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La Responsabilidad Social Empresarial (RSE), es el resultado del compromiso por parte de las
empresas para respetar el medio ambiente y fomentar prácticas de desarrollo sostenible.
Un factor decisivo para la toma de iniciativas por parte de las compañías es la presión social, cada
vez más concienciada con el impacto medioambiental negativo
La RSE es un instrumento perfecto para impulsar el avance social, por el que las empresas que
quieran realmente ser competitivas, deberán adoptar la excelencia tanto en lo que respecta a sus
empleados como en lo concerniente al medio ambiente y al entorno.
Ser socialmente responsable no significa cumplir plenamente las obligaciones jurídicas, sino también ir más
allá de su cumplimiento invirtiendo “más” en el capital humano, el entorno y las relaciones con sus
interlocutores
Va más allá del cumplimiento de las leyes y las normas, dando por supuesto su respeto y su estricto
cumplimiento. En este sentido, la legislación laboral y las normativas relacionadas con el medio
ambiente son el punto de partida con la responsabilidad ambiental.
Un año después, en 1988, se alertaba a la población mundial sobre los peligros reales del
calentamiento global. La Organización Meteorológica Mundial y Naciones Unidas para el Medio
Ambiente crearon una asociación internacional sobre el cambio climático, a través de la cual se
pedía a la comunidad internacional que adoptara las medidas necesarias para evitar o minimizar
los efectos del sobrecalentamiento.
Todos estos datos recordatorios sirven para demostrar que en las últimas décadas muchas empresas
y multinacionales se han sumado al sostenimiento medioambiental, desde finales de los años 90
existe una red empresarial comprometida con el desarrollo sostenible compuesta por más de 160
multinacionales que consideran que la RSE es vital para avanzar hacia un futuro sostenible.
Cuando hablamos de responsabilidad social empresarial, nos estamos refiriendo al hecho de que
las empresas tienen que asumir las consecuencias de sus actividades, que no siempre son del
mismo tipo, sino que dependen tanto de los factores que supongan dichas actividades como de a
quién o a quiénes perjudiquen.
2. Ecover – Bélgica:
5. Dorf-Installateur – Austria:
Desde hace algunos años, además, la responsabilidad medioambiental cuenta con regulaciones
legales objetivas y claramente definidas en varios reglamentos y disposiciones, tanto estatales
como internacionales, que sin duda todo gestor de operaciones debe conocer.
Aguas
Suelo
Riberas
Hábitats
A simple vista, podría parecer que la responsabilidad ambiental empresarial limita en cierto sentido
la libre actividad y el desarrollo empresarial, pero lo cierto es que, además de responder a una
necesidad real, también ofrece grandes oportunidades a las compañías, las cuales pueden obtener
importantes beneficios tratando con el máximo rigor y seriedad los asuntos concernientes a su
responsabilidad medioambiental. Entre otros, podríamos citar los siguientes:
La reducción de los costes ambientales a menudo también conlleva una reducción de costes
económicos: la optimización de los procesos, las actividades y los recursos empleados exigida por
la RAE también redunda en beneficio de la reducción de sus costes económicos.
Tiempo atrás existía una mentalidad empresarial que relacionaba a la prevención del deterioro medio
ambiental con pérdidas económicas. Y si bien este cuidado supone algunos costos, hay varias ayudas
destinadas a cubrirlas. A pesar de esto, por el respeto que el medio ambiente nos merece e incluso
por las nuevas legislaciones más comprometidas con él, no se puede tener más esa percepción. Al
contrario, debe existir una conciencia empresarial amigable con el entorno.
Es por ello que acompañando la capacitación empresarial, las personas de negocios deben
involucrarse en los temas ecológicos y ambientales. Por ejemplo, deben tener nociones e
información acerca de los siguientes temas:
Así, estos nuevos empresarios podrán aplicar estos principios e información a sus respectivos
negocios siendo respetuosos del entorno medioambiental. Una combinación que se va fortaleciendo
y asentando en tiempos donde el medio ambiente deja notar sus problemas y enfermedades.
Empresa socialmente responsable
Ser una Empresa Socialmente Responsable “ESR” es aquella que fundamente su visión y
compromiso en políticas, programas, toma de decisiones y acciones que benefician a su negocio y
que inciden positivamente en la gente, el medio ambiente y las comunidades en que operan, más
allá de sus obligaciones, atendiendo sus expectativas.
Estas directrices de la Empresa Socialmente Responsable como base de acción pueden ser:
Rubén Perera, director de promoción de la BMV, destacó que se nota que las emisoras sustentables
han crecido de mejor manera que el IPC, lo que tiene que ver mucho con los resultados que entregan
a sus accionistas.
“Las empresas sustentables tiene mayor operatividad, creemos que ser socialmente responsable sí
paga, es redituable. Aquí está la élite de las empresas, pero esas prácticas les reditúa una mayor
visibilidad”, destacó el directivo de la Bolsa mexicana.
También el directivo destacó que existen inversionistas que invierten a través de índices y tracks
únicamente en empresas con características de responsabilidad social a través del mundo.
El primer índice de sustentabilidad en el mundo nació en 1999, fue el Dow Jones Sustainability, en
el que se incluyeron empresas con gran desempeño ambiental y social. Un año después se lanzó el
FTSE4Good de la Bolsa inglesa y de ahí nacieron otras iniciativas en el sentido social.
En el mercado brasileño se lanzó el ISE de la Bovespa, mientras que en diciembre del 2011 se
lanzó en la Bolsa Mexicana de Valores el IPC Sustentable. Para pertenecer a ese índice, los
parámetros se basan en tres pilares: medio ambiente, gobierno corporativo y responsabilidad social.
En México, entre las empresas que están en el IPC Sustentable están Banorte, Aeroméxico,
América Móvil, Alfa, Alsea, entre otras.