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¿Qué es el bautismo?

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La respuesta que da la Biblia


El bautismo implica que una persona sea sumergida en agua y que salga de nuevo. * Eso
explica por qué se bautizó Jesús en un río de tamaño considerable (Mateo 3:13, 16). De la
misma manera, un etíope pidió que se le bautizara cuando se acercaba a una “masa de agua”
(Hechos 8:36-40).

El significado del bautismo


En la Biblia se compara el bautismo a un entierro (Romanos 6:4;Colosenses 2:12).
El bautismo simboliza la muerte de nuestra manera de vivir anterior y el comienzo de una
nueva vida como cristianos dedicados a Dios. Tanto el bautismo como los pasos que hay que
dar antes de bautizarse son el medio que Dios nos ha dado para que podamos tener una
conciencia limpia basada en nuestra fe en el sacrificio de Jesucristo (1 Pedro 3:21). Además,
Jesús enseñó que sus seguidores deben bautizarse (Mateo 28:19, 20).

¿Limpia el bautismo en agua los pecados?


No. La Biblia enseña que solo la sangre derramada de Jesús puede limpiar
nuestros pecados (Romanos 5:8, 9; 1 Juan 1:7). Pero si queremos obtener los beneficios de
su sacrificio, debemos tener fe en Jesús, cambiar nuestra manera de vivir para seguir sus
enseñanzas y bautizarnos (Hechos 2:38; 3:19).

¿Enseña la Biblia que se debe bautizar a los bebés?


No. En la Biblia no aparece la idea del bautismo de bebés. Algunas religiones realizan una
ceremonia en la que se “bautiza” a los bebés, salpicándoles o derramándoles agua en la
cabeza, y se les pone nombre. Pero el bautismo cristiano es para los que tienen la edad
suficiente para entender “las buenas nuevas del reino de Dios” y creer en lo que aprenden
(Hechos 8:12). Estas personas deben escuchar la palabra de Dios, aceptarla y arrepentirse,
cosas que un bebé no puede hacer (Hechos 2:22, 38, 41).
Además, la Biblia muestra que Dios ve a los hijos pequeños de los cristianos como personas
santas, o limpias, gracias a que sus padres son fieles a Dios (1 Corintios 7:14). Si el bautismo
de bebés fuera válido, esos niños no necesitarían beneficiarse del mérito de otra persona. *

Conceptos erróneos sobre el bautismo cristiano


Lo que algunos creen: El bautismo se puede llevar a cabo salpicando o derramando agua
sobre una persona en vez de realizar una inmersión completa.
La verdad: En todos los bautismos que se mencionan en la Biblia hubo inmersión. Por
ejemplo, las Escrituras explican que, cuando el discípulo Felipe bautizó al etíope, los dos
“bajaron al agua” y después salieron de ella (Hechos 8:36-39).*

Lo que algunos creen: La Biblia da a entender que, cuando se bautizaron familias enteras,
también se incluyó a los bebés. Por ejemplo, al hablar de un carcelero de Filipos, se dice:
“Todos, él y los suyos, fueron bautizados” (Hechos 16:31-34).
La verdad: El relato de la conversión del carcelero muestra que los que se bautizaron
entendieron “la palabra de Jehová” y se regocijaron mucho (Hechos 16:32, 34). Estos hechos
indican que, si había bebés en la casa del carcelero cuando la familia se bautizó, a ellos no se
les incluyó en el bautismo, porque no podían entender la palabra de Jehová.
Lo que algunos creen: Cuando Jesús dijo que el Reino pertenece a los niñitos, estaba
enseñando que hay que bautizar a los bebés (Mateo 19:13-15; Marcos 10:13-16).
La verdad: Jesús no estaba hablando del bautismo cuando dijo estas palabras. En realidad,
estaba mostrando que para entrar en el Reino de Dios es necesario ser como niños, es decir,
ser humildes y estar dispuestos a aprender (Mateo 18:4; Lucas 18:16, 17).

¿Qué significa la expresión “nacer de


nuevo”?
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La respuesta que da la Biblia


Esta expresión se refiere al nuevo vínculo que se establece entre Dios y la persona que vuelve
a nacer (Juan 3:3, 7). Dios adopta a los que nacen de nuevo como a sus hijos (Romanos 8:15,
16; Gálatas 4:5;1 Juan 3:1). Su situación es parecida a la de quienes han sido legalmente
adoptados, pues cambian de estado y llegan a formar parte de la familia de Dios (2 Corintios
6:18).

¿Por qué es necesario que una persona nazca de nuevo?


Jesús dijo: “A menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). Así
que “nacer de nuevo” prepara a una persona para ser rey con Cristo en el Reino de Dios, que
gobierna desde el cielo. Por eso, la Biblia presenta el “nuevo nacimiento” como la oportunidad
de recibir una herencia que “está reservada en los cielos” (1 Pedro 1:3, 4). A los que nacen de
nuevo, Dios les asegura que serán reyes y gobernarán con Jesús (2 Timoteo 2:12; 2 Corintios
1:21, 22).

¿Cómo se nace de nuevo?


Cuando Jesús habló del tema, dijo que estas personas nacerían “del agua y del espíritu” (Juan
3:5). Esta expresión se refiere al bautismo en agua, seguido del bautismo con espíritu santo
(Hechos 1:5; 2:1-4).
Jesús fue la primera persona que nació de nuevo. Fue bautizado en el río Jordán, y después
Dios lo ungió o bautizó con espíritu santo. Entonces, Jesús volvió a nacer como su hijo
espiritual, con la esperanza de vivir otra vez en el cielo (Marcos 1:9-11). Dios hizo realidad esa
esperanza cuando lo resucitó como ser espiritual (Hechos 13:33).
Otras personas que nacen de nuevo también son bautizadas en agua antes de recibir el
espíritu santo (Hechos 2:38, 41).* Al recibirlo, tienen la firme esperanza de que vivirán en el
cielo cuando Dios los resucite (1 Corintios 15:42-49).
Conceptos erróneos sobre la idea de nacer de nuevo
Lo que algunos creen: Una persona tiene que nacer de nuevo para obtener la salvación o
para ser cristiano.
La verdad: El sacrificio de Cristo hace posible la salvación no solo para los que nacen de
nuevo y reinarán con él en el cielo, sino también para los que vivirán en la Tierra bajo el Reino
de Dios (1 Juan 2:1, 2; Revelación [Apocalipsis] 5:9, 10). Ese segundo grupo de cristianos
tiene la oportunidad de vivir para siempre en la Tierra hecha un paraíso (Salmo 37:29; Mateo
6:9, 10; Revelación 21:1-5).
Lo que algunos creen: Cada persona puede decidir si nacerá de nuevo.
La verdad: Todos tenemos la oportunidad de ser amigos de Dios y obtener la
salvación (1 Timoteo 2:3, 4; Santiago 4:8). Sin embargo, es Dios quien escoge a los que
nacerán de nuevo, o serán ungidos con espíritu santo. Según la Biblia, nacer otra vez
“no depende del que desea ni del que corre [es decir, del que se esfuerza], sino de Dios”
(Romanos 9:16). La expresión “nacer de nuevo” también se puede traducir por “ser
engendrado desde arriba”, lo que confirma que es Dios quien los selecciona (Juan 3:3, nota).

El bautismo y nuestra relación con Dios


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 ¿Cómo se realiza el bautismo cristiano?


 ¿Qué pasos debe dar usted para poder bautizarse?
 ¿Cómo se dedica alguien a Dios?
 ¿Cuál es la principal razón para querer bautizarse?

1. ¿Por qué pidió un funcionario de Etiopía ser bautizado?


“¡MIRA! Agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?”, dijo un funcionario de la corte de Etiopía
del siglo primero. Un cristiano llamado Felipe le acababa de demostrar con las Escrituras que
Jesús era el Mesías prometido. Al funcionario le impresionó tanto lo que había aprendido que
pidió ser bautizado (Hechos 8:26-36).
2. ¿Por qué debería pensar seriamente en el bautismo?
2Si ha estudiado con detenimiento los anteriores capítulos de este libro con un testigo de
Jehová, puede que usted también se sienta preparado para preguntar: “¿Qué impide
que yo sea bautizado?”. Ya ha aprendido que la Biblia promete que los seres humanos vivirán
para siempre en el Paraíso (Lucas 23:43; Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4). También conoce
el verdadero estado en que se encuentran los muertos y la esperanza de la resurrección
(Eclesiastés 9:5; Juan 5:28, 29). Probablemente lleva algún tiempo asistiendo a las reuniones
de una congregación de los testigos de Jehová y ha visto que ellos practican la religión
verdadera (Juan 13:35). Y más importante aún, es muy probable que haya comenzado a
cultivar una relación personal con Jehová Dios.

3. a) ¿Qué mandato dio Jesús a sus seguidores? b) ¿Cómo se efectúa el bautismo cristiano?
3¿Cómo puede demostrar que desea servir a Dios? Jesús mandó a sus seguidores:
“Vayan [...] y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos” (Mateo 28:19).
El propio Jesús nos dio el ejemplo, pues él también se bautizó. Pero no lo rociaron con agua
ni derramaron agua sobre su cabeza (Mateo 3:16). El verbo bautizarviene de una palabra
griega que significa “sumergir”. Por lo tanto, el bautismo cristiano se realiza sumergiendo
completamente a la persona en agua.

4. ¿Qué demuestra uno cuando se bautiza?


4Todos los que quieran tener una buena relación con Jehová tienen que bautizarse. Cuando
uno se bautiza, demuestra públicamente que desea servir a Dios y que disfruta haciendo la
voluntad de él (Salmo 40:7, 8). No obstante, para poder bautizarse hay que dar varios pasos.
SE NECESITA CONOCIMIENTO Y FE
5. a) ¿Cuál es el primer paso para poder bautizarse? b) ¿Por qué son importantes las reuniones
cristianas?
5Usted ya ha comenzado a dar el primer paso. ¿Cómo? Adquiriendo conocimiento sobre
Jehová Dios y Jesucristo, probablemente con un curso de estudio de la Biblia (Juan 17:3).
Pero aún puede aprender más. Los cristianos desean que Dios “les llene del conocimiento
exacto de su voluntad” (Colosenses 1:9). Las reuniones de los testigos de Jehová le pueden
ayudar muchísimo en este sentido. Por eso es importante que no se las pierda (Hebreos
10:24, 25). Si asiste a las reuniones regularmente, aumentará su conocimiento de Dios.

Un paso importante para poder bautizarse es adquirir conocimiento exacto de la Palabra de Dios

6. ¿Cuánto debe saber de la Biblia para poder bautizarse?


6Está claro que para poder bautizarse no tiene que aprenderse toda la Biblia. Sin embargo,
recuerde que aunque el funcionario etíope tenía algunos conocimientos, necesitó que lo
ayudaran a entender ciertas partes de las Escrituras (Hechos 8:30, 31). De igual modo, a
usted aún le queda mucho por aprender. De hecho, jamás dejará de aprender cosas acerca
de Dios (Eclesiastés 3:11). No obstante, para poder bautizarse debe conocer y aceptar al
menos las enseñanzas básicas de la Biblia (Hebreos 5:12). Debe saber, por ejemplo, en qué
estado se encuentran los muertos y qué importancia tiene el nombre de Dios y su Reino.

7. Al estudiar la Biblia, ¿qué debería llegar a tener usted?


7Sin embargo, no basta solo con el conocimiento, pues “sin fe es imposible” ser del “agrado
[de Dios]” (Hebreos 11:6). La Biblia cuenta lo que hicieron algunos habitantes de la antigua
ciudad de Corinto: cuando escucharon lo que predicaban los cristianos, “empezaron a creer y
a bautizarse” (Hechos 18:8). Es de esperar que ocurra algo parecido en su caso. Al estudiar la
Biblia, usted debería llegar a tener fe plena en que es la Palabra inspirada de Dios.
También debería llegar a tener fe en que Dios cumplirá sus promesas y en que puede salvarlo
gracias al sacrificio de Jesús (Josué 23:14; Hechos 4:12;2 Timoteo 3:16, 17).

