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Alfredo Rosenbaum y Carina Ferrari

Cruce de lenguajes, cuerpo y política (s) en las performances de Claudio Braier.

Presentamos en este trabajo un primer acercamiento tanto a las relaciones entre cuerpo, cruce
de lenguajes y política, como a la obra profusa del artista argentino Claudio Braier, dentro del
proyecto de investigación….

A pesar de las diversas posturas teóricas que, especialmente a partir del siglo XX (pero ya desde
la base marxista del siglo XIX), se ocuparon de complejizar las relaciones entre arte y política
rescatando al arte político de la mera referencialidad temática de acontecimientos de la vida
social o de representaciones de eventos políticos de una comunidad, este modo de pensar lo
político en el arte sigue vigente y dominante en las percepciones culturales de la mayoría de las
personas que vivimos dentro de las pautas de la cultura occidental.

Esa dominante ideológica de la relación entre arte y política hace que otros modos de
producción fuertemente ideológica sean opacadas, cuando no negadas desde las lecturas, esto
es, desde la construcción de sentido, en este caso específico, desde la mirada de ciertas
producciones artísticas como fuera del campo de la ideología/política.

En el otro extremo, el que opera desde la noción de que “todo es político” se produce,
paradójicamente, un efecto similar: si toda producción artística es política, si toda producción
artística opera sobre lo social-ideológico, la diferencia se borra y no hay producciones que
específicamente trabajen sobre esas relaciones. Así, desde esta posición, podrán leerse como
‘políticas’ las telenovelas y la obra de Pino Solanas.. o….

Entre estos dos extremos, el de la necesidad de la temática política en las producciones, o la


indiferenciación de que toda obra es política, los artistas trabajan infinitos matices y abren, desde
su hacer, nuevos modos de relación entre ambos campos.

Se hace importante señalar, además, en esta mirada somera de las relaciones entre arte y
política, que es difícil sostener, a esta altura, que la relación entre ambos campos se de de
manera directa y sin mediaciones. Podemos afirmar con Bourdieu, por ejemplo, que entre el
campo social –político y las producciones artísticas se vislumbra necesariamente la aparición de
un campo intelectual y artístico, regido por relaciones propias que mediatizan esas relaciones.
Por lo que habrá que tener en cuenta, al momento de leer las apuestas políticas de las obras,
estén recorridas o no por temáticas o asuntos explícitamente políticos, cuáles son sus relaciones
y posicionamiento en relación con el campo artístico, y desde allí, sus relaciones con el campo
político.

En el caso de las producciones de cruce de lenguajes que toman el cuerpo vivo como soporte y
materia significante, es preciso poner el acento en estas cuestiones ya que, debido
posiblemente a la co-presencia con los espectadores e incluso, en algunos casos, a la
realización de producciones directamente vinculadas con manifestaciones políticas o realizadas
en las mismas manifestaciones, se hace fácil confundir las relaciones entre los campos artístico
y político, y pensar que esas producciones actúan directamente en lo político con prescindencia
de sus relaciones con el campo artístico.

Una clase particular de producción corporal de cruce que muestra claramente estas
complejidades es la que apela a la parodia como procedimiento, o incluso, para convertirse en
un tipo discursivo, esto es, “ser” una parodia.

Podría decirse que el ejercicio paródico es de por sí un cuestionamiento, un posicionamiento


ideológico con respecto al discurso parodiado, al producir intertextualmente, con los mismos
elementos del otro discurso, una distancia crítica. En el caso específico de las obras corporales
de cruce de lenguajes, se constituirá un cuerpo paródico en relación con la acción que ese
cuerpo ejerce, y con la construcción combinatoria en relación con lo visual, lo sonoro y lo verbal.

Claudio Braier, el perfodeformer

PRESENTAR BREVEMENTE LA TRAYECTORIA

Braier muestra conciencia de la figura paródica que construye en sus performances:

“Yo me veo como esa figura antigua del bufón de la corte de un rey. Era el único personaje de
esa corte al que le permitía el rey ser criticado. O sea, creo que lo político está en todos nosotros
(…). También en mí estaba la figura, jugando con la palabra performer, en un momento incluso
cuando me he presentado en algún ámbito, me hacía llamar deformer, cosa que también me
gusta. O sea, deformo lo que veo, a veces con cierta intención o porque bueno, surge así.
Dentro de cierto proceso creativo hay una matriz que yo creo que tengo que es el tema del
humor, lo irónico, lo burlón a todo lo que surge en lo contemporáneo me interesa, es muy vasto
pero sería decir eso, en esa contemporaneidad que está fragmentada, que está carente de
códigos ¿no? en ese caos, ahí me siento más cómodo para trabajar.”

