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Fojas 935.

Novecientos treinta y cinco.

Santiago, veinticuatro de enero de dos mil diecisiete.-


Vistos :
I.- En cuant o a los Rec ursos de Apelac i ón en contra de la
resoluci ón de fojas 776 interpuest a por los demandados:
1 °) Que los demandados Mario Baladrón Baltierra y Servicios
Médicos Tabancura S.A. deducen recurso de apelaci ón – fojas 832 y 834 –
en contra de la resolución de fecha 24 de mayo de 2016 escrita a fojas 776;
la cual resolviendo un incidente de nulidad procesal, opuesto a fojas 376 por
la demandada Servicios Médicos Tabancura S.A. respecto de la prueba
testimonial rendida ante el Tercer Juzgado Civil de La Serena, por exceder
las declaraciones de testigos que depusieron ante el tribunal exhortado el
límite máximo de seis por cada hecho de acuerdo a lo establecido en el
artículo 372 inciso primero del Código de Procedimiento Civil, rechaza la
referida nulidad por cuanto entiende, el tribunal, que dicha alegaci ón debi ó
plantearse, por la demandada en la referida audiencia testimonial,
oportunidad en la que no asistió.
Sostienen que la referida resolución es absolutamente improcedente,
desde que el tribunal ya hab ía dictado sentencia definitiva en estos autos, de
forma tal que en virtud del desasimiento no ten ía competencia para hacerlo,
de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 191 del citado cuerpo normativo.
Además el razonamiento del tribunal es absolutamente errado, desde que el
incidente fue planteado dentro del plazo legal, por lo que la preclusi ón que
entiende operó no resulta acertada. Refieren que la resoluci ón les genera un
perjuicio por cuanto la sentencia valora y considera la prueba testimonial
que entienden es nula por exceder el máximo legal establecido en el art ículo
372 del Código de Procedimiento Civil.
2 °) Que, como primera cuestión ha de destacarse que la nulidad
procesal es una sanción de ineficacia respecto de los actos jur ídicos del
proceso por el incumplimiento de algunos de los requisitos que la ley
prescribe para su validez.

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Sabido es que “la nulidad sin perjuicio no opera”, esto es el principio
de trascendencia, ya que esta sanción no es un fin, sino un medio que la ley
franquea a las partes para que hagan efectivo sus derechos y, al juez para
que pueda ejercer la función jurisdiccional. Principio que nuestro legislador
recoge en el artículo 768 inciso penúltimo del Código de Procedimiento
Civil, en el recurso de casación en la forma al establecer: “el tribunal podr á
desestimar el recurso de casación en la forma, si de los antecedentes aparece
de manifiesto que el vicio no ha influido en lo dispositivo del mismo”.
3 °) Que, sin perjuicio que esta Corte comparte lo razonado por el a-
quo, en cuanto a que la parte debi ó alegar su incidencia en la audiencia
respectiva, ha de tenerse en cuenta que la circunstancia que depongan m ás
testigos que lo permitido en el artículo 372 del C ódigo de Procedimiento
Civil “…..solamente hasta seis testigos, por cada parte. Sobre cada uno de
los hechos que deban acreditarse”; no constituye un vicio que torna nula la
referida prueba testifical, sino que dice relaci ón con la valoraci ón y
ponderación que la sentencia realiza de este medio de prueba.
4 °) Que, sin perjuicio de lo anterior, ha de tenerse en cuenta que el
supuesto vicio que se denuncia y por el cual se pide la nulidad de la prueba
testifical, no resulta tal, por cuanto en el proceso s ólo cinco testigos – por la
demandante – depusieron por el hecho número once consignado en la
resolución que recibió la causa a prueba: Andrés Alexis Angel G ómez;
Solange Carola Monroy Orozco; Cristián Eduardo Pizarro Troncoso; Hugo
Roberto Molina Bauer y Fabián Humberto Salas Barraza, ya que los
restantes testigos fueron tachados por la demandada y esta objeci ón fue
acogida en la sentencia definitiva, razón por la cual ninguna trascendencia ni
perjuicio reviste la circunstancia en la que se apoya la incidencia; razones
por las cuales la referida resolución será confirmada.
II.- En cuanto a los Recursos de Cas aci ón en la
Forma deducidos por los deman dados :
5 °) Que a fojas 778, el abogado don Luis Villavicencio Meza por la
parte demandada Servicios Médicos Tabancura S.A. en estos autos sobre
juicio ordinario caratulados “Pizarro De La Piedra, Mat ías y Otros con
Baladrón Baltierra y Otra”, deduce recurso de casaci ón en la forma en
contra de la sentencia definitiva de fecha 4 de mayo de 2016, escrita a fojas