HABLE DE LAS VERDADES DE LA BIBLIA


8. ¿Qué lo impulsará a hablar de lo que ha aprendido?
8
Cuanto más profunda sea su fe, más trabajo le costará callarse lo que ha aprendido
(Jeremías 20:9). Verá cómo se siente impulsado a hablar de Dios y sus propósitos (2 Corintios
4:13).

La fe debería impulsarle a hablar de sus creencias

9, 10. a) ¿A quiénes podría comenzar a hablar de las verdades bíblicas? b) ¿Qué debe hacer si quiere
participar en la predicación que realizan organizadamente los testigos de Jehová?
9 Para empezar, pudiera explicar con tacto algunas verdades bíblicas a sus familiares, amigos,
vecinos y compañeros de trabajo. Con el tiempo, es muy probable que quiera participar en la
predicación que realizan organizadamente los testigos de Jehová. Cuando llegue ese
momento, hable con toda confianza con el Testigo que le está enseñando la Biblia. Si él cree
que usted reúne los requisitos para predicar públicamente, se harán los planes oportunos para
que ustedes dos se reúnan con dos ancianos de la congregación.
10 Así conocerá mejor a algunos ancianos cristianos, los pastores del rebaño de Dios (Hechos

20:28; 1 Pedro 5:2, 3). Ellos se fijarán en si usted comprende las enseñanzas básicas de la
Biblia y cree en ellas, si está viviendo de acuerdo con los principios divinos y si desea
sinceramente ser testigo de Jehová. Si así es, le harán saber que reúne los requisitos para ser
publicador no bautizado de las buenas nuevas, lo que le permitirá predicar públicamente.

11. ¿Qué cambios tal vez tengan que hacer algunas personas antes de poder predicar públicamente?
11Por otra parte, a veces los ancianos observan que la persona debe hacer ciertos cambios en
su vida para poder predicar públicamente. Por ejemplo, tal vez tenga que dejar alguna práctica
que haya mantenido en secreto. Por eso, antes de pedir que se le nombre publicador
no bautizado, es necesario que usted lleve una vida libre de pecados graves, como la
inmoralidad sexual, la borrachera y el consumo de drogas (1 Corintios 6:9, 10; Gálatas 5:19-
21).

ARREPENTIMIENTO Y CONVERSIÓN
12. ¿Por qué es necesario arrepentirse?
12
Para poder bautizarse, usted debe dar más pasos. El apóstol Pedro dijo: “Arrepiéntanse [...]
y vuélvanse para que sean borrados sus pecados” (Hechos 3:19). Cuando alguien se
arrepiente de verdad, lamenta sinceramente lo que ha hecho. Pero no son solo las personas
que han llevado una vida inmoral las que deben mostrar arrepentimiento, sino también las que
han llevado una vida relativamente limpia. ¿Por qué? Porque todos los seres humanos somos
pecadores y necesitamos el perdón de Dios (Romanos 3:23;5:12). Antes de estudiar la Biblia,
usted no sabía cuál era la voluntad de Dios. Por tanto, no podía llevar una vida que estuviera
totalmente de acuerdo con dicha voluntad, ¿no es cierto? Como ve, es necesario arrepentirse.

13. ¿Qué es la conversión?


13Después del arrepentimiento viene la conversión. Cuando usted se convierte, ‘se vuelve’ del
camino que ha seguido. En otras palabras, no solo lamenta lo que ha hecho, sino que
abandona su estilo de vida anterior. Debe estar totalmente decidido a hacer lo que está bien a
partir de ese momento. El arrepentimiento y la conversión son dos pasos que deben darse
antes del bautismo.

DEDICACIÓN PERSONAL A DIOS


14. ¿Qué otro paso importante debe dar antes del bautismo?
14 Hay otro paso importante que debe dar antes del bautismo: dedicarse a Jehová Dios.

¿Ha hecho una oración para dedicarse a Dios?

15, 16. ¿Qué significa dedicarse a Dios, y qué nos impulsará a hacerlo?
15La dedicación consiste en una oración sincera en la que uno le promete a Jehová que
siempre le dará devoción solo a él (Deuteronomio 6:15). Pero ¿por qué querría alguien hacer
un compromiso de esa clase? Pues bien, supongamos que un hombre le dice a una mujer que
quiere conocerla mejor. Cuanto más la trata y más observa sus buenas cualidades, más
atraído se siente hacia ella. Lo normal es que llegue un momento en que le proponga
matrimonio. Claro, al casarse tendrá más responsabilidades. Pero el amor que siente por ella
lo impulsará a dar ese paso tan importante.
16
Cuando llegamos a conocer y amar a Jehová, nos sentimos impulsados a servirle sin
reservas, sin poner límites a nuestra adoración. La persona que desee seguir al Hijo de Dios,
Jesucristo, tiene que ‘repudiarse a sí misma’ (Marcos 8:34). Nos repudiamos cuando nunca
dejamos que nuestros propios deseos y metas nos impidan obedecer a Dios. Así pues, antes
de bautizarse, usted debe haberse puesto como principal objetivo en su vida hacer la voluntad
de Jehová (1 Pedro 4:2).

CÓMO SUPERAR EL MIEDO AL FRACASO


17. ¿Por qué no se deciden algunos a dedicarse a Dios?
17Algunas personas no se deciden a dedicarse a Jehová porque temen dar un paso tan serio.
Quizá les asuste la idea de que tengan que rendir cuentas a Dios como cristianos dedicados.
Piensan que tal vez pudieran cometer algún error que decepcione a Jehová y que por eso es
mejor no dedicarse a él.

18. ¿Qué lo impulsará a dedicarse a Jehová?


18Cuando se profundice el amor que usted siente por Jehová, se sentirá impulsado a
dedicarse a él y a esforzarse al máximo por cumplir con su dedicación (Eclesiastés 5:4).
Después de dedicarse, sin duda querrá andar “de una manera digna de Jehová a fin de
[agradarle] plenamente” (Colosenses 1:10). El amor a Dios hará que no le parezca muy difícil
cumplir con su voluntad. Lo más probable es que esté de acuerdo con estas palabras del
apóstol Juan: “Esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y,
sin embargo, sus mandamientos no son gravosos”, es decir, no son una carga (1 Juan 5:3).

19. ¿Por qué no debe tener miedo de dedicarse a Dios?


19Dios no exige que la persona que se dedique a él sea perfecta. Jehová conoce nuestras
limitaciones y nunca espera que hagamos más de lo que podemos (Salmo 103:14). Él le dará
a usted todo su apoyo, pues quiere que le vaya bien en la vida (Isaías 41:10). Puede estar
seguro de que si confía en Jehová con todo su corazón, él “hará derechas [sus] sendas”
(Proverbios 3:5, 6).

SIMBOLICE SU DEDICACIÓN BAUTIZÁNDOSE


20. Después de dedicarse a Jehová, ¿por qué no debe seguir siendo su dedicación un asunto privado?
20 Al pensar en lo que hemos analizado, tal vez decida dedicarse a Jehová en privado
mediante una oración. Pero todos los que aman realmente a Dios deben dar un paso más:
tienen que presentar “declaración pública para salvación” (Romanos 10:10). ¿Cómo se hace
eso?
El bautismo indica que “morimos”, es decir, que abandonamos nuestro estilo de vida anterior, y
comenzamos a vivir para hacer la voluntad de Dios

21, 22. ¿De qué maneras puede usted hacer “declaración pública” de su fe?
21 Dígale al coordinador del cuerpo de ancianos de su congregación que desea bautizarse. Él
se encargará de que varios ancianos repasen con usted una serie de preguntas sobre las
enseñanzas básicas de la Biblia. Si estos ancianos ven que reúne los requisitos para
bautizarse, le dirán que puede hacerlo en la próxima asamblea.* Cuando se realizan los
bautismos, suele pronunciarse un discurso en el que se explica el significado de este paso.
Al final de dicho discurso, el orador hace dos preguntas sencillas a los candidatos al bautismo,
y estos las contestan en voz alta. Esta es una manera de hacer “declaración pública” de la fe.
22 El bautismo es el paso que indica públicamente que usted se ha dedicado a Dios y ha

pasado a ser testigo de Jehová. A los candidatos al bautismo se les sumerge por completo en
agua para mostrar ante todos que se han dedicado a Jehová.

EL SIGNIFICADO DE SU BAUTISMO
23. ¿Qué significa bautizarse “en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo”?
23Jesús dijo que sus discípulos se bautizarían “en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu
santo” (Mateo 28:19). Esto significa que los que se van a bautizar reconocen la autoridad de
Jehová Dios y Jesucristo (Salmo 83:18; Mateo 28:18). También reconocen la función del
espíritu santo de Dios, es decir, de su fuerza activa (Gálatas 5:22, 23; 2 Pedro 1:21).

24, 25. a) ¿Qué simboliza el bautismo? b) ¿Qué pregunta hay que contestar?
24Bautizarse es algo más que sumergirse en agua. Es un acto simbólico muy importante.
El hecho de que usted se sumerja simbolizará que “muere”, es decir, que abandona su estilo
de vida anterior. Y el que salga del agua indicará que a partir de ese momento vive para hacer
la voluntad de Dios. Nunca deberá olvidar que se ha dedicado al propio Jehová Dios, y no a
una obra, una causa, un ser humano o una organización. Su dedicación y su bautismo son el
comienzo de una amistad íntima con Dios, de una estrecha relación con él (Salmo 25:14).
25
Pero el bautismo no garantiza la salvación. El apóstol Pablo escribió: “Sigan obrando su
propia salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12). El bautismo es solo el comienzo.
Ahora bien, surge la pregunta: ¿cómo podemos seguir unidos a Dios y permanecer en su
amor? El último capítulo de este libro da la respuesta.
LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA
 El bautismo cristiano no se realiza rociando a la persona con agua, sino sumergiéndola
completamente en agua (Mateo 3:16).
 Para bautizarse, primero hay que adquirir conocimiento y mostrar fe, y luego arrepentirse,
convertirse y dedicarse a Dios (Juan 17:3; Hechos 3:19; 18:8).
 Para dedicarse a Jehová, uno debe repudiarse a sí mismo, como hicieron los primeros
seguidores de Jesús (Marcos 8:34).
 El bautismo simboliza que la persona “muere”, es decir, que abandona su estilo de vida
anterior, y que a partir de ese momento vive para hacer la voluntad de Dios (1 Pedro 4:2).

¿En qué sentido es el sacrificio de Jesús


un “rescate por muchos”?
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La respuesta que da la Biblia


El sacrificio de Jesús es el medio que Jehová emplea para liberar, o salvar, a la humanidad
del pecado y la muerte. La Biblia dice que la sangre de Jesús fue el precio que se pagó como
rescate (Efesios 1:7;1 Pedro 1:18, 19). Por eso, Jesús dijo que vino “a dar su vida como
rescate por muchos” (Mateo 20:28, Biblia de Jerusalén, 1998).

Por qué se necesitaba un “rescate por muchos”


El primer hombre que Dios creó, Adán, era perfecto, sin pecado. Además, tenía la oportunidad
de vivir para siempre, pero la perdió porque decidió desobedecer a Dios (Génesis 3:17-19).
Los hijos de Adán heredaron el pecado (Romanos 5:12). Por esta razón, la Biblia dice que
Adán se vendió a sí mismo y vendió a sus descendientes como esclavos del pecado y la
muerte (Romanos 7:14). Nadie puede recuperar lo que él perdió porque todos somos
imperfectos (Salmo 49:7, 8).
Dios sintió compasión por los descendientes de Adán, que se encontraban en una situación
desesperada (Juan 3:16). Pero él es justo, y por ello no podía sencillamente pasar por alto los
pecados o disculparlos sin una razón válida (Salmo 89:14; Romanos 3:23-26). Como ama a la
humanidad, suministró el medio legal necesario no solo para perdonar los pecados, sino para
eliminarlos (Romanos 5:6-8). Este medio legal es el rescate.
En qué consiste el rescate
En la Biblia, el término rescate abarca las siguientes tres ideas:
1. Es el precio que se paga (Números 3:46, 47).
2. Como consecuencia, se libera a alguien o se recupera algo (Éxodo 21:30).
3. Su valor es equivalente al de aquello por lo que se paga.*

Veamos la relación entre estas ideas y el sacrificio de Jesucristo.

1. El precio que se paga. La Biblia dice que los cristianos fueron “comprados por
precio” (1 Corintios 6:20; 7:23). Ese precio es la sangre de Jesús, con la cual él
compró “para Dios personas de toda tribu y lengua y pueblo y nación” (Revelación
[Apocalipsis] 5:8, 9).
2. Liberación. El sacrificio de Jesús nos libera del pecado (1 Corintios
1:30; Colosenses 1:14; Hebreos 9:15).
3. Equivalencia. La vida que Jesús entregó en sacrificio es el equivalente exacto de
la vida humana perfecta que Adán perdió (1 Corintios 15:21, 22, 45, 46). La Biblia
dice: “Así como mediante la desobediencia del solo hombre [Adán] muchos fueron
constituidos pecadores, así mismo, también, mediante la obediencia de la sola
persona [Jesucristo] muchos serán constituidos justos” (Romanos 5:19). Esto
explica por qué la muerte de un solo hombre sirve para rescatar a muchos
pecadores. De hecho, el sacrificio de Jesús es un “rescate correspondiente por
todos” los que hacen lo necesario para beneficiarse de él (1 Timoteo 2:5, 6).

¿Por qué bautizarse?


“Vayan [...] y hagan discípulos de gente de todas las naciones,
bautizándolos.” (MATEO 28:19.)
1, 2. a) ¿En qué circunstancias han tenido lugar algunos bautismos? b) ¿Qué preguntas se plantean con
relación al bautismo?
EL REY franco Carlomagno obligó a los sajones derrotados a bautizarse en masa entre
los años 775 y 777 de nuestra era. “Los forzó a convertirse en cristianos nominales”,
escribió el historiador John Lord. Asimismo, el soberano ruso Vladimiro I, tras contraer
matrimonio en 987 E.C. con una princesa ortodoxa griega, decidió que sus súbditos
debían hacerse “cristianos”, de modo que decretó el bautismo en masa de su pueblo, bajo
la amenaza de la espada si era necesario.
2 ¿Fueron apropiados tales bautismos? ¿Tuvieron verdadero sentido? ¿Debería bautizarse
a cualquier persona?
¿Cómo bautizarse?
3, 4. ¿Por qué no constituyen el procedimiento apropiado para el bautismo cristiano ni la aspersión ni el
derramamiento de agua sobre la cabeza?
3 Cuando los gobernantes Carlomagno y Vladimiro I impusieron el bautismo por la fuerza,
no estaban obrando en armonía con la Palabra de Dios. De hecho, carecen de beneficio
alguno tanto el bautismo por aspersión como el que se efectúa derramando agua sobre la
cabeza, e incluso la inmersión de aquellos a los que no se ha enseñado antes la verdad
bíblica.
4 Veamos lo que sucedió cuando Jesús de Nazaret se presentó en 29 E.C. ante Juan el
Bautizante, quien bautizaba en el río Jordán a los que iban allí voluntariamente con esa
intención. ¿Les mandaba quedarse de pie en el Jordán mientras él derramaba un poco de
agua sobre su cabeza o los rociaba con ella? ¿Qué pasó cuando Juan bautizó a Jesús?
Mateo comenta que después de ser bautizado, Jesús “inmediatamente salió del agua”
(Mateo 3:16). Había entrado en el agua, pues había sido sumergido en el río Jordán. Del
mismo modo, el devoto eunuco etíope fue bautizado en “cierta masa de agua”.
Se precisaban masas de agua porque el bautismo de Jesús y sus discípulos implicaba la
inmersión total (Hechos 8:36).

5. ¿Cómo bautizaban los primeros cristianos?

5 Las palabras griegas que se traducen “bautizar”, “bautismo”, etc., se refieren a inmersión
o sumersión bajo el agua. El Smith’s Bible Dictionary dice: “El significado correcto y literal
de bautismo es inmersión”. Por ello, el nombre Juan el Bautizante puede traducirse por
“Juan el Sumergidor” y “el Zambullidor” (Mateo 3:1, Las Escrituras del Nuevo Pacto;
Traducción del Nuevo Mundo, nota). La obra History of the Christian Religion and Church,
During the Three First Centuries (Historia de la religión y la Iglesia cristiana durante los
tres primeros siglos), de Augustus Neander, hace esta observación: “El bautismo se
administraba originalmente por inmersión”. En la célebre obra francesa Larousse du
XXe Siècle (París, 1928) encontramos este comentario: “Los primeros cristianos recibían
el bautismo por inmersión dondequiera que hubiese agua”. Y la New Catholic
Encyclopedia (1967, vol. II, pág. 56) señala lo siguiente: “Es evidente que la Iglesia
primitiva bautizaba por inmersión”. Por ello, hoy el bautismo entre los testigos de Jehová
es voluntario y se realiza mediante sumersión total en agua.
Una nueva razón para bautizarse
6, 7. a) ¿Con qué propósito bautizaba Juan? b) ¿Qué nuevo aspecto incluía el bautismo de los
seguidores de Jesús?
6 El propósito de los bautismos que llevó a cabo Juan era distinto del que tenían las
inmersiones que efectuaron los discípulos de Jesús (Juan 4:1, 2). Juan bautizaba a las
personas en símbolo público del arrepentimiento de sus pecados contra la Ley (Lucas
3:3).* Sin embargo, el bautismo de los seguidores de Jesús conllevaba algo nuevo.
El apóstol Pedro hizo esta exhortación en Pentecostés de 33 E.C.: “Arrepiéntanse, y
bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados”
(Hechos 2:37-41). Aunque Pedro se dirigía a judíos y prosélitos, no estaba hablando de
bautizarse en símbolo de arrepentimiento de los pecados contra la Ley, ni quería decir
que el bautismo en el nombre de Jesús representara la limpieza de los pecados (Hechos
2:10).
7 En aquella ocasión, Pedro empleó la primera de “las llaves del reino”. ¿Con qué
propósito? Revelar a sus oyentes que disponían de la oportunidad de entrar en el Reino
de los cielos (Mateo 16:19). Puesto que los judíos habían rechazado a Jesús como el
Mesías, existía un factor nuevo y de suma importancia para buscar y recibir el perdón de
Dios: tenían que arrepentirse y ejercer fe, la cual hacían pública al ser sumergidos en
agua en el nombre de Jesucristo. De esa manera simbolizaban su dedicación a Dios
mediante Cristo. Todos los que hoy desean la aprobación divina también deben tener fe,
dedicarse a Jehová Dios y recibir el bautismo cristiano en símbolo de dicha dedicación sin
reservas al Altísimo.
Es fundamental el conocimiento exacto
8. ¿Por qué no reúne todo el mundo los requisitos para bautizarse?

8
No todo el mundo reúne los requisitos para bautizarse como cristiano. Jesús dio este
mandato a sus seguidores: “Vayan [...] y hagan discípulos de gente de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a
observar todas las cosas que yo les he mandado” (Mateo 28:19, 20). Antes de que
alguien pueda bautizarse, hay que ‘enseñarle a observar todas las cosas que Jesús
mandó a sus discípulos’. Por consiguiente, el bautismo obligado de quienes no tienen fe
basada en un conocimiento exacto de la Palabra de Dios carece de valor y es contrario a
la comisión que encargó Jesús a sus verdaderos seguidores (Hebreos 11:6).

9. ¿Qué quiere decir bautizarse “en el nombre del Padre”?

9 ¿Qué quiere decir bautizarse “en el nombre del Padre”? Que quien va a dar este paso
reconoce el puesto y la autoridad de nuestro Padre celestial. Acepta a Jehová Dios como
el Creador, “el Altísimo sobre toda la tierra” y el Soberano Universal (Salmo 83:18; Isaías
40:28; Hechos 4:24).

10. ¿Qué significa bautizarse ‘en el nombre del Hijo’?

10 Bautizarse ‘en el nombre del Hijo’ significa admitir el puesto y la autoridad de Jesús
como el Hijo unigénito de Dios (1 Juan 4:9). Los que reúnen las condiciones para
bautizarse aceptan que Jesús es aquel mediante el cual Jehová ha suministrado un
“rescate en cambio por muchos” (Mateo 20:28; 1 Timoteo 2:5, 6). Asimismo, han de
reconocer que Dios ha ensalzado a su Hijo a “un puesto superior” (Filipenses 2:8-
11;Revelación [Apocalipsis] 19:16).

11. ¿Cuál es el significado de bautizarse ‘en el nombre del espíritu santo’?

11 ¿Cuál es el significado de bautizarse ‘en el nombre del espíritu santo’? Indica que quien
se bautiza acepta que este espíritu es la fuerza activa de Jehová, la cual él usa de
diversas maneras en armonía con su propósito (Génesis 1:2; 2 Samuel 23:1, 2; 2 Pedro
1:21). También reconoce que el espíritu santo le ayuda a comprender “las cosas
profundas de Dios”, a predicar el Reino y a manifestar el fruto del espíritu, a saber, “amor,
gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, autodominio” (1 Corintios
2:10; Gálatas 5:22, 23; Joel 2:28, 29).
La importancia del arrepentimiento y la conversión
12. ¿Qué relación tiene el bautismo cristiano con el arrepentimiento?
12
Salvo en el caso de Jesús, quien no tenía pecado, el bautismo es un símbolo aprobado
por Dios que se relaciona con el arrepentimiento. Cuando nos arrepentimos, sentimos
profundo pesar, o contrición, por haber hecho o dejado de hacer algo. Los judíos del siglo
primero que deseaban agradar a Dios tenían que arrepentirse de sus pecados contra
Cristo (Hechos 3:11-19). Algunos creyentes gentiles de Corinto se habían arrepentido de
la fornicación, la idolatría, el robo y otros pecados graves. Gracias a ello, se les había
‘lavado’ en la sangre de Jesús; se les había ‘santificado’, es decir, apartado, para el
servicio de Dios, y se les había ‘declarado justos’ en el nombre de Cristo y con el espíritu
de Dios (1 Corintios 6:9-11). El arrepentimiento es fundamental para conseguir una buena
conciencia y el alivio que Dios da del remordimiento por el pecado (1 Pedro 3:21).
13. En relación con el bautismo, ¿qué implica la conversión?
13 Antes de bautizarse como testigo de Jehová, es necesaria la conversión de la persona.
Se trata de un acto libre y voluntario de parte de quien ha resuelto de todo corazón seguir
a Cristo Jesús. Implica el rechazo de su mal proceder anterior y la decisión de hacer lo
que es bueno a los ojos de Dios. En las Escrituras, los verbos hebreos y griegos
relacionados con la conversión tienen el sentido de volver atrás, darse la vuelta, es decir,
una acción que denota dejar el mal camino y acudir a Dios (1 Reyes 8:33, 34). Para que
haya conversión, deben existir “obras propias del arrepentimiento” (Hechos 26:20).
Es preciso abandonar la religión falsa, actuar en armonía con los mandamientos de Dios y
dar devoción exclusiva a Jehová (Deuteronomio 30:2, 8-10;1 Samuel 7:3). La conversión
cambia nuestra manera de pensar, objetivos y modo de ser (Ezequiel 18:31). Nos “damos
la vuelta” cuando sustituimos las características impías por la nueva personalidad
(Hechos 3:19; Efesios 4:20-24; Colosenses 3:5-14).
Es fundamental la dedicación sin reservas
14. ¿Qué significado tiene la dedicación de los discípulos de Jesús?

14 El bautismo de los discípulos de Jesús también ha de ir precedido de su dedicación sin


reservas a Dios. La dedicación supone destinar o apartar algo para uso sagrado. Este
paso reviste tanta importancia que debemos comunicarle a Jehová en oración nuestra
decisión de darle para siempre devoción exclusiva (Deuteronomio 5:9). Claro, no nos
dedicamos a una labor ni a otro ser humano, sino a Dios mismo.

15. ¿Por qué son sumergidos en agua los que se bautizan?

