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CONSERVACIÓN IN SITU
Y
CONSERVACIÓN EN LABORATORIO
GRUPO 3
INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA
CONSERVACIÓN IN SITU
Y
CONSERVACIÓN EN LABORATORIO
GRUPO 3:
Pérez Vargas, Alejandra Nicolle
De la Cruz Panta, Vivian
García Chozo, Romina
Delgado Campos, Emil Michel
CATEDRA:
Arqueol. Carlos Wester La torre
CURSO:
Introducción a la Arqueología
2018-I
2
INTRODUCCIÓN
Arqueología y Conservación
Se podría decir que si la finalidad de la arqueología es traducir la cultura material a través de la
interpretación, la finalidad de la conservación es asegurar la permanencia de esa cultura ma-
terial y permitir de esta forma que sea leída y que el documento histórico permanezca y pueda
ser interpretado a través del tiempo.
La conservación de bienes culturales requiere una investigación multidisciplinar. Todas las inter-
venciones deben ir precedidas de un estudio lo más completo posible del objeto: la naturaleza
de los componentes, la información, mensajes o valores que transmite, el contexto en que ha
aparecido, una aproximación a su estado de conservación, las causas posibles de alteración y
el pronóstico de su evolución futura (Cronyn, 1990).
Por lo tanto, un aspecto de especial importancia es la necesaria colaboración que debe existir
entre arqueólogos, conservadores y demás profesionales implicados en la gestión de los hallaz-
gos. Debe ser responsabilidad de todos garantizar una adecuada gestión, desde una correcta
extracción y embalaje durante la excavación, hasta un tratamiento de conservación adecua-
do a las distintas necesidades y sobre todo un adecuad almacenamiento, teniendo en cuenta
que la mayor parte de los materiales arqueológicos recuperados en las excavaciones pasan
directamente a formar parte de los depósitos de los museos y es realmente excepcional el tra-
tamiento individualizado de conservación y restauración que se da a determinadas piezas.
INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 3
CONCEPTO GENERAL
Metodología de
excavación
1. Investigación previa del sitio
2. Prospección del sitio
3. Determinación de las condiciones de temperatura, humedad, gases disueltos
en el aire, tipos de suelos, contenidos químicos de suelos
4. Mantenimiento de las condiciones micro ambientales encentradas en el área
de excavación
5. Registro de los materiales encontrados
6. Determinación de los posibles procesos de deterioros sufridos por los materiales,
antes, durante y después de su excavación
7. Tratamientos in situ
8. Levantamiento
9. Almacenamiento
10. Transporte
11. Informe, publicación de los resultados
INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 4
CONCEPTO GENERAL
¿QUÉ ES
CONSERVACIÓN?
El concepto de conservación arqueológica ha
evolucionado de forma paralela al de patrimo-
nio arqueológico y al de arqueología. Si la ar-
queología tradicional se ocupaba básicamente
de los objetos o de elementos territoriales y es-
paciales tratados como piezas de museo, se
seguía el mismo criterio a la hora de decidir qué
conservar, por este motivo hasta fechas muy
recientes lo único considerado digno de con-
servación eran los objetos museables y aquellos
elementos arquitectónicos que por su entidad
física eran considerados monumentos. Pero si la arqueología actual se ocupa de dar a conocer
la vida social de las comunidades pasadas, espacios domésticos, espacios funerarios, elemen-
tos defensivos, urbanismo, con la cultura material asociada a los mismos, eso es lo que debere-
mos conservar y transmitir (Hornos, 1994).
Sin embargo si los conceptos han evolucionado más o menos parejos, las técnicas arqueológicas
y las de conservación no han evolucionado al mismo paso; ambas han de considerarse en con-
junto si el deber es recuperar el máximo de información y si los hallazgos deben ser preservados y
accesibles a generaciones futuras.
INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 5
CONCEPTO GENERAL
PROCESO DE
CONSERVACIÓN ARQUEOLÓGICA
El principal problema de la conservación consiste funda-
mentalmente en decidir lo que debe o no conservarse y
en mantener el equilibrio entre las necesidades y recursos
disponibles. En cualquier caso el total de recursos que de-
ben asignarse para la conservación no pueden predecir-
se hasta que se hayan decidido las medidas para el man-
tenimiento futuro del lugar excavado y de los hallazgos.
Las acciones de conservación pueden comenzar antes del Huaca La Balsas, del complejo arqueológico Túcume
inicio de la excavación, en el momento en que se realiza
la planificación. Para ello necesitamos que los recursos obtenidos para un proyecto de excava-
ción sean suficientes también para cubrir las necesidades de conservación preventiva en el sitio
mismo.
INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 6
CONCEPTO GENERAL
Estos desarrollos —los que también han provocado importantes avances en la teoría arqueoló-
gica— han producido una mayor conciencia en los asuntos de conservación en arqueología.
1. Que los recursos obtenidos para un proyecto de excavación sean suficientes también para
las necesidades de conservación y publicación (personal, instalaciones, materiales, impresión,
etc.).
2. Que haya un conocimiento suficiente del ambiente local para plantear los requerimientos
de conservación previsible en el lugar. Siempre existe el hallazgo inesperado que demanda
una acción de emergencia,
3. Que haya un conocimiento suficiente del material cultural del lugar para asegurar su buena
conservación. Aunque no se pueden predecir las circunstancias específicas, todos los miem-
bros del equipo deberán estar conscientes de los materiales probables de encontrar. Por ejem-
plo, para la excavación de una antigua iglesia, el equipo deberá estar preparado.
INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 7
CONCEPTO GENERAL
El momento de la excavación puede resultar fácilmente desastroso para los restos arqueológi-
cos. Desde que fueran abandonados, su deterioro ha casi concluido, quedando detenido en
un semiequilibrio con su ambiente inmediato. Al ser re-expuestos por la excavación, son some-
tidos a un cambio brusco en su temperatura ambiente y humedad relativa y en su contacto
con la luz y el oxígeno. El objetivo del excavador debe ser entonces minimizar el impacto am-
biental que sufren los restos cuando son extraídos y durante su estudio. También durante su
embalaje y transporte a los almacenes para el caso de objetos muebles.
Los principales métodos para la protección de un lugar entre campañas de trabajo son:
3. Construir sistemas de embalses y drenajes para evitar que circule agua en el área excava-
da.
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CONCEPTO GENERAL
sitio.
En aquellos sitios que han sido seleccionados para ser exhibidos permanentemente al público,
se requiere de una política de conservación que considere en conjunto el yacimiento y sus
hallazgos. Esto es más fácil cuando la responsabilidad recae en una sola persona y cuando
existe la posibilidad de establecer un Museo adyacente a la excavación. Se puede y tal vez
se debería exhibir los objetos más importantes y valiosos en un Museo Central, pero las venta-
jas administrativas y educacionales de un Museo «in situ» son muchas.
El establecimiento de Museos «in situ» (UNESCO, 1978-1982) debe considerarse seriamente sólo
sí:
INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 9
1 CONSERVACIÓN IN SITU
Después de conocer el contexto del que procede la pieza o la estructura y las condiciones
ambientales en que ha permanecido enterrada, podremos determinar cual es su estado de
conservación y en función de esto aplicar el tratamiento más adecuado.
FASES DE ESTUDIO
Es fundamental el conocimiento preciso de la
composición material del objeto y del condi-
ciones ambientales en el que se encuentra
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CONSERVACIÓN IN SITU
IMPACTO EN LA EXCAVACIÓN
CONTEXTO ARQUEOLÓGICO
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CONSERVACIÓN IN SITU
Aunque hay restos arqueológicos bajo el agua o al aire libre, nos centraremos aquí en el eco-
sistema más frecuente, el suelo. A la hora de excavar, es muy importante conocer las carac-
terísticas del suelo, de este modo podremos conocer las condiciones medio ambientales que
determinarán las causas de alteración del objeto.
CONDICIONES AMBIENTALES
Propiedades físicas
Textura, los componentes minerales del suelo se presentan en partículas de distintos tama-
ños cuyos porcentajes determinan la composición granulométrica o textura del suelo. Se-
gún el tamaño de estos componentes del suelo, tenemos: arcillas, limos y arenas. La textura
del suelo va a influir en el grado de penetración de los gases atmosféricos.
