Menke, Christoph. La fuerza del arte. Santiago, Chile: Metales Pesados, 2017.
Si la estética es filosófica, es porque la compresión del espíritu y la compresión del arte se
mantienen unidas, sin que por ello se equiparen entre sí, entonces tiene la estética que adoptar la doble figura de una antropología estética como doctrina del espíritu y de una teoría estética como doctrina del arte. (9 - 10)
La fuerza del arte. Siete tesis.
1. La ubicua presencia del arte y la significación central de lo estético en la sociedad
van unidas a la pérdida de lo que propongo denominar su fuerza, es decir, a la pérdida del arte y de lo estético como fuerza. (11) 2. La fuerza del arte no consiste en ser conocimiento, política o crítica. (11) 3. La totalidad del arte es un conjunto de transmisión de fuerzas. La fuerza de la inspiración, del arrebatamiento, es transmitida al artista, al espectador y al crítico: «hasta que éste se siente inspirado, alcanza la inconsciencia y la razón deja de habitar en él» [Platón, Ión, 533d – 534b] (12) 4. En el arte, ergo en su producción, experiencia y valoración, más bien se realizaría una capacidad adquirida socialmente; el arte sería un acto de subjetividad práctica. Ese es el sentido de la «poética» inventada por Aristóteles como «Poïétique» (Valéry): la doctrina del arte como hacer, como ejercicio de una capacidad que el sujeto ha adquirido mediante la educación, esto es, mediante su socialización o disciplinamiento, y que ahora está en condiciones de ejercer conscientemente. Por el contrario, desde el inicio se halla otra manera de pensar del arte, que el siglo XVIII bautizará con el nombre de «estética». Este pensamiento estético del arte se basa en la experiencia que en el arte se despliega una fuerza que conduce al sujeto fuera de sí, tanto hacia atrás como más allá de sí mismo; una fuerza que, en definitiva, es inconsciente –una fuerza «oscura» (Herder). (12-13) 5. La fuerza es el concepto estético opuesto a la capacidad («poiética»). «Fuerza» y «capacidad» son los nombres de dos modos opuestos de comprender la actividad artística. Una actividad es la realización de un principio. La fuerza y la capacidad son dos modos opuestos de comprender el principio y su realización. […] Tener capacidad significa ser sujeto; ser sujeto significa poder hacer algo. […] Entender la actividad artística como ejercicio de una capacidad significa, por tanto, comprender esta actividad como una acción en la cual un sujeto realiza la forma general, que caracteriza una práctica social específica; significa entender el arte como práctica social y el sujeto como su participante. Las fuerzas son lo otro de las capacidades: -Las fuerzas son humanas, pero presubjetivas. (13) -Las fuerzas operan por sí mismas; su accionar no se lleva a cabo por el sujeto y, por tanto, éste no sabe nada de ellas. - las fuerzas son formadoras y, por lo tanto, carentes de forma. Las fuerzas modelan formas y vuelven a remodelar cada una de las formas modeladas por ellas. -Las fuerzas operan en el juego, en la generación de algo que ya han superado. Las capacidades nos vuelven sujetos que pueden participar con éxito en las prácticas sociales, en tanto reproducen su forma general. En el juego de las fuerzas, somos pre y suprasubjetivos, agentes que no son sujetos; activos, sin conciencia de sí; seres inventivos; sin finalidad. (14) 6. El arte es más bien la transición entre capacidad y fuerza, entre fuerza y capacidad. El arte consiste en la división entre fuerza y capacidad. El arte consiste en un poder paradójico: poder, no poder; ser capaz, ser incapaz. El arte no es ni meramente la razón de las capacidades, ni el mero juego de la fuerza, es el tiempo y el lugar del retorno de la capacidad hacia la fuerza, del surgimiento de la capacidad desde la fuerza. (14) 7. El arte es más bien el campo de una libertad, no en lo social sino de lo social; la libertad de lo social en lo social. […] Lo estético como «desencadenamiento total de todas las fuerzas simbólicas» (Nietzsche) no es ni productivo, ni práctico, ni capitalista, ni crítico. Lo que está en juego en la fuerza del arte es nuestra fuerza. Se trata de la libertad, de la figura social de la subjetividad, sea productiva o práctica, capitalista o crítica. En la fuerza del arte está en juego nuestra libertad. (15)
I. Categorías estéticas.
La obra de arte: entre posibilidad e imposibilidad.