y la cantidad de personal una serie de premisas mientras estuvieran desempeñando su función
adjunto al templo eran muy altas, siendo designados sus cargos por religiosa. Entre ellas destaca la obligación de purificarse a diario con
títulos como «directores del dominio del dios», «jefe de los escribas las aguas del lago o estanque sagrado. Mediante este acto, el sacer
del dominio del dios», «escribas de la contabilidad», «jefe de solda dote dejaba atrás las impurezas del mundo profano gracias a la «lim
dos», «director del ganado de cuernos», «jefe de los rebaños», «jefe pieza» de las aguas primigenias. Otra prescripción se refiere al ve
de los Dos Graneros», etc. llo corporal, el cual debe ser suprimido, cejas incluidas. En cuanto al
El principal sacerdote de cada dios era el rey, al menos en teo vestido, está permitido el lino, pero la lana, al ser de origen animal,
ría, y tanto en los grandes templos nacionales como en los peque estaba prohibida para los sacerdotes. También se mantenían restric
ños enclaves religiosos de núcleos menos importancia él era el ciones en la alimentación, aunque los alimentos no autorizados de
único oficiante capaz de velar por el correcto funcionamiento del pendían mucho del culto local y del animal sagrado asociado a la di
272 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin Templo y sacerdocio 21Ò
vinidad objeto de veneración. Asimismo, debían abstenerse de tener dad en lo que respecta a la piedad personal de los seres humanos.
relaciones sexuales antes de entrar en oficio tras los meses de rota No eran responsables de la salvación de los creyentes, ni eran inter
ción (en el caso del clero temporal). mediarios entre lo divino y lo profano; es necesario recalcar que rea
El sacerdote egipcio no solo debía mantener ciertas restriccio lizaban sus funciones diarias en un entorno que estaba vedado para
nes en cuanto a una serie de prohibiciones físicas, sino que también la inmensa mayoría de los mortales. No se valoraba su calidad espi
se esperaba de él que cumpliera ciertas prescripciones morales, reu ritual, sino su capacidad de realizar puntual y correctamente los ri
nidas en los textos que se conocen como «Recomendaciones a los tuales sagrados en el templo. Su relación con la liturgia estaba enca
sacerdotes»: minada a satisfacer a la divinidad y, en ningún caso, intervenían ni a
favor ni en relación con el resto de los egipcios, sean o no devotos o
«¡O h , vosotros profetas, grandes sacerdotes puros, guardianes fieles de un determinado dios. La figura del sacerdote egipcio solo
del secreto, sacerdotes puros del dios, que entráis en presencia de los puede comprenderse teniendo en cuenta, estrictamente, su denomi
dioses, que hacéis las cerem onias en los tem plos. Oh todos vosotros, nación en egipcio: «servidor del dios» (hm t ntjr); esa es solo su fun
jueces, adm inistradores del dom inio, [...] volved vuestra m irada h a
ción en la sociedad del Doble País.
cia esta m orada en la cual su M ajestad divina os ha situ ad o !».
Se conoce de manera parcial el ritual de culto diario que era eje
(V éase M oret, 1988.) cutado por los sacerdotes, posiblemente, en todos los templos. Hay
El desempeño de funciones por parte de determinados tipos de que destacar los textos grabados sobre las paredes de los muros en
sacerdotes no tenía lugar a tiempo completo. Se organizaban en sato, el templo de Sethy I en Abydos, donde la principal divinidad objeto
que puede traducirse por «grupos» o «tribus», o ph ila e (del griego de culto es Osiris, y, en segundo lugar, la información proporcio
phylai‘ utilizado en época ptolemaica). El personal no permanente nada por el Papiro 3055 del Museo de Berlín, que podría expresarse
del templo estaba dividido en cuatro de estas agrupaciones, las cua como: «Inicio de los capítulos de ritos divinos hechos en la casa de
les gozaban de un idéntico rango en cuanto a las funciones que Amón-Ra, rey de dioses, al cabo de cada día, por el Profeta de servi
desempeñaban. Cada una de las tribus ejercía su cargo durante un cio en ese día». Los mismos actos ceremoniales aparecen en los Pa
mes, tras el cual pasaban otros tres desempeñando sus trabajos ha piros 3014 y 3053 del Museo de Berlín, en los que se narra el culto a
bituales fuera del templo, para retornar una vez pasado este período la diosa Mut, aunque por desgracia están muy fragmentados. Todos
de tiempo. De esta forma se aseguraba que los suculentos ingresos comparten una gran mayoría de capítulos análogos por lo que res
emanados del cargo se repartiesen de una manera lo más equitativa pecta al desarrollo del ritual (de los sesenta y cinco tebanos, veinti
posible. En época ptolemaica se añadió una quinta p h y lé. nueve son idénticos a los de Abydos), lo que permite establecer con
Cada una de estas tribus estaba encabezada por un phylarca, relativa seguridad el desarrollo del culto diario en los templos egip
quien, como el resto de su phylé, abandonaba el cargo transcurrido cios, y no solo durante el Reino Nuevo, dado que sus contenidos son
un mes de servicio. Tras este período de tiempo, cada tribu transmi comunes a los reflejados en testimonios de épocas diferentes de la
tía sus funciones, sus objetos de culto o asuntos pendientes a la tribu historia egipcia.
entrante. Para ello se elaboraban los denominados «inventarios de Mediante el desarrollo de un ritual sagrado, el sacerdote egip
los templos», en donde se enumeraba sobre tablas de madera, o en cio pretendía lograr el favor de los dioses, consiguiendo así el tan
hojas compuestas con papiro, todo el material necesario para que la ansiado equilibrio cósmico, donde todo es estático y, más aún, pre
tribu entrante llevara a cabo sus funciones sin perjuicio alguno. Esta decible. Pero todo ese equilibrio está constantemente amenazado
medida permitía constatar que los que cesaban en su cargo no ha por «voluntades» del todo ajenas a su entorno, atribuidas a entida
bían alterado ni sustraído ninguna parte del material necesario para des superiores que se escapan a todo condicionamiento terrenal, en
el culto, ya sean instrumentos de música, recipientes rituales, esta torno en donde se desarrolla la vida del hombre. Eclipses, tormen
tuas o cualquier otro objeto que tuviera un especial interés, y por tas, escasa o excesiva inundación del Nilo, plagas, etc. Todo ello son
ello fuera susceptible de entrar en el mercado negro. obstáculos interpuestos que angustian por su propia naturaleza.
Los cometidos de los sacerdotes egipcios no estaban relaciona Por esta razón se estableció un conjunto de normas y rituales, como
dos con la salvaguarda del pueblo, ni tenían ninguna responsabili una guía para contrarrestar esas inquietudes y angustias, proporcio
27 4 Jesús], Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
Templo y sa cerd ocio 275
reina y arquitecto de su célebre templo funerario, ostentaba el cargo administrativos, como se ha podido constatar en algunos casos. Un
de «segundo profeta de Amón». ejemplo es el de la biblioteca del templo funerario del rey Neferirka-
El prestigio de estos personajes era tal que, en el caso de algu ra Kakay, de la dinastía V, de la se se han recuperado algunos tex
nos cleros importantes, llegaron a hacer sombra al propio rey. Su tos conocidos como los Papiros de Abusir; su estudio y edición aún
peditado a ellos se extendía un bajo clero, muy numeroso en el caso no se ha completado, aunque se ha publicado buena parte de ellos
de los grandes templos. Un conjunto de cargos religiosos desempe (véase Posener-Kriéger, 1976).
ñaba funciones muy concretas, por lo que se han venido en llamar Otro ejemplo de especialistas son los «sacerdotes lectores». Lo
sacerdotes especialistas. Unas veces considerados de gran importan mismo que sus colegas de la «Casa de Vida», no siempre tienen fun
cia dentro del templo y otras veces como meros subalternos, estos ciones rituales, pero comparten con ellos una reputación de sabidu
personajes destacaban por desempeñar tareas para las que, en gene ría y conocimientos. Los sacerdotes lectores recitaban los libros se
ral, se requería una alta preparación. No debe, pues, extrañar que en cretos durante la liturgia para procurar los favores de la divinidad,
muchas ocasiones estos sacerdotes tuvieran gran consideración so así como sus efectos benéficos sobre los espíritus bienhechores.
cial debido a su responsabilidad y conocimientos específicos, y fue Es llamativa la fama que este tipo de sacerdotes tenía dentro de
ran reclamados para ciertos actos muy determinados. la sociedad egipcia, tanto como magos y sabios, a los que se recurría
En este grupo sacerdotal pueden encuadrarse los llamados «m a en caso de duda sobre cuestiones de lo más diverso. Son los prota
yordomos» (stolistes en griego), encargados de vestir y asear las esta gonistas preferidos de los múltiples relatos y cuentos que se remon
tuas divinas a diario, así como de guardar todo lo necesario para su tan al Reino Antiguo, envueltos en un halo de sabiduría y misterio
aseo en las salas habilitadas a tal efecto, entre lo que encontramos jo que perdurará hasta Epoca Tardía.
yas, ungüentos, ropa y demás material. Su mención como sacerdote Ciertos sacerdotes especialistas se conocían como «sacerdotes de
especialista es muy parca y normalmente se recurre a una perífrasis las horas», pues eran los encargados de procurar que todas las ce
a la hora de definirlo: «encargado del aseo del dios» o «el que pe remonias de culto se realizaran en su momento justo, tanto su co
netra en el santo de los santos para ornar a los dioses con sus ofren mienzo como su final, de día o de noche. Su imagen es la que se ha
das». A esta figura parece referirse también el título de «sacerdote transmitido de forma figurativa en las azoteas de los templos, vigi
del paño», apreciándose, por tanto, una evolución en la función es lando y comprobando que toda liturgia se adecuaba al orden cós
pecializada que esta parte del clero realizaba durante la liturgia. mico establecido por los dioses.
Mención aparte merece también todo el personal que compone A su lado destacan también los denominados «sacerdotes del ho
la denominada «Casa de Vida», pr-ankh en egipcio. Esta institución róscopo», quienes se encargaban de acumular y transmitir los cono
adscrita al templo desempeñaba una importante función dentro de cimientos adquiridos sobre el calendario mitológico que de algún
la formación del personal necesario para su administración. Tam modo les permitía establecer los días fastos y nefastos concernien
bién en ella se preparaban los textos y elementos necesarios para tes, en especial, a la fecha de nacimiento de algún particular. En caso
el culto. Entre este personal se encontraban sacerdotes de bajo ni de que alguien naciera en una fecha no muy propicia, era el «sacer
vel, pero también especialistas en teología. Eran conocidos y estima dote del horóscopo» el encargado de estudiar los medios necesarios
dos por su gran sabiduría en multitud de aspectos y a ellos se recu para conseguir que el futuro del recién nacido se ajustara a un por
rría en las ocasiones en las que se necesitaba personal muy formado venir mucho más esperanzador del que le habría correspondido por
para misiones especiales en las que se vieran envueltos los santuarios el momento de su venida al mundo.
egipcios. Dado que la liturgia en los templos del Antiguo Egipto no era solo
Otro lugar de gran importancia debía ser la «Casa de los Libros», llevada a cabo mediante la lectura de los textos sagrados, sino que
que se encontraba por lo general en el piso superior de los templos, también en determinados momentos se recurría al canto de himnos o
sobre todo para evitar las inundaciones, que a veces superaban los a la entonación de distintos párrafos de dichos textos, se hacía nece
niveles previstos de forma exagerada. En ella hay que suponer que se sario un grupo de sacerdotes (¿y sacerdotisas o meras cantantes?) al
encontraban los textos relativos a los rituales cotidianos, pero tam tamente preparados en las virtudes musicales. Su importancia en las
bién obras de teología, literatura y enormes cantidades de papiros épocas más recientes de la dilatada historia egipcia era muy relevante
278 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin Templo y sacerdocio 279
y gozaban además de una gran consideración social, mientras que ejercidos en el seno del templo de Amón en Tebas, y su significado
parece que, durante las primeras épocas históricas, los miembros de se extendió a otros templos de otros dioses. Títulos como «Padre
esta parte del clero masculino no gozaron de tanta relevancia. Con Divino» que habían tenido una significación especial referida a pa
trario es el caso de las cantantes, las cuales encontraban de esta forma dres de reyes que no habían sido reyes ellos mismos, pasaron sim
una manera de integrarse en el personal del templo. plemente a designar a todo aquel que había recibido la consagración
Pero en los templos existían otros personajes auxiliares. Hay sacerdotal, pudiendo compaginarse con la nomenclatura más oficial
que entender como bajo clero a todos aquellos sacerdotes cuyo pa de los títulos del clero amoniano. Así pues, aquellos cargos que ve
pel en el culto diario era poco significativo o de importancia secun nían designados con el importante título de «profeta» aparecen en
daria. En cualquier caso debían ser puros y sus funciones eran de algunas inscripciones como «padre divino». Es el caso del segundo
lo más variadas, desde los portadores de la barca sagrada hasta los profeta de Amón, Puyem-ra.
jefes de artesanos del dominio del dios, supervisores, etc. En todo El Colegio de los «Padres Divinos» comprendía a todos los
templo con un número grande de servidores, existía una clasifica profetas. Entre ellos, los escalones más bajos estaban compuestos
ción en grupos, y también jerarquías, como es el caso de los «jefes por los simples profetas de Amón, siendo sus inmediatos superio
de los sacerdotes puros», situados por encima de los simplemente res, el cuarto profeta de Amón y el tercer profeta de Amón, títu
llamados «puros». los que quizá eran meramente honoríficos y adoptados por influen
Entre los más señalados de este escalafón del clero egipcio desta cia de los dos máximos dirigentes del clero, el segundo y el primer
can los pa stoph oros (así llamados por lo griegos), que se encargaban profeta de Amón. Los profetas de Amón son al mismo tiempo los
de portar los objetos sagrados. Los intérpretes de sueños, los oni- «servidores del Dios» (hm iv-n tjr), los cuales se organizan en p h yla i
rocritas (al decir por los griegos) también tuvieron un papel impor o «tribus», aunque no es seguro que tal organización se produjera
tante, en particular en las épocas en que pasar la noche en los tem hasta época bubástida. Los profetas estarían encabezados por un
plos para comunicarse mediante sueños con la divinidad se convirtió jefe o especie de ministro de profetas, el cual ostentaría las funcio
en una costumbre muy extendida. También hay que contar con los nes directivas. A su lado se encontraban un inspector de profetas
sacrificadores, que eran conocedores de ciertos principios simbóli y un profeta suplente, cuyas funciones hay que suponer que deri
cos que llevaban a la elección y matanza de los animales según unas vaban de sus títulos.
normas determinadas. Las diversas actividades de los profetas se circunscribían ya más
Por último, existieron siempre otros cargos de sacerdotes meno directamente al aspecto cultual, aunque esto no impide que el fa
res y servidores no «iniciados» en el rango sacerdotal, encargados del moso S enenm ut, quien era a su vez segundo profeta de Amón, estu
mantenimiento del recinto sagrado, de sus jardines, de su limpieza viera relacionado con el servicio de la barca Userhat. Ellos eran los
del buen estado de conservación de pinturas y grabados. Ellos tam encargados de «abrir las puertas del cielo», es decir, del templo; de
bién desempeñaban un papel indispensable en la dinámica del tem preparar las ofrendas, y de realizar los actos y rituales necesarios.
plo, aunque no hay que olvidar que las principales fases del culto es Solo a partir de este grado se podía traspasar el adyton del templo y
taban reservadas a una clase muy reducida del alto clero egipcio. eran ellos, en fin, los que ejecutaban las funciones inferiores del deli
cado ritual diario de Karnak. Podrían ser considerados como un es
calón intermedio entre los sacerdotes w ab y los máximos dirigentes
del clero amoniano, el segundo y el primer profeta de Amón.
Los gran des p rofeta s d e A món y e l clero llano En la escala del clero tebano, el segundo profeta de Amón estaba
esencialmente destinado a sustituir al primer profeta en caso de ne
La jerarquía superior del sacerdocio «amoniano» ejerció una no cesidad, bien sea debido a que el cargo hubiera quedado vacante de
table influencia desde que el dios tebano fue asociado a la monar manera transitoria o por una ausencia temporal de su ostentador.
quía. Esta influencia, que en algunos casos estuvo representada por Así se comprenderá la importancia de este título y el orgullo con el
un personaje de importantes cargos civiles y militares, tuvo como que se indica en las listas de cargos que aparecen en la epigrafía de
reflejo que ciertos títulos religiosos tomaran un cariz especial al ser estos personajes. El día de su nombramiento se realizaban grandes
280 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin
Templo y sacerdocio 281
Amón, o de cualquier otro, por la capacidad absoluta del rey para cias sobre un primer profeta de Amón vienen de la mano de K hon-
nombrar a los profetas o canalizar su excedente en la medida de las suenheb, quien ejerció su pontificado durante el Segundo Período
necesidades del Estado o de la Casa Real. Intermedio. Parece verosímil la identificación de este profeta con
Incluso en épocas de debilidad monárquica, el rey se mantiene el K h on su en h eb de un cuento fantástico fechado en la dinastía XX,
en el poder, si bien su capacidad de captación de bienes de presti en donde aparece un primer profeta de Amón homónimo contem
gio es menor, trastocando así todas las relaciones sociales de produc poráneo de H utep-ra y M ehutep-ra, a los cuales se sitúa entre las di
ción, pero nunca se concebirá un Estado sin el rey, porque él, y solo nastías XIV y XVII. También se tiende a asociar este K h on su em h eb
él, encarna a todo el país, delegando solo algunos aspectos ritua con el que aparece en la genealogía que decora la Tumba de Wesir-
les y de explotación económica a sacerdotes, los cuales no pueden hat, quien ejerció hacia comienzos de la dinastía XIX las funciones
sustituir, en teoría, al rey como redistribuidor general del país. Sin de primer profeta del ka de Tutmosis I.
embargo, la existencia de las huelgas de trabajadores en las dinas No obstante, dejando aparte los oscuros orígenes de los prime
tías XIX y XX, por la falta de distribución de su paga por el Rames- ros grandes pontífices del culto a Amón, ninguno de estos sacerdo
seum, indica que los templos podían cortar, en algún momento, esa tes desempeñará un papel importante hasta Tutmosis III. Por ello,
cadena de redistribución y perjudicar a la Casa Real. Razón: el exce el primer dirigente clerical tebano a tener en cuenta de cara a los tí
dente de grano se guardaba en los almacenes de los grandes templos tulos acumulados bajo su persona sería Mery, contemporáneo de
y, como eran estos los encargados del culto funerario de los reyes, Amenhotep II. M ery no es solo «director de los rebaños de Amón»
los trabajadores de las tumbas dependían, laboralmente hablando, y «director de los graneros de Amón», sino también «intendente de
de los templos encargados de dicho culto. Amón», «director de los campos de Amón» y, sobre todo, «director
Parece que antes del Reino Nuevo ya estaba formado el clero que de la Doble Casa de la Plata» y «director de la Doble Casa del Oro»
desempeñaba las labores de culto y administración en Karnak. No de Amón, es decir, del tesoro de Amón de Karnak.
obstante, lo mismo que los de su dios, los orígenes de este sacerdo Pero no será hasta la subida al trono de Tutmosis III cuando el
cio quedan bastante oscuros, siendo muy escasos los testimonios an clero de Amón adquirirá una gran importancia. El mismo faraón
teriores al Reino Nuevo. No obstante, las últimas investigaciones de fue ya profeta, desempeñando las funciones de sacerdote anm utef.
los historiadores han arrojado alguna luz sobre los orígenes de este Asimismo, el primer profeta H apuseneb influirá de manera decisiva
importante clero. para hacer valer los derechos de Hatshepsut a la corona en la mino
Que el jefe del clero de Amón era desde el Reino Medio un per ría de edad de Tutmosis III. El sacerdote es nombrado visir por la
sonaje muy considerado se puede deducir del hecho de que el se reina, aunque parece que solo con carácter temporal. Es sucedido
gundo rey de la dinastía XII, Senusert I, le hizo construir una casa en el cargo de primer profeta durante el reinado del tercer tutmó-
al suroeste del lago sagrado de Karnak. No se conoce nada de este sida por M en k heperresen eb, el cual pasará a desempeñar, además de
edificio por documentos coetáneos, pero se sabe que fue mantenido, sus funciones propias, las de una especie de «ministro de finanzas»,
conservado y restaurado durante siglos, como lo atestigua una cu recibiendo el tributo de príncipes asiáticos, según se aprecia en su
riosa inscripción del primer profeta A m enhotep, que vivió durante tumba. Además es «director de los artesanos y de los arquitectos de
el reinado de Ramesses IX: los monumentos reales».
A M en k heperresen eb le sucede M ery y a este A m enem hat, cuyas
«Y o encontré esta m orada de los prim eros profetas de Amón dignidades civiles son de carácter puramente honorífico: «grande de
de los tiem pos antiguos, que está en el dom inio de Am ón-Ra-Soter, Amón», «compañero único», etc. Su estela biográfica señala que fue
en ruinas: la construcción había sido hecha en tiem pos del rey Khe-
«director de la Doble Casa de la Plata» y «director de la Doble Casa
p erkara, hijo de Ra, Senusert (I)».
del Oro», pero la mención de esta función encuadrada dentro de tí
Otros textos se refieren a un clero organizado y consolidado ya tulos sacerdotales hace pensar que se hace referencia a la tesorería
durante la dinastía XII, una vez pasados los turbulentos años del del templo y no a la del Estado. Tanto H apuseneb como M enk hepe
Primer Período Intermedio. Algunos historiadores incluso remon rresen eb habían sido llamados al sumo pontificado de Amón por su
tan el culto de Amón al Reino Antiguo, aunque las primeras noti gobernante por razones de índole política. Por el contrario, parece
284 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Templo y sacerdocio 285
que la nominación de A m enem hat, sacerdote de origen muy mo y Bajo Egipto». Todo indica que fue promovido por un monarca,
desto, es el indicador de una discreta tentativa por parte del rey por pero al final su nombre fue proscrito y sus estatuas machacadas de
mantener a los grandes sacerdotes de Amón en los límites de sus co bido quizá a las turbulencias políticas de fines de la dinastía XIX.
metidos religiosos, o circunscritos al templo. Será en las dinastías siguientes cuando el poder de los primeros pro
Los sucesores de Amenemhat, Bakenkhonsu I y Meriptah, tam fetas de Amón se irá incrementando cada vez más, culminando en
bién se abstuvieron de participar en asuntos de Estado, aunque fue la guerra de P an eh esi y A m enhotep y el asalto al poder del «primer
ran, asimismo, los responsables de los distintos cleros en su calidad profeta» H erihor.
de «superior de los profetas de todos los dioses». Será con Ptahmose Dentro del que se ha venido en llamar bajo clero de Amón se en
con quien reaparecerá el sacerdote y hombre de Estado en un solo cuentran los sacerdotes w ab (puros), así como los «sacerdotes lec
individuo, como se aprecia en su brillante cursus honorum . tores». Para ellos estaban vedadas las funciones más importantes
Tras la herejía atoniana, y restablecida la ortodoxia amoniana, del sacerdocio, pues no participaban en los aspectos primordiales
parece que los grandes pontífices de Amón fueron Nebua y Wapuat- del ritual. Sin embargo, su «pureza», en todos los sentidos, se hacía
m ose, portando este último el título de «superior de los profetas de necesaria, por ejemplo a los sacerdotes w ab, pues eran los encarga
todos los dioses de Tebas». Por el contrario, su sucesor, N ebneteru, dos de manipular las ofrendas divinas. Sus funciones eran relativa
ascendió en el escalafón porque asumió el cargo de «superior de los mente poco importantes dentro del ritual religioso, pero su trabajo
profetas del Alto y Bajo Egipto», desempeñando sus funciones ha cotidiano les hacía estar presentes en las múltiples ceremonias re
cia fines del reinado de Horemheb y bajo los gobiernos de Rames- ligiosas: además de preparar los presentes también solían preceder
ses I y Sethy I. a la barca sagrada de Amón o llevarla sobre los hombros cuando la
Ramesses II nombra como primer profeta a N ebunef, a quien su procesión se realizaba en tierra. Su tarea principal dentro del tem
ceden W ennefer, M inm ose, Pasar y A m enhotep 1, de los cuales se co plo quedaba limitada a la de un mero funcionario de rango bajo que
noce poco más que su nombre. Sin embargo, tras ellos el cargo será interviene en la organización y mantenimiento de la «casa del dios».
transmitido a Bakenkhonsu II, todavía bajo el reinado de Rames Había sacerdotes w ab pintores y diseñadores, jefes de escribas del
ses II. Parece que su promoción tendrá que ver con su obra como templo, jefes de artesanos, jefes de escultores, jefes de grabadores;
arquitecto, la cual le valió la gratitud del gran constructor que fue en suma, eran los encargados de controlar a los trabajadores ma
Ramesses II. Así, el trabajo en la finalización del templo de Luxor nuales. Un ejemplo: se conoce un sacerdote w ab «de las sandalias
se incrementó con un último patio de pórticos y con un pilono mo del dios». Existía también entre ellos una jerarquía, puesto que ha
numental; es a él a quien se deben en particular los dos obeliscos en bía sacerdotes simples sacerdotes w ab y «grandes sacerdotes wab».
granito rosa erguidos delante del pilono; uno de los cuales decora la Solo a algunos de este último escalón en la jerarquía les era permi
plaza de la Concorde en París. En cualquier caso, vemos bajo el po tido el paso al adyton de Karnak. Su número debía de ser bastante
deroso Ramesses II una serie de débiles sacerdotes escogidos por el alto y su servicio había de ser desempeñado por rotación mediante
propio rey, con funciones estrictamente limitadas y, en muchos ca tribus o phylai, ya que consta la existencia de sacerdotes w ab «de la
sos, procedentes de otros cultos. primera tribu».
Su sucesor, R om e-R oy, accederá al cargo al final del reinado de Formando parte también del bajo clero de Amón se encuentran
Ramesses II y con Merneptah recibe el título de «superior de todos los «sacerdotes lectores». Son muchas las ocasiones en las que se les
los dioses del Alto y Bajo Egipto», raramente otorgado a ningún pon confunde con los sacerdotes wab, ya que no son pocas las mencio
tífice de Amón durante la dinastía XIX. Asimismo, grava inscripcio nes en las que aparecen personajes alternando ambos cargos. Su fun
nes a su nombre en la cara este del macizo oriental del VIII pilono, así ción primordial era la de velar por el correcto cumplimiento del ri
como su imagen erguida sobre uno de los muros de Karnak, donde tual. Repartidos en categorías jerárquicas, su jerarquía a veces venía
hasta ahora solo lo habían hecho los reyes. Este longevo primer pro determinada por su antigüedad o edad. De la misma manera que los
feta sobrevivió a Ramesses II y vio acceder al trono a Sethy II. profetas, existían categorías con un número ordinal delante del tí
De su sucesor M ahuhy se sabe que portó el título de «secreta tulo; se conocen casos de «primer lector» o «tercer lector» de Amón.
rio del rey» y «superior de los profetas de todos los dioses del Alto Su organización también sería, como en el caso de los sacerdotes
286 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín 287
Templo y sacerdocio
wab, en phylai, d a d o q u e d e s d e la d in a s tía X I X se a te s tig u a n títu lo s tos relacionados íntimamente con el ritual a celebrar. Es, por tanto,
d e « s a c e r d o te s le c to r e s » d e la « p r im e r a tr ib u s a c e rd o ta l» . poco significativo el peso de esta parte del clero femenino en el con
Las funciones encomendadas a este bajo clero, así como al perso junto de los sacerdotes del clero de Amón. Otros títulos vinculan el
nal laico que también cooperaba en el funcionamiento del templo, culto amoniano con princesas o esposas de reyes. Entre ellos el más
son por completo secundarias. Su condición verdaderamente sacer importante es el de «esposa divina de Amón», luego llamado «d i
dotal es puesta incluso en tela de juicio, dada su escasa relación con vina adoratriz»; le sigue el de «superiora de las profesas de Amón»,
actividades puramente religiosas. No obstante, no se puede nunca «mano del dios», por lo general aplicado a reinas o esposas reales, y
ignorar la relación que para un egipcio existía entre su vida cotidiana el título o cargo de «profesa de Amón».
y el mundo divino, relación mucho más profunda de lo que parece El título de «esposa divina de Amón» o «esposa del dios» pa
a primera vista. rece, hasta el Reino Medio, estar ligado a Amón y a Min, como lo de
muestra la estatuilla de lyrn eritn eb es de Leiden, dado el carácter iti-
fálico de ambas divinidades. A los títulos y cargos de «esposas del
El clero fem en in o y la «esposa divina d e A m ón» dios» se une, a partir de la dinastía XVIII, el de «adoratriz divina»,
procedente con toda seguridad de Heliópolis (lu n u ). La investiga
Entre los distintos miembros del clero de Amón existía un con ción sobre las princesas y las reinas portadoras de este cargo y título
junto de cargos que eran desempeñados por mujeres, si bien con un divino, por lo menos durante la dinastía XVIII, ha demostrado la
papel que en la mayoría de las ocasiones era meramente simbólico, enorme importancia que tiene el estudio prosopográfico para desve
formando el denominado clero femenino del dios. lar los entresijos del poder, en relación con instituciones que tenían
Se conocen casos de cargos o funciones relacionados con los cán un prestigio y, quizá, unos bienes patrimoniales muy considerables.
ticos dentro del templo que eran desempeñados por las hijas de sa No es posible ofrecer un estudio completo en las lógicas limitacio
cerdotes o damas de la alta sociedad. Pronto se asiste a una espe- nes del tema, pero sí un breve apunte de algunos de los datos de que
cialización de las funciones de este clero femenino, aunque el papel se dispone.
artístico desempeñado como cantoras durante la celebración del ri El título es conocido por primera vez en la persona de dos muje
tual seguirá presente a lo largo de toda la historia de Egipto. res de la realeza. A hotep, hija de Seqenen-ra Taa y de Tetisheri, her
Otros ejemplos de participación femenina están asociados a de mana y esposa de Seqenen-ra Taá II. Aunque muy probablemente
terminados momentos de la liturgia, durante la celebración de algu estos dos reyes sean el mismo, y esto explicaría sus títulos de «hija
nos acontecimientos señalados. Uno de los más relevantes es el que del rey», «hermana del rey» y «esposa del rey». La primera «esposa
se ha conservado a través del relato conocido como «las dos geme del dios» a la que se refiere otra inscripción es A hm es N efertary, es
las». En él, dos adolescentes, Tatos y Tatúes, abandonadas por su ma posa de Ahmosis I, sobrino de Kamosis, e hijo de Sekenenra Taa, se
dre N eforis, son requeridas para oficiar de «viudas del buey Apis», gún se aprecia en la Estela de la Donación. A juzgar por la inscrip
representando el papel de Isis y Neftis durante los funerales. Por ción, parece que A hm es N efertary renuncia al cargo de «segundo
ello reciben una retribución nada despreciable, incluyendo además profeta de Amón» para obtener el de «esposa del dios», otorgándo
la posibilidad de quedar adscritas al personal del Serapeum. En estos sele un número de bienes que de ahora en adelante quedarán liga
casos, las elegidas cumplían ciertos servicios, entre los cuales se in dos al cargo, con la posibilidad de transmitirlos hereditariamente.
cluía la obligación de permanecer vírgenes hasta la muerte del buey De todo esto se obtienen importantes consecuencias: en primer lu
Apis de turno; con posterioridad a dicho acontecimiento eran susti gar, este título comportaba la gestión de un patrimonio mobiliario
tuidas por otras gemelas. e inmobiliario; por otra parte, el título y el patrimonio son suscep
Este clero estaba compuesto en su mayoría por cantantes, eje tibles de transmisión hereditaria, y, por último, la reina ostentaba el
cutantes musicales y por el harem del dios. Cada grupo estaba en segundo cargo más importante del clero de Amón. Esto se debería a
cabezado por una «superiora». Su papel se reducía a la participa que el mismo Ahmosis, receloso y cuidadoso en restaurar el culto del
ción como meras acompañantes en las celebraciones rituales del dios tebano, habría confiado a su mujer poderes excepcionales so
dios, bien tocando diversos instrumentos o bien entonando can bre el clero tebano, restaurando en beneficio propio la antigua fun
288 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
5«
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31. R ep resen tación de la un ión del D o b le País, tem p lo de Luxor.
Arriba.
D ib u jo sob re la rep resen tación de la tum b a de R ekhm i-ra, co n stru yen d o m uros (Ip p olito R osellini).
tirá a su hija Neferu-ra , al adoptar el protocolo real. Tras esta, el tí
tulo pasará a la esposa de Tutmosis III, H atshepsut M erytre, hija de
la superiora de las profesas de Amón, Huy. Sin embargo, según la
Estatua BM 1208, M erytre recibiría de forma transitoria el título,
destinado a ser transmitido a su hija M erytam on , mientras que en
realidad Huy ejercería las funciones d e jacto, atestiguándose en su
cargo como «adoratriz del dios», dwatntjr, que acabaría identifi
cándose con el de «esposa del dios», en egipcio: hmtnjtr. Sin em
bargo, durante la dinastía XVIII parece que se prefería el título
dw atntjr para designar el título oficial de la función, mientras que
el término hmtntjr, cargado de aureola oficial, se reservaría para
una princesa o reina.
Otro caso, además del de Huy, en el que puede encontrarse un
desdoblamiento del título de «esposa del dios» se aprecia en la per
sona de Senseneb, hija del visir y primer profeta de Amón bajo Hat
shepsut, Hapuseneb, y homónima de la madre de Tutmosis I. En
cualquier caso, en todo esto podríamos ver una medida temporal
destinada a asegurar la continuidad de la función de «esposa del
dios» al no haber herederas tras la muerte de Nefru-ra, que puede
ser que no ejerciera debido a la extrema juventud de la princesa y a
su muerte prematura.
La transmisión del título se producirá sin obstáculos hasta Tiaa,
mujer de Amenhotep II, pero será rescatado por Satre, madre de
Sethy I. En una época más adelantada como es la dinastía XX, Ra-
messes VI, faraón con escaso poder fáctico, nombra a su hija Isis,
«esposa del dios».
En cualquier caso se pueden extraer varias conclusiones sobre
3 8.
una posible ecuación: nombramiento-real ligado a «título-domi mayoría, han estado con anterioridad ligadas a algún otro culto pro
nio», o lo que sería lo mismo, la corona y el cargo religioso están vincial, siendo destinadas con posterioridad a la cabeza del clero fe
en relación con la explotación de tierras, dado que la monarquía menino de Amón. Sin embargo, también fue atribuido a princesas
es fuente de la cual emana cualquier responsabilidad en torno al reales, como a Bentanta, hija mayor de Ramesses II, aunque el título
aprovechamiento de la tierra. Así pues, el nombramiento de la es era ostentado al mismo tiempo por sacerdotisas de las cuales se co
posa del rey como «esposa divina de Amón» colocaba bajo el con nocen los nombres, con lo que se podría cuestionar el poder efectivo
trol directo del monarca una parte importante de las posesiones de estos títulos en manos reales.
temporales de Amón. Según la estatua de Huy, los títulos de «superiora de las profe
Entre el clero femenino de menor importancia se encontraban sas de Amón» y de «adoratriz del dios» tienden a confundirse en
las que podrían denominarse «profesas de Amón», término con el su representatividad y a desdoblarse. Al no ser de sangre real no
que se pretende indicar su calidad no sacerdotal en sentido estricto. puede ostentar el título de «esposa del dios», pero sí el de «adora
Se les atribuyen funciones casi exclusivamente relacionadas con ac triz divina», confirmando el desdoblamiento que el título sufre ya en
tividades musicales, aunque es necesario matizar esta posibilidad. este momento. Pero, además, en los casos de Tuy y de A hm es Nefer-
Así, desempeñando estas funciones aparecen en la Capilla Roja de tary, la identificación entre «superiora de las profesas» y «esposa del
Karnak, donde están ligadas a un grupo de «cantoras de Amón». dios», dada su condición de reinas, también se produce.
Pero es posible que las «cantoras de Amón» no formasen parte de Todo esto conduce hacia una importante conclusión sobre los
las «profesas». Podría pensarse en la existencia de un grupo redu principales títulos femeninos del clero de Amón. Estos tres títulos
cido o de un coro permanente, al cual vendrían a sumarse para las se deben a una disociación práctica que se establece entre la «esposa
fiestas las cantoras seculares (muchas mujeres de la alta sociedad te- del dios», siempre una princesa, y la «adoratriz del dios» o «supe
bana), siendo las «profesas» a lo mejor parte del personal de la «es riora de las reclusas de Amón», una sacerdotisa profesional que ase
posa del dios». gura la continuidad de la función y las tareas de culto.
Varias divinidades son susceptibles de incluir a estos grupos de No se debe ver una disminución de poder por parte de la fami
mujeres, entre las cuales se encuentran Onuris, Harsaphes, Khonsu, lia real en dejar las funciones principales en manos de otras sacerdo
Min, Thot, Osiris, lunmutef, quizá Khnum de Hermópolis y Wapwat tisas, en su mayoría esposas de sacerdotes, sino que es conveniente
de Asyut, además de Amón. Los primeros ejemplos de profesas del apreciar una función práctica, dado que el desdoblamiento se pro
dios tebano se encuentran en la dinastía XVIII, pero la procedencia duce al no haber heredera al título de «esposa del dios», es decir, por
del título parece muy anterior y en conexión estrecha con el culto cuestiones internas dentro del cargo, y no por una política delibe
rada por ninguna de las partes (clero o corona). En cualquier caso,
heliopolitano, como se puede apreciar en las constantes referencias
baste mencionar que cualquiera de los tres títulos puede ser asu
en los títulos de las superioras de las «profesas de Hathor», dama de
mido por un miembro de la familia real (caso de B entanta), mientras
Nbthtpt.
que una sacerdotisa no de sangre real nunca podrá portar títulos que
Por último, parece que su localización debe situarse al norte de la no le correspondan (caso de Huy). En suma, se puede dar la suce
necrópolis tebana, en estrecha vecindad con la «adoratriz del dios». sión «esposa del dios», «adoratriz divina», «superiora de las profe
Su organización se basaría también en phylai, debido al gran número sas», pero nunca en sentido inverso.
que alcanzaron en determinadas épocas, siendo encabezada cada
p h yla i por una «superiora de las profesas de Amón».
A partir de la dinastía XX, el título se suele conceder a las es
posas de sacerdotes importantes, y es a partir de la dinastía XXI
cuando el cargo se complementa con el de (h ryt w rt h n r tpyt n ‘Im n
(«primera gran superiora de las profesas de Amón»), sin duda rela
cionado con la subdivisión en múltiples phylai. Es de destacar la re
lación existente entre las portadoras del título y sacerdotes impor
tantes dentro del clero amoniano. Además, estas superioras, en su
C a p ít u l o IX
LITERATURA Y PENSAMIENTO
siva de su carrera desde los puestos más humildes de escriba hasta aportan sobre su economía doméstica y las relaciones del entorno
llegar a ser de la más alta confianza del rey Pepy I. familiar.
En la dinastía VI es digna de mención la de Herkhuf, un notable La autobiografía de Ahmes, ya en la dinastía XVIII, hijo de la
explorador que viaja a Nubia y trae consigo un pigmeo para el rey mujer Ebana, destaca por el interés de sus actividades bélicas, ante el
Pepy II, un niño de corta edad, quien se lo agradece mediante una silencio de otras fuentes sobre la expulsión de los hicsos. No menos
carta incluida en la biografía, grabada en la pared de la capilla de su importante es la biografía del llamado comandante A m enem het, que
tumba. El fragmento brilla por su ingenuidad y estilo natural pro acompañó a Tutmosis III en alguna de sus campañas. Visires como
pio de un niño, cuyas formas de expresión el escriba encargado que Rekhmi-ra dejaron en su tumba textos y representaciones que desta
la tomó al dictado mantuvo fielmente en la redacción, como puede caban la importancia de su cargo. Pero lo más destacable son las lla
verse en el siguiente fragmento: madas «Competencias del visir», claves para el conocimiento de una
institución fundamental. El comienzo del texto, en el que el faraón
«S u b e hasta el norte, ven a la R esidencia, inm ediatam ente. A p re le indica la importancia de su cometido, y dado el contexto cultual,
súrate y lleva contigo a este pigm eo que tú has traído del país de los explica el deseo del visir de incluirlo en su tumba:
H abitantes del H orizonte, vivo, sano y salvo, para las danzas del dios,
para alegrar el corazón del rey N eferkharra [P epy II], que viva para
«S u m ajestad le dijo a él:
siem pre. C uando suba contigo al barco, haz que haya hom bres cap a
O bserva el oficio de visir,
ces que estén alrededo r de él en la cubierta, para evitar que caiga al
C ontem pla todo lo que es hecho en él,
agua. C uando duerm a por la noche, haz que hom bres capaces duer
¡M ira !, él es el p ilar de todo el país,
m an alrededo r de él en su tien d a...».
¡M ira !, no es dulce,
(V éanse R occati, 1982; Serrano, 1993, y com parar con Lichteim , ¡M ira !, es am argo e irritante,
1974.) ¡M ira !, él es el cobre que protege el oro de la casa de su Señor,
¡M ira !, no es él de aquellos que inclinan su rostro ante m agistra
Otras muchas biografías son conocidas y forman parte de los [dos y consejeros,
repertorios específicos, llegando hasta los últimos instantes de la No es uno de los que hace de cualquiera su protegido.
civilización faraónica. La mayoría destaca por el interés de sus no ¡M ira !, lo que uno hace en la casa de su Señor com portará su
ticias particulares o personales, aunque no por su calidad literaria, [felicidad,
pero en cualquier caso forman un género inequívocamente faraó ¡M ira!, él no obrará en [la casa de] otro».
nico. Serían de destacar durante el Reino Antiguo, aparte de las (Véase Lichteim , 1976.)
mencionadas de M etjen y Weni, la de Sabni y otras como las de Ne-
fersesh em rra , sacerdote funerario del culto del monarca Teti, tam También merece destacarse una inscripción sobre la estatua del
bién de la dinastía VI. Ya en el Primer Período Intermedio destaca gran sacerdote Bakenkhonsu (el servidor de Khonsu) que vivió bajo
la de A nkhtifi en Mo’alla, clave para comprender la expansión te- Sethy I y murió bajo Ramesses II. Es decir, no todo lo biográfico está
bana y la situación política del momento. Son complementarias en las paredes de la tumba, aunque mantiene su carácter funerario.
las autobiografías de los nomarcas de Assyut que, decantados en Por lo que respecta a los documentos de carácter oficial, si es que
el bando heracleopolitano, informan, aunque de manera muy par pueden ser considerados literatura, no brillan por su abundancia, te
cial, de la situación general del valle. Ya en el Reino Medio pueden niendo en cuenta los tres mil años de cultura faraónica. Existen do
citarse las de Tjetji, o I n t e f hijo de Tjefi, las de H enu, H en en u , y cumentos epigráficos que dan información sobre los reyes, pero de
M eru, o la más conocida, la del nomarca A m enem hat. Por razones forma escueta y sinóptica, tal como la famosa Piedra de Palermo o
diferentes debiera destacarse la tumba de H apidjefa, que mandó el Papiro Turín, documentos históricos de primera mano. No son en
incluir en las paredes de su capilla funeraria los contratos con el verdad literarios y apenas pueden relacionarse con la más prolija ex
personal de su culto funerario. Son dignas de mención las cartas de presión de las autobiografías funerarias. En realidad, los reyes nunca
H ekanakhte (en papiro), que, aunque no se puede decir que sean son objeto de un texto narrativo como personajes principales de un
una biografía, ofrecen un enorme interés por los pormenores que relato, aunque se les mencione en algunos. La razón es que el faraón
302 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Literatura y pensamiento 303
vivo no es objeto especial de interés histórico, y muerto es más bien con su interesante y literaria descripción de la batalla, sería un ejem
objeto de interés religioso. Esto no quiere decir que en los archivos plo puramente narrativo, pero relacionado con las inscripciones que
de la realeza no se tomara reseña de acontecimientos y pormenores relatan las «hazañas bélicas», recogidas en los muros de los templos
de la vida de cada reinado, la existencia de otros textos lo demues de Luxor, Karnak, Abydos y Abu Simbel. Estos documentos ponen
tra, pero serían sobre todo documentos de archivo. de relieve al «héroe» Ramesses II, que estuvo a punto de perder la
Aparte, y como documentos emanados desde el poder, se encuen vida, aunque no el miedo. Así lo demuestra el relato de las inscrip
tran los decretos reales, cuya prosa escueta informa de algo concreto ciones, que recogen la situación embarazosa en que se vio envuelto
con un interés jurídico-práctico, poco literario, pero interesante para el propio Ramesses II por la trampa que le tendieron las huestes del
el conocimiento de la lengua, la sintaxis y la transformación foné rey hitita Muwattali.
tica, así como de la evolución del jeroglífico en sentido estricto, visto El texto del triunfo de Merenptah y su «Himno a la Paz» serían
como elemento de estilo en el contexto de la construcción figurativa. otro magnífico ejemplo de este tipo de documentos oficiales, pero
Se pueden mencionar los decretos de Pepy II, los de los reyes de la muy propios de la mentalidad egipcia de alabanza de la realeza, ca
dinastía VIII, los de Senusert III y, haciendo una excepción, las Este beza de su estable sistema político. Hay que admitir que los archi
las de Kamose, interesantísimo texto conocido por dos estelas y una vos de la realeza atesoraban documentos tan importantes como este,
tablilla que coincide con parte del texto de la primera estela. Su in relativos a diversos momentos de la historia egipcia. Otro, muy des
terés, aparte del histórico propiamente dicho, reside en que están re truido, sería el conocido como «Anales de Sakkarah Norte», con
dactadas en la lengua que se hablaba en su tiempo, el egipcio nuevo, temporáneo de finales de la dinastía VI. Como ejemplos del mismo
cuando los siguientes documentos conocidos de la dinastía posterior tipo habría que considerar las «Listas de Reales» de los templos de
volvieron a ser redactados en egipcio medio. Abydos y Tebas, que contienen sucesiones de nombres de reyes, eso
Muchas biografías funerarias contienen, intercalados entre las sí, parciales, dado que se omiten a ciertos reyes conocidos por otra
vicisitudes de la vida del difunto, textos que pertenecen a decretos documentación. Tal es el caso también de la «Cámara de los Ante
reales de monarcas que quisieron favorecer al biografiado. De he pasados», recinto del templo de Amón en Karnak en donde se testi
cho, en muchas recopilaciones de textos realizadas por egiptólogos fica el culto a las estatuas de algunos reyes que fueron benefactores
se clasifican estos fragmentos en función del hecho de ser decretos del templo tebano. Para la redacción de dichas listas, que en algunos
reales, aunque su ubicación conste en las biografías de los funciona casos contenían nombres de reyes varios cientos de años anteriores,
rios beneficiados. es necesario suponer que los registros de los archivos de la realeza
Sería necesario incluir en este tipo de literatura histórica otros eran algo habitual y siguieron en funcionamiento hasta época ptole-
ejemplos verdaderamente oficiales, como el relato de las diecisiete maica, cuando el sacerdote de Isis, Manetón de Sebenitos, redactó
campañas militares de Tutmosis III, conocido como los «Anales de su magna recopilación conocida como «Aegyptiaca», solo descu
Tutmosis» y esculpido en las paredes del templo de Amón en Kar- bierta por los resúmenes de autores posteriores, como Flavio Josefo,
nak. Son textos de alabanza, que presentan al rey como un héroe, por citar al más importante.
pero, aun así, la información histórica que se extrae de este extraor El mismo Papiro de la Realeza de Turín o «Canon Real de Turín»
dinario documento es imprescindible para conocer la situación de es otro claro ejemplo que confirma la existencia de dichos archivos
Egipto en el entorno del Mediterráneo oriental, aunque su estilo li oficiales, aunque se trate de un documento privado, realizado por un
terario, formalmente grandilocuente, sea un ejemplo más de la retó amante de la historia, del que ya se ha tratado antes.
rica egipcia. Otro ejemplo de la existencia de archivos de la realeza son las
El interés de otros documentos, como el «Poema de Pentaur» y «Cartas de El-Amarna», que, escritas en acadio, fueron descubiertas
los bajorrelieves de la «Batalla de Kadesh», aunque son documentos en el palacio de Amenofis IV «Akhenaton» en su destruida ciudad
oficiales, está más relacionado con los intentos de ofrecer una deter del «Horizonte de Atón», «Akhetaton». Las cartas en acadio se han
minada imagen del poder del soberano, por lo que pueden incluirse conservado por estar inscritas en arcilla endurecida por el calor, no
en el apartado de documentos propios de la propaganda política del así las copias con las respuestas y los posibles cientos de papiros que
Estado. El «Poema de Pentaur», redactado en un papiro hierático, estarían depositados en esos mismos archivos.
304 Jesú s J. Urruela Q uesada y Juan C ortés M artín Literatura y pen sa m ien to 305
lidad circundante. Siguen la misma tónica de consejos de un padre Se conocen otros textos análogos posteriores, como las «Ense
a un hijo, y destacan por un enfoque de la monarquía expresado en ñanzas de Any», tal vez contemporáneas de la dinastía XVIII, o las
una frase tan curiosa como poco frecuente: «Un Grande es Grande «Enseñanzas de Amenemope», conocidas por diversos fragmentos y
si sus Grandes son Grandes», expresión muy alejada de la ideología copias que van desde la dinastía XVIII a la XXVI. También se con
real del Reino Antiguo. En cualquier caso, este texto informa, aun servan fragmentos de otras a las que no se les da un nombre deter
que de pasada, sobre acontecimientos que tuvieron relación con las minado, debido a su estado fragmentario.
guerras suscitadas por la expansión territorial de los nomarcas de Las «enseñanzas» han sido calificadas de pseudo-filosofía, y en
Tebas, pronto convertidos en reyes de la dinastía XI. algunos casos se vinculan con otros textos muy conocidos, como las
Pero dentro del género hubo notables variantes, que iban más «Lamentaciones de un sabio», el «Diálogo de un desesperado con su
allá de los tópicos sobre la forma de comportarse o de instrucciones ba» o las «Lamentaciones de Ka-kher-pe-ra-seneb». En los tres casos
para un uso correcto del comportamiento en sociedad. Tal es el caso se trata de literatura lírica y pesimista, pero con notables diferencias
de las «Enseñanzas de Amenemhat I a su hijo Senwensret I (Sesos- y vinculaciones de género. En las «Lamentaciones de un sabio» se
tris)», cuyo talante político es mucho más notorio, dada la muerte describe un panorama de caos y desorden, visto desde la perspectiva
en complot perpetrada contra el rey Amenemhat I. Atribuidas al tal vez exagerada de un hombre mayor que describe una situación
propio rey, difunto, informan a su sucesor de los acontecimientos anímica vinculada a un cierto desorden político y social. Durante
que dieron como resultado su propia muerte. Es posible que el au mucho tiempo se ha pensado que se trataba de la descripción de un
tor fuera un tal K hety, autor de otros escritos muy notables del mo momento histórico próximo al fin del Reino Antiguo, incluso se le
mento, según algunos investigadores. ha considerado un alegato histórico sobre ese momento conocido
Por la referencia contenida en la «Sátira de los Oficios», cono como dinastía VII, inexistente por otra parte. Hoy día la investiga
cida también como «Las enseñanzas de Khety», acaso el mismo au ción, basándose en elementos lingüísticos, ha colocado el relato en
tor citado, se deduce la existencia de la pieza literaria de carácter un contexto más propio, como la segunda mitad de la dinastía XIII,
pedagógico conocida con el nombre de Kmit, que contenía un con en pleno Segundo Período Intermedio.
junto de enseñanzas para la formación del personal adscrito a la Ad El «Diálogo de un desesperado con su ba», no menos filosófico,
ministración del Estado. Su redacción parece que tuvo lugar hacia pero más intimista, es un texto propio de un suicida en potencia al
finales de la dinastía XI. Numerosos ostraca, muy posteriores, con que su ba le intenta disuadir de su pretendida y buscada muerte. Su
tienen citas fragmentarias de la misma. lirismo es intenso, su pensamiento y el indicio de su sufrimiento son
En el texto conocido como las «Enseñanzas de un hombre a su casi universales.
hijo» se reiteran los mismos argumentos que ya empleara Ptahotep,
insistiendo sobre lo gratificante que se mostrará el rey para con sus
seguidores y alentando a los que nada tienen para ascender en la es Narrativa y control ideológico
cala social por el servicio al soberano. ¿Se trata de propaganda polí
tica? ¿Es tal vez una mera metáfora o era ciertamente posible este as Con toda probabilidad, los egipcios abordaron la literatura pu
censo social? Sea lo que fuere, es evidente que solo podía ir dirigido ramente narrativa desde finales del Reino Antiguo, aunque de lo
a aquellos que estaban por encima del nivel de servidores o especia conservado ningún texto procede de tan temprana época. Esto no
listas en los distintos departamentos de palacios y templos. El cam es nada extraño, porque la mayor parte de la literatura del Reino
pesino analfabeto es difícil que pudiera tener ni esta opción ni el co Medio se conoce por copias, a veces muy fragmentadas, del Reino
nocimiento de que tal opción existiera. Estas «enseñanzas» y otras Nuevo. Es en este período en donde los aprendices de escribas deja
posteriores tuvieron en su tiempo una relación vinculante tanto con ron muestras de sus copias de textos clásicos, y estas copias, o, mejor
los acontecimientos como con la redacción de otro tipo de textos dicho, parte de ellas, son lo que ha llegado hasta hoy día. Por esta
que se clasifican por lo común como narraciones noveladas, pero blecer un paralelo, tal vez muy moderado, es como si de la obra del
que esconden una intencionalidad política, como ya se ha reiterado inmortal Cervantes se hubieran conservado tres renglones, por de
por la investigación. cirlo de forma un tanto gráfica.
308 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Literatura y pensamiento 309
Se indicaba líneas más arriba que mezclaron los géneros, y este quien, ante la elocuencia natural de este personaje, se muestra bené
hecho se aprecia fácilmente. La típica narración, en cierta medida volo. El campesino trae al valle productos de su oasis para intercam
como un cuento para niños, comienza a veces situándola en un biarlos por otros que necesita. Es posible que fuera un enviado por la
tiempo pretérito, encauzando al lector hacia un camino de fábula o colectividad del oasis, y así lo han sugerido algunos especialistas. En
de admiración de un personaje determinado. Un rey famoso o un sa cualquier caso, es una historia con ciertas dosis de humor, pero que
bio o sacerdote dotado de cualidades extraordinarias. Tal es el caso también contiene aspectos que pudieran encuadrarse en un alegato
de los cuentos del Papiro Westcar, que parte de supuestos análogos, contra la injusticia. Injusticia tal vez imperante en el período en que
situando como centro de la narración a un rey del Reino Antiguo pretende ser ambientada la narración. Se conoce por un manuscrito
que gozó de gran fama en la posteridad egipcia, como Snefru, pri de la dinastía XIII y parece que gozó de cierta fama durante la XII,
mer rey de la dinastía IV. aunque no puede precisarse cuándo fue escrita. En un fragmento su
El mismo punto de partida es utilizado en otros textos para dar mamente jugoso se muestra la idea de la búsqueda de la justicia que
paso a un sabio o mago que anuncia una profecía, tanto más falsa debería de imperar en Egipto, dado que el campesino, al que han ro
puesto que está escrita después de los hechos narrados. Es el caso bado su mercancía y su pollino, alega lo siguiente:
de la «Profecía de Neferty», que, al igual que los cuentos del Papiro
Westcar, parte de una escena en la que un rey desea conocer un he «Oh gran intendente, mi señor, el más grande, el guía de lo que
cho prodigioso o a un narrador o sabio sin igual. es y de lo que no es, si desciendes hacia el lago de la justicia, en ver
Otros textos reflejan narraciones de acontecimientos o aventuras dad navegarás allí con el buen viento, tu velamen no será arrebatado,
de un personaje o personajes determinados. El «Cuento de Sinuhé» tu barco no avanzará lentamente, tu mástil no sufrirá daños, tus ver
(Senehet), la «Historia del náufrago», el «Cuento de los dos herma gas no se romperán [...] la ola no te arrastrará, no gustarás las difi
nos», el «Cuento del príncipe predestinado», «La toma de Joppa», cultades del río, no verás rostros aterrados; los peces, sin embargo,
el «Viaje de Wenamon», el «Cuento de Horus y Seth», el «Cuento alarmados con prontitud, se dirigirán hacia tí, abatirás las aves gor
del rey Neferkarra y el general Sisenet». Todos ellos ejemplos per das. Porque eres un padre para el huérfano, un marido para la viuda,
fectos de una literatura narrativa, quizá escrita para ser recitada, que un hermano para la mujer repudiada, un taparrabos para aquel que
estaba impregnada de elementos culturales muy antiguos, que en al no tiene madre. Permite que te haga, en este país, un renombre que
gunos casos fueron escritos desde una directiva oficial, en función sea superior a aquel de toda ley acertada ¡Oh guía exento de envi
dia, gran hombre desprovisto de maldad, que destruyes la mentira y
de una finalidad política determinada. suscitas la verdad! Ven a la voz de aquel que te habla, abate el mal.
En gran parte, la narrativa egipcia está fundamentalmente al Sí, hablo para que escuches. Haz justicia, ¡Oh, hombre alabado, que
servicio del poder constituido, los ejemplos son muy numerosos y alaban aquellos que son alabados! Aparta mi angustia. Mira, estoy
ahí está la magnífica obra de G. Posener (véase la bibliografía) para abrumado por el peso de la pena, estoy debilitado a causa de ella.
demostrarlo de forma concienzuda. La imagen del soberano egipcio Préstame atención, mira, porque estoy en la desnudez.
sufre una cierta transformación durante el Primer Período Interme El campesino pronunció este discurso en el tiempo de la Majes
dio, y las «Enseñanzas para Merika-ra» dan testimonio de su evolu tad del rey del Alto y del Bajo Egipto Nebkaura, justificado. El gran
ción. No menos importante, y también atribuido por la posteridad intendente Rensi, hijo de Meru, se fue al lado de Su Majestad y dijo:
a dicho Primer Período Intermedio, es la increíble (por no creíble) “¡Oh, mi señor! He encontrado a uno de estos campesinos, un be
narración llamada «El campesino elocuente o las nueve palabras del llo hablador en verdad, cuyos bienes han sido robados por un hom
habitante del oasis», en donde se muestra la elocuencia de un habi bre que está a mi servicio; ha venido a dirigirme un súplica a propó
tante del Oasis de la Sal, situado en el Wady Natrum, ante el gran in sito de este asunto”. Su Majestad dijo:
“Así como no cesas de desear el verme prosperar, vas a retenerle
tendente Remsi, por el hurto de que ha sido objeto por un funciona
aquí, sin responder a lo que te diga. Y para que continúe hablando,
rio dependiente del intendente. guarda silencio, de forma que se nos pueda traer sus discursos por es
La historia es sumamente curiosa, y parece escrita para mostrar crito y que los escuchemos. Con todo asegura los medios de subsis
la magnanimidad del rey, puede que Neb-ka-u-ra Khety, uno de los tencia de su esposa y de sus hijos, porque, cuando uno de estos cam
últimos monarcas de ese nombre de la dinastía X heracleopolitana, pesinos se pone en camino, es que su casa está vacía hasta el suelo.
310 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin 311
Literatura y pensamiento
H arás de suerte que los alim entos le sean atribuidos sin que sepa que obra pseudo-profètica se justifica efectivamente que Amenemhat I,
eres tú quien se los d a s”».
el «hijo de un hombre», alcanzará la divinidad a través de la realeza.
(V éase Lefebvre, 1949, pp. 41 ss.) Esta es la declaración de un nuevo principio monárquico, muy ale
El escritor llamado K hety es quizá el autor de las «Enseñanzas de jado de la mentalidad del Reino Antiguo. Tras describir un estado de
Amenemhat», que fueron redactadas en los primeros años del reinado cosas caótico, la falsa profecía indica la solución:
de Senusert I; por lo que se puede deducir que K hety nació a finales
de la dinastía XI y alcanzó a vivir durante los dos primeros reinados, «U n rey vendrá del sur,
Ameny, será su nom bre.
por lo menos, de la dinastía XII. En la «Sátira de los Oficios» se pon
Es hijo de una m ujer de Ta-Sethy,
dera el trabajo del escriba, que está por encima de todos los demás, es un hijo de K hen-nekhen.
y se enumeran los inconvenientes de otras actividades y profesiones. R ecibirá la C orona Blanca,
No es necesario recordar cuáles eran las necesidades del Estado en ese llevará la C orona Roja;
momento, con un notable aumento de la burocracia en la nueva capi unirá a las Dos Poderosas,
tal fundada por Amenemhat I. En el Papiro Chester Beatty IV, un es agradará a los Dos Señores con lo que deseen.
crito escolar de época raméssida, se hace mención de tan prolífico au [...]
tor (si es que estas atribuciones son correctas o producto de leyendas ¡A legraros, oh gentes de su tiem po!
transmitidas de forma oral), al que se le compara con otros hombres El hijo de un hom bre se hará un nom bre para toda la eternidad,
ilustres que en el pasado fueron notables en el ejercicio de las letras: los m alintencionados, los conspiradores de traición
reprim en sus p alabras por tem or a él».
«¿E x iste alguien como Im hhotep? N adie hay entre nuestros con (Véase López, 2005, p. 34.)
tem poráneos como Neferty, o Khety, que fue superior [a él]. Te re El ideario de esa nueva monarquía se aprecia de manera nota
cuerdo los nom bres de Ptah-em -D jehuty y de Kha-kheper-ra-seneb;
ble en otro texto elaborado con una finalidad eminentemente lau
ellos han desaparecido y sus nom bres olvidados, pero sus escritos los
reviven...».
datoria y muy cercana a la propaganda política, las «Enseñanzas so
bre la Lealtad»:
Fragm ento del Papiro C hester B eatty IV.
