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La legislación laboral ha determinado que para ejecutar descuentos sobre los salarios de los trabajadores, deben existir

unas condiciones específicas, a fin de que sean legales y no transgredir los derechos del trabajador.

Los descuentos que pueden realizarse sobre el salario, se encuentran expresamente definidos en la Legislación laboral,
los cuales se pueden calificar en tres tipos de descuentos:

1. Descuentos obligatorios

Los descuentos obligatorios que se pueden practicar sobre el salario de un trabajador se encuentran determinados en el
artículo 150 del Código Sustantivo del Trabajo, y su característica principal es que no requieren de autorización especial
o acuerdo con el trabajador, puesto que el carácter obligatorio indica que no se pueden evadir. Dentro de este tipo de
descuentos se pueden identificar:

Descuentos por aportes a la Seguridad Social: corresponde al porcentaje establecido por ley que debe ser asumido por el
trabajador para cubrir los aportes a la EPS y AFP; el empleador debe descontarlo del salario.

Descuentos por disposición tributaria: para los casos en los que el salario del trabajador supera la antía mínima; se debe
ejecutar la respectiva retención en la fuente.

2. Descuentos por orden judicial

Cualquier juez de la República (Penal, Civil, Laboral, Familia, Administrativo) puede ordenar el embargo del salario de un
trabajador, siempre que se dé cumplimiento a las reglas sobre el porcentaje del embargo, según el tipo de proceso
judicial adelantado o clase de obligación en mora. De tal manera que al ser la orden de embargo de un juez, el
empleador no tiene potestad para oponerse y debe ejecutarlo sobre el salario del trabajador.

Bajo las circunstancias en las que el trabajador considere que el porcentaje de embargo o el mismo embargo son
ilegales, debe apelar directamente ante el juez que lo decretó; no obstante, la empresa tiene la obligación de continuar
ejecutando el embargo ordenado.

3. Descuentos expresamente autorizados por el trabajador

Todos los descuentos que no cumplan con las características de los anunciados en anteriores párrafos, el Código
Sustantivo del Trabajo en el artículo 151, ha designado que deben ser expresamente autorizados previamente por el
trabajador, por lo cual, debe por escrito autorizarlo con antelación a la ejecución del descuento.

Algunos ejemplos de descuentos que requieren autorización del trabajador:

Fondo de empleados.

Cuota sindical.

Créditos por libranza.

Rifas, ahorros.

Daños, descuadres, préstamos y adelantos sobre el salario.

Aportes voluntarios a pensión y planes complementarios de salud.

Descuento por multas establecidas en el Reglamento Interno de Trabajo (RIT)

Si bien estos descuentos requieren de autorización expresa y previa del trabajador, ello no indica que se deba suscribir
un documento aparte aceptando el descuento de la multa, sino que cuando el trabajador firma el contrato de trabajo,
implícitamente se produce la aceptación del contenido del RIT; en el caso en el que la elaboración sea posterior a la
contratación o se produzcan modificaciones, el trabajador debe ser notificado del nuevo, para garantizar la vigencia.

Descuentos no válidos, así el trabajador los autorice

Existen descuentos que nunca serán válidos, así se pretenda concederles legalidad por medio del consentimiento del
trabajador.

Descuentos por entrega de dotación: esta prestación social siempre estará a cargo del empleador, aun cuando le sea
proporcionada a trabajadores con un salario superior a dos (2) smmlv o se entreguen dotaciones adicionales a las
mínimas reglamentarias.

Descuento por préstamo o adelanto de salario: para los trabajadores que perciban hasta un (1) smmlv, no se les puede
ni prestar ni adelantar salario, así el trabajador quiera autorizarlo.

¿Cómo iniciar los trámites?

El artículo 97 expone que la gestión de las pensiones comienza ante la dirección de la filial municipal del Instituto
Nacional de Seguridad Social (Inass) procedente, por una de las siguientes vías:

a) la administración, a solicitud del trabajador vinculado laboralmente, o de la familia del trabajador fallecido;

b) el trabajador sin vínculo laboral que en el momento de su desvinculación reunía los requisitos de la pensión por edad
o invalidez total; y

c) la familia del pensionado fallecido.

En primera instancia, la concesión o denegación de la pensión solicitada compete al director de la filial provincial del
Inass, al igual que la modificación, suspensión, restitución o extinción de las pensiones concedidas cuando concurra
algunaausa legal que así lo determine.

Cuando ese funcionario deniega el expediente de pensión por invalidez total, en razón de que el empleado se
encontraba incapacitado de forma total y permanente con anterioridad a su vínculo laboral, la administración da por
terminada la relación laboral desde el día siguiente al mes en que se dicta la resolución.

Tal documento —según el artículo 100— puede recurrirse en proceso de revisión ante el director general del Inass
dentro del término de 30 días hábiles contados a partir del siguiente al de la fecha de la notificación.

Esa propia autoridad resuelve en segunda instancia los recursos presentados, y cuenta con 90 días para emitir
resolución, que se calculan a partir del siguiente al de la fecha en que se recibe la reclamación.

Asimismo, el acápite 102 establece que las resoluciones prescritas en cualquier instancia se ejecutan de inmediato, sin
perjuicio del derecho de los interesados a interponer los recursos convenientes.

A continuación se expone que “las sentencias del director general del Inass causan estado y, contra ellas, los interesados
pueden iniciar el procedimiento judicial correspondiente ante la Sala competente del Tribunal Provincial Popular (TPP)
de su lugar de residencia, dentro del límite de 30 días hábiles considerados a partir del sucesivo al de la fecha de
notificación.

En el texto se aclara que contra la sentencia que dicte el TPP la parte inconforme está en el derecho de establecer
recurso de apelación ante la Sala de lo Laboral del Tribunal Supremo Popular, dentro del término de los 10 días hábiles
siguientes a su información.

Tan pronto sea firme la sentencia dictada en el procedimiento de seguridad social, el expediente se devolverá a la filial
provincial del Inass para ejecutar lo pertinente, concluye este capítulo.

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