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EL BOOM LATINOAMÉRICANO, LATINOAMERICA EN PRIMER LUGAR

“ANDÁBAMOS SIN BUSCARNOS, PERO SABIENDO QUE ANDÁBAMOS PARA ENCONTRARNOS.”


(CORTÁZAR)

“El lenguaje se vuelve paisaje, a su vez, es una invención, la metáfora de una nación o de un individuo.” Octavio

Paz sin duda, el Boom Latinoamericano es uno de los grandes fenómenos que dan veracidad a las palabras del

escritor mexicano. Como movimiento literario y manifestación artística, el Boom, que nació alrededor de la

década de 1960 y se extendió por la década de 1970, mostró al mundo el potencial que América Latina tenía

para dar. Así, los pueblos latinoamericanos encontraron en las obras del Boom un reflejo de sus propias

vivencias y experiencias, narradas bajo el ala del Realismo Mágico y del elemento fantástico en la Nueva

Novela y la Poesía. Nombres como Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, José

Donoso y Mario Vargas Llosa figuran en aquella generación de escritores que transformaron no sólo los modos

de escritura, sino también, la forma de concebir y difundir los numerosos problemas sociales que aquejaban al

continente.

Desde la segunda mitad del siglo XX, los países latinoamericanos enfrentaron diversas circunstancias históricas

que en gran medida, resultaron en un tenso clima político y social. En primer lugar, como consecuencia del fin

de la Segunda Guerra Mundial y el inicio de la Guerra Fría, los conflictos internos de las naciones

latinoamericanas empezaron a leerse en clave de la política internacional. Y en segundo lugar, este tenso clima

sociopolítico también se debió a la maduración interna de ciertos conflictos en cada país del continente.

Es en este contexto de agitación social donde se insertan las obras de los autores del Boom. Así, en Cien Años

de Soledad García Márquez refiere uno de los episodios más destacados en la historia colombiana, la Masacre

de las Bananeras (1928): “La huelga grande estalló. Los cultivos se quedaron a medias, la fruta se pasó en las

cepas y los trenes de ciento veinte vagones se pararon en los ramales. (…) Varias voces gritaron al mismo

tiempo – ¡Tírense al suelo! ¡Tírense al suelo! – Ya los de las primeras líneas lo habían hecho, barridos por las

ráfagas de metralla. Los sobrevivientes, en vez de tirarse al suelo, trataron de volver a la plazoleta, y el pánico

dio entonces un coletazo de dragón, y los mandó en una oleada compacta contra la otra oleada compacta que

se movía en sentido contrario, despedida por el otro coletazo de dragón de la calle opuesta, donde también las

ametralladoras disparaban sin tregua.” Por otra parte, Vargas Llosa en La Ciudad y los Perros muestra cómo la

disciplina militar del Colegio Leoncio Prado exalta diversos valores negativos que terminan promoviendo la

violencia, contexto en el que los personajes terminan en la encrucijada entre caer en el juego promovido, o por

el contrario, cultivar la fortaleza suficiente para superar los obstáculos presentes en su historia. De otro lado, la

sumisión de la joven y bella Aura hacia su anciana tía Consuelo es una alegoría a la vigencia y permanencia de
múltiples estructuras sociales y políticas, frente a deseos de renovación y de cambio; alegoría narrada en una

de las mejores expresiones del Realismo Mágico de Carlos Fuentes.

De este modo, el Boom fue el punto de encuentro entre pasado y presente, entre Historia y Literatura. Configuró

críticas y demandas sociales junto a los anhelos y dudas del alma humana en grandes obras artísticas,

inmortalizando letras que contribuyeron a generar la identidad de un continente. Las preocupaciones de tipo

social se expresan a nivel personal, dando lugar a analogías y alegorías, ricos espejos de las realidades sociales

latinoamericanas. Fue un movimiento de tal magnitud, que agrupó en su seno a diversas manifestaciones

literarias dentro de sí. De esta forma, cabe aclarar que el Realismo Mágico fue sólo una, aunque según parece

la más potente, de todas las expresiones literarias que se manifestaron dentro del Boom, que no obstante,

conservó en su esencia temas recurrentes como la búsqueda de identidad, la Historia, las configuraciones

sociopolíticas y los cuestionamientos humanos.

Pese a lo que puede inducir a pensar su nombre, el Boom no surgió de la nada. Aunque significó un momento

de ruptura en la Historia Literaria del continente y del mundo, los antecedentes del movimiento son también

importantes, en la medida en que prepararon el camino para esta generación de escritores. Entendiéndolo así,

tanto Borges como Carpentier y César Vallejo comenzaron a estructurar el camino por el que más tarde

transitarían los escritores del Boom. Finalmente, vale la pena comentar que la difusión que tuvo la Literatura

Latinoamericana de la época no hubiese sido posible sin la colaboración de Emir Rodríguez, editor de la

revista Nuevo Mundo en Europa. De esta manera, a través de dicha revista los latinoamericanos pudieron

abrirse un espacio en España y Europa, a la vez que la influencia norteamericana sobre el continente permitía

que los elementos culturales latinos se manifestaran también en la América del Norte. Con el Boom,

Latinoamérica, literariamente definida, le gritó al mundo las circunstancias que vivía y un reflejo de su historia,

al tiempo que le mostraba a éste que la denominación de “Tercer Mundo” sólo le cabía al ámbito económico,

pues pertenecía al primero en el mundo de las letras.