Este maravilloso fragmento es indudablemente un prodigio de la «E l [rey] asegura la subsistencia de los que le siguen. El p ro
casualidad arqueológica y en él se citan a ciertos autores famosos por cura el sustento de aquel que se adhiere a su cam ino. A quien fa
sus escritos. Las «Lamentaciones de Ka-Kher-pe-ra-seneb», men vorece será poseedor de vituallas [...] y los p artidarios del rey serán
bienaventurados [...] El rey es la fortuna, su boca es la abundancia».
cionadas también y justo en este mismo fragmento del Papiro Ches
ter Beatty, están redactadas como un diálogo del autor, un sacerdote Fragm ento de las «E nseñanzas sobre la le altad » (véase Posener,
heliopolitano, con su corazón, al estilo del «Diálogo de un desespe 1976).
rado». Se ha pensado que el texto puede ser contemporáneo de Se Aquí parece mostrarse una monarquía deficitaria de afectos y
nusert III porque el nombre del autor contiene el nombre de coro clientelas, lo que está en consonancia con otros aspectos deduci-
nación de Senusert II, bajo el cual es probable que naciese. En estas bles del estudio del período. Las «Enseñanzas sobre la lealtad»
«lamentaciones» aparece un Egipto en decadencia social, propicio a plantean la adhesión al monarca representante del poder cen
la injusticia, en una línea análoga al texto de las «Lamentaciones del tral en términos tales que fuera de él no existe ni el sustento ni
sabio Ipuwer». En ambos se aborda la falta de m aat (justicia y orden la vida. Pero este tipo de escritos se enmarca en un contexto más
universal) propia de una situación de desastre y desamparo. Es inte amplio, del que no son ajenos otros escritos o narraciones como
resante señalar el contraste con el estado de cosas que se describe en el «Cuento de Sinuhé». Mandado redactar bajo el mandato de Se
la narración de Sinuhé. nusert I (Sesostris I), refleja la saludable benevolencia del rey ante
En la «Profecía de Neferty» se sigue una línea narrativa que la desdicha de un cortesano alejado de Egipto por creerse autor
evoca el mismo estilo de los cuentos del Papiro Westcar. En esta de un delito penal: el conocimiento del complot que dio fin a la
312 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Literatura y pensamiento 313
vida de Amenmhat I. El siguiente fragmento inicial da testimonio en «Las Mil y Una Noches», pero su gestación, tan egipcia como
de lo indicado: próximo-oriental, pertenece a este momento de la historia.
Otras narraciones plantean las dudas y los temores del ser hu
«El año treinta, el tercer mes de la inundación [akhet], día siete, mano ante el destino y cómo afrontarlo, tal es el caso del «Cuento
el dios entra en su horizonte, el rey del Alto y del Bajo Egipto Se- del príncipe predestinado», cuyo final falta en el manuscrito, lo que
hetepibra; él fue elevado al cielo y así se unió con el disco solar. La impide conocer si había o no esperanza para el hijo de un faraón.
corte está en silencio, los corazones en tristeza; la doble puerta per Algunas narraciones toman como sujeto, aunque novelándolo,
manece cerrada; los cortesanos mantienen la cabeza sobre sus rodi un hecho histórico, como es el caso de «La toma de Joppa», cuyo
llas, el pueblo se lamenta. núcleo histórico parte de una de las campañas contra las fortalezas
Su Majestad había destacado un ejército al país de los libios tje- asiáticas del corredor sirio-palestino, aunque de la narración es di
meju y su hijo primogénito era el jefe supremo, el dios perfecto Se- fícil deducir la verdad histórica que puede encontrarse bajo la capa
nusert. Había sido enviado para combatir a los extranjeros y castigar
literaria.
a los libios tjehenu y ahora regresaba con prisioneros y ganado innu
merable de toda especie. Ocurre algo parecido con la narración conocida como «Cuento
Los allegados de palacio enviaron mensajeros por el camino oc de Wenamon», que relata las vicisitudes de un enviado por el templo
cidental para comunicar al hijo del rey los acontecimientos ocurri de Amón en su viaje para traer madera de los confines arbóreos de
dos en la corte. la costa de Levante para la barca del dios. Aunque por ciertos aspec
Los mensajeros le encontraron en la ruta y le alcanzaron en plena tos el texto parece bien ambientado en su tiempo, la falta de mención
noche. El [Senusert] no se retrasó un solo instante: el Horus voló con del faraón Smendes parece un dato importante, y no puede dedu
solo su guardia personal, sin informar al ejército. cirse que W enamon y su relato reflejen, o no, un hecho histórico.
Pero se había enviado también a buscar a [otros] hijos reales que En otras ocasiones, la narrativa toma ejemplos de la vida coti
le acompañaban [a Senusret] en este ejército y uno de ellos fue in diana y de los dramas también cotidianos, sobre la base de la ex
formado. presión de anteponer lo correcto y lo incorrecto, algo así como una
Pero yo estaba allí, y escuché su voz [la del otro hijo real] que paradoja moral. Es el caso del «Cuento de los dos hermanos», que
con propósitos sediciosos se había retirado [de los demás], pero yo aborda, entre otras cuestiones, el tema del adulterio.
estaba cerca. Mi corazón se trastornó, mis brazos se abrieron, con Las creencias religiosas y su temática mitográfica también sirven
vulsiones agitaron todos mis miembros. Me alejé para buscar un es
condrijo: me coloqué entre dos matorrales para evitar ser visto por para elaborar narraciones literarias con moraleja religiosa, como en
quienes transitaban por el camino». la popularizada obra llamada el «Cuento de Horus y Seth», relativa
al enfrentamiento entre los dos dioses por el control del Doble País,
Lragmento del comienzo de la «Historia de Sinuhé» (véase Pa-
rant, 1982, y comparar con López, 2005). tema ya abordado largamente en los textos religiosos.
El «Cuento del rey Neferkarra y el general Sisenet» tiene un as
Pero no todas las narraciones reflejan intenciones políticas, se pecto diferente, pues parece todo lo contrario a una propaganda de
conocen también narraciones noveladas e imaginativas que estaban la realeza. Relata las aventuras sexuales del rey Neferka-ra Pepy II,
vinculadas a tradiciones culturales, religiosas o no, o incluso a leyen pretendidamente homosexual, que mantiene unas relaciones con
das que tenían una raíz educativa muy antigua. uno de sus militares. Es obvio que el relato se generó en los últi
Tal puede ser el caso del «Cuento del náufrago», que está en la lí mos años de la dinastía VI, en cuyas vicisitudes históricas naufragó
nea narrativa más pura de relato de viajes fantásticos aunque con re la monarquía del Reino Antiguo. Es posible que, partiendo de una
ferencias a rutas conocidas de los egipcios: el Sinaí y el País de Punt. leyenda popular, se fraguara mucho más tarde, aunque tampoco
La maravillosa isla del náufrago está habitada por una serpiente be- es imposible lo contrario. Este tipo de narraciones se inscribe en
nefactora. Es imposible no pensar en «Simbad el marino», en la la misma línea de composiciones como las utilizadas para perjudi
atracción por los lugares exóticos y en productos como el incienso, car la memoria de un personaje determinado, una dam natio m em o
tan estimado por los egipcios. Es evidente que dichos textos perte ria en toda regla. O como los grafitis de época raméssida, en los que
necen a un mismo ciclo, del cual son el origen. Ese ciclo culminará se hacía burla de personajes de la realeza no bien considerados por
314 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Literatura y pensamiento 313
su presunta actuación política, o por un acceso al trono no aceptado Hay algunos ejemplos de poesía amatoria, pero otros textos, de
en función de consideraciones patriarcales. En muchas ocasiones, los cuales se pensaba que no eran en especial poéticos, presentan as
como los dibujos burlescos sobre Hatshepsut y S en en m u t, se hacía pectos de un gran lirismo, aunque en general se suelen clasificar en
alusión a lo sexual como tema de mofa o desprecio. otros géneros literarios. Es el caso de textos ya mencionados, como
las «Lamentaciones de un sabio» o el «Diálogo de un desesperado
con su ba»;
Poesía y expresión de los sentimientos
«La muerte está hoy en mis ojos
Se ha dicho por lo egiptólogos expertos en fonética que los tex como cuando un enfermo sana,
tos egipcios, o por lo menos muchos de ellos, estaban destinados a como cuando se camina después de la enfermedad.
ser leídos en voz alta, con un marcado ritmo que se acercaba de al La muerte está hoy en mis ojos
guna manera a una composición con una métrica determinada. como aroma de mirra;
Quizá no atendían a una rima en el sentido moderno del término, como bajo la vela del barco un día de viento.
sino al ritmo, y se ha deducido que el acento prosódico recaía en el La muerte está hoy en mis ojos
comienzo de cada palabra y, acaso, en el comienzo de cada verso. como el perfume de nenúfares,
como cuando te sientas en el margen de la embriaguez».
Incluso se ha pensado que las propias biografías funerarias estaban
destinadas a ser leídas en voz alta, dado que, por su composición e (Véase Lichteim, 1976, y Bresciani, 1969.)
intenciones, estaban dirigidas a un público determinado, visitante En los estrictamente líricos podría incluirse el «Canto del ar
de la tumba y posible lector de la biografía del difunto. pista», que se encuentra en la tumba de un Antef, y que se mueve en
El sentir lírico de los egipcios puede quedar encerrado en una una temática propia de situaciones lúdicas, como las que reflejan al
frase dedicada a un muerto: «El aire refresca las ofrendas al di gunas tumbas de la dinastía XVIII, con representaciones de fiestas
funto». Pero en un determinado texto no siempre es fácil conocer cortesanas. Un perfecto ejemplo se encuentra en la tumba del visir
con exactitud si estaba escrito en prosa o en verso. Muy pocas ve Rekhmi-ra, cuyas representaciones son, además, un perfecto ejem
ces un punteado en tinta roja debajo de una frase indica que era un plo para ilustrar el mundo de los músicos que acompañaban tanto
verso, pero esto es raro porque las copias conocidas no son nece las ceremonias de tipo festivo como las fúnebres.
sariamente de expertos en literatura, sino de escolares escribiendo En lo que respecta a la poesía amorosa, la conocemos en «egipcio
al dictado. Así que lo que conocemos, salvo alguna excepción, son nuevo», es decir, no antes de la dinastía XIX, y en escritura hierática.
fragmentos escolares llenos de faltas, pero en su mayoría legibles, En algunos casos utilizaron una escritura jeroglífica lineal incluso en
aunque con dificultades. Pero en un sistema de escritura de sete papiro. Sucede que en esta escritura cursiva superior utilizaban sig
cientos signos de media las faltas eran fáciles, por lo menos en escri nos fonéticos simplificados de su jeroglífico correspondiente que,
tura jeroglífica, no en hierático, que es en lo que suelen estar escritas además, podían representarse con un rápido trazo.
las copias de las escuelas. Pero los escribas aprendían por lo regular Son producto de una élite muy cultivada, porque solo los gran
los dos sistemas. des escribas, los que tenían la capacidad de redactar, y no solo de
Si esto era así para la literatura de tipo narrativo, o incluso bio- copiar, tenían los suficientes conocimientos para poder escribir na
gráfico-funerario, hay que admitir que, por lo que respecta a la poe rraciones o poemas. ¿Puede pensarse en artesanos ilustrados como
sía amatoria, las plegarias e himnos a los dioses, o incluso los mismos para poder copiar y reproducir dichos poemas? Se asume que mu
himnos a los reyes, estaban compuestos con ciertas dosis de lirismo, chos de estos textos se transmitían de forma oral y eran poemas
no siempre comprensible en una traducción moderna. Dado que los para ser cantados en fiestas de la corte y de personajes de la élite.
egipcios «jugaban» con las palabras y los sonidos, y eran maestros Es decir, son letras de canciones. El noventa y nueve por ciento son
en la metáfora, es evidente que sus obras literarias eran muestra de anónimos.
una «profesionalidad» que ellos mismos alabaron en el recuerdo de Hay varias colecciones de poemas de amor, muy breves. Algunas
épocas posteriores. escritas sobre ostraca, que, como se indicó ya antes, eran fragmentos
316 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martin Literatura y pensamiento 317
de piedra calcárea o cerámica sobre la que practicaban los escolares ni producto de esa misma tradición oral. Hablan del amor no reali
de la escuela de escribas. Eran las pizarras de la época. Pero también zado, pero no irrealizable. No hay desesperación por el amor no co
se conocen textos en papiro. Los tres papiros más importantes son: rrespondido, se excluye lo espontáneo y todo indica una tendencia
Papiro Harris 500 (British Museum), en mal estado de conservación oficial en los poemas cantados. Por lo menos en lo que respecta a lo
y con poemas fragmentarios, incompletos y oscuros; Papiro Turín conocido. Su complicada confección semántica los hace imposibles
1996, una colección breve y fragmentaria, y Papiro Chester Beatty para quien no fuera un experto retórico y conocedor de las más ele
(British Museum), sin duda el mejor conservado. vadas cotas del lenguaje metafórico, del léxico especializado y un
A los papiros hay que sumar los fragmentos de un jarrón del M u gran escriba, evidentemente.
seo de El Cairo. Tres de esos fragmentos se conocen desde 1897; Los egipcios eran expertos en juegos de palabras que confunden
veintiocho más se hallaron en las excavaciones posteriores en la ciu al traductor, y si a ello se añade la polisemia del vocabulario egip
dad de Deir el-Medina. Hay diversos ostraca repartidos por diver cio, se comprenderá lo difícil que resulta la traducción de una len
sos museos, muy fragmentados, algunos no se han traducido por ser gua muerta que omite las vocales en la escritura.
simples trozos de verso o frases incompletas. A partir de estas fuen En algunos casos, las estrofas comienzan y terminan con una pa
tes se agrupa al conjunto de cánticos de la siguiente manera: labra asonante con el nombre sobre el cual se forma el adjetivo ordi
nal que encabeza la estrofa. Ejemplo: S egundo: m eh-sen = sen (dos)
— Fórmulas para alegrar el corazón o poemas de siete estrofas. + sen u (herm an o) (herm ano o herm ana son sin ón im os d e am ante).
— Poemas de seis estrofas que comienzan con una frase condi
cional «si solamente... «[Habla él]:
— Un poema de siete estrofas atribuido a un tal Nakh-Sobek, tal La única, la hermana sin igual,
vez un autor o quizá un copista. bella más que todas las otras.
— Un cántico para alegrar el corazón o poema de siete estrofas. ¡Ella semeja a la Estrella
— Un cántico para alegrar el corazón compuesto por tres estro la que aparece en el comienzo de un buen año.
fas que comienzan con la frase «si encuentras... Su perfección es brillante, su piel resplandeciente
— Un poema de siete estrofas en el que el personaje que toma la encantadora es la expresión de sus ojos
palabra cambia en cada estrofa. dulce es el hablar de sus labios,
en ella no hay una palabra de más.
— Extractos de estos mismos muy fragmentados y deteriorados. Su cuello es alto, su pecho
La temática no es muy variada. Se trata, por lo general, de solilo resplandeciente,
quios de él o de ella. Los amantes se enfrentan con diversos obstácu sus cabellos de verdadero lapislázuli.
los que los separan, pero esos impedimentos son parte del juego Sus brazos superan al oro,
amoroso, del amor que se mantiene insatisfecho. Normalmente el sus dedos son como botones de loto.
soliloquio se alterna entre él y ella. etc.».
El anhelo de estar cerca de la amada y gozar de su cuerpo es el Papiro Chester Beatty I, fragmento del primer texto (véase
tema más insistente de la poesía amorosa egipcia. El amor del que se Mathieu, 2008, p. 26).
habla en estos versos no contiene ni melancolía, ni desesperación, ni No hay muchas posibilidades de conocer métrica alguna, el funda
mucho menos pudor, dado que eso no existe en la mentalidad egip mento con toda probabilidad es el ritmo, aunque hay diversas teorías.
cia, en la cual el sexo y las relaciones sexuales están implícitamente Se vislumbra la posibilidad de dísticos con unidades conceptuales dis
incrustados en las creencias religiosas como algo sublime y causa de tribuidas en cuatro y tres grupos de forma alterna. No palabras, sino
la vida. Se trata de poemas que ensalzan los sentimientos amorosos, grupos de palabras, como golpes sonoros, quizá pausas en el canto. El
escritos para ser cantados con acompañamiento de música y es pro caso anterior se contemplaría de la siguiente forma:
bable que sean estereotipos muy divulgados y utilizados en fiestas y
reuniones. Pero nada induce a pensar que no gozaran de populari «La única / la amada / sin / igual,
dad en la tradición oral, aunque no son fruto de un sentir colectivo, bella / más que todas / las otras».
318 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Literatura y pensamiento 319
En algunos cánticos o poemas, el cambio de narrador se produce Se incluían acompañamientos musicales para las preces de los
en la misma estrofa, bien por una tercera persona o bien se trans distintos templos, en los oficios divinos y en las procesiones de la
forma de pronto en un diálogo entre el corazón, sede del pensa barca del dios Amón, fundamentalmente porque se conocen a deter
miento para los egipcios, y el individuo que narra, él o ella. minados cargos femeninos identificados como «cantantes del dios»,
En algunas ocasiones, un tercero «ausente», que será muy impor siendo las más conocidas las del templo de Amón en Karnak. Hay
tante en la posterior poesía árabe, increpa o aconseja al enunciador. Es que tener en cuenta, además, que las fiestas religiosas eran muy fre
frecuente ver cómo el corazón se muestra a veces insensato, frente al cuentes, porque todos los días del año tenía lugar una dedicación
tercero «ausente» que da consejos con evidente sentido común. a un dios, aparte de los ritos habituales cotidianos de cada templo.
En otros casos, las descripciones y comparaciones que el poeta La música también estaría presente en actos oficiales, como la co
va desgranando aluden a la vegetación, comparando la belleza de la ronación de un rey, o en las fiestas de renovación de la realeza, sed .
mujer con la de las flores: «mi bella es un capullo de loto». Según Las escenas de vida cotidiana de las representaciones funerarias,
P. Gilbert (1949), se trata de «una transfiguración de la naturaleza además de ser explícitas del banquete funerario pretextando su rei
por un milagro de amor». Hay ejemplos de diferentes épocas, pero teración eterna, eran el reflejo de una realidad tanto ritual como fes
parece que en el Reino Nuevo estas manifestaciones han soportado tiva, y los ejemplos antes citados indican la existencia de acompaña
mejor el paso de los siglos, por suerte para el investigador. miento musical en banquetes y fiestas palaciales.
Música y músicos
Ciencia y conocimiento
posteridad, pero su conocimiento del cuerpo humano fue bastante daderos maestros en la aplicación de los conocimientos matemáti
profundo, dada la práctica del vaciado de órganos necesaria para la cos en la construcción de tumbas, templos o pirámides. Dado que
momificación. A pesar de ello mantuvieron durante toda su historia han llegado hasta hoy día varios papiros con contenido matemático,
ciertas ideas preconcebidas, como considerar el vientre depósito de es obvio que practicaron la enseñanza de la disciplina, imprescindi
las pasiones y al corazón como fuente de la personalidad psíquica e ble para explicar y aplicar sus técnicas constructivas; entre los más
intelectual. importantes hay que destacar el Papiro Rhind y el Papiro Moscú.
La fuente principal para el estudio de las matemáticas en el anti
guo valle del Nilo es el Papiro Rhind, datado alrededor de comien
El conocimiento del cálculo y la medición zos del segundo milenio antes de Cristo. Escrito en hierático, fue
encontrado hacia mediados del siglo xix entre las ruinas de un pe
Establecieron un sistema de pesas y medidas con patrones, de los queño edificio próximo al templo mortuorio de Ramesses II. Es una
que se han conservado algunos, como el codo, materializado en un copia hecha por el escriba Ahmose durante la dinastía XV bajo el
vara de 52,5 centímetros de longitud, dividida en palmos (1/7 del reinado del faraón de origen hicso Apopi I. Se encuentra en el Mu
codo) y dedos (1/28 del codo). Establecieron el sistema decimal que seo Británico. Más tarde el profesor Percy Edgard Newberry iden
hoy día se utiliza. Para medir longitudes utilizaban cuerdas con nu tificó, en 1922, fragmentos pertenecientes al mismo papiro en la co
dos, estableciendo un patrón de cien codos, el kht, que era impres lección egipcia de la New York Historical Society, que forman parte,
cindible para planificar las construcciones, calcular y medir la super hoy día, de los fondos del Brooklyn Museum de Nueva York.
ficie necesaria mediante el stkht, equivalente a 100 codos, medida a El^ontenido del Papiro Rhind es puramente matemático, plan
la que, siguiendo a los griegos, se denomina hoy día arura, es decir lo teando preguntas sobre la geometría de los triángulos. En cualquier
que ara un buey en un día. caso, este importante documento aporta una interesante informa
Aunque no conocieron la moneda hasta su contacto con los grie ción sobre cómo los egipcios calculaban las proporciones de las
gos, sí tenían establecido un sistema de comparación y cálculo del grandes estructuras arquitectónicas con una precisión que hoy en
valor de las cosas, del trabajo y del tiempo, como se desprende del día sigue asombrando. Los grandes matemáticos y estudiosos de la
estudio de varios papiros. Aunque en aritmética se basaron en el sis geometría clásica como Platón y Euclides bebieron de las fuentes de
tema decimal, alternaron con un sistema duodecimal en las medidas sabiduría procedentes del valle del Nilo.
de capacidad y peso, y utilizaron diversas medidas tradicionales, se Los documentos de contenido matemático que han sobrevivido
gún criterios diferentes, para líquidos y para sólidos. El hqat era una al paso del tiempo dejan entrever que los sacerdotes egipcios (depo
medida de capacidad equivalente a unos cinco litros y se utilizaba sitarios junto con los escribas del conocimiento de la ciencia mate
para el cálculo e intercambio del grano, aunque para los líquidos uti mática) habían llegado a dominar todos los procesos de la aritmé
lizaban la medida hin, equivalente a medio litro aproximadamente. tica, incluida una teoría del número, y además habían desarrollado
En materia de peso utilizaban la unidad del bdn, alrededor de un ki fórmulas que les capacitaban para encontrar soluciones a problemas
logramo, pero era en realidad una unidad de cuenta. con una y dos incógnitas.