En cuanto a la relación entre lo paródico y lo cómico, Braier hizo consciente, a través de las
performance, que no es necesario el humor para ser paródico, y que la parodia puede tener
efectos diversos sobre el espectador.

“Hay un arranque de humor, se podría decir, por cierta cosa absurda que se va plasmando, y en
un momento hay una especie de bisagra donde la gente ya no se ríe tanto, hay un punto de
inflexión donde ya no aparece la risa. Aparecerán otras cosas. También algunos me comentaron
que les produjo angustia después. Quizás en las primeras performance surgió así, y despúes, al
ser expresado, y ser concientizado, a veces lo he trabajado más ex profeso.”

A partir de esta consciencia paródica, Claudio Braier oscila en sus performances-parodias, en


sus ‘deformances’, entre lo cómico y lo serio, desde el chiste explícito (como en la performance
del día de los muertos ANALIZAR), pasando por efectos de humor más sutiles, hasta incluso
generar momentos serios o tensos, como en la performance PARE DE SUFIR, presentada en
….. en el 2° encuentro de performance Umbral.

ANALISIS DE PARE DE SUFRIR

VA DE LO DRAMÁTICO DEL LLANTO HASTA EL EFECTO CÓMICO, POR EL TRABAJO


PARÓDICO DE PERMENENTE RECONTEXTUALIZACIÓN DE LAS ACCIONES DE SUICIDIO
Y EN LA CONJUNCIÓN CON OBJETOS DESPROPORCIONADOS (P.E. AUTITOS EN EL
PISO, CENTÍMETRO PARA AHORCARSE… UN DESCOLOCAMIENTO DE LOS OBJETOS
OPERADOS POR CAMBIO DE DIMENSIÓN O SUSTITUCIÓN QUE PROVOCAN UN ROCE
ENTRE EL DISCURSO TRÁGICO DEL SUICIDA Y LA REALIDAD DE ESOS OBJETOS).

En algunos casos, no son rasgos paródicos sino que toda la performance se constituye como
una parodia (mencionar otras perfoparodias).

Postrem christi se realiza como parodia del discurso eclesiástico, al ponerlo en relación con el
discurso culinario.

En la acción, una síntética misa papal pone a la vista la transformación de pastelero a Papa. El
mecanismo de la parodia queda a la vista, demostrado por un cuerpo en acción que evidencia la
torsión paródica del discurso, que se hace patente como construcción y transformación de lo
parodiado. Es en el mismo acto de tras-vestirse de panadero a Papa, en que, a través del
desvestirse y vestirse se muestra ya lo eclesiástico como mascarada: el pantalón que se quita el
panadero, que se revierte en dorado y en estola papal es un significante claro de esa torsión
paródica. La acción acompaña desde el principio, generando significantes visuales que cruzan
permanentemente los dos discursos: desde la cruz realizada en el piso con merengues hasta la
manga con que se da esta dulce comunión a los fieles espectadores, no sin alusiones sexuales,
que también repercuten en comentarios verbales que aguzan el aspecto crítico del discurso, con
citas del discurso papal, recontextualizadas.

En algunos casos lo paródico, como gesto ideológico, se pliega también a la puesta en crisis del
discurso patriótico. En GOTEO, Braier canta el himno nacional (acompañado por el público), con
una valija plástica en la cabeza, sobre la que un ayudante vuelca cantidades enormes de
cápsulas medicinales celestes y blancas que se derraman por su cuerpo -con alusiones a la
tortura- para terminar desparramadas por el piso. Finalmente, en LA DEL FONDO NACIONAL
DE LAS ARTES…

Por todo lo dicho, este breve recorrido por la obra de Claudio Braier da cuenta de cómo a través
del trabajo paródico con el cuerpo en cruce con otros lenguajes pone en relación de maneras
diversas la producción artística y las políticas, entendidas como distancia crítica con respecto a
los discursos del poder y las instituciones.

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