Los escritores del boom imaginaron Latinoamérica para contarnos su historia, sus lados oscuros pero, también,

toda la brillantez, toda la vitalidad y toda la energía de un continente en el que se creaba sin libertad y se vivía

bajo la opresión de los enemigos internos y la de la metrópoli estadounidense que ejercía de vigía de sus

intereses. Un siglo entero, cien años, contados a través de una fórmula en la que, por cuestiones estéticas pero

también éticas, se reivindicó una voz propia, se reivindicó la identidad y la cultura autóctona y la fusión del cruce

de varias culturas pariendo algo llamado ‘realismo mágico’, una forma de narrar que era completamente nueva.

Cabe resaltar que durante este auge hubieron dichosos libros de escritores como Carlos Fuentes o Cesar

Vallejo, nombraremos los mas resaltantes como; “la ciudad y los perros” escrito por Cesar Vallejo, el resumen
data de esta manera; el problema de afrontar una novela de Vargas Llosa es no dejarse llevar por tu posición

ideológica. El fenómeno es extraño: los izquierdistas de nuevo cuño rechazan cualquier cosa firmada por el

escritor peruano y los derechistas se remueven incómodos ante unas novelas que se alejan bastante de las

posiciones ‘liberales’ que el premio Nobel suele verter en sus artículos de opinión. Vargas Llosa, el tipo de la

vida agitada que intentó ser Presidente de Perú para enfrentarse al rojeras de Alan García y acabó palmando

contra Alberto Fujimori, le puso un ojo a la virulé a García Márquez –entonces su mejor amigo- por razones que

ninguno de los dos aclaró nunca satisfactoriamente y que tiene ahora una presencia inusitada en las páginas

de las revistas del corazón por ser la pareja de Isabel Preysler es, también, uno de los mejores escritores de la

historia. En cualquier idioma. ‘La ciudad y los perros’ es su primera novela publicada y es un relato que gira

alrededor de su paso por el Colegio Militar Leoncio Prado durante su adolescencia. Un relato que cuestiona a

la autoridad militar –algo peligroso en Latinoamérica durante aquellos años- y que se pregunta por la capacidad

de ésta para crear monstruos. Una novela coral que retrata muy bien la tensión dentro de la institución y que

gira en torno al asesinato de uno de los cadetes (Esclavo) a manos de otro (Jaguar) y que refleja a la perfección

cómo se estratifica una sociedad bajo mando militar.

Otro libro que seguro les ha de encantar es “Rayuela” escrita por Julio Cortázar, muy conocida en verdad, el

escritor argentino nació en Bruselas, durante la I Guerra Mundial, el mismo día que los alemanes invadían el

país. Sus padres, diplomáticos, consiguieron llegar a Suiza y, desde ahí, vuelven a Argentina donde residiría

Cortazar hasta los años 50 en los que se convierte en un exiliado primero de sí mismo residiendo en países

diferentes como España o Francia y luego de la dictadura militar argentina que le llevaría a establecerse en

Francia donde le llegaría la muerte en 1984. Es conocido por su periplo vital incansable, por ser el primer escritor

que defendió la causa sandinista en Nicaragua pero, sobre todo, por ser uno de los escritores más perspicaces,

interesantes e innovadores del siglo XX y uno de los primeros en llevar las técnicas narrativas de la vanguardia

a novelas que alcanzaban a grandes públicos.

El autor ofrece cuatro vías de lectura diferentes que arrojan resultados de comprensión diferentes y, a la vez,

iguales. Un juego de fuerzas literarias, estratagemas que persiguen la sublimación de la belleza, la reflexión

sobre el propio lenguaje y la captura de cientos de momentos emocionantes que transcurren sin casi solución

de continuidad entre París y Buenos Aires. ‘Rayuela’ es una obra a medio camino entre la improvisación

jazzística y la creación literaria de vanguardia que ha influido no solo en la historia de la literatura si no, también,

en la del cine.
Concluimos que dentro del boom latinoamericano El estilo literario de estos escritores permite dejar atrás las

reglas estrictas de la literatura, desarrollando la originalidad y creatividad, dando un nuevo aire a la escritura

con características especiales que encantan, catapultando las obras a exigentes lectores en todo el mundo. Por

ello trascendieron en la literatura.

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