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Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche

Chapter · June 2009

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7 authors, including:

Luis Soto Estradas Romero Alejandro

Universidad Nacional Autónoma de México Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad
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José Alberto Montoya-Marquez

Universidad del Mar (Mexico)
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sea turtles of Oaxaca View project

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 Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche

Resumen
Los efectos potenciales de la industria petrolera sobre el ecosistema marino del Sistema de
la Sonda de Campeche (SSC) son de alta relevancia para la sociedad debido a la riqueza
de recursos bióticos y energéticos localizados en este sector del Golfo de México. En la
Sonda de Campeche el riesgo ecológico o ambiental se puede entender como el mecanismo
evaluatorio que permita determinar "la probabilidad de que existen o se puedan presentar efectos
ecológicos adversos, como consecuencia de uno o varios factores tensionantes". Se reconoció
como factor tensionante potencial las operaciones de la industria petrolera (PEMEX) y como
gran ecosistema marino a la Sonda de Campeche, dentro de un análisis ambiental retrospectivo
de aproximadamente 2.5 décadas. PEMEX, como un factor tensionante de carácter químico,
introduce accidental o crónicamente sustancias orgánicas e inorgánicas al medio marino; a su
vez, representa un factor tensionante físico, debido a la perturbación ambiental ocasionada
por la edificación de plataformas de exploración, extracción, servicio, etcétera, y por las
instalaciones en la costa de facilidades de transporte, bombeo y almacenamiento de petróleo
crudo. Cada subcomponente biótico del ecosistema marino (plancton, bentos, necton) exhibe
una capacidad de respuesta (recuperación) propia, al ser expuesto a factores tensionantes
tales como: lodos de perforación, metales trazas, hidrocarburos fósiles, etcétera. En la SSC se
consideran como fronteras o ecotonos importantes las dos provincias sedimentarias presentes en
el área de estudio (carbonatada-terrígena), cuya superficie se extiende por más de 34 000 km2;
se consideró también la zona de perforación de PEMEX, denominada zona de exclusión (ca.
1 250 km2), la cual sirve de asentamiento a alrededor de 200 plataformas fijas de perforación,
autoelevables y sumergibles. Un factor físico tensionante de moderado impacto ambiental está
representado por la red de ductos que irradian de esta zona, hacia el puerto de Dos Bocas, Atasta
y hacia la monoboya anclada en la vecindad del arrecife de Cayo Arcas.

Las operaciones de exploración y extracción de hidrocarburos fósiles en la SSC causan dos

niveles de efectos ecológicos. El primero es de mayor severidad en el ecosistema costero
debido a la reducción o permanente remoción de componentes básicos como la comunidad de
plantas vasculares acuáticas. Esta alteración es la más evidente y predecible. Las alteraciones
del sustrato causadas por las operaciones de dragado, apertura de canales, instalaciones de
oleoductos y plataformas en el ambiente costero y marino, generan cambios en flora y fauna
de diferente complejidad. En contraste, en el ambiente marino las alteraciones potenciales
derivadas de la industria petrolera son atenuadas por la capacidad de amortiguamiento del
sistema mismo. En el ambiente marino se reconocen fluctuaciones naturales en cada uno de
sus subcomponentes ecológicos; tales fluctuaciones son compensadas mediante mecanismos
internos de tipo homeostático, los cuales contribuyen a mantener un equilibrio en los flujos de
materia y energía. El estudio preliminar del flujo de carbono orgánico en el SSC muestra un
sistema subsidiado por las aportaciones de materiales orgánicos de origen continental, cuyo
destino final es el componente sedimentario de la plataforma continental y el mar profundo
adyacente. En el supuesto caso de que los umbrales críticos de forzamiento en este proceso de
subsidio sean rebasados, se puede anticipar una perturbación grave a nivel sistema. Este tipo
de condición corresponde a un nivel de impacto de segundo nivel.

Aún existe un vacío considerable en el conocimiento preciso de varios de los subcomponentes

ecológicos del SSC, que evita un diagnóstico preciso sobre el grado de respuesta ante
alteraciones antropogénicas de carácter crónico. Las señales potenciales de cambio o de
impacto son locales o poco definidas, a excepción de las de toxicidad de nivel de especie. Bajo
condiciones de perturbación causadas por derrames accidentales de hidrocarburos fósiles, la
biodiversidad y biomasa tanto del fitoplancton como del zooplancton marino se reducen,
aunque su equilibrio se restablece en un plazo aproximado de 40 días, cuando el efecto adverso
desaparece. Los integrantes del necton marino presentan una estructura estacional altamente
predecible y su biomasa es favorecida por el efecto de "santuario" de las estructuras físicas de
las instalaciones en la zona de exclusión. Las concentraciones de hidrocarburos aromáticos

267
 PEMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México

en tejidos de peces demersales bajo condiciones de derrames accidentales no rebasan niveles

subletales. En organismos bénticos existen registros de bioacumulación de metales pesados e
hidrocarburos en especies centinelas de moluscos bivalvos en la zona costera. Tales registros
no alcanzan niveles críticos en especies de importancia comercial (camarones peneidos). Las
industrias petrolera y pesquera convergen en el SSC en sitios estratégicos para sus operaciones.
Aun cuando los expertos pesqueros se inclinan por atribuir el desplome de la producción
del camarón en las dos últimas décadas al sobredimensionamiento de la flota y a la ausencia
de regulación del crecimiento y el reclutamiento de las poblaciones explotadas, es urgente
establecer normas de manejo y desarrollo socioeconómico para ambas actividades en el sector
suroeste del Golfo de México.

Palabras clave: Biodiversidad marina, salud del ecosistema, Sonda de Campeche.

Abstract
The potential effects of the oil industry on the Sistema de la Sonda de Campeche (SSC) marine
ecosystem are of high relevance for our society due to the wealth of living and fossil fuel
resources found in this sector of the Gulf of México. An ecological or environmental risk analysis
can be understood like an assessment procedure that allows determining the probability that
adverse ecological effects exist or may occur, as a result of one or several stressor factors. The
oil industry operations (PEMEX) constitute potential stressor factors acting upon a large marine
ecosystem-Sonda de Campeche-, during the last 2.5 decades. PEMEX, like a chemical stressor
factor, chronically or accidentally introduces organic and inorganic substances to the marine
environment; similarly, as a physical stressor, causes further ecological disturbances due to the
offshore oil rigs construction for exploration, extraction, services, etc., and by the installation of
facilities on the coast for transport, pumping and storage of crude oil. In the marine ecosystem,
each living subcomponent (plankton, benthos, and nekton) exhibits its own resilient capacity
(recovery) when is being exposed to stressor factors such as: drilling muds, trace metáis,
hydrocarbons, etc. Important boundaries or ecotones in the SSC are the two sedimentary
provinces in the study área (carbonate-terrigeneous) whose surface extends by more than
34 000 km2; the offshore área where most of the oil fields are located, known as exclusión zone
{ca. 1 250 km2), encompasses nearly 200 fixed drilling platforms, autoelevables and submersibles.
A physical stressor of modérate environmental impact is represented by the network of pipelines
that radiate from this zone, towards Dos Bocas, Atasta and to the large buoy anchored off Cayo
Arcas Reef. The exploration and fossil hydrocarbon extraction operations in the SSC cause two
levéis of ecological effects. Firstly, severe effects are observed on the adjacent costal ecosystem
due to the reduction or permanent removal of aquatic vascular plants. This disturbance is
evident and predictable. Substratum alterations caused by dredging, opening of channels, pipe
lines and platforms in the coastal and marine environment, produce flora and fauna changes of
different complexity. Secondly, in the marine ecosystem potential alterations derived from the
oil industry are attenuated by the buffer capacity of the tropical system itself. In this system,
normal pattems of variability are recognized in each living subcomponent; such pattems are
somewhat compensated by intemal homeostatic mechanisms which contribute to maintain the
energy and organic matter flow equilibrium. A preliminary study of the organic carbón flow
in the SSC, shows a system subsidized by the input of organic materials of continental origin,
whose final destiny is the shelf-benthic subcomponent and the adjacent deep-sea. Should
this subsidizing process be disturbed by either natural or anthropogenic events, unfavorable
ecological condítions at the system level can be expected to occur.

The attempt to identify the system response to chronic anthropogenic effects in the SSC
was precluded by the void of precise data on most of the marine ecosystem subcomponents.
Potential signáis of change or impact are mostly local or ill defined, with the exception
of those of toxicity recorded at species level. Under conditions of disturbance caused by
accidental fossil hydrocarbon spills, biodiversity and biomass of both phytoplankton and

268
 Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche

zooplankton are reduced; presumably, their attain equilibrium conditions after 40 days, when
the adverse effect disappears. Marine nekton displays a highly predictable seasonal structure
and its biomass is favored by the "sanctuary" effect provided by the complex of oil platform
structures in the exclusión zone. Aromatic hydrocarbon concentrations in demersal fish tissues,
under conditions of accidental spills do not exceed sublethal levéis. Among benthic organisms,
bioaccumulation of heavy metáis and hydrocarbons in sentry species (bivalve mollusks) exist
in the coastal zone. Such concentrations do not reach critical levéis in species of commercial
importance (peneid shrimps). The oil and fishing industries converge in strategic sites for their
operations in the SSC. Even though the fishing experts attribute the collapse of the shrimp
production in the last two decades to overexploitation and to the absence of appropriate growth
and recruitment regulations of shrimp stocks, it is considered of the utmost importance to
promote an environmental developing program that insures the success and prevenís conflicts
in the long term of both activities in the southwestern sector of the Gulf of México.

Key words: Marine Biodiversity, ecosystem health, Campeche Sound.

Introducción evaluatorio que nos permita determinar " la pro-

En la actualidad el ecosistema marino es reco-
nocido por la sociedad moderna como una parte
integral de nuestro propio sistema de vida. No
obstante, la gran capacidad de los ecosistemas
marinos de absorber muchos de los cambios
naturales que ocurren en la naturaleza, su ca-
pacidad de amortiguamiento y resiliencia se
ponen en riesgo cuando sus recursos bióticos son
sujetos a prácticas de sobreexplotación, o bien el
equilibrio fisicoquímico de sus elementos básicos
es alterado tanto en el agua o en el sedimento,
debido a la introducción de contaminantes.
Con el propósito de mantener una vigilancia so-
bre las posibles alteraciones en dicho equilibrio
ecológico y los niveles de recuperación ambiental,
es imperativo el reconocimiento de los procesos
naturales que son perturbados; se requiere asimismo
la cuantificación de tales cambios, con la finalidad
de aplicar una evaluación de riesgo ecológico y
diseñar oportunamente una estrategia que contribuya
a establecer un plan de conservación del equilibrio
ambiental.
Marco de evaluación del riesgo ambiental
En la Sonda de Campeche el riesgo ecológico o
ambiental se puede entender como el mecanismo
babilidad de que existen o se pueden presentar
efectos ecológicos adversos, como consecuen-
cia de uno o varios factores tensionantes" o es-
tresantes de acuerdo con el glosario maestro del
Risk Assessment Forum RAF (EPA, 1992). En el
Subprograma Biodiversidad Marina (BioMar) se
adoptó inicialmente un marco de referencia basado
en tres etapas fundamentales:
1. El reconocimiento claro del problema (agente
perturbador).
2. El análisis cuantitativo de los componentes
bióticos del ecosistema y
3. La evaluación de riesgo y el proceso de
integración (figura 8.1).
La primera etapa de formulación o de re-
conocimiento del problema admite una con-
ceptualización del entorno ecológico —Sonda de
Campeche— expresado en procesos biológicos
específicos; de igual forma es esencial la
identificación del elemento tensionante que se
pretende evaluar: la industria petrolera (PEMEX).
Varios han sido los autores (Suter, 1990; Sherman,
1994; Constanza y Mageau, 1999) que han en-
fatizado la importancia de seleccionar a priori la
función o el factor de valor del ecosistema que
se pretende proteger y que se reconoce como
potencialmente en riesgo.

269
 PEMEXy la salad ambiental de la Sonda de Campeche, México
Figura 8.1 Marco de referencia en el estudio de riesgo ambiental en
la Sonda de Campeche.
Figura 8.3 Funciones ambientales y estrategia analítica.
270
Hipótesis
Existen cambios en la estructura y
funcionamiento de los subsistemas
ocasionados por las operaciones petroleras
Figura 8.2 Esquema de subsistemas ambientales en
la Sonda de Campeche y su interacción con PEMEX.
Este señalamiento es esencial, si se desea que el
esfuerzo de adquisición del nuevo conocimiento
científico desencadene un proceso de formulación
de leyes, regulaciones o normas ambientales
que aseguren la persistencia del ecosistema en
tiempo y espacio. La selección de dichos factores
o funciones ambientales es estratégica pues deben
implícitamente contener un valor social, expresiones
cuantitativas, tener una baja variabilidad y ser unos
buenos indicadores de efectos tensionantes (figuras
8.2 y 8.3).
En el Subprograma BioMar se reconoció como
factor tensionante potencial las operaciones de
la industria petrolera (PEMEX) y como gran
ecosistema marino a la Sonda de Campeche,
dentro de un análisis ambiental retrospectivo de
aproximadamente 2.5 décadas. Bajo este enun-
ciado, PEMEX constituye un factor tensionante
de carácter esencialmente químico, en virtud a la
introducción accidental o crónica de sustancias
orgánicas e inorgánicas al medio marino. Asi-

mismo, la industria petrolera representa un
factor tensionante físico, debido a la perturbación
ambiental ocasionada por la edificación de
plataformas de exploración, extracción, ser-
vicio, etcétera, en el sistema marino, y por
las instalaciones en la costa de facilidades de
transporte, bombeo y almacenamiento de gas.
El escenario que se ha establecido para cumplir
nuestro objetivo —evaluación de la presencia de
PEMEX sobre la estructura y funcionamiento
de la Sonda de Campeche— involucra, como se
indicó anteriormente, un espectro de más de dos
décadas de información técnica y científica.
Modelo conceptual
Los efectos potenciales de la industria petrolera
sobre el ecosistema marino de la Sonda de
Campeche son de alta relevancia para la sociedad,
debido a la riqueza de recursos bióticos y
energéticos localizados en este sector del Golfo de
México. La importancia estratégica de esta zona
ha sido ya ampliamente documentada por varios
autores (Soto, 1981 y 1982; Yáñez, et al., 1983;
Soto y Escobar-Briones, 1995; Botello et al, 1996;
Toledo-Ocampo, 1996; González-Macías, 1997). La
mayor parte de los estudios del ambiente marino
se pueden clasificar de mediano plazo (dos o
tres años), de carácter descriptivo o analítico, y
enfocados al estudio de la plataforma continental
(20-200 m) y la zona costera (< 20 m). En el modelo
conceptual que aquí se propone, los componentes
espacio temporales resultan importantes de
definir, dada la distinta capacidad de respuesta
(recuperación) propia de cada componente
del ecosistema (plancton, bentos, necton), al
ser expuesto a factores tensionantes (lodos de
perforación, metales traza, hidrocarburos fósiles,
etcétera). En nuestra interpretación consideramos
como fronteras o ecotonos importantes las dos
provincias sedimentarias presentes en el área de
estudio (carbonatada-terrígena) cuya superficie
se extiende por más de 34 000 km2. Se consideró
también la zona de producción de PEMEX,
denominada zona de exclusión, la cual sirve de
asentamiento a alrededor de 200 plataformas fijas
de perforación, autoelevables y sumergibles; la
superficie aproximada de la zona de exclusión se
estima en 1 250 km2. Un factor físico de moderado
impacto como elemento ambiental tensionante
está representado por la red de ductos que irradian
de esta zona hacia el puerto de Dos Bocas, Atasta
v. tvacia la raonoboya anclada en la vecindad del
arrecife de Cayo Arcas.
Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche
Con base en lo anteriormente expuesto, el
modelo conceptual que aquí se propone debe de
entenderse como el planteamiento hipotético del
impacto de la industria petrolera sobre el Sistema
de la Sonda de Campeche (SSC) en su estructura
y funcionamiento. Es pertinente señalar que se
requiere generar un posible escenario de riesgo
potencial, identificar los factores tensionantes
(químicos/físicos), así como los procesos eco-
lógicos que revelen perturbación.
El escenario ambiental de riesgo potencial incluye
esencialmente, en el caso del subprograma
BioMar, la plataforma continental interna y
media (20-100 m de profundidad) del sector
SW del Golfo de México. Este sector se halla
fuertemente influenciado por las plumas ribereñas
de los cauces de los ríos Grijalva y Usumacinta y
Coatzacoalcos en su extremo occidental, así como
por la exportación de materiales orgánicos de las
lagunas costeras de la región, entre las cuales
destaca la Laguna de Términos.
Esquema teórico de predictibilidad ecológica
Por lo general, en un estudio de impacto o de
evaluación ambiental es conveniente establecer
cuáles son los patrones de variabilidad natural
del sistema analizado, para distinguirlos de
aquellos cambios ocasionados por acciones
antropogénicas. La predictibilidad con que se
puedan anticipar los grados de cambio ecológico
en el escenario SSC, depende en gran medida
de variables socioeconómicas tales como la
ampliación de la zona de exclusión de PEMEX
o a medidas regulatorias y de manejo de los
recursos pesqueros que se explotan en dicho
escenario. En virtud de la dificultad que implica
para el presente estudio anticipar variables
socioeconómicas, es más prudente intentar
cuantificar la magnitud y la extensión de los
factores tensionantes sobre procesos biológicos
específicos con un criterio holístico; tal es el
caso de los patrones de distribución espacio-
temporales de la biodiversidad, la abundancia o
la densidad de los tres principales componentes
del ecosistema marino. Los escenarios de cambio
de estos componentes pueden ser generados
por una poderosa herramienta analítica como
lo es el Sistema de Información Geográfico
(SIG). La distribución espacio-temporal de una
determinada variable contribuye a distinguir
cambios significativos anuales, interanuales o
bien estacionales.
 PEMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México
Figura 8.3 Funciones ambientales y estrategia analítica.
270
Hipótesis
Existen cambios en la estructura y
funcionamiento de los subsistemas
ocasionados por las operaciones petroleras
Figura 8.2 Esquema de subsistemas ambientales en
la Sonda de Campeche y su interacción con PEMEX.
Este señalamiento es esencial, si se desea que el
esfuerzo de adquisición del nuevo conocimiento
científico desencadene un proceso de formulación
de leyes, regulaciones o normas ambientales
que aseguren la persistencia del ecosistema en
tiempo y espacio. La selección de dichos factores
o funciones ambientales es estratégica pues deben
implícitamente contener un valor social, expresiones
cuantitativas, tener una baja variabilidad y ser unos
buenos indicadores de efectos tensionantes (figuras
8.2 y 8.3).
En el Subprograma BioMar se reconoció como
factor tensionante potencial las operaciones de
la industria petrolera (PEMEX) y como gran
ecosistema marino a la Sonda de Campeche,
dentro de un análisis ambiental retrospectivo de
aproximadamente 2.5 décadas. Bajo este enun-
ciado, PEMEX constituye un factor tensionante
de carácter esencialmente químico, en virtud a la
introducción accidental o crónica de sustancias
orgánicas e inorgánicas al medio marino. Asi-

mismo, la industria petrolera representa un
factor tensionante físico, debido a la perturbación
ambiental ocasionada por la edificación de
plataformas de exploración, extracción, ser-
vicio, etcétera, en el sistema marino, y por
las instalaciones en la costa de facilidades de
transporte, bombeo y almacenamiento de gas.
El escenario que se ha establecido para cumplir
nuestro objetivo —evaluación de la presencia de
PEMEX sobre la estructura y funcionamiento
de la Sonda de Campeche— involucra, como se
indicó anteriormente, un espectro de más de dos
décadas de información técnica y científica.
Modelo conceptual
Los efectos potenciales de la industria petrolera
sobre el ecosistema marino de la Sonda de
Campeche son de alta relevancia para la sociedad,
debido a la riqueza de recursos bióticos y
energéticos localizados en este sector del Golfo de
México. La importancia estratégica de esta zona
ha sido ya ampliamente documentada por varios
autores (Soto, 1981 y 1982; Yáñez, et al, 1983;
Soto y Escobar-Briones, 1995; Botello et al, 1996;
Toledo-Ocampo, 1996; González-Macías, 1997). La
mayor parte de los estudios del ambiente marino
se pueden clasificar de mediano plazo (dos o
tres años), de carácter descriptivo o analítico, y
enfocados al estudio de la plataforma continental
(20-200 m) y la zona costera (< 20 m). En el modelo
conceptual que aquí se propone, los componentes
espacio temporales resultan importantes de
definir, dada la distinta capacidad de respuesta
(recuperación) propia de cada componente
del ecosistema (plancton, bentos, necton), al
ser expuesto a factores tensionantes (lodos de
perforación, metales traza, hidrocarburos fósiles,
etcétera). En nuestra interpretación consideramos
como fronteras o ecotonos importantes las dos
provincias sedimentarias presentes en el área de
estudio (carbonatada-terrígena) cuya superficie
se extiende por más de 34 000 km2. Se consideró
también la zona de producción de PEMEX,
denominada zona de exclusión, la cual sirve de
asentamiento a alrededor de 200 plataformas fijas
de perforación, autoelevables y sumergibles; la
superficie aproximada de la zona de exclusión se
estima en 1 250 km2. Un factor físico de moderado
impacto como elemento ambiental tensionante
está representado por la red de ductos que irradian
de esta zona hacia el puerto de Dos Bocas, Atasta
y hacia la monoboya anclada en la vecindad del
arrecife de Cayo Arcas.
Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche
Con base en lo anteriormente expuesto, el
modelo conceptual que aquí se propone debe de
entenderse como el planteamiento hipotético del
impacto de la industria petrolera sobre el Sistema
de la Sonda de Campeche (SSC) en su estructura
y funcionamiento. Es pertinente señalar que se
requiere generar un posible escenario de riesgo
potencial, identificar los factores tensionantes
(químicos/físicos), así como los procesos eco-
lógicos que revelen perturbación.
El escenario ambiental de riesgo potencial incluye
esencialmente, en el caso del subprograma
BioMar, la plataforma continental interna y
inedia (20-100 m de profundidad) del sector
SW del Golfo de México. Este sector se halla
fuertemente influenciado por las plumas ribereñas
de los cauces de los ríos Grijalva y Usumacinta y
Coatzacoalcos en su extremo occidental, así como
por la exportación de materiales orgánicos de las
lagunas costeras de la región, entre las cuales
destaca la Laguna de Términos.
Esquema teórico de predictibilidad ecológica
Por lo general, en un estudio de impacto o de
evaluación ambiental es conveniente establecer
cuáles son los patrones de variabilidad natural
del sistema analizado, para distinguirlos de
aquellos cambios ocasionados por acciones
antropogénicas. La predictibilidad con que se
puedan anticipar los grados de cambio ecológico
en el escenario SSC, depende en gran medida
de variables socioeconómicas tales como la
ampliación de la zona de exclusión de PEMEX
o a medidas regulatorias y de manejo de los
recursos pesqueros que se explotan en dicho
escenario. En virtud de la dificultad que implica
para el presente estudio anticipar variables
socioeconómicas, es más prudente intentar
cuantificar la magnitud y la extensión de los
factores tensionantes sobre procesos biológicos
específicos con un criterio holístico; tal es el
caso de los patrones de distribución espacio-
temporales de la biodiversidad, la abundancia o
la densidad de los tres principales componentes
del ecosistema marino. Los escenarios de cambio
de estos componentes pueden ser generados
por una poderosa herramienta analítica como
lo es el Sistema de Información Geográfico
(SIG). La distribución espacio-temporal de una
determinada variable contribuye a distinguir
cambios significativos anuales, interanuales o
bien estacionales.
 PEMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México
Estimación de procesos ecológicos
La finalidad de efectuar un diagnóstico ambiental
del SSC debe conducir hacia el reconocimiento del
grado de salud de este sistema. El riesgo ecológico
potencial, en contraste, dependerá de la intensidad
y persistencia de los factores tensionantes previa-
mente identificados. La relación que estos mantengan
con los procesos ecológicos no es necesariamente
de orden lineal, sino unimodal; es decir, que las
respuestas o alteraciones que se deben reconocer
resultan de gradientes ambientales ocasionados
por la interacción de más de dos variables (efectos
acumulativos o sinergísticos).
La identificación de los efectos causados por un de-
terminado factor tensionante coadyuva a ordenar
jerárquicamente a estos, según el riesgo ecológico
que representen; una vez realizado este ejercicio es
posible formular reglas de manejo ambiental que
reduzcan el riesgo de perturbaciones ecológicas.
Hipótesis
¿Cómo se podría responder a la interrogante sobre
el estado de salud del ecosistema de la Sonda
de Campeche en relación con la presencia de
la industria petrolera en los últimos 25 años?
El intento de medir todos los elementos que lo
componen (bióticos y abióticos), además de in-
fructuoso sería un ejercicio inviable. Es por esta
razón que en numerosos estudios ambientales,
tanto terrestres como acuáticos, se ha aceptado la
condición indivisible del binomio biota-biotopo,
lo cual lleva implícita la necesidad de aplicar un
enfoque a nivel de ecosistema (Nip y Haes, 1995;
Sherman, 1998).
El SSC presenta ciertos atributos hidrográficos,
geológicos y biológicos que le distinguen de los
otros sectores del Golfo de México, al grado
de que se le pueden conferir cualidades de una
subunidad funcional dentro del Gran Ecosistema
Marino (LME) representado por el Golfo de
México (Sherman, 1991).
Varios han sido ya los intentos por establecer
el grado de salud de esta subunidad. La
gran mayoría de ellos, como se ha apuntado
anteriormente, han seleccionado como elemen-
tos tensionantes al esfuerzo pesquero, la conta-
minación por hidrocarburos fósiles a nivel
comunitario del zooplancton y necton, o bien
procesos de acoplamiento entre el plancton y el
272
bentos; sin embargo, hasta ahora se carece de
estudios integrativos. Es por lo tanto necesario
aplicar una estrategia de análisis holístíco que
facilite el reconocimiento de respuestas a factores
tensionantes en los niveles de organización
biológica de mayor jerarquía: comunidad biótica.
Actualmente, existe en nuestra sociedad una
mayor conciencia sobre la sustentabilidad de los
ecosistemas y se cuestiona si es posible calificar su
capacidad de "soporte" de vida en términos de su
grado de salud (Ecosystem Health, Bird y Rapport,
1986). En el caso particular del SSC, fue necesario
seleccionar a priori una serie de variables que
cumpliesen dos características básicas: extensión
y precisión. La primera implica la disponibilidad
de la información sobre los distintos componentes
bióticos del ecosistema, en tanto que la segunda
califica la exactitud con que se conocen ciertos
procesos naturales y su correlación con factores
tensionantes.
Con base en lo anterior se pueden plantear las dos
siguientes hipótesis nulas:
l.H : El desarrollo de la industria petrolera en
la Sonda de Campeche en las dos últimas décadas
no ha causado efectos deletéreos en el ecosistema
marino.
2.H : Las alteraciones observadas en la biota
o
marina no son atribuibles a los elementos deriva-
dos de la industria petrolera.
Método
Compilación bibliográfica
Esta etapa del subprograma BioMar comprendió
una estrategia de búsqueda retrospectiva de
información de aproximadamente 25 años en
varias fuentes. Se tuvo acceso a bancos de datos
especializados como ASFA, OCEANUS, Mineral
Management Service (MMS), Conabio y a sitios en
la red de internet especializados en contaminación
por petróleo. Se tuvo también acceso a estudios
técnicos de campañas oceanógraficas realizadas
en el SW del Golfo de México, patrocinadas por
PEMEX. Se hizo un esfuerzo especial en capturar
información contenida en trabajos no publicados
tales como tesis de grado y estudios de difusión
restringida.
La información compilada fue organizada en tres
grandes rubros atendiendo a criterios geográficos:
a) Internacional, b) Golfo de México, c) Regional.

