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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA


LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGIA
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PFG ESTUDIOS JURÍDICOS
SECCION-1301

Los Pobres y el Uso del Derecho


(Ensayo)

Participante: Jorge Mendoza

Unidad Curricular: Proyecto

Profesora: Eglimar López

Barquisimeto; 29 de Julio de 2018.


El capitalismo como orden o sistema social económico impuesto en la
mayoría de los países latinos y el mundo, es un sistema que trae o
arrastra consigo un mar de desigualdades y antivalores que contribuyen
a un aumento desmedido de la pobreza. Este sistema se caracteriza por
la apropiación de los medios de producción por parte de una minoría que
explota a las grandes mayorías, lo cual determina que esas minorías
multipliquen su capital y que la otra parte permanezca sumida en la
pobreza y la miseria ya que se mantienen inalterables los modelos de
distribución de la riqueza social que rigen a dicho sistema y que
acrecientan todas las desigualdades sociales.

Es importante señalar, que esas pequeñas minorías son las que controlan
el aparato del Estado y por ende imponen la normativa legal que legitima
y protege los intereses de esa clase dominante conocida como la
burguesía.

Ahora bien, frente a tal injusticia, los oprimidos, los olvidados, la gente
pobre o el pueblo, se ha visto en la necesidad de reivindicar sus derechos
reconocidos en las leyes, así como también de aquellos derechos no
reconocidos y que incluso les han sido negados, pero que, a su vez, tales
derechos lo sienten como suyos y que estos en cualquier instancia de
lucha de un momento a otro los harán valer.

Frente a esta situación, el profesor Jesús A. de la Torre Rangel, deja clara


su crítica de los diversos sistemas normativos predominantes de la cultura
burguesa occidental y de su opción por una juricidad que se fundamente
en principios de la filosofía de liberación. Torre Rangel defiende que el
Derecho no solo puede ser usado políticamente, sino que también la
política del Derecho está dirigida al espacio del uso alternativo del
Derecho a favor de los pobres y de los indios.1

Partiendo de estas ideas, el profesor Jesús A. de la Torre Rangel, hace su


planteamiento de que en America Latina está surgiendo un fenómeno
social en torno a la juricidad conocido como el Direito in sugente2, el

1
TORRE RANGEL, Jesús Antonio de la, Sociología jurídica y uso alternativo del
derecho.1997. pág. 82-83

2
Así llaman los juristas nucledos en torno al Instituto de Apoio Juridico Popular, de Rio
de Janeiro
Derecho insurgente en el corazón de las organizaciones populares; y el
cual se constituye en la forma de como los pobres están haciendo uso de
ese Derecho en dos sentido: como practica alternativa de la juricidad
vigente y como reapropiación del poder normativo con la creación de leyes
destinadas en pro de sus propias comunidades.

En consonancia, con todas estas ideas planteadas de la mano del profesor


Jesús A. de la Torre Rangel y del fenómeno social que venía gestándose
en America Latina y en especial los países de México y Brasil con relación
al pluralismo jurídico, Venezuela se adhiere también a las mismas ideas
y establece el pluralismo jurídico en la Constitución de 1999, lo que se
constituye como algo novedoso en la historia jurídica de nuestro país,
reconociendo normas que rigen la vida de los pueblos indígenas siempre
y cuando estos no contraríen los principios sobre los cuales se funda el
ordenamiento jurídico venezolano y en especial el de soberanía nacional.

Nuestra legislación reconoce la diversidad cultural y los derechos de los


pueblos indígenas como base de la nueva restructuración política del
Estado, específicamente en los capítulos VI, VIII. Art. 98 99, 100,101 y
119 al 126 de la CRBV.3 Dentro de los avances se destaca la participación,
representación y toma de decisión de los pueblos indígenas y a la
actividad cultural. Así mismo nuestra legislación venezolana trata de
romper con una tradición convencional del Derecho Latinoamericano que
pretende ordenar los aspectos culturales de un país a través de una
cultura nacional hegemónica.

Igualmente, incorpora nuestra legislación el principio de igualdad entre


las diversas culturas que hacen vida en nuestro país.

En ese mismo orden, nuestra legislación incluye los Medios Alternativos


de Resolución de Conflicto donde establece en su artículo 258
constitucional, “La ley promoverá el arbitraje, conciliación, mediación y
otros medios alternativos de resolución de conflictos”4. Rompiendo con
esto el paradigma del sistema judicial. De la misma manera, el artículo

3
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

4
Articulo 258 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
253 CRBV establece: “El Sistema Judicial está compuesto por los Medios
Alternativos de Resolución de Conflictos” 5.

Actualmente, en la Constitución de 1999, la justicia de paz está


reconocida en el Capítulo III del Título IV relativo a la organización del
Poder Judicial y del Sistema de Justicia.

Así tenemos que, en primer lugar, el sistema de justicia, de conformidad


con el artículo 253 constitucional, no sólo comprende los órganos
tradicionales del Poder Judicial los diferentes tribunales de la República
que la ley establezca previamente sino que en él también se encuentran
enmarcados determinados órganos de carácter administrativo, tales como
las defensorías públicas, los órganos de investigación penal, los
funcionarios que trabajen dentro del Poder Judicial sean permanentes o
auxiliares y, específicamente los medios alternativos de justicia, entre los
cuales está la justicia de paz.

Más aún, el artículo 256 constitucional reconoce de manera expresa la


justicia de paz, de la siguiente manera: “La Ley organizará la justicia de
paz en las comunidades. Los jueces y Juezas de Paz serán elegidos o
elegidas por votación universal, directa y secreta conforme a la Ley.

La Ley promoverá el arbitraje, la conciliación, la mediación y cualesquiera


otros métodos alternativos para la solución de conflictos.” De lo antes
expuesto se desprende que la justicia de paz es una herramienta para
impartir Justicia a los ciudadanos de manera alternativa al sistema de
administración de justicia ordinaria y, por ello, forma parte del Sistema
de Justicia, pero no del Poder Judicial

5
Articulo 253 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

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