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UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

FACULTAD DE CIENCIAS HISTÓRICOS SOCIALES Y EDUCACIÓN

ESCUELA PROFESIONAL DE ARQUEOLOGÍA

CONSERVACIÓN IN SITU
Y
CONSERVACIÓN EN LABORATORIO
GRUPO 3

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA
CONSERVACIÓN IN SITU
Y
CONSERVACIÓN EN LABORATORIO

GRUPO 3:
 Pérez Vargas, Alejandra Nicolle
 De la Cruz Panta, Vivian
 García Chozo, Romina
 Delgado Campos, Emil Michel

CATEDRA:
Arqueol. Carlos Wester La torre

CURSO:
Introducción a la Arqueología

2018-I

2
INTRODUCCIÓN

Arqueología y Conservación
Se podría decir que si la finalidad de la arqueología es traducir la cultura material a través de la
interpretación, la finalidad de la conservación es asegurar la permanencia de esa cultura ma-
terial y permitir de esta forma que sea leída y que el documento histórico permanezca y pueda
ser interpretado a través del tiempo.

Así pues, la conservación arqueológica colabora con la arqueología en la recuperación de in-


formación y aporta datos sobre la naturaleza de los materiales. En el sentido actual de la expre-
sión conservación debe referirse a la durabilidad, integridad y accesibilidad del patrimonio cul-
tural. Antes que la práctica de una serie de técnicas aplicadas a los materiales, la conservación
es en primer lugar un estudio crítico del objeto y sus características (Berducou, 1996).

La conservación de bienes culturales requiere una investigación multidisciplinar. Todas las inter-
venciones deben ir precedidas de un estudio lo más completo posible del objeto: la naturaleza
de los componentes, la información, mensajes o valores que transmite, el contexto en que ha
aparecido, una aproximación a su estado de conservación, las causas posibles de alteración y
el pronóstico de su evolución futura (Cronyn, 1990).

Por lo tanto, un aspecto de especial importancia es la necesaria colaboración que debe existir
entre arqueólogos, conservadores y demás profesionales implicados en la gestión de los hallaz-
gos. Debe ser responsabilidad de todos garantizar una adecuada gestión, desde una correcta
extracción y embalaje durante la excavación, hasta un tratamiento de conservación adecua-
do a las distintas necesidades y sobre todo un adecuad almacenamiento, teniendo en cuenta
que la mayor parte de los materiales arqueológicos recuperados en las excavaciones pasan
directamente a formar parte de los depósitos de los museos y es realmente excepcional el tra-
tamiento individualizado de conservación y restauración que se da a determinadas piezas.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 3
CONCEPTO GENERAL

Metodología de

excavación
1. Investigación previa del sitio
2. Prospección del sitio
3. Determinación de las condiciones de temperatura, humedad, gases disueltos
en el aire, tipos de suelos, contenidos químicos de suelos
4. Mantenimiento de las condiciones micro ambientales encentradas en el área
de excavación
5. Registro de los materiales encontrados
6. Determinación de los posibles procesos de deterioros sufridos por los materiales,
antes, durante y después de su excavación
7. Tratamientos in situ
8. Levantamiento
9. Almacenamiento
10. Transporte
11. Informe, publicación de los resultados

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 4
CONCEPTO GENERAL

¿QUÉ ES

CONSERVACIÓN?
El concepto de conservación arqueológica ha
evolucionado de forma paralela al de patrimo-
nio arqueológico y al de arqueología. Si la ar-
queología tradicional se ocupaba básicamente
de los objetos o de elementos territoriales y es-
paciales tratados como piezas de museo, se
seguía el mismo criterio a la hora de decidir qué
conservar, por este motivo hasta fechas muy
recientes lo único considerado digno de con-
servación eran los objetos museables y aquellos
elementos arquitectónicos que por su entidad
física eran considerados monumentos. Pero si la arqueología actual se ocupa de dar a conocer
la vida social de las comunidades pasadas, espacios domésticos, espacios funerarios, elemen-
tos defensivos, urbanismo, con la cultura material asociada a los mismos, eso es lo que debere-
mos conservar y transmitir (Hornos, 1994).

Tumba del señor de Sipán Ciudadela de Barro de Chan Chan

Sin embargo si los conceptos han evolucionado más o menos parejos, las técnicas arqueológicas
y las de conservación no han evolucionado al mismo paso; ambas han de considerarse en con-
junto si el deber es recuperar el máximo de información y si los hallazgos deben ser preservados y
accesibles a generaciones futuras.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 5
CONCEPTO GENERAL

PROCESO DE
CONSERVACIÓN ARQUEOLÓGICA
El principal problema de la conservación consiste funda-
mentalmente en decidir lo que debe o no conservarse y
en mantener el equilibrio entre las necesidades y recursos
disponibles. En cualquier caso el total de recursos que de-
ben asignarse para la conservación no pueden predecir-
se hasta que se hayan decidido las medidas para el man-
tenimiento futuro del lugar excavado y de los hallazgos.

Las acciones de conservación pueden comenzar antes del Huaca La Balsas, del complejo arqueológico Túcume
inicio de la excavación, en el momento en que se realiza
la planificación. Para ello necesitamos que los recursos obtenidos para un proyecto de excava-
ción sean suficientes también para cubrir las necesidades de conservación preventiva en el sitio
mismo.

Durante la excavación el objetivo del restaurador debe


ser minimizar el impacto ambiental que sufren los restos
cuando son extraídos, durante su estudio y también du-
rante su embalaje y transporte para el caso de objetos
muebles. Este tipo de medidas son lo que llamamos con-
servación in situ.

La excavación puede provocar un conflicto de priorida-


des a menos que tanto el restaurador como el arqueólo-
go reconozcan los intereses de cada uno.

Lograr soluciones de compromiso que satisfagan ambos objetivos es la base de la conservación


Arqueológica.

En la conservación después de la excavación es de especial importancia una buena comunica-


ción entre arqueólogos, conservadores, restauradores y demás profesionales implicados en la
gestión de los hallazgos. Debe existir una unidad de criterio y una política que garantice:

 Las medidas de protección, conservación y mantenimiento de los restos conservados in situ.

 El adecuado tratamiento en el laboratorio del resto de los objetos.

Por último la conservación preventiva, mediante el control de las condiciones ambientales


(humedad, temperatura, contaminación) va a garantizar la eficacia de los tratamientos de con-
servación aplicados a estructuras arqueológicas conservadas in situ, de los objetos selecciona-
dos para exhibir en las vitrinas o los depositados en el almacén del museo.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 6
CONCEPTO GENERAL

La necesidad de una única aproximación a todos los aspectos de la conservación arqueológi-


ca ha llegado a ser cada vez más evidente durante los últimos quince años. Durante este pe-
ríodo, la arqueología en todo el mundo se ha caracterizado por un notable aumento en:

1. El número de lugares arqueológicos amenazados de destrucción.

2. El número de programas y de excavaciones emprendidos para hacer frente a esta amena-


za.