El primer rubro incluyó toda la información relativa
a impactos ambientales originados por derrames de
petróleo en el contexto internacional; en tanto que
los dos siguientes comprendieron la bibliografía
separada para el norte del Golfo de México y la
correspondiente a la Sonda de Campeche, sector
SW del Golfo. En un ejercicio posterior se intentó
realizar un censo de la información disponible
para cada uno de los grandes componentes del
ecosistema marino. Se intentó a través de este
ejercicio cuantificar el grado de esfuerzo aplicado
en temas de investigación, así como el vacío
existente en ciertos campos de investigación.
Construcción de bases de datos
A partir de la información compilada se construyó
una base de datos empleando la hoja de cálculo
Excel, para cada uno de los componentes del
ecosistema marino: Fitoplancton, Zooplancton,
Ictioplancton, Bentos y Necton. Esta base incluyó
datos de coordenadas y fecha del sitio de colecta,
el nombre científico de la especie y sinonimias en
casos necesarios, abundancia, biomasa expresada
en peso húmedo o en gramos de carbono por
metro cuadrado. La base de datos así construida
fue empleada para la estimación de las siguientes
variables: número total de especies por componente,
diversidad específica y equitatividad, valores
Figura 8.4 Mapa de referencia.
Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche
promedio e intervalos de abundancia y biomasa.
Toda la base de datos del subprograma BioMar
fue normalizada (transformación de coordenadas
a UTM) con el propósito de hacerla compatible
con el Sistema de Información Geográfica.
La estimación de la diversidad específica (H')
y la equitatividad (J') se hizo mediante la
aplicación del índice de Shannon-Wiener. Los
valores de abundancia fueron transformados
logarítmicamente para evitar sesgos de valores
altos por unos cuantos individuos. Los valores de
biomasa en peso húmedo del necton y el bentos
fueron transformados a gramos de carbono por
metro cuadrado empleando factores de conversión
de 3.4% para peces y macroinvertebrados y de
3.7% en el caso de crustáceos decápodos.
Proceso analítico
El análisis preliminar de la información cuantitati-
va comprendió la aplicación de técnicas estadísticas
convencionales (paramétricas y no-paramétricas)
a las variables arriba citadas; posteriormente,
mediante sistemas de graficación Surfer se logró
generar los escenarios de variabilidad espacio-
temporal de cada componente biótico en las
dos grandes provincias sedimentarias del SSC,
con especial atención en la zona de exclusión
(figura 8.4). De esta forma fue posible reconocer
273
PEMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México
los patrones de variabilidad anual, interanual y
estacional para cada componente.
Los escenarios de cambio de cada componente
fueron generados a través del SIG. Las capas
nominales producidas por dicho sistema requi-
rieron de un análisis exploratorio de los datos
debido a la gran heterogeneidad de la información
capturada, su grado de precisión, extensión y
aplicabilidad para distinguir procesos ecológicos
en riesgo de ser alterados. Una vez establecida
en forma cartográfica los principales patrones de
variabilidad natural de los componentes bióticos,
se intentó determinar su grado de correlación con
factores tensionantes naturales (descarga fluvial,
carga sedimentaria, circulación oceánica, régimen
climático, ciclos biológicos, batimetría y tipos de
fondo) o antropogénicos (lodos de perforación,
hidrocarburos fósiles, metales pesados, sitios de
emanación natural de hidrocarburos, etcétera).
Los resultados de esta representación cartográfica
tendrán por necesidad que ser validados pos-
teriormente, para proceder más adelante a la simu-
lación de modelos predictivos del SSC.
Antecedentes
El océano cubre 75% de la superficie del plane-
ta Tierra e históricamente ha ejercido una in-
fluencia trascendental sobre la evolución de
nuestra civilización, así como sobre las diversas
manifestaciones de vida en la biosfera. En varios
foros convocados por la Comisión Oceanógrafica
Intergubernamental (COI) de la Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Cien-
cia y la Cultura (Unesco) se ha insistido en la
adopción de un enfoque multidisciplinario en el
estudio del océano, con la finalidad de comprender
cabalmente su relevancia y potencial para el futuro
de la humanidad.
Por iniciativa de las Naciones Unidas se declaró
el año de 1998 como "El Año Internacional del
Océano". Esta acción representa la culminación de
un esfuerzo global por destacar la importancia y la
urgente necesidad de asegurar los beneficios que
el océano puede brindar a la sociedad moderna,
según se establece en la declaratoria de la Segunda
Conferencia Internacional de Oceanografía, celebrada
en Lisboa en 1994. Esta declaratoria manifiesta: "...el
compromiso de gobiernos y comunidades científicas
dirigido hacia el estudio integral del océano,
incluyendo sus interfases, atmósfera y zona costera,
que faciliten su utilización y protección tendientes
a lograr el uso ambiental sustentable y pacífico en
beneficio de la humanidad".
Actualmente, gracias al avanzado progreso de la
investigación oceanógrafica mundial, se ha logra-
do reconocer la íntima correlación que existe entre
los fenómenos y procesos oceánicos, cuyo estudio
necesariamente obliga a la adopción de una nueva
perspectiva de estudio; ésta consiste esencialmente
en visualizar al océano como una unidad y no como
las divisiones discretas propias de estudios más
tradicionales. Esta nueva concepción de estudio
convierte a "El Océano" como el objeto principal
de estudio de la oceanografía, apartándola de su
acepción plural del término.
En México existe una gran urgencia por explorar
e intentar el manejo en forma sustentable de los
recursos oceánicos, advirtiendo desde luego nues-
tro conocimiento limitado sobre los complejos
mecanismos que regulan los fenómenos físico-
químicos, biológicos y atmosféricos responsables
de la circulación oceánica y la biodiversidad
marina. De no atenderse oportunamente esta
necesidad de investigación se puede correr el
riesgo de producir el deterioro progresivo del
océano, con la consecuente declinación en la
disponibilidad y calidad de las diversas formas
de vida marina. De igual forma, se perderá la ca-
pacidad predictiva y de respuesta como sociedad
para prevenir desastres originados por cambios
climáticos globales (El Niño) o de naturaleza
antropogénica (contaminación, sobreexplotación
de recursos bióticos, etcétera). La magnitud del
costo social y económico ocasionado por desastres
de esta naturaleza, contrasta notablemente con la
reducida inversión que el gobierno federal destina
a la investigación oceanógrafica nacional.
Hoy en día se está gestando una nueva conciencia
sobre estos importantes temas. Nuestra sociedad
comienza a tener una mayor percepción sobre el
desafío que implica para el país el estudio, el uso
sustentable y la salud de los mares mexicanos,
como un resultado de los acuerdos internacionales
ratificados por México ante la Organización de
las Naciones Unidas (ONU). Nuestro país se
ha desempeñado como una de las naciones más
propositivas hacia la promulgación del acuerdo
de la Convención de las Naciones Unidas sobre
Derecho del Mar (UNCLOS, 1982), mediante el
cual se establece la Zona Económica Exclusiva

(ZEE) de 200 millas náuticas para los países
ribereños; de la misma forma, México es signatario
de los acuerdos contenidos en la Agenda 21 sobre
desarrollo sustentable (Conferencia de Naciones
Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo,
UNCED, 1992). Ambos acuerdos garantizan
a nuestro país la soberanía y jurisdicción sobre
sus aguas oceánicas, pero a la vez le confieren
la responsabilidad y compromiso de estudiar,
proteger y manejar en forma sustentable sus
recursos.
Discusión general
Conceptos teóricos sobre perturbación am-
biental
En los ambientes marinos tropicales existen
fenómenos de estacionalidad menos marcados que
en regiones de alta latitud; sin embargo, es posible
observar una cierta variabilidad que dificulta el
reconocimiento entre los cambios ambientales ori-
ginados por actividades antropogénicas de aquellos
de tipo natural. A este respecto, Lubchenco, et al.
(1991) han manifestado la necesidad de disponer
de información sobre perturbaciones ambientales
asociadas al desarrollo industrial, con el propósito de
validar decisiones de carácter socioeconómico que
influyan en la transformación de los ecosistemas.
Las transformaciones del ecosistema marino en
escalas de tiempo corto son en ocasiones posibles
de ser detectadas de la variabilidad natural, pero
la señal de una perturbación debe tener ciertas
propiedades de intensidad y persistencia espacio-
temporal. Cuando \a perturbación se torna crónica
y su persistencia es prolongada, )a detección de
cambios ambientales se traduce en señales de
nivel subletal en organismos, las cuales se pueden
reconocer por la disminución de la abundancia
de especies de importancia comercial (peces,
crustáceos y moluscos).
En el largo plazo, el impacto ambiental producido
por la industria petrolera en el medio marino siempre
ha sido motivo de gran controversia. A partir del
desafortunado derrame accidental del pozo Ixtoc-I
en 1979, se ha generado un cúmulo de información
técnica y científica sobre los compartimentos del
ecosistema alterados por la presencia de hidrocarbu-
ros fósiles en sedimentos, agua y organismos. Mucha
de la información generada antes y después de este
lamentable accidente no logró demostrar efectos
catastróficos persistentes.
Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche
Sin duda este tipo de respuestas de un ecosistema
marino tropical ante un evento de tal magnitud
resultó inédito; pero a su vez, sirvió para des-
tacar:
a) La capacidad de resiliencia del sistema,
que como un mecanismo homeostático tendió
a recuperar su equilibrio cuando el efecto per-
turbador se atenuó después de un periodo de nueve
meses, y
b) Nuestro incipiente conocimiento sobre
las operaciones de exploración y extracción de
yacimientos de hidrocarburos y de gas en los
ambientes de plataforma continental (Boesch
y Rabalais, 1987). Actualmente, se acepta el
hecho de que los accidentes de petróleo masivos
(derrames) originan perturbaciones ambientales
más dramáticas que las operaciones rutinarias
de la industria, tales como la descarga de aguas,
acumulación de lodos de perforación, emanaciones
naturales de hidrocarburos fósiles, etcétera.
Sin embargo, estas operaciones que se realizan
cotidianamente en las plataformas costa afue-
ra son persistentes en tiempo y espacio, y por
lo tanto son más viables de inducir cambios
ecológicos significativos (Gray, et al., 1990). Es
por esta razón que tanto autores como Boesch y
Rabalais (1987) y organismos como el National
Research Council de los Estados Unidos de
América (NRC, 1985) reconocen como prioritaria
la investigación de este tipo de perturbaciones en
el ambiente de la plataforma continental.
Características de los contaminantes en el
medio marino
Los contaminantes derivados de la industria
petro)era costa afuera, se pueden clasificar en dos
grandes grupos:
a) Los que tienen propiedades químicas para
permanecer en la columna de agua y
b) Los que se depositan en el fondo marino.
Los primeros son sujetos a procesos de dilución y
mezcla, y por lo tanto cuentan con la capacidad de ser
transportados en amplias zonas geográficas durante
periodos cortos. Los segundos, en cambio, son de
distribución espacial restringida, pero su persistencia
es mayor. Si se toman en cuenta estas propiedades,
resulta explicable la dificultad en reconocer al-
teraciones significativas en los subcomponentes
planctónicos 0 nectónicos; en cambio? los organismos
bénticos resultan mejores indicadores de cambio
biológico. Debido a sus condiciones de vida sésil
o infaunal, y ciclos de vida corta, los copépodos
275
 PEMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México
harpaticoides y la meiofauna resultan buenos bioin-
dicadores de alteración ecológica.
El estudio de tales alteraciones demanda la
aplicación de los principios de la ecología fun-
cional moderna, con el objeto de lograr el manejo
adecuado de los recursos naturales y evitar la
indeseable degradación del ambiente mismo.
El análisis de los posibles cambios y respuestas
del SSC fue inicialmente abordado desde dos
perspectivas: a) la identificación de los factores
humanos más tensionantes o severos como son las
aguas residuales, la sobreexplotación de recursos,
las alteraciones físicas o bien los niveles de
contaminantes y b) el reconocimiento de los efectos
ambientales más impactantes a nivel ecosistema,
que pueden manifestarse a través de ciertas señales
de alarma como:
• Cambios en el balance de nutrientes.
• Cambios en la productividad primaria.
• Reducción en la diversidad específica.
• Valores extremos en la dominancia específica.
• Por especies exóticas u oportunistas.
• Variaciones poblacionales amplias.
• Reducción en la talla general de la biota.
• Flujo de contaminantes en el medio y la biota.
Adicional a estas señales de alteración, en este
estudio se intentó reconocerpatrones de variabil idad
espacio-temporal anual e interanual para cada uno
de los compartimentos del ecosistema.
Biodiversidad costera y marina
La presión impuesta por el rápido crecimiento
Tabla 8.1 Grupos fitoplanctonicos identificados en la Sonda de Campeche.
Grupos
Bacillariophytas
Cyanophytas
Chlorophytas
Dinophytas
Euglenophytas
Fitoflageladas
Nanoflageladas
Phaeophytas
Prymnesiophytas
276
urbano e industrial en el sector SW del Golfo de
México demanda soluciones en los corto y mediano
plazos sobre el control y manejo ambiental de los
ecosistemas costeros y marinos adyacentes.
El ecosistema costero en la Sonda de Campeche
representa proporcionalmente cerca de 10% en área,
en relación con la superficie del Golfo de México;
sin embargo, en términos de su productividad,
éste destaca notablemente por un orden de magni-
tud de dos. En el proceso de decisiones para el
manejo de ambos sistemas es esencial el co-
nocimiento de la estructura y del funcionamiento
de cada uno de sus componentes ecológicos.
Asimismo, es fundamental identificar los procesos
ambientales que gobiernan la variabilidad de cada
componente en tiempo y espacio.
Con este planteamiento en mente, a continuación
se presenta una diagnosis sobre las variables
ecológicas de cada subcomponente perteneciente
al ambiente marino en el SSC.
Fitoplancton marino
Con base en la información recabada de trabajos
especializados, tesis e informes técnicos, se elaboró
un listado taxonómico general, que consta de 519
taxa (tabla 8.1). El análisis de esta información
revela una heterogeneidad de métodos y unidades
de expresión empleadas por los diferentes autores
para describir a las diferentes variables que
caracterizan a este subcomponente, así como la
disparidad en las épocas climatológicas en que se
han efectuado los estudios. Lamentablemente, estas
circunstancias exigen ajustes y transformaciones
Número de especies
252
11
6
195
1
19
1
9
25

de datos que deberán de aplicarse en el corto plazo,
con objeto de mejorar su interpretación.
En 1998, se efectuó la campaña oceanógrafica SGM-
4 dividida en dos etapas: la primera denominada
"macro", tuvo lugar en los meses de noviembre
y diciembre con una red de estaciones extendida
sobre el SSC; la segunda etapa, designada como
"micro", incluyó sitios de muestreo concentrados
en la llamada zona de exclusión ocupada por
las plataformas petroleras, durante el mes de
diciembre. En dicha campaña se analizó la variación
espacio-temporal de los taxa fitoplanctónicos y las
concentraciones de clorofilas a, b, y c (Vázquez, et
al. 1999).
En ambas etapas se determinaron 127 taxa di-
vididos como sigue: 85 Bacillariophytas, 19 Fi-
toflageladas, 8 Dinophytas, 7 Cyanophytas, 5
Chlorophytas y 3 Primnesiophytas. Se identificó
entre 2 y 27 taxa por estación, con fluctuaciones
en la abundancia de 18 325 cél/1 en la estación 49,
y 748 405 cél/1 en la estación 30.
Sobresalen por su elevada abundancia 14 taxa
(50 000 cél/L), distribuidos en seis especies
de bacillariophytas: Thalassionema nitzschioi-
des var. capitúlala, Thalassionema nitzschioides
var. claviformis, Bacteriastriim hyalinum,
Chaetoceros lorenzianus, Thalassionema
nitzschioides var. nitzschioides y Chaetoceros
compressus, cuatro cyanophytas (Anacystis
dimidiata, Chrococcal sp. 1, Synechococcus sp.
1 y Oscillatoria erythraea), dos fitoflageladas no
identificadas, la chlorophyta Chlorococcal sp. 3 y
la dinophyta Paulsenella sp. 1.
La abundancia de células por especies fluctuó de
18 178 a 748 405 (figura 8.5, ver Anexo), en tanto
que la diversidad específica fluctuó de 0.6931 a 3.03,
manteniendo valores por debajo de 2.2 bits/ind (figura
8.6, ver Anexo). Únicamente en áreas del SSC en
donde se presentan fenómenos de frentes oceánicos,
la diversidad de fitoplancton acusa incrementos
significativos (ca. 2.0-3.0 bits/ind).
Clorofila
Durante la campaña SGM-4 se analizaron las
concentraciones de clorofilas a, b y c. Los valores
promedio estimados fueron de 0.009 mg/m3,
0.017 mg/m3 y 0.067 mg/m3, así como sus por-
centajes de 10%, 18% y 72%, respectivamente.
La distribución espacial de la clorofila a en el
Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche
área de estudio muestra dos puntos de fluctuación
significativos, los cuales son superiores a los datos
antes referidos. Ambos se localizan en el sector
este, frente a las costas de Yucatán.
Es posible identificar valores de clorofila a inferiores
al valor máximo frente a la boca de Ciudad del
Carmen en Laguna de Términos; de igual manera se
registraron valores cercanos al máximo en el extremo
oriental, frente a Punta Zapotitlán, posiblemente
debido a la intrusión de aguas oceánicas ricas en
nutrientes provenientes del fondo (Orozco, 1989).
Los valores de clorofila a en esta campaña oceanó-
grafica se encuentran por debajo de los intervalos de
concentración registrados por Day et al., (1982) de
0.3 a 8.2 mg/m3 para la Sonda de Campeche, y el
valor que El Sayed et al. (1972) considera como el
promedio para el Golfo de México (0.2 mg/m3); es
decir, que se acentúan las condiciones oligotróficas
propias del SSC en el ambiente oceánico.
La distribución espacial de la clorofila b muestra una
tendencia similar a la distribución de la clorofila a.
Se distinguen dos fluctuaciones en sus valores, con
respecto a su valor máximo. Dichos cambios coinciden
en la misma área de concentración de la clorofila a.
Las concentraciones de clorofila b se desplazan hacia
aguas costeras y son inferiores al valor máximo, y
se distribuyen entre el sistema lagunar Pajonal-La
Machona y la Laguna de Términos.
Las concentraciones horizontales de la clorofila
b (30 m de profundidad) mostraron fluctuaciones
que pueden estar asociadas al giro ciclónico de
esta zona (De la Lanza et al., 1991). Se reconocen
altas concentraciones de este pigmento (2 mg/m3)
en la zona de vorticidad ubicada en la parte central
del SW del Golfo de México y frente a la Laguna
de Términos; no se distinguió con claridad la
influencia del aporte fluvial.
La distribución horizontal de la clorofila c mantiene
en general la misma tendencia mostrada en el caso
de las clorofilas a y b. Sus valores se distribuyen en
el sector oeste del Golfo de México, sobre el borde
continental frente a las costas de Veracruz y Tabasco.
Asimismo, en el sector noreste, frente a las costas
de la península de Yucatán, se presentan valores
superiores al valor promedio (0.067 mg/m3).
Con base en los datos analizados se puede apreciar
la proyección de una pluma riberina orientada
PEMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México
Tabla 8.2. Número de especies de dinophytas
identificadas durante la campaña XCAMBO-1.
Especies Número de especies
Bacillaríophytas 82
Dinophytas 73
Chlorophytas 9
Euglenophytas 1 los componentes del fitoplancton, alcanzando una
Chlorophytas 1
Silicoflagelados 2 se detectaron frente a la zonas de influencia de los
Tabla 8.3 Especies de dinophytas potencialmente
tóxicas.
Especies
Gymnodinium breve
Gymnodinium splenders
Prorocentrum noríssianum
Scripsiella spinifera
hacia el sur, con valores superiores al promedio
registrado en las aguas costeras situadas al noreste
de Laguna de Términos. En contraste, los valores
de clorofila c inferiores a su valor promedio se
localizaron en sitios próximos al delta de los ríos
Grijalva-Usumacinta, lo cual puede ser indicativo
de una influencia antropogénica.
En 1999 se realizó la campaña oceanógrafica
XCAMBO-1 (Cinvestav, 2000), en la que se
analizó la variación espacio-temporal de los taxa
fitoplanctónicos, las concentraciones de clorofila a,
b, y c, y se estimaron la productividad neta, bruta y
la tasa de respiración de los productores primarios.
En esta campaña se determinaron 168 especies que
incluyeron 82 Bacillaríophytas (33 Centrales y 49
Pennales) 73 Dinophytas, 9 Cyanophytas, 1 Eugle-
nophyta, 1 Chlorophyta y 2 Silicoflagelados (tabla
8.2.). De las especies de Dinophytas, se identificaron
algunas especies potencialmente tóxicas (tabla
8.3), sin detectarse poblaciones cuyas abundancias
indicaran la presencia de proliferaciones masivas.
Para el análisis de la comunidad fitoplanctónica,
ésta se dividió en dos partes: el microfitoplancton
__
(organismos mayores a 20 um) y el fitoplancton
total, que resultó de la suma del microfitoplancton y
de los nanoflagelados; este procedimiento permitió
reconocer cambios notorios en cada fracción.
La concentración promedio del microfitoplancton
fue de 0.036 cél/L. En este grupo, las Bacil-
laríophytas dominaron con respecto al resto de
abundancia relativa porcentual de más de 80%.
Las mayores abundancias relativas porcentuales
ríos Coatzacoalcos y Grijalva y frente a Laguna
de Términos (0.8-1 cél/L), mientras que la menor
concentración se observó en la zona norte de
Campeche (0.02 cél/L).
Las Cyanophytas presentaron concentraciones in-
feriores a 0.002 cél/L y su distribución se restringió
al sector norte del río Coatzacoalcos, con valores
promedio de 0.012 cél/L y la desembocadura del
río San Pedro y San Pablo, con valores promedio
de 0.004 cél/L. Con excepción de la zona de
exclusión en donde se observa la emisión natural
de hidrocarburos fósiles, que presentó valores de
0.0025 cél/L, en el resto de las zonas estudiadas
en esta campaña, se registraron concentraciones
promedio de 0.005 cél/L.
Además de la distribución espacio-temporal de
los grupos fitoplanctónicos, se analizaron los
coeficientes de variación para los componentes
registrados. Se calcularon valores de 76% para
el microfitoplancton, 80% para Bacillaríophytas
153% para Dinophytas y 300%) para clorofila a
(tabla 8.4).
La cuantificación de fitoplancton total se efec-
tuó con la suma de microfitoplancton y na-
noflagelados, estimándose que la densidad pro-
medio del fitoplancton total fue de 1.127 cél/L.
La distribución espacio-temporal del fitoplancton
mostró las mayores abundancias en las zonas
ubicadas al norte del río Coatzacoalcos (4 cél/L),
al frente de la desembocadura del río San Pedro
y frente a la Laguna de Términos (2.5 cél/m),
mientras que las menores concentraciones se de-
tectaron en las estaciones más alejadas a la costa.
Por su parte, la distribución espacio-temporal de
la abundancia del fitoplancton a lo largo de las 69
estaciones de muestreo presentó un coeficiente de
variación de 101%, lo que posiblemente se debió a
la variabilidad de las condiciones ambientales.

Tabla 8.4 Valores promedio del fitoplancton, clorofila a y productividad primaria neta con su
coeficiente de variación para el total de estaciones estudiadas durante la campaña XCAMBO-1.
Variable Promedio
Microfitoplancton (cél/ml) 37
Diatomeas (cél/ml) 30
Dínoflagelados (cél/ml) 3 1
Clorofila a (mg/m 3 ) 1.45
Productividad primaria neta
(mgc/m 3 /día) 263
La diversidad fluctuó de 0.00101 a 0.7709, (fi-
gura 8.7, ver Anexo). La riqueza promedio en las
69 estaciones estudiadas fue de 30 especies por
muestra. El valor máximo se observó frente a la
Laguna de Términos y frente al delta del río Grijalva-
Usumacinta. El mínimo se observó en la zona norte
de Campeche con 22 especies por muestra. En
relación con la distribución de especies por grupo,
la riqueza estuvo dominada por las diatomeas con
un promedio de 22 vs 8 de dinoflagelados.
La diversidad promedio de las muestras fue de
3.54 bits/ind y se presentaron los menores registros
en los sitios de descargas de ríos (3.20 bits/ind),
mientras que en las zonas marinas se registró la
mayor diversidad (>3.60). Los valores de diversidad
se correlacionaron directamente con los registros de
equitatividad (r = 0.82) lo cual explica el elevado
número de especies por muestra.
Distribución de la clorofila
La concentración promedio de clorofila a por
transecto varió entre 0.16 mg/m3 y 1.52 mg/m3.
La concentración media de clorofila a para todas
las estaciones fue mayor (0.63 mg/m3) que la
observada en los sitios de muestreo dentro de
la zona de exclusión (0.35 mg/m3). La concentración
promedio de clorofila a en la columna de agua
fluctuó entre 1.24 mg/m3 en aguas superficiales y
0.348 mg/m3 a una profundidad de 20 m, en el área
de las plataformas petroleras. Las concentraciones
de clorofila a fueron consistentemente menores
en todas las profundidades de los sitios de la zona
de exclusión con respecto a los otros puntos de
muestreo.
Las mayores concentraciones de clorofila a
(> 20 mg/m3) se detectaron en la zona ubicada
frente a la zona de exclusión. La otra zona de mayor
concentración de clorofila a se ubicó próxima a
'&ottwm\ta& ffista eftN^ttwía teCKtKp&to
Moda Coeficiente
de variación (%)
35 76
34 80
153
0.2 300
200 43
las descargas de los ríos San Pedro y San Pablo
(3.81 mg/m3) y en la zona litoral influenciada por
la Laguna de Términos (2 mg/m3). En el resto de
las áreas los valores se mantuvieron por debajo
de los 0.6 mg/m3.
El Banco de Campeche se caracteriza por una
intenso flujo de nutrientes hacia la capa eufótica,
con una consecuente alta productividad; este fe-
nómeno es promovido por el proceso de surgencia
que se presenta sobre el margen continental de la
península de Yucatán, a través del cual se ponen
a disposición concentraciones importantes de ni-
tratos y fosfatos esenciales en el metabolismo de
los productores primarios. Es importante hacer
mención que los valores altos de biomasa en el
Banco de Campeche, se registran en los meses
de verano, cuando se intensifica el flujo a través del
estrecho de Yucatán, apreciándose un incremento
en la surgencia de esta región.
La variación en las concentraciones de los diferen-
tes pigmentos fotosintéticos proporciona informa-
ción importante, que permite hacer inferencias
sobre los fenómenos sucesionales de la comunidad
fitoplanctónica y su estrecha correlación con las
condiciones ambientales propias de cada época
climatológica en el Golfo de México.
Zooplancton marino
La investigación del zooplancton marino en el
SSC es quizá la que menos atención ha recibido.
Con excepción de los estudios enfocados a estudiar
el ictioplancton, nuestro conocimiento sobre la
composición especificay los patrones de distribución
espacio-temporal de la comunidad zooplanctónica
es sumamente restringido. El ictioplancton, en
cambio, cuenta con elementos informativos su-
ficientes para ser tratado en un apartado distinto en
este estudio. Este subcomponente zooplanctónico
 PEMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México
adquirió mayor relevancia en los años de la década
de 1970, cuando a partir de la cuantificación de
huevos y larvas de peces de interés comercial
fue posible aplicar técnicas evaluatorias sobre la
disponibilidad potencial de stocks de pesca en el
Golfo de México.
El estudio aquí presentado sobre zooplanc-
ton se restringe a la información contenida en los
siguientes documentos: cinco campañas ocea-
nógraficas discontinuas en tiempo y con coberturas
espaciales también diferentes, realizadas a
partir de 1973 (GIST), 1978 (CIVAC), 1986 (JS
8601), 1998 (SGM-4), y 1999 (XCAMBO-1).
Adicional a la disparidad en fechas y áreas de
estudio, estas campañas tuvieron lugar en épocas
climatológicas diferentes en el Golfo de México.
La metodología observacional empleada por los
autores consultados es distinta por lo cual existe
un sesgo normal en los datos analizados.
Los primeros estudios del zooplancton en el área de
estudio fueron dirigidos hacia la determinación de la
composición y a los patrones de distribución espacio-
temporal de grupos particulares de zooplanctontes;
tal es el caso de los quetognatos, copépodos,
apendicularias, eufásidos, así como de las larvas
meroplanctónicas de crustáceos decápodos.
Es pertinente señalar que la composición general
y los patrones de distribución de biomasa del
zooplancton en el ambiente oceánico del SW
del Golfo de México se conocen gracias a las
investigaciones conjuntas cubano-soviéticas efec-
tuadas en los años de las décadas de 1960 y 1970
en el Mar Caribe y el Golfo de México (Khromov,
1969; De laCruz, 1971). Posteriormente, Villalobos
y Zamora (1975) y Silva (1980) contribuyeron
a expandir el conocimiento en la composición y
distribución del zooplancton en aguas neríticas de
la Sonda de Campeche.
Una contribución que sentó un importante
precedente en la interpretación integrada de este
importante subcomponente del ecosistema fue la
elaborada por Guzmán del Proo et al. (1986). Por
primera vez, estos autores emplearon un enfoque
holístico en la interpretación de datos históricos
y recientes referentes a los patrones de variabili-
dad del zooplancton marino, para responder a
una simple hipótesis: no es posible reconocer
diferencias significativas en los parámetros eco-
lógicos del zooplancton antes y después de un
2S0
derrame petrolero de la magnitud del Ixtoc-I,
ocurrido en junio de 1979.
Análogo al planteamiento que se ha explicado
en el presente estudio, los autores antes citados
intentaron reconocer los cambios de la comunidad
zooplanctónica causados por fenómenos naturales,
de aquellos de tipo antropogénicos. El desafío
implícito en este planteamiento resulta complejo,
pues aún desconocemos aspectos fundamentales
del funcionamiento del zooplancton, tales como su
tasa de renovación, efectos del pastoreo, así como
fenómenos de sucesión ecológica. Sin embargo,
ciertas inferencias se pueden proponer en cuanto
al posible efecto de perturbación que representa
la industria petrolera y la producción secundaria
planctónica.
Tales efectos pueden ser tanto directos como in-
directos. Los primeros causan mortalidad entre los
zooplanctontes, a especies sensibles a la presencia de
hidrocarburos fósiles y por efecto mecánico; el efecto
indirecto es originado por la disminución de los
productores primarios, con la consecuente alteración
de la cadena trófica de organismos herbívoros.
A partir de la información obtenida a través de siete
cruceros realizados en el sur del Golfo de México de
1979 a 1982, Guzmán del Proo etal. (1986) reconocen
a una comunidad zooplanctónica compuesta por 44
taxa cuya densidad promedio fluctuó de 154 ind/m3
durante noviembre, hasta un máximo de 1927 ind/m3
(tabla 8.5). Un aspecto interesante señalado por estos
autores es la disminución significativa registrada en
el promedio de biomasa zooplanctónica hasta en
50 %, con respecto a la considerada como "normal"
por Jromov (1967) y De la Cruz (1972), después del
derrame del Ixtoc-1. Un efecto similar se registró en
el caso de la diversidad específica, aun cuando no
se confirmaron cambios significativos en el periodo
1979-1982.
La reconstrucción del patrón de estacionalidad
de la comunidad zooplanctónica antes y después
de un evento catastrófico como el derrame del
Ixtoc-1, condujo a Guzmán del Proo et al. (1986), a
concluir que la estabilidad de la biomasa estacional
tiene valores máximos en el verano y mínimos
en primavera. Las áreas de mayor producción se
encuentran correlacionadas con regiones costeras
de alta concentración de materiales orgánicos
como son la Laguna de Términos y el delta del
Grijalva-Usumacinta.
 Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche

Tabla 8.5 Especies de copepodo pelágicos más abundantes en 1986.

Con base en la información recabada se puede
proponer en forma preliminar una composición
Especie ind/100m
taxonómica del zooplancton en el SSC que com-
prende 326 taxa, distribuidos numéricamente en Calanus tenuicornis 7.1
los siguientes 15 phyla, entre los cuales destacan
los crustáceos, las larvas de peces, los moluscos y Nannocalanus minor 83.5
anélidos (figura 8.8, ver Anexo). Undinula vulgaris 143.2

Algunos de estos grupos, como los quetognatos y Eucalanus elongatus 8.3

las apendicularias, han recibido mayor atención Eucalanus pileatus 622.3
debido a su importancia como indicadores de
masas de aguas con una ciertas características Eucalanus sewelli 25.7
de temperatura y salinidad; de igual forma, Rhincalanus cornutus 17.1
otros grupos como los eufasidos han sido
vinculados infructuosamente con actividades Paracalanus aculeatus 65.5
antropogénicas (Herrera, 1986). Clausocalanus arcuicornis 45.7

De las campañas GIST Y CIVAC-II separadas en Euchaeta marina 25.3

tiempo por casi cinco años, se desprendió el estudio
de la abundancia y biomasa de las apendicularias, un
grupo de zooplanctontes abundante y ampliamente
distribuido en el Golfo de México. Niño (1980)
describió las principales características de 17 especies
contenidas en cinco géneros durante épocas de
precipitación en el Golfo. Los patrones de distribución
espacial de este grupo aparecen sobredispersos en el
SSC, alcanzando valores de abundancia significativos
en el ambiente nerítico frente a las costas de Tabasco,
durante el verano. Los centros de abundancia de
estos hemicordados parecen ser favorecidos por los
pulsos de productividad asociados a la intrusión de
aguas oceánicas ricas en nutrientes, sobre el borde
de la plataforma continental; algo similar se observa
a lo largo del litoral de los estados de Tabasco y
Campeche.
La campaña JS-8601 resulta interesante por ha-
berse celebrado en la época de estío. Suárez
(1992) describe la composición y distribución
de los copépodos del Golfo de México y parte
del Mar Caribe. Este es un grupo diverso el cual
incluye 125 especies, aunque sólo destacan por su
abundancia 17 especies (tabla. 8.5).
En términos de biomasa se reconocen cuatro es-
pecies (Eucalanus pileatus, Labidocera aestiva,
Temora stylifera y Pleuromamma abdominalis)
de copépodos que en conjunto representan más
de 80% en el SW del Golfo de México, cuyos
valores fluctúan entre 20.5 hasta 622 ind/100 m3.
Los valores significativos de biomasa fueron
reconocidos en el ambiente oceánico del sector
oriental del SSC. Más recientemente, en 1998 el
Euchaeta media 12.3
Scolecithrix danae 30.7
Temora stylifera 217.8
Pleuromamma abdominalis 24.0
Pleuromamma gracilis 20.5
Calanopia americana 15.3
Labidocera aestiva 613.2
zooplancton vuelve a ser objeto de estudio durante
la campaña oceanógrafica SGM-4 realizada en
noviembre y diciembre. Este periodo corresponde
a la época climática de tormentas de invierno
comúnmente llamadas nortes, y que representa en
consecuencia la de mayor inestabilidad hidrológica
en el Golfo de México. Los valores de biomasa
registrados en esta campaña muestran un amplio
intervalo de variación (26.2-936.5 ind/100 m3); sin
embargo, casi 90% de estos valores se encuentran
por debajo de los 500 ind/100 m3. Los valores más
significativos se ubican en el ambiente nerítico
influenciado por las plumas ribereñas de los
ríos Coatzacoalcos y Grijalva-Usumacinta, cuyo
efecto de enriquecimiento puede observarse hasta
los límites de la plataforma continental media
(ca. 60 m) (figura 8.9, ver Anexo). Hacia el sector
oriental y próximo a la zona de exclusión del SSC,
los valores de biomasa zooplanctónica disminuyen
sensiblemente, al atenuarse también los pulsos de
productividad primaria sobre el ambiente nerítico.
Bajo estas condiciones de inestabilidad climática,
la comunidad del zooplancton abate su diversidad

281
 PEMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México
(0.86-1.42 bits/ind), lo cual significa que en los
sitios con mayor concentración de biomasa, la
dominancia específica es importante, en tanto
que las zonas expuestas a la influencia oceánica,
la diversidad se distribuye homogéneamente
(J'n=0.81-1).
En la segunda etapa de esta misma campaña se
tuvo oportunidad de muestrear el zooplancton
dentro de la zona de exclusión. El intervalo de abun-
dancia aunque menor (18 178-59 300 ind/100 m3)
que el registrado previamente en noviembre, no
resulta significativamente diferente. La diversidad
específica revela una ligera disminución, pre-
dominando valores entre 0.79 y 1.1 bits/ind (figura
8.10, ver Anexo).
Finalmente, en 1999 se llevó a cabo un nuevo examen
de la comunidad zooplanctónica en el SW del Golfo
de México, bajo condiciones climáticas más estables
durante la campaña XCAMBO-1. Se registró un
intervalo de abundancia mucho más amplio (216-746
339 ind/100 m3), predominando cifras por debajo de
248 725 ind/100 m3, en la zona nerítica occidental
de la SSC expuesta a la influencia epicontinental;
pulsos significativos de biomasa zooplanctónica
se reconocen cerca de desembocaduras y lagunas
costera (figura 8.11, ver Anexo).
El número de especies (12-31) en esta última cam-
paña resultó mayor al determinado en la campaña
de nortes SGM-4. El patrón espacial de la riqueza
específica muestra un gradiente de incremento
(>25 spp.) hacia la porción occidental de la SSC,
en tanto que sobre la provincia carbonatada este
índice se conserva entre 19 y 24 spp. El índice
de diversidad sigue este mismo patrón espacial
(figura 8.12, ver Anexo), lo cual es indicativo de
la existencia de dos comunidades zooplanctónicas
asociadas a diferentes regímenes hidrológicos:
uno hacia el occidente influenciado por las
descargas fluviales y otro hacia el oriente con alta
salinidad y temperatura, características del banco
de Campeche. El traslape o transición entre estos
dos grandes conjuntos comunitarios ocurre frente
a las aguas de la Laguna de Términos. La zona de
exclusión queda incluida dentro de este ecotono,
por lo cual se distinguen valores altos de biomasa
y diversidad en el verano. La información sobre
el subcomponente zooplancton marino aquí pre-
sentada exhibe amplias pausas en su estudio, lo
cual origina gran variabilidad espacio-temporal.
No obstante esta limitación, es posible reconocer
282
cierta periodicidad como la descrita por De la Cruz
(1971) y Guzmán del Proo et al (1986).
Presumiblemente ante perturbaciones naturales
o de carácter antropogénico, la comunidad zoo-
planctónica altera su estructura y su diversidad
se atenúa. Sólo se puede especular sobre la ca-
pacidad resiliente de este componentes, cuando las
alteraciones pierden intensidad y persistencia.
La señal de perturbación causada por la presencia
de la industria petrolera sobre el zooplancton
resulta difícil de aislar de las de las fluctuaciones
naturales. Sin duda la señal está presente en el
subsistema planctónico, pero se desconoce su
capacidad de recuperación de equilibrio eco-
lógico.
Iclloplancton
Este componente conformado por huevos, larvas,
poslarvas y algunos juveniles de peces es de
gran importancia dentro de las comunidades
planctónicas por su gran potencial biológico, sobre
todo de aquellas especies de interés comercial
pertenecientes a las familias Scombridae, Clupei-
dae, Engraulidae, Pleuronectiformes y Gerreidae.
En el presente estudio se hizo una amplia revisión
bibliográfica con el propósito de realizar un análisis
espacio-temporal y tratar de identificar el efecto o
impacto de las actividades petroleras en el sistema
de la Sonda de Campeche, mediante los siguientes
índices ecológicos: diversidad y equitatividad.
Asimismo, se generó la lista faunística corres-
pondiente. La región de estudio fue dividida por
sus características sedimentarias naturales en: a)
zona terrígena y b) zona carbonatada. Se estableció
una tercera división: c) zona de exclusión, que
es donde se encuentran las plataformas y ductos
petroleros. Además, se intentó reconocer el patrón
de estacionalidad de este subcomponente durante
las tres épocas climáticas en el Golfo de México:
a) precipitación, b) estío y c) tormentas de invierno
o nortes.
Se determinó un total de 23 órdenes (82.1% del
total registrados para el sur del Golfo de México)
y 102 familias (93.58% del total). La variación
estacional del porcentaje de las principales fami-
lias se presenta en la tabla 8.6.
En cuanto al patrón espacio-temporal, en la zona
terrígena, la riqueza biológica tuvo poca variación
anual. En la zona carbonatada el número de familias
 Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche

Tabla 8.6 Variación estacional del porcentaje de larvas ictioplactónicas en la Sonda de

Campeche.

(E=estío; P=precipitación; N=nortes)

Tabla 8.7 Porcentaje de diversidad por épocas y total para el ictioplancton.

1978 1978 1983 1984 1999

Familias E P E N P Total %
Tetraodontidae 0.13 0.31 0.15 7.69 0 8.28 2.83
Mugilidae 0.01 0 6.5 0.22 2.77 9.50 3.25
Synodontidae 1.08 1.01 1.65 6.74 0.24 10.72 3.67
Trínchiuridae. 0.11 0 0.49 10.26 0.13 10.99 3.76
Gerreidae 2.20 0.58 10.11 0.15 5.43 18.47 6.32
Pleuronectiformes 20.69 0.24 2.40 0 0 23.33 7.98
Bothidae 0 21.38 3.92 0.20 1.20 26.70 9.13
Gobiidae 29.68 18.42 7.67 0.18 10.07 66.02 22.58
Clupeidae 11.72 27.71 23.12 0.20 12.48 75.23 25.73
Engraulidae 5.34 6.73 19.98 0.10 45.12 77.27 26.43

presentes fue menor que en la zona íerrígena.
Sin embargo, en la época de lluvia se observa
una fluctuación, quizá producto de los aportes
continentales que enriquecen la zona con materiales
biogénicos de origen continental, produciendo un
incremento de especies. Los valores en porcentaje
de la diversidad de las diez familias más abundantes
se presentan en la tabla 8.7. Las cifras resaltadas
representan los porcentajes más significativos de
las familias por año/época.
En cada temporada la diversidad varió espa-
cialmente. En la temporada de nortes hubo una
distribución en forma de parches con picos de
alta diversidad cercanos a la costa (figura 8.13,
ver Anexo). En la temporada de precipitación se
distingue una franja de alta diversidad que coincide
con la parte norte y este de la zona de exclusión. La
dispersión de los valores de diversidad es producto
de diversos factores que van desde el diseño
metodológico hasta errores en el manejo de datos,
por parte de alguno de los autores consultados.
Los cambios observados en los principales rasgos
de la comunidad (abundancia larval, diversidad
biológica, importancia) coinciden con la presencia
de procesos que enriquecen las aguas costeras
(principalmente aportes epicontinentales). Las
aguas oceánicas presentan una comunidad
ictioplanctónica que mantiene una mayor relación

2S3
 PEMEXy la salad ambiental de la Sonda de Campeche, México
con la dinámica de procesos hidrológicos locales
(giro ciclónico y corrientes).
La zona terrígena muestra una mayor riqueza
específica que la zona carbonatada dado la
abundancia de nutrientes de origen continental.
La zona carbonatada muestra una oscilación esta-
cional de la riqueza específica dada la influencia
de los fenómenos climatológicos (precipitaciones)
y una diversidad menor.
La naturaleza de los datos hasta hoy generados
no permite hacer inferencias sobre el grado de
perturbación antropogénica del subcomponente.
Sin embargo, lo que resulta evidente es la presencia
de las larvas de importantes recursos pesqueros
en la región; la zona donde se realiza la explota-
ción petrolera coincide con las áreas de desove,
razón por la cual se debe tener en cuenta la vul-
nerabilidad de los estados larvales a los desechos
tóxicos que se generan por la actividad extractiva.
Un adecuado manejo de los desechos puede
resultar de gran importancia para la industria
pesquera.
La necesidad de realizar estudios orientados al
impacto de las actividades petroleras en la región
es de suma importancia para conocer sus efectos
sobre el ecosistema pelágico, ya que en general,
son pocas las investigaciones orientadas al estudio
del ictioplancton que hasta ahora hayan sido
publicados para la región sur del Golfo de México
(Flores Coto, et al, 1998; San Vicente-Añorve et
ai, 1998).
Para poder observar este impacto es recomendable
implementar un muestreo planeado, específico
y puntual, abarcando todas las épocas del año
(estío, precipitaciones, nortes), y así observar el
comportamiento del componente Ictioplanctónico
durante todo un ciclo anual.
Bentos marino
En estudios ambientales el componente béntico ha
sido reconocido como esencial en la evaluación
de perturbaciones ecológicas, debido a cierta pre-
dictibilidad en su respuesta a condiciones de estrés
originadas por causas naturales o antropogénicas. La
complejidad de las comunidades bénticas refleja en
cierta forma las condiciones de su entorno ambiental
y sus expresiones cuantitativas como la diversidad,
densidad, biomasa y abundancia se convierten en
valiosos indicadores de cambio o perturbación.
284
El análisis retrospectivo del bentos marino en el
SSC intentó evaluar los efectos que la creciente
actividad de la industria petrolera ha ejercido en los
últimos 30 años. Con el fin de detectar dicho efecto,
se analizó la información documental existente
sobre el bentos. Este ejercicio confirmó que gran
parte de la información contenida en tesis, estudios
técnicos, informes de proyecto y artículos de carác-
ter regional tiene un enfoque altamente descriptivo;
asimismo se encontró que la heterogeneidad de
métodos observacionales aplicados dificultan
considerablemente la interpretación cuantitativa
de las principales variables estructurales de la
comunidad béntica marina a lo largo de los últimos
30 años, periodo durante el cual se ha incrementado
la infraestructura y actividad petrolera en la
zona. En términos faunísticos, la composición
taxonómica del componente béntico marino es
indudablemente el más diverso; éste incluye a
los phyla Annelida, Arthropoda, Brachiopoda,
Cnidaria, Echinodermata, Mollusca, Nemertina,
Porifera, Sipunculida, Kinorhyncha, Nematoda,
Platyhelmintes, Sarcomastigophora y Tardigrada.
La composición específica de este complejo
faunístico comprende un total de 1 422 especies de
invertebrados que han sido registrados en el Golfo
de México desde 1978 hasta 2001. Se logró obtener
datos georreferenciados para 71.7% de dichas
especies dentro del SSC, lo cual asciende a un
total de 5 961 registros. No obstante, los registros
específicos se han enfocado principalmente a
los phyla más conspicuos como son el Annelida,
Arthropoda (decápodos) y Mollusca en su fracción
macrobéntica. Existe una alta heterogeneidad en
cuanto al tipo de variables empleadas para evaluar
al componente béntico, y son frecuentes los estudios
que se restringen a indicar la presencia de ciertos
organismos. El enfoque de tipo autoecológico
aplicado al estudio del componente béntico del
SSC, ha aportado información cuantitativa para
cerca de 1 019 especies. Los registros existentes
más frecuentes son sobre la abundancia, los cuales
se distribuyen en todo el SSC (figura 8.14) y
corresponden a 988 de las especies registradas en
el Golfo de México.
Lamentablemente no existe ningún esfuerzo
continuo por evaluar la presencia de un solo ta-
xón en todo el SSC, y tampoco se cuenta con
datos continuos para los 30 años de análisis. La
distribución de los registros de la abundancia
de invertebrados bénticos marinos de 1978 a
1998 se ilustra en la figura 8.15; en ésta resulta

Figura 8.14 Registros georreferenciados existentes del componente béntico del SSC.
evidente la desproporción en cuanto a la cantidad de
información sobre la abundancia de especies bénticas
tanto espacial como temporalmente. El análisis de la
información recopilada permitió confirmar lo pausada
que ha sido la investigación de los organismos
bénticos y el notable contraste en la interpretación
de los datos obtenidos. En consecuencia es riesgoso
aplicar una aproximación sinecológica o de carácter
sistémico, dirigida al reconocimiento de tendencias
de variabilidad comunitaria en la mesoescala para
establecer la salud del SSC, ante el efecto perturbador
de la industria petrolera.
En el caso de las poblaciones de camarones
peneidos, para los que se ha reconocido un descenso
en la captura, no es factible reconocer el efecto de
la industria petrolera sobre las poblaciones debido
a que entre los factores tensionantes identificados
por los expertos en pesquerías de camarones
peneidos se alude a la contaminación en forma
genérica; sin embargo, no existen estudios en el
largo plazo que confirmen efectos deletéreos sobre
los stocks actualmente explotados.
Uno de los temas de mayor relevancia en la in-
vestigación del bentos marino es la necesidad
de reconocer bioindicadores. La carencia en el
reconocimiento de un organismo como indicador
Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche
de un sistema alterado por cualquier tipo de con-
taminación radica en el notable desconocimiento de
la biología de las especies y de la estructura de las
comunidades, además del desacierto en la aplicación
del concepto y el tipo de bioindicador seleccionado
(Copeland, 1972; Kramer, 1994; Reish, 1972;
Soule y Kleppel, 1988). Las repercusiones de la
actividad petrolera difícilmente se verán reflejadas
en estudios puntuales sobre comunidades cuya
estructura es poco conocida; por otra parte, aunado
a los efectos de factores ambientales determinantes
de comunidades bénticas, como el tipo de
sedimento, concentración de oxígeno, salinidad y
temperatura, falta evaluar el costo fisiológico de la
exposición a hidrocarburos; ya han sido propuestos
para estos fines como organismos de prueba
algunos poliquetos, anfípodos e incluso decápodos
(Lawrence y Poulter, 1998; Raz-Guzmán, 2000),
pero aún se requieren establecer sus respuestas
ecofisiológicas.
La mayor parte de la información consultada del
componente béntico hace referencia a la macro-
fauna, y nuestro conocimiento sobre la biota conte-
nida en la fase sedimentaria (infauna-meiofauna-
microbiota) es sumamente restringido (Soto y
Escobar-Briones, 1995). La meiofauna ha sido
reconocida como un elemento importante de las
285
°EMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México
Figura 8.15 Distribución de la abundancia anual del componente béntico en el SSC.
comunidades bénticas, principalmente por su
papel como un componente que interactúa en la
trama alimenticia. Esto hace factible que sea una
vía de transferencia no sólo de biomasa a otros
niveles tróficos, sino de los posibles contaminantes
bioacumulados. A pesar de que en nuestro país son
muy escasos los estudios enfocados a la meiofauna
(Gold, 1994; Salas, 2001), en otras regiones se ha
destacado no sólo en la identificación específica
de las poblaciones, sino en su conocimiento, con
el fin de definir enlaces entre contaminantes y los
cambios en la diversidad genética y la integridad
ecológica (Montagna y Kennicutt, 2001). La
microbiota, principalmente las bacterias, ameritan
ser estudiadas por existir especies factibles de ser
empleadas como indicadoras del estado de salud
del ecosistema. Actualmente, en el SW del Golfo
de México los estudios enfocados a evaluar la
estructura de dicha fracción del componente béntico
son aún incipientes. Se deben destacar los procesos
de bacterias contaminantes, debido a que estos mi-
croorganismos han sido señalados como capaces
de efectuar una significativa biotransformación/
biodegradación de contaminantes (Lizárraga-Par-
úd&etal., 1983;.
Necton marino
La importancia que tiene el componente
nectónico en el ecosistema marino en el SSC es
tanto económica como ecológica, pues incluye
286
a transformadores de energía primaria que se
alimentan de materia orgá-nica, fitoplancton
y zooplancton. Estos organismos ocupan di-
versos eslabones de la cadena trófica, desde
consumidores secundarios hasta encontrarse en los
niveles tope de la cadena trófica. Asimismo, son
reguladores energéticos en ecosistemas costeros,
debido a su habilidad para desplazarse intra e
ínter ecosistemas. Son organismos que viven en
estrecha vinculación con el marco físico ambiental
del habitat, al cual han adaptado sus estrategias
biológicas reproductoras y alimentarias, por lo cual
pueden presentar respuestas a la contaminación
del medio marino. La importancia e interacción
de las actividades petroleras y pesqueras se han
hecho más relevantes conforme aumentan las
interacciones ecológicas y socioeconómicas entre
estas dos actividades en el SSC.
En este estudio se analizó un total de 18 cruceros
y 11 épocas climáticas repartidas en tres años,
abarcando un total de nueve años, dando un total
de 154 localidades de muestreo (figura 8.16).
Con base en la información recabada se generó
una lista de especies, el cual abarca 54% del to-
tal registrado en el sector del SW del Golfo de
México. A partir de la información recolectada
se analizó el comportamiento espacio-temporal de
los parámetros ecológicos: diversidad, equitatividad,
riqueza específica, biomasa y abundancia.

Figura 8.16 Distribución espacial de los registros del necton durante nueve años en el SW del
Golfo de México.
En cuanto a la diversidad y biomasa se observó que
en la provincia carbonatada existe mayor variación
anual e interanual. La diversidad fue mayor y tuvo
máxima variabilidad durante la época de nortes,
aunque ésta tuvo menor esfuerzo de muéstreos. En
la población de peces tropicales se distinguen dos
valores máximos en el ciclo reproductivo. El valor
máximo se observa durante la época de estío, en
tanto que el segundo valor se reconoce en la época
de precipitación. La condición mayor en el régimen
hidrodinámico se presenta durante la época de
nortes. Este fenómeno propicia la resuspensión
de nutrientes en la columna de agua incrementando la
productividad, lo cual se ve reflejado posteriormente
en el aumento de la diversidad de la ictiofauna en el
SSC (figura 8.17, ver Anexo).
La variabilidad interanual de la diversidad mostró
un comportamiento estable y predecible, aunque en
1998 se presentó la mayor diversidad, probablemente
debida a la teleconexión con el fenómeno de El Niño
(figura 8.18, ver Anexo). La menor diversidad, en
cambio, se reconoció en el año de 1981, sin que
hubiese una correlación significativa con variables
abióticas (figura 8.19, ver Anexo). El comportamiento
espacio-temporal de la equitatividad es similar al
descrito en el caso de la diversidad.
Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche
La biomasa, al igual que la diversidad, resultó
mayor durante la época de nortes y menor durante
el estío (figura 8.20, ver Anexo). Con respecto a su
patrón espacial, se observó que la mayor biomasa
se concentra en la zona de exclusión y la menor en
la provincia carbonatada. Anualmente, la biomasa
se comportó de manera similar a la diversidad.
Estacionalmente la abundancia fue mayor en la
época de nortes y menor en la precipitación. Durante
la época de estío se observó una mayor variabilidad
(figura 8.21, ver Anexo). Espaciaímente fue mayor
la abundancia en la zona de exclusión y menor en la
provincia carbonatada (figura 8.22, ver Anexo).
A través de los nueve años analizados, la abundancia
presentó un comportamiento cíclico y predecible,
aunque en los años 1999 y 2000 el número de
individuos disminuyó. Durante 1985 se presentó la
mayor abundancia. Estos fenómenos de variabilidad
en la mesoescala de la abundancia de especies
nectónicas demanda mayor investigación inter-
disciplinaria. Con los datos analizados no es po-
sible explicar la razón de este comportamiento.
El comportamiento espacio-temporal de la riqueza
específica mostró que en la zona de exclusión
287
PEMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México
existe una mayor riqueza de especies a través de
los años analizados. En las provincias carbonatada
y terrígena se apreció un decremento en los valores
de la riqueza de especies. Los datos disponibles
no permiten dilucidar la razón de este abatimiento.
Anualmente, la riqueza de especies presentó
diferencias significativas. En la época de estío fue
cuando se registró la menor riqueza específica y
en la época de nortes la mayor diversidad.
Una vez analizada la información contenida en este
estudio, sería aventurado asegurar que las actividades
petroleras en el SSC han ejercido impacto deletéreo
sobre el subcomponente nectónico. Sin embargo, es
necesario señalar que los efectos crónicos derivados
de la extracción de gas e hidrocarburos fósiles en
este sistema no resultan detectables a través de la
información aquí recabada. Es pertinente señalar,
sin embargo, el efecto favorable que brindan las
estructuras físicas de la industria petrolera costa-
afuera, como un habitat artificial para la fauna. Es
imperativo realizar estudios que sean diseñados
explícitamente para este objetivo y efectuar
observaciones sinópticas bajo los mismos supuestos
y metodologías para alcanzar mayor certidumbre
en la interpretación.
Los camarones peneidos y la industria
petrolera en el SSC
La revisión bibliográfica sobre los efectos letales
o subletales de los hidrocarburos fósiles sobre el
ecosistema marino es amplia y diversa (Alien, et
al, 1976; Reish, et al, 1979; Boesch y Rabalais,
1987; Neff, et al, 1987; Neff, et al, 1989; Kelly,
et al, 1998 ). Los enfoques de investigación sobre
este tema han sido dirigidos primordialmente hacia
la determinación de niveles de toxicidad a nivel
específico. En contraste, pocos son los estudios que
han abordado el impacto de los hidrocarburos del
petróleo sobre recursos pesqueros en ambientes de
plataforma continental (Alien et al, 1976; Kumpf,
1977). A este respecto existe consenso en aceptar que
la contaminación crónica resulta más severa para la
salud del ambiente, que los efectos catastróficos de
un derrame accidental (Hall, et al, 1978).
Las moléculas de hidrocarburo fósil pueden adhe-
rirse a material orgánico particulado (POC) y
depositarse en la fase sedimentaria; en el caso
particular de los camarones peneidos, cuyos
hábitos tróficos incluyen la remoción de detrito y
partículas sedimentarias, es posible que absorban
hidrocarburos fósiles por ingestión directa. Los
efectos adversos que esta ingesta pueda producir
al individuo, dependerán en gran medida del tipo
de hidrocarburo disponible en el medio y sus
condiciones de intemperización (Meyers, 1978).
En el SSC las condiciones ambientales propias de
una región tropical (promedios de temperatura e
irradiación solar altos) favorecen la evaporación
y fotodescomposición de las moléculas de hi-
drocarburos fósiles, con lo cual se eliminan com-
ponentes tóxicos para los organismos, tales como
el benceno y el naftaleno. Aún cuando Lee et al.
(1980) no lograron determinar efectos deletéreos en
la fauna del SSC, a raíz del derrame accidental del
pozo Ixtoc-1, surgió la gran necesidad de mantener
una permanente vigilancia sobre las condiciones
generales de este importante sis-tema ecológico. A
este respecto, Soto etal (1981) indicaron, en relación
con la interacción entre la industria petrolera y la
pesquería de camarones peneidos en la Sonda de
Campeche, la conveniencia de estudiar los patrones
de dis-tribución, la composición por tallas y el
ciclo biológico de los stocks de camarones sujetos
a explotación comercial, así como los niveles de
hi-drocarburos en tejidos de organismos asociados
(fauna de acompañamiento).
Comportamiento del recurso pesquero
Los planes futuros de PEMEX en el Golfo de
México consideran la expansión de sus operacio-
nes de exploración y extracción de crudo y gas
sobre el ambiente de plataforma continental del
sector SW. Hasta ahora la presencia del comple-
jo industrial en el SSC, conocido como Cantarell,
incluye casi 200 instalaciones fijas y móviles y una
red compleja de ductos submarinos extendidos
sobre la plataforma continental media e interna
frente a la Laguna de Términos y una monoboya
anclada en las proximidades del arrecife de Cayo
Arcas. Estas instalaciones físicas interaccionan
antagónicamente con otra actividad humana
de mayor tradición en el área de estudio, como
es la pesca comercial (industrial o de alta mar y
la artesanal que se practica en aguas someras).
Frecuentemente, ambas actividades entran en
conflicto como consecuencia de la animosidad
natural hacia aquello que altere el equilibrio
del ambiente y que ponga en riesgo el bienestar
socioeconómico de un sector de la sociedad: la
comunidad pesquera.
A través del tiempo, se han creado esquemas am-
bientales catastróficos de pérdida del valor estético

de playas y costas debido al arribazón de man-
chas de petróleo (breas y alquitranes), de cambios
de uso del suelo, y de un progresivo deterioro en
los recursos bióticos explotables. El debate sobre
este particular es altamente politizado, dado el
alto valor estratégico que representa el petróleo
para la economía nacional. La percepción de
este problema parece resumirse en el siguiente
enunciado: los beneficios de la explotación pe-
trolera son de carácter nacional, en tanto que los
costos son regionales.
Ante esta situación, el sector pesquero ha asu-
mido una actitud defensiva, quizás ante la
incertidumbre de reconocer fehacientemente los
impactos de la contaminación derivados de la
industria petrolera en el ambiente marino; o bien
por una falta de participación en la formulación de
una estrategia ambiental que intente conciliar los
intereses de desarrollo de dos actividades humanas
fundamentales para el país: la explotación de
yacimientos de hidrocarburos fósiles, de gas y la
pesca sustentable.
Antecedentes
Después del derrame masivo de crudo del pozo
Ixtoc-1 ocurrido en el SSC en 1979 se promovió
una serie de estudios ambientales multidisciplina-
rios, enfocada a desentrañar el impacto de tan grave
accidente en un sistema marino tropical.
Uno de los problemas identificados como de
mayor preocupación fue el efecto del derrame de
hidrocarburos fósiles sobre el stock de camarones
peneidos, explotados comercialmente por una
flota pesquera de más de 460 embarcaciones.
Antes del arribo de la industria petrolera a las costas
del sureste de México, la captura de camarones
peneidos constituía una de las actividades eco-
nómicas primarias en el sureste de México.
Actualmente, ambas actividades coexisten por
necesidad y tal vez su interacción genera con-flictos
prácticos y operacionales debido a los espacios
físicos que las dos demandan, y por las asimetrías
en cuanto a sus respectivos planes de desarrollo.
En tanto que una es altamente tecnificada con
efectos tensionantes sobre el ecosistema, la otra es
pobremente tecnificada y con síntomas de colapso
según los expertos.
Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche
Existen en la literatura especializada numerosas
situaciones análogas a las que se presentan en el
SSC. En la porción norte del Golfo de México,
frente a las costas de Louisiana y Texas, las dos
industrias referidas compiten por espacios y
facilidades en la costa (Caillouet et ai, 1980;
Peterson, et ai, 1996); en el banco George frente a
las costas de nueva Inglaterra (Alien, et ai, 1976), o
bien en lugares tan distante como Tailandia (Kelly,
et al, 1998). En cada una de estas regiones, los
protagonistas son los mismos, lo que cambia son las
condiciones ambientales (tropicales, semitropica-
les o templadas) y el tipo de respuestas del
ecosistema ante las perturbaciones identificadas.
Es por esto esencial definir pragmáticamente la
naturaleza de la interacción entre las dos actividades
humanas en aparente conflicto (petrolera vs
pesquera), las áreas que producen el antagonismo y
la delincación de acciones de cooperación recíproca.
Las interacciones más obvias en alta mar para la
industria pesquera son:
Pérdidas de áreas de pesca
La flota camaronera que opera a partir de los
puertos de Campeche y Ciudad del Carmen (ca.
446 embarcaciones) explota comercialmente desde
1944 tres especies de camarones peneidos frente a
las costas de los estados de Campeche, Tabasco y
la parte occidental de la península de Yucatán, en
profundidades menores de 60 m: Farfantepenaeus
duorarum, F. aztecns, y Litopenaeus setiferus.
Soto (1979) y Soto et al. (1981) describieron ini-
cialmente los patrones de distribución de las tres
especies en el Banco de Campeche y posteriormente
analizaron el posible efecto de la concentración
de hidrocarburos fósiles en tejidos de cama-
rón y de especies dominantes de la llamada fauna
de acompañamiento (FACA). A partir de estos
resultados se logró identificar las áreas de mayor
captura por unidad de esfuerzo (CPUE; kg/hr) para
cada especie y sus respectivos patrones espaciales
de distribución. La relevancia de estos estudios
reside en que el primero (OPLAC-1) tuvo lugar en
1978, antes del derrame accidental del pozo Ixtoc-1
(1979); en tanto que el segundo estudio (OPLAC-2
y 3) tuvo lugar en 1980.
Los estudios anteriores fueron útiles en su
momento, para evaluar el grado de interacción
espacial que se presentó entre las dos industrias
petrolera-pesquera. Se demostró, por ejemplo, que
los patrones de distribución de las poblaciones
PEMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México
de peneidos capturados se extienden entre los
10 y 80 m de profundidad y, a pesar del traslape
obvio que ocurre frente a la Laguna de Términos,
cada especie exhibe una alta selectividad por los
dos sustratos predominantes en las provincias
sedimentarias en el SSC (carbonatada terrí-
gena); otro factor que rige la distribución de
cada especie es la profundidad. El intervalo
batimétrico de las tres especies es estrecho y
podría ser calificado como estenobático; esto
explicaría la concentración de las poblaciones a
lo largo de ciertas isóbatas y la sobre dispersión
en profundidades mayores a 60 m.
Si a estos patrones de distribución espacial se
sobreponen las instalaciones fijas de la industria
petrolera costa afuera, se reconoce un traslape
significativo. La superficie estimada de la zona de
exclusión de PEMEX es de 2 250 km2 de un total
de 34 000 km2 que comprendería el SSC, lo cual
representa 6.6% de superficie de la plataforma
continental inaccesible a las operaciones de redes
de pesca de arrastre. Las 186 plataformas petroleras
se hallan asentadas entre los 60 y los 80 m de
profundidad sobre fondos lodosos, en un área de 45
por 50 km, en donde la navegación es restringida
y la pesca comercial está prohibida. En virtud de
esta exclusión y de la disponibilidad de un sustrato
artificial representado por las diversas instalaciones
físicas de PEMEX, la zona de exclusión actúa como
un arrecife artificial (Gallaway y Lewbel, 1982),
acumulando biomasa originada por una diversa
fauna incrustante (biofouling) y una significativa
diversidad de organismos demersales. Según los
estudios realizados por Soto et al. (1981), la mayor
biomasa de camarones peneidos café y rosado en
el SSC se concentra en la franja batimétrica entre
los 40 y los 60 m; esta franja es presumiblemente
en donde la flota camaronera concentra su esfuerzo
de captura; el camarón blanco y el llamado siete
barbas son explotados en áreas más someras
(<20 m), próximas a la costa. La franja batimétrica
(60 a 80 m) sobre la cual se sitúa la zona de
exclusión sólo aporta un reducido porcentaje a la
biomasa total de camarones (<5 %) capturados en
el SSC; por lo tanto la pérdida de área y caladeros
potenciales por la extensión de instalaciones físicas
de PEMEX es poco significativa.
Patrones espacio-temporales
En el SSC se han identificado siete especies de
camarones peneidos, entre las cuales destacan
por su abundancia (80% de la biomasa) las tres
especies antes citadas. Las cuatro especies restantes
(Sicyonia dorsalis, S. brevirostris, Trachypenaeus
similis y Solenocera vioscai) representan menos
de 20%o de la biomasa total de peneidos. El
camarón siete barbas -Xiphopenaeus kroyeri-
presenta una distribución más somera (<10 m)
a lo largo de la costa y soporta una modesta
pesquería artesanal.
Las tres especies que sostienen la pesquería co-
mercial mantienen proporciones distintas, según
la época del año. Hacia el inicio, de marzo,
el camarón café predomina sobre el blanco y el
rosado; pero en verano y otoño (julio-septiembre)
la proporción tiende a equilibrarse, favoreciendo
ligeramente la predominancia del camarón
rosado.
Estas tres especies coexisten en el ambiente de
plataforma continental del SSC, sus patrones
de distribución espaciales se traslapan, pero
como se señaló anteriormente, debido a sus ca-
racterísticas ecofisiológicas cada especie ocupa
nichos específicos.
El stock de camarones peneidos explotados co-
mercialmente entre los 40 y 80 m, incluye tanto
individuos adultos (>40 rain LC.) como subadultos
(>22 mm LC). La progresión de los valores
modales de las tallas en relación con la distancia
de la costa es un indicador significativo en la
detección de las zonas de reclutamiento al stock
adulto; sin embargo, existe actualmente un vacío de
información sobre la localización precisa de zonas
críticas en el manejo de la pesquería, tales como
las áreas de desove, reclutamiento, crecimiento y
reproducción. Sólo existen inferencias al respecto,
como la expresada por Navarrete (2001) sobre
la existencia de una zona de reproducción del
camarón rosado en el ambiente carbonatado a los
21°Ny91°W.
Tendencia histórica de la producción
La pesquería de camarón en el SSC mantuvo en
sus inicios (en las décadas de 1940 y 1950) un
ritmo acelerado en esfuerzo pesquero, el cual se
tradujo en una alta producción de más de 4 500
toneladas anuales en la década de 1960. Análisis
recientes practicados por Fernández et al. (2001)
revelan que la producción camaronera en la Sonda
de Campeche presentó un patrón de declinación
a partir de la década de 1970, cuando alcanzó
valores críticos de 1 000 ton/año.

Las tres especies de peneidos explotadas co-
mercialmente acusan la misma tendencia. Esta
declinación es atribuida a dos factores esenciales:
incremento del esfuerzo pesquero y la innovación
tecnológica. De acuerdo con estos autores, el
recurso camarón en la Sonda de Campeche de-
manda urgentemente la adopción de una estrategia
de recuperación.
Manejo del recurso
La pesquería de camarón en el SSC ha sido re-
conocida como de tipo secuencial, compuesta por
dos sectores, el industrial y el artesanal, ambos
en permanente competencia por la explotación
del recurso. El sector industrial incluye una
flota de embarcaciones heterogénea en diseño
y capacidades operacionales, organizada en un
sistema de cooperativas (ver Capítulo 9). El
sector artesanal, por su parte, no dispone de
una estructura bien definida, incluye pequeñas
embarcaciones cuyo esfuerzo pesquero ha sido
difícil de determinar, y sus actividades ocurren
esencialmente en aguas costeras o estuarinas.
Recientemente, Fernández et al. (2001) han
indicado que el esfuerzo pesquero que ambos
sectores aplican en la explotación del recurso
camarón en el Golfo de México, se encuentra
en niveles críticos que origina una ineficiencia
en el aprovechamiento equilibrado por parte de
ambos sectores.
Los expertos que han intentado explicar el gra-
ve decremento registrado en la producción ca-
maronera de la Sonda de Campeche, han hecho
alusión a varios factores. Estos comprenden desde
la sobre pesca de reclutamiento, hasta la inacción
administrativa en el manejo adecuado del recurso.
También se ha considerado el exceso de esfuerzo
pesquero y la ineficacia de medidas regulatorias
de la pesquería, tales como el establecimiento de
vedas, cambios en el uso de artes de pesca, falta
de protección de zonas de crecimiento, repro-
ducción y desove. Asimismo, se presume que
han existido perturbaciones de índole ecológico
que han causado deterioro en habitat de refugio y
crecimiento de especies estuarino-dependientes.
Es importante señalar aquí que entre los factores
tensionantes identificados por los expertos en
pesquerías de camarones peneidos, se alude a la
contaminación en forma genérica; sin embargo, no
existen estudios en el largo plazo que confirmen
efectos deletéreos sobre los stocks actualmente
Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche
explotados. De acuerdo con los especialistas
del Instituto Nacional de Pesca, los problemas
económicos de la flota camaronera de Campeche
son ocasionados por "la mala condición de las
poblaciones de camarones, así como por el
sobredimensionamento de la flota..." (Fernández
et al., 2001). Si se pretende lograr un nivel de
rentabilidad en la explotación del recurso es
pertinente regular el esfuerzo pesquero y con ello
disminuir la mortalidad por pesca.
Uribe-Martínez <?/£//. (1996) al referirse al desplo-
me de la pesquería del camarón rosado durante
las dos últimas décadas califican esta condición
de severa crisis para la industria pesquera de la
región. Hasta ahora, una de las principales me-
didas regulatorias del recurso ha sido el control de
la mortalidad por pesca, mediante la regulación
de riesgos de sobre pesca del crecimiento y del
reclutamiento. La medida de control ha sido el
establecimiento de vedas permanentes en ambien-
tes de crianza y crecimiento (lagunas costeras) y
de carácter temporal en el ambiente marino.
Según los señalamientos hechos por un grupo
de expertos sobre el tema (Arreguín-Sánchez F.,
2001), existe incertidumbre justificada si sólo
se depende de medidas regulatorias de manejo
para lograr la recuperación del stock de camarón
rosado; tal aplicación no garantiza el objetivo
final. Estos expertos proponen definir una
estrategia multifocal que distinga las alteraciones
poblacionales por factores antropogénicos y
naturales (puntuales y catastróficos). Para facilitar
esta tarea se establecen 19 hipótesis (sic) vinculadas
al desplome de la producción del camarón rosado
en la Sonda de Campeche. Desgraciadamente,
tales hipótesis son presentadas por dicho grupo de
expertos sin un orden jerárquico, de acuerdo con
su posible grado de afectación. Arreguín-Sánchez
et al. (2001) argumentan que el impacto sobre la
población del camarón rosado de factores tales
como alteraciones en la calidad del habitat, la sobre
pesca e incluso el cambio global han ocasionado el
decremento continuo de la tasa de reclutamiento en
los últimos 30 años.
Por otro lado, Navarrete (2001) considera como
factores forzantes la temperatura superficial del
mar, el nivel medio del mar y la precipitación
pluvial, como los responsables del decremento
registrado en el reclutamiento del camarón rosado
de 1969 a 1998.
PEMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México
Aspectos ecológicos-operaciones de
arrastre
El ambiente sedimentario de la plataforma con-
tinental del SSC está expuesto a la acción de varios
efectos de perturbación, cuyo grado de impacto
puede variar desde las zonas más someras, hasta
profundidades cerca del quiebre de la plataforma
{shelf-break). Es posible que fenómenos de gran
escala como las tormentas de invierno (nortes), las
corrientes costeras, así como la energía de mareas
perturben la estructura y por tanto el funcionamiento
de las comunidades bénticas. En contraste, los
fenómenos de pequeña escala, como la depredación
y competencia, no obstante ser continuos, son
enmascarados por los de mayor escala.
Las operaciones de arrastre pesquero sobre los
fondos suaves de la plataforma continental en el
SW del Golfo de México constituyen un efecto
perturbador crónico ampliamente distribuido.
En ambientes templados, este efecto origina cambios
en la diversidad, la estructura, la trama trófica y la
producción de la comunidad de macroinvertebrados
bénticos (Gislason et ai, 2000; Kaiser et al.2000).
Las comunidades bénticas expuestas a tales efectos
son paulatinamente dominadas por especies de
talla reducida y de tasas de crecimiento rápido que
normalmente forman parte de la infauna y meiofauna.
Ambos componentes desempeñan una función vital
en el procesado y transferencia de los excedentes de
carbono orgánico originado por la mortalidad de la
macrofauna por operaciones de arrastre; este carbono
orgánico puede ser exportado al mar profundo o bien
ser incorporado al reservorio de detritus.
En el SSC un efecto físico perturbador lo constituye
la operación constante de redes de pesca arrastra-
das sobre el fondo marino por las embarcaciones de
pesca; esta alteración del sedimento y su fauna han
tenido al menos 50 años de duración. La pesca en
su modalidad de arrastre es una práctica tradicional
que extrae en forma indiscriminada una biomasa y
una diversidad de megafauna bentónica (>10 cm
de talla), entre los cuales se cuenta a los camarones
peneidos. Debido al diseño de las redes de pesca,
que incluye portones de madera o metal que se
deslizan sobre el fondo y tramos de cadena sujetos
a la relinga inferior, que al entrar en contacto con
el sustrato remueven a los organismos enterrados
en los primeros 10 cm de la superficie sedimentaria
(organismos infaunales), es de esperarse que el
efecto mecánico de las operaciones de arrastre
represente un efecto perturbador grave sobre el
equilibrio de las comunidades bénticas; el efecto tipo
"arado" que ejercen las redes también resuspende
compuestos químicos tóxicos y materiales orgánicos
acumulados en el sedimento.
Si se toma en consideración la duración que
dicho efecto perturbador ha tenido sobre el
subcomponente béntico, particularmente sobre la
franja comprendida entre los 20 y los 60 m, se podría
esperar que las consecuencias fueran catastróficas
para el ecosistema. Sin embargo, gracias a las
prácticas empíricas por parte de los pescadores
de seleccionar sitios más productivos que otros,
hay zonas inalteradas o con un moderado grado
de perturbación que posiblemente contribuyen a
recuperar el equilibrio comunitario en la zona.
La remoción regular de biomasa béntica durante las
operaciones de captura de camarones peneidos en
el SSC produce un efecto obvio en la complejidad
del habitat; esto crea a su vez un efecto ecológico
sinergístico sobre procesos como la nutrición y
reclutamiento de especies demersales en periodos
de crecimiento o reproducción. Actualmente, no se
dispone de información científica sobre los efectos
sinecológicos en los corto y largo plazos, ocasionados
por la perturbación física del fondo marino por el
arrastre de dispositivos comerciales de pesca.
Los camarones peneidos y los hidrocarburos
fósiles
El crecimiento de la industria petrolera en el SSC
ha estimulado la discusión sobre la interacción de
sus operaciones tanto marítimas como costeras, con
la explotación de los recursos bióticos. Como se
mencionó inicialmente en esta sección, la pesquería
del camarón destaca como una de las actividades
regionales de mayor beneficio económico;
presumiblemente, dicho recurso ha estado expuesto
desde la década de los ochenta, tanto a los impactos
crónicos como a los derrames accidentales de
la industria petrolera (Soto et al, 1981); sin
embargo, la declinación dramática de la producción
camaronera ha sido atribuida por los expertos
(Arreguín-Sánchez, F., 2000) a la acción conjunta
de una serie de factores tensionantes tanto naturales
como antropogénicos, y no necesariamente al
impacto deletéreo de hidrocarburos fósiles.
En 1981 Soto et al, establecieron los valores base
de la concentración de hidrocarburos en tejidos
musculares de las tres especies de camarón más

