Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Durante la Edad Media surge un sentimiento de reforma de la Iglesia que se caracteriza por un
querer volver a los orígenes y a la época de los mártires. Las órdenes religiosas y sus monjes
son los que emprenden esa reforma. La vida religiosa medieval se puede dividir en tres etapas:
El primer intento de volver a los orígenes del cristianismo e intentar que todos los monasterios
se acojan a la misma regla es la de Cluny (sur de Francia) en el año 910 (S.-X). Su estilo de
vida continúa siendo la Regla de San Benito pero algo reformada. Esta reforma, que comenzó
en Cluny fue seguida por otros monasterios.
Más tarde aparecerá la segunda reforma promovida por San Roberto que en el año 1098 funda
el monasterio del Cister. Por eso sus monjes se llaman Cistercienses (estos monjes continúan
siguiendo la regla de San Benito pero con otra reforma).
Más tarde san Bruno funda la orden de los Cartujos en 1084. Son unos monjes que siguen una
regla muy estricta y severa.
Las órdenes Militares y hospitalarias. Durante los S.- XI y XII aparecen una serie de órdenes
militares y de caballeros, dedicadas a la atención de peregrinos que viajaban a Jerusalén, a
Santiago de Compostela o a Roma. Se dedicaban al hospedaje y a la atención de peregrinos.
Otras tenían un carácter más militar y con la idea de reconquistar los territorios en manos de los
árabes, Estas son los Caballeros de Malta, Orden militar de Calatrava, o la que más importancia
alcanzó: los templarios o la orden del temple.
3ª Etapa: Las órdenes mendicantes: Hasta el S.- XII la vida de los monasterios había sido
rural y alejado de las ciudades. A partir del desarrollo de las ciudades surge un estilo de vida
monástico pero dentro de las ciudades. Aparecen las órdenes mendicantes que establecen
conventos dentro de las ciudades y se dedican muchas veces a la enseñanza en las
universidades. Las órdenes mendicantes más famosas son los Dominicos y los Franciscanos.
Los miembros de estas órdenes no se llaman monjes sino frailes (que viene de la palabra latina
frater que significa hermano). Los Dominicos siguen la regla de San Agustín y los Franciscanos
la regla de San Francisco
Otras órdenes mendicantes son los Carmelitas, y los Mercedarios que después de la
reconquista pasarán a ser mendicantes.
Al final del S.- XII surge en el sur de Francia dos nuevas herejías: Los Cátaros (palabra griega
que significa “los puros”) y los Albigenses (que son los habitantes de la ciudad francesa de Albí).
Las dos herejías creen en una filosofía dualista (2 polos): lo material que es malo y corrupto, y
por otra parte lo espiritual que es bueno. La religión debe reducirse a lo espiritual, porque lo
material es malo. Por tanto las nuevas herejías rechazan todo lo material de la religión: los
sacerdotes, la jerarquía, los sacramentos, etc. Y solo sirven para ser buenos lo espiritual: las
oraciones, las formas de piedad, los rezos, etc.
Estas herejías ocasionaron muchos altercados de orden público, por lo que para perseguirlas
se creó el Tribunal de la Inquisición (la palabra Inquisición significa búsqueda). Era un tribunal
civil y eclesiástico a la vez. Su finalidad era defender la fe verdadera (la doctrina correcta u
Ortodoxia) y al mismo tiempo evitar altercados. La autoridad eclesiástica detectaba los posibles
herejes y la autoridad civil los juzgaba y condenaba. El Papa Gregorio IX crea en 1232 la
Inquisición y se la confía a los Dominicos.
La Iglesia a lo largo de la Edad Media sufrió dos grandes separaciones (la palabra cisma
significa separación o corte).
