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Teoría fundamentada: elementos básicos para su comprensión

Elisa Gutiérrez Gordillo

Introducción

La investigación educativa es una disciplina cuyo ámbito de acción se enfoca en

ayudar para la comprensión y reflexión sobre los problemas educativos. Una de las

características que destacan en la práctica de esta actividad, de manera particular

en los trabajos basados en un enfoque cualitativo  en donde se ubican las

propuestas de la teoría fundamentada es la presencia de numerosas perspectivas

teóricas, métodos y estrategias de recolección de datos.

El origen de esta pluralidad dentro del ámbito educativo, de acuerdo a

Sandín (2003), es que se han venido asumiendo modos de generar conocimiento,

de hacer ciencia, propios de otras disciplinas sociales; enriqueciendo

indudablemente, las propuestas de investigación en el proceso de su adaptación a

realidades educativas, pero también generando alternativas o innovaciones por la

introducción de nuevas connotaciones a muchos términos; lo que a su vez, ha

generado cierta confusión y dificultado la construcción de un orden conceptual que

favorezca la difusión del conocimiento en la comunidad.

Son muchos los autores que han propuesto esquemas de clasificación o

taxonomías de las modalidades existentes en investigación cualitativa ( Bisquerra,

2004; Fick, 2004; Sandín, 2003). Sobre este tema, Tesch (1993), sugiere que esta

empresa constituye una tarea prácticamente imposible, por lo que propone

organizar los tipos de investigación ya sea, en función de la raíz disciplinar que


orienta los métodos y procedimientos de investigación, o bien, en función de los

objetivos que se planteen.

En el marco de las propuestas clasificatorias se recurre, en muchas de ellas,

al concepto de tradiciones de investigación, para puntualizar el hecho de que los

diversos métodos poseen una historia y se han generado en el interior de diversas

disciplinas en cuyo seno fueron pensados, aplicados y desarrollados. Una de las

tradiciones más importantes en la investigación de corte cualitativo aplicadas en el

ámbito educativo, es la teoría fundamentada, la cual es considerada como un

método para descubrir teorías, conceptos, proposiciones basándose directamente

de los datos generados en el estudio concreto y no de supuestos a priori

recuperados de otras investigaciones o de teorías, a través de los cuales se pueden

descubrir aspectos relevantes en un ámbito determinado.

Antecedentes de la teoría fundamentada

El ambiente intelectual en el contexto de la investigación social durante el periodo

que comprende las últimas dos décadas del siglo XIX, hasta el último tercio del siglo

XX, se caracterizó por la aparición de las diversas disciplinas que hoy conforman a

las ciencias sociales, desde las cuales se desarrollaron y fueron combinando, un

conjunto de posicionamientos ontológicos, epistemológicos, teóricos y

metodológicos, con el objetivo de abordar el estudio de los fenómenos propios de

cada área, sin la constricción que imponían los cánones positivistas extendidos y

naturalizados en una gran parte de la comunidad científica ( Cohen, Manion y

Morrison, 2007).

La Teoría Fundamentada ancla sus propuestas en las aportaciones de varios

teóricos, quienes a su vez, fueron influidos por procesos formativos, reflexiones o


prácticas generadas en distintos contextos disciplinarios. Las contribuciones de

carácter epistemológico más notorias, de acuerdo a Ritzer (2002) provienen del

interaccionismo simbólico de Herbert Blumer y de la filosofía pragmática

estadounidense en las ideas de John Dewey y George Mead.

El interaccionismo simbólico es, para Blumer (1969), un proceso según el

cual los humanos interactúan con símbolos para construir significados, es decir los

seres humanos mediante las interacciones simbólicas, recibe información para

entender sus propias experiencias y las de los demás, comparten además

sentimientos que les permiten llegar a conocer a sus semejantes.

Blumer sintetiza el interaccionismo simbólico en tres premisas: (1) las

personas actúan en relación a las cosas a partir del significado que las cosas tienen

para ellos. (2) el contenido de las cosas se define a partir de la interacción social

que el individuo tiene con sus conciudadanos. (3) el contenido es trabajado y

modificado a través de un proceso de traducción y evaluación que el individuo usa

cuando entra en contacto con las cosas que se encuentra.

Blumer resaltó el rol de los conceptos estableciendo que son sensitivos más

que definitivos, pues adquieren su significado y utilidad de relaciones modeladas en

lugar de correlaciones cuantificables; configuró además, el concepto de indagación,

mismo que comprendía la comparación de casos para desarrollar las características

de cada caso, la producción de significados emergentes y el refinamiento continuo

de las características de las relaciones.

Otras ideas estructurantes que configuran la base epistemológica de la teoría

fundamentada derivan de la corriente filosófica del pragmatismo, para la cual los

datos científicos son superiores a los dogmas filosóficos, posición de donde deriva
la importancia atribuida a la investigación empírica del mundo social. Mead (Ritzer,

2002), quien tuvo una gran influencia en la conformación del mismo interaccionismo

simbólico, prioriza a la sociedad sobre la mente al puntualizar la idea de que los

social determina el desarrollo de los estados mentales.

Para Mead, la mente es un proceso, no una cosa y se encuentra en los

fenómenos sociales, no dentro de los individuos; recalca el yo y la mente dentro del

orden social y del simbolismo lingüístico que usan las personas para comunicarse,

enfatiza la relación entre el yo y el contexto social: "debemos ser los otros si

queremos ser nosotros mismos". El yo al que hace referencia Mead, implica

obligatoriamente la existencia de otros como miembros de la interacción, de ahí que

Mead propusiera el estudio del acto social como el camino más efectivo para

estudiar a la mente.

Dewey, (citado por Ritzer, 2002), por su parte, no imaginaba la mente como

una cosa o una estructura, sino como un proceso de pensamiento que envuelve

varias etapas. Aspiraba a la unificación del pensamiento y de la acción, así como

de la teoría y la práctica. En su visión, los conceptos, a través de los cuales se

expresan las creencias humanas, son construcciones temporales y, lo que

verdaderamente es importante en las personas, son las reconstrucciones de sus

prácticas tanto morales como sociales, es decir, los seres humanos mediante las

interacciones simbólicas, adquieren información e ideas, mediante las cuales logran

entender sus propias experiencias y las de los demás, comparte con esas

interacciones, sentimientos que les permiten llegar a conocer a sus semejantes.

Desarrollo de la teoría fundamentada

La teoría fundamentada presenta varias particularidades, pues a la fecha,


comprende varias tendencias o versiones que, aunque comparten ciertos principios,

presentan diferencias con respecto al enfoque de los autores. Estas diferencias

están relacionadas principalmente con la formación disciplinar y los

posicionamientos ontológicos y epistemológicos de los investigadores.

La versión original de esta tradición, se atribuye a los sociólogos Barney

Glaser y Anselm Strauss, quienes publicaron las ideas básicas en su libro El

descubrimiento de la teoría fundamentada: estrategias para la investigación

cualitativa en el año de 1967, bajo los supuestos de que la teoría sociológica de ese

tiempo, sobreestimada la comprobación y verificación de las teorías, en lugar de

descubrir conceptos, variables e hipótesis basadas en la información obtenida de

los participantes en el trabajo de campo. De acuerdo a los autores mencionados “

“la teoría descubierta en el proceso de recolección estará directamente relacionada

con la investigación en curso y será más efectiva cuando se utilice que aquéllas

teorías identificadas previo a la investigación” (Glaser y Strauss, 1967, p. 3).

En el transcurso de los años siguientes los autores originales desarrollaron

varios trabajos sobre el tema, tanto de manera individual, como con otras personas;

expandiendo los horizontes metodológicos. En años recientes Kathy Charmaz

(2006) y Adele Clarke(2005), configuraron sus propias versiones de la teoría

fundamentada, basadas en una serie de cuestionamientos y aportaciones hechas

sobre los postulados fundacionales.

La propuesta de Barney Glaser y Anselm Strauss (enfoque clásico)

Como se estableció en párrafos anteriores, Glaser y Strauss presentaron la

estructura básica de la teoría fundamentada en 1967, la cual sigue siendo un punto

de referencia en la actualidad. Esta postura representa de manera simultánea una


forma de pensar acerca de los datos, a la vez de un modo de analizarlos. De

acuerdo a los autores, este método se diferenciaba de otras aproximaciones

cualitativas por el énfasis puesto en la generación, en la construcción de teoría más

que en la tarea de verificación (Denzin y Lincoln, 2005).

La generación de teoría significa que los conceptos no derivan de manera

exclusiva de los datos, sino que se trabajan de manera sistemática en relación con

ellos, es decir, la fuente para la generación de la teoría es el dato empírico.

El modelo está integrado por varios elementos: conceptos, categorías,

propiedades, el método comparativo continuo, el muestreo teórico y la saturación

teórica (Denzin y Lincoln, 2005).

Los conceptos son centrales pues son las unidades básicas de análisis; la

teoría fundamentada se desarrolla a partir de la conceptualización del dato y no de

los datos reales. Los conceptos son creados por el investigador con base a la

identificación de eventos o causas a partir de las cuales se generan las llamadas

etiquetas conceptuales.

La categoría se construye como resultado de la agrupación de conceptos, en

este sentido, presentan un nivel de abstracción más elevado que los conceptos y

se generan de manera análoga a los conceptos.

El método comparativo constante propone una revisión de los datos

capturados para ir construyendo la teoría de la realidad investigada y se basa en la

lógica de la comparación. El planteamiento central de este método es la interrelación

entre teoría y práctica. Se elaboran teorías extraídas de la observación y

posteriormente, éstas se comparan con la revisión teórica. Como resultado de la

aplicación del método comparativo continuo se derivan dos tipos de teorías: la teoría
formal y la teoría sustantiva. La primera se refiere a un área conceptual general y la

segunda a un área sustantiva o empírica determinada.

El muestreo teórico se refiere a la fase de recolección de datos para la

generación de teoría; aquí, el investigador colecta, codifica y analiza sus datos para

decidir qué datos adicionales se necesitan y dónde obtenerlos para desarrollar su

teoría. El muestreo teórico se utiliza para seleccionar los grupos comparativos los

que a su vez se seleccionan con base a su relevancia teórica.

Sobre este punto es importante mencionar que hablar de muestreo teórico

en teoría fundamentada es hablar de un medio para descubrir categorías y

desarrollar propiedades; las categorías principales surgen en las fases primarias de

la recolección de datos.

La saturación teórica es un criterio de referencia para determinar cuándo

detener el muestreo de los diferentes grupos pertenecientes a cada categoría.

Glaser y Strauss consideraron que una categoría puede clasificarse como saturada

cuando se considere estable ante nuevos datos y rica en detalles.

La teoría fundamentada sistemática (enfoque straussiano)

En los años que siguieron a la publicación del libro El descubrimiento de la teoría

fundamentada: estrategias para la investigación cualitativa, Glaser y Strauss

tomaron caminos separados y en diversas publicaciones individuales ahondaron en

la explicación o redireccionamiento del método.

En la década de 1990 Strauss desarrolló investigaciones en conjunto con

Juliet Corbin. De ese trabajo, surgió otra vertiente o diseño de la teoría

fundamentada denominado procedimiento sistemático, cuya diferencia con la


propuesta original, es la prescripción de procedimientos detallados y rigurosos para

llevar a cabo trabajos con este método ( Strauss y Corbin, 1997)

La teoría fundamentada de procedimiento sistemático enfatiza la utilización

de fases bien definidas en el análisis de datos: la fase de codificación abierta,

codificación axial y codificación selectiva, así como el desarrollo de un paradigma

lógico o retrato visual de la teoría generada ( Strauss y Corbin, 1990).

La fase de codificación abierta, primer paso en esta propuesta, implica la

generación de categorías iniciales de información sobre el fenómeno en estudio a

través de la segmentación de la información. Las categorías y subcategorías tienen

su base en toda clase de datos recolectados o generados, ya sea entrevistas,

grupos focales observaciones, o bien, notas y memorándums del investigador.

