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CUADERNO N°2
“La vida no es un juego”. Esta suerte de tautología que escuchamos desde niños y
dónde se insiste en hacernos ver que hay que asumir la existencia y sus
responsabilidades asociadas con la debida seriedad o, en otro orden de ideas,
aprender a aceptar las ocurrencias aleatorias de la vida (por dolorosas que sean)
porque son parte de ella, va a ser de algún modo contradicha por nosotros, con una
afirmación un tanto más científica: “La vida puede ser o es susceptible de ser
representada como un juego.” Dice Ken Binmore al respecto:
“We are all players in the game of life, with divergent aims and
aspirations that make conflict inevitable.”1
Tal y como afirma Binmore en la cita previa, somos jugadores en el juego de la vida,
en consecuencia, la vida puede ser vista como un juego, y para quien así lo dudase,
le preguntamos ¿Acaso no se involucraron en un juego de cortejo Marco Antonio y
Cleopatra? O cómo otra vez nos hace ver Binmore “… el juego que jugaron Adolf
Hitler y Iosif Stalin acabó con una parte significativa de la población mundial…” 2
1
Binmore, Ken. Game Theory and the Social Contract. Playing Fair. Vol.1 Playing Fair. MIT. Boston, 1994. Pág.6.
2
Binmore, Ken; La teoría de juegos. Una breve introducción. ALIANZA. Madrid, 2007. Pág.10.
2
recursos cada vez más escasos, de modo que jugar a ganar no luce una opción
descabellada.
Para los estudiosos de la teoría, todo cotejo está dominado por dos aspectos
antagónicos y coexistentes en su realización. Sobre el particular Binmore afirma:
3
“A menudo se tacha a los modelos de teoría de juegos sobre las relaciones sociales de reduccionistas porque no hacen
referencia a conceptos como la autoridad, la culpa, la cortesía, el deber, la envidia, la amistad, la culpabilidad, el honor, la
integridad, la justicia, la lealtad, la modestia, la propiedad, el orgullo, la reputación, el estatus, la confianza, la virtud y demás.
Se infiere que la teoría de juegos es una disciplina inhumana que trata a la gente como robots. Es verdad que, como todas
las ciencias exitosas, la teoría de juegos es reduccionista, pero no por ello los teóricos de los juegos piensan que conceptos
como la “autoridad” o “deber” son irrelevantes para el comportamiento humano. Por el contrario, creemos que estos conceptos
constituyen fenómenos emergentes que surgen cuando la gente intenta dar sentido a los equilibrios en que ellos mismos se
encuentran interactuando en el juego de la vida.” Binmore…Op.Cit…Pág.132.
4
John (Janos) Von Neumann (1903-1957) matemático y físico húngaro-estadounidense, es acaso uno de los más brillantes y
prolíficos científicos del siglo XX en virtud de su amplio trabajo de investigación tanto en física como en matemática; en la
primera de las referidas ciencias básicas desarrolló extensas investigaciones en campos como análisis matemático,
geometría, topología y análisis numérico, por nombrar solo algunos; y en física, trabajó sobre mecánica cuántica,
hidrodinámica y consecuentemente en mecánica de fluidos. Junto al distinguido economista austro-norteamericano Oskar
Morgestern, desarrolló en el trabajo que los condujo al Premio Nobel, el constructo conocido como Teoría de Juegos. El
trabajo en referencia llevó por título “Theory of games and Economic Behavior”. Sobre el carácter de Von Neumann apunta
Ken Binnmore “…Von Neumman es caricaturizado como el arquetípico guerrero frío, como el que inspiró al doctor Strangelove
en la conocida película. Nos dicen que solo un estratega militar enloquecido pensaría en aplicar la teoría de juegos en la vida
real, porque únicamente un loco o ciborg cometería el error de suponer que el mundo es un juego de puro conflicto.”
Binmore…Idem…Pág. 16.
5
John Forbes Nash (1928), matemático estadounidense, Premio Nobel de Economía 1994, también conocido como unas de
las mentes más brillantes de nuestro tiempo. Atendiendo a sus clases en el Carnegie Technology Institute, su profesor de
matemática R.Duffin lo recomendó, siendo apenas un adolescente, para cursar estudios en la Universidad de Princeton. Su
escueta carta de presentación disponía de una sola línea “Este hombre es simplemente un genio”. Siendo apenas un
estudiante, para divertirse y aliviar un poco de la tensión que tenía por sus investigaciones en topología funcional, comenzó
a trabajar sobre la Teoría de Juegos de Von Neumann, descubriendo y formulando que todo juego finito tiene al menos un
momento en que los pagos de los jugadores alcanzan una suerte de equilibrio. Con la mayor tranquilidad llevó el resultado
de sus investigaciones al mismo profesor Von Neumann, todo un “tótem” para ese momento, recibiendo por respuesta una
fría y displicente actitud. Ignorando tan lacónica respuesta, Nash formuló su novedoso Teorema sobre el Equilibrio en los
juegos, conocido luego bajo el epónimo de Teorema de Nash y el equilibrio per se cómo Equilibrio de Nash. Sobre la vida de
Nash se realizó una obra cinematográfica, protagonizada por el actor inglés Russell Craw y que se titulara entonces “Una
mente brillante”. Luego de ver la película el doctor Nash solo alcanzó a comentar “…me pareció una visión exagerada. Así no
ha sido, del todo mi vida y para nada me parece que yo sea poseedor de una mente tan brillante. Apenas soy un modesto
profesor…”
3
Como Binmore hace saber en su cita previa, “conflicto” y “cooperación” son las dos
caras de una misma moneda y esa moneda no es otra que la vida misma.
Es posible inferir que de todo juego y según sean las estrategias seleccionadas,
podrán surgir “la cooperación”, mediante una selección coordinada de estrategias
que produzcan “algunos” beneficios a ambos jugadores o “el conflicto”, como
consecuencia de la posibilidad de enfrentar una ocurrencia radical, por ejemplo, un
conflicto de poder: con la ganancia de uno sobreviene la pérdida del otro. Este
razonamiento previo es posible hacerlo, reiteramos, si y solo sí, existe una
6
Binmore, Ken; Reciprocity and the social contract. Sage Publications London, 1997. Pág.6.
4
Hemos argumentado empíricamente que una “relación” entre dos sujetos, pudiese
conducir a una “interacción”7, surgiendo entrambos un “juego” o diversos “juegos”
asociados a esa “interacción”. Examinemos con detenimiento esta proposición.
7
En esta argumentación, nos basamos en el supuesto de que inicialmente entre dos sujetos, en un contexto social, se da
primero una aproximación; luego se inicia la relación y el relacionamiento continuo los coloca en la interacción. La secuencia
bien podría plantearse como aproximación > relación> interacción, pero ocurre que la relación y la interacción se
retroalimentan, de manera que una sin la otra no existe, si bien es cierto que la relación inicia la interacción, la interacción
alimenta la relación y así mientras duren ambas.
8
González, Maximiliano y Otero, Isabella; Teoría de Juegos. IESA. Caracas, 2007. Pág.20
5
Respecto a los jugadores, no se trata de cualquier tipo. La teoría considera que todo
jugador participante (“sujetos”) en los cotejos (“objetos”), son, por definición,
“Jugadores Racionales”, esto es, un contendor que actúa en función de la
satisfacción de sus propios intereses; no existe el altruismo, ni el sacrificio y toda
estrategia está destinada a lograr esa satisfacción como fin último. Dice Binmore
respecto de las decisiones en los jugadores racionales que “…solo los locos toman
decisiones importantes de manera aleatoria….” Y respecto de las estrategias
escogidas, acota que “…los jugadores racionales nunca hacen aleatoria una
elección entre dos estrategias puras a menos que sean indiferentes ante ellas. Si
una estrategia fuera mejor, la estrategia inferior nunca se jugaría…”9
9
Binmore, Ken; La teoría de juegos. Una breve introducción. ALIANZA. Madrid, 2007. Pág.44.
6
10
"A Nash equilibrium is a strategy profile in which each player’s strategy is a best reply to the strategies chosen by the other
players." Binmore, Ken. The origins of fair play. Economics Departament. University College London. London, 1994.
7
11
Binmore…Op.Cit…Pág.29.
12
Binmore…Op.Cit…Pág.51.
13
"The folk theorem goes a long way toward answering this question by characterizing all possible Nash equilibrium outcomes
for all infinitely repeated games." BINMORE, Ken. Reciprocity and the social contract. Sage Publications. London, 1997.
Pág.21.
8
Finalmente, nota aparte merecen los juegos en que la “derrota o la victoria” son los
únicos caminos; lo juegos de tal naturaleza son llamados “Juegos Suma Cero”, un
tipo de cotejo “no cooperativo” o “cuasi no cooperativo”, cuya intencionalidad es ver
derrotado al contrario15. El conflicto, en su etapa de escalamiento, define una
relación conflictual como juego que apunta a una estrategia subyacente suma-cero.
La relación conflictual derivada de un conflicto político, al tratarse de un conflicto de
poder, apuntará a una estrategia suma cero: solo pueden existir, como resultado
admisible, la victoria o la derrota. La mayoría de los juegos de poder16 podrían
clasificarse en la categoría de “juegos no cooperativos o cuasi no cooperativos, de
información completa (o incompleta), finitos, de partidas secuenciales”.
