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Virología
Todos los paramyxovirus penetran por la vía respiratoria y producen infecciones
agudas. Afectando con frecuencia a la población pediátrica, aunque también
infecta a adultos, ancianos e inmunosuprimidos. Pueden provocar infecciones
localizadas exclusivamente en el tracto respiratorio (IRA) o, además
diseminadas a otros órganos.
Los que más producen infecciones diseminadas de estos son el virus del
sarampión y el de la parotiditis, estos replican en el tracto respiratorio, pero,
además, producen viremia y de esta forma se diseminan a otros tejidos (piel,
testículos, glándulas salivales, SNC, etc.). dada la intensa estimulación
antigénica producida por la viremia y por la replicación en órganos se induce una
respuesta humoral (IgM, IgG) y celular que genera una inmunidad sólida y
duradera y resistencia a las reinfecciones.
Para prevenir el sarampión y las paperas existen vacunas a virus vivos y
atenuados de gran eficacia.
El virus de la parotiditis es un miembro de la familia Paramyxoviridae comprende
dos subfamilias Paramyxovirinae que incluye cuatro géneros (Respirovirus,
Morbillivirus, Rubulavirus y Henipavirus) y la subfamilia Pneumovirinae (con los
géneros Pneumovirus y Metapneumovirus). Dentro del Rubulavirus tenemos el
virus parotiditis (paperas) y los virus parainfluenza humano 2, 4.
Morfología
Epidemiología y profilaxis
El virus de la parotiditis se transmite por contacto directo con saliva o microgotas
de flügge desde pocos días antes del inicio de los síntomas hasta una semana
después. La aparición de casos clínicos suele ser esporádica durante todo el
año, aunque se observa en brotes epidémicos en invierno y primavera. En los
países desarrollados se observa una disminución en la incidencia de la parotiditis
luego de la introducción de la vacuna. La vacuna actualmente en uso es a virus
vivo y atenuado. Presenta elevada eficacia e inocuidad ya que una inoculación
produce seroconversión en más del 95% de los vacunados
La inmunidad es de larga duración. La inmunización puede realizarse con vacuna
única en niños, adolescentes y adultos sin historial de parotiditis previo o como
vacuna combinada (triple viral: papotiditis, sarampión, rubéola). Si bien la
parotiditis es una enfermedad benigna, la vacunación es aconsejable debido a
que este virus es una causa muy frecuente de meningitis aséptica, sordera y
esterilidad en hombre
Patogénesis
El virus penetra por vía orofaríngea. Durante el periodo de incubación replica en
el epitelio del tracto respiratorio, luego pasa a tejidos linfoideos y produce una
fugaz viremia que permite diseminarse a otros órganos (glándulas salivales,
testículos, riñones, SNC).
El virus se encuentra en saliva 6 días antes del comienzo de los síntomas hasta
aparición de IgA secretoria, evento que ocurres 5 días después del comienzo de
la enfermedad
Es decir, que el periodo de diseminación viral a través de la saliva es de 7 a 10
días. La viremia desaparece con la detección de la respuesta inmune humoral
específica alrededor de los 11 días post-infección. El virus parotiditis infecta
también a los linfocitos T.
Los síntomas clínicos iniciales están relacionados con la infección de las
glándulas parótidas, ya que el virus multiplica en las células epiteliales de los
ductos produciendo tumefacción y dolor. Usualmente se disemina al riñón y la
viruria se puede detectar por períodos prolongados, hasta 14 días después del
comienzo de los síntomas. El SNC también puede ser invadido por este virus
con o sin síntomas de parotiditis y la llegada del virus sería a través del plexo
coroideo por traspaso de células mononucleares infectadas. Otros órganos que
pueden infectar son testículos, páncreas y corazón.
Cuando la infección ocurre en el primer trimestre del embarazo, el virus a través
de la viremia materna llega a la placenta y al feto pudiendo producir aborto.
Cuando la infección ocurre en el último mes del embarazo se han reportado
casos de cuadros respiratorios graves en recién nacidos. Pueden existir
infecciones inaparentes entre el 20 y 35 % de los casos. La infección induce
inmunidad que persiste durante toda la vida.
Complicaciones: Complicaciones:
Pueden producirse síntomas
meníngeos, como cualquiera
de las demás manifestaciones
de la infección por este virus,
antes, durante o después de la
parotiditis o en ausencia de
dicha alteración. Como
promedio, comienza 4 días
después de que aparezca la
afectación de las glándulas
salivales, aunque puede surgir
tan pronto.
La pancreatitis se manifiesta por dolor epigástrico intenso y dolor a palpación,
acompañados de fiebre, náuseas y vómitos. La miocarditis con manifestaciones
es infrecuente; sin embargo, se han descrito fallecimientos asociados a la
miocarditis crónicamente progresivos.
Las infecciones por el virus de la parotiditis se han acompañado de otras
manifestaciones, aunque se debe considerar que son excepcionales como
tiroiditis, mastitis, prostatitis, hepatitis y trombocitopenia.
Diagnóstico:
El diagnostico clásico de parotiditis se ha
establecido por el antecedente de
exposición y por la tumefacción
parotídea con dolor a la palpación,
acompañada de síntomas
constitucionales leves o moderados.
Diagnóstico diferencial:
El aumento del tamaño de las parótidas producido por fármacos o por trastornos
del metabolismo suele ser bilateral y asintomática, también la diabetes mellitus,
la malnutrición, la cirrosis y la uremia se encuentran entre los trastornos
metabólicos que pueden producir tumefacción parotídea.
Tratamiento:
El tratamiento de la parotiditis es
sintomático y de soporte. El uso de
analgésicos-antipiréticos como aspirina
y paracetamol alivia el dolor producido
por la inflamación de la glándula salival y
reduce la fiebre. La aplicación tópica de
comprensas calientes o frías en la
parótida también puede aliviar las
molestias.
Prevención: