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ORACION

Podemos definir también a un cristiano como aquella persona que tiene una relación personal con Dios. El medio
apropiado para mantener esa relación personal es la oración.

Pero. ¿Qué es la oración? La oración es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo. Pero a la vez debemos
recordar cuánto Dios sabe de nosotros.

Salmo 139:1 – 4

"Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde
lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no
está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda".

Estamos hablando de oración porque la oración es otra característica de la vida auténticamente cristiana. La oración
es la manera como un hijo de Dios se comunica con su Padre celestial. La mejor forma de conocer a un amigo es
pasando tiempo con él, hablando con él.

De igual manera, la mejor forma de conocer a Dios es por medio de pasar tiempo con él en oración, hablando con él.

En esencia, la oración es simplemente hablar con Dios. No debemos tener temor de acercarnos a él. Dios acepta
nuestras oraciones y las contesta conforme a su voluntad.

Alguien se ha dado el trabajo de contar las oraciones en la Biblia, y ha encontrado que existen 667!!! Esto nos dice de
la tremenda importancia que ésta tiene en las Escrituras.

La Palabra de Dios dice en 1ª Tesalonicenses 5:17 “Orad sin cesar.” Esto significa que todo tiempo es buen tiempo para
orar. En realidad, habla de adquirir el hábito de orar. La oración debería ser como el respirar. Algo que lo hacemos
automáticamente. Nadie se pone a debatir si debe respirar o no. Nadie puede decir: Muy bien, he decidido que hoy
no voy a respirar. Jamás lo haría. La respiración es algo natural al ser humano. Lo hacemos automáticamente.

Igual debería ser la oración para el hijo de Dios. Debería ser algo automático, algo que no nos detenemos a pensar si
deberíamos hacerlo o no deberíamos hacerlo, sino lo que lo hacemos de forma natural, en todo momento y en toda
ocasión.

La mayoría de los creyentes enfocan su oración en las circunstancias. Su oración es más bien la recitación de una lista
de pedidos, así como cuando uno hace la lista de pedidos al dependiente de un almacén. Quiero esto, quiero esto
otro, quiero aquello. Pero no nos damos cuenta que Dios controla las circunstancias para moldear nuestro carácter.

En lugar de pedir que Dios cambie nuestras circunstancias, deberíamos pedir que Dios cambie nuestro carácter. La
próxima vez que ore, recuerda este principio. Si, por ejemplo, se halla en una aguda dificultad económica, o en algún
problema de salud, no vaya directamente a Dios demandando de él dinero y salud. Piense antes de orar. Por algún
motivo, Dios ha permitido que Usted se halle en esas circunstancias.

Así que en esta ocasión plantearemos un desafío. Usted es un hijo de Dios, la vida auténticamente cristiana está
caracterizada por la oración. ¿Qué tal si a partir de hoy, Usted comienza a tomar más en serio la oración en su vida? A
lo mejor Usted me dirá que le gustaría hacerlo, pero tiene duda en cuanto a cumplir su palabra. Si es así, Usted debe
saber que tiene la ayuda de Cristo Jesús en persona.

Juan 14:13-14 dice: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”.

Además de la ayuda del Hijo, Usted tiene a su disposición la ayuda del Espíritu Santo. Romanos 8:26 dice: “Y de igual
manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el
Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”.
CUESTIONARIO

Defina la relación entre un cristiano y la oración

Califique su vida de oración en una escala del 1 al 10

Que entiende al leer Colosenses 4:2?

Explique cómo podemos poner en práctica Hechos 2:4 dentro del Ministerio de Alabanza

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