15
Cuando nos dedicamos a Dios mediante Cristo, expresamos nuestra resolución de vivir
para hacer la voluntad divina expuesta en las Escrituras. En muestra de tal dedicación,
nos sumergimos en agua, como hizo Jesús en el río Jordán para simbolizar su
presentación ante Dios (Mateo 3:13). Es digno de notar que Jesús estaba orando en
aquella importante ocasión (Lucas 3:21, 22).
16. ¿De qué maneras apropiadas podemos demostrar nuestra alegría cuando presenciamos
un bautismo?
16 El bautismo de Jesús fue un momento alegre, pero también serio. Lo mismo es cierto
del bautismo cristiano actual. Cuando vemos a alguien simbolizar su dedicación a Dios,
podemos expresar nuestra alegría aplaudiendo de forma respetuosa y encomiándolo con
afecto. Sin embargo, en consideración a la santidad de esta expresión de fe
no vitoreamos, silbamos ni hacemos nada semejante. Demostramos el gozo de una
manera digna.

17, 18. ¿Qué permite determinar si una persona llena o no los requisitos para bautizarse?

17 A diferencia de quienes rocían agua sobre un bebé u obligan a bautizarse a multitudes


de personas que no saben nada de la Biblia, los testigos de Jehová nunca coaccionan a
nadie. Es más, no bautizan a los que no llenan los requisitos espirituales. Incluso antes de
que una persona se convierta en un predicador no bautizado de las buenas nuevas, los
ancianos cristianos se cercioran de que entiende las enseñanzas fundamentales de la
Biblia, vive en conformidad con ellas y responde afirmativamente a una pregunta como
esta: “¿De verdad desea ser testigo de Jehová?”.
18 Salvo en contadas ocasiones, cuando alguien que participa activamente en la
predicación del Reino expresa su deseo de bautizarse, los ancianos cristianos mantienen
conversaciones con él para asegurarse de que es un creyente que se ha dedicado a
Jehová y que reúne los requisitos divinos para el bautismo por inmersión (Hechos
4:4;18:8). Les permite determinarlo la respuesta que da a más de cien preguntas sobre
doctrinas bíblicas. Algunos no reúnen las condiciones necesarias y, por lo tanto, no se les
aprueba para recibir el bautismo cristiano.
¿Hay algo que lo detenga?
19. En vista de lo que dice Juan 6:44, ¿quiénes serán coherederos de Jesús?
19 A muchas personas que han sido obligadas a participar en un bautismo en masa tal vez
se les haya dicho que irán al cielo cuando mueran. Sin embargo, Jesús dijo con referencia
a sus seguidores: “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió,
lo atraiga” (Juan 6:44). Jehová ha atraído hacia Cristo a 144.000 seres humanos, quienes
serán sus coherederos en el Reino celestial; pero el bautismo forzado no ha santificado
jamás a nadie para ocupar ese maravilloso lugar en el propósito de Dios (Romanos 8:14-
17; 2 Tesalonicenses 2:13; Revelación 14:1).

20. ¿Qué puede ayudar a algunas personas que aún no se han bautizado?

20
Desde mediados de la década de 1930, en particular, han llegado a formar parte de las
“otras ovejas” de Jesús multitudes de personas que esperan sobrevivir a “la gran
tribulación” y vivir en la Tierra para siempre (Juan 10:16; Revelación 7:9, 14). Llenan los
requisitos para bautizarse porque siguen las directrices de la Palabra de Dios en su vida y
lo aman a él ‘con todo su corazón, alma, fuerzas y mente’ (Lucas 10:25-28). Hay quienes
se dan cuenta de que los testigos de Jehová ‘adoran a Dios con espíritu y verdad’, pero
aún no han imitado el ejemplo de Jesús ni han dado testimonio público de su amor
sincero y devoción exclusiva a Jehová mediante el bautismo (Juan 4:23, 24;Deuteronomio
4:24; Marcos 1:9-11). Las oraciones específicas y fervorosas sobre este paso
fundamental quizá les den el incentivo y el valor que les hacen falta para obedecer por
completo la Palabra de Dios, dedicarse sin reservas a Jehová y bautizarse.
21, 22. ¿Por qué razones postergan su dedicación y bautismo algunas personas?
21 Algunos no se dedican y bautizan porque están tan centrados en los asuntos del mundo
o en tratar de conseguir riquezas, que apenas les queda tiempo para los aspectos
espirituales (Mateo 13:22; 1 Juan 2:15-17). ¡Qué felices serían si cambiaran sus ideas y
metas! Acercarse a Jehová los enriquecería espiritualmente, mitigaría su ansiedad y les
daría la paz y la satisfacción que provienen de cumplir la voluntad divina (Salmo
16:11;40:8; Proverbios 10:22; Filipenses 4:6, 7).
22 Otras personas dicen amar a Jehová, pero no se dedican ni bautizan porque creen que
así no tendrán que dar cuentas a Dios. Sin embargo, eso es algo que todos debemos
hacer. Somos responsables ante Jehová desde el momento en que escuchamos su
palabra (Ezequiel 33:7-9; Romanos 14:12). Los antiguos israelitas, un ‘pueblo escogido’,
nacían dentro de una nación dedicada a Jehová, por lo que estaban obligados a servirle
fielmente de acuerdo con sus preceptos (Deuteronomio 7:6, 11). Hoy nadie nace en el
seno de una nación dedicada a Dios; no obstante, si se nos ha enseñado la Biblia con
exactitud, hemos de obrar con fe según lo aprendido.

23, 24. ¿Qué temores no deben impedir a nadie bautizarse?

23 A otros tal vez les impida bautizarse el miedo a no tener conocimiento suficiente. Sin
embargo, a todos nos queda mucho que aprender, pues “la humanidad nunca descubr[irá]
la obra que el Dios verdadero ha hecho desde el comienzo hasta el fin” (Eclesiastés 3:11).
Veamos el caso del eunuco etíope. Dado que era prosélito, poseía cierto conocimiento de
las Escrituras, pero no podía responder todas las preguntas sobre los propósitos divinos.
No obstante, tras enterarse de lo que Jehová ha dispuesto para la salvación por medio del
sacrificio redentor de Jesús, de inmediato se bautizó en agua (Hechos 8:26-38).
24 Hay quienes vacilan en dedicarse por miedo al fracaso. Monique, de 17 años, dice:
“No me he bautizado por temor a no poder vivir a la altura de mi dedicación”. Sin
embargo, si confiamos en Jehová con todo el corazón, ‘él hará derechas nuestras
sendas’. Nos ayudará a ‘seguir andando en la verdad’ y a ser sus siervos dedicados fieles
(Proverbios 3:5, 6; 3 Juan 4).

25. ¿Qué pregunta debemos analizar?

25
Todos los años, miles de personas se sienten impulsadas a dedicarse y bautizarse
debido a su absoluta confianza en Jehová y al amor sincero que le profesan. Y no cabe
duda de que todos los siervos dedicados de Dios desean serle fieles. No obstante,
vivimos en tiempos críticos, en los que nos enfrentamos a diversas pruebas de fe
(2 Timoteo 3:1-5). ¿Qué podemos hacer para vivir en conformidad con nuestra dedicación
a Jehová? Analizaremos esta cuestión en el próximo artículo.

[Nota]
Dado que Jesús no tenía pecado, su bautismo no simbolizaba arrepentimiento, sino su
presentación a Dios para hacer Su voluntad (Hebreos 7:26; 10:5-10).
¿Recuerda?
• ¿Cómo se realiza el bautismo cristiano?

• ¿Qué conocimiento hace falta para bautizarse?

• ¿Qué pasos llevan al bautismo de los cristianos verdaderos?


• ¿Por qué no se bautizan algunas personas, y qué podría ayudarlas a hacerlo?

Cómo llenar los requisitos para


el bautismocristiano
“¿Qué impide que yo sea bautizado?” (HECHOS 8:36.)

1, 2. ¿Qué hizo Felipe para entablar conversación con un funcionario etíope, y cómo sabemos que este
hombre tenía inclinación por las cosas espirituales?

UNO o dos años después de la muerte de Jesús, un funcionario público viajaba rumbo al
sur por el camino que va de Jerusalén a Gaza. Le esperaba un agotador viaje de unos
1.500 kilómetros [1.000 millas] en coche de caballos. Tal era la fe de este hombre
piadoso, que había subido desde Etiopía hasta Jerusalén para adorar a Jehová y
aprovechaba ahora el largo viaje de regreso a casa para leer la Palabra de Dios. Jehová
se fijó en este hombre sincero y, mediante un ángel, mandó al discípulo Felipe que le
predicara (Hechos 8:26-28).
2 A Felipe no le costó trabajo entablar conversación con el funcionario etíope porque este
iba leyendo en voz alta, como era costumbre por entonces. Oyendo que leía el rollo de
Isaías, le bastó una simple pregunta para despertar su interés: “¿Verdaderamente sabes
lo que estás leyendo?”. Esto dio lugar a un análisis de Isaías 53:7, 8, tras lo cual, Felipe
“le declaró las buenas nuevas acerca de Jesús” (Hechos 8:29-35).

3, 4. a) ¿Por qué bautizó Felipe al etíope sin demora? b) ¿Qué preguntas examinaremos a
continuación?

3
El etíope comprendió enseguida el papel que Jesús desempeñaba en el propósito de
Dios y la necesidad de bautizarse como discípulo de Cristo. “¿Qué impide que yo sea
bautizado?”, preguntó al llegar a un lugar donde había suficiente agua. Por supuesto,
aquellas eran circunstancias especiales. Se trataba de un hombre de fe que ya adoraba a
Dios como prosélito judío; probablemente no volviera a presentársele la oportunidad de
bautizarse en mucho tiempo y, lo que es más importante, entendía lo que Dios quería de
él y deseaba obedecerle de toda alma. Felipe accedió gustoso a su petición, y el etíope,
ya bautizado, “siguió su camino regocijándose”. Seguro que se convirtió en un entusiasta
predicador de las buenas nuevas en su país (Hechos 8:36-39).
4 Aunque la dedicación y el bautismo no son pasos que deban tomarse a la ligera o con
precipitación, el ejemplo del funcionario etíope demuestra que ha habido casos de
personas que se han bautizado al poco tiempo de haber escuchado la verdad de la
Palabra de Dios.* Por lo tanto, conviene examinar las siguientes preguntas: ¿Qué
preparación requiere el bautismo? ¿Cuánto influye la edad? ¿Hasta qué grado debe
haber progresado espiritualmente la persona antes de bautizarse? Y sobre todo, ¿por qué
manda Jehová a sus siervos dar este paso?
Acuerdo solemne
5, 6. a) ¿Cómo respondió al amor de Jehová su pueblo en la antigüedad? b) ¿De qué relación con Dios
podemos disfrutar después del bautismo?
5 Tras liberar a los israelitas de Egipto, Jehová prometió convertirlos en su “propiedad
especial”, amarlos y protegerlos, y constituirlos en “una nación santa” si ellos, por su
parte, respondían a su amor de una manera concreta. Ante esto, el pueblo acordó
obedecer “todo lo que Jehová ha[bía] hablado” y entró en un pacto con él (Éxodo 19:4-9).
En el siglo primero, Jesús ordenó a sus seguidores que hicieran discípulos en todas las
naciones, y aquellos que acogieron su doctrina se bautizaron. Tener una buena relación
con Dios dependía de que ejercieran fe en Jesucristo y se bautizaran (Mateo
28:19, 20; Hechos 2:38, 41).
6
Estos pasajes de las Escrituras demuestran que Jehová bendice a quienes hacen un
acuerdo solemne para servirle y lo cumplen. Para los cristianos, la dedicación y
el bautismo son pasos esenciales para obtener la bendición de Jehová. Estamos
decididos a andar en sus sendas y buscar su guía (Salmo 48:14). Jehová, a su vez, nos
toma de la mano, por así decirlo, y nos conduce por el camino en que debemos ir (Salmo
73:23;Isaías 30:21; 41:10, 13).
7. ¿Por qué tiene que ser una decisión personal la dedicación y el bautismo?
7 Es el amor a Jehová y el deseo de servirle lo que debe movernos a dar estos pasos.
Nadie debería bautizarse sencillamente porque otros le digan que lleva mucho tiempo
estudiando la Biblia o por imitar a sus amigos. Claro está, los padres y otros cristianos
maduros pueden animar a una persona a pensar en la dedicación y el bautismo.
El apóstol Pedro exhortó a ‘bautizarse’ a los que lo escucharon en el día de Pentecostés
(Hechos 2:38). Sin embargo, la dedicación es un asunto personal; nadie puede hacerla
por uno. La decisión de efectuar la voluntad de Dios tiene que ser nuestra y de nadie más
(Salmo 40:8).
Preparación adecuada para el bautismo
8, 9. a) ¿Por qué desaprueban las Escrituras el bautismo de bebés? b) ¿Cuánta madurez espiritual debe
evidenciar un joven antes de bautizarse?
8 ¿Pueden los niños dedicarse a Dios de manera consciente? Si bien las Escrituras
no fijan una edad reglamentaria para el bautismo, es obvio que los bebés no pueden
hacerse creyentes, ejercer fe ni dedicarse a Dios (Hechos 8:12). Con respecto a los
cristianos del siglo primero, el historiador Augustus Neander afirmó en su libro General
History of the Christian Religion and Church (Historia general de la religión y la Iglesia
cristianas): “Al principio solo se administraba el bautismo a los adultos, pues los hombres
estaban acostumbrados a ver el bautismo y la fe como dos cosas íntimamente ligadas”.
9 En el caso de los jóvenes, algunos alcanzan cierto grado de madurez espiritual a una
edad relativamente temprana, mientras que a otros les toma más tiempo. Como quiera
que sea, antes de bautizarse, el joven —al igual que el adulto— debe tener una relación
personal con Jehová, una sólida comprensión de las doctrinas elementales de la Biblia y
un claro entendimiento de lo que implica la dedicación.
10. ¿Qué pasos es preciso dar antes de la dedicación y el bautismo?
10 Jesús ordenó a sus discípulos que enseñaran a los nuevos todas las cosas que él había
mandado (Mateo 28:20). De modo que los nuevos necesitan, antes de nada, adquirir
conocimiento exacto de la verdad, lo que a su vez, contribuye a que desarrollen fe en
Jehová y en su Palabra (Romanos 10:17; 1 Timoteo 2:4; Hebreos 11:6). Luego, cuando la
verdad de las Escrituras les toca el corazón, se sienten impulsados a arrepentirse y
volverse de su anterior modo de vivir (Hechos 3:19). Y, finalmente, llegan al punto de
querer dedicarse a Jehová y bautizarse, como Jesús ordenó.

11. ¿Por qué es importante que prediquemos con regularidad antes de bautizarnos?

11
Otro paso importante para alcanzar la meta del bautismo es predicar las buenas nuevas
del Reino, la principal obra que Jehová ha encargado a su pueblo en estos últimos días
(Mateo 24:14). De modo que los publicadores no bautizados pueden disfrutar del privilegio
de hablar a otras personas acerca de su fe, lo que los prepara también para participar con
regularidad y entusiasmo en el ministerio del campo después de bautizarse (Romanos
10:9, 10, 14, 15).
¿Hay algo que le impida bautizarse?
12. ¿Por qué es posible que algunos se muestren reacios a bautizarse?

12 Es posible que algunos se muestren reacios a bautizarse porque no quieren aceptar las
obligaciones que esto conlleva. Saben que para vivir de acuerdo con las normas de
Jehová tienen que efectuar grandes cambios. O a lo mejor temen que no podrán
satisfacer los requisitos divinos después del bautismo. Quizás hasta se pregunten: “¿Y si
un día hago algo malo y me expulsan de la congregación?”.

13. ¿Qué impidió que algunos contemporáneos de Jesús se hicieran seguidores de él?
13 Algunos contemporáneos de Jesús permitieron que los intereses personales y los lazos
familiares les impidieran hacerse sus discípulos. Cierto escriba le dijo que lo seguiría
adondequiera que fuera, pero Jesús le respondió que muchas veces él no tenía siquiera
donde pasar la noche. Otro hombre a quien Jesús invitó a seguirlo replicó que tenía que ir
primero a “enterrar” a su padre; al parecer, prefirió quedarse en casa y esperar a que este
falleciera en vez de seguir a Jesús y atender dicha obligación familiar cuando llegara el
momento. Por último, un tercero le dijo que antes de ir con él debía ‘despedirse’ de su
familia. Jesús dio a entender que tal indecisión equivalía a ‘mirar a las cosas que se dejan
atrás’. Como vemos, parece que los indecisos siempre encuentran un pretexto para eludir
sus deberes cristianos (Lucas 9:57-62).

14. a) ¿Cómo respondieron Pedro, Andrés, Santiago y Juan a la invitación que les hizo Jesús de
hacerse pescadores de hombres? b) ¿Por qué no debemos vacilar en aceptar el yugo de Jesús?

14 Por otro lado, el ejemplo de Pedro, Andrés, Santiago y Juan presenta un


marcado contraste. La Biblia dice que cuando Jesús los invitó a ir con él y hacerse
pescadores de hombres, “abandonando en seguida las redes, le siguieron” (Mateo 4:19-
22). Al no dilatarse en tomar esa decisión, experimentaron personalmente la veracidad de
lo que Jesús afirmó después: “Tomen sobre sí mi yugo y aprendan de mí, porque soy de
genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. Porque mi yugo
es suave y mi carga es ligera” (Mateo 11:29, 30). Aunque es verdad que
el bautismoimpone un yugo de responsabilidad, Jesús nos asegura que se trata de un
yugo suave y llevadero, que produce gran refrigerio.

15. ¿Cómo demuestran los ejemplos de Moisés y Jeremías que podemos confiar en el apoyo divino?

15
Por supuesto, los sentimientos de ineptitud son normales. Tanto Moisés como Jeremías
se sintieron, en un principio, incapaces de ejecutar la comisión que Jehová les dio (Éxodo
3:11; Jeremías 1:6). ¿Cómo los tranquilizó Jehová? A Moisés le prometió: “Yo resultaré
estar contigo”, y a Jeremías le dijo: “Yo estoy contigo para librarte” (Éxodo 3:12;Jeremías
1:8). Nosotros también podemos confiar en el apoyo divino. El amor a Dios y la confianza
en él nos ayudarán a desterrar las dudas persistentes de si podremos o no vivir en
armonía con nuestra dedicación. “No hay temor en el amor —escribió el apóstol Juan—,
sino que el amor perfecto echa fuera el temor.” (1 Juan 4:18.) Puede que a un niño le dé
miedo caminar solo, pero si va de la mano de su padre se siente seguro. De igual manera,
si confiamos en Jehová de todo corazón, él promete que “hará derechas [nuestras]
sendas” mientras caminemos a su lado (Proverbios 3:5, 6).
Una ocasión digna
16. ¿Por qué implica el bautismo la inmersión total en agua?
16 Por lo general, antes del bautismo propiamente dicho se pronuncia un discurso bíblico
que explica su importancia, tras lo cual se pide a los candidatos que hagan una
declaración pública de su fe contestando a dos preguntas (Romanos 10:10; véase el
recuadro de la página 22). A continuación, los candidatos son sumergidos en agua,
siguiendo el modelo de Jesús. La Biblia indica que después de ser bautizado, Jesús
“inmediatamente salió del agua” o “subió del agua” (Mateo 3:16; Marcos 1:10). Está claro
que Juan el Bautista lo sumergió por completo.* La inmersión total es un símbolo
adecuado del giro radical que damos a nuestra existencia, pues simbólicamente morimos
con respecto a nuestro modo de vivir anterior y comenzamos una nueva vida en el
servicio a Dios.
17. ¿Cómo pueden contribuir tanto los candidatos al bautismo como los observadores a la dignidad de
la ocasión?
17 El bautismo es una ocasión seria y al mismo tiempo gozosa. La Biblia dice que Jesús
estaba orando cuando Juan lo sumergió en las aguas del río Jordán (Lucas 3:21, 22).
En conformidad con este ejemplo, los candidatos al bautismo deben comportarse con el
decoro que exige la ocasión. Y puesto que la Biblia nos exhorta a vestir siempre con
modestia, ¡con cuánta más razón debemos seguir ese consejo el día de nuestro bautismo!
(1 Timoteo 2:9.) Los presentes también pueden mostrar el debido respeto escuchando el
discurso con atención y observando el bautismo de forma ordenada (1 Corintios 14:40).
Bendiciones que aguardan a los discípulos bautizados
18, 19. ¿Qué privilegios y bendiciones acompañan al bautismo?
18 Una vez que nos hemos dedicado a Dios y nos hemos bautizado, entramos a formar
parte de una familia singular. Primero que nada, Jehová viene a ser nuestro padre y
amigo. Antes del bautismo, nos hallábamos alejados de él; ahora nos hemos reconciliado
con él (2 Corintios 5:19; Colosenses 1:20). Por medio del sacrificio de Cristo, nos hemos
acercado a Dios, y él se ha acercado a nosotros (Santiago 4:8). El profeta Malaquías
asegura que Jehová presta atención y oye a los que usan y llevan su nombre, y que los
inscribe en su libro de recuerdo. “Ciertamente llegarán a ser míos”, dice Dios, “y
ciertamente les mostraré compasión, tal como un hombre muestra compasión a su hijo
que le sirve” (Malaquías 3:16-18).
19 Gracias al bautismo, también llegamos a ser miembros de una hermandad mundial.
Cuando el apóstol Pedro preguntó sobre la recompensa que habría para los discípulos de
Cristo por los sacrificios que habían hecho, Jesús prometió: “Todo el que haya dejado
casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o tierras, por causa de mi
nombre, recibirá muchas veces más, y heredará la vida eterna” (Mateo 19:29). Años más
tarde, Pedro aludió a “toda la asociación de hermanos” que se había formado “en el
mundo”. Él mismo había gozado del apoyo de esta amorosa hermandad y disfrutado de
las bendiciones de pertenecer a ella. Nosotros podemos experimentar lo mismo (1 Pedro
2:17; 5:9).
20. ¿Qué bendita perspectiva pone ante nosotros el bautismo?
20 Y lo que es más, Jesús prometió que quien lo sigue “heredará la vida eterna”. En efecto,
la dedicación y el bautismo nos ofrecen la oportunidad de “[asirnos] firmemente de la vida
que realmente lo es”, a saber, la vida eterna en el nuevo mundo de Dios (1 Timoteo 6:19).
¿Qué mejores bases podemos sentar para nuestro futuro y el de nuestra familia? Esta
bendita perspectiva hace que “[andemos] en el nombre de Jehová nuestro Dios hasta
tiempo indefinido, aun para siempre” (Miqueas 4:5).

[Notas]
Los 3.000 judíos y prosélitos que oyeron el discurso de Pedro el día de Pentecostés
también se bautizaron de inmediato. Por supuesto, al igual que el eunuco etíope, ellos ya
conocían las enseñanzas y los principios básicos de la Palabra de Dios (Hechos 2:37-41).
La palabra griega bá·pti·sma (bautismo) significa “el proceso de inmersión, sumersión, y
emergencia”, según el Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo
Testamento exhaustivo, de W. E. Vine.
¿Sabe explicarlo?

• ¿Cómo y por qué debemos responder al amor de Jehová?

• ¿Hasta qué grado hay que progresar espiritualmente antes del bautismo?

• ¿Por qué no debemos dejar que el temor a fallar o la renuencia a aceptar


responsabilidades nos impida bautizarnos?

• ¿De qué bendiciones singulares disfrutan los discípulos bautizados de Jesucristo?

Capítulo 12
El significado de su bautismo
1. ¿Por qué debería interesarnos a todos el bautismo en agua?
EN EL año 29 E.C., Juan el Bautista bautizó por inmersión a Jesús en el río Jordán, y el
propio Jehová, que estaba contemplando la escena, expresó su aprobación (Mateo
3:16, 17). Con su bautismo, Jesús marcó una pauta que todos sus discípulos seguirían.
Tres años y medio después, les dio estas instrucciones: “Toda autoridad me ha sido dada
en el cielo y sobre la tierra. Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo” (Mateo
28:18, 19). ¿Se ha bautizado usted en armonía con este mandato de Jesús? Si no lo ha
hecho, ¿se está preparando para ello?
2. ¿Qué preguntas sobre el bautismo requieren respuesta?
2 En cualquier caso, es importante que toda persona que desee servir a Jehová y vivir en
su justo nuevo mundo entienda claramente el significado del bautismo. Algunas preguntas
que requieren respuesta son las siguientes: ¿Representa el bautismo cristiano actual lo
mismo que el de Jesús? ¿Qué significa bautizarse “en el nombre del Padre y del Hijo y del
espíritu santo”? ¿Qué implica vivir de acuerdo con lo que simboliza el bautismoen agua?
Los bautismos realizados por Juan
3. ¿Para quiénes estaba reservado el bautismo de Juan?
3
Unos seis meses antes del bautismo de Jesús, Juan el Bautista empezó a predicar en el
desierto de Judea el siguiente mensaje: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se
ha acercado” (Mateo 3:1, 2). Quienes lo escucharon y tomaron sus palabras en serio
confesaron abiertamente los pecados, se arrepintieron y acudieron a Juan para que los
bautizara en el río Jordán. El bautismo que él efectuó estaba reservado para los judíos
(Lucas 1:13-16; Hechos 13:23, 24).