14
Gonzalez y Otero…Op.Cit… Pág…20
15
“But there are also other possibilities. For example, any two-person game can be treated as a two-person zero-sum game if
there are only two possible outcomes for each player, say, "victory" and "defeat" - with no possibility for "larger" or "smaller"
victories and defeats. In such a case no special linearity assumption is needed concerning the players' utility functions in order
to assure the zero-sum property, because we can always assign the utility v = +1 to "victory" and the utility d = -1 to defeat,
making their joint payoff u identically zero, as u = v + d -(+l)+(-l) = 0.” Harsanyi, John; Rational behavior and bargaining
equilibrium in games and social situation. CAMBRIDGE UNIVERSITY PRESS. New York, 1977. Pág.99.
16
Acerca de los juegos de poder, nos dice Josep Redorta: “…los juegos de poder tienden al reparto, de forma mejor y más
eficiente, de las zonas de incertidumbre definidas por la relación (…) se han citado tres clases de juegos de poder básicos
(…) “lealtad” (callar y obedecer a pesar de todo), “salida” (retirarse con todas las consecuencias) o “voz” (mejor luchar que
rendirse), lo cierto es que en el ejercicio del poder aparecen multitud de situaciones típicas que significan formas de utilizar el
poder y, notoriamente, intentos de ejercer influencias sobre otros.” Redorta, Josep; El poder y sus conflictos. PAIDÓS.
Barcelona, 2005. Pág.139. La “lealtad” configura un juego cooperativo cuando se “juega” por convicción, pero si se juega
por temor o conveniencia, configura un juego cuasi no cooperativo. La “salida” es un juego no cooperativo o cuasi no
cooperativo por naturaleza, que caracteriza la estrategia suma cero: se sale por derrota o acaso porque, en ese momento,
ese sea el curso de acción más conveniente. Y finalmente la “voz” es definitivamente un juego no cooperativo de estrategia
suma cero, en una famosa máxima del general Bernardo O’Higgins en la batalla por Santiago: “Vivir con honor o morir con
gloria”.
9
Ahora bien, ¿Qué actores estarán o contarán para nuestra definición de interacción
y en qué sentido la asumiremos? En primer lugar, los líderes carismáticos que bien
pudiesen surgir de movimientos de masas, partidos políticos o instituciones del
Estado, tales como las Fuerzas Armadas o bien pudiesen ocupar la primera
magistratura de un país en calidad de Mandatarios. En segundo lugar, los líderes
que pudiesen derivarse de los primeros, esto es, de su existencia previa y que aquí
definiremos como líderes menores o no carismáticos, entendiendo a estos más
ampliamente como aquellos líderes que heredando de un líder carismático, mando
y poder, bien sea por su creación institucional, bien sea por su “unción”, terminasen
en posición preeminente, pudiendo llegar a conservar la construcción institucional
y/o política primaria, reforzándola incluso en función de sus propios intereses o
perdiéndola al no poder reproducir las cualidades del líder carismático del cual
devienen.
Por otra parte, las interacciones serán concebidas como acciones reciprocas que
por su propia dinámica, sean susceptibles de un conflicto, más específicamente, de
un conflicto político, entendido este último como un conflicto de poder, que se
presenta de (y en) la interacción de dos líderes contrapuestos o entre líderes e
instituciones o grupos sociales, en virtud de sus posiciones de poder y por las
estrategias que se escojan, así como sus acciones derivadas, durante el o los
intercursos variados de un juego o juegos de poder, al interior de los cuales se darán
relaciones de variada índole.
Así las cosas, al existir relaciones entre agentes, se van construyendo espacios de
relaciones, más bien, un espacio relacional, mismo que podría ser caracterizado
como un conjunto finito de relaciones, dentro del cual podrían existir subconjuntos
de características particulares. Sea el subconjunto C, tal que C = {C1, C2, C3……Cn},
es el conjunto que contiene todos los conflictos posibles entre dos agentes A y B en
interacción. Existe un espacio muestral de conflictos, contenido en el espacio
relacional, tal que ese espacio de conflictos contiene totalmente al conjunto C, de
manera que C constituye un espacio finito equiprobable dónde se cumplen, por
definición, dos propiedades, a saber:
De manera que, en este orden de ideas, una interacción generará uno o más
conflictos; los conflictos conducirán al establecimiento de relaciones conflictuales18;
y el espacio relacional definido entre los agentes en interacción (en nuestro caso las
interacciones predefinidas), que contenga las relaciones conflictuales potenciales
de carácter político entre ellos, configurará el espacio de conflictos políticos,
entendiendo este último como un espacio finito equiprobable, en el contexto de la
Teoría de Probabilidades. Se da nuestra primera intersección entre teorías de la
Matemática (Juegos y Probabilidades) y un constructo transversal a todas las
ciencias, a saber, la Conflictología, esto es, se identifica la presencia inequívoca del
Constructo Vinculante como telón de fondo.
