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l pequeño y reciente volumen Dada la estructura de la obra, no I-II: el Satyricon de Petronio, Las
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no. Considerada por muchos co- La relación de tolerancia, o has- también la idea base: es decir, la
mo dudosa, Ilaria Ramelli la confir- ta de benevolencia del poder impe- oposición, que las persecuciones
ma como histórica con nuevos ar- rial romano hacia los primeros cris- demuestran sin lugar a duda, entre
gumentos añadidos a los ya aduci- tianos –por lo menos hasta el giro quien administraba el poder roma-
dos por Marta Sordi y Carsten autoritario neroniano del 62 y el no y los cristianos, no fue la conse-
Thiede, y en particular basándose comienzo de las persecuciones cuencia, por lo menos en sus raíces
en un fragmento del filósofo neo- tras el incendio de Roma del 19 de más profundas, de un enfrenta-
platónico Porfirio (233-305), que, julio del 64 (persecución que, como miento político o de una lucha de
desde luego, no puede ser sospe- nos cuentan Tácito, Annales XV, clases, como afirma un prejuicio
choso de intenciones apologéticas, 44, y Clemente Romano, Epístola que sigue muy difundido; tuvo, en
como Tertuliano. Porfirio, al re- a los Corintios V, 3-7 – VI, 1, fue cambio, causas diversas, causas li-
chazar la resurrección de Jesús, alimentada por la envidia y la de- gadas por lo general a la esfera reli-
afirma que, si hubiera resucitado nuncia de cristianos)–, descrito por giosa. Precisamente los documen-
de verdad, no habría debido apare- Ilaria Ramelli en la segunda sec- tos históricos demuestran que la ac-
cérseles a personas oscuras (como titud de los cristianos de los prime-
los apóstoles), sino «a muchos ros siglos hacia el poder imperial
hombres contemporáneos y dig- estuvo siempre caracterizada, des-
nos de fe, y sobre todo al Senado y de el principio, por la lealtad y el
al pueblo de Roma, para que estos, respeto de su autoridad. Es, pues,
asombrados por sus prodigios, no históricamente erróneo ver en el
pudieran, con un senadoconsulto imperio romano una encarnación
unánime, emitir sentencia de especialmente maligna del poder y
muerte, bajo acusación de impie- el enemigo de la Iglesia; todo lo
dad, contra quienes le obedecían». contrario –añadimos nosotros–, es
La legislación anticristiana de precisamente el imperio romano,
Roma fue debida al Senado, pero como sugiere la interpretación que
Tiberio no dio curso a las acusa-
ciones; de modo que hasta el 62
los cristianos no fueron condena-
dos por ninguna autoridad roma-
na como tales. La actitud de tole-
rancia del ambiente de la corte im-
perial hacia los cristianos está
atestiguada también por la corres- Arriba,
pondencia entre san Pablo y Sé- san Juan
neca, que ha llegado hasta noso- Crisóstomo
tros siguiendo un camino distinto (h. 344-407);
al del corpus paulino. Prematura- a la derecha,
mente arrinconada como apócrifa el Coliseo
en la vulgata de la crítica moder-
na, aquí es revalorada con la ayu-
da de nuevas y abundantes consi-
deraciones filológicas y léxicas es-
pecialmente convincentes, como
probablemente auténtica, por lo
menos en la mayor parte de las
cartas (o mejor, breves notas) que ción, nos lleva necesariamente al tí- dio Juan Crisóstomo (IV homilía,
nos han llegado, que llevan la fe- tulo de su volumen. En él, en efec- Sobre la II Carta a los Tesaloni-
cha de los años 58 y 59. Son los to, la autora retoma al pie de la le- censes, PG 62, 485) a las palabras
años en los que (si se acepta la cro- tra el de una obra fundamental de de san Pablo, lo que parece interpo-
nología alta) Pablo acababa de lle- su maestra, Marta Sordi, que fue nerse como obstáculo al verdadero
gar a Roma para someterse al jui- durante más de veinte años titular enemigo de la Iglesia, el anticristo:
cio del emperador; en espera del de Historia Antigua en la Universi- «Y ahora sabed lo que impide su
proceso, gozaba de una custodia dad Católica del Sagrado Corazón manifestación [del anticristo], que
militar benévola y era libre de pre- de Milán (I cristiani e l’impero ro- vendrá en su hora. El misterio de la
dicar, difundiendo el cristianismo mano, publicada en 1984, que si- iniquidad ya se está llevando a cabo;
incluso en el pretorio («en todo el gue, sintetiza y actualiza el anterior pero es necesario que se quite de en
pretorio y en todas partes se sabe volumen Il cristianesimo e Roma, medio a quien lo está reteniendo»
que estoy preso por Cristo», Fil 1, editado en 1965). De su maestra (2Ts 2, 6-7). Aquello o aquel que re-
13) y en la corte imperial («os salu- Ilaria Ramelli sigue, mediante el tiene el misterio de la iniquidad, se-
dan todos los santos, sobre todo método de la criba rigurosa, analíti- gún san Juan Crisóstomo, es el po-
los de la casa de César», Fil 4, 22). ca y atenta de las fuentes históricas, der imperial de Roma. q
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