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Ensaio
¿Qué nos dice el Teorema de Arrow?2 dencia de las “alternativas irrelevantes”, im-
posibilidad de expresar preferencias falsas.
En la teoría de la elección social, el Teore- Se supone además que los agentes econó-
ma de Imposibilidad de Arrow (TIA) establece micos individuales son “racionales”, y por ra-
que, cuando se tienen tres o más alternativas cionalidad se entiende la formulación usual
para que un cierto número de personas voten de preferencias que son transitivas, reflexivas
por ellas (o establezcan un orden de prioridad y completas. La transitividad y la completitud
entre ellas), no es posible diseñar un sistema definen a un individuo calculador de sus pro-
de votación (o un procedimiento de elección) pios intereses.
que permita generalizar las preferencias de los Así, la pregunta básica que se faz la teoría
individuos hacia una “preferencia social” de de la elección social es:
toda la comunidad, de manera tal que, al mis- ¿Bajo que condiciones resulta posible que
mo tiempo, se cumplan ciertos criterios “razo- las preferencias agregadas de un conjunto de
nables” de racionalidad y valores democráti- individuos sean racionales, al tiempo que satis-
cos. O en términos más sencillos: en ausencia facen determinadas condiciones axiológicas?
de una unanimidad plena y bajo hipótesis que
parecen razonables, el interés colectivo no O en otros términos:
puede existir.
Los “valores democráticos” (la dimensión ¿Es posible una “Función de Elección So-
valorativa del proceso de elección)3 que se exi- cial” que agregue todas las preferencias indi-
ge cumplir son: no dictadura, universalidad viduales y que el orden social resultante sea
de alternativas, eficiencia de Pareto, indepen- racional y democrático?
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Universidad Nacional da Costa Rica. Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, 2060 San José San Pedro De Montes De Oca,
San Jose, Costa Rica.’
2
Este teorema fue demostrado por el premio Nobel de Economía Kenneth Arrow en su tesis doctoral Social Choice and
individual values, y dado a conocer en su libro del mismo nombre editado en 1951. El artículo original, A Difficulty in the
Concept of Social Welfare, fue publicado en The Journal of political Economy, en agosto de 1950. El teorema comenzó siendo
una curiosidad y una paradoja dentro del marco teórico de la economía neoclásica (la imposibilidad de un orden social
basado en el interés propio que cumpla con ciertos criterios básicos de democracia), pero terminó siendo la base de la
moderna teoría de la elección social. En lo que sigue, evitaremos el formalismo axiomático que caracteriza a esta teoría y,
en lo posible, el uso del lenguaje técnico.
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Sin duda, el marco categorial de Arrow incluye una dimensión ética que intenta ser parte del corpus de la teoría, pero
se trata de una ética funcional a los mecanismos de decisión establecidos en los mercados, esto es, una ética del mercado.
El Teorema de Imposibilidad de Arrow reconsiderado. ¿Es el bien común una búsqueda imposible?
El resultado del Teorema de Arrow conclu- preferencias del resto. Es el ideal republicano
ye (mediante una inapelable demostración por (y en general burgués) de un orden democrá-
el método axiomático) que no existe ninguna tico entendido como “elecciones libres”: voto
regla de agregación de preferencias que tenga universal, anónimo y secreto, con urnas im-
tales propiedades normativas deseables, a no personales. Su propósito es convertir la “elec-
ser que las preferencias sean impuestas por un ción social” en la suma de las decisiones indi-
“dictador”. Dicho de otra forma, ninguna regla viduales y el acto de votar en un acto privado.
de elección social puede satisfacer simultánea- Es el elogio del sufragio universal y de las de-
mente las cinco condiciones axiológicas indi- cisiones por mayoría (simple o calificada).
cadas4. Dominio no restringido o universalidad. Se
deben tomar en cuenta todas las combinacio-
El Teorema de Arrow y la utopía nes posibles de las preferencias individuales.
de una “sociedad de mercado”: El dominio privado es irreductible y en él sólo
totalitarismo o caos cuentan las preferencias. Aquí interesa resal-
tar que la condición de Arrow (siguiendo la
Los axiomas de racionalidad y los valores tradición neoclásica) no hace distinción entre
democráticos que Arrow postula como desea- preferencias y necesidades, o mejor dicho, no
bles y razonables definen en realidad una “so- existen necesidades, solo preferencias. Todos
ciedad de mercado” (con su correspondiente los juicios de hecho son del tipo medio-fin, y
ética del mercado), es decir, una sociedad que no existen juicios del tipo vida-muerte.
se constituye (y se interpreta) a partir de la ra- No imposición o Eficiencia (débil) de Pareto. La
cionalidad formal o, en palabras de Max We- ordenación de las preferencias sociales depen-
ber, de la racionalidad medio-fin, que es una de de las ordenaciones individuales y no son
racionalidad concebida a partir del individuo impuestas por otros criterios, como la tradi-
calculador, y donde las relaciones interper- ción o el azar. De nuevo, es el ideal burgués
sonales son relaciones contractuales, esto es, de la constitución de la sociedad a partir de
relaciones voluntarias entre propietarios de la suma de los intereses individuales (el indi-
cualquier cosa. viduo propietario y calculador de sus intere-
Tenemos aquí la médula de la concep- ses). Además, las ordenaciones son ordinales,
ción burguesa de igualdad (y de libertad). En no cardinales, lo que conduce a este criterio
efecto, la igualdad burguesa es una igualdad de comparabilidad muy general (y estándar)
contractual (no simplemente formal): somos como lo es el óptimo de Pareto, que es un cri-
iguales porque actuamos como individuos terio de estricta eficiencia formal desentendido
que pactamos contratos unos con otros y pro- de las relaciones interpersonales y de la justi-
cedemos según esos contratos (los contratos cia distributiva.
obligan a actuar correspondientemente). To- Independencia de alternativas irrelevantes. Todo
dos los intercambios son vistos en términos lo que debe importar en el proceso de elección
contractuales, todo es mercado: mercado de social son las ordenaciones relativas de pares de
bienes, mercado de servicios, mercado de fac- alternativas A y B. Esto es: (i) las preferencias
tores productivos, mercado de votos, mercado están dadas (no hay posibilidad de reordena-
de afectos, etc. mientos, por ejemplo, a través del debate y la
Veamos caso por caso cómo los criterios deliberación), (ii) no existen relaciones inter-
de Arrow se refieren efectivamente a este tipo personales directas (sólo relaciones indirectas,
idealizado de sociedad: relaciones “de valor” [Marx]), (iii) si la sociedad
Principio de no-dictadura. No existen indi- no logra la unanimidad y se polariza, no hay
viduos que determinen la ordenación de las posibilidad de acuerdos (que eviten, por ejem-
preferencias sociales con independencia de las plo, una confrontación destructiva).
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Ante este resultado tan pesimista se han sugerido diversos caminos para una “versión constructiva” de la teoría de la
elección; desde un rediseño de la estructura axiomática (dentro y fuera del marco conceptual arrowiano) hasta un replan-
teamiento de la teoría de la justicia; pero en su versión inicial, y dado el marco institucional que pretende representar, los
resultados del teorema se han mantenido incólumes. Simultáneamente, otros resultados “pesimistas” han surgido, como
el teorema de Gibbard y Satterhwaite (una función de decisión social cuyo rango tenga al menos tres alternativas es no
manipulable si y sólo si es dictatorial), o la paradoja del liberal paretiano de Sen (en cualquier sistema de elección social,
para obtener una decisión colectiva con selecciones individuales independientes, es imposible satisfacer simultáneamente
el criterio del óptimo de Pareto y un marco de “libertad mínima”).
