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Según el Derecho Romano existen dos tipos de modos de adquisición de la propiedad que son por
título particular y per universitatem, veamos a profundidad cada uno de ellos:
Per Universitatem
Este es un modo de adquisición de propiedades el cual tiene por objeto la sucesión o la transferencia
de un patrimonio entero, o una cuota-parte del mismo, este puede ser la mitad o la cuarta parte de
un patrimonio. Esto implica que cuando se adquiere por este modo, las obligaciones y derechos
reales son transferidas al adquiriente por lo tanto él deberá estar obligado a pagar las deudas de
aquella persona que le perteneció dicho patrimonio. Generalmente este modo se trasmitía a la
muerte del dueño, aunque este también se podía transmitir estando en vida.
Aquí es donde entra la herencia, generalmente se clasifica aparte, pero este es también otro tipo de
adquisición, así que también forma parte de este tema.
Título Particular
Este es otro de los modos de adquisición de propiedades del Derecho Romano, es la contraposición
de lo que es el modo per universitatem, está a diferencia del modo anteriormente mencionado,
hacía que determinados bienes que se adquieren, se adherían al patrimonio del adquiriente,
haciendo que quedara ajeno a las deudas que el propietario anterior pudiera tener.
La occupatio
La ocupación u occupatio es la adquisición de la propiedad mediante la toma de posesión de una
cosa que no tiene dueño.
Para ello tenían un sistema que controlaba distintas situaciones que podían surgir con ciertos
objetos o bienes como, por ejemplo:
4. Los tesoros:
Según el Derecho Romano un tesoro es una suma de dinero u objetos preciosos, escondidos
desde hace mucho tiempo y el cual su del propietario no se sepa nada. Estos, en un principio
únicamente pertenecían a las personas que los encontrasen, y no al dueño del fundo o lugar
donde se hallasen, pero luego se disidió que estos dos se repartieran la mitad del tesoro.
Y si estos tesoros se encontraban en monumentos, santuarios, etc. La mitad será para quien
lo encontrase y la otra mitad seria vendida para llenar las arcas del Estado.
La traditio
Traditio (entrega en latín), o también tradición, consistía en la entrega consensuada de objetos entre
dos personas con la intención de transmitir y recibir.
Aquí forman parte de esto dos personas el tradens, quien da el bien u objeto y el accipiens, quien
es el que lo recibe. Para que la tradición se dé por efectiva, debe de constar con dos partes:
1. Consentimiento:
Ambas partes deben de dar el consentimiento de poder recibir y entregar. No importa si
este consentimiento se da por una causa injusta o imaginaria, es decir si A le da dinero a B,
porque B le hizo creer a A que lo debía, es legal y no tiene ninguna penalización.
Si alguna de las partes pide la realización de una acción para realizar la tradición, se esperará
a la realización de dicha acción, mientras tanto el tradens tendrá la posesión del objeto,
pero el accipiens puede usarlo, y si la acción no es realizada pasará a posesión del accipiens.
2. Remisión de la posesión:
Esto quiere decir que, al entregar algo por tradición, debe ser visible que dicho algo se
entregó. Si el objeto es pequeño y accesible el cambio deberá ser mano a mano, y si es
grande, se deberá mostrar en alto y entregarlo. Pero si el objeto permanece en una bodega,
el tradens deberá darle la llave de la bodega para que el accipiens pueda usarlo a gusto.
La accesión
Se da a cabo la accesión cuando una cosa se adhiere de forma inseparable a otra cosa, será dueño
del conjunto él dueño de la cosa principal. La adquisición es definitiva, aunque indemnizando al
propietario de la cosa accesoria.
Para los efectos de la accesión hay que agregar que los sabinianos opinaban
que la cosa de mayor valor era la principal, mientras que los proculeyanos dijeron que la cosa
principal era la que determinaba la función del conjunto.
Aplicando las reglas anteriores, de forma casuista; es decir, al resolver los casos concretos que se
fueran presentando, se decidla en los casos de accesión a quién debería atribuírsele la propiedad,
observando siempre la regla de que si una de las dos cosas que se combinaban era la tierra, ésta
sería considerada siempre como cosa principal, y por eso lo que se adhería a un terreno pertenecería
al dueño de éste.
