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MODULO 1
HOMICIDIO Y FEMINICIDIO
FEMINICIDIO Y HOMICIDIO
HOMICIDIO
FRACCIÓN II
Artículo 304. - Siempre que se verifiquen las tres circunstancias del artículo
anterior, se tendrá como mortal una lesión, aunque se pruebe:
1. Que se habría evitado la muerte con auxilios oportunos;
2. Que la lesión no habría sido mortal en otra persona, y
3. Que fue a causa de la constitución física de la víctima, o de las circunstancias
en que recibió la lesión.
Artículo 305. - No se tendrá como mortal una lesión, aunque muera el que la recibió:
cuando la muerte sea resultado de una causa anterior a la lesión y sobre la cual ésta
no haya influido, o cuando la lesión se hubiere agravado por causas posteriores,
como la aplicación de medicamentos positivamente nocivos, operaciones
quirúrgicas desgraciadas, excesos o imprudencias del paciente o de los que lo
rodearon.
Artículo 307. - Al responsable de cualquier homicidio simple intencional que no
tenga prevista una sanción especial en este Código, se le impondrán de doce a
veinticuatro años de prisión.
Artículo 308. - Si el homicidio se comete en riña, se aplicará a su autor de cuatro a
doce años de prisión.
Hay premeditación: siempre que el reo cause intencionalmente una lesión, después
de haber reflexionado sobre el delito que va a cometer.
Artículo 315 Bis. - Se impondrá la pena del artículo 320 de este Código, cuando el
homicidio sea cometido intencionalmente, a propósito de una violación o un robo
por el sujeto activo de éstos, contra su víctima o víctimas.
También se aplicará la pena a que se refiere el artículo 320 de este Código, cuando
el homicidio se cometiera intencionalmente en casa-habitación, habiéndose
penetrado en la misma de manera furtiva, con engaño o violencia, o sin permiso de
la persona autorizada para darlo.
Artículo 317. - Sólo será considerada la ventaja como calificativa de los delitos de
que hablan los capítulos anteriores de este título: cuando sea tal que el delincuente
no corra riesgo alguno de ser muerto ni herido por el ofendido y aquél no obre en
legítima defensa.
Artículo 318. - La alevosía consiste: en sorprender intencionalmente a alguien de
improviso, o empleando asechanza u otro medio que no le dé lugar a defenderse ni
evitar el mal que se le quiera hacer.
Artículo 319. - Se dice que obra a traición: el que no solamente emplea la alevosía
sino también la perfidia, violando la fe o seguridad que expresamente había
prometido a su víctima, o la tácita que ésta debía prometerse de aquél por sus
relaciones de parentesco, gratitud, amistad o cualquiera otra que inspire confianza.
Artículo 320. - Al responsable de un homicidio calificado se le impondrán de treinta
a sesenta años de prisión.
Artículo 321. - (Se deroga).
Artículo 321 Bis. - No se procederá contra quien culposamente ocasione lesiones
u homicidio en agravio de un ascendiente o descendiente consanguíneo en línea
recta, hermano, cónyuge, concubino, adoptante o adoptado, salvo que el autor se
encuentre bajo el efecto de bebidas embriagantes, de estupefacientes o
psicotrópicos, sin que medie prescripción médica, o bien que no auxiliare a la
víctima.
Artículo 322. - Además de las sanciones que señalan los dos capítulos anteriores,
los jueces podrán, si lo creyeren conveniente:
1. Declarar a los reos sujetos a la vigilancia de la policía, y
2. Prohibirles ir a determinado lugar, Municipio, Distrito o Estado, o residir en
él.
Artículo 323. - Al que prive de la vida a su ascendiente o descendiente
consanguíneo en línea recta, hermano, cónyuge, concubina o concubinario,
adoptante o adoptado, con conocimiento de esa relación se le impondrá prisión de
diez a cuarenta años. Si faltare dicho conocimiento, se estará a la punibilidad
prevista en el artículo 307, sin menoscabo de observar alguna circunstancia que
agrave o atenúe la sanción a que se refieren los Capítulos II y III anteriores.
PROTOCOLOS DE HOMICIDIO
El documento reafirma los lineamientos que deben seguirse por el Ministerio Público, como
parte de una política institucional. Así, en el caso en que se investigue la presunta comisión
de un homicidio cometido por servidores públicos encargados de la investigación, en el
marco de una situación en la que no pueda descartarse ab initio la responsabilidad de estos,
deberá disponerse su apartamiento de la investigación y, en su lugar, designar a otros
servidores públicos investigadores, con el propósito de asegurar el éxito de la investigación.