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CONSERVACIÓN IN SITU
EFECTOS DE DETERIORO EN
AMBIENTALES SUBTERRÁNEO AMBIENTE POST EXCAVACÍON
MATERIALES ARQUEOLOGICOS
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CONSERVACIÓN IN SITU
ALTERACIÓN
FASES DE INTERVENCIÓN
La conservación in situ es quizá la etapa más impor-
tante dentro del proceso de la Conservación Arqueo-
lógica. Consiste en mantener la preservación con un
especial énfasis en descubrir la naturaleza de los ma-
teriales.
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CONSERVACIÓN IN SITU
Reversibilidad. Cualquier material añadido debe tener una cualidad: que pueda quitarse
en un momento dado. Hay materiales, especialmente recientes, cuyo envejecimiento des-
conocemos y pueden ser funestos con el tiempo, deben ser reversibles si en el futuro hay
que retirarlos por ser incompatibles con los materiales propios de la pieza. Además, pueden
descubrirse materiales de restauración más adecuados que puedan sustituir en una próxima
intervención a los anteriores.
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CONSERVACIÓN IN SITU
Por lo tanto, se han identificado tres funciones para el conservador «in situ» después de la etapa
de planificación inicial:
1. Supervisión en equipo de los hallazgos, lo cual asegura que se identifiquen los materiales a
medida que van siendo excavados, que se formulen las interrogantes correctas sobre el mate-
rial y los estratos de los cuales provienen; que el registro siga patrones para facilitar la consi-
guiente conservación en laboratorio y la publicación (Coles, Capítulo 6; Ukic Archaeology Sec-
tion Guidelines 4), y que un adecuado embalaje y almacenamiento asegure lo más posible la
preservación del material.
3. Disponibilidad para asumir las emergencias de conservación, que pueden incluir algún tipo
de tratamiento y técnicas de levantamiento «in situ».
Una expectativa bastante normal es que el conservador realice la mayor cantidad posible de
limpiezas y estabilización «in situ» del material recién excavado. Esta suposición tácita se basa
en el triste hecho de que a menudo no se ha previsto una investigación posterior en el laborato-
rio.
Cuando un objeto, cualquiera sea, se haya bajo tierra, se encuentra en un medio diferente pa-
ra el cual fue hecho.
— Ausencia de luz.
Cuando está en contacto con su nuevo ambiente, el objeto, sea de material orgánico
(madera, textil, cuero, papel) o de material inorgánico (piedra, cerámica, vidrio, metal), sufre
una transformación. Esta transformación puede afectar su color, su peso, sus materiales, sus di-
mensiones. El descubrimiento de un objeto implicará generalmente cambiarlo a otro ambiente,
nuevamente diferente, que se caracteriza por:
Una humedad relativa variable, con valores considerablemente más altos o más bajos que los
del suelo.
b) Aire que contiene oxígeno (además de CO2, SO2 y otros gases ácidos).
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CONSERVACIÓN IN SITU
— Los materiales orgánicos siempre tienden a mantener su contenido de agua en equilibrio con
la humedad relativa del ambiente.
Por lo tanto, si el aire es más seco que los objetos estos expulsan vapor de agua y se secan. Pier-
den peso y consistencia, corriendo el peligro de quebrarse.
Si el aire es más húmedo que los objetos, ellos absorben agua y se humedecen hasta que al-
canzan nuevamente un equilibrio con la humedad relativa ambiental. En este proceso aumen-
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CONSERVACIÓN IN SITU
Todos los objetos enterrados en el suelo durante cualquier periodo de tiempo se han aproxi-
mado o han alcanzado un equilibrio virtual con su medio circundante.
Desde el momento exacto en que el objeto es expuesto al aire, comienzan los procesos de
descomposición y corrosión.
Cada objeto debe ser tratado individualmente, ya que no existen dos objetos exactamente
iguales, aunque se hallen enterrados a pulgadas uno del Otro y hayan sido elaborados con
el mismo material. Una regla básica de conservación es que cualquier procedimiento apli-
cado a un objeto debe ser reversible.
CERÁMICA
No se haga palanca para sacar las cerámicas del suelo. Antes de retirarlos, remueva cuida-
dosamente toda la tierra que los rodea, especialmente si está dura y seca. La aplicación de
gotas de agua locales a la tierra dura ayuda a ablandarla y facilita el procedimiento de ex-
tracción. Son adecuadas las espátulas de madera para limpiar los tiestos en el suelo, en
cambio las herramientas o paletas de metal pueden rasparlos o rayarlos. La cerámica recién
descubierta, mientras está todavía húmeda, puede ser muy blanda y friable. No debe levan-
tarse una vasija sin antes averiguar el estado de su superficie, asegúrese de que no haya una
capa de pintura o una decoración aplicada que se ha desprendido o que pueda despren-
derse del objeto cuando se lo extraiga. Si éste es el caso, saque la tierra circundante de ma-
nera que el tiesto quede en un pedestal, corte el pedestal 2 ó 3 centímetros bajo el tiesto y
sáquelos juntos asegurándose de que no se desprendan el uno del otro. Envuélvalos juntos,
firme y cuidadosamente, empaque el conjunto de manera que quede bien amortiguado y
llévelo a un conservador.
Al sacar los fragmentos de cerámica del suelo, evítese la tentación de limpiarlos inmediata-
mente raspándolos, cepillándolos o frotándolos, ya que pueden removerse (o agregarse) tra-
zos de la decoración y los bordes se pueden abrasionar, produciéndose luego uniones de-
fectuosas entre ellos.
Si una vasija intacta tiene fisuras o fracturas mayores, déjese la tierra que contiene dentro, ya
que proporcionará apoyo y véndese el tiesto firmemente con tiras de gasa o tela para darle
firmeza; con tiras largas de vendas, envuelva el tiesto ajustadamente en un espiral gradual
teniendo cuidado de sobreponerlas.
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CONSERVACIÓN IN SITU
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CONSERVACIÓN IN SITU
PIEDRA
Para los objetos muy frágiles, siempre que el terreno circundante tenga cohesión, es mejor
usar un método de levantamiento en bloque: Aísle un bloque de tierra que contenga el ob-
jeto, con un margen de 2 a 3 cm a su alrededor, y luego rodéelo firmemente con un marco
de madera u otro material rígido.
La corrosión del bronce puede ser extremadamente engañosa y difícil de remover, por lo
tanto su remoción la debe realizar sólo un restaurador experto. Una limpieza poco prudente
puede no sólo destruir detalles decorativos del objeto en las capas de la corrosión, sino tam-
bién las evidencias orgánicas y ambientales preservadas por ésta: A menudo, ésta es la úni-
ca manera en que este tipo de evidencia
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CONSERVACIÓN IN SITU
PLATA Y ORO
CONCHA
Generalmente, se encuentra en buenas condi-
ciones. Si es sólida, y es necesario removerle la
tierra se la puede lavar cepillándola suavemen-
te. Si está extremadamente frágil, se la puede
consolidar pincelándola con una solución dilui-
da al 2 % de Paraloid en acetona o tolueno. Si
todavía está húmeda, se debe usar una emul-
sión de PVA.
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CONSERVACIÓN IN SITU
MADERA
TEXTILES
Si una pieza de textil se encuentra seca, manténgase así. Debido a que sus fibras e hilos proba-
blemente estén en extremo frágiles, no se intente lavar o sacar pedazos adheridos de tierra.
Embálese cuidadosamente en tisú libre de ácido o en bolsas perforadas de polietileno y alma-
cénense horizontalmente.
HUESO
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2 CONSERVACIÓN EN LABORATORIO
La metodología de trabajo in situ se complementa con la desarrollada en el laboratorio. Es en
este momento cuando podremos proporcionar a los materiales que no se conservarán in situ
el tratamiento definitivo para su futura preservación.
El primer paso una vez que el objeto llega al laboratorio es elaborar una ficha técnica donde
quedará constancia de toda la documentación que poseamos y de los tratamientos ya reali-
zados. Una vez finalizado el tratamiento se realiza un informe con toda la información conteni-
da en la ficha que acompañará al objeto al lugar donde vaya a ser depositado definitiva-
mente. Conservación y restauración, en términos de tratamiento están íntimamente relaciona-
dos. El primero gira alrededor de la investigación, el estudio y la preservación a largo plazo de
los materiales que componen el objeto, y el segundo se refiere a su revalorización. En la prácti-
ca, los dos procedimientos no se pueden separar fácilmente (Berducou, 1996).
