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Elena Rodríguez
Evelyn Valladares
Índice
Introducción
Planteamiento
Tras el golpe militar de 1973, la represión que se vivió en las poblaciones de los centros
urbanos se configuro en dos niveles, uno selectivo que buscaba detener a dirigentes de
partidos políticos y estudiantiles y para infundir un temor general, se realizaron
allanamientos de las poblaciones en donde se sitiaban por parte de fuerzas militares,
separando hombres del resto de los pobladores, se destrozaban los bienes inmuebles tras la
búsqueda de armamentos, destruyendo cualquier elemento u objeto que para el criterio
militar significara una acción contraria a sus nuevas reglas y órdenes.
Durante muchos años estas formas represivas se sostuvieron en las poblaciones de las
periferias urbanas, en Santiago, las orgánicas poblacionales afines a la dictadura eran las
juntas de vecinos y los centros de madres los que ejercían el control represivo hacia sus
vecinos y su carácter dirigencial era designado por las autoridades comunales.
Es en los años 80s en que el movimiento poblacional sale de las paredes de la parroquia,
organizándose las primeras jornadas de protestas, caceroleo y marchas identificándose a
grupos de mujeres, comité de base de Derechos Humanos, y la brigada muralista América
Latina como los principales grupos aglutinadores, identificables por los pobladores y que
tienen un nexo con movimientos poblacionales a nivel país.
Esta dinámica poblacional articula lo que sucedía a nivel nacional, se integraban propuestas
de los partidos políticos, adhiriéndose a las jornadas de protesta y paro nacional y creaban
sus acciones propias, a la luz de los acontecimientos, los interese de terminar con la
dictadura militar y las demandas propias de la villa.
Nos interesa las actividades de la brigada muralista América Latina como movimiento que
conjuga la expresión artística muralista, los intereses del sector juvenil de la población y los
intereses políticos del movimiento, entendiendo como las acciones que buscan un cambio
social y no como actividad partidista.
Los antiguos militantes de izquierda lograron reorganizarse y el rostro visible fueron los
jóvenes partidistas que organizaron las primeras jornadas de protesta, la avenida Las
Acacias con el puente sobre ella se transformó en el punto de encuentro y de
desplazamiento ante las actividades de manifestación popular en general.
La B.M.A.L. se crea después de la realización del mural “no al pago de la deuda externa”
fue con la autorización del dueño de la casa y solo se congregaron los militantes de las
colectividades de izquierda. Luego de recoger las muestras de la población ante el muro,
existían experiencias similares que constituían un marco de referencia, como los murales
realizados en Villa Francia, cercana a la Portales, se realizan tres murales más antes de
conformar la B.M.A.L. como una organización social que funcionaba en las dependencias
de la parroquia “Jesús Maestro” con una directiva, su nombre y proyectos a realizar, que
trascendieran la acción de pintar un mural frente a la contingencia y la dinámica de protesta
y enfrentamiento con las fuerzas represivas en cada jornada de muralismo.
Para la inauguración de la Plaza aledaña al puente de calle Las Acacias, nombrada como
Plaza América Latina, se invita a la Brigada Ramona Parra para que realicen un mural en
las cercanías.
La trágica vuelta al sombrío transitar por las plazas y edificios se produce con la fatídica
noche del 31 de enero de 1988, conocido como el bombazo de villa portales, muere uno de
los integrantes de la B.M.A.L. y otros 3 jóvenes más, a las horas que le siguen a esta grave
pérdida, los integrantes de la brigada son perseguidos y la brigada termina sus actividades
de manera indefinida. Posteriormente otros jóvenes vuelven a retomar el curso del mural
rebelde y representativo del sentir poblacional.
Marco teórico
En efecto la idea de movimiento social que la era industrial nos ha transmitido es de que se
encuentra dominado por leyes, creencias, un régimen político y un sistema económico, así
cuando se siente amenazado, responde y cuestiona el orden social, al cuestionarse se
proyecta hacia el futuro, construyendo propuestas que cambien la realidad general, más allá
de la particularidad del movimiento. Para Touraine el movimiento social debe sostener un
carácter histórico guiado por orientaciones normativas, lo denomina un llamado a la
historicidad. Señala al actor popular como una forma de descontento pero no un actor
social, no apunta a un oponente estructural y no tiene el llamado estructural.
Respecto al análisis social de américa Latina señala que se enfoca en estudio del sistema
capitalista mundial y del intercambio desigual, en esta trama los actores populares aparecen
como desintegrados, atropellados o alineados por esta dominación que viene del exterior
(Touraine, 2006, pp. 257), reconociendo que los movimientos sociales luchan por el
control y la reapropiación del conocimiento, las inversiones y el modelo cultural que la
clase dirigente ha identificado para sus propios intereses (Ibíd. 2006)
Estas dimensiones son la identidad que es la forma en que los actores se definen a partir de
las dimensiones que mueven su acción como las desigualdades sociales o el trabajo, la
segunda dimensión es el principio de oposición la cual indica que los actores sociales se
definen en base a sus adversarios o mecanismos sociales que se oponen a sus proyectos de
emancipación, de libertad o de justicia y el tercero es el enjeux o el objetivo de porque
lucha, que Touraine llama principio de totalidad entendiendo que tanto los movimientos
sociales como sus adversarios se encuentran en un mismo campo, donde se intenta
establecer una fuerza generadora de cambio o una lucha (Espinoza, 2016).
Para comprender este proceso que comprende estas tres dimensiones, a través de las cuales
se manifiesta o conduce un movimiento social, se debe construir este método que logre
ubicar a los actores en las relaciones sociales que les son significativas a su acción, con el
fin de que el despliegue de imaginarios e ideologías sea puesto a prueba de las relaciones
sociales (Espinoza, 2016). Se trata de conocer las formas de relación con sus opositores, de
lo que entre ellos creen que es el movimiento.
hay que considerar la gráfica popular chilena proveniente del siglo diecinueve, y
que en los setenta alcanza ribetes importantes con el diseño gráfico durante la
Unidad Popular, así como la gráfica simbólica proveniente de ideologías de
izquierda, republicana y anarquista que ingresan a comienzos del siglo veinte a
Chile (Páez, 2013, pp. 6).
Páez intenta descubrir en las calles más que en lo académico el origen de las brigadas
muralistas, otorgándole a la Brigada Ramona Parra el inicio del muralismo en Chile,
cuando durante la campaña presidencial de Salvador Allende de incorporan a los rayados,
los “monos”. Desde la perspectiva teórica la autora señala la importancia de comprender
que la dicotomía entre lo artístico y lo político fue una forma propia de la modernidad
racional, que para Ranciere, Artaud nunca debió separarse, bajo esta reunión de estos
campos es que el muralismo se puede entender como “arte político.”
Para definir el arte callejero hay que comprender que se trata de sujetos que no pertenecen
al círculo del arte académico, que son hombres y mujeres con conciencia de ser y estar en el
mundo, la tesista busca definirlo desde los conceptos de “contracultura”, “conciencia de
clase” y “subcultura”. Desde la Escuela de Birmingham y en la figura de Edward
Thompson plantea que los sujetos populares son capaces de transformar su realidad, esta
Escuela inglesa y su representante E. Thompson cuestiona lo planteado desde el marxismo
que separa la estructura de la superestructura, desde la historicidad del sujeto es posible
cambiar las estructuras, una de estas formas de transformación es la “contracultura” como
modo de ser alternativo que busca ocupar el lugar de la cultura que domina, y la
“subcultura”, como la forma que busca la marginalidad para desarrollarse.
Como hipótesis Páez postula que es posible practicar la resistencia, ese choque contra la
hegemonía que genera rupturas, alteraciones, reinterpretaciones y resignificaciones de los
sujetos, pese al tiempo del mercado que logra permear los espacios y los tiempos de los
individuos (Páez, 2013, pp. 16) ya que esta “permeación” deja ciertos intervalos de tiempo
y espacios de indeterminación, en los que los modos de ser que crean los hombres y las
mujeres son “soluciones” a su entorno (Ibíd. 2013).
En los relatos recogidos por Garcés denotan el sentirse protagonistas de la historia, desde el
análisis de los cientistas sociales de la época hay distintas posiciones, en el trabajo
realizado por Valenzuela, E. y Tironi, E. “La rebelión de los jóvenes” el papel de los
pobladores y sus luchas era de carácter anómico, que obedecía a una respuesta al modelo
neoliberal y sus consecuencias de empobrecimiento, cesantía, y falta de oportunidades y
que como movimiento de pobladores se encontraban lejos de generar un proyecto histórico
político y social (Garcés, 2011, pp. 92). También se sostienen De la Maza y Garcés que al
contrario del movimiento sindical, como el sector de la minería, los pobladores entendían
que la lucha trascendía el cambio de una ley, ellos estaban contra el régimen. (Ibíd. 2011).
Marco metodológico
Esta investigación aborda las formas en que una organización poblacional se identificó y
proyectó desde su historicidad en el movimiento poblacional de los años de crisis
dictatorial tras la relevancia del movimiento político y social.
Objetivos Específicos
Se elegían los días domingos, feriados o de Paro Nacional para realizar un mural, las
temáticas eran de la contingencia, como la venida del Papa Juan Pablo Segundo, el caso de
los jóvenes quemados en las cercanías a la villa en calle General Velázquez con Yunge,
durante una jornada de Paro Nacional, creo que a partir de ese horroroso hecho la acción de
hacer el mural se transformó en un acto social, ya que junto con el mural se entregaron
testimonios de testigos y las sentidas palabras del párroco del sector de Los Nogales José
Aldunate, ese día también entregue un testimonio y una reflexión como joven pobladora.
La dinámica de la actividad implicaba una convocatoria unos dias antes, donde se indicaba
día, hora y lugar, se invitaba a participar y a colaborar para la compra de materiales y se
trataba de cubrir toda la villa. Recuerdo haber recorrido los edificios pidiendo dinero para
comprar las pinturas, el blanqueamiento de los muros, las peticiones de los dueños de las
murallas y lo que ocurria cada vez que se convocaba a pintar el mural, porque ese era un
sello de la brigada, quien quisiera participar era bienvenido.
Lo que ocurría en los enfrentamientos era acciones de lucha entre piedras, gritos y
barricadas contra armas, gases lacrimogenos y duros golpes, las orgánicas partidistas tenian
ciertas medidas de respuesta, escape y en caso de detenciones, el comité de base de
Derechos Humanos “Villa Portales” realizaba las medidas establecidas para esos casos.
La brigada muralista fue una expresión de toda una población, las personas participaban de
las peñas que realizabamos, se difundian las actividades y compromisos con el fin de la
dictadura a través de un boletín, “El muralista” confeccionado por nosotros e impreso por
una organización sin fines de lucro que trabajaba con grupos juveniles Sedej, además nos
facilitaban vhs, equipos para ver películas y cursos de liderazgo.
Todo cambio cuando uno de los integrantes de la brigada, que se había alejado de las
actividades de las organizaciones sociales y partidarias, resulta muerto junto a otros tres
jóvenes en un departamento en el block 10, eso fue el mismo día del cumpleaños del
“diablo” el 31 de enero de 1988, con la pérdida de Claudio Paredes, la brigada muralista se
convierte en una banda de terroristas buscada por el órgano de inteligencia de la dictadura,
obligandonos a ocultarnos y dejar brochas, tachos, pinturas y sueños tirados en los terrenos
baldios de la villa. En otros momentos históricos se articuló nuevamente, para el triunfo del
“No” y el primer gobierno de la concertación, hoy en la villa Portales realiza actividades
culturales un centro América Latina, como testimonio de ese grupo de osados jóvenes que
se enfrentaban a la dictadura con una brocha y tarro de pintura.
Relato de Mónica Rodríguez ex integrante que hoy vive en San Luis, Argentina
BMAL, Presente!!!
Principalmente era un espacio de participación abierta a todos los que deseasen expresarse
a través de un mural, trazando, preparando la pintura, trayendo un pincel, una brocha, algo
rico para compartir, pintando o simplemente observando. Por lo general se realizaban los
días sábados o domingos; a veces, si era la intención o si se podía, se acompañaba de un
acto con algunas palabras y música u otra manifestación artística.
De sus comienzos poco puedo aportar, sólo que fue a partir de un grupo de jóvenes de
nuestra Villa con ganas de expresar, el descontento, la tristeza, el enojo de lo que acontecía
en nuestro país, la dictadura militar impuesta desde el 11 de Septiembre de 1973.
Para mí, una manera de decir que estábamos vivos, de denunciar lo que estaba pasando, lo
que se quería ocultar y olvidar. Tener un espacio donde actuar y saber que no era la única
que pensaba y sentía lo mismo. No estábamos solos.
No desconozco, ni olvido que la Brigada nació en el calor de los Jóvenes de la Villa que
tenían militancia, las innombrables, las demonizadas, prohibidas, censuradas fuerzas de la
Izquierda chilena. Pero ellos se animaron a salir, a organizarse, a decirnos que las cosas no
estaban bien, que se tenían, debían y podían cambiarse. Lo cual me pareció muy coherente
y pertinente.
No era fácil, fueron días muy fuertes, días intensos y el miedo y el riesgo… Fueron años
grises y de poco sol, sin embargo esa energía alcanzaba para amar, divertirse, reírse y
entonces la esperanza de que la dictadura pudiera terminar crecía un poco más. No
estábamos solos, cada día se sumaban más.
La Brigada fundó una Plaza con su nombre…claro no era el tiempo del Día Internacional,
Nacional del Medio Ambiente o de la Tierra, la Semilla y del Planeta inclusive, así que fue
un apoyo precario, el de los vecinos, pero también extraño y oculto, tal vez !? Miedo,
supongo. Nosotros trabajamos mucho para lograrlo, cada uno puso lo que pudo y fue un
orgullo y los vecinos que sí se unieron también se sintieron satisfechos y acompañados.
Nada es en vano, y todo lo que me pasó, está y vive en mí en todo lo que hago de mí vida.
Ahora no vivo en la Villa, estoy un poquito más lejos, no han sido fáciles nuestras
Democracias americanas, particularmente en nuestro país porque los Juicios de Lesa
humanidad han sido tardíos, el dictador no fue juzgado, la Constitución Nacional sigue
siendo la misma implementada por la Dictadura… Corrupción, abusos.
Siempre pienso en las posibilidades, recuerdo lo que viví y por ello defiendo la libertad,
el respeto, las oportunidades, la solidaridad, la participación, el trabajo!! Y mantengo la
esperanza y el amor por sobre todo, en donde esté, todos somos seres históricos de éste
pequeño y gran mundo.
E: Hola Patricio buenas tardes, un gusto que hayas venido a reunirte con nosotros.
La idea es que nos cuentes tu experiencia en la BMAL, eso, que empezáramos con:
¿Cómo tú entraste? Si fue en los inicios, igual después podríamos ir viendo las fotografías
que tu amablemente nos facilitaste para incluirlas en nuestro trabajo investigativo.
Entonces la decisión era no pintar los típicos murales que cada brigada política tenía lña
VER o la Ramona Parra y las otras brigadas que habían, sino más bien nuestros primeros
murales partieron siendo una denuncia, ósea, la idea era que apareciera como una denuncia
y no ser un mural político propiamente tal.
Entonces bueno, nos empezamos a juntar cierto, y cada juventud empieza a mandar a su
gente o militantes jóvenes ya que también llegaron independientes no solamente gente que
ya estaba militando, sino a formar o a pintar el primer mural.
Estos murales generalmente eran consensuados llegaba uno de los integrantes con un
dibujito, entonces, no es cierto se hacia la aceptación o el rechazo del mural.
Bueno ahí a nosotros nos tocó participar desde un principio, lamentablemente no está la
foto del primer mural que se hizo. En el fondo era… este fue hecho en diciembre parece
que del año 84 por ahí antes de la pascua y el lema decía “No te olvides que en esta
navidad, muchos niños pasaran hambre” y aparecían estos rostros de niños dibujados, que
nos pareció después un poco chistoso por que decíamos no te olvides que esta navidad
muchos niños pasaran hambre y los niños que aparecían en el dibujo eran gorditos, digamos
un error.
E: de la parroquia, ya.
P: Bueno y ahí cuando se pintó ese mural se tomó la decisión del nombre entre todos los
que se pintaron… que pintaron el mural se decidió el nombre para ponerle ahí también. Y
parte desde ahí la brigada después era como, nos juntábamos todas las semanas, una
estructura un poquito más rígida cierto, los mismos nos juntábamos y veíamos cómo iba a
ser el mural siguiente pintábamos el mural.
En una época en que la mayoría no… en ese tiempo casi todos eran estudiantes, había muy
poca plata para comprar los elementos que significan pintar un mural, entonces por un lado
había la suerte de, por un lado la poca ayuda de los partidos y por otro lado mucho apoyo
de los vecinos que nos daban su pedacito, su poquito de pintura de un trabajo,. su brocha
que el quedaba de otra pintura de su casa… y así empezábamos a juntar los elementos de
pintura para el otro mural. Y eso es un poco como el inicio básicamente de la brigada y
cómo se incorpora, yo era miembro de la Juventud Socialista y se decidió que participara
para trabajar en esta nueva brigada.
P: Bueno básicamente los murales tienen mucho que ver con lo que ellos basaron a nivel
nacional, lo que no hacíamos nunca era llamar abiertamente a un paro, pero sí poníamos
estos murales que eran como decirle a la gente “Pan para hoy día” ósea no tenemos pan o
cosas por el estilo, o hay un mural que tenía que ver con los escolares ´pero no llamábamos
abiertamente al paro, era como eso.
Y tratábamos también en algunos murales, tomar las cosas que pasaron, el homenaje a
los… se hizo un homenaje a estos chicos quemados cierto, a la Carmen Gloria y al Rodrigo
Rojas y se hizo vinculamos cierto el mural con un pequeño acto que fue bastante simbólico
y al final el mural por los quemados por el acto que sucedió y bueno al final una especie
que se hizo acá en el centro una recreación , con aserrín de dos cuerpos en la calle y les
prendimos fuego, entonces ocurrió una cosa muy extraña, ósea muy simbólica, porque la
gente cuando prendimos eso, mucha gente a nosotros nos iban a ver 100, 200 personas a la
calle cuando se hacían los murales los actos y la gente empezó a aplaudir, y era como todo
lo contrario, ósea nosotros queríamos que la gente se diera cuanta más o menos lo que
significaba un cuerpo quemándose porque nosotros habíamos puesto de estos para dibujar,
para que la gente se diera cuenta, y bueno, pero aplaudieron por un par de minutos y luego
un silencio sepulcral como que se reaccionó a eso y se cantó la canción nacional, la gente
sola empezó a cantar la canción nacional.
Entonces son cosas, ese tipo de acciones era lo que a nosotros nos interesaba , hacer como
el remezón a la gente y nos funcionaba. Hacer en la villa Portales , hacer que la gente
entendiera los derechos que se estaban siendo vulnerados, sobre todo le perdiera el miedo a
enfrentarse con la dictadura en esa época, y creo que lo logramos bastante bien.
E: Patricio y ¿qué otras actividades hicieron a parte de los murales, tenían alguna otra
dinámica?
P: Se hicieron peñas yo recuerdo a lo menos tres, bueno los murales son los básicos, se
hacían estas actividades en la calle, recuerdo que en algún minuto se jugó a la pelota por el
derecho al deporte en las áreas públicas, en algún minuto se hizo una plaza que es la que
está al final del puente donde se plantaron árboles autóctonos chileno, bueno hoy día está el
eucaliptus, que no sé qué tan autóctono es, que está gigante.
Aparte de eso está el tema de lo que conversamos hace un ratito el diario “El Muralista”
ahí salía información para la gente, se apoyó a otras organizaciones yo estuve en dos o tres
apoyando en otras peñas, me llamaron también de otras organizaciones para que les contara
como se hacía todo esto era algo muy parecido a lo que estamos haciendo ahora lo querían
replicar en su sector, y nuestra participación de la brigada en marchas en realidad en la
lucha diaria.
Análisis de fotografías
Este mural está dedicado a la
venida del Papa a Chile, muestra
los colores que usa el vaticano, las
letras de la frase expresada muchas
veces, incluso había una canción,
tiene diferencia en sus tamaños y
formas, resalta la palabra vida,
dentro de todo la pintura, me
pregunto, ¿Por qué el papa está de
espaldas?
Da la sensación de que él no
atendió al llamado del pueblo y se
aleja, rápido.
Bibliografía
François Dubet; Eugenio Tironi; Vicente Espinoza; Eduardo Valenzuela (2016) Pobladores
luchas sociales y democracia en chile, Santiago de Chile, Ediciones Universidad Alberto
Hurtado.