3. El número de excavadores activos.

4. El intercambio en técnicas de campo y personal durante un período previamente separado


y de especialización en un área.

5. La cantidad y sofisticación de los análisis arqueométricos para el material excavado.

Estos desarrollos —los que también han provocado importantes avances en la teoría arqueoló-
gica— han producido una mayor conciencia en los asuntos de conservación en arqueología.

PLANIFICACIÓN DE LA CONSERVACIÓN ANTES DE LA EXCAVACIÓN

Pueden formularse tres principios generales bajo este título:

1. Que los recursos obtenidos para un proyecto de excavación sean suficientes también para
las necesidades de conservación y publicación (personal, instalaciones, materiales, impresión,
etc.).

2. Que haya un conocimiento suficiente del ambiente local para plantear los requerimientos
de conservación previsible en el lugar. Siempre existe el hallazgo inesperado que demanda
una acción de emergencia,

3. Que haya un conocimiento suficiente del material cultural del lugar para asegurar su buena
conservación. Aunque no se pueden predecir las circunstancias específicas, todos los miem-
bros del equipo deberán estar conscientes de los materiales probables de encontrar. Por ejem-
plo, para la excavación de una antigua iglesia, el equipo deberá estar preparado.

La frecuente necesidad de hacer excavaciones de urgencia en poco tiempo no le resta im-


portancia a estos principios, sino que por el contrario, los hace más necesarios aún.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 7
CONCEPTO GENERAL

CONSERVACIÓN DURANTE LA EXCAVACIÓN

El momento de la excavación puede resultar fácilmente desastroso para los restos arqueológi-
cos. Desde que fueran abandonados, su deterioro ha casi concluido, quedando detenido en
un semiequilibrio con su ambiente inmediato. Al ser re-expuestos por la excavación, son some-
tidos a un cambio brusco en su temperatura ambiente y humedad relativa y en su contacto
con la luz y el oxígeno. El objetivo del excavador debe ser entonces minimizar el impacto am-
biental que sufren los restos cuando son extraídos y durante su estudio. También durante su
embalaje y transporte a los almacenes para el caso de objetos muebles.

Los principales métodos para la protección de un lugar entre campañas de trabajo son:

1. Rellenar con tierra toda el área excavada o partes seleccionadas.

2. Cercar el yacimiento para mantener alejados a animales y visitantes no autorizados.

3. Construir sistemas de embalses y drenajes para evitar que circule agua en el área excava-
da.

4. Consolidar y cubrir paredes (o estructuras).

5. Cubrir los restos con planchas protectoras de materiales naturales o sintéticos.

6. Construir techos temporales.

Aunque las medidas de protección resultan costo-


sas, si no se han programado con anticipación, la
alternativa es inaceptable: la pérdida irrecuperable
de información sobre restos que fueron parcialmen-
te excavados o por haberlos dejado, de una tem-
porada a otra, expuestos a agentes destructivos.

Las medidas adoptadas para proteger un sitio entre


temporadas de excavación pueden afectar a su
vez la conservación preventiva de los hallazgos
cuando se reanuda el trabajo.
COMPLEJO ARQUEOLÓGICO EL BRUJO

Cualquier cubierta protectora de restos frágiles


modifica su medio, ya sea para bien o para
mal.

Se recomienda generalmente que los restos que


requieren del tratamiento de un especialista se
los proteja volviéndolos a enterrar, sin embargo,
incluso una corta exposición puede haber ace-
lerado su ritmo de deterioro, por lo cual el espe-
cialista debería intervenir lo más pronto posible.
TALLERES ARTESANALES DEL COMPLEJO ARQUEOLÓGICO CHOTU-
NA-CORNANCAP QUE FUERON VUELTOS A ENTERRAR PARA SU
CONSERVACIÓN

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 8
CONCEPTO GENERAL

CONSERVACIÓN DESPUÉS DE LA EXCAVACIÓN

Para lograr una buena conservación después de la excavación, es de especial importancia


una buena comunicación entre arqueólogos, conservadores, restauradores, arquitectos y vi-
gilantes del lugar. Debe existir unidad de criterio entre ellos y una política que garantice:

1. La limpieza para su investigación, conservación y un almacenaje estudiado y seguro para


los objetos.

2. La consolidación, protección y mantenimiento de los restos dejados en el

sitio.

En ambos casos, las medidas de intervención serán preventivas (mantenimiento activo) o de


conservación (limpieza y tratamiento para reducir el deterioro). Rara vez se realiza la restaura-
ción en el lugar y sólo con propósitos de exhibición para solucionar problemas de lagunas en
los objetos o de anastilosis en los monumentos desmembrados en el sitio.

En aquellos sitios que han sido seleccionados para ser exhibidos permanentemente al público,
se requiere de una política de conservación que considere en conjunto el yacimiento y sus
hallazgos. Esto es más fácil cuando la responsabilidad recae en una sola persona y cuando
existe la posibilidad de establecer un Museo adyacente a la excavación. Se puede y tal vez
se debería exhibir los objetos más importantes y valiosos en un Museo Central, pero las venta-
jas administrativas y educacionales de un Museo «in situ» son muchas.

El establecimiento de Museos «in situ» (UNESCO, 1978-1982) debe considerarse seriamente sólo
sí:

a) Los restos excavados merecen ser presentados al público.

b) El lugar es de fácil acceso.

c) Las colecciones están seguras.

d) Existen instalaciones de laboratorio, adecuadas para una conservación básica y posibilida-


des de investigación. La seguridad y las instalaciones son aspectos esenciales para revisar las
condiciones.

Cuando aumenta la cantidad de material excavado es aconsejable la descentralización de


muchas de las tareas de un Museo Central hacia Museos locales o «in situ».

MUSEO TUMNAS REALES DE SIPÁN MUSEO DEL SITIO HUACA RAJADA


“MUSEO CENTRAL” “MUSEO IN SITU”

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 9
1 CONSERVACIÓN IN SITU

En las intervenciones in situ, lo mismo que en las realiza-


das en el laboratorio, hay una fase previa de estudio
en la que se valora el impacto que la excavación su-
pone para la conservación de las piezas arqueológi-
cas y las estructuras exhumadas. Es en esta fase de es-
tudio cuando se recoge información sobre el contexto
arqueológico, información que va a ser fundamental
para el restaurador a la hora de realizar la diagnosis
del estado de conservación e intentar comprender los
procesos de deterioro que han tenido lugar en la pie-
za.

Después de conocer el contexto del que procede la pieza o la estructura y las condiciones
ambientales en que ha permanecido enterrada, podremos determinar cual es su estado de
conservación y en función de esto aplicar el tratamiento más adecuado.

FASES DE ESTUDIO
Es fundamental el conocimiento preciso de la
composición material del objeto y del condi-
ciones ambientales en el que se encuentra

Toda esta información junto con el conoci-


miento de los productos de alteración constitu-
yen la plataforma básica para realizar cual-
quier intervención de conservación sin poner
en peligro la integridad del objeto.

La metodología de trabajo en la fase de


estudio debe ser muy rigurosa. Se debe va-
lorar la composición química del material y
la estructura de los objetos, así como su
comportamiento frente al medio. Esta infor-
mación unida a los análisis extraídos del en-
torno, de los materiales y de sus productos
de alteración, determinarán la elección del
tratamiento a seguir, y los criterios de actua-
ción.

Diagrama de flujo de la metodología del estudio de sitios ar-


queológicos desde la superficie (Barba, 1986: 49).

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 10
CONSERVACIÓN IN SITU

IMPACTO EN LA EXCAVACIÓN

Si los materiales o sustitutos han sobrevivido


al enterramiento, normalmente se debe al
equilibrio que han logrado con el medio.
Cuando son excavados, de repente este
equilibrio es profundamente alterado al en-
trar el artefacto en contacto con la atmós-
fera.

El deterioro puede comenzar unos segun-


dos después pero también puede no ser
visible hasta transcurrido un año o más.

Si en un corto espacio de tiempo no se le proporciona un nuevo equilibrio la destrucción con-


tinuará. La conservación debe buscar este segundo equilibrio tan pronto como sea posible. La
excavación no sólo puede romper las condiciones de preservación descritas, también puede
reactivar algunos agentes de deterioro. Por ello las actuaciones de conservación han de co-
menzar en este momento (Gaël de Guichen, 1984).

CONTEXTO ARQUEOLÓGICO

Uno de los propósitos de la conservación


arqueológica debe ser minimizar la pérdi-
da de la información que se produce
cuando en el proceso de excavación se
separan los objetos de su contexto origi-
nal.

El conservador, como el arqueólogo, ne-


cesita información sobre el contexto, y el
arqueólogo necesita además los datos
que el restaurador pueda darle sobre la
interacción del material con su ambiente post excavación y posibilidades de obtener nue-
vos datos a través de la analítica (Stanley Price, 1984). Por ello la metodología de trabajo in
situ se complementará con la desarrollada en el laboratorio.

El contexto arqueológico que rodea el objeto condiciona ciertos aspectos. Su apariencia,


su función, su significado no serán comprensibles a menos que sea reinsertado. Los objetos
arqueológicos a menudo no hablan por sí mismos. Así pues, el contexto arqueológico más
inmediato nos proporciona la información necesaria para su comprensión

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 11
CONSERVACIÓN IN SITU

ECOSISTEMA SUELO Y SU INFLUENCIA SOBRE LOS MATERIALES

Aunque hay restos arqueológicos bajo el agua o al aire libre, nos centraremos aquí en el eco-
sistema más frecuente, el suelo. A la hora de excavar, es muy importante conocer las carac-
terísticas del suelo, de este modo podremos conocer las condiciones medio ambientales que
determinarán las causas de alteración del objeto.

CONDICIONES AMBIENTALES

La reacción de un objeto con el medio depende


preferentemente de las condiciones ambientales
en que ha estado enterrado. La preservación del
material puede deberse a la ausencia de los
agentes de deterioro o a la adición de agentes
que lo preservan. Por ejemplo, el hierro se conser-
va en suelos con ausencia de agua y presencia
de fosfatos y la madera en ambientes donde hay
ausencia de oxígeno y presencia de sales de
cobre. Aunque las condiciones bajo tierra son extremadamente variables, hay algunos
agentes de deterioro presentes en prácticamente todos los ambientes, por ejemplo la tem-
peratura, la humedad y la acidez y algo menos los organismos

Propiedades físicas
 Textura, los componentes minerales del suelo se presentan en partículas de distintos tama-
ños cuyos porcentajes determinan la composición granulométrica o textura del suelo. Se-
gún el tamaño de estos componentes del suelo, tenemos: arcillas, limos y arenas. La textura
del suelo va a influir en el grado de penetración de los gases atmosféricos.

 Estructura, el material puede ser suelto o compacto, homogéneo o heterogéneo. La estruc-


tura modifica las propiedades que la textura confiere al suelo como la permeabilidad, dre-
naje, etc. Define zonas de drenaje, determina la penetración de las raíces de las plantas y
el lavado de los suelos. La estructura determina también la distribución en el espacio de la
materia orgánica y de los espacios vacíos o Medidas Urgentes de Conservación en Inter-
venciones Arqueológicas 13 poros.

 Permeabilidad, tiene relación con el tamaño y la estructura y se refiere a la facilidad para


introducirse el agua a través del suelo.

 Grado de humedad, se refiere a la capacidad de retención de agua que varía de unos


suelos a otros. La capacidad de retención de agua de un suelo es inversamente proporcio-
nal a la dimensión media de las partículas que lo componen, por tanto depende de la tex-
tura.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 12
CONSERVACIÓN IN SITU

Efectos de deterioro que produce el cambio de ambiente en los materiales arqueológicos

EFECTOS DE DETERIORO EN
AMBIENTALES SUBTERRÁNEO AMBIENTE POST EXCAVACÍON
MATERIALES ARQUEOLOGICOS

Nivel alto de HR. Favorece el ataque


de microorganismos especialmente
en materiales orgánicos.

Nivel alto-medio de HR. Favorece la


corrosión de los metales, particular-
mente el Fe (hierro) y aleaciones de
HR (humedad relativa) Cu (cobre).
HR variable
estable HR variable
Nivel medio-bajo. En materiales en-
charcados causa daños irreversibles
en su estructura física.

Nivel bajo. Puede causar daños en


los materiales orgánicos por una
desecación excesiva.

El incremento de la Tª acelera todas


Tª (Temperatura) las alteraciones químicas y favorece
Tª más alta y fluctuante la aparición de microorganismos. El
muy estable efecto principal afecta al contenido
de humedad del aire.

Aire que contiene oxígeno Incrementa todas las formas de dete-


Entrada limitada de aire (además de CO2, SO2 y otros gases rioro: incluyendo las biológicas y quí-
ácidos) micas.

Favorece la acción de microorganis-


mos, flora e insectos en los materiales
Ausencia de luz Presencia de luz
orgánicos. Puede activar los proce-
sos de oxidación.

Las sales solubles penetran en mate-


riales porosos y si descienden la HR
cristalizan, ocasionando fracturas,
Contenido en sales Sales + HR
llegando incluso a destruir el objeto.
Las sales insolubles pueden formar
costras sobre el objeto.

Presencia de organismos + Se acelera su actividad. Pueden pro-


Presencia de organismos vocar ataques ácidos sobre los obje-
Temperatura + luz tos.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 13
CONSERVACIÓN IN SITU

ALTERACIÓN

Decimos que un objeto ha padecido una altera-


ción cuando tiene una degradación físico- química
debida a su contacto con ecosistemas distintos.
Todo el material arqueológico sufre distintas altera-
ciones hasta que es hallado, tanto si está enterrado
como si está al aire. Esta degradación debe ser en-
tendida como una adaptación del objeto al medio
que lo rodea con una recuperación del equilibrio
ante el cambio de circunstancias ambientales. Esta
degradación se traduce en una serie de cambios:
deformaciones, cambios de color, de textura, trans-
formación del objeto en un material secundario,
rotura, deformación.

FASES DE INTERVENCIÓN
La conservación in situ es quizá la etapa más impor-
tante dentro del proceso de la Conservación Arqueo-
lógica. Consiste en mantener la preservación con un
especial énfasis en descubrir la naturaleza de los ma-
teriales.

Criterios básicos de intervención

 Estabilización . Todas las acciones encaminadas


a detener la degradación del objeto. La ruptura
del equilibrio establecido entre la pieza y su en-
torno nos obliga a crear un nuevo entorno en el
Pruebas de limpieza.
que el objeto vuelve a ser protagonista.

La conservación o consecución de ese equili-


brio debe ser un proceso lento y paulatino,
intentando por todos los medios una readap-
tación de los objetos, esta readaptación de-
be ser igual en efectividad que la que poseía
anteriormente en su equilibrio natural.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 14
CONSERVACIÓN IN SITU

 Conservación preventiva. Consiste en el mantenimiento de las condiciones ambientales


para la correcta conservación de los hallazgos. Es el tipo de conservación que puede consi-
derarse más elemental ya que se contribuye a poner a salvo los hallazgos sin intervenir direc-
tamente sobre ellos.

 Mínima intervención. Es un criterio fundamental en Conservación-

 Restauración. Se basa en el valor de los ha-


llazgos como documento. El objeto mismo, con
su corrosión y sus agentes de deterioro, tal y co-
mo se encuentra, rodeado por su matriz de tie-
rra, es el “material” y podría ser necesario man-
tenerlo intacto. La intervención terminaría en el
momento en que aparece una duda.

 Compatibilidad. Los productos empleados para garantizar la conservación de un objeto


en ningún caso podrá modificar la naturaleza de los materiales.

 Reversibilidad. Cualquier material añadido debe tener una cualidad: que pueda quitarse
en un momento dado. Hay materiales, especialmente recientes, cuyo envejecimiento des-
conocemos y pueden ser funestos con el tiempo, deben ser reversibles si en el futuro hay
que retirarlos por ser incompatibles con los materiales propios de la pieza. Además, pueden
descubrirse materiales de restauración más adecuados que puedan sustituir en una próxima
intervención a los anteriores.

 Legibilidad. Siempre deberá distinguirse lo original de lo restaurado o añadido; de lo con-


trario podríamos confundir en la lectura lo auténtico de lo falso.

 Intervenciones climáticas o ambientales. Siempre son preferibles las medidas de inter-


vención indirecta sobre los hallazgos, pero esto no siempre es posible. Las cubiertas que pro-
tegen un área excavada contra la acción de los agentes atmosféricos puede ser efectivas
si se presta atención al desagüe y a la posibilidad de erosión debida a las corrientes de vien-
to y lluvia. Estas medidas son costosas y por lo general se emprenden como parte de un pro-
grama de conservación permanente.

 Ambiciosa documentación. La pérdida de contex-


to producida por la remoción de objetos inmuebles y
muebles representa una pérdida de información que
sólo puede compensarse con la mayor documenta-
ción posible. Esto también acarreará problemas a la
hora de la exhibición de los hallazgos, lo cual requiere
generalmente algún tipo de recreación del contexto.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 15
CONSERVACIÓN IN SITU

Es tarea del restaurador planificar y dirigir el levantamiento y transporte de los hallazgos.

Por lo tanto, se han identificado tres funciones para el conservador «in situ» después de la etapa
de planificación inicial:

1. Supervisión en equipo de los hallazgos, lo cual asegura que se identifiquen los materiales a
medida que van siendo excavados, que se formulen las interrogantes correctas sobre el mate-
rial y los estratos de los cuales provienen; que el registro siga patrones para facilitar la consi-
guiente conservación en laboratorio y la publicación (Coles, Capítulo 6; Ukic Archaeology Sec-
tion Guidelines 4), y que un adecuado embalaje y almacenamiento asegure lo más posible la
preservación del material.

2. Un uso atento del microscopio para todo tipo de diagnóstico requerido.

3. Disponibilidad para asumir las emergencias de conservación, que pueden incluir algún tipo
de tratamiento y técnicas de levantamiento «in situ».

Una expectativa bastante normal es que el conservador realice la mayor cantidad posible de
limpiezas y estabilización «in situ» del material recién excavado. Esta suposición tácita se basa
en el triste hecho de que a menudo no se ha previsto una investigación posterior en el laborato-
rio.

OBJETO ENTERRADO, OBJETO DESENTERRADO

Cuando un objeto, cualquiera sea, se haya bajo tierra, se encuentra en un medio diferente pa-
ra el cual fue hecho.

Las características esenciales de este nuevo medio son:

— Ausencia de luz.

— Frecuentemente la presencia de sales minerales contenidas en el agua.

— Contacto con suelos más o menos corrosivos.

— Una temperatura extremadamente estable.

— Una humedad relativa extremadamente estable.

— Acceso limitado de aire (particularmente de oxígeno).

Cuando está en contacto con su nuevo ambiente, el objeto, sea de material orgánico
(madera, textil, cuero, papel) o de material inorgánico (piedra, cerámica, vidrio, metal), sufre
una transformación. Esta transformación puede afectar su color, su peso, sus materiales, sus di-
mensiones. El descubrimiento de un objeto implicará generalmente cambiarlo a otro ambiente,
nuevamente diferente, que se caracteriza por:

Una humedad relativa variable, con valores considerablemente más altos o más bajos que los
del suelo.

b) Aire que contiene oxígeno (además de CO2, SO2 y otros gases ácidos).

c) Luz que puede activar los procesos de oxidación.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 16
CONSERVACIÓN IN SITU

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE LOS MATERIALES Y QUE AFECTAN SU


CONSERVACIÓN

a) Materiales orgánicos: Estos provienen del reino animal y vegetal.

— Usualmente si se inflaman, arden y se consumen.

— Son sensibles a la luz.

— Si hay una humedad relativa sobre el 65 %, con escasa


ventilación, y sin luz, a expensas de los materiales orgáni-
cos pueden desarrollarse microorganismos, los que a la
larga terminan por debilitarlos o desfigurarlos.

— La mayoría de ellos son higroscópicos y absorben agua


rápidamente, experimentando un cambio en sus dimen-
siones. KEROS DE MADERA

— Los materiales orgánicos siempre tienden a mantener su contenido de agua en equilibrio con
la humedad relativa del ambiente.

Por lo tanto, si el aire es más seco que los objetos estos expulsan vapor de agua y se secan. Pier-
den peso y consistencia, corriendo el peligro de quebrarse.

Si el aire es más húmedo que los objetos, ellos absorben agua y se humedecen hasta que al-
canzan nuevamente un equilibrio con la humedad relativa ambiental. En este proceso aumen-

b) Materiales inorgánicos: Estos provienen del reino mine-


ral.

— No es usual que ardan si son calentados.

— En general no son sensibles a la luz.

— Por lo general en ellos no crecen microorganismos, y si


lo hacen no esa sus expensas.

— La piedra y la cerámica son porosas. Transportan agua


en forma líquida por capilaridad. Al ponerse en contacto
con agua que contenga sales solubles (por ej. aguas sub-
terráneas), las absorben. Una vez que se excava el obje-
to, estas sales, que a menudo son higroscópicas, absorbe-
rán vapor de agua del aire humedo, o se cristalizarán en
aire seco. El metal y el vidrio no son porosos, pero pueden
sufrir un cambio químico (corrosión) que transforme estos
materiales en sales minerales (ya sean solubles o no, pero LANZ+ON MONOLÍTICO
siempre sensibles a la humedad del aire).

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 17
CONSERVACIÓN IN SITU

TRATAMIENTO DE PRIMEROS AUXILIOS PARA LOS HALLAZGOS EXCAVADOS

Todos los objetos enterrados en el suelo durante cualquier periodo de tiempo se han aproxi-
mado o han alcanzado un equilibrio virtual con su medio circundante.

Desde el momento exacto en que el objeto es expuesto al aire, comienzan los procesos de
descomposición y corrosión.

Cada objeto debe ser tratado individualmente, ya que no existen dos objetos exactamente
iguales, aunque se hallen enterrados a pulgadas uno del Otro y hayan sido elaborados con
el mismo material. Una regla básica de conservación es que cualquier procedimiento apli-
cado a un objeto debe ser reversible.

CERÁMICA

No se haga palanca para sacar las cerámicas del suelo. Antes de retirarlos, remueva cuida-
dosamente toda la tierra que los rodea, especialmente si está dura y seca. La aplicación de
gotas de agua locales a la tierra dura ayuda a ablandarla y facilita el procedimiento de ex-
tracción. Son adecuadas las espátulas de madera para limpiar los tiestos en el suelo, en
cambio las herramientas o paletas de metal pueden rasparlos o rayarlos. La cerámica recién
descubierta, mientras está todavía húmeda, puede ser muy blanda y friable. No debe levan-
tarse una vasija sin antes averiguar el estado de su superficie, asegúrese de que no haya una
capa de pintura o una decoración aplicada que se ha desprendido o que pueda despren-
derse del objeto cuando se lo extraiga. Si éste es el caso, saque la tierra circundante de ma-
nera que el tiesto quede en un pedestal, corte el pedestal 2 ó 3 centímetros bajo el tiesto y
sáquelos juntos asegurándose de que no se desprendan el uno del otro. Envuélvalos juntos,
firme y cuidadosamente, empaque el conjunto de manera que quede bien amortiguado y
llévelo a un conservador.

Al sacar los fragmentos de cerámica del suelo, evítese la tentación de limpiarlos inmediata-
mente raspándolos, cepillándolos o frotándolos, ya que pueden removerse (o agregarse) tra-
zos de la decoración y los bordes se pueden abrasionar, produciéndose luego uniones de-
fectuosas entre ellos.

Cuando se encuentra una cerámica intacta, generalmente se le puede levantar después de


haber retirado cuidadosamente toda la tierra que le rodea; su contenido debe excavarse y
tamizarse cuidadosamente y posiblemente se le debería tomar muestras. Las piezas intactas
pueden contener restos de fauna que podrían dar claves sobre la naturaleza de los conteni-
dos que podrían haber portado. También se encuentran objetos y enterramientos dentro de
los tiestos.

Si una vasija intacta tiene fisuras o fracturas mayores, déjese la tierra que contiene dentro, ya
que proporcionará apoyo y véndese el tiesto firmemente con tiras de gasa o tela para darle
firmeza; con tiras largas de vendas, envuelva el tiesto ajustadamente en un espiral gradual
teniendo cuidado de sobreponerlas.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 18
CONSERVACIÓN IN SITU

Si una vasija o un fragmento está demasiado frágil pa-


ra levantarlo del suelo sin que se produzcan daños, se
requiere de un apoyo adicional. Si no es suficiente un
vendaje simple, se debe impregnar la cerámica con
un consolidante. Cualquiera sea el consolidante que
se use, déjese secar totalmente antes de levantar el
tiesto. Una pieza con consolidante todavía húmedo es
más frágil aún que antes de habérselo aplicado.

Si se encuentra una gran pieza de cerámica o una va-


sija seriamente desmembrada en un sinnúmero de
grietas, aberturas, pequeñas astillas y fragmentos no se intente sacar todos los fragmentos in-
dividualmente, sino que hay que tratarlas en conjunto y levantarlas juntas con la ayuda del
vendaje.

La unión de la cerámica la realiza en forma óptima


un restaurador experto. Si se necesita determinar
perfiles en el terreno, únase sólo los necesarios. Las
uniones realizadas en el terreno por personas sin ex-
periencia generalmente tienen que ser desmonta-
das en el laboratorio con perjuicio para la vasija. No
unir la cerámica húmeda. Si el adhesivo se vuelve
lechoso, significa que la cerámica está aún húme-
da.

Se puede usar un adhesivo redisoluble. HMG y UHU


No se usen pegamentos blancos ya que se pueden volver insolubles con el tiempo. También
se deben evitar pegamentos de marcas locales, ya que pueden contener substancias dañi-
nas para la cerámica o se pueden volver insolubles con el tiempo. Todas las vasijas formadas
por fragmentos unidos con UHU se deben mantener alejados del calor y sol extremos, ya que
pueden ablandarse y/o desintegrarse.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 19
CONSERVACIÓN IN SITU

PIEDRA

La mayoría de las piedras excavadas están


en buenas condiciones y no requieren de un
manejo especial. Pueden limpiarse con agua
y un cepillo suave. Sin embargo, el alabastro
es soluble en agua y sólo debe limpiarse me-
diante un cepillado seco. Los pedazos pe-
queños de piedra resistente se pueden unir
con HMG o UHU.

Si se van a marcar objetos de piedra, siga el


mismo procedimiento del marcado de la ce-
rámica. Si existe la posibilidad de que sea pie-
dra pintada u ostrakon, examínela
cuidadosamente para ver si hay trazas de pintura o de tinta antes de lavarla. Si las hay no
intente lavar la piedra, llévela al restaurador para su tratamiento.