4. ¿Por qué debían arrepentirse con urgencia los judíos del siglo primero?

4 Aquellos judíos debían arrepentirse con urgencia. En el año 1513 a.E.C., sus
antepasados habían celebrado un pacto nacional —un acuerdo formal y solemne— con
Jehová Dios en el monte Sinaí. Pero al cometer pecados graves, incumplieron las
obligaciones contraídas en dicho pacto, de modo que este los condenó. En tiempos de
Jesús, la situación del pueblo era crítica. Estaba cerca el “día de Jehová, grande e
inspirador de temor” que había predicho Malaquías. Aquel “día” llegó en el
año 70 E.C., cuando los ejércitos romanos destruyeron Jerusalén y su templo, y causaron
la muerte de más de un millón de judíos. Juan el Bautista, quien manifestó gran celo por
la adoración verdadera, fue enviado antes de tal devastación a fin de “alistar para Jehová
un pueblo preparado”. Los judíos debían arrepentirse de sus pecados contra el pacto de
la Ley mosaica y prepararse para aceptar a aquel que Jehová les enviaba, su Hijo, Jesús
(Malaquías 4:4-6; Lucas 1:17; Hechos 19:4).
5. a) ¿Por qué puso reparos Juan cuando Jesús acudió a él para que lo bautizara? b) ¿Qué simbolizó
el bautismo de Jesús?
5 Entre los que acudieron a Juan para que los bautizara estuvo el mismo Jesús. Pero ¿por
qué? Sabiendo que este no tenía ningún pecado que confesar, Juan objetó: “Yo soy el
que necesito ser bautizado por ti, ¿y vienes tú a mí?”. No obstante, Jesús se bautizaría
para simbolizar algo distinto, de modo que le contestó: “Deja que sea, esta vez, porque de
esa manera nos es apropiado llevar a cabo todo lo que es justo” (Mateo 3:13-15). Como el
Hijo de Dios era perfecto, su bautismo no podía simbolizar arrepentimiento de pecados;
por otra parte, no necesitaba dedicarse a Jehová, pues pertenecía a una nación ya
dedicada a él. Su bautismo, a la edad de 30 años, fue singular; simbolizó que se
presentaba a su Padre celestial para obrar de acuerdo con lo que dispusiera Su voluntad.

6. ¿Cuánta importancia concedió Jesús a cumplir la voluntad divina?

6
La voluntad de Dios respecto a Cristo Jesús incluía actividades relacionadas con el
Reino (Lucas 8:1) y el ofrecimiento de su vida humana perfecta como sacrificio redentor y
como base de un nuevo pacto (Mateo 20:28; 26:26-28; Hebreos 10:5-10). Jesús tomó
muy en serio lo que simbolizó su bautismo, así que no permitió que nada lo distrajera de
su objetivo. Hizo de la predicación del Reino de Dios su labor principal, y hasta el fin de su
vida terrestre llevó a cabo fielmente la voluntad divina (Juan 4:34).
El bautismo en agua de los discípulos cristianos
7. ¿Qué mandato respecto al bautismo cumplieron los cristianos a partir del Pentecostés del año
33 E.C.?
7 Juan bautizó a los que serían los primeros discípulos de Jesús y los encaminó hacia
este, lo cual les permitiría en el futuro ser integrantes del Reino celestial (Juan 3:25-30).
Bajo la dirección de Jesús, también sus discípulos efectuaron algunos bautismos, que
tenían el mismo significado que el de Juan (Juan 4:1, 2). No obstante, en el Pentecostés
del año 33 E.C. empezaron a cumplir la comisión de bautizar “en el nombre del Padre y
del Hijo y del espíritu santo” (Mateo 28:19). Sin duda le resultará muy provechoso analizar
el significado de esa expresión.

8. ¿Qué significa bautizarse “en el nombre del Padre”?

8 ¿Qué significa bautizarse “en el nombre del Padre”? Significa aceptar su nombre,
posición, autoridad, propósito y leyes. Piense en lo que eso entraña: 1) Con relación a su
nombre, Salmo 83:18 declara: “Tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre
toda la tierra”. 2) Respecto a su posición, 2 Reyes 19:15 afirma: “Oh Jehová [...], tú solo
eres el Dios verdadero”. 3) De su autoridad, Revelación (Apocalipsis) 4:11 dice: “Digno
eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú
creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas”. 4) También
debemos reconocer que, como Dador de vida, se ha propuesto salvarnos del pecado y la
muerte: “La salvación pertenece a Jehová” (Salmo 3:8; 36:9). 5) Tenemos que aceptar
igualmente que es el Legislador Supremo: “Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro
Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey” (Isaías 33:22). En vista de todo lo que él es,
se nos dirige la siguiente exhortación: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu
corazón y con toda tu alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37).

9. ¿Qué implica bautizarse “en el nombre [...] del Hijo”?

9 ¿Qué implica el bautismo “en el nombre [...] del Hijo”? Implica reconocer el nombre, la
posición y la autoridad de Jesucristo. Su nombre, Jesús, significa “Jehová es Salvación”.
La posición que ocupa se debe al hecho de que es el Hijo unigénito de Dios, el
primogénito de Su creación (Mateo 16:16; Colosenses 1:15, 16). En Juan 3:16 se nos dice
de él: “Tanto amó Dios al mundo [la totalidad de los seres humanos redimibles] que dio a
su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga
vida eterna”. Como Jesús murió fiel, Dios lo resucitó y le confirió más autoridad. Según el
apóstol Pablo, “lo ensalzó a un puesto superior” en el universo, el más elevado después
del de Jehová. De ahí que “en el nombre de Jesús [deba doblarse] toda rodilla [...], y
recono[cer] abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el
Padre” (Filipenses 2:9-11). Tal reconocimiento conlleva obedecer los mandamientos de
Jesús, que proceden de Jehová mismo (Juan 15:10).

10. ¿Qué significa bautizarse “en el nombre [...] del espíritu santo”?

10
¿Qué significa bautizarse “en el nombre [...] del espíritu santo”? Significa reconocer el
papel y la actividad que este desempeña. ¿Y qué es el espíritu santo? Es la fuerza activa
de Jehová, con la que él lleva a cabo sus propósitos. Jesús dijo a sus discípulos: “Yo
pediré al Padre, y él les dará otro ayudante que esté con ustedes para siempre, el espíritu
de la verdad” (Juan 14:16, 17). ¿Qué lograrían con tal ayuda? Jesús les aclaró: “Recibirán
poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en
Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”
(Hechos 1:8). Mediante el espíritu santo, Jehová también inspiró la escritura de la Biblia:
“La profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres
hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo” (2 Pedro 1:21). De manera
que cuando estudiamos la Biblia, reconocemos el papel del espíritu santo. Otra forma de
reconocerlo consiste en pedirle a Jehová que nos ayude a producir “el fruto del espíritu”,
que es “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad,
autodominio” (Gálatas 5:22, 23).
11. a) ¿Qué implica el bautismo en nuestros días? b) ¿Por qué se asemeja el bautismo a morir y ser
vivificado?
11 Los primeros en bautizarse según las instrucciones de Jesús fueron judíos y prosélitos
del judaísmo, a partir del año 33 E.C. Poco después, también se brindó el privilegio de ser
discípulos cristianos a los samaritanos, y en el año 36 E.C., a los gentiles incircuncisos.
Antes de bautizarse, los samaritanos y los gentiles tenían que dedicarse personalmente a
Jehová para servirle como discípulos de su Hijo. El bautismo cristiano en agua sigue
implicando lo mismo hasta el día de hoy. La inmersión completa es una representación
adecuada de esa dedicación personal, pues el bautismo constituye un entierro simbólico.
El acto de sumergirse simboliza que la persona muere respecto a su anterior modo de
vida, y la acción de emerger representa que es vivificada para efectuar la voluntad de
Dios. Solo hay “un bautismo” en agua para todos los que se hacen cristianos verdaderos.
Al recibirlo, se convierten en testigos cristianos de Jehová, ministros ordenados de Dios
(Efesios 4:5; 2 Corintios 6:3, 4).
12. ¿A qué corresponde el bautismo cristiano en agua, y por qué?
12 Tal bautismo tiene un gran poder salvador a los ojos de Dios. Por ejemplo, tras
mencionar la construcción del arca en la que Noé y su familia se salvaron del Diluvio, el
apóstol Pedro escribió: “Lo que corresponde a esto [la fe mostrada al construir el
arca] ahora también los está salvando a ustedes, a saber, el bautismo (no el desechar la
suciedad de la carne, sino la solicitud hecha a Dios para una buena conciencia), mediante
la resurrección de Jesucristo” (1 Pedro 3:21). El arca fue una prueba tangible de que Noé
había realizado fielmente la tarea asignada por Dios. Una vez finalizada su construcción,
“el mundo de aquel tiempo sufrió destrucción cuando fue anegado en agua” (2 Pedro 3:6).
Pero “ocho almas, [Noé y su familia,] fueron llevadas a salvo a través del agua” (1 Pedro
3:20).
13. ¿De qué se salva al cristiano mediante el bautismo?
13 En la actualidad, quienes se dedican a Jehová en virtud de su fe en Cristo resucitado se
bautizan en símbolo de dicha dedicación. Entonces proceden a efectuar la voluntad divina
para nuestro día y son salvados de este mundo impío (Gálatas 1:3, 4). Ya no se
encaminan a la destrucción junto con el actual sistema malvado de cosas. Se les salva de
dicha destrucción, y Dios les concede una buena conciencia. El apóstol Juan asegura a
los siervos de Jehová: “El mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:17).
Cumplamos nuestras responsabilidades
14. ¿Por qué el bautismo por sí solo no garantiza la salvación?
14 Sería un error concluir que el bautismo por sí solo garantiza la salvación. Únicamente
tiene valor si la persona se ha dedicado a Jehová de corazón mediante Jesucristo y a
partir de entonces lleva a cabo la voluntad divina con fidelidad hasta el fin. “El que haya
aguantado hasta el fin es el que será salvo.” (Mateo 24:13.)

15. a) ¿Cuál es la voluntad de Dios hoy día para los cristianos bautizados? b) ¿Qué importancia
debemos dar en nuestra vida a ser discípulos cristianos?

15 La voluntad divina para Jesús incluía la forma en que utilizaría su vida humana. Tenía
que morir para ofrecerla en sacrificio. En nuestro caso, debemos presentar nuestro cuerpo
a Dios y hacer Su voluntad llevando una vida sacrificada, abnegada (Romanos 12:1, 2).
No efectuaríamos en modo alguno la voluntad divina si, aunque fuera de vez en cuando,
nos comportáramos deliberadamente como el mundo que nos rodea, o si nuestra vida
girara en torno a actividades egoístas y solo diéramos a Dios un servicio destinado a
cubrir las apariencias (1 Pedro 4:1-3; 1 Juan 2:15, 16). Cuando cierto judío preguntó qué
debía hacer para conseguir la vida eterna, Jesús reconoció la importancia de la pureza
moral, pero mencionó algo aún más importante: la necesidad de seguirlo a él, de hacerse
discípulo cristiano. Ese debe ser nuestro objetivo principal en la vida. No podemos
relegarlo a un segundo plano, colocándolo después de los intereses materiales (Mateo
19:16-21).

16. a) ¿Qué responsabilidad tienen todos los cristianos con relación al Reino? b) ¿Qué formas eficaces
de proclamar el Reino se ilustran en las páginas 116 y 117? c) ¿Qué demostramos si damos testimonio
de todo corazón?

16
Cabe destacar nuevamente que la voluntad divina respecto a Jesús incluía actividades
trascendentales relacionadas con el Reino de Dios. Además de haber sido ungido para
ser Rey, cuando estuvo en la Tierra dio un celoso testimonio de dicho Reino. Nosotros
hemos de dar un testimonio semejante, y nos sobran razones para hacerlo de todo
corazón. De ese modo demostramos nuestra gratitud por la soberanía de Jehová y
nuestro amor al prójimo (Mateo 22:36-40). También demostramos que estamos unidos
con los demás adoradores de Jehová del mundo entero, todos los cuales son
proclamadores del Reino. Juntos proseguimos hacia la meta de la vida eterna en el
dominio terrestre del Reino.
Repaso
• ¿Qué semejanzas y qué diferencias existen entre el bautismo de Jesús y el bautismoen
agua de la actualidad?
• ¿Qué significa bautizarse “en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo”?

• ¿Qué conlleva cumplir las responsabilidades del bautismo cristiano en agua?

Capítulo 12
El significado de su bautismo
1. ¿Por qué debería interesarnos a todos el bautismo en agua?
EN EL año 29 E.C., Juan el Bautista bautizó por inmersión a Jesús en el río Jordán, y el
propio Jehová, que estaba contemplando la escena, expresó su aprobación (Mateo
3:16, 17). Con su bautismo, Jesús marcó una pauta que todos sus discípulos seguirían.
Tres años y medio después, les dio estas instrucciones: “Toda autoridad me ha sido dada
en el cielo y sobre la tierra. Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo” (Mateo
28:18, 19). ¿Se ha bautizado usted en armonía con este mandato de Jesús? Si no lo ha
hecho, ¿se está preparando para ello?
2. ¿Qué preguntas sobre el bautismo requieren respuesta?
2
En cualquier caso, es importante que toda persona que desee servir a Jehová y vivir en
su justo nuevo mundo entienda claramente el significado del bautismo. Algunas preguntas
que requieren respuesta son las siguientes: ¿Representa el bautismo cristiano actual lo
mismo que el de Jesús? ¿Qué significa bautizarse “en el nombre del Padre y del Hijo y del
espíritu santo”? ¿Qué implica vivir de acuerdo con lo que simboliza el bautismoen agua?
Los bautismos realizados por Juan
3. ¿Para quiénes estaba reservado el bautismo de Juan?
3
Unos seis meses antes del bautismo de Jesús, Juan el Bautista empezó a predicar en el
desierto de Judea el siguiente mensaje: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se
ha acercado” (Mateo 3:1, 2). Quienes lo escucharon y tomaron sus palabras en serio
confesaron abiertamente los pecados, se arrepintieron y acudieron a Juan para que los
bautizara en el río Jordán. El bautismo que él efectuó estaba reservado para los judíos
(Lucas 1:13-16; Hechos 13:23, 24).

4. ¿Por qué debían arrepentirse con urgencia los judíos del siglo primero?

4 Aquellos judíos debían arrepentirse con urgencia. En el año 1513 a.E.C., sus
antepasados habían celebrado un pacto nacional —un acuerdo formal y solemne— con
Jehová Dios en el monte Sinaí. Pero al cometer pecados graves, incumplieron las
obligaciones contraídas en dicho pacto, de modo que este los condenó. En tiempos de
Jesús, la situación del pueblo era crítica. Estaba cerca el “día de Jehová, grande e
inspirador de temor” que había predicho Malaquías. Aquel “día” llegó en el
año 70 E.C., cuando los ejércitos romanos destruyeron Jerusalén y su templo, y causaron
la muerte de más de un millón de judíos. Juan el Bautista, quien manifestó gran celo por
la adoración verdadera, fue enviado antes de tal devastación a fin de “alistar para Jehová
un pueblo preparado”. Los judíos debían arrepentirse de sus pecados contra el pacto de
la Ley mosaica y prepararse para aceptar a aquel que Jehová les enviaba, su Hijo, Jesús
(Malaquías 4:4-6; Lucas 1:17; Hechos 19:4).
5. a) ¿Por qué puso reparos Juan cuando Jesús acudió a él para que lo bautizara? b) ¿Qué simbolizó
el bautismo de Jesús?
5
Entre los que acudieron a Juan para que los bautizara estuvo el mismo Jesús. Pero ¿por
qué? Sabiendo que este no tenía ningún pecado que confesar, Juan objetó: “Yo soy el
que necesito ser bautizado por ti, ¿y vienes tú a mí?”. No obstante, Jesús se bautizaría
para simbolizar algo distinto, de modo que le contestó: “Deja que sea, esta vez, porque de
esa manera nos es apropiado llevar a cabo todo lo que es justo” (Mateo 3:13-15). Como el
Hijo de Dios era perfecto, su bautismo no podía simbolizar arrepentimiento de pecados;
por otra parte, no necesitaba dedicarse a Jehová, pues pertenecía a una nación ya
dedicada a él. Su bautismo, a la edad de 30 años, fue singular; simbolizó que se
presentaba a su Padre celestial para obrar de acuerdo con lo que dispusiera Su voluntad.

6. ¿Cuánta importancia concedió Jesús a cumplir la voluntad divina?

6
La voluntad de Dios respecto a Cristo Jesús incluía actividades relacionadas con el
Reino (Lucas 8:1) y el ofrecimiento de su vida humana perfecta como sacrificio redentor y
como base de un nuevo pacto (Mateo 20:28; 26:26-28; Hebreos 10:5-10). Jesús tomó
muy en serio lo que simbolizó su bautismo, así que no permitió que nada lo distrajera de
su objetivo. Hizo de la predicación del Reino de Dios su labor principal, y hasta el fin de su
vida terrestre llevó a cabo fielmente la voluntad divina (Juan 4:34).
El bautismo en agua de los discípulos cristianos
7. ¿Qué mandato respecto al bautismo cumplieron los cristianos a partir del Pentecostés del año
33 E.C.?
7 Juan bautizó a los que serían los primeros discípulos de Jesús y los encaminó hacia
este, lo cual les permitiría en el futuro ser integrantes del Reino celestial (Juan 3:25-30).
Bajo la dirección de Jesús, también sus discípulos efectuaron algunos bautismos, que
tenían el mismo significado que el de Juan (Juan 4:1, 2). No obstante, en el Pentecostés
del año 33 E.C. empezaron a cumplir la comisión de bautizar “en el nombre del Padre y
del Hijo y del espíritu santo” (Mateo 28:19). Sin duda le resultará muy provechoso analizar
el significado de esa expresión.

8. ¿Qué significa bautizarse “en el nombre del Padre”?

8 ¿Qué significa bautizarse “en el nombre del Padre”? Significa aceptar su nombre,
posición, autoridad, propósito y leyes. Piense en lo que eso entraña: 1) Con relación a su
nombre, Salmo 83:18 declara: “Tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre
toda la tierra”. 2) Respecto a su posición, 2 Reyes 19:15 afirma: “Oh Jehová [...], tú solo
eres el Dios verdadero”. 3) De su autoridad, Revelación (Apocalipsis) 4:11 dice: “Digno
eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú
creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas”. 4) También
debemos reconocer que, como Dador de vida, se ha propuesto salvarnos del pecado y la
muerte: “La salvación pertenece a Jehová” (Salmo 3:8; 36:9). 5) Tenemos que aceptar
igualmente que es el Legislador Supremo: “Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro
Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey” (Isaías 33:22). En vista de todo lo que él es,
se nos dirige la siguiente exhortación: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu
corazón y con toda tu alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37).

9. ¿Qué implica bautizarse “en el nombre [...] del Hijo”?

9
¿Qué implica el bautismo “en el nombre [...] del Hijo”? Implica reconocer el nombre, la
posición y la autoridad de Jesucristo. Su nombre, Jesús, significa “Jehová es Salvación”.
La posición que ocupa se debe al hecho de que es el Hijo unigénito de Dios, el
primogénito de Su creación (Mateo 16:16; Colosenses 1:15, 16). En Juan 3:16 se nos dice
de él: “Tanto amó Dios al mundo [la totalidad de los seres humanos redimibles] que dio a
su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga
vida eterna”. Como Jesús murió fiel, Dios lo resucitó y le confirió más autoridad. Según el
apóstol Pablo, “lo ensalzó a un puesto superior” en el universo, el más elevado después
del de Jehová. De ahí que “en el nombre de Jesús [deba doblarse] toda rodilla [...], y
recono[cer] abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el
Padre” (Filipenses 2:9-11). Tal reconocimiento conlleva obedecer los mandamientos de
Jesús, que proceden de Jehová mismo (Juan 15:10).

10. ¿Qué significa bautizarse “en el nombre [...] del espíritu santo”?

10 ¿Qué significa bautizarse “en el nombre [...] del espíritu santo”? Significa reconocer el
papel y la actividad que este desempeña. ¿Y qué es el espíritu santo? Es la fuerza activa
de Jehová, con la que él lleva a cabo sus propósitos. Jesús dijo a sus discípulos: “Yo
pediré al Padre, y él les dará otro ayudante que esté con ustedes para siempre, el espíritu
de la verdad” (Juan 14:16, 17). ¿Qué lograrían con tal ayuda? Jesús les aclaró: “Recibirán
poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en
Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”
(Hechos 1:8). Mediante el espíritu santo, Jehová también inspiró la escritura de la Biblia:
“La profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres
hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo” (2 Pedro 1:21). De manera
que cuando estudiamos la Biblia, reconocemos el papel del espíritu santo. Otra forma de
reconocerlo consiste en pedirle a Jehová que nos ayude a producir “el fruto del espíritu”,
que es “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad,
autodominio” (Gálatas 5:22, 23).
11. a) ¿Qué implica el bautismo en nuestros días? b) ¿Por qué se asemeja el bautismo a morir y ser
vivificado?
11 Los primeros en bautizarse según las instrucciones de Jesús fueron judíos y prosélitos
del judaísmo, a partir del año 33 E.C. Poco después, también se brindó el privilegio de ser
discípulos cristianos a los samaritanos, y en el año 36 E.C., a los gentiles incircuncisos.
Antes de bautizarse, los samaritanos y los gentiles tenían que dedicarse personalmente a
Jehová para servirle como discípulos de su Hijo. El bautismo cristiano en agua sigue
implicando lo mismo hasta el día de hoy. La inmersión completa es una representación
adecuada de esa dedicación personal, pues el bautismo constituye un entierro simbólico.
El acto de sumergirse simboliza que la persona muere respecto a su anterior modo de
vida, y la acción de emerger representa que es vivificada para efectuar la voluntad de
Dios. Solo hay “un bautismo” en agua para todos los que se hacen cristianos verdaderos.
Al recibirlo, se convierten en testigos cristianos de Jehová, ministros ordenados de Dios
(Efesios 4:5; 2 Corintios 6:3, 4).
12. ¿A qué corresponde el bautismo cristiano en agua, y por qué?
12 Tal bautismo tiene un gran poder salvador a los ojos de Dios. Por ejemplo, tras
mencionar la construcción del arca en la que Noé y su familia se salvaron del Diluvio, el
apóstol Pedro escribió: “Lo que corresponde a esto [la fe mostrada al construir el
arca] ahora también los está salvando a ustedes, a saber, el bautismo (no el desechar la
suciedad de la carne, sino la solicitud hecha a Dios para una buena conciencia), mediante
la resurrección de Jesucristo” (1 Pedro 3:21). El arca fue una prueba tangible de que Noé
había realizado fielmente la tarea asignada por Dios. Una vez finalizada su construcción,
“el mundo de aquel tiempo sufrió destrucción cuando fue anegado en agua” (2 Pedro 3:6).
Pero “ocho almas, [Noé y su familia,] fueron llevadas a salvo a través del agua” (1 Pedro
3:20).
13. ¿De qué se salva al cristiano mediante el bautismo?
13 En la actualidad, quienes se dedican a Jehová en virtud de su fe en Cristo resucitado se
bautizan en símbolo de dicha dedicación. Entonces proceden a efectuar la voluntad divina
para nuestro día y son salvados de este mundo impío (Gálatas 1:3, 4). Ya no se
encaminan a la destrucción junto con el actual sistema malvado de cosas. Se les salva de
dicha destrucción, y Dios les concede una buena conciencia. El apóstol Juan asegura a
los siervos de Jehová: “El mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:17).
Cumplamos nuestras responsabilidades
14. ¿Por qué el bautismo por sí solo no garantiza la salvación?
14 Sería un error concluir que el bautismo por sí solo garantiza la salvación. Únicamente
tiene valor si la persona se ha dedicado a Jehová de corazón mediante Jesucristo y a
partir de entonces lleva a cabo la voluntad divina con fidelidad hasta el fin. “El que haya
aguantado hasta el fin es el que será salvo.” (Mateo 24:13.)

