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Residuos sólidos en VZLA, Reciclaje

impulsado por redes sociales ¿Una solución


a nuestro alcance?
02 de agosto de 2017 - Ética Ciudadana

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Una bomba de tiempo que en cualquier momento puede detonar en las narices
de quienes ejecutan una incorrecta gestión en el manejo de los residuos
sólidos y en quienes practican patrones irresponsables de consumo.

Todo esto empieza en la cotidianidad cívica, las actividades que desarrolla el


hombre para cubrir sus necesidades básicas, son la desembocadura de la
producción constante de grandes volúmenes de residuos sólidos. ¿El problema
que causa más ruido? La eliminación de los mismos.

Para nadie es un secreto, que la presencia de la basura “coloquialmente


hablando”, causa malestar entre los pobladores de un territorio, sumándole la
cantidad de vertederos colapsados, la falta de educación ambiental y la
deficiencia de políticas públicas, todo esto se convierte en una problemática
que va a parar a los cauces de los ríos, montañas, océanos y muchas veces en
la vía publica.

En Venezuela, uno de los componentes que ha manifestado poco desarrollo,


es la planificación en la gestión integral de residuos sólidos. Día a día se
evidencia, que los esfuerzos realizados por entes gubernamentales se han
encaminado simplemente a la prestación del servicio de aseo, exclusivamente
a la recolección, transporte y disposición final, en la mayoría de los casos sin
los controles ambientales necesarios previos, ni posteriores, para el tratamiento
de los mismos.

El país ha rebasado su capacidad


operativa para el manejo de la basura,
aspecto que se manifiesta en la
considerable cantidad de botaderos
existentes en todo el territorio nacional.
¡Te lo contamos con cifras!
Para el año 2009, un estudio revelado por parte del profesor Carlos Bustos de
la Universidad de los Andes (Mérida – Venezuela), dio a conocer el contraste
en la producción per cápita de residuos sólidos en Venezuela con otros países
de Latinoamérica.

En Argentina para dicho año, se producía: 0.82 kg de residuos domésticos en


un día por cada habitante de la ciudad; en Colombia 0.69; Perú 0.53; Ecuador
0.69; en Bolivia 0.40 y en Venezuela 0.89.

Es evidente que Venezuela es el país que genera mayor cantidad de


desechos domésticos (0,89 kg/habitante/día), el segundo lugar lo
ocupa Argentina (0,82 kg/habitante/día), por último, Colombia y
Ecuador se debaten el tercer lugar (para ese entonces).

En lo referente a la generación per cápita por ciudades de algunos países


Latinoamericanos, la escala va en orden descendiente (de quien genera más, a
quien genera menos), se encuentra Sao Paulo -Brasil con 1.99; Buenos Aires
– Argentina 1.16; Caracas -Venezuela 1.10; Montevideo -Uruguay 1.23; Quito -
Ecuador 0.72; Bogotá -Colombia 0.72; y Lima -Perú 0.70.

Acá es importante rescatar el hecho de que Sao Paulo, posee una población
mucho mayor que Caracas, y que la capital Venezolana representa el 55% de
producción per cápita con respecto a Sao Paulo. Ahora en relación a la ciudad
de Quito (población similar a la ciudad de Caracas para el año 2009), deja ver
que en la ciudad caraqueña se está generando un 50% más de basura por
persona.

En pocas palabras, para ese entonces Caracas era una de las ciudades
de Suramérica que generaba mayor desecho per cápita por día. No existen
estudios actuales que demuestren que han disminuido las cifras, tampoco
aumentado, solo resta decir, que la gestión en el manejo de los residuos
sólidos no ha manifestado mayor importancia en el país.

Y bueno, al parecer muchos países


Latinoamericanos tampoco escapan de esta
realidad.
¡Pero no todo está perdido!

Si los entes gubernamentales ponen cuesta arriba el camino hacia el


desarrollo, la sociedad civil debe tomar las riendas del asunto.

Pero, ¿Cómo? ¡Reciclando!


Muchas organizaciones sin fines de lucro se dedican a la recolección de
materiales reciclables, como también algunas empresas privadas, es decir,
simplemente debemos aprender la tarea de separar nuestros residuos sólidos
en casa y llevarlos a dichos recintos estratégicos.

Un punto a favor de la sociedad actual, es el uso de la tecnología, las redes


sociales ejercen gran influencia sobre el estilo de vida de las personas, ¿por
qué no usarlas para difundir mensajes de educación ambiental?

Si muchos se sumaran a esta causa, se estaría promoviendo una pequeña


solución que lograría a mediano/largo plazo cambiar la conducta social, y
pensar en patrones razonables de consumo.

Apostar a la educación social en temas ambientales,


es a su vez apostar al desarrollo de la sociedad.
La gestión de éstos mediante su reducción, reciclaje, reuso, reprocesamiento,
transformación y vertido debe convertirse en una prioridad para nuestra
sociedad.

Datos tomados de la publicación “La problemática de los desechos sólidos” del


Profesor Carlos Bustos de la Universidad de Los Andes.

@Guerflor

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