BRONCE, COBRE Y ALEACIONES DE COBRE

Se siguen los mismos procedimientos generales de-


extracción descritos para la cerámica. Si el objeto
necesita de un soporte antes de levantarlo, debe
sostenérselo con vendajes: Límpiese cuidadosamen-
te la superficie del objeto, asegurándose de que
queden expuestos los costados, con la ayuda de un
pincel cubra una franja del objeto con una solución
espesa (15-20 %) de Paraloid B72, coloque luego una
tira de vendaje un poco más larga que el objeto so-
bre el Paraloid y presione suavemente. Si es necesa-
rio agregue más Paraloid, para asegurarse de que el
vendaje está completamente saturado y en estrecho
contacto con el bronce.

Para los objetos muy frágiles, siempre que el terreno circundante tenga cohesión, es mejor
usar un método de levantamiento en bloque: Aísle un bloque de tierra que contenga el ob-
jeto, con un margen de 2 a 3 cm a su alrededor, y luego rodéelo firmemente con un marco
de madera u otro material rígido.

La corrosión del bronce puede ser extremadamente engañosa y difícil de remover, por lo
tanto su remoción la debe realizar sólo un restaurador experto. Una limpieza poco prudente
puede no sólo destruir detalles decorativos del objeto en las capas de la corrosión, sino tam-
bién las evidencias orgánicas y ambientales preservadas por ésta: A menudo, ésta es la úni-
ca manera en que este tipo de evidencia

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 20
CONSERVACIÓN IN SITU

PLATA Y ORO

Puede ser difícil reconocer la plata extraída de la


tierra. A menudo es de color verde y se la puede
confundir fácilmente con el bronce. También
puede ser de color gris o negro purpúreo. La pla-
ta excavada generalmente es extremadamente
frágil y quebradiza y se la debe manipular cuida-
dosamente. Siga los procedimientos generales
de levantamiento dado para la cerámica y el
bronce, pero a la plata no se le debe aplicar nin-
gún consolidante. Si necesita un soporte previo a
la extracción, use una de las técnicas de
levantamiento en bloque mencionadas en la sección sobre el bronce. No intente lavar o lim-
piar la plata. Embálela cuidadosamente en cajas de plástico bien acolchadas, como en el
caso del bronce, teniendo cuidado de no ejercer ninguna presión excesiva sobre el objeto.

Los objetos de oro también pueden ser difíciles de re-


conocer si contienen impurezas. Una corrosión de co-
bre puede cubrir completamente un objeto de oro y
darle la apariencia de bronce. Asegúrese de que el
objeto sea realmente de oro; lo que a primera vista
parecería oro, puede ser una capa dorada frágilmen-
te asentada en la parte superior del bronce o del hie-
rro corroído. Un cepillado o lavado inadecuados pue-
den dañar o remover este dorado, por lo tanto, no
intente limpiar los objetos dorados. Embálelos cuida-
dosamente siguiendo las instrucciones para el bronce
y llévelos a un restaurador.

CONCHA
Generalmente, se encuentra en buenas condi-
ciones. Si es sólida, y es necesario removerle la
tierra se la puede lavar cepillándola suavemen-
te. Si está extremadamente frágil, se la puede
consolidar pincelándola con una solución dilui-
da al 2 % de Paraloid en acetona o tolueno. Si
todavía está húmeda, se debe usar una emul-
sión de PVA.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 21
CONSERVACIÓN IN SITU

MADERA

La madera se asemeja al cuero porque generalmente


tampoco perdura, a menos que existan condiciones ex-
cepcionales de conservación durante su permanencia en
el subsuelo. Rara vez se la encuentra seca, sin embargo, si
está firme hay que mantenerla seca y se la puede limpiar,
suavemente, sólo con un cepillo seco, asegurándose que
el cepillo no dañe la superficie. Si se encuentra muy frágil,
se la puede consolidar con Paraloid siguiendo las instruc-
ciones dadas para consolidar cerámica. Después de apli-
car el consolidante, asegúrese de cubrir la madera con
una lámina de plástico para retardar el ritmo de evapora-
ción.
Esto sirve para minimizar la tensión en la estructura de la madera a medida que la resina se se-
ca, evitando por lo tanto que se deforme. La madera saturada de agua es muy común. Man-
téngasela mojada. El secado a la intemperie, aunque sea por algunos minutos, puede causar
un daño irreparable. Si no se la puede sacar del suelo inmediatamente después de haberla
descubierto, se la debe mantener constantemente mojada rociándola y/o cubriéndola con
una tela o plástico mojado.

TEXTILES

Si una pieza de textil se encuentra seca, manténgase así. Debido a que sus fibras e hilos proba-
blemente estén en extremo frágiles, no se intente lavar o sacar pedazos adheridos de tierra.
Embálese cuidadosamente en tisú libre de ácido o en bolsas perforadas de polietileno y alma-
cénense horizontalmente.

HUESO

Para el hueso, síganse los mismos procedimientos de le-


vantamiento y consolidación señalados en la sección de
cerámica. Si es necesario un levantamiento en bloque o
de apoyo, seguir las instrucciones dadas para el bronce.
Si el hueso es sólido, generalmente se le puede lavar, pe-
ro primero pruébese con una pieza pequeña para com-
probar que al secarse no se quiebra. Usar la menor canti-
dad posible de agua y no sumergir el hueso en ella. Para
eliminar la tierra se puede usar un hisopo de algodón o
un cepillo suave. Déjese secar el hueso lenta y completa-
mente antes de siglarlo y embalarlo, en especial si va a
embalarse en plástico. No lavar el hueso que ya ha sido
consolidado. Si es friable, sólo se debe intentar una lim-
pieza superficial con cepillo y embalarlo cuidadosamen-
te en una caja rígida bien acolchada.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 22
2 CONSERVACIÓN EN LABORATORIO
La metodología de trabajo in situ se complementa con la desarrollada en el laboratorio. Es en
este momento cuando podremos proporcionar a los materiales que no se conservarán in situ
el tratamiento definitivo para su futura preservación.

En el laboratorio se hace un estudio más profundo de la naturaleza de los materiales, estado


de conservación, sus causas de alteración y a partir de este estudio se propone el tratamiento
más adecuado. Las necesidades de estudio de las piezas, su importancia y el grado de altera-
ción que presenten (estabilidad), serán los factores determinantes que darán prioridad a unos
objetos sobre otros.

El primer paso una vez que el objeto llega al laboratorio es elaborar una ficha técnica donde
quedará constancia de toda la documentación que poseamos y de los tratamientos ya reali-
zados. Una vez finalizado el tratamiento se realiza un informe con toda la información conteni-
da en la ficha que acompañará al objeto al lugar donde vaya a ser depositado definitiva-
mente. Conservación y restauración, en términos de tratamiento están íntimamente relaciona-
dos. El primero gira alrededor de la investigación, el estudio y la preservación a largo plazo de
los materiales que componen el objeto, y el segundo se refiere a su revalorización. En la prácti-
ca, los dos procedimientos no se pueden separar fácilmente (Berducou, 1996).

