MARIO RAPOPORT - CLAUDIO SPIGUEL
POLITICA EXTERIOR
ARGENTINA
PODER Y CONFLICTOS INTERNOS
(1880 - 2001)
CLAVES PARA TODOS
CCOLECCION DIRIGIDA POR JOSE NUNCAP{TULO UNO
LA FORMACION DEL ESTADO, EL REGIMEN
OLIGARQUICO Y LA POLITICA EXTERIOR
El abordaje histérico pone de manifiesto que el proceso de cons-
‘ruccion y consolidacién del Estado nacional argentino a partir de
‘mediados del siglo XIX y que culmina en la década del ‘80 fue
correlato y funcién del afianzamiento de la estructura econémica
contempordnea y de relaciones internacionales privilegiadas con a
Europa capitalsta, Proceso en el que se configuré un pats depen-
cliente, receptor de las inversiones de capital fundamentalmente bri-
‘nico, pero también francés, alemén, belga y de otros origenes, y
cexportador de productos agropacuarios al mercado europeo.
Desde la génesis de la nacién, en el proceso de Ia Revolucién
de Mayo de 1810 y dela Independencia argentina, se frustraron gran
parte de los cantenidos democriticos y populares alos que aspira-
ban ls primeros patriotas. También através de las diversas quetras
civiles que enfrentaron a as provincia, y contrarrestando las fuerzas
centrfugas que vinculaban alas distintas regiones con los paises ve-
cinos através de ciruitos mercantiles que existian desde a colonia,
¢ fue afirmando el rol hegemdnioo dela provincia de Buenos Aires,
lamas poderosa, poseedora del puerto de uitramar. Se configuré ast
tuna economia basada on el Litoraly Buenos Aires, especializeda en
la produecién de eueras y carnes saladas para la exportacion. A tra-
-vés de ella os terratenientes realizaban la renta del suelo, subordi-
‘néndolaa la relaciones comerciales con los capitalistes europeos,
sobre todo de Gran Bretafa y Francia, que tralan manufacturas
industriales. Tal hegemonia econémica, conjugada con el ibrecam-
FOUTTCA EXTERIOR ARGENTINA ®bismo portuario, consol los desequllibrios regionals al obturar
las potencialidades productivas, agricolas y artesanales de las pro-
vinci interioresy al imitar los impulsos tondientes ala conforma-
cin de un mercado interno nacional sobre bases endégenas,
Tras la caida de Rosas en 1852 y la guerra civil entre los por-
tenos y la Confederacién que agrupé a las provincias interiores,
se afirmé la hegemonta portefa y su tendencia centralizadora,
Desde 1862 o1 Estado nacional se edifice progresivamente como
‘exprasién de esa hegemonia sustentada también en una red de
alianzas con diversas oligarquias provinciales. Este proceso tuvo
su instrumento y expresién principal en le fuerza militar que fue
‘subsumniendo o destruyendo @ las fuereas armadas provinciales.
La centralizacién y edificacién de las instituelones estatales n-
cionales afirmaron en lo econémico el rumbo agroexportador
y librecambista. En el plano politico consolidaron la fachada de un
régimen constitucional calcado de las republicas representatives
ue, en coherencia con el régimen social predominante, se revelé
‘como instrument oligérquico de dominio no sélo frente alos ec:
tores discolos de las olites provincianas o fracciones marginales
de pequetios terratenientes, sino también contra los sectores
populares, en un principio rurales y crecientemente urbanos,
Laafirmacion de este Estado oligérauico, liberal y antidemocré-
tico, fue asi funcional aa consolidacién y perpetuacién del orden te-
rrateniente en las nuevas condiciones histérieas dela expansion del
capitalismo mundial, y se manifesté en une politica exterior basada
€e el ibrecambio y el establecimiento de fuertes vinculos mercan-
tes yfinancieros con Europa; sobre todo con Gran Bretafa. Detro-
‘tados los otros proyectos de organizacién nacional con centro en el
interior, a consolidecién de un mercado interno nacional unficado
'e produjo de modo subordinado al interés agratio exportador y al
‘mercado extemo, sobre la base de la penetracion del capital extran-
jero europeo que, en asociaci6n con el poder social dominante, paso
« ‘Mano naFOPORT: CLAUDIO SUEL
a controlar ramas clave de la economia (ferrocariles,trigorificos,
comercio de importacién y exportacién, etc.). Este condiciona-
rmiento en politica exterior so exprosaria através de una orientacién
atlantista, de espaldas alas otras naciones de América del Sur
La guerra de la Triple Alianza (1868-1870) fue, en muchos sen-
tides, un hecho fundacional del Estado nacional argentino y de su
politica exterior. Ls sectores hegeménicos de las clases drigentos
argentinas consideraban antagénico al suyo el modelo de:desa-
trollo paraguayo y un potencial foco de inspiracién para nucleos
provinciales y soctores populares resistentes a su proyecto, Esa gue-
tra, profundamente impopular en el pals, signific la represién de
jas uitimas rebeldias provincianas, la centralizacién y afirmacién del
aército nacional y del poder dal Estado, ademas de terminar de pr-
‘Vilagiar las relacionesfinancieras con Gran Bretaia, expresadas en
el notable incremento de la deuda publica con la que Argentina
centré de lleno en ol mercado capitalista mundial.
Este fue, ademas, el prologo de la afirmacién de la soberania
territorial del Estado, al que se sumé la Conquista del Desierto de
Roca de 1879-80, verdadero genocidio de los pueblos originarlos
{dol sur de Buenos Ares, la Patagonia y el Chaco, Al consolidar las
fronteras, esa “conquista” significésimuiténeamente la afirracién
‘dol patron latifundista de apropiacién del suelo y l consiguente
reforzamiento del poder social y potico de los terratenientes. EL l-
timo acto del proceso tue la federalizacién de la ciudad y puerto
‘de Buenos Aires que, junto con el enorme poder presidencial san-
cionado por la Constitucién, consagré en los hechos la supremacia
incontestable de las autoridades nacionales y contribuyé a cerce-
nar por décadas la aparicién de condiciones propicies para una
‘gonuina expresion de las autonomies provinciales.
En cuanto al régimen politico, ol “orden conservador” express
la naturaleza de los intoreses sociales que edificaron ese Estado y
‘consagré, a través de mecanismos formales @ informalas, la ex-