El conocimiento de las matemáticas está presente en la cultura El problema número cincuenta y seis del Papiro Rhind propor
egipcia desde tiempos muy remotos. Se utilizaban para fines diver ciona una ecuación para calcular el ángulo de inclinación correcto
sos, entre los cuales destacan la medida del tiempo, el cálculo de de la cara de una pirámide, es decir, la cotangente. Además, estos
la inundación del Nilo, el trazado de líneas a cualquier escala, el conocimientos eran aplicados en maquetas de pirámides para ob
cálculo de áreas de tierra, o, ya a nivel más cotidiano, para las cuen tener el seno y el coseno. Esto indica que la trigonometría estaba
tas en general, cálculo de impuestos o incluso en la cocina diaria. también desarrollada en el valle del Nilo en época tan lejana como
Su utilización puede encontrarse en la elaboración de su calenda el Reino Nuevo. De hecho, en un dibujo de hace cinco mil años se
rio, que fue uno de los que más se acercaron en la Antigüedad al año muestra cómo los ingenieros egipcios habían aprendido a hallar el
exacto, por lo menos hasta Julio César. Y, quizás en su vertiente más área de una superficie en curvatura. Es más, como ya demostró en
ampliamente conocida por el gran público, los egipcios fueron ver su día Flinders Petrie, los arquitectos habían conseguido ejecutar
324 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Ciencia, tecnología y medicina 325
en sus construcciones triángulos rectos que obedecían al teorema También se representaban otras fracciones a partir del w djat, a
a2+ b2= c2, donde a y b son los dos lados y c la hipotenusa. Así, según saber, el ojo de Horus, el cual se dividía en 14, 14, 1/8, 1/16, 1/32
muchos investigadores intuyen, dado que Pitágoras estudió veinti y 1/64, según el siguiente esquema:
dós años en los templos del Antiguo Egipto, no sería extraño aven
turar que gran parte (si no todo) del conocimiento matemático que
acumuló el sabio heleno, y que le llevó a enunciar su famoso teo
rema, proviene de la sabiduría acumulada durante tantos siglos por
los sacerdotes y escribas egipcios.
En el Papiro Rhind también se encuentran problemas que, con
toda seguridad, habría que situar en un contexto académico en el
que los jóvenes escribas y futuros arquitectos tendrían que enfren
tarse a dilemas tales como «De una cantidad de grano x, ¿cuántas
hogazas de pan se pueden obtener?», o «Dada una rampa con una La división en estas fracciones procede del mito de Seth, quien
longitud x y altura y, ¿cuántos ladrillos se requerirían para...?». arrancó el ojo a su sobrino Horus y lo dividió en varios trozos. Sin
Los antiguos egipcios conocían la suma, la resta, la división y la embargo, los egipcios no utilizaron un signo para el cero, aunque
multiplicación. Solo dividían y multiplicaban por dos, lo cual hacía su significado sí lo conocían, como está patente en el Papiro Bolu-
las matemáticas egipcias muy repetitivas y se requerían largas ope laq 18, correspondiente a un momento en el cual la dinastía XIII re
raciones. Así, para obtener números como 42, los egipcios debían sidía en Tebas.
escribir 10+ 10+ 10+ 10+1 +1. No obstante, parece que los anti 4 ,0 s egipcios que utilizaban operaciones matemáticas más com
guos habitantes del valle del Nilo estaban familiarizados con las raí plicadas en la vida diaria eran sin duda los grandes escribas, muchos
ces cuadradas, con la resolución de áreas cuadradas o rectangulares, de ellos en cargos sacerdotales y contables. Algunos tenían bajo su
todo ello usando un sistema numérico que se resume en la siguiente responsabilidad a las cuadrillas de trabajadores que realizaban ta
tabla: reas de recogida de impuestos, ingeniería o arquitectura, siendo es
tos últimos los que poseían un conocimiento mucho más avanzado
1 2 3 4
de la ciencia matemática. El resto de la población egipcia usaría unos
conocimientos muy básicos en su vida diaria, limitados a satisfacer
las necesidades cotidianas relativas a las transacciones y los cálcu
los sencillos.
1 )
A la hora de realizar una aproximación al conocimiento astronó
mico de la antigua civilización egipcia han de tenerse en considera
ción tres aspectos que afectarán de manera directa a los conocimien
tos que se pueden inferir.
Para las fracciones se usaba «r», <=>, que era el símbolo para ex Por un lado, los documentos y testimonios directos, proceden
presar la palabra «parte». Así pues <c> M equivaldría a la fracción tes de autores que se sitúan en el marco concreto de la antigua ci
1/10. El signo «gs» , ¿=:, se usaba para la palabra «lado» o «mitad». vilización egipcia y que proporcionan conocimientos científicos so
La palabra «hsb», también significaba «fracción», pero se utili bre una materia determinada (considérese como ejemplo el Papiro
zaba para representar 14. Por su parte, «rivy», <^>, significaba 2/3, y Rhind ya citado), o indirectos, a través de los cuales se deduce una
«khm t rw», era 3/4. sabiduría científica aplicada a otros aspectos de la existencia menos
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sujetos al rigor científico (entiéndase el estudio de los astros relacio tos científicos, no es el mismo, sí que lo es su finalidad, la cual no es
nado con la concepción religiosa egipcia del Más Allá o de las cos otra que el control de los medios naturales, de un modo más mecá
mogonías). nico en la ciencia moderna y de una manera mucho más ligada a lo
Por otro lado, la metodología e instrumentos utilizados para la sobrenatural y metafísico en la antigua. En su H istorias, Fleródoto
observación e interpretación. Inferencias y conclusiones derivadas cuenta lo siguiente:
de investigaciones procedentes de observaciones y evidencias reali
zadas partiendo de cálculos basados en el análisis actual de algunos «L o s egipcios, adem ás de otras invenciones, enseñaron varios
rasgos distintivos, como puede ser la alineación de una tumba, el di puntos de astrología; qué mes y qué día, por ejem plo, sea apropiado
seño de los espacios en un templo o las citas sobre medidas de lon a cada uno de los dioses, cuál sea el hado de cada particular, qué con
gitud, peso, volumen, etc. ducta seguirá, qué suerte y qué fin espera al que hubiese nacido en tal
Finalmente, la antigua civilización egipcia ya despertaba gran ad día o con tal ascendiente; doctrinas de que los poetas griegos se han
miración en otros pueblos cercanos que eran conscientes de la anti valido en sus versos. En punto a prodigios, fueron los egipcios los
m ayores agoreros del universo, como que tanto se esm eran en su o b
güedad de la cultura del país del Nilo, así como de sus conocimien
servación, pues apenas sucede algún portento lo notan desde luego
tos adquiridos a través de una historia tan dilatada. Tanto era así que y observan su éxito; coligiendo de este modo el que ha de tener otro
incluso se le atribuían logros y sabiduría que eran más producto de fenóm eno igual que acontezca».
la fantasía que de hechos demostrables. Pero incluso hoy día hay (H eródoto, Historias, op. cit., II, 82.)
ocasiones en las que también se cometen errores de interpretación,
los cuales surgen cuando se pretende analizar un documento, sea Bn el texto se mencionan algunos aspectos que permiten estable
este de cultura material o un texto en papiro, desde la perspectiva cer la relación entre conceptos como astronomía, religión, astrología
de la cultura occidental en lugar de hacerlo desde el trasfondo ideo y medida del tiempo. Sin embargo, para los antiguos egipcios la as
lógico de la sociedad que lo generó. En el mundo de la divulgación, tronomía no era considerada bajo su faceta científica, sino más bien
estas deformaciones, concebidas como «misterios», abundan, por en su vertiente religiosa (íntimamente ligada a las cosmogonías y via
desgracia, sobremanera. jes de ultratumba), pero sin olvidar sus aplicaciones prácticas, como
Ya en la Antigüedad, Heródoto daba testimonio de su admira el inicio de la inundación. No obstante, en sus inicios, la astronomía
ción por los logros alcanzados por la ciencia egipcia en cuanto a los fue una recopilación de datos y observaciones de los cuerpos celes
cálculos relacionados con el calendario: tes, y esta información, acumulada durante cientos de años, fue uti
lizada para cuatro fines concretos:
«E xplicábanse, pues, con m ucha uniform idad aquellos sacerdo
C alendario: Aspecto fundamental en tanto en cuanto una civiliza
tes, por lo que toca a las cosas públicas y civiles. Decían haber sido
los egipcios los prim eros en la tierra que inventaron la descripción del ción marca el paso del tiempo y regula su vida cotidiana según unas
año, cuyas estaciones dividieron en doce partes o espacios de tiem po, pautas dictadas por los astros.
gobernándose en esta econom ía por las estrellas. Y en mi concepto, C osm ologías: Donde prima sobre todo el descubrimiento de una
ellos aciertan en esto m ejor que los griegos, pues los últim os, por ra relación íntima entre el universo y la vida humana.
zón de las estaciones, acostum bran intercalar el sobrante de los días al C osm ogon ía s: Los conocimientos astronómicos adquiridos de
principio de cada tercer año; al paso que los egipcios, ordenando doce forma lenta y mejorados a través de su largo proceso histórico, que
meses por año, y treinta días por mes, añaden a este cóm puto cinco fueron utilizados en gran medida para intentar explicar de una cierta
días cada año, logrando así un perfecto círculo anual con las mismas forma el origen del universo y del ser humano.
estaciones que vuelven siem pre constantes y uniform es». A strología: En este campo se intentaba establecer una relación
(H eródoto, Historias, op. cit., II, 4.) entre el ser humano y la influencia que sobre él podrían ejercer los
fenómenos celestes.
La astronomía era para los antiguos egipcios algo muy distinto
de lo que es hoy en día para la civilización occidental. Si bien su Estos conocimientos se fraguaron fundamentalmente en su di
punto de partida, la base sobre la cual se construyen los conocimien mensión científico-religiosa y en la concepción del calendario, pre
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cedente del actual, que incorpora el año bisiesto introducido por nes, las festividades religiosas tengan como referencia un momento
Julio César. determinado en las fases lunares, y habría que incluir también cier
tas fiestas y leyendas que han perdurado a través de los siglos.
Sin embargo, el inicio del calendario egipcio puede que no esté
El calendario en los astros, sino más bien en los ciclos anuales motivados por la
inundación del Nilo. El hecho de que el año se fije basándose en tres
En las civilizaciones antiguas, la posible relación entre los cuer estaciones de cuatro meses cada una, dependiendo de la situación de
pos celestes y la vida cotidiana suele adquirir una gran importan la crecida, ha llevado a muchos científicos a resaltar aún más el ca
cia. Así, el ciclo principal que marcaba las pautas del día a día era el rácter del Nilo y su inundación como auténtica referencia en el ca
diurno, delimitado por la salida y puesta del Sol. lendario egipcio. De esta forma, el calendario lunar antiguo devino
El astro rey era el símbolo de la vida, pues cada mañana propor en uno agrícola, a partir de la inundación periódica. En un principio
ciona calor y luz a todos los seres, los cuales, para la mentalidad de definido solo por el acontecimiento propiamente físico, pero más
un egipcio, celebraban cada nueva jornada saludando y festejando tarde identificado con la aparición de Sopdep. El momento en que
un nuevo día como el triunfo de la vida sobre las tinieblas. Sin em fueron conscientes de esta concordancia se desconoce con exacti
bargo, lo que la oscuridad significa hoy, no más de una merma en la tud, aunque algunas hipótesis conducen al final del cuarto milenio
capacidad de discernir cuerpos o caminos, en la antigüedad era en precristiano.
muchos casos cuestión de supervivencia. Los ladrones, los asesinos El calendario solar egipcio constaba de doce meses divididos
y las alimañas se mueven mejor en la oscuridad. La ausencia de luz en treinta días, a los cuales se le añadieron cinco días, conocidos en
causa frío, como el tacto de los difuntos, y en la oscuridad el hombre época tardía como los «epagómenos». La denominación que se uti
se siente perdido, confuso, exactamente igual que en el inicio de su liza en egipcio en la tabla siguiente corresponde a la época del Reino
camino por el Más Allá tras su muerte. La luz y el día es el reino de Nuevo, ya que tanto la denominación de los meses como su duración
los vivos, mientras que la noche es el reino de los difuntos. Esta dua sufrieron algunas variaciones a lo largo de la historia egipcia:
lidad era, para los egipcios, algo del todo necesario para la consecu
ción del orden cósmico, pues así fue concebido por los dioses en el Nombre
Nombre de la estación Nombre egipcio Nombre copto Fecha actual
inicio del tiempo, cuando la muerte pasó de significar un hecho trá griego
gico, a estar cargada de un gran simbolismo como medio regenera 29 de agosto-27 de
Primero de Akhet Djehuty Thoth Thoth
dor de la vida mortal, convirtiendo a esta en algo más puro y dura septiembre
dero, la vida eterna. 28 de septiembre -
Segundo de Akhet Pa-n-Ipat Paopi Paofi
Cuatro son los ciclos que enmarcan el tiempo egipcio: 27 de octubre
28 de octubre-
1. El ciclo cósmico de la creación del mundo y de los dioses. Tercero de Akhjet Hut-Hor Hator Athyr
27 de noviembre
2. El ciclo anual, el cual viene dado por la inundación y por la 28 de noviembre -
Cuarto de Akhet Ka-Hor-Ka Koiahk Shiak
aparición de la estrella Sopdep (Sirio). 26 de diciembre
3. El ciclo diurno, desde la salida del sol, su recorrido por el ho Primero de Peret Ta-Aabet Tobi Tybi
27 de diciembre-
rizonte hasta su puesta y amanecer al nuevo día. 25 de enero
4. El ciclo de la vida humana, que es contemplado como un ci 26 de enero-24 de
Segundo de Peret Pa-n-Mejer Meshir Meshir
febrero
clo paralelo al diurno, con el nacimiento, la vida y la muerte del ser
Paen-Amón- 25 de febrero-
humano en consonancia con el del astro rey. Tercero de Peret
Hetep
Paremhotep Pamenat
26 de marzo
Es probable que el primer calendario utilizado en Egipto fuese Cuarto de Peret Pa-en-Renenutet Parmuthi Parmuti
27 de marzo-25 de
lunar. No obstante, no se conserva ningún testimonio prehistórico, abril
o de época predinástica, que así lo corrobore. Se infiere por datos de 26 de abril-25 de
Primero de Shemu Pa-n-Khonsu Pashons Pajón
tipo religioso, por ejemplo, el hecho de que, en numerosas ocasio mayo
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repite año tras año y con una regularidad casi perfecta, de tal forma necer es un recordatorio de que Ra no abandona la sagrada tierra
que la asociación entre el ciclo anual y el entorno físico se hace más de los faraones a su suerte, pero, para seguir con su loable empeño,
que evidente. debe regenerarse todas las noches, de la misma forma que los morta
Hacia mediados de la primavera, la estrella Sirio aparecía bri les necesitan la regeneración perfecta que viene dada de la mano de
llando poco antes del amanecer en el este del horizonte. Conforme la muerte. De la misma forma que cada día Nut ingiere el Sol para
se levanta el Sol y se acerca el amanecer, el brillo de Sirio se va difu- hacer posible su resurgir como Kheper-Ra, el Creador, de la misma
minando, para acabar desapareciendo totalmente. Este fenómeno forma Kheper-Ra se traga y fecunda a Sirio-Hathor-Isis, proporcio
es conocido como el orto helíaco de Sirio y coincidía con el solsticio nando nueva vida a todo el país al causar la inundación, llevando la
de verano, al comienzo de la inundación del Nilo y señalaba el inicio fertilidad a cada rincón del valle. Y para disipar cualquier duda de
del año oficial, como se indica más arriba. La salida del Sol tras de la que todo esto sucede por designio divino, Osiris-Orión (es decir, su
estrella, con la que se acaba fundiendo (el brillo del sol la hace invi constelación) surge en el horizonte con todo su esplendor junto a Ra
sible, lo que para el pensamiento egipcio significa unión), represen para anunciar tan extraordinario acontecimiento.
taba, en la mentalidad egipcia, provocar la inundación, portadora de El ciclo celeste tenía su reflejo en la Tierra. Así, para los antiguos
vida por todo el país, algo que los antiguos pobladores del valle des egipcios, los acontecimientos que tuvieron lugar en el principio de
cubrieron muy pronto. los tiempos y que conllevaron la aparición de la vida no son cosa de
No obstante, no se debe caer en la tentación de pensar que el un pasado lejano e incomprensible, sino que tienen lugar todos los
orto helíaco de Sirio era para los egipcios el indicador de un aconte días, todos los meses, todos los años. Era algo tan elemental como
cimiento que señalaba el comienzo de la inundación; más bien, para darse cuenta de que las etapas fundamentales del ser humano (na
los antiguos pobladores del valle, la inundación tiene una explica cimiento, vida y muerte) tenían su reflejo en los astros, repitiéndose
ción cuyo origen se produce en el firmamento, a saber, con la unión en un ciclo sin fin.
física de Sirio con el Sol (Isis y Ra) en el orto helíaco. Teniendo en Todas las estrellas, como los mismos dioses, desaparecen y resur
cuenta que, según investigaciones recientes, Sirio era más brillante gen tras un período de purificación, en general tras un período de se
en la antigüedad, el espectáculo para un antiguo egipcio pudo ser tenta días, precisamente los que el cuerpo del difunto debe esperar
tremendamente llamativo. para la regeneración y durante los cuales se llevan a cabo los ritos fu
Sin embargo, el habitante del valle vivía a diario un ciclo mucho nerarios. Pero las estrellas circumpolares no desaparecen, y son ha
más frecuente e igual de regular, el del día y la noche. Cada amane cia aquellas a donde se dirigen los faraones tras su muerte-tránsito
cer el Sol sale por el este, recorre el horizonte y pasa a sumergirse en para gobernar como auténticos hijos de Ra:
el submundo osiriano por el oeste, enfrentándose a la serpiente App
(Apofis), simbolizando la necesidad de la muerte para la regenera «Y o vengo a ti, oh Nut.
ción que comportará la vida eterna. Dado que la tierra está rodeada H e dejado a m i p adre en la tierra.
H e dejado a H orus tras de mí.
por las aguas del Nun, Ra necesita una barca para realizar su reco
M is alas se han transform ado en las de un halcón.
rrido, la misma barca en la que el difunto acompañará al astro rey en M is dos plum as son las del halcón sagrado.
su viaje de ultratumba. M i ha me ha transform ado y su m agia m e ha trasform ado.
Durante su viaje nocturno, Ra atraviesa doce puertas, las cuales C olócate en el cielo, entre las estrellas celestes.
representan las doce horas de la noche y están perfectamente iden P orque tú eres la estrella solitaria.
tificadas sobre el cuerpo de Nut. Es en la sexta hora donde Ra, lo El com pañero de Hu.
mismo que hará todo mortal, se enfrenta al juicio de Osiris. Tras su M ira h acia abajo a O siris.
perarlo, recibe la purificación mediante las aguas del Nun, gracias a C uando gobierna los espíritus.
lo cual se renueva su energía vital para resurgir resplandeciente en Porque estás de pie, lejos de él.
el nuevo día. Y ya no estarás entre ellos».
Este ciclo eterno es un regalo de los dioses, que aseguran luz y ca «Textos de las P irám ides», conjuro 245, El rey se une a las estrellas
lor para que la vida tenga lugar en todo el valle del Nilo. Cada ama (pirám ides de W enis, P epy II, Iby, Neit) (véase Carrier, 2009-2010).
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De la misma forma que la barca de Ra navega a través del camino escogidos. Se encargaban de la orientación de la pirámide, de sus di
que viene reflejado en las doce horas del «Libro de las Puertas» y en el mensiones y de la inclinación de sus ángulos, pero además de toda
«Libro de lo que hay en el Duat», así el difunto sigue el camino mar la parte de logística destinada a cubrir todas las necesidades, tales
cado por las estrellas, las cuales están dibujadas sobre la bóveda de su como la cantidad de obra requerida y la captación, canalización y
cámara funeraria o en la parte interior de la tapa del sarcófago. distribución de los bienes requeridos o como la alimentación de una
Y dado que Nut es al mismo tiempo el cielo oscuro y estrellado masa de trabajadores que en muchos casos se considera que alcanzó
en el cual se desarrollan los viajes de purificación, también es la va la cifra de entre 6.000 y 10.000.
gina protectora y creadora de una nueva vida, la tumba y el sarcó Del proyecto arquitectónico propiamente dicho se encargaba el
fago se convierten en el lugar donde la nueva vida perfecta comienza «carpintero real» (-mdjh-nsw-), es decir, el arquitecto real, cuyo tí
a surgir para siempre. Es la unión perfecta entre lo celeste y lo terre tulo procede de los tiempos en los que la mayoría de los edificios
nal, tal y como los antiguos egipcios interpretaban su país y su pro del Estado eran construidos en madera. Entre los arquitectos cu
pia existencia: com o es arriba, tam bién lo es abajo. yos nombres han llegado hasta nuestros días destacan los nombres
de Im hotep , encargado de la construcción de la pirámide de Dje-
ser en Sakkarah; Nefermaat y su hijo Hemiunu, quienes encabeza
Técnicas de construcción y organización del trabajo ron los proyectos de las pirámides de Snefru en Meidum y Kheops
en Guiza; los Sennedjem , padre e hijo autores de las pirámides que
La primera imagen que simboliza a la antigua civilización egipcia albergaron a los monarcas de la V y VI dinastías; así como el céle
es quizá la de las grandes construcciones. Gigantescos bloques de bre Senenmut, diseñador del templo de Deir el-Bahari y arquitecto
piedra colocados a alturas difícilmente comprensibles para la men real bajo el reinado de Hatshepsut. De este cargo dependían las de
talidad contemporánea, tan habituada a minusvalorar las proezas cisiones concernientes al número de trabajadores necesario, la cali
conseguidas con medios tan escasos y alejados de la tecnología mo dad de los materiales, su localización y transporte, y el control de un
derna. Pero esta es una consideración falsa; se tiende a buscar expli sinnúmero de artesanos de muy diferentes especialidades. La manu
caciones fuera de lo racional para la consecución de las mismas, ne tención de los obreros era responsabilidad de los «directores de tra
gando al pueblo del valle del Nilo su tremenda capacidad de ingenio bajos del rey», mientras que todo un ejército de escribas se encar
y versatilidad, que le llevaron a erigir construcciones que aún hoy si gaba de los ajustes diarios relativos al mantenimiento y organización
guen desafiando al tiempo. de los trabajadores.
No obstante, detrás de esos logros hay toda una herencia de co Desde los tiempos de Snefru, el gran constructor de pirámides,
nocimientos arquitectónicos, tecnológicos, artísticos y de ingeniería. la organización de la mano de obra, o fuerza de trabajo, fue una
Hicieron posible la construcción de algunos de los edificios más im muestra de la capacidad del gobierno egipcio para manejar gran
presionantes que la mente humana haya sido capaz de imaginar en des contingentes de trabajadores. Por ciertos datos conocidos desde
toda su historia, y para ello contaron con una enorme capacidad or la época de las grandes pirámides se sabe que los trabajadores eran
ganizativa de la mano de obra y de distribución de excedente. De en agrupados en cuadrillas que se turnaban cada tres meses. Estas cua
tre todos ellos, destacan por su dificultad técnica y organizativa las drillas se organizaban en grupos que los investigadores denominan
tumbas que los egipcios construyeron para sus monarcas durante el filae, de la palabra latina más afín al término egipcio utilizado.
Reino Antiguo, el Reino Medio y el Reino Nuevo, es decir: pirámi Se ha especulado mucho sobre la cifra que Heródoto recogió de
des e hipogeos. los sacerdotes de la época, unos 100.000 trabajadores para la Gran
No es posible abordar el estudio de las grandes pirámides del Pirámide, pero la investigación moderna no puede considerar ese
Reino Antiguo sin considerar la gran labor organizativa requerida número más que como algo fantástico. Las razones son varias, el
para llevar a cabo tal proeza arquitectónica. Para ello se requería cálculo de la población total de Egipto, la dificultad para situar ese
un equipo que era directamente responsable ante el rey. Lo enca contingente en la zona de Guiza y, sobre todo, que para dar de co
bezaba el llamado «director de los trabajos del rey», que solía ser el mer a esa cifra de personas se necesita el trabajo de un número igual
mismo visir, al cual ayudaban en su labor un elenco de funcionarios de campesinos produciendo y distribuyendo los alimentos. Trabajos
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de investigación recientes han calculado que la construcción, que traía de Wadi Hammamat. Se utilizaba sobre todo para hacer sarcó
duró veinte años, tuvo que realizarse con una cifra de entre 8.000 fagos y recubrir las cámaras funerarias. Otros tipos de piedras uti
y 10.000 trabajadores, la mayor parte de los cuales se turnaba cada lizadas eran la diorita, traída desde el desierto oeste, a unos sesenta
tres meses con otros procedentes de sus provincias, mientras que los kilómetros al norte de Abu Simbel; el alabastro, procedente de Hat-
artesanos y obreros especializados residían en la ciudad de los traba nub, próximo a la actual El-Amarna; el basalto de Gebel Qatrani,
jadores de Guiza, cuyas recientes, y aún no terminadas, excavacio en la región de El-Fayum; la cuarcita de Gebel el Ahmar, próxima al
nes están dando frutos inesperados a la investigación. Cairo y de Gebel Duchan, en el desierto este, y la dolerita de Asuán
En aquella época, los contingentes de trabajadores eran despla y el pórfido del desierto este.
zados desde todos los puntos de Egipto, lo que indudablemente re Las herramientas utilizadas para la extracción eran muy rudi
forzaba la vinculación de los campesinos con el aspecto psicológico mentarias, tales como el pico de piedra; el escoplo de sílex, dolerita
del culto funerario. Por ciertos testimonios de diferentes épocas pa o cobre; el martillo de dolerita o basalto, y la maza de madera, pero
rece deducirse que, en cierta medida, la participación de este perso cuando la roca era de naturaleza más blanda se recurría a una sie
nal en las grandes obras beneficiaba a los desplazados, que obtenían rra dentada de cobre. No obstante, el bloque de piedra seleccionado
así una mejor dieta alimenticia, a la par que se iniciaban y se ins tenía un tratamiento previo que consistía en cubrirlo con brasas de
truían en un tipo de trabajo más especializado, al margen de lo duro carbón al rojo sobre las cuales se vertía agua fría para provocar de
que pudiera llegar a ser. esta forma la separación del bloque de la roca madre. Para dicho
El rey reunía a sus consejeros más importantes para tomar la de proceso, el célebre método del uso de cuñas de madera sobre las que
cisión de la construcción de su pirámide, en especial en lo referido al se derramaba agua no está documentado hasta época romana, pero
emplazamiento y dimensiones. A continuación, los astrónomos tra posiblemente se utilizó desde siglos antes. Una vez extraído el blo
zaban el eje norte-sur y, utilizando una parrilla, establecían la longi que, había que pulirlo y darle forma, para lo cual se utilizaba cuar
tud de los laterales guardando el paralelismo con los ejes norte-sur y cita triturada en polvo, puesto que los minúsculos granos obtenidos
este-oeste. La longitud de las pirámides se establecía usando cuerdas eran mucho más angulosos que los de la arena, con lo que el resul
de un centímetro de grosor, las cuales se componían de diferentes tado es una superficie mucho más lisa.
partes fuertemente atadas, para evitar que se alterasen aun cuando Las expediciones encargadas de la extracción en lugares lejanos
hubiera que medir largas distancias. El nivelado el terreno se hacía estaban encabezadas por el «portador del sello del dios de las dos
siguiendo distintos métodos, los cuales iban desde la nivelación me grandes flotas», título del responsable de estas misiones durante el
diante hoyos excavados llenos de agua, la perforación o la utilización Reino Antiguo, al cual estaban subordinados oficiales como el «ofi
de soportes de ladrillo para nivelar la orografía. cial de navio», encargado de organizar la flota de transporte; el «d i
Una vez nivelado el terreno se procedía a la excavación de las ga rector del trabajo en las canteras», responsable de la organización
lerías subterráneas, a las cuales se accedía por escaleras que termina del trabajo en el lugar de extracción, o el «director de las tropas de
ban en una gran cámara mortuoria. Este procedimiento se aprecia defensa en Nubia», quien velaba por la seguridad de la expedición.
en las pirámides inacabadas de Nebka y Khaba, reyes de la dinas Durante el Reino Nuevo, el máximo responsable de estas misiones
tía III cuyas tumbas quedaron sin terminar en Zawyet-el-Aryan. Solo era el «director del Tesoro», el mismo visir o incluso el «primer pro
las piedras más grandes y de mayor calidad se traían de lejos, desde feta de Amón». Los obreros se organizaban en compañías de cien
Mokkatam, cerca de lo que hoy se conoce como Tura el-Asmant. Se hombres, subdivididas en unidades de diez, y, dentro de ellas, cada
utilizaban para el recubrimiento exterior e interior de las galerías y grupo de cinco obreros formaban un «lado» o «flanco». Durante el
cámaras, mientras que el resto se traía de canteras mucho más cerca Reino Antiguo, las expediciones podían llegar a sumar hasta 1.600
nas y su tamaño y calidad eran inferiores. Más al sur, eran las cante hombres, mientras que en el Reino Nuevo se incrementó mucho el
ras de arenisca de Gebel el-Silsileh, cerca de Kom Ombo y Qertassi, número de participantes en estas expediciones, llegando a alcanzar
en la parte septentrional de Nubia, las que abastecían las construc la increíble cifra de 17.000 hombres.
ciones reales del sur. El granito rosa se traía en su mayor parte de El arrastre de los bloques se realizaba con trineos hechos de só
Asuán y una variedad granítica con una tonalidad diferente se ex lidas piezas de madera que terminaban en punta, con forma de ba
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bucha. Estos ingenios solían deslizarse sobre un camino de troncos Una vez todos los responsables de la construcción, y en última
lubricados con agua y barro o aceites vegetales (según diferentes estancia el visir, habían otorgado el visto bueno al proyecto comen
autores). Se conocen algunos datos relativos a la cantidad de mano zaban los trabajos propiamente dichos. En primer lugar, los picape
de obra y el tiempo necesario para el desplazamiento de algunos blo dreros se encargaban de horadar la roca, extrayendo gran cantidad
ques. Así, para el transporte de un conjunto de ochenta piezas gigan de escombros que, en muchas ocasiones, se hacían más pequeños
tescas desde Wadi Amat hasta el Delta, se tardaron catorce días e im para poder transportarlos en cestas a una escombrera cercana. A
plicó a unos 4.500 hombres. continuación se procedía a la nivelación de paredes y escalones, así
Sobre la construcción de las grandes pirámides se ha publicado como a corregir los ángulos rectos de la tumba y a limar las irregu
tanto que es prácticamente innecesario entrar en las diversas teorías, laridades en paredes y techo, lo cual se hacía mediante el estucado
ya convertidas en verdaderas polémicas. De la hipótesis de las rampas de la superficie. Más tarde, tras haber procedido al pulimentado del
externas, bien perpendiculares a las caras de las pirámides, se pasó a estuco, se pasaba al dibujo de las escenas a representar en la tumba.
la idea de una forma helicoidal, para subsanar las grandes distancias Para ello se establecía una secuencia de las escenas y sobre una pa
necesarias, apenas posibles en Guiza. Hoy día se está abriendo paso rrilla de líneas rojas, esbozada sobre la superficie estucada, se dibu
la consideración de las rampas interiores, apenas detrás de las paredes jaban los bocetos previstos. Una vez terminado este paso, se pro
externas, de lo pudieran existir indicios esperanzadores. En cualquier cedía a la posible corrección de las figuras, contornos o jeroglíficos
caso, la bibliografía es enorme, incluso en castellano. mediante un trazo negro, lo cual era llevado a cabo por el dibujante
Durante el Reino Nuevo, los reyes abandonaron la construcción jefe. Por último se pasaba a colorear los dibujos y jeroglíficos, o, en
de pirámides, tanto de piedra (Reino Antiguo), como de adobe y su caso, a esculpir los relieves que más tarde serán pintados. Con
piedra (Reino Medio), para centrar sus esfuerzos funerarios en un este último paso se concluía la elaboración de la tumba.
remoto valle en la orilla occidental de W aset (Tebas), el conocido Uno de los problemas en la construcción de estos hipogeos era
hoy como el Valle de los Reyes (Biben al-Muluk), aunque la deno la iluminación, la cual se iba complicando a medida que la tumba
minación oficial en el Antiguo Egipto fue «Grande y majestuosa ne avanzaba hacia el interior de la montaña. Hacia la entrada de la
crópolis de millones de años de los faraones, vida, fuerza y salud, en misma era suficiente con la luz natural, pero poco después se ha
el occidente de Tebas». El primer rey en escoger este sitio como lu cía necesario recurrir a algún ingenio que proporcionara ilumina
gar para su descanso eterno fue Tutmosis I (Djehutymes I), quien, ción suficiente para proseguir los trabajos. La utilización de espe
a mediados del segundo milenio antes de nuestra era, encargó a jos de bronce para lograr iluminación por reflexión de la luz solo era
su arquitecto In en i la construcción de la morada para su descanso eficaz en los primeros metros de la entrada de la tumba y, dado que
eterno. Desde entonces, durante las dinastías XVIII, XIX y XX, algunas llegan a penetrar hasta doscientos metros como la de Tut
muchos de sus gobernantes escogieron ese desértico lugar para ubi mosis I, reutilizada por Hatshepsut, este método se mostraba insu
car sus tumbas. ficiente. La ausencia de restos de humo y hollín en paredes y techo
Una de las primeras medidas que tomaba el monarca recién as descarta el empleo de lámparas de uso cotidiano, por lo que la ilumi
cendido al trono era la de ubicar su morada para la eternidad en el nación se debía conseguir mediante el uso de velas de lona recubier
valle. Para ello se enviaba una delegación real tras haber consultado tas de aceite de origen vegetal (sésamo) o animal, al cual se le añadía
con el visir y, una vez recibido el visto bueno de todas las personas sal para evitar el desprendimiento de humo que pudiera ensuciar el
responsables de la ejecución del trabajo, comenzaban los trabajos. techo o las paredes.
La tumba era diseñada por el arquitecto real y, una vez concluida, La organización de los trabajadores seguía a veces el mismo pa
pasaba la supervisión a cargo del visir, quien ultimaba la distribución trón que el de la tripulación de un navio. Así, la plantilla de traba
de los espacios dentro de la construcción funeraria. Dos planos de jadores era denominada la «tripulación de navio», que a su vez se
este tipo han sobrevivido hasta nuestros días, a saber, el del proyecto dividía en «remeros de la derecha» y «remeros de la izquierda». Al
de tumba de Ramesses IX, en el ostracon 25184 del Museo Egipcio gunos investigadores han visto en esta distinción la división entre las
de El Cairo, y el de Ramesses IV, en el dorso del Papiro 1885 del M u dos cuadrillas, las cuales se encargarían del trabajo en cada lado de
seo Egipcio de Turín. la tumba. En cualquier caso, todos estaban supeditados a las órde
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nes de los «grandes de la tripulación» (uno por cada lado), los cua currían a los conocimientos puramente científicos, sino que veían
les asignaban los trabajos, vigilaban que se cumplieran de forma también indispensable tratar esa faceta sobrenatural que causaba
correcta, comprobaban y controlaban las herramientas, el cumpli la enfermedad. Se ha hecho ya referencia al hablar de la magia y los
miento del horario, etc. Cada «lado» tenía también un represen amuletos.
tante, que actuaba como portavoz del grupo además de repartir las Los egipcios concebían el cuerpo humano como una serie de ca
raciones entre los trabajadores y cubrir las ausencias de los «gran nales conectados entre sí. Se consideraba que para gozar de una
des». Los vigilantes del material que se utilizaba en los trabajos eran buena salud era imprescindible que en el cuerpo fluyeran libremente
los «guardianes de tumbas» y por debajo de ellos estaban los -sem e- el aire, la orina, la sangre, las heces y el semen, siendo la falta de su li
det-, o trabajadores no especializados, los cuales realizaban trabajos bre discurrir lo que causaba el origen de la enfermedad. Para atajar
poco cualificados como retirar los escombros resultantes de los tra las anomalías básicas, tales como picaduras de insectos, quemaduras
bajos en la tumba o incluso labores de vigilancia. o pequeñas heridas superficiales, muchas casas egipcias tenían un bo
Tres mil años de historia levantando grandes edificaciones en só tiquín elemental que comprendía tanto ungüentos y medicinas acce
lida piedra atestiguan el éxito edificio de una civilización sin paran sibles a la mayor parte de la población como toda una serie de amule
gón conocido, y esto fue posible gracias al conocimiento del control tos y pequeñas estatuas de dioses protectores a los que se les atribuía
de masas, a la creación y tradición de un artesanado profesional y a el poder de alejar y hacer remitir el mal que aquejaba al paciente. No
la sofisticación de un sistema político que nunca fue cuestionado en obstante, si estos auxilios primarios fallaban, el paciente acudía al sa
su tiempo. La fusión de lo político, lo científico y el hecho incuestio cerdote doctor (y no todos podían), el cual, según algunos textos, era
nable de que la religión fue utilizada como razón de Estado obraron capaz de reconocer hasta doscientas tipologías diferentes de enfer
el milagro: el pueblo sometido hizo el trabajo. medades. La solución a cada una de ellas dependía de la capacidad
financiera del paciente y las medicinas a las que tenía acceso iban di
rectamente relacionadas con su estatus social. Las más usuales eran
La medicina y los médicos pociones, bálsamos o pomadas. La mayoría estaba hecha con ingre
dientes naturales, pero algunas de ellas contenían pequeñas canti
El estudio de la medicina en el valle del Nilo se ha convertido dades de metales tóxicos como sulfatos, óxido de cobre, arsénico o
casi en una disciplina independiente y ya existen diversas monogra plomo. Las cantidades suministradas no estaban reguladas y solo la
fías al respecto. Esta especialización ha estado motivada por el ha experiencia orientaba al médico sobre la proporción a utilizar.
llazgo de diversos papiros que poco a poco se han ido traduciendo En cuanto a los componentes naturales, se recurría a distintos ti
y comentando. pos de plantas y a productos procedentes de animales, tales como
En paralelo con el anáfisis de dichos papiros debe situarse el estu el hígado, la bilis, la orina, los sesos o incluso los excrementos. Es
dio pormenorizado de las representaciones artísticas que hacen refe curioso señalar que utilizaban como anticonceptivo una mezcla de
rencia a algún tipo de enfermedad o anomalía física. También hay que miel y excrementos de cocodrilo, o de miel y semillas de acacia. En
señalar que el avance en el conocimiento de la medicina egipcia pro algún caso existía una cierta lógica, como la derivada de las cualida
viene también del progreso en las investigaciones de los patólogos fo des ácidas de la acacia.
renses. Todo ello ha redundado en el conocimiento de las técnicas mé Sus ungüentos eran también utilizados en relación con un ritual
dicas que poseían los antiguos habitantes del valle del Nilo. mágico y sobre ellos se recitaban algunos conjuros para incrementar
A pesar de ello no debe pasarse por alto la estrecha conexión su efectividad. Así, en uno de ellos contra los efectos de un veneno
que los egipcios establecieron entre religión, magia y medicina. En se utilizaba agua que previamente había sido vertida sobre una estela
efecto, muchos de los males, en su mayoría de carácter interno o psí con el conjuro mágico correspondiente inscrito en ella.
quico, eran atribuidos a la influencia malévola de algunas divinida Entre las especias, plantas y frutos más utilizados en la medicina
des, que podían hacer a un sujeto merecedor de tal castigo (¿pre egipcia destacan las siguientes, dadas las cualidades que ellos les su
cedente del concepto de pecado heredado luego por la cultura ponían (hay que reconocer que en muchos casos no andaban desca
judeocristiana?). Para mitigar esos males, los egipcios no solo re minados):
342 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Ciencia, tecnología y medicina 343
1. Higo negro: se administraba para atajar las infecciones bron 16. Belladona: analgésico, reducía la fiebre y se usaba también
quiales, el estreñimiento y también se le otorgaban cualidades para contra la epilepsia.
curar la impotencia. 17. Cardamomo (E letarria cardam om u m ; Z in giberacae): se
2. Cilantro: casi siempre ingerido para tratar males relaciona usaba como un elemento muy especial en las comidas por sus pro
dos con problemas digestivos. piedades digestivas y porque evitaba la flatulencia.
3. Comino: se utilizaba para combatir la artritis y se suminis 18. Eneldo (A nethum gra veolen s): ayudaba contra la dispepsia
traba mezclado con harina de trigo y agua, hasta formar una pasta. (digestiones difíciles) y era utilizado como laxativo.