Pocas veces el edificio museístico puede disponer del local indispensable y sobre todo ade-
cuado para este tipo de laboratorio. Las razones son múltiples y las obviaremos hoy aquí para
no salimos del tema tratado. Lo verdaderamente importante ser enumerar las características
con las que deberá contar un lugar como este. En primer lugar el espacio disponible para su
instalación deber ser lo más espacioso que nos sea posible, aunque en un principio y debido a
momentáneos impedimentos de espacio contemos con un pequeño local.

Con respecto a esto último deberemos tener en cuenta que se trata de un servicio en cons-
tante expansión debido fundamentalmente a dos motivos. Los tratamientos aplicados a los
objetos van constantemente evolucionando al ritmo de las investigaciones, conllevando un
aumento y mejora de maquinaria y productos, y la expansión lógica del laboratorio mediante
la adquisición de un equipamiento tan básico como absolutamente necesario, de materiales
que -en términos administrativos- seria tanto el fungible como el inventariarle. Otro hándicap a
tener en cuenta y que resulta directamente proporcional al tamaño del local, es el almacena›
miento de piezas a restaurar en un futuro, y las dimensiones a veces demasiado grandes de
objetos a intervenir, sobre todo si se trata de
cuadros, retablos o imaginera. El reducido espa-
cio disminuye ostensiblemente el campo de ac-
tuación -tanto para el objeto como para el pro-
fesional -, incidiendo de imagen manera directa
en el resultado de su trabajo y el tiempo dedi-
cado a su intervención.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 23
CONSERVACIÓN EN LABORATORIO

UBICACIÓN
La situación en altura del laboratorio es otro de los puntos importantes. Esto mismo también es
extensible en el momento de la elección del lugar donde deberá instalarse el laboratorio de
Conservación y Restauración. Generalmente antaño venía siendo común destinar› lo al cubícu-
lo más reducido, menos iluminado y a veces hasta insalubre ubicándolo poco más o menos
que en el sótano del edificio. Sin pretender que nuestra postura sea en absoluto irreflexiva e in-
tolerante, de ninguna de las maneras deberemos admitir una imposición tan aleatoria como
impaciente. Diversas serán las motivaciones. La salud de los profesionales será lo primero a valo-
rar, la humedad y el calor, la necesidad de ventilación, la seguridad de los objetos, luz en abun-
dancia, etc son ya de por si motivos suficientes.

Escogeremos preferentemente un lugar alto en el edificio y bien orientado, y si se encuentra


cercano o junto al tejado aún mejor. Si es as no olvidaremos el aislamiento contra el frío del in-
vierno y el calor estival. El primero lo paliaremos con calefacción central regulable as como ais-
lamientos térmicos en techos y paredes si fuera necesario. Estos aislamientos procuraremos as
mismo nos sirvan en verano para con los rigores del calor, que suelen ser especialmente intensos
en determinados puntos del edificio según la situación geográfica de la ciudad. Creemos no
estar exagerando si aseguramos que en estos laboratorios es necesario instalar aire acondicio-
nado, ya que resulta una autentica tortura trabajar con exceso de frío o bien de calor.

No obstante res› pecto a este último punto, un frigorífico de las más simples características pue-
de ser de ayuda con el fin de paliar este posible problema.

La situación en alto del laboratorio nos permite además disponer de abundante luz cenital, muy
importante para un trabajo tan minucioso como el que allí se desarrolla. Esta situación además
nos permitir más fácilmente y con ausencia de complicaciones estructurales y materiales, insta-
lar la salida de gases insalubres. Estos vienen inexorablemente generados por la aplicación a las
obras de arte y demás objetos de productos más o menos tóxicos aplicados en campana de
protección, por la cual salen expelidos a la atmosfera mediante un tubo acoplado a un extrac-
tor.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 24
CONSERVACIÓN EN LABORATORIO

Pero entrando ya de lleno en la enumeración y descripción de las partes fundamentales de


un laboratorio, deberemos tener en cuenta que antes de realizar cualquier tipo de obra en el
sería necesario contar con un plano detallado de la habitación escogida.

Sobre el y una vez que tengamos construida una idea suficientemente clara de lo que necesi-
tamos en función del material a conservar y fundamentalmente de las posibilidades económi-
cas actuales y futuras, realizaremos un planteamiento general.

Dicho planteamiento estar basado en el máximo aprovechamiento del espacio disponible,


teniendo siempre la predisposición de no convertirlo en algo parecido a un almacén donde
el desenvolvimiento del operador sea dificultoso. Lo más correcto será al menos encontrar
una relación equilibrada entre nuestras necesidades y posibilidades.

La iluminación del lugar de trabajo deberá ser en su mayor parte de tipo solar. Naturalmen-
te, esto requiere la existencia de amplios ventanales y una perfecta orientación del laborato-
rio, Por muy diversos motivos, este punto es fundamental, tanto como una correcta identifi-
cación de alteraciones o la entonación más adecuada en una reintegración cromática.

Algo fundamental serán las tomas de corriente o enchufes, que deberán estar presentes en
todas las paredes e inclusive a ser posible en el techo mediante raíales.

El abastecimiento de agua corriente es uno de los puntos fundamentales dado que aparte
de las limpiezas, los tratamientos de conservación la mayoría de ellos van aplicados por va
humedad.

Si aún deseamos una depuración máxima podemos instalar un pequeño alambique median-
te el cual la destilaremos.

En esta misma línea sobre la obtención de agua pura, sino aún más extremadamente pura
(ultra pureza).

En este lugar también será necesario disponer de escurridores para material vario de labora-
torio, productos de limpieza y saneamiento, piletas con encimeras, desagües especial› men-
te protegidos para que el vertido de residuos químicos inocuos no los ataque y disuelva, filtros
si los productos vertidos as lo exigiesen, receptáculos bajos de almacenamiento.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 25
CONSERVACIÓN EN LABORATORIO

Piletas de almacenamiento y desalación (con desagües protegidos contra materias que los
llegasen a atascar). Estos receptáculos necesitarán a veces complicadas obras de fontanera,
albañilería y electricidad dentro de un espacio obligatoriamente amplio. As mismo también
poder acoplar hélices para remover el agua y serpentines térmicos para calentarla, aislantes
térmicos de tal manera que podamos efectuar desalaciones en los objetos de hierro tan im-
prescindibles si deseamos su completa e imprescindible estabilidad fisicoquímico. No debere-
mos olvidar en este último caso que la más perfecta limpieza.

Ventilación: otro de los puntos importantes. Los diferentes gases y olores que desprenden los
productos utilizados en Conservación y Restauración por otra parte totalmente incompatibles
con nuestro organismo deberán ser expulsados al exterior de modo prioritario. Se considera
que la ventilación más adecuada para un laboratorio es de 10 metros cúbicos por persona.
Como prevención contra posibles accidentes será conveniente instalar hélices extractoras co-
locadas en las ventanas.