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639 y siguientes, que acogió la demanda condenando al Dr. Mario Enrique
Baladrón Baltierra y Clínica Tabancura a pagar a los demandantes Matias
Eduardo Pizarro de la Piedra y Francisca Carolina Landea Gonz ález, la
suma de $ 95.157.848 por concepto de daño patrimonial, m ás $200.000.000
a Matías Eduardo Pizarro de la Piedra por concepto de da ño moral;
$200.000.000 por daño moral a Francisca Carolina Landea Gonz ález y, la
suma de $400.000.000 a Agustín Jesús Pizarro Landea por concepto de da ño
moral, esto es $895.157.848 con más reajustes de acuerdo a la variaci ón que
experimente el índice de precios al consumidor e intereses corrientes para
operaciones no reajustables, ambos contados desde la fecha de notificaci ón
del fallo y hasta el pago efectivo. Condena en costas a los demandados.
Funda el arbitrio en lo dispuesto en el art ículo 768 N ° 5 del C ódigo
de Procedimiento Civil, en relación con el art ículo 170 N° 6 del mismo
cuerpo normativo. Sostiene que su parte solicit ó la nulidad procesal de la
prueba testimonial rendida ante el Tercer Juzgado Civil de La Serena, por
haber excedido la cantidad máxima de testigos que se pueden presentar por
cada parte sobre uno de los hechos que deban acreditarse. Refiere que a la
fecha de la interposición del presente recurso, el exhorto aún no hab ía sido
devuelto al tribunal exhortante, y lo más grave el tribunal dej ó sin resolver el
incidente de nulidad procesal formulado en tiempo y forma por su parte,
dictando sentencia definitiva, encontrándose pendiente el referido incidente.
Indica que esta circunstancia le causa perjuicio ya que la sentencia tomo en
consideración toda la prueba testimonial cuya nulidad solicitó.
Agrega que con la declaraci ón de doña Macarena Sof ía Pizarro de la
Piedra a fojas 245 a 252, las actuaciones de la prueba testimonial efectuadas
el 3 y 4 de agosto de 2015 en el tribunal exhortado, oportunidad en que la
actora presentó a declarar a cinco testigos más sobre el mismo hecho de
prueba el número 11 de la resolución que recibió la causa a prueba de fojas
107, declaraciones que entiende están absolutamente viciadas. Por lo que
sostiene que la prueba testifical efectuada los d ías 3 y 4 de agosto de 2015,
no puede ser considerada
En síntesis, estima configura el vicio en el que funda el recurso, por
cuanto la sentencia no resolvió el incidente planteado por su parte,
incurriendo así en la omisión establecida en el art ículo 170 N° 6 del C ódigo

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de Procedimiento Civil, ya que no resolvió todas las acciones y excepciones
que se han hecho valer en el juico. Por lo que solicita, se acoja el recurso de
casación en la forma, anulando la sentencia definitiva, haciendo lugar al
incidente de nulidad de la prueba testimonial y, en consecuencia de ello se
rechace la demanda en todas sus partes.
6 °) Que, a fojas 818 la abogada doña Claudia Huerta D íaz, por el
demandado Mario Baladrón Baltierra, deduce recurso de casaci ón en la
forma en contra de la sentencia definitiva en virtud de la causal contemplada
en el artículo 768 N° 5 del Código de Procedimiento Civil, en relaci ón con
lo dispuesto en el artículo 170 N° 4 del mismo código. Indica que, “las
consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la
sentencia” constituye una exigencia que tiene por finalidad que las partes
conozcan las motivaciones que tuvo el juzgador para fallar de determinada
manera, para lo cual se exige un desarrollo lógico de todas las pruebas
allegadas al juicio y en cuya virtud se tuvieron por acreditados los hechos
alegados por las partes, de forma tal que la soluci ón de la controversia no
sea arbitraria. Sin embargo la sentencia en estudio, no cumple con esta
exigencia por cuanto su parte considerativa no contiene ning ún an álisis de la
contradicción existente entre la prueba documental rendida por su parte y la
testimonial, como asimismo con la instrumental rendida por la actora, dos
informes médicos extendidos por médicos cirujanos que no son especialistas
en ginecología y obstetricia, ni del contenido de la ficha clínica en
concordancia con las declaraciones existentes en la carpeta investigativa en
sede penal, donde se explican las anotaciones registradas en la ficha, d ándole
su real sentido y alcance. Tampoco la sentencia explica c ómo ponder ó la
declaración de la testigo Ana María Susana Vadulli Zelada, testigo presencial
de los hechos y, las declaraciones de médicos cirujanos especialistas en
ginecología y obstetricia Andrés Benito Rosmanich Poduje y Jaime Ismael
Roa Burgos, lo cual se ve claramente reflejado en los considerandos 33 ° y
34° en los cuales se da por establecida la culpa de su representado.
Refiere, en síntesis que la sentencia impugnada no se ñala cu áles son
los medios de prueba rendidos en la causa que permitan sustentar la
condena de su representado, lo que determina que tal declaraci ón no se

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funda en hechos indubitados, sino en meras suposiciones o apreciaciones
subjetivas contenidas en el fallo.
Solicita finalmente se acoja el recurso de casaci ón en la forma
anulándose la sentencia y dictándose la correspondiente de reemplazo.
7 °) Que el recurso de casación en la forma tiene como raz ón de ser
velar por el exacto cumplimiento de las disposiciones legales que se refieren a
la forma externa de los litigios y a su cumplido desarrollo procesal y por
tratarse de un recurso de derecho estricto en su desarrollo e interposici ón
deben observarse ciertas y determinadas formalidades legales, limit ándose la
competencia de esta Corte, por la o las causales invocadas. De modo tal, su
planteamiento debe cimentarse precisamente en las excepcionales situaciones
de transgresión de la ritualidad que permiten la nulidad del fallo dictado en
esas circunstancias.
8 °) Que la demandada Servicios Médicos Tabancura S.A. aleg ó la
causal contemplada en el artículo 768 N° 5 del C ódigo de Procedimiento
Civil en relación con lo dispuesto en el artículo 170 N ° 6 del mismo cuerpo
normativo: “El recurso de casación en la forma ha de fundarse precisamente
en alguna de las causas siguientes: En haber sido pronunciada con omisi ón
de cualquiera de los requisitos enumerados en el art ículo 170 ”, y a su turno
el artículo 170 N°6 : “Las sentencias definitivas de primera o de única
instancia y las de segunda que modifiquen o revoquen en su parte dispositiva
las de otros tribunales, contendrán: La decisión del asunto controvertido.
Esta decisión deberá comprender todas las acciones y excepciones que se
hayan valer en el juicio; pero podrá omitirse la resolución de aquellas que
sean incompatibles con las aceptadas”.
9 °) Que la causal que se ha intentado, dice relaci ón con los principios
de congruencia y completitud de la sentencia en orden a que ésta debe
resolver la controversia teniendo para ello en cuenta las acciones y
excepciones de las partes en el proceso. En este sentido, de la sola lectura del
recurso se advierte que el fundamento del mismo, no dice relaci ón con el
motivo de nulidad que se intentó, ya que no tiene que ver con la demanda
ni con las alegaciones contenidas en las contestaciones al libelo, sino que
con un incidente de nulidad procesal de una prueba testimonial resuelta

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después de la dictación de la sentencia definitiva; lo que en caso alguno
configura el vicio contemplado en la norma legal que se invoca.
10 °) Que, a lo ya señalado debe adicionarse la circunstancia que el
vicio en que se funda, en cuanto depusieron más testigos por la parte
demandante respecto de un mismo hecho, infringiendo de esta forma lo
dispuesto en el artículo 372 del Código de Procedimiento Civil, tampoco se
configura por cuanto en definitiva solo cinco son los testigos que depusieron
por la actora por el hecho consignado con el número once en la resoluci ón
que recibió la causa a prueba, y en consecuencia s ólo estos son los que se
valoraron y ponderaron en la sentencia, ya que respecto de los dem ás se
acogieron las tachas opuestas por la demandada, como ya se dijera al
resolver la intendencia de nulidad opuesta por esta misma parte. Por lo cual,
el recurso no podrá prosperar.
11 °) Que, en cuanto al recurso de casación en la forma del
demandado Mario Baladrán Baltierra, se funda en el motivo de nulidad
contemplado en el artículo 768 N° 5 del Código de Procedimiento Civil, en
relación con el artículo 170 N° 4 del mismo cuerpo legal: “Las
consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la
sentencia”. Exigencia que en síntesis, implica explicar las razones que
justifican la decisión a que se arriba, sobre la base del an álisis, tambi én
manifestado en razonamientos de la prueba rendida y de las alegaciones de
las partes.
12 °) Que, la sentencia en estudio contiene los hechos y las razones en
virtud de las cuales, analizados y ponderados latamente todos los de
convicción allegados al proceso, logra llegar a la decisi ón de que los
demandado incurrieron en responsabilidad contractual al no prestar las
atenciones de salud contraídas respecto de los demandantes, especialmente
en cuanto al seguimiento y monitorización del parto inducido de do ña
Francisca Landea González , concluyendo en una cesárea de urgencia y el
nacimiento de Agustín Pizarro Landea hipotónico y con asfixia severa, lo que
le ha provocado un daño permanente e irreversible.
13 °) Que, distinto es, que la parte no comparta el an álisis,
ponderación y valoración que la sentencia realiza de los medios probatorios,
lo que en definitiva se advierte del recurso, ya que en suma el reproche se

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funda en la valoración que contiene el fallo, lo que nada tiene que ver, con
que éste no contenga la justificación de la decisión. En consecuencia, la
sentencia expone las razones en forma de argumentaciones racionales y
correctamente desarrolladas, por lo que el recurso no podrá prosperar.
III.- En cuant o a los recursos de apelac i ón interpuest os
por los demand ad os y la adhesi ón de la part e deman dant e:
Vist os:
Se reproduce la sentencia en alzada de fecha cuatro de mayo de dos
mil dieciséis escrita a fojas 639 y siguientes a excepción del vocablo
“extracontractual” consignado en el considerando 32° que se elimina y se
reemplaza por: “contractual”.
Y se tiene adem ás pres ente:
14 °) Que, la responsabilidad civil, en cuanto deber jurídico
reparatorio surge siempre que la conducta humana est á descrita como una
hipótesis consagrada en la ley; así la responsabilidad es una sanción
destinada a restaurar el orden jurídico cuando éste se ha alterado como
consecuencia de que un sujeto ha dejado de dar cumplimiento a sus
obligaciones (responsabilidad contractual) o ha cometido con dolo o culpa
una conducta típica y antijurídica (responsabilidad extracontractual). De esta
forma entonces, la responsabilidad en cuanto sanción civil, pretende
restaurar el equilibrio originalmente instituido en el ordenamiento jur ídico y
que se ha quebrantado por el autor del hecho.
15 °) Que, con las pruebas aportadas al proceso, tal como lo concluye
la sentencia se logró acreditar que los demandados incurrieron en
responsabilidad civil contractual, al no brindar las atenciones de salud,
especialmente el seguimiento y monitoreo del parto de la demandante Sra.
Francisca Landea González, que desencadenó en el nacimiento de su hijo
hipotónico y con asfixia severa.
16 °) Que en cuanto a los daños y siendo estos un requisito
indispensable de la acción indemnizatoria que se ha intentado, los actores
con la prueba rendida especialmente el documento denominado “Pericia
Contable” es posible tener por cierto que en cuanto al da ño emergente y
entendiendo que éste consiste en el detrimento patrimonial efectivo que
experimenta la víctima con ocasión del hecho; éste ascendió al menos a

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marzo de 2015 a la cantidad de $95.157.848, tal como lo concluye la
sentencia.
17 °) Que en lo que respecta al daño moral, éste surge como
consecuencia de la lesión de un derecho subjetivo propio o ajeno, situaci ón
que se expande del ámbito propiamente jurídico alcanzando el ámbito
personalísimo de los sentimientos. El daño moral constituye una lesi ón a las
expectativas de la persona, se radica en su estructura espiritual, dice relaci ón
con las emociones, esperanzas, afectos, gratitudes.
Perjuicio que con la abundante prueba aportada al juicio, como se
consigna en la sentencia – considerando 38° – ha quedado acreditado,
compartiendo esta Corte la suma que ésta ordena pagar por este concepto,
dado el sufrimiento diario que experimenta Agust ín por sus tratamientos y
terapias, y por la misma razón la angustia, tristeza y profundo dolor de sus
padres al ver a su hijo en la condición de incapacidad absoluta ya que no
puede hablar, moverse, alimentarse y menos jugar.
18 °) Que, en lo que respecta a los intereses que ordena pagar la
sentencia, atendida que la obligación se está declarando en este acto, éstos se
devengaran desde que la obligación se hace exigible, vale decir, desde que la
sentencia quede ejecutoriada, según lo pedido en la apelaci ón por este
capítulo. Situación diversa ocurre con los reajustes, dada su naturaleza en
cuanto pretende que el dinero mantenga su valor o poder adquisitivo, la
sentencia en esta parte será mantenida.
Por estas consideraciones y visto además lo dispuesto en los art ículos
144, 186 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, se declara:
I.- Se confirma la resolución de fecha veinticuatro de mayo de
dos mil dieciséis, escrita a fojas 776.
II.- Se rec hazan los recursos de casación en la forma deducidos
por los demandados Servicios Médicos Tabancura S.A. a fojas 778 y
siguientes y, por Mario Baladrón Baltierra a fojas 818 y siguientes.
III.- Se confirma la sentencia de cuatro de mayo de dos mil
dieciséis escrita a fojas 639, con declaración que los intereses se devengaran
desde que ésta quede firme o ejecutoriada.
IV.- Que se condena en costas a los demandados.
Reg ístrese y devu élv ase.

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Redacci ón de la ministra Sra. Book.
N ° Civil 6962- 2016. -

Pronunciada por la Primera Sala de esta Iltma. Corte de Apelaciones de


Santiago, presidida por la Ministra señora Dobra Lusic Nadal e integrada
por el Ministro señor Guillermo de La Barra Dünner y la Ministra se ñora
Jenny Book Reyes.
Autorizado por el (la) ministro de fe de esta Corte de Apelaciones.
En Santiago, a veinticuatro de enero de dos mil diecisiete, notifiqu é en
secretaría por el estado diario la resolución precedente.

DOBRA FRANCISCA LUSIC NADAL GUILLERMO EDUARDO DE LA BARRA


MINISTRO DUNNER
Fecha: 24/01/2017 13:29:48 MINISTRO
Fecha: 24/01/2017 15:42:56

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JENNY MARTA BOOK REYES SONIA VICTORIA QUILODRAN LE
MINISTRO BERT
Fecha: 24/01/2017 13:46:57 MINISTRO DE FE
Fecha: 24/01/2017 15:43:53

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Pronunciado por la Primera Sala de la C.A. de Santiago integrada por los Ministros (as) Dobra Lusic N.,
Guillermo E. De La Barra D., Jenny Book R. Santiago, veinticuatro de enero de dos mil diecisiete.

En Santiago, a veinticuatro de enero de dos mil diecisiete, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la
resolución precedente.

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