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Sea d un espacio muestral que contiene n elementos, d = {a1, a2, a3,....,an}, si a cada uno de los elementos de d le
asignamos una probabilidad igual de ocurrencia, pi = 1/n por tener n elementos d, entonces estamos transformando este
espacio muestral en un espacio finito equiprobable, el que debe cumplir con las siguientes condiciones:
1. Las probabilidades asociadas a cada uno de los elementos del espacio muestral deben ser mayores o iguales a cero, pi
>= 0. 2. La sumatoria de las probabilidades asociadas a cada elemento del espacio muestral debe de ser igual a 1, ∑pi = 1.
En caso de que no se cumpla con las condiciones anteriores, entonces no se trata de un espacio finito equiprobable. Solo en
el caso de espacios finitos equiprobables, si deseamos determinar la probabilidad de que ocurra un evento A cualquiera,
entonces: p(A) = r*1/n = r/n
p(A) = maneras de ocurrir el evento A/ Número de elementos del espacio muestral.
r = maneras de que ocurra el evento A.
1/n = probabilidad asociada a cada uno de los elementos del espacio muestral.
n = número de elementos del espacio muestral.
18
Indispensable aclarar esta distinción. El Conflicto incluye todo, esto es, fundamentos, apetencias, partes, motivaciones, otros
actores, entornos, consecuencias y derivaciones. La relación conflictual es el juego per se; es ella la que se produce, nace
o se da, iniciada la interacción entre los actores y exige estrategias diversas, modificándose en la medida en que el conflicto,
como un todo, avanza. El juego termina muriendo cuando el conflicto se resuelve definitivamente.
12
19
Las referencias al Profesor Josep Redorta, se corresponden con el texto de su autoría que lleva por nombre “El Poder sus
conflictos”, cuyos datos específicos pueden verse en las referencias bibliográficas de este cuaderno. En el cuaderno N°3,
dónde trataremos in extensis el tema del Conflicto, este punto será ampliado suficientemente.
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afectiva. Las clases o tipos de poder según Redorta, pueden verse en el cuadro que
a continuación presentamos:
Sea una relación conflictual que como juego se desarrolla entre dos líderes
carismáticos, enzarzados en una pugna por el poder político; ambos juegan desde
una posición de Poder Amenazador; ambos escogen estrategias diversas que van
desde la Amenaza, hasta el Ataque, sin Advertencias previas.
De manera que el equilibrio será definido por nosotros como el instante del cotejo
en que, por la naturaleza del juego y las estrategias escogidas como cursos de
acción, en un momento determinado, existirá al menos una estrategia en la cual
ambas partes “recibirán” el mejor pago posible (minimax) ante su escogencia
estratégica. Así por ejemplo, si un Líder Mandatario neutraliza a su oponente,
mediante la escogencia de una estrategia S₁, pero el otro líder, mediante la
estrategia S₂ en respuesta, logra exposición pública, quedando en la mente de
quienes lo han seguido o en la opinión pública en general, aun cuando resultase
neutralizado en la relación conflictual, ambos podrían darse por “bien pagados”. El
Mandatario “derrotó” a su oponente pero aquel “quedó” en la mente de sus
seguidores y en aquellas de los potenciales seguidores que pudiesen presentarse
a futuro. Ambos jugadores quedaron en equilibrio respecto de los “pagos” recibidos
y para ambos el conflicto ha concluido o, acaso, ha caído en zanjamiento.
REFERENCIAS.
BIBLIOGRÁFICAS.
BINMORE, Ken. (1994). Game Theory and the Social Contract. Playing Fair. Vol.1
Playing Fair. Boston: MIT.
BINMORE, Ken. (2007). La teoría de juegos. Una breve introducción. Madrid: Alianza
Editorial.
HEMEROGRÁFICAS:
BINMORE, Ken. (-,1994). The origins of fair play. Economics Departament.
University College London.
BINMORE, Ken. (-,1997). Reciprocity and the social contract. Sage Publications
London.
i
Este material se ha diseñado y elaborado exclusivamente para fines docentes y en el seminario que se indica
al inicio del denominado cuaderno. Su reproducción total o parcial queda terminantemente prohibida bajo la
reserva legal de los derechos de autor.