Durante la segunda fase, denominada código axial, el investigador

selecciona una categoría generada durante la fase de código abierto y la coloca en

el centro del análisis, a manera de fenómeno central y aborda el proceso de

relacionarla con las demás categorías; éstas otras categorías asumen, a partir de

ese momento, varios roles: a) condiciones causales, es decir, factores que

influencian al fenómeno central; b) estrategias, en la forma de acciones ideadas en

respuesta al fenómeno central; c) condiciones contextuales y externas, que refieren

a todos aquellos factores situacionales específicos y generales que influencian a las

estrategias; y d) consecuencias, resultados obtenidos por el uso de estrategias. En

esta fase se requiere la elaboración de un diagrama denominado paradigma

codificador por Strauss y Corbin (1990),en el que se muestren gráficamente todas

las relaciones establecidas entre las categorías, mismo que se utilizará,

posteriormente, para establecer proposiciones .


La codificación selectiva es la tercera fase en este modelo, en ella, el

investigador está en posición de generar una teoría a partir de la interrelación de las

categorías derivadas de la codificación axial. Esta teoría ofrece, a un nivel básico,

una explicación general del proceso investigado.

Una de las técnicas en este proceso de teorización es la definición de un

guión que provea la estructura para entrelazar las categorías, con los diversos tipos

de notas generadas por el o los investigadores. La lógica del guión puede tomar el

siguiente formato: describir la forma en que ciertos factores influencian al fenómeno

estudiado lo cual condiciona el uso de estrategias específicas que llevan ciertos

resultados.

El uso de estos procedimientos seriados de codificación lleva a la

explicitación de hipótesis o proposiciones, como las denominan Strauss y Corbin

(1997), en las cuales se clarifican las relaciones encontradas durante la fase de la

codificación axial.

Enfoque emergente en la teoría fundamentada

La propuesta metodológica de Strauss y Corbin fue objeto de varias críticas por

parte de Barney Glaser, uno de los autores originales de esta tradición. Glaser

(1992), señaló que Anselm Strauss y Juliet Corbin sobre-enfatizaban reglas y

procedimientos, predefinían un marco para las categorías y favorecían la

verificación por encima de la generación de teoría; lo importante, para Glaser, era

permitir la emergencia de la teoría a partir de los datos, en lugar de utilizar los

procedimiento predeterminados por las fases de codificación abierta, axial y

selectiva.
El objetivo de los estudios con el método de teoría fundamentada es, para

este autor, explicar un proceso social básico; la explicación necesariamente

conlleva procedimientos de codificación de comparación constante, es decir,

comparar incidentes con incidentes, incidentes con categorías y categorías con

categorías. Todos los procesos se deben enfocar en conectar categorías, no en

describirlas, pues es de ellos de donde surgirá la teoría. Al final el investigador

construye una teoría y discute las relaciones entre las categorías sin que tenga que

haber una referencia a diagramas o dibujos.

Una buena teoría debe cumplir con cuatro criterios centrales: ser coherente,

operativa, relevante y modificable. Si a partir de un área substantiva se va

induciendo la teoría, ésta será necesariamente coherente ante los ojos de todos los

involucrados en la investigación; si una teoría fundamentada es operativa, permitirá

explicar la variación en el comportamiento de los participantes y por lo tanto tendrá

relevancia ajustarse a la realidad. La teoría “no se escribe sobre una lápida, y

debería modificarse cada vez que surjan nuevos datos”(Glaser, 1992, p. 15).

El enfoque constructivista de la teoría fundamentada

En consonancia con las posibilidades que ofrece la apertura metodológica en la

investigación social iniciada en las últimas décadas del siglo XX, la socióloga

norteamericana Kathy Charmaz, publicó su versión de la teoría fundamentada en el

libro Construcción de la teoría fundamentada: Guía práctica para el análisis

cualitativo en el año 2006. Se basa en un posicionamiento ontológico constructivista

como reacción al objetivismo de las versiones de Glaser, Strauss y Corbin,

revisadas en párrafos anteriores. Desde esta óptica, aporta varios elementos a la

teoría; reconoce el papel activo del investigador por medio de la presencia de


experiencias, intereses, posicionamientos personales en todas las fases del

proceso de recolección, selección e interpretación de la información, por lo que,

cualquier conclusión que se genere, será considerada como incompleta e

inconclusa.