Todo comenzó a mediados del S.-XIV cuando el rey de Francia, Felipe el Hermoso, presionó al
Papa Benedicto XI para que fuera a la ciudad francesa de Avignon. Éste fue allí y fijó su
residencia allí. Su sucesor Clemente V (1305-14) ya no volvió a Roma. A partir de ese momento,
todos los Papas (recordemos que el papa es siempre el obispo de Roma) residieron más de 70
años en Francia.
El Rey de Francia utilizaba a los papas (que eran todos franceses) para afirmar su poder frente
a los demás reyes de Europa. Por fin, el Papa Gregorio XI se decide volver a Roma. Y cuando
este muere en el año 1378 se produce el cisma o la separación de la Iglesia. El problema vino
en la elección del sustituto del difunto papa Grgorio XI.
Los cardenales se reúnen en Roma para elegir un papa italiano. Los habitantes de Roma
querían un Papa italiano, e incluso llegaron a interrumpir un cónclave (palabra que viene del
latín cum clave que significa bajo llave y que designa la reunión secreta, bajo llave, que hacen
los cardenales para votar a un papa nuevo). Se eligió a Urbano VI. Pero los cardenales
franceses dijeron que la votación no era válida y eligieron a otro papa: Clemente VII que se fue
a vivir a Avignon. Ahí empieza el cisma que duró 39 años. Todo el mundo de la cristiandad
quedó dividido en dos bandos.
Ante este lamentable hecho hubo varios intentos de solución. Destacan dos figuras muy
importantes: Santa Catalina de Siena y San Vicente Ferrer (defensores cada uno de un Papa
diferente).
El primer intento de solución fue el Concilio de Pisa que pretendía la dimisión de los dos Papas
y la elección de uno nuevo. Se eligió a Alejandro V. Pero los otros dos papas no aceptaron la
dimisión con lo que ahora había tres papas.
Finalmente la solución vino del Concilio de Constanza en 1413. Dimitió el Papa de Roma y el
de Pisa. Y el de Avignon (el español Pedro de luna con el nombre de Benedicto XIII) no dimitió,
pero como ya nadie le obedecía se retiró a Peñíscola donde murió esperando que llegara el
barco que le devolviese a la sede papal. Al morir este su sucesor presentó la dimisión al
verdadero Papa que era Martín V.
Para aclararnos mejor en este tema vamos a ver este organigrama con los nombre de los Papas:
Bonifacio VIII
7 Papas
CISMA (1378)
AVIGNON ROMA
Bonifacio IX
Juan XXIII
Martín V
Las celebraciones litúrgicas decaen mucho en la Edad Media, por un motivo muy especial,
porque la lengua utilizada en la celebración era el latín, y la gente ya no lo entendía, porque
hablaban las lenguas romances (que más tarde evolucionarán hacia nuestras lenguas actuales).
Ya vimos anteriormente como Gregorio VII con su reforma gregoriana impone el latín y el rito
romano, por lo que desaparecen otros ritos existentes como el mozárabe que era el que se
utilizaba en España.
Pero para que la gente, que cada vez desconectaba más de la misa, porque ya no entendía el
latín, pudiera alimentar su fe, aparecen nuevas formas de devoción, las cuales han perdurado
hasta nuestros días. Veamos algunos ejemplos más representativos:
https://www.vaticanocatolico.com/iglesiacatolica/glosario-diccionario-catolico/#.W0S4jtJKiUk
https://www.vaticanocatolico.com/iglesiacatolica/glosario-diccionario-catolico/#.W0S4jtJKiUk
https://www.google.com/search?ei=V7dEW-jlO-
uc5wKqk7TgCQ&q=relifgion+diccionario+catolico&oq=relifgion+diccionario+catolico&gs_l=psy-
ab.3..0i22i30k1.27005.33298.0.33942.21.21.0.0.0.0.259.2877.0j14j2.16.0....0...1c.1.64.psy-
ab..5.16.2875...0i10k1j0i10i30k1j0i5i10i30k1j0i13k1j0i22i10i30k1j0i13i30k1j0i8i13i30k1.0.Gl7KOE
8P2y8