Seguridad: de que en los laboratorios de Conservación y Restauración no exista el riesgo de


accidentes, deberán estar equipados al menos con extintores- y detectores de llama, térmicos
o de humo, tanto en el área de trabajo como en el almacén variando en número según el ta-
maño de la habitación o el peligro inherente así como también pulsadores de alarma. Lo más
aconsejable es emplazar el detector o detecto› res en el techo y los extintores colgados de la
pared, cerca del lugar o productos con mayor riesgo de explosión y/o inflamabilidad.

Mesas: de diferentes tamaños, donde poder realizar el trabajo diario en función del tamaño
del/los objeto/os a tratar. Serán de especiales dimensiones aquellas destinadas a soportar mo-
saicos, madera (esculturas, mobiliario, sarcófagos...), o bien pin› tura mural. As mismo la altura
de las mismas tendrán su importancia en función directa con la comodidad del trabajo.

El grupo óptico: lo componen todos aquellos aparatos compuestos por lentes de aumento y
destinados a que entre otros quehaceres la limpieza sobre los objetos a intervenir sea llevada a
cabo de una manera más profunda, segura y eficaz mediante la ampliación del tamaño de
los objetos, o más bien, partes muy determinadas de ellos. Así contaremos en primer lugar con
lupas binoculares y los siempre imprescindibles.

Serán de vital importancia no solo para el más perfecto tratamiento, sino además para su regis-
tro, posibilidades en cuanto a la investigación.

El secado: Se procurará escoger siempre las denominadas de Aire Regenerado o forzado


(secadores de vidrio por ejemplo). En Estas y mediante un ventilador se introduce el aire am-
biente en la cámara de secado. Aire que por supuesto será calentado en el interior a la tem-
peratura que nosotros hayamos previamente seleccionado en el programador, y que después
es elimina› da al exterior por las salidas existentes al efecto. Este último efecto impide que la hu-
medad eliminada del objeto por calentamiento no se condense a posteriori en el interior, pro-
duciendo de esta manera un efecto contrario al deseado y con posteriores problemas de ín-
dole varia.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 26
CONSERVACIÓN EN LABORATORIO

Los instrumentos de pequeño tamaño: que aun no siendo aparatos eléctricos su grupo con-
forma el voluminoso e imprescindible utillaje empleado día a día por los profesionales de la
Conservación y Restauración as: escalpelos, agujas citológicas (cilíndricas y de lanceta), porta-
minas-lápices y brochas de fibra de vidrio, punzones (o lápices) de madera de naranjo, espátu-
las, instrumental odontológico vario, etc., etc.. No olvidaremos la balanza a ser posible de pre-
cisión.

La toma de datos y las mediciones precisas harán por una parte más fiables los tratamientos y
por ende más rigurosas las investigaciones.

A este res› pecto debemos tener en cuenta que hoy da por ejemplo las balanzas de semi pre-
cisión, los papeles reactivos de PH (papel tornasol).

Los análisis fisicoquímico: No obstante el acceder a una Difracción de Rayos X, Microscopio


Electrónico de Barrido (S.E.M), etc.. En definitiva el acceso a la más moderna tecnología analíti-
ca, es hoy por hoy no solamente muy difícil si no que muchas veces imposible. Los favores me-
diante la amistad y/o la comprensión de los investigadores-encargados en los centros especia-
lizados donde este tipo de analítica es común, suelen sacarnos de diversos apuros aunque no
siempre todos los que fuesen necesarios ni mucho menos los que dese No obstante el acceder
a una Difracción de Rayos X, microscopia electrónica de Barrido (S.E.M), etc.. En definitiva el
acceso a la más moderna tecnóloga analítica, es hoy por hoy no solamente muy difícil si no
que muchas veces imposible. Los favores mediante la amistad y/o la comprensión de los inves-
tigadores-encargados en los centros especializados donde este tipo de analítica es común,
suelen sacarnos de diversos apuros aunque no siempre todos los que fuesen necesarios ni mu-
cho menos los que desempeñarnos.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 27
CONSERVACIÓN EN LABORATORIO

Control climático: Del centro cuyos fondos custodia nuestro laboratorio cara a su conserva-
ción, es otra de las cruciales tareas. Como es natural, primeramente hemos de contar con e
l instrumental preciso para las mediciones. Todo ello tiene su razón de ser ya que cualquier
edificio a l igual que cualquier se r viviente, se encuentra sometido a la acción de los agen-
tes externos tales como la luz, la lluvia, e l viento, etc.. Por lo tanto los edificios (continente)
serán quienes hagan variar la humedad relativa y la temperatura de una determinada
construcción, y por ende lo que ella encierre (contenido).

Trabajo de Conservación y Restauración: Se procurará llevar a cabo siempre mediante


personal especializado y cualificado que posea unos conocimientos y una experiencia res-
ponsable. Es la única forma que los trabajos conlleven las máximas garantas.

La seguridad de los objetos: tanto física como ambiental, sean as mismo primordiales pun-
tos a tener en cuenta. Para mayor seguridad durante los tratamientos de los objetos de es-
pecial valor, será conveniente contar con una caja fuerte que podrá tener inclusive alarma
incorporada. Ni que decir tiene que la combinación tan solo deberá obrar en poder del o
de los conservadores-restauradores, jefes de sección y por supuesto de la dirección.

LA PLANIFICACIÓN DEL TRABAJO SOBRE LOS


OBJETOS A INTERVENIR:
Estará englobada dentro de los objetivos que el mu-
seo se ha propuesto desde un principio. La teoría dic-
ta o deberá dictar que los primeros tratamientos de-
berán ser aplicados a las piezas en peor estado de
conservación. Por ejemplo, los metales, y dentro de
ellos los objetos confeccionados en hierro, tendrán
absoluta prioridad o bien los objetos de tipo orgáni-
co. Pero debemos tener en cuenta que un museo es
un ente vivo y dinámico en constante evolución y
cambio. Esto deberá ser llevado a cabo no solo con
los objetos almacenados de antiguo sino también
con los de nueva adquisición ya sea mediante com-
pra, donación o bien procedentes de las diversas
campañas de excavación arqueológica que anual-
mente se realizan.

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA 28
BIBLIOGRAFÍA

BIBLIOGRAFÍA
 LA CONSERVACION EN EXCAVACIONES ARQUEOLOGICAS

Traducción al español hecha en el Centro Nacional de Conservación y Restauración de


la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Edición dirigida por: N. P. Stanley Price, 2.'
Edición española, Madrid, 1990

 MONTAJE Y FUNCIONES DEL LABORATORIO DE CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN EN


UN MUSEO DE ARQUEOLOGÍA

Carmelo Fernández Ibáñez, CuPAUAM23, 1996, pp. 9-36

 Criterios e Convencións en Arqueoloxía da Paisaxe, Medidas Urgentes de Conserva-


ción en Intervenciones Arqueológicas

Yolanda Porto Tenreiro, Laboratorio de Arqueoloxía e Formas Culturais Universidade de


Santiago de Compostela, Primera Edición

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CONSERVACIÓN
IN SITU Y EN LABORATORIO

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