El interés de Charmaz radica también, en la recuperación de los significados

atribuidos por los participantes a una situación dada a través de puntos de vista,

valores, creencias, sentimientos, responsabilidades, ideologías, más que en

recuperar hechos y describir actos. Charmaz (2006), sugiere que cualquier

elemento, tales como el uso de conceptos complejos, diagramas o mapas que

pudieran confundir a la experiencia, se alejan del propósito la teoría fundamentada

y que su utilización representa en realidad, un intento de ganar espacios de poder.

El recurrir a códigos con verbos en gerundio que expresan acción, permite captar

de mejor forma las experiencias de los individuos.

Teoría fundamentada posmoderna

Adele Clarke es otra socióloga destacada en lo que respecta a la aportación teórica

hecha dentro del campo de la teoría fundamentada. Asume los valores propios del

pensamiento posmoderno al declinar las nociones de verdad, las aspiraciones

absolutistas y universalizantes de la modernidad, oponiendo a ellas las nociones de

verosimilitud, disenso, otredad, alteridad, deconstrucción, individualidad y

contingencia ( Denzin y Lincoln, 2005). En su artículo, convertido posteriormente en

libro Análisis situacional: la teoría fundamentada después del viraje posmoderno,

publicado en el año 2005, presenta una estructura conceptual integrada por tres

enfoques cartográficos: mapas situacionales, sociales y posicionales, los cuales, a


diferencia de la teoría fundamentada original, que se enfoca en las concordancias,

hacen énfasis en las diferencias.

Clarke propone estos mapas como enfoques suplementarios de análisis de

la teoría fundamentada clásica, enfocada en exhibir las complejidades, los

elementos clave y las condiciones que caracterizan a la situación considerada en la

investigación desde una visión ampliamente concebida. En la perspectiva de Clarke

(2005), el análisis situacional puede situar a profundidad la investigación en

términos individuales, colectivos, institucionales y de organización, así como en

términos temporales, geográficos, materiales, culturales, simbólicos, visuales y

discursivos.

Los enfoques cartográficos son:

mapas situacionales, a través de los cuales se presenta el humano

principal, lo no humano, lo discursivo y otros elementos de la situación bajo

investigación, como base para realizar un análisis de las relaciones entre

ellos;

Mapas sociales de mundos o lugares que presentan a los actores colectivos,

los elementos no humanos clave y los lugares de compromiso, al interior de

los cuales los actores están involucrados en continuas negociaciones;

Mapas posicionales que presentan el grado de posición asumida de los

datos sobre ejes discursivos particulares de variación y diferencia,

preocupación y controversia alrededor de los asuntos complicados de la

situación investigada.
Características comunes en los estudios de teoría fundamentada

En los apartados anteriores se analizaron las condiciones históricas y disciplinares que

dieron origen al método de la teoría fundamentada, así como las diversas

circunstancias que derivaron en el desarrollo de versiones diferentes de la misma.

En la práctica de la investigación educativa, la elección de uno u otro abordaje

requiere considerar varios elementos, pues todas las propuestas parten de distintas

referencias ontológicas y epistemológicas, han generado sus propios conceptos y

asignado roles a los investigadores y sujetos. La teoría fundamentada puede incorporar

elementos de un abordaje sistemático, de un diseño emergente flexible así como el uso

de código de acción para capturar las experiencias de los participantes.

Las características de la teoría fundamentada que utilizan la mayoría de los

investigadores son, de acuerdo a Creswell (1998), las siguientes: a) un abordaje

procesual; b) muestreo teórico; c) análisis de datos con el método comparativo

constante; d) una categoría central; e) generación de teoría y f) anotaciones

a) Abordaje procesual

La teoría fundamentada se dirige sobre todo, a explorar procesos, sin descartar el

estudio de ideas individuales, pues parte de la premisa de que vivimos en un mundo

social en el cual las personas interactúan con los demás. Desde esta visión los

teóricos generan un entendimiento o comprensión sobre un proceso relacionándolo

a un tópico substantivo.

En el marco de la teoría fundamentada un proceso es concebido como una

secuencia de acciones e interacciones entre personas y eventos alrededor de un

tópico (Corbin y Strauss, 2008). Por ejemplo, la prevención, el éxito, la evaluación

o la tutoría sobre embarazos no deseados es un tópico en el contexto educativo


entre un estudiante y un docente. De entre todos estos tópicos, el investigador

puede aislar e identificar acciones e interacciones entre las personas involucradas.

Al producto de este proceso de aislamiento se les denomina categorías; las

categorías en las distintas versiones de la teoría fundamentada son temas que

contienen información básica identificada en los datos generados por el investigador

y son utilizados para entender un proceso. Una categoría dentro del proceso

desarrollado entre un docente y un estudiante puede ser la comprensión de la

prevención o del éxito por parte de un estudiante durante la sesión.

Las categorías o temas pueden ser identificadas o denominadas en varias

formas; una de las vías de identificación más utilizadas son los códigos in vivo, lo

que significa que las categorías se nombran con conceptos vertidos por los sujetos

participantes en lugar de ser generados por el investigador o derivados de teorías.

La manera en que los investigadores identifican estas palabras para etiquetar

a las categorías es a través de un examen minucioso de las transcripciones o notas

de campo, actividad que, eventualmente, permite localizar frases que capturen la

esencia de una categoría.

Las actividades descritas acerca de la categorización derivada de los datos

es la fase denominada codificación abierta; un segundo paso (fase de codificación

axial), implica organizar las categorías o temas en un modelo y relacionarlas a

manera de explicar el proceso que se estudia.

Un punto importante a destacar es que, la mayoría de los trabajos desarrollados

con este método, retoman la recomendación de Bryant y Charmaz (2007), en el

sentido de utilizar verbos en gerundio, tanto en los títulos como en los propósitos,

para enfatizar la acción del estudio.


b) Muestreo teórico

El desarrollo de los estudios con teoría fundamentada incluye la obtención de una

gran variedad de información para lo cual se dispone de una enorme variedad de

posibilidades, no obstante, un peso importante de este proceso recae en las

entrevistas, al ser ésta la técnica que quizá permita capturar, de mejor manera, las

experiencias de los participantes en sus propias palabras. Esta realidad es

consistente también con el posicionamiento constructivista de la versión de

Charmaz (2006).

El muestreo teórico es una característica muy particular que distingue a la

teoría fundamentada de otras propuestas cualitativas para la recolección de la

información. Este tipo de muestreo comprende la recolección simultánea y

secuencial y el análisis de la información. Significa la elección intencional y

focalizada por parte del investigador, de las formas de recolección de información

que provean el texto y las imágenes requeridas ,en una situación concreta, para

generar la teoría que permita la comprensión del proceso.

Sobre este mismo tema, los investigadores también recurren a una práctica

propuesta en la versión emergente de la teoría fundamentada (Corbin y Strauss,

2008), la cual consiste en recolectar y analizar la información en la medida que se

vaya generando y sobre esa base, decidir qué datos son necesarios para continuar.

Este procedimiento, que implica la iteración entre la recolección y el análisis de la

información, lleva a afinar, desarrollar y clarificar los significados de las categorías

para teorizar. El proceso iterativo llevarse a cabo hasta que el investigador

considere que se ha alcanzado un estado de saturación, es decir, que la nueva

información que se podría obtener de seguir en el proceso, ya no generaría ninguna


información útil.

c) El método comparativo constante

El método comparativo constante es un procedimiento inductivo utilizado en el

análisis de los datos en la teoría fundamentada, consistente en generar y conectar

categorías iniciando con la comparación desde lo específico hasta lo más general,

incidentes con incidentes; incidentes con categorías y finalmente, categorías con

otras categorías; es este procedimiento el que permite anclar, relacionar o

fundamentar las categorías generadas con la información.

d) Categoría central

Otra característica en la mayoría de los estudios es la selección de una categoría

central como el fenómeno nuclear para la teoría. Esta definición se hace después

de identificar varias categorías, cuyo número depende del tamaño de la base de

datos. La selección depende de varios factores: la relación que guarda con otras

categorías, su frecuencia de aparición, del tiempo y grado de dificultad con que

alcanzó un nivel de saturación y sobre todo, por las implicaciones que ofrezca para

el desarrollo de la teoría (Glaser, 1992).

Las versiones de la teoría fundamentada ofrecen distintos criterios para la

selección de la categoría central. Para Strauss y Corbin (1997), este tipo de

categoría deberá:

 Ser central, es decir, todas las demás categorías destacadas deben

necesariamente relacionarse con ella.

 Poseer una frecuencia muy alta, lo cual significa que hay indicadores que

apuntan hacia ella en todos, o en casi todos los casos.


 La explicación que deriva de la relación establecida entre las categorías es

lógica y consistente.

 El nombre o frase con que se designe a la categoría central deberá poseer

la suficiente abstracción

En la medida en que el concepto se va puliendo o afinando, la teoría crece en sus

alcances y por lo tanto, en su poder explicativo.

La explicación sobre un proceso no debe variar de manera drástica aunque las

condiciones de un fenómeno se perciban de manera distinta.

e) Generación de teoría

El término de teoría dentro de la teoría fundamentada significa una explicación

abstracta, la comprensión de un proceso sobre un tópico substantivo fundamentado,

derivado de la información (Charmaz, 2006). El hecho de que la teoría se

fundamente en una información específica, hace que no tenga una capacidad de

aplicación amplia como las teorías conceptualizadas desde los supuestos

positivistas.

Los estudios generalmente presentan la teoría en tres formas: a) como un

paradigma de codificado visual dentro del procedimiento sistemático propuesto en

la versión de Strauss y Corbin ; b) como una serie de proposiciones o hipótesis en

la forma de oraciones que señalan la relación existente entre las categorías como

aparece en la fase del codificado axial que incluye a las condiciones causales, la

categoría central, el contexto, las condiciones intervinientes, las estrategias y las

consecuencias o c) como una historia escrita en un formato de narrativa ( Strauss y

Corbin, 1997).
f) Anotaciones

Durante todo el proceso de la teoría fundamentada los investigadores generan

distintos tipos de anotaciones sobre la información. Las notas cumplen diversas

funciones: explorar y relacionar de varias formas ideas, presentimientos,

pensamientos; apuntar hacia nuevas fuentes de información, dar forma a nuevas

ideas para desarrollarlas posteriormente, entre otras más. Las notas permiten

también un diálogo interior continuo sobre la conformación de la teoría ( Denzin y

Lincoln, 2005).

Procedimiento metodológico en la teoría fundamentada

La teoría fundamentada ha sido objeto de muchas críticas. Un buen número de ellas

son compartidas con otras expresiones metodológicas derivadas de

posicionamientos ontológicos y epistemológicos opuestos a los cánones

positivistas. Otras críticas, se relacionan directamente con la variedad de

propuestas, fundamentos, conceptos, procedimientos, reivindicados como los

referentes correctos en las diferentes vertientes, cuyos supuestos básicos se

revisaron en los apartados anteriores.

Los investigadores interesados en abordar el estudio de temáticas con esta

metodología podrían encontrar muy útil, de acuerdo a Creswell (2012), el adoptar

los procedimientos definidos en el denominado enfoque sistemático elaborado por

Strauss y Corbin ( 1997) ya que es una versión altamente estructurada con respecto

a los procedimientos, con pasos claramente definidos y fácilmente identificables.

Etapa 1Evaluar la pertinencia de un diseño de teoría fundamentada con respecto

al problema de investigación
Los diseños de teoría fundamentada son apropiados cuando se pretende

desarrollar una teoría sobre algún tema novedoso, modificar una teoría,

explicar un proceso, generar una conceptualización o abstracción general de

las interacciones y acciones de las personas. Este tipo de diseño es

especialmente adecuado para tratar temas sensitivos tales como los

relacionados con personas abusadas sexualmente o con problemas de

adicciones, entre otros, debido a su capacidad de generación de procesos de

abstracción para la comprensión de la realidad. Por otro lado, de acuerdo a

sus autores, la propuesta de Strauss y Corbin, ( Denzin y Lincoln, 2005), es

una buena opción metodológica para todos aquellos investigadores que

utilizan el enfoque cuantitativo y estén interesados en explorar un

procedimiento cualitativo riguroso y sistemático

Etapa 2Identificar el proceso objeto de estudio

El objetivo de la investigación bajo las premisas de la teoría fundamentada

consiste en explicar un proceso, por lo que su identificación temprana,

aunque sea de manera tentativa, es indispensable para darle estructura al

trabajo. En el transcurso de la investigación, el proceso puede sufrir

transformaciones e incluso podría surgir uno nuevo; sin embargo, Strauss y

Corbin ( 1997), establecen que es prioritario tener al menos una idea sobre

el proceso en esta fase de la investigación.