Por otro lado, se establecen parámetros de investigación en la actuación ministerial por
muertes causadas por empresas a sus trabajadores, con la intención lograr la imputación
de la persona jurídica y, en consecuencia, su responsabilidad penal, así como sus
consecuencias. Asimismo, se considera la obligación de la debida diligencia en los delitos
de homicidio perpetrado contra un número elevado víctimas o en masa. Es importante
considerar que el Protocolo Único pretende ser un instrumento que brinde las “bases
mínimas” para lograr la estandarización ordenada en el marco irrestricto de la legalidad y
los derechos humanos, debiendo ser adecuado y enriquecido por cada Estado de acuerdo
a los recursos económicos, científicos, humanos, técnicos y jurídicos con que cuente,
incitando a cada entidad a precisar las medidas especiales positivas y presupuestales que
adoptará para alentar su aplicación y cumplimiento en su propio ámbito de competencia,
respondiendo de esta forma a través de una evidente y tangible Política de Estado basada
en la corresponsabilidad, en la que no se pretende la participación unilateral del Gobierno
Federal, sino por el contrario, se privilegia la incorporación y el fortalecimiento de los
liderazgos y recursos estatales a través del ejercicio y el cumplimiento competencial
irrestricto del mandato constitucional.
MARCO JURÍDICO
3. Leyes Generales a. Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública b. Ley sobre
Celebración de Tratados
8. Manuales
Artículo 325. Comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones
de género. Se considera que existen razones de género cuando concurra alguna de las
siguientes circunstancias:
I. La víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;
II. A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o
degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia;
III. Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar,
laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima;
IV. Haya existido entre el activo y la víctima una relación sentimental, afectiva o de
confianza;
V. Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho
delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima;
VI. La víctima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la
privación de la vida; VII. El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un
lugar público. A quien cometa el delito de feminicidio se le impondrán de
cuarenta a sesenta años de prisión y de quinientos a mil días multa. Además de
las sanciones descritas en el presente artículo, el sujeto activo perderá todos los
derechos con relación a la víctima, incluidos los de carácter sucesorio. En caso
de que no se acredite el feminicidio, se aplicarán las reglas del homicidio.
SOBRE EL PROTOCOLO.
A. Introducción. La violencia contra las niñas y mujeres es la máxima expresión de la
desigualdad y discriminación; en México como en todos los países, los principales
factores determinantes de la violencia de género son las condiciones estructurales
inequitativas en donde se desarrollan las relaciones sociales, familiares y culturales
desiguales entre hombres y mujeres; esta violencia tiene graves repercusiones en
la salud, la libertad, la seguridad, el patrimonio y la vida de las niñas y mujeres, por
lo que constituyen serias violaciones a sus derechos humanos que, además,
merman el avance del desarrollo de los países y compromete la responsabilidad
internacional de los gobiernos cuando no garantizan para las mujeres el acceso a la
justicia. En los últimos años, el Sistema Interamericano de Defensa y Protección de
los Derechos Humanos, integrado por la Comisión y la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (CorteIDH), se ha ocupado de la situación que prevalece en
México con respecto a casos de violencia de género; el Estado mexicano recibió en
2009 y 2010, tres sentencias emitidas por la CorteIDH,
1.- Que versan sobre casos de violencia contra niñas y mujeres, la primera sentencia
relativa al caso González y otras vs Estado mexicano (Campo Algodonero), por la
desaparición y muerte de jóvenes mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua y, las
sentencias de los casos de Inés Fernández Ortega y Valentina Rosendo Cantú
2.- Por tortura y violación sexual en agravio de una una mujer y una niña, ambas
indígenas en el estado de Guerrero. En estas sentencias la CorteIDH,
responsabilizó al Estado de incumplir su deber de investigar esta violencia y con ello
su deber de garantizar, los derechos a la vida, integridad y libertad personal de las
víctimas y su derecho de acceso a la justicia. El Estado mexicano ha sido receptivo
de los criterios vinculantes que contienen estas sentencias, particularmente a partir
del pronunciamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), al
analizar el cumplimiento de la sentencia emitida por la CorteIDH en el caso del señor
Rosendo Radilla Pacheco contra el Estado mexicano , se ha impulsado una
trascendente transformación del espectro de protección de los derechos humanos,
al ampliar el tradicional arquetipo constitucional, adicionando los parámetros
vinculantes del derecho internacional de los derechos humanos, se identificaron los
criterios de interpretación y se reformularon las obligaciones de las y los operadores
jurídicos; a partir de la reforma de junio de 20115 , es un mandato constitucional que
las autoridades en el ámbito de sus competencias tienen obligación de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los
principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. Esta
reforma constitucional ha redimensionado el concepto de las obligaciones de las
autoridades, quienes de conformidad con el ámbito de sus actuaciones tienen como
responsabilidad prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los
derechos humanos que constituyen delitos. Uno de los señalamientos más
significativos que aportaron estas sentencias, así como las recomendaciones de la
Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la
Mujer (CEDAW), Observaciones finales del Comité de la CEDAW 52º período de
sesiones-CEDAW/C/MEX/CO/7-8, Informe emitido el 7 de agosto de 2012; es que
las instituciones de procuración de justicia cuenten con protocolos de investigación
con perspectiva de género en los ámbitos ministerial, policial y pericial para casos
de feminicidios y violencia sexual, primordialmente. En consonancia, el Estado
Mexicano a fin de atender los compromisos internacionales en la materia, diseñó
una serie de directrices nacionales en materia de procuración de justicia entre las
que destacan: