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La Responsabilidad Social Empresarial

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE), es el resultado del compromiso por parte de las
empresas para respetar el medio ambiente y fomentar prácticas de desarrollo sostenible.

Un factor decisivo para la toma de iniciativas por parte de las compañías es la presión social, cada
vez más concienciada con el impacto medioambiental negativo

La RSE es un instrumento perfecto para impulsar el avance social, por el que las empresas que
quieran realmente ser competitivas, deberán adoptar la excelencia tanto en lo que respecta a sus
empleados como en lo concerniente al medio ambiente y al entorno.

Ser socialmente responsable no significa cumplir plenamente las obligaciones jurídicas, sino también ir más
allá de su cumplimiento invirtiendo “más” en el capital humano, el entorno y las relaciones con sus
interlocutores

Va más allá del cumplimiento de las leyes y las normas, dando por supuesto su respeto y su estricto
cumplimiento. En este sentido, la legislación laboral y las normativas relacionadas con el medio
ambiente son el punto de partida con la responsabilidad ambiental.

La responsabilidad social empresarial tiene diversas acepciones, dependiendo de quién lo utilice.


Las más holísticas y progresistas hacen referencia a que una empresa es socialmente responsable,
cuando en su proceso de toma de decisiones valora el impacto de sus acciones en las comunidades,
en los trabajadores y en el medio ambiente.

La responsabilidad social empresarial (RSE) es el conjunto de obligaciones inherentes a la libre


asunción de un estado o condición, aún no tipificado por el ordenamiento jurídico positivo, pero
cuya fuerza vinculante y previa tipificación proceden de la íntima convicción social de que su
incumplimiento supone la infracción de la norma de cultura.
Las principales responsabilidades éticas de la empresa con los trabajadores y la comunidad son:

 Servir a la sociedad con productos útiles y en condiciones justas.


 Crear riqueza de la manera más eficaz posible.
 Correcto uso del agua.
 Lucha contra el cambio climático.
 Implicar a los consumidores, comunidades locales y resto de la sociedad.
 Implicar a los empleados en las buenas prácticas de RSE

Responsabilidad Social y desarrollo sostenible


Ya en el año 1972, la ONU lanzó una primera advertencia sobre las consecuencias del impacto
medioambiental ocasionadas por la actividad humana. En 1987, la Primera Ministra noruega, Gro
Brundtland, definió oficialmente lo que significaba el desarrollo sostenible calificándolo como:
“aquél que permite satisfacer las necesidades del presente sin perjudicar la posibilidad de que las
generaciones venideras puedan atender a sus propias demandas”.

Un año después, en 1988, se alertaba a la población mundial sobre los peligros reales del
calentamiento global. La Organización Meteorológica Mundial y Naciones Unidas para el Medio
Ambiente crearon una asociación internacional sobre el cambio climático, a través de la cual se
pedía a la comunidad internacional que adoptara las medidas necesarias para evitar o minimizar
los efectos del sobrecalentamiento.

Todos estos datos recordatorios sirven para demostrar que en las últimas décadas muchas empresas
y multinacionales se han sumado al sostenimiento medioambiental, desde finales de los años 90
existe una red empresarial comprometida con el desarrollo sostenible compuesta por más de 160
multinacionales que consideran que la RSE es vital para avanzar hacia un futuro sostenible.

La responsabilidad social es la estrategia de crecimiento de una empresa que inicia al ocuparse de


las actividades que afectan positiva o negativamente la calidad de vida de sus empleados y de las
comunidades en la que efectúa sus operaciones. Se trata de un modelo de negocios que involucra
acciones sociales, ambientales, diálogo e interacción con el entorno de la organización. Para que
una empresa sea socialmente responsable implementa procesos de gestión, estrategias de negocio
y sistemas de planeación interna con el propósito de lograr un crecimiento basado en operaciones
sustentables tanto en lo económico, social y ambiental, así como el respeto por las personas, valores
éticos, comunidad y tejido social, independientemente de los productos o servicios que ofrezca.

Cuando hablamos de responsabilidad social empresarial, nos estamos refiriendo al hecho de que
las empresas tienen que asumir las consecuencias de sus actividades, que no siempre son del
mismo tipo, sino que dependen tanto de los factores que supongan dichas actividades como de a
quién o a quiénes perjudiquen.

Cinco ejemplos de responsabilidad social


empresarial
1. Harineras Villamayor – España:

El caso de las Harineras Villamayor es especialmente interesante. Las cifras


constatan su preocupación por el bienestar de su equipo humano, con una
tasa de empleo estable de más del 95% y el fomento de la democracia
participativa en la toma de decisiones de la empresa.