El proceso deriva directamente del problema y preguntas de

investigación que se intentan responder por medio del estudio y debe

contemplar el involucramiento de las personas que están actuando o


interactuando en él.

Etapa 3Implementar una muestra teórica

El punto central en el proceso de recolección de datos en la teoría

fundamentada es obtener información que permita el desarrollo de una teoría

sobre el proceso. Los datos se obtienen de varias fuentes y bajo distintos

formatos, de entre los cuales destaca el uso de la entrevista. Un aspecto

particular en este método es que el investigador efectúa la operación de

recolección de información de las diversas fuentes en varias ocasiones; este

proceso continua hasta que se considere que las categorías se han saturado

y la teoría está desarrollada. No hay un límite con respecto a cuándo dar por

terminada la fase de recolección de información. Sobre este particular

Creswell (2012), sugiere un mínimo de 20 a 30 entrevistas, en el caso de que

se utilice sólo esa técnica; este número puede cambiar si se recurre a otras

fuentes.

Etapa 4La codificación de la información

A diferencia de otros métodos, el proceso de codificación en la teoría

fundamentada se da de manera simultánea a su recolección, el resultado

determina el tipo de información requerida para continuar. En líneas

anteriores se especificó el proceso detallado propuesto por Strauss y Corbin.

Creswell (2012), propone la cantidad de 10 categorías como suficientes para

dar paso a una teoría con este método.

Etapa 5 Utilizar el codificado selectivo y desarrollar la teoría

El codificado selectivo consiste en desarrollar la explicación del proceso


estudiado, es decir, la generación de la teoría; esto se lleva a cabo

interrelacionando las diferentes categorías en el marco del modelo de

codificación, el cual puede tomar las siguientes formas: a) clarificar el modelo

del codificado axial y presentarlo como la teoría del proceso; b) escribir una

serie de proposiciones en la forma de ideas sujetas a comprobación

(hipótesis) como base para proceder con el estudio a una mayor profundidad

o bien, c) escribir una historia o narración sobre la relación entre las

categorías.

Etapa 6 Validar la teoría

Creswell (2012), señala la importancia de asegurarse de que la teoría

generada sea comprensible para los sujetos involucrados en el proceso y

que, sobre todo, detalle los eventos y secuencias de manera precisa. En la

teoría fundamentada la validación es un componente activo del proceso de

investigación y se alcanza cuando el investigador triangula en un primer

momento, la información de origen con las categorías emergentes en la fase

de codificado abierto; este procedimiento se repite en el codificado axial

cuando el investigador se hace preguntas en un proceso iterativo al relacionar

categorías con los datos buscando evidencias, incidentes y eventos. Una vez

desarrollada la teoría, el investigador valida el proceso comparándola con los

resultados obtenidos en procesos similares.

Etapa 7 Escribir el reporte de investigación

La estructura del reporte de investigación presenta variaciones en función del

enfoque metodológico que se adopte. Es muy flexible si resulta de la


utilización de los diseños emergente o constructivista, o muy lineal, como en

los reportes cuantitativos si deriva del diseño sistemático (Denzin y Lincoln,

2005). En esta perspectiva los estudios elaborados desde la teoría

fundamentada incluyen un problema, método, discusión y resultados,

además de que, comúnmente, se escriben en un tono objetivo y en tercera

persona.

A manera de resumen la teoría fundamentada, en todas sus variantes, es una

herramienta cuyas características pueden utilizarse para abordar el estudio de

aspectos de la realidad social que no son atendidos por otras tradiciones

cualitativas. Su potencial de reflexión, cuestionamiento e innovación del

conocimiento, es muy amplio en todas las ciencias sociales, aunque en este punto

destacamos, de manera particular, el área educativa, en la cual, el componente

interactivo entre sujetos, situaciones, procesos y acciones se configuran como un

espacio abierto a la producción de explicaciones de la realidad a partir de la

inmersión en la realidad misma.


Referencias

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La Muralla.

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