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Este apartado se basa en Hinkelammert (2000).
venta (en general, de intercambio entre valores limita. El cálculo “a largo plazo” desemboca
equivalentes). Por medio de la compra-venta necesariamente en un cálculo del límite de lo
se transmiten poderes, y estos poderes estable- aguantable, como ocurre con el concepto insti-
cen una relación de dominación que en ningún tucionalizado de “desarrollo sostenible”.
momento viola la igualdad contractual. La imposibilidad de Arrow deviene de la
El sentido de la emancipación tiene enton- reducción de la persona humana al individuo
ces que renovarse, para referirse ahora a la burgués. Como individuo calculador de sus
respuesta a este tipo de discriminación que se utilidades personales, este individuo no pue-
manifiesta dentro de la igualdad contractual y de sino construir el sistema que desemboca en
que adquiere múltiples dimensiones: discrimi- esta “jaula de acero” (Weber). Su construcción
nación en el contrato laboral (explotación); dis- ocurre paso a paso por la reducción de las re-
criminación de la mujer, también producida en laciones humanas a relaciones contractuales y
el interior de la igualdad contractual (desigual- por la transformación del mercado en la prin-
dad y estratificación por sexo, que no es simple cipal relación social, que somete a todas las
residuo o herencia del patriarcado ancestral); otras con tendencia a socavarlas. Siguiendo
discriminación por racismo (una desigualdad cada uno el cálculo de sus utilidades, el cami-
en relación con la propia igualdad contrac- no a la jaula de acero es un camino obligado.
tual). Y más recientemente vivimos una cuarta Siguiendo la lógica de este individuo, efecti-
dimensión de este conflicto: el conflicto por la vamente no hay salida, no hay alternativa, ex-
destrucción de la naturaleza. En este caso se tra- cepto totalitarismo o caos, y la imposibilidad
ta igualmente de un conflicto entre la libertad/ arrowiana se impone.
igualdad contractual y los afectados -aunque El problema es entonces este: ¿Cómo fun-
sean afectados indirectos-, en razón de las con- dar teóricamente los derechos del individuo
secuencias sobre la vida humana debidas a las autónomo al mismo tiempo que se asegure la
destrucción de la naturaleza. emancipación frente a la discriminación implí-
Frente a estas tendencias, desembocamos cita que la igualdad contractual conlleva? Solo
en la necesidad de una ética del bien común. La en una sociedad que acepte y enfrente este
relación mercantil, al totalizarse, produce dis- conflicto originario es el bien común un hori-
torsiones de la vida humana y de la naturaleza zonte posible.
que amenazan esta vida. Esta amenaza la ex- Este reconocimiento implica la aceptación
perimentamos. La ética del bien común surge de este conflicto como legítimo e implica la re-
como consecuencia de esta experiencia de las nuncia a las soluciones únicas (mercado, Esta-
víctimas por las distorsiones que el mercado do, “democracia”), con las cuales se quiere eli-
produce en la vida humana y en la naturaleza, minar el conflicto (en realidad, multiplicidad
por lo que esta ética resulta de la experiencia y de conflictos) para volver a crear una supuesta
no de una derivación a priori a partir de alguna instancia capaz de determinar las soluciones.
supuesta naturaleza humana. Experimenta- Es la ilusión, por ejemplo, de que la demo-
mos el hecho de que las relaciones mercantiles cracia permite sustituir estos conflictos por
totalizadas distorsionan la vida humana y, por
decisiones mayoritarias; pero también la de-
consiguiente, violan el bien común.
mocracia constituye una dominación y mani-
Esta ética del bien común tiene como su
pulación, como bien lo han dejado establecido
norte la reproducción continua de las condiciones
algunas extensiones del Teorema de Imposibi-
de posibilidad de la vida humana, que es criterio
lidad de Arrow. Es la ilusión de la democracia
central de toda otra economía posible y surge
occidental.
en conflicto con el sistema. El bien común se
destruye en el grado en el que toda la acción
humana es sometida a un cálculo de utilidad. Referencias
La violación del bien común es el resultado de
HINKELAMMERT, F. 2000. La negativa a los valo-
esta generalización del cálculo de utilidad. Por
res de la emancipación humana y la recupera-
eso tampoco el bien común se puede expresar ción del bien común. Revista Pasos, 90:215-244.
como un cálculo de interés propio “a largo pla-
zo”. El bien común interpela al mismo cálculo Submetido: 18/04/2013
de interés propio, va más allá del cálculo y lo Aceito: 18/04/2013