15. a) ¿Cuál es la voluntad de Dios hoy día para los cristianos bautizados? b) ¿Qué importancia
debemos dar en nuestra vida a ser discípulos cristianos?

15
La voluntad divina para Jesús incluía la forma en que utilizaría su vida humana. Tenía
que morir para ofrecerla en sacrificio. En nuestro caso, debemos presentar nuestro cuerpo
a Dios y hacer Su voluntad llevando una vida sacrificada, abnegada (Romanos 12:1, 2).
No efectuaríamos en modo alguno la voluntad divina si, aunque fuera de vez en cuando,
nos comportáramos deliberadamente como el mundo que nos rodea, o si nuestra vida
girara en torno a actividades egoístas y solo diéramos a Dios un servicio destinado a
cubrir las apariencias (1 Pedro 4:1-3; 1 Juan 2:15, 16). Cuando cierto judío preguntó qué
debía hacer para conseguir la vida eterna, Jesús reconoció la importancia de la pureza
moral, pero mencionó algo aún más importante: la necesidad de seguirlo a él, de hacerse
discípulo cristiano. Ese debe ser nuestro objetivo principal en la vida. No podemos
relegarlo a un segundo plano, colocándolo después de los intereses materiales (Mateo
19:16-21).

16. a) ¿Qué responsabilidad tienen todos los cristianos con relación al Reino? b) ¿Qué formas eficaces
de proclamar el Reino se ilustran en las páginas 116 y 117? c) ¿Qué demostramos si damos testimonio
de todo corazón?

16 Cabe destacar nuevamente que la voluntad divina respecto a Jesús incluía actividades
trascendentales relacionadas con el Reino de Dios. Además de haber sido ungido para
ser Rey, cuando estuvo en la Tierra dio un celoso testimonio de dicho Reino. Nosotros
hemos de dar un testimonio semejante, y nos sobran razones para hacerlo de todo
corazón. De ese modo demostramos nuestra gratitud por la soberanía de Jehová y
nuestro amor al prójimo (Mateo 22:36-40). También demostramos que estamos unidos
con los demás adoradores de Jehová del mundo entero, todos los cuales son
proclamadores del Reino. Juntos proseguimos hacia la meta de la vida eterna en el
dominio terrestre del Reino.
Repaso
• ¿Qué semejanzas y qué diferencias existen entre el bautismo de Jesús y el bautismoen
agua de la actualidad?

• ¿Qué significa bautizarse “en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo”?

• ¿Qué conlleva cumplir las responsabilidades del bautismo cristiano en agua?

Bautismo
Definición: La palabra “bautizar” viene de la palabra
griega ba·ptiʹzein, que significa “zambullir” o “sumergir” (Véase
“Bautismo”, en Diccionario Enciclopédico Quillet, 1968; también
en Diccionario Ilustrado de la Biblia, Wilton M. Nelson, 1977.)
El bautismo cristiano en agua es símbolo externo de que la persona
que se bautiza ha hecho una dedicación completa, sin reservas e
incondicional mediante Jesucristo para hacer la voluntad de Jehová
Dios. Las Escrituras hacen referencia también al bautismo de Juan,
al bautismo con espíritu santo y al bautismo con fuego, entre otros.
¿Se retienen de bautizarse las personas que verdaderamente creen en la Palabra de
Dios?
Mat. 28:19, 20: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a
observar todas las cosas que yo les he mandado.”
Hech. 2:41: “Los que abrazaron su palabra de buena gana fueron bautizados.”
Hech. 8:12: “Cuando creyeron a Felipe, que estaba declarando las buenas nuevas del
reino de Dios y del nombre de Jesucristo, procedieron a bautizarse, tanto varones como
mujeres.”
Hech. 8:36-38: “Entonces, siguiendo por el camino, llegaron a cierta agua, y el eunuco
[etíope] dijo: ‘¡Mira! Agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Con eso mandó parar el
carro, y [...] [Felipe] lo bautizó.”
El bautismo cristiano en agua... ¿debe efectuarse mediante aspersión (rociar), o
mediante inmersión (sumersión) completa?
Mar. 1:9, 10: “Jesús [...] fue bautizado [“sumergido”, ED, Ro] en el [río] Jordán por Juan. Y
al instante que salió del agua vio abrirse los cielos.”
Hech. 8:38: “Ambos bajaron al agua, tanto Felipe como el eunuco; y lo bautizó
[“sumergió”, ED, Ro].”
¿Practicaban los cristianos del primer siglo el bautismo de infantes?
Mat. 28:19: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos [...] bautizándolos.”
Hech. 8:12: “Cuando creyeron a Felipe [...] procedieron a bautizarse, tanto varones como
mujeres.”
No obstante, más tarde, Orígenes (185-254 E.C.) escribió: “Es la costumbre de la iglesia
que se administre el bautismo incluso a los infantes”. (Selections From the Commentaries
and Homilies of Origen [Selecciones de los Comentarios y Homilías de Orígenes],
Madrás, India, 1929, pág. 211.) Esta práctica fue confirmada por el Tercer Concilio de
Cartago (253 E.C.).
Augustus Neander, historiador religioso, escribió: “La fe y el bautismo siempre estuvieron
conectados entre sí; y así en el mayor grado probable [...] la práctica del bautismo de
infantes se desconocía en aquel período [en el primer siglo] [...] El que llegara a
reconocerse como tradición apostólica por primera vez en el curso del tercer siglo es
prueba en contra, más bien que a favor, de la admisión de su origen apostólico”. (History
of the Planting and Training of the Christian Church by the Apostles [Historia de la
implantación e instrucción de la iglesia cristiana por los apóstoles], Nueva York, 1864,
pág. 162.)
¿Resulta en perdón de pecados el bautismo cristiano en agua?
1 Juan 1:7: “Si estamos andando en la luz, como él mismo está en la luz [...] la sangre de
Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.” (Por lo tanto, no es el agua bautismal, sino la
sangre de Jesús la que nos limpia de pecado.)
Mat. 3:11: “Yo [Juan el Bautista] [...] los bautizo con agua a causa de su arrepentimiento;
pero el que viene después de mí [Jesucristo] es más fuerte que yo, cuyas sandalias no
soy digno de quitarle.” (Los Mt 3 versículos 5 y 6, también Hechos 13:24, muestran que lo
que Juan hizo no fue dirigido a toda clase de personas, sino a los judíos. ¿Por qué?
Debido a los pecados de los judíos contra el pacto de la Ley, y para prepararlos para
Cristo.)
Hech. 2:38: “Arrepiéntanse, y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo
para perdón de sus pecados.” (¿Fue el bautismo en sí mismo lo que les consiguió
perdón? Considere: Estas palabras se dirigieron a judíos que compartían responsabilidad
por la muerte de Cristo. [Véanse los Hch 2 versículos 22, 23.] El bautismo de ellos daría
prueba de algo. ¿De qué? De que ahora ponían fe en Jesús como el Mesías, el Cristo.
Solo si hacían esto podrían perdonárseles los pecados. [Hech. 4:12; 5:30, 31.])
Hech. 22:16: “Levántate, bautízate y lava tus pecados por medio de invocar su
nombre.” (También Hechos 10:43.)
¿A quién se bautiza con espíritu santo?
1 Cor. 1:2; 12:13, 27: “A ustedes los que han sido santificados en unión con Cristo Jesús,
llamados a ser santos [...] Pues de hecho por un solo espíritu todos nosotros fuimos
bautizados para formar un solo cuerpo, seamos judíos o griegos, seamos esclavos o
libres, y a todos se nos hizo beber un solo espíritu. Pues bien, ustedes son el cuerpo de
Cristo.” (Como muestra Daniel 7:13, 14, 27, esos “santos” participan en el Reino con el
Hijo del hombre, Jesucristo.)
Juan 3:5: “A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de
Dios.” (La persona ‘nace del espíritu’ al tiempo de ser bautizada con dicho espíritu. Lucas
12:32 muestra que solo un “rebaño pequeño” tiene ese privilegio. Véase
también Revelación 14:1-3.)
¿Hablan en lenguas o tienen el don de curación todos los que han sido bautizados
con espíritu santo?
1 Cor. 12:13, 29, 30: “Pues de hecho por un solo espíritu todos nosotros fuimos
bautizados para formar un solo cuerpo [...] No todos son apóstoles, ¿verdad? [...] No
todos ejecutan obras poderosas, ¿verdad? No todos tienen dones de curaciones,
¿verdad? No todos hablan en lenguas, ¿verdad?”
Véanse también “Curación (Sanidad)” y “Lenguas, hablar en”.
‘Bautismo por los muertos’... ¿qué significa?
1 Cor. 15:29, VV (1960): “De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos,
si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los
muertos?”
La preposición griega hy·perʹ, que aquí se traduce “por”, también significa “sobre”, “en
favor de”, “en vez de”, “con el propósito de”, etc. (A Greek-English Lexicon, por Liddell y
Scott). En este texto, ¿qué significa dicha preposición? ¿Estaba sugiriendo Pablo que se
bautizara a personas vivas a favor de los que hubieran muerto sin bautizarse?
Los únicos otros textos que mencionan directamente la muerte en relación con
el bautismo se refieren a un bautismo a que se somete la persona misma, no a
un bautismo a favor de otra persona que esté muerta
Rom. 6:3: “¿O ignoran que todos nosotros los que fuimos bautizados en Cristo Jesús
fuimos bautizados en su muerte?” (También Marcos 10:38, 39.)
Col. 2:12: “Porque ustedes [miembros vivos de la congregación de Colosas] fueron
enterrados con él en su bautismo, y por relación con él también fueron levantados juntos
mediante su fe en la operación de Dios, que lo levantó de entre los muertos.”
La manera como se vierte este texto en la “Traducción del Nuevo Mundo” es
gramaticalmente correcta y está de acuerdo con los textos bíblicos antes citados
1 Cor. 15:29: “De otro modo, ¿qué harán los que se están bautizando con el propósito de
ser individuos muertos? Si los muertos no han de ser levantados de ninguna manera,
¿por qué se están bautizando también con el propósito de ser tales?” (De modo que son
bautizados o sumergidos por completo en un derrotero de vida que conducirá a una
muerte en integridad como la de Cristo, para entonces ser levantados, como lo fue él, a la
vida celestial o de los espíritus.)
¿Qué resultado tiene el bautismo con fuego?
Luc. 3:16, 17: “Él [Jesucristo] los bautizará con [...] fuego. Su aventador está en su mano
para limpiar por completo su era [...] la paja la quemará con fuego que no se puede
apagar.” (Su destrucción sería para siempre.)
Mat. 13:49, 50: “Así es como será la conclusión del sistema de cosas: saldrán los ángeles
y separarán a los inicuos de entre los justos y los echarán en el horno ardiente.”
Luc. 17:29, 30: “El día en que Lot salió de Sodoma llovió del cielo fuego y azufre y los
destruyó a todos. De la misma manera será en aquel día en que el Hijo del hombre ha de
ser revelado.”
No es lo mismo que el bautismo con espíritu santo, que era para los discípulos
Hech. 1:5: “Juan, en verdad, bautizó con agua, pero ustedes [los fieles apóstoles de
Jesús] serán bautizados en espíritu santo a no muchos días después de esto.”
Hech. 2:2-4: “De repente ocurrió desde el cielo un ruido exactamente como el de una
brisa impetuosa y fuerte, y llenó toda la casa en la cual estaban sentados. Y lenguas
como de fuego se les hicieron visibles y fueron distribuidas en derredor, y una se asentó
[pero no los envolvió ni cubrió como el agua en un bautismo] sobre cada uno de ellos, y
todos se llenaron de espíritu santo y comenzaron a hablar en lenguas diferentes, así
como el espíritu les concedía expresarse.”

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