4. Farro (cereal, un género de gramínea estrechamente relacio 19. La alholva o fenogreco (T rigonella fo en u m -gra ecu m ): utili
nado con la espelta y la escanda —con las cuales suele ser confun zada en casos de desórdenes respiratorios, para limpiar el estómago
dido— y con el trigo): en general se cultivaba para producir ungüen y calmar el hígado y el páncreas.
tos utilizados de forma habitual para afecciones cutáneas. 20. Boswellia carterii: árbol que produce la resina aromática
3. Ajo: se utilizaba como revitalizador y además se pensaba que llamada incienso, utilizada para las infecciones de la garganta y la la
ayudaba a las mitigar las afecciones bronco-pulmonares. También se ringe, para cortar hemorragias externas y acabar con las náuseas y
usaba como reconstituyente; así, se tiene noticia de que en tiempos contra el asma.
de la construcción de pirámides se añadía ajo a la dieta de los traba 21. Mostaza (Sinapis alba): provocaba el vómito y ayudaba a
jadores para que les diera fuerzas. mitigar el dolor en el pecho.
6. Miel: se pensaba que tenía cualidades antibióticas y desin 22. Mirra (C om m iphora m yrrha): usada para la diarrea, aliviaba
fectantes, con lo que se utilizaba para tratar las heridas abiertas. los dolores de cabeza, dientes y espalda.
7. Menta: se consideraba un buen remedio para los desórdenes 23. Cebolla (Allium cepa): utilizada por sus propiedades diuré
gástricos y si se masticaba se pensaba que ayudaba a una correcta ticas, prevenía los resfriados y otras dolencias cardiovasculares.
respiración. 24. Sésamo (Sesam um indicum ): combatía el asma.
8. Aceite de conifera: usado como antiséptico para curar heri 25. Tamarindo (Tamarindus indica): se utilizaba como laxante.
das infectadas.
9. Papiro: aparte de su uso como soporte para la escritura, se le
consideraba otro potente revitalizador.
Los papiros m éd icos
10. Granada: debido a su componente alcaloide natural, se in
gería con agua y se consideraba que limpiaba el cuerpo de las serp ien
tes d e l vientre, a saber, las lombrices intestinales y las solitarias. En el estudio de la disciplina médica en el Antiguo Egipto, son
11. Amapola o adormidera: el líquido que produce se consi varios los documentos que han contribuido a la ampliación y pro-
deraba ideal como calmante debido a sus propiedades narcóticas. fundización de los conocimientos que la antigua civilización del
Mezclado con agua se suministraba como remedio eficaz contra el valle del Nilo poseía sobre esta ciencia. Entre ellos destacan tres
insomnio. papiros cuyas aportaciones han supuesto un gran avance del cono
12. Corteza de sauce: una vez machacada se aplicaba como po cimiento actual, a saber, el Papiro Edwin Smith, el Papiro Ebers y el
mada analgésica y, cuando se usaba junto con sicomoro y acacia, se Papiro Ginecológico de Kahun.
utilizaba para curar quemaduras.
13. Acacia (Acacia nilotica): se utilizaba para cortar las diarreas
y las hemorragias internas, así como para el tratamiento de enferme El Papiro Edwin Smith
dades cutáneas.
14. Aloe vera: contra las lombrices internas, aliviaba las jaque Este documento es sin duda una de las principales fuentes para
cas, los dolores del pecho, las quemaduras, las úlceras y algunos ma profundizar en la ciencia médica del Antiguo Egipto. Comprado en
les de la piel. 1862 por el controvertido Edwin Smith, un americano residente en
15. Myrica cerífera: para la diarrea, suavizaba las úlceras, dis El Cairo, fue él mismo quien realizó una primera tentativa de traduc
minuía las hemorroides y ahuyentaba los mosquitos. ción. Tras su muerte en 1906, su hija donó el papiro a la New York
34 4 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín 345
Ciencia, tecnología y medicina
A título de ejemplo se incluyen dos secciones del papiro, la pri La segunda parte del documento comprende ocho párrafos que
mera indicando los conocimientos anatómicos del autor, mientras debido tanto al estilo utilizado como a su mal estado los hacen prác
que en la segunda se reflejan algunos de los remedios para atajar los ticamente ilegibles. No obstante, en el párrafo diecinueve se trata
efectos de alguna dolencia, en este caso en concreto sobre cómo cu del reconocimiento de la paciente que dará a luz, mientras que en
rar la lombriz intestinal (Ascaris lum bricoides): los párrafos veinte al veintidós se abordan temas de contracepción,
para la cual se aconsejaba la toma de excrementos de cocodrilo, cua
«In icio del secreto del m édico: conocim iento del m ovim iento del renta y cinco mililitros de miel y leche amarga.
corazón y conocim iento del corazón. La tercera sección se extiende entre los párrafos veintiséis al
H ay vasos d esd e él h asta cad a m iem bro. A sí, cuan do c u a l treinta y dos y trata del examen de la paciente antes del parto para
q u ier m éd ico , sacerd o te de Sekh m et (cirujan o ) o exo rcista ap lica determinar el posible embarazo, para lo cual, entre otros métodos,
sus m anos o dedos en la cabeza, en la n uca, en las m anos, en el e s se utilizaba el bulbo de una cebolla. Se introducía este en la vagina
tóm ago, en los brazos o en los p ies, entonces exam in a el corazón, de la mujer durante una noche, tras la cual si su aliento olía a cebolla
pues todos los m iem bros poseen sus vasos san guín eo s, así p ues, el significaba que la paciente estaba en estado de gestación.
corazón h ab la claro sobre la circu lació n h acia cad a m iem bro. H ay
La última parte del documento contiene dos párrafos que no se
cuatro vasos en la n ariz, dos p ro d ucen m u co sid ad y dos p ro d u cen
sangre. H ay cuatro vasos en el in terio r de la sien que sum in istran
encuadran en ninguna de las categorías anteriores. El primero habla
san gre a los ojos y todas las en ferm ed ad es de los ojos vienen a tr a sobre el tratamiento del dolor de muelas durante el embarazo, mien
vés de ellos, pues se p ro d u ce un a fuga h acia los ojos. En cuan to al tras que el segundo trata sobre la posible aparición de una fístula en
agua (lágrim as) que d escien d e de ello s, son las p u p ilas las que la tre la vejiga y la vagina.
p ro d u cen ... A continuación se incluyen algunos ejemplos para que el lector
[...] pueda tener un conocimiento más cercano tanto del estilo como de
... raíz de gran ada 5 ro (unidad de m edida egip cia que equivalía a la estructura del papiro, en los cuales se exponen los procedimientos
15 cc), agua 10 ro, la m ezcla perm anece d uran te la noche en el rocío para determinar el estado de gestación de una mujer:
y después es escurrida y tom ada un día después.
Otro: cebada del A lto E gipto 5 ro, sal del norte 2 Vi ro, agua
«P ara determ inar si una m ujer concebirá o no.
10 ro, lo mismo.
D ebes hacer aceite fresco y [...] debes [...]
Otro: zumo de acacia 5 ro, agua 10 ro, la m ezcla perm anece
Si los vasos sanguíneos de su trip a se encuentran dilatados, en
durante la noche en el rocío y después es escurrida y tom ada un día
tonces debes decir sobre ello que es por el em barazo.
d espués».
Si la encuentras flácida, entonces debes decir que dará a luz con
(V éase E bbell, 1937.) retraso.
Pero si la encuentras... [colum na 3, 12-14]
Tú debes hacerla sentar sobre tierra m anchada con sedim entos
El Papiro Ginecológico de Kahun de cerveza dulce [...]
[...] exp ulsa, entonces dará a luz.
El papiro está fechado, según una inscripción en el recto, du Y por cada vez que expulse por la boca, cada una entonces es un
alum bram iento [...]
rante el año veintinueve del reinado de Amenemhat III (aprox. 1825
Si no expulsa, entonces nunca dará a luz. [colum na 3, 15-17]».
a. C.). El texto fue publicado en facsímile con transcripción jeroglí
fica y traducción al inglés realizada por Griffith en 1898. En la actua (V éase Q uirke, 2002.)
lidad se conserva en el University College de Londres.
El documento ginecológico se puede dividir en treinta y cuatro
párrafos, de los que los primeros diecisiete tienen un estilo y estruc Otros papiros médicos
tura similares, comenzando con un título y seguidos de una breve
descripción de síntomas, aunque no siempre tienen que ver con los El Papiro Hearst. Debe su nombre a William Randolph Hearst,
órganos reproductivos. quien financió gran parte del trabajo llevado a cabo en Egipto por la
348 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Ciencia, tecnología y medicina 34 9
Universidad de California. Data de la dinastía XVIII, durante el rei El Papiro Brooklyn. Este documento tan solo se centra en las mor
nado de Tutmosis III, y se encuentra en la actualidad en la Univer deduras de serpientes y se fecha entre la dinastía XXX y el inicio del
sidad de California. Tiene un total de dieciocho páginas (doscientos período ptolemaico. Se encuentra en el Brooklyn Museum. El estilo
sesenta párrafos) y se centra en las afecciones del cabello, la sangre, de los remedios que se aconsejan para extraer el veneno de arañas, es
el sistema urinario y las mordeduras y picaduras. corpiones y serpientes recuerda al utilizado en el Papiro Ebers.
El Papiro Chester Beatty. Su nombre procede del millonario co
leccionista de libros, manuscritos y arte antiguo, sir Alfred Ches
ter Beatty, quien donó diecinueve papiros, encontrados en Deir el- T ratam ientos m éd ico s y cirugía
Medina en 1928, al Museo Británico, entre los que se encontraba
este texto. El papiro forma parte de una colección más amplia, hoy Antes de realizar cualquier intervención, el doctor debía hacer
dispersa entre la Biblioteca Chester Beatty de Dublín, el Museo un diagnóstico detallado utilizando sus conocimientos y maestría,
Ashmolean de Oxford y el Instituto Francés de El Cairo. Sin em basados en gran parte en la experiencia acumulada por casos de pa
bargo, el poseedor original de la colección fue un escriba de la di cientes y años de desempeño de su oficio. Es más que probable que
nastía XIX llamado Q en-her-k hepeshef, de quien la recibieron sus los médicos más profesionales poseyeran una pequeña biblioteca de
herederos hasta ser depositada en una tumba. Fue traducida por sir referencia que podría actuar como vademécum, compuesta de di
Alan Gardiner en 1935 y entre los contenidos médicos destacan los versos papiros médicos como los expuestos antes. Una vez locali
encantamientos dirigidos contra los males de la cabeza, así como re zada la afección, se procedía a la fabricación de la medicina, for
medios y conjuros contra las afecciones del recto. mada normalmente por compuestos naturales.
El Papiro médico de Berlín. Comprado por Giuseppe Passa- Las afecciones más comunes estaban relacionadas con infeccio
lacqua en Sakkarah, fue vendido junto con otros objetos a Federico nes por parásitos intestinales y dolencias relacionadas con los ojos.
Guillermo IV de Prusia en 1827 para el Museo de Berlín. Su estilo Estas últimas debían estar bastante extendidas entre la población,
parece datarlo durante la dinastía XIX y fue traducido al alemán por pues la constante exposición al sol, la arena y el polvo en ocasio
Wreszinski en 1909. Contiene veinticuatro páginas (veintiuna en la nes conducía a la ceguera. Los egipcios pensaban que la ceguera se
parte delantera y tres en la trasera) y su estructura es muy similar al podía curar, utilizando entre otros remedios la sangre del murcié
Papiro Ebers. lago, debido a que se consideraba que poseía propiedades especia
El Papiro Médico de Londres. Este escrito comprende dieci les dado que ellos creían que este mamífero volador podía ver en la
nueve páginas, casi todas ellas dedicadas a conjuros mágicos contra oscuridad. Otro remedio contra la ceguera era el siguiente:
diversas afecciones. Pasó a manos del Museo Británico de Londres
en 1860, después de haber pertenecido al Royal Institute de Lon «D os ojos de cerdo m ezclado con su hum or (líquido que en el
globo de los vertebrados se halla delante del cristalino), galena, ocre
dres, y data del reinado de Tutankhamon. Su estado de conservación
am arillo, m iel ferm entada. Triturar, reducir e inyectar en el ojo del
es bastante lamentable. paciente quien se curará inm ediatam en te».
Los Papiros del Ramesseum. Son un total de diecisiete papiros
P apiro Ebers (véase E bbell, 1937).
encontrados en el templo funerario de Ramesses II que Gardiner fe
chó en la dinastía XIII. El contenido más destacado se halla en las Los médicos egipcios declinaban cualquier responsabilidad en
partes III, IV y V, las cuales están escritas en columnas verticales, lo caso de que no funcionara el remedio si las prescripciones habían
que es una novedad. En ellas se tratan enfermedades oculares, de sido suministradas según sus parámetros. No era el caso si el médico
tipo ginecológico y muscular, y las relativas a los tendones. se arriesgaba a seguir sus propios caminos experimentales y recetaba
El Papiro Carlsberg. Propiedad de la Fundación Carlsberg, se remedios que no habían sido comprobados con anterioridad.
encuentra en el Instituto de Egiptología de la Universidad de Co Debido a las duras condiciones de trabajo, también eran comunes
penhague. Data de las dinastías XIX o XX y abarca males relativos las afecciones relacionadas con los huesos y las articulaciones, tales
a los ojos, así como temas relacionados con el embarazo, mostrando como la inflamación de estas últimas, artritis, fracturas, quifosis (cur
similitudes con los Papiros de Berlín y de Kahun. vatura de la columna vertebral), osteo-artritis, etc. Los papiros mé
350 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Ciencia, tecnología y medicina 351
dicos informan de que el médico era capaz de diferenciar entre los se pensaba era influencia de malos espíritus sobre el paciente e in
distintos tipos de afecciones de los huesos, siendo la más común la in cluso se solicitaba la ayuda de los antepasados muertos para conse
flamación localizada ( -shfnwt -), la fractura simple donde el hueso se guir la recuperación del sujeto. Cuando todo fallaba, al antiguo egip
ha partido en dos (-sdj-) y la fractura múltiple (-pshn-). cio siempre le quedaba el consuelo de sus creencias en una vida más
Los restos de esqueletos de los constructores de pirámides de agradable en el Más Allá, en los campos de laru.
muestran que las fracturas eran tratadas siguiendo técnicas muy
modernas. Lo primero era volver a alinear el hueso fracturado uti
lizando algún tipo de anestesia, para después inmovilizarlo con Patologías docum entadas a partir de restos hum anos
una tablilla atada con vendas al miembro afectado o utilizando una y representaciones artísticas
suerte de escayola fabricada con leche de vaca mezclada con cebada
u hojas de acacia a la cual se le añadía, para dar consistencia, resina Varias son las afecciones más comunes que han identificado los
y agua. Solo en casos extremos se recurría a la amputación. En este patólogos forenses a través de los restos que han llegado en mejor o
caso, el enfermo podía llegar a usar prótesis. peor estado de conservación hasta nuestros días. Basándose en es
Se conocen algunos ejemplos, tales como el dedo del pie de ma tas evidencias y contrastándolas con las procedentes de las represen
dera perteneciente a una anciana de cincuenta o sesenta años, dise taciones artísticas, los investigadores han detectado una serie de en
ñado para facilitarle el caminar tras una amputación. No obstante, fermedades y afecciones que debían ser comunes en el valle del Nilo.
también cabe la posibilidad de que hubiera podido ser añadido a su Entre ellas destacan las que se exponen a continuación.
momia una vez fallecida. De los esqueletos recuperados de los tra
bajadores antes mencionados, dos presentan trazas de haber sufrido
operaciones exitosas, ya que el hueso acabó sanando, lo que indica Enfermedades causadas por parásitos
que el individuo gozó de algunos años más de vida.
En cuanto al instrumental médico se refiere, antes de la llegada Esquistosomiasis o infección producida por un gusano platel-
de los instrumentos de metal (bronce y hierro), los médicos egip minto de la clase tremátodos relativamente común en los países en
cios utilizaban para sus intervenciones utensilios hechos de sílex y vías de desarrollo, en especial en Africa, llamado Schistosoma (o es-
obsidiana. Una vez pasaron a generalizarse los instrumentos metáli quistosoma), que penetra por la piel en contacto con el agua, ocasio
cos se hizo necesario cauterizar las heridas, para lo cual, según rela nando una urticaria en ella, para localizarse luego en las venas de di
tan algunos escritos, se calentaba el objeto metálico hasta el rojo, lo ferentes órganos, principalmente el hígado y el intestino, en el caso
que permitía practicar al mismo tiempo la incisión y sellar el corte de la esquistosomiasis intestinal, o en las de la vejiga, en el de la es
de la misma. quistosomiasis vesical, donde producen reacciones inflamatorias y
Uno de los principales testimonios que han sobrevivido hasta la cicatrices.
actualidad se encuentra en un relieve esculpido en uno de los pa Uno de los ejemplos de la existencia de esta enfermedad parasi
sillos exteriores situado en el templo de Kom Ombo. En él se re taria en el Antiguo Egipto se encuentra en la momia de Nakht, de la
presenta una ofrenda de utensilios médicos que suman un total de dinastía XXI, donde se hallaron no solo restos conservados de tenia,
treinta y siete, comprendiendo cuchillos, espátulas, sierras, tijeras, sino también huevos del esquistosom a haem atobium , lo cual produjo
sondas, etc. No obstante, algunos historiadores han atribuido un sin duda alteraciones e infecciones hepáticas.
origen romano a este instrumental.
Como conclusión se puede añadir que Egipto tenía un gran ni
vel en cuidados médicos, muy superior a muchos de sus pueblos Infecciones virales y de origen bacteriano
coetáneos y, en algunos casos, las técnicas y tratamientos administra
dos a los pacientes son comparables a muchos de los que se siguen Tuberculosis: enfermedad infecciosa producida por el M icobac-
en la actualidad. No obstante, cuando los remedios propuestos por terium tuberculosis. Normalmente afecta primero a los pulmones,
el especialista fallaban se recurría a la magia para ahuyentar lo que pero puede extenderse a otros órganos. Se han encontrado eviden
352 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín Ciencia, tecnología y medicina ^3
cias que indican que la enfermedad apareció en Nesparehan, un sa La mayoría de los casos se produce por acondroplasia, trastorno
cerdote de Amón de la dinastía XXI, pues su momia padecía los sín óseo genético que se presenta en uno de cada 25.000 niños que na
tomas típicos de afección en las vértebras torácicas que resulta en la cen vivos. Es el tipo más frecuente de enanismo, y se presenta con
quifosis angular (aparición de joroba). También es posible que esta brazos y piernas cortos en proporción a la longitud corporal. Ade
enfermedad hubiera estado presente en los restos humanos halla más, con frecuencia, la cabeza es de un tamaño mayor y el tronco de
dos por Petrie y Quibell en 1895 en Nagada, así como en los res tamaño normal.
tos de nueve individuos conservados en el Real Colegio de Ciruja Se conocen más de doscientas representaciones de enanismo
nos de Londres. procedentes de época faraónica, de las cuales la más conocida es la
La representación de jorobados no es rara en el Antiguo Egipto, estatua de Seneb y su familia. Dicha representación parece indicar
lo que podría ser un indicio de lo extendido de esta enfermedad. una aceptación de este tipo de anomalía dentro de la sociedad egip
No obstante, no debe pasarse por alto que la aparición de la quifo cia. Otros testimonios corroboran el hecho, como es el caso de la es
sis no viene dada solo por la tuberculosis, y es precisa cierta cautela tatuilla de Khnumhotep, hallada en Sakkarah y fechada en la dinas
a la hora de atribuir a esta enfermedad los casos de representaciones tía V. La representación de un enano en la tumba del mencionado
que han llegado hasta nuestros días. Los casos más antiguos son de Deshasheh, así como el dibujo del enano Zer, en Abydos, de proce
época predinástica y fueron encontrados en Asuán (representación dencia predinástica, abundan en lo mismo En cuanto a restos hu
en una cerámica de arcilla). En otro caso se trata de una estatuilla de manos con acondroplasia, destaca el esqueleto fragmentado hallado
marfil, en la cual está claramente marcada la protuberancia en la es en Badari y descrito por D. Brothwell, que presenta un cráneo con
palda y en el pecho, mientras que la tercera representación de estos forma y tamaño normales, pero con los cúbitos y radios cortos y ro
casos viene de la mano de una estatua de madera, hoy en el Museo bustos.
de Bruselas, que representa a un hombre con una gran protuberan
cia en la espalda.