13
Tabla 8. 8 Valores de Ó registrados para las tres especies.
importantes y aplicaron técnicas de isotopía estable
de carbono 13, con el propósito de identificar la
fuente de carbono empleada en el metabolismo de
dichos organismos. Las primeras determinaciones
químicas se hicieron en 1978, previo al derrame del
pozo lxtoc-1 en 1979; posteriormente, en 1980 se
tuvo oportunidad de continuar con tales análisis. Los
resultados revelaron que los valores de C13 registrados
para las tres especies correspondían a una fuente de
carbono orgánico de origen biogénico, procedente
del ambiente continental. En contraste, los valores
obtenidos de C13 (-27.2%o y -26.6%o) en sedimentos
superficiales colectados en la zona de exclusión
indicaron la presencia de hidrocarburos fósiles, quizás
provenientes de un sitio de emanaciones naturales de
petróleo cuyo valor isotópico se aproxima a - 27.0%o
(Sassene/a/.,1993).
La información incluida en la tabla 8.8 es útil para
establecer que la principal fuente de carbono para
los camarones peneidos, distribuidos en el SSC,
es derivado a partir del detrito y de materiales
vegetales exportados por los complejos fluvio-
lagunares de Laguna de Términos y los ríos
Grijalva y Usumacinta.
El camarón blanco, Litopenaeus setiferus, presenta
la señal isotópica más enriquecida de C13 (-16.8%o;
-17.2%o) como consecuencia de su patrón de
distribución espacial asociado a los ambientes
más influenciados por la descarga ribereña; algo
similar se distingue en la especie de camarón café,
Farfantepenaeus aztecus, cuyo valor isotópico se
mantiene constante en torno a -18.5%o. En el caso
de la especie más abundante, el camarón rosado,
F. duorarum, la señal isotópica se aproxima a
la pertenecientes a sedimentos carbonatados
(-9.7%o), del sector oriental del SSC, con mayor
influencia marina.
Prioridades de investigación
En el Sistema de la Sonda de Campeche se ha
generado en las dos últimas décadas un volumen
considerable de información sobre el ambiente
Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche
costero y marino, sobre la cual ya se ha dado
cuenta en esta obra. La evaluación de este acervo
bibliográfico, aunada a la experiencia de cada
uno de los autores participantes en esta obra,
ha sido la base del análisis e interpretación de la
biodiversidad marina. Un objetivo fundamental de
esta labor interinstitucional conjunta fue aportar
una diagnosis integrada sobre la salud de este
importante ecosistema, en relación con la presencia
de la industria petrolera, a partir de 1978.
La información contenida en esta sección sienta
un importante precedente en la representa-
ción de escenarios de cambio tanto naturales como
de naturaleza antropogénica, en un ecosistema
con características tropicales. La capacidad de
respuesta de éste contrasta notablemente con
sistemas de altas latitudes expuestos, ya sea a
derrames accidentales de petróleo o bien a la ope-
ración permanente de la industria petrolera. La
investigación de ambientes templados practicada
por varios años ha revelado la lenta recuperación
de la estabilidad perdida por el efecto de los
hidrocarburos fósiles en el medio.
En el caso de la Sonda de Campeche el grado de
perturbación causado por la industria petrolera
resulta complejo de reconocer en el ambiente marino.
Los autores que han explorado dentro de cada
subcomponente del ecosistema, sea este el plancton,
el necton o el bentos, no han registrado cambios
significativos en los principales índices ecológicos
que caracterizan a cada subcompo-nente. El ambiente
costero, en contraste, sí muestra señales de cambio
notables como consecuencia de las operaciones
petroleras efectuadas en la zona costera.
El cambio en el uso del suelo y los derrames
accidentales en la red de oleoductos han producido
alteraciones importantes en vegetación superior y
fauna asociada.
Las perturbaciones crónicas o accidentales de
la industria petrolera en el ambiente acuático
293
PEMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México
son atenuadas por las condiciones ambientales
prevalecientes en el área. Se puede reconocer la
existencia de fenómenos físicos y biológicos, cuya
energía gobierna al complejo de procesos fisi-
coquímicos, biológicos y geológicos responsables
por la dispersión y degradación del petróleo. Cuando
se han presentado condiciones extremas de alteración
en la Sonda de Campeche, como las ocurridas
durante el descontrol del pozo lxtoc-1 en 1979, los
procesos que activaron una respuesta potencial de
recuperación en el sistema fueron:
• La energía eólica y la fuerza del oleaje.
• El patrón de circulación oceánica.
• La alta tasa de evaporación (remoción de la
fracción volátil del petróleo).
• La degradación microbiológica.
• La degradación del petróleo promovida por
reacciones fotoquímicas.
• La posible absorción y excreción de petróleo
por la macrofauna.
La persistencia de estos procesos bajo condiciones
de alteración crónica por parte de la industria
petrolera convierte a la perturbación ambiental en la
Sonda de Campeche en una señal difícil de ser detec-
tada en componentes comunitarios. La intensidad
de dicha señal depende de su persistencia en el
tiempo. Actualmente, en la literatura especializada
se acepta que los efectos de perturbación por
hidrocarburos fósiles ocurren cerca de las fuentes;
es probable entonces que los componentes vágiles
o con movilidad propia analizados en este estudio
(plancton-necton) muestren patrones espacio-
temporales en su abundancia, densidad y diversidad
normales. Es necesario señalar, sin embargo, que
la gran mayoría de los estudios realizados en la
Sonda han adoptado un esquema observacional
inapropiado, de tipo exploratorio, carente de con-
tinuidad en tiempo.
El componente béntico presenta una mayor es-
tabilidad estructural con respecto al plancton y
necton. La cadena trófica de este subcomponente
en la Sonda de Campeche depende del subsidio
de materiales orgánicos de origen continental,
cuando menos hasta los limites de la plataforma
continental media. Cuando se han detectado niveles
de hidrocarburos fósiles en el tejido de organismos
bénticos (camarones y peces), estos no han rebasado
niveles letales. De igual forma, intentos recientes
294
de identificar fuentes antropogénicas de carbono
orgánico mediante isotopía estable, en organismos
bénticos y sedimentos superficiales obtenidos
dentro de la zona de exclusión, indican fuentes
biogénicas de carbono.
De lo anteriormente expuesto se pueden derivar
las siguientes observaciones:
Es primordial reconocer que cada área expuesta
a los efectos del petróleo tiene características
propias; es decir, no es recomendable trazar ana-
logías o extrapolar información. Es imperativo
realizar estudios en el largo plazo que involucren
metodologías novedosas enfocadas a la detección de
perturbación en el nivel de procesos biológicos o bien
en el nivel molecular. Tales estudios deben apartarse
de los enfoques exploratorios o de vigilancia hasta
ahora financiados por PEMEX para satisfacer las
normas ecológicas del INE, debido a su inoperancia
y alto costo. Resulta más eficiente programar una
serie de trabajos dirigidos a la determinación de
variables físicas y biogeoquímicas que seguramente
producirán datos cuantitativos de mayor calidad. Los
procesos de biodegradación microbiana es un tema
imperativo para la futura investigación.
La predominancia de especies fitoplanctónicas
tó-xicas para organismos filtradores, en áreas en
donde los procesos sucesionales sean alterados por
agua de lastre de embarcaciones petroleras o por
compuestos químicos que propicien eutrofización
en el sistema, representa un tema de investigación
importante.
Un tema que requiere también ser abordado inter-
di sciplinariamente es el de las emanaciones naturales
de hidrocarburos; su intensidad, persistencia, cuan-
tificación y dinámica espacial no se conocen.
Los fenómenos de bioacumulación y transfor-
mación enzimática (AHH) por la biota marina
necesitan ser dilucidados, particularmente en
relación con especies de interés comercial y
de la flora y fauna (incrustante) asociadas a las
estructuras metálicas de las plataformas petroleras.
No se dispone de información sobre la posible
transferencia de contaminantes retenidos en unos
organismos presa consumidos por depredadores
clave en la cadena trófica.
 , Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche
Conclusiones
Las operaciones de exploración y extracción de
hidrocarburos fósiles en el SSC causan dos niveles
de efectos ecológicos. El primer nivel es de mayor
gravedad en el ecosistema costero debido a la
reducción o permanente remoción de alguno de sus
componentes básicos, tales como las comunidades
de plantas vasculares acuáticas. Esta alteración es sin
duda la más evidente y predecible. Las alteraciones
del sustrato causadas por las operaciones de dragado,
apertura de canales, instalaciones de oleoductos y
plataformas en el ambiente costero y marino, generan
alteraciones en flora y fauna de diferente complej idad.
Algunos de estos cambios resultan sencillos de
identificar debido a la estrecha interdependencia
entre ambos componentes; tal es el caso de la
salinización de sistemas lagunares próximos a Dos
Bocas, Atasta y Pom. En contraste, en el ambiente
marino las alteraciones potenciales derivadas de la
industria petrolera son atenuadas por la capacidad de
amortiguamiento del sistema mismo.
En el ambiente marino se reconocen fluctuaciones
naturales en cada uno de sus componentes eco-
lógicos; tales fluctuaciones son compensadas me-
diante mecanismos internos de tipo homeostático,
los cuales contribuyen a mantener un equilibrio
en los flujos de materia y energía. El estudio
preliminar del flujo de carbono orgánico en el SSC
muestra un sistema altamente subsidiado por las
aportaciones de materiales orgánicos de origen
continental, cuyo destino final es el componente
sedimentario de la plataforma continental y el mar
profundo adyacente. En el supuesto caso de que los
umbrales críticos de forzamiento en este proceso
de subsidio sean rebasados, se puede anticipar
una perturbación grave en el sistema. Este tipo de
condición corresponde a un nivel de impacto de
segundo nivel.
Desafortunadamente, aún existe un vacío con-
siderable en el conocimiento preciso de varios de
los subcomponentes ecológicos del SSC, que evita
un diagnóstico preciso sobre el grado de respuesta
ante alteraciones antropogénicas de carácter cró-
nico. Las señales potenciales de cambio o de
impacto son poco definidas, a excepción de las
descritas de toxicidad a nivel de especie.
Fitoplancton marino
Existe un conocimiento general sobre la estruc-
tura, ritmos y fluctuaciones de la comunidad
de productores primarios. La variabilidad espa-
cio-temporal de este componente es alta y se
correlaciona con los pulsos de descargas ribereñas
en el sector SW del Golfo de México. Los cambios
registrados en su estructura son atribuibles a ritmos
sucesionales propios de la comunidad, los cuales
ocurren en el corto plazo. Bajo condiciones de
perturbación causada por derrames accidentales
de hidrocarburos fósiles, el fitoplancton marino
acusa efectos sobre la composición de especies y
sobre su biomasa; sin embargo, su equilibrio es
restablecido en el corto plazo (40 días).
Zooplancton marino
La información está restringida a grupos zooplanc-
tónicos, como los quetognatos y las apendicularias
reconocidos por su asociación con ciertas masas
de aguas oceánicas. En la Sonda de Campeche se
conoce la composición específica del zooplancton,
su biomasa, diversidad y sus patrones espacio-
temporales de distribución. Los valores máximos
de producción zooplanctónica se concentran en
el área frente a la Laguna de Términos y el delta
de los ríos Grijalva-Usumacinta. En condiciones
de perturbación grave causada por derrames de
hidrocarburos fósiles, la biomasa del zooplancton
puede reducirse hasta un orden de magnitud de
cuatro. La complejidad de este componente se
restablece una vez que el efecto deletéreo cesa.
El ictioplancton marino ha sido motivo de
reciente investigación. Se conocen sus patrones
de variabilidad espacio-temporales. Su estructura
comunitaria está influenciada por la hidrodinámica
prevaleciente en las zonas carbonatada y de
influencia terrígena, y la intrusión de aguas oceánicas
sot>rc l a p l a t a f o r m a eoi~itinorxti.il. L*» i n t e r a c c i ó n <J«J
este componente con la industria petrolera reside en
el traslape de las zonas de desove de las familias
de peces más sobresalientes por su abundancia, con
las instalaciones de PEMEX costa afuera. No existe
información sobre los niveles de toxicidad crónicos
sobre este componente.
Neeton marino
i .os p a t r o n e e ecpncio-temri<~>rnlec He e c t e i ' n m n n -
nente están correlacionados significativamente
con los tres periodos climatológicos reconocidos
en el Golfo de México; es decir, son altamente
predecibles. La provincia carbonatada concentra
los valores más altos de biomasa y diversidad,
y se reconoce una tendencia de incremento
en la abundancia en la zona próxima al área de
PEMEXy la salud ambiental de la Sonda de Campeche, México
plataformas petroleras. Éste se puede interpretar
por el efecto de santuario que representan las
estructuras físicas de dichas instalaciones, y la
transferencia de materiales orgánicos a través
de la cadena trófica. El análisis de contenido de
hidrocarburos aromáticos en tejido de especies
demersales predominantes obtenidos después
de derrames accidentales no alcanzaron niveles
subletales. En años recientes, tales valores se han
mantenido por debajo de niveles críticos.
Bentos marino
Existe un importante acervo bibliográfico sobre la
flora y fauna del componente costero. La mayor
parte de carácter descriptivo. Se han registrado
evidencias que la apertura de puertos e industrias
conexas a la transformación y refinación del pe-
tróleo, han impactado los recursos bióticos del
ecosistemacostero.Sehandetectadonivelescríticos
de metales pesados en moluscos bivalvos (Rangia
fiexuosa) asociadas a actividades antropogénicas
en la laguna de Pom-Atasta. De igual forma, en las
lagunas de Mecoacán y Términos se ha detectado
296
bioacumulación de hidrocarburos en R. cunéala,
Polymesoda carolineana y Crassostrea virginica.
Este componente está bien documentado en cuanto a
su composición específica y sus valores de biomasa,
densidad y diversidad. Los datos compilados son,
sin embargo, heterogéneos en calidad y continuidad
en tiempo y espacio. Los patrones de variación
interanuales son predecibles y los espaciales res-
ponden a la complejidad del fondo marino y a la
topografía de la plataforma continental (extensión
y quiebre de plataforma). Los valores de diversidad
indican una comunidad relativamente estable,
con una cadena trófica de naturaleza detritívora
compuesta por V niveles; el bentos está incluido en
el nivel 11, dentro del cual quedan comprendidos la
infauna, la epifauna y los camarones peneidos. Los
valores de contenido de hidrocarburos en tejidos
de especies de importancia comercial (camarones)
no revelan niveles críticos. Existen áreas de desove
y crecimiento para organismos demersales que
se traslapan con zonas ocupadas por la industria
petrolera en torno a los 40 y 80 m de profundidad.
 Biodiversidad marina en la Sonda de Campeche

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