La especificación
La especificación es cuando una materia se transforma para formar una nueva especie, un ejemplo
de esto es cuando las uvas se transforman en vino.
Existían varios debates que discutían a quien le pertenecía la nueva clase, al dueño de la materia
prima o quien produjo la nueva especie o llamado también especificador. Justiniano estableció que
si de la nueva materia se podía regresar a su estado primo entonces podía ser entregada al deño de
la materia prima, pero siempre el dueño iba a ser el quien la produjo, ya que él puso su trabajo y
esfuerzo en ello.
La confusión y conmixtión
La confusión existe cuando se mezclan dos líquidos, y el conmixtión cuando se mezclan dos sólidos,
Si la separación fuere posible, cada propietario tendrá su materia prima, y si no hay copropiedad, es
decir es de los dos.
Adquisición de frutos
Esto establece que un fruto adquiere individualidad cuando este se desprende de la cosa matriz,
aquí hay una clasificación de dos tipos de objetos la cosa matriz, que puede ser un árbol, y el fruto,
estos son individuales en caso de que el fruto cayese al suelo, y por lo tanto no puede reclamarse
que el fruto pertenece a la misma persona del árbol.
Mancipatio
La mancipatio o mancipación era un negocio inmediato y altamente solemne, y este era necesario
que el adquiriente y el transmitente estén presentes, junto a un portabalanzas(libripens), ya que
este era un negocio por per aes et libram, es decir que se efectúan por medio del cobre y la balanza
y además la presencia de 5 testigos
El adquiriente tomaba en sus manos el objeto que se le será entregado y proclamaba que dicho
objeto le pertenecía. Después tocaba la balanza con un pedazo de cobre el cual representa
simbólicamente el precio que pago por él.
Esto se hacía así porque ya era la tradición infundida por tiempos primitivos, además de un método
de formalizar la propiedad de algún objeto. También esto era usado para la transmisión de derechos
reales, actos familiares como la adopción, emancipación, la entrega de un hijo, u otras cosas como
una donación, etc.
In jure cesio
Otro modo de adquirir propiedades que databa desde tiempos primitivos, después de la creación
de las XII Tablas, para ser más precisos. Esta al igual a diferencia de la mancipatio se debía realizar
con la presencia de un magistrado.
El cedente y adquirente debían estar frente al tribunal pretor de Roma, y del presidente en las
provincias. La cosa a entregar debe estar presente, dependiendo si este era mueble o no, se llevaba
alguna representación del objeto, el adquiriente coloca la mano sobre el objeto y proclama ser el
dueño y propietario de la misma. El magistrado pregunta si no hay algún inconveniente por parte
del cedente, y nombra propietario al adquiriente.
Esto a pesar que se podía realizarse con cosas corpóreas, generalmente se hacían con derechos
reales como lo eran el usufructo, el uso y las servidumbres prediales urbanas.
La adjudicato
Esta es el poder que se le confiere al juez al momento de un juicio divisorio, en el cual atribuía a
cada uno de los litigantes la parte que le correspondía, esta se daba en relación a tres acciones
divisorias: de la herencia divisoria, de la cosa común de la copropiedad y deslinde.
La lex
En este modo se aglomeran todos aquellos casos en que se adquiría la propiedad por medio de la
ley.
Estos casos son tres: el legado vindicatorio, por el cual el legatario se hace propietario en el
momento en que el heredero acepta la herencia; las leyes caducarías de Augusto, que excluían de
ciertas liberalidades a las personas solteras o sin hijos, para atribuírselas a otros herederos;
finalmente, el que encontraba un tesoro en un terreno ajeno, debía entregar la mitad al dueño del
terreno, quien se convertía en propietario de esa parte por disposición de la ley.
Bibliografía
Petit, E. y Fernández González, J. (2008). Tratado elemental de derecho romano. 4ta ed. El
Salvador: Editorial Jurídica Salvadoreña, pp.211-247,497.
Morineau Iduarte, M., e Iglesias Gonzáles, R. (2000). Derecho Romano (4ta ed., pp. 123-130).
Ciudad de México: Oxofor University Press México.