Otras representaciones más tardías también indican deformacio El m édico-sacerdote en el A ntiguo Egipto
nes posiblemente causadas por la tuberculosis. Entre ellas destaca la
representación localizada en una tumba de la dinastía IV en la que se La palabra egipcia equivalente a médico era -swnw-, cuya raíz
muestra a una sirviente con lo que parece una obvia quifosis angular. -swn- significa «sufrir dolor». En la representación del jeroglífico la
La misma característica aparece en la representación pictórica de un palabra incluye el signo de la flecha, lo cual podría referirse al dios
jardinero en una tumba del Reino Medio localizada en Beni Hassan. Djehuty (Thoth), quien en el mito osiriano cuidaba de los heridos
Poliom ielitis: enfermedad infecciosa viral muy contagiosa que en la batalla. No obstante, todos eran sacerdotes relacionados con
ataca al sistema nervioso central, causando parálisis permanente de la diosa con cabeza de leona Sekhmet, la cual tenía poder tanto para
los músculos y, con frecuencia, la muerte. El poliovirus es el cau propagar la enfermedad como para lograr su cura.
sante de la enfermedad. Algunos casos señalados en el Antiguo Tal y como sucedía en otras actividades laborales, los médicos
Egipto son los de Deshasheh, cuya momia, de época muy temprana, egipcios se organizaban en distintas categorías. En este sentido es
presenta un miembro inferior más corto que el otro; el del faraón fundamental la información que transmite el Papiro Edwin Smith,
Siptah, o el de Khnum Nekht, de la dinastía XII, ambos con los típi según el cual en el oficio médico se distinguirían tres escalafones, a
cos síntomas de las secuelas de la enfermedad. saber, los -sw nw (posiblemente un médico generalista), los -wabw-
(los puros) y los -saw- (los guardianes).
Los sw n w eran el rango más bajo en la profesión médica. Su sa
Deformidades piencia derivaba de manera directa de los escritos médicos, así como
de los avances obtenidos por los expertos de palacio, pero su repu
Se conocen varios casos de deformaciones a través de las mo tación la ganaban forjándose su propia carrera de éxitos y fracasos
mias, incluso de algunos reyes, pero tal vez la más llamativa sea la según su propia experiencia. Además de ejercer de médicos genera-
del enanismo. listas, también ejercían de dentistas, fabricaban pócimas y ungüen-
354 Jesús J. Urruela Quesada y Juan Cortés Martín
tos para la piel, para las afecciones oculares e, incluso, desempeña Tabla de equivalencias
ban el papel de cirujanos veterinarios. También ejercían el oficio de Jeroglífico E gipcio fo n é tico A lfabeto latino
lo que hoy se llamaría controlador de plagas, encargándose de man
l A
tener limpias las casas de mosquitos, ratas, etc. Es probable que el
oficio fuese hereditario, y, por tanto, la promoción a unos escalafo l i i
nes superiores de la carrera médica sería muy difícil.
*= /] c a
Los w ab w son mencionados en el Papiro Ebers como los w abw -
Skhmt, es decir, los «puros de la diosa Sekhmet». Su estatus era su *
W w
perior al de los sw n w y, por tanto, trataban las dolencias de los per
sonajes más acomodados de la sociedad. Además de la práctica W W
n
médica desde el punto de vista científico, también practicaban ritua !j b b
les de tipo religioso para conseguir o reforzar las curas, en especial
□ P
invocando a Djehuty y a Sekhmet. P
Los saw eran la élite de los médicos en el Antiguo Egipto. Eran ellos f /
los responsables de velar por la salud de los estratos sociales más im
portantes. Su formación había tenido lugar dentro de los muros de los m m
templos y palacios, en las per-ankh («Casa de Vida»), entre las cuales n n
destacaban las de lo n u (Heliópolis) y Sais. El aprendizaje era dirigido
n N
por un reputado maestro y la formación era prolongada y exigente. Al H
igual que los w abw recurrían a la magia en algunos casos para alejar el <=> r r
mal de los pacientes, el cual estaba simbolizado en un escorpión y de
h h
ahí uno de sus títulos como «aquel que domina los escorpiones». El ra
>000
cargo más elevado que podían alcanzar los saw era el de «grande de los h H
saw de palacio», cuya responsabilidad no era solo el cuidado de la sa
© h X
lud de la familia real, sino también la de todo el Estado.
Los médicos del Antiguo Egipto adquirieron un gran renombre 0 =
h X
en el mundo antiguo debido a sus altos conocimientos. Así, el mismo
— z
Ciro el Grande, rey de los persas, requirió los servicios de un ocu z
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Nationale.
INDICE DE ILUSTRACIONES
Cuento del náufrago, 308, 312 Estela de Kamose, 302 Huy, 53, 289, 291 Libro de las Horas, 125
Cuento del príncipe predestinado, Estela de la Restauración, 176-178 Libro de las Puertas, 125, 160, 174,
6 3 ,3 0 8 ,3 1 3 Estela de Meternich, 241, 370 Ihy, 166 2 1 1 ,2 1 4 ,2 2 5 ,3 3 4
Eusebio de Cesarea, 59 Illahun, 18 Libro de lo que hay en el Amduat,
Dashur, 157 Ineni, 83,338 174,211,214
Decreto de Horemhed, 47, 106, 176- Flavio Josefo, 59, 303 Isifet, 77-79, 195 Libro de los Dos Caminos, 125, 214-
177 Isis, 30, 59, 67-69, 83, 125, 130, 132- 216
Decreto de Nauri, 119 Geb, 67, 130-132, 136-138, 144-146, 133, 135-137, 142, 146, 152, 156, Libro de los Muertos, 125, 131, 141,
Decreto de Pepy, 105 152, 165, 188, 199-200, 231 190-191, 199-203, 207, 225, 228, 148-149, 151, 196, 210-211, 214-
Deir el-Bahari, 54, 70-71, 83-84, 170, Guiza, 4, 15, 18, 32, 48, 97, 136, 157, 231, 244-245, 247, 266, 286, 289, 217,245
220, 239, 298, 335, 369 1 9 7 ,2 1 8 ,2 5 8 ,3 3 5 -3 3 6 ,3 3 8 ,3 6 9 303,330-333,370 Lista de Abydos, 60
Deir el-M edina, 18, 20, 22, 29-31, 48, Iunu, 4, 36, 131, 136, 143-144, 146, Luxor, 155, 167, 181, 252, 260, 284,
1 9 7 ,2 2 9 ,2 9 6 ,3 1 6 ,3 4 8 Hapidjefa, 206, 208, 300 148, 150-151, 154, 161-163, 168, 303,370
Dendera, 4, 15, 23, 141, 148, 166, Hapu, 2 7 ,9 5 ,9 8 173-174, 230-231, 236, 241, 281,
220, 242, 280, 370 Hapuseneb, 171-172, 283, 289 287 Maat, 64, 66-67, 77-79, 103, 131,136,
Dhehutymes, 172 Hathor, 84-85, 130, 132, 135-136, 154, 161, 170, 188, 195-196,217,
Diálogo del Desesperado, 307, 310, 138, 152, 156, 161-162, 166, 181, Jorge Syncelo, 59 2 2 4 ,2 6 3 ,3 0 4 ,3 1 0
315 228, 236, 242, 244, 259, 280, 290, Julio el Africano, 59 Manetón, 59-60, 80-82, 162
Diodoro Sículo, 49 333,370 Medinet Habu, 54, 56, 107, 155, 181,
Diógenes Laercio, 103 Hatshepsut, 45, 64, 70-71, 74, 80, 82- Kadesh, 50, 53, 55, 168, 181,302 184,221,263-264
Djehuty-Thoth, 27, 63, 129, 137-138, 86, 95, 126, 144, 163, 170-172, Kahun, 1 8 ,2 2 ,2 8 ,9 7 ,3 4 3 ,3 4 8 Menes, 58, 6 0 ,81, 180
140, 146-148, 152, 208, 217, 231, 220, 239, 275, 283, 289, 294, 298, Karnak, 58, 60, 74, 76, 96, 98, 150, Menfis, 12, 15, 35-36, 45, 53, 60, 90-
240, 245, 251, 294, 296, 329-330, 3 1 4 ,3 3 5 ,3 3 9 ,3 6 9 -3 7 0 154-155, 157, 165, 167, 169-171, 92, 97, 101, 107-108, 129, 137-
353-354 Heka, 160, 225 173-177, 179-181, 184, 186, 188, 138, 157, 166, 173-174, 178-180,
Djeser, 119, 143, 155, 195, 205, 257, H ekanakhte, 30, 114, 300 234, 252, 262-263, 265, 268, 275, 209, 218, 227, 254, 269, 275, 281
335 Heliópolis, 4, 15, 131, 136, 142-143, 279-285, 288, 290, 302-303, 319 M enkheperreseneb, 283
148, 150, 162-163, 166, 173-175, Kemet, 44 Mentuhotep II, 102, 153, 180, 220,
Ebana, 170,295,301 177-178, 230, 241, 275, 281, 287, Kheops, 32, 63, 163, 335 260-261
Edfú, 4, 15, 53, 101-102, 125, 141, 354 Khepri, 136, 149-150, 163 Mery-aa, 30
148, 252, 254, 266, 370 Heracleópolis, 4, 15, 101-102 Khnum, 84, 136, 290, 352 M ery Kebi, 26
El-Amarna, 15, 18, 20, 39, 64-65, 92, Herihor, 51, 187-189, 263,285 Khonsu, 136, 156-157, 165, 188-189, Mery-Neith, 80-81
107, 146, 172, 176, 178, 252, 269, Heródoto, 34-35, 81, 326-327, 335 2 6 3 -2 6 4 ,2 9 0 ,3 0 1 ,3 3 0 Merytamon, 288-289
303,337 Hieracómpolis, 15, 101, 162,256-257 Khufu, 2 7 ,3 2 ,6 3 , 163,232 Metjen, 47, 93, 100, 109-111, 116-
El-Fayum, 4, 19, 82, 107, 110, 138, Himno Caníbal, 123 Kom el-Ahmar, 256 117,299-300
337 Himno de Amón-Ra, 125, 141, 153, Kom Ombo, 15, 75, 266, 336, 350 Min, 31, 132, 137, 153,165, 167,228,
El-Kab, 28, 170 174 2 6 1 ,2 8 7 ,2 9 0
El-Lisht, 19, 107, 220 Hordjedef, 27, 232 La destrucción de la H um anidad, 63, M o’alla, 10-102,220,300
Enseñanza de Any, 43, 307 Horemheb, 46, 119, 176, 178-179, 132, 135-136,214 Mut, 136-137, 155-156, 165, 181,
Enseñanza de Djedjefhor, 305 209, 269, 284 La disputa de Horus y Seth, 63, 79, 1 8 6 ,2 3 4 ,2 6 4 ,2 7 3 ,2 8 0 ,2 8 8
Enseñanzas de Amenemhat I, 65, Horus, 22, 60, 62-63, 67-69, 72, 75- 125, 145,308,313 Mutnofret, 82
306,310 76, 79-80, 84-85, 92, 100-102, Lamentaciones de Isis y Neftis, 125
Enseñanzas de Ptahotep, 25, 94, 304 106, 125, 129, 132-133, 135-136, Lamentaciones de Ka-kher-pe-ra- Naga el-Deir, 23-24
Enseñanzas para Duaf, 35 142, 145-146, 149, 152, 158-159, sen eb ,307,310 Naharin, 170, 180
Enseñanzas para M erika-ra, 63, 67, 161-162, 170, 172, 180, 199, 201- Las nueve palabras del habitante del Nebunef, 280, 284
9 1 ,3 0 5 ,3 0 8 203, 235, 240-241, 243-245, 247, oasis, 308 N eferirkara Kakay, 60, 117, 158, 219,
Enseñanzas sobre la lealtad, 311 251-252, 254, 256-257, 266, 308, Letanías de Ra, 125, 151, 174, 215- 277,294
Esamenhotep, 268 3 1 2 ,3 2 5 ,3 3 0 ,3 3 3 ,3 7 0 216 Nefertiti, 80, 85, 172, 178
Esna, 28, 125 Hu, 152, 160, 225,333 Libro de la Vaca Celeste, 210, 214 Neftis, 125, 137, 142, 146, 152, 199-
Estela de Horemhed, 105 Huni, 109-110 Libro de las Cavernas, 211, 214-215 2 0 1 ,2 0 8 ,2 3 1 ,2 4 5 ,3 3 0
37 4 índice de nombres
índice de nombres 375
Nekhbet, 62, 132-133, 137-138, 162 Papiro Louvre, 268 268, 279-280, 284, 288, 30 3 ,3 0 6 ,
Ramesses XI, 29, 184-185, 188-190,
Nekhen, 4, 79, 105, 131, 162, 256 Papiro MacGregor, 242
263 3 2 5 ,3 3 8
Nubia, 4 2 ,5 0 ,5 2 ,5 6 , 98-99,119,170, Papiro médico de Londres, 348 Ramesseum, 107, 109, 180-181, 221, Tefnut, 77-78, 138, 143-144, 146, 159
175, 181-182, 185, 187, 264, 300, Papiro M illingen, 65 264 -2 6 5 ,2 6 9 ,2 8 2 ,2 9 4 Tell el-Daba, 4, 24, 82
336-337,370 Papiro Moscú, 323 Rekhmi-ra, 94-95, 98, 301, 315, 318 Templo de Amón, 58, 95, 103, 107,
Nut, 130,132,136-138,144-146,152, Papiro Prisse d ’Avennes, 305 Renefert, 105 165, 174, 183, 186, 189, 181,221,
2 3 1 .3 3 0 .3 3 2 - 334 Papiro Rhind, 323-325 Rollo de cuero de Berlín, 297 262, 265, 268, 271, 279-303, 313,
Papiro Turin, 42, 268, 301, 316 319,369-370
Orion, 164, 333 Papiro Westcar, 2 5 ,2 7 ,1 6 3 ,2 3 3 ,3 0 8 , Sakkarah, 4, 23-24, 60, 80, 110, 157, Templo de Amón de Djeme, 264
Osiris, 67-69, 72-73, 124, 131, 133, 310 2 0 9 ,2 1 8 ,257-258,335 Templo de Horus, 251-252, 254, 266,
136-138, 142, 144-146, 149-150, Papiro Wilbour, 165, 268 Sátira de los Oficios, 19, 35-36, 44, 370
158, 162, 164, 166-167, 180, 182, Parennefer, 39 306,310 Templo de Isis, 266, 370
190-191, 194-196, 198-204, 206, Pepy I, 60, 104, 144, 150, 157, 211, Sebenitos, 15, 59, 303 Templo de Khonsu, 263
208, 210, 212, 215-218, 227-228, 300 Seguidores de Horus, 60 Templo de Sethy I, 273
231, 242, 245, 247-248, 251, 273, Pepy II, 47, 81, 105, 117, 150, 206, Senehet, 66, 91, 298, 308 Templo de Sobek, 266
2 9 0 .3 3 0 .3 3 2 - 333,370 2 1 1 ,3 0 0 ,3 0 2 ,3 1 3 ,3 3 3 Senenmut, 45, 126, 275, 279, 294, Templos funerarios, 58, 62, 70, 76,
Philae, 2 6 6 ,2 9 5 ,3 7 0 314.335 92-93, 107, 109, 117, 193, 204,
Palestina, 32, 257 Pi Ramesses, 55, 107, 265 Senusert I, 65, 71, 74, 91, 98, 143, 2 1 8 ,2 2 1 ,2 5 0 ,2 6 2 ,2 6 7 ,2 9 3
Paleta de Narmer, 50, 161, 369 Piankhy, 187 167,261 ,2 8 2 ,2 9 8 ,3 1 0 -3 1 1 Textos de las Pirámides, 71, 123, 125,
Panehesi, 51, 184-188, 285 Piedra de Palermo, 60, 111, 161, 301 Senusert II, 100, 221, 310 141-142, 144-147, 150, 164-165,
Papiro Abbott, 261 Piedra de Rosetta, 294, 297 Senusert III, 103, 302, 310 175. 196, 2 0 4 ,2 0 9 -2 1 3 ,2 1 6 , 233,
Papiro Amiens, 42, 268 Piedra de Shabaka, 141, 158-160 Senyuker, 166 257,333
Papiro Anastasi I, 53 Pinedjem, 263 Serapeum, 129, 286 Textos de los Sarcófagos, 78, 125,
Papiro Anastasi II, 169 Plutarco, 145, 191,200 Serapis, 138, 191 141, 147-148, 208, 211, 213-214,
Papiro Anastasi III, 52 Poema de Kadesh, 168, 181 Seth, 63, 68-69, 79, 125, 133, 136- 216,219
Papiro Berlin, 125, 141, 163,273,348 Profecía de Neferty, 78, 308, 310 138, 142, 145-146, 199-201, 203- Thekhe, 268
Papiro Bolonia, 53 Ptah, 12, 60, 129, 132, 136-138, 140, 2 0 4 ,2 1 6 ,2 3 6 ,3 0 8 ,3 1 3 ,3 2 5 ,3 3 0 Thinis, 4, 15, 183,220
Papiro Boulaq, 125, 153, 173-174 148, 153-155, 157-162, 172-173, Sethy I, 60, 106, 115, 180, 182, 215, Thueris, 20-21, 138, 224-228, 244
Papiro Bremner Rhind, 125, 141, 177-183, 1 9 1 ,2 5 4 ,2 7 5 ,2 8 1 ,3 7 0 2 5 1 ,2 6 9 ,2 7 3 ,2 8 4 ,2 8 9 ,3 0 1 Tiaa, 86, 289
238,323-325 Ptolomeo I, 59, 191, 266 Sethy II, 119, 86, 182,284 Tunroy, 60
Papiro Brooklyn, 46, 349 Ptolomeo II, 59, 191, 266 Setnakhte, 86 Tutankhamon, 18, 40, 55, 176, 178-
Papiro Carlsberg, 348 Ptolomeo III, 331 Sia, 152, 160,225 179, 205,209-210 ,348
Papiro Chester Beatty, 235-236, 240, Ptolomeo VIII, 75 Sinaí, 43,312
310,317 Puní, 56, 154,312 Siria, 32, 41, 43, 157, 180 Unas, 123,204,211-212
Papiro de la Adopción, 29 Snefru, 28, 47, 78, 93, 100, 105, 110,
Papiro de la Coronación, 298 Radjedet, 163 116, 118-119, 122, 205, 218-219, Valle de los Reyes, 4, 86, 96, 144, 160,
Papiro Dramático del Ramesseum, Rahotep, 183 2 9 5 .3 0 8 .3 3 5 2 0 9 ,2 1 4 ,2 2 1 ,2 6 3 ,3 3 8
298,348 Ramesses I, 179-180, 284 Sokar, 161,210 Viaje de Wenamon, 189, 308, 313
Papiro Ebers, 343-345, 348-349, 354 Ramesses II, 30, 40, 53, 58, 60-61, 70, Sopdep, 138,252,328-329,331
Papiro Edwin Smith, 343-345, 353 7 4 ,8 4 ,8 6 , 89, 115, 143, 146, 157, Shu, 78, 130-132, 137-138, 143-148, W adi Hammamat, 4, 337
Papiro ginecológico de Kahun, 343, 168, 180-183, 221, 233, 252, 262- 153, 159, 175,231 W adi Kubbaniya, 51, 54
348 263, 265, 268, 280, 284, 291, 301, W adi Natrom, 205, 235
Papiro Harris, 31, 93, 146, 236-237, 3 0 3 ,3 2 3 ,3 4 8 Tablilla de Sakkarah, 60 W adjet, 62, 132, 138
263,316 Ramesses III, 31 ,5 4 , 61, 93, 108, 115, Tanis, 15, 107, 180, 221, 265-266 W aret, 103
Papiro Hearst, 347 167, 1 83,221,240,263-266 Tebas, 4, 15, 45, 51, 93, 95, 97, 101- W aset, 4, 36, 51, 95, 102, 153-154,
Papiro Insinger, 26 Ramesses IV, 183, 260, 263, 338 102, 107, 136, 151, 153-155, 164-165, 1 73,220,338
Papiro Koller, 53 Ramesses IX, 108, 184, 282, 338 164-166, 172-175, 180-181, 184- W eni, 32, 104-105, 299-300, 333
Papiro Lansing, 38, 44 Ramesses V, 183 188, 190-191, 206, 220, 251, 262, W epwawet, 31
Papiro Leiden, 141, 155, 229, 236 Ramesses VI, 183, 289
Je sú s J. u rru ela Q uesada es doctor en
Filosofía y Letras (Historia Antigua), profe
sor titular de Historia Antigua del Departa
mento de Historia Antigua de la Facultad
de Geografía e Historia de la Universidad
Complutense de Madrid, especializado en
Historia de Egipto. Arqueólogo de campo
durante doce años, con cuarenta y cinco
de experiencia docente en el campo de la
Egiptología. Ha publicado libros y artícu
los sobre la civilización egipcia, ha dirigi
do proyectos de Investigación subvencio
nados por la UCM y por el Ministerio de
investigación, Ciencia y Cultura, y ha sido
miembro de la Société Française d'Egyp-
tologie, de la Fondation Égyptologique
Reine Élisabeth y de la Egypt Exploration
Society. En la actualidad prepara un ensa
yo sobre diversos aspectos de la Investi
gación egiptológica.
# # # Marcial
Pons