Pocas veces el edificio museístico puede disponer del local indispensable y sobre todo ade-
cuado para este tipo de laboratorio. Las razones son múltiples y las obviaremos hoy aquí para
no salimos del tema tratado. Lo verdaderamente importante ser enumerar las características
con las que deberá contar un lugar como este. En primer lugar el espacio disponible para su
instalación deber ser lo más espacioso que nos sea posible, aunque en un principio y debido a
momentáneos impedimentos de espacio contemos con un pequeño local.
Con respecto a esto último deberemos tener en cuenta que se trata de un servicio en cons-
tante expansión debido fundamentalmente a dos motivos. Los tratamientos aplicados a los
objetos van constantemente evolucionando al ritmo de las investigaciones, conllevando un
aumento y mejora de maquinaria y productos, y la expansión lógica del laboratorio mediante
la adquisición de un equipamiento tan básico como absolutamente necesario, de materiales
que -en términos administrativos- seria tanto el fungible como el inventariarle. Otro hándicap a
tener en cuenta y que resulta directamente proporcional al tamaño del local, es el almacena›
miento de piezas a restaurar en un futuro, y las dimensiones a veces demasiado grandes de
objetos a intervenir, sobre todo si se trata de
cuadros, retablos o imaginera. El reducido espa-
cio disminuye ostensiblemente el campo de ac-
tuación -tanto para el objeto como para el pro-
fesional -, incidiendo de imagen manera directa
en el resultado de su trabajo y el tiempo dedi-
cado a su intervención.
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CONSERVACIÓN EN LABORATORIO
UBICACIÓN
La situación en altura del laboratorio es otro de los puntos importantes. Esto mismo también es
extensible en el momento de la elección del lugar donde deberá instalarse el laboratorio de
Conservación y Restauración. Generalmente antaño venía siendo común destinar› lo al cubícu-
lo más reducido, menos iluminado y a veces hasta insalubre ubicándolo poco más o menos
que en el sótano del edificio. Sin pretender que nuestra postura sea en absoluto irreflexiva e in-
tolerante, de ninguna de las maneras deberemos admitir una imposición tan aleatoria como
impaciente. Diversas serán las motivaciones. La salud de los profesionales será lo primero a valo-
rar, la humedad y el calor, la necesidad de ventilación, la seguridad de los objetos, luz en abun-
dancia, etc son ya de por si motivos suficientes.
No obstante res› pecto a este último punto, un frigorífico de las más simples características pue-
de ser de ayuda con el fin de paliar este posible problema.
La situación en alto del laboratorio nos permite además disponer de abundante luz cenital, muy
importante para un trabajo tan minucioso como el que allí se desarrolla. Esta situación además
nos permitir más fácilmente y con ausencia de complicaciones estructurales y materiales, insta-
lar la salida de gases insalubres. Estos vienen inexorablemente generados por la aplicación a las
obras de arte y demás objetos de productos más o menos tóxicos aplicados en campana de
protección, por la cual salen expelidos a la atmosfera mediante un tubo acoplado a un extrac-
tor.
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CONSERVACIÓN EN LABORATORIO
Sobre el y una vez que tengamos construida una idea suficientemente clara de lo que necesi-
tamos en función del material a conservar y fundamentalmente de las posibilidades económi-
cas actuales y futuras, realizaremos un planteamiento general.
La iluminación del lugar de trabajo deberá ser en su mayor parte de tipo solar. Naturalmen-
te, esto requiere la existencia de amplios ventanales y una perfecta orientación del laborato-
rio, Por muy diversos motivos, este punto es fundamental, tanto como una correcta identifi-
cación de alteraciones o la entonación más adecuada en una reintegración cromática.
Algo fundamental serán las tomas de corriente o enchufes, que deberán estar presentes en
todas las paredes e inclusive a ser posible en el techo mediante raíales.
El abastecimiento de agua corriente es uno de los puntos fundamentales dado que aparte
de las limpiezas, los tratamientos de conservación la mayoría de ellos van aplicados por va
humedad.
Si aún deseamos una depuración máxima podemos instalar un pequeño alambique median-
te el cual la destilaremos.
En esta misma línea sobre la obtención de agua pura, sino aún más extremadamente pura
(ultra pureza).