2. Ecover – Bélgica:

Los productos ecológicos de limpieza y detergentes de Ecover tienen como


misión “hacer fácil un estilo de vida saludable y sostenible”. Todo lo que
producen lo fabrican con un impacto mínimo sobre el medio ambiente,
empleando materiales ecológicos, reciclados o recuperables y, sobre todo, con
un bajo consumo de energía.

3. Gulpener Bier – Holanda:

La sostenibilidad y la responsabilidad social de esta empresa cervecera son los


principales incentivos de Gulpener Bier. Todos los ingredientes que emplean
para elaborar su cerveza se cultivan con procedimientos ecológicos en la región
donde se encuentran y todo el proceso de producción se alimenta con energía
solar.

4. Filo Diretto – Italia:


El grupo Filo Diretto es una marca aseguradora especializada en la prestación de
servicios médicos y asistenciales. Contando con recursos que la compañía
entiende de un alto valor para la comunidad, constituyó una organización sin
ánimo de lucro destinada a prestar asistencia a la infancia más desfavorecida

5. Dorf-Installateur – Austria:

La compañía austríaca Dorf-Installateur está especializada en la instalación de


equipos sanitarios y sistemas de calefacción y representa uno de los ejemplos
más claros de responsabilidad social empresarial más integrales.
La responsabilidad ambiental empresarial
La responsabilidad ambiental empresarial es un aspecto clave y claramente destacado entre el
conjunto de responsabilidades sociales que cualquier compañía debe considerar derivadas de su
actividad productiva, comercial y de servicio.

Desde hace algunos años, además, la responsabilidad medioambiental cuenta con regulaciones
legales objetivas y claramente definidas en varios reglamentos y disposiciones, tanto estatales
como internacionales, que sin duda todo gestor de operaciones debe conocer.

La responsabilidad social empresarial, aglutina el conjunto de aspectos que conciernen a la


responsabilidad social de las empresas, es decir, a la asunción de responsabilidades por parte de las
compañías en lo que respecta a su rol social.

En el campo de la RSE se tienen en cuenta asuntos como la generación de empleo y el tipo de


puestos de trabajo que se crean, las condiciones laborales de los trabajadores y todo aquello
relacionado con el impacto social de las actividades corporativas que la compañía lleva a cabo,
desde la adquisición de materias y bienes para la producción, hasta los mismos procesos
productivos, la expedición y la distribución de productos y servicios. Toda empresa, sea cual sea
su naturaleza, ejerce un impacto social más o menos amplio según sus características (sector,
proporciones, implantación…), del cual debe tomar plena conciencia y asumir sus
responsabilidades, tomando las medidas oportunas para minimizarlo o compensarlo en el caso de
tratarse de un impacto negativo.

En este sentido, como ya avanzábamos, el impacto medioambiental de la actividad industrial es


especialmente relevante, y su compensación está en muchos casos estipulada por regulaciones y
disposiciones legales. En la Unión Europea, la responsabilidad ambiental empresarial está regulada
por la Directiva 2004/35/CE, aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa el 21 de
abril de 2004, y recogida en la legislación española por la Ley 26/2007 con fecha de 23 de octubre.
Esta ley española de 2007, posteriormente desarrollada en el Real Decreto 2090/2008 estipula,
entre otras, las medidas que las compañías deben adoptar para proteger y reparar los daños
medioambientales causados con su actividad, y concreta los objetos de protección en:

 Aguas

 Suelo

 Riberas

 Especies de flora y fauna silvestres

 Hábitats

A simple vista, podría parecer que la responsabilidad ambiental empresarial limita en cierto sentido
la libre actividad y el desarrollo empresarial, pero lo cierto es que, además de responder a una
necesidad real, también ofrece grandes oportunidades a las compañías, las cuales pueden obtener
importantes beneficios tratando con el máximo rigor y seriedad los asuntos concernientes a su
responsabilidad medioambiental. Entre otros, podríamos citar los siguientes:

 La reducción de los costes ambientales a menudo también conlleva una reducción de costes
económicos: la optimización de los procesos, las actividades y los recursos empleados exigida por
la RAE también redunda en beneficio de la reducción de sus costes económicos.

 Abre las puertas a certificaciones de calidad y responsabilidad ambiental, permitiendo el acceso a


mercados más exigentes y sensibles ante la cuestión medioambiental.

 Incrementa la confianza en las compañías y mejora su imagen ante el público.

 Permite a las empresas acceder a planes de desarrollo, líneas y productos de crédito o


subvenciones para la implementación de sistemas y técnicas de optimización que, de otro modo,
tendrían vetados.

Tiempo atrás existía una mentalidad empresarial que relacionaba a la prevención del deterioro medio
ambiental con pérdidas económicas. Y si bien este cuidado supone algunos costos, hay varias ayudas
destinadas a cubrirlas. A pesar de esto, por el respeto que el medio ambiente nos merece e incluso
por las nuevas legislaciones más comprometidas con él, no se puede tener más esa percepción. Al
contrario, debe existir una conciencia empresarial amigable con el entorno.

Es por ello que acompañando la capacitación empresarial, las personas de negocios deben
involucrarse en los temas ecológicos y ambientales. Por ejemplo, deben tener nociones e
información acerca de los siguientes temas:

 Normas de calidad medioambiental


 Contaminación que puedan causar. Acá se tendrá en cuenta cualquier tipo de impurezas, materia o
influencias físicas (ruido, radiación de cualquier tipo) en un determinado medio y en niveles más
altos de lo normal que puede ocasionar daño en el ecosistema biológico.
 Contaminantes
 Vertidos. Esto representa un tema crucial para varias empresas que, haciendo caso omiso a todo
tipo de respeto para con el medio ambiente, tiran desperdicios líquidos, sólidos o gaseosos al medio
ambiente.
 Residuos y sus distintos tipos de tratamientos o reciclajes
 Energías Renovables

Así, estos nuevos empresarios podrán aplicar estos principios e información a sus respectivos
negocios siendo respetuosos del entorno medioambiental. Una combinación que se va fortaleciendo
y asentando en tiempos donde el medio ambiente deja notar sus problemas y enfermedades.
Empresa socialmente responsable
Ser una Empresa Socialmente Responsable “ESR” es aquella que fundamente su visión y
compromiso en políticas, programas, toma de decisiones y acciones que benefician a su negocio y
que inciden positivamente en la gente, el medio ambiente y las comunidades en que operan, más
allá de sus obligaciones, atendiendo sus expectativas.

¿Qué es ser una empresa socialmente responsable?


Una Empresa Socialmente Responsable es la que cumple con un conjunto de normas y principios
referentes a la realidad social, económica y ambiental que se basa en valores, que le ayudan a ser
más productiva. Una Empresa Socialmente Responsable establece como principales estándares en
su cultura organizacional, la ética, la moral, y todo lo que se refiere a valores.

La Responsabilidad Social Empresarial, responde a principios empresariales fundamentales, los


cuales hacen que con el conocimiento de los mismos y su profundización conlleven a su
implementación exitosa.

Estas directrices de la Empresa Socialmente Responsable como base de acción pueden ser:

 Respeto a la dignidad de la persona.


 Contribución al bien común.
 Confianza
 Ética en los negocios.
 Honestidad y legalidad.
 Justicia y equidad.
Conveniencia de ser una Empresa Socialmente Responsable.
La Responsabilidad Social Empresarial representa hoy en día, un valor agregado y una ventaja
competitiva, en tanto que mañana será un requisito. La responsabilidad social de la empresa es una
combinación de aspectos legales, éticos, morales y ambientales, y es una decisión voluntaria, no
impuesta, aunque exista cierta normatividad frente al tema.

Ser socialmente responsable resulta ser buen negocio


Ser una empresa socialmente responsable es buen negocio, o por lo menos así parece, puesto que no
existen datos específicos sobre si las empresas públicas que están en índices de responsabilidad
social tienen mejores resultados.

Rubén Perera, director de promoción de la BMV, destacó que se nota que las emisoras sustentables
han crecido de mejor manera que el IPC, lo que tiene que ver mucho con los resultados que entregan
a sus accionistas.

“Las empresas sustentables tiene mayor operatividad, creemos que ser socialmente responsable sí
paga, es redituable. Aquí está la élite de las empresas, pero esas prácticas les reditúa una mayor
visibilidad”, destacó el directivo de la Bolsa mexicana.

También el directivo destacó que existen inversionistas que invierten a través de índices y tracks
únicamente en empresas con características de responsabilidad social a través del mundo.

El primer índice de sustentabilidad en el mundo nació en 1999, fue el Dow Jones Sustainability, en
el que se incluyeron empresas con gran desempeño ambiental y social. Un año después se lanzó el
FTSE4Good de la Bolsa inglesa y de ahí nacieron otras iniciativas en el sentido social.
En el mercado brasileño se lanzó el ISE de la Bovespa, mientras que en diciembre del 2011 se
lanzó en la Bolsa Mexicana de Valores el IPC Sustentable. Para pertenecer a ese índice, los
parámetros se basan en tres pilares: medio ambiente, gobierno corporativo y responsabilidad social.

En México, entre las empresas que están en el IPC Sustentable están Banorte, Aeroméxico,
América Móvil, Alfa, Alsea, entre otras.

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