CATEDRAL BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DE SAN JUAN

DOMINGO V DE CUARESMA
Monición de Entrada
A siete días de la Semana Santa, los cristianos nos
encontramos cara a cara con el misterio de la cruz. Cristo Jesús,
llegada la hora de su glorificación, al morir como el grano de trigo
que cae en tierra, da el fruto de la nueva alianza en su sangre para
el perdón de los pecados, es fuente de salvación eterna para
cuantos creen en Él. Como el grano de trigo, la muerte de Cristo
será el principio de la vida. Celebremos esta Eucaristía en
compañía de nuestra Señora de San Juan, para poder morir al
pecado y a nosotros mismos, para resucitar con Cristo.
Monición a la Primera lectura
En esta lectura el profeta Jeremías resume toda la experiencia de su
vida íntima y toda la enseñanza de la historia. Dios promete a su pueblo
una nueva alianza escrita en el mismo corazón del hombre. La ley de su
vida será su propia conciencia. Escuchemos este pasaje del Antiguo
Testamento en que se menciona el Nuevo Testamento.
Monición a la Segunda lectura
En la segunda lectura, tomada de la carta a los hebreos, el autor
subraya la condición humana de Cristo. Aunque Él es Sacerdote, el
Mediador de la Nueva Alianza, Él se sometió a la voluntad de Dios hasta
padecer y morir.
Monición al Evangelio
En el Evangelio de Juan la glorificación de Cristo significa su pasión muerte
y resurrección, que Él mismo nos explicará. La breve parábola del grano de
trigo se centra en la fecundidad del mismo: "Si el grano de trigo muere, da
mucho fruto".
ORACIÓN DE LOS FIELES:
P. Oremos a Dios, que por su Hijo Jesucristo ha sellado su
alianza con la humanidad entera. Digamos a cada petición:
Por la pasión de tu Hijo, escúchanos, Padre.
1. Por los que formamos la Iglesia, nuevo pueblo de Dios: para que
seamos cada día fermento de un mundo mejor y transmitamos
esperanza a todos. Roguemos al Señor.
2. Por todos los cristianos: para que en estos días de Cuaresma
expresemos nuestra sincera conversión en el sacramento de la
reconciliación. Roguemos al Señor.
3. Por aquellos que, a imagen de Jesús crucificado, dan la vida, e
incluso la pierden por amor a los demás: para que sean, como
Cristo, el grano de trigo que cae en la tierra para dar mucho fruto.
Roguemos al Señor.
4. Por los que, como Jesús crucificado, están condenados a muerte
lenta por la enfermedad o por la marginación: para que puedan
descubrir a Cristo en el amor de los creyentes y se sientan
fortalecidos en la prueba. Roguemos al Señor.
5. Por todos los que peregrinan a este santuario de Nuestra Señor
de San Juan, para que, como hijos agradecidos, lleven el mensaje
de amor y entrega a sus hogares y familias. Roguemos al Señor.
6. Por nuestro mundo, atormentado por la guerra, la violencia y
las divisiones, para que cesen de una vez y por todas y
construyamos la paz y la justicia. Roguemos al Señor.

P. Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, escucha las

súplicas de tus fieles y, por los méritos de la pasión de tu Hijo,
haznos dignos de alabar tu nombre por la santidad de
nuestra vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.