En este lugar también será necesario disponer de escurridores para material vario de labora-
torio, productos de limpieza y saneamiento, piletas con encimeras, desagües especial› men-
te protegidos para que el vertido de residuos químicos inocuos no los ataque y disuelva, filtros
si los productos vertidos as lo exigiesen, receptáculos bajos de almacenamiento.
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CONSERVACIÓN EN LABORATORIO
Piletas de almacenamiento y desalación (con desagües protegidos contra materias que los
llegasen a atascar). Estos receptáculos necesitarán a veces complicadas obras de fontanera,
albañilería y electricidad dentro de un espacio obligatoriamente amplio. As mismo también
poder acoplar hélices para remover el agua y serpentines térmicos para calentarla, aislantes
térmicos de tal manera que podamos efectuar desalaciones en los objetos de hierro tan im-
prescindibles si deseamos su completa e imprescindible estabilidad fisicoquímico. No debere-
mos olvidar en este último caso que la más perfecta limpieza.
Ventilación: otro de los puntos importantes. Los diferentes gases y olores que desprenden los
productos utilizados en Conservación y Restauración por otra parte totalmente incompatibles
con nuestro organismo deberán ser expulsados al exterior de modo prioritario. Se considera
que la ventilación más adecuada para un laboratorio es de 10 metros cúbicos por persona.
Como prevención contra posibles accidentes será conveniente instalar hélices extractoras co-
locadas en las ventanas.
Mesas: de diferentes tamaños, donde poder realizar el trabajo diario en función del tamaño
del/los objeto/os a tratar. Serán de especiales dimensiones aquellas destinadas a soportar mo-
saicos, madera (esculturas, mobiliario, sarcófagos...), o bien pin› tura mural. As mismo la altura
de las mismas tendrán su importancia en función directa con la comodidad del trabajo.
El grupo óptico: lo componen todos aquellos aparatos compuestos por lentes de aumento y
destinados a que entre otros quehaceres la limpieza sobre los objetos a intervenir sea llevada a
cabo de una manera más profunda, segura y eficaz mediante la ampliación del tamaño de
los objetos, o más bien, partes muy determinadas de ellos. Así contaremos en primer lugar con
lupas binoculares y los siempre imprescindibles.
Serán de vital importancia no solo para el más perfecto tratamiento, sino además para su regis-
tro, posibilidades en cuanto a la investigación.
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CONSERVACIÓN EN LABORATORIO
Los instrumentos de pequeño tamaño: que aun no siendo aparatos eléctricos su grupo con-
forma el voluminoso e imprescindible utillaje empleado día a día por los profesionales de la
Conservación y Restauración as: escalpelos, agujas citológicas (cilíndricas y de lanceta), porta-
minas-lápices y brochas de fibra de vidrio, punzones (o lápices) de madera de naranjo, espátu-
las, instrumental odontológico vario, etc., etc.. No olvidaremos la balanza a ser posible de pre-
cisión.
La toma de datos y las mediciones precisas harán por una parte más fiables los tratamientos y
por ende más rigurosas las investigaciones.
A este res› pecto debemos tener en cuenta que hoy da por ejemplo las balanzas de semi pre-
cisión, los papeles reactivos de PH (papel tornasol).
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CONSERVACIÓN EN LABORATORIO
Control climático: Del centro cuyos fondos custodia nuestro laboratorio cara a su conserva-
ción, es otra de las cruciales tareas. Como es natural, primeramente hemos de contar con e
l instrumental preciso para las mediciones. Todo ello tiene su razón de ser ya que cualquier
edificio a l igual que cualquier se r viviente, se encuentra sometido a la acción de los agen-
tes externos tales como la luz, la lluvia, e l viento, etc.. Por lo tanto los edificios (continente)
serán quienes hagan variar la humedad relativa y la temperatura de una determinada
construcción, y por ende lo que ella encierre (contenido).
La seguridad de los objetos: tanto física como ambiental, sean as mismo primordiales pun-
tos a tener en cuenta. Para mayor seguridad durante los tratamientos de los objetos de es-
pecial valor, será conveniente contar con una caja fuerte que podrá tener inclusive alarma
incorporada. Ni que decir tiene que la combinación tan solo deberá obrar en poder del o
de los conservadores-restauradores, jefes de sección y por supuesto de la dirección.
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BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA
LA CONSERVACION EN EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS
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CONSERVACIÓN
IN SITU Y EN LABORATORIO
INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA
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